INTRODUCCION

La pastoral vocacional de la Diócesis de Chiquinquirá “Diócesis mariana de

Colombia”, se va a caracterizar por tres acciones importantes las cuales nos ha
recalcado el Papa Francisco en varias de sus audiencias sobre la pastoral
vocacional: “salir, ver y llamar”
 Salir: “No puedo esparcir una semilla que dé frutos de vocaciones si nos
quedamos simplemente cerrados en el ‘siempre he hecho cosas’, sin ‘ser
audaces y creativos en la tarea de repensar los objetivos, las estructuras, el
estilo y el método evangelizador de la propia comunidad’”, como se indica en la
exhortación pastoral Evangelii Gaudium.
 Ver: En segundo lugar, ver. “Cuando pasa por el camino, Jesús se detiene y
cruza su mirada con la de otros, sin prisas”, recordó. “Eso es lo que resulta tan
atrayente y fascinante en su llamada” . “Hoy en día, lamentablemente, las prisas
y la velocidad de los estímulos a los que estamos sometidos, nos impiden,
muchas veces, dejar espacio al silencio interior en el que se escucha el eco de
la llamada del Señor”.
 Llamar: La tercera acción que analizó el Papa fue “llamar”. Se trata de “un verbo
típico de la vocación cristiana. Jesús no hace largos discursos, no detalla un
programa al cual adherirse, no ofrece respuestas preconcebidas. Remitiéndonos
a Mateo, se limita a decir ‘¡Sígueme!’. De este modo, suscita en él una
fascinación, la necesidad de establecer una nueva meta”.
Es por esto, que nuestro objetivo ahora es presentar un proyecto o plan de pastoral
vocacional para el mejor desarrollo de los procesos vocacionales dentro de la
diócesis mariana de Colombia a su vez como tendremos en cuenta estas claves de
las cuales nos habla nuestro Santo Padre Francisco, tendremos en cuenta las
características de nuestra Diócesis que son las siguientes:
 Somos la Diócesis Mariana de Colombia.
 Somos una diócesis misionera.
 Somos una diócesis que trabaja por la paz.
Por eso, contamos con su compañía como diócesis, en el desarrollo de este
proyecto vocacional, a su vez contamos con su oración y que sea Dios
Todopoderoso cumpliendo su voluntad en nosotros y en nuestras comunidades
especialmente en aquellos que sienten su llamado.
 FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA

Son varios los documentos eclesiales los cuales nos invitan a animarnos aún más
a caminar con Jesús en la aventura de su llamado

Se procurará a lo largo de la formación desarrollar un amor tierno y filial a María, de

manera que cada formando llegue a tener con ella una espontánea familiaridad, y
la “acoja en su casa” como el discípulo amado. Ella brindará a los sacerdotes
fortaleza y esperanza en los momentos difíciles y los alentará a ser incesantemente
discípulos misioneros para el Pueblo de Dios. (Documento de Aparecida 320).
Es indispensable confirmar que los candidatos sean capaces de asumir las
exigencias de la vida comunitaria, la cual implica diálogo, capacidad de servicio,
humildad, valoración de los carismas ajenos, disposición a dejarse interpelar por los
demás, obediencia al obispo y apertura para crecer en comunión misionera con los
presbíteros, diáconos, religiosos y laicos, sirviendo a la unidad en la diversidad. La
Iglesia necesita sacerdotes y consagrados que nunca pierdan la conciencia de ser
discípulos en comunión. (Documento de Aparecida 324).
En los Seminarios Menores, erigidos para cultivar los gérmenes de la vocación, los
alumnos se han de preparar por una formación religiosa peculiar, sobre todo por
una dirección espiritual conveniente, para seguir a Cristo Redentor con generosidad
de alma y pureza de corazón. Su género de vida bajo la dirección paternal de los
superiores con la oportuna cooperación de los padres, sea la que conviene a la
edad, espíritu y evolución de los adolescentes y conforme en su totalidad a las
normas de la sana psicología, sin olvidar la adecuada experiencia segura de las
cosas humanas y la relación con la propia familia. Hay que acomodar también al
Seminario Menor todo lo que a continuación se establece sobre los Seminarios
Mayores, en cuanto convenga a su fin y a su condición. Conviene que los estudios
se organicen de modo que puedan continuarlos sin perjuicio en otras partes, si
cambian de género de vida. (Decreto Optatam Totius 3)
En cuanto los aspectos que caracterizan nuestra Diócesis podemos encontrar:
 Una Diócesis misionera:
El presbítero, miembro del Pueblo de Dios, está llamado a cultivar su dinamismo
misionero, ejercitando con humildad el deber pastoral de guía autorizado, maestro
de la Palabra y ministro de los sacramentos, viviendo una fecunda paternidad
espiritual. Por tanto, los futuros presbíteros deben ser educados de modo que no
caigan en el “clericalismo”, ni cedan en la tentación de orientar la propia vida hacia
la búsqueda del aplauso popular, considerando a la Iglesia como una simple
institución humana. Esta actitud les haría ineficaces en el ejercicio del ministerio de
conducir a la comunidad. (Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis 33)
 Una Diócesis Mariana:
Los Seminaristas sean invitados a cultivar una autentica y filial devoción a María,
sea a través de su memoria en la liturgia como en la piedad popular, concretamente
con el rezo del Rosario y del Angelus Domini, considerando el hecho de que “cada
aspecto de la formación sacerdotal puede referirse a María como la persona
humana que mejor que nadie, ha correspondido a la vocación de Dios; que se ha
hecho sierva y discípula de la Palabra, hasta concebir en su corazón y en su carne
al Verbo hecho hombre para darlo a la humanidad”. (Ratio Fundamentalis
Sacerdotalis 112)
 Una Diócesis que trabaja por la paz:
La Iglesia, cuando predica, basada en su misión divina, el Evangelio a todos los
hombres y ofrece los tesoros de la gracia, contribuye a la consolidación de la paz
en todas partes y al establecimiento de la base firme de la convivencia fraterna entre
los hombres y los pueblos, esto es, el conocimiento de la ley divina y natural. Es
éste el motivo de la absolutamente necesaria presencia de la Iglesia en la
comunidad de los pueblos para fomentar e incrementar la cooperación de todos, y
ello tanto por sus instituciones públicas como por la plena y sincera colaboración de
los cristianos, inspirada pura y exclusivamente por el deseo de servir a todos.
(Gaudium et Spes 89).
 MISIÓN Y VISIÓN DE LA PASTORAL VOCACIONAL

MISION
La Pastoral Vocacional de la Diócesis de Chiquinquirá, tiene como misión
acompañar a los jóvenes que tienen inquietud sobre la vida sacerdotal.
Ayudándoles a realizar un proceso de discernimiento desde su vida cotidiana, para
que vayan descubriendo el llamado que Dios les hace y tengan las bases de
responder con convicción, firmeza y fidelidad.

VISIÓN
La Pastoral Vocacional de la Diócesis de Chiquinquirá, estará enriquecida por el
aumento de las vocaciones hacia la vida sacerdotal, tendiendo como base la
Palabra de Dios, los valores Cristianos y humanos junto con el acompañamiento y
el proceso de discernimiento desde la realidad diocesana. También presentará al
Seminario Mayor candidatos idóneos y con recta intención para que inicien su
proceso formativo en miras a recibir el sacramento del Orden Sacerdotal.
ORGANIZACIÓN

OBISPO DIOCESANO.

DELEGADO DE PASTORAL
VOCACIONAL.

CLERO DIOCESANO.

COMITES DE PASTORAL
VOCACIONAL. (SEMINARIO MENOR)

COMUNIDADES PARROQUIALES EN
GENERAL.
 OBISPO
DIOCESANO.

COMUNIDADES DELEGADO DE
PARROQUIALES PASTORAL
EN GENERAL. VOCACIONAL.

COMITES DE
PASTORAL
CLERO
VOCACIONAL.
DIOCESANO.
(SEMINARIO
MENOR)
 MEDIOS DE LA PASTORAL VOCACIONAL DIOCESANA

Son varios los medios que se nos presentan para el desarrollo del proceso de las
pastoral vocacional, vamos a basarnos específicamente en unos medios que nos
presenta el documento de la pontificia obra para las vocaciones sacerdotales
publicado en el 2012 en la Ciudad del Vaticano.
 La familia: La promoción de la vocación sacerdotal se da ya en las familias
cristianas. Si están animadas por un espíritu de fe, de caridad y de piedad,
constituyen como el “primer seminario (cf. Optatam Totius 2) y continúan
ofreciendo las condiciones favorables para el nacimiento de las vocaciones. Si
bien en las familias cristianas se cultiva un sentido de respeto por la figura del
sacerdote, sin embargo, en ellas se manifiesta, sobre todo en occidente, una
cierta dificultad para acoger la vocación sacerdotal o de consagración de un hijo.
(Pontificia obra para las vocaciones sacerdotales 14).
 La Parroquia: La parroquia, por su parte, es el lugar por excelencia donde se
proclama el Evangelio de la vocacion cristiana y, en particular, se presenta el
ideal del sacerdocio ministerial. Ella es el terreno fértil donde germinan y
maduran las vocaciones, con la condicion de que sea “familia de Dios”. En la
parroquia se hace evidente la variedad de las vocaciones y es más consciente y
viva la urgencia de las vocaciones sacerdotales, necesarias para asegurar la
celebracion de la Eucaristia y del Sacramento de la Reconciliacion.
 Los presbiteros y los consagrados: Sobre todo los que trabajan en las
comunidades parroquiales, son decisivos para una propuesta explícita de la
vocación sacerdotal a los niños, a los adolescentes y a los jóvenes, mediante
una sabia y convincente acción educativa, capaz de hacer la cuestión
vocacional.
 Los seminaristas: A los seminaristas hay que recordarles una consolidada
verdad pastoral: “Nadie es más educado que los jóvenes para evangelizar a los
jóvenes. Los jóvenes estudiantes que se preparan al presbiterado, los jóvenes y
las jóvenes en vía de formación religiosa y misionera, a título personal y como
comunidad son los primeros e inmediatos apóstoles de la vocación en medio de
otros jóvenes” (Congregaciones para las Iglesias Orientales, para los religiosos
y los institutos seculares, para la evangelización de los pueblos, para la
educación católica- 1982. N°41)
 La dirección espiritual: Es una forma privilegiada de discernimiento y de
acompañamiento vocacional. Por parte delos sacerdotes se requiere la
convencida disponibilidad a la escucha y el diálogo, la capacidad de suscitar y
dar respuesta los interrogantes fundamentales de la existencia, una notable
 sabiduría en el tratar las cuestiones inherentes a las opciones de vida y la
vocación al ministerio presbiteral.
 Las redes: “la creciente multimedialidad y la gran variedad de funciones que hay
en la comunicación, pueden comportar el riesgo de un uso dictado sobre todo
por la mera exigencia de hacerse presentes, considerando internet solamente, y
de manera errónea, como un espacio que debe ocuparse. Por el contrario, se
pide a los presbíteros la capacidad de participar en el mundo digital en constante
fidelidad al mensaje del Evangelio, para ejercer su papel de animadores de
comunidades que se expresan cada vez más a través de las muchas «voces»
surgidas en el mundo digital. Deben anunciar el Evangelio valiéndose no sólo de
los medios tradicionales, sino también de los que aporta la nueva generación de
medios audiovisuales (foto, vídeo, animaciones, blogs, sitios web), ocasiones
inéditas de diálogo e instrumentos útiles para la evangelización y la catequesis”.
(Mensaje del Papa Benedicto XVI en la jornada mundial de las comunicaciones
año 2010).
 PROCESO DE ACOMPAÑAMIENTO VOCACIONAL

PROCESO DE ACOMPAÑAMIENTO VOCACIONAL.

El acompañamiento vocacional consiste en la relación interpersonal entre

acompañante y acompañado en la “que el acompañante ayuda al acompañado a
reconocer, acoger y responder a la acción de Dios que pasa como salvador y Señor
por su vida y le llama a seguirle según el proyecto de vida. El acompañamiento
vocacional es el dinamismo privilegiado de la pastoral vocacional. El proceso
vocacional es un camino con niveles y etapas distintas, conceptualmente
diferenciadas. Conviene, de entrada, ir buscando convergencias entre lo teológico
y lo antropológico. Desde ahí se plantea la tarea del acompañamiento. Podemos
decir que se dan los siguientes momentos:

Salir Ver Llamar

• NACE LA • SE ACOMPAÑA, • EL SUJETO
VOCACIÓN. DISCIERNE Y SE CONSOLIDA SU
• SE DETECTA LA EXAMINA LA VOCACIÓN.
VOCACIÓN VOCACIÓN. • SE ACOGE LA
• EL VOCACIÓN.
ACOMPAÑANTE
EXAMINA LA
VOCACIÓN.

El acompañamiento vocacional no es propiamente una etapa, sino una ayuda, un

instrumento de discernimiento que debe cubrir todo el proceso vocacional. Por
“proceso” queremos entender aquel segmento de la historia vocacional del individuo
que abarca en concreto desde el nacimiento de la vocación (salir) hasta la acogida
(llamar).
En el proceso de acompañamiento vocacional podemos realizarlo también de la
siguiente forma, sin dejar de lado las tres acciones específicas que hemos venido
teniendo en cuenta:
a) SALIR, SUSCITAR, Y ACOGER: LA PROMOCION VOCACIONAL (Salir)
 Despertar inquietudes vocacionales en la juventud.
 Acoger a los jóvenes que se acercan a las comunidades.
 Promover a todo joven un discernimiento vocacional.
 Crear espacios de diálogo y reflexión vocacional.
 Acompañar procesos continuos en los jóvenes.
b) ACOMPAÑAR Y CRECER: MOMENTO INTERMEDIO O INQUIETUDES (Ver)
 Conocer la historia personal y familiar del joven.
 Acercarse a las familias de los jóvenes.
 Descubrir las aptitudes, valores y cualidades de los jóvenes.
 Brindar elementos para la maduración personal.
 Acompañarlos en el crecimiento de la vida de la fe.
 Crear espacios de oración, reflexión y compartir de experiencias.
c) DISCERNIR Y OPTAR: MOMENTOS DE DECISIÓN (Llamar)
 Acercamiento de la persona de Jesucristo vivo.
 Reflexionar sobre el sentido de la vida.
 Proponer un compromiso más serio con la Iglesia.
 Oración y encuentro con la Palabra de Dios.
 Presentar el Carisma Diocesano.
Durante el proceso de acompañamiento vocacional se pueden ir haciendo algunas
acciones, las cuales nos ayudan a nosotros a fortalecer el proceso de la pastoral
vocacional:
 Encuentros continuos personalizados. (Círculos vocacionales).
 Encuentros y convivencias (En el seminario Mayor).
 Visitas a las familias de los jóvenes.
 Evangelización vocacional mediante las redes sociales.
 Experiencias vocacionales en las comunidades (Comités de Pastoral
Vocacional).
 Experiencias de misiones (Jornadas vocacionales).
 Motivación vocacional por medio de las redes sociales de la pastoral.
 CÍRCULOS VOCACIONALES.

Los círculos vocacionales en la diócesis van a ser encuentros con aquellos jóvenes
que tienen inquietud vocacional. Estos encuentros ayudarán al joven a madurar en
el proceso de su llamado.
PRIMER CIRCULO VOCACIONAL