1 La negociación.
Es un procedimiento no jurisdiccional de auto-solución, en el que el arreglo pacífico se
confía exclusivamente a las partes sin intervención de terceros. La negociación
diplomática es un excelente medio para el arreglo pacífico de las controversias y de
prevención del nacimiento de conflictos potenciales. El recurso a la negociación es una
exigencia de los hechos, ya que es difícilmente concebible que los Estados partes no
intercambien puntos de vista y manifiesten sus pretensiones, aunque sólo sea para
determinar en que discrepan. En la práctica suelen tener carácter previo al recurso a
cualquier otro procedimiento de arreglo.
Para que la negociación se desarrolle de buen modo es necesario que se cumplan unos
principios:
La buena fe obliga a negociar con vistas a llegar a un acuerdo. Como mínimo deben
tener la intención de llegar a un acuerdo.
Aunque, la negociación representa el medio idóneo más útil, flexible e importante para
la solución de conflictos, en muchas ocasiones resulta ineficaz, porque no existe en los
protagonistas el verdadero ánimo o intención para solucionar la problemática planteada,
porque a veces la desconfianza ha podido más, que el luchar y confiar para lograr una
solución justa, donde los involucrados cesen las hostilidades y ambos ganen logrando
un clima de paz, armonía y seguridad interna (dentro del Estado) e internacional (en la
Comunidad Mundial).
1.2 La investigación.
Éste modo de arreglo de conflictos internacionales es denominado también
determinación de los hechos o encuesta. Es una creación original de la Conferencia de
Paz de La Haya, a partir de una iniciativa rusa. Y partiendo de los resultados de la
comisión de investigación creada en 1904 con ocasión del incidente del Dogger Bank,
en el que una escuadra rusa atacó a unos barcos de pesca británicos al confundirlos
con torpederos japoneses, la II Conferencia de Paz introdujo disposiciones más
elaboradas, que también encontramos en tratados más recientes como es el Pacto de
Bogotá de 1948 o el Convenio Europeo para el arreglo pacífico de las controversias de
1957.
Tal como se estableció en el Convenio de La Haya, el procedimiento de investigación
posee las siguientes características. Su finalidad es la de esclarecer una cuestión de
hecho, en disputa entre las partes, mediante un examen completo, objetivo e imparcial.
Se trata de un procedimiento facultativo, pues las comisiones de investigación se
constituyen por medio de un convenio especial y su informe, tratándose de un
procedimiento no jurisdiccional, no tiene carácter obligatorio. Aunque es de señalar que
los EE.UU., a través de una serie de Tratados bilaterales denominados Bryan,
concertados a partir de 1913, intentaron perfeccionar el sistema estableciendo el
carácter obligatorio del procedimiento. El Tratado americano de soluciones pacíficas
(Pacto de Bogotá) se refiere igualmente a la investigación pero combinándola con la
conciliación.
1.3 La mediación.
Doctrinariamente existe mucha confusión a la hora de distinguir la mediación de los
buenos oficios, e incluso, hay quienes señalan que pudieran ser lo mismo, por cuanto
en ambas se caracterizan por la intervención de una tercera potencia en el conflicto con
el ánimo de contribuir en la búsqueda de la solución del mismo, sin embargo, en nuestra
opinión no representan lo mismo, aunque hay que reconocerles que tienes grandes
semejanzas.
Con base a lo expuesto, es preciso acotar que para las autoras existe una clara
diferenciación entre estos dos medios de solución pacíficos diplomáticos de
controversias internacionales, porque el mediador actúa con mucha más libertad, se
inmiscuye en el problema, participa de las discusiones, propone soluciones que las
partes podrán o no aceptar, mientras que el buen oficiador sólo acerca a las partes para
conseguir el arreglo amigable pero no interfiere en las discusiones y tampoco propone
soluciones al conflicto planteado.
No obstante, ambos medios tienen sus semejanzas, debido a que los dos son medios
pacíficos, diplomáticos-políticos, caracterizados por la intervención de un tercero en un
conflicto, con un mismo fin la solución del problema. Además, ambos son facultativos,
por cuanto las partes involucradas en la controversia están en plena libertad de aceptar
o no las sugerencias o posibles soluciones aportadas.
1.4 La conciliación.
La conciliación puede ser definida como la intervención de un órgano encargado por las
partes de examinar todos los aspectos de un diferendo y de proponer una solución
desprovista de carácter obligatorio. El artículo 33 del Estatuto de las Naciones Unidas
contempla la conciliación como uno de los medios pacíficos que primero deben adoptar
las partes para llegar a una solución.
1.5 El arbitraje.
El arbitraje es una de las instituciones más antiguas en las relaciones internacionales.
Según opinión generalizada sus orígenes se remontan a las ligas anfictiónicas griegas.
Sin embargo, no es sino al final del siglo XVIII que adquiere impulso bajo la forma de
arbitraje por comisiones mixtas instituidas por los Tratados Jay de 1972 entre Inglaterra
y los Estados Unidos. Las comisiones mixtas generalmente se constituían según el
principio de paridad, por el que cada parte nombraba un número igual de comisionados,
y en algunos casos se disponía el nombramiento de un árbitro en la eventualidad de
desacuerdo entre aquellos.
Los medios de solución pacífica de las controversias que enumera este artículo 33 son
los siguientes:
1. La negociación directa.
2. La investigación.
3. La mediación
4. La conciliación
5. El arbitraje
6. El arreglo judicial
7. El recurso a organismos o acuerdos regionales
8. Otros medios pacíficos de su elección.
1.8 La diplomacia multilateral.
La diplomacia multilateral está marcada por dos elementos esenciales: las posiciones
que un país toma en cuando a cierto temas o problemas y el proceso por el que un
acuerdo acerca de estas situaciones se alcanza. La relación entre estos dos elementos
es la naturaleza dinámica de las actividades diplomáticas en las Naciones Unidas.
Como una relación de negocios, las transacciones diplomáticas dependen de la
confianza entre gobiernos y aún más, entre embajadores (agentes autorizados) de
estos gobiernos. Las relaciones diplomáticas multilaterales entre dos gobiernos en la
arena multilateral engloban todos los aspectos de la actividad humana – la política, la
economía, las leyes, la seguridad social, los valores, la lengua, la cultura, el arte, la
religión, etcétera.
La diplomacia multilateral es como una tela de araña, con un país jalando en una
dirección y otros más en una dirección opuesta. Cuando se trata de construir un
consenso en un ambiente multilateral, los diplomáticos constantemente tienen que
ajustar el proceso de negociaciones mientras este está en marcha. El proceso
demanda, tanto a los gobiernos como a las Naciones Unidas, a encontrar un punto
común entre intereses nacionales que compiten y se contraponen. A través de la
discusión, la negociación y el compromiso, el consenso internacional emerge. Mientras
el consenso es el objetivo fundamental de las Naciones Unidas, la complejidad de los
intereses y los puntos de vista hace que sea extremadamente difícil lograrlo en muchas
áreas. La divergencia de las posiciones nacionales son la razón principal por la que el
consenso algunas veces tarda años en lograrse.