Entender la relación entre la inmunología y genética
Estudiar el mecanismo para que en los anticuerpos, un gen produzca muchas
proteínas
Explicar las diferencias entre individuos frente a la susceptibilidad a enfermedades
infecciosas
Relacionar la capacidad de respuesta y el tipo de intensidad de respuesta inmune
con el genotipo de cada individuo
CONCLUSIONES:
Las asociaciones entre sistema inmune y genética son amplias, interdependientes
y complejas. Siendo los eventos de reconocimiento y respuesta inmune afectados directamente por la información genética del individuo u hospedero. Es clara la evidencia que de- muestra que el genotipo del microorganismo o patógeno resulta importante en modular la respuesta inmune del hospedero, pero otros factores medioambientales también afectan el resultado final de todo el proceso de respuesta. El genotipo de un individuo contiene y dicta la información para la síntesis proteica y de otras moléculas que pueden comportarse como antígeno cuando son reconocidos como extraños por el sistema inmune de otro individuo. Actualmente la investigación busca y ha encontrado marcadores moleculares asociados con susceptibilidad al desarrollo de enfermedades; tales estudios redundan en el conocimiento de causas, prevención y tratamiento de las mismas.
5. ¿Cómo se puede explicar las diferencias entre individuos frente a la
susceptibilidad a enfermedades infecciosas?
Es frecuente que una enfermedad autoinmune venga precedida de forma más o
menos próxima de una enfermedad infecciosa. Los agentes infecciosos pueden poner en marcha una enfermedad autoinmune actuando de diversas maneras, por ejemplo:
Actuando como superantígenos, pueden mediar la activación policlonal de linfocitos
T y/o B y macrófagos y liberar gran cantidad de citocinas que rescatarian células anergizadas autorreactivas.
Pueden causar la modificación de un autoantígeno, creándose un neoantígeno
capaz de desencadenar una respuesta que actuaría sobre el autoantígeno. Virus infectando las propias células linfocitarias podrían destruir o alterar la función de determinadas poblaciones con capacidad reguladora de la respuesta.
Los anticuerpos y/o linfocitos T generados en una respuesta inmune contra
componentes de un agente infeccioso, pueden reaccionar en forma cruzada con ciertos componentes del propio huesped, al presentar estos últimos ciertos epítopos compartidos con el componente microbiano. Este fenómeno de reactividad cruzada entre componentes de un huesped y componenetes de un agente infeccioso suele designarse como mimetismo molecular. El mimetismo molecular como mecanismo de enfermedad autoinmune, fue descrito por primera vez, al demostrarse que pacientes con fiebre reumatica presentaban anticuerpos que reaccionaban con antígenos del estreptococo y con el tejido cardiaco.