Los resultados de nuestra anterior investigación llevan a una conclusión muy interesante,
que se deducirá en el presente artículo.
Dicha investigación fue basada en las ecuaciones de Maxwell-Hertz en el vacío, así como en
la expresión de Maxwell para la energía electromagnética en el vacío, junto con el principio
que afirma que:
Tomado en cuenta estos principios como base, deduje a partir de ellos el siguiente
resultado (§ 8):—
Digamos que este cuerpo estacionario emite ondas de luz en una dirección que forma un
ángulo ϕ con el eje x , y que dichas ondas poseen energía ½ L medido en relación al
sistema (x, y, z), y que al mismo tiempo emite ondas de luz en la misma proporción pero
en dirección opuesta. El cuerpo en cuestión permanece estacionario en relación a las
coordenadas (x, y, z). El principio de energía debe aplicar a este proceso y de hecho, por el
Principio de Relatividad, no debe alterarse en ninguno de los sistemas de coordenadas. Si
designamos la energía del cuerpo estacionario después de la emisión de luz como E1 ó
como H1 en cada uno de los sistemas de referencia entonces obtenemos, usando la relación
deducida arriba, que:
Las dos diferencias en la forma H — E que ocurren en esta expresión tienen significados
físicos sencillos. Tanto H como E son valores de energía del mismo cuerpo, pero referidos
a dos sistemas de coordenadas que están en movimiento relativo, mientras que el cuerpo
se halla en reposo en uno de esos sistemas: el sistema (x, y, z). Entonces, es claro que la
diferencia H — E puede diferir de la energía K del cuerpo en cuestión medida respecto
al sistema (ξ, η, ς), sólo en la magnitud de una constante aditiva C, que depende de la
elección de las constantes aditivas arbitrarias de las energías H y E. Así, podemos decir
ya que C no camba durante el evento de emisión de luz. De modo que tenemos que
La energía cinética del cuerpo con respecto al sistema (ξ, η, ς), se reduce como resultado
de la emisión de luz, y la magnitud en que dicha energía disminuye es independiente de las
propiedades del cuerpo. Más aún: la diferencia K0 — K1, al igual que la energía cinética
del electrón (§ 10), depende de la velocidad.
No es imposible pensar que esta teoría pueda ser probada considerando cuerpos con
contenidos de energía altamente variables (v.g. sales de radio).
NOTA:
La publicación original se hizo en Annalen der Physik. 18:639, en 1905. En el original, Einstein usa V
para la velocidad de la luz, en lugar de la subsecuente c, y usa L en lugar de la moderna E. La oración
en itálicas en su conclusión, puede escribirse como “m = L/c2”, que es como originalmente expresó
la famosa “E = mc2”.