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Los Plaguicidas se pueden clasificar según:

Los plaguicidas y sus efectos sobre el medio ambiente

Los plaguicidas, además de matar a las plagas, pueden producir daños en las personas, los animales
domésticos y la vida silvestre.
A continuación analizamos que son los plaguicidas y las consecuencias de su uso en el medio ambiente.
Los plaguicidas son compuestos que se utilizan para prevenir, mitigar, repeler o controlar alguna plaga de
origen animal o vegetal. Se aplican durante la producción, el almacenamiento, el transporte, la distribución y
la elaboración de productos agrícolas y sus derivados.

La principal fuente de contaminación del ambiente por el uso de plaguicidas es el residuo que resulta de su
aplicación. Aunque su aplicacion se restinja a zonas determinadas, su dispersion es universal. Se han
encontrado restos de plagicidas incluso en locaciones tan remotas como la Antártida.

El factor más importante que influye sobre la persistencia de un compuesto es la naturaleza química del
mismo. Estas propiedades son: solubilidad en agua, volatilidad, estabilidad química y biológica.
Los insecticidas organoclorados resisten la degradación química y bacteriana debido a su estructura química .
Cuando son liberados permanecen inalterados por largo tiempo en el ambiente. Como son sustancias poco
solubles en agua se evaporan pasando al aire o uniéndose a las partículas del suelo, como vapor o polvo.
Pueden ser transportados grandes distancias y nuevamente ser depositados a través de lluvias sobre la tierra
o aguas superficiales.

Estas sustancias tienden a ser absorbidas por pequeños organismos llamados plancton desde las aguas
superficiales, entrando de esta manera en los niveles más bajos de la cadena alimentaria. Como los animales
superiores y los peces comen a estos pequeños animales los contaminantes pasan a lo más alto de la cadena
trófica.
El último eslabón de la misma puede ser el hombre cuando se alimenta de peces contaminados. Como estas
sustancias se acumulan en las grasas de un organismo su concentración va aumentando en cada etapa de la
cadena. El aumento de la concentración del contaminante en los tejidos animales en cada etapa de la cadena
se lo conoce como biomagnificación.
“Conociendo los efectos adversos de los plaguicidas podremos cuidar nuestra salud y la del ambiente”

Causas: Usos más frecuentes de los plaguicidas

El uso de los plaguicidas es múltiple y variado. La agricultura es la actividad que más


emplea este tipo de compuestos, consumiendo hasta el 85 % de la producción
mundial, con el fin de mantener un control sobre las plagas que afectan los cultivos.
Un 10 % de la producción total de los plaguicidas se emplea en salud pública para el
control de las enfermedades transmitidas por vectores, como la malaria, dengue,
enfermedad de Chagas, entre otras; control de roedores, etc.
La intensificación de la producción de alimentos conduce a menudo a un abuso de
plaguicidas. Da lugar a nuevos brotes de plagas (reapariciones), selecciona poblaciones
de plagas resistentes (insectos, bacterias y malas hierbas), aumenta los riesgos para la
salud humana y el medio ambiente y plantea obstáculos al comercio (residuos). Los
países reforman sus políticas para reducir estos problemas y garantizar paralelamente
una producción de alimentos intensificada mediante la aplicación de alternativas a los
plaguicidas.23

También se emplean en la ganadería y en el cuidado de animales de cría y domésticos;


en el control de plagas de grandes estructuras como barcos, aviones, trenes, edificios y
centros comerciales. Se aplican en áreas verdes ornamentales y de recreo como parques
y jardines, para controlar la proliferación de insectos, hongos y el crecimiento de hierba
y maleza. Con el mismo fin, se esparcen a lo largo de autopistas, vías férreas y torres
con líneas de corriente de alta tensión.

En reservas naturales o artificiales de agua estos compuestos se emplean para prevenir


el crecimiento de hierbas, algas, hongos y bacterias. En la industria se utilizan
ampliamente en la fabricación de equipos eléctricos, neveras, pinturas, papel, cartón y
materiales para embalaje de alimentos, entre otros, para evitar en estos productos el
desarrollo de bacterias, hongos, algas, levaduras o que sean dañados por plagas de
insectos y/o roedores.24

Su uso en el hogar está dado por la incorporación de los mismos en productos como
cosméticos y champús para preservarlos del desarrollo de hongos y bacterias, en
repelentes de insectos y también en productos destinados al cuidado de mascotas y
plantas para atacar o prevenir infestaciones por insectos.9

Consecuencias de los plaguicidas sobre el medio ambiente

La contaminación ambiental por plaguicidas está dada fundamentalmente por


aplicaciones directas en los cultivos agrícolas, lavado inadecuado de tanques
contenedores, filtraciones en los depósitos de almacenamiento y residuos descargados
y dispuestos en el suelo, derrames accidentales, el uso inadecuado de los mismos por
parte de la población, que frecuentemente son empleados para contener agua y
alimentos en los hogares ante el desconocimiento de los efectos adversos que provocan
en la salud. La unión de estos factores provoca su distribución en la naturaleza. Los
restos de estos plaguicidas se dispersan en el ambiente y se convierten en
contaminantes para los sistemas biótico (animales y plantas principalmente) y abiótico
(suelo, aire y agua) amenazando su estabilidad y representando un peligro de salud
pública (Fig. 1). Factores como sus propiedades físicas y químicas, el clima, las
condiciones geomorfológicas de los suelos y las condiciones hidrogeológicas y
meteorológicas de las zonas, definen la ruta que siguen los mismos en el ambiente. 9
ANEXO 1 - INVENTARIO DE PLAGUICIDAS
En el presente Anexo se facilita información general sobre una gran variedad de
plaguicidas utilizados en la agricultura. Los lectores interesados en una información más
detallada pueden consultar las mentes originales, especialmente en lo que se refiere a las
directrices sobre el agua potable. Los diferentes valores relativos a las concentraciones en
el agua potable y en el tejido de los peces y mariscos responden a los distintos criterios y
métodos utilizados para calcular esos valores. Las directrices sobre el pescado se refieren
a las partes comestibles (por ejemplo, filetes). En el caso de muchos plaguicidas no se
conocen los valores de concentración para el agua potable y el tejido de los peces y
mariscos. La principal fuente de este Anexo es la primera de las obras que se cita a
continuación; salvo indicación en contrario, la información y los valores proceden de esa
fuente.

1) US Environmental Protection Agency, 1990. National Pesticide Survey: Survey


Analyses. En "National Survey of Pesticides in Drinking Water Wells, Phase 1 Report,
Office of Water, Office of Pesticides and Toxic Substances, EPA570/9-90-015,
Washington DC.

2) Nowell, L.H. y E.A. Resek. 1994. National standards and guidelines for pesticides in
water, sediment, and aquatic organisms: Application to water-quality assessments.
Volumen 140 de "Reviews of Environmental Contamination and Toxicology", Springer-
Verlag, Heidelberg, Alemania, volumen 140 (esta mente contiene un examen más
detallado, directrices para la vida acuática, etc.).

3) Organización Mundial de la Salud, 1993. Guidelines for drinking water quality; Volumen
1: Recommendations. Organización Mundial de la Salud, Ginebra, segunda edición.

4) Varias mentes, incluida la documentación sobre los productos, etc.

Plaguicida Denominación Tipo Uso principal Nivel Tejido de


común o nombre en el peces y
comercial agua mariscos
potable (mg/kg)
( g/l)
Acifluorfen Blazer Herbicida Combate las -
Carbofluorfen malas hierbas y
Tackle las gramíneas en
RH-620 los cultivos de
soja, maní, arroz
y otras
leguminosas de
semilla grande
Alacloro Lasso Herbicida Combate las 2,0
gramíneas
anuales y las
malas hierbas en 20. (3)
los cultivos de
maíz, soja y
maní
Aldicarb Temik Insecticida Combate los 10. (1,3)
Acaricida insectos,
Nematocida nematodos y los
ácaros en
algodón,
remolacha
azucarera, papas
y plantas
ornamentales
Aldicarb sulfona Standak Aldoxycarb (Producto (Véase Aldicarb) 40.
degradado)
Aldicarb sulfóxido (Véase Aldicarb) (Producto (Véase Aldicarb) 10.
degradado)
Aidrina HHDN Octalene Insecticida Combate los 0,03 (3) 0,3 (2)
insectos del
suelo
Ametrina Gesapax Herbicida Combate las -
malas hierbas de
la piña, caña de
azúcar, banano,
plátanos, maíz y
papas
Atraton Gesatamin Herbicida Anteriormente, -
herbicida
experimental
Atrazina AAtrex Herbicida Combate 3,0
algunas malas
hierbas del maíz, 2,0 (3)
sorgo, caña de
azúcar, pina y
cítricos
Atrazina, deetil. (Véase Antrazina) (Producto (Véase Atrazina) -
degradado)
Barbana Carbyne Herbicida Combate las -
malas hierbas en
la avena
silvestre, trigo,
lentejas,
guisantes,
remolacha
azucarera,
cebada y trébol
Baygon Propoxur Insecticida Combate las -
Unden cucarachas,
Blattanex moscas,
mosquitos e
insectos del
césped
Bentazon Basagran Herbicida Combate las 30. (3)
malas hierbas de
hoja ancha en la
soja, arroz, maíz,
maní, frijoles,
guisantes y
menta
Bromacilo Borea Herbicida Combate las -
Hyvar malas hierbas y
Uragan arbustos en las
superficies no
cultivadas, y las
malas hierbas de
los cítricos y la
pina
Butaclor Machete Herbicida Combate las -
gramíneas
anuales y las
malas hierbas
del arroz y otros
cultivos
sembrados y
transplantados
Butilato Sutan Herbicida Combate las -
malas hierbas y
el Cyperus
esculentus del
maíz
Carbaril Sevin Insecticida Combate los -
insectos en los
calveros, plantas
ornamentales,
árboles de
sombra y
pastizales
Carbofurán Furada Insecticida Combate los 40.
Caraterr Acaricida insectos, ácaros,
Nematocida nematodos del 5. (3)
maíz y otros
cultivos
Carbofurán, 3-hidroxi (Véase Carbofurán) (Producto (Véase -
degradado) Carbofurán)
Carborufano, fenol (Véase (Producto (Véase -
Carbofurano) degradado) Carbofurán)
Carbofurán, fenol, 3- (Véase Carbofurán) (Producto (Véase -
ceto- degradado) Carbofurán)
Carboxina D-735 DCMO Fungicida Combate el -
Vitavax carbón de la
cebada, avena,
trigo y plantones
Cloramben Amiben Herbicida Combate las -
Vegiben malas hierbas de
la soja, maní,
girasol y maíz
Clordano Gold Crest C-100 Insecticida Combate las 2. 0,3 (2)
termitas de las
casas y otros 0,2 (3)
insectos, como
las hormigas que
habitan en las
proximidades de
los cables
subterráneos
Clordecone (2) - 0,3 (2)
(Kepone)
Clorobencilato Akar Acaricida Combate los -
Benzilian ácaros de
cítricos, algodón
y hortalizas
Cloroneb Terraneb Fungicida Combate -
algunos hongos
y las
enfermedades
sistemáticas de
las plántulas del
algodón, frijoles
y soja
Clorotalonil Bravo Fungicida Combate los -
Daconil hongos de los
frijoles,
zanahorias, apio,
maíz, coníferas y
maní
Clorotoluron (3) 30. (3)
Cloroprofan Chloro IPC Herbicida Combate las -
CIPC malas hierbas de
Furloe la alfalfa, habas
Sprout NP de Lima y judías
verdes
Cianazina Bladex Herbicida Combate las -
Fortrol gramíneas
anuales y las
malas hierbas de
hoja ancha en
las tierras de
cultivo en
barbecho
Cicloato Ro-Neet Herbicida Combate las -
gramíneas y las
malas hierbas de
hoja ancha
2,4-D Ácido 2,4 - Herbicida Combate las 70.
diclorofenoxiacético malas hierbas
Aqua Kleen del trigo, maíz y 30. (3)
cebada
Dalapón Dowpon Herbicida Impide el 200.
Ded-Weed crecimiento de
gramíneas como
la grama del
norte, el pasto de
Bermuda y
algunas plantas
perennes
2,4-DB Butyrac Herbicida Combate las 90. (3)
Embutox malas hierbas de
hoja ancha de la
alfalfa, soja y
maní
DCPA Clortal-dimetil Herbicida Combate las -
Dachtal gramíneas
anuales del
césped, plantas
ornamentales,
fruta y hortalizas
DCPA, metabolitos (Véase DCPA) (Producto (Véase DCPA) -
ácidos Dachtal acid degradato)
metabolites
4,4-DDD TDE Insecticida Combate los - 5. (2)
Rothane mosquitos y
arañas
4,4-DDE (Véase 4,4-DDD) (Producto (Véase 4,4-DDD) - 5. (2)
degradado)
4,4-DDT (Véase 4,4-DDD) (Véase 4,4- (Véase 4,4-DDD) 2. (3) 5. (2)
DDD)
Diazinon Spectracide Insecticida de Combate -
Basudin los suelos insectos como
AG-500 gusanos
trozadores,
gusanos
alambres y otros
gusanos de la
fruta, hortalizas y
tabaco
Dibromocloropro Nemafume Fumigante de Combate los 0,2
pan(DBCP) Fumazone los suelos nematodos de
Nemagon las bayas, 1. (3)
cítricos, melones
y nueces
Dicamba Banvel D Herbicida Combate las -
Banfel malas hierbas de
Compound B hoja ancha del
Mediben maíz, sorgo,
cereales y
espárragos
Dicamba, 5-hidroxi- --- Herbicida Combate las -
(Producto especies anuales
degradado) y perennes de
malas hierbas de
hoja ancha de
espárragos,
cereales y maíz
Ácido 3,5- Dalapon Herbicida Combate las -
diclorobenzoico gramíneas
perennes
1,2-dicloropropano Propylene Fumigante de Combate los 5.20. (3)
Dichloride los suelos nematodos del
1,2-DCP suelo
(Contaminante
de un ingrediente
activo registrado)
cis-1,3 Telone II Nematocida Combate los 20. (3)
dicloropropeno nematodos del
suelo
Trans-1,3 (Véase cis-1,3- (Véase cis 1,3- (Véase cis-1,3- -
dicloropropeno dicloropropeno) dicloropropeno) dicloropropeno)
Dicloroprop Maizeox RK Herbicida Combate el 100. (3)
polygonum
persicaria,
galium y aparine
en los cereales y
pastos
Diclorvos Herkol Insecticida con Combate -
Nogos acción mosquitos,
Nuvan fumigante moscas, áfidos y
Phosvit arañuelas de las
Vapona frutas y
hortalizas
Dieldrina Heod Insecticida Combate los -
Dielorex insectos del
Octalox suelo, como las
langostas
Dinoseb DNBP Herbicida Combate malas 7.
Dinitro hierbas de la
Premerge papa, viñas y
cultivos de
semillas de
cereales y
leguminosas
Difenamid Dymid Herbicida Combate las -
Enide hierbas anuales
y las malas
hierbas de hoja
ancha del maní,
tabaco y alfalfa
Disulfotón Dysyston Insecticida Combate los -
Dithiodemeton insectos y ácaros
Di-syston de las semillas
Ditio-systos
Disulfotón sulfona (Véase Disulfotón) (Producto (Véase -
degradado) Disulfotón)
Disulfotón sulfóxido (Véase Disulfotón) (Producto (Véase -
degradado) Disulfotón)
Diurón DCMU Herbicida Combate las -
Karmex malas hierbas
herbáceas y de
hoja ancha del
trigo, cebada y
banano
Endosulfán I Thiodan Insecticida Combate -
Cyclodan Acaricida diversos
Malix (Producto insectos, como
degradado) los ácaros de los
cereales, caté,
algodón, fruta,
semillas
oleaginosas,
papas y té
Endosulfán II (Véase Endosulfán (Producto (Véase -
I) degradado) Endosulfán I)
Sulfato de (Véase Endosulfán (Producto (Véase -
endosulfán I) degradado) Endosulfán I)
Endrina Nendrina Insecticida Combate los 2. 0,3 (2)
insectos del
algodón,
cereales finos y
los acrídidos de
las tierras no
cultivadas
Endrina, aldehido (Véase Endrina) (Producto (Véase Endrina) -
degradado)
EPTC EPTAM Herbicida Combate las -
malas hierbas de
frijoles, papas y
maíz
Etoprofos Mocap Nematocida Combate los -
Prophos Insecticida nematodos e
Ethoprophos insectos del
banano, col y
maíz
Dibromuro de etileno Bromofume Insecticida Combate los 0,05
(EDB) Nephis insectos del
suelo y es un
aditivo de la
gasolina con
plomo
Etilentiourea (ETU) ETU Producto de El EDBC
descomposición combate los
de los fungicidas hongos de las
EBDC rosas y otras
flores, papas,
tomates,
lechugas y
manzanas
Etridiazole Koban Fungicida de los Combate las -
Terrazole suelos enfermedades
del césped,
frijoles, maíz,
algodón y sorgo
Fenamifos Nemacur Insecticida Combate los -
Inemacury Nematocida nematodos e
insectos del
algodón, maní,
soja, hortalizas y
fruta
Fenamifos sulfona (Véase Fenamifos) (Producto (Véase -
degradado) Fenamifos)
Fenamifos, sulfóxido (Véase Fenamifos) (Producto (Véase -
degrado) Fenamifos)
Fenarimol Bloc Fungicida Protege del -
Rimdin moho
Rubigan pulverulento de
las manzanas,
uvas y rosas
Fenoprop (3) 9. (3)
Fluometurona Cotoron Herbicida Combate las -
gramíneas
anuales y las
hierbas de hoja
ancha
Fluridona Sonar Herbicida Combate las -
malas hierbas y
hierbas anuales
de los campos
de algodón
Glifosato (4) Roundup Herbicida Herbicida no 700. (2)
selectivo de
amplio espectro
utilizado en
cereales, frijoles
y otros cultivos
(4)
alfa-HCH (Véase gamma- (Véase gamma- (Véase gamma- -
HCH) HCH) HCH)
(Contaminante
de un ingrediente
activo registrado)
beta-HCH (Véase gamma- (Véase gamma- (Véase gamma- -
HCH) HCH) HCH)
(Contaminante
de un ingrediente
activo registrado)
delta-HCH (Véase gamma- (Véase gamma- (Véase gamma- 0,2
HCH) HCH) HCH)
(Contaminante 2. (3)
de un ingrediente
activo registrado)
gamma-HCH gamma BHC Insecticida Combate los 0,4 0,3
(Lindane) Lindane saltahojas del
arroz de tierras
bajas y los
escarabajos de
la madera
(Contaminante
de un ingrediente
activo registrado)
Heptacloro (2) Velsicol Insecticida Combate los 0,03 (3)
3-clilorochlorene insectos del
maíz, alfalfa,
heno y hortalizas
(Contaminate de
un ingrediente
activo registrado)
Epóxido de (Véase Heptacloro) (Producto (Véase 0,2 0,3
heptacloro (2) degradado) Heptacloro)
Hexacloro-benceno Anti-Carie Fungicidas Combate los 0.03 (3)
HCB hongos del trigo 1. (1,3)
Hexazinone Velpar Herbicida Combate -
algunas malas
hierbas de las
coníferas, caña
de azúcar, pina y
pacana
Isoproturon (3) 9. (3)
Linuron Afalón Herbicida Combate las -
malas hierbas
del maíz,
zanahoria, apio y
papas
MCPA (3) 2. (3)
Mecoprop 10. (3)
Merfos Folex Defoliante Actúa como -
defoliante del
algodón
Metiocarb Mesurol Insecticida Combate los -
Draza insectos de las
cerezas y aleja a
los pájaros de
los cerezos
Metomil Lannate Insecticida Combate un -
Nudrin amplio espectro
de insectos de
los cultivos
agrícolas y
ornamentales
Metoxicloro Malate Insecticida Combate los 400.
insectos de la
fruta y los 20. (3)
árboles de
sombra
Metilpara-oxón E-600 Insecticida Cómbale -
Mintacol diversos insectos
Metolacloro Dural Herbicida Combate las 10. (3)
Primext malas hierbas de
las plantas
ornamentales
leñosas,
girasoles y maíz
Metribuzina Sencor Herbicida Combate la -
Sencorex hierba y las
Lexone malas hierbas
herbáceas y de
hoja ancha de la
soja, trigo,
cebada,
guisantes y
lentejas
Metribuzina DA (Véase Metribuzina) (Producto (Véase -
degradado) Metribuzina)
Metribuzina DADK (Véase Metribuzina) (Producto (Véase -
degradado) Metribuzina)
Metribuzina DK (Véase Metribuzina) (Producto (Véase -
degradado) Metribuzina)
Mevinfos Phosdrin Insecticida Combate los -
Acaricida ácaros,
escarabajos,
acrídidos,
terreros y
saltahojas de
una gran
variedad de
hortalizas y
frutas
MDK 264 Van Dyke-264 Sinergista Actúa como -
sinergista de
piretrina, aletrín y
rotenona
Mirex (2) 0,1
Molinato Ordram Herbicida Combate las 6. (3)
malas hierbas de
hoja ancha en
germinación y
las hierbas
acuáticas en los
cultivos de arroz
Napropamida Devrionol Herbicida Combate las -
gramíneas
anuales y las
malas hierbas de
hoja ancha
Neburón Kloben Herbicida Combate las -
malas hierbas y
gramíneas en
semilleros y
plantas
ornamentales
4-Nitrofenol - Fungicida Degradado de -
Producto de los plaguicidas
descomposición de paration,
de insecticidas combate
de paration diversos
insectos, como
los áfidos y los
mosquitos de las
peras
Norflurazona Zorial Herbicida Combate los -
Evital insectos de]
Solicam algodón, frutas
de hueso,
nueces y
arándanos
Oxamilo Vydate Insecticida Combate los 200.
DPX-1410 insectos, ácaros
y nematodos de
cultivos y frutas
Pentaclorofenol Dowicide 7 Fungicida Protege la 200.
Insecticida madera de la
Defoliante descomposición 9. (3)
Herbicida provocada por
hongos y de los
insectos
Pebulato Tillam Herbicida Combate las -
gramíneas
anuales,
ciperáceas y
malas hierbas de
hoja ancha de la
remolacha
azucarera,
tabaco y tomate
Pendimetalina (3) 20. (3)
Permetrina Ambush Insecticida Combate una 20. (3)
Perthrine gran variedad de
insectos del
algodón
Piclorán Tordon Herbicida Combate las 500.
plantas leñosas y
de hoja ancha de
los pastos y
tierras de
pastoreo
Prometón Gesagram Herbicida Combate las -
plantas
perennes, malas
hierbas de hoja
ancha y las
gramíneas de las
zonas no
cultivadas
Prometrina Gesgard Herbicida Combate las -
Caparol malas hierbas
del algodón,
guisantes,
zanahorias y
hortalizas
Pronamida Kerb Herbicida Combate las -
malas hierbas y
la hierba de las
lechugas,
leguminosas y
árboles
Propacloro Bexton Herbicida Combate las -
Ramrod gramíneas y
algunas malas
hierbas de hoja
ancha
Propanil Rogue Herbicida Combate las 20. - (3)
malas hierbas
del arroz y las
papas
Propazine Gesomil Herbicida Combate las -
Milogard malas hierbas
Primatol P anuales de hoja
ancha y las
gramíneas del
sorgo
Profam IPC Herbicida Combate las -
Beet-KIeen malas hierbas de
la alfalfa,
lechuga,
espinacas,
remolacha
azucarera,
lentejas y
guisantes
Piridato (3) 100. (3)
Simazina Princep Herbicida Combate las 1.
Aquazine malas hiergas y
Gesatop las gramíneas 2. (3)
Weedex anuales de los
cultivos, en
especial del
maíz, y de la
fruta, por
ejemplo cítricos,
espárragos y
nueces
Simetrina Gy-bon Herbicida Combate las -
malas hierbas de
hoja ancha del
arroz
Stirofos Gardona Insecticida Combate los -
Tetrachiorvinphos insectos del
maíz, algodón,
parras y fruta
Sweep SWEP Herbicida Combate las -
malas hierbas
del arroz, maíz,
guisantes y maní
2,4,5-T (ácido 2,4,5- Weedon Herbicida Combate las 9. (3)
triclorofenoxiacético) plantas leñosas
de las zonas
industriales
Tebutiuron Graslan Herbicida Combate las -
Spike malas hierbas de
las tierras no
cultivadas y
pastizales
Terbacil Sinbar Herbicida Combate las -
malas hierbas
anuales y
perennes de la
cana de azúcar,
alfalfa,
manzanas,
melocotones,
cítricos, pacanas
y menta
Terbufos Counter Insecticida Combate los -
insectos del
suelo y los
nematodos del
maíz, hortalizas
y sorgo
Terbutrina Igram Herbicida Combate las -
Preban malas hierbas de
la cebada y el
trigo de invierno
Toxafeno (2) - 5. (2)
2,4,5-TP Silvex Herbicida Combate las 50.
(Triclorofenol) malas hierbas y
arbustos de los
pastizales, caña
de azúcar y arroz
Triademefon Bayleton Fungicida Combate los -
hongos y la roya
de las hortalizas,
cereales, café y
fruta
Triciclazol Beam Fungicida Combate los -
Bim hongos del arroz
Blascide sembrado
Trifurialina Treflan Herbicida Combate las 20. (3)
gramíneas
anuales, las
malas hierbas de
la soja, algodón
y hortalizas
Vernolato Vernam Herbicida Combate las -
malas hierbas de
hoja ancha y
herbáceas

CUADERNOS TECNICOS DE LA FAO

ESTUDIOS FAO: RIEGO Y DRENAJE


1 La práctica del riego y la ordenación de aguas, 1972 (A* E* F* I*)
1 1. Irrigation practice and water management, 1984 (I)
Rev.
2 Revestimiento de canales de riego, 1972 (Nueva edición 1977, disponible en E, F e I en la
colección FAO: Fomento de tierras y aguas, N° 1)
3 Design criteria for basin irrigation systems, 1971 (I*)
4 Village irrigation programmes - a new approach ¡n water economy, 1971 (F I*)
5 El riego automatizado, 1971 (E* F* I*)
6 El drenaje de los suelos pesados, 1971 (E* F I*)
7 Salinity seminar, Baghdad, 1971 (F I*)
8 El agua y el medio ambiente, 1973 (E* F* I*)
9 Los materiales para avenamientos, 1972 (E* F* I*)
10 La ordenación integrada de las aguas en la agricultura, 1974 (E* F* I*)
11 Planning methodology seminar, Bucharest, 1972 (F* I*)
12 Farm water management seminar. Manila, 1972 (I*)
13 Water use seminar, Damascus, 1972 (F* I*)
14 Riego por goteo, 1974 (E* F* I*)
15 Drainage machinery, 1973 (F* I*)
16 Saneamiento de suelos salinos, 1973 (C* E* F* I*)
17 La influencia del hombre en el ciclo hidrológico, 1973 (E* F* I*)
18 Aguas subterráneas, seminario de Granada, 1972 (E F I*)
19 Mathematical models in hydrology, 1973 (I)
20/1 Water laws ¡n Moslem countries - Vol. 1, 1973 (F I*)
20/2 Water laws in Moslem countries - Vol. 2, 1978 (F l)
21 Groundwater models, 1973 (I)
22 Agua para agricultura - Indice, 1973 (E/F/I*)
23 Los métodos de simulación en el aprovechamiento de los recursos hídricos, 1974 (E* F* I)
24 Las necesidades de agua de los cultivos, 1975 (C* E F I) (1977, rev. I)
25 Precipitación efectiva, 1974 (C* E* F* I*)
26/1 Pequeñas obras hidráulicas - Vol. 1, 1976 (E F I)
26/2 Pequeñas obras hidráulicas - Vol. 2, 1976 (E F I)
27 Estaciones agrometeorológicas, 1976 (E* F* I)
28 Ensayos de drenaje, 1976 (E F I)
29 Calidad del agua para la agricultura, 1976 (E* F* I*)
29 1. La calidad del agua en la agricultura, 1987 (C** E F I)
Rev.
30 Self-help wells, 1977 (I)
31 Contaminación de las aguas subterráneas, 1981 (C* E I)
32 Deterministic models in hydrology, 1 979 (I)
33 Efectos del agua sobre el rendimiento de los cultivos, 1979 (C* E F I)
34 Corrosion and encrustation in water wells, 1980 (I)
35 Mecanización del riego por aspersión, 1986(C E FI)
36 Riego localizado, 1986 (Ar C E F I)
37 Arid zone hydrology, 1981 (C** I*)
38 Elementos para el proyecto de drenajes, 1985 (Ar C E F I)
39 Los lisímetros, 1986 (C E F I)
40 Organización, operación y conservación de los proyectos de riego, 1991 (C** E** F I)
41 Ordenación del ambiente para la lucha antivectoral en arrozales, 1986 (E F I)
42 Consultation on irrigation in Africa, 1 987 (F I)
43 Water lifting devices, 1986 (I)
44 Design and optimization of irrigation distribution networks, 1988 (F I)
45 Guidelines for designing and evaluating surface irrigation systems, 1989 (I)
46 CROPWAT - programa de ordenador para planificar y manjear el riego, 1 993, (E F I)
47 Wastewater treatment and use in agriculture, 1992 (I)
48 The use of saline waters for crop production, 1993 (I)
49 CLIMWAT FOR CROPWAT, 1993 (I)
50 Le pompage éolien, 1994 (F)
51 Prospects for the drainage of clay soils, 1995 (I)
52 Reforming water resources policy - A guide to methods, processes and practices, 1995 (I)
53 Environmental impact assessment of irrigation and drainage projects, 1995 (I)
54 Crues et apports, 1996 (F)
55 Lucha contra la contaminación agrícola de los recursos hídricos, 1997 (E I)

Disponibilidad: noviembre de 1997

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* Agotado
** En preparación

Los cuadernos técnicos de la FAO pueden obtenerse en los Puntos de venta autorizados
de la FAO, o directamente en el Grupo de Comercialización y Ventas, FAO, Viale delle
Terme di Caracalla, 00100 Roma, Italia.
Las operaciones agrícolas pueden contribuir al deterioro de la calidad del agua mediante
la descarga de diversos materiales: sedimentos, plaguicidas, abonos animales,
fertilizantes y otras fuentes de materia orgánica e inorgánica. Esta publicación contiene
directrices sobre la lucha contra la contaminación del agua y posibles medidas de
ordenación ambiental, y tiene como objetivo delinear la naturaleza y consecuencias de los
efectos de la agricultura en la calidad del agua y, al mismo tiempo, establecer un marco
para las disposiciones que deberán adoptar los profesionales y autoridades competentes
para combatir esa forma de contaminación.
INTRODUCCIÓN

Desde las épocas tempranas del surgimiento y desarrollo del hombre, se tuvo la
necesidad de combatir las plagas que afectaban sus cultivos y productos, con el uso de
sustancias capaces de eliminarlos. En la llamada “era de los productos
naturales” (antes de nuestra era hasta mediados del siglo XIX), se tienen evidencias
en documentos escritos por Homero, del uso del azufre como sustancia “purificadora”
para eliminar los hongos; el rey de Persia, Jerjes, usó las flores de piretro como
insecticida y los chinos utilizaron los arsenitos para el control de roedores y otras
plagas, alrededor del primer milenio después de nuestra era. 1

A partir de la Revolución Industrial, se observó un crecimiento de las zonas urbanas


con una dependencia de las rurales para la obtención de los alimentos, lo cual requería
de una mayor producción, almacenamiento y protección de los mismos. En
consecuencia, hubo un incremento sustancial de producción de sustancias químicas
como parte del sostenimiento del desarrollo industrial y de la agricultura, por lo que la
rama química lanzó al mercado sustancias de toxicidad inespecífica pero de bajo costo.

En la segunda etapa, llamada “era de los fumigantes y derivados del


petróleo” (mediados del siglo XIX hasta principios del siglo XX), se descubrieron
accidentalmente la acción plaguicida de algunos elementos naturales como el azufre,
cobre, arsénico, piretrinas (sustancias obtenidas de los pétalos del crisantemo
(Chriysanthemum cinerariefolium) y el fósforo; así mismo se inició el uso de los
derivados del petróleo y se usaron otras sustancias relativamente sencillas como el
ácido carbónico y fénico, el sulfato de cobre con cal (caldo de Burdeos), el
acetoarsenito de cobre (verde de París) y diversos fumigantes como el disulfuro de
carbono y el bromuro de metilo.

La tercera etapa, llamada “era de los productos sintéticos”, comenzaron a sintetizarse


y utilizarse los dinitroderivados. Así mismo Müller, en 1940, descubre las propiedades
insecticidas del dicloro-difenil-tricloroetano, conocido como DDT (Estrada, 1999),
sustancia ampliamente conocida y utilizada en la segunda guerra mundial, para la
eliminación de algunos ectoparásitos que transmitían enfermedades como el tifo.

A partir de esa fecha se sintetizaron otros plaguicidas potentes como los


organoclorados (poseen átomos de carbono, cloro, hidrógeno, en ocasiones oxígeno y
son muy estables en el ambiente) y los órganofosforados (derivados del ácido
fosfórico), que son los más tóxicos y menos estables en el ambiente en relación a los
organoclorados.1,2 El objetivo del presente trabajo es exponer los aspectos
fundamentales de los plaguicidas relacionados con la salud humana y el ecosistema.

DESARROLLO

Una herramienta muy importante a usar por los organismos estatales y no


gubernamentales cuando trabajan en la prevención de los daños causados por el mal
uso de los plaguicidas es el código internacional de conducta para la distribución y uso
de plaguicidas (Código Internacional). Fue adoptado por primera vez en 1985 y
actualizado sustancialmente en 2002, es un documento de orientación de la
Organización de las Naciones Unidas para la alimentación y Agricultura (FAO, por sus
siglas en inglés). Desde su aprobación es considerado como un estándar para la
gestión de plaguicidas. Sus objetivos incluyen la reducción de los riesgos asociados con
la distribución y uso de plaguicidas, la protección de la salud humana y el medio
ambiente y el apoyo al desarrollo agrícola sostenible, incluida la aplicación de las
estrategias de Manejo Integrado de Plagas (MIP). El Código es de particular
importancia en aquellos países donde el uso de plaguicidas es especialmente riesgoso,
debido a las condiciones nacionales y locales en que viven y trabajan las personas. 4,5
En los siete países del istmo centroamericano (Belice, Costa Rica, El Salvador,
Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá) hubo un aumento constante en el uso de
plaguicidas en las últimas décadas, con un consumo per cápita de plaguicidas de 1,3
kg de persona/por año, convirtiéndose en uno de los más altos en el mundo. Se calcula
que en años recientes se ha alcanzado un uso promedio de 45 millones de kilos de
ingredientes activos importados y preparados en 42 plantas industriales localizadas en
esos países. Ese gran empleo de plaguicidas estuvo acompañado de falta de cuidado
en su uso y mercadeo y por su depósito muchas veces inadecuado.6,7

En los últimos años Cuba ha reducido en 50 % el uso de pesticidas químicos mediante


la utilización de soluciones biológicas para preservar los cultivos de hortalizas y frutales
de los parásitos e insectos además de emitir resoluciones conjuntas MINSAP- MINAGRI
acerca de la nueva estructura y funciones del Registro Central de plaguicidas, que
tiene a su cargo el estudio y aprobación del uso de los mismos.8 Anteriormente, de
1990 a 2005 ya había disminuido en Cuba el consumo de plaguicidas en 77 %. Esto ha
sido posible gracias al desarrollo alcanzado en el país del manejo ecológico de plagas
(MEP) y a la implementación del Programa Nacional de Control Biológico iniciado en
1988.9,10

El uso cotidiano de esos químicos contribuye a la crisis de la agricultura que dificulta la


preservación de los ecosistemas, los recursos naturales, y afecta la salud de las
comunidades rurales y de los consumidores urbanos. La búsqueda de la productividad
a corto plazo por encima de la sustentabilidad ecológica, practicada en las últimas
décadas, ha dejado un saldo a nivel mundial de contaminación y envenenamiento
donde el pretendido remedio universal ha resultado ser peor que la enfermedad.11

El artículo 2° del código internacional de conducta para la distribución y utilización de


plaguicidas (FAO, 1990) define los plaguicidas como:

“cualquier sustancia o mezcla de sustancias destinadas a prevenir, destruir o controlar


cualquier plaga, incluyendo los vectores de enfermedades humanas o de los animales,
las especies no deseadas de plantas o animales que causan perjuicio o que interfieren
de cualquier otra forma en la producción, elaboración, almacenamiento, transporte o
comercialización de alimentos, productos agrícolas, madera y productos de madera o
alimentos para animales, o que se le pueden administrar para combatir insectos,
arácnidos u otras plagas en o sobre sus cuerpos. El término incluye las sustancias
destinadas a utilizarse como reguladoras del crecimiento de las plantas, defoliantes,
desecantes, agentes para reducir la densidad de fruta o agentes para evitar la caída
prematura de la fruta, y las sustancias aplicadas a los cultivos antes o después de la
cosecha para proteger el producto contra la deterioración durante el almacenamiento y
transporte”.12

Los plaguicidas pueden ser de naturaleza química y biológica. Entre los primeros
existen alrededor de 1000 principios activos con los cuales se producen 30 000
formulados. Los plaguicidas biológicos tienen 195 principios activos y con ellos se
fabrican hasta 780 productos diferentes. Esta gran cantidad de mezclas fabricadas a
partir de diferentes principios activos a los que se asocian excipientes o diluyentes
denominados ingredientes inertes 13 que constituyen una gran proporción del producto
y cuyos efectos nocivos superan frecuentemente los del propio ingrediente activo, hace
que sea difícil su manejo, de ahí que existan diferentes clasificaciones, que favorecen
el trabajo de las personas que interactúan con ellos, además de tener cierto control
sobre los efectos adversos sobre el ambiente y la salud.14
Algunos plaguicidas han sido identificados como un peligro a largo plazo para el medio
ambiente y están prohibidos o rigurosamente restringidos por convenios
internacionales, como el Convenio de Estocolmo sobre los Contaminantes Orgánicos
Persistentes (COP), que entró en vigor en mayo de 2004 y abarca 12 productos
químicos, que incluye ocho plaguicidas y otros contaminados con dioxina. Las
clasificaciones incluidas en ese documento tienen una utilidad para ayudar a las
autoridades de los países en desarrollo a adoptar decisiones prácticas destinadas a
mitigar el riesgo de los plaguicidas y a dar prioridad, en sus procedimientos regula-
dores, a la revisión de plaguicidas problemáticos específicos.15

Particularmente, los COP, son contaminantes que no se disipan fácilmente y pueden


permanecer en el medioambiente durante un tiempo prolongado. Dentro de ellos
están, el Aldrín, Clordano, DDT, Dieldrín, Endrín, Heptacloro, Hexaclorobenceno, Mirex
y Toxafeno, aunque el Comité de Examen de COP (POPRC, en inglés) recomendó la
inclusión de otros plaguicidas: clordecona, lindano, alfa hexaclorociclohexano y beta
hexaclorocicloexano. Estos contaminantes, por su característica de ser lipo-solubles,
pueden acumularse progresivamente en la grasa de los animales vivos y rápidamente
tener efectos fisiológicos de largo plazo.16

Los plaguicidas presentan múltiples clasificaciones en función de algunas de sus


características principales (cuadro 1), su toxicidad aguda, la vida media, su estructura
química y su uso. En 1978, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció una
clasificación basada en su peligrosidad o grado de toxicidad aguda, definida ésta como
la capacidad del plaguicida de producir un daño agudo a la salud a través de una o
múltiples exposiciones, en un período de tiempo relativamente corto.

Esta se basa principalmente en la toxicidad por vía oral en ratas y ratones. Usualmente
la dosis se registra como el valor de DL50 (Dosis Letal Media) o de la concentración letal
media (CL 50), 8,17,18 que es la dosis requerida para matar al 50 % de la población de
animales de prueba y se expresa en términos de mg/kg del peso del cuerpo del
animal. Ambos parámetros varían conforme a múltiples factores como la presentación
del producto (sólido, gel, líquido, gas, polvo, etc.), la vía de entrada (oral, dérmica,
respiratoria), la temperatura, la dieta, la edad, el sexo, etc. Al basarse en la
observación de especies animales, es importante señalar que estos indicadores no
proporcionan información sobre los efectos crónicos, ni sobre la citotoxicidad de algún
compuesto.19,20

Un plaguicida es ubicado en la clase más estricta cuando existen diferencias en los


resultados de la toxicidad según vía de ingreso y cuando el ingrediente activo produce
daños irreversibles a los órganos vitales, es altamente volátil, acumulativo en su
efecto, o en observaciones directas se encuentra que es especialmente peligroso o
significativamente alergénico para el hombre.21

Según el tipo de organismo que se desee controlar y la etapa del ciclo de vida sobre la
que actúan, se encuentran los insecticidas (larvicida, formicida, pulguicida), los
garrapaticidas, nematicidas, molusquicidas, rodenticidas, ovicidas (columbicida),
bacteriostático y bactericidas, fungicidas, herbibidas (defoliante, arbusticida).

Una de las codificaciones encontradas con frecuencia en la literatura internacional es


según el grupo o familia química de estas sustancias, clasificándose en Organoclorados
(DDT, aldrín, etc.), Organofosforados (malatión), Carbamatos, Tiocarbamatos,
Piretroides, derivados bipiridilos (diquat, paraquat, etc.), derivados del ácido
fenoxiacético, derivados cloronitrofenólicos, derivados de las triazinas, compuestos
orgánicos del estaño, compuestos inorgánicos y los compuestos de origen
botánico.12 Ramírez y Lacasaña ofrecen otra clasificación (Cuadro 2).

En Cuba se utiliza una clasificación parecida a la de la OMS, 22 que establece cuatro


categorías según la DL 50 dérmica de los plaguicidas: "A", "B", "C" y "D".

 Plaguicidas c lase "A": son aquellos extremadamente tóxicos, por lo que se


evitará todo contacto con la piel, boca o vías respiratorias. Su carga y descarga
debe ser preferiblemente mecanizada, sus manipuladores deben usar
aditamentos específicos y ropa adecuada para su manipulación y mantener una
adecuada higiene personal (el baño y cambio de ropa) al terminar el trabajo
(Ej.: ácido cianhídrico, el bromuro de metilo, dibromuro de etilo, acrilonitrilo y
monofluoracetato de sodio o 1080, entre otros). Se incluirán en este grupo
todos aquellos plaguicidas con una DL 50 dérmica inferior a 100 mg/kg.
 Plaguicidas Clase "B": son aquellos cuya incorrecta manipulación, preparación o
aplicación puede también producir frecuentes intoxicaciones, por lo que deben
utilizarse las mismas precauciones que para los de la clase "A" (Ej.: gusatión,
asuntol, heptacloro, baygón, nitrobenceno y fluoruro de sodio). Además se
incluirán aquellos otros plaguicidas cuya DL50 dérmica oscile entre 101 y 300
mg/kg.
 Plaguicidas Clase "C": son productos de menos toxicidad que los anteriores.
Debe tenerse cuidado de no ingerirlos y evitar su contacto con la piel y vías
respiratorias. Para su manipulación es necesario el uso de botas, guantes y
delantales impermeables, siendo importante también el aseo personal (Ej.: Bi-
58 (rogor), toxafeno, nabam, clordano, lindano, BHC, diazinón, pentaclorofenol,
oxalato de sodio, entre otros). También se incluyen aquellos plaguicidas cuya
DL50 dérmica fluctúa entre 301 y 1 000 mg/kg de peso corporal.
 Plaguicidas Clase "D": son aquellos de más baja toxicidad, aunque para su
manipulación se recomienda el uso de guantes y buenas normas de higiene
personal (Ej.: DDT, aphidán, captán, baftol, ferbán, ziram, maneb, entre otros).
También se incluyen los demás plaguicidas cuya DL 50 dérmica sea superior a 1
000 mg/kg de peso.

Usos más frecuentes de los plaguicidas

El uso de los plaguicidas es múltiple y variado. La agricultura es la actividad que más


emplea este tipo de compuestos, consumiendo hasta el 85 % de la producción
mundial, con el fin de mantener un control sobre las plagas que afectan los cultivos.
Un 10 % de la producción total de los plaguicidas se emplea en salud pública para el
control de las enfermedades transmitidas por vectores, como la malaria, dengue,
enfermedad de Chagas, entre otras; control de roedores, etc.

La intensificación de la producción de alimentos conduce a menudo a un abuso de


plaguicidas. Da lugar a nuevos brotes de plagas (reapariciones), selecciona poblaciones
de plagas resistentes (insectos, bacterias y malas hierbas), aumenta los riesgos para la
salud humana y el medio ambiente y plantea obstáculos al comercio (residuos). Los
países reforman sus políticas para reducir estos problemas y garantizar paralelamente
una producción de alimentos intensificada mediante la aplicación de alternativas a los
plaguicidas.23
También se emplean en la ganadería y en el cuidado de animales de cría y domésticos;
en el control de plagas de grandes estructuras como barcos, aviones, trenes, edificios
y centros comerciales. Se aplican en áreas verdes ornamentales y de recreo como
parques y jardines, para controlar la proliferación de insectos, hongos y el crecimiento
de hierba y maleza. Con el mismo fin, se esparcen a lo largo de autopistas, vías
férreas y torres con líneas de corriente de alta tensión.

En reservas naturales o artificiales de agua estos compuestos se emplean para


prevenir el crecimiento de hierbas, algas, hongos y bacterias. En la industria se utilizan
ampliamente en la fabricación de equipos eléctricos, neveras, pinturas, papel, cartón y
materiales para embalaje de alimentos, entre otros, para evitar en estos productos el
desarrollo de bacterias, hongos, algas, levaduras o que sean dañados por plagas de
insectos y/o roedores.24

Su uso en el hogar está dado por la incorporación de los mismos en productos como
cosméticos y champús para preservarlos del desarrollo de hongos y bacterias, en
repelentes de insectos y también en productos destinados al cuidado de mascotas y
plantas para atacar o prevenir infestaciones por insectos.9

Efectos de los plaguicidas sobre el medio ambiente

La contaminación ambiental por plaguicidas está dada fundamentalmente por


aplicaciones directas en los cultivos agrícolas, lavado inadecuado de tanques
contenedores, filtraciones en los depósitos de almacenamiento y residuos descargados
y dispuestos en el suelo, derrames accidentales, el uso inadecuado de los mismos por
parte de la población, que frecuentemente son empleados para contener agua y
alimentos en los hogares ante el desconocimiento de los efectos adversos que
provocan en la salud. La unión de estos factores provoca su distribución en la
naturaleza. Los restos de estos plaguicidas se dispersan en el ambiente y se convierten
en contaminantes para los sistemas biótico (animales y plantas principalmente) y
abiótico (suelo, aire y agua) amenazando su estabilidad y representando un peligro de
salud pública (Fig. 1). Factores como sus propiedades físicas y químicas, el clima, las
condiciones geomorfológicas de los suelos y las condiciones hidrogeológicas y
meteorológicas de las zonas, definen la ruta que siguen los mismos en el ambiente. 9
El grado de lixiviación (el movimiento de las sustancias a través de las fases del suelo)
depende de la solubilidad del compuesto en agua, de su naturaleza química y del valor
del pH del suelo, que se favorece por la capacidad de adsorción de este, esto varia
principalmente por el porcentaje de arcillas, arenas y limos presentes en el, por las
altas temperaturas y por la precipitación pluvial.

Lo anterior también es decisivo para determinar la distribución del material en la


biosfera, pues las plantas y los microorganismos no pueden recibir directamente los
compuestos adsorbidos sobre las partículas del suelo. Este proceso está en equilibrio
con la eliminación (desorción) del compuesto en la solución del suelo. La distribución
de un plaguicida en la biofase (plantas y microorganismos) depende de la capacidad de
absorción de esta y de la naturaleza del suelo. Un suelo con gran capacidad de
absorción puede conducir a la inactividad total del plaguicida, ya que nunca penetrara
en la plaga.25

Cuando los plaguicidas ingresan en las cadenas alimentarias se distribuyen a través de


ellas (Fig. 2), se concentran en cada nicho ecológico y se acumulan sucesivamente
hasta que alcanzan una concentración letal para algún organismo constituyente de la
cadena, o bien hasta que llegan a niveles superiores de la red trófica.13
Contaminación del aire por plaguicidas

La contaminación del aire tiene importancia cuando se trata de aplicaciones por medios
aéreos; la gran extensión que abarcan éstas y el pequeño tamaño de las partículas
contribuyen a sus efectos, entre los que se cuenta el "arrastre" de partículas a las
zonas vecinas, fuera del área de tratamiento. Este efecto tiene importancia si
contamina zonas habitadas o con cultivos, y se hace muy evidente cuando se emplean
herbicidas de contacto que llegan hasta cultivos que son muy sensibles a los mismos.

La dispersión de plaguicidas en forma líquida o en polvo para exterminar las plagas es


hoy en día una práctica aceptada por muchos países. Los insecticidas suelen
dispersarse en el aire para combatir los insectos voladores, aunque en ciertos casos los
ingredientes activos de dichos productos sólo actúan después de depositarse en
objetos fijos, como la vegetación, donde pueden entrar en contacto con los insectos.
En estos casos el aire se contamina deliberadamente con uno o varios productos cuyas
propiedades nocivas se conocen y que también pueden ser tóxicos para el hombre.
En general, se volatilizan desde el suelo, fenómeno que depende sobre todo de la
presión de vapor, la solubilidad del plaguicida en agua, las condiciones ambientales y
la naturaleza del sustrato tratado.

También desde el agua puede contaminarse la atmósfera, como en el caso de los


plaguicidas clorados, poco solubles en ésta, por lo que tienden a situarse en la
interfase agua-aire. Se calcula, por ejemplo, que a partir de una hectárea de agua
tratada pueden pasar al aire, en un año, unos 9 kg de DDT.

Contaminación del suelo por plaguicidas

La contaminación del suelo se debe tanto a tratamientos específicos (por ejemplo:


insecticidas aplicados al suelo), como a contaminaciones provenientes de tratamientos
al caer al suelo el excedente de los plaguicidas, o ser arrastradas por las lluvias las
partículas depositadas en las plantas.

La mayoría de los herbicidas, los derivados fosforados y los carbamatos, sufren


degradaciones microbianas y sus residuos desaparecen en tiempo relativamente corto.
En la acumulación de residuos de plaguicidas influye el tipo de suelo; los arcillosos y
orgánicos retienen más residuos que los arenosos. Los mayores riesgos se presentan
con la aplicación de algunos plaguicidas organoclorados, que son de eliminación más
difícil, persistiendo en el suelo más tiempo.

La persistencia de los clorados en el humus o mantillo no se mide en meses, sino en


años (Ej. El aldrín se ha encontrado después de 4 años, el toxafeno permanece en el
suelo arenoso hasta 10 años después de su aplicación, el hexaclorobenceno se
conserva durante 11 años por lo menos, y así pasa con el heptacloro, etc.) 9,11

La evaluación del grado de contaminación del suelo por plaguicidas es de gran


importancia por la transferencia de ellos a los alimentos. Algunos pueden permanecer
durante períodos de 5 a 30 años, como es el caso del DDT. En el caso de la ganadería,
los residuos de plaguicidas pasan del suelo al forraje y finalmente a los animales,
concentrándose en la grasa, y por consiguiente, incrementan la concentración de
residuos persistentes en la carne y la leche.

Contaminación del agua por plaguicidas

Los plaguicidas constituyen impurezas que pueden llegar al hombre directamente a


través del agua potable y en forma indirecta a través de la cadena biológica de los
alimentos. Estas sustancias químicas pueden ser resistentes a la degradación, y en
consecuencia, persistir por largos períodos de tiempo en las aguas subterráneas y
superficiales.

Los plaguicidas imparten al agua potable olores y sabores desagradables, aún a bajas
concentraciones. Como generalmente el hombre rechaza el agua con sabor u olor
extraños, bastan ínfimas cantidades para hacer que un agua sea impropia para el
consumo desde el punto de vista organoléptico.
Los plaguicidas se incorporan a las aguas mediante diferentes mecanismos de
contaminación, como son:

 Por aplicación directa a los cursos de agua, para el control de plantas acuáticas,
insectos o peces indeseables.
 Por infiltración a los mantos de agua subterráneos o escurrimiento superficial a
ríos, arroyos, lagos y embalses desde las zonas agrícolas vecinas.
 Por aplicación aérea sobre el terreno.
 Por descarga de aguas residuales de industrias productoras de plaguicidas.
 Por descargas provenientes del lavado de equipos empleados en la mezcla y
aplicación de dichos productos, como puede ocurrir en los aeropuertos de
fumigación aérea al regreso de los vuelos, en el proceso de descontaminación
de los aviones y sus equipos de aplicación de plaguicidas.

En las aguas se encuentran seres vivos (ostiones, almejas, etc.), que se alimentan
por "filtrado" del agua, de la que retienen las partículas orgánicas aprovechables. Si
hay residuos de un plaguicida orgánico, como el DDT, esta capacidad de filtración hace
que vayan acumulando el tóxico, llegando a concentraciones miles de veces mayores
que las del agua; por lo que aparecerán residuos en estos seres vivos aunque no sean
detectables en el medio circundante. Cuando las ostras u otros organismos similares
son presa de otros más voraces, se acumula en estos últimos más cantidad del
plaguicida, y la escalada prosigue a través de seres inferiores, moluscos, peces, aves,
etc., hasta alcanzar niveles peligrosos para ciertas especies.

Los medios ambientales que se contaminan por plaguicidas, determinan el punto de


contacto de los seres humanos con estas sustancias, entre los que se pueden
encontrar: el medio laboral, el doméstico, lugares de recreación o cuando se consumen
alimentos que contienen residuos de estas sustancias.

Efectos de los plaguicidas sobre la salud

Los plaguicidas entran en contacto con el hombre a través de todas las vías de
exposición posibles: respiratoria, digestiva y dérmica, pues estos pueden encontrarse
en función de sus características, en el aire inhalado, en el agua y en los alimentos,
entre otros medios ambientales.

Los plaguicidas tienen efectos agudos y crónicos en la salud; se entiende por agudos
aquellas intoxicaciones vinculadas a una exposición de corto tiempo con efectos
sistémicos o localizados, y por crónicos aquellas manifestaciones o patologías
vinculadas a la exposición a bajas dosis por largo tiempo.

Un plaguicida dado tendrá un efecto negativo sobre la salud humana cuando el grado
de exposición supere los niveles considerados seguros. Puede darse una exposición
directa a plaguicidas (en el caso de los trabajadores de la industria que fabrican
plaguicidas y los operarios, en particular, agricultores, que los aplican), o
una exposición indirecta (en el caso de consumidores, residentes y transeúntes), en
particular durante o después de la aplicación de plaguicidas en agricultura, jardinería o
terrenos deportivos, o por el mantenimiento de edificios públicos, la lucha contra las
malas hierbas en los bordes de carreteras y vías férreas, y otras actividades. 26

La toxicidad de los plaguicidas se puede expresar en cuatro formas, a saber:


1. Toxicidad oral aguda: se refiere a la ingestión "de una sola vez" de un
plaguicida, que causa efectos tóxicos en un ser vivo. Puede afectar tanto al
manipulador como al resto de la población expuesta, aunque el riesgo de ingerir
en una sola dosis la cantidad correspondiente a la DL 50 oral aguda sólo puede
ocurrir por accidente, error, ignorancia o intento suicida.
2. Toxicidad dérmica: se refiere a los riesgos tóxicos debidos al contacto y
absorción del plaguicida por la piel, aunque es menos evidente y sus dosis
letales son siempre superiores a las orales, es por eso que presenta mayor
riesgo para el manipulador que para el resto de la población.
3. Toxicidad por inhalación: se produce al respirar una atmósfera contaminada por
el plaguicida, como ocurre con los fumigantes, o cuando un ser vivo está
inmerso en una atmósfera cargada de un polvo insecticida o en pulverizaciones
finas (nebulización, rociamiento o atomización).
4. Toxicidad crónica: se refiere a la utilización de dietas alimenticias preparadas
con dosis variadas del producto tóxico, para investigar los niveles de riesgo del
plaguicida, mediante su administración repetida a lo largo del tiempo.9,11 Las
alteraciones más importantes a considerar son: problemas
reproductivos, cáncer, trastornos del sistema neurológico, efectos sobre el
sistema inmunológico, alteraciones del sistema endocrino y suicidio. 4,27-29

Alternativas del empleo de plaguicidas

Los productos y sistemas naturales, utilizados antes de la llegada de los productos


químicos, vuelven a ser demandados por la agricultura ecológica, que aunque no son
100 % efectivas, algunas plantas resisten a las plagas a modo de repelentes naturales,
por ejemplo, la madreselva, plantada cerca de los rosales, actúa como repelente de
pulgones.

En la actualidad se afirma la tendencia de volver a las fórmulas que la naturaleza


brinda, es decir, el retorno a las fórmulas orgánicas y naturales, y conseguir a partir de
extractos vegetales insecticidas ecológicos con fórmulas que controlen y eliminen de
manera eficaz determinadas plagas.

Tanto los insecticidas, los acaricidas, y los moluscidas, como los herbicidas
biorraccionales son sustancias que se derivan de microorganismos, plantas o
minerales, de allí, su raíz orgánica y ecológica.30

Los estudios a nivel de campo del impacto de los insecticidas en los rendimientos de
los cultivos, las visitas de intercambio del personal técnico y los responsables de las
políticas a los países vecinos, los simposios nacionales y regionales sobre las
alternativas, los programas de manejo integrado de plagas que enseñan a los
agricultores, los científicos y el personal asesor a aplicar alternativas a los plaguicidas,
los estudios de casos sobre los obstáculos técnicos al comercio así como los rechazos
de las exportaciones por exceso de residuos de insecticidas han catalizado la reforma
de las políticas.17

Como parte del manejo de riesgos ocasionados por los plaguicidas en Cuba, se
encuentra la introducción de alternativas del control químico que se implementa bajo
dos enfoques:

1. Manejo integrado de plagas (MIP).


2. Manejo ecológico de plagas (MEP).
El manejo integrado de plagas fomenta el desarrollo de la agricultura orgánica, nuevas
estrategias de producción, uso y manejo de plaguicidas en los cultivos intensivos como
la papa y el tomate. Se añade un nuevo enfoque del ecosistema para la salud humana,
donde el hombre y su salud no se ven como un hecho independiente, sino dentro de
una compleja trama que traza el ecosistema donde vivimos. Con el MIP se hace
hincapié en el crecimiento de cultivos sanos, el cual perturba lo menos posible los
ecosistemas agrícolas y fomenta los mecanismos naturales de control de plagas. 11

Entre los elementos vitales del MIP está, el control biológico, las buenas prácticas
agrícolas, el control físico, genético, natural y legal así como el uso de agentes de uso
natural como repelente, hormonas entre otros.11

El manejo ecológico de plagas se aplica para los cultivos que se siembran en fincas de
pequeños agricultores, el programa de agricultura urbana y demás producciones de
carácter agroecológico. Donde el control biológico es también la alternativa
principal.31 Algunas experiencias en el área de la Sanidad vegetal han evidenciado una
reducción total del uso de plaguicidas químicos en un 63 %. Entre las principales
alternativas empleadas se encuentran la producción y uso de entomófagos,
entomopatógenos y antagonistas y la conservación de enemigos naturales mediante la
diversificación de los sistemas, que actúan como biorreguladores de las plagas, que
aplican alternativas para el manejo de los reservorios.24

CONSIDERACIONES FINALES

Los plaguicidas son compuestos químicos que han aportado beneficios al ser humano a
través de los tiempos, usados básicamente para el control de las enfermedades en el
hombre y las plagas en la agricultura, y que en la actualidad aún son prioritarios para
su utilización en áreas específicas.

Se ha acumulado suficiente evidencia de los riesgos que conlleva el uso excesivo e


indiscriminado de los plaguicidas para la salud y el ambiente, riesgos que además
comprometen la sostenibilidad de los sistemas agrícolas, por lo que corresponde
políticamente a los gobiernos, su uso racional, aplicar medidas de mitigación ante los
efectos causados a la salud y el medio ambiente y encontrar alternativas para su
control.

Los instrumentos internacionales como el Convenio de Rótterdam, que limita el


comercio de plaguicidas muy peligrosos y el código de conducta de la FAO sobre
plaguicidas, alientan cada vez más a las autoridades nacionales de reglamentación a
reexaminar la gama de insecticidas que autorizan en el país. También se recurrirá a la
cancelación de insecticidas muy peligrosos, el acortamiento del período de inscripción
en el registro, la promoción del MIP, la utilización de evaluaciones de riesgos
comparadas y a modos de acción común en las decisiones reglamentarias. A partir de
los convenios internacionales, en Cuba se implementan una serie de regulaciones y
normativas intersectoriales regidas por el estado con el objetivo de controlar el uso
indiscriminado de plaguicidas químicos en todas las esferas, y prorcionar nuevas
alternativas de control biológico para este fin.
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