Para el mismo periodo, el precio del trigo también tuvo una fuerte tendencia al alza, con
una tasa de crecimiento anual promedio de 28,6% debido a un aumento en la demanda.
De la misma manera, algunos picos en los precios de dicho producto se explican por la
reducción en la producción, principalmente por motivos climáticos en Rusia, Ucrania y
Estados Unidos, lo cual a su vez, resultó en niveles de inventarios inusualmente bajos;
explicando en buena parte la alta volatilidad de los precios en dicho periodo.
Por otro lado, el precio del arroz a nivel internacional aumentó a una tasa promedio
anual de 17,5%. En este caso, el aumento en el precio se vio explicado principalmente por
la caída de las cosechas de los principales productores mundiales en el año 2006-2007,
en especial de EE. UU, país que sustituyó área para la producción de maíz a lo que se le
sumó el continuo crecimiento de la demanda de importaciones de los países asiáticos, en
especial de Indonesia. De la misma forma, la implementación de políticas de países de la
región, tales como la restricción de las exportaciones (Guyana), hicieron que se generara
una menor oferta internacional de arroz, lo cual coadyuvó al incremento del bien.
De igual manera que en el caso anterior, se pueden identificar otros eventos en que
los precios de los alimentos tienden a la baja; por ejemplo, según el Banco Mundial, los
precios internacionales de los alimentos disminuyeron un 14 % entre agosto de 2014 y
mayo de 2015, cayendo a su nivel más bajo en cinco años. Dentro de las principales
razones que explican esta caída, está la disminución en el precio del petróleo, lo cual
abarata los costos de transporte, y de agroquímicos, influyendo la estructura de costos
del productor y consecuentemente en el precio mayorista y precio retail (Banco Mundial,
2015).
Los ejemplos anteriores ayudan a entender cómo los precios responden a cambios en
las variables de una economía y demuestran de una manera simple su relación con las
mismas. Pero ¿Qué factores determinan la oferta y demanda agrícola? ¿Cómo influye la
estructura de mercado en la fijación de precios? ¿Cómo funcionan las relaciones básicas
de una agrocadena? Con el fin de responder estas preguntas, este capitulo tiene como
principal objetivo entender de una manera holística, cómo se forman los precios y cómo
estos se pueden considerar como uno de los principales indicadores de funcionamiento
de un mercado o economía.
Como primer punto, hasta el momento se ha utilizado la palabra precio de una manera
indiferente, sin hacer alusión al eslabón de la cadena productiva en el que éste se
encuentra. De esta manera, se pueden identificar distintos precios a diferentes niveles;
las series de tiempo que poseen más difusión son las que hacen referencia a los precios
en finca, precios mayoristas y precios minoristas, por lo que se debe considerar, cuando
se habla de precios, a qué nivel de la cadena se hace referencia. Por ejemplo, para el
año 2014, en México, el precio de venta del limón persa en finca era de 1,1 pesos; sin
embargo, el precio al consumidor final era 8 pesos la unidad. (Chavez, 2014). Ligado con
este tema, está el concepto de la intermediación en las agrocadenas. Los intermediarios
compran un producto a un nivel inferior de la agrocadena y lo llevan a un nivel superior
donde lo revenden a un precio más elevado. En el caso del limón persa, el porcentaje de
intermediación entre el precio al productor y el consumidor es del 86% (Cuadro 1.1).
Cabe mencionar que todo ese margen de intermediación, en este caso 6,9 pesos (8-1,1),
no representa en su totalidad la utilidad generada por el intermediario, esto debido a que
se debe incurrir en costos de transacción para mover un producto de un eslabón de la
agrocadena a otro. Dentro de los principales costos en los que incurre el intermediario
están los costos de transacción, el transporte y refrigeración.
• la estructura de la propiedad
• la diversificación de rubros a nivel de finca, la existencia de mercados locales
• los costos de transporte interno
• los vínculos con otras regiones
• el acceso a información
• los precios de los insumos agrícolas (que fluctúan entre 20-60% de los costos
totales de los factores). Sin embargo, estos están a su vez vinculados a los
precios de la tecnología disponible (IICA, 2014).
Dadas las grandes diferencias que pueden existir entre los factores mencionados
anteriormente, es necesario hacer un análisis específico de cada una de las regiones,
inclusive dentro de un país o territorio. Por ejemplo, en este estudio en Perú, se
seleccionaron 3 regiones que corresponden a los tres tipos de territorios: Costa, Sierra
y Selva, en las que hay diferencias con respecto al uso de tecnología, el acceso al agua,
los mercados de destino y las facilidades de transporte, factores que inciden fuertemente
en la selección de los cultivos y en la rentabilidad de su producción. Considerando las 3
regiones se logra generar una visión global del comportamiento de formación de precios
de acuerdo con las características de las regiones (Paz-Cafferata, 2010).
1. Costo de transporte
2. Costo de seguro
3. Costo por pérdida de producto
4. Costo de almacenamiento
5. Impuesto de importación y exportación
En el siguiente caso, se ejemplifica algunos de los costos que se tienen que tomar en
consideración cuando se exporta o se importa un producto agropecuario y que resultan
claves en la formación de precios de estos productos.