Anda di halaman 1dari 18

Congreso Latinoamericano de Comunicación

Preguntas, abordajes y desafíos contemporáneos del campo comunicacional


30 años de recorridos en Buenos Aires
Carrera de Ciencias de la Comunicación. Facultad de Ciencia Sociales. Universidad
de Buenos Aires 18 al 21 de agosto

DATOS DEL AUTOR/A

Nombre y apellido: Mara Avila


Afiliación institucional: Facultad de Ciencias de la Comunicación, UBA
Máximo título alcanzado o formación académica en curso: estudiante de grado (tesista)
Correo electrónico: avilamara.bsas@gmail.com
Grupo de trabajo propuesto: G8

TÍTULO DE LA PONENCIA
Del crimen pasional al femicidio: análisis en diacronía del caso mi madre (2005) y del de la
joven Agustina (2015), ambas apuñaladas en Puerto Madero.

Palabras clave: femicidio, violencia de género, ideología de género, análisis del discurso

RESUMEN
El objetivo de esta ponencia es analizar el tratamiento por parte de diarios argentinos
de las noticias sobre el femicidio de María Elena Gómez –mi madre– y sobre el de la joven
Agustina Salinas, ocurridos en el barrio de Puerto Madero de la Ciudad de Buenos Aires en
2005 y en 2015, respectivamente. Al mismo tiempo, me propongo presentar algunas
preguntas y líneas de investigación para ser profundizadas en un futuro, respecto de cómo
el discurso periodístico y el discurso jurídico colaboran en la reproducción de una
ideología de género (cf. De Lauretis, 1996).
Mi problema de estudio refiere a las formas en que una serie de diarios argentinos –en
su versión digital y en su versión en papel- comunicaron la noticia acerca del femicidio de
María Elena Gómez -una profesora de inglés de clase media porteña de 53 años-, el 20 de

1
julio de 2005, al día siguiente de ocurrido el hecho. La reiteración de sintagmas como
"crimen pasional" o "drama pasional" en las notas de los diarios analizados –en sus
versiones en papel y online– respecto del femicidio de María Elena Gómez –que tuvo lugar
el 19 de julio de 2005– se contrapone con el uso del término femicidio en el caso de
Agustina Salinas, ocurrido el 7 de abril de 2015.
A partir de un análisis en diacronía de estos discursos, pretendo vislumbrar un camino
que, desde 2005 hasta hoy, ha supuesto un abandono paulatino del “crimen pasional” a
favor del “femicidio” en la construcción de las noticias, aunque aún persistan estrategias
discursivas de tipo “folletinescas”, carentes de toda perspectiva de género.

TEXTO de la PONENCIA
Objetivos
El objetivo de esta ponencia es analizar el tratamiento por parte de diarios argentinos
de las noticias sobre el femicidio de María Elena Gómez –mi madre– y sobre el de la joven
Agustina Salinas, ocurridos en el barrio de Puerto Madero de la Ciudad de Buenos Aires en
2005 y en 2015, respectivamente. Al mismo tiempo, me propongo presentar algunas
preguntas y líneas de investigación para ser profundizadas en un futuro, respecto cómo el
discurso periodístico y el discurso jurídico colaboran en la reproducción de una ideología
de género, a pesar de los movimientos en contra de ello que se han venido produciendo en
la sociedad argentina desde 2005 hasta la fecha.
Problema de estudio
Mi problema de estudio refiere a las formas en que una serie de diarios argentinos –en
su versión digital y en su versión en papel- comunicaron la noticia acerca del femicidio de
María Elena Gómez –una profesora de inglés de clase media porteña de 53 años–, el 20 de
julio de 2005, al día siguiente de ocurrido el hecho. La reiteración de sintagmas como
"crimen pasional" o "drama pasional" en las notas de los diarios analizados respecto de
dicho femicidio –que tuvo lugar el 19 de julio de 2005– se contrapone con el uso del
término femicidio en el caso de Agustina Salinas, ocurrido el 7 de abril de 2015.

2
Además de esa diferencia central en el tratamiento de ambas noticias, otros elementos
textuales permiten dar cuenta de algunos cambios en el discurso periodístico desde 2005
hasta la fecha, a favor de una mayor visibilización de la problemática de género. Si bien la
adopción de esta perspectiva de género dista mucho de ser acabada en 2015, muy
posiblemente los mismos medios que en 2005 usaron el sintagma “crimen pasional” para
referirse al femicidio de mi madre, hoy no hubieran titulado el caso de dicha manera, puesto
que el término femicidio resulta cada vez menos ajeno al discurso periodístico –e inclusive
ha sido instalado en la agenda de los medios a partir de la reciente convocatoria titulada “Ni
una menos” que resultó en una movilización multitudinaria en la Argentina el 3 de junio de
2015–.
El femicidio es “un concepto amplio que comprende los asesinatos de mujeres por el
hecho de ser mujeres, ocurran tanto en el ámbito privado como en el público. Muchas veces
son el resultado final de relaciones de violencia que culminan con la muerte; en ese sentido,
suele ser definido como violencia de género llevada al extremo” (Chejter y Rodríguez,
2014: 1). El femicidio íntimo suele referirse a los “homicidios que tienen lugar en el marco
específico de relaciones de violencia conyugal o de pareja” (op. cit.).
Entendido como un hecho social, el femicidio es puesto cada vez más en circulación
bajo esa nominación por los medios de comunicación, y plantea la necesidad de dar mayor
visibilidad a las luchas sociales contra la violencia de género, a pesar de que esa visibilidad
haya aumentado en los últimos diez años –la incorporación de la figura del femicidio al
Código Penal da cuenta de ello (cf. Contini, 2013) así como el abandono paulatino de
sintagmas como “crimen pasional” en titulares de diarios y de noticieros televisivos–.
Los casos de María Elena Gómez y de Agustina Salinas, y el contexto jurídico en el
período 2005-2015
El 19 de julio de 2005, María Elena Gómez, una profesora de inglés de 53 años –
conocida mayormente en su entorno como “Mariela Gómez”– fue asesinada a puñaladas,

3
con una navaja, por su pareja, Jorge Ernesto Narcisi, de 63 años 1. El femicida fue
encontrado sobre el cuerpo de María Elena, y encarcelado, luego de haber sido
hospitalizado debido a unas heridas que, aparentemente, él mismo se había inferido con su
navaja. El 23 de mayo de 2007, tuvo lugar un juicio penal del que fui querellante, en la
Causa Nº 37911/05, catalogada "Narcisi Jorge S/ Homicidio Simple" (Juez Nacional en lo
Criminal nº 14: Dr. Ricardo Luis Farías). Me representó el abogado Gabriel Becker, y la
sentencia obtenida ese mismo día fue de nueve años para el femicida. Luego de una
apelación de la defensa, la pena fue disminuida al mínimo para un “homicidio simple”:
ocho años. El 18 de julio de 2013, Narcisi fue puesto en libertad2.
En diciembre de 2012, se promulgó la ley 26.791 que modificó el artículo 80 del Código
Penal Argentino (cf. Contini, 2013). A partir de ello, el femicidio fue incorporado como una
agravante del homicidio, no como una figura penal autónoma (op. cit).

“Según el artículo 80, se impondrá reclusión o prisión perpetua pudiendo aplicarse la


condena accesoria del artículo 52 a quien matare: Inciso 1) A su ascendiente,
descendiente, cónyuge o ex cónyuge o la persona con quien mantiene o ha mantenido
una relación de pareja mediare o no convivencia. (...) Inciso 4) Por ‘placer, codicia,
odio racial o religioso’ en la redacción anterior, con la reforma se le agrega la frase ‘por
razones de género o la orientación sexual, identidad de género o su expresión’. (...) Inc.

1
La noticia fue difundida por Crónica TV, y muchas personas allegadas a mi mamá se enteraron sobre su
femicidio a través de dicho multimedios.
En mi caso, el primer llamado que recibí sobre lo ocurrido provino de la persona que trabajaba en el garaje
donde mi madre guardaba su auto, pues él estaba viendo la noticia en televisión y quería alertarme al respecto.
Luego me llamaron oficialmente de la Prefectura Argentina para comunicarme lo sucedido. Afortunadamente,
nunca vi las imágenes difundidas por televisión; pero en 2014, a partir de mi investigación como parte de un
film documental sobre este caso, me encontré con imágenes tales como el cadáver de mi madre en la tapa del
diario Crónica.
2
El abogado Gabriel Becker nunca supo darme dicha información. Recién en septiembre de 2014, pude
corroborar la libertad de Narcisi, gracias a la información que me brindaron en los Tribunales Nº 27 de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por mi condición de querellante.

4
11) Cuando el hecho sea perpetrado por un hombre contra una mujer y mediare
violencia de género, se excluye la violencia de género cuando el hecho sea perpetrado
por una mujer contra otra. Este inciso fue incorporado con esta reforma. Inc 12) Con el
propósito de causar sufrimiento a una persona con la que se mantiene o mantuvo una
relación en los términos del inciso 1. Este es un supuesto de femicidio vinculado
(homicidios cometidos por el hombre violento contra personas que mantienen un
vínculo familiar o afectivo con la mujer, para castigarla y destruirla psicológicamente).
Este inciso fue incorporado también por la ley 26.791” (op.cit.).

Si en 2005 la legislación hubiera sido la hoy vigente, muy posiblemente se hubiera


dado una mayor condena al femicida de mi madre. Y –casi como dato anecdótico pero
relevante a los efectos de reflexionar acerca del carácter discriminatorio y sexista de la ley
con relación a las mujeres (cf. Chejter y Rodríguez, 2014)–, si uno de los psiquiatras
asignados a la causa de Narcisi no hubiera sido el padre de una ex compañera mía del
colegio con quien pude dialogar el día del juicio, quizás hubiera tenido más fuerza el
argumento de la “emoción violenta”, y el femicida hubiera obtenido una pena aun menor.
Ello no tiene sino que ver con esos discursos que generan efectos de verdad, tales como el
de la psicopatología, que va configurando sus objetos desde el siglo XIX; muchos de estos
objetos pertenecen “al registro de la delincuencia: la homicidad (y el suicidio), los crímenes
pasionales, los delitos sexuales (…) los impulsos criminales” (Foucault, 1970: 70). Esta
“psicologización” del delincuente ha dado lugar a una serie de “objetos de saber” del
discurso psiquiátrico en el que se han puesto en relación “planos de especificación como las
categorías penales y los grados de responsabilidad disminuida, y planos de caracterización
psicológicos” y la “relación entre la instancia de decisión médica y la instancia de decisión
judicial”, entre otras (Foucault, 1970: 71)3.

3
Lamentablemente no puedo abordar aquí la cuestión referida al cruce entre el discurso de la psicopatología,
el discurso jurídico, el policial e, inclusive, el periodístico; pero me parece importante reflexionar al respecto,
dado que todos esos discursos contribuyen con la reproducción de estigmatizaciones respecto de las víctimas
(cf. Chejter y Rodríguez, 2014) y, al mismo tiempo, reproducen una ideología de género.

5
En cuanto al femicidio de Agustina Salinas, ocurrido el 7 de abril de 2015, me interesa
señalar algunas similitudes respecto del caso de mi madre. En este sentido, si bien existía
una diferencia respecto de las edades de las víctimas y de los victimarios, de las profesiones
de las víctimas y del tipo de relación de pareja, ambos fueron femicidios provocados por
heridas de armas blancas4, luego de una discusión en la pareja, en el barrio porteño de
Puerto Madero. En el caso de Mariela, tal como pude corroborar por testimonios de amigos
y amigas de mi madre, ella iba a terminar la relación 5 con Narcisi aquel 19 de julio de 2005.
En el caso de Agustina, no me es posible afirmar lo mismo, pero los padres de la joven de
26 años comunicaron que la relación entre Agustina y su novio era por lo menos
conflictiva.
Marco teórico-metodológico
Desde una perspectiva marxista que busca dilucidar los modos de reproducción de la
ideología, su relación con el discurso y con las bases materiales de la sociedad, entiendo
que la reproducción de una ideología de género (cf. De Lauretis, 1996) se realiza a través
de diversos Aparatos Ideológicos de Estado (Althusser, 1988). Entre éstos, los medios de
comunicación –y en particular una serie de diarios argentinos de gran tiraje– me resultan
cruciales como objeto de análisis. Esto no excluye mi interés por los mecanismos de
interiorización de la ideología como creencia y como evidencia (cf. Zizek, 1994), cuestión
fundamental para la reproducción de aquélla desde la subjetividad.

4
Según las cifras de la ONG La Casa del Encuentro, 68 mujeres fueron apuñaladas por sus parejas o ex
parejas durante 2014, de un total de 277 femicidios registrados por dicha organización, a partir del
relevamiento que realiza sobre los casos publicados en medios de comunicación y agencias de noticias de
todo el país. Según este informe, las mujeres “apuñaladas” siguieron en las estadísticas a las “baleadas” (73),
que “ocuparon el primer lugar” en este podio de cifras del horror machista argentino (las comillas son mías).
Ver más: http://lacasadelencuentroblog.blogspot.com.ar/2015/03/informe-de-investigacion-de-femicidios.html
5
“En los delitos de femicidios podemos decir que el primer factor que motiva a los hombres a matar a su
esposa, según las investigadoras canadienses Wilson y Daly, sería el temor de perder su acceso sexual
exclusivo hacia su mujer. En este sentido, Zahn y Cazenave señalan que es particularmente en ocasión de una
ruptura o de una separación que los hombres se hayan inclinados a matar. Estas investigadoras concluyen que
los hombres cometen el femicidio para preservar su dominación sexual sobre las mujeres” (Cisneros, 2005:
27).

6
Con el objeto de realizar un análisis discursivo de artículos de diarios argentinos que
pusieron en circulación la noticia acerca de los femicidios de María Elena Gómez y de
Agustina Salinas –en julio de 2005 y en abril de 2015, respectivamente–, utilizaré un marco
teórico con eje en la filosofía marxista del lenguaje de Valentín Volóshinov y teorías de la
enunciación (cf. Filinich, 1998), lo cual me permitirá relevar elementos a la vez temáticos y
enunciativos, y dar cuenta de los efectos de sentido generados.
Elegiré, asimismo, un marco teórico que me permita relacionar violencia de género,
discurso e ideología. Por ello adoptaré una postura cercana a la de Teresa De Lauretis, que
realiza una “crítica feminista de género como producción ideo-tecnológica" (De Lauretis,
1996: 28). Para la autora, “el movimiento dentro y fuera del género como representación
ideológica (…) es un movimiento de atrás para adelante entre la representación de género
(en su marco de referencia centrado en lo masculino) y lo que esa representación omite o,
más significativamente, vuelve no representable. Es un movimiento entre el espacio
discursivo (representado) de las posiciones que los discursos hegemónicos vuelven
disponibles y el fuera de plano, la otra parte, de esos discursos: esos otros espacios tanto
discursivos como sociales que existen, desde que las prácticas feministas los han
(re)construido, en los márgenes (…) de los discursos hegemónicos y en los intersticios de
las instituciones, en prácticas de oposición y en nuevas formas de comunidad” (De
Lauretis, 1996: 34).
Al mismo tiempo, desde las teorías de la enunciación, buscaré dar cuenta de los
efectos de sentido en el nivel enunciativo a partir de un análisis temático y de un análisis de
apelativos recopilados en los discursos analizados (cf. Contursi, 2006). A ese abordaje
sumaré una perspectiva de análisis del discurso que recoja el aporte de Valentín Volóshinov,
que dio cuenta de la relación entre la ideología, el discurso y las bases materiales de una
sociedad. En particular me interesa su concepto de tema. "Para que un tema, cualquiera que
sea el nivel de la realidad a la que pertenezca, forme parte del horizonte social de un grupo
y suscite una reacción semiótico-ideológica, es necesario que dicho tema esté relacionado
con los presupuestos socioeconómicos más importantes del grupo mencionado"
(Volóshinov, 2009: 45).

7
Respecto del femicidio –el asesinato de una mujer por razones vinculadas a su género,
ocurrido, por ejemplo, cuando un hombre considera que “si no es mía, no es de nadie” (cf.
Cisneros, 2005: 27)– mi objetivo es abordar esta "palabra" desde la perspectiva de
Volóshinov –es decir, como discurso–, para quien "la palabra es el fenómeno ideológico por
excelencia” (op. cit.: 33), en tanto que "cada palabra es una pequeña arena de cruce y lucha
de los acentos sociales de diversas orientaciones" (op. cit.: 73).
Análisis de enunciados sobre el femicidio de María Elena Gómez
A partir de un corpus de notas publicadas en diarios argentinos 6 –algunos de éstos en
su versión online– analicé nueve artículos referidos al caso de María Elena Gómez, de los
cuales tomé ocho para un análisis más detallado 7. Éste consistió en un análisis temático de
esos ocho enunciados, al tiempo que relevé los apelativos utilizados para referirse al
femicida y a la víctima.
A través de un análisis temático, orientado a describir los modos en que los distintos
medios se refirieron a la noticia, pude observar que siete de los ocho enunciados contenían
referencias a la “pasión”; cinco referían al “drama”, cuatro a una “pelea”, y solamente dos a
un “crimen”. Esta tendencia a poner en escena el carácter “pasional” del hecho la relevé
tanto en el análisis de los titulares cuanto en el del cuerpo de las notas.
En el caso de los titulares, en tres aparecía el sintagma “drama pasional” (Crónica, El
día, La mañana de Neuquén); en tres se refería a las “puñaladas” (Clarín, La Razón, Página
6
Los diarios analizados en sus versiones en papel fueron: Crónica (en este caso analicé la información
publicada en la tapa del diario, en la nota interna correspondiente, y en una nota de seguimiento del 21 de
julio de 2005); Clarín y Página 12. Los diarios analizados en sus versiones digitales fueron: Infobae, El día,
La mañana Neuquén, La Razón y La Nación.

7
Una de las notas que descarté, pero que sin embargo analicé, fue una noticia breve publicada por el diario
Crónica el 21 de julio de 2005 a modo de “seguimiento” del caso, titulada: “Drama pasional: asesino se
recupera” –la única en que se alude al femicida como “asesino”–. De todas las noticias analizadas, solamente
la del 20 de julio de 2005 publicada en Crónica fue tapa de un diario argentino con una ubicación central y
una imagen ilustrativa. En Clarín, por otra parte, apareció mencionada la noticia en la tapa del diario del 20 de
julio de 2005, con estos elementos: “Crimen pasional” (título): “Un hombre apuñaló a una mujer en Puerto
Madero” (copete).

8
12), y en uno se hacía mención a un “crimen pasional” (Infobae). Asimismo, en este último
caso se sumaba el calificativo “misterioso”, mientras que en el enunciado de Crónica se
adjetivaba el hecho como “sangriento”.
En líneas generales, siete de los ocho enunciados analizados contenían al menos una
referencia a la “pasión”; en algunos casos, la reiteración 8 de este carácter “pasional” del
femicidio –que nunca era nombrado como tal– reforzaba el efecto de sentido generado: el
de un “sangriento” “drama”, una novela de folletín protagonizada por un “hombre”
“sexagenario” (Crónica) y una “mujer” (“la profesora de inglés”) en la que el “presunto
crimen pasional” era resultado de una “pelea pasional”, que formaba parte de un
“sangriento episodio con características pasionales”. El titular de la tapa del diario Crónica,
donde la noticia ocupaba el espacio central de la portada, condensaba este efecto de sentido
buscado: “Pasión y muerte en Puerto Madero”.
En cuanto al análisis de apelativos, todos los enunciados se referían al femicida como
“el hombre” –solamente en un caso se usaba el apelativo “atacante” (La Razón)–, mientras
que en siete de las ocho notas se aludía a la víctima como “la mujer”; en un enunciado
aparecía como “ella” (Crónica), y en cuatro se refería a su ocupación como “profesora de
inglés”. En un enunciado se ponía énfasis en su carácter de “cadáver”, en un procedimiento
que enunciativamente dejaba sin voz y cosificaba a la víctima (Infobae). En tres enunciados
se daba cuenta de la relación entre el femicida y la víctima, describiendo a esta última como
“su compañera” (Infobae), “su pareja” (La Nación) o “su mujer 9” (La Razón). Solamente en
un enunciado se describía a María Elena Gómez como una “víctima” (La Nación).
Una mención aparte merece la falta de veracidad de la información que como
querellante en la causa puedo constatar con los hechos efectivamente acaecidos, según
constan en el expediente y en la partida de defunción de María Elena Gómez. En este

8
En una misma nota aparecían tres referencias a lo “pasional”, articuladas de distintas formas (La mañana de
Neuquén, El día).

9
El uso del adjetivo posesivo “su” para referirse a la pareja del femicida me permite volver, a modo de
reflexión, sobre la cuestión referida al carácter cosificado de la mujer en nuestra sociedad capitalista, tal como
se lo observa en múltiples prácticas y discursos.

9
sentido, tengo que refutar la información publicada acerca de que las puñaladas que recibió
mi madre hubieran sido en “la vagina”, según fue comunicado por Clarín y por Crónica.
María Elena Gómez fue apuñalada en el tórax y murió de una hemorragia interna.
Análisis de enunciados sobre el femicidio de Agustina Salinas
El corpus de enunciados analizados incluyó un listado de notas publicadas por los
mismos ocho diarios10 relevados acerca del caso de María Elena Gómez, con el objeto de
detectar posibles continuidades y/o rupturas en los discursos periodísticos leídos en
diacronía.
En el análisis sobre la cobertura mediática del femicidio de Agustina incorporé un
relevamiento de volantas, al igual que un análisis de las secciones en las que los artículos
eran incluidos –en algunos casos, observé además cuáles eran las etiquetas utilizadas en las
versiones digitales de las notas–.
En cuanto a las volantas, de los tres enunciados en que aparecía este recurso dos
empleaban el término “femicidio” (Clarín, La Razón). En cuanto a las secciones en que se
incluían las notas, cinco aparecían en “Policiales” (en el caso de La Razón: “Policía”); dos
se incluían en “Sociedad” (Clarín, Página 12), y en el diario La Nación se utilizaba una
especie de etiqueta que el medio denomina “tema”: “violencia de género”. De los dos
enunciados que incluían etiquetas, sólo en La Razón se utilizaba la etiqueta “femicidio”,
mientras que en El día se empleaban otras referidas a los actores y al lugar donde ocurrió el
hecho.
A partir del análisis de titulares, observé que seis de los ocho enunciados comunicaron
la acción (un joven mató, asesinó o apuñaló a su novia), mientras que dos buscaron
caracterizar el hecho antes que describir la interacción entre los actores (Página 12,
Crónica). En estos dos últimos enunciados identifiqué una persistencia del tono amarillista
y folletinesco que aparecía en los enunciados de 2005: “Discusión, puñaladas y muerte en
Puerto Madero” (Crónica); “Una tarde de sangre en Puerto Madero” (Página 12), a los

10
Los diarios analizados en sus versiones digitales fueron: Crónica, Página 12, Infobae, El día, La mañana
Neuquén, La Razón y La Nación. En versión papel analicé una nota publicada en Clarín que fue tapa del
diario el sábado 11 de abril de 2015.

10
cuales se sumaba un tercer enunciado en el mismo tono: “Drama en Puerto Madero: mató a
puñaladas a su novia en un bar y fue abatido por la Prefectura” (Infobae). Solamente en un
enunciado se mencionaba la profesión de la víctima: “La joven asesinada por su novio
acababa de recibirse de pediatra” (Clarín).
Luego de un análisis temático de los enunciados en la totalidad de sus elementos
textuales (titulares, volantas, copetes, epígrafes, etiquetas y cuerpos de las notas), observé
que en tres enunciados se caracterizó el hecho como un “femicidio” (Clarín, La Razón,
Página 12), en cuatro como un “crimen” (La Nación, Crónica, La mañana Neuquén,
Infobae) y en uno solo se enfatizó la acción y no el hecho, lo cual permitiría pensar que se
consideraba un “asesinato” (El día)11. En los enunciados que referían a un “crimen” se
agregaron otras características: “crimen con connotaciones pasionales” (Infobae) y “crimen
por violencia de género” (La mañana Neuquén). Quizás estos dos ejemplos permitan dar
cuenta de la persistencia de un periodismo sin perspectiva de género y de la intención de un
periodismo que busca separarse de ello.
En cuanto a los apelativos analizados, en siete de los ocho enunciados se refirió al
femicida como “un/él joven” (en Clarín, en cambio, se usaron otros apelativos tales como
“su novio”, “él”, “su pareja”); en cuatro enunciados el femicida apareció como “el agresor”
(Crónica, El día, La Razón, Página 12); en tres, como “el asesino” (Infobae, La mañana
Neuquén, Página 12); en dos, como “su novio” (Clarín, La Nación). En Crónica, por otra
parte, se empleó el sintagma “desenfrenado atacante12”.
La víctima fue nombrada como tal en cinco enunciados (La Nación, Infobae, Crónica,
La mañana Neuquén, Página 12), mientras que en siete de los ocho enunciados se refirió a

11
En este enunciado se utilizaba el verbo “asesinar” dos veces para referirse al accionar del femicida.

12
El adjetivo “desenfrenado” podría pensarse como parte de una cadena de significantes en la que la
“emoción violenta” y la “pasión” se articulan, en un procedimiento enunciativo que borra las relaciones de
poder existentes entre víctima y victimario y, con ello, toda perspectiva de género. “Cuando un hombre mata a
una mujer, este crimen se inscribe en el cuadro de una relación de dominación masculina y de subordinación
femenina. Se trata de un crimen cometido con la finalidad de controlar a la mujer, a quien el hombre ha
convertido en su objeto de posesión. Por lo tanto, el recurso de la violencia por parte de los hombres es
instrumental y no constituye una pérdida de control, sino más bien una toma de control” (Cisneros, 2005:
25) [el destacado es mío].

11
ella como “su novia” (nuevamente en Clarín se encontró la excepción: en dicho enunciado,
notablemente, se incorporaron voces de terceros para caracterizar a “una chica tranquila,
algo tímida y bonita”, según los dichos de los vecinos del barrio donde vivía Agustina).
Otros apelativos utilizados para referirse a la víctima fueron: “la joven asesinada” (La
Razón, El día, Clarín –en este caso se agregó: “por su novio”–); “la chica” (Infobae, El día,
La mañana Neuquén, Página 12); “una médica pediatra” (El día, Página 12), entre otros.
De los temas relevados en los enunciados, tales como la existencia de un “entredicho”
previo al femicidio o el “estado de excitación” en que supuestamente se encontraba el
femicida, el “misterio” apareció nuevamente bajo la forma de una comparación con otros
acontecimientos que tuvieron lugar en el barrio:

“Otra vez y en menos de tres meses, Puerto Madero fue escenario de un hecho
policial. A la misteriosa muerte del fiscal Alberto Nisman y a la aparición de una
mujer calcinada frente a la torre Le Parc en ese barrio porteño, se sumó ahora un
crimen con connotaciones pasionales” (Infobae).

La misma frase apareció en el diario La mañana Neuquén, aunque hacia el final en este
último enunciado se explicitaba que el nuevo hecho era “un crimen por violencia de
género”.
Finalmente, el efecto de sentido generado se podría sintetizar con la siguiente frase:
“un joven mató a su novia en Puerto Madero”, pudiéndose agregar que dicho hecho ocurrió
luego de un “entredicho” en la “pareja” conformada por un joven de 28 años y una “médica
pediatra” de 25. En el enunciado de Clarín, se agregó un efecto de sentido secundario,
susceptible de ser expresado de la siguiente forma: “una joven médica que tenía un futuro
por delante fue asesinada por su novio; esto se enmarca en una serie de femicidios recientes
que han tenido como protagonistas a mujeres jóvenes”13.
13
En la nota de Clarín se incorporó un recuadro donde se aludía a otros dos femicidios de mujeres jóvenes
ocurridos en la Argentina en 2015 (el de Miriam Cuba, en Misiones, y el de Adriana Cordobés, en Corrientes).
Además, un breve destacado en color negro indicaba las cifras de femicidios provistas por La Casa del
Encuentro con relación a mujeres apuñaladas en 2014; pero la información de Clarín era incorrecta (se
señalaban 86 en lugar de 63 casos) y no se citaba la fuente.

12
Conclusiones
El análisis en diacronía de la cobertura por medios gráficos de dos femicidios de
características similares me ha permitido observar algunas continuidades y rupturas en la
manera cómo se han puesto en circulación estas noticias en 2005 y en 2015.
A partir del análisis de los enunciados sobre el femicidio de Agustina Salinas, pude
constatar que si bien la “pasión” ya no está presente en los titulares de 2015, sí aparece en
uno de los cuerpos de las notas, donde se hace mención a las “connotaciones pasionales”
del “crimen” (Infobae). El “drama” persiste muy poco en los titulares de 2015 (sólo en un
enunciado) pero sí se encuentran los temas “muerte”, “sangre” y “discusión” en algunos de
esos titulares, generándose así un tono “dramático” y folletinesco similar al que se generaba
en los enunciados de 2005 acerca del femicidio de María Elena Gómez.
En 2015 –a diferencia de lo sucedía en 2005– se utiliza el término “femicidio” en
cuatro de los ocho enunciados analizados, y se contextualizan los casos como episodios de
“violencia de género” en dos enunciados. Solamente en uno de los enunciados analizados
se incorporan cifras de femicidios y se vincula el caso de Agustina Salinas con otros dos
femicidios de jóvenes (Clarín). Sin embargo, en ningún enunciado de 2015 se facilitan los
números de atención a las víctimas, cuya difusión ha sido recomendada por la AFSCA a
través de la resolución 1222/13 para los servicios de comunicación audiovisual 14 –podría
esta recomendación aplicarse perfectamente a todo tipo de comunicación en diarios y
revistas del país–.
En cuanto al tratamiento de las noticias analizadas, me parece imperioso reflexionar
acerca cómo aún en 2015 “el imaginario social y la prensa sensacionalista se conmueven
con el mal llamado ‘crimen de amor, romántico y apasionado’” (Cisneros, 2005: 25), contra
lo cual se vuelve necesario continuar contextualizando la violencia de género desde el

14
En dicha resolución la AFSCA (Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual) recomienda
que los prestadores de servicios “cuando difundan en sus noticieros y flashes informativos noticias sobre
violencia de género” inserten un zócalo o lean, en el caso de las radios, la leyenda: “si sos víctima o conocés a
alguien que sufra violencia de género llamá al 144 las 24 horas”. Ver: http://afsca.gob.ar/2013/10/afsca-
promueve-la-difusion-de-la-linea-gratuita-144/#.VZq1HtJWySo

13
discurso periodístico, a pesar de que haya habido un movimiento favorable desde 2005
hasta la fecha a favor de una mayor visibilización de la ideología de género.
Por otra parte, si bien los medios de comunicación hegemónicos “ejercen la libertad de
la crítica para preservar al poder de sus propias debilidades y no para subvertir estructuras
consagradas y mucho menos las que regulan las relaciones de género” (Chejter, 1995: 17),
sería oportuno perseguir un cambio al respecto. Y, desde ya, será conveniente recordar a los
y las periodistas, a los editores y las editoras de los medios de comunicación de la
Argentina la importancia de algo que está en la base de la profesión: el proceso de chequeo
de fuentes, la búsqueda de veracidad de la información y la ética en beneficio de brindar
información de interés social y pública (cf. Poirier, 2011). En este sentido, quiero incluir en
esta ponencia una suerte de derecho a réplica, dirigida a los medios de comunicación cuyos
enunciados he analizado respecto del caso de María Elena Gómez: 1) mi madre fue víctima
de un femicidio, no de un “drama pasional”; 2) fue apuñalada en el tórax, no en la “vagina”;
3) su femicidio no fue envuelto en torno de ningún “misterio”, fue el corolario de una típica
conducta exacerbada de violencia de género en la que el hombre se cree dueño de la mujer
con la que mantiene una relación de pareja generalmente, como era el caso (esto suele
conocerse como femicidio íntimo).
Cuando en los diarios se publica información tan poco veraz como que a mi madre la
apuñalaron en la vagina, o se alude a escenas del film Atracción Fatal (Crónica), ¿dónde
queda mi derecho a réplica? ¿Y el respeto por la víctima? Una vez que ha sido asesinada,
aquélla pasa a ser valor de cambio en el mercado de las noticias amarillistas. “Crimen”,
“misterio”, “drama pasional” se convierten en significantes (cf. Laclau, 1996) que los y las
periodistas de multimedios como Crónica, Clarín o Infobae cargan de un sentido que
solamente resuena en el sentido común de una sociedad acostumbrada a ver sangre, sin que
medie reflexión alguna acerca de los contextos sociales en que dicha sangre ha sido
derramada. En el caso de Agustina Salinas, he observado que dicha búsqueda de
amarillismo aún persiste en los enunciados analizados, tal como se observa en la
construcción de la noticia como un “misterio” (Infobae, La mañana Neuquén) y en la
ausencia de toda perspectiva de género a partir del uso de sintagmas como “crimen con

14
connotaciones pasionales” o de la alusión al “estado de excitación” en que se encontraba
supuestamente el femicida. Aquí se observa nuevamente el cruce entre los discursos
jurídicos y periodísticos que señalaba en 2005 respecto del caso de María Elena Gómez: el
“crimen pasional” aún no ha sido echado por tierra, a pesar de que –por ejemplo– la
periodista Luciana Peker de Página 12 me haya permitido poner en cuestión dichos
discursos después de diez años, en una nota titulada por ella: “Diez años después, el
femicidio de Miss Mariela ya no es un drama pasional”15.
Afortunadamente, desde 2005 hasta el momento (2015) distintos actores sociales han
luchado por visibilizar la problemática de la violencia de género, y cada vez leemos menos
titulares que contengan el sintagma “drama pasional” para referirse a femicidios. Sin
embargo, tal como lo ha demostrado este breve análisis discursivo, parecería que lo que en
2005 se localizaba en los titulares en 2015 persiste en los cuerpos de las notas, con la
recurrencia de temas como “drama”, “pasión”, “misterio” y “sangre”. Hoy se podría
concluir que es necesario erradicar las prácticas y discursos de los y las periodistas que
siguen jugando a ser una suerte de Edgar Alan Poes de las noticias “policiales” vinculadas a
femicidios. En este sentido, el hecho de que la noticia sobre el caso de Agustina Salinas
haya sido incluida en cinco de un total de ocho enunciados en la sección “policiales” de los
diarios resulta bastante representativo del cambio que es necesario perseguir para eliminar
definitivamente la violencia de género del discurso periodístico, y evitar así que esta
ideología de género continúe reproduciéndose.

BIBLIOGRAFÍA
Althusser, L. (1988). Ideología y aparatos ideológicos de Estado. Buenos Aires: Nueva
Visión.
Cisneros, S. (2005). El femicidio íntimo. En S. Chejter (Ed.), Femicidios e impunidad.
Buenos Aires: Centro de Encuentros Cultura y Mujer.
15
La periodista Luciana Peker me convocó, como hija de una víctima y realizadora del documental
Femicidio. Un caso, múltiples luchas sobre el femicidio de mi madre, a escribir una columna al respecto luego
de la convocatoria #NiUnaMenos: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-9793-2015-06-
12.html

15
Contursi, M. E. (2006). Teoría de la enunciación: deícticos, apelativos y subjetivemas.
Manuscrito no publicado, Universidad de Buenos Aires, Argentina.
Contini, V. E. (2013). Femicidio: una forma de extrema violencia contra la mujer [on line].
Disponible en: http://www.infojus.gob.ar/doctrina/dacf130232-contini-
femicidio_una_forma_extrema.htm?2
Chejter, Silvia. (1995). El discurso periodístico de la violación. Travesías. 4.
Chejter, S. y Rodríguez, M. V. (2014). Homicidios conyugales y de otras parejas. La
decisión judicial y el sexismo. Buenos Aires: Editores del Puerto.
De Lauretis, Teresa. (1996). La tecnología del género. Mora. 2.
Filinich, M. I. (1998). Enunciación. Buenos Aires: Eudeba.
Foucault, M. (1970). La arqueología del saber. México: Siglo XXI.
Laclau, E. (1996). ¿Por qué los significantes vacíos son importantes para la política? En
Emancipación y diferencia. Buenos Aires: Ariel.
Poirier, J. M. (Ed.). (2011). Javier Darío Restrepo, periodismo y pasión: interrogantes
sobre el ejercicio y la ética profesional. Buenos Aires: La Crujía.
Volóshinov, V. N. (2009). El Marxismo y la filosofía del lenguaje. Buenos Aires: Ediciones
Godot.
Zizek, S. (1994). El espectro de la ideología. En Ideología. Un Mapa De La Cuestión.
Buenos Aires: FCE.

Corpus de análisis
Acuchilló a su pareja e intentó suicidarse (2005, julio 20). La Nación. Disponible en:
http://www.infobae.com/2005/07/20/198117-misterioso-crimen-pasional-pleno-puerto-
madero
Asesinó a una mujer a puñaladas y con la misma arma intentó suicidarse (2005, julio 20).
Clarín.
Discusión, puñaladas y muerte en Puerto Madero (2015, abril 10). Crónica. Disponible en:
http://www.cronica.com.ar/article/details/29892/discusion-punaladas-y-muerte-en-puerto-
madero

16
Drama en Puerto Madero: mató a puñaladas a su novia en un bar y fue abatido por la
Prefectura (2015, abril 10). Infobae. Disponible en:
http://www.infobae.com/2015/04/10/1721330-drama-puerto-madero-mato-punaladas-su-
novia-un-bar-y-fue-abatido-la-prefectura
Drama pasional (2005, julio 20). El día. Disponible en:
http://www.eldia.com.ar/ediciones/20050721/policiales13.asp
Drama pasional: asesino se recupera (2005, julio 21). Crónica.
Drama pasional en Puerto Madero (2005, julio 20). La mañana de Neuquén. Disponible en:
http://w1.lmneuquen.com.ar/05-07-21/n_policiales10.asp
La joven asesinada por su novio acababa de recibirse de pediatra (2015, abril 11). Clarín.
Mató a su mujer a puñaladas (2005, julio 20). La razón. Disponible en:
http://edant.larazon.com.ar/diario_lr/2005/07/20/2-1017748.htm
Mató a su novia y fue abatido por Prefectura Naval (2015, abril 10). La mañana Neuquén.
Disponible en: http://www.lmneuquen.com.ar/noticias/2015/4/10/mato-a-su-novia-y-fue-
abatido-por-prefectura-naval_251852
Misterioso crimen pasional en pleno Puerto Madero (2005, julio 20). Infobae. Disponible
en: http://www.infobae.com/2005/07/20/198117-misterioso-crimen-pasional-pleno-puerto-
madero
Murió el joven que asesinó a su novia en Puerto Madero (2015, abril 10). La Razón.
Disponible en: http://www.larazon.com.ar/policia/Murio-joven-asesino-Puerto-
Madero_0_668400148.html
Murió el joven que mató a cuchilladas a su novia en Puerto Madero (2015, abril 11). El día.
http://www.eldia.com/policiales/murio-el-joven-que-mato-a-cuchilladas-a-su-novia-en-
puerto-madero-48678
Sangriento drama pasional en el coqueto Puerto Madero (2005, julio 20). Crónica.
Sigue internado el hombre que apuñaló mujer (2005, julio 20). El independiente.
Disponible en:
http://www.elindependiente.com.ar/papel/hoy/archivo_2005/noticias_v.asp?59053

17
Una tarde de sangre en Puerto Madero (2015, abril 11). Página 12. Disponible en:
http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-270258-2015-04-11.html
Un joven apuñaló a su novia de 25 años en Puerto Madero (2015, abril 10). La Nación.
Disponible en: http://www.lanacion.com.ar/1783242-un-joven-apunalo-a-su-novia-de-25-
anos-en-puerto-madero

18

Anda mungkin juga menyukai