Los lisosomas son vesículas características de las células animales que tienen como
función el transporte de las proteínas enviadas por el aparato de Golgi y la
digestión o descomposición de moléculas.
Las proteínas que son enviadas a los lisosomas son etiquetadas por el retículo
endoplasmático con secuencias de aminoácidos hidrofóbicos llamados péptido señal.
Los lisosomas forman parte de la célula animal, siendo las vacuolas las que ejercen las
funciones de los lisosomas en las células vegetales.
Tipos de lisosomas
Los diferentes lisosomas surgen por el tipo de enzima digestiva que contienen y estas
son determinadas por el tipo de célula en que se encuentran.
Otras enzimas presentes en los lisosomas y las moléculas que degradan son, por
ejemplo:
Proteasas: proteínas
Nucleasas: ácidos nucleicos
Glucosidasas y lisozima (glúcidos)
Lipasas y fosfolipasas: lípidos
Lisosomas y peroxisomas
Los peroxisomas se diferencian de los lisosomas por no pertenecer al sistema
endomembranoso, o sea, que no recibe proteínas enviadas por el aparato de Golgi.
Los peroxisomas son organelos descomponedores, sus enzimas contribuyen al proceso
de oxidación para la obtención de peróxido de hidrógeno (H 2O2) y eliminan la toxicidad
de algunas sustancias.
Los peroxisomas que se encuentran en las células hepáticas, por ejemplo, son las
encargadas de disminuir la toxicidad del alcohol en el cuerpo.
Lisosomas y ribosomas
La relación entre los lisosomas y los ribosomas empieza desde la síntesis de proteínas
en las células. Los ribosomas se encargan de esta función, denominada también como
traducción.
La traducción que los ribosomas hacen de los aminoácidos sirven para determinar el
destino de las proteínas. Los ribosomas traducen específicamente la secuencia de
aminoácidos que lleva el ARN mensajero en el citosol.
Del aparato de Golgi, las proteínas serán procesadas novamente para ser enviadas en
vesículas hacia: los lisosomas, el exterior de la célula por secreción, la membrana
plasmática u otras partes del sistema endomembranoso.