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El comportamiento del cristiano frente a una sociedad sin moral

Flp 2:12-18 Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no
como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia,
ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que en
vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad. Haced
todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis irreprensibles y
sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y
perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo;
asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloria rme
de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado. Y aunque sea
derramado en libación sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me gozo y
regocijo con todos vosotros. Y asimismo gozaos y regocijaos también vosotros
conmigo.

El humanismo
El humanismo es un movimiento intelectual, filosófico y religioso del
renacimiento que tuvo su origen en Italia entre los siglos XIV y XV. Este
movimiento es antropocéntrico, que enseña que el hombre es la medida de
todas las cosas, para que todo sea ejecutado y constituido a su albedrío, y sin
tener que justificar sus acciones ante un ser superior, como ocurría en la edad
media. En otras palabras:
Todo parte del ser humano y apunta hacia el ser humano, teniendo todo lo
demás (incluyendo a Dios) como su instrumento.

Cristianismo. Es la forma de vida donde Cristo es la medida de todas las cosas.


Es decir que todo se mide en base a Cristo, si es bueno para Cristo, entonces
es bueno. Si es contrario al propósito de Cristo, entonces es malo, de hecho es
pecado.
Es necesario aclarar que es el “Cristo según la Biblia” pues el término “Cristo”
fuera de la Biblia, puede significar cualquier cosa, hasta los esotéricos lo
utilizan de acuerdo a su pensamiento.
Contrario a lo que enseña el humanismo: Todo lo que es de Dios, parte de Dios
y apunta a Dios, teniendo todo lo demás (incluyendo al ser humano) como su
instrumento.
Así es como Romanos 11:36 lo expresa: Porque de él, y por él, y para él, son
todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.
A mediados del siglo XIX, filósofos alemanes comenzaron a enseñar de que se
había entrado a la era post-cristiana, que el cristianismo había dejado de ser
válido, ni tiene valores para la sociedad actual. Necesariamente se tiene que
avanzar hacia una nueva era, donde el cristianismo queda en el recuerdo y
cuyo valor se le da conforme a lo que representó en la civilización pasada. Los
principios cristianos están obsoletos.
Esta doctrina dio paso a lo que se llama hoy, "nueva era" cuyos principios se
basan en decir "ustedes son como Dios" o sea, todo lo que ustedes quieran
realizar, lo harán. El mismo argumento que Satanás uso con Eva.
Esta filosofía está causando daños gravísimos en la sociedad actual, porque se
basa en principios relativos y no en absolutos, es decir son cambiantes.
La misma ONU propuso y puso en práctica la llamada "tolerancia", que en su
concepto actual es:
La tolerancia es un valor moral que implica el respeto íntegro hacia el otro,
hacia sus ideas, prácticas o creencias, independientemente de que choquen o
sean diferentes de las nuestras.
Ser tolerante es dar apoyo a la acción del hombre, por eso es que esta filosofía
tan perniciosa (=que causa mucho daño o es muy perjudicial) y confusa dice
que:
La obra y el hombre son inseparables y por tanto, ir contra la obra es ir contra
el hombre y ya no se puede decir que somos intolerantes cuando se dice que lo
que la otra persona propone sea incorrecto.
Con esto nos vamos al otro extremo que es algo mucho más grave: la
intransigencia, que es:
La actitud de la persona que no acepta los comportamientos, opiniones o ideas
distintas de las propias o no transige o llega a un acuerdo con ellos.
De aquí, al delito de ir contra la sociedad, hay un solo paso.
Ejemplo de pastor noruego acusado de ser homófobo
La pregunta es:
¿que vamos a hacer nosotros como cristianos, frente a una sociedad como esta?
A nosotros no nos debe importar lo que diga el humanismo ni las leyes digan,
nuestra vinculación es con Cristo y con su Palabra. Y si la Biblia nos dice que
esto es así, no podemos decir lo contrario, aunque seamos procesados.
No debemos pensar que como esto pasa en el viejo continente, esta filosofía no
nos va a llegar.
La Biblia nos advierte y enseña que en los postreros días la religión reinante
en el final de la humanidad será el antropocentrismo absoluto dentro de
humanismo.
Sabemos cual es el plan de Satanás: sentar a un hombre en el trono de Dios
(humanismo)
En el libro de Apocalipsis, Juan escribe que una de las características de ese
sistema es el 666 o sea el superlativo hebreo de 6 que es el número del hombre,
o sea hombre, hombre, hombre; en contra posición de santo, santo, santo.
La Biblia y el humanismo son absolutamente incompatibles y el conflicto es
inevitable.
Somos libres, pero eso no significa que podamos hacer lo que nos da la gana.
La libertad no es hacer lo que quiero sino lo que debo.
El gran concepto de libertad según la Biblia es este:
Flp 2:5-8 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo
Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como
cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo,
hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se
humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
La plena libertad consiste en que pudiendo permanecer en su eterna condición
de vida, tomo libremente la decisión de hacerse hombre para venir al encuentro
del hombre y realizar nuestra redención.
El humanismo propone el hacer lo que queramos, la Biblia habla de
santificación que es hacer lo que se debe.
La santidad no es una opción de vida, santidad es condición de vida.
No somos santos porque debemos ser santos, somos santos porque Cristo es
santo.
Y a medida de que Cristo se hace vida en nuestra vida, la santidad de Cristo se
nos va comunicando.
El verdadero cristiano es santo o no es cristiano. Y practica la santidad en todos
los aspectos de su vida, porque está vinculado con Cristo.

La santificación.
De acuerdo al versículo 12, los cristianos experimentamos un cambio de
condición cuando nos convertimos: "Por tanto, amados míos, como siempre
habéis obedecido"
El nuevo nacimiento se da en el creyente por una obediencia.
Con el hombre natural, la que no tiene a Cristo en su vida, no puede practicar
la obediencia como Dios lo demanda, por una razón: su propia condición
natural.

Efe 2:1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos
y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de
este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora
opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros
vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad
de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo
mismo que los demás.
Cuando Dios llama a una persona para salvación, la capacita para la obediencia.
1Pe 1:2 elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del
Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y
paz os sean multiplicadas.

En el texto griego, la palabra obedecer, no está como verbo sino como


sustantivo, es decir para obediencia.
El sustantivo marca una acción contínua y repetitiva, es decir, el nacido de
nuevo no esta llamado a obedecer, sino que está llamado a vivir contínuamente
en obediencia porque ahora sí tiene la capacidad, que es contraria al de las
personas no regeneradas, para obedecer la voluntad de Dios.
La transforación de la gracia de Dios cambia a los hijos de desobediencia a
hijos de obediencia.
1Pe 1:14 como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais
estando en vuestra ignorancia;
Todo creyente no es distinto o diferente al mundo; es contrario al mundo,
porque el mundo tiene una naturaleza y el creyente otra, por lo tanto el creyente
es incompatible con el mundo. Ejemplos
La salvación demanda un cambio de vida
1Pe 1:15 sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos
en toda vuestra manera de vivir;
1Pe 1:16 porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.
La santificación no se produce por esfuerzo del creyente. Solo es posible por
identificación con Cristo.
No se puede alcanzar ninguna posición de santidad ni de santificación que no
sea por vinculación con Cristo porque
Flp_1:21a Porque para mí el vivir es Cristo
Y este cambio se produce solo por el poderoso efecto de la cruz de Cristo. Y
en esa cruz mi yo queda crucificado y el tu de Cristo es colocado en mi vida.
Por eso Pablo dice en:
Gál_2:20a Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive
Cristo en mí;
Como Él es santo, yo necesariamente tengo que ser santo.
El cristiano es hijo de obediencia. Y la obediencia es algo contínuo.
Jua 14:23-24 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará;
y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él. El que no
me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino
del Padre que me envió.
Nadie puede obedecer y amar a Cristo en la intensidad que Dios quiere que se
obedezca y se le ame, ni decirle Señor si no tiene el amor del Padre derramado
en sus corazones por medio del Espíritu Santo que mora en él.
Los mandamientos de Cristo, algunos son de obediencia inmediata y
permanente. Por ejemplo
Jua 13:34-35 Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como
yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos
que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.
¿Cuándo? siempre, permanentemente.
En el momento en que dejo de vivir a Cristo, dejo de amar. Por esto para poder
llevar adelante la santificación en obediencia, necesariamente tenemos que
vivir a Cristo, que es que nos capacita por el poder de su espíritu.
El creyente comienza a obedecer si quiere ser salvo. La salvacion no es
solamente una decisión personal de entrega, es un acto de obediencia sublime.
La invitación del evangelio, no es una oferta o un ruego que Dios hace, porque
el Dios de la Biblia no ruega, el ordena.
La invitación del evangelio es un mandamiento que Dios establece:
Mat 11:28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré
descansar.
Hch 17:30 Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta
ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se
arrepientan;
Cuando se rechaza la invitación del evangelio, no se rechaza una invi tación,
se quebranta un mandamiento.
Rom 10:16 Mas no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor,
¿quién ha creído a nuestro anuncio?
2Ts 1:7-9 y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros,
cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder,
en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni
obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena
de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su
poder,
1Pe 4:17 Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si
primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen
al evangelio de Dios?
¿Con qué se cree? Con el cerebro? No
El evangelio se cree con el corazón
Lo que se rinde a Cristo no es el intelecto.
Las personas pueden estar convencidas que son pecadoras, pero eso no salva.
Lo que salva no es saberse pecador, sino sentirse pecador. Solo cuando la luz
de Dios brilla en el interior del corazón de la persona y la cruz resplandece de
una forma especial y el Espíritu Santo nos hace sentir nuestra miseria,
clamamos a Dios por salvación. Mientras tanto, no.
Rom 6:17-18 Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado,
habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis
entregados; y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.
La vida cristiana es una vida de obediencia continua.
Como dijo Pablo en:
Flp 2:12-18 Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no
como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia,
La santificación solo es posible cuando hay obediencia.
La salvación comprende 3 momentos:
1. En el pasado la Justificación, cuando el creyente es liberado de la culpa del
pecado, lo que nos hace mirar al cielo librados de la ira de Dios, ya que
Cristo la llevó por eso es que:
Rom 8:1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en
Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al
Espíritu.
2. En el presente, se vive la salvación y en cuya experiencia el creyente es
liberado del poder del pecado mediante el poder del Espíritu Santo.
3. En el futuro, la glorificación cuando en su momento, seremos retirados
para siempre de la presencia del pecado y viviremos en santidad absoluta
debido a la obediencia absoluta a Dios.
Efe 5:25-7 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la
iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola
purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a
sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa
semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
Jud 1:24 Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros
sin mancha delante de su gloria con gran alegría,

12-05-2019
La semana pasada aprendimos que:
La vida cristiana es una vida de obediencia continua.
La santificación solo es posible cuando hay obediencia.
Por lo tanto, ¿Qué es la santificación?
Es la consecuencia esencial de la salvación.
Santificar = poner aparte
Santo = puesto aparte
Jesús lo dijo de esta manera:
Jua 17:16 No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
Col 1:13-14 el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado
al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el
perdón de pecados.
La santificación, delante de Dios, es una experiencia consumada así como es
la justificación.
Un cristiano que peca no está practicando la santificación, pero como Dios nos
ha declarado santos y justos en Cristo, en razón de esto, nos ve aceptos en el
amado.
Mat 3:17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en
quien tengo complacencia.
La complacencia de Dios en nuestra miseria consiste en nuestra privilegiada
posición: estamos en el Hijo.
Todos los que están en el Hijo son tratados de la misma manera por el Padre.
¿Cómo podemos vivir esa santificación?
La respuesta está en:
Flp 1:21 Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia
Indudablemente la Biblia nos exige que nos separemos del pecado.
1Pe 4:3-5 Por mucho tiempo ustedes vivieron haciendo lo mismo que hacen
los que no creen en Dios. Tenían vicios y malos deseos, se emborrachaban,
participaban en fiestas escandalosas y, lo más terrible de todo, adoraban
ídolos. Pero como ustedes ya no se juntan con ellos, ahora ellos hablan mal
de ustedes. ¡Pero ya tendrán que darle cuentas a Dios, el Juez que está
preparado para juzgar a los vivos y a los muertos! BLS
La palabra que es traducida como “ultrajan” en la RV60 es la palabra
blasfeméo G987; que significa: vilipendiar; específicamente hablar
impíamente: hablar mal, injuriar, blasfemador, blasfemar, calumnia,
calumniar, decir mal, difamar.
Nuestra forma de vivir como cristiano escandaliza a los impíos no porque sea
diferente, sino completamente contraria a la del mundo.
Cristo dijo que es la luz del mundo y nosotros debemos serlo también, porque
la luz hace ver a los que viven en tinieblas, sucios de pecado.
Cuando la luz de Cristo no se manifiesta en la vida de cada creyente,
automáticamente cae en una religiosidad, estableciendo un sistema para
aparentar algo que no es, con manifestaciones externas que a Dios le repugna.
Así les paso a los fariseos en la época de NSJ:
Mat_23:25 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo
de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de
injusticia.
Mat 23:27 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois
semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran
hermosos, más por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda
inmundicia.
La única vida cristiana posible es vivir a Cristo en el poder del Espíritu Santo.
De aquí que la santificación no es el resultado del esfuerzo del cristiano, por
eso es que Pablo dice:
Flp 2:13 porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el
hacer, por su buena voluntad.
Este tal vez sea el texto que más produce gozo en el N. T. porque al vivir Cristo
en mí, el Espíritu Santo de Dios produce en el interior de mi vida el poder para
llevar una vida santa, y me conduce en un querer y en un accionar en ese
sentido.
La angustia del cristianismo en estos días, se debe a que hemos cambiado la
“comunión con Cristo” por la “religión de Cristo”.
¿Hemos entendido lo que realmente es la santificación?
La santificación no es de forma, sino de fondo. No es cuestión externa, sino
interna.
Luc 6:45 El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el
hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la
abundancia del corazón habla la boca.
Las consecuencias de la santificación
Pablo lo dice en el versículo siguiente:
Flp 2:14 Haced todo sin murmuraciones y contiendas,
La PDT lo dice más correctamente: Hagan todo sin quejarse y sin discutir.
No hay ninguna promesa de bendición para el que se queja, sino para el que
llora.
Mat 5:4 Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación
Por lo tanto, la vida de santificación es una vida sin quejas y sin contiendas,
discusiones y conflictos entre hermanos.
Porque el que ha sido separado verdaderamente del mundo no vive haciendo
obras de la carne.
El que vive sin quejarse y sin discutir es irreprensible y nadie puede señalarlo
con un dedo. Y no serlo delante de un grupo que nos apoya sino delante de
Dios que nos ve.
Flp 2:15 para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha
en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual
resplandecéis como luminares en el mundo;

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