C. C.# 29.973.204
Administración de Empresas
Competencias Comunicativas
Santiago de Cali
Septiembre 24 2016
ACTIVIDAD INDIVIDUAL DISCURSO NARRATIVO
PRIMER PARTE:
presentan tres fragmentos relacionado con la temática escogida, pero cada uno con
http://www.semana.com/nacion/articulo/jose-edgar-duque-condenado-por-diagnostico-
errado-de-cancer-de-seno/482624.
“El drama de una mujer que perdió el seno por un cáncer que no tenía”
Un infortunado diagnóstico de cáncer de mama hizo que una mujer perdiera su seno
derecho en una clínica de Cali (Valle) en el 2007. Hoy, nueve años después de lo ocurrido,
erróneo concepto. Con ponencia de José Luis Barceló, ese alto tribunal ratificó los 10
meses de prisión y 4.700 millones de pesos que le impuso como sanción el Tribunal
Superior de la capital de Valle a José Édgar Duque Echeverry, al declararlo responsable del
sintió que su salud estaba llegando a un límite que ponía en riesgo su vida. El concepto de
tipo tubular. Tras esa supuesta certeza, el oncólogo tratante concluyó que se trataba de un
cáncer invasivo y que, por lo tanto, la única alternativa para evitar que esta mujer pusiera su
retiraron la totalidad de su tejido mamario del lado derecho, lo que en ese momento, si bien
podía ser un golpe a la autoestima de la paciente, era un seguro de vida para evitar que el
Pero lo que vino más delante fue más frustrante y doloroso aún. Los análisis científicos
evidenciaron que esa masa extraña que había invadido el seno de esta mujer no ponía en
riesgo su sobrevivencia, pues en realidad era una adenosis esclerosante, un tipo de cuerpo
benigno, no maligno.
difícil convencer a la justicia de que la paciente había sido víctima de la negligencia de sus
médicos tratantes y, por eso, un juez de Cali, previa acusación de la Fiscalía, condenó al
médico patólogo por no haber tomado las precauciones suficientes que le permitieran emitir
En segunda instancia el Tribunal Superior de esa capital elevó de seis a 10 meses la pena de
prisión contra el médico, que además quedó suspendido en el ejercicio de su profesión por
dos años y se vio en la obligación de cancelar una sanción pecuniaria que superaba los
calificado como maligno era casi idéntico al tumor benigno que finalmente le extirparon.
Pero no consiguió su cometido. Para la Sala Penal del alto tribunal, si bien es cierto que
ambos tipos de tumor son fácilmente confundibles, el patólogo no agotó todos los
procedimientos que ha debido adelantar para identificar con claridad qué estaba aquejando
que es probable que aun después de efectuada esta confrontación el resultado hubiera sido
el mismo.
Dado que el galeno omitió tomar esta previsión, la Sala Penal ratificó su responsabilidad
por haber expuesto de esa manera a la paciente, en detrimento de su salud emocional, dada
la incidencia que un hecho como este puede traer para la autoestima de una mujer
http://www.publimetro.co/cali/la-guerra-que-libra-una-calena-contra-los-tentaculos-
mortales-del-cancer-de-seno/lmkojo!XBBrEOogzSWtI/
Esta es la historia de Martha Lucía García, una enfermera caleña de 56 años que pese a
haber vencido el cáncer en dos ocasiones, sigue luchando contra la mortal enfermedad.
Testimonio de esperanza. Cada diez minutos, en algún lugar del mundo, una mujer muere a
causa del cáncer de seno. Pero mientras esto ocurre, también en cualquier lugar de la
geografía internacional, hay otras diez guerreras que luchan contra la enfermedad, en una
Martha Lucía García es una de esas guerreras. A sus 56 años, ya le ha ganado dos batallas al
Ella, quien pese la dura situación que vive desde el 2012 sonríe y mantiene la esperanza, es
una de las 3.014 mujeres a las que les diagnostican cáncer de seno cada año en el Valle del
Cauca.
Publimetro dialogó con ella y trae el testimonio de coraje de Martha Lucía, una de los miles
de caleñas que día a día luchan contra el cáncer de seno y sus tentáculos mortales.
Corría mayo del 2012. Yo me encontraba laborando. Soy enfermera profesional y estaba
el seno izquierdo y a los días vi que el pezón se había hundido. Consulté rápidamente a mi
ginecólogo, quien me hizo un ‘back-up’, sacó una muestra con una aguja. La muestra salió
negativa. Debido a mi formación, yo ya sabía qué tenía. Al día siguiente seguí con mucho
dolor, entonces me realizaron una biopsia y a los ocho días los resultados salieron positivos:
remitida a la Fundación Valle del Lili donde se me realizaría la cirugía con la doctora
Currea, cirujana oncóloga. A los cinco, seis días, me valoró y me programó rápidamente.
donde la doctora Marcella Vallejo, que es una persona muy humana y siempre ha estado
pendiente de mí. Con ella inicié el tratamiento, en junio del 2012. Inicialmente me hizo
ciclos de quimioterapia. Son muy duros, dan vómitos, náuseas, decaimiento, te tumba el
no esperé e inmediatamente me hice los exámenes. Ahí me salió que tenía metástasis en
donde la doctora Currea, y le pedí que me hiciera la mastectomía del lado derecho, pues yo
positiva, tenía la cadera con metástasis. Entonces en marzo del 2014, me realizan
reemplazo total de cadera. Usted no se imagina lo doloroso que es. Es una cirugía
completamente dolorosa, incluso más que las mastectomías. Es muy difícil porque quedas
discapacitado por mucho tiempo, mientras te recuperas, y todo el mundo te tiene que
Después del reemplazo de cadera, volví a iniciar la quimio. La doctora me dijo que tenía
que seguir luchando. Entonces, cada 21 días, desde junio del 2014, hago las quimioterapias.
Todo iba bien, cada seis meses me ordenaban escenografías de tórax y de abdomen. Pero
hace dos meses comencé con una tos muy extraña, acompañada de decaimiento y debilidad.
Hace 15 días que fui a donde la doctora, me ordenó los exámenes y la semana pasada
recogí los resultados: ¡oh, sorpresa! Tengo metástasis en pulmón. La doctora me vio el
jueves pasado y me dijo que tenía que reiniciar quimioterapia, una más fuerte. Que se me
iba a caer de nuevo el pelo, pero hay que seguir luchando. La enfermedad ya está haciendo
resistencia a los medicamentos. Estoy esperando las órdenes de las EPS para comenzar con
la quimio de nuevo.
Claudia Marcela me acompañó ese día a la cita y preguntó que por qué pese a que yo estaba
recibiendo quimioterapia la enfermedad aparecía en otro lado. La doctora nos explicó que
el cáncer se vuelve como algo crónico. Si está muy avanzado, te genera compromiso
ganglional y se va regando. Ahora no sé por cuánto tiempo deba hacer el tratamiento para
salir de esto.
Hasta que me enfermé trabajaba como enfermera. No pude volver a laborar. Estoy haciendo
la gestión a ver si consigo la pensión por invalidez, hoy tuve cita con el médico laboral y en
que me enfermé ha estado muchísimo más pendiente de mí. En esa época, en 2012, estaba
dedicado de lleno a la finca, pero tuvo que dejar todo para estar conmigo. Mi hija se llama
Claudia Marcela, tiene 25 años, y trabajaba en una empresa de mercadeo digital, pero vio la
necesidad de renunciar para estar acá en la casa y colaborarme. Ha sido un gran apoyo para
mí.
¿Cómo ha cambiado su vida cotidiana, sus hábitos?, ¿qué debe hacer ahora que no
La realidad es que en mi caso quedé muy limitada. No puedo hacer fuerza con ninguna de
las dos manos porque llega un momento en que los brazos se me hinchan. Comienzan a
retener líquidos y me dan unos dolores impresionantes. De hecho, ya una vez me hicieron
manualidades. Pintura, paño lenci, punto-cruz. En estos últimos meses, como le cuento, he
estado muy decaída. Solo quiero estar acostada. Ya me tienen que ayudar a todo lo que se
uno y no me gusta esa sensación. Y bueno, ahora voy a asumir nuevamente ese reto, de
quedar sin cabello. Ya lo viví una vez, tengo que seguir para adelante. Pero es muy duro,
incluso en las salas de quimio de la Fundación Valle del Lili hay hombres que por su
diagnóstico les colocan quimio y se les cae el cabello, y para ellos también es muy duro.
cabello. Y duele, duele el cuero cabelludo, parece increíble, pero es doloroso. Tengo que
momento me aparecerá en otra parte. Pero bueno, estoy pegada a Dios, por encima de él no
hay nadie. Todos los días le pido que me de fortaleza y vivir cada día como el último. Esa
es la verdad.
(Martha Lucía comienza a toser. Una tos seca que hace demorar su respuesta algunos
segundos) He tenido mucho apoyo familiar. Eso me da muchas fuerzas. Soy católica y vivo
pegada de Dios. Cada vez que me levanto, le doy gracias a Dios porque es un día más de
vida que me está regalando. Pero me levanto con mucho desaliento. Entonces me digo a mí
¿Se han preparado para cuando llegue el día en que ocurra lo fatídico? ¿Han hablado el
tema?
No. El tema no se habla, la verdad. Hace ocho días que me diagnosticaron la metástasis en
pulmón fue muy duro para mí, recibir la noticia que tengo que volver a quimio de lleno y
que se me va a volver a caer el pelo. La primera vez que me dijeron que tenía cáncer, lo
primero que uno piensa es que se va a morir. Entonces saqué toda mi ropa y la regalé. Me
dije, “para qué esto, no tiene sentido”. Entonces le pedí a una amiga que se llevara toda la
ropa. Solo quedé con lo que tenía puesto. Después, el apoyo de todos me subió el ánimo.
Hace ocho días que me dieron el nuevo diagnóstico, a mi familia le dio duro, pero han sido
muy fuertes. Pero nunca hemos tocado el tema de qué pasaría si yo llegase a faltar.
¿Qué recomendaciones le haría usted a las mujeres que leen su historia? ¿Cómo poder
A todas las mujeres, yo les recomendaría que se hicieran el examen de mama regularmente
después de los 40 años. Y estar muy atentas cuando vean algún cambio en los senos; como
que la piel se les ponga como piel de naranja, estar atentas con inflamaciones, atentas si el
pezón se les hunde y estarse palpando los senos para identificar que no aparezcan
anomalías. Si algo de esto aparece, deben consultar rápidamente para evitar que la
enfermedad progrese.
Ficticia (Novela)
novela de periodista que habla sobre una de las enfermedades que más concentra la
http://www.kienyke.com/historias/el-cuaderno-de-isabel-carolina-vegas/
Por: Carolina Vegas julio 26, 2014
Isabel tiene 32 años. Es joven, bonita y tiene un puesto excelente como editora en un
periódico. Pero cuando se entera de que tiene cáncer de seno en estado avanzado, su vida,
“Isabel recicla. Se declara en contra de las corridas de toros y dona dinero a una ong que
rehabilita animales abandonados. Cree que es una buena persona. Es joven y bonita. No
puede estar enferma. Está convencida del buen estado de su salud. Por eso le fastidia
sentarse en una sala de espera rodeada de mujeres que no saben esconder el miedo que
Cada una tiene una dolencia diferente. Margarita lleva más de dos semanas esperando a
que le llegue la regla. El examen casero no le trajo calma: salió inconcluso. ¿O fue que no
lo supo leer? La angustia la hace jalarse las coyunturas de los dedos al punto de sentir tanto
dolor que cree que puede fracturarse. Angélica tiene calores. Desesperantes calores. Pero
aún confía en que el doctor Perdomo le diga que no son a causa de la edad sino por alguna
Marina mira con envidia a Catalina sentada en la silla de enfrente. No la conoce pero siente
celos de su avanzado embarazo. Marina sabe que nunca podrá parir; ser madre tal vez, pero
Isabel observa a todas las mujeres y hace una mueca de desespero. Toma su teléfono y le
marca a su secretaria.
—Clarita, cancéleme la cita con Andrés. No alcanzo a llegar ni por el carajo, el médico
tiene la sala llena. Y por favor dígale a María que me mande el artículo del museo a mi
Isabel cuelga antes de que Clarita le pueda responder. Se sienta y comienza a jugar con
espera y piensa que debería cambiar de médico, porque éste tiene muchas pacientes. Claro,
es el ginecólogo que ha recibido a los hijos de todas sus amigas y conocidas. Y sí, se lo
Paula cuando estaba en noveno y se escapó de la casa por la ventana, con morral y todo.
Media ciudad quedó alertada con su desaparición, que todos pensaron era un secuestro,
hasta que por fin dos días después se dignó llamar a sus papás para decirles que estaba en
El Peñón.
Y no fue capaz de esperar a encontrar un niño que en verdad le gustara mucho para darle
su “florecita”, como le decía la nana Ifigenia, y fue y se la dio a Diego, el nerdo del curso.
Sólo porque quería salir de eso. Dieguito no pudo creer en su suerte durante la fiesta de
cumpleaños de Andrea. Fue en el baño del cuarto de visitas. A toda prisa. En parte por la
angustia de que los encontraran y también porque él no pudo contener la emoción. “¡Me
comí a Isabel! La vieja que no le para bolas a ninguno de los manes pintas del colegio”. La
misma que había decidido ir sola a su primer Prom y no bailar con nadie. La que los callaba
a todos. “¡Isabel, marica!”, como le contaría a su mejor amigo el Mosca, que obviamente
nunca le creyó. Mucho menos cuando años más tarde Dieguito se convirtió en un muy
respetado matemático gay, que prefirió dejar muy enterrado en su pasado aquel quickie de
baño con el que descubrió que al final tal vez sí le gustaba más Carlos, el capitán del equipo
de básquet.
Pero le tocaba esperar. Esta vez la situación sí le generaba angustia. Antier se dio cuenta de
que tenía una bola en el seno izquierdo; una masa grande y sólida, algo que antes no había
sentido. Claro que llevaba meses sin que nadie le tocara los senos. Ni ella misma se los
tocaba. Su vida agitada ya no le daba tiempo de estar con nadie. Se bañaba rápido y no se
salía más temprano y aprovechaba para estar tranquila y pasar tiempo con su compañero de
camioneta. Buscaba algo de calor ante el horripilante frío que emanaba de la laguna. No
Cuando Isabel salió envuelta en una maxi ruana con un café con leche caliente a la puerta
de la casa para respirar algo del aire fresco y helado del campo, oyó los leves maullidos de
caminar siguiendo el sonido. No le costó mucho descubrir de dónde venía. Se quitó la ruana
para meterse debajo del carro a buscar al cachorro. Y pronto lo encontró acurrucado encima
Y así hablando casi en un susurro y muy despacio fue acercándose hasta que por fin pudo
agarrarlo con una mano y con la otra empujó su cuerpo para salir de ahí. Su madre estaba
parada en la puerta, mirando con asombro la taza de café y llamando a Isabel. La vio salir
de debajo de la camioneta, con un pequeño gato negro de patas blancas, criollo, flaco y
bastante feo.
—Te debería tomar una foto, hija. No sé cuál de los dos está más sucio y más despelucado,
tú o el gato.
A Isabel no le importó mucho lo que le dijo su madre. Solo quería entrar rápido a la casa,
calentar un poco de leche y buscar una cobija para el animalito. Primero lo revisó y
—Ya no estás solito. Ahora vas a estar conmigo siempre, mi caballero Lancelot.
María Lourdes, la madre de Isabel, miraba con asombro a su hija. Ese lado tierno era raro
en ella, y casi siempre lo reservaba para los seres de cuatro patas, nunca para los humanos.
Isabel se iba, él recorría la casa a su antojo, se echaba en cualquier parte, jugaba con su
rascador y perseguía sus peluches de ratón y sus pelotas por toda la casa. Apenas sentía que
Isabel llegaba a la puerta, se sentaba frente a la entrada para que ella lo alzara y le
la suciedad de la calle.
Ese lunes, como todos los lunes, le sirvió a Lancelot una comida especial de lata y se
preparó una ensalada. Después de comer abrió una botella de vino y se sentó en el sofá del
Virrey. Un apartamento de un piso con dos cuartos, uno que usaba como habitación y otro
como estudio. Decorado con colores vivos y cálidos. Tenía muebles de madera oscura y,
ante todo, espacios llenos de luz tenue, velas y libros. Pero el sofá del estudio era su
favorito. Muy acolchado, grande y forrado en una tela de color granate con grandes flores
blancas. Ahí se sentó con su copa de vino y con Lancelot al lado, ronroneando de felicidad
con los ojos entreabiertos. Así se disponía siempre para su cita semanal con su serie favorita
SEGUNDA PARTE.
seleccionado.
El cuento seleccionado fue: La mujer que llegaba a las seis, escrita por Gabriel García
Márquez, el cual narra la plática que tuvieron una mujer y un hombre en un restaurante. La
mujer que diariamente llegaba a las seis en punto al restaurante, se sentó en el mismo lugar,
pero la rutina de sus visitas fue rota, y aunque este día también había llegado a las seis, ella
insistió en que había llegado 15 minutos antes, para ocultar un posible asesinato. La mujer
como una flor. José le manifiesta a Reina sus celos e inconformidad al saber que ella
frecuenta varios hombres. Reina por su parte en medio de varias preguntas, le cuestiona a
José sobre el acto de matar a un hombre, e indaga sobre su posición y apoyo, si ella lo
hubiese hecho motivada por un posible abuso. Usa el afecto y el amor de “Pepillo”, como
una herramienta para hacer que él mienta para ella, utilizándolo como una coartada para un
crimen que la mujer pudo haber cometido. Insinúa su partida y abandono de sus labores
como prostituta, poniendo además al final en prueba su amor, al pedirle a José como último
favor, además de un rico bistec de despedida, asegurar que ella, el día de crimen, había
Textos compilados
Estrategia de comprensión lectora diligenciada
Resumen
Enlace de grabación
GRUPAL 13 Octubre
Elaboración de una revista con la recopilación de los resúmenes entregados por los integrantes del
grupo.
Entrega de una revista grupal, subida al entorno de evaluación y seguimiento.