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Antecedentes y evolución del derecho del trabajo en Argentina.

Etapas de su
desarrollo

Si bien la regulación de las relaciones laborales en la República Argentina es la


típica de la etapa del Constitucionalismo Social los antecedentes del derecho del
trabajo de nuestro país se remontan al dictado de las Leyes de Indias, las que se
hallaban inspiradas en un profundo sentido humanista y cristiano en beneficio y
para la protección de los indígenas americanos.

No obstante ello, hay que tener en cuenta que dicho cuerpo normativo fue
utilizado casi exclusivamente para convertir a los habitantes del nuevo
continente y someterlos a la obediencia y al ordenamiento jurídico de la Corona.
Así, las Leyes de Indias se vieron pronto desnaturalizadas y convertidas en un
instrumento de dominación por medio de la utilización de figuras de prestación
casi medievales, como la encomienda, la mita y el yanaconazgo.

Paulatinamente, las normas del Derecho de Indias fueron cediendo paso a los
ordenamientos autóctonos nacidos de la decisión de los virreyes de la región, de
la Revolución de Mayo y de la presión de los hacendados locales.

En efecto, virreyes emitieron algunas regulaciones para el trabajo humano en la


Colonia, al tomar algunas medidas de carácter coercitivo, como, por ejemplo, las
que tornaban obligatorias las prestaciones laborales en épocas de cosecha, de
todos los criollos desocupados y sin propiedad, bajo la pena, en caso de
incumplimiento, de incorporarlos al servicio de armas.

A partir de la Revolución de Mayo, las Leyes de Indias y las disposiciones


virreinales fueron cayendo en desuso, reemplazadas por bandos emanados de
las nuevas autoridades del Río de la Plata. Las nuevas regulaciones, en lo
sustancial no mejoraron ni el tratamiento de los indígenas ni las prestaciones
laborales de los criollos y sólo procuraron la obtención de mano de obra
abundante, barata y servil para las explotaciones rurales.

En 1853, con la consolidación política del país y la influencia de las corrientes


de pensamiento que en su conjunto conformaron la llamada “generación del 80",
fueron dotados de rango constitucional y normativo algunos de los principios y
de los institutos laborales.

La Constitución nacional de 1853 consagra el derecho al trabajo y a la industria,


propicia el desarrollo económico y social y fomenta la inmigración de todas las
personas de buena voluntad que quisieran venir a trabajar en territorio
argentino. Luego fueron sancionados los distintos Códigos en los que también se
consagraron principios e institutos laborales; por ejemplo, en el Código Civil fue
contemplada la locación de servicios y en el de Minería la tarea de los
trabajadores del sector.

En cuanto a la legislación del trabajo propiamente dicha, en la República


Argentina apareció con medidas netamente protectoras como la limitación de la
jornada de labor, la regulación del trabajo de las mujeres y los niños, la fijación
de los descansos semanales y la protección contra los accidentes del trabajo.
Luego le sucedieron las regulaciones del salario vital y de un sistema de
jubilaciones y pensiones.

La enumeración de las primeras leyes dictadas en materia laboral se puede


efectuar cronológica y sintéticamente:

— En 1904 fue enviado al Congreso nacional el primer proyecto de ley de trabajo


que se redactó en nuestro país, y cuyo autor fue Joaquín V. González.
— En 1905 fue sancionada la ley 4611, que fue la primera ley del trabajo, que
prohibió la labor los días domingo.
— En 1907 fue sancionada la ley 5291, regulatoria del trabajo de mujeres y
niños, modificada posteriormente por la ley 11317, de 1924.
— En 1914 fue dictada la ley 9511, que establecía la inembargabilidad de los
bienes del trabajador.
— En 1915 se dictó la primera ley regulatoria de los accidentes del trabajo (ley
9688); estuvo vigente hasta 1991; cabe destacar que esta ley resultó un modelo y
fue precursora en nuestro continente.
— En 1921 fue dictada la ley 11127, que regulaba las normas de seguridad
industrial, y en 1929, la ley 11544, que establecía la jornada laboral, aún vigente.
— En 1934 fue sancionada la ley 11729, que hasta 1973, fue la norma
regulatoria de las relaciones del trabajo.
Nuestro país fue uno de los primeros en contar con una oficina estatal,
especialmente dedicada a tratar y solucionar los problemas inherentes a las
relaciones laborales. Dicha oficina fue el Departamento Nacional del Trabajo,
creada en 1912.

A partir de 1940 comenzaron a surgir los primeros estatutos especiales,


destacándose, por ejemplo, el estatuto del bancario de 1940 y el de los
trabajadores a domicilio de 1941.

En 1943, luego de la revolución del 4 de junio, se inicia una nueva época en la


trasformación de la legislación y de las relaciones laborales en nuestro país. En
efecto, a partir de la implantación a nivel oficial de una concepción social, el
derecho del trabajo y la seguridad social comienzan a ser entendidos como los
elementos fundamentales para lograr el desarrollo y la justicia social.

Fundamentalmente, las nuevas autoridades se dedicaron al fortalecimiento de


los sindicatos, concebidos como factores inmejorables de trasformación social y
de dignificación de las condiciones laborales de los trabajadores. El propio
Estado no sólo propició su constitución, sino que, además, por medio de una
compleja legislación, logró su control y reguló su desarrollo.

Estos nuevos sindicatos, lejos de las primitivas asociaciones gremiales de los


anarquistas y los socialistas de los primeros tiempos, se alinearon junto a las
estructuras estatales y lograron importantes avances en materia de conquistas
sociales y convenios colectivos de trabajo.

Asimismo, se produjeron importantes cambios. El antiguo Departamento


Nacional del Trabajo fue sustituido por la Secretaría de Trabajo y Previsión,
antecedente inmediato del actual Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. En
1944 fueron creados los Tribunales del Trabajo destinados a solucionar los
conflictos entre empleadores y trabajadores.

Cabe destacar que fue precisamente la jurisprudencia de estos Tribunales la que


contribuyó tanto a la evolución como a la jerarquización del derecho del trabajo
en la República Argentina, sirviendo de fuente formal de derecho.

Hacia 1945, por el decreto 33302 fueron consagrados por vez primera los
conceptos de “estabilidad en el empleo”, de “vacaciones legales pagadas”, de
“salario mínimo y vital” y de “sueldo anual complementario” (como aguinaldo o
decimotercer salario mensual del año).

En 1949, el derecho del trabajo alcanza, de manera definitiva en la República


Argentina, su rango constitucional. En efecto, la Constitución de 1949 incorporó
los derechos al trabajo, a la retribución justa, a la capacitación del trabajador, a
las condiciones dignas de trabajo, al cuidado de la salud, al bienestar personal y
familiar del trabajador, a la seguridad social, al progreso económico y a la
agremiación.

Producido el golpe de Estado en el año 1955, quedó suprimida la Constitución


de 1949 y se reimplantó la Constitución de 1853; sin embargo, en 1957 fue
reformada e incorporado el art. 14 bis, que consagra los derechos del trabajador,
los derechos sindicales y los derechos provenientes de la Seguridad Social.

Con posterioridad a 1957 se dictaron distintas leyes dirigidas a regular aspectos


de las prestaciones laborales, de las asociaciones gremiales y de la seguridad
social.

La ley de mayor trascendencia, respecto al derecho individual del Trabajo, fue la


ley 20744 (1973), modificada por la ley 21297 (1976) (LCT), que, con diversas
reformas, continúa vigente y constituye el cuerpo normativo fundamental en la
materia. También resulta importante la ley 11544, de jornada de trabajo, y la ley
24557, de riesgos del trabajo, como asimismo los distintos estatutos
profesionales.

En cuanto al derecho colectivo de trabajo, cabe destacar que en 1953 fue


sancionada la ley 14250, de convenios colectivos de trabajo, vigente en la
actualidad con algunas modificaciones; el antecedente más importante de esta ley
fue el decreto-ley 23852 de 1945.

También cabe destacar las distintas leyes regulatorias de las asociaciones


profesionales: 20615, de 1973; 22105, de 1979; y 23551, de 1987, que rige
actualmente.

Finalmente, no se puede dejar de mencionar una serie de normas dictadas en


los últimos años que resultan trascendentes para la conformación del actual
derecho del trabajo de nuestro país. Se trata de la llamada ley de empleo de
1991 (ley 24013); la ley 24467, también llamada “ley de Pymes”, y la ley 24465,
de 1995, que establece formas más flexibles de contratación.

La ley 25013, sancionada el 2/9/98, introdujo modificaciones en la legislación


del trabajo vigente, que abarcan no solamente a la relación individual sino
también a la colectiva. La ley comenzó a regir el día 3 de octubre de 1998, ya
que fue publicada en el “B.O.” el 24/9/98, y resulta aplicable el art. 2 del Cód.
Civil, que dispone que si las leyes no designan tiempo para su vigencia —como
en este caso — serán obligatorias después de los 8 días siguientes al de su
publicación oficial.

En materia de Derecho Individual:

— Se modifica la regulación y naturaleza jurídica del contrato de aprendizaje


(art. 4, ley 24465)

— Se introducen cambios al régimen de pasantías cuya regulación dependerá


del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de la Nación (Dec. 340/92).

— Se derogan todas las modalidades de contratos promovidos (arts. 43, 47, 51 y


58 de la ley 24013).

— Se dispone una modificación en el régimen de solidaridad establecido en el


art. 30 de la L.C.T.

— Se modifica el art. 92 bis de la L.C.T., cambiándose aspectos de la regulación


de la figura del período de prueba.

— Se establece, para todos los trabajadores ingresados a partir de su vigencia


(3/10/98), un nuevo régimen de preaviso e indemnización por despido.

— Se presume la conducta temeraria y maliciosa del empleador en todos los


casos de falta de pago en término de la indemnización por despido incausado
(art. 275 de la L.C.T.).

— Se introduce la novedosa figura del despido discriminatorio por motivos de


sexo, raza y religión.

En materia de Negociación Colectiva:

— Se incorpora al art. 6 de la Ley 14250 una disposición sobre caducidad en el


término de 2 años de aquellos convenios colectivos celebrados con anterioridad
al 1 de enero de 1988.

— Se dispone la creación, en el ámbito del Ministerio de Trabajo y Seguridad


Social, de un Servicio de Mediación y Arbitraje en consulta con las entidades de
empleados más representativas y de la Confederación General del Trabajo.

— Se resuelve que las entidades sindicales de grado superior con personería


gremial serán las responsables de negociar el convenio colectivo de trabajo en
cualquiera de sus tipos.

— Se dispone que los convenios colectivos de grado superior tendrán la


disponibilidad colectiva para aplicar normas sobre jornadas de trabajo y
descanso.

— Se crea una Comisión de Seguimiento del Régimen de Contrato de Trabajo y de


las normas de las Convenciones Colectivas de Trabajo, integrada por
representantes del Gobierno nacional, de las organizaciones de empleados y de
trabajadores.

Flexibilización laboral

En la Argentina comienza con la sanción de la Ley Nacional de Empleo, LRT, y


Ley de PyMEs.

Se conforma por un conjunto de medios técnicos legales que tienen por objeto
adecuar el trabajo y las modalidades de prestación a las más modernas técnicas
de producción de bienes y servicios, de modo que los mismos se brinden con
mayor calidad y a un menor costo.

Diferentes aspectos:

1- precontractual: selección y capacitación previa


2- al inicio de la contratación: período de prueba/ reducción del
costo inicial
3- durante la contratación: polivalencia funcional; jornadas de
descanso flexibles
4- a la extinción del contrato de trabajo: reducción del costo y
trabas del despido

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