RESUMEN
ABSTRACT
The proposal of a method for definition and standardization of professional competence pre-
sented on this paper emphasizes two phases. The first of them consisted on the literary check,
which allowed the systematization of concepts and methods to arrive to the theorical-meth-
odological frame. The second phase involves three workshops to establish a methodology for
defining and standardizing professional competences through a proposal that includes an al-
gorithm work and a standardize card to be validated. The workshops took place in Academic
Development Center for Health with teachers passing a Superior Education in Health Sciences
master degree or a PhD degree and its research papers are related to professional competences.
A second workshop with the same purposes was taught at The Hygiene, Epidemiology and Mi-
crobiology Institute and a third one at The Lidia Doce Medical Sciences Filial (subsidiary) in the
Medical Sciences University at Villa Clara. Referring to functional areas, defined in the profiles, a
functional analysis was made and a function tree was presented. These areas correspond to the
competence areas, which are divided in competence units and competence elements. These
elements are deployed in components through a standardize card. The proposal was validated
in the three workshops. Competences determined through the proposed methodology may be
included in professional profiles of Health Sciences specialities and professional careers.
INTRODUCCIÓN
En las 2 últimas décadas, las instituciones de Educación Superior están empeñadas en producir
cambios en el diseño y desarrollo de los planes de estudio, así como en su evaluación. Se busca
un verdadero impacto en las prácticas educativas que redunde en la formación de un profesio-
nal más capaz, en correspondencia con las necesidades crecientes del desarrollo y las deman-
das de la población y de los directivos de las instituciones, lo cual es indudablemente un gran
reto (Díaz Barriga, F, 2005; Díaz Barriga, A, 2006).
2 MSc. Dra. Martha Ortiz García, DrC. Enrique Ivo Gómez Padrón, MSc. Dra. Estrella Cires Reyes
Los planes de estudio de las Ciencias de la Salud en nuestro país han demostrado ser útiles, aun-
que esta aseveración, incuestionable en la práctica, no ha estado refrendada por las necesarias
investigaciones a corto, mediano y largo plazo, que deben realizarse en cualquier implementa-
ción o cambio curricular.
Una de las tendencias, quizá debería decirse mejor propuestas, más actuales en torno al currícu-
lo, lo constituye la introducción de modelos educativos basados en competencias profesionales.
Para el abordaje de las competencias profesionales en el diseño, los procesos docentes y la eva-
luación, si no están definidas en el sector laboral, la institución docente debe determinarlas. El
presente trabajo después de abordar aspectos conceptuales en torno al término, propone una
metodología para la definición y normalización de competencias profesionales específicas, a
incluir en los perfiles profesionales del sector salud.
DESARROLLO
Material y método
Primera etapa: Se realizó la revisión de la literatura, lo que permitió evidenciar las generalidades
y tendencias en el desarrollo y evolución en la implementación de las competencias profesio-
nales en el campo laboral y su vínculo con la formación de capital humano.
Segunda etapa: Se realizaron 3 talleres con el objetivo de realizar la discusión en grupos y obte-
ner resultados consensuados de las propuestas de:
El hecho precisamente de contar con tantas definiciones, limita su aplicación en los diseños
curriculares y en el desarrollo del proceso docente educativo, así como la comprensión en los
docentes, que durante décadas han trabajo el enfoque de “Objetivos”. No es que este enfoque
no tenga ventajas, sino que la propuesta de utilizar las competencias profesionales, sin aban-
donar totalmente el enfoque de objetivos, pudiera romper con la rutina en que se han venido
desarrollando los procesos de enseñanza aprendizaje y que los currículos sean más pertinentes.
Una definición que abarca lo que engloba este término es la expresada por González Maura:
“Configuración psicológica compleja que integra en su estructura y funcionamiento formacio-
nes motivacionales, cognitivas y recursos personológicos, que se manifiestan en la calidad de
la actuación profesional del sujeto, y que garantizan un desempeño profesional responsable y
eficiente”, o la que señalan Nogueira y Rivero: “La posibilidad real que tiene el ser humano de in-
tegrar y movilizar sistemas de conocimientos, habilidades, hábitos, actitudes y valores para la so-
lución exitosa de aquellas actividades vinculadas a la satisfacción de sus necesidades cognitivas
y profesionales, demostradas en su desempeño al tomar decisiones y solucionar las situaciones
que se presentan en su esfera de trabajo” (González Maura, 2006; Nogueira Sotolongo, 2003).
Existen varios tipos de competencias profesionales, una de las más aceptadas son las que pro-
pone el CONOCER (Consejo de Normalización y Certificación de Competencia Laboral) de Méxi-
co que las clasifica en básicas, genéricas o transversales y específicas. Nos referiremos a estas
últimas teniendo en cuenta que son la base particular del ejercicio profesional y están vincula-
das a condiciones específicas de ejecución (Irigoin, 2002).
Los procesos para aplicar el enfoque de competencia y que facilitan su aplicación son cuatro
(Irigoin, 2002):
•• Identificación de competencias
•• Normalización de competencias
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•• Evaluación de competencias
•• Certificación de competencias
Los autores del trabajo prefieren utilizar el término definir mejor que identificar, ya que el pri-
mero significa enunciar con claridad y exactitud la significación o naturaleza de un término,
fenómeno o actividad, mientras que identificar alude a una selección para establecer cuál entre
varios cumple con ciertas características esenciales.
La identificación de las competencias puede realizarse a través de varios métodos (Irigoin, 2002).
Son ellos:
•• Análisis ocupacional: características de las tareas laborales y los requerimientos que es-
tas plantean al trabajador, para un desempeño satisfactorio en un determinado puesto
de trabajo.
•• Análisis funcional (de las funciones productivas): se centran en revisar las funciones,
tareas y ocupaciones con referencia a una ocupación, en una relación sistémica con las
demás funciones.
2. Identificar las funciones claves del profesional del área de competencia sobre la que se
desarrollará el análisis funcional-ocupacional: A partir del área de competencia se deben
seleccionar las funciones claves, las que en el esquema están representadas por las siglas
F1, F2, etc. y determinar las funciones particulares que se incluyen dentro de esa función.
3. Seleccionar las funciones particulares: Las funciones particulares están representadas por
las siglas FP1, FP2, etc. Al terminar, se tendrá un árbol funcional-ocupacional para una de-
terminada área de competencia, una determinada función clave dentro de esa área y una
o dos determinadas funciones particulares dentro de esa función.
Para su mayor comprensión a continuación se explican los diferentes momentos para la deter-
minación de las competencias profesionales:
Se parte de las áreas funcionales declaradas en el perfil del profesional de las especialidades de
la formación académica de posgrado del sector salud, relacionado con los problemas a resolver
por el egresado.
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Las áreas funcionales son:
•• Asistencial
•• Docente
•• Investigativa
•• De dirección
Cada área funcional se desglosa en una serie de funciones claves relacionadas con los proble-
mas a resolver.
Las funciones claves se enuncian mediante las reglas de redacción sugeridas en el trabajo de
Irigoin y Vargas (Irigoin, 2002) de la forma siguiente:
Cada función clave se desglosa a su vez en una serie de funciones particulares a desarrollar, en
forma de acciones enlazadas para la solución del problema. Se genera así un árbol de funciones
que se simplifica en el gráfico del anexo 1.
Cada área funcional puede tener dos o más funciones claves y cada función clave puede tener
dos o más funciones particulares. Definimos las funciones particulares como las partes o even-
tos constituyentes de la función clave, que se producen en secuencia. Para la realización de este
paso se realiza un análisis de tipo funcional, basado en las recomendaciones de la OMS/OPS y
Cinterfor/OIT (Irigoin, 2002). En los perfiles actuales, solo aparecen las áreas funcionales y las
funciones claves.
Cada una de las áreas funcionales del perfil del profesional anteriormente mencionadas, cons-
tituyen áreas de competencia, que se conceptualizan como las funciones fundamentales y más
generales que se esperan de una persona en su desempeño laboral, generalmente se derivan
del análisis de los procesos y los productos que orientan el desarrollo del campo laboral (MINE-
DUC-DIVESUP, 2003).
Las funciones claves que forman parte de cada una de las cuatro áreas de competencia se con-
vertirán en las unidades de competencia, con la particularidad de que una unidad de compe-
tencia pudiera contener dos o más de las funciones claves declaradas. Cada una de las funciones
particulares declaradas se convertirá en elementos de competencia siguiendo la misma regla
de redacción. Entendemos como elemento de competencia “la descripción de las realizaciones
logradas por una persona en el ámbito de su ocupación. Se refieren a las acciones, comporta-
mientos y resultados que una persona logra con su desempeño. Estos se completan con los cri-
terios de desempeño, las evidencias de desempeño, las evidencias de conocimiento y el campo
de aplicación” (MINEDUC-DIVESUP, s/f ).
VERBO: Se refiere a precisar la acción a realizar mediante la respuesta a la pregunta ¿qué hacer? +
ACTITUD: Se refiere a precisar en pocas palabras cómo debe conducirse el profesional a cargo
de la ejecución de la acción, en cuanto a relacionamiento con el equipo de trabajo, manifesta-
ción de valores, observación de aspectos éticos u otros requerimientos conductuales que la
actividad a desarrollar demandara.
•• la finalidad
•• el rango de aplicación
•• el contexto de realización
•• el criterio de desempeño
•• la evidencia de desempeño
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•• los instrumentos de evaluación
Esto se realiza a través de una ficha de normalización cuya propuesta se encuentra en el anexo 2.
El primer taller se desarrolló en el Centro de Desarrollo Académico en Salud (CEDAS) con 15 par-
ticipantes, integrado por profesores que cursan la Maestría de Educación Superior en Ciencias
de la Salud o doctorados, en el Centro de Desarrollo Académico en Salud (CEDAS), y sus trabajos
de investigación están relacionados con el tema de competencias profesionales, así como otros
profesores interesados en el tema; se propuso el algoritmo para la definición inicial de compe-
tencias, así como la ficha de despliegue o normalización de competencias; se trabajó en tres
equipos para definir un elemento de competencia con la utilización del algoritmo propuesto,
posterior a lo cual procedieron a normalizar un elemento de competencia aplicando la ficha de
despliegue o normalización elaborada. Se efectuó una sesión plenaria final, donde cada equipo
presentó sus trabajos en PowerPoint, sugiriendo pequeños cambios a la ficha de normalización.
Con esta actividad quedó validada por primera vez la ficha de normalización, como también el
algoritmo de definición de competencias.
Un segundo taller con las mismas actividades del primero, desarrollado en el Instituto de Higie-
ne, Epidemiología y Microbiología (INHEM), con la participación de 25 especialistas de Higiene
y Epidemiología y dos de MGI, se llevó a la práctica el algoritmo y la ficha de normalización, con
buenos resultados y una evaluación mediante PNI (positivo, negativo e interesante) muy satis-
factoria, con lo que quedó validada nuevamente la metodología que se propone en este trabajo.
El tercer taller se realizó en la Filial de Ciencias Médicas “Lidia Doce” de la Universidad de Ciencias
Médicas de Villa Clara, en la que participaron 21 profesores representando a todas las carreras
que se imparten en las Ciencias Médicas. En el mismo se abordó el marco conceptual y se traba-
jó tanto el algoritmo como la ficha de normalización en cuatro grupos: Medicina, Estomatología,
Licenciatura en Enfermería y un grupo con profesores de Psicología y de Tecnologías de la Salud.
El desarrollo del taller fue satisfactorio, con buena comprensión, participación y realización de
la matriz de normalización y sin sugerencias de cambios a la misma. Constituye por lo tanto una
nueva validación.
•• Para desarrollar este enfoque se requiere de una adecuada preparación de los docen-
tes que estén interesados en el tema y desarrollar investigaciones que permitan la eva-
luación de su implementación.
CONCLUSIONES
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Profesión:
Especialidad:
Área de Competencia:
Unidad de competencia:
Elemento de competencia:
Finalidad Contexto
Campo de Recursos
aplicación
Criterio de desempeño Evidencia de desempeño (por Instrumento de
proceso o por producto evaluación
Conocimientos Habilidades requeridas Actitudes y
teóricos requeridos relaciones
interpersonales
requeridas
Nota: Para ejemplos específicos de árbol de funciones y de competencias y de la ficha de nor-
malización, pueden ser contactados los autores de este trabajo.
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