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LAS EMOCIONES EN LA ADOLESCENCIA

COMPILACION

JULIO SILVA CRUZ*

La adolescencia es el período que se ubica entre la niñez y la adultez.


Inicialmente viene acompañada de una serie de cambios fisiológicos, de carácter
hormonal.
Este periodo se caracteriza por un aumento de la emotividad, sobre todo, al
final de esta etapa. A esta hiper emotividad se le denomina “periodo de tormenta y
tensión”, frase que simboliza la ira acompañada de explosiones temperamentales
y un funcionamiento alterado por factores externos. La excitación y la situación
nerviosa sucedida en este periodo son generalizadas debido a que con frecuencia
se extienden a situaciones que no tienen relación con su fuente de origen y
afectan intensamente la conducta del individuo en tales situaciones.

Dentro de la etapa de la pubertad hay gran conmoción glandular y a raíz de


ellos es que se producen los marcados cambios de ánimo que caracterizan a este
periodo. Durante la adolescencia existen inexplicables cambios de estado
emocional que a su vez llevan a cambios de conducta social muy poco
comprendidos. La pubertad es el periodo de mayor conmoción glandular, mientras
que la mitad y el final de la adolescencia son las épocas en que la emotividad llega
a su punto máximo.
Al respecto, Stanlley Hall, llama a este periodo etapa de tormenta y estrés,
producto del desarrollo glandular del individuo. Sin embargo su teoría aún no es
aceptada del todo, puesto que los cambios producidos en esta etapa se deben
más a factores sociales y culturales.

Erick Erikson ha sugerido que el periodo de la adolescencia es un periodo


en el que el individuo lucha entre la identidad y difusión o pérdida de la identidad.
Para Erikson, identidad significa: “la confianza intensificada de que la realidad y
continuidad internas que se han preparado en el pasado, corresponden a la
realidad y continuidad de significado que uno tiene para los demás”.

La identidad desempeña un papel muy importante en el desarrollo. El


problema para el adolescente que va creciendo es cómo conservar la continuidad
de una persona que en un tiempo fue inmadura, asexual y no responsable. De
aquí nacen la interrogante: ¿Quién soy yo? , lo que simboliza una lucha por
encontrarse a sí mismo.
1. Características psicológicas de la adolescencia:

 Inestabilidad o Inseguridad: Producida por el aumento de la emotividad


manifestada en la tensión nerviosa general o en hábitos nerviosos específicos.
Tales pueden ser: Orales, como morder el lapicero; Nasales, como rascarse la
nariz; hirsutales, como retorcerse el cabello; Faciales, como tocarse la cara con
los dedos. Las niñas abandonan los hábitos mucho más pronto que los niños,
lo que demuestra su precoz conciencia social.
 Ambivalencia Afectiva: Cuando un objeto puede ser amado y odiado a la vez,
no existe un patrón estabilizador y sus emociones varían rápidamente. Puede
presentar reacciones distímicas o improntas, que pueden ser ansiedad o
miedo.
 Ambivalencia Conativa: El adolescente puede ir desde una energía plena o
hiperactividad hasta un comportamiento abúlico muy cercano a la inercia.

2. La Emotividad en los adolescentes.-

La palabra emoción sugiere un estado de ánimo agitado, exaltado y hay


cierta tendencia a considerar a las emociones como incorpóreas surgidas de las
profundidades del yo.

La adolescencia es considerada como un periodo evolutivo altamente


emocional, un “alocado periodo de confusión”. Una emoción es esencialmente el
sentimiento de una actitud motriz, ya sea bajo la forma de ira, miedo, cariño o de
calma. A medida que el yo madura, madura también la conducta emocional.

Aumento de la emotividad.-

En todos los momentos de la vida experimentamos un estado emocional (tristeza,


alegría, enfado) de tal manera que se hace prácticamente imposible recordar
algún suceso importante de nuestra historia personal en el que no estuviéramos
sintiendo alguna emoción.
Como es lógico, la forma de actuar de un sujeto estará en todos los casos
determinada por la emoción que lo acompañe. Pensemos por ejemplo en el día
que nos levantamos tarde por que el despertador no sonó a su hora, que una
avería nos obligó a ducharnos con agua fría y que sobre la mesa la última cuenta
de teléfono nos recordaba “lo cara que esta la vida”; ese día las tostadas nos
quedaron más oscuras que de costumbre, la mantequilla parecía no querer
deslizarse sobre el pan con la misma soltura que el día anterior provocando que la
tercera rebanada también se nos desmigara en las manos; nuestro silencio tan
sólo era transgredido por palabras malsonantes pronunciadas en voz baja cada
vez que otro suceso nos confirmaba que “ese no era nuestro día”. Podíamos sentir
el calor de nuestro enrojecimiento en la cara, el latir acelerado y enérgico de
nuestro corazón y como nuestras sienes nos anunciaban la proximidad de un
potente dolor de cabeza; todo ello hacía inevitable que desde el otro lado de la
mesa, se escuchara: ”¿sé puede saber que te pasa hoy?”
Como se desprende de este ejemplo, son tres los componentes de las emociones:
experiencia consciente (en nuestro caso, “estoy enojado, hoy no es mi día”;
respuesta fisiológica (enrojecimiento facial, aumento del ritmo cardiaco, tensión
muscular) y una conducta expresiva (cejas fruncidas, escasa comunicación con
los demás, quejas constantes…)

 Experiencia Consciente:
Se hace referencia a la vivencia subjetiva que acompaña a la emoción. Se trata
del componente menos conocido; la razón es obvia pues se carece de indicadores
externos para objetivar la experiencia consciente de la emoción. Se trata de lo que
el individuo siente, y por tanto, solamente se puede conocer a través de la
descripción que la persona haga.
De todas las emociones que experimenta el ser humano tal vez sea la alegría la
más fácil de reconocer y la más difícil de disimular. Cuando una persona esta
viviendo un momento alegre, los ojos se le iluminan y la sonrisa acude a su boca.

 Respuesta Fisiológica
La fisiología de las emociones es, en la actualidad, uno de los campos de
investigación más frecuentados por los experimentadores.
Lo que de momento parecen tener claro los estudiosos de la respuesta fisiológica
de las emociones es la consistencia de ésta dentro del propio sujeto. Es decir, no
todas las personas se activan de la misma manera ante estímulos parecidos, o
ante una misma emoción pero si hay una tendencia a activarse según un mismo
perfil de respuesta, tanto si uno se enoja como si se asusta, etc.
Esto hace que los que tienden a aumentar su ritmo cardiaco al emocionarse sean
más propensos a padecer en algún momento de su vida problemas de corazón.
En cambio, aquellos que ante una misma situación tienden a segregar una mayor
cantidad de jugos gástricos, serán más susceptibles a sufrir úlceras de estómago.

 Expresión de la Emociones
Existe una vía muy clara y directa de la expresión de las emociones: el habla.
Sin embargo, la comunicación no verbal juega un papel muy importante en este
tipo de manifestaciones. Tanto la manera de comportarse como la expresión facial
serán un relejo de las emociones difícilmente controlables, incluso en los
momentos en los que se pretende disimular.
La expresión física de las distintas emociones no es exclusiva de determinadas
culturas sino una capacidad propia de los seres humanos. Ahora bien, se ha
demostrado que son las mujeres las más hábiles para evidenciar su estado de
ánimo en un determinado momento, tanto a través de la expresión facial como por
la postura corporal.

El aumento de la emotividad se manifiesta en la tensión nerviosa general o en


hábitos nerviosos específicos. El comerse las uñas es una de las formas de
conducta más comunes vinculadas a la tensión emocional y se le encuentra con
mayor frecuencia entre los individuos espiritualmente inseguros. Los jóvenes que
abandonan él habito de comerse las uñas buscan en general un sustituto como
retorcerse los dedos o fumar, por lo general las niñas abandonan esta mala
costumbre antes que los varones, demostrando la mas precoz conciencia social
de la mujer. Los hábitos nerviosos fueron clasificados en cuatro categorías:

 “Orales” tales como chuparse el pulgar, chuparse otro dedo, comerse las
uñas, sacar la lengua, chuparse o morderse los labios.
 “Nasales” tales como meterse los dedos, rascarse o arrugarse la nariz.
 “Hirsutales” tales como tirarse del cabello, retorcerse el cabello, o rascarse
la cabeza.
 “Faciales” tales como tocarse la cara con los dedos, manosearse la cara o
apoyar la cabeza sobre la mano.

Los tipos más comunes de rasgos nerviosos son los orales y faciales. En la
época de la pubertad, la mayoría de las niñas reacciona en forma exagerada con
risas nerviosas y chillidos. Los problemas, las preocupaciones, las enfermedades
mentales, y el suicidio muestran algún aumento de la tensión emocional en la
adolescencia. Pero él numero es mucho menor que en la edad adulta.

Con respecto a la adaptación en esta etapa, el individuo encuentra que los


hábitos que le habían resultado apropiados durante la infancia ya no lo son, el
aumento de la emotividad es provocado por la necesidad que experimenta el ser
de abandonar los viejos hábitos de acción y de pensamiento, y de establecer otros
nuevos. Mientras el adolescente busca adaptarse se halla emocionalmente
perturbado, después que se ha realizado la adaptación, el también se tranquiliza, y
desaparece la tensión emotiva. Kuhlen señaló: “Las evidencias parecen indicar
que no debe pensarse en la adolescencia como un periodo de tensiones
desmedidas, mas bien lo que caracteriza a la adolescencia es un conjunto
especial de dificultades de adaptación normalmente provocan ansiedad y tensión.

Factores que predisponen la emotividad.-

Existen muchas causas comunes que originan en el adolescente


sentimientos de inseguridad e incertidumbre, lo predisponen a un aumento de
emotividad, todas ellas son productos de factores ambientales y sociales, de modo
que el aumento de la tensión emocional durante la adolescencia es atribuible a
factores sociales y no glandulares, como se creía antes.

Los factores que predisponen al adolescente a una intensa emotividad son:


Relaciones familiares desfavorables: es muy frecuente escuchar a
adolescentes mencionar frases como: “mis padres no me entienden” o “lo único
que hacen mis papás es molestarme”; esto se debe a que muchas veces los
padres no saben llegar a los hijos, o los hijos tampoco están comprendiendo a
los padres, creando un ambiente de tensiones no favorable para el desarrollo
del adolescente. Este desorden ambiental produce en el adolescente una serie
de emociones alteradas y desordenadas, provocando conflictos interiores.

Restricciones provocadas por la supervisión paterna: en ciertas ocasiones


sucede que son los padres los que no se adecuan a los cambios que está
sufriendo el adolescente, exigiendo este último un trato diferente; obteniendo
por lo tanto, una reacción negativa si se le trata como un niño. El adolescente
tiende a malinterpretar la ayuda paterna.

Obstáculos que impiden que el adolescente actúe como él quiere: Los


obstáculos financieros que impiden al adolescente poseer las ropas, las
ventajas escolares, las diversiones o el dinero para gastos que tienen sus
amigos, constituyen motivo de honda preocupación para él.

Situación en las cuales el individuo se siente inadaptado: El adolescente se


ve frustrado y desorientado ante muchas situaciones que debe enfrentar por
primera vez y para las cuales no está aun debidamente preparado. Esto
conduce a un incremento de la angustia y el desarrollo de sentimientos de
incapacidad. En la escuela secundaria el éxito social se juzga por las salidas
en pareja y la participación en actividades estudiantiles, los muchachos que no
se ajustan al tipo aceptado se sienten frustrados, lo cual provoca
perturbaciones emocionales.

La conducta más seria que la sociedad espera: A medida que el niño se


transforma en individuo físicamente maduro, el grupo social espera que piense
y actúe como adulto. A los adolescentes se les hace sentir inseguros e
incapaces con comentarios tales como: “lo que importa es la responsabilidad” o
“podrías ser el mejor de tu clase”. Sería mucho mejor que, en vez de ejercer
presión social sobre el adolescente, se intentara crear en él, el sentido del valor
personal, y ayudarle así a establecer en su trabajo y en sus relaciones
sociales, índices de rendimiento que estén en consonancia con sus aptitudes y
necesidades.

Adaptación a nuevos ambientes: Para el adolescente, la adaptación es


particularmente difícil por dos razones: se espera que el se adapte a varios
ambientes nuevos en un periodo breve, y sus hábitos de adaptación a un
ambiente infantil, firmemente establecidos, lo han acostumbrado a pensar y
comportarse de manera infantil. El abandonar estos hábitos y establecer otros
nuevos, especialmente cuando existen demasiados ambientes nuevos a los
que hay que adaptarse simultáneamente, constituyen experiencias que
provocan trastornos emocionales.

Adaptación social al sexo opuesto: La maduración sexual va acompañada de


un intenso interés por los integrantes del sexo contrario, como en toda
complicación desconocida en que debe realizarse una adaptación, éstas
provocan tensión nerviosa y excitación emocional general.

Fracasos escolares: Cualquiera que sea la causa de sus fracasos, los


adolescentes son extremadamente sensibles ante ellos. La perturbación
emocional puede llegar a ser tan intensa como para que abandonen la escuela
o el hogar e incluso se suiciden.

Conflictos con la familia o los amigos: Muchos adolescentes suponen que


son incomprendidos o desdeñados por sus familiares o amigos, especialmente
por aquellos que pertenecen al sexo opuesto. En el hogar, las principales
causas de dificultades son la disciplina paterna demasiado estricta, la muy
escasa independencia del adolescente, y la falta de comprensión de los
intereses del mismo. Esto conduce a una constante fricción entre padres e
hijos, como resultado de ello, el joven se siente a menudo solo e
incomprendido.

Problemas vocacionales: estos problemas tienen mucho que ver con la


identidad del adolescente. En esta etapa el adolescente está en plena
formación no sólo de su personalidad sino también de su identidad, es decir, la
formación del quién soy yo, o qué quiero ser yo. También está propenso a
sentir temor y tensión debido a la “nueva vida” que le espera al término de sus
actividades escolares, el ingreso a la universidad, los nuevos amigos, nuevos
profesores.

Dudas religiosas: Cuanto más ortodoxa haya sido la primera enseñanza


religiosa, tanto más probable será que provoque perturbaciones emocionales
durante la adolescencia.

Comprensión mas seria: El adolescente inmaduro interpreta las situaciones de


manera muy similar a como lo hacía cuando niño, reacciones emocionales
inmaduras, especialmente explosiones “temperamentales” que hacen recordar
los días de la infancia.

Oscilaciones del temperamento en la adolescencia.-


Una disposición o “un estado de ánimo” es una emoción manifiesta o
prolongada. En su intento por comportarse como la sociedad lo requiere, el
adolescente tiende a esconder ciertas emociones que brotan de él, reprimiendo lo
que realmente quiere decir o lo que verdaderamente sienten provocando una
recarga de emoción en su sistema, en comparación con los niños o con los
adolescentes de mayor edad, los adolescentes son los más expuestos a recibir
esta carga emocional extra.

A mayor control emocional del adolescente, tanto más sombrío será su


estado de ánimo, las emociones mas fáciles de mantener bajo control son las que
el grupo social considera desagradables o socialmente inaceptables tales como el
temor, la ira y los celos, los estados de ánimo en la adolescencia son por lo regular
de carácter morboso y depresivo. Los estados temperamentales del adolescente
se manifiestan por extrema pereza, falta de interés por la gente y las cosas de su
medio. Preocupación con sus propias ideas y sentimientos, son en gran parte
responsable de la aspereza, la brusquedad y la rudeza tan comunes en la
adolescencia. Los sentimientos de inseguridad y el deseo de lograr la aprobación
social hacen que los jóvenes adolescentes adquieran el hábito de estudiar sus
fracasos y hacer la disección de sus propias frustraciones, y esto les provoca una
sensación vivida de su propia incapacidad. Las jovencitas expresan que las
causas de su poco espíritu y su depresión se deben a problemas con los novios,
desilusiones y sentimientos heridos, en los varones las causas mas comunes son
las dificultades escolares y hogareñas, la desilusión cuando las cosas le salen
mal, los sentimientos de culpabilidad acerca de las malas acciones, las
privaciones y esto lleva a que los adolescentes tengan un carácter inconstante. Un
día se dejan llevar por la alegría, mientras que al día siguiente se encuentran en
los abismos de la tristeza.

Tendencias en el adolescente

 Tendencia al Narcisismo: El individuo se preocupa por su esquema


corporal, lo que hace que se miren constantemente en el espejo. Su cuerpo
y su rostro son de interés íntimo y el adolescente quiere ser valorado y
distinguido por ello.
 Tendencia a la Conducta Errática o de Aventura: La intranquilidad
psicológica hace que salga de su medio conocido hacia una sociedad
desconocida, desea probar y experimentar todo lo nuevo al mismo tiempo.
 Tendencia a la Conducta Ético Rígida: Comienza a apreciar las normas
de su grupo social y es posible que la mayoría de las normas le parezcan
negativas.
 Tendencia a la Conducta Erógena: Conducta orientada a los genitales ya
que en el adolescente el sexo es un tema principal de discusión, tiene una
actitud de difundir este sentimiento de sexo a todo lo que ve.
 Tendencia a la Conducta Independiente: El individuo quiere salir de la
conducta de dependencia hacia los padres. Mucho de ello dependerá del
factor cultural. El papel de los padres juega un rol importante ya que el
joven debe aprender a valerse por sí mismo.

Los cuatro temperamentos.-


 Nerón: Aquel que expresa su conducta agresiva de palabra y acto. Son
coléricos con tendencia a la introversión.
 Enredadera: Aquel que no puede valerse por si mismo y genera
demasiada dependencia con los padres. Tipo Melancólico.
 Astro: Persona que busca aplauso y reconocimiento de los demás. Tipo
sanguíneo.
 Ostra: Que evade las situaciones que signifiquen compromiso. Típico
introvertido.

Patrones emocionales corrientes en la Adolescencia.-


Se han realizado mucho más trabajos sobre el estudio de las emociones del niño,
además las técnicas empleadas para el estudio de las emociones infantiles
son superiores a las utilizadas en el estudio de las emociones en la
adolescencia.

1. MIEDO

Todos sabemos qué es el miedo, ya que lo hemos sentido alguna vez. En sí, esta
emoción no deja de ser adaptativa, es decir nos ayuda a sobrevivir; el miedo que
sienten la mayoría de los animales por la presencia o el olor o el ruido que
producen sus depredadores les permite huir al primer indicio de su proximidad.
Se denomina ansiedad a la respuesta fisiológica que acompaña al miedo. Es el
tipo de activación que el organismo necesita para huir o enfrentarse al estímulo
que provoca la emoción.
En las personas, el miedo se da de acuerdo a la interpretación que se realice de la
situación, el estímulo no es en sí generador de miedo, sino, la percepción de
seguridad o de control de la situación la que lo convierte en algo temido o
soportable.
Se clasifica en 3 categorías:
a. Miedo a ciertos objetos materiales:
Tales como: víboras, perros, ruidos extraños, ascensores, fuego, agua,
ferrocarriles, aeroplanos, etc.

b. Miedo a las relaciones sociales:

Comprende conocer gente, estar con gente que es más inteligente, adulta,
importante, orgullosa, estar solo, estar en una muchedumbre, hablar en clase o
decir un discurso, ir a fiestas con jóvenes del sexo opuesto.
El miedo de orden social presenta dos formas: embarazo y timidez.
Las causas más comunes de situaciones embarazosas son: el ser irritado por
algún miembro del sexo opuesto, cualquier acto que le haga parecer ridículo o
ingenuo frente a los demás, la ocupación del padre cuando éstos son inferiores a
los de sus amigos y los defectos en su apariencia o en su desarrollo físico.
La timidez proviene en parte de la falta de prestancia, pero principalmente por una
autoconciencia súper desarrollada. El ideal de sí mismo que se ha formado el
adolescente ocupa un primer plano en su conciencia y da como resultado un
anormal miedo al fracaso y un temor a que se la considere torpe, inepto e
incompetente.

c. Miedo relativo a sí mismo:

Incluye pobreza, muerte, enfermedad grave del individuo o de miembros de su


familia, incapacidad por ceguera, miedo a conseguir o conservar un empleo, el
fracaso en la escuela, a los exámenes, al matrimonio, a todo lo que pueda
preocupar o molestar a los padres.

1.1. Cronología del miedo:


Depende hasta cierto punto de la edad.
Entre los de la escuela secundaria el 50% tiene miedo a algo, este miedo se
centra en las actividades escolares:
- a los test
- a las calificaciones
- a las intervenciones en clase (el miedo a hablar en clase es particularmente
pronunciado en los varones a causa de sus cambios de voz.) (Liss, 1944)
- al hablar ante los compañeros
- a los profesores
- a las faltas de puntualidad
- (el sufrir discriminación por ser miembro de un grupo minoritario) (Noble y
Lund, 1951; Maln y Jamison, ¡952)

(Uno de cada tres alumnos secundarios han expresado su miedo a la


responsabilidad que habrían de asumir en el futuro, mientras que dos de cada
tres dijeron que ansiaban conseguir trabajo).
(Muchos de los temores a las responsabilidades de los adultos se deben a que
los padres y maestros, solícitos al extremo, han permitido que los jóvenes
dependieran de ellos durante demasiado tiempo) (Fleje, 1945)
Cuando entra en la universidad tiene menos temores, pero aumenta su
tendencia a las preocupaciones.

1.2. Respuestas al miedo:


Dos elementos que condicionan casi todas las reacciones al miedo son:
- la rigidez del cuerpo (la paralización va acompañada de palidez, temblores
y transpiración).
- huir
(El joven aprende a “correr” antes de que surja la situación que provoca miedo;
esto es, aprende a evitar las circunstancias que le atemorizan o le producen
preocupación o ansiedad, por ejemplo, cuando debe rendir un examen para el
que no se encuentra preparado, trata de librarse de él imaginando que no se
encuentra en la plenitud de su salud física, y que por lo tanto no será justo que
se presente al examen en ese momento).
(El miedo provocado por las actividades sociales le hace planear otras
situaciones que coinciden con los momentos en que se desarrollan dichas
actividades sociales; entonces, racionaliza, para sí y para los demás su
ausencia en esas situaciones destacando la necesidad de atender deberes y
responsabilidades más importantes que la fiesta).
1.3. Disminución con la edad:
- Generalmente, el número e intensidad disminuyen con la edad por mayores
y más amplios contactos con el ambiente.
- Descubre que muchas cosas que temía no son dañinas.
- Disminución en los miedos a los animales domésticos, pero aumento en el
temor al daño físico.
- En la adolescencia, a medida que crece el grupo se comparten temores y
como resultado se tiene un aumento de temores diferentes.
- Al final de la adolescencia el individuo no debe temer ya el ambiente
exterior y a la gente.
- Los temores por sentimientos de ineptitud y por propias ideas y
experiencias imaginarias persisten toda la vida, aún en los individuos
adaptados.

(Dependerá en parte de las oportunidades que haya tenido el individuo durante los
años de adolescente para vencer dichos temores, y, en parte, del éxito con que
haya aprovechado las oportunidades para realizar una adaptación satisfactoria).

2. PREOCUPACIONES
La preocupación es un tipo de temor que proviene mas de causas imaginarias que
reales, y se haya caracterizado por la dramatización mental repetida de la
situación que se teme, con frecuencia se denomina “ANSIEDAD “, estado
emocional en el cual él estimulo perturbador no precede ni acompaña al propio
estado, sino que se anticipa al futuro, el estado de ansiedad provocado por las
preocupaciones es muy común en la adolescencia. La preocupación puede ser
menos intensa que el miedo, aunque es probable que sea tan profunda como la
mayoría de los temores de la adolescencia.

La preocupación en el periodo inicial de la adolescencia:


Al realizarse una comparación entre niñas pre y posmenárquicas de la misma
edad cronológica, se encontró que las preocupaciones de las premena
árquicas eran similares a las de las niñas de los últimos años de la infancia,
mientras que las preocupaciones de la posmenárquicas se referían a su aspecto
personal y el trabajo, existen preocupaciones por diversas cuestiones: las tareas
escolares, los tests, los exámenes, que pueden ser provocados por la forma en
que estos se realizan o puede provenir del exceso de presión que ejercen los
padres o profesores. Algunos estudiantes pueden adoptar una actitud de “que me
importa” con respecto a sus estudios, cuatro de cada cinco alumnos secundarios
expresaron que en muchas ocasiones se sentían preocupados por sus estudios y
calificaciones, otros temen fracasar por que son ambiciosos o porque temen a las
presiones paternas, también se preocupan en la adolescencia por el aspecto
físico, la popularidad, la falta de comprensión entre el adolescente y sus padres,
las discusiones entre los padres, los sitios de diversión, las perspectivas de la
primera cita con una muchacha y cualquier actuación en publico. Entre los
problemas personales más frecuentes que originan preocupaciones se
encuentran: la normalidad de la pubertad y del desarrollo físico, los problemas de
salud, de religión, de elección vocacional, de ropas, de dinero, los problemas de
conducta, y los defectos de personalidad.

Preocupaciones en el periodo final de la adolescencia:


A medida que los adolescentes van creciendo, su enfoque de la vida se hace más
serio y esto influye sobre la intensidad, así como también el origen de sus
preocupaciones. Entre los grupos mas jóvenes se evidenciaba intensa ansiedad
con respecto a los peligros de orden físico, al final del periodo universitario estas
preocupaciones habían sido casi totalmente reemplazadas por las
preocupaciones de orden económico - social.
La mayor preocupación relativa a la popularidad y al matrimonio en estos últimos
años, se demuestra por el incremento de las inquietudes referentes a relaciones
sociales. Las mujeres se preocupan más que los varones con respecto al hecho
de no ser socialmente populares y a la posibilidad de que nadie las quiera. Los
hombres se preocupan mas que las mujeres con respecto a su futura seguridad
económica, a la posibilidad de tener que mantener a sus padres en la vejez, sin
embargo no todos los adolescentes asediados por la ansiedad, el número e
intensidad de las preocupaciones dependerá de la situación familiar, de la
posición socioeconómica y de muchos otros factores.

3. IRA
En la adolescencia, los estímulos que provocan ira son principalmente de orden
social, los adolescentes se enojan por cuestiones impersonales, tratamiento
injusto por parte de los padres, profesores, miembros de familia y amigos,
tratamiento cruel de niños o de animales domésticos.
En los estudiantes universitarios la ira es provocada con mayor frecuencia por
causa de las personas, que por las cosas. De las causas de orden social, las más
comunes son: La frustración de la autoafirmación, tal como la provocada por
acusaciones injustas, los consejos desagradables, las contradicciones, el ser
mandado y el no ser invitado a una fiesta. Además de las causas sociales, la
interrupción de las actividades habituales, tales como el estudio y el sueño, el
fracaso en las tareas emprendidas y los planes frustrados son los que originan la
ira.

Reacciones airadas:
El tipo más frecuente de reacción empleado por el adolescente iracundo es el de
la respuesta verbal, profiere insultos y replica con sarcasmo, sino despreciando y
ridiculizando a los demás. Durante la adolescencia se produce poca ira con
violencia. En sustitución de la violencia, el adolescente se pasea por la habitación,
se muestra inquieto, arroja o patea algún objeto que pueda estar a su alcance,
sale a dar un paseo.

En el desarrollo de las reacciones de ira, el empleo del lenguaje sustituye a los


actos más directos, en vez de liberar inmediatamente la tensión emocional, por
medio de respuestas evidentes, el adolescente aprende a diferir su conducta
hasta la venganza (dar mal por mal, cobrarse en la misma moneda) conteniendo
las respuestas evidentes hasta que resulten de la mayor eficacia.

Duración de la Ira
- Depende de la edad del individuo y de la magnitud de la supresión de sus
estallidos.
- En los niños es inferior a los 5 minutos.
- En el estudiante universitario varía de 1 minuto y 2 días con un promedio de
15 minutos.
- En general, cuanto más intensa es la ira, más dura.
(Algunos adolescentes viven en hogares y concurren a colegios o universidades
en los que existe un mínimo de restricciones; otros, en cambio, se halla
constantemente frustrados por restricciones paternas, escolares o de la
comunidad).
(Otros jóvenes tiene un concepto realista de sus aptitudes, mientras que para
otros la idea es utópica, en estos últimos la ira será provocada con mayor
frecuencia).

Frecuencia de la ira:
La frecuencia con que se desencadene la ira en el adolescente depende en parte
del número e intensidad de frustraciones de ambiente y en parte, de sus propios
niveles de aspiración. El numero total de enojos en los casos individuales se
encontraba entre 0 y 42 por semana, con un promedio de 15.7, casi la totalidad de
las reacciones de la ira obedecía a situaciones del momento, mientras que en los
temores se debía en su mayor parte a situaciones anticipadas mentalmente por el
individuo, sin embargo cierto numero de disgustos correspondían a situaciones
recordadas o anticipadas, el numero de reacciones airadas varía con el ambiente
en que vive el individuo, no con su edad , cuanto mas frustraciones haya, con
tanta mayor frecuencia se enojará.
Efectos ulteriores de la ira:
- En los grados moderados de ira 15% reacciones favorable o no se expresó
reacción alguna.
- Hay 36 efectos ulteriores, el más frecuente fue un sentimiento de
irritabilidad, seguido de vergüenza o repugnancia consigo mismo,
sentimientos de satisfacción o triunfo y sensación de cansancio.
- Con menor frecuencia fue el de convertir la ira en alegría y un salvador
sentido del humor.
- (Las mujeres, el sentir compasión de sí mismas).

4. ENFADO

El enfado es una forma de irritación o de sensaciones desagradables no tan


violentas como la ira. Al igual que la ira, el enfado es desagradable, pero el
individuo obtiene mayor satisfacción hablando de él, infunde mayor vigor que la
ira, mientras que ésta tiende a ejercer efecto depresor. Los enojos son elaborados,
por ejemplo, como resultado de aplazo en los exámenes; también proviene de
experiencias desagradables y aunque generalmente pueden no dar lugar a
reacciones airadas, pueden interferir con la adaptación del individuo y
predisponerlo a expresiones temperamentales más violentas. Al igual que con la
ira, en los niños, los enfados más comunes son de origen primordialmente social,
a los niños no le gusta que se les castigue, especialmente por faltas que no han
cometido, a los niños le molesta la gente que hace trampas o cosas injustas, le
disgustan los maestros que tienen favoritos, que sermonean, y les molesta gente
que insulta o miente.
Al clasificarse más de 2mil motivos de enojo en las 5 clases siguientes:
 Conducta humana.
 Cosas, excluyendo ropas, y actividades no humanas.
 Ropas y formas de vestir.
 Características físicas transitorias de la gente.
 Características físicas permanentes de la gente.

Se encontró que las relativas a la conducta humana eran las que se mencionaban
con mayor frecuencia. La gente se siente molesta principalmente por la conducta
de otras personas. La ropa y la manera de vestir resultaron molestar un poco más
que las características físicas transitorias.
No es sorprendente que, debido a la velocidad de los cambios que se producen en
los adolescentes, éstos lleguen a estar tan preocupados por su apariencia que
precisen ser tranquilizados, especialmente si ellos no crecen o maduran tan
rápidamente como lo hacen sus amigos. Puede ser útil el recordar que cada
adolescente se desarrolla a una velocidad diferente

Todo este crecimiento y desarrollo utiliza gran cantidad de energía, lo cual podría
tener que ver con el hecho de que los adolescentes parecen necesitar dormir más.
El que se levanten tarde puede irritar a sus padres, pero generalmente no es fruto
de la pereza u holgazanería.

El sentirse trastornados o el perder la confianza en sí mismos puede hacerles


sentir infantiles y esto con frecuencia se expresa por medio de conductas mal
humoradas y enfurruñamiento más que como disconfort.

Problemas emocionales

La investigación ha puesto de manifiesto que cuatro de cada diez adolescentes,


en algún momento, se han sentido tan tristes que han llorado y han deseado
alejarse de todo y de todos. En el transcurso de su adolescencia, uno de cada
cinco, piensa que la vida no merece la pena vivirla. Estos frecuentes sentimientos
pueden dar lugar a un estado depresivo que puede no ser evidente para los
demás. La ingesta alimenticia excesiva, la somnolencia y las preocupaciones
excesivas sobre su apariencia física pueden ser también signos de malestar o
disconfort emocional. De forma más obvia, pueden aparecer fobias y ataques de
pánico. Los estudios recientes han demostrado que los problemas emocionales
del adolescente no suelen ser reconocidos ni siquiera por sus familiares o amigos.

Problemas sexuales

Los dramáticos (ESTA PALABRA LA USA CON MUCHA FRECUENCIA, POR QUE
SIEMPRE TAN AL EXTREMO??????????, NO ME PARECE QUE LOS CAMBIOS
EN ESTA ETAPA TENGAN QUE SERLO, SON CAMBIOS PROPIOS DE LA
EDAD, USTED MISMO LO EXPLICA ARRIBA) cambios físicos de la adolescencia
pueden llegar a ser muy preocupantes para algunos adolescentes, especialmente
para aquellos que son tímidos y que no desean hacer preguntas al respecto. En el
otro extremo, las preocupaciones pueden ponerse de manifiesto en forma de
presunción excesiva tanto sobre su capacidad sexual como sobre sus
experiencias.

Los nuevos riesgos para la salud que suponen la infección por HIV y el SIDA
constituyen una preocupación adicional.

Un adolescente puede no estar seguro de su orientación sexual, sobre si es


homosexual o no. Esta preocupación puede ser compartida por sus padres.

CONDUCTAS ADOLESCENTES MÁS COMUNES

 Conductas esperables (¿?????????)


 Rebeldía
 Aburrimiento
 Inestabilidad emocional
 Exaltación y entusiasmo frente a algo que luego cae
abruptamente
 Idealización, ideas, líderes
 Pensamiento mesiánico
 Comportamientos infantiles y adultos
 Juicio y crítica a los padres
 Momentos de fuerte angustia o tristeza sin saber las causas
 Irritabilidad
 Desaliño.,arreglo excesivo, rituales
 Identificación con líderes, música, actores etc.
 Transgresiones
 Primeros encuentros sexuales

5. FRUSTACIONES
“Detrás de la máscara de un adolescente difícil, está el rostro de una
sociedad difícil, hostil y que no desea comprender” (A.Aberastury)
Hay muchas experiencias que resultan frustrantes para el adolescente. Los
obstáculos que existen en el ambiente o en sí mismo le impiden satisfacer un
deseo o alcanzar la meta que se ha fijado. Aunque no todas las frustraciones se
encaran con ira, hay pocas que no vayan acompañadas de cierto grado de
molestia. Cuando un niño es frustrado, por lo común responde con una explosión
de ira. El adolescente puede actuar del mismo modo, pero es más probable que
enmascare su explosión de ira con alguna forma de conducta socialmente más
aceptable. La forma en que el individuo reaccione ante una experiencia
frustratoria dependerá de factores tales como la edad, la preparación social, la
experiencia pasada y la interpretación de dicha experiencia.

La frustración tiene dos niveles. El nivel objetivo (por la privación o carencia


de algo a lo cual tiene derecho) y el nivel subjetivo (por sentimientos de pérdida
que tiene el adolescente).

Orígenes de las frustraciones: Las fuentes más comunes de frustraciones eran


la salud y la constitución física, la estrechez económica, las características de la
personalidad y la falta de capacidad mental, éstas constituían obstáculos para la
realización de sus deseos y dependían de ellos mismos.
Las discrepancias con los padres, la falta de preparación social y los conflictos con
las normas familiares, todos originados en el ambiente, eran citadas con menor
frecuencia.
Kuhlen ha propuesto una clasificación de las circunstancias frustratorias que
incluye las 4 categorías siguientes:
 Deficiencias biológicas: Tales como defectos físicos o torpeza intelectual.
 Hábitos o aptitudes inapropiados: La adolescencia es un periodo en que se
presentan por primera vez muchas situaciones, a las cuales debe adaptarse
el individuo, y para cuya adaptación carece de las aptitudes necesarias en
este lapso.
 Carencias o riesgos del ambiente: Pueden ser materiales, sociales o
espaciales.
 Conflictos entre motivos opuestos o incompatibles: Como el adolescente
que quiere marchar con su grupo de amigos pero es detenido por ciertas
normas familiares en desacuerdo con la conducta del grupo.

Reacciones a las frustraciones: Existen una cantidad de formas comunes de


reacción, algunas de las cuales tienen carácter agresivo, mientras otras no. Las
reacciones agresivas hacia los demás, “extrapunitivas” hacia el yo “intropunitivas”
y la aceptación de la inevitabilidad de la situación sin hacer nada “impunitivas”,
pueden provocar ira y otras formas de emoción, tales como miedo, ansiedad,
celos, hostilidad y vergüenza. A veces se enfrenta a las frustraciones con
conducta constructiva, ejerciendo mayor esfuerzo para vencer el obstáculo,
empleando diferentes vías para alcanzar el mismo fin o elaborando metas
sustitutivas, si el obstáculo resulta insuperable. Se emplea la SUBLIMACIÓN
como mecanismo de defensa.
La conducta retraída y el escape por medio de la fantasía, la compensación, la
regresión, la racionalización y la invalidez imaginaria, son asimismo formas
adaptativas de conducta ante la las frustraciones.
6) CELOS :
Los celos constituyen una reacción emocional que surge de la ira.
Mientras que esta última puede ser provocada por personas u objetos, él estimulo
de los celos es siempre de origen social. Los celos pueden ser provocados por
cualquier situación en que intervenga gente por la cual el individuo sienta un
afecto profundo. En los niños pequeños, las personas que por lo común provocan
reacciones de celos son los padres u otros adultos que asumen la
responsabilidad de su cuidado. Durante los últimos años de la infancia, cuando los
afectos del niño no se hallan concentrados en ningún individuo en particular, sino
en el grupo en su totalidad, los celos son una emoción casi inexistente. En este
periodo el niño ocasionalmente podrá sentir celos hacia un compañero que se
destaque en las tareas escolares, que triunfe en los deportes, que sea el favorito
de la maestra, o que sea el jefe indiscutido del grupo.
Cuando se despierta interés por las personas del sexo opuesto, luego de
los cambios públicos, vuelven a aparecer los celos, y al igual que en los primeros
años de la infancia, alcanzan su máxima intensidad cuando el adolescente
concentra sus afectos en un individuo. Al principio, los muchachos y las
muchachas se hallan interesados en las personas del sexo opuesto, no en un
individuo determinado, pero hacia la mitad o final de la adolescencia, el interés
por los integrantes del otro sexo en general se transforma en atracción
particularizada. Con este desplazamiento del interés aparece la actitud de
posesión hacia aquel individuo en particular, lo que origina los celos. Si el ser
amado demuestra interés por cualquier otro integrante del sexo opuesto, como
cuando un muchacho charla alegremente en un baile con otra jovencita, “su
muchacha” reaccionará de manera muy similar a la de un niño cuando la madre
baña, alimenta o juega, con el hermano del niño.
Reacciones típicas: En la infancia las reacciones de celos, por lo común, toma
una de estas dos formas: Ataque físico al niño que parece estar usurpando el
afecto de los padres, o regresión a la conducta infantil, en la esperanza de que a
causa de su incapacidad pueda obtenerse la misma dosis de atención que se
tenía cuando se era más pequeño y se necesitaba más ayuda. Solo en el caso de
los adolescentes inmaduros se producirán reacciones de celos infantiles de este
tipo. Por lo regular, la reacción emocional del joven es de forma verbal: en vez de
atacar físicamente al individuo que lo pone celoso, el adolescente emprende un
duelo verbal.
Esta reacción sustitutiva adopta muchas formas sutiles, las más comunes
de las cuales son: El sarcasmo, el ridículo y el hablar del opositor en forma
despectiva cuando no está presente para defenderse. El adolescente
emocionalmente inmaduro por lo general apela a la agresión física del individuo
que se despierta sus celos, como lo hacia cuando era niño.
7) ENVIDIA:
La envidia se asemeja a los celos en que es una emoción, no diferente de
la ira en su respuesta, y dirigida hacia un individuo n, sin embargo difiere de los
celos en un aspecto primordial. No es el individuo el que estimula esta emoción,
sino las posesiones materiales de dicho individuo, por ejemplo, una adolescente
puede sentir gran envidia de una de sus compañeras cuyas ropas y cuyo hogar
son muy superiores a los suyos, y consecutivamente a su emoción reacciona ante
ella de manera muy similar a como lo haría si estuviera enojada o celosa. En
realidad la envidia es codicia.
Los niños pequeños, cuyo sentido de los valores aun se halla tan poco
desarrollado que no les permite reaccionar ante las pertenencias de los demás
nada más que con curiosidad, demuestran poca o ninguna envidia. Incluso
durante la parte final de la adolescencia cuando el sentido de los valores se halla
aun en la primera fase de su desarrollo, solo se manifiesta envidia cuando un niño
carece de lo que tienen los otros miembros de la pandilla. Él desea las cosas
materiales que poseen los otros, no les importa si sus pertenencias son más
baratas o de calidad inferior. Sin embargo al llegar a la adolescencia el individuo
empieza a interesarse por los valores, con este interés surge la apreciación del
valor intrínseco. El adolescente ya no se satisface con ropas que en su aspecto
general se asemejen a los de los otros miembros de su grupo o pandilla, la ropa
debe estar hacha de tela igualmente buena, debe provenir de tiendas conocidas y
debe integrar un guardarropa tan intenso como el de sus propios amigos, además
para el adolescente no-basta que la familia tenga automóvil, este debe resistir la
comparación en cuanto a modelo, marca y novedad con los coches que poseen
las familias de los otros miembros de su grupo.
Reacciones de envidia: Al igual que en los celos, la reacción típica de la
envidia en el adolescente adquiere forma verbal, el joven trata de disminuir el valor
de las pertenencias de los demás o incluso las ridiculiza, compensando así su
imposibilidad de tenerlas. Como las cosas materiales en su mayor parte, son más
importantes para las muchachas que para los varones, la envidia es una reacción
experimentada con mayor frecuencia entre las adolescentes que entre los
muchachos de la misma edad.
8 ) ALEGRIA, PLACER, DELEITE:
A diferencia del miedo o la ira, la alegría en sus formas mas moderadas es
denominada “placer” “deleite” o “felicidad”, adopta una forma generalizada mas
bien que especifica. En la adolescencia, como en la infancia, esta emoción se
halla influida en gran parte por el estado físico general del individuo, aunque la
buena salud por sí sola no es capaz de hacer feliz a un adolescente.
Causas de la alegría: Existen diversas situaciones que dan origen a la Alegría:
La primera situación es aquella a la cual se amolda el individuo, o al cual
en virtud de sus capacidades y aptitudes, se adopta bien. Un estudiante cuyo
coeficiente intelectual es elevado, cuya preparación académica para la
universidad ha sido buena, y cuyos padres y profesores han fomentado sus
aspiraciones de ingreso a la universidad con su ayuda e interés, será feliz en sus
estudios superiores porque se adecua a ellos. Pero si estas condiciones hubieran
sido desfavorables, en todo o en parte, su adaptación a los estudios universitarios
habría sido menos satisfactoria. El placer en su trabajo fácilmente podría haber
sido reemplazado por el miedo, la ira, la envidia, u otra emoción desagradable.
El segundo tipo de situación es aquel en que el adolescente percibe un
elemento cómico. Lo que el adolescente descubre como cómico varía mucho y
depende de su nivel intelectual, de su nivel cultural, de las influencias del ambiente
y de muchos otros factores. Sin embargo constituye una regla casi universal el que
“la comicidad subjetiva” o sea la aptitud para percibir los elementos cómicos en
situaciones en que el propio individuo se halla incluido, es bastante rara en la
adolescencia, la razón de esto es que el adolescente es sensible a las opiniones
de los demás, como para que quiera ponerse en una posición en la que pueda
hallarse en ridículo. El adolescente disfruta de manera cabal riéndose de los
demás por que esto le provoca un sentimiento de superioridad, pero cuando otros
se ríen de él , esto acentúa un sentimiento de inseguridad ya existente.
Los estudios sobre el humorismo han demostrado que aunque éste varía
con la edad, muchas de las cosas que agradan a los niños también agradan a los
adolescentes. Sin embargo hay una traslación de los tipos de situación mas
concretos que agradan al niño, hacia las situaciones más sutiles y abstractas que
agradan a los adolescentes. Los estudios sobre alumnos secundarios han
revelado que estos prefieren los chistes que contienen elementos absurdos,
comicidad grotesca, sátira y rareza. Los muchachos parecen poseer un mejor
sentido del humor que las muchachas, pero no existe relación entre el sentido del
humor y el nivel de inteligencia del individuo, ni existe ninguna relación entre la
percepción del elemento cómico en un chiste por parte del joven y la forma en que
es presentado el chiste, aunque la teatralización parece facilitar la comprensión.
Estas son las situaciones en las cuales los estudiantes encontraban
elementos humorísticos:
1) Reírse cuando no hay una cosa objetiva, ni un hecho o situación
humorístico que la provoquen, como el reírse cuando otros se ríen, sin
saber que provoca esa risa.
2) La risa que no tiene causa objetiva, como cuando alguien se cae o se
conduce torpemente.
3) La inferioridad mental de otra persona, como se observa en la estupidez,
los errores, la distracción, o las observaciones ingenuas de los niños.
4) La inferioridad de otra persona, revelada por observaciones humorísticas o
comentarios satíricos.
5) La incongruencia de una situación especialmente cuando una persona de
autoridad se halla en una situación desagradable.
6) El humorismo provocado por la incongruencia de las ideas, como es
evidente en los juegos de palabras o en las observaciones ingenuas no
dirigidas a una sola persona.

La tercera situación que provoca alegría en el adolescente es la liberación


de energía acumulada, cuando un adolescente esta preocupado por el temor de
algo que no ocurre, o cuando se enoja por una observación de la que luego se da
cuenta que ha interpretado mal, la liberación de la energía que no se ha empleado
en la acción, habitualmente halla su salida en la risa y en una sensación general
de bienestar.
La cuarta situación de felicidad en la adolescencia es los sentimientos de
superioridad. Como en un momento u otro todo joven siente inseguridad e
incertidumbre, cualquier situación que provoque el tipo opuesto de sentimiento , no
importa lo breve que ella sea , produce por lo menos un estado transitorio de
felicidad , el cual puede ser suficientemente fuerte como para alegrar al
adolescente.
Algunas de las situaciones que alegran y satisfacen a los adolescentes son:
Obtener la máxima calificación de la clase en un examen, él llegar a jugar en un
equipo de fútbol, en ser la muchacha mas linda del baile, el ser invitado a un baile
por el muchacho mas apuesto de la escuela, o lograr que la muchacha más
popular del grupo acepte una invitación. En cada una de estas situaciones el
adolescente tiene una sensación de superioridad que al menos transitoriamente,
destierra toda duda referente a su propia capacidad.
Respuestas de alegría: La forma de estas respuestas varia poco de un individuo
a otro. Hay relajación del cuerpo, así como de la cara, las comisuras de los labios
se vuelven hacia arriba en una sonrisa, y por lo común se muestra parte de los
dientes superiores. Cuando la emoción es fuerte la sonrisa da paso a la risa, el
gesto de la boca es similar a la de la sonrisa, excepto en que los labios se hallan
mas separados. El individuo produce sonidos que varían en intensidad según la
fuerza de la emoción y en calidad tonal también varían de un individuo a otro.
9) AFECTOS:
Los afectos son reacciones emocionalmente determinadas por relaciones
agradables. En la infancia, el niño puede hallarse apegado a objetos(como
juguetes) y animales domésticos. En la adolescencia, la emoción asocia
primordialmente con personas nuca con juguetes y algunas veces con animales
domésticos. Además el adolescente discrimina mucho mas que el niño en la
selección de los individuos a quienes vincula su afecto. El niño responde con
afecto a cualquier persona que haya sido amable, atenta, y considerada con él, y
que haya hecho agradables las relaciones mutuas. Pero el adolescente discrimina
en la elección de las personas con que quiere asociarse y con las que se
vinculará afectivamente.
En general, el circulo de individuos con quienes el adolescente tienen
vínculos afectivos intensos es estrecho e incluye a unos pocos miembros de su
familia mas cercana, de individuos de su propio sexo, y en el periodo final de
adolescencia, integrantes del sexo opuesto. Como el afecto del adolescente se
halla limitado a relativamente pocas personas, y como la adolescencia es una
edad en que todas las emociones son algo mas intensas que lo habitual, los
afectos que experimenta el adolescente hacia los demás son particularmente
intensos. Cuando el adolescente siente afecto por alguien, no lo hace con el tono
más bien tibio del niño, en cambio es un tipo absorbente de emoción, que impulsa
al adolescente a buscar la compañía del individuo o individuos hacia quienes es
más intenso su afecto. Cuando se halla apartado de ellos, se siente solo e
inseguro, para vencer este estado, el adolescente trata de mantenerse en contacto
constante con aquellas a quienes ama, ya sea a través de entrevistas personales
o por medio de llamadas telefónicas, telegramas o cartas.
El joven demuestra su afecto deseando estar con la persona que quiere,
haciéndole pequeños favores en la esperanza de hacerla feliz, y observando y
escuchando con intensa atención todo lo que el ser amado hace o dice.
El adolescente habla de las cuestiones sexuales con sus amigos o con
cualquier adulto dispuesto a tratar el tema con él. Los libros que tienen una
información objetiva sobre las cuestiones sexuales o que presentan un tratamiento
romántico de la cuestión sexual en la vida cotidiana, son ávidamente leídos por
muchachos y por muchachas, en la esperanza de que ellos complementen el
conocimiento que han tenido en sus conversaciones sobre el tema. Aparte del
interés en la cuestión sexual como fuente de nueva curiosidad, la búsqueda del
adolescente se orienta hacia los fenómenos científicos, la política internacional, la
religión y las cuestiones de orden moral. Estas poseen un interés mucho menos
universal que el sexo y la curiosidad de ellas depende en gran parte de las
adquisiciones educativas del adolescente. Cuando los jóvenes formulan pregunta
a los adultos, a veces lo hacen con el propósito de lucirse o destacarse, desean
poner en evidencia al adulto, demostrarle que esta equivocado y demostrar en
esta forma su propia superioridad. Habitualmente limitan su interrogatorio con este
propósito a sus compañeros de edad, puesto que los resultados que obtienen son
mas satisfactorios.

10) DEPRESIÓN
Es un concepto dinámico de origen en la obra de Freud de duelo y melancolía. Un
estado de desvalidamiento e impotencia del yo, siendo característico en las
personas: el deseo de ser valioso, amado, apreciado, fuerte, de tener seguridad,
de ser bueno y amable (Edwuard Bibeing). El duelo es la reacción normal ante
una pérdida real en donde se retira la energía del objeto perdido, siendo los
sentimientos predominantes el abatimiento y la tristeza. Según Ana Freud, los
adolescentes viven en un estado de duelo y añoran su niñez en donde las
soluciones solían ser simples. La depresión es muy frecuente entre los
adolescentes.
El crecimiento cognitivo de la pubertad permite que el adolescente se evalúe
moralmente y en vista de su pensamiento del “todo o nada”, suelen dar a hechos
triviales una trascendencia desmedida reaccionando dramáticamente. Por las
demandas impuestas en su vida, puede sentirse indigno, siendo frecuente la
disminución de la autoestima. Las depresiones en la adolescencia igualan a las de
la edad adulta en severidad, pero la sobrepasan en destructividad. El adolescente
siente que todo se ha perdido y que nada tiene solución.
Características: Conducta inadecuada, inmadurez para tolerar el duelo, la
hostilidad dirigida hacia los padres se dirige hacia sí mismo, autodespreciándose;
conductas provocativas, contradictorias , intentos masoquistas y suicidas.

Efectos de las emociones: Las emociones como todos los demás estados
psíquicos, tienen sus características positivas y negativas, sin embargo estas
ultimas son tanto mas importantes que las primeras, lo que hacen necesario
dominar las emociones.

Características positivas: Primero las emociones constituyen una fuente de


motivación, el miedo, la ira, el amor, la curiosidad impulsan al individuo a la
acción. La emoción puede sustituirse en una fuente de esfuerzo constructivo,
porque provoca modificaciones en el individuo, cuando las emociones se tornan
intensas a menudo impiden que se cumplan los propósitos porque paralizan la
acción.
La segunda afirmación que puede hacerse a favor de las emociones es la
de que ellas constituyen un motivo de alegría para el individuo. Las emociones
sacan al individuo de la rutina diaria, añadiendo una excitación de la que tan a
menudo carece la vida cotidiana. Cuando la vida se haya desprovista de
excitación emocional, el individuo busca activamente los medios de compensar
esta deficiencia.
El tercer aspecto favorable de las emociones es el de que ellas dan
fortaleza y resistencia al organismo, durante un estado emocional, el individuo es
capaz de realizar actos que en condiciones desprovistas de emoción serían
absolutamente imposibles.

Efectos perjudiciales: Los tres factores que hemos citado con relación a las
emociones, esto es: que sirven como forma de motivación, que agregan excitación
y alegría a la vida, y que fortalecen y dan resistencia al organismo, constituyen la
totalidad de los aspectos favorables relativos a las emociones.
Efectos nocivos de las emociones:
Efectos físicos: Los efectos físicos nocivos más comunes de la tensión
emocional son las perturbaciones del sueño, el resultado habitual es la fatiga
crónica. La tensión emocional también provoca dolores de cabeza, perdida de
apetito, y trastornos digestivos.

Eficiencia: La tensión emocional da como resultado falta de formalidad y de


eficiencia. La inestabilidad, las oscilaciones temperamentales, la imprevisibilidad y
la inconstancia en las realizaciones son efectos característicos de la tensión
emocional. Cualquier emoción intensa distrae la atención del individuo, de la
tarea que esta realizando hacia la situación que provoca la emoción. El resultado
es que el individuo se abstrae y halla difícil o incluso imposible concentrarse en lo
que estaba ejecutando. La emotividad afecta seriamente a la capacidad para
razonar y para observar un problema desde todos los puntos de vista. Cuanto
más intensa sea la emoción, tanto mas ilógico se tornará el individuo.
Cualquier perturbación de las relaciones emocionales del individuo puede
afectar desfavorablemente su aprendizaje. Stratton encontró que cuanto menos
inclinado se hallaba el individuo a la ira y al miedo, tanto más probable era su éxito
en los estudios. De los sujetos estudiados por él, los que eran irascibles y tímidos
tendían en conjunto a rendir menos que aquellos cuyas emociones eran menos
intensas, estos resultados significaban que una mayor tendencia a la irritación y al
miedo, constituye un impedimento directo para un buen rendimiento escolar, no a
causa de déficit intelectual, sino porque estados emotivos hacen desperdiciar
energías.
En una comparación realizada entre tres métodos de enseñanza: discusión,
estudio dirigido o vigilado, y recitación, se encontró que el método de recitación no
solo era el preferido por los estudiantes sino que era el que provocaba menor
ansiedad en estos. Aunque la ansiedad puede resultar un móvil, puede además en
inhibir la actuación del individuo sino es superada por éste. Si la ansiedad por los
exámenes es suficientemente intensa, no-solo impide el aprendizaje de la
asignatura, sino incluso que puede tergiversar el contenido de ésta. . Moore llegó
a la conclusión de que el miedo y la ira son los que tienen mayor efecto sobre los
procesos mentales.

Actitud general: La tensión emocional, especialmente si es prolongada,. Provoca


irritabilidad y depresión. La irritabilidad puede aparecer sólo en ciertas situaciones
en que intervienen personas del sexo opuesto, cuando ésta se presenta indica el
origen de la tensión, o puede ser general y manifestarse en una actitud animada
hacia todo y hacia todos. La depresión, en cambio, habitualmente va acompañada
de un tipo de conducta tímido, retraído o de irritabilidad y agresividad.
Meltzer expresa que en todos los niveles intelectuales la influencia sobre la
personalidad, después de las reacciones de ira, se manifiesta por tendencia a
provocar un efecto disociativo. Es más probable que los efectos de las emociones
intensas sobre las actitudes sean desfavorables, y no favorables, cuando el
planteamiento de normas e ideales da honestidad va acompañado de
exhortaciones emocionales. La actitud medrosa o la ansiedad generalizada, con
frecuencia provoca la inadaptación neurótica. Mayormente los sujetos que tiene
mas preferencias que desagrados se hallan decididamente mejor adaptadas que
aquellos cuyas repulsiones son más numerosos que sus satisfacciones.

Hábitos emocionales: Uno de los efectos más graves de las emociones es que
con la repetición constante, con frecuencia se convierte en hábitos, por ejemplo
algunos individuos se condicionan de tal modo que constantemente encuentran
dificultades. Cuando los hábitos emocionales se hallan establecidos, el individuo
reacciona emocionalmente a las situaciones que son idénticas o similares a
aquellas en las que ha respondido anteriormente en forma emotiva.

Dominio de las emociones: “Dominio” no significa represión o eliminación,


significa aprender a enfrentar una situación con una actitud lógica, a responder a
ella razonablemente en vez de emocionalmente, y a evitar el realizar
interpretaciones de los trances que puedan hacer surgir reacciones emotivas. El
dominio emocional significa fiscalización de las expresiones respectivas, que son
socialmente inaceptables, y que normalmente se encuentran en niveles de
desarrollo inferiores. La consecución del dominio emocional constituye un índice
de madurez psíquica. Los temores provocados por sentimientos de incapacidad en
actividades sociales pueden vencerse en gran parte si se emplean los métodos
apropiados. Desgraciadamente para la mayoría de los adolescentes, con
demasiada frecuencia se ignora estos temores hasta que se tornan tan intensos y
extensos en sus efectos que en la totalidad de la conducta del adolescente se
halla imbuida de ellos. Como los temores relativos a la incapacidad personal son
casi universales ente los adolescentes, especialmente durante el periodo inicial de
la adolescencia, el mejor método para vencerlos es ayudar al individuo a que
adquiera competencia y capacidad en alguna actividad, no importa cual sea ésta,
esto le dará confianza en si mismo en dicha actividad.
De igual modo la ira, el enfado, las frustraciones, y celos pueden ser
dominados ayudando al individuo a que comprenda los motivos de su frustración,
asimismo una comprensión del adolescente y de sus necesidades hará mucho por
eliminar algunos de los factores que frustran su conducta.
Se encontró que la orientación personal ayuda a los alumnos a resolver sus
problemas, aunque la misma, en sí, o de por sí, pueda no resolver el problema,
ayuda a un enfoque más objetivo, analítico e impersonal del mismo, con el
resultado que existan menos conflictos, y a su vez menos tensiones emotivas.

INTELIGENCIA EMOCIONAL EN EL ADOLESCENTE

En el adolescente es importante destacar el papel que la inteligencia emocional

desempeña, es en esta etapa en la que el joven mismo no se entiende, no logra

comprender del todo el proceso en el que está inmerso, se siente preso de emociones

fuertes que lo desconciertan, sería de gran ayuda si los padres, maestros y consejeros

puedan orientarlo a un conocimiento de sus emociones, para hacer que las comprenda y

las pueda manejar


1. Conocer las propias emociones

Es decir la conciencia de uno mismo, el reconocer un sentimiento mientras ocurre


es la clave de la inteligencia emocional. La capacidad de controlar sentimientos de
un momento a otro es fundamental para la penetración psicológica y la
comprensión de uno mismo. La incapacidad de advertir nuestros propios
sentimientos nos deja a merced de los mismos. Las personas que tiene mayor
certidumbre con respecto a sus sentimientos son mejores guías de su vida, toman
decisiones más acertadas.

2. Manejar las emociones

Manejar los sentimientos para que sean adecuados, es una capacidad que se
basa en la conciencia de uno mismo. Se pueden manejar situaciones aprendiendo
la capacidad de serenarse, librarse de la irritabilidad, la ansiedad y la melancolía
excesivas. Las personas que carecen de esta capacidad luchan constantemente
contra sentimientos de aflicción, mientras que aquellas que las desarrollan pueden
recuperarse con mucha mayor rapidez de trastornos de la vida.

3. La propia motivación

Ordenar las emociones al servicio de un objetivo es esencial para prestar


atención, para la auto motivación y el dominio, para la creatividad. El autodominio
emocional, postergar la gratificación y contener la impulsividad sirve de base a
toda clase de logros. Las personas que tienen esta capacidad suelen ser mucho
más productivas y eficaces en cualquier tarea que emprendan.

4. Reconocer emociones en los demás


Desarrollo de la empatía, las personas que tienen empatía están mucho más
adaptadas a las señas sociales que indican lo que otros necesitan o quieren, esto
los hace mejores amigos, posteriormente mejores profesionales en áreas de
enseñanza, ventas, administración

5. Manejar las relaciones

La habilidad de manejar las emociones de los demás, con ella se puede lograr la
popularidad, el liderazgo, las personas que se desempeñan bien en cualquier cosa
que dependa de la interacción serena con los demás se convierten en estrellas
sociales.

BIBLIOGRAFIA
- Hurlock Elizabeth (1971) “Psicología de la adolescencia”. Edición Paidos Buenos
Aires.
- Inteligencia Emocional, Daniel Goleman.
- El cerebro emocional, Paidos.
- Psicología, ciencia de la mente y la conducta, Richard Gross.

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