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UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CUENCA SEDE MACAS

INGENIERÍA EN CONTABILIDAD Y AUDITORIA - CPA

UNIDAD DE TITULACIÓN

La incidencia de la gestión financiera en los resultados económicos y financieros de la


Cooperativa de Ahorro y Crédito Jardín Azuayo Sucursal Macas, periodo 2016 y 2017

Tutor:

Ing. Ana Alexandra López Jara Msc.

Macas – Ecuador

26 de noviembre de 2018
Tabla de Contenido
CAPITULO I ............................................................................................................................... 1
1. Antecedentes ........................................................................................................................ 3
1.1 El Cooperativismo en el Ecuador ........................................................................................ 3
1.2. Economía Social y Solidaria en Ecuador ........................................................................... 8
2. Bases Legales ....................................................................................................................... 9
2.1. Constitución de la República del Ecuador ..................................................................... 9
2.2. Plan Nacional del Buen Vivir ........................................................................................ 11
2.3. Ley Orgánica de Economía Popular y Solidaria ......................................................... 12
2.4. Código Orgánico Monetario y Financiero (COMYF) ................................................. 14
3. Definición de Categorías. .................................................................................................. 16
3.1. Finanzas. ............................................................................................................................. 16
3.2. Administración Financiera. ............................................................................................... 17
3.3. Gestión financiera. ............................................................................................................. 18
3.4. Funciones de la Gestión Financiera .................................................................................. 18
3.5. Estados Financieros............................................................................................................ 19
3.6. Limitaciones de los Estados Financieros .......................................................................... 19
3.7. Balance General ................................................................................................................. 20
3.8. Estado de Resultados ......................................................................................................... 20
3.8.1. Ingresos: ....................................................................................................................... 20
3.8.2. Gastos: .......................................................................................................................... 21
3.9. Estado de Flujo de Efectivo. .............................................................................................. 21
3.10. Indicadores Financieros................................................................................................... 21
3.10.1. Rentabilidad................................................................................................................... 22
3.10.1.1. Rendimiento Operativo sobre Activo. .................................................................. 22
3.10.1.2. Rendimiento sobre Patrimonio. ............................................................................ 22
3.11. Liquidez............................................................................................................................. 23
3.11.1. Liquidez de primera línea......................................................................................... 23
3.11.2. Liquidez de segunda línea......................................................................................... 23
3.12. Riesgo ................................................................................................................................ 23
3.12.1. Riesgo de liquidez ...................................................................................................... 23
3.12.2. Riesgo Operativo ....................................................................................................... 24
3.12.3. Riesgo de Crédito ...................................................................................................... 24
CAPITULO I

1. Antecedentes

1.1 El Cooperativismo en el Ecuador

En el antiguo Quito, hoy República del Ecuador, antes de la denominación de los incas y
de la conquista de los españoles, se presentaba algunas formas de cooperación voluntaria
de las colectividades agrarias con el fin de llevar un beneficio comunitario o familiar a su
gente, estas denominadas obras eran: minga, trabajo mancomunado, cambia manos, etc.

El origen del cooperativismo en el Ecuador se remonta a “la noche de los tiempos”


en la historia de la sociedad humana, como prácticas sociales relacionadas con un
“comportamiento coordinado organizado para conseguir un objetivo común”. En
el período aborigen del mundo andino ecuatorial existen vestigios de prácticas de
cooperación que han sobrevivido en el tiempo. La organización comunitaria
indígena utilizó de forma secular formas de cooperación en la construcción de
caminos, viviendas, acequias y múltiples obras sociales de larga duración. En el
largo período colonial las comunidades indígenas dispusieron de tierras
comunales y resistieron el avance territorial de la hacienda. Asimismo, los vecinos
urbanos, gremios artesanales y numerosas sociedades con fines de protección
social adoptaron y mantienen formas de colaboración asociativa que son parte del
desarrollo histórico de la sociedad ecuatoriana. (Grijalva, 2013, p. 24)

A partir de las tres primeras décadas del siglo XX el pueblo ecuatoriano conoció el
mensaje cooperativo, a nivel de los diferentes laborales, intelectuales, políticos y líderes
gremiales de todos los sectores sociales. Se registro fuertes problemas de difusión
doctriniana, educación y capacitación. Asimismo, a pesar de ello, no es menos cierto que
desde el punto de vista cultural, la sociedad ecuatoriana se apropió del modelo
cooperativo desde la complejidad regional organizada desde la cercanía o lejanía del
centro europeo que generaba la doctrina cooperativa, entre una Guayaquil, abierta al
mundo y Quito encerrada en la cordillera andina.

Las ideas y experiencias de cooperación de la Europa Occidental, suscitadas a


partir del nacimiento y expansión del capitalismo industrial, arribaron a
Latinoamérica y al Ecuador al compás de la propia penetración comercial del
capital y de la promoción de las ideas sociales de asociación. (Grijalva, 2013, p.
25)

Se debe destacar que para los sectores laborales la organización de instrumentos de


cooperación representaba a una necesidad humana relacionada con la previsión y
seguridad social. Los poderes que se presentaban tanto en el privado como el público se
encontraban ausentes en el apoyo a los trabajadores en circunstancias de alta
vulnerabilidad y mortandad, como era el azote de las enfermedades, los accidentes
laborales, la muerte y gasto imprevistos, es desde aquí donde nace las ideas de cómo
resolver sentidas reindicaciones sociales y económicas en torno a las actividades
mutuales, de asociación y de solidaridad.

Desde los años 30 el cooperativismo comienza a jugar un papel muy tradicional


para la transformación agraria de la Sierra interandina en contexto de una época
social, donde las empobrecidas poblaciones mestizas cercadas por los enormes
latifundios comienzan a movilizarse. Así, “el 9 mayo de 1937, se organizan en
San Gabriel (provincia del Carchi), 120 socios de la Colonia Cooperativa
Montúfar, a fin de presionar sobre las tierras de la Hacienda “El Salado”, un
latifundio vecino, mediante la figura de compra a plazos”. (Grijalva, 2013, p. 41)

El Estado ecuatoriano, para esta coyuntura histórica, en lugar de reprimir a una población
mestiza por el cerco latifundista favorece el inicio de un proceso de acceso a la tierra
mediante la conformación de una organización social destina como:

La cooperativa. Aunque en un comienzo se utilizaron las denominadas juntas de


asociados la figura cooperativa representó el marco jurídico, ideal de
transformación económica y social por intermedio de la compra a plazos. La
legitimidad de la propiedad privada de la hacienda comenzaba su
desmoronamiento y este tipo de ejemplos con el tiempo comenzó a propagarse
regionalmente. La intervención jurídica del Estado ocurriría en forma inmediata.
(Grijalva, 2013, p. 42)

Primeras organizaciones cooperativas conformadas en el país. 1919-1938


Hurtado y Herudek (como se citó en Ros, 2007) determinaron que:

Puesto que no existía un adecuado conocimiento de los principios cooperativos ni


de su estructura de funcionamiento, dichas organizaciones “tuvieron una vida
efímera y nominal ... (pues) sin un marco jurídico-institucional que las protegiera
y sin contar con servicios educativos y financieros, no tenían ninguna posibilidad
de operar”. (p. 253)

A partir del año 1937 el Estado ecuatoriano intervino para incentivar el desarrollo de
empresas cooperativas, año donde se dictó la primera de Ley de Cooperativas (Decreto
Supremo n. 10 del 30 de noviembre de 1937, publicado en el Registro Oficial n. 8131 del
1ro. de diciembre de 1937); el respectivo Reglamento se expidió un año más tarde.

De acuerdo a Almeida (como se citó en Ros, 2007):

Uno de los objetivos perseguidos por el gobierno de facto del General Alberto
Enríquez Gallo, su patrocinador, era racionalizar la tradicional economía
campesina, estableciendo medidas sociales y económicas tendientes a evitar
posibles levantamientos indígenas y a modernizar su estructura de producción,
adoptando formas de carácter cooperativo. (p. 254)

La Ley de Cooperativas se promovió en el mismo año leyes sociales patrocinadas por el


Ministerio de Previsión Social -como la primera Ley de Comunas y el Estatuto Jurídico
de las Comunidades Campesinas- donde se planteaba la necesidad de reformar la
organización ancestral en el agro; al respecto, se afirmaba: “El Poder Público adoptará
las medidas necesarias para transformar a las Comunidades en Cooperativas de
Producción” (Ros, 2007, p, 254). En Particular, se pronunciaron dos tipos de
cooperativas: las de producción y las de crédito; a estas últimas se les asignaba el papel
de soporte financiero del fomento de la agricultura (Art. 11 de la Ley de Cooperativas).

Mucha de las entidades que se constituyeron a partir de dicha normativa en el año de 1948
(inscritas 159 organizaciones, de las cuales una mayoría eran de carácter agrícola), donde
integraron personas de clase media y media-alta, Ortiz (como se citó en Ros, 2007) “no
por convicción doctrinaria, ni por necesidad de solventar problemas comunes, sino con el
afán lucrativo de apoderarse de las tierras y aprovecharse de las ventajas tributarias
concedidas por el Estado” (p. 254).
Total, de cooperativas por sectores y clases

De esa forma, Cevallos (como se citó en Ros, 2007) resultó evidente que “no era sólo el
sustentáculo legal de lo que requería el movimiento cooperativo, sino más bien de una
labor concentrada de difusión y concienciación de la doctrina cooperativa para lograr la
estructuración de verdaderas entidades populares de contenido cooperativista” (p. 255).

El naciente movimiento que se estructuró en esos años se presentó nuevas características,


cuando grupos de diferente orientación religiosa empezaron a promocionar activamente
a las asociaciones de carácter cooperativo, con el único propósito de mejorar las
condiciones de vida de esos sectores populares más necesitados, tales como rurales y
urbanos. Sin embargo, la expansión del movimiento tomó un definitivo impulso
solamente a partir de los años sesenta, con la aprobación de la primera Ley de Reforma
Agraria y Colonización, la nueva Ley de Cooperativas y con la conformación de distintos
organismos de integración cooperativa.

De acuerdo a Mills (como se citó en Ros, 2007):

En la década de los sesenta se produce un importante crecimiento del


cooperativismo ecuatoriano, probablemente el mayor de su historia, impulsado
por el Estado y por las agencias norteamericanas (públicas y privadas) de
desarrollo AID, CUNA y CLUSA. En efecto, la revolución cubana había sido
motivo de seria preocupación para los Estados Unidos, determinando así que
dicho país adoptara una nueva política para el continente latinoamericano: la
Alianza para el Progreso. Su énfasis desarrollista propugnaba una “revolución
controlada” (al amparo de las elites políticas locales) que erradicara la pobreza de
las grandes masas desposeídas (sobre todo rurales) y fortaleciera las estructuras
“democráticas” vigentes. De ahí que el cooperativismo fue forjado como un
instrumento particularmente idóneo para alcanzar ese objetivo e incluido en el
programa de la Alianza para el Progreso con evidentes finalidades políticas. (p.
256)

En 1961 se creó la Dirección Nacional de Cooperativas como entidad


especializada del Ministerio de Previsión Social y Trabajo (en 1979 se
transformará en Ministerio de Bienestar Social) para ejecutar las políticas estatales
de promoción del sector. Sin embargo, en la práctica, dicho organismo técnico se
limitará a desempeñar actividades puramente administrativas, de registro y
fiscalización, más que de fomento9. (Ros, 2007, p. 256)

A partir del año 1966, el gobierno ecuatoriano, de acuerdo a la recomendación 49


Conferencia de la Organización Internacional del Trabajo (1965), se actualizo la
normativa de la importancia que empezaba a presentarse el movimiento cooperativo en
el país en el cual se promulgo en 1937, relativa a la creación, estructura y funcionamiento
de las organizaciones cooperativas. De esta manera, el estado reitero su orientación
positiva hacia el movimiento cooperativo y el deseo de impulsar y apoyar su crecimiento.
Dicha Ley dispuso que diferentes instancias del Estado ecuatoriano participen
activamente en la promoción del cooperativismo en la concesión de préstamos en
condiciones favorables (Art. 154).

Sin embargo, Ortiz (como se citó en Ros, 2007) determinó que:

Las posibilidades reales que tenía la Dirección Nacional de Cooperativas, como


máximo organismo nacional encargado de la promoción, asesoría, fiscalización,
educación y registro de los diferentes tipos de cooperativas, no le permitieron
cumplir eficientemente con su mandato, pues su escaso presupuesto económico y
de personal impidió extender su radio de acción a todas las áreas del país (la sede
central se estableció en Quito) y se convirtió “en una oficina de trámites de
estatutos que termina con un registro numérico y ciertas labores de fiscalización
mínima y deficiente, sin posibilidades inmediatas”. (p. 259)

En 1969, en conformidad con lo establecido en la segunda Ley de Cooperativas (Art. 84


y 90) se procedió a conformar el Consejo Cooperativo Nacional con el fin de planificar,
coordinar y fomentar el cooperativismo en el país, la situación no mejoró, por el bajo
nivel de remuneraciones de los funcionarios de dicha institución de Cooperativas no
permitió contratar personal técnico calificado para conducir adecuadamente al
movimiento cooperativo nacional.
1.2. Economía Social y Solidaria en Ecuador

De acuerdo a Gallegos (2013) determina que:

La Economía Social y Solidaria es entendida en Ecuador como un sistema que


tiene al ser humano como centro del desarrollo; busca satisfacer las necesidades
comunes de la población; está al servicio de la sociedad, siendo su compromiso
organizativo primordial la prestación de servicios a los miembros o a la
comunidad; reconoce diferentes formas de organización de la sociedad para la
producción en donde prima la sociedad de personas sobre la sociedad de capitales.
(p. 37)

La Constitución vigente en el país establece tres formas de organización económica:


pública, privada (empresarial), y la economía popular y solidaria que incluye a las
finanzas populares, donde existen desafíos estructurales muy importantes en la
especialización productiva, en los sistemas distributivos y en la sosteniblidad de la
economía del país; por ende, la transformación debe incluir a todas esas formas
organizativas y sus particulares articulaciones.

La economía popular, definida como las estrategias de reproducción simple o


ampliada de la vida de individuos o familias que buscan generar su propio empleo
e ingreso para satisfacer así su necesidad de bienes y servicios, y la economía
solidaria como formas económicas más organizadas y cooperativas pero que
persiguen el mismo fin, donde prevalece el ser humano sobre el capital, más que
el objetivo de maximizar beneficios como ocurre en la economía empresarial.
(Jácome, et al, 2016)

Los valores y principios cooperativos inspiran los rasgos distintivos de la economía social
y guían la actividad operativa de la misma. De hecho, estos principios definen a las
cooperativas como organizaciones democráticas en las que las decisiones están en manos
de socios y usuarios de la actividad cooperativizada de manera que no se permite que los
socios, inversores o de capital, sean mayoritarios. El desarrollo humano, la superación de
las inequidades, el compromiso para ir más allá de las metas del milenio, ha sido el
principal objetivo del anterior y actual gobierno, por ende, un buen desempeño de los
principales indicadores macroeconómicos como es el PIB.

Por todo ello, Acosta (como se citó en Gallegos, 2013) se considera que:

La Economía Social y Cooperativismo producen sociedad y no solo unidades


económicas, ya que generan valores para satisfacer las necesidades de los mismos
productores o de sus comunidades -generalmente de base territorial, étnica, social o
cultural- y no están orientados por la ganancia y la acumulación de capital sin límites.
Porque Economía Social y Cooperativismo construyen relaciones de producción,
reproducción, intercambio y cooperación que propician la eficiencia y la calidad
sustentadas en la solidaridad. (p. 55)

La Economía Social y Solidaria se encuentra en adaptación, redefinición y remodelación,


en el que dispone como aliada de una herramienta muy valiosa y potente como es el
Cooperativismo o movimiento cooperativo, y es aquel punto de construcción y puesta en
marcha del sistema económico solidario y social es donde se encuentra Ecuador; como
consecuencia de los fracasos del Estado de resolver los problemas por él generado, de la
persistencia de voluntad de movimientos sociales a que se abran otras alternativas bajo
un carácter: comunitario, productiva, gremial, por la tierra, por el trabajo, por el ejemplo,
permite el paso hacia, lo que se denomina la economía y finanzas populares y solidarias.

2. Bases Legales

2.1. Constitución de la República del Ecuador

Unos treinta años más tarde a la Constitución de 2008 también se visibilizó en la


Constitución de 1978 a la Economía Social y Solidario. De acuerdo al Acta 055 de 30 de
mayo del 2008 donde se propuso de una economía centrada en el mercado, la acumulación
y el capital, a una economía que pone en el centro de su atención al “ser humano”, de
manera que se instaure un sistema económico social y solidario. Esta Carta Magna fue la
primera del mundo en destacar la importancia del sector de la EPS (Economía Popular y
Solidaria) como actor de primer orden para emprender una nueva forma de hacer
economía.

Como visualiza Jácome, et al (2016) que:

Diversos actores y organizaciones pertenecientes a la economía social y solidaria


fueron tomados en cuenta y hoy son regulados por una ley que promueve, entre
otras cosas, el fortalecimiento de estas organizaciones y la creación de un
sinnúmero de acciones afirmativas, planes, programas y proyectos. Este logro, sin
lugar a dudas, se ha convertido en una de las principales banderas de lucha del
actual gobierno y de su movimiento oficialista. (p. 84)

La Constitución de la República del Ecuador del 2008 establece ciertos artículos en donde
se fundamenta la economía popular y solidaria y el sistema financiero como el principal
eje de regularidad y desempeño económico y social en el país; por ende, se presenta los
siguientes artículos:

Art. 66.- Se reconoce y garantizara a las personas:

15. El derecho a desarrollar actividades económicas, en forma individual o


colectiva, conforme a los principios de solidaridad, responsabilidad social y
ambiental.
Art. 276.- El régimen de desarrollo tendrá los siguientes objetivos:

2. Construir un sistema económico justo, democrático, productivo, solidario y


sostenible basado en la distribución igualitaria de los beneficios del desarrollo, de
los medios de producción y en la generación de trabajo digno y estable.

Art. 277.- Para la consecución del buen vivir, serán deberes generales del Estado:

6. Promover e impulsar la ciencia, la tecnología, las artes, los saberes ancestrales


y en general las actividades de la iniciativa creativa comunitaria, asociativa,
cooperativa y privada.

Art.283. El sistema económico es social y solidario; reconoce al ser humano como sujeto
y fin; propende a una relación dinámica y equilibrada entre sociedad, Estado y mercado,
en armonía con la naturaleza; y tiene por objetivo garantizar la producción y reproducción
de las condiciones materiales e inmateriales que posibiliten el buen vivir.
El sistema económico se integrará por las formas de organización económica pública,
privada, mixta, popular y solidaria, y las demás que la Constitución determine. La
economía popular y solidario se regulará de acuerdo con la ley e incluirá a los sectores
cooperativistas, asociativos y comunitarios.

Art. 309.- El sistema financiero nacional se compone de los sectores público, privado, y
del popular y solidario, que intermedian recursos del público. Cada uno de estos sectores
contará con normas y entidades de control específicas y diferenciadas, que se encargarán
de preservar su seguridad, estabilidad, transparencia y solidez. Estas entidades serán
autónomas. Los directivos de las entidades de control serán responsables, administrativa,
civil y penalmente por sus decisiones.

Art. 311.- El sector financiero popular y solidario se compondrá de cooperativas de ahorro


y crédito, entidades asociativas o solidarias, cajas y bancos comunales, cajas de ahorro.
Las iniciativas de servicios del sector financiero popular y solidario, y de la micro,
pequeñas y medianas unidades productivas, recibirán un tratamiento diferenciado y
preferencial del Estado, en la medida en que impulsen el desarrollo de la economía
popular y solidaria.

Art. 319.- Se reconocen diversas formas de organización de la producción en la economía,


entre otras las comunitarias, cooperativas, empresariales públicas y privadas, asociativas,
familiares, domesticas, autónomas y mixtas.

Art. 321.- El Estado reconoce y garantiza el derecho a la propiedad en sus formas pública,
privada, comunitaria, estatal, asociativa, cooperativa, mixta, y que deberá cumplir su
función social y ambiental.

Señala Coraggio (como se citó en CONAFIPS, 2015) que:


“El texto de la Constitución ecuatoriana asume una definición sustantiva de
economía:, que podemos resumir como el sistema de instituciones, valores,
normas y prácticas que organizan los procesos de producción, distribución,
circulación y consumo dentro de una malla de relaciones de cooperación de los
trabajos humanos entre sí y con la naturaleza y cuyo sentido es la reproducción
y desarrollo de la vida, es decir: la generación de las condiciones materiales para
el sustento o la subsistencia de todos, y la reproducción intergeneracional
ampliada de la vida”. (p. 26)

No queda en duda que existe un marco supra normativo, claramente definido, para la
implantación del sistema social y solidario, mediante el impulso de las formas
empresariales que integran la economía popular y solidaria; siendo así este marco legal
la aspiración del cumplimiento de las actividades productivas y de servicios que se
presenta en el ámbito organizacional de la EPS (Economía Popular y Solidaria).

2.2. Plan Nacional del Buen Vivir

SENPLADES elaboró y aprobó PNBV (Plan Nacional del Buen Vivir), el cual está
integrado por doce objetivos de la planificación estatal, cada uno encierra una serie de
políticas que contienen lineamientos para su ejecución. Este plan fue aprobado para el
periodo 2013-2017, modificado en el 2015, donde se incluye varias políticas y
lineamientos, expresamente, destinados a la promoción y el desarrollo de la economía
popular y solidaria.

En el sector financiero popular y solidario, incluye su acceso al sistema nacional


de pagos; la consolidación de la Red de Seguridad Financiera del sector; la
implementación del sistema de garantía crediticia; y, el impulso a los créditos por
la profundización de las finanzas populares con pertinencia territorial, como
alternativa a la banca privada tradicional. (Jácome, et al, 2016, p. 145)

Dentro de EPS se menciona en el objetivo 2, como política 4, que proyecta democratizar


los medios de producción y entre las políticas para ello, incluye en el literal f): “Fortalecer
y ampliar las formas de propiedad cooperativa, asociativa y comunitaria como medio para
democratizar el acceso a la riqueza y a su generación” o, la política o estrategia, prevista
como literal k, en el objetivo 5, que busca “Incentivar formas de organización económica
y solidaria en los emprendimientos e industrias culturales y creativa”.

Siendo el Estado el facultado para contribuir, supervisar, promover, financiar y liquidar


a las organizaciones del EPS, es lógico que se debe dictar la normativa relacionada con
si constitución, organización y funcionamiento, con base en la cual supervisar, por esa
razón se presenta la Ley Orgánica de la Economía Popular y Solidaria (LOEPS), su
Reglamento General y el Código Orgánico Monetario y Financiero (COMYF), normas
que regulan la existencia misma de las organizaciones, sean del sector financiero, como
del no financiero.

De acuerdo a Jácome, et al (2016) presenta que:

Tanto el COMYF, como la LOEPS, han sido sujetas de desarrollos reglamentarios


que acusan un gran dinamismo normativo, especialmente relacionado con el
sector financiero, particularidad que, no solo es justificable debido a la dinamia
del sector y los riesgos que conlleva, sino que demuestra el interés del Estado, en
el funcionamiento adecuado de este sector. (p. 147)

2.3. Ley Orgánica de Economía Popular y Solidaria

La Ley Orgánica de la Economía Popular y Solidaria y del Sector Financiero


Popular y Solidario “entiende por economía popular y solidaria a la forma de
organización económica, donde sus integrantes, individual o colectivamente,
organizan y desarrollan procesos de producción, intercambio, comercialización,
financiamiento y consumo de bienes y servicios, para satisfacer necesidades y
generar ingresos, basadas en relaciones de solidaridad, cooperación y
reciprocidad, privilegiando al trabajo y al ser humano como sujeto y fin de su
actividad, orientada al buen vivir, en armonía con la naturaleza, por sobre la
apropiación, el lucro y la acumulación de capital.” (CONAFIPS, 2015. p. 29)

La LEPS determina que el sector cooperativo estará integrado por organizaciones de


ahorro y crédito, producción, consumo, servicios y vivienda; por lo tanto, la estructura
del sector financiero popular y solidario acoge lo que establece la Constitución en su
artículo 311, que el sector financiero popular y solidario se compondrá de cooperativas
de ahorro y crédito, entidades asociativas o solidarias, cajas y bancos comunales, cajas de
ahorro.

Las disposiciones de la presente Ley no se aplicarán a las formas asociativas gremiales,


profesionales, laborales, culturales, deportivas, religiosas, entre otras, cuyo objeto social
principal no sea la realización de actividades económicas de producción de bienes o
prestación de servicios.

Por esta razón la Ley define los siguientes objetivos:

 Reconocer, fomentar y fortalecer la economía popular y solidaria en el sector


financiero popular y solidario en su ejercicio y relación con los demás sectores de
la economía y con el Estado.
 Potenciar las prácticas de la economía popular y solidaria que se desarrollan en
las comunas, comunidades, pueblos y nacionalidades, y en sus unidades
económicas productivas y con el Estado.
 Establecer un marco jurídico común para las personas naturales y jurídicas que
integran la economía popular y solidaria y del sector financiero popular y
solidario.
 Instituir el régimen del derechos, obligaciones y beneficios de las personas y
organizaciones sujetas a esta ley.
 Establecer la institucionalidad pública que ejercerá la rectoría, regulación, control,
fomento y acompañamiento.

En cuanto a sus principios se establece en el Art. 4: Las personas y organizaciones


amparadas por esta ley, en el ejercicio de sus actividades, se guiarán por los siguientes
principios, según corresponda:

 La búsqueda del buen vivir y del bien común.


 La prestación del trabajo sobre el capital y de los intereses colectivos sobre los
individuales.
 El comercio justo y consumo ético y responsable.
 La equidad a la identidad cultural.
 El respeto a la identidad cultural.
 La autogestión.
 La responsabilidad social y ambiental, la solidaridad y rendición de cuentas.
 La distribución equitativa y solidaria de excedentes.

Dentro del Art. 21 de esta Ley se menciona que el sector cooperativo, como:

“El conjunto de cooperativas entendidas como sociedades de personas que se han


unido en forma voluntaria para satisfacer sus necesidades económicas, sociales y
culturales en común, mediante una empresa de propiedad conjunta y de gestión
democrática, con personalidad jurídica de derecho privado e interés social. […]
Las cooperativas, en su actividad y relaciones, se sujetarán a los principios
establecidos en esta Ley y a los valores y principios universales del
cooperativismo y a las prácticas de buen gobierno corporativo.” (CONAFIPS,
2015, p. 31)

En lo establecido en la Ley Orgánica de la Economía Popular y Solidaria y del sector


financiero popular y solidario (LOEPS), las cooperativas financieras y no financieras se
ubicarán sen segmentos y niveles respectivamente, según criterios como: participación en
el sector, volumen de operaciones, números de socios, número y ubicación geográfica d
oficinas operativas a nivel local, cantonal, provincial, regional o nacional, monto de
activos, patrimonio y productos y servicios financieros.

Además, el art. 145 de acuerdo a Mercedes (como se citó en Saltos, Mayorga y Armada,
2016) dispone que:
Las regulaciones emitidas desde la Superintendencia de Economía Popular y
Solidaria (SEPS) en relación a la protección, promoción e incentivos,
funcionamiento y control de las actividades económicas de las organizaciones, se
expidan de manera diferenciada. (p. 67)

2.4. Código Orgánico Monetario y Financiero (COMYF)

Es aquel código que integra los sistemas monetario y financiero y a las entidades públicas,
privadas y populares y solidarias, entre los objetivos del código en el Art. 3, se establece:

7. Profundizar el proceso de constitución de un sistema económico social y


solidario, en el que los seres humanos son el fin de la política pública;

9. Fomentar, promover y generar incentivos a favor de las entidades de la


economía popular y solidaria;

10. Promover el acceso al crédito de personas en movilidad humana, con


discapacidad; jóvenes, madres solteras y otras personas pertenecientes a los
grupos de atención prioritaria;

A la vez dentro de este código en el capítulo 2 se presenta la integración del sistema


financiero nacional donde está compuesto por el sector financiero público, el sector
financiero privado y el sector financiero popular y solidario; prácticamente estipulado en
los artículos 161, 162, 163 y 164.

El Art. 163 referente al sector financiero popular y solidario determina que:

El sector financiero popular y solidario está compuesto por:

1. Cooperativas de ahorro y crédito;

2. Cajas centrales;

3. Entidades asociativas o solidarias, cajas y bancos comunales y cajas de ahorro;


y,

4. De servicios auxiliares del sistema financiero, tales como: software bancario,


transaccionales, de transporte de especies monetarias y de valores, pagos,
cobranzas, redes y cajeros automáticos, contables y de computación y otras
calificadas como tales por la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria
en el ámbito de su competencia. También son parte del sector financiero popular
y solidario las asociaciones mutualistas de ahorro y crédito para la vivienda.
Las entidades asociativas o solidarias, cajas y bancos comunales y cajas de ahorro
se regirán por las disposiciones de la Ley Orgánica de la Economía Popular y
Solidaria y las regulaciones que dicte la Junta de Política y Regulación Monetaria
y Financiera.

Con respecto a las cooperativas de ahorro y crédito en el capítulo 6 en la sección 2 se


demuestra en el Art. 445 la naturaleza y objetivos:

Las cooperativas de ahorro y crédito son organizaciones formadas por personas


naturales o jurídicas que se unen voluntariamente bajo los principios establecidos
en la Ley Orgánica de la Economía Popular y Solidaria, con el objetivo de realizar
actividades de intermediación financiera y de responsabilidad social con sus
socios y previa autorización de la Superintendencia de Economía Popular y
Solidaria, con clientes o terceros, con sujeción a las regulaciones que emita la
Junta de Política y Regulación Monetario y Financiera.

La Junta de Política y Regulación Monetaria y Financiera regulará tomando en


cuenta los principios de territorialidad, balance social, alternancia en el gobierno
y control democrático y social del sector financiero popular y solidario.

Referente a la solvencia y prudencia financiera de las cooperativas de ahorro y crédito en


el Art. 449 establece que:

Las cooperativas de ahorro y crédito deberán mantener índices de solvencia y


prudencia financiera que permitan cumplir sus obligaciones y mantener sus
actividades de acuerdo con las regulaciones que se dicten para el efecto,
considerando las particularidades de los segmentos de las cooperativas y ahorro y
crédito.

Las regulaciones deberán establecer normas, al menos, en los siguientes aspectos:


1. Solvencia patrimonial,
2. Prudencia Financiera,
3. Mínimos de Liquidez,
4. Balance Social, y,
5. Transparencia.
3. Definición de Categorías.

3.1. Finanzas.

Sabaté y otros (como se citó en Agüero, 2006) definen las finanzas en:

Función de tres componentes: a) la utilización del dinero, su costo y su


rendimiento, b) las formas de generación y captación de excedentes
líquidos, su protección, transferencia y control, y c) la instalación de
servicios de apoyo a los que tienen excedentes monetarios y a los que los
solicitan bajo la forma de crédito. El primer componente se refiere a la
gestión financiera de las organizaciones, mientras que los otros dos al
funcionamiento del sistema financiero en una economía. (p. 17)

Todos estos elementos si se encuentran presentes en lo que denomina “finanzas sociales”,


un nuevo campo disciplinar en construcción que busca: a) la democratización del sistema
financiero y b) su orientación a necesidades fundamentales de toda la población,
priorizando a los excluidos de dicho sistema financiero.

El enfoque de finanzas sociales se orienta a la “economía social”, expresión


polisémica que en el siglo XIX designa un enfoque disciplinario de la economía
que toma en cuenta la historia, las instituciones y las normas sociales, como
ciencia de la justicia social.
Recobra vigencia con la crisis del Estado de Bienestar y del socialismo real,
relacionando lo económico con lo social en una sociedad u organización, aunque
en realidad toda economía es social en el sentido que no puede funcionar sin
instituciones, sin sujetos sociales, sin relaciones sociales y, fundamentalmente, sin
el Estado. Además, recobra vigencia por los lazos entre el asociacionismo del siglo
XIX y las nuevas experiencias económicas y sociales, y por la necesidad de los
grupos sociales de obtener financiamiento y representación ante el Estado.
Para otros autores, es economía solidaria o economía del trabajo. (Agüero, 2006,
p. 18)

Las finanzas se dedican a obtener el máximo volumen posible de fondos, para financiar
las emisiones de bonos y acciones que requieren los procesos de expansión, fusión y
absorción de las grandes corporaciones nacionales. Las finanzas tienen un rol pasivo -sin
influencia- en el crecimiento de las empresas, limitándose a registrar en cifras su
desenvolmiento.

Por su parte, Gitman (como se citó en Contreras, 2010) define a las finanzas como:

El arte y la ciencia de administrar dinero. En general todos los individuos,


familias, empresas y organizaciones de distinto tamaño y tipo obtienen dinero, lo
invierten y lo ganan, es ahí donde las finanzas intervienen en todo el proceso de
transferencia de dinero entre personas, organizaciones, gobiernos y países. (p. 98)

El campo de las finanzas se encuentra relacionado con la economía y la contabilidad, por


lo tanto, deben entender claramente las relaciones entre estas áreas. Mediante el análisis
de la economía se obtiene la estructura necesaria para tomar decisiones en áreas como el
análisis de riesgo, la teoría de precios a través de las relaciones de oferta y demanda y el
análisis comparativo del retorno.

La contabilidad en ocasiones se le identifica como el leguaje de los negocios debido al


suministro información a través de los Estados financieros básicos y su posterior análisis
e interpretación, identificados como el balance general, el estado de resultados, el estado
de movimiento del patrimonio y estado de movimiento del efectivo, la información
reportada debe ser veraz para visualizar la situación económica-financiera de la empresa.

3.2. Administración Financiera.

De acuerdo a Horne y Wachowicz (2010) define como:

La administración financiera se ocupa de la adquisición, el financiamiento y la


administración de bienes con alguna meta global en mente. Así, la función de
decisión de la administración financiera puede desglosarse en tres áreas
importantes: decisiones de inversión, financiamiento y administración de bienes.
(p. 2)

La administración financiera es aquella área de la administración que se centra en


decisiones de inversión, manejo del dinero, fuentes de financiamiento, administración de
activos, control de costos y maximización de utilidades, donde busca que los recursos
financieros mantengan un adecuado balance entre rentabilidad (inversiones) y liquidez
(disponibilidad).

De acuerdo a Navarro (como se citó en Castro, 2013) determina que:

La meta principal de la administración financiera consiste en maximizar el precio


de las acciones de la empresa. Un buen conocimiento de este mercado es esencial
para cualquier persona que esté involucrada en la administración de un negocio.
(p. 26)

Entonces; la administración financiera comprende de aquellas acciones que aseguran a la


empresa para el aprovisionamiento de recursos financieros al mínimo costo y su
utilización de forma que se alcance la máxima productividad tanto en la actividad interna
como en las eventuales inversiones ajenas al giro de la compañía.
3.3. Gestión financiera.

Se puede generar el siguiente concepto de los que significa gestión financiera para las
organizaciones:

La Gestión Financiera es la actividad que se realiza en una organización y que se


encarga de planificar, organizar, dirigir, controlar, monitorear y coordinar todo el
manejo de los recursos financieros con el fin de generar mayores beneficios y/o
resultados. El objetivo es hacer que la organización se desenvuelva con
efectividad, apoyar a la mejor toma de decisiones financieras y generar
oportunidades de inversión para la organización. (Terrazas, 2009, p. 57)

A continuación se presenta el siguiente gráfico:

En la figura 1 se muestra que la gestión financiera es la que se encarga de planificar,


organizar, direccionar y controlar una empresa para que esta tenga un buen desempeño.

La gestión financiera es importante ya que enfrenta y resuelve el dilema liquidez-


rentabilidad, para poder proveer los recursos necesarios en momento propicio, por medio
de la toma de decisiones más adecuadas y efectivas de dicha gestión y para que se
aseguren en la situación económica y financiera que permitan el desarrollo de la empresa.

3.4. Funciones de la Gestión Financiera

De acuerdo a Stanley y Geoffrey (como se citó en Terrazas, 2009) es:


Responsable de asignar los fondos para los activos corrientes y los activos fijos;
es capaz de obtener la mejor mezcla de alternativas de financiación y de
desarrollar una política de dividendos apropiada dentro del contexto de los
objetivos de la institución. (p. 57)
Funciones de la Gestión Financiera

En esta figura se puede explicar que específicamente la función asignada a la gestión


financiera, se traduce en una maximización de la riqueza de la empresa y los accionistas
de ella; sin embargo, se debe aclarar que, desde la perspectiva del planteamiento sistémico
e integral, debe ser enfocado sin descuidar el nexo y la ligazón que debe existir con las
otras áreas de la organización tal como lo que concierne al recurso humano, como riqueza
vital y fundamental de la organización.

3.5. Estados Financieros

La disciplina que da origen a los estados financieros es la “contabilidad” donde se le


define de acuerdo a Prieto (2010) como “el arte de registrar, clasificar, resumir e
interpretar los datos financieros, con el fin de que éstos sirvan a los diferentes estamentos
interesados en las operaciones de una empresa” (p. 25). La manera más lógica y
comúnmente aceptada de cumplir esta tarea, es asignada a la contabilidad, es a través de
informes contables denominados estados financieros.

Los estados financieros presentan un informe periódico acerca de la situación de


negocios, los progresos de la administración y los resultados obtenidos durante el periodo
que se estudia, se pueden decir, que los hechos registrados se refieren a los datos sacado
de los registros contables; tal como, la cantidad de efectivo o el valor de las obligaciones.

3.6. Limitaciones de los Estados Financieros

Los estados financieros tienen la apariencia de ser algo completo, definitivo y exacto, sin
embargo, se presenta complejidades, restricciones e invitaciones como las siguientes:

En esencia son informes provisionales, ya que la ganancia o pérdida real de un


negocio sólo puede determinarse cuando se venda o se liquida, por consiguiente,
no pueden ser definitivos. Los estados financieros representan el trabajo de varias
partes de la empresa, con diferentes intereses. La gerencia, el contador, la auditoria
etc, y además incluyen una alta dosis de criterio personal en la evaluación y
presentación de ciertos rubros.
En una economía inflacionaria, la contabilización de activos y pasivos por su
cuantía original, no permite establecer, en un momento determinado, el valor y
situación real de la empresa, en este punto los ajustes por inflación han venido
subsanando, por lo menos en parte, esa limitación. (Prieto, 2010, p. 29 y 30)

Los estados financieros se preparan para grupos muy diferentes entre si como: la
administración, los accionistas, la bolsa de valores, los acreedores y esta implica
necesariamente ciertas restricciones y ajustes en su presentación, según el caso.

También; se puede decir que:

Los estados financieros muestran información cuantificada acerca de las cuentas


económicas que afectan a la empresa, pero no representan en valor del negocio,
sino el valor de los recursos y obligaciones cuantificables del negocio. Es decir,
no cuantifican elementos esenciales de la empresa, como los recursos humanos,
productos, marcas, mercado. (Huerta, 2001, p. 27 )

3.7. Balance General

Estupiñán (como se citó en Castro, 2013) dice que:

También se llama estado de Situación o estado de posición financiera (reporta la


estructura de recursos de la empresa de sus principales y cantidades de activos,
como su estructura financiera de sus importantes cantidades de pasivos y capital,
los que siempre deben estar en equilibrio bajo el principio de la contabilidad de la
partida doble: Activos = Pasivos + Capital. El balance de una empresa ayuda a los
usuarios externos a: 1) determinar la liquidez, flexibilidad financiera y capacidad
de operación de una empresa y 2) evaluar la información sobre su desempeño de
producción de ingresos durante el período. (p. 33)

El balance general también conocido como estado de situación patrimonial o balance de


situación, es un conjunto de datos e informaciones presentados a modo de documento
final que incluye un panorama de la situación financiera de una entidad o empresa y que
tiene lugar una vez al año.

3.8. Estado de Resultados

Se definen los denominados ingresos y gastos, que por su naturaleza corresponden


a la medición del desempeño de la empresa durante un período, por tanto, no es
posible utilizar la analogía de la cámara fotográfica, una analogía pertinente sería
como medir la cantidad de agua que ha corrido hacia abajo por un río durante un
período de tiempo y medir los distintos elementos que han fluido. (Videla, 2007,
p. 3)

Sus elementos principales son:

3.8.1. Ingresos: Son los aumnetos de los beneficios economicos, producidos a los largo
del periodo contables, en forma de entrada de valor de los activos, o salida de las
obligaciones, que dan como resultado del patrimonio y que no estan relacionados con los
aportes de los propietarios a este patrimonio.

3.8.2. Gastos: son las disminuciones de los beneficios económicos, producidos a los largo
del perido contable, en form de disminucion del valos de los activos, o bien de nacimiento
o aumento de los pasivos, que dan como resultado disminuciones del patrimonio y no
estan relacionados con los retiros realizados por los propietarios.

En este estado se presentan los ingresos propios de la empresa al que se resta el costo de
dichos ingresos y posterioemente los gastos del periodo.

3.9. Estado de Flujo de Efectivo.

Es aquel estado que se preocupa de revelar cuanto efectivo ha entrado y salido de la


empresa. En general, y principalmente debido al principio del devengo, que rgistra las
transacciones en el momento que se aceptan, el flujo de efectivo no es igual al resultado
del perioso, sea este una ganacia o pérdida.

Solo ls entradas de activos que excedan las cantidades necesarias para mantener el capital
pueden ser consideradas como ganancias, lo que origina la rentabilidad del capital, por
ello, la utilidad es el importe residual que queda tras haber deducido de los ingresos los
gastos. Si los gastos supera a los ingresos, el importe residual es una pérdida.

3.9.1. Objetivos:

 Facilitar información financiera a los administradores, lo cual le permite mejorar


sus políticas de operación y financiamiento.

 Proyectar en donde se ha gastado el efectivo disponible, que dará como resultado


la descapitalización de la empresa.

 Mostrar la relación que existe entre la utilidad neta y los cambios en los saldos de
efectivo. Estado saldos de efectivo pueden disminuir a pesar de que haya utilidad
neta positiva y viceversa.

 Reportar los flujos de efectivo pasados para facilitar la predicción de flujos de


efectivo futuros

 La evaluación de la manera en que la administración genera y utiliza el efectivo.

 La determinación de la capacidad que tiene una compañía para pagar intereses


dividendos y sus deudas cuando estas vencen. (Gallegos, et al, 2013, p. 37 y 38 )

3.10. Indicadores Financieros.

Es aquel índice o porcentaje que permite la comparación entre sectores, grupos, cuentas,
subcuentas, con el principal objetivo de medir la situación financiera o resultados a una
fecha determinada; también se los llaman indicadores, razones, ratios, o simplemente
relaciones financieras.

Los ratios financieros, también conocidos indicadores o índices financieros son razones
que nos permiten analizar los aspectos favorables y desfavorables de la situación
económica y financiera de una empresa.

3.10.1. Rentabilidad.

Martínez (como se citó en Castro, 2013) determina que:

La rentabilidad es el éxito económico (utilidad o beneficio) que proporciona una


operación financiera en función del capital invertido (propio y/o ajeno) en un
período de tiempo determinado. La rentabilidad es siempre un valor relativo en
tanto que la renta es un valor absoluto. (p. 36)

La rentabilidad tiene la capacidad para generar suficiente utilidad o ganancia; por


ejemplo, un negocio es rentable cuando genera mayores ingresos que egresos, un cliente
es rentable cuando genera mayores ingresos que gastos, un área o departamento de
empresa es rentable cuando genera mayores ingresos que costos.

3.10.1.1. Rendimiento Operativo sobre Activo.

Es también conocido como ROA refleja la capacidad de generación de beneficio por parte
de las inversiones realizadas por la empresa. Es aquella rentabilidad del activo
independientemente de cómo este financiado.

3.10.1.2. Rendimiento sobre Patrimonio.

Se determina como ROE que es la rentabilidad de los activos con independencia de cómo
han sido financiados. De acuerdo a Navarro (como se citó en Torres, 2013) “corresponde
al porcentaje de utilidad o pérdida obtenido por cada dólar que los dueños han invertido
en la empresa, incluyendo las utilidades retenidas” (p.38).
3.11. Liquidez

Liquidez es la capacidad de atender obligaciones de corto plazo, por poseer dinero en


efectivo o activos que se transforman fácilmente en efectivo. Dentro de una institución
financiera, la liquidez se evalúa por la capacidad para atender los requerimientos de
encaje, los requerimientos de efectivo de sus depositarios en el tiempo en que lo soliciten
y nuevas solicitudes de crédito.

Según Rodas (como se citó en Castro, 2013) indica que “la Liquidez en el sistema (M2)
es M1 más depósitos a la vista hasta 90 días y la Solvencia en el sistema (M3) es el M2
más depósitos a largo plazo” (p. 39). A continuación, detallada los índices utilizados para
medir la liquidez y la solvencia.

3.11.1. Liquidez de primera línea

Representa la disponibilidad de recursos líquidos cuyo vencimiento es menor a 90 días


en relación a los pasivos que mantiene un requerimiento menor a 180 días. A través de
este indicador se determina el nivel de velocidad con que la entidad logra obtener
disponibilidad inmediata de recursos para hacer frente a sus obligaciones financieras a
corto plazo.

3.11.2. Liquidez de segunda línea

La liquidez de segunda línea representa la disponibilidad de recursos cuyo vencimiento


es menor a 180 días en relación a los pasivos que mantiene un requerimiento menor a 360
días.

3.12. Riesgo

Indica que es la posibilidad de que se produzca un hecho generador de pérdidas que


afectan el valor económico de las instituciones financieras. Este hace referencia al
volumen de crédito y otras facilidades crediticias (avales, créditos, documentarios, etc.)
que el conjunto de entidades de crédito tiene concedido a la compañía.
3.12.1. Riesgo de liquidez

El riesgo de liquidez se produce a consecuencia de continuas pérdidas de cartera, que


deteriora el capital de trabajo. Un crecimiento desmesurado de las obligaciones también
puede conducir el riesgo de pérdida de liquidez.

Es la contingencia de perdida que se manifiesta por la incapacidad de la institución del


sistema financiero para enfrentar una escasez de fondos y cumplir sus obligaciones, y que
determina la necesidad de conseguir recursos alternativos, o de realizar activos en
condiciones desfavorables.
3.12.2. Riesgo Operativo

Gallardo y Navarro (como se citó en Castro, 2013) concuerdan en que “riesgo operativo
se entiende como la posibilidad de ocurrencia de pérdidas financieras, originadas por
fallas o insuficiencias de procesos, persona, sistemas internos, tecnología, y en la
presencia de eventos externos imprevistos” (p. 40).

3.12.3. Riesgo de Crédito

De acuerdo a la Superintendencia de Bancos y Seguros que es la posibilidad de pérdida


debido al incumplimiento del prestatario o la contraparte en operaciones directas,
indirectas o derivados que conlleva en no pago, el pago parcial o la falta de oportunidad
en el pago de las obligaciones pactadas.

Se asume la posibilidad de incumplimiento de las obligaciones contractuales entre las


partes de una operación financiera, ya sea antes de la fecha de vencimiento o a dicha
fecha, también se determina que el factor más importante que se mide es la frecuencia
esperada de no pago. Se tienen dos teorías en el mundo financiero para analizarlas,
mediante las cuales puede decidirse si se presta o no y la otra, las metodologías continuas,
que tienen en cuenta la frecuencia esperada de no pago y otros factores adicionales, que
monitorearon el crédito durante toda su vida.

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