De pronto, el pez vio a un tiburón y comenzó a nadar muy rápido, pero también el tiburón lo hizo. De repente el pez se detuvo y le dijo al tiburón: -¿Por qué quieres devorarme? ¡Podemos ñññ jugar juntos! El tiburón pensó y pensó y luego dijo: -Bueno, está bien, juguemos a las escondidas… El tiburón y el pez jugaron todo el día, hasta En la casa del pez sucedió lo mismo. que se puso el sol. -¿Cómo estás, pequeño Pez? ¿Cómo Al anochecer, el tiburón regresó a su hogar. estuvo tu día en el mar? Su madre le preguntó: Preguntó la madre de Pez. -¿Cómo fue tu día, mi querido tiburón? A lo que Pez respondió: ¿Cuántos animales devoraste hoy?” -Hoy jugué con un animal llamado Tiburón. El tiburón respondió: -¡¿Qué?! Tiburón es el animal que devoró a -Hoy no devoré ningún animal, pero jugué tu padre y a tu hermano. No juegues con él. con un animal llamado Pez. Respondió la madre. -Ese pez es un animal que nosotros comemos. No juegues con él. Dijo la madre del tiburón. Al día siguiente, en medio del océano, no Luego de que pasó un año entero, Tiburón estuvieron ni el tiburón ni el pez. salió a darse un lindo chapuzón, y lo mismo hizo Pez. Ellos no se encontraron durante muchos Por tercera vez se encontraron, y entonces días, semanas, y hasta meses. Tiburón dijo: Pero el día que se volvieron a ver -Tú eres mi enemigo, pero, quizás, inmediatamente, cada uno volvió nadando podemos hacer las paces. con su mamá y de nueva cuenta pasaron El pequeño Pez dijo: mucho tiempo sin encontrarse. -Sí, sí, estoy de acuerdo contigo. Ellos jugaron secretamente durante días, semanas y meses, hasta que un día el Tiburón y Pez hablaron con sus mamás para que se dieran cuenta que podían ser todos amigos y desde ese mismo día los tiburones y los peces viven en felices y en paz.