Una proposición es una oración o enunciado que se comprende como una afirmación
respecto a un acontecimiento falsable, y que por lo tanto puede determinarse
como verdadero o falso. Todos los agrupamientos de palabras que conservan un sentido son
proposiciones, por lo que se dice que las proposiciones son la forma más elemental de la
lógica.
En muchas ocasiones, el concepto de la proposición se confunde con el de la oración. Sin
embargo, es fácil comprender que la oración es una expresión lingüística compuesta
gramaticalmente que expresa un pensamiento o una opinión, mientras que una proposición
es una idea más bien relacionada con la lógica, que tiene necesariamente un concepto sujeto
que cumple la función de determinar al objeto: las proposiciones cuentan, casi siempre, con
la palabra ‘es’ o ‘está’ para hacer referencia a un estado de situación permanente o
provisorio. Las proposiciones son los elementos básicos a partir de los cuales se construyen los
razonamientos, y por eso fueron muy analizados en el ámbito de la ciencia y de la epistemología.
Aristóteles consideró la existencia de proposiciones universales (en las que se generaliza un estado
para todo elemento que cumpla con una característica) y de proposiciones particulares (cuando el
sujeto está tomado de su extensión particular).
Tanto las universales como las particulares podrán ser negativas o positivas, expresando un estado
de situación o la ausencia misma de ese estado, que también constituye una proposición.