Resumen Panel:
Los procesos de intermediación política y la movilización social muchas veces han sido vistos como
fenómenos contradictorios. La utilización de categorías de análisis como clientelismo, cooptación,
desmovilización y estatización han trazado dicotomías analíticas que han impedido observar dinámicas
de cooperación y negociación entre los ciudadanos, las organizaciones y las agencias estatales. El
propósito de esta mesa es problematizar los vínculos entre el Estado y distintas expresiones de
politización (clientelismo y movimientos sociales) a partir del análisis de las relaciones entre la acción
colectiva y la intermediación política, así como el performance público de estas expresiones. Ambos
fenómenos conviven en los márgenes del Estado y se vinculan entre sí a partir de interacciones socio-
estatales que abarcan dinámicas contenciosas, pero también procesos de colaboración y cogestión que
difuminan las líneas divisorias entre el Estado y la Sociedad. De igual manera, vemos que tanto los
procesos de clientelismo como de movilización abierta y colectiva son mutuamente interdependientes,
pues los actores al interior de cada proceso de construyen frente a un otro “degradado” y sobre el cual
legitiman su actividad sociopolítica.
Ponencias
Las transformaciones en el mundo del trabajo en los últimos 20 años han dado lugar a la
conformación de nuevos colectivos de trabajadores que por fuera de la relación asalariada han
planteado sus demandas de reconocimiento frente al Estado. Estas dinámicas han dado lugar a nuevas
organizaciones con identidades heterogéneas que incluyen a trabajadores desocupados, autogestivos,
cooperativos y de la economía popular que combinando repertorios de contienda asociados a los
movimientos sociales y estrategias de negociación corporativa de corte gremial/sindical luchan por el
acceso a recursos del Estado generando novedosas dinámicas de intermediación política que los
diferencias de los sindicatos clásicos y de los movimientos obreros del siglo XX. ¿Cuál es el contenido de
sus demandas y a través de qué canales son movilizadas?, ¿A qué estrategias organizativas recurren
para organizar y movilizar a su heterogénea base?, ¿Cuáles han sido los principales resultados
conseguidos a raíz de su interacción con el Estado?, ¿Qué desafíos presentan para la representación
política y gremial de los trabajadores excluido del mundo salarial?
Para responder estas preguntas analizamos el caso del movimiento de economía popular en
Argentina y específicamente a una de sus principales organizaciones: la Confederación de Trabajadores
de la Economía Popular. El análisis forma parte del proyecto de doctorado “Pensando la relación
Movimientos Sociales-Estado luego del giro progresista” y exponen los resultados del trabajo de campo
realizado durante 2018 en Argentina, donde se realizaron entrevistas en profundidad, observación y
análisis documental de los principales espacios de interacción entre la organización y las agencias
estatales. El marco teórico parte del estudio de las dinámicas de contención y del uso de repertorios de
interacción movimientos sociales-Estados proponiendo un abordaje en tres niveles que incluyen las
estructuras organizativas, los patrones de interacción y las características del régimen político.
Los recursos y objetivos movilizados por los movimientos sociales generan diversas comprensiones de la
política y de otros actores sociales. Entre los efectos de los movimientos sociales, no siempre buscados,
se encuentra el modificar los marcos en los cuales son ubicados los distintos actores sociales. En este
constructo, la noción de ciudadanía se vuelve central. El movimiento Yo soy 132 desarrollado por
estudiantes universitarios durante las elecciones de 2012 en México se caracterizó, entre otras cosas,
por intentar mejorar la calidad de la democracia mexicana a través de impugnar al candidato priista,
Enrique Peña Nieto, y con él a diversas formas de hacer política asociadas al viejo régimen priista y
continuadas en la transición democrática. En ese proceso, se movilizaron una serie de recursos
simbólicos que intentaron delimitar una noción adecuada de ciudadanía y democracia basada en la
autonomía, la libertad y la capacidad crítica. Después de la elección, en medio de la polémica por la
compra masiva del voto a través de tarjetas pre-pagadas, una parte del movimiento definió la elección
como una forma de fraude y, con ello, construyó a sujetos que no formaban parte de la ciudadanía.
Basándose en la sociología de los problemas públicos y la sociología cultural, se planteará que a través
de una serie de performances el movimiento Yo soy 132 construyó un discurso de ciudadanía que
permitió después definir la compra del voto –y a aquellos que participaban de ella- como una categoría
moral impura y un problema público.
3) La movilización de autonomía, derechos y ciudadanía por los “clientes” del estado. Hacia
una caracterización política y cultural del estado desde sus márgenes.
David Luján Verón (Profesor asociado, Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa)
Generalmente, las redes de intercambio se sitúan en los periodos de elección de representantes (tiempo
de la política) y se vislumbran como una estrategia para allegarse de votos o, en su defecto, como una
justificación de la derrota en las urnas. El clientelismo es una relación jerárquica de tipo patrón-cliente e
inherente a los partidos políticos, con vínculos diádicos, tríadicos y que se asume como una estructura
desmovilizadora de la acción social. Sin embargo, durante la investigación etnográfica en Cuajimalpa,
Ciudad de México (2012-2016) se advirtió sobre la operación de las redes durante periodos no
electorales, especialmente en procesos de construcción de ciudadanía, exigibilidad de derechos y
negociación con las autoridades de los distintos órdenes de gobierno. Por tanto, la ponencia centra la
mirada en la acción colectiva y las redes político- clientelares como un tema poco explorado en la
literatura sociológica y antropológica.
A partir de relatos etnográficos y de entrevistas a profundidad con actores clave durante las campañas
electorales de 2012 y 2015 en la delegación Cuajimalpa, Ciudad de México, se devela la relación
recursiva entre el clientelismo y la acción colectiva, tomando como punto de partida los hallazgos de
Javier Auyero para el caso argentino. En la delegación estudiada, las redes político-clientelares han sido
movilizadas para defender los intereses colectivos de los pueblos y colonias en tiempos de o elección de
representantes, o en su defecto, en la antesala de las elecciones (las precampañas). Como nota al
margen, la temporalidad de la narrativa de los entrevistados comprende el periodo 1997-2016, es decir,
antes y después de la transición democrática del Distrito Federal/ Ciudad de México.