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La conciencia

moral
Isabel Muñoz Sánchez-Herrera
Profesora de religión
La Conciencia
Los hombres de hoy apelan a la conciencia cuando protestan contra la
intolerancia, el prejuicio o el legalismo exagerado; a veces identifican
conciencia con responsabilidad (“es un hombre de conciencia”); la
conciencia significa otras veces la libertad frente a las decisiones más
fundamentales (libertad religiosa, por ejemplo); otras veces la conciencia
denota la resonancia interna de las decisiones tomadas (“buena conciencia”;
“mala conciencia”).
La palabra consciente proviene del latín <conscientia> (Saber con
=cum scire) Este “saber con” es de un saber compartido (testigo
del hecho o testigo de la interioridad). El compartir el saber puede
aparecer en varias dimensiones:

Como acusación: “me remuerde la conciencia”, “peso de


conciencia”,
Como disculpa: “Mi conciencia me lo impide” , “En conciencia
no puedo”
Como ayuda: “Déjame consultarlo con mi conciencia”, “Si mi
conciencia me lo permite”
Como garantía: Estoy tranquilo con mi conciencia” , “Lo hice en
conciencia”
Etapas del desarrollo de la conciencia

ANOMIA: De los 0 a los 6 años aprox. Esta etapa sugiere la ausencia de la


moralidad. Se caracteriza por el uso de los instintos; el bebé se deja llevar por controles
de placer y dolor, se comienza a introducir el factor de orden, se controlan las funciones
orgánicas.

HETERONOMIA: De los 7 a los 8 años aprox. Se le impone una moral al sujeto


desde fuera. Se caracteriza por un comportamiento impuesto desde fuera (la familia, la
escuela, la sociedad)

SOCIONOMIA: De los 9 a los 15 años aprox. Los criterios éticos se configuran a través
de las relaciones con los demás y con la sociedad. Es una ética que proviene del grupo, pero
es a la vez interna porque el mismo sujeto está dentro del grupo y decide en él. Las
características del comportamiento son influenciadas y sancionadas desde dentro del grupo,
la calidad del acto ético se mide a través de la alabanza y el castigo.

AUTONOMIA: De los 18 en adelante. Es el final del desarrollo moral y califica el


nivel regulador de la conciencia moral adulta. En esta etapa el mismo sujeto regula
el comportamiento moral y decide donde se originan las normas que configuran
nuestro actuar. El comportamiento es regulado desde dentro y se mide bajo los
aspectos de coherencia personal y depende de los criterios personales y de estima
personal.
Conciencia moral
La conciencia de las
consecuencias es el
aspecto interno de la
moral, en ella está el
origen de la valoración
de nuestros actos,
nuestros hábitos o
nuestro modo de vida.
Pero la conciencia
moral es también
conciencia de la
libertad, conciencia de
que no todas las
posibilidades de
elección son igualmente
valiosas.
¿Qué es la conciencia moral?
Estar consciente
significa darse cuenta
de lo que ocurre
alrededor. La
conciencia es una
forma de conocimiento
o de percepción. La
conciencia moral es con
lo que nos damos
cuenta de lo que vale,
de lo que merece la
pena para la vida, de lo
que es bueno -o bien,
de lo que no merece la
pena, de lo malo, de lo
que hay que evitar.
Actos morales
Los actos morales están
orientados hacia el
exterior, la realidad, el
mundo, los demás pero
nacen del interior. Somos
morales porque podemos
elegir, porque sentimos
que tenemos posibilidad
de seguir caminos
diferentes en nuestra vida,
porque nos damos cuenta
de que nuestras acciones
tienen consecuencias.
¿Cómo funciona?
Cuando valoramos una acción
realizada o por realizar, la
conciencia moral puede actuar
de maneras diferentes:
podemos sentir que lo que
hemos hecho o vamos a hacer
está bien o mal, sin saber
exactamente por qué; podemos
también analizar las
consecuencias reales o
posibles de nuestra acción y su
conveniencia; podemos recurrir
a pensar en normas
previamente aceptadas para
enjuiciar la acción….
Hay diferentes
maneras de
plantear como la
conciencia moral
llega al
conocimiento de
lo bueno o lo
malo, desde el
intelecto, el
sentimiento, la
intuición…
Intelectualismo moral
Considera la conciencia moral como el
conocimiento de lo que es bueno y lo que
es malo. Se produce en él una
identificación entre el bien y el
conocimiento, por una parte, y el mal y la
ignorancia por otra. En consecuencia,
según el mismo, sólo obramos mal
porque creemos, en nuestra
ignorancia, que ese mal que hacemos
es un bien para nosotros. La manera de
conseguir actuar correctamente será,
pues, educar a nuestra razón en los
principios de la moral para que no pueda
llevarnos a valoraciones incorrectas sobre
la bondad o maldad de las cosas y las
acciones.
Emotivismo
Es el planteamiento de la
conciencia moral como
sentimiento. Según los
emotivistas, por medio de la
razón sólo podemos llegar a
comprender lo útil o lo
conveniente para
determinados fines, pero no
si algo es bueno o malo. La
bondad o maldad de actos,
palabras, etc. se siente, no
se conoce racionalmente. Los
juicios morales, para los
emotivistas, no son más que
medios para comunicar esos
sentimientos y para intentar
convencer a los demás de su
validez.
Intuicionismo
La conciencia moral, según los
intuicionistas, percibe
directamente lo bueno y lo malo.
Puesto que el bien no es una
cualidad natural -como el color-,
no puede percibirse por medio
de los sentidos físicos. Esto
hace que los intuicionistas vean
la conciencia moral como un
sentido moral -intuición moral-
que percibe directamente la
bondad o maldad de las cosas y
las acciones, sin intervención de
los sentidos físicos ni del
razonamiento.
Prescriptivistas
Consideran que la moral se
basa en el carácter
prescriptivo (imperativo) de
sus juicios. La conciencia
moral, según estos autores,
asiente o rechaza los
mandatos que presentan
los juicios morales. La
manera de demostrar el
asentimiento a lo que dice
una norma es cumplirla, la
de demostrar el rechazo, no
cumplirla.
Debate
¿En qué te basas para valorar
moralmente las acciones o
conductas tuyas o de las personas
que os rodean (normas aprendidas,
intuición, sentimientos, adecuación a
las normas, etc)?
Origen de la conciencia moral
• Unos consideran que su origen es
sobrenatural, la conciencia moral es
una expresión de la ley divina, la voz
de Dios en el interior de la persona.
• Otros los naturalistas, que defienden
que la conciencia moral es una
capacidad innata de tipo racional que
nos permite decidir sobre lo bueno y lo
malo, una especie de sensibilidad o de
capacidad perceptiva para el bien y el
mal.
• Cultural la conciencia moral se
adquiere. La tomamos del entorno en
que nos hemos desarrollado. Los
valores dominantes en los distintos
grupos sociales en que nos movemos
afectan a nuestro modo de valorar las
cosas y las acciones.
Debate
• ¿Cuál de las posturas descritas sobre
el origen de la conciencia moral te
parece más convincente? ¿Por qué?

• La cuestión del origen de la conciencia moral es muy importante, ya


que la respuesta que propongamos a la misma afectará
directamente a los contenidos que podemos considerar adecuados
para esta conciencia: lo que podemos considerar bueno o malo, los
criterios que usemos para valorar y a las normas que guíen nuestras
acciones.
• Si es algo externo cultural dependiendo de la cultura cambiaran
nuestros criterios
AUTONOMIA

Autónomo es todo aquél que decide conscientemente qué


reglas son las que van a guiar su comportamiento.
Considerar la propia libertad como autonomía implica, por
tanto, considerarla no sólo en su sentido negativo de falta
de coacción -nadie me impone las reglas desde el
exterior-, sino también en su sentido positivo -sé lo que
hago, no me dejo llevar por la rutina, la costumbre, el
capricho, lo bien visto o la imagen que me gustaría dar
ante los demás-.
¿CONSIDERO QUE YA SOY
AUTÓNOMO?
Tener autonomía quiere decir ser capaz de hacer lo que uno
cree que se debe hacer, pero no sólo eso. También significa ser
capaz de analizar lo que creemos que debemos hacer y considerar
si de verdad debe hacerse o si nos estamos engañando. Somos
autónomos cuando somos razonables consideramos qué
debemos hacer con todos los datos a nuestra disposición.
Dicho de otro modo: somos verdaderamente autónomos cuando
usamos nuestra conciencia moral.
RESPONSABILIDAD
Sólo cuando
somos libres en el
sentido positivo de
la palabra -es
decir, autónomos,
conscientes-, nos
damos cuenta de
la repercusión de
nuestras acciones
y podemos ser
responsables.
Exigir responsabilidad…
La autonomía que suponemos a lo demás seres humanos nos
permite valorar sus acciones moralmente, ya que creemos
que -como humanos- tienen conciencia y, en consecuencia, al
saber lo que hacen y poder comprender las consecuencias
que provoca, son responsables de ello. Si, en cambio, algo
nos permite suponer que no están actuando consciente y
autónomamente, no solemos considerarlos responsables.
…o ser responsable
Nos sentimos responsables de aquello que hemos hecho por
propia voluntad, sabiendo lo que podía pasar si lo hacíamos. A
medida que crecemos y somos capaces de entender como
funciona el mundo, entendemos mejor las consecuencias de
nuestras acciones y, por tanto, nos sabemos responsables de
las mismas, lo aceptemos o no.
Debate
¿Es menos responsable un carcelero
que tortura a los prisioneros a su cargo
si lo hace cumpliendo órdenes?
¿Son responsables de lo que pasó en
Auswichtz los jefes o todos los que
participaron?
Y ¿Los que callaron?
LA MORAL SUBJETIVA

El juicio de la conciencia es norma interna de la moralidad


Una conducta puede ser buena o mala sólo si en conciencia se
determina si es buena o mala.
Porque la conciencia:
oManifiesta la existencia de un valor (descubre el valor)
oObliga y compromete a seguir ese Valor descubierto
oTiene una función mediadora del Valor
Modalidades de la
conciencia ética o moral
• La conciencia presenta diferentes
modalidades según a lo que se refiera.
Veremos ahora los tres casos más
comunes.
a) Por su relación al acto
• Antecedente: es la que juzga sobre un acto que se va a
realizar mandándolo o prohibiéndolo y, otras veces,
aconsejándolo o disuadiéndolo.
• Consecuente: es la que aprueba o desaprueba un acto ya
realizado produciendo autoaprobación o remordimiento.
• Concomitante: es la que acompaña a la realización del
acto, es decir, el «darse cuenta» de que se realiza
b) Por la conformidad con la ley moral
Conciencia Recta/ Viciosa:
❖ Recta: la conciencia que actúa con la autenticidad de la persona. Para
ello se precisa que la persona obre de una manera prudente y trate de actuar
en conformidad con el bien.
❖ Viciosa: es la conciencia de la persona que no es sincera con ella
misma. En este caso la conciencia actúa de una manera precipitada y a veces
de un modo malicioso.
b) Por la conformidad con la ley moral
Conciencia Verdadera/ Falsa (errónea)
❖ Verdadera: Es la que está de acuerdo con la verdad objetiva. Hay
una adecuación de la verdad personal (rectitud) con la verdad objetiva
(verdad)
● Falsa (errónea): la conciencia que no está de acuerdo con la verdad
objetiva (tanto en sus principios como en sus conclusiones)
La conciencia errónea puede ser:
❖ Venciblemente errónea (= culpablemente errónea): cuando el error
puede ser vencido o superado.
●Invenciblemente errónea (= inculpablemente errónea): cuando el error
no puede ser descubierto o superado.
c) Por el tipo de asentimiento
Conciencia Certera /Dudosa

Cierta: La conciencia debe actuar con certeza.
Dudosa:No se puede actuar con conciencia dudosa; “Los
hechos no se presumen, deben probarse”. “Ante la duda
abtente”
El juicio erróneo
 La persona humana debe obedecer siempre el juicio cierto de su 
conciencia. Si obrase deliberadamente contra este último, se 
condenaría a sí mismo. Pero sucede que la conciencia moral puede 
estar afectada por la ignorancia y puede formar juicios erróneos 
sobre actos proyectados o ya cometidos.
La conciencia puede fallar
1.No identifica adecuadamente las exigencias
de la ley moral
2.No ha tenido en cuenta suficientemente las
circunstancias del caso particular
3.Razonamiento sin prudencia ni rigor
Moralidad de la conciencia errónea

• A. No es lícito actuar con


conciencia venciblemente
errónea
• B. Es lícito seguir la conciencia
invenciblemente errónea
No es lícito actuar con conciencia
venciblemente errónea

• Cuando el hombre no trata de buscar


la verdad y el bien y la conciencia se
hace casi ciega como consecuencia
de su hábito de pecado
 Esta ignorancia puede con frecuencia ser imputada a 
la responsabilidad personal. Así sucede “cuando el 
hombre no se preocupa de buscar la verdad y el bien 
y, poco a poco, por el hábito del pecado, la conciencia 
se queda casi ciega”  En estos casos, la persona es 
culpable del mal que comete.
Es lícito seguir la conciencia
invenciblemente errónea

• Pero no puede equipararse al acto


realizado con conciencia
verdadera y recta
• No nos envenena, pero tampoco
nos alimenta
MORALIDAD DE LA
CONCIENCIA DUDOSA
• Nunca se puede actuar con
conciencia dudosa
Duda positiva: Es razonable el temor a
que el juicio sea erróneo
Práctica: Referida a la moralidad de un
acto concreto
En estos casos el sujeto que actúa está
dispuesto aceptar y abrazar el mal
LO MEJOR SALIR DE LA DUDA
¿Y SI NO SE PUEDE?
• Modos de superar la duda:
Directos e indirectos
• Directos: Oración, estudio, consejo
• Indirectos: Proporcionan certeza
moral
– Es común sostener que cuando
están en juego cuestiones graves se
debe elegir la opción más segura
– En los demás casos se puede decidir
con libertad lo que honestamente se
juzgue más oportuno
CONCIENCIA PERPLEJA

• La persona piensa que peca tanto como si actúa como


si no
• S. Alfonso: “Si puede suspender la acción que
pregunte; sino, que elija el mal menor. En el caso que
no pueda discernir cuál es el menor mal, elija la parte
que quiera, en lo cual no habrá pecado, pues en tales
circunstancias falta libertad necesaria para el pecado
formal”
• ¿Se os ocurre algún ejemplo?
LAS DEFORMACIONES DE LA
CONCIENCIA MORAL

• 2.1. EL PROCESO DE LA
DEFORMACIÓN DE LA
CONCIENCIA
• 2.2. LA CONCIENCIA LAXA
• 2.3. LA CONCIENCIA
ESCRUPULOSA
EL PROCESO DE LA DEFORMACIÓN
DE LA CONCIENCIA
• La inteligencia tiende de suyo a la verdad, pero se puede no querer la
vedad y no seguir esa inclinación
• En el proceso de deformación pueden concurrir causas personales
(descuido de formación, justificación de los propios errores, falta de lucha) y
sociales (relativismo moral, estructuras de pecado…)
• En la raíz y desarrollo siempre hay una voluntad torcida
LA CONCIENCIA LAXA
• Juzga que los actos malos no
son pecados o que no tienen
gravedad
• Yo no hago nada malo, ni
mato ni robo
• No hago mal a nadie
• Es una forma de conciencia
venciblemente errónea
• Hay grados: cauterizada:
ceguera para los valores
morales
• Farisaica: Dar importancia a lo
que no tiene y quitarla a lo
que tiene
a) relajada o laxa: por superficialidad o sin razones niega o
disminuye el pecado donde lo hay. Ejemplo: en el campo
de la caridad, no se registran como malos los
comentarios negativos sobre los demás o se tiende a
minimizar las ofensas personales diciendo que son
bromas.
b) estrecha: con cierta facilidad y sin razón ve pecado
donde no lo hay. Típica de la personalidad aprensiva,
juzga más sobre los otros que sobre sí mismo.
c) escrupulosa: exageración de la conciencia estrecha que
ve pecado en casi todo o todo lo que hace y desconfía de
la confesión y el perdón de los pecados. (no se
consideran reales auxilios de Dios, no hay genuina
alegría y optimismo cristiano).
d) Farisaica: da más importancia a las apariencias que a los
hechos en sí. No importa ser bueno, sino parecerlo ante
los demás. Es duro ante los demás y flexible consigo
mismo. Se vive una moral hecha a la medida siempre y
cuando nadie se dé cuenta.
LA CONCIENCIA ESCRUPULOSA
• A. Preocupación obsesiva por
el valor moral de los propios
actos
• B. Necesidad de dar
explicaciones en la confesión
sobre detalles y
circunstancias que no
cambian el valor moral
• C. Terquedad en el propio
juicio a pesar de los consejos
que busca y recibe
Causa de la Conciencia
escrupulosa
• Predisposición psíquica
• Formación defectuosa (legalismo)
• Amor excesivo a uno mismo
• Purificaciones de Dios
• ¿Qué hacer? Confianza y abandono en Dios todo-misericordioso
• El confesor: claro, conciso, exigente sin permitir explicaciones
innecesarias

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