Siempre se habla que los partidos los ganan los buenos jugadores, pero siempre que los jugadores o
los equipos no funcionan, el que responde es el entrenador; quien es el encargado y responsable de
todo lo que sucede en los equipos. Para ser técnico, es importante sentir pasión por lo que se hace,
pero es igual de importante tener una capacidad mental; de alguna manera, si lo podemos llamar así
fuerte, para poder manejar todo lo que rodea al encargado de llevar los hilos de una institución, club,
escuela o así sea el equipo del barrio.
No es sólo pararse en la línea o al lado del grupo de suplentes, es manejar de entrada un montón de
mentes con pensamientos diferentes, jugadores que están contentos con el D.T. porque juegan, los
que van de suplentes que te aceptan, porque al fin y al cabo son tenidos en cuenta y están cerca de
jugar; y el resto qué?, ya empieza el cómo manejarlos, el cómo motivarlos para poderlos tener a punto;
para cuando tengan que competir.
En este deporte todos hablan de fútbol, todos saben de fútbol, muchos creen ser técnicos; pero nos
podemos preguntar ¿acaso todos los que dicen saber de fútbol podrán ser técnicos?, puede que sí,
pero a qué nivel? Esta es la pregunta que cada persona que ingresa en este maravilloso mundo; que
mueve masas a nivel mundial debe plantearse.
Es importante definir el rol en el que nos encontramos cuando estamos al frente de un grupo, no es lo
mismo el manejo que se tiene cuando direccionas un grupo de escuela o club con jugadores, que
buscan proyectarse a un nivel profesional o un equipo profesional; lo que sí es claro, es que
independiente del grupo que sea eres el encargo y directo responsable de todo lo bueno o malo que
pase.
Nunca dejaremos de ser formadores y el primer ejemplo para nuestros dirigidos. La mejor forma de
ganar la confianza de aquellos que están a nuestro cargo es seducirlos en el campo con trabajo, nadie
puede asegurar que el que más trabaja va a ganar; pero lo que sí se puede asegurar, es que un trabajo
bien planificado te puede dar más oportunidad de alcanzar los objetivos.
PERFIL DEL ENTRENADOR
Es imposible definir como debe ser el entrenador de fútbol, a diario vemos diferentes tipos de
personalidades; el que todo el tiempo grita, el que tiene que tratar mal a sus jugadores pensando que
es la mejor forma para que reaccionen y su equipo juegue mejor, el analítico, el que está pendiente
de todo, el ilustrado, el reflexivo, el motivador y un sin número de personalidades al servicio de los
equipos; sería imposible definir cuál es la mejor. Pero de lo que si podemos hablar y enumerar son
algunos de los aspectos, si lo podemos llamar así; más importantes que debería tener el encargado
de guiar un grupo deportivo en aras de un objetivo.
PERSONALIDAD
Para poder asumir todo lo que rodea el entorno de un entrenador: resultados positivos, negativos,
críticas, triunfos deportivos y un montón de egos que se mueven a su alrededor.
LIDERAZGO
Debe ser la persona que tome decisiones acertadas y guie el equipo en todo momento, que sepa
delegar pero nunca perder el timón por muy buenos jugadores que dirija.
EQUILIBRIO EMOCIONAL
La tranquilidad que se debe tener en las diferentes situaciones del entorno del fútbol, sean buenos o
malos los momentos; para poder seguir avante y que nada afecte el interior de los grupos a nuestro
cargo.
MANEJO DE GRUPO
Este tiene un porcentaje muy alto a la hora de pensar en objetivos, ya que el buen manejo del
entrenador para con sus dirigidos, directivos y demás personas que rodeen el equipo genera
admiración, respeto, confianza y de tal manera; es más fácil alcanzar las metas planteadas.
RELACIONES INTERPERSONALES
La persona encargada del grupo debe socializar con todas las partes, no se trata de ser el amigo de
todos, pero sí de tener tacto para manejar el sin número de personas que rodean un equipo de fútbol
(medios de comunicación, propietarios, directivos, jugadores, trabajadores del club, afición, etc).
ANÁLISIS DE PARTIDOS
Es importante saber analizar el equipo rival antes de la competencia, los pro y los contra, el estilo de juego,
sus hombres más importantes, como defiende, como ataca, como manejan las pelotas quietas en ofensiva
y defensiva, etc.; para de esta forma, tener argumentos de como plantear el partido y alcanzar el mejor
rendimiento de nuestros dirigidos.
Muchas de estas respuestas nos la va a dar la experiencia, pero muchas las tenemos a la mano y por el
simple hecho de no hacer un alto en el camino y auto evaluarnos, seguimos ciegos y en ocasiones
generándole duda a nuestra profesión y a nuestros jugadores; es importante, así como evaluamos a nuestros
dirigidos, evaluarnos también nosotros y de esta forma saber en qué lugar o escalón estamos, si
verdaderamente quiero seguir incursionando en esta profesión; o que me falta para cada vez ser mejor y
seguir creciendo en este deporte.
VISIÓN LABORAL
Es de gran ayuda tener claro el papel que desempeñamos cuando somos la cabeza visible y estamos al
frente de determinado grupo:
En la base o escuelas de fútbol tenemos que tener claro que lo primero es la formación, de este lineamiento
es importante no salirnos. A su vez, somos el ejemplo de estos jóvenes deportistas que inician una carrera,
este el primer paso tanto para los técnicos como para sus dirigidos de empezar a incursionar en este deporte.
A nivel de clubes no podemos olvidarnos que seguimos siendo formadores, pero tenemos que enfocarnos
en la proyección del jugador joven y saber que es un rol diferente al de la iniciación; por ende la planeación
del trabajo, la ejecución de este, la exigencia y las metas propuestas deben ser mejores y claras; porque de
los buenos resultados de los equipos depende también la proyección de los jugadores y del entrenador para
seguir creciendo en el fútbol y seguir subiendo unos cuantos escalones más.
En el único escalón que desaparece la palabra formación es a nivel profesional, ya que en este escalón la
palabra clave es resultado, a este nivel es la oportunidad de mostrar toda la capacidad y experiencia que
tiene el entrenador, sus métodos de trabajo, manejo de grupo y todas aquellas cosas que necesitas para
estar en la elite.
Esta experiencia de todo lo que pudo acumular en su formación como entrenador en sus diferentes facetas,
debe ponerlas al servicio de sus dirigidos en pro del resultado; ya que, a este nivel suena a redundancia pero
imperar el ganar.
Este paralelo es importante hacerlo, porque entre la formación, proyección y fútbol profesional hay muchas
diferencias; en ocasiones solo vemos la parte comercial del fútbol de elite y es importante saber en cuál de
todos quiero incursionar o en cuál puedo ser más exitoso.
TÉCNICOS DE ELITE
Los grandes entrenadores en el mundo no se conforman con planificar el trabajo para la semana y luego
ejecutarlo, con ir a sus partidos y de nuevo repetir semana a semana lo mismo planificar-ejecutar-dirigir;
estos se han encasillado en mejorar en todo lo que sean ayudas para su quehacer diario, como mejorar en
temas de liderazgo para cada vez ser más eficaces en su día a día, en lo que tiene que ver con sistemas o
informática; ya que la globalización del fútbol permite de mejor manera poder conocer y tener mejores
herramientas, en cuanto a sistemas tácticos, métodos de entrenamientos, estadísticas, conocimiento de las
diferentes ligas del mundo, seguimiento y veeduría de jugadores, análisis de partidos, etc. Y una de gran
importancia, hablar varios idiomas; ya que, a la hora de dirigir en otros países o tener jugadores que no
manejen su idioma, sería más fácil la adaptación tanto del entrenador como de los jugadores y de esta forma
amplían sus fronteras para un mejor campo de acción.