5. Se deben combinar las proteínas de origen animal (huevos, carne, pescado, lácteos)
con las de origen vegetal (legumbres, cereales). Potenciar el consumo de legumbres y
cereales, frente a las carnes. Aumentar los primeros platos y guarniciones y disminuir
el filete de carne o pescado.
8. Aumentar el aporte de fibra de origen natural: frutas (al menos 2 piezas / día),
cereales, verduras, legumbres y frutos secos (siempre con precaución por el riesgo de
atragantamiento).
9. Asegurar ingesta de lácteos (leche semidesnatada, yogur, queso) para cubrir las
necesidades de calcio correspondientes.
10. Restringir la sal (mejor usar sal yodada) y evitar el salero en la mesa.
1. Antes de la compra:
Hacer la lista de la compra a medida que se acaben los productos en casa.
Ir a la compra con el estómago lleno.
Llevar gafas (o lupa)
2. Durante la compra:
Vigilar fecha de caducidad, precio, peso y estado.
Lectura crítica del etiquetado nutricional.
Lleva tu propia bolsa de la compra y compra en mercados para una mayor
sostenibilidad.
3. Después de la compra:
Entre el contenido del carro y la lista de la compra no debe haber una
diferencia mayor al 10%.
Nuestro carro debe mostrar una mayor cantidad de productos frescos y poco
elaborados y con una amplia gama de colores (relación directa con su poder
antioxidante).
Lácteos: los lácteos desnatados y los quesos frescos presentan menor contenido en
grasa saturada y colesterol.
Huevos: las cáscaras deben estar intactas y limpias, sin grietas, roturas o manchas.
Verificar fecha de envasado y etiquetado nutricional.