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defensoría municipal y el 8,9% va a la fiscalía.

(Foto: archivo El Comercio)

Jorge Falen06.02.2019 / 07:32 am

La violencia contra la mujer observada en el país se torna


cada vez más recurrente y brutal. Solo en enero se reportaron al
menos 12 feminicidios en nueve regiones, según cifras del
Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP). Uno
de los casos más impactantes fue el de Melina Arizaga, de 38
años, quien murió el 10 de enero a plena luz del día tras recibir
tres balazos por parte de su ex esposo en un mercado del Callao.
El victimario acudía constantemente al lugar para exigirle las
ganancias de la jornada.

► Junín registró más de 4 mil casos de violencia


familiar en el último año

► Estos son los principales problemas que atraviesan


los jóvenes en el país| INFORME

Esta alarmante realidad se refleja en los casos de violencia


familiar reportados en la Encuesta Demográfica y de Salud
Familiar (Endes) 2018. Según dicho estudio, el 63,2% de
mujeres de entre 15 y 49 años ha sido víctima de violencia
económica, psicológica, física o sexual alguna vez por parte de
sus parejas.

Si bien dicha cifra es menor en dos puntos porcentuales


respecto a lo observado en el 2017 (65,4%) y tiene un descenso
en comparación con hace cinco años (71,5%), aún se mantiene
en estándares elevados.

Asimismo, el 10,9% de las encuestadas declaró haber sido


víctima de violencia física o sexual en los 12 meses previos a la
realización de la encuesta.

—Violencia por zonas —

La violencia familiar exhibe marcadas diferencias de acuerdo


con el ámbito geográfico, alcanzando cifras más altas en áreas
urbanas y valores máximos en regiones de la sierra sur. En
Apurímac, Cusco y Puno, ocho de cada diez mujeres han
sufrido violencia por parte de sus parejas.

Para José Vargas, sociólogo y docente de la Universidad


Nacional de San Agustín, la elevada violencia de género
observada en esta zona estaría relacionada con factores
culturales que aún no han sido superados con una adecuada
política pública destinada a reducirla.

“En muchas zonas de la sierra, la violencia contra la


mujer no es vista como algo malo. La idea de que la mujer está
por debajo del hombre es como algo natural, que incluso se
alimenta con la religiosidad. Las ideas modernas de igualdad
aún no se logran enraizar en la cultura rural andina”, explica.

—Labor pendiente—

La encuesta también refleja la poca confianza de las víctimas en


las instituciones. Solo el 28,9% de ellas acude a alguna
institución especializada (comisarías, defensorías municipales,
fiscalías, juzgados), mientras que el 44,8% busca ayuda en
personas cercanas.

Susana Chávez, directora del Centro de Promoción y Defensa de


los Derechos Sexuales y Reproductivos (Promsex), sostiene que
este hecho refleja las fallas en la estrategia del Gobierno para
afrontar el problema.

“Esto mide el fracaso de la política pública. Si tenemos víctimas


que siguen yendo al entorno familiar como lugar de atención
más inmediato, significa que no están funcionando
adecuadamente los centros”, explica.

La especialista añade que el esfuerzo de las instituciones debe


centrarse en reforzar el enfoque preventivo, que debe ir junto
con medidas para fortalecer su empoderamiento e inserción en
el mercado laboral.

“Si no combatimos la violencia desde sus orígenes, poco


podremos avanzar. Preocupa también el poco direccionamiento
estratégico que se está teniendo para atender a las víctimas o
posibles víctimas, como mujeres en proceso de separación”,
comenta Chávez.

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