Tenemos una escena que debió de ser angustiosa para Él. Los soldados
romanos estaban apostando por su vestimenta (Juan 19:23-24); uno de los
criminales en las cruz de al lado de Él lo estaban insultando (Mateo 27:44); los
líderes religiosos se burlaban de Él (Mateo 27:41-43); y la muchedumbre lo
blasfemaba (Mateo 27:39). Rodeado de este lote indigno, Jesús exclamo por
ellos, al Padre; es una expresión de Gran misericordia y amor.
2. Jesús oró: “Padre perdónalos porque no saben lo que hacen” porque estaba
cumpliendo la profecía del Antiguo Testamento: “Él llevó el pecado de muchos,
e intercedió por los transgresores” (Isaías 53:12). Desde la cruz, Jesús intercedió
por los pecadores. Hoy, resucitado y glorificado, Jesús sigue siendo “el único
mediador entre Dios y los hombres” (1 Timoteo 2:5).
Ellos no sabían que estaban matando al Hijo de Dios (1 Corintios 2:8). La mafia
no sabía realmente a quién intentaban destruir. Los líderes judíos los habían
engañado para que creyeran que Jesús era un falso y alborotador (Hechos 3:17).
Al orar “Padre, perdónalos,” Jesús reveló su misericordia infinita; Él aún los amó
y los perdonaría si sólo ellos se humillaran y se arrepintieran (Mateo 18:14;2
Pedro 3:9).
En la cruz Jesús proveyó perdón para todos aquellos que quisieran creer en Él
(Mateo 20:28). Jesús pagó el castigo por los pecados que cometimos en nuestra
ignorancia, e incluso por los pecados que cometimos deliberadamente. Cuando
nacemos de nuevo, nosotros también nos convertimos en una respuesta a la
oración de Jesús:” Padre perdónalos porque no saben lo que hacen “.
“De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el Paraíso”
Lucas 23:39 Y uno de los malhechores que estaban colgados allí le lanzaba
insultos, diciendo: ¿No eres tú el Cristo? ¡Sálvate a ti mismo y a nosotros! V.40
Pero el otro le contestó, y reprendiéndole, dijo: ¿Ni siquiera temes tú a Dios a
pesar de que estás bajo la misma condena? V.41 Y nosotros a la verdad,
justamente, porque recibimos lo que merecemos por nuestros hechos; pero éste
nada malo ha hecho. V.42 Y decía: Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en
tu reino. V.43 Entonces El le dijo: En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el
paraíso. (De cierto te digo, que hoy estarás conmigo en el paraíso.)
Estoy plenamente convencido que Dios hace cita con nosotros para salvarnos.
Es probable que las personas no sepan que esa cita ha sido hecha. Es más, en
el mayor de los casos es así. Tenemos el caso de la mujer Samaritana, Jesús
hizo una cita con ella junto al pozo de Jacob. Allí se encontraron, no por
casualidad sino como parte del plan divino. Jesús se llegó hasta allí porque “era
necesario” que pasará por Samaria. Igualmente vemos la historia de Zaqueo, el
pequeño publicano que quería ver a Jesús. Se subió a un árbol para verle pasar,
pero cuando el Maestro se acercó al lugar donde el estaba, le llamó por nombre
y le dijo “es necesario que yo more hoy en tu casa”. Jesús tenía una cita con
Zaqueo en aquel día pero el no lo sabía.
Lo mismo ocurrió con Saulo de Tarso, Dios tuvo una cita con el camino a
Damasco. Pablo no sabía que aquél día el Señor se le aparecería en el camino
pero así fue. Esta cita con Jesucristo cambió el destino de todas estas personas.
Cada uno de nosotros los creyentes estamos en Cristo porque aun sin saberlo,
Jesús hizo una cita con nosotros para salvarnos.
En esta historia vemos también como un Malhechor tenía “Una cita con Jesús
en el Monte Calvario”, y él no lo sabía.
El castigo de la cruz:
Jesucristo fue crucificado entre dos malhechores tal como lo decía la profecía:
Isa 53:12 “Por tanto yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá
despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fué contado con los
perversos, habiendo él llevado el pecado de muchos y orado por los
transgresores.”
La Petición fue formulada por un malhechor que moría al lado de Cristo en una
cruz
4. Conclusión
a. ¿Qué aprendemos de todo esto?:
Jesús es el Señor de la GRACIA
Jesús es el Salvador del mundo
Jesús El Rey de Reyes y Señor de Señores
Jesús es la única esperanza del pecador
b. Perdona todos nuestros pecados
Jesús siempre responde a nuestro clamor
Jesús cumple sus promesas
Jesús es la solución para nosotros en los momentos difíciles, en los caminos sin
salida y en la desesperación, y hasta en la hora de la muerte.
En Jesús podemos Confiar… (pero UN CONSEJO: No esperemos estar a punto
de ‘morir’ para buscarle)
La cruz de Cristo cumplió su propósito aquel día, lo sigue cumpliendo hoy y lo
seguirá cumpliendo hasta que Cristo venga en su Reino!!