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Reina Valera 1960 Nueva Versión Internacional Nueva Traducción Viviente

Ex. 15:26 y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Ex. 15:26 Les dijo: Yo soy el Señor su Dios. Si escuchan mi Ex. 15:26 Les dijo: Si ustedes escuchan atentamente la voz
Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a voz y hacen lo que yo considero justo, y si cumplen mis leyes del Señor su Dios y hacen lo que es correcto ante sus ojos,
sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna y mandamientos, no traeré sobre ustedes ninguna de las obedeciendo sus mandatos y cumpliendo todos sus decretos,
enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; enfermedades que traje sobre los egipcios. Yo soy entonces no les enviaré ninguna de las enfermedades que envié a
porque yo soy Jehová tu sanador. el Señor, que les devuelve la salud. los egipcios; porque yo soy el Señor, quien los sana.
Ex. 23:25 Mas a Jehová vuestro Dios serviréis, y él bendecirá Ex. 23:25 Adora al Señor tu Dios, y él bendecirá tu pan y tu Ex. 23:25 Sirve solamente al Señor tu Dios. Si lo haces, yo te
tu pan y tus aguas; y yo quitaré toda enfermedad de en agua. Yo apartaré de ustedes toda enfermedad. bendeciré con alimento y agua, y te protegeré de enferme-
medio de ti. dades.
Sal 30:2 Jehová Dios mío, A ti clamé, y me sanaste. Sal. 30:2 Señor mi Dios, te pedí ayuda y me sanaste. Sal. 30:2 Oh Señor, mi Dios, clamé a ti por ayuda, y me devolviste la salud.
Sal. 103:2-4 Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides nin- Sal. 103:2-4 Alaba, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno Sal. 103:2-4 Que todo lo que soy alabe al Señor; que nunca
guno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniqui- de sus beneficios. Él perdona todos tus pecados y sana to- olvide todas las cosas buenas que hace por mí. Él perdona
dades, El que sana todas tus dolencias; El que rescata del das tus dolencias; él rescata tu vida del sepulcro y te cubre todos mis pecados y sana todas mis enfermedades. Me redime de
hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias; de amor y compasión; la muerte y me corona de amor y tiernas misericordias.
Sal 107:19-21 Pero clamaron a Jehová en su angustia, Y los Sal. 107:19-21 En su angustia clamaron al Señor, y él los Sal. 107:19-21 ¡Socorro, Señor! clamaron en medio de su dificultad,
libró de sus aflicciones. Envió su palabra, y los sanó, Y los salvó de su aflicción. Envió su palabra para sanarlos, y así y él los salvó de su aflicción. Envió su palabra y los sanó; los arreba-
libró de su ruina. Alaben la misericordia de Jehová, Y sus los rescató del sepulcro. ¡Que den gracias al Señor por su tó de las puertas de la muerte. Que alaben al Señor por su gran amor
maravillas para con los hijos de los hombres; gran amor, por sus maravillas en favor de los hombres! y por las obras maravillosas que ha hecho a favor de ellos.
Sal 147:3 El sana a los quebrantados de corazón, Y venda Sal. 147:3 restaura a los de corazón quebrantado y cubre Sal. 147:3 Él sana a los de corazón quebrantado y les venda
sus heridas. con vendas sus heridas. las heridas.
Prov. 4:20 Hijo mío, está atento a mis palabras; Inclina tu oído Prov. 4:20-22 Hijo mío, atiende a mis consejos; escucha aten- Prov. 4:20-22 Hijo mío, presta atención a lo que te digo. Escu-
a mis razones. No se aparten de tus ojos; Guárdalas en me- tamente lo que digo. No pierdas de vista mis palabras; cha atentamente mis palabras. No las pierdas de vista. Déja-
dio de tu corazón; Porque son vida a los que las hallan, Y guárdalas muy dentro de tu corazón. Ellas dan vida a quie- las llegar hasta lo profundo de tu corazón, pues traen vida a
medicina a todo su cuerpo. nes las hallan; son la salud del cuerpo. quienes las encuentran y dan salud a todo el cuerpo.
Is. 53:4-5 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y Is. 53:4-5 Ciertamente él cargó con nuestras enfermedades Is. 53:4-5 Sin embargo, fueron nuestras debilidades las que él cargó;
sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, y soportó nuestros dolores, pero nosotros lo consideramos fueron nuestros dolores los que lo agobiaron. Y pensamos que
por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras herido, golpeado por Dios, y humillado. Él fue traspasado por sus dificultades eran un castigo de Dios; ¡un castigo por sus propios
rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nues- nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre pecados! Pero él fue traspasado por nuestras rebeliones y aplastado
tra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros cura- él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus por nuestros pecados. Fue golpeado para que nosotros estuviéramos
dos. heridas fuimos sanados. en paz; fue azotado para que pudiéramos ser sanados.
Jer. 17:14 Sáname, oh Jehová, y seré sano; sálvame, y seré Jer. 17:14 Sáname, Señor, y seré sanado; sálvame y seré Jer. 17:14 Oh Señor, si me sanas, seré verdaderamente sano; si me
salvo; porque tú eres mi alabanza. salvado, porque tú eres mi alabanza. salvas, seré verdaderamente salvo. ¡Mis alabanzas son solo para ti!
Mt. 9:35 Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, ense- Mt. 9:35 Jesús recorría todos los pueblos y aldeas enseñando Mt. 9:35 Jesús recorrió todas las ciudades y aldeas de esa región,
ñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio en las sinagogas, anunciando las buenas nuevas del reino, y enseñando en las sinagogas y anunciando la Buena Noticia acerca
del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el sanando toda enfermedad y toda dolencia. del reino; y sanaba toda clase de enfermedades y dolencias.
pueblo.
Mr. 5:34 Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y Mr. 5:34 ―¡Hija, tu fe te ha sanado! —le dijo Jesús—. Vete en Mr. 5:34 Y él le dijo: «Hija, tu fe te ha sanado. Ve en paz. Se
queda sana de tu azote. paz y queda sana de tu aflicción. acabó tu sufrimiento».
1 Pe. 2:24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuer- 1 Pe. 2:24 Él mismo, en su cuerpo, llevó al madero nuestros 1 Pe. 2:24 Él mismo cargó nuestros pecados sobre su cuerpo
po sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, para que muramos al pecado y vivamos para la en la cruz, para que nosotros podamos estar muertos al peca-
pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sana- justicia. Por sus heridas ustedes han sido sanados. do y vivir para lo que es recto. Por sus heridas, ustedes son
dos. sanados.

1
Mt. 8:5-17 Entrando Jesús en Capernaum, vino a él un Mt. 8:5-17 Al entrar Jesús en Capernaúm, se le acercó un Mt. 8:5-17 Cuando Jesús regresó a Capernaúm, un oficial romano se
centurión, rogándole, y diciendo: Señor, mi criado está centurión pidiendo ayuda. ―Señor, mi siervo está postrado en le acercó y le rogó: —Señor, mi joven siervo está en cama, paralizado
postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado. Y casa con parálisis, y sufre terriblemente. ―Iré a sanarlo — y con terribles dolores. —Iré a sanarlo —dijo Jesús. —Señor —dijo el
Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré. Respondió el centurión y dijo: respondió Jesús. ―Señor, no merezco que entres bajo mi oficial—, no soy digno de que entres en mi casa. Tan solo pronuncia la
Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di techo. Pero basta con que digas una sola palabra, y mi siervo palabra desde donde estás y mi siervo se sanará. Lo sé porque estoy
la palabra, y mi criado sanará. Porque también yo soy hombre quedará sano. Porque yo mismo soy un hombre sujeto a bajo la autoridad de mis oficiales superiores y tengo autoridad sobre
bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a órdenes superiores, y además tengo soldados bajo mi mis soldados. Solo tengo que decir: “Vayan”, y ellos van, o: “Vengan”, y
éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, autoridad. Le digo a uno: “Ve”, y va, y al otro: “Ven”, y viene. ellos vienen. Y si les digo a mis esclavos: “Hagan esto”, lo hacen. Al
y lo hace. Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le Le digo a mi siervo: “Haz esto”, y lo hace. Al oír esto, Jesús se oírlo, Jesús quedó asombrado. Se dirigió a los que lo seguían y
seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado asombró y dijo a quienes lo seguían: ―Les aseguro que no he dijo: Les digo la verdad, ¡no he visto una fe como esta en todo Israel! Y
tanta fe. Y os digo que vendrán muchos del oriente y del encontrado en Israel a nadie que tenga tanta fe. Les digo que les digo que muchos gentiles vendrán de todas partes del mundo —del
occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el muchos vendrán del oriente y del occidente, y participarán en oriente y del occidente— y se sentarán con Abraham, Isaac y Jacob en
reino de los cielos; más los hijos del reino serán echados a las el banquete con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los la fiesta del reino del cielo. Pero muchos israelitas —para quienes se
tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes. cielos. Pero a los súbditos del reino se les echará afuera, a la preparó el reino— serán arrojados a la oscuridad de afuera, donde
Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creíste, te sea oscuridad, donde habrá llanto y rechinar de dientes. Luego habrá llanto y rechinar de dientes. Entonces Jesús le dijo al oficial
hecho. Y su criado fue sanado en aquella misma hora. Jesús Jesús le dijo al centurión: ―¡Ve! Todo se hará tal como creíste. Y romano: Vuelve a tu casa. Debido a que creíste, ha sucedido. Y el
sana a la suegra de Pedro.- Vino Jesús a casa de Pedro, y vio en esa misma hora aquel siervo quedó sano. Jesús sana a muchos joven siervo quedó sano en esa misma hora. Jesús sana a mucha
a la suegra de éste postrada en cama, con fiebre. Y tocó su enfermos.- Cuando Jesús entró en casa de Pedro, vio a la suegra de gente.- Cuando Jesús llegó a la casa de Pedro, la suegra de Pedro
mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía. Y este en cama, con fiebre. Le tocó la mano y la fiebre se le quitó; luego estaba enferma en cama con mucha fiebre. Jesús le tocó la mano, y la
cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y ella se levantó y comenzó a servirle. Al atardecer, le llevaron muchos fiebre se fue. Entonces ella se levantó y le preparó una comida. Aquella
con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los endemoniados, y con una sola palabra expulsó a los espíritus, y noche, le llevaron a Jesús muchos endemoniados. Él expulsó a los
enfermos; para que se cumpliese lo dicho por el profeta sanó a todos los enfermos. Esto sucedió para que se cumpliera lo espíritus malignos con una simple orden y sanó a todos los enfermos.
Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y dicho por el profeta Isaías: Él cargó con nuestras enfermedades y Así se cumplió la palabra del Señor por medio del profeta Isaías, quien
llevó nuestras dolencias. soportó nuestros dolores. dijo: Se llevó nuestras enfermedades y quitó nuestras dolencias.
Lc. 8:43-48 Pero una mujer que padecía de flujo de sangre Lc. 8:43-48 Pero una mujer que padecía de flujo de sangre Lc. 8:43-48 Una mujer de la multitud hacía doce años que
desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo sufría una hemorragia continua y no encontraba ninguna
cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada, se le cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada, se le cura. Acercándose a Jesús por detrás, le tocó el fleco de la
acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se túnica. Al instante, la hemorragia se detuvo. ¿Quién me
detuvo el flujo de su sangre. Entonces Jesús dijo: ¿Quién es detuvo el flujo de su sangre. Entonces Jesús dijo: ¿Quién es
el que me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que tocó?, preguntó Jesús. Todos negaron, y Pedro dijo: —
el que me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que
con él estaban: Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y Maestro, la multitud entera se apretuja contra ti. Pero Jesús
con él estaban: Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y
dices: ¿Quién es el que me ha tocado? Pero Jesús dijo: dices: ¿Quién es el que me ha tocado? Pero Jesús dijo: dijo: —Alguien me tocó a propósito, porque yo sentí que salió
Alguien me ha tocado; porque yo he conocido que ha salido Alguien me ha tocado; porque yo he conocido que ha salido poder sanador de mí. Cuando la mujer se dio cuenta de que
poder de mí. Entonces, cuando la mujer vio que no había poder de mí. Entonces, cuando la mujer vio que no había no podía permanecer oculta, comenzó a temblar y cayó de
quedado oculta, vino temblando, y postrándose a sus pies, le quedado oculta, vino temblando, y postrándose a sus pies, le rodillas frente a Jesús. A oídos de toda la multitud, ella le
declaró delante de todo el pueblo por qué causa le había declaró delante de todo el pueblo por qué causa le había explicó por qué lo había tocado y cómo había sido sanada al
tocado, y cómo al instante había sido sanada. Y él le dijo: Hija, tocado, y cómo al instante había sido sanada. Y él le dijo: Hija, instante. Hija —le dijo Jesús—, tu fe te ha sanado. Ve en paz.
tu fe te ha salvado; ve en paz. tu fe te ha salvado; ve en paz.
Stgo. 5:14-16 ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a Stgo. 5:14-16 ¿Está enfermo alguno de ustedes? Haga llamar Stgo. 5:14-16 ¿Alguno está enfermo? Que llame a los
los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con a los ancianos de la iglesia para que oren por él y lo unjan con ancianos de la iglesia, para que vengan y oren por él y lo
aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al aceite en el nombre del Señor. La oración de fe sanará al unjan con aceite en el nombre del Señor. Una oración ofrecida
enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido enfermo y el Señor lo levantará. Y, si ha pecado, su pecado se con fe, sanará al enfermo, y el Señor hará que se recupere; y
pecados, le serán perdonados. Confesaos vuestras ofensas le perdonará. Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, si ha cometido pecados, será perdonado. Confiésense los
unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del pecados unos a otros y oren los unos por los otros, para que
La oración eficaz del justo puede mucho. justo es poderosa y eficaz. sean sanados. La oración ferviente de una persona justa tiene
mucho poder y da resultados maravillosos. 2

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