Anda di halaman 1dari 5

EL CHINGUE:

EL TEMIDO

DEL BOSQUE CHILENO

Nuestro amigo de los puentes mellizos.


A comienzo de mayo nos fuimos a trabajar al fundo
Quivolgo, en Constitución, ubicado en la vertiente occidental
de la cordillera de la costa. Nuestro campamento está
ubicado en centro de esta serranía y nos trasladamos
diariamente una hora hacia la costa, por el camino de ripio
denominado “Puente Los Mellizos”. Por las mañanas salimos a las
6,30 horas, después de varios días, le comenté a nuestro
conductor, el buen Ítalo, (oriundo de La Generala, ubicada al
interior de Santa Juana, en la vertiente oriental de la cordillera
de Nahuelbuta) que en estos últimos meses no hemos visto ningún
animal nativo, ni siquiera un chingue, - sí, pues, me contestó-
pasamos el primer puente y de pronto, curiosamente apareció un
hermoso ejemplar adulto de chingue, cruzando el camino con la
parsimonia que les caracteriza, nos detuvimos para evitar el
atropello, pero nuestro pequeño amigo solo atinó a presentarnos
su cola, para intimidarnos.
Es sabido, que su gran defensa es su orina que nos
resulta apestosa, bien sabe el mismo chingue, que su
arma disuasiva es respetada por el mundo animal.
El Chingue es natural de América del Sur. Su distribución comprende
el sur de Bolivia, sur de Brasil, Paraguay, Uruguay, desde el norte
hasta el centro de Chile y desde el norte de Argentina hasta la
provincia de Neuquén en la Patagonia.

El chingue chileno, o chingüe chileno (Conepatus chinga chinga), es la


subespecie típica de una especie de mofeta denominada Conepatus
chinga.

Esta subespecie es un endemismo de la


zona Central de Chile. Hay cuatro
subespecies, una propia del altiplano de
las Regiones de Arica y Parinacota y de
Tarapacá y las otras 3 desde la Región
de Coquimbo a la de Magallanes

Recuerdo aquella vez, que nos trasladábamos al punto


de trabajo en Quilachanquín (Ramadillas ,Arauco),
cuando en una subida en curva, nos encontramos de
improviso con un chingue, mis compañeros le gritaron,
el chingue se sintió amenazado y aplicó su eficiente y
poderosa arma química, de inmediato comenzó el
griterío indicando lo repulsivo que resultaba el olor, a
los 10 segundos e ingresó el repugnante y
desagradable olor a la cabina de la camioneta, era tan
fétido que conduje con el vidrio abajo para respirar el
aire renovado que conseguía con la velocidad, pero el resto que
viajaba atrás solo se lamentaban, nos detuvimos y todos
comentaban el desagradable olor, la ropa se les impregnó tanto
que, algunos se deshicieron de ella, el olor persistió durante una
semana en el camino, y la pintura roja de la puerta
quedó quemada.

Características.
Nuestro chingue tiene un
cuerpo robusto, alargado y más
afinado en su cola, posee su hocico alargado y
prominente, con orejas cortas y redondas y
patas cortas, con fuertes uñas.

Su pelaje es largo y tupido, de color negro en el


dorso y cabeza, con franjas de color blanco a ambos
lados, las que se unen en la cabeza y recorren el cuerpo
hasta la cola. Los pelos de la cola blancos y negros.
Su rasgo más distintivo es su cola muy vistosa, con largos pelos
erizados.

Su tamaño varía entre 46 7 90 cm de largo desde la cabeza hasta la


cola y su peso entre 2,2 y 4,5 kg.

En otra oportunidad, encontramos un chingue en Buena Esperanza


(Arauco), por un sendero por un bosque de pinos adultos, nos
escondimos detrás de los pinos más gruesos y le lanzamos varios
conos para ver su reacción, no dio asomos de huir, sólo levantaba
la cola apuntando en nuestra dirección, una vez evaluado si valía
la pena el uso de su repelente, decidió continuar su viaje y
guardar su poderosa arma química.

Parecen indefensos, tienen un andar torpe, son pequeños,


mirándolos desplazarse parecen una presa fácil de cazar para los
perros, pero no se engañen, perros sin experiencia lo han
atacado y han recibido su fétido spray, que los desespera
comienzan a girar en torno a si y corren en busca de un
chorrillo para que el agua los alivie.

VIDEO: perro ataca a chingue.


https://youtu.be/APiYOl5gbZo

En el mundo existen muchas especies de chingues,


también conocidos como zorrillos o mofetas, el más
conocido es pepe le pew.
Comportamiento.
De sus hábitos de vida podemos indicar que, desarrollan sus
actividades en la noche donde recorren su territorio,
generalmente en solitario en busca de comida y con fines
reproductivos.
Durante el día pasan ocultos enrollado en su refugio, generalmente
una cueva (de 2 a 3 mt de profundidad), que es capaz de
construir, aunque prefiere emplear la de otros
animales (conejos). También se le puede ver en
el atardecer. Su actividad diurna aumenta en invierno,
cuando los días son cortos y las temperaturas bajas.
Cuando está inactivo se le ve en el bosque y cuando
está activo se le ve en los pastizales.

VIDEO: Chingue alimentándose


https://youtu.be/t3vRVDbW-Pw

Sus hábitos alimenticios lo hacen omnívoro. Su dieta está


compuesta por: generalmente insectos, además invertebrados
(lombrices), pequeños roedores, anfibios, huevos de aves terrestres,
frutos silvestres y algunos vegetales (bulbos).
En Arauco, los lugareños me indicaban que los chingues osaban como
los chanchos, los rastros aparecen en la hojarasca por las mañanas.

Generalmente habita en bosques abiertos, matorrales, en áreas


rurales, etc. Se encuentra desde el nivel del mar hasta los 2500
msnm.

Los apareamientos se producirían a principios de primavera, machos


y hembras se encuentran una vez al año. Su
gestación dura más o menos nueve
semanas. Camada de tres a siete crías
(Quintana et al. 2009).

Su defensa.
La característica
esencial de este amigo
es, sin duda, el terrible olor
que expele como forma de
protección. Debajo de la cola, a ambos lados del ano,
presenta dos glándulas perianales que secretan un característico
y fétido líquido defensivo, el cual irrita los ojos y
penetra en la piel y ropa.
Es característica la acción de darle la espalda al
agresor, levantar su cola y según las
circunstancias emitir el chorro correspondiente.
VIDEO: lanzamiento de orina.
https://youtu.be/VZwlKANA43w

El nombre de chingue proviene de la palabra mapuche chinge.


Tiene una mala fama injustificada porque no son animales agresivos,
ni andan orinando a diestra y siniestra, años atrás era motivo de
burlas, a aquellos niños que se orinaban les llamaban el “chingue
meón”.

Sus movimientos lentos, le traen consecuencias funestas al intentar


cruzar caminos que se encuentran dividiendo su hábitat.

Puede provocar daño en cultivos, pero a la vez son beneficiosos ya


que controlan naturalmente las poblaciones de insectos y larvas.

Durante varios días hemos visto a nuestro amigo del puente los
mellizos, alrededor de las 7 de la mañana, en el mismo lugar,
esperamos que siga habitando y no sea presa de algún vehículo.

Larga vida a nuestro amigo, y que guarde su loción.

Publicado por: Ricardo Saavedra Rojas


Mayo, 2016.

Anda mungkin juga menyukai