El “helicobacter pylori” o “H. pylori” es una bacteria que puede vivir en tu estómago. Una vez que ingrese
en tu cuerpo, puede provocar una infección que puede producir complicaciones serias, tales como úlceras.
Si bien lidiar con esta bacteria puede ser atemorizante, no es necesario que te preocupes. Podrías tratar la
infección de manera natural utilizando tratamientos caseros y llevando una dieta saludable. Sin embargo,
consulta con tu médico si desarrollas síntomas serios o si la infección persiste después de los tratamientos
caseros.
Método1
Comprende las limitaciones de los remedios naturales. Los tratamientos naturales contra el H. pylori se
centran en una dieta nutritiva, el uso de normas de higiene comunes y el uso de medicinas botánicas,
probióticos y otros suplementos específicos. No se ha demostrado que estos enfoques curen el H. pylori,
pero pueden ayudar a prevenir y tratar la infección. Estos métodos también pueden ayudar a reducir los
síntomas, si experimentas alguno.
Bebe jugo de arándano. El jugo de arándano parece prevenir o inhibir a las bacterias para impedir que se
adhieran al estómago. Un estudio recomienda beber 250 ml de jugo de arándano todos los días. Este
estudio solo tuvo un 14 % de éxito al cabo de 90 días, de modo que probablemente sea mejor probar
también otros métodos.[1]
1.
Consume regaliz. El regaliz es un tratamiento tradicional contra las úlceras que se utiliza en la medicina
india, china y kampo. Si bien se necesita una mayor evidencia, las pruebas existentes realizadas en animales
y seres humanos son prometedoras. El regaliz parece evitar que las bacterias se adhieran al estómago, de
modo que es mejor consumirlo en las primeras etapas de una infección.[2][3][4]
Un componente del regaliz está relacionado con el aumento en la presión arterial. Puedes
comprar un comprimido natural llamado regaliz deglicirrhizinazado (DGL, por sus siglas en
inglés), el cual no posee dicho componente.
2.
Practica hábitos de higiene saludables. Para reducir el riesgo de infectarte con H. pylori, asegúrate de
lavarte bien las manos y todos los utensilios que uses para cocinar y comer. Usa agua tibia y jabón para
lavar. No compartas utensilios con nadie y asegúrate de que todo el que te prepare la comida emplee una
higiene adecuada. Lava y enjuaga bien todas las frutas y vegetales con agua tibia jabonosa o con un
producto para lavar frutas y vegetales.
3.
Toma probióticos. Los probióticos son fuentes de bacterias y hongos “buenos” que normalmente se
encuentran en el microbioma del cuerpo. Esto incluye a las especies
de lactobacilos, acidophilus, bifidobacterias y al hongo saccharomyces boulardii. Puedes consumirlos como
suplementos (siguiendo las indicaciones del fabricante) o en comidas. Las pruebas preliminares sugieren
que puede ayudar a combatir elH. pylori.[5][6]
Las buenas fuentes de probióticos son los alimentos fermentados como el kéfir, el chucrut,
los pepinillos, la kombucha (un té fermentado), el tempeh, el kimchi y otros alimentos
como el yogur, la sopa miso, el poi, el espárrago, el poro y las cebollas.[7] Incluye estos
alimentos en tu dieta, al menos 2 o 3 veces a la semana.
También puedes incluir probióticos 2 o 3 veces a la semana, lo que ayudará a las bacterias
saludables en el intestino brindándoles comida. Los alimentos probióticos incluyen a los
granos integrales, las cebollas, las bananas, el ajo, la miel, las alcachofas y los poros.[8]
4.
Prueba los productos botánicos comestibles. Muchas medicinas botánicas cuentan con propiedades
antibióticas (eliminan las bacterias). Se ha demostrado que las siguientes hierbas reducen el crecimiento
del H. pylori en los cultivos de laboratorio. Esto está muy lejos de ser una cura completa para una infección
existente, pero vale la pena intentarlo:
kion, el cual también podrá tener propiedades que reducen las úlceras;[9][10]
palillo o curry;[13][14]
orégano;[15]
canela.[16]
5.
6.
8
Combina varios tratamientos naturales para obtener mejores resultados. Tienes más probabilidades de
éxito en tu tratamiento si combinas varios tratamientos, lo cual mejorará su efectividad. Te sentirás mejor
en general y la infección podría disminuir si combinas una buena alimentación, consumes hierbas y
especies, añades algunas comidas fermentadas y complementas la alimentación con probióticos.
Visita al médico al cabo de uno o dos meses de utilizar tratamientos naturales para ver si tu
infección ha desaparecido. Si no lo ha hecho, tal vez quieras tomar antibióticos o
medicamentos bajos en ácidos si te los recomienda el médico. Siempre habla sobre tus
opciones con un médico profesional y hazte pruebas para asegurarte de tratar
correctamente tu infección.
Método2
Cambiar tu dieta
1. 1
Ten una dieta nutritiva para mantener tu buena salud. La buena nutrición por sí sola no curará el el H.
pylori.[18] No obstante, las filosofías de salud natural recomiendan el consumo de alimentos integrales no
procesados para conseguir la nutrición necesaria que mejore el sistema inmunitario y fomente la salud del
microbioma. Una dieta saludable incluye los siguientes alimentos:[19]
2.
Incorpora alimentos que puedan ayudarte a tratar tu infección. Algunos alimentos podrían tener un
efecto antibiótico contra el “H. pylori”. No obstante, no funcionan de la misma manera para todos y los
efectos suelen ser mínimos. Tal vez quieras incluirlos en tu dieta como una mejor defensa contra la
infección. Los siguientes alimentos podrían ayudarte a tratar el H. pylori:[20]
té verde
vino tinto
miel de Manuka
brotes de brócoli
3.
3
Reduce tu consumo de alimentos procesados y empaquetados. Si bien la nutrición no es tan simple como
“natural versus artificial”, la mayoría de los alimentos procesados son menos nutritivos y podrían incluir
sustancias con efectos secundarios negativos (a veces, inclusive una respuesta inmune reprimida).[21] Evitar
estos alimentos probablemente dé lugar a una mejor salud general, pero es poco probable que tenga un
efecto directo en el H. pylori.
Por lo general, los alimentos procesados suelen encontrarse en los pasillos centrales de las
tiendas de abarrotes. Los alimentos menos procesados se encuentran en los pasillos
exteriores e incluyen a los frejoles secos, las frutas y los vegetales frescos, el arroz integral,
los alimentos a granel y los alimentos con un solo ingrediente.
Aléjate de las comidas precocinadas “rápidas y fáciles”. Nuevamente, estas suelen ser muy
procesadas y contienen conservantes y otros químicos que en realidad no son alimentos.
Método3
1.
No esperes que beber agua solucione el problema. El consumo de agua no cura el H. pylori o las úlceras
relacionadas. Estas últimas no se producen a causa de la deshidratación.[22]
Aún debes beber por lo menos 8 tazas de agua al día para mantenerte hidratado.
2.
No confíes ciegamente en el ajo. Las pruebas que involucran al ajo no muestran ningún efecto en el H.
pylori ni reducción alguna en el índice de cánceres gástricos.[23]
3.
Evita consumir el fenugreco como agente medicinal. El fenugreco puede ser un suplemento popular, pero
no trata el “H. pylori”. Es mejor usar otros tratamientos para combatir esta bacteria.[24]
Método4
1.
1
Busca ayuda inmediata para tratar el dolor abdominal intense, la dificultad para tragar, las heces negras
o los vómitos. Estos síntomas raros pero serios pueden ser una señal de que algo anda mal, así que es
mejor buscar tratamiento de emergencia. Esto garantizará que recibas el tratamiento inmediato para
abordar la causa subyacente de tus síntomas y comenzar la recuperación. Si bien estos síntomas son
atemorizantes, el médico podrá ayudarte a mejorar.[25]
Tus heces o vómitos podrían lucir negros, alquitranados o como si tuvieran granos de café.
Pídele a alguien que te lleve a la sala de emergencias o que llame por ayuda.
2.
Visita a tu médico si tus síntomas son persistentes. Tratar tu infección de manera natural podría ayudar a
que tus síntomas disminuyan, pero eso no siempre funciona. Si sigues teniendo síntomas o si estos
empeoran, necesitarás acudir al médico para saber más sobre otras opciones de tratamiento. Una infección
por “H. pylori” no tratada puede producir complicaciones, pero el tratamiento puede ayudar. Los síntomas
suelen incluir:[26]
un dolor o una sensación de ardor en el abdomen (que puede empeorar si tienes hambre)
náuseas
eructos
distensión abdominal
3.
Hazte una prueba para el H. pylori de modo que tu médico pueda diagnosticarlo adecuadamente. En
primer lugar, tu médico revisará tus síntomas para decidir si podrías haber tenido “H. pylori”. Luego,
realzará una o más pruebas simples en su consultorio para buscar señales de una infección en tu cuerpo.
Estas pruebas suelen ser indoloras, aunque podrías sentir algún malestar menor. El médico podría hacer lo
siguiente:[27]
Un hemograma completo puede evidenciar señales de una infección por “H. pylori” en tu
cuerpo.
Una prueba de aliento es muy eficaz para identificar una infección por H. pylori. Para
realizar la prueba, tu médico te dirá que tomes una pastilla, un líquido o un budín que
contenga carbono. Si tienes H. pylori, el carbono se liberará en tu aliento y el médico podrá
detectarlo utilizando un dispositivo especial.
Una muestra de heces permitirá la búsqueda de proteínas en la bacteria. Por lo general,
deberás recolectar tus heces en casa.
En raras ocasiones, el médico podría aplicarte anestesia para que pueda introducirte un
tubo pequeño en la garganta a fin de hacerte una biopsia. No obstante, probablemente
solo necesites esta prueba si tienes síntomas muy serios.
4.
5. 5
Por ejemplo, los IBP comunes incluyen omeprazol (Prisolec), esomeprazol (Nexium) y
lansoprazol (Prevacid).
6.
Agrega una solución de bismuto para ayudar a sanar el revestimiento estomacal. Además del reductor de
ácido y el antibiótico, el médico podría sugerirte una solución de bismuto como subsalicilato de bismuto
(Pepto Bismol). Las soluciones de bismuto no acabarán con las bacterias, pero ayudarán a proteger tu
revestimiento estomacal para que pueda sanar. También reducen el ácido en tu estómago.[30]
Habla con tu médico antes de usar una solución de bismuto. Si bien está disponible de
venta libre, es mejor consultar con tu médico antes de agregarlo a tu plan de tratamiento.
Consejos
Limita tu consumo de alcohol, chocolates, alimentos procesados y azúcares. Evita en especial los
azúcares y los dulces, ya que estos brindan un entorno ideal para el crecimiento de bacterias no
deseadas.
Evita comer alimentos no cocinados como el sushi, huevos pasados por agua, carne o filetes poco
cocidos o término medio.
Advertencias
Siempre consulta con un médico antes de iniciar tratamientos caseros para la enfermedad
Esta es una bacteria que habita de forma natural en nuestro organismo, específicamente en el intestino
delgado, pero cuando por alguna razón se interrumpe la homeóstasis (balance o equilibrio) entre nuestro
cuerpo y ella, puede traer consecuencias nefastas para la salud, incluso llegar a ser causa de cáncer
gástrico.
Sobre este tema, Marx De Pasquale, médico a cargo del Programa de Epidemiología de la Policlínica de la
Caja de Seguro Social (CSS) Dr. Juan Vega Méndez, ubicada en San Carlos, explicó que en condiciones
normales la bacteria convive con el ser humano, el diagnóstico de confirmación se hace a través de una
prueba de laboratorio en heces; la cual al reportar una cantidad del germen por arriba del rango confirma
que el paciente tiene una infección por "Helicobacter Pylori" y por lo tanto al paciente se le debe ofrecer un
tratamiento de erradicación.
Para su identificación, el laboratorio clínico de esa instalación de salud, utiliza una Prueba de
Inmunuenzayo Enzimático Cuantitativo de Forma Invitro, que detecta de manera precisa antígenos
presentes en heces humanas, como también el monitoreo post terapéutico en adultos y niños. En el 2017
se realizaron 656 pruebas de este tipo.
Causas:
Esta es una enfermedad multifactorial, explicó De Pasquale, al resaltar que pese a tener diversas causas, en
mayor medida es asociada con la inadecuada manipulación de alimentos, es decir, falta de asepsia o
higiene en la preparación de comidas.
Sexo femenino; existe una mayor incidencia en el padecimiento de este mal entre individuos de este
género.
• Factores de tipo raciales; según diversos estudios, a escala mundial, esta enfermedad es más común en
países como Japón, China, Europa oriental y del sur y América central y del sur; siendo menos propensos los
habitantes de África occidental y del sur, Asia central, y del sur y Norteamérica.
• Edad; es mucho más común que se presente en adolecentes y adultos entre los 30 y 40 años que en
pacientes mayores de 50.
Prevención
Para prevenir esta enfermedad se recomienda: lavar cuidadosamente los alimentos a ingerir, sobre todo
legumbres y verduras: además, cocinar bien las carnes, principalmente el cerdo.
Tratamiento
Para la erradicación de esta bacteria, existen diversas alternativas de medicamentos o fármacos, tales
como antibióticos combinados con un Inhibidor de Bomba de Protones (medicamento para tratar gastritis
aguda y crónica) durante un período de 14 días.
Gracias a la gestión institucional, la CSS cuenta con el tratamiento adecuado para solucionar estos
problemas de salud. Solo debe acudir de manera oportuna a la policlínica o ULAPS más cercana, no auto
medicarse y seguir las instrucciones de su doctor.