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Trabajo final: La sobreprotección infantil

Karen Bustamante Múnera

Profesor
Cesar Augusto Sánchez

Universidad de Antioquia
Licenciatura en pedagogía infantil
Desarrollo psicoemocional y moral
Medellín
2016
El tema elegido para este trabajo es la sobreprotección infantil, siendo relevante conocer
acerca de este, ya que en la actualidad los padres tienden a mostrar estos comportamientos
de sobreproteger a sus hijos, a causa de los peligros que se tienen en la sociedad. El
cuestionamiento que surge acerca de esta temática es ¿La sobreprotección infantil cómo
afecta emocional y cognitivamente a los niños? Para dar respuesta, se irán exponiendo
diferentes textos y se darán puntos de vista acerca de este tema y lo que se enuncia en
dichos textos. Además, se expresará cómo las familias influyen en los comportamientos de
los niños y niñas al ser sobreprotegidos. Y cómo los docentes pueden aportar saberes a las
familias y sus hijos e hijas, para mejorar estas situaciones de sobreprotección.

Para iniciar, es importante destacar el significado de la sobreprotección, según Martín


(2010) “La sobreprotección es un exceso de celo en el cuidado de los hijos, tanto que, a
veces, lleva a los padres a ofrecerles algo que los pequeños no han solicitado” (párr. 1).
Esto se da porque los padres aún mantienen el instinto de protección que se tiene en los
primeros meses de vida, y no comprenden que los niños y niñas deben aprender a resolver
sus problemas y necesidades. Además, es significativo establecer quién es la primera
persona con la que el niño o niña siente apego y por la cual se inicia la sobreprotección.
Esta, es la principal figura que lo acoge y protege del mundo al cual se enfrentará, es así
como puede ser la madre, padre, los abuelos u otros. Según Bowlby (s.f.): “Una vez
apegado, el hijo utiliza a la figura principal como base segura para la exploración y como
refugio al que retomar ante una situación de peligro” (p.22). Por esto, el apego es el estado
de seguridad, ansiedad o temor de un niño, y este es definido por la accesibilidad de
respuesta de su principal figura de afecto. Ante un apego mal definido, se puede dar la
sobreprotección.

En este orden de ideas, los niños y niñas necesitan cierto grado de autonomía para
desarrollarse íntegramente y lograr cumplir sus objetivos y desenvolverse en sus diferentes
habilidades. Esto es posible de enseñar desde los primeros años de vida. Es así como lo que
viven los niños y niñas a edades tempranas, los conocimientos que adquieren y la forma en
cómo sus padres los crían, será como se forjará su personalidad y salud mental (Bowlby
s.f.). Sin embargo, es importante, como se expresó anteriormente, tener una significativa
interacción padre – hijo, siempre y cuando en esta, se permita crear un sujeto autónomo. Es
por esto que la familia cumple un papel importante, pues es la encargada de mediar entre el
niño, la niña y la sociedad, en ella se establecen bases de interacción con los demás, y serán
estas las que le permitirán crear su identidad y autonomía.

Sin embargo, el hecho de ser protector es significativo en los primeros años, pues les
permite a los pequeños adquirir confianza, seguridad y autonomía. Los niños y niñas
podrán superar sus miedos, trazar metas y lograrlas. No por esto, se debe sobreproteger
constantemente a los hijos y no dejar que aprendan de sus errores. Pues como expresa
Milñambres (2012) “Los niveles de protección que emplean los padres se encuentran
relacionados con la madurez de los niños, es decir, a menor protección sobre las emociones
negativas que sufren los niños, adquieren mayor madurez. Las emociones negativas son
necesarias para que los niños las resuelvan y aprendan a crecer emocional y socialmente”
(p. 2). Es por esto que se debe posibilitar que los niños aprendan y descubran a partir de lo
malo que les sucede, pues esto también generara saberes significativos.

Es por esto que si se sobreprotege, los niños y niñas pueden adquirir las siguientes
características: bajo concepto de sí mismo/a, retrasos o dificultades en el aprendizaje y
puesta en práctica de habilidades sociales, dificultad para tomar decisiones por sí mismo/a,
búsqueda de seguridad en otros. Además, las consecuencias en ellos y ellas pueden
volverlos caprichosos, engreídos y no querer asumir responsabilidades. También, cuando la
sobreprotección va acompañada de poco afecto de parte de los padres y madres, puede estar
asociada, en su etapa adulta, a problemas de ansiedad, depresión y obsesiones (Jiménez,
2011).

Es por esto importante para un pedagogo infantil conocer acerca de este tema, ya que le
permite tener una idea acerca de los comportamientos que presentan sus alumnos, saber si
viven una situación de sobreprotección y cómo trabajar para ayudar tanto al niño como a su
familia a dejar a un lado esto y crear un sujeto más autónomo. El ingreso a la escuela
requiere actitudes en los niños para tomar iniciativas y aprender, y al no estar preparado
para esto, desarrolla una serie de cualidades negativas que provocan falta de seguridad y
probablemente, un rendimiento insuficiente; por esto, el pedagogo infantil debe reconocer
estas actitudes y trabajar para mejorar esto en el niño y en el trato que le brinda su familia,
tal como lo expresa Jiménez (2011)
Para el niño mimado es casi imposible jugar alegremente al principio con sus

compañeros. El profesor debe hacer uso de todos los recursos posibles para que el

alumno sobreprotegido adquiera hábitos sociales sanos. Con frecuencia el profesor

comete el error de burlarse “nene de mamá” o de ridiculizarlo delante de otros niños

o de castigarlo con un comportamiento que es a causa de un condicionamiento del

hogar (p.29).

Es así como cabe resaltar el proceso de enseñanza-aprendizaje, donde algunos niños


pueden aprender con más facilidad y otros no, por eso el maestro debe acompañar y
diferenciar su proceso de aprendizaje y brindar correctos saberes como ya se ha planteado.
Los niños sobreprotegidos tienden a pensar que todo lo hacen mal y que su sobreprotector
debe estar presente al realizar cualquier actividad. Para concluir, es importante para el
pedagogo infantil conocer acerca de esto para trabajar y preparar a los niños y niñas sobre
este tema. Pues son los docentes los encargados de inculcarles al niño y a la niña valores y
hacerlo un ser social; pues a través del sistema educativo, la sociedad delega sus poderes al
profesor.
Referencias

 Martín (2010). Educar sin sobreproteger. [En línea] Guiadelnino.com. Disponible


en: http://www.guiadelnino.com/nino/problemas-de-conducta-en-ninos/educar-sin-
sobreproteger
 Bowlby, J (s.f.). Teoría del apego.
 Milñambres, M., Ruiz, D., Fernández, L., Zomeño, T., Valero, L. y Bermúdez, P.
(2012). Psiquiatria.com. Sobreprotección infantil y salud mental. Recuperado de:
http://www.psiquiatria.com/bibliopsiquis/assetstore/27/30/58/27305833484740012
420898744579912553161
 Jiménez, P. (2011). Los efectos escolares de la sobreprotección infantil.
Licenciatura. Universidad Pedagógica Nacional.

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