NERVIOSO
WILLIAM CHIA
DOCTOR-TUTOR
CUCUTA
2018
APARATO GENITOURINARIO
APARATO URINARIO
Conceptos generales:
También se le conoce con el
nombre de Aparato Excretor. Está
formado por una serie de
estructuras cuya función principal
es recoger y eliminar todas las
sustancias de desechos resultantes
de las reacciones bioquímicas que
tienen lugar en el organismo.
RIÑONES
Son dos órganos macizos, uno derecho y otro izquierdo, situados en la región
lumbar,uno a cada lado de la columna vertebral y algo por delante de ésta. Su
tamaño es de 11 x 3 x 5 cm, aproximadamente y su peso oscila entre 110 y 180
gramos. En forma de habichuela
el riñón presenta dos bordes,
uno externo y otro interno en el
que se localiza una hendidura
central denominada hilio renal.
Corteza renal: Es la porción más externa del mismo. De aspecto uniforme. Tiene
aproximadamente 1 cm de espesor y rodea la médula.
Médula renal: Es la porción más interna del riñón. Tiene aspecto estriado y está
formada por pirámides cónicas denominadas Pirámides de Malphigio. El número de
pirámides oscila entre 8 y 18 en cada riñón. La base de cada pirámide está orientada
hacia el exterior y el vértice hacia el hilio renal. En el vértice de la misma se localiza
la papila renal.
El hilio renal es una hendidura situada en el borde interno del riñón. A través del
hilio renal penetran en el rinón la arteria renal y nervios y salen la vena renal y uréter.
La zona de la corteza renal situada entre cada dos pirámides se denomina columna
de Bertin.
Las pirámides renales se unen por su extremo convexo en los llamados cálices
menores, que son de 8 a 10 por pirámide, y que a su vez se unen para formar de 2
a 3 cálices mayores. Los cálices mayores se unen entre sí para formar la pelvis
renal. La pelvis renal desemboca en el uréter.
La unidad estructural y funcional del riñón se denomina Nefrona. En cada riñón hay
entre 1 y 3 millones de nefronas. Cada nefrona está formada por:
Túbulo colector (TC): Es un tubo recto. Se reúnen entre sí para desaguar en los
cálices de la pelvis renal.
Hay nefronas que ocupan en el riñón una posición cortical mientras otras se sitúan
en posición yuxtamedular.
Uréteres
Son dos largos tubos, uno izquierdo y otro derecho, que comunican por su extremo
superior con la pelvis renal y
por su extremo inferior con la
vejiga urinaria. Tienen una
longitud aproximada de 30 cm.
URETRA
Representa la parte final de las vías urinarias. En la mujer la uretra es muy corta (4
cm aproximadamente). En el varón mide unos 20 cm aproximadamente.
a. la uretra prostática
mide unos 3 cm de
longitud, Atraviesa el
espesor de la
próstata y en ella
desemboca la próstata
y los dos conductos
deferentes.
c. la uretra cavernosa discurre en el espesor del músculo del mismo nombre, mide
unos 15 cm y termina en el meato urinario.
Los capilares glomerulares vuelven a fusionarse entre sí para dar lugar a la arteriola
eferente que abandona la cápsula de Bowman y, a su vez, desaguan en las venas
intertabulares y éstas a su vez en la vena renal que abandona el riñón por el hilio
renal.
La vena renal desemboca en la vena cava inferior. El flujo de sangre que llega al
riñón es muy elevado, 1.200 mi/minuto, lo que representa la quinta parte de sangre
que bombea el corazón en un minuto.
Formación de la
orina
La homeostasis
consiste en el
mantenimiento
constante del medio
interno, sin
modificación de los
parámetros
bioquímicos. Esta
función se lleva a
cabo gracias al
riñón que se
comporta como una
estación depuradora
de la sangre que
atraviesa los
glomérulos renales.
La formación de la orina definitiva que produce el aparato excretor es el resultado
de tres mecanismos diferentes, a saber:
Filtración glomerular.
Reabsorción tubular.
Secreción tubular.
FILTRACIÓN GLOMERULAR
La sangre que atraviesa los glomérulos es sometida a un proceso de filtración, que
la hace pasar desde la luz de los capilares glomerulares hacia la luz de la cápsula
de Bowman. La barrera de filtración la forman: endotelio de los capilares
glomerulares, la membrana basal y la capa de células epiteliales (podocitos) de la
cápsula de Bowman. No todos los componentes de la sangre son capaces de
atravesar esta barrera. Así, en condiciones normales, las células sanguíneas y las
moléculas de medio y alto peso molecular no son filtradas.
b. La Presión oncótica del capilar glomerular. Se debe a las proteínas del plasma
que por su carga eléctrica de superficie son capaces de atraer y retener agua y
solutos dentro de la luz capilar. Esta presión evita en cierto grado la salida de un
mayor volumen de líquidos hacia la cápsula de Bowman. Los riñones humanos
filtran al día aproximadamente 180 litros y sin embargo se eliminan en condiciones
normales 1,5 I de orina.
Reabsorción tubular
En condiciones normales el riñón reabsorbe el 99% del agua y del sodio filtrados.
También reabsorbe moléculas importantes que son aprovechadas en el
metabolismo general y que por su bajo peso molecular son filtradas, tal como ocurre
con la glucosa, aa, etc.
a) TCP
La reabsorción se realiza con el paso de líquidos desde la luz tubular al espacio
intersticial inmediato y de ahí a la sangre (capilares).
En este fragmento se reabsorbe entre el 65-70% del sodio filtrado. La reabsorción
de sodio se acompaña de la reabsorción de cloro y bicarbonato para mantener la
neutralidad eléctrica. Se reabsorbe la totalidad de la glucosa y aa filtrados.
Se reabsorbe el 50% del potasio filtrado bien por un mecanismo activo o pasivo con
predominio del segundo mecanismo. Como consecuencia de la reabsorción de los
anteriores, se produce una disminución de la osmolaridad del líquido filtrado y
aumenta la del líquido reabsorbido al espacio intersticial. Se crea así una diferencia
de concentración entre ambos compartimentos que favorece la reabsorción pasiva
del agua. También se reabsorbe el 50% de la urea filtrada por un mecanismo pasivo.
b) Asa de Henle
En la rama descendente del Asa se reabsorbe agua y también se produce la
secreción neta de urea, que pasa del espacio intersticial a la luz del Asa para ser
eliminada por la orina. El líquido que queda en la luz del Asa se vuelve hipertónico
al perder el agua y mantener los solutos. En la porción delgada de la rama
ascendente del Asa de Henle se reabsorbe sodio y
cloro de forma pasiva, debido al gradiente de concentración, que es mayor en el
Asa que en el espacio intersticial. Al final de este fragmento el líquido es isotónico.
En la porción gruesa de la rama ascendente del Asa se reabsorbe por transporte
activo cloro al que acompañan sodio y potasio. El líquido tubular se vuelve
hipotónico.
c) TCD
Hay un intercambio de sodio por potasio. El sodio es reabsorbido y el potasio
secretado desde el espacio intersticial a la luz del TCD. Este mecanismo de
intercambio está controlado por la acción de la hormona llamada aldosterona. El
paso del sodio al espacio intersticial se acompaña del paso de cloro. El líquido
resultante sigue siendo
hipotónico.
d) TC
En este segmento tiene lugar la regulación definitiva del agua a favor de gradiente.
El epitelio del túbulo es impermeable al agua y para que lo sea necesita de la acción
hormonal. Se reabsorbe agua hacia el espacio intersticial por mecanismo activo que
es controlado por la hormona antidiurética (ADH). El líquido del túbulo colector se
vuelve hipertónico.
Se reabsorbe entre el 60-70% de la urea.
Aclaramiento renal
El riñón actúa como una estación depuradora retirando de la sangre gran cantidad
de metabolitos y sustancias tóxicas producidos en el metabolismo general del
organismo. El aclaramiento en él permite valorar esta capacidad renal. Mide la
capacidad de los riñones para eliminar una sustancia del plasma. Se puede definir
como el volumen de plasma que por la acción depuradora de los riñones queda libre
de esa sustancia en la unidad de tiempo.
En condiciones normales el proceso de formación de la orina en sus tres fases de
filtración, reabsorción y secreción ayuda a mantener el equilibrio hidroelectrolítico y
ácido base de la sangre. El aclaramiento renal permite valorar el buen
funcionamiento del riñón.
La HIDRONEFROSIS es el resultado de la
obstrucción del flujo de orina en la vía excretora, que
casi siempre es consecuencia de anomalías
congénitas de los uréteres o de una hipertrofia
prostática.
Los tumores derivados del epitelio tubular son los que deben concentrar nuestra
atención, por su frecuencia e implicancias clínicas.
CLÍNICA
La tríada clásica del cáncer de riñón es sangre en la orina, dolor en un flanco y la
aparición de una masa abdominal. A esta tríada se le conoce como la
tríada demasiado tarde, pues para cuando el paciente presenta los tres síntomas, la
enfermedad ha avanzado más allá de un punto curativo.
En la actualidad, la mayoría de los tumores renales son asintomáticos y se detectan
accidentalmente durante un examen de imagenología, por lo general, en busca de
causas no relacionadas.
El principal síntoma puede ser debido a una enfermedad metastásica, tal como
la fractura patológica de un hueso por diseminación ósea.
Varicocele o agrandamiento de un testículo por bloqueo de la vena gonadal, por
lo general del lado izquierdo debido a la compresión por el tumor de lavena renal—
la vena gonadal drena directamente a la vena cava inferior.
Anormalidades en la visión.
Estreñimiento
Hipertensión arterial
CÁNCER VESICAL
Epidemiología
El cáncer de vejiga es el segundo cáncer
más frecuente del tracto genitourinario. Es
más frecuente en el hombre que en la mujer
(2,7:1) y la edad promedio de presentación
es de 65 años.
Al momento del diagnóstico,
aproximadamente el 85% de estos tumores
están confinados a la vejiga y 15% ya están
diseminados.
Etiología y Patogenia:
Varios factores etiopatogénicos han sido identificados en esta neoplasia, como el
tabaco, que sería responsable del 50% de los tumores en el hombre y del 30% en
las mujeres. Así también, la exposición a ciertos agentes químicos, pinturas,
tinturas, cuero y goma han sido relacionados con el cáncer de vejiga.
Cerebro
Cerebelo
Tronco del encéfalo
Médula espinal
SISTEMA NERVIOSO CENTRAL (SNC)
El sistema nervioso central es
una estructura
extraordinariamente compleja
que recoge millones de
estímulos por segundo que
procesa y memoriza
continuamente, adaptando las
respuestas del cuerpo a las
condiciones internas o
externas. Está constituído por
siete partes principales
Encéfalo anterior que se
subdivide en:
Hemisferios cerebrales
Diencéfalo (tálamo e
hipotálamo)
Tronco encefálico
Mesencéfalo
Protuberancia
Bulbo raquídeo
Cerebelo
Médula espinal
A menudo, el encéfalo se divide en tres grandes regiones: el prosencéfalo
(diencéfalo y hemisferios cerebrales), el meséncefalo y el rombencéfalo (bulbo
raquídeo, protuberancia y cerebelo).
Todo el neuroeje está protegido por estructuras óseas (cráneo y columna vertebral)
y por tres membranas denominadas meninges (*). Las meninges envuelven por
completo el neuroeje, interponiéndose entre este y las paredes óseas y se dividen
en encefálicas y espinales. De afuera hacia adentro, las meninges se denominan
duramadre, aracnoides y piamadre.
DURAMADRE
La más externa, la duramadre, es dura,
fibrosa y brillante. Envuelve completamente
el neuroeje desde la bóveda del cráneo hasta
el conducto sacro. Se distinguen dos partes:
DURAMADRE CRANEAL: está adherida a
los huesos del cráneo emitiendo
prolongaciones que mantienen en su lugar a
las distintas partes del encéfalo y contiene
los senos venosos, donde se recoge la
sangre venosa del cerebro. Los tabiques que
envía hacia la cavidad craneana dividen esta
en diferentes celdas:
TENTORIO O TIENDA DEL CEREBELO: un
tabique transversal tendido en la parte posterior de la cavidad craneal que separa
la fosa cerebral de la fosa cerebelosa. En el centro y por delante delimita el foramen
oval de Pacchioni, una amplia abertura a través de la cual pasa el mesencéfalo. Por
detrás, a lo largo de su inserción craneal corren las porciones horizontales de los
senos laterales.
La hoz del cerebro, un tabique vertical y medio que divide la fosa cerebral en dos
mitades. Presenta una curvatura mayor en cuyo espesor corre el seno sagital
superior y una porción rectilína que se une a la tienda del cerebelo a lo largo de su
línea medio por la que corre el seno recto.
Tienda de la hipófisis que separa la celda hipofisiaria (un estrecho espacio situado
sobre la silla turca del esfenoides y ocupada por la hipófisis) de la celda cerebral
La hoz del cerebelo, que separa los dos hemisferios cerebelosos.
DURAMADRE ESPINAL: encierra por completo la médula espinal. Por arriba, se
adhiere al agujero occipital y por abajo termina a nivel de las vertebras sacras
formando un embudo, el cono dural. Está separada de las paredes del conducto
vertebral por el espacio epidural, que está lleno de grasa y recorrido por arteriolas y
plexos venosos
ARACNOIDES: La intermedia, la aracnoides, es una membrana transparente que
cubre el encéfalo laxamente y no se introduce en las circunvoluciones cerebrales.
Está separada de la duramadre por un espacio virtual (o sea inexistente) llamado
espacio subdural.
PIAMADRE: Membrana delgada, adherida al neuroeje, que contiene gran cantidad
de pequeños vasos sanguíneos y linfáticos y está unida íntimamente a la superficie
cerebral.
En su porción espinal forma tabiques dentados dispuestos en festón, llamados
ligamentos dentados. Entre la aracnoides y la piamadre se encuentra el espacio
subaracnoideo que contiene el líquido cefalorraquídeo y que aparece atravesado
por un gran número de finas trabéculas.
El encéfalo está protegido por el cráneo y, además, cubierto por las meninges.
CEREBRO:
Constituye la masa principal del encéfalo y es lugar donde llegan las señales
procedentes de los órganos de los sentidos, de las terminaciones nerviosas
nociceptivas y propioceptivas. Se desarrolla a partir del telencéfalo. El cerebro
procesa toda la información procedente del exterior y del interior del cuerpo y las
almacena como recuerdos. Aunque el cerebro sólo supone un 2% del peso del
cuerpo, su actividad metabólica es tan elevada que consume el 20% del oxígeno.
Se divide en dos hemisferios cerebrales, separados por una profunda fisura, pero
unidos por su parte inferior por un haz de fibras nerviosas de unos 10 cm llamado
cuerpo calloso, que permite la comunicación entre ambos. Los hemisferios suponen
cerca del 85% del peso cerebral y su gran superficie y su complejo desarrollo
justifican el nivel superior de inteligencia del hombre si se compara con el de otros
animales.
Los ventrículos son dos espacios bien definidos y llenos de líquido que se
encuentran en cada uno
de los dos hemisferios.
Los ventrículos laterales
se conectan con un
tercer ventrículo
localizado entre ambos
hemisferios, a través de
pequeños orificios que
constituyen los agujeros
de Monro o forámenes
interventriculares. El
tercer ventrículo
desemboca en el cuarto
ventrículo, a través de
un canal fino llamado
acueducto de Silvio. El
líquido cefalorraquídeo que circula en el interior de estos ventrículos y además
rodea al sistema nervioso central sirve para proteger la parte interna del cerebro de
cambios bruscos de presión y para transportar sustancias químicas.
Este líquido cefalorraquídeo se forma en los ventrículos laterales, en unos
entramados vasculares que constituyen los plexos coroideos
En cada hemisferio se distinguen:
La corteza cerebral o sustancia gris, de unos 2 ó 3 mm de espesor, formada por
capas de células amielínicas (sin vaina de mielina que las recubra). Debido a los
numeroso pliegues que presenta, la superficie cerebral es unas 30 veces mayor que
la superficie del cráneo. Estos pliegues forman las circunvoluciones cerebrales,
surcos y fisuras y delimitan áreas con funciones determinadas, divididas en cinco
lóbulos. Cuatro de los lóbulos se denominan frontal, parietal, temporal y occipital. El
quinto lóbulo, la ínsula, no es visible desde fuera del cerebro y está localizado en el
fondo de la cisura de Silvio. Los lóbulos frontal y parietal están situados delante y
detrás, respectivamente, de la cisura de Rolando. La cisura parieto-occipital separa
el lóbulo parietal del occipital y el lóbulo temporal se encuentra por debajo de la
cisura de Silvio.
La sustancia blanca, mas interna constituida sobre todo por fibras nerviosas
amielínicas que llegan a la corteza
Desde del cuerpo calloso, miles de fibras se ramifican por dentro de la sustancia
blanca. Si se interrumpen los hemisferios se vuelven funcionalmente
independientes
El diencéfalo origina el tálamo y el hipotálamo:
TÁLAMO: Esta parte del
diencéfalo consiste en dos
masas esféricas de tejido
gris, situadas dentro de la
zona media del cerebro,
entre los dos hemisferios
cerebrales. Es un centro de
integración de gran
importancia que recibe las
señales sensoriales y donde
las señales motoras de
salida pasan hacia y desde
la corteza cerebral. Todas
las entradas sensoriales al
cerebro, excepto las
olfativas, se asocian con núcleos individuales (grupos de células nerviosas) del
tálamo.
HIPOTÁLAMO:
El hipotálamo está situado debajo
del tálamo en la línea media en la
base del cerebro. Está formado por
distintas regiones y núcleos
hipotalámicos encargados de la
regulación de los impulsos
fundamentales y de las
condiciones del estado interno de
organismo (homeostasis, nivel de
nutrientes, temperatura). El
hipotálamo también está implicado
en la elaboración de las emociones
y en las sensaciones de dolor y placer. En la mujer, controla el ciclo menstrual.
El hipotálamo actúa también como enlace entre el sistema nervioso central y el
sistema endocrino. En efecto, tanto el núcleo supraóptico como el núcleo
paraventricular y la eminencia mediana están constituídas por células
neurosecretoras que producen hormonas que son transportadas hasta la
neurohipófisis a lo largo de los axones del tracto hipotálamo-hipofisiario. Allí se
acumulan para ser excretadas en la sangre o para estimular células endocrinas de
la hipófisis.
Las numerosas fibras nerviosas que constituyen un nervio están reunidas, por
medio del tejido conjuntivo, en muchas unidades sucesivas. El conjuntivo que
envuelve en superficie la totalidad del nervio se denomina epinervio (*) ; de él se
dirigen hacia el interior del nervio innumerables prolongaciones de tejido conjuntivo
y pequeños vasos sanguíneos y linfáticos, destinados a la nutrición de las fibras
nerviosas. Inmersos en este conjuntivo laxo, encontramos cierto número de
hacecillos secundarios, grupos, generalmente circulares, de fibras nerviosas, bien
delimitados y separados uno de otro. La envoltura de cada fascículo secundario se
llama perinervio. Del perinervio parten tabiques que se insinúan hacia el interior del
fascículo secundario, subdividiéndolo en muchos fascículos de fibras, más
pequeños y de forma variada: los fascículos primarios. Los fascículos primarios, a
su vez, están envueltos por el endonervio primarios se llama endonervio (*)
Cuando un nervio se bifurca, cede uno o más de los haces secundarios completos
incluyendo el perineuro y además el epinervio del nervio del que se origina. Lo
mismo ocurre con los haces primarios e incluso con las propias fibras nerviosas que
al ramificarse van acompañadas de tejido conjuntivo el perineuro y epineuro
formando una vaina llamada vaina de Henle
El sistema nervioso autónomo regula la actividad de los músculos lisos, del corazón
y de algunas glándulas. Casi todos los tejidos del cuerpo estan inervados por fibras
nerviosas del sistema nervioso autónomo, distinguiéndose dos tipos de fibras: las
viscerosensitivas (aferentes) y las visceromotoras y secretoras (eferentes). Las
neuronas de las fibras sensitivas se reunen en los ganglios espinales, mientras que
las fibras eferentes forman grupos esparcidos por todo el cuerpo, en los llamados
ganglios autonómicos. Estos ganglios dividen las vías nerviosas en dos secciones
denominadas pre-gangliónicas y post-ganglionicas, siendo diferentes las fibras que
constituyen dichas vías. Las fibras pregangliónicas son fibras mielinizadas, mientras
que las fibras postgangliónicas son amielínicas.
La función del sistema nervioso autónomo es la regular la función de los órganos,
según cambian las condiciones medioambientales. Para ello, dispone de dos
mecanismos antagónicos, el sistema nervioso simpático y el sistema nervioso
parasimpático
El sistema nervioso simpático es estimulado por el ejercicio físico ocasionando un
aumento de la presión arterial y de la frecuencia cardíaca, dilatación de las pupilas,
aumento de la perspiración y erizamiento de los cabellos. Al mismo tiempo, se
reduce la actividad peristáltica y la secreción de las glándulas intestinales. El
sistema nervioso simpatático es el responsable del aumento de la actividad en
general del organismo en condiciones de estrés.