Colombia ha resistido bastante bien al fuerte choque en los términos de intercambio ocurrido en el
período 2014-2016, generado por la caída en los precios internacionales del petróleo. El crecimiento
económico se desaceleró gradualmente hasta un 1,4% en 2017, antes de volver a acelerar a 2,7% en
2018, respaldado por políticas macroeconómicas prudentes y las reformas estructurales emprendidas en
los últimos años. Se espera que el crecimiento se fortalezca a un ritmo moderado durante el período
2019-2021, ya que el crecimiento del consumo privado continúa acelerándose y el gasto en inversión se
ve impulsado por impuestos corporativos efectivos más bajos.
Los componentes principales de este marco incluyen la adopción de un régimen de metas de inflación,
un tipo de cambio flexible, una regla fiscal para el gobierno central y un marco fiscal de mediano plazo.
El sólido marco macroeconómico también ha permitido fortalecer la resiliencia frente a las conmociones
externas, facilitando el ajuste económico interno y externo ante posibles perturbaciones; los esfuerzos de
reconstrucción del posconflicto podrían impulsar la confianza y apoyar el crecimiento a través de
mayores inversiones, especialmente en los sectores de la agricultura y la energía.
El PIB registró un crecimiento de 2,8% en el primer trimestre de 2019, con respecto al mismo período
del año anterior. Con ese comportamiento se consolidó la fase ascendente del ciclo económico y se
generaron expectativas positivas para el futuro cercano (Gráfico 1). El crecimiento aún es bajo con
respecto a expansiones recientes, pero es un comportamiento positivo en el contexto regional.
Ese crecimiento está liderado por sectores como el financiero, la minería y el comercio al por menor,
mientras que la construcción permanece en terreno negativo (Tabla 1). La agricultura, que hace pocos
años estaba registrando el mayor crecimiento, ha regresado a sus tasas de expansión históricas.
Es preocupante que la construcción permanezca en fase contractiva, no solo por su aporte al crecimiento
sino por su capacidad de generar empleos y demanda interna para los demás sectores. Por su parte, el
empleo está registrando indicadores negativos; según los datos del DANE, la tasa de desempleo urbano
ha estado en los últimos seis meses por encima de los mismos meses en 2018 (Gráfico 2).
El alto precio del dólar encarece los productos importados y genera expectativas positivas para
crecimiento de la demanda local y, por esta vía, se convierte en un impulso para la industria nacional.
Además, la encuesta llevada a cabo por FEDESARROLLO en abril da cuenta de una mejora en las
expectativas de los empresarios, tanto con respecto al comercio, como a la industria. Las expectativas
optimistas se sustentan en un aumento en el volumen de pedidos.
Con respecto a la inflación, se espera que el año termine en un nivel cercano al 3,4%, lo cual le permitiría
a la Junta Directiva del Banco de la República incrementar la tasa interés de referencia en algunas de las
reuniones de 2019. Los precios no solo están controlados, sino que se mantiene su tendencia a la baja.
1.1.2. Principales sectores económicos (para ésta parte tenga en cuenta la definición de sector que
se encuentra en el instructivo de presentación del PIF)
Sector de telecomunicaciones
Fuente:https://colombiatic.mintic.gov.co/679/articles-100444_presentacion_cifras.pdf
Sector financiero
Al cierre de febrero de 2019 los activos del sistema financiero ascendieron a $1,754 billones (b) Para
este mes el crecimiento real anual de los activos fue positivo y se mantuvo alrededor del 6%1 . Los
activos totales del sistema financiero aumentaron en $147.8b, frente a febrero de 2018 y en $29.1b frente
al mes anterior. Como resultado de este comportamiento el índice de profundización frente al PIB2 fue
179.70%. En esta sección se detallan las principales cuentas de las sociedades y los fondos que se
encuentran bajo la supervisión de la Superintendencia Financiera de Colombia. En la siguiente tabla, se
muestra la información de los saldos de los activos, las inversiones, la cartera, el patrimonio y las
utilidades con corte a febrero de 2019.
Fuente:file:///C:/Users/toshiba/Downloads/comsectorfinanciero022019.pdf
Sector Industrial
Según la clasificación asignada por la red cultural del Banco de la República, pertenece al sector
secundario, donde están comprendidas todas aquellas actividades industriales realizadas por un país a
los alimentos, productos, bienes o mercancías, con fines de fabricación de nuevos productos.
Las cifras de la Encuesta Mensual Manufacturera con Enfoque Territorial (EMMET), elaborada por el
DANE, indican que la actividad industrial colombiana creció en 2,9% para el cierre del año 2018. Este
es un claro indicador que evidencia cómo la economía colombiana se está reactivando gracias al impulso
de la industria, cambiando la tendencia negativa que había dejado el año 2017. Propiciando un panorama
económico bueno y mejorando las expectativas para el 2019, pues en enero el crecimiento fue de 3,0%.
Fuente:https://andigraf.com.co/boletin-trimestral-economico-marzo-2019-2/
Sector Agropecuario.
De acuerdo a la clasificación asignada por la red cultural del Banco de la República de Colombia,
corresponde al sector primario, es decir, que sus productos son extraídos directamente de la naturaleza,
sin haber sufrido un cambio o proceso de transformación.
Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) en el segundo trimestre de
2018 la economía colombiana creció un 2,8%. En el caso del sector de agricultura, ganadería, caza,
silvicultura y pesca el PIB se incrementó 5,9%, ocupando el segundo lugar después del renglón de
actividades profesionales, científicas y técnicas, que creció 6,6%.
Fuente:https://www.grupobancolombia.com/wps/portal/negocios-
pymes/actualizate/sostenibilidad/sector-agropecuario-en-colombia
De los sectores presentados en el apartado anterior se considera que el más importante para continuar
con la presente investigación es (Sector Financiero).
Elegimos este sector ya que este genera mucho impacto con relación a nuestra investigación, en las
empresas de acuerdo con los requisitos establecidos en la norma y deben presentarlos como parte
integrante de sus estados financieros, para cada periodo en que sea obligatoria la presentación de estos;
las empresas deben comprobar como genera y utiliza el efectivo, esta necesidad es independiente de la
naturaleza de las actividades de la empresa. Esta NIC hace que tenga un comparabilidad de la
información sobre el rendimiento de las operaciones, puesto que elimina los efectos de utilizar distintos
tratamientos contables para las mismas transacciones y suceso económicos.
Subsector bancario.
Tienen por función principal la captación de recursos en cuenta corriente bancaria así como también la
captación de otros depósitos a la vista o término.
A continuación se presentan la lista de las cinco empresas más importantes del subsector:
1. Banco de Bogotá
2. Bancolombia
3. Davivienda
4. BBVA
5. Banco de Occidente
Tienen por objeto la movilización de recursos y la asignación de capital para promover la creación,
reorganización, fusión, transformación y expansión de cualquier tipo de empresas.
Su función principal es la de captar recursos del público con el propósito de financiar la comercialización
de bienes y servicios.
El subsector de las compañías de financiamiento es el más relevante y el que más aplica a la norma NIC
7 debido a su gran influencia en los flujos de efectivo haciendo puntual referencia en las actividades de
operación, inversión y financiación. Este subsector siempre necesita de la información contenida en los
flujos de efectivo, es decir, los intereses, dividendos e impuesto a las ganancias a modo de ejemplo. La
norma también estipula los plazos de financiación de cada operación que desarrolle determinada
organización durante diferentes periodos, a su vez mediante el flujo de efectivo se evalúa la capacidad
de una compañía para generar efectivo o equivalentes al efectivo generando opciones o resultados
relevantes en la toma de decisiones.
I. BIBLIOGRAFÍA