Expediente : 16235-201
Cuaderno : Principal
Escrito :
Sumilla : APELACIÓN DE
SENTENCIA.
1.- En la sentencia impugnada existe una clara vulneración del principio motivación de las
resoluciones, en la medida que el juzgador en sus considerandos de excepción de
incompetencia por la materia no toma en cuenta el estado de asimetría o desigualdad en
que se encuentran los sujetos de la relación laboral, asimismo las pretensiones del
demandante planteadas en el escrito postulatorio: 1.- La Reposición en su habitual puesto de
labores (Obrero Municipal-Sereno Motorizado) 2.- El pago de costos y costas del proceso.
Asimismo, la función desarrollada por el recurrente es eminentemente de campo como
obrero, la excepción planteada por la demandada es una cuestión perversa que obstaculiza
un pronunciamiento de fondo que el juzgador debió proveer respecto de la pretensión.
2.- Que, el Juzgador ha desconocido que el máximo intérprete de la Constitución- Tribunal
Constitucional ha dejado establecido en múltiples Jurisprudencias que la debida
motivación es una obligación de todo ente judicial a efectos de saber las razones por las
cuales llegan a la conclusión de estimar o desestimar una demanda.
3.- El A quo no ha tenido en cuenta que la Segunda Sala de Derecho Constitucional y Social
Transitoria en la Casación N° 802-2015-LIMA señaló:
1. Sexto: (…) Dichas funciones por su naturaleza revisten una labor de campo, de
vigilancia, evidentemente manual, frente a la labor de un empleado que es más bien
intelectual. En tal sentido, como se desprende del fundamento décimo quinto de la
sentencia de vista, en el caso de la seguridad ciudadana o propiamente, la función
desarrollada por el actor como supervisor e instructor efectuando labores de como
agente de vigilancia y seguridad ciudadana en el patrullaje preventivo y disuasivo de
serenazgo en la municipalidad de San Isidro, no puede ser catalogada como labor de
un empleado, toda vez que la naturaleza de dichas funciones nos remite en los hechos
a labores de campo, de sereno, de vigilancia, de seguridad (…).
5.- La sentencia impugnada no toma en cuenta que Dicha Sala también ha señalado en la
Casación N° 2754-2012-LIMA:
Décimo tercero: (…) es menester tener claro que los obreros municipales están comprendidos
en el régimen laboral de la actividad privada, en tanto los empleados en el régimen de la
actividad pública. Si bien, para distinguir la calidad de trabajadores, de manera muy general,
podríamos decir que el trabajo de un obrero es predominantemente manual, en tanto que el
trabajo de un empleado es predominantemente intelectual, ante ello, debemos partir de este
parámetro de distinción que no siempre está bien definido en muchos casos concretos en los
que debe determinarse cuando es que una persona que trabaja para un empleador, es obrero
o empleado. Nuestra parte señalo en la etapa postulatoria nuestra condición de Policía
Municipal.
Décimo cuarto: (…)Si bien es cierto que en las actividades municipales permanentes de
jardinería y limpieza no existe duda que las personas que las desarrollan son obreros al
predominar en ellas la labor manual, lo mismo no sucede en el caso de la vigilancia o seguridad
ciudadana, en la que existe una labor de predominante actividad intelectual, esto al dilucidarse
que el policía municipal encargado de la seguridad ciudadana emite informes de los hechos
ocurridos a raíz de dicha actividad laboral, por tanto, sobre este punto se concluye que el policía
municipal es un servidor público sujeto exclusivamente al régimen laboral de la actividad
pública. Así, se establece un orden de preferencia interpretativo, por la cual la interpretación
que utilice el juez debe ser la más amplia posible cuando se busque determinar los derechos
de una persona, en este caso de una categoría de trabajador. En el presente caso por lo que la
falta de una regulación expresa y las diferentes posiciones que existen, no pueden ser motivo
para restringir derechos a dichos trabajadores, sino todo lo contrario, se debe adoptar una
interpretación amplia que proteja al trabajador y le otorgue mejor derecho.
6.- Asimismo, debemos de advertir que el A quo no analizó el Acuerdo Plenario de la CSJ
Ancash “Los serenos, vigilantes, y policías municipales, teniendo en cuenta la naturaleza de
las actividades que realizan, corresponde a las labores que realiza un obrero, por lo mismo
resulta de aplicación lo previsto por el artículo 37° de la Ley N° 29792, actual Ley Orgánica
de Municipalidades, el cual establece que los obreros municipales están sujetos al régimen
laboral de la actividad privada.
7.- El A quo debió haber tenido en cuenta la categoría, remuneración teniendo en cuenta la
documentación que sustenta y si el ingreso a la entidad demandada se realizó por concurso
público como lo exige para los trabajadores -empleados del régimen laboral N°276, la misma
que no es el caso del recurrente.
8.- Asimismo, el A quo no ha tomado en cuenta la congruencia procesal, en el presente caso
el accionante solicita en el petitorio de su escrito de demanda “La reposición en su habitual
puesto de labores (Obrero Municipal-Sereno Motorizado), por considerar que el despido del
que ha sido objeto es uno incausado y por lo que se le debe reincorporar en la condición de
trabajador contratado a plazo indeterminado bajo el régimen del TUO del Decreto Legislativo
728, computado desde el 01/03/2013 (fecha de inicio de mis servicios) hasta la efectivizacion
de la sentencia que disponga mi reincorporación efectiva en la demandada; sin embargo el
A quo se ha pronunciado en su Considerando numeral 2.18 “(…) que ha quedado
determinado que, en razón a sus labores, el actor era personal empleado de la entidad
municipal emplazada que estaría sujeto al régimen laboral público regulado por el Decreto
Legislativo N° 276”. El A quo, no ha efectuado un análisis de cómo se inició la relación laboral
descrita, asimismo no ha analizado de como el recurrente se encuentra o no dentro de los
supuestos de inaplicación de los contratos administrativos de servicios dada las
circunstancias primigenias de cómo se inició la relación laboral descrita precedentemente.
9.-En mérito a lo expuesto, también debe quedar establecido que entre las partes ha existido
una relación de naturaleza laboral y no civil, toda vez que la relación contractual que
mantuvieron la parte demandante y la emplazada se ha desnaturalizado. Por esta razón, para
el cese del actor debió imputarse una causa relativa a su conducta o capacidad laboral que
lo justifique, otorgándole los plazos y derechos a fin de que haga valer su defensa, lo que no
ha ocurrido en el presente caso, acreditandose que se ha vulnerado los derechos
constitucionales al trabajo y al debido proceso, corresponde ordenar la reposición del
demandante como trabajador a plazo indeterminado en el cargo que venía desempeñando
o en otro de similar categoría o nivel.
10.- Por tales consideraciones, señor magistrado solicito se sirva revocar la recurrida y
reformándola declare fundada la demanda o en su defecto declarar la nulidad de la sentencia
por los argumentos precedentes expuestos.