Esta es una reflexión sobre la crisis políti- dad, y de superar el carácter excluyente del
ca colombiana actual desde una perspecti- régimen político. En segundo lugar, la eco-
va «Estado-céntrica». Puede sonar un poco nomía nacional hizo el tránsito de un mo-
extraño hablar del Estado en un ambiente delo económico que ponía el énfasis en el
académico donde dicho concepto no ha desarrollo del mercado interno, la indus-
sido muy popular, aunque de vez en cuan- trialización por sustitución de importacio-
do algunos analistas norteamericanos se nes, a un modelo de apertura e internacio-
hayan empeñado en Bringing the State Back nalización de la economía. El objetivo de
in1. Sin embargo, en América Latina el Es- dicho proceso fue no sólo insertar la eco-
tado es aún un concepto importante en las nomía colombiana en el mercado mundial,
ciencias sociales y un actor central en la sino también incrementar la eficiencia de
vida política, económica y social, a pesar la economía mediante la reducción del "ta-
de los embates de las tesis neoliberales del maño" del Estado y de su función regula-
Estado mínimo y de la soberanía disminui- dora del proceso económico.
da del proceso de globalización.
Esta doble reestructuración del Estado
Desde una perspectiva Estado-céntrica ha tenido una relación contradictoria:
se puede afirmar que Colombia, como mu- mientras la "apertura política", generada
chos de los países latinoamericanos, se ca- por la Constitución de 1991, ha producido
racteriza por un Estado débil y una socie- condiciones favorables para un proceso de
dad civil fragmentada, fenómeno que se ha democratización e integración de la socie-
agudizado en virtud de la reestructuración dad, la "apertura económica", generada
política y económica que el país ha experi- por el nuevo modelo, ha contrarrestado o
mentado entre 1990 y 1997. En primer lu- reducido dicha posibilidad, puesto que ella
gar, el sistema político sufrió un proceso de ha implicado procesos sociales excluyentes
reforma constitucional con el fin de forta- debido, entre otras cosas, a la privatización
lecer el Estado e incrementar su legitimi- de empresas estatales, la quiebra de em-
* Ésta es una versión ampliada de un artículo que el autor publicó en el número 1 de la Revista de
Ciencias Sociales de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de los Andes y que fue
presentada como ponencia en el taller de investigación sobre "Conflictos civiles en Colombia: el reto
de lograr la paz y la reconciliación", realizado en la Universidad de Princeton, New Jersey, USA, el 22
de septiembre de 2000.
Politólogo, profesor del Departamento de Ciencia Política de la Universidad de los Andes.
Véanse, entre otros, Peter Evans, Dietrich Rueschemeyer y Theda Skocpol (1985), Charles Tilly (1995),
Joel S. Migdal (1988) y Eric A. Nordlinger (1981).
104 • Colombia Internacional 49-50
presas privadas que no pueden resistir la sociedad, ni podemos pensar al Estado sin
competencia, el desempleo y a la reducción referirnos a una sociedad dividida (Lechner,
del gasto público de carácter social. 1986: 30).
del temprano surgimiento de los partidos la violencia. Sin embargo, este proceso fue
políticos Liberal y Conservador, en un mo- minado por la exacerbación del clientelis-
mento en que el proceso de formación del mo y el patrimonialismo como consecuen-
Estado estaba en su difícil comienzo. Los cia de los arreglos de poder excluyentes del
partidos, al actuar como factores de cohe- Frente Nacional. Por lo tanto, los avances
sión e identidad social, impidieron el logrados en el aumento de la capacidad del
establecimento de una relación directa en- Estado para regular la sociedad y movili-
tre el Estado y los ciudadanos. La crisis de zar y asignar recursos prácticamente
los partidos y el deterioro de su rol central colapsaron durante las décadas de 1980 y
en la política colombiana después del Fren- 1990, por razones que se explicarán más
te Nacional, pusieron de manifiesto la de- adelante.
bilidad del Estado.
Dos importantes aspectos de dicho co-
Paul Oquist (1978) sostiene que durante lapso son la incapacidad del Estado para
las primeras cuatro décadas del siglo xx, el administrar justicia e integrar el territorio.
Estado colombiano adquirió un considera- La capacidad del sistema de administra-
ble grado de fuerza y capacidad para inte- ción de justicia colombiano para resolver
grar y regular la sociedad. Sin embargo, el los conflictos entre los ciudadanos es muy
enfrentamiento entre liberales y conserva- baja. En efecto, en 1994 la tasa de impuni-
dores y la violencia que ello desató desde dad del 97%, mientras los jueces penales
finales de la década de los cuarenta, minó producían solamente 15 sentencias por
dichos logros hasta el punto en que el Es- año. Para dicho año había cerca de
tado colapso parcialmente. Por el contra- 2'000.000 de procesos penales y 1'800.000
rio, Ana María Bejarano y Renata Segura procesos civiles pendientes de solución
(1996) consideran que durante el período (Departamento Nacional de Planeación,
del Frente Nacional el Estado experimen- 1994). Por dicha razón, los conflictos socia-
tó un fortalecimiento selectivo, debido a un les son resueltos al margen de las institu-
incremento del gasto público en ciertos sec- ciones públicas, lo cual, a su vez, es la prin-
tores de la rama ejecutiva, a expensas de cipal causa del surgimiento de expresiones
"parainstitucionales" de poder y de reso-
la legislativa, que paralelamente, sufrió una
lución de conflictos. En este sentido, la so-
disminución en sus funciones y en su con-
lución de la crisis política colombiana pasa
trol frente a la primera. Aunque el Estado
por la necesidad de fortalecer el Estado, lo
es un concepto integrado por dimensiones cual implica la constitución de su mono-
culturales, políticas, económicas, adminis- polio sobre el uso de la fuerza y el incre-
trativas, institucionales y territoriales, se mento de su autonomía frente a los distin-
puede aceptar, en aras de la discusión, que tos actores sociales y políticos.
el incremento del gasto público significó un
cierto fortalecimiento del Estado. En efec- Pero si en materia de resolución de con-
to, durante la década de los años sesenta y flictos sociales se evidencia la precariedad
setenta el Frente Nacional revitalizó la po- del Estado, ésta es aun más aguda si se ana-
lítica de desarrollo de la intervención esta- liza su capacidad para lograr una adecua-
tal y de modernización y racionalización da presencia a lo largo y ancho del territo-
de la administración pública, que había rio nacional y un control efectivo sobre sus
sido interrumpida durante el período de instituciones y los servidores públicos.
106 • Colombia Internacional 49-50
Todo ello contradice la concepción que con- nal, tales como el Valle del Cauca, el Tolima y
sidera el Estado como un ente monolítico, la zona cafetera, la cuales presentaban un alto
la cual ha sido, a su vez, el producto de la grado de violencia en los años cincuenta, y
visión de así parece estar ocurriendo con zonas actual-
mente dominadas por el conflicto armado
una historia nacional globalizante y totali- tales como Urabá, el Catatumbo, el Magdale-
zadora, cuya validez se desmorona cuando na Medio o el Caguán.
se consulta la particularidad de la vida re-
gional (Uribe de Hincapié y Álvarez,
1987:13). En síntesis, la complejidad geográfica del
territorio, la escasa infraestructura vial y so-
cial, la debilidad del poder judicial, las difi-
Como indicador de esta falta de presen- cultades del control policivo, la incapacidad
cia estatal, se puede mencionar que en 1995 reformista de los partidos tradicionales, son
el gasto público total alcanzó la suma de 36.2 condiciones favorables para el desarrollo de
billones de pesos, de los cuales el 86% fue la parainstitucionalidad, para que el vacío
ejecutado por el gobierno central y 14% por
dejado por el Estado sea llenado por el
los gobiernos departamentales y municipa-
clíentelismo, los narcotrafican-tes, los gru-
les. Del porcentaje ejecutado por el gobier-
pos guerrilleros, y los grupos de defensa y
no central, más del 38% fue gastado en Bo-
justicia privada. Estos últimos constituyen
gotá y sólo el 5.8% lo fue en la Orinoquía y la
Amazonia (Fundación Social, 1998:155), las una interesante simbiosis de relaciones so-
cuales son regiones marginadas del desarro- ciales de poder. Se trata de poderes privados
llo socioeconómico y donde hay conflicto de carácter regional y local que en busca de
armado y gran concentración de actividades la seguridad que no proporciona el Estado,
de movimientos guerrilleros, paramiHtares y en respuesta a los excesos de la guerrilla, se
y narcotraficantes. Adicionalmente, se pue- alian con algunos sectores de las fuerzas mi-
de mencionar que el 77% municipios del litares y con los narcotraficantes, a fin de
país, donde habita el 39% de la población combatir un enemigo común que va desde
colombiana, han sido clasificados, desde el la guerrilla misma, pasando por la delin-
punto de vista socioeconómico, como pre- cuencia común, hasta quienes defienden los
carios, frágiles o incipientes (Fundación So- derechos humanos y las causas populares. A
cial, 1998:395). partir de esta trilogía de intereses, se ha ge-
nerado una espiral de violencia que explica
Esta precariedad de la vidad regional, se las masacres de los últimos años, la campaña
refiere a la nula o escasa presencia del Esta- de exterminio contra miembros de la Unión
do en zonas marginadas y de colonización, Patriótica, maestros, líderes cívicos y sindi-
así como a la falta de una política de Estado cales, periodistas, abogados y defensores de
coherente e integral de colonización y desa- los derechos humanos, intelectuales de ac-
rrollo territorial. Históricamente, estas regio- titud independiente y progresista, etc. Esta
nes, en su proceso de incorporación a la eco- actitud política es propia de una cultura de
nomía nacional, han experimentado un alto la intolerancia, de exclusión del disidente y
grado de violencia y conflictividad social. del terror que actúa como mecanismo de so-
Así parece haber ocurrido con zonas ya ple- lución de conflictos en una sociedad frag-
namente incorporadas al desarrollo nacio- mentada y un Estado débil.
La debilidad del Estado colombiano en tiempos del neoliberalismo y el conflicto armado • 107
Todos estos factores de crisis se articula- cos locales, arguye Migdal, impide, a su vez,
ron para producir, desde finales de la déca- el desarrollo de una burocracia racional y
da de los ochenta, una situación de anomia, facilita el control de las instituciones públi-
es decir, de violencia y de inoperancia o de cas locales por intereses personales, lo cual
violación sistemática de todos los cánones conduce al desplazamiento de las políticas
de convivencia social. Como establecí en otra generales del Estado por intereses parciales
investigación (Orjuela, 1990), el catalizador de la sociedad. Desde esta perspectiva, se
de dicha crisis ha sido el narcotráfico, que se puede decir que el conflicto armado colom-
ha encargado de exacerbar todas sus dimen- biano tiene que ver, en gran parte, con la
siones. La debilidad del Estado y su ausen- incapacidad del Estado para predominar
cia en gran parte del territorio nacional ha sobre intereses locales con el fin de resolver
sido un acicate a la expansión y consolida- problemas históricos como la redistribución
ción de los carteles del tráfico de drogas. de la tierra e integración del territorio na-
Apoyadas en formas ilegales de acumulación cional.
de capital, las mafias del narcotráfico retan
el precario orden social y mediante la co- Desde la perspectiva de Migdal, se pue-
rrupción y la violencia buscan formas de de afirmar que la modernización de la so-
inserción política, económica y social. En su ciedad colombiana puede verse como un
lucha contra la legalidad, ellas contribuyen proceso inacabado si se tiene en cuenta que
a la descomposición del Estado y la socie- el legado de fragmentación social y terri-
dad. torial de un pasado colonial (Palacios, 1986;
Pécaut, 1987) y el Frente Nacional, gene-
El régimen político como amalgama de raron una amalgama social y política de
premodernidad y modernidad premodernidad y modernidad. En efecto,
la vieja y cruenta lucha por el liderazgo
Joel S. Migdal (1998) ha caracterizado como para la conducción del país entre la frac-
"sociedades fuertes" a aquellas del Tercer
ción conservadora de la élite, que basaba
Mundo, caracterizadas por la persistencia
su predominio principalmente en la conti-
de formas no capitalistas de relación y con-
trol social, que han impedido la formación nuidad de la sociedad agraria y tradicio-
de un Estado centralizado, capaz de lograr nal, y la fracción modernizante del libera-
lismo, que abogaba por una sociedad
exitosamente el tránsito de un comporta- industrializada y moderna, se solucionó
miento guiado por las inclinaciones propias mediante un pacto mutuamente benefi-
de la gente, a un comportamiento prescrito cioso: los partidarios de la modernización
por normas (Migdal, 1988: 22). lograron la colaboración del sector tradi-
cional para la industrialización del país a
El resultado es una situación de frag- cambio de que éste pudiera conservar parte
mentación social que impide el surgimien- de sus privilegios basados en la conti-
to de "Estados fuertes" con la suficiente ca- nuidad parcial de la sociedad tradicional.
pacidad para integrar la sociedad y centra- Ello contribuye a explicar por qué en Co-
lizar su función regulatoria. La fragmenta- lombia han fracasado los diversos intentos
ción social y la primacía de los jefes políti- de reforma agraria y por qué en gran parte
108 • Colombia Internacional 49-50
del territorio nacional las relaciones políti- tes actores del proceso político colombiano
cas son de carácter clientelista. convocaron la Asamblea Constitucional de
1991, cuyo resultado fue un nuevo marco
El clientelismo es, entonces, el legado normativo que permitiera, entre otras cosas:
premoderno de una sociedad agraria y tra- a) ampliar la representatividad del régimen
dicional, el cual ha servido, y sirve aún, político mediante la inclusión de nuevas
como factor de identidad e integración so- fuerzas sociales; b) fortalecer el Estado me-
cial para amplios sectores de la población diante el mejoramiento de su eficacia en la
colombiana. En efecto, la falta de una am- prestación de servicios públicos y de las ins-
plia y efectiva política social y de presen- tituciones de administración de justicia; c)
cia estatal en gran parte del territorio depurar y fortalecer el Congreso y la activi-
nacional, constituye la razón de ser del dad política a fin de reducir el clientelismo
clientelismo. Es éste un sistema piramidal y la corrupción; y d) ampliar el gasto públi-
de relaciones políticas en donde los jefes co social con el fin de reducir los niveles de
políticos regionales y locales actúan como pobreza absoluta y expandir la cobertura de
sustituto de la acción del Estado, mediante los servicios de educación, salud y seguri-
la satisfacción de la necesidades individua- dad social.
les de su clientela a cambio del compromi-
so electoral. Sin embargo, el clientelismo Sin embargo, la crisis política no sólo no
ha generado consecuencias negativas para se solucionó sino que se agudizó en los años
la legitimidad del sistema político colom- siguientes a la entrada en vigencia de la
biano. En primer lugar, ha fomentado el nueva Constitución. Algunas explicaciones
aprovechamiento privado de los recursos de dicho fenómeno ponen el énfasis en el
públicos, para cumplir compromisos basa- tiempo y consideran que nueve años es un
dos en lealtades personales, obstaculizan- lapso muy corto para que la nuevas insti-
do los esfuerzos de orientación de dichos tuciones políticas maduren y se consoliden.
recursos hacia objetivos generales y de be- No obstante, existen otros elementos de
neficio colectivo. En segundo lugar, las re- más peso que proporcionan una explica-
laciones políticas, al estar basadas en leal- ción alternativa, tales como el hecho de que
tades personales, impiden al Estado actuar las fuerzas reformadoras no hubieran lo-
como factor de cohesión e identidad polí- grado consolidar su predominio sobre las
tica, y limita sus posibilidades de moder- fuerzas tradicionales en la Asamblea Cons-
nización. En tercer lugar, afecta la de efec- tituyente y la pregunta fundamental que
tividad de la administración pública, pues- plantea Fernán González acerca de los al-
to que ésta es percibida como incapaz de cances de una reforma constitucional:
proveer a los colombianos de adecuados
servicios públicos en materias que van des- ¿Hasta qué punto son capaces [las reformas
institucionales] de modificar inveteradas
de acueducto y alcantarillado hasta admi-
costumbres políticas, que son la expresión
nistración de justicia. de una cultura política decantada durante
casi dos siglos de existencia? En buena par-
La solución fracasada te, las dificultades recientes entre el Congre-
so y el ejecutivo demuestran ese desfase
Con el fin de encontrar una solución nego- entre la nueva normatividad más moderni-
ciada a la crisis política y social, los diferen- zante y el funcionamiento concreto de las
La debilidad del Estado colombiano en tiempos del neoliberalismo y el conflicto armado • 109
mico sostenido y sostenible, son nuestros cho gobierno adoptó una serie de políticas de
intereses fundamentales (González, 1997: desregulación, las cuales, a la par que
75-76). intentaron aumentar la eficiencia de la ad-
ministración pública y de la economía, tu-
Esta fragmentación de las élites y de las vieron efectos excluyente s en cuestiones
instituciones estatales ha afectado la efica- sociales. Entre estas políticas se cuentan: a)
cia del régimen, es decir, su capacidad para La flexibilización del mercado de trabajo
imponer una dirección a la sociedad, es- (Ley 50 de 1990), la cual significó para los
pecialmente en un contexto de cambio de trabajadores, entre otras cosas, la reducción
modelo de desarrollo. Dicha situación es de beneficios y garantías laborales, la des-
reforzada por la naturaleza neoliberal del aparición de los contratos a término inde-
nuevo modelo, cuyo carácter excluyente y finido y la parcial privatización del siste-
su énfasis en la reducción del gasto públi- ma de seguridad social, b) La reducción
co limita las posibilidades de la élite para de los impuestos y barreras a las importa-
hacer alianzas con otros sectores sociales. ciones, y el establecimiento de una tribu-
tación regresiva, en la cual el impuesto al
El nuevo modelo de desarrollo consumo ha reemplazado al impuesto a la
y el régimen político renta como principal fuente de financia-
ción de la actividad estatal (Ley 49 de 1990).
Nuevas condiciones tecnológicas y econó- c) La privatización de empresas públicas
micas de carácter global están determinan- en las áreas de puertos marítimos, aero-
do, tanto en Colombia como en América puertos, ferrocarriles, telecomunicaciones
Latina y otras regiones del mundo, pro- y seguridad social (Ley 1 de 1990 y decre-
gramas de reestructuración del sector tos presidenciales 2156 a 2171 de 1992), la
público, que implican un cambio en la cual causó miles de despidos de emplea-
orientación de las políticas públicas, las dos públicos; alrededor de 40.000 según el
cuales pasan de regular el mercado y fo- gobierno y más de 77.000 según Fenaltrase
mentar la producción interna a reducir la (Archila, 1995: 263). d) La descentraliza-
intervención en la economía y a promover ción política, administrativa y fiscal (Ley 60
la inserción competitiva de las economías de 1993, entre otras), por la cual un gran
nacionales en el mercado mundial. número de funciones del gobierno central
fueron transferidas a los municipios, y su
Siguiendo dichas tendencias, el gobier- responsabilidad fiscal fue incrementada.
no de presidente César Gavina (1990-1994) Sin embargo, cerca del 77% de los munici-
inició la transición del modelo de desarro- pios colombianos tienen un bajo nivel de
llo orientado "hacia adentro" hacia un desarrollo económico y social y carecen de
modelo de apertura e internacionalización la capacidad técnica administrativa y fis-
de la economía. Este cambio se debió no cal para asumir muchas de las funciones
sólo a las nuevas condiciones de globaliza- transferidas. Adicionalmente, la descentra-
ción sino también a la pérdida de dinamis- lización del gasto público contribuyó a la
mo y la baja productividad de la economía exacerbación del clientelismo regional.
colombiana, debido a la obsolescencia de Como resultado de todo ello, se ha visto
la infraestructura productiva nacional afectada la cantidad y calidad de los servi-
(Montenegro, 1991). En consecuencia, di- cios públicos ofrecidos a las comunidades
La debilidad del Estado colombiano en tiempos del neoliberalismo y el conflicto armado • 111
locales, especialmente en las regiones más ción del régimen político es actuar como
pobres, e) La política de reducción del dé- elemento de articulación entre el Estado y
ficit fiscal a fin de disminuir el "tamaño del el modelo de desarrollo en tanto principio
Estado". Sin embargo, dicho propósito en- organizativo de la sociedad, es decir, como
tró en contradicción con el proyecto de for- la posibilidad de realizar alianzas entre dis-
talecimiento del Estado que surgió de la tintos sectores sociales a fin de imprimir
Asamblea Constituyente de 1991, cuyo una dirección al proceso social. Las ideas
efecto fue el aumento del gasto público. del modelo económico como proyecto de
Esta contradicción entre las dos concepcio- sociedad también produce consecuencias
nes de Estado y de la economía, entre legi- para el concepto de "autonomía del Es-
timidad y eficiencia, será analizada más tado". En su concepción tradicional (Pou-
adelante. lantzas, 1969; Skocpol, 1985), dicha auto-
nomía se ha entendido como la capacidad
La adopción del modelo neoliberal de del Estado para tomar distancia respecto
desarrollo económico implica, también, de intereses parciales de la sociedad civil.
una recomposición de las relaciones entre Por el contrario, la existencia de un proyec-
las clases sociales. Analizar este fenómeno to de sociedad exige que la acción estatal
requiere considerar dicho modelo como sea el resultado de una combinación de for-
algo más que una serie de medidas de po- taleza interna de las instituciones estatales
lítica macroeconómica, para considerarlo y de su articulación con los sectores clave
como un proyecto de sociedad. Por "pro- de la sociedad civil que aspiran a liderar el
yecto de sociedad" se entiende el modelo proceso de transformación social (Evans,
de desarrollo económico desde la perspec- 1995). En este sentido, el régimen político
tiva de la concepción que de las relaciones es el vínculo de unión entre el Estado y el
entre el Estado, la sociedad civil y la econo- modelo de desarrollo económico, y permi-
mía, tienen el sector o los sectores sociales te desplegar este último como un proyecto
que aspiran a liderar el proceso de trans- de sociedad o impedir u obstaculizar su
formación social. implementación.
Esta redefinición de las relaciones en- Para elaborar dicha concepción de ré-
tre las distintas clases sociales y de éstas con gimen político como principio organizador
el Estado y la economía, implica, a su vez, de la sociedad, es necesario apoyarse en el
una modificación del régimen político. Tra- concepto de hegemonía de Antonio Gram-
dicionalmente, el régimen político se ha de- sci. Desde su perspectiva, la clase dirigen-
finido, en términos estrechos, como el con- te ejerce no sólo una dominación, sino
junto de reglas e instituciones que regulan también un "liderazgo moral e intelectual"
la lucha por el poder político y las relacio- en la sociedad (Gramsci, 1971: 57), es decir,
nes entre las distintas ramas del poder pú- se trata de ejercer una dominación no sólo
blico. Desde la perspectiva de esta investi- por la vía de la fuerza, sino también del
gación, el régimen incluye, además, las re- consenso. También por los aportes de Max
glas que regulan las relaciones entre las cla- Weber (1968) contribuyen a estructurar el
ses sociales y sus expresiones organiza- concepto, aquí propuesto, de régimen po-
tivas, y entre éstas y los partidos políticos lítico, en la medida en que, para dicho au-
y el Estado. Por lo tanto, la principal fun- tor, los procesos de acumulación capitalis-
112 • Colombia Internacional 49-50
Respecto del sector industrial que ac- política fue su fortalecimiento. La interac-
túa con base en el mercado nacional, se ción de ambos procesos produjo un resul-
podría pensar que éste ha perdido poder tado interesante: el gasto público total
en relación con la orientación de la políti- como proporción del PIB pasó de represen-
ca macroeconómica. Un estudio de Luis tar el 25.5% en el período 1980-1994 al
Jorge Garay (1998) muestra que la produc- 30.2% en el período 1990-1994 (Departa-
tividad de la economía colombiana ha caí- mento Nacional de Planeación, 1994). La
do drásticamente y que presenta, en tér- explicación de dicho fenómeno, es decir, el
minos comparativos, un atraso tecnológi- hecho de que el gobierno de Gaviria, uno
co de 20 años; que ésta se ha concentrado de los gobiernos más neoliberales que ha
en el mercado interno y no está en condi- tenido el país, hubiera sido incapaz de re-
ciones ni ha aprovechado las oportunida- ducir el gasto público, radica en la contra-
des que le ha brindado la apertura para dicción entre la legitimidad política y la
insertarse en el mercado mundial. Este eficiencia económica. En efecto, legitimi-
hecho estaría indicando que a pesar del, dad y eficiencia son los factores más im-
supuestamente prudente y sesudo mane- portantes de la actividad estatal (Offe, 1993:
jo de la economía por parte de la élite 134) y determinan la capacidad del Estado
tecnocrática, no ha habido un acuerdo ni para integrar la sociedad y distribuir sus
claridad para orientar el desarrollo produc- recursos. Dicha contradicción radica en el
tivo del país. hecho de que el Estado tiene que tratar de
cumplir simultáneamente
La apertura económica también ha afec-
tado al sector agrario, tanto al que produ- las condiciones en la cuales es posible la acu-
ce para el consumo interno como para el mulación de capital [y al mismo tiempo]
externo. El caso más dramático es el del mantener o crear las condiciones para la ar-
sector cafetero, el cual pasó de representar monía social (O 'Connor, 1973: 6).
el 80% de las exportaciones del país en la
década de los cincuenta, a representar el Para el caso colombiano, la contradic-
18% en la de los noventa (Misas, 1994), Por ción entre legitimidad y eficiencia resulta
lo tanto, la drástica reducción de la partici- de la interacción entre los elementos polí-
pación del sector agrícola en la generación ticos y económicos de la reestructuración
de divisas ha significado, también, una del Estado, es decir, de un nuevo orden
pérdida considerable de poder en la orien- constitucional que reclama "más Estado"
tación de la política macroeconómica y, a como condición para superar la crisis de
su vez, está situación puede estar afectan- legitimidad, y un nuevo modelo de desa-
do su capacidad de influencia política y rrollo económico que requiere "menos
movilización social. Estado" con el fin de permitir la libre asig-
nación de los recursos sociales por el mer-
Legitimidad versus eficiencia cado. Mientras la administración de Ga-
viria privatizaba las empresas estatales y
Así pues, uno de los objetivos de la rees- reducía el gasto público, la nueva Consti-
tructuración neoliberal del Estado fue la tución incrementaba el número de institu-
reducción de su tamaño, mientras que el ciones y erigía la equidad y la distribución
objetivo perseguido por la reestructuración en piedra angular del nuevo orden políti-
114 • Colombia Internacional 49-50
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