Esta absorción del Derecho Penal, es debido a que se están tipificando, cada vez
con mayor frecuencia, conductas que no representan una real afectación de bienes
jurídicos relevantes para la vida social y que por ende eran sancionadas a nivel
administrativo, una de aquellas conductas creemos es la tipificada en el articulo 389º
del Código Penal, el tipo básico de Malversación de Fondos, en la que no se
evidencia una lesión grave que justifique la intervención del Estado a través de su ius
puniendi, a diferencia incluso de la propia figura de la Malversación de Fondos
agravado, en la que si se afecta bienes jurídicos importantes y se evidencia la
producción de un perjuicio.
I. BASE DOCTRINARIA
El Estado moderno para poder lograr sus fines de convivencia y desarrollo social
necesita de reglas o normas que justamente regulen dicha convivencia; esas reglas las
conocemos como reglas de control social. El control social comprende los
mecanismos y modelos socioculturales, mediante los cuales el Estado ejerce su
dominio sobre los individuos que componen una sociedad. Así, si bien en principio
estos mecanismos de control social buscan superar tensiones o conflictos opuestos
entre individuos o grupos parciales de una sociedad determinada, como señala el
profesor Felipe Villavicencio1, no siempre se les puede atribuir sólo esta finalidad, pues
también pueden servir como instrumento de opresión o sometimiento por parte de los
grupos que detentan el poder.
Como vemos el derecho penal se rige por principios, así, uno de los principios que
consideramos pilar fundamental de los argumentos que intentaremos esgrimir a fin de
explicar nuestra propuesta, es el Principio de Intervención Mínima.
Este principio supone el entender al delito no solo como un problema social sino
también jurídico. El principio de intervención mínima significa que, si bien el
derecho penal es la rama del ordenamiento jurídico que se identifica con las
conductas que lesionan gravemente al sistema o que son relevantes y necesarias de
corregir a efectos de un normal desarrollo social, no obstante ello; el derecho penal
solo debe intervenir en los casos de ataques muy graves, no puede actuar sin ningún
limite, sino, debe intervenir como ultimo recurso, de manera excepcional, cuando las
demás instancias de control social hayan fracasado y no exista mas remedio que la
utilización de sus instrumentos, y cuando obviamente, el bien jurídico que se
pretende proteger reviste importancia social.
Este principio está relacionado con el carácter de última ratio que se le atribuye
al derecho penal; dicho de otra manera, cuando los ataques no sean muy graves o el
bien jurídico no sea tan importante, o cuando el conflicto pueda ser resuelto a través
de reglas menos radicales o gravosas, deben ser aplicables dichas reglas, de lo
contrario recién entraría a tallar el Derecho Penal, este aspecto se denomina el de
subsidiariedad.
3
CASTILLO ALVA, José Luis. Principios de Derecho Penal Parte General, Gaceta Jurídica, Lima, 2002.
Pág. 11.
4
Ob cit. Pág. 210.
Este principio es conocido también como de protección de bienes jurídicos, así el
profesor Prado Saldarriaga5 señala que, el bien jurídico real pretende que toda
decisión política de criminalización primaria (crear un delito) sea el resultado de la
necesidad de tutelar un determinado interés individual o colectivo de trascendencia
social (bien jurídico). Entonces, la reacción penal debe basarse fundamentalmente en
la conducta humana, que lesiona materialmente o pone en peligro intereses
socialmente predominantes, que son los bienes jurídicos. En todo delito debe haber
un bien jurídico lesionado o puesto en peligro, pues no es concebible la imputación
basada solo en la intención aunque ella haya sido manifestada, si no esta seguido de
una ejecución verificada objetivamente.
En el caso del tipo básico del delito de Malversación de Fondos (art.389 CP) por
las forma como esta redactado el tipo penal y características que presenta, creemos
que la simple desviación del bien o dinero de los fines a los que estaban destinados,
merece ser sancionados en el ámbito administrativo, dejando en el ámbito penal el
delito de Malversación de Fondos agravado (claro esta con la tipificación de una
nueva conducta), por tratarse de dinero o bienes destinado para fines asistenciales;
pero con una mejor técnica legislativa en su redacción.
Pues si bien, el tipo penal del art.389 del CP describe una conducta
eminentemente dolosa, siendo suficiente el dolo eventual para su configuración, este
no exige ningún otro elemento subjetivo, esto es, alguna finalidad o motivación
distinta del dolo, algún elemento de tendencia interna trascendente; la acción típica
consiste, en dar al dinero o bienes de la Administración Pública una finalidad
5
PRADO SALDARRIAGA, Víctor. Comentarios al Código Penal de 1991, Editorial Alternativas, Lima,
1993. Pág. 29.
6
CASTRO MORENO, Abrahán & ORETGA GONZALEZ, Pilar, “Normas Legales”, Mayo 2006, Tomo
360. Pág.364.
diferente de aquella a la que están destinados; tratándose entonces, de un cambio de
destino de los fondos sin lucro ni fin de lucro para el autor o para un tercero7.
Para esta parte del presente artículo empezaremos citando la siguiente jurisprudencia:
“Si del estudio de autos se establece que el monto de dinero fue utilizado para
complementar los ambientes físicos del centro educativo, obra que no solo
benefició a la comunidad, sino, que, además, no causó agravio ni constituyó
incremento económico al peculio de los acusados, no se encuentra acreditado el
delito de malversación de fondos”. RN HUANUCO Nº 5967-96.
Consideramos que, la sola conducta de dar al dinero o bienes que se administra una
aplicación definitiva diferente, no es suficiente para reprimir penalmente dicha
conducta. Como ya se ha venido mencionando el derecho penal por su propio
contenido solo debe intervenir cuando la sociedad, la colectividad puede encontrarse
en riesgo, es decir, solo debe reprimir aquellas conductas que se presentan como
evidentemente nocivas para la perpetuidad del Estado y de la sociedad en su conjunto,
7
R. N. Nº 516-05-Ancash.
8
ROJAS VARGAS, Fidel. Ob cit. Pág. 319.
9
Código Penal Articulo 389º primer párrafo.
ahora bien consideramos entonces, que cuando por ejemplo se utiliza dinero para
construir escuelas, cuando dicho dinero estaba destinado inicialmente a la mejoras
públicas como parques, jardines etc., o simplemente se destina dicho dinero con el fin
de generar una determinada obra (que no estaba inicialmente contemplada) en
beneficio de la colectividad, no podemos hablar allí de una lesión relevante, de una
lesión a algún bien jurídico que se presente como de relevante protección a los fines de
la preservación del statu quo, es decir, no se puede hablar siquiera que el funcionario o
servidor público con su accionar ha generado una lesión o amenaza que pueda dañar el
correcto funcionamiento del orden jurídico-social ni a los valores de ésta, supuestos
que se hacen siempre necesarios a efectos de una legítima y excepcional aplicación del
derecho penal. Entonces, consideramos que, utilizar el imperium normativo para
perseguir estas conductas, es desproporcionado y atentatorio de los principios que
limitan los alcances del derecho penal.
Queda claro entonces, que solo se reprimirá penalmente aquellas conductas que
tengan un grado de lesividad y culpabilidad suficiente que hagan perseguible
penalmente dicha conducta y no así, serán punibles penalmente aquellas conductas que
están revestidas principalmente de desobediencia a las reglas que impone el Estado a
través de sus diversas instituciones, su Procedimiento General Administrativo y su
Procedimiento Administrativo disciplinario, por citar algunos.
Del análisis del tipo penal en comentario, hemos podido apreciar que la redacción
de este tipo penal no es suficientemente riguroso, pues con arreglo a este tipo penal de
pueden procesar a Funcionarios o Servidores Públicos, que si bien le dan a los fondos
que administran un destino distinto del que estaban inicialmente presupuestados, en
muchas ocasiones no persiguen fines de lucro o similares, no produciendo perjuicio
con dicha conducta, sino por el contrario en muchas de dichas ocasiones la desviación
de fondos tiene un fin lícito y hasta veces noble; generando mas beneficios que
perjuicios a la Administración Pública y a la sociedad en general.
A su vez podría regularse una nueva conducta para el tipo de malversación de fondos
agregándole a éste la modalidad agravada como parte del tipo penal, de esta manera
debe realizarse modificaciones agregándole circunstancias como la necesaria
producción de un perjuicio relevante y siempre en desmedro del interés público
(por ejemplo en los supuestos de que el dinero malversado estuviere inicialmente
destinado a programas de apoyo social, desarrollo asistencial o para situaciones de
calamidad pública), dotando a dicha conducta de un mayor injusto a fin de cumplir
con los criterios de intervención mínima y lesividad antes mencionados.
V. PROPUESTA LEGAL
En concordancia con lo antes esbozado consideramos que el artículo 389º del Código
Penal podría estar redactado de la siguiente manera:
ARTICULO 389º
“El Funcionario o servidor público que, afectando el servicio o la función
encomendada da una aplicación diferente al dinero o bienes que
administra destinados a:
a) Programas de apoyo social, desarrollo asistencial,
b) Situaciones de calamidad pública, catástrofe o desastre,
Será reprimido con pena privativa de libertad no menor de cuatro años ni
mayor de ocho”.
BIBLIOGRAFIA
ROXIN, Claus. Derecho Penal Parte General. T. I., editorial Civitas S.A.,
Madrid, 1997.
http://www.slideshare.net/aler21389/criminalidad-organizada
http://www.everyoneweb.com/WA/DataFilesadiprollambayeque/FILCALAPRISTA.pd
f
Malversación de fondos
El delito de Malversación de Fondos está estipulado en el Artículo 389º del Código Penal
Peruano vigente y dice lo siguiente:
El funcionario o servidor público que da al dinero o bienes que administra una aplicación
definitiva diferente de aquella a los que están destinados, afectando el servicio o la función
encomendada, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de
cuatro años.
Si el dinero o bienes que administra corresponden a programas de apoyo social, de
desarrollo o asistenciales y son destinados a una aplicación definitiva diferente, afectando el
servicio o la función encomendada, la pena privativa de libertad será no menor de tres años ni
mayor de ocho años."(*)
(*) Artículo vigente conforme a la modificación establecida por el Artículo Único de la Ley Nº
27151, publicada el 07-07-99.
Concepto
Tipicidad Objetiva
Sujetos
Sujeto activo: funcionario público o servidor público /aut que tenga a su cargo esos bienes
malversados
Es el empleado publico
La Acción Típica
124. La acción requerida por el XI, 1.d., de la CICC, en referencia a los bienes pertenecientes al
Estado o a un particular, que se hubieran percibido por el sujeto activo es precisada como "la
desviación ajena a su objeto". Por su parte el artículo 389 del Código Penal peruano establece
que la acción típica consiste en dar al dinero o bienes que administra una aplicación definitiva
diferente de aquella a los que están destinados, afectando el servicio o la función encomendada.
La fórmula nacional da contenido a la frase "desviación ajena a su objeto" de la Convención,
integrando con mayor precisión la acción típica, por lo que es conveniente mantenerla.
3.10.3 El
Tipicidad Subjetiva
Dolo
Esto significa que el sujeto debe conocer los elementos del tipo objetivo y querer su
realización.
Antijuricidad
así ad literatum el tipo penal dice: “El funcionario o servidor público que da al
Queda claro entonces, que solo se reprimirá penalmente aquellas conductas que
tengan un grado de lesividad y culpabilidad suficiente que hagan perseguible
penalmente dicha conducta y no así, serán punibles penalmente aquellas conductas que
están revestidas principalmente de desobediencia a las reglas que impone el Estado a
través de sus diversas instituciones, su Procedimiento General Administrativo y su
Procedimiento Administrativo disciplinario, por citar algunos.
123. La CICC precisa que el sujeto activo del delito de malversación de fondos es el "funcionario
público". A su vez, el Código Penal peruano establece que el sujeto activo de este delito es el
"funcionario público o servidor público".
DE LA MATA, Norberto J. y Xabier ETXEBARRIA. Malversación y lesión del Patrimonio Público,
Apropiación, distracción y deviación por funcionario, de caudales públicos. Barcelona: José María
Bosch Editor, 1995.