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Las admirables cualidades del perfeccionismo y la escrupulosidad: Negativo, pesimista y crítico. Puede
anticipar los problemas y prepararse para ellos. Espíritu de crítica hacía los que lo rodean como hacía
sí mismo, razón por la cual suele sentirse sumamente disconforme consigo mismo. Difícil que
emprendan un negocio.
El melancólico es más egocéntrico que cualquier otro temperamento, pues todo lo interpreta en
relación consigo mismo
Vengativo y propenso a sentirse perseguido. El talentoso cerebro del melancólico puede ser terreno
fértil para conceptos creativos y positivos, o la fuente de pensamientos perjudiciales. Si se alienta esto
por un tiempo suficiente el resultado puede ser el que se transforme en un maniático depresivo o por
lo menos que explote de ira.
Una de las características más prominentes del melancólico se refiere a los vaivenes de ánimo
Legalista y rígido. implacable e intransigente. el intolerante muestra es incapaz de aceptar que otros
tengan ideas contrarias a las suyas o las combate abiertamente, el intransigente no cede ni a las más
mínimas exigencias de los demás.
El que no transige en todo muestra fortaleza de carácter y convicciones firmes. El intransigente
puede ser firme en su postura cuando se trata de defender ciertos principios. El intransigente se
defiende frente a las exigencias de los demás. El intolerante combate activamente a los que creen
que son “disidentes” (desafía, se oponen o traicionan)
Por tanto, podemos concebir al líder intransigente como aquel que no cede ante las pretensiones de los
demás, que se muestra inamovible en sus ideas. Pero, ¿es esto bueno o malo para la compañía?
Aunque es un término al que se le asignan connotaciones negativas, lo cierto es que puede resultar muy
necesario en determinadas situaciones. Por ejemplo, un directivo que se niega a aceptar un acuerdo con
un proveedor porque no quiere aceptar una mínima diferencia de precio, puede resultar intransigente y
provocar efectos negativos en las relaciones y operatividad de la empresa. En cambio, si la causa de su
rechazo se debe a que el proveedor se niega a cumplir los estándares de calidad de las condiciones de
trabajo de sus empleados o respetar los valores medioambientales durante el proceso de producción, la
intransigencia del líder puede estar justificada y beneficiar a la compañía.
CARACTERÍSTICAS DEL LÍDER INTRANSIGENTE
¿Cómo podemos distinguir a un líder intransigente, definición amplia? Entre sus características podemos
hallar aspectos positivos y negativos.
Entre los elementos positivos de este estilo de liderazgo encontramos:
Fortaleza de carácter: cuando los motivos de la intransigencia son fundados denotan una gran fortaleza
de carácter del directivo. No hay que olvidar que tan negativo puede resultar ser intransigente cuando se
requiere flexibilidad que mostrarse pusilánime cuando se necesita determinación.
Convicciones firmes: la claridad de ideas del líder es otro de los rasgos que se asocian a la intransigencia
en su sentido positivo, permitiendo mantenerse fiel a sus ideales.
Por el contrario, una intransigencia desproporcionada o que no es demandada por la situación lleva
aparejada los siguientes atributos:
Falta de empatía: la incapacidad para ceder ante las intenciones de otros proviene, en muchas ocasiones,
por la escasez o ausencia de habilidades empáticas, imposibilitando al líder a comprender las
necesidades de los demás y ponerse en su lugar.
Omisión de la escucha activa: la concepción negativa de la intransigencia lleva asociada también una
falta de escucha activa y feedback, donde el directivo se enfoca en esgrimir sus argumentos y tratar de
llevar la razón, sin atender a las ideas que la otra parte propone.
Inseguridad: el carácter intransigente, definición negativa del mismo, proviene en gran parte de los
casos, por la propia falta de autoconfianza del ejecutivo y su miedo a que aceptar otro punto de vista sea
visto como señal de debilidad.
Es el mártir natural de su causa.
Es incapaz de falsear la información en los formularios de impuestos o cualquier otro. Es intolerante e
impaciente con los que no ven las cosas como las ve él; en consecuencia le resulta difícil formar parte de un
equipo y con frecuencia se desenvuelve sólo en el mundo comercial.
Impráctico y teórico.
El melancólico es un idealista por lo que a veces tiende a ser impráctico y muy teórico por lo que le convendría
someter siempre sus proyectos a la prueba de la viabilidad y le conviene asociarse con personas de otro
temperamento que se complementen.