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Informe de Filosofía ( Asombro- San Agustín- Interioridad)

El asombro surge del porque de las cosas; ¿por qué hay mundo? ¿Por qué hay entes?
pues, pudo quizás no haber habido nada, pero como de hecho hay algo, todo tiene su
porqué.
El asombro es lo que marca, lo que inicia y decide. Sin asombro no se llegará a parte alguna.
Sin él se estará a expensas de lo que nos cuenten, de los asombros tal vez de los demás sin
construir por nosotros mismos, pequeños filósofos de la vida y que somos parte integrante
del asombro al que no debemos eludir si es que pretendemos ser protagonistas de nuestro
mundo.
Nos asombramos porque somos ignorantes, son como dos caras de la misma moneda. Es
la puerta del conocimiento, con él se transita desde el inicio hasta el final, desde la
propuesta hasta la conclusión. Ahora bien, todo ser humano se piensa a sí mismo
pensando, esta siendo autoconsciente, aquí es donde todo inicia.
Existen tres posturas frente a lo que llamamos conciencia de la finitud (límites que tiene el
ser humano), si nosotros de algún modo seríamos infinitos el asombro no existiría y por lo
tanto no tendríamos porque preguntarnos a nosotros mismos. Dentro de la autoconciencia
tenemos la postura del: no hay, el sí hay, y el nosé, es en esta donde existe una búsqueda
de una respuesta. En esta última se encuentra parado San Agustín, pero ¿quien era San
Agustín?
San Agustín era un teólogo (análisis filosóficos de los textos sagrados) que toma a Platón
y la Biblia para hacer su propia filosofía cristiana. Ahora bien al llegar a esto nos
encontramos con un problema muy grande para San Agustín “el mal".
Para encontrar una respuesta a su problema opta por probar distintas alternativas que le
den esa seguridad, primero pasa por un tipo de exceptisimo (suspender el juicio) donde
esto no lo llenó. Entonces encuentra respuesta en una secta persa llamada maniqueísmo,
postura que afirmaba que el bien y el mal tienen una misma realidad material.
Lo cierto es que a Agustín no le cierra y se va de la secta de los maniqueos encontrando
en su desesperación otra ideología de la época llamada el neoplatonismo (revitalización de
las ideas de Platón) a través de esta vía llega en un momento a Italia donde tiene una
epifanía religiosa (revelación). Cuenta San Agustín que él se encuentra en la plaza de Milan
con un nuevo testamento en la mano, donde escucha un niño cantando que le decía: “toma
y lee” acto que lo lleva a su conversión con Dios. Su fórmula “creer para comprender",
pero ¿que es Dios?, ¿donde esta Dios?.
San Agustín tiene una idea de Dios muy propia, que va a ser el origen de la teología
cristiana, construye la imagen de Dios que toma un poco de la biblia y un poco de la
filosofía. Pero la pregunta clave es ¿cómo alcanzo a Dios? San Agustín plantea que Dios
está adentro en el interior del ser humano, conociéndome a mi mismo conocerás a Dios
porque mientras más nos reconocemos y entiendo el funcionamiento de mi conciencia, de
mis verdades, más nos damos cuenta de lo perfecto que es todo.
En cierto modo San Agustín nos está obligando a encontrarnos con nuestra interioridad,
pero ¿dónde está la interioridad? Agustín de algún modo abre la puerta desde la religión a
lo que va a ser un conocimiento a lo largo de la modernidad siendo del “yo” su punto
central.

Alumno: Paliza Gonzalo. Curso: 5to año “A".

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