42
Tengamos hábitos para vivir mejor
Reflexionemos y compartamos
¿Cómo aprendió y cuáles fueron sus hábitos en la niñez?
¿Los transmitiría a sus hijos/hijas?
¿Qué hábitos de comidas o de sueño tiene en casa?
¿Su familia tiene hábitos de participación para todos?
¿Qué opina de la frase la familia que come unida permanece
unida?
Consultemos y debatamos
Cuando en el hogar se establecen modos de hacer las cosas, lugares
y horas fijas para algunas actividades que tienen que ver con la
organización de la vida familiar, se da un paso trascendental en la
educación del niño y la niña. Estos hábitos se forman por
repetición.
Cuando vemos un espectáculo musical, una orquesta o una banda,
nos maravillamos de que cada uno conoce bien su parte, sabe cómo y
cuando intervenir y también cuando acabar. Igual pasa en la vida
familiar. Cada uno debe conocer los hábitos de la familia y participar
2
Comprometámonos y evaluemos
Seamos constantes, para que los hábitos se adquieran por medio
de la repetición.
Respetemos las rutinas del niño/niña procurando hacer las
actividades de la misma manera y a la misma hora, para que se
acostumbre.
Inculquemos en nuestro hijo buenos hábitos de salud, higiene y
alimentación.
No perdamos la paciencia. Cuando se está aprendiendo algo, las
cosas a veces resultan bien y en ocasiones mal.
El niño aprende más fácilmente imitando lo que nosotros, sus
cuidadores, hacemos. Recordemos que el ejemplo es la mejor
manera de inculcar hábitos saludables.
Acompañemos y supervisemos, firme y cariñosamente, a nuestro
hijo en la ejecución de las actividades que deseamos que se
conviertan en hábitos.
No hagamos dormir al niño en nuestra cama.
Carguemos y arrullemos a nuestro hijo, cuidando de que no se
acostumbre a dormirse en brazos.
Procuremos acostar siempre a nuestro hijo a la misma hora.
Atendamos a nuestro hijo cuando llore en la noche, calmándolo si
tiene miedo o tuvo una pesadilla.
Contemos o leamos un cuento a nuestro hijo cuando esté
acostado, acompañándolo un rato para que se duerma tranquilo.
No permitamos que se levante en la noche, regresándolo a su
cama las veces que sea necesario, con cariño, pero con firmeza.
Mantengamos limpia y arreglada la cama de nuestro hijo.
10