Medidas Cautelares:
Las medidas cautelares pueden tomarse antes de la iniciación del proceso o durante
la tramitación de este, en tanto se dicta sentencia firme u ocurra otra circunstancia
que le ponga fin. Una característica general del procedimiento para decretar esas
providencias consiste en que se dictan sin audiencia de la contraparte y se ejecutan
sin notificación previa, aun cuando el afectado puede impugnar posteriormente la
medida.
Concepto:
Finalidad:
Las medidas referidas pueden adoptarse con anterioridad a la iniciación del proceso
y durante su tramitación, hasta en tanto se dicte sentencia firme que le ponga fin, o
bien, hasta que el juicio termine definitivamente por diversa causa y por ello la
confusión que se ha producido en el derecho procesal mexicano ante los medios
preparatorios y las medidas cautelares en virtud de que varios de los primeros que
se regulan como tales en nuestros códigos procesales civiles y en el de comercio,
no son sino medidas precautorias anticipadas.
Características:
d) Flexibles, dado que pueden ser modificadas o revocadas cuando varíen las
circunstancias sobre las que se apoyan.
Clasificación:
Naturaleza:
Las medidas de que se trata pueden decretarse antes o durante el proceso principal.
Sólo en el primer caso constituyen una fase preliminar, pero en ninguno de ambos
casos la tramitación de la medida cautelar tiene incidencia sobre el proceso principal
o afecta su desarrollo.
Marco legal:
En el libro quinto, título primero, capítulo once, del Código de Comercio, el legislador
reguló y denominó expresamente sólo una clase de "medida cautelar como
especie": Las providencias precautorias, las cuales, acorde con su regulación,
tienden a garantizar:
Por otro lado, ignorar que en el contenido expreso del artículo 1171 del Código de
Comercio, el legislador refirió que la prohibición allí establecida estaba
inseparablemente relacionada con el contenido del artículo 1168 del mismo código.
Y por otro lado no hay que pasar por alto también, que el propio Código de Comercio
sí prevé otras "medidas cautelares como especie" (aunque no sean de tipo
nominado) distintas al arraigo de la persona para el caso de garantizar que no se
ausente u oculte la persona contra quien deba entablarse o se haya entablado una
demanda; y al secuestro de bienes para el caso de que exista temor de que se
oculten o dilapiden los bienes en que debe ejercitarse una acción real o se oculten
o enajenen los bienes en que se ha de practicar la diligencia cuando la acción sea
personal y el deudor no tuviere otros bienes.
Tal es el caso del embargo de bienes con motivo de que la acción se funde en un
título ejecutivo (artículo 1392); o la entrega material de bienes dados en garantía en
el procedimiento especial de ejecución de garantías (artículo 1414 Bis 8).
Cuando se solicite una "medida cautelar", con base en que 1. Hubiere temor
fundado de que se ausente u oculte la persona contra quien deba entablarse o se
haya entablado una demanda; 2. Se tema que se oculten o dilapiden los bienes en
que debe ejercitarse una acción real; o 3. La acción sea personal, pero el deudor no
tenga otros bienes que aquellos en que se ha de practicar la diligencia y se tema
que los oculte o enajene. Podrán dictarse (tanto como actos prejudiciales, como
después de iniciado el juicio) las "medidas cautelares como especie", denominadas
providencias precautorias (artículo 1168 del Código de Comercio) consistentes,
exclusivamente, en el arraigo de la persona para el caso 1, y el secuestro de bienes
para los casos 2 y 3 (artículo 1171 de la misma ley comercial).
Tipos:
Artículo 1168.- En los juicios mercantiles únicamente podrán dictarse las medidas
cautelares o providencias precautorias, previstas en este Código, y que son las
siguientes:
I. (...);
II. Retención de bienes, en cualquiera de los siguientes casos:
a) (…)
b) Tratándose de acciones personales, siempre que la persona contra quien se
pida no tuviere otros bienes que aquellos en que se ha de practicar la diligencia, y
exista temor fundado de que los disponga, oculte, dilapide o enajene.
En los supuestos a que se refiere esta fracción, si los bienes consisten en dinero en
efectivo o en depósito en instituciones de crédito, u otros bienes fungibles, se
presumirá, para los efectos de este artículo, el riesgo de que los mismos sean
dispuestos, ocultados o dilapidados, salvo que el afectado con la medida garantice
el monto del adeudo.
1. Que la persona contra quien se pide no tuviere otros bienes que aquellos
en que se ha de practicar la diligencia, y;
2. Que exista temor fundado de que los disponga, oculte dilapide o enajene.
Por otro parte el artículo 1175 del Código de Comercio, establece diversos requisitos
para la retención de bienes que no son consignados como garantía o respecto de
los cuales se vaya a ejercitar la acción real…
La Suprema Corte de Justicia de la Nación, el día cuatro de enero del dos mil
diecinueve, publicó en el Semanario Judicial de la Federación la jurisprudencia civil
que a la letra dice: MEDIDA DE ASEGURAMIENTO EN MATERIA MERCANTIL.
LA IDENTIFICACIÓN DEL NÚMERO DE CUENTA Y DE LA INSTITUCIÓN
BANCARIA NO CONSTITUYE UN REQUISITO PARA LA PROCEDENCIA DEL
EMBARGO DE CUENTAS BANCARIAS COMO PROVIDENCIA PRECAUTORIA,
Y PUEDE SOLICITARSE DE FORMA GENÉRICA AL JUEZ MERCANTIL PARA
QUE LA OTORGUE. Los artículos 1168 y 1175 a 1178 del Código de Comercio regulan
las providencias precautorias, previas al juicio, tratándose de acciones personales,
consistentes en la retención de bienes, las cuales son aplicables al embargo de dinero
depositado en cuentas bancarias y de las que se advierten los siguientes requisitos: 1. Que
la persona contra quien se pida no tuviere otros bienes que aquellos en los que se ha de
practicar la diligencia; 2. Al tratarse de dinero en depósito en instituciones de crédito, se
presumirá el riesgo de que los mismos sean dispuestos, ocultados o dilapidados, salvo que
el afectado con la medida garantice el monto del adeudo; 3. Se pruebe la existencia de un
crédito líquido y exigible; 4. Se exprese el valor de las prestaciones; 5. Se manifieste bajo
protesta de decir verdad que el deudor no tiene otros bienes conocidos que aquellos en los
que se ha de practicar la diligencia; 6. Se garanticen los daños y perjuicios que pueda
ocasionar la medida precautoria al deudor; 7. La retención de bienes se regirá, en lo que le
resulte aplicable, por lo dispuesto para los juicios ejecutivos mercantiles, y; 8. No se requiere
citar a la persona contra quien ésta se pida. Derivado de lo anterior, no existe razón legal
para condicionar la procedencia de la medida a que se exija al solicitante la identificación
de las cuentas cuyos fondos se pretenden retener ni mencionar los bancos en que se
ubican, pues lo único que debe de expresar es el valor de las prestaciones (punto 4) y
manifestar bajo protesta de decir verdad que el deudor no tiene otros bienes conocidos que
aquellos en los que se ha de practicar la diligencia (punto 5); estimar lo contrario, tendría
como consecuencia imponerle mayores requisitos a los previstos, en atención a que el
acreedor no siempre tiene acceso a dicha información, lo que no puede constituir un
impedimento para la procedencia de la medida. Además, el artículo 1176 del código
mencionado establece que la retención de bienes decretada como providencia precautoria
se regirá, en lo que le resulte aplicable, por lo dispuesto para los juicios ejecutivos
mercantiles, apartado en el que tampoco existe tal carga, por lo que efectuar una distinción
entre ambos procedimientos, lejos de armonizarlos, provocaría una regulación distinta, lo
que no es acorde ni con la naturaleza de dicha medida ni con lo ordenado en el referido
artículo. Lo anterior, se robustece con lo dispuesto en los párrafos primero y segundo del
artículo 142 de la Ley de Instituciones de Crédito, que regulan el secreto bancario, al
establecer que la información relativa a los servicios bancarios es de carácter confidencial,
por lo que el solicitante estaría impedido para obtenerla de las instituciones y autoridades
bancarias; sin embargo, ello es posible sólo cuando lo solicite la autoridad judicial en virtud
de alguna providencia, como ocurre con la retención de bienes, al constituir un
procedimiento legalmente previsto para garantizar el cumplimiento de la ejecución de una
sentencia mercantil, por lo cual, ese fundamento sirve no sólo para evitar que el solicitante
deba proporcionarla como requisito de procedencia, sino también faculta al Juez para
recabarla cuando dicha petición se realice de forma genérica. De ahí que, exigir dicho
requisito, pudiere, incluso, transgredir el derecho al secreto bancario del deudor y
desnaturalizaría el objeto de la medida cautelar, provocando que puedan, ocultarse,
dilapidarse o enajenarse los fondos de la cuenta bancaria en perjuicio del acreedor.
Finalmente, lo anterior no puede considerarse como una "pesquisa", ni contraviene lo
dispuesto en los artículos 42, 43 y 44 del Código de Comercio, ya que la medida de
aseguramiento citada no se decreta de oficio ni consiste en inquirir al deudor para que lleve
o no un sistema de contabilidad específico y, además, porque la información de las cuentas
tiene relación directa con la acción deducida y es del interés del propio deudor, por lo cual,
los últimos dos preceptos citados avalan la posibilidad de que el Juez mercantil realice actos
tendientes a identificar las cuentas bancarias sobre las cuales deba recaer la providencia
precautoria.
Los artículos 1168, 1175, 1176, 1177 y 1178 del Código de Comercio constituyen el
marco regulatorio de la providencia precautoria, previa al juicio, tratándose de
acciones personales, consistente en la retención de bienes, mismas que son
aplicables cuando se solicita el embargo de dinero depositado en cuentas
bancarias; disposiciones que se contienen en el libro quinto, título primero, capítulo
XI del Código de Comercio.
1. Que la persona contra quien se pida no tuviere otros bienes que aquellos en que
se ha de practicar la diligencia.
5. Que se manifieste bajo protesta de decir verdad que el deudor no tiene otros
bienes conocidos que aquellos en que se ha de practicar la diligencia.
Con base en ello, el Pleno de Circuito estima que, para solicitarse la medida cautelar
en estudio, no existe razón legal para exigir que el solicitante deba precisar e
identificar las cuentas, cuyos fondos se pretenden retener ni mencionar los bancos
correspondientes, al no ser uno de los requisitos previstos en los artículos 1168,
1175, 1176, 1177 y 1178 del Código de Comercio, puesto que, acorde a los
señalados requisitos, los solicitantes lo único que deben expresar es el valor de las
prestaciones y manifestar bajo protesta de decir verdad que el deudor no tiene otros
bienes conocidos que aquellos en que se ha de practicar la diligencia.
Sin embargo, del contenido de los artículos 1168 fracción II inciso b) y 1175 fracción
IV del Código de Comercio, interpretados de manera conjunta, se advierte
claramente que las medidas precautorias, consistentes en la retención de bienes,
deben caer sobre bienes conocidos; de tal manera que interpretar dichos artículos
en sentido contrario, concluye que en caso de que no se identifiquen los bienes no
se puede ordenar la retención.
Lo anterior es así porque debe considerarse que la afectación que puede producir
la retención de bienes derivada de una medida cautelar es grave, pues se aseguran
bienes sin que exista una demanda en la que se haya decretado un auto de
ejecución, como sería el caso del juicio ejecutivo mercantil, que se funda en un título
de crédito (prueba pre-constituida), y sin que se haya requerido a la deudora, ni se
le haya otorgado su derecho de audiencia e incluso sin que se le haya otorgado la
posibilidad de designar bienes.
Además, contrario a las reglas que imperan para las diligencias de embargo
fundadas en un auto de ejecución (juicio ejecutivo mercantil), no corresponde a las
mismas que imperan para las providencias precautorias en cuyo capitulo se
establecen los requisitos que se deben observa para obsequiarse.
Por tanto, el bien objeto de la medida precautoria debe ser conocido y estar
claramente precisado, pues las medidas precautorias constituyen solo actos de
molestia y no privativos, y prueba de ello es que ni siquiera se requiere la audiencia
de la persona contra la cual se ejecuta, pues sus efectos son provisionales y quedan
sujetos a las resueltas del procedimiento jurisdiccional donde el sujeto afectado es
parte y podrá aportar los elementos probatorios que considere convenientes. Sirve
de apoyo a lo anterior la tesis de la Novena Época emitida por Pleno de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, publicada en el semanario judicial de la Federación
y su Gaceta, Tomo VII marzo 1998, página 18 que es del tenor siguiente: MEDIDAS
CAUTELARES. NO CONSTITUYEN ACTOS PRIVATIVOS, POR LO QUE PARA
SU IMPOSICIÓN NO RIGE LA GARANTÍA DE PREVIA AUDIENCIA.
De igual forma, la falta de precisión del bien sobre el que debe recaer la medida
precautoria, puede causar una medida excesiva e injustificada en contra del deudor,
al quedar al descubierto todas las cuentas bancarias y la paralización de todos sus
recursos financieros.
Por otra parte, si bien el artículo 536 del Código de Procedimientos Civiles,
establece que basta que en el embargo de las cuentas bancarias se haga en forma
genérica para que se trabe embargo y después se perfeccione con el auxilio de
terceros; sin embargo, del contenido del artículo 1168 del Código de Comercio, no
se advierte que el procedimiento precautorio se encuentre regulado de manera
deficiente y por ende que se requiera aplicar supletoriamente la ley adjetiva en
comento, en virtud de que como se ha expuesto anteriormente, la retención de
bienes implica precisar un bien conocido en forma detallada, pues de no ser así se
convertiría el juez natural en coadyuvante de una de las partes del proceso.
Así con una incorrecta interpretación del artículo 1168 del Código de Comercio, se
pretende utilizar los instrumentos financieros para obtener el pronto pago de la
deuda y pretendiendo convertir a las providencias precautorias en un procedimiento
privilegiado por encima de los juicios ejecutivos mercantiles (que tiene un título
ejecutivo) y de aquellos que para obtener el embargo de cuentas tuvieron que seguir
un juicio para obtener una sentencia favorable.
Enseguida se dice que para la retención de bienes se requiere: (1) Que se acredite
la existencia de un crédito líquido y exigible; (2) Que se exprese el valor de las
prestaciones o de las cosas que se reclama designándola con toda precisión; (3)
Que tratando de acciones personales ‘... manifieste bajo protesta de decir verdad
que el deudor no tiene otros bienes conocidos que aquellos en que se ha de
practicar la diligencia ...’ y exprese las razones por las que existe temor fundado de
que los bienes vayan a ocultarse, dilapidarse o enajenarse, salvo que se trate de
dinero en efectivo o en depósito en instituciones de crédito; y, (4) Que garantice los
daños y perjuicios que pudiera ocasionar su concesión.
Sin embargo, dicho precepto legal debe ser analizado atendiendo a su parte final,
en cuanto establece que: ‘... la autoridad judicial podrá formular su solicitud
directamente a la institución de crédito, o a través de la Comisión Nacional Bancaria
y de Valores ...’; lo que implica que si dicha petición se puede solicitar directamente
a la institución bancaria o a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, es porque
el promovente debe conocer plenamente la cuenta bancaria sobre la que pretende
obtener información, por tanto, dicha petición no puede ser sobre cuentas
indeterminadas.
Luego, entonces tenemos que tales preceptos legales prohíben la pesquisa, en los
casos estrictamente previstos en la norma, consistente en la indagación de la
contabilidad, comunicación, entrega o reconocimiento general de los libros,
registros, comprobantes, cartas, cuentas y documentos de los comerciantes; salvo
en los casos que la misma norma prevé.
Por tanto, cuando se solicita una medida precautoria por el supuesto temor de que
se dilapide dinero en efectivo de cuentas desconocidas por el acreedor, se estaría
realizando una pesquisa, porque éste estaría promoviendo las diligencias para que
se busquen cuentas del deudor y se retengan sus montos.
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