LA VIDA
Hay muchas razones para pensar que el medio ambiente puede influir en la paz
mundial. Podemos enumerar algunas:
La paz es mucho más que la ausencia de una guerra o un conflicto. Vivir en paz no es sólo
vivir en armonía, sino también vivir con alegría y amor.
Es un abrazo y un beso, es comprender al otro. Es aceptar lo que nos toca en la vida, no con
resignación, sino con la aceptación de tomar el desafío que tengamos a mano y hacer lo que
nos toque con dedicación y amor.
Vivir es paz es hacer de una casa un hogar, de algo que cocinamos, un plato hecho con
amor. Es pensar en el otro sin dejar, de pensar por eso en nosotros mismos.
Vivir es paz es decidir cada día poner lo mejor de nosotros para hacer de este mundo un
hogar donde todos podamos desarrollarnos y brillar.
Es criar hijos que sean buenas personas, que conozcan el límite entre lo que está bien y lo
que está mal.
La paz nace en nuestro corazón, se cría en nuestro hogar, se alimenta de nuestras palabras y
acciones, crece con nosotros, se brinda desde adentro hacia afuera.
Vivir en paz es pensar qué podemos hacer mejor todos los días, a cada paso, con cada
acción, con cada gesto y con cada palabra.
La paz es posible si así cada uno de nosotros lo decide desde lo más profundo de su
corazón, en nuestro entorno y con los seres que nos rodean, porque la paz bien entendida,
como la caridad, empieza por casa.
Fin