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Masen Thompson

Español 423

Ensayo Final

Profesor Smead

El dilema de conservar el español

El estudio del español fronterizo analiza muchos aspectos diferentes. Un aspecto

importante y clave es el uso del español en las primeras generaciones de mexicanos de inmigran

de México a los EE.UU. Este fenómeno, normalmente después de la tercera generación, causa

que el español sea sustituido por el inglés entre los inmigrantes. Yo tengo mucho interés en este

fenómeno, habiendo hecho la misión en San Diego, California.

En San Diego, yo tenía mucho contacto con las primeras generaciones de mexicanos y

veía con mis propios ojos la pérdida del español en las familias. Yo enseñaba muchos hijos de la

segunda generación, cuyos padres hablaban solo el español, y ellos siempre preferían hablarnos

en inglés. Por mi propia experiencia, he visto que el desplazamiento del español es lo normal; sin

embargo, unos de mis compañeros de la misión, un inmigrante mexicano de la tercera

generación, hablaba el español aun mejor que el inglés, el cual me dio más ganas de estudiar este

fenómeno y los factores que lo influyen. Lo que he visto es que cuando las familias mexicanos

inmigran a los Estados Unidos, donde el inglés es la lengua predominante en casi todas las

situaciones, estas familias experimentarán la pérdida del español a través del tiempo, a menos

que los padres enseñen un amor por la lengua española y el deseo de preservar su herencia

mexicana. En este ensayo, se analizará el fenómeno normal del desplazamiento del español, el

papel del período crítico, cómo la falta del español afecta a los de la tercera generación, las
herramientas que existen para ayudar a la cultivación del español y la necesidad de la familia en

la retención del español.

Cuando una familia inmigra a los EE.UU. de México, el español el la lengua de esta

familia. Los padres de la familia se consideran como la primera generación de estar en este país,

mientras sus hijos chiquitos que inmigran con ellos, además de sus hijos que nacen aquí, se

consideran como la segunda generación. Estos hijos, que crecen aquí y normalmente van a la

escuela en inglés y tienen amigos que hablan inglés, tienen una dominancia en el español, que

hablan con sus padres en el sector privado, y el inglés, que hablan en público. Aunque ellos

aprenden el inglés muy bien y casi siempre lo hablan mejor que el español, los padres, los de la

primera generación, tienen muchas dificultades con el inglés. Muchas de estas dificultades

existen debido a una hipótesis lingüística que se llama el período crítico. Anna María Escobar et

al. explican este período crítico como un período de tiempo, normalmente antes de la pubertad,

cuando el cerebro humano tiene una habilidad mejor de aprender una lengua nueva y que,

después de este período, es mucho más difícil aprenderla (29). Esta hipótesis tiene mucha razón

y explica cómo los de la segunda generación pueden adquirir una habilidad muy buena en el

inglés mientras los de la primera generación no pueden. Este fenómeno es muy común, y vemos

el opuesto con la tercera generación.

Cuando los de la segunda generación tienen hijos, que se consideran como la tercera

generación, el inglés es el idioma usado en casi todas las situaciones. El resultado de esto es que

la tercera generación no tiene mucho contacto con el español durante el período crítico y por eso

“the third generation becomes fluent only in the host country’s language; thus, the minority

language is replaced as the first language for this population” (Anderson 194). Estas personas

casi no pueden comunicarse con sus abuelos, los de la primera generación, porque hay la falta de
una lengua que tienen en común. Este problema ha causado muchas dificultades para los de la

tercera generación, porque parecen todavía, por su color de la piel, como que deben de poder

hablar el español. Por eso, hay muchísimas personas en las universidades y más contextos que

toman clases de español para poder hablarlo mejor. Estas personas experimentan mucha ansiedad

y vergüenza, porque sienten que ya deben saber el español y creen que las demás personas que

están alrededor piensan lo mismo (Torres and Turner 846). Estas personas hacen todo lo posible

para aprender el español, pero les resulta mucho más difícil hacerlo por ya han salido del período

crítico. Estos resultados son muy tristes, pero lo bueno es hay algunos casos y ejemplos de

personas y situaciones que están luchando para combatir este problema de las personas aquí de

herencia mexicana que no pueden hablar el español.

Renée DePalma hizo un estudio, que cita en su libro, que analiza una clase de niños que

asisten a clases de escuela en inglés y en español. Estos niños, que consisten en un grupo

mezclado de mexicanos y estadounidenses, hablan solo el español en clase durante la mañana,

aun si no hablan español en casa, y hablen inglés durante la tarde (2). Los niños mexicanos

tienen mucho temor de hablar el español en público, ya que sientan una presión social de hablar

el inglés y solo el inglés en este país, pero esta clase les ayuda mucho a sentir más confianza de

hablar su lengua nativa aun en el sector público, además de ayudar a los estadounidenses a

aprender el español mejor. El estudio concluye que para asegurar que las generaciones de

mexicanos, y los que vienen de otros países, sigan hablando el español a través del tiempo, es

necesario que haya fuentes así para disminuir esta presión social de solo hablar el inglés, algo

muy importante para preservar la herencia de la gente de otros países (DePalma 123). Estos

fuentes en verdad son muy útiles y buenos para los de la segunda y tercera generación, para al
final éstos no pueden sustituir el papel necesario de la familia en preservar la lengua y cultura de

México.

El compañero de la misión que yo tenía, que era de la tercera generación, hablaba el

español perfectamente bien. Él lo hablaba aun mejor que el inglés. Esta habilidad que él tenía no

es muy común, pero de todos modos él había guardado la lengua de sus abuelos cuando

inmigraron a los EE.UU. más de 40 años en el pasado. Hay muchos factores que le ayudan. Él

crecía en una ciudad muy chiquita en Colorado, y por eso es claro que él no sentía mucha la

presión social de hablar en inglés que muchos otros mexicanos sienten cuando viven en ciudades

más grandes. Él asistía a la escuela en inglés, pero la mayoría de sus amigos eran mexicanos. Por

eso él hablaba con ellos en español por mucho del tiempo. Estos factores tenían una influencia

grande para ayudarlo a hablar el español bien, para no tanto como la influencia de sus familia.

Las personas de la primera generación necesitan enseñar a sus hijos de su herencia y de

su importancia si ellos van a entender la necesidad de guardar la lengua de su país de origen.

“Racial, ethnic, cultural and religious identities are bound up with linguistic identities in

exceedingly powerful ways” (Potowski and Rothman 18). Dicho en otros palabras, una persona

no puede conservar la herencia y cultura de sus antepasados si no puede hablar su lengua. Los

padres tienen la responsabilidad de asegurar que sus hijos entiendan la cultura de sus

antepasados. Si no lo entienden y no lo aprecian, la cultura, y la lengua, de los antepasados será

perdida y estas personas empezarán a adoptar la cultura del país donde viven y hablar esa lengua.

Aunque hay fuentes muy buenos para conservar la cultura y lengua de otros países aquí, como

las escuelas que enseñan en inglés y español, los padres tienen que ser la fuente primera y más

importante para los niños. Mi compañero de la misión tenía ejemplos muy buenos en sus padres.

Ellos le enseñaban todo de su herencia de México y le exhortaban a nunca olvidarlo. Debido a


sus ejemplos muy buenos, él tenía un orgullo grande de su herencia, por poder hablar el español

bien, y me pareció claro que él seguirá enseñando esa herencia a sus hijos y las demás

generaciones del futuro. Si los hijos desean preservar su herencia, lo harán.

Es evidente que las primeras generaciones que inmigran a los EE.UU. son una parte

principal del español fronterizo, ya que su forma de hablar influye al español fronterizo. La

pérdida del español, que acontece normalmente durante la tercera generación, viene porque las

personas de la segunda generación son influidas por la cultura de este país, porque sienten la

presión social de hablar solo el inglés aquí y porque no entienden la importancia de preservar la

herencia de sus antepasados. Por eso, las personas de la tercera generación, aunque parecen que

deben hablar español, no lo pueden hablar. Muchas veces estas personas tomarán clases de

español, debido a la vergüenza de no poder hablarlo ya, pero les resulta mucho más difícil

hacerlo ya que no están en el período crítico, cuando el cerebro humano puede aprender una

lengua más fácilmente. Esta situación de las personas de la tercera generación es muy triste y los

padres tienen el deber principal de asegurar que sus hijos puedan hablar el español. Si los hijos

pierden la habilidad de hablar el español, perderán mucha de la cultura de sus antepasados. Los

padres necesitan cultivar un sentimiento de amor en sus hijos de su herencia, para que ellos

tengan las ganas de guardarla. Este país es un país que donde existen muchas culturas diferentes,

y es importante que estas culturas sigan a través del tiempo. Las personas de la tercera

generación, o de la cuarta o quinta generación, deben poder hablar el español, y si sus padres les

enseñan bien, esto será posible. Si estas generaciones hablan el español, este país será un país

aun más hermoso.

1,591 palabras
Obras Citadas

DePalma Renée. Language Use in the Two-Way Classroom: Lessons from a Spanish-English
Bilingual Kindergarten. Mulilingual Matters, 2010.

Escobar, Anna María, et al. Introducción a La Lingüística Hispánica. Cambridge University


Press, 2013.

Anderson, Raquel T. Bilingual Language Development & Disorders in Spanish-English


Speakers. Edited by Brian A. Goldstein, Paul H. Brookes Pub, 2012.

Potowski, Kim, and Jason Rothman. Bilingual Youth: Spanish in English-Speaking Societies. J.
Benjamins, 2011.

Torres, Kelly Moore, and Jeannine E. Turner. “Heritage Language Learners Perceptions of
Acquiring and Maintaining the Spanish Language.” International Journal of Bilingual
Education and Bilingualism, vol. 20, no. 7, 2015, pp. 837–853.,
doi:10.1080/13670050.2015.1113927.

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