Qaraqara-Charka
Mallku, Inka y Rey en la provincia de Charcas (siglos XV-XVII)
Qaraqara-Charka
Mallku, Inka y Rey en la provincia de Charcas
(siglos XV-XVII)
Historia antropológica
de una confederación aymara
DL: 4-1-1669-05
ISBN: 99905-63-77-2
Producción:
Plural editores
c. Rosendo Gutiérrez Nº 595, esquina Av. Ecuador
Teléfono: 2411018; casilla: 5097; La Paz, Bolivia
E-mail: plural@acelerate.com
Impreso en Bolivia
v
Índice general
Introducción ............................................................................................ 1
1. La estructura del libro ..................................................................... 5
2. Oralidad y escritura en la documentación del siglo XVI ................. 10
3. Imaginando el espacio de Charcas .................................................. 16
ENSAYO DE INTERPRETACIÓN
I. CULTO
Qaraqara
Documento 1: Información hecha de oficio de las buenas partes
del bachiller Hernán González de la Casa .......................................... 182
Apéndice 1: Carta de Hernando Pizarro al Emperador ................. 207
Apéndice 2: Memorias de las minas de Su Majestad ...................... 210
Apéndice 3: Sobre las minas y el huaca de Chaquí ......................... 215
Documento 2: Probanza de méritos y servicios del Bachiller
Fernando de Mesa ............................................................................... 221
II. ENCOMIENDA
Qaraqara
Documento 3: Los indios de Qaraqara encomendados
por Francisco Pizarro en Gonzalo Pizarro ......................................... 289
Documento 4: Los indios de Qaraqara encomendados
por Pedro La Gasca en Pedro de Hinojosa ........................................ 302
Charka
Documento 5: Los indios encomendados por Francisco Pizarro
en Hernando Pizarro ........................................................................... 311
ÍNDICE GENERAL vii
III. TASA
Charka
Documento 6: Los caciques e indios de Sacaca contra los herederos
de su encomendero Alonso de Montemayor ...................................... 380
Apéndice: Carta de Alonso de Montemayor al Virrey
de Nueva España ............................................................................. 442
Documento 7: Los caciques e indios de Chayanta
contra las herederas de Martín de Robles ........................................... 445
IV. TIERRA
Qaraqara
Documento 8: Los ayllu de Macha contra Alonso Díaz
sobre las tierras del valle de Carasibamba ........................................... 541
Apéndice: Revisita de Macha de 1619 ............................................. 571
viii QARAQARA - CHARKA
Charka
Documento 13: Los ayllu de Chayanta contra el Fiscal
sobre tierras en los Yungas de Sucusuma ............................................ 623
Documento 14: Los ayllu de Aymaya y Caracha contra Gaspar
de la Rua Hinojosa sobre tierras del valle de Micani .......................... 633
Documento 15: Tres composiciones de las tierras de Sacaca,
por el Inca, el Obispo de Quito y Josep de la Vega Alvarado ............. 639
V. MALLKU
Qaraqara
Documento 16: Probanza de don Fernando Ayra de Ariutu,
cacique y gobernador de Pocoata ........................................................ 721
Apéndice: Memoria de unos capítulos puestos a cierto
gobernador por sus indios ........................................................... 756
Documento 17: Se concede un escudo de armas
a don Fernando Ayra de Ariutu ........................................................... 760
Documento 18: Probanzas de los señores y principales de Macha .... 764
ÍNDICE GENERAL ix
Charka
Documento 20: El Memorial de los Mallku y principales
de la provincia de los Charcas ............................................................. 828
Apéndice: Carta de unos caciques a Francisco de Toledo .............. 855
Documento 21: Probanzas de los Uno Malco de Sacaca,
don Juan Ayavire Cuysara y don Fernando Ayavire Cuysara ............. 858
Documento 22: Se concede un escudo de armas
a don Juan Ayavire Cuysara ................................................................. 1002
ÍNDICE DE CUADROS
ÍNDICE DE FIGURAS
1 Collao y Charcas............................................................................. 35
2 El espacio de Charcas ..................................................................... 40
3 Los significados de Charcas ........................................................... 44
4 Significados de “provincia” ............................................................ 47
5 Genealogía de los Mallku de Killaka.............................................. 55
6 Genealogía de los Mallku de Macha (Urinsaya) ............................ 70
7 La expansión de Ayra Kanchi ......................................................... 71
8 Los mitimaes del valle de Cochabamba bajo Wayna Qhapaq ....... 84
ÍNDICE DE MAPAS
ÍNDICE DE LÁMINAS
4.1 El río Grande, Jach’a Jawira o Jatun Mayu (1971) ...................... 490
4.2 Un Chullpa cerca del salar de Qharata (1995) ............................. 500
4.3 El salar de Qharata (1995) ............................................................ 500
4.4 Los amojonadores del Inka (Waman Puma) ................................ 503
4.5 San Marcos de Miraflores (1971) ................................................. 522
4.6 Mapa de Pocoata (1651) ............................................................... 537
4.7 Mapa de Pocoata (1651), con leyendas transcritas ...................... 537
I. Culto
II. Encomienda
III. Tasa
[Lo que los indios de Sacaca debían dar de tasa en los cuatro
años cuando tributaban sin tasa] ................................................... 425
[Alcance que hacen los indios de Sacaca a Montemayor] ............. 426
[Alcance que hace Montemayor a los indios de Sacaca] ............... 426
[Parecer de Jacomé Carlos] ........................................................... 427
[Joan de Baños] alega contra el parecer dado por el contador
de la parte contraria ... ................................................................... 428
Interrogatorio de herederos de Montemayor .................................... 430
La parte de los indios de Sacaca ... presenta Interrogatorio .............. 431
Relación que hacen los quipocamayos de las chácaras de coca de
los cuatro años que pagaron sin tasa a don Alonso de Montemayor . 432
El primer año de 48 ....................................................................... 433
El segundo año de 49 .................................................................... 434
El tercero año de 50 ...................................................................... 434
El cuarto año de 51 ....................................................................... 435
Probanza de los indios de Sacaca contra los herederos
de don Alonso de Montemayor .......................................................... 436
Fallo de los jueces de Segunda Súplica .............................................. 439
IV. Tierra
8. Los Ayllu de Macha contra Alonso Diaz sobre las tierras del valle
de Carasibamba
V. Mallku
Mendoza y John Murra, como maestros y amigos, han colaborado junto con
nosotros en la inspiración inicial del libro y han ofrecido su apoyo y su amistad
a lo largo de todos estos años. Gunnar había previsto escribir un Prólogo, antes
de su desgraciado fallecimiento el 5 de marzo de 1994. John ha colaborado con
transcripciones, documentos, sugerencias y palabras de aliento.
La demora en el nacimiento del libro ha tenido, a pesar de todo, sus
ventajas. Entre ellas, la más importante, sin duda, ha sido la oportunidad de
poder aprovecharnos de los resultados de otras investigaciones valiosas que se
realizaron sobre nuestra región durante la última década. Queremos agradecer
en primer lugar a Thomas Abercrombie y a Mercedes Del Río por haber en-
riquecido nuestra comprensión de las “naciones” de Killaka, Qaraqara y Sura.
Tom nos envió fotocopias de tres Documentos importantes (1, 18 y 19), una lista
de variantes textuales para la encomienda de Gonzalo Pizarro (Documento 3),
la Acta de Posesión de la encomienda de Pedro de Hinojosa (Documento 4),
y, en 1994, una transcripción de una Carta de los señores aymaras, o Mallku,
de Charcas al Virrey Francisco de Toledo, que publicamos como Apéndice al
Documento 20. Por su parte, Mercedes nos ayudó con la transcripción de los
Documentos 18, 19 y 22, enviando fotocopias de algunos folios que nos hacían
falta (incluso los que se publican como Apéndice al Documento 8), y consiguió
del Archivo General de la Nación Argentina la autorización para fotografiar
los árboles genealógicos cuyos originales forman parte del Documento 18.
Además, Catherine Julien produjo una edición minuciosa del Documento 5,
junto con una reflexión oportuna sobre los orígenes de la encomienda en el
Perú. Roger Rasnake nos proporcionó la transcripción de base del Documento
10 y un estudio sobre los Qaraqara del sur (más tarde publicado en su libro
sobre Yura). También los trabajos de Silvia Arze, Carlos Sempat Assado-
urian, Rossana Barragán, Teresa Gisbert, Jorge Hidalgo, Patrice Lecoq, José
Luis Martínez, Ximena Medinaceli, Marcos Michel López, Lautaro Nuñez,
Martti Pärssinen, David Pereira, Ana María Presta, Gilles Rivière, Raimundo
Schramm y Nathan Wachtel fueron de gran apoyo en nuestros intentos de
comprender la dinámica étnica, la prehistoria de la región y el impacto del
estado inka en Charcas.
Varias personas nos han ayudado en la preparación de los documentos.
Entre ellos queremos dar las gracias a Leonardo León, que se encargó de
pasar una primera versión de los documentos a la computadora Amstrad;
a Margarita Suárez por haber hecho una transcripción de buena parte del
Documento 21; a Carmen Beatriz Loza quien también colaboró en la trans-
cripción de dicho documento; y a Concepción Gavira y María Luisa Delgado
por la transcripción del Documento 7. Rossana Barragán nos ayudó a decifrar
algunas hojas enigmáticas del Documento 18. Rodolfo Cerrón-Palomino
nos envió una fotocopia de la “Memoria …” de Pedro de Hinojosa de 1548;
Gary Urton nos facilitó sus fotocopias de una buena parte del Documento 6;
xxxiv QARAQARA - CHARKA
No a la Segunda Impresión
Casi todas las historias que tratan de un país o de una comarca, como la
que aquí presentamos sobre la provincia de Charcas, presuponen que ésta deba
manifestar cierta unidad en el espacio y continuidad en el tiempo, cuyas trans-
formaciones el historiador tiene a la vez que establecer y analizar. Sin embargo,
en este libro no pretendemos haber escrito una historia monográfica sobre la
Confederación de los Qaraqara y los Charka, como el título del libro podría
hacer suponer. La documentación colonial con la que hemos trabajado es el
producto de una compleja “historia reflexiva” entre colonizadores españoles,
los Inka y los componentes de esta Confederación (para mencionar tan sólo
a los principales actores), historia que se llevó a cabo en un período de varios
siglos en los Andes surcentrales. Cada perspectiva suscita diferentes tipos de
preguntas, tanto históricas como antropológicas. ¿Cómo distinguir, en estas
condiciones, entre la visión del español y las manifestaciones de los diferentes
grupos prehispánicos?, y más aún, ¿cómo ser capaces de establecer diferencias
entre las expresiones de las culturas regionales de Qaraqara y Charka, y las
demás federaciones de la provincia de Charcas, por una parte, de las que fueron
estudiadas para otras regiones del Tawantinsuyu, por la otra?
En primer lugar, hemos seguido los pasos de la historiografía clásica,
tratando de contextualizar y establecer las condiciones de producción de los
distintos documentos. Esto implica una lectura crítica de cada uno de ellos
y la diferenciación de las trazas, tanto escritas como orales, que se registran
en su interior.
Además, nos hemos valido de muchos otros datos, en particular los que
esclarecían las condiciones de reproducción de las sociedades que estudia-
2 QARAQARA - CHARKA
mos. Algunos de estos datos representan otro tipo de trazas, como los de la
arqueología, cuyas investigaciones son todavía incipientes en nuestra región.
Otros proceden del campo de las ciencias naturales, como las historias del
clima o del paisaje. En estos casos, como en los que tratan de la historia de
ciertas prácticas sociales (como los gestos redistributivos de las autoridades
o los ritos dirigidos a ciertos tipos de riqueza sacralizada), las huellas pueden
corresponder a fenómenos de larga duración. De hecho, tales preguntas no
dejan de estar presentes en todo el libro, ya que el período tratado abarca
varios siglos, desde los señoríos prehispánicos, e incluso preinka, hasta me-
diados del siglo XVII.
Otra dimensión de nuestra historia es la mirada etnográfica. Natural-
mente, no hemos pretendido establecer una continuidad artificial entre
el presente y los documentos del pasado. Sin embargo, partimos del con-
vencimiento de que era posible imaginar las condiciones de vida de las po-
blaciones del pasado y que para este objetivo podíamos valernos de nuestra
convivencia de algunos años entre los pobladores actuales de los antiguos
territorios Qaraqara y Charka. Nuestra experiencia en el terreno nos hizo
pensar que era posible proyectar, en forma retrospectiva, ciertas dimensio-
nes de la vida social de los pobladores actuales de los territorios Qaraqara
y Charka. Si el siglo XVI sellaba indudablemente los primeros momentos
de ruptura cuando los conocimientos, las sensibilidades y las prácticas de
Charcas se encontraban violentamente con las del mundo cristiano, no
cabe duda de que no quedaban simplemente en estado de “tabula rasa” y
su herencia prehispánica totalmente perdida. Al contrario, es importante
reconocer de qué manera varios elementos heredados pudieron cobrar nue-
vos sentidos y nuevas funciones dentro del contexto colonial, mientras que
otros desaparecían. Por este motivo, hemos procurado tomar en cuenta los
códigos propios que las sociedades utilizaban, en diferentes momentos, para
conservar y transmitir su pasado.
El libro comienza con un ensayo sintético de interpretación del período
prehispánico hasta la invasión española de Charcas. En este texto, hemos pri-
vilegiado los resultados de un determinado tipo de lectura de los documentos,
que enfatiza las huellas que contienen de las experiencias prehispánicas. En
seguida, entramos de lleno en el libro, donde se articulan e interactuan entre
ellas las cinco Partes que lo componen: Culto, Encomienda, Tasa, Tierra,
Mallku. Estas Partes, en efecto, componen una compleja polifonía, ya que en
cada una hemos privilegiado la exploración, desde perspectivas distintas, de
lugares y temas que se repiten o se sobreponen.
Entonces, cada capítulo constituye de por sí un nudo. Y tratándose de una
historia de problemas y de cuestionamientos que no reifica ni las estructuras ni
los acontecimientos, sugerimos al lector varios recorridos posibles para entrar
en las temáticas del libro.
INTRODUCCIÓN 3
despobladas; luego removió los linderos para poder añadir otras tierras de gru-
pos de indios distintos. En el texto retumban los gritos de guerra de los Macha
mientras echan de sus chacras devastadas a las vacas del español, y las amenazas
del ganadero colérico que les golpea e hiere con la espada. Como trasfondo
oímos el río Grande, que circunda la recién fundada doctrina de San Marcos de
Miraflores, antes de bajar a los valles cálidos de Uru y Carasi, donde riega con
sus aguas los algodonales y los ajiales colectivos de los diez ayllu de Macha.2
De nuevo, en las Probanzas de los Mallku (Quinta Parte) escuchamos a
los señores naturales de Qaraqara y Charka defendiendo su papel privilegiado
de figuras indispensables dentro de la administración colonial. Percibimos
la diplomacia con la que intentan ganar el apoyo de los españoles, haciendo
hincapié en su generosidad señorial y su educación ladina; escuchamos tam-
bién sus protestas de lealtad a Dios y al Rey (incluso en 1590, un “servicio
gracioso” en dinero para ayuda de Su Majestad en las batallas con los ingleses
y otros “infieles”). En el Documento 21 vemos al muchacho Juan Ayawiri que
acompaña a su padre, don Fernando Ayawiri, cuando deambula por las calles
de Potosí cada domingo con la Cruz en alto, arrastrando a la gente de Sacaca
para que vayan a escuchar los sermones de los jesuitas. Incluso llegan a insinuar
que sus rivales, los Mallku del Collao, más al norte, son tan paganos como los
moriscos de la Península porque comen y beben en el suelo. Pero al mismo
tiempo nos llegan las protestas de los indios comunes contra la prepotencia
de sus propios Mallku, cuando éstos se dejan desviar por las oportunidades y
las obligaciones del poder (ver el Apéndice al Documento 16).
Entre las muchas posibles maneras de leer el libro, puede entenderse como
una contribución a la arqueología del derecho de los ayllus surandinos a la
tierra. Los señoríos aymara-hablantes, antes de la llegada del Inka Pachakuti y
sus hijos, fueron comparados por los españoles con las “behetrías” de la Edad
Media peninsular.3 Hoy en día, las poblaciones los recuerdan más bien con el
2 Ayllu: un término quechua (Aym. hatha) que designa unidades sociales tendencialmente
endógamas, que teóricamente comparten un antepasado común. Éste se plasma a veces en
un sitio sagrado (un tipo de wak’a) o lugar de origen (paqarina). Los grupos tienen terri-
torios muchas veces discontinuos entre diferentes ecologías, autoridades y jurisdicciones
propias. Pueden haber ayllus más pequeños dentro de otros más grandes, formando el
sistema segmentario que comúnmente se encuentra en el Collao y en Charcas.
3 Muchas veces se supone que las sociedades llamadas behetrías por los invasores europeos
eran todas descentralizadas, sin autoridades permanentes o señores hereditarios. Pero las
behetrías peninsulares tenían el derecho de elegir al señor a quien ofrecer sus servicios y a
veces este señor podía reemplazarse por su hijo u otro de su linaje. Algo parecido sucedió
también en el caso de los señoríos aymaras. Ver Claudio Sánchez-Albornoz, “Las behetrías.
Las encomendaciones en Asturias, León y Castilla”, Anuario de historia del derecho español
I, 1924; Bartolomé Clavero, “Behetría, 1255-1356. Crisis de una institución de señorío y
de la formación de un derecho regional en Castilla”, Anuario de historia del derecho español
XLIV, 1974.
INTRODUCCIÓN 5
I. Culto
7 Las naciones de Charcas son llamadas las “siete naciones” en el Memorial de Charcas, ver
la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 20 (f.9v, @ 48). Entre ellas estaban los Qaraqara y
los Charka. Pero esto no significa que su número fuera siete en todos los contextos, como
veremos en el Ensayo de Interpretación “Charka Rojo, Charka Blanco” (acápite 4).
8 Compárese otro documento de este tipo analizado por Victoria Castro, “Un proceso de
extirpación de idolatrías en Atacama, siglo XVII”, en Historia y Cultura 20, La Paz, 1991.
Una fuente excepcional es De las costumbres y conversión de los indios del Perú, una memoria
enviada a Felipe II en 1588 por el padre Bartolomé Álvarez, cura de Aullagas (lago Awllaka).
Ma. del Carmen Martín Rubio, Juan J.R. Villarías Robles, Fermín del Pino Díaz (comps.),
Ediciones Polifemo, Madrid, 1998 [1588].
INTRODUCCIÓN 7
II. Encomienda
III. Tasa
IV. Tierra
V. Mallku
10 Waldemar Espinoza Soriano (ed.), “El ‘Memorial de Charcas’: crónica inédita de 1582”,
en Revista Nacional de Educación, Chosica, 1969. Una nueva edición fue publicada por
el mismo investigador en Temas de Etnohistoria Boliviana. Maestría en Historia Andinas y
Amazónicas (UMSA) y Colegio de Historiadores de Bolivia. La Paz 2003.
INTRODUCCIÓN 11
11 Cf. Martín Lienhard, La voz y su huella: escritura y conflicto étnico-cultural en América Latina,
1492-1988, Editorial Horizonte, Lima, 1992.
12 Mariusz Ziólkowski, “El Inka y el breviario, o, Del arte de conversar con las huacas”.
Ponencia leída en la Escuela de Estudios Hispano Americanos (CSIC), Sevilla, noviembre
de 2002. También Mariusz Ziólkowski, La guerra de los Wawqis. Los objetivos y mecanismos
de la rivalidad dentro de la élite inka, siglos XV-XVI. Colección Abya-Yala 41, Quito, 1997.
13 Estas situaciones “transicionales” despiertan cada vez más interés entre los estudiosos de
“la escritura” y sus relaciones con “la oralidad”. Ver, por ejemplo, para la Edad Media
europea, Mary Carruthers, The Book of Memory, Cambridge University Press, Cambridge,
1991.
14 Ver la Tercera Parte, “Tasa”, Documentos 6 y 7. También Jeffrey Quilter y Gary Urton
(comps.), Narrative Threads: Accounting and Recounting in Andean Khipu, Texas University
Press, Austin, 2002.
12 QARAQARA - CHARKA
Otro testigo, esta vez español, mencionó el mismo proceso u otro similar:
se trató de las cosas antiguas pasadas en cierta junta que hubo de caciques de esta
provincia, asimismo se trató y oyó este testigo decir a los dichos caciques que el
dicho Cumsara decía la culpa que había tenido en la dicha resistencia.16
política de cada narrador, junto con los indicios empíricos que le ofrecen una
gama amplia de estímulos mnemónicos.19
iii) El tercer plano es el texto escrito, que se estructura sobre la base de los
testimonios, tanto andinos como europeos, obtenidos según las reglas
hermenéuticas prescritas por la tradición jurídica española, y volcados
por los intérpretes y el escribano a las formas estilísticas aceptadas por
la Corte. Aquí interviene una serie de procedimientos dirigidos a ase-
gurar la fiabilidad de las transcripciones. Por ejemplo, se suponía que
la autenticidad del traslado de cada escribano estaba garantizada por un
certificado firmado por otros escribanos, aunque puede preguntarse qué
arreglos habrán existido dentro de ese gremio para asegurarse mutua-
mente el certificado deseado. En efecto, los certificados no excluyen las
idiosincrasias de grafía y lapsus de cada escribano individual, además del
deterioro del texto original a través de múltiples copias y traslados hasta
llegar a nuestras manos.
Además, el testimonio viva voce de los testigos andinos adquiere una auto-
ridad anterior a la de la escritura alfabética. Así se entienden las instrucciones
jurídicas para la interrogación a los testigos.20 Los jueces deben “hacer parecer”
a todos los testigos, pedirles juramento, y preguntarles por “el conocimiento
de las partes y la edad” antes de pasar al Interrogatorio:
Las instrucciones conforman una serie de criterios que evalúan las “con-
diciones de verdad” de cada proposición ofrecida por el testigo. Pero los tres
verbos de “conocimiento” citados –“saber”, “oir decir” y “creer”– señalan el
grado de confiabilidad de los testimonios en términos que corresponden, grosso
modo, al uso en el habla aymara de los tres sufijos evidenciales: –wa, –si y –chi
(o en quechua: –mi, –si, y –cha). Estos también indican, respectivamente, un
conocimiento directo, indirecto e incierto. En este sentido, los criterios de
evidencia utilizados por ambas comunidades lingüísticas son muy parecidos,
19 Ver la Presentación de la Tercera Parte, “Tasa”. Para el “habla histórico” propio de los
quechua-hablantes, que tiende a vincular la memoria con el paisaje, cf. Rosaleen Howard-
Malverde, The Speaking of History. “Willapaakushayki” or Quechua Ways of Telling the Past,
Research Paper No 21, Institute of Latin American Studies, London 1990.
20 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 21.
14 QARAQARA - CHARKA
Más allá de estas tres etapas en la construcción del testimonio, debe tomarse
en cuenta la intertextualidad de las voces de los diferentes testigos en el interior
de un documento. A fin de cuentas, cada testimonio es un comentario o una res-
puesta a una pregunta cerrada, formulada por el presentante del Interrogatorio,
y en este sentido todos resultan de una fuerte presión homogenizante. Pero al
mismo tiempo, muestran algunas especificidades en función del grado de cercanía
temporal o cultural del testigo a las personas o los sucesos correspondientes. Estos
detalles idiosincráticos son de una importancia excepcional, en cuanto pueden
ofrecer información que no forma parte de la versión “recibida” de los hechos.
Incluso cuando se trata de un mismo hecho, éste es descrito por testigos diferen-
tes a partir de los campos discursivos propios de cada uno. Entonces podemos
decir, nuevamente, que no tenemos “datos puros”: sólo existen las perspectivas
diferentes sobre los acontecimientos que nos son remitidas por el discurso de
cada testigo y que deben ser sometidas a la crítica del historiador.
Pero si los detalles idiosincráticos son pistas hacia una nueva historia de
los acontecimientos, es evidente que el consensus sobre algún punto esencial, o
varios de éstos, también nos ayuda a construir la historicidad de un evento. Es
así sobretodo cuando nos encontramos ante la repetición de ciertas frases
–“Copacatiaraca dió la obediencia al inca”, por ejemplo, o “Coysara fue el
primero en dar la obediencia a los españoles”– que nos sugiere la presencia de
un acontecimiento histórico como si fuera una mosca capturada en el ámbar
del consensus narrativo. En su estudio de la tradición oral africana, Jan Vansina
dio el nombre de “clisé” a tales “núcleos formulaicos” y sostuvo que son estas
fórmulas las que nos abren una ventana privilegiada hacia el acontecimiento.
Sin embargo, no todas las frases estereotipadas nos conducen al plano del
acontecimiento. También pueden ser el producto de lo que podríamos llamar
la pragmática21 de cada género documental, es decir, la manera en que se van
construyendo, dentro del discurso del documento, los puntos obligatorios de
referencia que autorizan la “verdad” del contenido, de acuerdo con las reglas
formales, las presiones institucionales y los propósitos legales de cada tipo de
documento.
Por ejemplo, un cura que presenta en una Probanza el relato de sus ser-
vicios a Dios y al Rey tenderá a exagerar sus logros en función de su objetivo
promocional. Los curas que presentan Probanzas suelen jactarse de su conoci-
miento excelente del quechua y del aymara, por ejemplo, y de las multitudes
de indios a quienes han llevado al conocimiento de “nuestra santa fe católica”.
21 Tomamos esta frase de una exposición presentada por Ana María Lorandi en el II Congreso
de Etnohistoria. El Quisco, Chile, 1993.
INTRODUCCIÓN 15
23 Nos hemos inspirado en nuestras experiencias previas de elaborar en forma visual las in-
terpretaciones del espacio histórico. Ver, por ejemplo, Tristan Platt, “Mapas coloniales de
Chayanta: dos visiones conflictivas de un solo paisaje”, en Estudios bolivianos en homenaje a
Gunnar Mendoza, La Paz, 1978; Olivia Harris y Tristan Platt, “Mapa de los Ayllus del Norte
de Potosí”, en Annales E.S.C., París, 1978; Thierry Saignes, Los andes orientales: historia de
un olvido, CERES/IFEA, La Paz, 1985; Thierry Saignes, En busca del poblamiento étnico de
los andes bolivianos (Siglos XV y XVI), Avances de Investigación No. 3, Museo Nacional de
Etnografía y Folklore, La Paz, 1986; France-Marie Rénard-Casevitz, Thierry Saignes,
Anne-Christine Taylor-Descola, L’Inca, l’Espagnol et les Sauvages, Éditions Recherche sur
les Civilisations, París, 1986; Olivia Harris, “Ecological duality and the rôle of the center”,
en Shozo Masuda, Izumi Shimada y Craig Morris (comps.), Andean Ecology and Civilization
University of Tokyo Press, Tokyo, 1986; Thérèse Bouysse-Cassagne, La identidad aymara,
aproximación histórica (Siglos XV-XVI), HISBOL/IFEA, La Paz, 1987; Tristan Platt, Los
guerreros de Cristo, ASUR-PLURAL, La Paz-Sucre, 1996.
INTRODUCCIÓN 17
24 Nathan Wachtel, “Hommes de l’eau: le problème uru (XVI-XVII siècles)” Annales E.S.C.
33e année, No. 5-6, París, 1978.
25 Los dibujos de Chuquisaca y Potosí se basan en los de Waman Puma. Para los caminos
y tambos hemos seguido la lista de Cristóbal Vaca de Castro, de 1543: “Ordenanzas de
tambos”, en Revista Histórica, tomo III (4), Lima, 1909 (pp.427-492), y hemos consultado
los trabajos de John Hyslop, The Inka Road System, Academic Press, New York, 1984, y
“Las fronteras estatales extremas del Tawantinsuyu”, en Tom Dillehay y Patricia Netherly
(comps.), La frontera del Estado Inca, Abya Yala, Quito, 1998.
26 Por ejemplo, Mapa La Paz, Departament of Geodesy and Cartography, Republica De-
mocrática Alemana, 1966; los mapas del Instituto Geográfico Militar de Bolivia, La Paz,
1966; mapas cantonales del Instituto Nacional de Estadística de Bolivia, La Paz, 1978;
Atlas de los ayllus de Chayanta (elaborado por Fernando Mendoza, Willer Flores y Catherine
Letourneux), PAC-Potosí, La Paz, 1994; Atlas de los ayllus del norte de Potosí (elaborado por
Fernando Mendoza y Félix Patzi), PAC-Potosí, La Paz, 1997.
18 QARAQARA - CHARKA
*****
30 Reiner Tom Zuidema, The Ceque System of Cuzco, Brill, Leiden 1964; Del Río, Relaciones
interétnicas ... (1997). Ver también Olivia Harris, “Los límites como problema: mapas et-
nohistóricos en los Andes”, en Thérèse Bouysse-Cassagne (comp.), Saberes y memorias: In
Memoriam Thierry Saignes, IHEAL/IFEA, París-Lima 1997; Lindsey Crickmay, “Spanish
‘mojon’ as a translation of Quechua and Aymara terms for ‘limit’”. Ponencia presentada
al 50 Congreso Internacional de Americanistas, Varsovia, 2000.
31 Ver Verónica Cereceda, “Sémiologie des tissus andins”, Annales E.S.C. 33e Année, Nos.
5-6. Armand Colin, París, 1978; Olivia Harris, “Ecological duality ...” (1986).
32 Ver, por ejemplo, el “mapa tejido en ropa de cumbi”, que formó parte del intercambio
de regalos entre el Inka Pachakuti y el Mallku de los Charka Blancos, Tata Ayra Kanchi.
Quinta Parte, “Mallku”, Documento 16 [f.7v, 16r, 19v].
20 QARAQARA - CHARKA
los cuales se juntaban a holgarse, y este testigo se hallaba con ellos en los
convites como hijo del dicho Cuysara, y vió que los dichos indios Caracaras
traían al dicho cacique Gualca en hombros en una lampa, que así la nombra-
ban en su lengua;1
y vió este testigo que hacía y disponía a su voluntad de todo lo que quería,
nombrando caciques, segundas personas y todos los más pueblos de la nación,
y mudando a los nombrados y poniendo otros de nuevo ...
Este testimonio, dado por don Pedro Ayawiri en 1612, demuestra la es-
trecha relación que mantuvo su padre Kuysara, Mallku de los Charka, con el
Mallku de los Qaraqara, Wallqa, unos 70 años antes. En sus palabras percibi-
1 “Lampa: Lítera. La de los Caciques antiguos era como una grande hanega, de mimbres, o
ramos delgados, con sus palos para llevarla”. Ludovico Bertonio, Vocabulario de la lengua
aymara, Universidad Mayor de San Andrés, La Paz, 1956 [1612].
2 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 18 (f.319r-v).
24 QARAQARA - CHARKA
mos el recuerdo de la alianza política y ceremonial que unía a las dos provincias
aymaras más poderosas de la vertiente suroriental del Tawantinsuyu. Aquellos
señores, que viajaban en literas cuando se visitaban unos a otros y que tenían
capacidad de nombrar y cambiar a los principales de sus señoríos, obviamente
eran de alta alcurnia y además gozaban de privilegios hereditarios. Los vínculos
entre ellos constituyen un elemento que conviene tomar en cuenta al tratar
de la formación de sus señoríos y de los cambios internos que se llevaron a
cabo en sus territorios bajo el Inka Wayna Qhapaq, cuando se constituyó lo
que llamaremos la “Confederacion Qaraqara-Charka”.
Sea por la fuerza, sea por la diplomacia, esta Confederación se iba cons-
tituyendo como un conjunto político a lo largo del período llamado por los
arqueólogos el Intermedio Tardío, es decir, después del eclipse de Tiwanaku
(c. 1100 D.C.) hasta la consolidación del Tawantinsuyu (c. 1450 D.C.). La for-
mación de las dos federaciones que estudiaremos estaba en marcha antes de
la incorporación de sus territorios al Tawantinsuyu a mediados del siglo XV,
aunque con el acceso de Wayna Qhapaq a fines del mismo siglo se produci-
rían grandes cambios en sus relaciones. A estos se sumó otro reordenamiento
profundo que se llevó a cabo en las décadas que siguieron la invasión del sur
del imperio inka por los hermanos Hernando y Gonzalo Pizarro en 1538.
Las fronteras internas y externas de estos señoríos, fijadas a lo largo de un
proceso dilatado de guerras y alianzas (que por la escasez de estudios arqueoló-
gicos sigue siendo difícil de evaluar),3 señalan las zonas más frágiles del territorio
y las más prontas a romperse, sobre todo durante el proceso de fragmentación
que sucedió a raíz de la invasión europea. De ahí que el concepto de “nación”
difícilmente pueda aplicarse a la realidad social que estudiamos, aun cuando
aparece en los documentos en boca de los Mallku. La región que estudiamos
se asemeja, no al modelo de “nación” (concepto que conlleva asociaciones
ideológicas de unidad originaria, territorialidad excluyente y homogeneidad
interna), sino al modelo de “confederación”, pues ésta puede organizarse en
una jerarquía de segmentos diferentes, pero aproximadamente equivalentes
en cada nivel. Es posible que bajo el Inka tal estructura organizativa llegase a
consolidarse de una manera más estable que en el Intermedio Tardío, cuando
el juego de poderes dentro de cada señorío fue probablemente más fluido. Sin
embargo, incluso bajo el Tawantinsuyu, las fronteras entre las provincias a
menudo consistían en grupos intercalados y salpicados, y no deben confundirse
con las fronteras excluyentes e impermeables que caracterizan las jurisdicciones
de las naciones modernas.
Los Qaraqara y los Charka pertenecían además a un espacio geopolítico
más amplio, la denominada provincia de Charcas, cuya especificidad procura-
remos aclarar en adelante. Dicho espacio fue poblado por varios señoríos que
en el Memorial de Charcas –documento que emplea a menudo la retórica po-
lítica de la reivindicación– se denominan las “siete naciones” de Charcas (ver
abajo el acápite 4). Entonces debemos investigar también las relaciones entre
la Confederación Qaraqara-Charka y sus vecinos dentro de esta “provincia”
mayor, que más tarde daría su nombre a la Audiencia de Charcas, como la unidad
administrativa colonial cuya sede se fijaría en la Villa de Plata o Chuquisaca
(hoy Sucre, la capital de Bolivia).
La historia que escribimos se sitúa no sólo dentro del siglo largo que enmarcan
las fechas de nuestros documentos (1539-1646), sino también antes y después de
ellas. No puede existir la sincronía perfecta, el estado que detiene instantáneamen-
te el fluir del tiempo y que suspende todas las duraciones. Sería ficticio imaginar
tal estado de las cosas; además, el enfoque perdería mucho de su interés, puesto
que este libro maneja un corpus documental que combina varias temporalidades.
A menudo la documentación que a continuación leeremos condensa las etapas
como en un palimpsesto o pone el enfoque en un solo aspecto, ocultando la cro-
nología de la formación de estos dos señoríos. Sin embargo, si tuviéramos que
sugerir posibles criterios de periodización, convendría considerar varias fases de
transformación. No todas implican necesariamente una ruptura y algunas pueden
haberse prolongado, combinándose con otras, durante varios siglos.
La hipótesis de una llegada de grupos de habla aymara al Altiplano ha
servido, hasta hace poco, para plantear un momento fundador en la historia de
la región. Tal hipótesis se basaba en la interpretación de datos históricos muy
escasos, que sugerían varias oleadas migratorias procedentes de la costa del
Pacífico, al sur de Atacama.4 Dichos datos, sin embargo, discrepan de los de
4 Hipótesis emitida por Teresa Gisbert, por ejemplo, en “Los cronistas y las migraciones
aymaras”, en Historia y Cultura 12, La Paz, 1987. Gisbert se apoya en Pedro Mercado de
Peñaloza, “Relación de la Provincia de los Pacajes”, en Relaciones Geográficas de Indias, t. 1.
Biblioteca de Autores Españoles, t. CLXXXIII, Madrid, 1965 (pp. 337-338); y en Pedro
26 QARAQARA - CHARKA
Cieza de León, Crónica del Perú, Segunda Parte, Pontificia Universidad Católica del Peru,
Lima, 1986 (pp. 337-338). Cieza dice: “También cuentan ... que en la isla de Titicaca en los
siglos pasados hubo unas gentes barbadas blancas como nosotros; y que saliendo del valle
de Coquimbo un capitán, que había por nombre Cari, allegó a donde ahora es Chucuito,
de donde después de haber hecho algunas nuevas poblaciones pasó con su gente a la isla
y dió tal guerra a esta gente que digo que los mató a todos”. Peñaloza dice que una parte
de los Pakasa vinieron desde los Karanqa (cordillera Occidental más al sur) y otra parte
desde el lago Titicaca. Estas leyendas deben compatibilizarse con la evidencia lingüística
y arqueológica que conduce a otras conclusiones.
5 Los estudios de Bird sobre las lenguas de la costa, que se fundan en la obra de fray Luis
de Valdivia (1606), consideran que los habitantes de Copiapó, cerca de Coquimbo, ha-
blaban una lengua de origen arawak. Sobre el tema, ver Thérèse Bouysse-Cassagne, “Le
lac Titicaca: histoire perdue d’une mer intérieure”, Bulletin de l’’Institut Français d’Etudes
Andines, 21 (1), Lima-París, 1992.
6 Esta hipótesis ha sido abonada por Alfredo Torero, El quechua y la historia social andina,
Universidad Ricardo Palma, Lima, 1974. Rodolfo Cerrón-Palomino apoya la hipótesis de
un origen inmediato entre Cañete y Nazca, procedente de la sierra central, pero plantea un
proceso de expansión que no llegaría al sur del lago Titicaca hasta el siglo XI D.C. Ver “El
origen centroandino del aimara”, en Peter Kaulicke y William H. Isbell (comps.), Huari y
Tiwanaku: modelos vs. evidencias, Boletín de Arqueología PUCP, No 4, Lima, 2000. Según este
autor, el pukina habría sido el idioma de Tiwanaku y el aymara la “lengua de Huari”. Com-
párese J.H. Hiltunen, Ancient Kings of Peru, Suomen Historiallinen Seura, Helsinki, 1999.
7 Catherine Julien, Hatunqolla: A View of Inca Rule from the Lake Titicaca Region. Publications
in Anthropology, Vol. 15, University of California Press, Berkeley, 1983. Juan Albarracín-
Jordán, Tiwanaku. Arqueología regional y dinámica segmentaria, Plural, La Paz, 1996. Juan
Albarracín-Jordán y J.E. Matthew, Asentamientos prehispánicos del valle de Tiwanaku, Cima,
La Paz, 1990. Cf. M. Pärssinen & A. Siiriäinen, “Inka-Style ceramics and their chronolo-
gical relationship to the inka expansion in the southern Lake Titicaca area (Bolivia)”, en
American Antiquity, Vol. 8, (3), 1997.
8 Cf. Alan Kolata, The Tiwanaku, Blackwells, Oxford, 1993. Ver también la reseña del libro
de Kolata por William Isbell, en American Anthropologist 96, 1994.
ENSAYO DE INTERPRETACIÓN 27
Mapa 1
Ubicación de Charcas y del
Mapa 1: Ubicación de Charcas y delCollao
Collaodentro deldel
dentro Tawantinsuyu
Tawantinsuyu
AN
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ATACAMA
ATAC
Jujuy
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Lago Salta
0 250 km TUCUMAN
Copiapo CHILE
dores”, Histórica IX.2, Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, 1985. Rowe propone
que esta tradición dinástica, que atribuye la conquista del sur a los tres hijos de Pachakuti,
se basa en un khipu incaico.
10 Ver Quipocamayos, “Discurso sobre la Descendencia...” (1920 [c. 1542]:15), donde se
afirma que Wiraqucha “conquistó hasta Paria, todos los Pacajes y Carangas y se le vinieron
de paz parte de los Charcas y todo Humasuyo hasta Guarina...”. Según la misma fuente (p.
17), el Inka Wiraqucha fue también quien ordenó el uso del aymara como lengua general
en el sur.
11 Ver Poma de Ayala, Nueva Corónica… ([1612] 1980:ff.151-2). Cf. Lámina 1.
12 Pärssinen y Siiriäinen, “Inka-Style ceramics...” (1997).
13 Iván Muñoz y Juan Chacama, “La ocupación tardía de Sapahuira y su vinculación a la
organización económica y social inca”, en Revista Chungará 18, 1987, (pp. 67-89).
14 Para el significado de la revelación celestial que sobrevino al Inka Yupanki (Pachakuti) al
inicio de su gobierno, ver Mariusz Ziolkówski, “La Piedra del Cielo: algunos aspectos de
la educación e iniciación religiosa de los príncipes incas”, en Antropológica, t. II. 2, Lima,
1984; y la Presentación de la Primera Parte, “Culto”.
15 La introducción del calendario gregoriano se hacía efectiva en el mundo católico desde
1582, cuando una comisión papal decidió que el 4 de octubre sería seguido por el 15 de
octubre para restaurar la armonía del calendario religioso cristiano con el calendario
solar.
ENSAYO DE INTERPRETACIÓN 29
16 Un artículo reciente elaborado por dos geólogos especializados en medio ambiente sostiene
que la explotación de los yacimientos superficiales de plata del Cerro de Potosí empezó
mucho antes de la conquista, es decir, poco después de 1000 D.C. con un pico máximo en
torno a 1100 fines del Horizonte Medio. Sus conclusiones están basadas sobre el estudio
de los sedimentos de un lago cercano y en la dirección predominante de los vientos pro-
cedentes del Cerro de Potosí. Los sedimentos estudiados contienen trazas de elementos
metálicos emitidas a la atmósfera con el humo de los wayras, donde se beneficiaba con
plomo la plata en el Cerro Rico. Ver Mark B. Abbott y Alexander P. Wolfe, “Intensive
Pre-Incan Metallurgy Recorded by Lake Sediments from the Bolivian Andes”, en Science,
Vol. 301, (26 de septiembre de 2003).
17 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 16.
30 QARAQARA - CHARKA
19 Por ejemplo, el horno portátil de viento (wayra) seguía usándose en Porco a fines del
siglo XIX. Ver Robert Peele, “A Primitive Smelting-Furnace”, en The School of Mines
Quarterly 15. 1893. Citado en Heather Lechtman, “A Metallurgical Site-Survey in the
Peruvian Andes”, en Journal of Field Archaeology, Vol. 3, No. 1, Boston University, Boston,
1976.
20 Ver Pierre Nora, Les lieux de memoire, 3 tomos, Gallimard, París, 1984-1992.
32 QARAQARA - CHARKA
duración, las estructuras constituyen los elementos estables para muchas ge-
neraciones, frenando e impidiendo las transformaciones históricas.21
Debido a su participación consciente en estas estructuras, a la vez que con-
tribuía a transformarlas, el Tawantinsuyu pertenecía a un ritmo temporal y a un
sistema cultural de significados, los cuales eran distintos a los que impusieron los
europeos. Sin embargo, en la sociedad andina colonizada cierta parte del sistema
español de explotación fue reevaluado a partir de las estructuras locales vigentes,
de modo que éstas pasaron a formar una infraestructura dentro del sistema co-
lonial que matizó, en parte, la estimación y composición de la historia colonial.
En este caso las estructuras locales persistieron, aunque con otro significado, no
sólo porque constituían un mero freno impuesto por el orden local, sino porque
facilitaban la buena marcha del sistema colonial andino.
Por ejemplo, la Presentación de la Segunda Parte, “Encomienda”, de-
muestra la manera en que la administración española tomaba en cuenta estos
elementos fundamentales, siguiendo una lógica administrativa e intereses
propios. Gracias a las encomiendas podemos comprender cómo los Pizarro se
apropiaron personalmente del dominio de los Inka y de las jurisdicciones de
los señores de Qaraqara y Charka al imponer su propia historia a las historias
anteriores, al mismo tiempo que intentaban legitimar el dominio europeo.
El ejemplo de larga duración más accesible es el de los límites impuestos
por el marco geográfico. El clima, las vegetaciones, las poblaciones animales y
los cultivos conformaban un sistema cultural cuyo equilibrio era el producto de
un proceso lento. De la misma manera, las vías de comunicación, las carreteras
y las encrucijadas ofrecen un marco relativamente rígido para la emergencia y
transformación de las culturas. Esta metodología22 cobra un sentido especial en
los Andes, donde, como bien sabemos, gran parte de la historia fue inscrita en el
paisaje o se valió de él. Al respecto, basta acordarse del sistema imperial de los
ceques de Cusco.23 Dicha forma de inscripción no pertenecía exclusivamente
al imperio Inka, sino a todos los grandes Estados andinos (Wari, Tiwanaku
e Inka), como también a muchas comunidades pequeñas. Todos enfatizaban
esta “escritura” geográfica porque, al igual que los khipu o chinu, constituía
un método de gobierno y de organización social.24 Las sociedades locales, por
21 Fernand Braudel, “Histoire et sciences sociales: la longue durée”, Annales E.S.C. No. 4,
París, 1958, pp. 716-753.
22 Fernand Braudel, La Méditerranée et le monde méditerranéen à l’époque de Philippe II, Armand
Colin (quinta edición), París, 1982.
23 Zuidema, The ceque system… (1964).
24 Para la lectura del paisaje en comunidades pequeñas, ver Gilles Rivière, Sabaya: structures
socio-économiques et représentations symboliques dans le Carangas, Bolivie. Tesis de doctorado,
École des Hautes Études en Sciences Sociales, París, 1982. Nathan Wachtel, Le rétour des
ancêtres: les Indiens Urus de Bolivie, XX–XVI siècle. Essai d’histoire régressive, Éditions Galli-
mard, París, 1990. Joanne Rappaport, The Politics of Memory, Cambridge University Press,
1990. Denise Arnold, Domingo Jiménez y Juan de Dios Yapita, Hacia un orden andino de
las cosas, HISBOL / ILCA, La Paz, 1992. Abercrombie, Pathways… (1998).
ENSAYO DE INTERPRETACIÓN 33
más pequeñas que hubiesen sido, otorgaban un papel religioso a tal o cual río
o monte, cercaban los campos con piedras, defendían las fronteras con pukaras
de guerra y defensa, amontonaban sus apachitas y adoraban a sus wak’as.25 En
diferentes escalas, los distintos grupos sociales creaban una escritura propia
por medio de las trazas significativas que dejaban en el paisaje sacralizado.
Al sur del Collao, donde la población se concentraba en el altiplano alre-
dedor del lago Titicaca, va creciendo la aridez y la salinidad de los suelos con
un aumento correspondiente a la importancia del pastoreo de llamas; éstas, a
su vez, solucionan las necesidades de transporte y movilidad de una población
cada vez más dispersa.26 El Mapa 2 muestra dicho aumento, como también el
límite inferior del crecimiento del arbusto altiplánico t’ula (Lepidophyllum) a
los 3.500 msnm, frontera que, según Carl Troll,27 divide la puna de los valles
orientales. Si bien la costa se convierte en un desierto casi continuo, salpicado
de escasos oasis, quebradas regadas por ríos sin desembocadura (aparte del río
Loa) y algunos campos hundidos en las llanuras de Tarapacá, en el altiplano el
centro de la población se va desplazando cada vez más hacia la vertiente oriental
de los Andes. Los Qaraqara y los Charka daban las espaldas al mar y ocupaban
territorios volcados hacia los valles interandinos. Constituían por este motivo un
espacio esencialmente continental en el que conformaban el principal elemento
acuático los ríos que descendían desde la divisoria de aguas entre tres vertientes
fluviales –Altiplano, Amazonas y La Plata– en las alturas de la cordillera de los
Asanaqi. En esta cordillera, situada en la orilla oriental del altiplano, nacen los
ríos Caine y Grande, que bajan hacia la cuenca amazónica, y el río Pilcomayo,
perteneciente al sistema fluvial del río de La Plata. Esta situación explica, por
un lado, el interés Qaraqara-Charka en las tierras de pie de monte y “ceja de
selva”, donde compartían el espacio fronterizo con “indios de arco y flecha”,
y buscaban defender sus territorios mediante el establecimiento de fortalezas
en las fronteras.28 Por otro lado, su ubicación geográfica también explica su
25 Para los montones de piedras acumuladas en los desfiladeros andinos, ver Louis Girault,
Rituales en las regiones andinas de Bolivia y Perú, CERES-MUSEF-QUIPOS, La Paz, 1988
[1972]. Para la religión de los wak’as, ver Pierre Duviols, La lutte contre les religions autoc-
thones dans le Pérou coloniale, Institut Français d’Études Andines, Lima-París, 1972. Frank
Salomon y George Urioste, The Huarochiri Manuscript. A Testament of Ancient Colonial
Andean Religion, University of Texas Press, 1991. Kenneth Mills, Idolatry and its Enemies,
University of Princeton Press, 1997.
26 Lautaro Núñez y Tom Dillehay, Movilidad giratoria, armonía social y desarrollo en los Andes
Meridionales: Patrones de tráfico e interacción económica, Universidad Católica del Norte,
Antofagasta, 1995.
27 Carl Troll, “The Cordilleras of the Tropical Americas: Aspects of Climatic, Phytogeo-
graphical and Agrarian Ecology”, en Geoecology of the Mountainous Regions of the Tropical
Americas, Geog. Inst., University of Bonn, Bonn, 1968.
28 Renard-Casewitz, Saignes, Taylor-Descola, L’Inca, l’Espagnol… (1986). Thierry Saignes,
Ava y Karai. Ensayos sobre la frontera chiriguano. Siglos XVI-XX, HISBOL, La Paz, 1990.
34 QARAQARA - CHARKA
Mapa 2
Zonas geo-ecológicas surandinas
ENSAYO DE INTERPRETACIÓN 35
Collao y CharcasFigura
(croquis)
1
Collao y Charcas (croquis)
Cusco
La Raya / Vilcanota
Ayawiri
Arequipa
COLLAO
Lago Titikaka
Caracollo
CHARCAS
Paria
Cochabamba
Tarapacá Sacaca
Macha
Lago Awllaka
Lago Coipasa
Atacama
Porco
don Fernando porque los unos eran ovejeros y los de este dicho don Fernando eran señores
y gentes soldados de guerra”. El contraste entre “pastores” y “agricultores” que postula-
mos se confirma en la Visita de La Gasca, en 1549, al repartimiento de los indios Kulu y
Kakina [Colo Caquina], parte de Qaraqara, cuyo cacique Warachi contestó al intérprete
que tenían “rescates y contrataciones” con los “indios Quillacas y Aullagas”, de quienes
recibían “ropa y ganado, porque ellos ... [son] de mucho maíz, y los dichos Carangas [sic]
y Aullagas son ... del ganado”. Ver AGI Justicia 434 No. 1, R3. Pedro de Córdoba con el Fiscal
de Su Magestad sobre derecho a los Yndios Charcas.
34 Se trata de un contraste polarizado porque en la región de Charcas las minas –incluida la
de Porco– eran excepcionalmente importantes. Sin embargo, no deben olvidarse las minas
de cobre en Corocoro ni las de oro en Carabaya, ambas en el Collao. Ver Jean Berthelot,
“L’exploitation des métaux précieux au temps des Incas”, Annales E.S.C. No 5-6, Armand
Collin, París, 1978. Además, no queremos sugerir que no hubo, entre los Qaraqara y los
Charka, un número importante de llamas y alpacas, esenciales para el transporte económico
y militar, y para los tejidos: zonas especializadas de pastoreo se encuentran en Tinguipaya,
Caripuyo y el despoblado de Coroma (ver el Mapa 2.1).
35 Bernabé Cobo, Historia del nuevo mundo, Biblioteca de Autores Españoles, t. XCI-XCII,
Madrid, 1964. (Lib. IX, caps. 1-3). Antonio Vázquez de Espinosa, Compendio y descripción de
las Indias occidentales. Smithsonian Miscellaneous Collections, No. 108, Washington 1948
[1628]. Los mismos nombres consignados por Vasquez de Espinosa y Cobo se encuentran
aún en uso entre los quechua–hablantes en la región. Agradecemos a David Roubik, del
Smithsonian Tropical Research Institute (Panamá), las siguientes identificaciones taxo-
nómicas:
Cronistas Quechua moderno Taxonomía latina
Abejas tropicales sin aguijón
Linchupa (V. de E.) ilinchupa Paratrigona lineata glabella
“mosquito” (Cobo) ch’ujñi Plebeia
? siñurita Tetragonisca angustula
Huancoyro (Cobo, V. de E.) wanquyru Bombus
? miel de burro / wurru ullu Lestrimelitta (abeja ladrón)
tocto (V. de E.) toctopunku / (?), colmena Melipona (?)
38 QARAQARA - CHARKA
Avispas
yao (V. de E.) yaqhu ¿Polibius occidentalis?
lachihuana (Cobo, V. de E.) lachiwana Brachygastra lechiguana
phutihuana (Cobo) phutiwana ¿Brachygastra mellifica?
daban estancadas y el drenaje difícil debido a las desigualdades del terreno; estas
aguas muertas eran fuentes de enfermedades. Ganar tierras nuevas significaba
a la vez aumentar la producción y alejar el espectro siempre presente de la en-
fermedad. Si se descuidaban los canales de drenaje o de riego, si aumentaba la
deforestación en las tierras altas o si menguaba la población del valle, las tierras
cultivables volvían rápidamente a ese estado insalubre y enfermizo primordial,
con marismas lodosas llenas de totorales. El equilibrio ecológico era frágil y difícil
de conseguir, y en Cochabamba la puesta en cultivo de aquel gran valle necesitaba
un esfuerzo continuo y un trabajo coordinado para asegurar el drenaje, la cons-
trucción y el mantenimiento de los canales, de los andenes, y de los almacenes.
El gran impulsor de este proyecto en tiempos históricos fue Wayna Qhapaq,40
pero éste quizás se apoyaba en obras agrícolas de la época de Tiwanaku,41 cuando
Cochabamba servía como un centro económico en expansión. Y es posible que
el proceso se haya iniciado, en forma reducida, incluso antes.42
Opinamos que los núcleos políticos en la provincia de Charcas y las fronte-
ras mineras y maiceras contribuyeron a la creación de un área cultural marcada
por ciertos rasgos culturales en común. Estos podían abarcar igualmente la
construcción de un canal y la práctica dialectal, el gusto por ciertas comidas y la
elaboración de una técnica, o las formas de creer y de amar. La agrupación regular
y la frecuencia de estos rasgos constituyen los primeros signos de una coherencia
cultural. Los arqueólogos tendrán que investigar sobre los préstamos y los inter-
cambios entre las diferentes regiones de Charcas. Los territorios compartidos,
tales como Cochabamba o las minas, serían lugares privilegiados para el estudio
arqueológico del grado de integración de los distintos grupos sociales.
40 Reginaldo de Lizárraga, Descripción breve de toda la tierra del Perú, Tucumán, Río de la Plata
y Chile. Biblioteca de Autores Españoles, t. CCXVI, Madrid, 1968 [1608].
41 Si bien algunas fuentes atribuyen al mismo Wayna Qhapaq las obras de desagüe y canalización
en el valle bajo, la cantidad de restos tiwanaku en el valle bajo indican que la limpieza del
valle para la agricultura estatal en gran escala ya se había iniciado siglos antes. Ver José Gor-
dillo y Mercedes del Río, La visita de Tiquipaya (1579). Análisis etno-demográfico de un padrón
toledano. UMSS-CERES-ODEC-FRE, Cochabamba, 1993 p. 78; Kolata, The Tiwanaku…
(1993:270-271); y Patrice Lecoq y Ricardo Céspedes, “Panorama archéologique des zones
méridionales de Bolivie (sud-est de Potosí)”, Bulletin de l’Institut Français d’Études Andines, t.
26, No. 1, Lima, 1997, pp. 21-61. Sin embargo, trabajos más recientes sugieren la existencia
de obras hidraúlicas en el Valle Bajo en el Formativo (comunicación personal de Claudia
Rivera). Posiblemente los señoríos altiplánicos lograron mantener algo de estas estructuras
durante el Intermedio Tardío. En todo caso, la base para la expansión inka ya estaba puesta
y hacía falta solamente limpiar, refaccionar y expandirla, es decir, “ponerla en orden”.
42 Sin embargo, según Kolata hubo una fuerte sequía entre 1245 y 1310, que podría haber
fomentado la agricultura en secano en Cochabamba durante el Intermedio Tardío. Ver
The Tiwanaku… (1993:285-7). Es posible que los grupos de altura hubiesen encontrado
la resistencia de los Chuy y los Quta, indios guerreros “de arco y flecha”, y los Chuy
aparentemente portadores de una lengua emparentada con el Yurakari. Según nuestras
fuentes, éstos eran los principales habitantes de Cochabamba cuando llegaron los Inka.
Cf. la Presentación de la Cuarta Parte, “Tierra”.
40 QARAQARA - CHARKA
Si bien el eje que va desde las minas altiplánicas a los valles de Cochabam-
ba revela un contraste fundamental, el cual ayuda a definir el territorio de los
Qaraqara y los Charka, existe otro eje casi perpendicular al primero que nos
introduce a otra gama de rasgos en común. Este segundo eje se extiende desde
Paria –el gran centro administrativo inka en territorio altiplánico de los Sura,
fronterizos con el Collao– hasta la frontera militar con los temibles Chiriwana,
en las tierras colindantes con el Chaco43 (Figura 2). Según informantes de las
mismas tierras bajas, el interés de los Chiriwana en subir a las alturas andinas
prolongaba las tentativas antiguas de aquellos pueblos orientales que buscaban
el “país de Candire” para poder aprovisionarse de metales preciosos. Ya desde
por lo menos la segunda mitad del siglo XV, los Chiriwana presionaban sobre
las fronteras surorientales de Charcas, y Garcilaso nos informa cómo el Inka
Tupaq Yupanki intentaba vanamente someter
Figura 2 la “provincia” de los Chiriwana
durante una campaña que duró dos años.44
El espacioFigura 2
de Charcas
El espacio de Charcas
INKA
MAIZ / COCA
Paria
Cochabamba
Lago Kuypasa
Cordil
Chuquisaca
CHIRIWANA
Porco
MINERALES
Hay varios episodios que, aunque tardíos, ilustran las dificultades que tuvie-
ron los Inka para contener las incursiones de los pueblos de la montaña y de la
selva, y las fuentes históricas se refieren a los muchos descendientes de “incas
orexones” que fueron instalados en las fortalezas de Pocona, Samaypata, Cuzcotoro
y Oroncota para asegurar el dominio del Inka sobre las nuevas fronteras conquis-
tadas (ver el Mapa 5). Algunos relatos ilustran la presión guaraní sobre el espacio
Charcas. Sarmiento de Gamboa escribe que mientras Wayna Qhapaq estaba ocu-
pado en la guerra de los Cayambis (en lo que hoy es el Ecuador), los Chiriwa-
na entraron en los Charcas y masacraron a una guarnición de la fortaleza de
Cuzcotoro, y que el Inka despachó a su capitán Yasca para que fuese a la guerra.
Éste hizo prisionero a varios Chiriwana y los mandó al Inka “para que viese la
extrañeza de aquella gente”, y reedificó las fortalezas destruidas.45
Arzans Orsúa y Vela46 ofrece una versión más bucólica del mismo episodio,
o quizás otro, que igualmente aconteció durante el reino de Wayna Qhapaq.
Según esta versión, el Inka llegó a Potosí y Chaquí, capital de los Qaraqara
del sur, donde más tarde Gonzalo Pizarro construiría el ingenio en donde se
beneficiaban los minerales procedentes de las minas vecinas de Porco. En
aquel momento, el Inka disfrutó de los baños termales de Chaquí y organizó
una campaña militar contra los Chiriwana, quienes habían invadido Porco.
Más tarde, los Chiriwana volverían a invadir la puna, llegando nuevamente a
saquear Chaquí.47 En ambos casos, las presiones político-militares procedentes
de los dos polos fronterizos del eje inka-guaraní convergieron sobre uno de
los principales centros religiosos del espacio minero de Charcas. De ahí, ine-
vitablemente, la cultura guerrera de los Qaraqara y los Charka, los Chicha y
los Chuy, que hizo de ellos los “soldados del inca”. El interés de los Chiriwana
en Porco habrá sido tanto religioso-militar como económico, pues debieron
oír de la fama de su wak’a, siendo ellos vecinos de los Chicha, los Chuy y de
los Yampara, todos ellos “indios de arco y flecha” en las fronteras orientales de
Charcas. Pero también tenían intereses más amplios en los recursos minerales
de las tierras altas, intercambiando maíz por turquesas de Lípez y Atacama.48
Cada vez que una ola migratoria de los Chiriwana mataba a los ocupantes
de una fortaleza, el Inka mandaba levantar una tropa de relevo entre los grupos
locales, sea gente de montaña o del altiplano.49 Fueron constantes las migra-
ciones guaraníes desde Paraguay y Brasil, y dificultaron mucho la conquista
cusqueña.50 En la expansión incaica hacia el este y el sureste, las fortalezas
45 Sarmiento de Gamboa, Historia General… (1942 [1572], cap. 61). Para un estudio de este
episodio y de la fortaleza de Cuzcotoro, cf. Martti Pärssinen y A. Siiriäinen, “Cuzcotoro
and the Inka Fortification system in Chuquisaca, Bolivia”, Baessler-Archiv, Berlín, 1998.
Murua añade que los Chiriwana continuaron su expedición hasta Chuquisaca.
46 Bartolomé Arzans Orsúa y Vela, Historia de la Villa Imperial de Potosí, Biblioteca del Ses-
quicentenario de la República, La Paz, 1975 (p. 81).
47 Ver Roberto Levillier, Gobernantes del Perú, t. 5, Buenos Aires, 1920-27. Citado en Mer-
cedes del Río, “Estrategias andinas de supervivencia; el control de recursos en Chaquí”,
en Presta (comp.), Espacio, etnias, frontera... (1995:63, No. 20).
48 Álvaro Alonso Barba, El arte de los metales, Potosí, 1967 [Madrid 1640] (Lib. I, Cap. XV).
49 Cf Pärssinen y Siiriäinen, “Cuzcotoro...” (1998). Del Río, “Estrategias andinas...” (1995).
Barragán, ¿Indios de arco y flecha?… (1994:93-119).
50 Con una de estas oleadas guaranís llegó en 1522 Alejo García, portugués, desde la costa
del Atlántico hasta la frontera suroriental del Tawantinsuyu. Este fue el ataque, causado
por la llegada de los portugueses a Brasil, que fue derrotado por el Inka Wayna Qhapaq.
En 1549 otros 300 tupi-guaranís llegaron a Chachapoyas, al noreste del Tawantinsuyu,
42 QARAQARA - CHARKA
el uno fue de los Charcas y otro de los Caracaras, y el otro de los Soras y el
otro de los Quillacas, y el otro de los Carangas y el otro de los Chuis, y el otro
de los Chichas, cada uno diferentes en la nación, hábitos y traje.
Ahora bien, todas las fuentes concuerdan en que el Mallku de los Charka,
Kuysara, fue el primero en ofrecer la obediencia a Su Majestad después de la
campaña de Cochabamba en 1538. Kuysara fue en aquél entonces el “capitán
general” de las fuerzas de Charcas en Cochabamba. Cuarenta y cinco años
...así llamaron entonces la provincia ‘de los Charcas’. Que si los Quillacas y
Carangas y Soras vinieran primero a la obediencia que los Charcas y Cara-
caras, llamárase esta provincia ‘provincia de los Carangas’, ‘de los Quillacas’
y ‘provincia de los Soras’, como es público y notorio.53
53 Ver el Memorial de Charcas en la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 20 (f.10r @ 49; con
el Apéndice).
54 Otras fuentes tardías apuntan a la misma conclusión. Diego de Mendoza escribe con refe-
rencia al período preincaico: “No obstante de contenerse en esta Provincia muchas naciones
de indios, tomó el apellido de los Charcas, por ser de las Provincias más principales de esta
región, y que adquirieron nombre de guerreros valerosos”. Ver Diego de Mendoza, Chrónica
de la provincia de San Antonio de los Charcas del orden de Nuestro Seráphico P. S. Francisco en las
Indias Occidentales, Ed. facsimilar, Casa Municipal de Cultura Franz Tamayo, La Paz, 1976.
Y Barragán cita a Garcilaso en el mismo sentido, en ¿Indios de arco y flecha?… (1994:115).
55 Otra posibilidad sería la “gran provincia de Paria” mencionada por Cieza, proyectándose así
sobre toda la comarca el nombre de su principal centro administrativo incaico. Sin embargo,
es probable, por el contexto, que Cieza se refiera solamente a la provincia de los Sura, en
cuyo territorio se había construido Paria. Ver Pedro Cieza de León, Crónica del Perú, Primera
Parte, Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, 1984 (Cap. cvi:286).
44 QARAQARA - CHARKA
Figura 3
Los significados de “Charcas”
56 La ortografía que empleamos para escribir este nombre es arbitraria. Hoy, el grupo étnico
epónimo en la provincia moderna de Chayanta se llama “Qharaqhara”, es decir, con la /q/
aspirada como /qh/; pero la lingüística histórica de las lenguas andinas no deja de insistir
sobre el cambio fonológico, sobretodo en cuanto a las aspiraciones y las glotalizaciones.
Ludovico Bertonio usa la forma Karakara, que hoy se escribiría Q’araq’ara (Xavier Albó,
comunicación personal); pero los informantes de Bertonio hablaron el dialecto lacustre
del aymara. Bertonio, Vocabulario... (1956 [1612], t.II:47). Si nos hemos conformado con
el variante “Qaraqara” es más para estimular el debate académico que para autorizar una
ortografía determinada.
57 Ver también la Cuarta Parte, “Tierra”, Documento 10 (f.9v), en el cual el señor de los
Yampara, don Francisco Aymuru, habla de los indios qaraqara de Chaquí y Potobamba
como “indios Charcas”.
58 Ver la Segunda Parte, “Encomienda”, Documento 3 (passim).
ENSAYO DE INTERPRETACIÓN 45
Mapa 3
Provincias de Charcas bajo
Mapa 3: Provincias de Charcas bajo el Inka
el Inka Wayna
Wayna Qhapaq
Qhapaq
Rio
QULLA B
en
o Zona de poca CHARKA Provincia / Nación
i
Lago o ng población,
probablemente espacio Límites aproximados
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Titikaka Ri
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compartido de las provincias
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KUYPASA
COIPASA
KILLAKA
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o
yo
CHICHA
CHICHA
LIPI
Rio
Pilaya
59 Ver la Probanza de don Fernando Ayra de Ariutu en la Quinta Parte, “Mallku”, Documento
16 (f.9r, @ 8).
46 QARAQARA - CHARKA
a una provincia doble llamada “de los Charcas”, entonces ¿cómo se habrán
llamado los Qaraqara antes del gobierno de Wayna Qhapaq?
Una hipótesis surge de la tradición oral recogida en una Probanza del Qha-
paq Ayllu de Cusco, publicada por John Rowe en 1985. Aquí se cuenta que,
cuando llegaron los “tres hijos” del Inka Yupanki (Pachakuti) para conquistar
las provincias al sur de Paria,
3. Provincia y nación
una parte de tierra estendida, que antiguamente acerca de los romanos eran
las regiones conquistadas fuera de Italia, latine provinciae, quasi procul victa. A
estas provincias emviaban governadores, y como ahora los llamamos cargos,
este mismo nombre provincia significa cargo.64
Figura 4
Significados de “provincia”
Sin embargo, en las lenguas andinas estos dos elementos semánticos –la
jurisdicción y el espacio– se expresan con palabras distintas. Por ejemplo, en el
diccionario de la lengua quechua de Diego González Holguín,65 la palabra “pro-
vincia” se encuentra con el significado de “términos o jurisdicciones de juezes”
(suyusuyu, suyuquimray, o suyuquiti); el “juez” aquí puede entenderse como equi-
valente al “gobernador” de Covarrubias. A este nivel, el centro imperial es Cusco
mamani conturi mayco (literalmente “halcón cóndor señor”) como “halcón, como
Rey de los paxaros, y también un Señor de muchos vasallos”. La voz mamani,
según parece, señala grupos de una misma escala, como podemos inferir de
los ejemplos ofrecidos por Bertonio: “Egipto mamani, Cosco mamani, Lupaca
mamani. Provincia de Egipto, del Cusco, de los Lupacas”. Lupaca mamani es
uno de los señoríos aymaras.72
Estas distinciones nos ayudan a comprender los usos de la palabra “pro-
vincia” en las fuentes hispánicas. Veamos ahora el uso del concepto de suyu en
la organización del sur andino. En primer lugar, la “provincia” o suyu sureña
del Tawantinsuyu, el Qullasuyu, era una provincia en el sentido administrativo.
Cuando llegaron los europeos estaba bajo el gobierno de un “juez” o “gober-
nador”73 llamado Apu Challku Yupanki, hermano de Wayna Qhapaq. Challku
Yupanki había sido el oficiante durante la boda de su hermano con la hermana
de ambos, Kusi Rimay.74 Posteriormente, el sumo sacerdocio fue asumido por
Willaq Uma y Challku Yupanki fue a residir en Copacabana, donde desem-
peñó funciones sacerdotales además de ser el gobernador del Qullasuyu. En
1535 acompañó a Diego de Almagro durante la expedición por Tupiza, Salta y
Copiapó hasta Chile, allanando el territorio y mandando a la gente del Collao
y Charcas a que le sirviesen.75
El Qullasuyu se extendía “desde Vilcanota a Chile”, aunque su punto de
partida se encontraba en el templo del Qurikancha del Cusco. Vilcanota era
una Casa del Sol, un templo dedicado al culto solar, ubicado en una serranía y
divisoria de aguas al sur del Cusco. Allí terminaba el ceque (= “línea de orien-
tación”) más largo que salía de la ciudad con dirección al Qullasuyu.76 Por otra
parte, “Chile” debió comenzar, con toda probabilidad, al sur del camino que
cruza la cordillera Occidental, entre Chicoana (Salta) y Copiapó (ver Mapa
1). Dentro de estos límites, los wamani se organizaron según dos criterios.
En primer lugar, hemos visto que la “provincia de Charcas” se distingue
claramente de la “provincia del Collao”. Según Cieza de León, ambas son
“comarcas” (quimray quimray quiti quiti, espacio, o “tierra estendida”). Según
72 Bertonio, Vocabulario... (1956 [1612] II:213). “Señorío” se traduce por maycoña (mayku =
mallku, “cóndor-jefe”); ver Bertonio, Vocabulario... (1956 [1612], II:220). Cf. por ejemplo,
Cieza de León, Crónica del Perú, Segunda Parte… (1986:Caps. xviii, xx).
73 El término quechua para este puesto es qhapaq apu, recogido en Pärssinen, Tawantinsuyu…
(1992).
74 Joan Pachacuti Yamqui Salcamayhua, Relación de Antigüedades de este Reino del Perú. Estudio
etnohistórico y lingüístico de Pierre Duviols y César Itier, Cusco, 1993 (p. 244-5).
75 Sergio Villalobos, “Almagro y los Incas”, en Revista Chilena de Historia y Geografía, No.
130, Santiago de Chile, 1962. Villalobos cita una información de 1597 sobre los servicios
de Challku Yupanki, descubierta por él en el AGNA, División Colonia, Sección Gobierno,
Justicia, Legajo 27, Expediente 784. Ver también el acápite 7 de este ensayo.
76 Ver Brian Bauer, The Sacred Landscape of the Inca. The Cusco Ceque System, University of
Texas Press, Austin, 1998.
50 QARAQARA - CHARKA
Qullqi Warachi, Mallku de los Killaka, que lleva fecha de 1575. Ésta no utiliza
la palabra “nación” ni siquiera una vez, sino que habla siempre de “provincias” o
“pueblos”.80 Tampoco encontramos el uso de la palabra “nación” en la Probanza
de los señores de Tinguipaya.81 Pero en las Probanzas de los señores de Macha y
Sacaca, descendientes de los Mallku antiguos de Qaraqara y Charka, es general
el uso de la palabra “nación”, no solamente al referirse a sus propios grupos, sino
también para los demás. ¿Qué implica tal cambio de discurso político?
Cuadro 1
Los suyus del Collao y Charcas
Qullasuyu (“Vilcanota hasta Chile”)
Hatun Apu (“gobernador”)
José Luis Martínez ha planteado que sólo se empezó a usar la palabra “na-
ción” unas décadas después de la invasión europea. De acuerdo con su estudio
de “los Lipi”, vecinos de los Qaraqara al suroeste, este autor señala que dicha
evolución terminológica trajo consigo una distorsión conceptual y política.
Las referencias tempranas a “una provincia que llaman Llipi” no implican la
existencia efectiva de una unidad cultural entre sus habitantes. Se trataría, más
bien, de una unidad administrativa impuesta por los Inka. Martínez deja en
claro que 1.000 Uru moraban en los ríos y salares del sur, y que éstos estaban
probablemente vinculados con los changos, pescadores de la costa de Atacama.
Además, vivían allí 3.000 mineros-pastores aymaras.82 Sin embargo, en los
escritos posteriores del cronista Cobo, Lípez aparece como una sola “nación”
y se pierde de vista la heterogeneidad de sus componentes.83
lle, de los Charka. Sin embargo, debemos reconocer que al dar un título nuevo
a los Qaraqara, el Inka Wayna Qhapaq creó dos provincias, dividiendo lo que
quizás antes había formado una peligrosa unidad mayor.86
Otras “provincias” parecen haber sido creaciones más exitosas. Teresa
Gisbert ha propuesto, por ejemplo, que una de las “siete naciones”, los Sura,
hubiese sido creada por el Inka para contener las “perpetuas guerras” entre los
Charka y los Karanqa.87 Sin apoyar directamente la hipótesis de Gisbert, Mer-
cedes del Río, en su trabajo sobre los Sura, recalca también el fuerte impacto
de la reorganización Inka.88 A nosotros nos parece indudable que el interés de
los Inka por los Sura se debía también a su posición fronteriza entre el Collao
y Charcas, y sobre todo al acceso que daba su territorio a los valles de Cocha-
bamba. Conviene tomar en cuenta que, a pesar de constituir formalmente una
“franja vertical” conformada tanto por los pobladores del altiplano como de
los valles, la provincia Sura seguía compuesta de grupos heterogéneos.89 Y es
claro que la multietnicidad de la provincia Sura se debe, en cierta medida, a la
injerencia cusqueña. Así por ejemplo, los pastores Kasaya, de Yanakachi (un
pueblo situado dentro de la provincia Sura, que después se llamaría “Toledo”),
fueron trasladados “de otras provincias, y fundólos allí el Inka”.90
Las evidencias sobre la provincia Killaka son contradictorias, pero es po-
sible que esta “nación” sumamente heterogénea también fuera una creación
inka.91 Por una parte, los testigos citados en 1575 por el Mallku de los Killaka,
don Juan Qullqi Warachi (n. 1521), reconocieron que el tatarabuelo de éste,
86 Para la rebelión charka contra Tupaq Yupanki, padre de Wayna Qhapaq, ver abajo el
acápite 5 de este ensayo. El éxito limitado de la pretensión de Wayna Qhapaq puede
inferirse del uso persistente de la expresión “indios charcas” para describir a los Qaraqara
hasta durante la colonia temprana, y la alianza política y ceremonial entre sus respectivos
Mallku.
87 Teresa Gisbert, Silvia Arze y Marta Cajías, Arte textil y mundo andino, Editorial Gisbert,
La Paz, 1986. Para las “guerras continuas” entre los Charka y los Karanqa, ver Mendoza,
Chrónica de la provincia de San Antonio de los Charcas… (1976).
88 Del Río, Relaciones interétnicas… (1997); Etnicidad… (2005). Por ejemplo, los Sura de Paria,
en el altiplano, aparentemente no tenían acceso a los recusos de Cochabamba hasta la re-
partición general de tierras realizada por el Inka Wayna Qhapaq. Ver Adolfo de Morales,
Repartimiento de tierras por el Inca Huayna Capac [1556], Cochabamba, Museo Arqueológico,
Universidad Mayor de San Simón, Cochabamba, 1977, pp. 9,17.
89 Destaca también la presencia de dos Mallku Sura en Cochabamba en 1538: Arizita, de
Paria, y Guaita, de Tapacarí. El contraste con las demás provincias de Charcas, cada una
liderada en Cochabamba por un solo Mallku, deja suponer que faltaba una unidad polí-
tica a lo largo de la franja vertical que formaba la provincia Sura. Ver Del Río, Relaciones
interétnicas… (1997:31, 42); Etnicidad… (2005).
90 Antonio de la Calancha, “Corónica Moralizada del Orden de San Agustín en el Perú”, en
Crónicas del Perú (ed. Ignacio Prado Pastor), Lima, 1978 [1638-1653], t. 1, Cap. 23. Del
Río cita un documento que afirma que el Inka Casir Capac, Visitador General, repartió
tierras a los Casayas. Ver Del Río, Relaciones interétnicas… (1997:54); Etnicidad… (2005).
91 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 21 (f.50v @ 23).
54 QARAQARA - CHARKA
quizás reclamado por los Karanqa como una “parcialidad” o “provincia” inferior
suya. Los Inka intentarían convertirlo en una sola “provincia”, probablemente
para reducir las pretensiones de los Karanqa. Según esta interpretación, las
maniobras de don Juan, a las que aluden los testigos de don Fernando Ayawiri,
se pueden comprender como nuevos esfuerzos separatistas en el momento de
la invasión europea, cuando las voces de los señores Karanqa ya no se escu-
chaban con tanta fuerza.
Figura 5
Genealogía de los Mallku de Killaka
Qullqi I (“Inka”)
Dio obediencia al Inka Pachakuti.
Ayudó en la conquista de los Chicha y Diaguita.
Recibió título honorífico de “Inka”
Warachi I (“Inka”)
Recibió regalos de Tupaq Yupanki
Qullqi II
Mallku bajo Wayna Qhapaq
Warachi II (“Juan”)
En Cusco durante 1532.
Envió a su hermano a Awllaka para atender a Almagro en 1535.
Dio obediencia a los Pizarro
Fuente: Espinoza S., “El reino aymara...” (1981) [1575]. Interrogatorio de Colque Guarache.
Yampara, Rossana Barragán ha señalado que los tres idiomas hablados entre ellos
–aymara, puquina y quechua– son en sí un indicio claro de su heterogeneidad.96
Martínez hace una observación similar con respecto a los Llip’i (Lipi), donde el
significado de los rubros “Aymara” y “Uru” que les fueron impuestos tampoco
queda claro.97 Es evidente también la constitución plural de la “nación” de los
Killaka, antes mencionada, compuesta no sólo por aymara-hablantes como los
Asanaqi (además de los mismos Killaka), sino también por grupos que hablaban
otros idiomas de la familia Uru-Chipaya y quienes fueron considerados como
“inferiores” por los Aymara: los Awllaka, los Urukilla, los Siwaruyu y los Arakapi.98
En la puna, la “nación Sura” incluía también un alto porcentaje de Kasaya y Uru.99
Estos grupos se distinguían también por sus actividades económicas, siendo los
Sura agricultores, los Kasaya pastores y los Uru-Chipaya pescadores.
Ahora bien, en el caso de las provincias Qaraqara y Charka la compo-
sición social es completamente distinta. En primer lugar, prácticamente
no hay huella alguna de una presencia Uru. Las únicas posibles señales de
grupos lingüísticos no-aymaras en el territorio de la Confederación son, por
una parte, un ayllu en Chayanta llamado Chullpa y, por la otra, un pueblo
llamado Uru en los valles de Macha.100 Tampoco encontramos a los Muyu,
denominación que se refiere probablemente a un grupo oriundo del Chaco,
que había huido frente al avance de los Chiriwana; pero la palabra “Muyu”
en múltiples casos parece también haber tenido un carácter más genérico
(algo parecido al término “Uru”). A lo largo del siglo XVI, los Muyu estaban
asentados en distintas partes de los valles interandinos –Aiquile, Chuquisaca
y Tarija– y también se encontraban junto a algunos grupos de altura (ej.: los
Sura). Además figuran en las primeras encomiendas casi como una casta es-
pecializada de sirvientes domésticos.101 De la misma manera, los Churumata,
Mapa 4
Mapa 4: Charka Blanco, Charka Rojo y ygrupos
Charka Blanco, Charka Rojo gruposmenores
menores(c.1500)
(c.1500)
Rio
B
Chuy y Quta Incursiones de Chiriwanu
en
o
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Poblaciones Uru Límites aproximados de
S
Titikaka Ri
o las provincias incaicas
Poblaciones Yuruma,
Yumu, Amu, Yurakari Salar
Poblaciones Muyumuyu Lago
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CHARKA
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TUNUPA ma
o
yo
Rio
Pilaya
102 Ver Juan González, Visita de los Indios Churumatas e Yndios Charcas de Totora, que todos están
en cabeza de Su Majestad [1560] (edición por Raimund Schramm), MUSEF, La Paz, 1990.
Ana María Presta y Mercedes del Río, “Reflexiones sobre los Churumatas del sur de Bolivia,
siglos XV-XVI”, en Presta (comp.), Espacio, etnias, frontera... (1995).
58 QARAQARA - CHARKA
108 Para estas “tres naciones”, ver el próximo acápite. También la Presentación de la Quinta
Parte, “Mallku”.
109 A diferencia de la situación en Nueva España, donde el Alcalde Mayor fue siempre un
español. Para el Alcalde Mayor en Charcas, ver Waldemar Espinoza Soriano, “Alcalde
Mayor Indígena en el Virreinato del Perú”, en Anuario de Estudios Americanos, t. XVII,
Sevilla, 1960. También la Presentación de la Quinta Parte, “Mallku”.
60 QARAQARA - CHARKA
todos los naturales de esta provincia de los Charcas, así la nación de los Charcas
y Caracaras, Chichas, Chuis, Quillacas, Carangas y los Soras, estas dichas siete
naciones, por mandato de Inca Mango Capac y de su hermano Paullo, fué
mandado por ellos que se resistiesen ... y así todas estas dichas siete naciones
les dieron guerra y batalla en el Valle de Cochabamba...
110 Ver John V. Murra, “Un reino Aymara en 1567”, en Murra, Formaciones políticas y econó-
micas en el mundo andino, Instituto de Estudios Peruanos, Lima, 1975. Además, siete fue el
número ideal de mujeres que debían tener los señores de Cochabamba; ver Mercedes del
Río, “Simbolismo y poder en Tapacari”, en Revista Andina, Año 8, 1990, p. 86.
111 En otro traslado se lee “la nación de Huros y Anparaes”, que nos parece menos probable
–a pesar de la presencia conocida de los Uru en Cochabamba– porque normalmente se
asignan los Uru a otras “naciones” y es difícil de imaginar que los Chuy no hayan estado
presentes en la batalla como “soldados del Inca”, dado que bajo el Tawantinsuyu su papel
era específicamente guerrero. Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 21 (f.18r).
112 Ver la Primera Parte, “Culto”, Documento 1.
113 O “Yura”, aunque esta lectura es improbable, dado que Yura cae dentro de los Wisijsas de
Qaraqara, que se incluyen separadamente en la lista.
ENSAYO DE INTERPRETACIÓN 61
donde tuvo lugar la alianza militar de las “siete naciones” contra Gonzalo
Pizarro en 1538. Podemos suponer que dicha alianza tuvo que ver con la
devoción compartida por todas estas federaciones al Tata Purqu, quien
“les daba la victoria en sus batallas”. 114 En efecto, Porco, como centro
ceremonial, pudo desempeñar un papel importante en la alianza de las “siete
naciones”.115
Ahora bien, de estas federaciones, cinco son las que se mencionan siempre
e incluso en algunas ocasiones se hace mención explícitamente a ellas bajo el
título de las “cinco naciones”: se trata de los Qaraqara, los Charka, los Killaka
(o Asanaqi), los Karanqa y los Sura.116 Todas tenían tierras en Cochabamba
asignadas por Tupaq Inka Yupanki y por el Inka Wayna Qhapaq. De las “siete
naciones” las otras dos, según el Memorial, son los Chicha y los Chuy. Pero el
cura González, que ya hemos mencionado, añade a esta lista a los Yampara; y
de hecho la presencia yampara en la campaña de Cochabamba está confirmada
por el testimonio de 1583 de don Juan Tancoche, “indio natural Yanpara”,
quien acompañó al señor de Yampara, Aymuru, a la junta que precedió a la
batalla.117
Entonces, no hay que suponer que las “siete naciones” hayan sido siempre
siete ni tampoco que sus nombres hayan sido siempre los mismos. Lo que sí se
desprende, sin embargo, del testimonio del padre Hernán González es que el
conjunto de los señoríos que conformaban el espacio de Charcas compartían
un mismo universo político-religioso: Tata Purqu fue un patrón sagrado de la
minería, la guerra, la fecundidad y la salud. Porco, como centro ceremonial,
pudo desempeñar un papel muy similar al de Potosí, mina que por su riqueza
era probablemente en tiempos prehispánicos –e incluso desde el Horizonte
Medio– el mayor wak’a de la comarca en razón de su productividad y de las
cualidades de su mineral, y es probablemente por este motivo por el que fue
encubierta a los españoles.118
Ahora bien, estas mismas federaciones también se agrupaban en conjuntos
menores, cuya composición varía según las fuentes (véase el Cuadro 2). En
primera instancia, en el Interrogatorio de la Probanza de don Fernando Ayra
114 Ver la Primera Parte, “Culto”, Documento 1 (f.5): “Pues acudían en romería a la dicha
guaca desde Cochabamba, y todo el distrito de Charcas, Caracara, Yamparaes y Chichas,
y Suras [en otro traslado Yuras] y Visisas y Asanaques y Carangas y Chuis...”.
115 Sin embargo, no podemos descartar que el wak’a de Potosí, otra mina explotada desde el
Horizonte Medio y hasta los Inka, no tuviera de igual modo un papel relevante, aunque
no esté mencionado en la documentación que publicamos. Lo más probable es que tanto
la mina de Potosí como su wak’a, en razón de su importancia, hayan sido encubiertos a
los españoles desde su llegada y que tal es la razón de este silencio. Ver la Presentación de
la Primera Parte, “Culto”.
116 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 20 (f.6v, @ 38).
117 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 21 (f.27r, @ 7).
118 Ver la Presentación de la Primera Parte, “Culto”.
62 QARAQARA - CHARKA
Cuadro 2
Las “siete naciones” de Charcas
Provincia de Charcas
Urqusuyu Umasuyu Arco y flecha
Siete naciones Qaraqara Karanqa Killaka Charka Sura Chicha Chuy Yampara
En batalla de
Cochabamba
(Documentos
20 y 21)
Devotos de Porco Qaraqara Karanqa Asanaqi Charka Sura Chicha Chuy Yampara
(Documento 1)
Cinco naciones Qaraqara Karanqa Killaka Charka Sura
(Documento 20)
Tata Paria Qaraqara Karanqa Killaka Sura Chuy
(Documento 18)
Cuatro naciones
Los soldados Qaraqara Charka Chicha Chuy
del Inka
(Documento 20)
Los Marcanies Qaraqara Karanqa Killaka Charka
(Documento 16)
Tres naciones Qaraqara Charka Sura
(Documento 21)
Dos naciones Qaraqara Charka
Urqu y Uma
(Documento 21)
Umasuyu Charka Sura
(Documento 21)
119 Ayra de Ariutu era en esa época el Mallku de los Qaraqara (Urinsaya) y residía en el pueblo
de Pocoata. Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 16 (f.10r, @ 14). En quechua, la
palabra equivalente a Marcanies es llactayoc, usada en Waruchiri para referirse a los Yunka
de los valles costeros. Vistos desde abajo, los habitantes de la sierra central (llacuaces) viven
dispersos y son menos “civilizados” que las antiguas culturas de la costa (huaris). Ver Pierre
Duviols, “Huari y llacuaz: agricultores y pastores, un dualismo prehispánico de oposición
y complementaridad”, en Revista del Museo Nacional, 39, Lima, 1973, pp. 153-191. Esta
visión de “cuatro naciones” que viven con “policía aymara” en las alturas es un ejemplo
de la importancia de las organizaciones cuadripartitas en el Charcas altiplánico; ver el
próximo acápite.
ENSAYO DE INTERPRETACIÓN 63
otro lado, todas se quejaban de que Francisco de Toledo había reclutado a los
mitayos para las minas de Potosí, Porco, Cochabamba, Beringuela y Salinas
dentro de estas mismas “cinco naciones”, pero que había reservado de la mita
a los Chuy y a los Yampara. Cabe notar que, a principios de la Colonia, los
Chicha también estuvieron reservados del servicio de la mita. Podemos concluir
que los reservados fueron precisamente los “indios de arco y flecha” de las
tierras bajas, supuestamente ignorantes de las técnicas de la minería profunda
e incapaces de aguantar los rigores del clima altoandino.
Otra subdivisión corresponde a las “siete naciones” constituidas por cinco
señoríos “civilizados” y tres [sic] grupos “de arco y flecha”. Ya hemos mencio-
nado que dentro del grupo de los “civilizados” existía una distinción jerárquica
entre los “ovejeros”, tales como los Killaka y los Karanqa, y los “señores y
gentes soldados de guerra”, tales como los Qaraqara y los Charka. Los Sura
no figuran en este contexto; sin embargo, compartían algunas similitudes con
ellos. Así, por ejemplo, sus tierras se extendían desde la puna de Paria hasta
los valles de Cochabamba y el tambo de Paria, donde todos los guerreros de
Charcas se reunían antes de seguir el camino hacia Cusco, se encontraba en
su territorio.
En fin, la diferencia existente entre los Marcanies y los “indios de arco y
flecha” nos ayuda a comprender la estructura interna de “las cuatro naciones
que eran los soldados del Inka”. Esta frase figura en el Memorial para convencer
a las autoridades españolas de que éstas “naciones” jamás habían estado sujetas
a tributos (tasa) ni a trabajos de turno (mita), y de que sus Mallku habían gozado
de muchos privilegios “bajo el Inka”, los cuales deberían mantenerse también
“bajo Su Majestad”.125 Ahora bien, las naciones en cuestión son precisamente
dos de las naciones Marcanies, a saber: los Qaraqara y los Charka, juntamente
con dos grupos de “arco y flecha”, los Chicha y los Chuy. La agrupación de
los Qaraqara con los Chicha y de los Charka con los Chuy resulta entonces de
una alianza militar entre grupos complementarios en cuanto a armas, jerarquía
y modos de hacer la guerra.
Entonces, las dos “naciones” que nos interesan, los Qaraqara y los Charka,
resultan ser privilegiadas bajo cuatro aspectos:
...le nombraron y elijieron por su capitán al dicho don Fernando Ayavire los
caciques y principales de la nación de los Charcas y de la nación de los Soras
y de la nación de los Caracaras, y por esta Real Audiencia le fue confirmada
y se le dió título y provisión de Su Majestad de la dicha capitanía...128
126 Se trata, nuevamente, de una perspectiva política charka, porque en otros contextos resulta
claro que los Killaka también eran “gente de guerra”. Ya hemos visto, por ejemplo, que en
su Probanza don Joan Qullqi Warachi se refiere a la ayuda proporcionada por los Killaka al
Inka Pachakuti en la conquista de los Chicha y Diaguita. Ver Espinoza Soriano, “El reino
aymara...” (1981).
127 Son pocos los mitimaes charka y qaraqara designados por el Inka en Tarabuco, Tarija o
Copacabana, a pesar de su ocupación de tierras de maíz en Cochabamba y de cocales en
Tiraque. Ver la Presentacion de la Tercera Parte, “Tasa”; también Presta, “La población de
los valles de Tarija…” (1995:235:248); y para Copacabana, Alonso Ramos Gavilán, Historia
de Nuestra Señora de Copacabana, Academia Boliviana de Historia, La Paz, 1976 [1621].
128 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 21 (f.19r). Compárese el Título por el cual don
Fernando Ayaviri Kuysara fue nombrado “capitán de la mita” de los Charka, los Sura y los
Qaraqara por el Virrey Martín Enríquez en julio de 1582, donde se nota nuevamente la
participación de los indios tributarios: “Por los caciques e indios de la dicha provincia de
los Soras y de los Caracaras, Omasuyos y Urcosuyos, [don Fernando] había sido elegido y
nombrado por capitán de los indios que de las dichas provincias vienen a la labor y beneficio
de las minas de Potosí”.
129 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 21 (f.64r).
66 QARAQARA - CHARKA
133 Ver el epígrafe de este ensayo y la Quinta Parte, “Mallku”, Documentos 18 (ff.299 sgg.)
y 21 (f.24v).
134 Al mismo tiempo, Ayawiri Kuysara respondía también a los requerimientos para ser
nombrado como Alcalde Mayor y que eran emitidos por las autoridades coloniales post-
toledanas, como veremos en la Presentación de la Quinta Parte, “Mallku”.
68 QARAQARA - CHARKA
Lámina 1
Los Charka peleando con el Inka (Waman Puma)
ENSAYO DE INTERPRETACIÓN 69
Figura 6
Genealogía de los Mallku de Macha (Urinsaya)
INKA MACHA POCOATA
Figura 7
La expansión de Ayra Kanchi
YURAQARI
CHUY (Cochabamba)
C H I R I WA N A
MACHA
(Oroncota) Pilaya y
Paspaya
136 La oposición Anan/Urin, que se encuentra generalmente en los documentos para designar
a las parcialidades, es quechua. Fue introducida por los Inka y después generalizada por
los españoles. En este caso, la oposición aymara subyacente fue Ala/Maja (o Manqha).
El dualismo también fue un rasgo importante en el pensamiento aymara. Ver el próximo
acápite, “El rango de los Mallku”.
137 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 16 (f.13v). Las andas tenían también sus usos
pacíficos; pero las andas de guerra, plataformas llevadas sobre los hombros de indios desde
donde los grandes señores lanzaban proyectiles con hondas, imitaron al hondero divino
del relámpago: Illapu. Ver la Presentación de la Primera Parte, “Culto”. Pocoata tiene
muchos depósitos de oro aluvial, conocidos y trabajados desde tiempos prehispánicos, y
en Amayapampa se encuentra una mina importante de este metal. En el caso de las andas
de Ayra Kanchi, se trata seguramente de una aleación.
72 QARAQARA - CHARKA
Por otra parte, según este mismo testimonio, don Juan Visaya afirma
que Ayra Kanchi “corrió las tierras de Pilaya y Paspaya, donde puso algunas
fortalezas, cuya memoria dura hasta hoy en día”.138 Sin duda, la fortaleza más
importante fue aquella construida sobre el enorme baluarte natural de Oronco-
ta, que sería el último refugio para los distintos grupos de Charcas cuando
resistieron a las tropas incaicas encabezadas por los hijos de Pachakuti. El texto
sugiere que fue Ayra Kanchi quien unificó bajo su dominio a los Charka Blancos
y estableció una nueva relación con los “indios de arco y flecha”, tanto en el
sur como en el norte.139 Se trató de una política defensiva, no sólo contra los
guerreros locales de arco y flecha, sino también contra los Chiriwana, política
que después sería retomada por el Inka y el Rey.
En los primeros encuentros con los Inka, según esta tradición oral, la
fuerza y el poder de Ayra Kanchi le permitieron ofrecer la obediencia a partir
de una relación mutuamente respetuosa, en lugar de someterse por la fuerza,
y probablemente se lo permitían las riquezas mineras de su tierra asociadas
con la destreza militar, que los Inka no podían ignorar. Una idea parecida se
refleja en la Memoria del Qhapaq Ayllu de Cusco, que narra la incorporación
de los dos Charka al Estado Inka en términos distintos –y más moderados– a
los que se emplean para referirse a la conquista de los “Lupaca, Pacaxa y Pu-
carani, y los Poxa Carangas hasta Paria”. En estos casos, se afirma que el Inka
“castigando los rebeldes puso en orden toda la provincia”, mientras que en el
caso de la “provincia de Charcas” se dice simplemente que “puesta en orden
[los Inka] pasaron adelante”.140
Por lo tanto, cuando Lukalarama fue enviado por Ayra Kanchi como
“embajador” al Cusco, podríamos pensar que su intención fue la de buscar
una alianza equilibrada. El intercambio de regalos con el Inka Pachakuti debe
comprenderse dentro de este contexto. Según don Juan Visaya de Pocoata y dos
testigos más de las naciones Asanaqi y Karanqa, el regalo más apreciado por el
Inka fue “la noticia de las cuatro provincias de Collasuio, Antesuio, Condesuio
y Chinchaysuio, y de la calidad de las tierras”. Como contra-regalo, el Inka en-
tregó a Lukalarama “un mapa tejido en ropa de cumbi, que los naturales llaman
Carpatira”.141 ¿Cómo interpretar este curioso intercambio de un principio de
organización y clasificación territorial (los cuatro suyu) por un mapa textil?
138 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 16 (f.9r). También Ana María Presta, “Hacienda
y comunidad. Un estudio en la provincia de Pilaya y Paspaya, siglos XVI-XVII”, en Presta
(comp.), Espacio, etnias, frontera... (1995:79-96).
139 La organización social de los grupos qaraqara en el norte (Macha) difiere de la de los grupos
de la parcialidad sureña de Chaquí, lo que sugiere que la incorporación de éstos hubiese
sido tardía. Ver la Presentación de la Cuarta Parte, “Tierra”.
140 Rowe, “Probanza de los incas nietos...” (1985:225). Volveremos al “orden del Inka” en la
Presentación de la Tercera Parte, “Tasa”, de este libro.
141 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 16 (f.7r).
ENSAYO DE INTERPRETACIÓN 73
En primer lugar, nos parece poco probable que Lukalarama haya pro-
nunciado los nombres de los cuatro suyu incaicos. Lo que puede haberse
transmitido es la idea de la cuadripartición como principio de organización
social, espacial y ecológica.142 Como es bien sabido, los Inka tomaron pres-
tados muchos elementos sociales y culturales del sur del Imperio, que había
sido su lugar de origen según sus propios mitos.143 En este caso, el testimonio
de los tres testigos a principios del siglo XVII sugiere una idea completamente
nueva: que fuese el gran Mallku Ayra Kanchi quien contribuyó, a través de
su embajador Lukalarama, sus fuerzas y sus ideas para el reordenamiento del
imperio cusqueño llevado a cabo por Pachakuti.
Además es importante señalar que este momento coincide, según Sarmien-
to, con el comienzo de la explotación, por el mismo Pachakuti, de la gran “mina
del Inka” en los yacimientos argentíferos de Porco,144 y seguramente también
(aunque Sarmiento no lo dice) de los de Potosí y de otras minas situadas en
territorio de los Charka Blancos.145
El “mapa tejido en ropa de cumbi”, entregado al embajador Lukalarama
por el Inka Pachakuti, nos recuerda, en primer lugar, la representación textil
de las divisiones sociales, territoriales y cósmicas que pueden detectarse en los
textiles modernos.146 Además nos remite a la afirmación de Polo Ondegardo, a
mediados del siglo XVI, quien dijo haber visto en Pocona mapas pintados que
142 Cf. Bertonio, Vocabulario... (1956 [1612]), “Pusi, quatro”; “Pusi suu, Todo el universo
mundo”. Esta referencia, en el primer diccionario aymara, sugiere que el concepto
de cuadripartición expresado en el vocablo “Tawantinsuyu” efectivamente tenía
antecedentes aymaras, que quizás fueron comunicados en el Cusco por el embajador
Lukalarama. Tal interpretación retoma la relación entre la cuadripartición en el Ayllu
Macha y la cuadripartición al nivel del Tawantinsuyu, planteada en Tristan Platt, Es-
pejos y maíz: temas de simbología andina, CIPCA, La Paz, 1976. Para la cuadripartición
entre los Aymara (Karanqa) de Sabaya y los Chipaya de Coipasa, véanse Gilles Rivière,
“Quadripartition et idéologie dans les communautés aymaras de Carangas (Bolivie)”,
Bulletin de l’’Institut français d’études andines XII, Nos. 3-4, Lima, 1983. Wachtel, le retour
des ancêtres… (1990). Michel López también ha encontrado huellas de cuadripartición
en los restos preincaicos de Huaylilla, en Carangas, ver “El señorío prehispánico de
Carangas…” (2001). Para el valle de Cochabamba, ver Wachtel, “Los mitimas del va-
lle…” (1981). Para la cuadripartición entre los Killaka, ver Abercrombie, Pathways…
(1998). Para el caso Sura, ver Del Río, Relaciones interétnicas... (1997); Etnicidad…
(2005). La cuadripartición está presente también como principio organizador de las
cuatro naciones que fueron “soldados del Inka” y de las cuatro federaciones Marcanies,
mencionadas en el acápite anterior.
143 Thérèse Bouysse-Cassagne, “Urqu et Uma: l’espace aymara”, Annales ESC, París, 1978.
144 Sarmiento, Historia… (1942 [1572], Cap. XLI. Cf. la Presentación de la Primera Parte,
“Culto”.
145 Ver Abbott y Wolfe, “Intensive pre-Incan Metallurgy…” (2003:1893-1895).
146 Cereceda, “Sémiologie…” (1978). Arnold et al., Hacia un orden… (1992). Gail Silverman-
Proust, El tejido andino. Un libro de sabiduría, Banco Central de Reserva del Perú, Lima,
1994.
74 QARAQARA - CHARKA
fuentes, Ayra Kanchi figura como coetáneo del Inka Pachakuti; pero en la
Probanza de Ayra de Ariutu, los tres hijos de Ayra Kanchi –Uchatuma, Puquta
y Usukira– están registrados como contemporáneos de Wayna Qhapaq, y
Uchatuma es quien le “dio la obediencia”.154 Y Ariutu, hijo de Lukalarama,
al parecer sucedió a su padre como señor de Pocoata “en tiempo de Guayna
Capax y de Guascar Incas, y en este tiempo se descubrió este reino”.155
La omisión de toda clase de referencia a las relaciones entre los Charka
Blancos y Tupaq Yupanki constituye, desde nuestro punto de vista, un ejemplo
de “censura” (o “telescoping”156). Fernando Ayra de Ariutu y los testigos en su
favor desarrollaron su argumentación en el contexto colonial de 1638, cuando
era conveniente enfatizar la continuidad política: querían entablar con el Rey
de España el mismo trato recíproco que supuestamente habían gozado con el
Inka. Obviamente, para desarrollar argumentos en su favor no les era conve-
niente mencionar a un Inka famoso en la provincia de Charcas, que además
había humillado a los guerreros del sur en la fortaleza de Oroncota.
Cuando llegamos al período posterior a la invasión europea de 1538, po-
demos verificar más fácilmente la historia dinástica. Está claro, por ejemplo,
que Ariutu, como señor de Pocoata, fue el descendiente de Lukalarama que
“dio la obediencia” a Su Majestad. En este caso, la versión de Fernando Ayra
de Ariutu está apoyada por la cédula de la encomienda dada a Gonzalo Pizarro
(1540), en la cual Ariutu figura, efectivamente, como principal de los indios
de Pocoata.157 No es de descartar que Lukalarama sobreviviera hasta finales
del gobierno de Tupaq Yupanki o incluso hasta principios del de Wayna Qha-
paq. De ser así, podríamos afirmar que Ariutu, hijo de Lukalarama, fue señor
principal de Pocoata durante los gobiernos de Wayna Qhapaq, de Waskar y
de los mismos Pizarro (ver Cuadro 4).
Según la Probanza de Ayra de Ariutu, Uchatuma accedió al poder en Ma-
cha y Chaquí durante el gobierno de Wayna Qhapaq, lo que sugiere que Ayra
Kanchi habría sobrevivido al gobierno de Inka Tupaq Yupanki. Esto nos induce
a pensar, por un lado, que Uchatuma había muerto en tiempos de Waskar Inka
y nos confirma, por otro lado, que su hijo, el llamado “Inka” Muruq’u, fuera
quien “dio la obediencia” de todos los Qaraqara a los españoles en 1538.158 Tal
suposición está confirmada por el Memorial de los Mallku de Charcas (Do-
cumento 20) y por los testigos llamados por don Fernando Ayawiri en 1583
(Documento 21), como veremos más adelante.
Con respecto al reino de Wayna Qhapaq, la tradición oral recalca nueva-
mente las relaciones amistosas que unieron a los Qaraqara con el Cusco. Se
menciona, por ejemplo, algunos detalles referentes al contenido simbólico de
la relación entre Uchatuma y Wayna Qhapaq. Pero en este caso es patente la
asimetría de la relación, que difiere visiblemente de la relación más equilibrada
que, según nuestra interpretación, hubiera podido existir entre Ayra Kanchi
y Pachakuti. Se dice, en efecto, que Uchatuma visitó personalmente a Wayna
Qhapaq para “darle la obediencia como a su Rey y señor natural”. En esta oca-
sión fue honrado por el Inka Wayna Qhapaq, no solamente con una camiseta
de roeles de oro, sino también con el don de su hija Payku Chimpu. Este enlace
matrimonial con una princesa inka se justificaba por el hecho de que Uchatuma
y sus 5.000 indios se habían mostrado “belicosos y muy diestros en las armas”.159
Fue probablemente después de la campaña de Tumipampa (Ecuador), cuando
Uchatuma construyó algunas fortalezas para Wayna Qhapaq en Quito, que el
Inka le dio en matrimonio a su hija y que al mismo tiempo otorgó a los 5.000
guerreros aymaras el título de “Qaraqara”.160 Al mismo tiempo, como veremos
más adelante, con este matrimonio Wayna Qhapaq asentaba más firmemente
su dominio en Charcas, consolidando su acceso a las enormes riquezas mineras
de la comarca, lo que le permitía acrecentar igualmente su dominio religioso,
matándo así dos pájaros de un tiro.
Entonces, cuando se trata de las relaciones que mantuvieron Ayra Kanchi
y Pachakuti, y a pesar de alguna mención de la “obediencia” dada por Luka-
larama en nombre de Ayra Kanchi a Pachakuti, pensamos que la relación
estaba fundada inicialmente sobre dádivas recíprocas. Además, Ayra Kanchi
había enviado a su embajador, Lukalarama, para que hablara con Pachakuti,
en vez de emprender el viaje él mismo. En cambio, Uchatuma se desplazó
en persona para hablar con Wayna Qhapaq. En este último caso, tampoco se
menciona, salvo el servicio militar, la existencia de una contra-dádiva al Inka
por parte de Uchatuma. Los regalos –la camiseta, la princesa, el título hono-
rífico– parecen indicar el privilegio otorgado por Wayna Qhapaq a Uchatuma
y le imponen en contraparte una fuerte obligación. Sin embargo, incluso en
Demás de 200 años a esta parte mis pasados y antecesores fueron señores
antes de los Incas y después de ellos, porque soy hijo de don Alonso Ayavire,
y nieto de Coysara, y bisnieto de Cooco, y tataranieto de Copacatiaraca, y
Después que el Topa Inka vino a sugetar a esta provincia ... hizo con ellos
muchos partidos y medios para atraerlos, como los atrajo a su voluntad sin
guerra, y los tuvo siempre por amigos y allegados y regalados suyos.169
Notemos aquí otra diferencia con los argumentos de los Mallku de los Qara-
qara: si bien éstos omiten toda referencia al Inka Tupaq Yupanki, éste tiene
una presencia activa en el relato de Ayawiri. De hecho, sabemos por otras
fuentes que, a lo largo de su campaña, Tupaq Yupanki siguió hacia el sur y su
recorrido por las tierras fronterizas con los Chiriwana culminó en Tucumán,
donde erigió una fortaleza con muchos mitimaes.170 El testimonio del Qhapaq
Ayllu de Cusco, que incluía el linaje de los descendientes de Tupaq Yupanki,
afirma que después de “poner en orden” a Charka Rojo y Charka Blanco, el
166 Según Covarrubias, Tesoro... (1987 [1611]), chusma significa “la gente ordinaria y común de
la casa, que no tiene nombre de oficio ni assiento en ella” (p. 439). Quizás se trata de un
término de parentesco; pero también podría significar que la descendencia del antepasado
dejó de reconocerse como tal en la quinta generación.
167 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 20 (f.13r-v). Cabe notar, por otra parte, que
el Corregidor, en su Parecer, afirma solamente que don Fernando Ayawiri “es cacique
principal de la provincia de Sacaca e hijo y descendiente de señores de aquella provincia
desde el tiempo del Inca”. Ver Documento 21 (f.19r).
168 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 21 (ff.17r-17v).
169 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 21 (f.5.r)
170 La incorporación pacífica de Tucumán es mencionada por Cobo, Historia del nuevo mundo...
(1964, t. II, Cap. XVI:85).
80 QARAQARA - CHARKA
Inka llegó a “las tierras de los Chichas, los Moyosmoyos, Yamparas, Diaguitas,
Copiapos, Churumatas y Caracos”.171
Pero en algún momento de la campaña de Tupaq Yupanki en el sur,
estalló una resistencia armada contra los Inka en Oroncota, rebelión que
naturalmente fue omitida también por los Mallku de Sakaka cuando quisie-
ron presentar sus méritos y servicios al Rey.172 Varias fuentes hablan de un
enfrentamiento dramático entre el ejército inka y las naciones de Charcas
en este pukara preincaico situado en tierra de los Yampara sobre la frontera
con los Chiriwana. En la versión de Cobo, el Inka no logró tomar la forta-
leza hasta traer a muchas mujeres a bailar y a cantar para que los soldados
que estaban de guardia en Oroncota bajasen a gozar de ellas.173 Betanzos
menciona la resistencia de los Chicha en un fuerte y cuenta (a diferencia de
Cobo) que las tropas del Inka tuvieron que atravesar trincheras de madera
ardiente; así pereció quemado Pawkar Ushnu, uno de los hijos de Pachakuti.
Como siempre, los detalles del relato varían según las fuentes. Sin embargo,
cabe notar que todas mencionan tanto a las “naciones” aymaras de Charcas
como a las de arco y flecha, es decir, los Chuy, los Chicha y los Yampara.174
Entonces, los valles interandinos de los Chicha y los Chuy servían como
punto de repliegue para los wamani de las alturas.
Sin duda, la capacidad de forjar alianzas entre aymaras e indios de arco y
flecha en el sur se debía a la necesidad de defenderse mutuamente contra la
amenaza de los Chiriwana. Por lo tanto, es posible que las “cuatro naciones
que eran soldados del Inka” ya se hubieran juntado en una alianza guerrera
antes de ser incorporadas al Tawantinsuyu.
Sin embargo, por más que los Mallku coloniales de los Charka insistían
en la realidad de sus actividades belicosas bajo el Tawantinsuyu, también se
hallan en los documentos indicios de que no gozaban del mismo estatus que
sus contrapartes de Qaraqara en asuntos de guerra. Si bien los Charka Rojo
fueron igualmente calificados de “soldados del Inka”, y de hecho se jactaban
de su fama de ser “gente belicosa valerosa”,175 los Mallku charka nunca fue-
171 Rowe, “Probanza de los incas nietos...” (1985:215). Presta sostiene que los Copiapos son
colonos enviados al oriente desde la costa, ver “La poblacion de los valles de Tarija...”
(1995:243).
172 Ver Catherine Julien, “Oroncota entre dos mundos”, en Presta (comp.), Espacio, etnias,
frontera... (1995:106).
173 Cobo, Historia del nuevo mundo... (1964:85).
174 Sarmiento relata que “los naturales de la provincia de Paria, Tapacari, Cotabamba, Poconas
y Charcas se retiraron a los Chichas y Chuyes para que allí todos juntos peleasen con los
Yngas”, Historia general… (1942, Cap. xli). Cobo habla de 20.000 indios “de las provincias
de los Carangas, Paria, Cochabamba y Amparaes, con las demás que caen en los términos
de Charcas“ (ver Cobo, loc. cit.). También Betanzos, Suma y narración... (1987:Cap. xxiii);
y Pärssinen, Tawantinsuyu... (1992:120-126).
175 Ver Quinta Parte, “Mallku”, Documento 20 (ff.8r@45, 8v-9r@46).
ENSAYO DE INTERPRETACIÓN 81
ron premiados por su papel guerrero de manera comparable con las honras y
los privilegios otorgados a los Mallku de Qaraqara y al Mallku Qullqi de los
Killaka. Pero ya hemos visto que los Charka participaron en la campaña en el
norte, que acabó con “la victoria contra los Chachapoyas, Cayambis, Cañares,
Quitos y Quillayçincas, que son los de Guayaquil y Popayán”.176 Y sabemos,
por un testigo de la Probanza de Fernando Ayawiri, que Kuysara acompañó
a Wayna Qhapaq en la conquista de los Chiriwana. Incluso en este caso, sin
embargo, no recibió un título digno de ser mencionado, sino que, según el
testigo, “se volvió a este reino y se quedó en Sacaca y su provincia, mandando
a los indios que allí estaban sujetos”.177
El mismo testigo, Domingo Titacallo, quien había tenido el oficio de
guardar el ganado del Inka en Paria, proporciona un dato que posiblemente
esclarezca el papel de los Charka en las guerras del Inka y que pudiera co-
rresponder muy bien a su estatus de Uma frente a el de los Urqu. El testigo
afirma que “en la dicha conquista el dicho Coysara tenia mucha amistad con
el dicho Inka, y en las partes donde hacían alto lo fortalecía el dicho Cuysa-
ra, y hacía los fuertes y otras cosas necesarias a la guerra”.178 Es decir, quizás
su contribución a la campaña contra los Chiriwana no fuera estrictamente
guerrera, sino más bien de apoyo estratégico. En efecto, la guerra siempre
requiere de un aparato logístico para llevar a cabo campañas largas en tierras
desconocidas y hostiles.179
Por consiguiente, el esfuerzo de Kuysara para ayudar al Inka en la cons-
trucción de las fortalezas fronterizas lo identifica con las tierras bajas. Pero su
calidad de Uma se manifestaba sobretodo en el papel destacado que jugó en
la administración del valle bajo de Cochabamba después del reordenamiento
realizado por Tupaq Yupanki y su hijo Wayna Qhapaq (véase el Mapa 5). La
calificación de Uma, dada tanto a los Charka como a los Sura, fue producto
de la presencia masiva de ambos en los valles cochabambinos, pieza clave de
la política económica incaica en el sur. Sus Mallku gozaban del estatus que
les correspondía: en el territorio de Umasuyu, los Mallkus Awsita y Kuysara,
siendo uno Mallku de Sura y el otro de Charka, fueron los únicos en tener
el derecho de andar en el litera, con la excepción del Inka que gobernaba las
fortalezas de la frontera oriental.180
Mapa 5
El orden del Inka Wayna Qhapaq
Mapa 5: El orden del Inka Wayna Qhapaq
Carabuco Larecaja Rio
10,11 16,17 B
Camino Mina del Inka
en
12,4,5 o
i
Lago g
on Pukara Maizales del Inka
Achacachi
S
Titicaca Ri
o
El 'gran tambo' Mitimaes del Inka
Juli 3 Huariña
9,8,15,5,
3,16,18,4 Tambo Cocales del Inka
Pucarani
Rio
Pomata Laja Puente de cuerdas Ganado del Inka
Chuquiabo Co
Zepita Baño del Inka
Puente de balsas
t ac
Viacha
ajes
Chacamarca
Machaca Aqllawasi 0 100 km
Callamarca
Caquiaviri Inquisivi
Ayoayo
R io
Caquingora Cochabamba
De
3
sa
Sicasica
gu
2 10 Incallajta 7,6,15
ad
ro Callapa 14
e
Tapacari 7 11 Tiraque
Caracollo 8
9 Pocona
3,6,16,4 Totora
Totora Challa 10
Paria io C
R
a Mizque
in
Sacaca R io Miz
e
Sucusuma q
Choquecota
ue
Lago
Corque UruUru Montepunco
Mitimaes incaicos Rio 7,6
Chayanta Gra Samaypata
nde
1. Kãnari Chuquiota Pocoata 18,11,16 Ri o
2. Chillki 4
Gr
Lago Caracara 5 8
(del Cusco) Moromoro
an
Andamarca Awllaka Macha
de
3. Sura
Orinoca Chuquisaca 16,4,5
4. Lupaqa 15,17 10
Yampara 8,11,18
5. Pakasa Aullagas 1 Incapirca
Lagunillas Cuscotoro
6. Quta SALAR Yocalla Potosi 15
COIPASA Incahuasi
7. Chuy La Chaqui 17
Lava 9 12
8. Karanqa Oroncota
4 5
9. Killaka Porco 11
Rio
10. Charka
11. Qaraqara
SALAR
P il c
12. Yampara ma
TUNUPA
o
yo
13. Chicha
14. Ika Yunka
15. Inka
16. Qulla Oslloque
Escapana Rio
17. Churumata 3,8,9,
15,18 Condorhuasi Pilaya
Taraya 13
18. Kana y Kanchi 8
Tupiza Lecoya 17 Esquile
y guardaban los camélidos que llevaban el maíz desde el valle hasta el gran
tambo de Paria.181 En cuanto a los Charka, no tenemos evidencias documen-
tales de una presencia preinka en Cochabamba. De hecho, el mismo Memorial
afirma que “el Inka Topa Yupanqui y su hijo Guayna Caba nos repartieron
tierras en el valle de Cochabamba”. Si bien en la época de el Horizonte
Medio los pobladores del sur habrán tenido estrechos vínculos con el valle
cochabambino, en siglos posteriores parece que éstos no se mantuvieron.182
Si existieron mitimaes charka en Cochabamba antes de Wayna Qhapaq,
seguramente no se encontraban en asentamientos tan permanentes ni tan
grandes como los que fomentó el Inka.
Ahora veamos con más detalle las evidencias que nos permiten atribuir a
los Charka un papel clave en Cochabamba, bajo el mando de los Inka. Según
las fuentes, llegó primero Tupaq Yupanki a la región, que en aquel entonces
probablemente era poco poblada,183 y se empeñó en asegurar la frontera contra
los Chiriwana, enviando la mayor parte de la población original de los valles
de Cochabamba y de Cliza –los Quta (Cota) los Qhawi (Cavi) y los Chuy– a
que poblasen la zona fronteriza de Pocona porque eran “hombres buenos para
la guerra”.184 Los otros “naturales” del valle de Cochabamba de los cuales
tenemos noticia fueron los Sura, residentes en Sipesipe.
Consideremos, en primera instancia, la situación en el valle bajo y luego
la repoblación de los Yungas al este por parte de los Inka. En el valle bajo de
181 Los Sura “ganaron a fuerza de armas” a los Chuy en Tarispampa, cerca de Capinota. Ver
Gordillo y Del Río, La visita de Tiquipaya (1579)... (1993:78, No. 14). Después, Wayna
Qhapaq “a los indios Sipesipe los hizo recoger al Paso, que es en el valle de Cochabam-
ba a la ladera, y después los hizo pasar y recoger a Sipesipe al cabo de este valle, donde
ahora viven” (ibid. nota 19). Cf. Wachtel, “Los mitimas del valle...” (1981:38, nota 53).
Los Sipesipe eran parte de los Sura, como es evidente en Hinojosa, “Memoria...” (1940
[1548]): “tenía Francisco Negral en el valle de Cochabamba 700 indios de visitación de los
Soras en el pueblo Siquesique y su sujeto”. Ver también Raimund Schramm, “Mosaicos
etnohistóricos del valle de Cliza (valle alto cochabambino), siglo XVI”, Historia y Cultura
18, La Paz, 1990, p. 12. Del Río, Relaciones interétnicas... (1997); Etnicidad… (2005).
182 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 20, f. 5v-6r, f 35; Schramm, “Mosaicos etno-
históricos...” (1991) y “Fronteras y territorialidad...” (1995:163-187); y Lecoq y Céspedes,
“Panorama archéologique…” (1997).
183 Sarmiento dice que “los naturales eran pocos”; citado en Wachtel “Los mitimas del va-
lle...” (1981:297). Pero es posible que, aparte de los “naturales”, hubiese también algunos
mitimaes de las naciones altiplánicas allá.
184 Morales, Repartimiento de tierras… (1977:9). El mismo documento afirma: “Preguntado...
de qué indios estaban poblados estos valles, dixeron que de indios Chuyes y Cotas, de los
que ahora están en Pocona... les mandó que dejasen este valle y se pasasen a las fronteras de
los indios Chiriguanaes, y así se fueron a Pocona y a Pocopoco” (ibid; ver también p. 14).
Raimund Schramm ha sugerido que los Chuy ocupaban solamente el valle alto, y que estos
grupos se trasladaron a Mizque en la Colonia temprana. Ver “Mosaicos étnohistóricos...”
(1990:4 y 20). Recordemos que, al igual que otros wamani multiétnicos, la provincia incaica
de los Chuy incluía no sólo a los Chuy propiamente dichos, sino también a otros grupos
étnicos, como los Quta (o Cota).
84 QARAQARA - CHARKA
Figura 8
Los mitimaes del valle de Cochabamba bajo Wayna Qhapaq
OESTE ESTE
QULLA CHUY
LUPAQA CHICHA
PAKASA YAMPARA
Sipe Sipe
185 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 20 (ff.5v-6r @ 35): “El Topa Inca Yupangui y
su hijo Guayna Caba nos repartieron tierras en el Valle de Cochabamba a todas las nacio-
nes de la provincia de los Charcas... para que en ellas sembrasemos y cultivasemos”. Los
nombres de los dos Inka “capitanes y gobernadores” que realizaron la repartición del valle
bajo eran, o Livimaita y Guaycamayta, según Morales, Repartimiento de tierras… (1977:1);
o Uchimayta y Guacamayta, según Wachtel, “Los mitimas del valle...” (1981:55). Se trata,
sin duda, de las mismas dos personas.
186 “El dicho Guayna Capa era hombre que governaba mucho, e hizo hacer muchas semen-
teras”. Morales, Repartimiento de tierras... (1977:9).
187 “Metió en beneficio de las dichas chacaras 14.000 indios de muchas naciones, y algunos eran
perpetuos, y otros venían de sus tierras al beneficio de las chacaras del dicho Inca”. Morales, Re-
partimiento de tierras ... (1977:14); ver también Wachtel, “Los mitimas del valle...” (1981:56).
188 El documento fue encontrado en el Archivo Histórico de Cochabamba por Nathan Wachtel
y publicado en parte por Adolfo de Morales: Wachtel, “Los mitimas del valle...” (1981);
Morales, Repartimiento de tierras...(1977).
189 Ver Wachtel, “Los mitimas del valle...” (1989:54, preg. 9). Wachtel propone que tal vez los
Chicha hubiesen sido traídos por Polo, su encomendero, pero su presencia en la “batalla
de Cochabamba” de 1538 sugiere que ya estaban asentados en el valle. Para los Sura, ver
Del Río, Relaciones interétnicas … (1997:87-8)
ENSAYO DE INTERPRETACIÓN 85
La repartición de tierras a los diferentes wamani entre las dos partes del
valle bajo habrá seguido una lógica geopolítica preexistente. Los grupos de la
parte occidental eran de procedencia altiplánica, del norte y del oeste; mientras
que los grupos de la parte oriental eran del sureste y correspondían a las nacio-
nes que eran “soldados del Inka”. En este contexto, nuevamente encontramos
la yuxtaposición de los Charka y Qaraqara con los indios “de arco y flecha”.
El papel sobresaliente del señor charka en Cochabamba destaca sobretodo
en los pleitos seguidos por sus descendientes. Así, por ejemplo, en la Memoria
que sigue al Memorial, don Fernando Ayavire afirma:
ubican entre los dos repartimientos que, con toda seguridad, formaban parte
de la antigua provincia Charka.193
La evidencia quizás más convincente, por ser a la vez independiente y
temprana, de que el valle bajo formaba parte de la provincia incaica de Charka,
se encuentra en la lista de indios qaraqara encomendados a Gonzalo Pizarro.194
Una parte de ellos pertenecía a Cochabamba, aunque el texto de la encomienda
no menciona a “Cochabamba” explícitamente. Hemos logrado identificarlos
a través de varios indicios:
193 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 21 (f.80v). Vale notar que no todos los indios
de Chayanta eran charka, sino que una parte correspondía al Mallku qaraqara. Ver la
Presentación de la Segunda Parte, “Encomienda”.
194 Ver la Segunda Parte, “Encomienda”, Documento 4.
195 Wachtel, “Los mitimas del valle...” (1981): “los dichos indios mitimaes quedaron sujetos
a los caciques de Cochabamba, que se llamaba el uno Alaavi, y el otro Uasi” (p. 56); ver
también la Segunda Parte, “Encomienda”, Documento 4 (f.45r).
196 Hinojosa, “Memoria...” (1940 [1548]:60). La identificación de estos nombres se refuerza
por el hecho de que en la encomienda en Hernando Pizarro de los indios de Chayanta,
uno de los caciques es identificado como “Yncura”; ver la Segunda Parte, “Encomienda”,
Documento 5 (f.53r).
197 Ver la Segunda Parte, “Encomienda”, Documento 4 (f.45r).
ENSAYO DE INTERPRETACIÓN 87
Mapa 6
Los Charka y Cochabamba: maíz, coca
Mapa 6: Los Charka y Cochabamba: maíz, coca yyfrontera
frontera
Lago Titicaca
Paria
OCÉANO
Tiquipaya Mizque
El Paso
PACÍFICO
a Calacala
R i o Ro c Chuquisaca
h
Sipesipe Porco
Sacaba
Tapacari VALLE BAJO
a Cusco
Cliza Incallajta Yungas de Chuquioma
Tarata
Caracollo Charamoco Londo VALLE Pocona Tiraque
ALTO
Capinota
Totora
Ri M izqu
e
Sacaca Acasio o
a Chile Sucusuma
Ca
Torotoro
in
e
Auquimarca
3000 metros y arriba Uruy
Carasi
Pukara
Moscari
Mojocoya Montepunco
El 'gran tambo' Ri
o
Gr
Asentamiento
an
e
d
200 Barragán, ¿Indios de arco y flecha?... (1994:117); también Julien, “Oroncota entre dos mun-
dos” (1995:105). Cabe recordar también la información proporcionada al respecto por
Polo Ondegardo: “los que llamaban mitimaes… salían de la sujeción de los caciques y de
su naturaleza”. Ver Relación de los fundamentos… (1990 [1571]:43-4).
201 Ver la Segunda Parte, “Encomienda”, Documento 4 (ff.42v-43v).
202 Wachtel, “Los mitimas del valle...” (1981:38).
203 “Cuatro suyos y urcos cada uno con sus zanjas de la nación de los Charcas, y otros cuatro
suyos y urcos de la nación de los Caracaras”; ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento
20 (f.6r @ 35).
204 Schramm, “Mosaicos etnohistóricos...” (1991:12); cf. la Quinta Parte, “Mallku”, Documento
21 (f.43r @ 10).
ENSAYO DE INTERPRETACIÓN 89
la parte occidental del valle bajo, cuando se preguntó a los señores de Paria sobre
quiénes ocupaban la parte oriental, mencionaron a los Turpa: “los Charcas o
Torpas, y Caracaras y Chuyes darán la razón de ella”, “daría razón los Charcas
e Torpas e los demás indios”.205 Todas estas referencias sugieren que los Turpa
constituían, efectivamente, una parte significativa de los mitimaes en el sector
oriental del valle bajo. En el valle alto también hubo un buen número de indios
Turpa asentados en Cliza, donde las investigaciones de Schramm dejan en claro
que trabajaban a menudo como ganaderos del Inka.206
Nathan Wachtel ha demostrado que, en 1556, la gran mayoría de los mi-
timaes implantados en el sector occidental eran Sura. Estos pertenecían a uno
de los dos wamani que constituían la “provincia de Umasuyu”. Es posible que
en el sector oriental se encontraran igualmente una mayoría de mitimaes de
Charka y Turpa, siendo ellos de la otra nación Umasuyu de Charcas. Si tal fuese
el caso, podríamos entender por qué los señores Awsita y Kuysara ocupaban
el mayor rango en Cochabamba, y por qué todos los indios de Cochabamba
estaban sujetos, en última instancia, al Mallku de los Charka de Sakaka.
A estos movimientos de población conviene añadir el traslado de muchos
colonos hacia la frontera oriental por el Inka Tupaq Yupanki. Él tenía como
objetivo contener el avance de los Chiriwana y sabemos que un Inka, el “go-
bernador guarda de las fortalezas”,207 jugó un papel importante en la resisten-
cia contra los españoles. Además, Wayna Qhapaq, quien fomentó también el
cultivo de la coca en gran escala, envió mitimaes de muchas naciones –Chin-
chaysuyu, Kuntisuyu, Qulla, Kanas, Sura, Quta– a Pocona208 y mitimaes de
los Charka a Totora.209 En la época de Vaca de Castro había más de 600 indios
charka en Totora, designados como “mitimaes del Valle de Cochabamba”,210
lo que parece indicar que no habían sido trasladados directamente de la puna,
sino que procedían de los Charka que estaban asentados en Cochabamba. Con-
viene tomar en cuenta que los Charka no se encontraban entre los mitimaes
de muchas naciones altiplánicas asentadas en Pocona, sino que se mantenían
aparte. La ausencia de mitimaes qaraqara en Totora que trabajaran para el
Estado sugiere una mayor importancia de los Charka en los valles, a pesar
de que los señores qaraqara tuvieran también sus mitimaes particulares en
la coca. En el valle alto, además, otros mitimaes charka estaban asentados en
torno a Cliza, junto con los Quta y los Chuy: éstos guardaban el ganado del
Inka que servía para llevar la coca estatal al tambo de Paria y luego rumbo al
Cusco (Mapa 6).211
i) Autoridades y suyus
211 Schramm, “Mosaicos etnohistóricos...” (1991:7). Las llamas también tenían funciones
militares, según Murúa, quien afirma que en Cochabamba “hubo antiguamente una cría
de ganado reservado y consagrado al Sol, y otro para tener carne en tiempo de las gue-
rras”. Ver Martín de Murúa, Historia general del Perú [1591-1611], t. 1 (MS Wellington).
Ballesteros-Gaibrois (ed.), Madrid, 1962-4, pp. 248-9.
212 Luis Capoche, Relación general de la Villa Imperial de Potosí, (1585), Biblioteca de Autores
Espanoles, t.CXXII, Madrid, 1959, p. 139.
ENSAYO DE INTERPRETACIÓN 91
mente a la guerra; sin embargo, los Urqu eran considerados como “gente varo-
nil y esforzada” y los Uma “no para tanto”. De hecho, son dos los Mallku del
Urqusuyu quienes ostentan los títulos más importantes, en ambos casos como
recompensa por su destacado papel guerrero, premiados por los Inka en uno
que otro momento de su historia. Es probable que la campaña en el sur –en
la cual Qullqi, Mallku de los Killaka, ayudó al Inka– fuera la misma conquista
de las federaciones del sur refugiadas en Oroncota, que hemos analizado ante-
riormente.213 El caso de Uchatuma, Mallku de Qaraqara, es más ejemplar aún.
Se casó con Payku Chimpu, hija de Wayna Qhapaq, y el hijo nacido de este
matrimonio fue honrado con el título de “Inka” Muruq’u. Se trataba, como
vemos, de un “Inka de sangre”.214
En cambio, Kuysara y sus descendientes jamás utilizaron el título de
“Inka”, pese a que se jactaban de haber sido “soldados del Inka”, de cómo
éste “le ocupaba... [a Cohocoho] en capitanías y conquista”, y de que le había
regalado ropas preciosas y el derecho a ser llevado en litera. Sin embargo,
cuando estalló la guerra en Cochabamba, el oficio de “capitán general” de
todas las federaciones de Charcas en la resistencia contra los españoles fue
asumido por Kuysara, por ser el más importante Mallku del valle. Esto no
significa que capitanease la resistencia de todos los grupos del Qullasuyu
que en aquel momento se habían sublevado en Cochabamba, porque estaban
presentes también miembros de la alta nobleza cusqueña, como lo veremos
más adelante.
Sin embargo, en ningún caso los descendientes de estos Mallku pretenden
haber ejercido poder a nivel de todo el Qullasuyu. Se trata de cargos de menor
rango en la provincia de Charcas y sin duda las jerarquías variaron según las
épocas y según los Inka de turno.
La estructura administrativa implantada por los Inka en el Qullasuyu ha
merecido pocos estudios, aunque sabemos que se nombraron varias categorías
de funcionarios: el Apu (gobernador), el Suyuyuq (administrador), el Tukuyrikuq
(gobernador de una “provincia” menor), y que existieron autoridades de diversas
categorías en Copacabana-Tiwanaku, Inkarrakay, Inkallajta e Italaki [Italaque].
Pero el centro administrativo imperial al sur del lago Titicaca fue el gran tambo
213 Nótese que los Killaka no figuran en las listas de naciones que se prestaron a la resistencia
armada al Inka. Los datos sobre Qullqi provienen de Espinoza Soriano, “El reino aymara...”
(1981:237, 242, 249). Es interesante que el linaje de los señores Killaka prosiguió la misma
política de ayuda militar al Rey después de la llegada de los españoles. Uno de los descen-
dientes, también llamado Guarache, fue miembro del “Consejo de Guerra” del Inka Wayna
Qhapaq y acompanó a Atawallpa a Cajamarca para encontrarse con los españoles. En 1535
ofreció su ayuda a la expedición encabezada por Diego de Almagro a Chile, enviando a su
propio hermano a atender a los españoles en el tambo de Aullagas (véase el Gráfico 2).
214 Conviene acordarse al respecto que numerosos Mallku aymaras del Collao, como los Cu-
sicanqui de Calacoto, los Siñani de Carabuco, o los Cahumana de Huarina, establecieron
vínculos sanguíneos con los monarcas del Cusco.
92 QARAQARA - CHARKA
de Paria, uno de los “otros Cuzcos” mencionados por Waman Puma, donde
había “depósitos y aposentos reales para los Incas, y templo del Sol”.215
Hemos visto que el Qullasuyu fue anexado a los dominios del Cusco a partir
de Pachakuti; sin embargo, ignoramos cuáles fueron las normas administrativas
que en aquel momento inicial prevalecieron. Como lo demostraron los hallaz-
gos pioneros de Roberto Santos Escobar,216 su incorporación definitiva se debe
a Tupaq Inka Yupanki, quien repobló el santuario de Copacabana con familias
inkas de sangre y de privilegio, y estableció en este lugar al primer gobernador
del Qullasuyu quien, según Ramos Gavilán, “andaba… en traje de Inca, y sola-
mente se diferenciaba del verdadero señor y rey de ellos en traer la borla a un
lado que solo al Inca pertenecía traerla sobre la frente”.217 Efectivamente, tanto
Sarmiento de Gamboa como Murúa aseguran que en Tiwanaku (Tiwanaku o
Copacabana, en este caso no sabemos) residía un suyuyuq Apu.218 El primer
gobernador del Qullasuyu, quien tuvo una función netamente sacerdotal, fue
Apu Inka Sujsu, Inka de sangre y descendiente del Inka Wiraqucha. Luego,
durante su visita efectuada al Qullasuyu en los primeros años del siglo XVI, el
Inka Wayna Qhapaq nombró como gobernador a Apu Challku Yupanki, hijo
de Apu Inka Sujsu.219. Los testigos presentados por los descendientes de Apu
Chalku Yupanki afirmaron, en una información de 1597, que la jurisdicción
de éste se extendía sobre “Omasuyu, Orcosuyu, Chucuito, Pacajes, Carangas,
Paria, Charcas, Chuis, Yamparaez, Chichas y Copiapo”.220
Por otro lado, no debemos confundir el papel de los altos funciona-
rios –miembros de las familias reales del Cusco y hermanos del Inka, como
Challku Yupanki– con los gobernadores locales de alto rango cuyo poder se
extendía sobre una vasta región. Si comparamos los argumentos que desarro-
llan algunos señores del Qullasuyu con los de los Charcas sobre su respectiva
215 Cieza de León, Crónica del Perú, Primera Parte… (1984 [1553], cap.cvi:286). La mención
de “otros Cuzcos” está en una de las Ordenanzas de Pachakuti Inka, citadas por Poma
de Ayala, Nueva Corónica… (1980 [1612]:178). Los restos del tambo incaico han sido
ubicados a unos tres km. al este de la actual población de Paria, por Carola Condarco y
sus colegas. Ver C. Condarco Castellón, M. Vargas Rosquellas y E. Huarachi Mamani,
“Los asentamientos humanos y las relaciones de intercambio en la cuenca de Paria”, XIV
Reunión Anual de Etnología, t. 1, La Paz, 2001, pp. 223-231.
216 Roberto Santos Escobar, La contribución de Apu Cchalco Yupanki, gobernador del Kollasuyu en
la expedición de Diego de Almagro a Copiapó, principio de Chile, documentos del Archivo de
la Biblioteca de la Universidad de La Paz, octubre, 1987.
217 Ramos Gavilán, Historia de Nuestra Señora de Copacabana (1976 [1621]:44).
218 Como también en Jauja, ver Santos Escobar, La contribución... (1987:nota 5).
219 Ver John Hemming, The Conquest of the Incas, Penguin Books, London, 1983, p. 244 y
notas.
220 Santos Escobar, La contribución... (1987:13). Conviene notar que los Qaraqara no figuran
en esta lista, sea porque se olvidaron, sea porque la palabra “Charka”, en boca de aquellos
testigos, era todavía la denominación conveniente para el conjunto de nuestra región de
estudio.
ENSAYO DE INTERPRETACIÓN 93
Tata Paria era gobernador de los indios Quillacas, Soras, Carangas y Chu-
yes que había en esta provincia, ... y ... por ser tan gran señor el dicho Tata
Paria, se juntaron todas las naciones que declarado tienen, y le hicieron dos
sepulturas labradas de piedra.224
221 Un testigo en la Visita de Garci Diez de San Miguel a Chucuito en 1562 afirma que Qhari
“era gran senor como segunda persona del Inca, y mandaba desde Cuzco hasta Chile...”
Ver Pärssinen, Tawantinsuyu... (1992:265-6), que remite a Cabello Balboa.
222 Baltasar Condori, de Guancane, en su testimonio en la Probanza de don Fernando Ayawiri,
habla de un “Inca que estaba puesto por gobernador a guarda de las fortalezas de esta pro-
vincia como señor tan grande y criado del Inca principal”. Ver la Quinta Parte, “Mallku”,
Documento 21 (ff.49r, 53r-v). Más al este, Thierry Saignes hace referencia a un pariente
de Wayna Qhapaq llamado Guacane, quien hizo construir una fortaleza en Samaypata y
luego se instaló como “Rey” sobre las poblaciones locales (ver Mapa 5). Ver Saignes, Los
andes orientales... (1985:19-21); también Pärssinen, Tawantinsuyu... (1992:283-4). Cabe
notar que el nombre Guacane es guaraní y quizás señala la incorporación de un segmento
de los chiriwana en el Tawantinsuyu.
223 Ver el acápite 1 arriba, “La Guerra de los Tiempos”.
224 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 16 (f.308r).
94 QARAQARA - CHARKA
225 Como bien lo han apuntado Silvia Arze y Ximena Medinaceli (comunicación personal),
este nombre es seguramente un título aymara de autoridad –Jach’a Kata o “Gran Kata”–
parecido al más conocido Jila Kata (Kata Mayor).
226 Otro testigo, don Alonso Cota, señor de Capinota, repite la misma afirmación, añadiendo
que “andaba y la traían en andas, y siempre asistía con el dicho Guayna Capa”. Ambos
testimonios son citados por Del Río en “Simbolismo y poder…” (1990:80).
227 Es Garcilaso de la Vega, cuyo padre fue visitador de Tapacri-Tapacarí en 1548, quien nos
ha transmitido esta versión del topónimo. Ver Garcilaso de la Vega, Comentarios Reales de
los Incas (ed. Angel Rosenblat), Emecé Editores, Buenos Aires 1943 (libro III). También
Gabriel de Rojas, “Memoria de los repartimientos de Charcas enviada por el capitán
Gabriel de Rojas” (1548). Publicado por Rafael Loredo en Los Repartos, Bocetos para la
Nueva Historia del Perú, Lima, 1958 [1548], p. 158.
228 Pärssinen, Tawantinsuyu... (1992:266); Barragán, ¿Indios de arco y flecha?... (1994:117).
229 Otro grupo de “indios de arco y flecha”, los Chicha, fueron privilegiados por la misma
razón. Fueron puestos como mitimaes en el valle de Churumata, un lugar estratégico de
defensa contra los Chiriwana en la frontera sureste del Tawantinsuyu. Ver Espinoza So-
riano, “El ‘Memorial de Charcas’...” (1969:6-7). De hecho, el Qhapaq Ayllu del Cusco se
ENSAYO DE INTERPRETACIÓN 95
No cabe duda de que cada uno de estos Mallku ejercía su poder de acuerdo
con la posición económica, geográfica o estratégica que ocupaba dentro del
Qullasuyu. Dicha especialización, quizás menos evidente durante el Intermedio
Tardío, fue más notable durante el Tawantinsuyu por razones vinculadas tanto
al crecimiento estatal de la producción agrícola como a las conquistas imperiales
y a la seguridad del territorio. No hay que olvidar tampoco que el efecto de
la emulación que provocaba la obtención de títulos y privilegios de parte del
Inka le permitía contar con el apoyo de señores que a lo largo del Intermedio
Tardío fueron siempre rivales o subordinados el uno al otro. Además, cada
Mallku, dentro de la jerarquía regional, pudo ejercer el poder a lo largo de
períodos distintos o incluso simultáneamente en función de los contextos. De
tal modo que estamos frente a un sistema estatal que podía articular diversos
cargos: el señor urqusuyu de Qaraqara mandaba a los mitimaes instalados en
Chaquí dentro de su jurisdicción; el señor uma de Charka mandaba a todos
los mitimaes asentados en el valle de Cochabamba; el señor uma de Sura con-
trolaba el acceso al valle desde Paria; el Mallku de los Yampara, con sus indios
de arco y flecha, mandaba a todos los mitimaes venidos de distintas partes del
Tawantinsuyu para defender la frontera suroriental contra los Chiriwana y la
amenaza de las tierras bajas; y otros capitanes inka mandaban a los Chuy y
los Chicha en las fortalezas de Pocona y otras más al sur. Cada uno de ellos
cumplía con las obligaciones de su provincia y suyu, al mismo tiempo que
gozaba de una relación personal con el Inka. Este sistema de jurisdicciones
complejas, a la vez sobrepuestas y especializadas, funcionó, al parecer, como
una red flexible, coordinando según los momentos históricos varios niveles
de poder dentro de la confederación militar. Estas agrupaciones podían ir de
la alianza de las provincias y suyus de toda la provincia de Charcas en torno a
una figura tutelar como la de Tata Paria, hasta la reunión de grupos reducidos
de campesinos en defensa de sus tierras locales contra la expansión del ayllu
o parcialidad vecinos. Durante el viaje de Almagro hacia Chile es la mayor
autoridad del Qullasuyu, el hermano del Inka en persona, que “mandó a los
indios que no se alterasen, los cuales como a tal gobernador y que le conocían
de antes y obedecían y así el dicho Diego de Almagro y su compañía pasaron
quieta y pacíficamente”.
El papel peculiar que desempeñaron los mitimaes merece ser señalado.
Los mitimaes nunca perdieron su afiliación ambigua: obedecían a los Mallku
de la región donde residían, pero seguían manteniendo lazos de afiliación con
los señores de sus propias provincias y estos lazos se hacen más evidentes si se
los considera en sus expresiones económicas o religiosas. Además, no debemos
refiere a muchos grupos de “incas orejones” en diferentes fortalezas a lo largo de la
frontera, sobretodo alrededor de Oroncota. Ver Rowe, “Probanza de los incas nietos...”
(1985:226). Llevaron el honorífico de “orejones” porque tuvieron el privilegio de usar
orejeras.
96 QARAQARA - CHARKA
230 En el aymara de hoy, Alasaya y Majasaya. Entre los muchos trabajos que analizan la divi-
sión Hanan/Hurin, ver Zuidema The Ceque System... (1964); Murra, “Un reino Aymara…”
(1975 [1967]); y María Rostworowski, Estructuras andinas del poder, Instituto de Estudios
Peruanos, Lima, 1983.
231 Ver Catherine Julien, “How Inca decimal administration worked”, Ethnohistory 35 (3),
1988, pp. 257-279.
232 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 18.
ENSAYO DE INTERPRETACIÓN 97
los Hanansaya, que quiere decir la parcialidad de arriba, tenían el primer grado
de nobleza y acudían como gente militar a los llamamientos que hacía el Inca
para la guerra. Y los Urinsayas, por quien se entiende la gente de abajo y el
estado de la gente común [y] llana, y los que servían de llevar las vituallas y
mantenimientos de la gente de guerra.236
238 En la Revisita del Virrey Toledo de 1572, los indios de San Marcos de Miraflores, Aymaya
y Pocoata fueron incluidos todavía como los “anexos” de Macha; pero los de Pocoata y
Aymaya pronto pidieron separarse de Macha, completando la disgregación de la antigua
federación. Ver AHP Cajas Reales 18 (1575), ff.214 sgg. y 264r-v.
239 Para esta unión política interétnica de los Anansaya de diferentes grupos étnicos y fede-
raciones de Urqusuyu, ver Platt, “Entre ch’ajwa y mukhsa...” (1987). El mismo argumento
ha sido desarrollado para el caso de Chaquí por Mercedes del Río, “Estructuración étnica
Qharaqhara y su desarticulación colonial”, en Presta (comp.), Espacio, etnias, frontera...
(1995:15).
240 Ver la Tercera Parte, “Tasa”, Cuadros 3.13d.i-ii; y la Presentación de la Segunda Parte,
“Encomienda”. Sabemos por otras referencias que los dos caciques principales nombrados
en Macha –don Pedro Soto y don Diego Ayra– eran los Mallku de Anansaya y Urinsaya,
respectivamente. Para una elección de la segunda persona de la parcialidad de Urinsaya,
ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 18 (ff.340r-344r.)
241 Ver la Presentación de la Segunda Parte, “Encomienda”.
242 Ver la Presentación de la Quinta Parte, “Mallku”.
ENSAYO DE INTERPRETACIÓN 99
que entre los Charka.243 Esta diferencia se debe quizás a que el ordenamiento
inka fue más importante en Macha que entre los Charka. El matrimonio de la
princesa incaica Payku Chimpu, hija de Wayna Qhapaq, con Uchatuma y el
nuevo nombre de Qaraqara con el cual Wayna Qhapaq bautizó a los Charka
Blancos son otros indicadores del peso de la influencia incaica.
Las evidencias acerca de la organización decimal son igualmente complejas.
Ya hemos visto que los Mallku de Qaraqara, desde el tiempo de Ayra Kanchi,
eran señores de 20.000 indios.244 Por lo tanto, la federación Qaraqara habría
consistido en dos mitades, cada una de 10.000 indios; pero sus respectivos se-
ñores pudieron presentarse como señores de todos los 20.000 indios de ambas
mitades. Por otra parte, no existen evidencias de que otra federación en la
provincia de Charcas tuviera el mismo sistema. En cuanto a los Charka, tanto
en el Memorial como en sus Probanzas los Ayawiri afirman que son señores de
10.000 indios; y no hay por qué dudarlo, aunque en este caso sólo tenemos a
nuestro alcance las declaraciones de los Mallku de Hanansaya.
Ahora bien, los investigadores discrepan acerca del papel del sistema decimal
en cuanto al grado de incorporación de los grupos dentro del Tawantinsuyu.245
En el caso de la provincia de Charcas, no sabemos si la organización decimal
correspondió a un orden aritmético estricto. Los datos demográficos a nuestro
alcance indican que, tanto en 1548 cuando Gabriel de Rojas hizo sus estimaciones
demográficas, como en tiempos de la Visita General de Toledo, la población de los
Qaraqara era aproximadamente igual a la de los Charka.246 Quizás la población qa-
raqara fue más afectada que la charka por las prolongadas guerras, no lo sabemos.247
También es posible que la clasificación de los Mallku qaraqara como señores de
20.000 indios y los Charka como señores de 10.000 refleje la mayor importancia
política y militar de los primeros en el tiempo de su incorporación al Tawantin-
suyu. El prestigio de los Charka, por contraste, aumentó en las últimas décadas
del Tawantinsuyu con motivo de la importancia creciente de Cochabamba.
243 Según evidencias de la segunda mitad del siglo XVI, los ayllu qaraqara tanto de Macha
como de Wisijsa [Chaqui] fueron organizados, en cada caso, en dos grupos de cinco. Ver
la Cuarta Parte, “Tierra”, Documento 8; y Del Río, “Estructuración étnica Qharaqhara...”
(1995:32).
244 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 18; y la Segunda Parte, “Encomienda”, Do-
cumento 3 (f.42v).
245 El argumento de John Murra es que hubiera sido difícil mantener grupos numéricos que no
encajaban directamente con las estructuras étnicas y políticas preexistentes. Ver “Andean
societies before 1532”, en Cambridge History of Latin America, t.1, Leslie Bethell (comp.).
Cambridge University Press, Cambridge, 1984, p. 81. Catherine Julien, por otra parte,
ha demostrado que en algunos casos el sistema decimal se aplicaba rigurosamente para
calcular porcentajes de diferentes tipos de mitayos. Ver “How Inca decimal...” (1988).
246 Ver la Tercera Parte, “Tasa”, Cuadros 3.11 y 3.13b; los datos de la Visita de Toledo de
hecho no incluyen a los repartimientos de Tiquipaya y El Paso en Cochabamba, así que
el número de indios bajo el mando de Kuysara habrá sido mayor.
247 Ver la Presentación de la Segunda Parte, “Encomienda”, acápite 4.1.
100 QARAQARA - CHARKA
248 Ver en la Quinta Parte, “Mallku”, el Documento 20; el Resumen de los Documentos; y Figuras
5.11 y 5.12.
249 Espinoza Soriano, “El reino aymara...” (1981:259). Sin embargo, existe cierta ambigüe-
dad en este documento con respecto a las pretensiones del Mallku de Killaka, porque el
Interrogatorio interpreta Hunu Mallku como “jefe de 5000 indios”, y un testigo afirma
que significa señor de 1.000 indios solamente (p. 252 @ 2; p. 261 @ 1).
250 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 21 (f.19v).
ENSAYO DE INTERPRETACIÓN 101
Lámina 2
Carlos V (Tiziano)
7. La campaña de Cochabamba
253 Ver, especialmente, el Anónimo, “Relación del Sitio del Cuzco y principio de las Guerras
Civiles del Perú...” (1539), en Horacio H. Urteaga (ed.), Colección de libros y documentos
referentes a la historia del Perú (2a. serie), t. X, Lima, 1934. Pedro Cieza de León, Historia
de las guerras civiles del Perú, t. 1, “La Guerra de las Salinas”. Antonio de Herrera, Historia
general de los hechos de los castellanos en las islas i tierra firme del mar Océano, t. III, Dec. VI,
Lib. 6, Cap. VIII (ed. M. Cuesta Domingo), Madrid: Universidad Complutense 1991
[1610-15]. Murúa, Historia general… (1962-4 [1599-1611]).
254 Por ejemplo, Villalobos, “Almagro y los Incas” (1962). Rolando Mellafe y Sergio Villalobos,
Diego de Almagro, Universidad de Chile, Instituto Pedagógico, Santiago de Chile, 1954.
John Hemming, The Conquest of the Incas, MacMillan, London, 1983 [1970]. Juan José
Vega, “La Conquista del Collasuyu”, Cantuta 13-14, Lima, 1988, pp.347-384. Roberto
Santos Escobar, Información y Probanza de Don Fernando Kolla Tupaj, Onofre Maskaapongo
y Juan Pizarro Limachi, Inkas de Copacabana, siglo XVII, Reunión Anual de Etnología, La
Paz, 1988. Gunnar Mendoza L., Fundación de la Villa de Plata por el capitán Pedro Anzures,
16 de abril de 1540, Universidad San Francisco Xavier, Sucre, 1990.
255 Waskar, Atawallpa, Manqu y Pawllu eran todos hijos del Inka Wayna Qhapaq, habidos
en diferentes mujeres. La madre de Pawllu fue la hija del señor de Huaylas; Pawllu estaba
104 QARAQARA - CHARKA
Inkas se pusieron de acuerdo para encubrir las grandes minas de Charcas a los
españoles, pensamos que se trata de un silencio deliberado que nos conduce a
cuestionarnos sobre las intenciones políticas de los tres Inkas.
Entonces, desde el inicio de la expedición existió un acuerdo entre Willaq
Uma, Challku Yupanki y Pawllu, que fue respaldado por los Mallku de la re-
gión, a fin de esconder las minas y sus wak’a. Que haya existido tal acuerdo de
encubrimiento de las minas es una hipótesis necesaria si queremos comprender
los sucesos y los silencios posteriores. Las minas del Qullasuyu eran las ma-
yores del Tawantinsuyu y por lo tanto sus wak’a tenían un importante papel
religioso. Ambas razones eran más que suficientes para ser escondidas de los
españoles. Que lo fueran para dar legitimidad al Inka que saliera ganando, es
otra hipótesis digna de consideración. Probablemente Willaq Uma, en aquel
momento el sumo sacerdote del culto solar, iba a ser la fuente principal de
legitimidad para el Inka que ganara en la contienda de sucesión.262
El objetivo era llevar a Almagro hacia Tupiza y desde ahí a Chile, según
el cronista Herrera, incluso hacia la tierra de los araucanos, antigua espina
hincada en el flanco sur del Tawantinsuyu. En Tupiza, entonces, los tres Inkas
saludaron a Almagro, brindándole un adelanto de 70.000 pesos del oro chileno
que supuestamente le esperaba en el sur.263 Pero, poco después, Willaq Uma
abandonó a Almagro y regresó al Cusco para prestar su apoyo a Manqu, de-
jando a Pawllu y Challku Yupanki que acompañasen a Almagro. Esta decisión
fue tomada por Manqu, quien todavía confiaba que Pawllu y Challku iban a
asesinar a Almagro.
Camino a Cusco, Willaq Uma levantó los wamani del lago Titicaca contra
los españoles, logrando de esta manera insertar un cuño entre los pizarristas
y Manqu en el Cusco, y los almagristas que, con Pawllu y Challku Yupanki,
se encaminaban hacia Chile. Challku Yupanki y el Inka Pawllu, que sabían
en aquel momento que Manqu estaba a punto de sublevarse contra Pizarro,
habían decidido, sin embargo, apostar por el rival de Francisco Pizarro, Diego
de Almagro, arriesgándose a acompañarle hacia la frontera araucana.
262 Para el papel del sumo sacerdote en la elección del sucesor del Inka, ver Ziólkowski, La
guerra de los wawqis… (1997).
263 Alonso Borregán, Crónica de la conquista del Perú, Escuela de Estudios Hispano-Americanos,
Sevilla, 1948, pp. 35-36. El oro fue, efectivamente, uno de los principales intereses de
los Inka en el norte chileno. Ver Jorge Hidalgo, Culturas protohistóricas del norte de Chile,
Cuadernos de Historia 1, Universidad de Chile, 1972. El estudio de Borregán está basado
esencialmente en el cronista Herrera, partidario de Pawllu, quien en su crónica dice que
Willaq Uma había dejado concertada con Manqu su huida; más adelante relata que Manqu,
en el Cusco, hizo un parlamento a los indios y que en él les dijo “que de los que iban a
Chile no hiciesen caso, porque Paullo i el Vilehoma iban encargados de mover contra ellos
toda la tierra i hacer lo mismo que allí se pretendía”. Herrera, Historia general… (1991
[1610-15], Década V, Libro VIII, Cap. I).
ENSAYO DE INTERPRETACIÓN 107
264 Ver la Probanza de don Fernando Ayawiri en la Quinta Parte de este libro, “Mallku”, Do-
cumento 21. Tanto el Interrogatorio como varios testigos se refieren a la ayuda prestada
por Kuysara a Almagro; pero es posible que hubiesen confundido la expedición de éste
con la conquista posterior de Pedro de Valdivia en 1540, que sí pudo contar con el apoyo
de Kuysara.
265 Ver Santos Escobar, La contribución... (1987). Para la ruta de Almagro al sur de Salta, ver
Rodolfo Raffino: “El resultado más significativo es la conclusión que, a diferencia de los
trabajos de muchos estudiosos anteriores, quienes supusieron que el paso utilizado para
cruzar la Cordillera fue San Francisco [Catamarca], toda la evidencia indica que era el paso
de Comecaballos más al sur, y otros cercanos [La Rioja]… (nuestra traducción)”. Raffino,
“Inka road research and Almagro´s route between Argentina and Chile”, Tawantinsuyu
No. 1, University of Canberra / Universidad de La Plata, 1995, p. 43. Agradecemos esta
referencia a Martín Orgaz.
266 Cuenta Oviedo que el intérprete Felipillo hizo que en Cuncancagua los indios se rebelaran
contra Almagro, ordenando éste su muerte; pero no se refiere a los planes de Challku
Yupanki y de Pawllu. Ver Gonzalo Fernández de Oviedo, Historia general y natural de las
Indias Islas y Tierra firme del Mar Océano, Real Academia de la Historia, Madrid, 1835
(Tercera Parte, t. IV, pp. 268-272).
108 QARAQARA - CHARKA
Mapa 7
La rutas de Almagro y los Pizarro: la invasión de Charcas
Mapa 7: La rutas de Almagro y los Pizarro: la invasión de Charcas
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Ruta de Almagro
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Ruta de los Pizarro
ATAC
Jujuy
Salar
Lago Salta
0 250 km TUCUMAN
Copiapo CHILE
Después del paso de Almagro transcurrieron casi tres años sin que los
españoles volviesen al Collao. A principios de 1538, cuando Almagro vol-
vía por mar desde Chile a Chincha, el joven Inka Manqu seguía asediando
la ciudad del Cusco y llevaba dos años dando guerra a los españoles en el
Chinchaysuyu donde, a pesar de las rebeliones anti-inka de muchas de las
aristocracias locales seducidas por los españoles, había logrado iniciar una
ofensiva general. Hacía falta, evidentemente, que el Qullasuyu ingresara en
la lucha. Pero tampoco todas las aristocracias del Qullasuyu habían favoreci-
do la expansión inka; algunas se habían rebelado contra el Cusco y existían
ENSAYO DE INTERPRETACIÓN 109
267 Esto quizás explique por qué una encomienda en Charcas ya fue asignada a Hernando
en 1534, antes de haberlo visitado. Ver Manuel Belaunde Guinassi, La encomienda en el
Perú, Ediciones Mercurio Peruano, Lima, 1945, p. 36. La fama de las minas del sur llegó
a Panamá ese mismo año: una “Información... sobre los sucesos del Perú”, fechada en
Panamá el 7.iv.1534, señala que Almagro ya estaba en el Collao “donde están las minas”.
AGI Patronato 185, R.7 citado por Rafael Varón, La ilusión del poder. Apogeo y decadencia
de los Pizarro en la conquista del Perú, Instituto de Estudios Peruanos / Institut Français
d’Études Andines, Lima, 1996, p. 260. Las encomiendas de 1534 fueron revocadas en 1535
durante el primer reparto general de encomiendas por Francisco Pizarro.
268 Anónimo, “Relación del Sitio del Cuzco...” (1934 [1539]:122); y Carta del Factor Illán
Suárez de Carbajal, 25 de marzo de 1539, citado por Vega, “La Conquista...” (1988).
269 Murúa, Historia general... (1962-4 [1599-1611], Lib. 1, Cap. 71).
110 QARAQARA - CHARKA
270 Sarmiento, Historia general... (1942 [1572]); Pachacuti Yamqui Salcamayhua, Relación de
las antigüedades… (1993).
271 Tampoco hay que olvidar, primero, que la isla Titicaca tenía un Templo del Sol, lo que
significaba una situación muy similar a la del Cusco; y segundo, que Pawllu Inka se había
casado con una hija de Wayna Qhapaq, encargada del Ajllawasi de la Isla de la Luna. En
cuanto a Challku Yupanki, descendiente de la panaca del Inka Wiraqucha, era hijo del Inka
Sujsu, hermano de Wayna Qhapaq, quien había sido el primer sacerdote del wak’a del Sol
de Copacabana.
272 Santos Escobar, La contribución… (1987).
273 Conviene tener presente de que en la visita que Wayna Qhapaq había realizado al Qulla-
suyu en los primeros años del siglo XVI, además de reglamentar el trabajo en las minas de
oro y plata, y de lograr el desplazamiento de los mitimaes altiplánicos hacia Cochabamba,
también había procedido a nombrar al gobernador del Qullasuyo. Ver Martín de Murúa,
Historia del origen y genealogía real de los reyes incas del Perú, Constantino Bayle, Biblioteca
Misionalia Hispánica, Vol. II, Madrid, p. 154. Sabemos, por otro lado, que el gobernador
era la autoridad mayor, tanto sobre la región minera como sobre Cochabamba. Ver Wachtel,
“Los mitimas…” (1981).
274 Ver Villalobos, “Almagro y los Incas” (1962).
ENSAYO DE INTERPRETACIÓN 111
275 Herrera, Historia general... (1991 [1610-15] (Dec. VI, Lib. 6, Cap. 8). Citado por Vega,
“La Conquista...” (1988).
276 Los cronistas vacilan en cuanto al momento de la elección de Pawllu como Inka: algunos
la sitúan después de la muerte de Atahuallpa, otros después de la llegada de Almagro de
Chile, otros después del retiro del Inka Manqu a Vilcabamba, otros antes de la batalla
de Abancay. Ver Ella Dunbar Temple, “La descendencia de Huayna Capac”, en Revista
Histórica, t. XII, Órgano del Instituto Histórico del Perú, Lima, 1939, p. 226.
277 Algunas fuentes sugieren que los 5.000 eran cusqueños; pero ver el Anónimo, “Relación
del Sitio del Cuzco...” (1934 [1539]:120–121). Como vimos en el acápite anterior, la cifra
de 5.000 sugiere que se trataba de la élite militar de los Jatun Qulla.
278 Anónimo, “Relación del Sitio del Cuzco...” (1934 [1539]:121).
112 QARAQARA - CHARKA
279 Anónimo, “Relación del Sitio del Cuzco...” (1934 [1539]:122). Este dato se cuenta también
por Cieza: “uno que salió por la otra parte fue tomado por los indios, e llevado a un templo
o adoratorio antiguo, y en él lo sacrificaron a sus diablos”. Se trata sin duda del santuario
de Tiwanaku. Ver Cieza, “La Guerra de las Salinas”, y Hemming, The Conquest... (1983
[1970]:243).
280 Murúa, Historia general... (1962-4 [1599-1611, Lib. 1, Cap. 71).
281 Anónimo, “Relación del Sitio del Cuzco...” (1934 [1539]:125).
282 Ver Marcos Jiménez de la Espada, Relaciones geográficas de Indias, t. 2, Biblioteca de Autores
Españoles, t. CLXXXIV (1965:336).
283 Murúa, Historia general... (1962-4 [1599-1611], Lib. 1, Cap. 71).
ENSAYO DE INTERPRETACIÓN 113
284 Anónimo, “Relación del Sitio del Cuzco...” (1934 [1539]:127). Murúa omite la vuelta de
Hernando a Cusco, atribuyéndole a éste –erróneamente– el mando de toda la campaña
de Cochabamba.
285 Una versión basada en una revisión de las fuentes disponibles en 1970 se encontrará en
Hemming, The Conquest... (1983 [1970]). Hemming extrae una narrativa coherente, combi-
nando las diferentes fuentes publicadas en 1970, y ofrece una versión bastante convincente
de la batalla, pero desconoce la organización surandina y no considera los acontecimientos
decisivos de Awkimarka (ver abajo), nombre que atribuye a un jefe aymara.
286 Cieza, “La Guerra de las Salinas...”, Cap. 26.
287 Herrera, Historia general... (1991 [1610-15], Dec. VI, Lib. 6, Cap. 8). Más tarde, los indios
rebeldes tomarían chicha en las calaveras de sus enemigos y es posible que Herrera esté
refiriéndose a esta costumbre aquí.
288 Ver la Primera Parte, “Culto”, Documento 1. Entre los otros “dioses” habrán estado, proba-
blemente, el wak’a de Potosí y uno del mismo valle de Cochabamba (¿Tata Tunari?), además
del wak’a triple de Tangatanga. Ver la Presentación de la Primera Parte, “Culto”.
289 Cieza, “La Guerra de las Salinas”, Cap. 89.
114 QARAQARA - CHARKA
290 El dato sugiere que Kuysara mandaba a un contingente propio mucho más grande que
cualquiera de los otros Mallku aliados, reforzando su pretensión de ser el capitán general
de la resistencia dentro del territorio del valle.
291 Xalluy, quizás jallay!, exclamación; conatucuy = kuna tukuy (“ahora todos”); guaao se deriva
probablemente de wañuy, “morir”, pero la terminación es corrupta (debe leerse, quizás,
wañu-sun).
292 “Probanza fecha... en esta ciudad del Cuzco... a pedimento de Pablo Ynga sobre los servicios
que a Su Majestad ha fecho...”. Cusco, 6.iv.1540. En José Toribio Medina (ed.), Colección
de documentos inéditos para la historia de Chile…, t. V, Santiago de Chile, 1896.
293 Rubén Vargas Ugarte, “Dos cartas inéditas de D. Francisco Pizarro y de don Fray Vicente
Valverde”, Revista de Historia de América, No 47, México, 1959. “Carta del Obispo de
Cusco al Emperador sobre asuntos de su iglesia y otros de la gobernación general de aquel
pais”, Cusco 20.iii.1539. En Joaquín F. Pacheco, Francisco de Cárdenas y Luis Torres de
Mendoza (comps.), Colección de documentos inéditos del Archivo de Indias, t. III, Madrid, 1865.
ENSAYO DE INTERPRETACIÓN 115
294 Ella Dunbar Temple, “La descendencia de Huayna Capac, Conclusión del capítulo ‘Paullu
Inca’”, Revista Histórica, t. XIII, Órgano del Instituto Histórico del Perú, Lima, 1940.
295 “Un cacique y señor principal de todos los Charcas llamado Coisara, viendo su ceguera cla-
ramente fue uno de los primeros que vino a la obediencia de Vuestra Majestad a Hernando
Pizarro y a los demás caciques con toda su gente y vasallos en el pueblo de Auquimarca”.
Quinta Parte, “Mallku”, Documento 21 (f.9v @ 48).
296 Anónimo, “Relación del Sitio del Cuzco...” (1934 [1539]). El editor del Anónimo, Horacio
H. Urteaga, propone que el autor sea Miguel de Estete, autor de una relación de la con-
quista del Perú. Estete también tuvo brevemente a Carangas (los Karanqa) en encomienda
desde 1534 –antes de haberlo visto– y acompañó a los Pizarro en la invasión del Collao
y Charcas, lo cual explicaría la minuciosidad excepcional de su testimonio. Ver Belaunde
Guinassi, La Encomienda… (1945:36)
297 Ver la “Probanza fecha... a pedimento de Pablo Ynga...” (1886 [1540]:353, pregunta 17,
testimonio de Martín de Salas, en Medina (ed.), Colección de documentos inéditos… (1896).
116 QARAQARA - CHARKA
seguir y desde allí hasta los Chichas”,298 hasta que, acosado y casi solo, llegó a
Humahuaca cerca de Jujuy (ver Mapa 7). Todo indica que el gesto de rendición
de Kuysara y los demás Mallku lo había conturbado.
Humahuaca estaba muy lejos de Vitcos y Manqu no podía prestarle socorro.
Una vez más, Pawllu hizo de intermediario, esta vez entre los españoles y Tisuq,
proponiéndole a éste el perdón de Hernando Pizarro. Los Pizarro quedaron satisfe-
chos con esta rendición “del mejor vasallo que ha tenido el Inca”,299 aunque no por
eso se salvó Tisuq. En 1540, por orden directa de Francisco Pizarro, fue quemado
vivo en Yucay, junto con Willaq Uma y muchos otros capitanes inka.300
Cuadro 3
Los Mallku presentes en la campaña de Cochabamba
MALLKU “NACIÓN”
UMASUYU
Kuysara CHARKA
[Consara]
[Cumsara]
[Cuisara]
[Cuysara]
Chawsita y Wayta SURA
[Charisita y Guaita]
[Hausita y Hachacata]
[Ausita, Ariguita, Arigata]
[Chausita]
URQUSUYU
Muruq’u QARAQARA
[Moroco]
Warachi KILLAKA
[Guarache]
Chukichampi KARANQA
[Choquechambe]
ARCO Y FLECHA
Qurutari CHICHA
[Corotari]
[Tiori Nasco] [Los Orejones de Chichas]
Aymuru YAMPARA
[Aymoro]
Jarajuri CHUY
[Xaraxuri]
Turumaya y Turikipa Mitimaes en POCONA
[Turiquipa y Turumaya]
[Auturumaya y Autunquirpa]
Fuente: Interrogatorio de don Fernando Ayawiri (pregunta 7). Documento 21 (f.18r).
118 QARAQARA - CHARKA
[cuando] en esta provincia se supo que a ella venían los españoles, se hizo junta
general de los naturales de toda la provincia, y este testigo se halló entre ellos
y vió que el dicho Cuysara, juntamente con los demás caciques que refiere
esta pregunta, a todos los cuales les conoció este testigo muy bien, y vió que
con los dichos españoles vino entre ellos el Inca Paulo; y como halló que los
naturales de esta provincia estaban puestos en resistencia, y que los españoles
iban matando los indios que hacían la dicha resistencia, el dicho Paulo Inca
les dijo y mandó ‘que no hiciesen la dicha resistencia a los españoles, porque
no había reparo con ellos, porque en las provincias del Cuzco y otras partes
de allá abajo estaban sujetos y vencidos’. Y así, hecha la dicha plática entre los
dichos principales, el primero que en ello consintió y tuvo por bien de dar la
obediencia y sujeción a los españoles fue el dicho Cuysara, el cual hizo plática
entre los caciques aconsejándoles que diesen la dicha obediencia, a lo cual los
demás condescendieron, y mediante esto dieron la paz a los dichos españoles,
y la obediencia, y se aquietó y pacificó toda esta provincia, lo cual este testigo
vió porque se halló presente por soldado de su partido.302
este testigo vió, porque se halló presente, que después de haber los españoles
desbaratado a toda la gente que estaba en Cochabamba, el dicho Consara,
estando en el pueblo de Aiquimarca [sic], dió la obediencia a los españoles,
y rogó y persuadió a los demás caciques que allá estaban que sirviesen a
los españoles, porque no tenían remed[i]o de sustentarse, así por parecer
y persuación del dicho Consara se allanaron todos los indios, y este testigo
vió que el dicho Consara vino con los capitanes españoles de esta provincia,
sirviéndoles en todo lo necesario para su aviamiento.303
Es probable que Inka Pawllu haya estado presente en los conciertos de los
señores de Charcas, apoyando la posición de Kuysara contra la de otros Mallku,
leales a Manqu, que deseaban continuar la resistencia. Y fue sin duda durante las
“pláticas” de Awkimarka que se habrá planteado la entrega de las minas de Porco
y si convenía seguir encubriendo las de Potosí. Uno de los testigos, el general
Pedro de Cuéllar, afirmaba que un señor principal de Paria (es decir, un Mallku
Sura) había sido, juntamente con Kuysara, el primero en “dar la obediencia al
emperador nuestro señor”.304 Así podemos proponer que fueron los Mallku de
estas dos provincias de Umasuyu, Sura y Charka, quienes en primera instancia
plantearon la necesidad de dar la obediencia a Su Majestad.
Al mismo tiempo, debemos tomar en cuenta que, en la versión del
Memorial de Charcas de 1582, se declara que fueron Kuysara de los Charka y
Muruq’u de los Qaraqara los primeros en dar la obediencia al Rey.305 En esta
versión, Kuysara representaría a las dos provincias de Umasuyu (los Charka
y los Sura) y Muruq’u a las tres provincias de Urqusuyu (los Qaraqara, los
Killaka y los Karanqa). Los dos Mallku juntos representarían a la Confedera-
ción de los Qaraqara y los Charka. Se sugiere que la obediencia fue dada por
estas “provincias” de Urqu y Uma simultáneamente. Pero Baltasar Condori,
siendo testigo ocular de estos acontecimientos, ofrece una versión que difiere
de la anterior:
el dicho Cumsara como más principal vino a dar, y dió obediencia al dicho
Hernando Pizarro y demás sus capitanes viniendo de paz; y desde algunos
días, que fueron más de 15 o 20 días, estando el dicho Hernando Pizarro y
además sus capitanes en el río Grande, que es en esta provincia, vió que como
el dicho Cumsara siendo tan gran señor había dado la obediencia, vinieron
otros caciques grandes, como fueron Moroco y otros señores, y dieron asi-
Según este testigo ocular, la rendición de los distintos grupos fue escalo-
nada en el tiempo y se dio en tres lugares distintos: primero por Kuysara en
Awkimarka; después por Muruq’u en “el río Grande”;307 y despúes por otros
señores “en la villa de La Plata”, o Chuquisaca.
Este testimonio no dice quiénes fueron los señores que no dieron la obe-
diencia hasta que los Pizarro llegaron a las tierras donde se fundaría la villa
de La Plata. Pero está claro que las provincias de Urqu y Uma habían dado la
obediencia separadamente y resulta probable, entonces, que el tercer grupo
fuese conformado por los señores de los “indios de arco y flecha”, es decir, los
Yampara, los Chicha y quizás de los Chuy.308 En este caso, las provincias de
los valles y las tierras bajas no dieron la obediencia mientras los españoles no
hubiesen llegado a los valles de Chuquisaca, en territorio Yampara. Se trataría,
sobretodo, de Aymuru, señor de los Yampara, quien en 1538 ofreció las tierras
donde se construiría, luego, la villa de La Plata.
Podemos concluir que los argumentos de Kuysara y del Inka Pawllu
no hicieron que todos los jefes actuaran conjuntamente. En el valle de Co-
chabamba la hegemonía de Kuysara era reconocida por todos los mitimaes
de Charcas; pero, una vez fuera de allí, cada grupo prefirió actuar por sí
solo. Cada uno recibió en un lugar propio y aparte a los “embajadores” del
Rey de España. Desde esta perspectiva, es posible que la rendición fuese
también la ocasión para que los Mallku de Charcas volvieran a sus antiguas
disenciones, cada conjunto –Urqusuyu, Umasuyu y los “indios de arco y
flecha”– estableciendo por separado un acuerdo con el intermediario del
Rey de España, Hernando Pizarro, para salvaguardar sus jurisdicciones y
sus antiguos privilegios señoriales.
Sin embargo, en ningún momento se menciona la existencia de las minas
de Potosí. El Cerro Rico seguía encubierto en un silencio profundo, silencio
que, hasta 1545, se mantendría en toda la documentación. Sabemos ahora que
Potosí fue no sólo conocido, sino explotado con bastante intensidad por los
Inka. Pero ignoramos lo que movió los Mallku a esconder tan largo tiempo
Potosí. Sin duda, motivos religiosos y económicos se entremezclaban. Quizás
–como lo atestigua Ocaña, que pasó por Potosí en 1600– parte de la mina era
dedicada al Sol y, en ese caso, es posible que el mismo Pawllu Inka hubiese
querido conservar el secreto para tener un respaldo de legitimidad en caso que
Manqu, quien mantuvo la resistencia en Vilcabamba, terminara ganando a los
españoles. No podemos descartar tampoco que muchos senoríos de la región
explotaban algunas vetas para su provecho, como lo hacían algunas en Porco o
como se repartían entre ellos los maizales de Cochabamba. Además, en Porco
existía una mina que pertenecía a Wayna Qhapaq y, si damos crédito a lo que
dice Arzans, también había otra junto al Cerro de Potosí, que le pertenecía.309
Entonces, es probable que una vez que el poder de Manqu en Charcas
hubiera sido desbaratado, los Mallku de Charka y Qaraqara, y el Inka Pawllu,
optaron por entregar Porco esperando alguna recompensa de parte de los es-
pañoles, como lo dicen explícitamente en el Memorial; y que mientras Manqu
resistía en Vilcabamba no convenía delatar “el mayor tesoro del mundo”.310
309 Ver Diego de Ocaña, Un viaje fascinante por la América hispana del siglo XVI, Studium Ed.,
Madrid, 1969:184; y Arzans Orsúa y Vela, Historia… (1975).
310 Es quizás significativo que haya sido precisamente en 1545, año del asesinato de Manqu,
que se llegó a delatar su existencia, pero no sabemos con exactitud en qué mes se “descu-
brió” Potosí a los españoles.
311 Mendoza L., Fundación... (1990). Cf. Javier Mendoza, La duda fecunda, Plural editores, La
Paz, 1998.
312 El Factor Illán Suárez de Carbajal escribió al Rey desde Lima en diciembre de 1538: “Aquí
tenemos nuevas de unas minas que se han descubierto en una provincia que se dice de los
Charcas... que es lo más rico que se ha visto”. Ver Pacheco, Cárdenas y Mendoza (comps.),
Colección de Documentos de Indias, t. III (1865). Citado en Luis Silva Lezaeta, El conquistador
Francisco de Aguirre (1953 [1904], Cap. III, nota 6).
ENSAYO DE INTERPRETACIÓN 123
no les interesaba poblar la “más rica tierra del mundo, porque se iba descu-
briendo algunas minas”. Lo que dejaría suponer que se habían acostumbrado
a buscar botín y chafalonía. Este supuesto desinterés inicial está mencionado
también por Lizárraga: al principio, antes de darse cuenta del tamaño de los
fabulosos yacimientos argentíferos, la única riqueza de Charcas parecía a los
españoles ser la famosa “miel de Charcas”.313
Rossana Barragán ha demostrado que Aymuru, por su parte, esperaba que
los españoles se comportaran, en todo sentido, como los herederos legítimos de
los Inka; los demás Mallku de Charcas probablemente compartían esta actitud.
Aymuru había invitado a los Inka a que enviasen “indios de guerra para defen-
derse de los chiriguanaes” a cambio de tierras de colonización.314 Así llegaron los
mitimaes que se implantaron en Chuquisaca (“forasteros”, en la traducción de
Waman Puma): los Kana y Kanchi, del sur de Cusco; los Lupaqa, Pakasa y Jatun
Qulla, del lago Titicaca; y los Karanqa y Killaka, los Charka y los Qaraqara,
de Charcas. Se trataba de un proceso de colonización multiétnica promovido
por el Estado cusqueño y semejante al que ya hemos analizado para el valle
de Cochabamba. De la misma manera, Aymuru ahora pedía a los “forasteros”
españoles la ayuda de Su Majestad contra los Chiriwana a cambio de las tierras
que necesitaban para fundar un nuevo centro de población en defensa de la
frontera. Además, se suponía que la campaña de Wayna Qhapaq, quien años
antes había castigado a los Chiriwana con la ayuda de las fuerzas de Kuysara,
debería reflejarse ahora en una nueva campaña española; y es posible que la
entrada desastrosa al territorio chiriwana realizada por Diego de Rojas, quien
se ausentó de La Plata durante todo 1539 dejando el gobierno de la población
en manos de Francisco de Aguirre, haya sido un intento de responder a esta
necesidad geopolítica señalada por Aymuru.315 El pensamiento político de
Aymuru se enmarca dentro del concepto de intercambio, de favores recíprocos
entre fuerzas desiguales pero aliadas, de acuerdo con la antigua ideología de
los Mallku de Charcas con respecto a los Inka, que hemos analizado para los
Charka y los Qaraqara en páginas anteriores.
313 Lizárraga, Descripción breve de toda la tierra... (1968 [1608]). Muchas otras fuentes, sin embar-
go, señalan que, desde los albores de la conquista, la “Sierra de la Plata” ejercía poderosas
influencias sobre los españoles y que varios de ellos pudieron tener noticias de Potosí. Ver
Jaime Mendoza, La ruta atlántica, Sucre, 1927. Lewis Hanke, “Problemas en la Historia
de Potosí”, Estudio introductorio a Capoche, Relación general… (1959:1-221).
314 Barragán, ¿Indios de arco y flecha? (1994).
315 Los testigos de don Fernando Ayawiri también enfatizan que los guerreros Umasuyu de
Sura y Charka, bajo el mando de Chawsita [= Arizita, Ariguita, Arigata] y Kuysara, fueron
llevados a la conquista y “pacificación” de Chile en 1540, probablemente por Francisco de
Aguirre. Esto significaría que los Charka y los Sura hubiesen tenido que cruzar el altiplano
de Lípez porque Aguirre sólo llegó a unirse a las fuerzas de Pedro de Valdivia en San Pedro
de Atacama en junio de 1540. Ver Silva Lezaeta, El conquistador Francisco de Aguirre (1953
[1904]).
124 QARAQARA - CHARKA
Los reglamentos de los tambos de Vaca de Castro (1543) dicen que había
un camino que salía directamente de Chuquisaca a Porco.321 Probablemen-
te Hernando Pizarro fue conducido desde Chuquisaca, en territorio de los
Yampara, por este camino, que cruzaba el río Pilcomayo antes de ascender a
la puna donde se situaba Porco, cerca de la cabecera de los Qaraqara del sur,
en Chaquí. Bartolomé Talaverano indica que hizo sólo una visita breve a las
minas, presumiblemente a fines de 1538. Las minas fueron entonces reparti-
das, separándose para Carlos V “la mejor dellas que dicen ser de Guainacaba
[Wayna Qhapaq]”.322 Las minas de Hernando quedaron bajo el cuidado de
su mayordomo, Pedro de Soria, con los 20 hombres que habían participado
en el “descubrimiento”. Este destacamento (entre ellos, el mismo Bartolomé
Talaverano) siguió en Porco cinco años guardando y supervisando la explota-
ción de las minas,323 mientras que Hernando tuvo que retornar a Cusco para
seguir su viaje a España, donde casi se reventaba de frustración frente a la suma
miserable de las ganancias que le alcanzaba. En una carta escrita después de
su encarcelamiento por la justicia del Rey en la Mota de Medina del Campo,
Hernando declaró que sólo había estado en Porco suficiente tiempo para po-
ner estacas a una mina para el Rey y otra para sí como “descubridor”. Nunca
presenció la explotación de las minas y toda su información provino de las
cartas enviadas por su mayordomo.324
Esta segunda entrega, tanto económica como simbólica, prueba de la
obediencia dada a Su Majestad, fue lo que el autor anónimo de la “Relación
del sitio del Cuzco”, como también Francisco Pizarro, denominaron el “descu-
brimiento” de las minas de Porco por Hernando Pizarro. Pero, ¿podemos decir
que Hernando “descubrió” las minas de Porco? Nuevamente, los testimonios
publicados en este libro ofrecen una perspectiva diferente sobre el asunto.
Según el Interrogatorio de don Fernando Ayawiri en 1584:
...Cuisara descubrió y dió noticia a los dichos capitanes de las minas de Porco
que eran del Inca, en lo cual hizo servicio muy señalado a Su Majestad como
321 Vaca de Castro, “Ordenanzas de tambos” (1909). No sabemos si este camino tenía igual
importancia antes de la invasión europea.
322 Anónimo, “Relación del Sitio del Cuzco...” (1934 [1539]:132).
323 “Si saben que pasado lo susodicho se fue a descubrir las minas de plata que llaman Porco,
y para este efecto fue Pedro de Soria, mayordomo de Hernando Pizarro, con 20 hombres
y entre ellos iba el dicho Bartolome Talaberano y descubiertas estuvo el susodicho en ellas
con otros soldados haciendo [alto?] y guardando y conservando las dichas minas más de
cinco años contínuos, y de las dichas minas por ser tan ricas como es público y notorio le
han venido a Su Majestad [?] de moneda de sus reales quintos”. AGI Patronato 157B, No.
1, r.46. Pregunta 12 del Interrogatorio.
324 Ver la Primera Parte, “Culto”, Apéndice 1.
126 QARAQARA - CHARKA
el dicho don Juan Guarache fue en descubrir las minas de Porco que estaban
ocultas por mandado del Inga por haber entrado españoles en el Pirú, y de
ellas dió aviso a los españoles y muchos indios para la labor de ellas.327
Parece por este testimonio que varios wamani tenían minas en Porco y
que fue a raíz del “descubrimiento” de Porco que los Mallku entregaron los
primeros mitayos mineros de la Colonia a los españoles que empezaban a
trabajar las minas de plata.
Antes de esta entrega, los señores de Charcas, ya sea por obedecer a las
instrucciones del Cusco o por ser movidos por sus propios intereses, habían
conseguido guardar en secreto la existencia de las minas de la región. Mientras
Manqu estaba en Cusco y Almagro, con los tres Inka, pasaba por el altiplano
rumbo a Chile, nunca los Mallku denunciaron la existencia ni de Porco, ni
de Potosí. A finales de 1538, en cambio, la situación política había cambiado:
Pawllu había acatado al Rey y los Mallku de Charcas “descubrieron” las minas
de Porco a Hernando Pizarro en señal de su nueva obediencia.328 Además, la
antigua mina del Inka Wayna Qhapaq pasó a ser posesión del Rey; se trataba
de nada menos que una transferencia simbólica y material de poderes.
Sin embargo, esta transferencia fue todavía parcial, ya que Potosí, “el
mayor tesoro del mundo”, seguía encubierto. ¿Por qué Pawllu, después de
haber ganado la batalla de Cochabamba para los españoles, no reveló Potosí?,
y ¿por qué los indios de la región no lo hicieron tampoco? Nuevamente, sólo
podemos suponer que la delación hubiera quitado a Pawllu su autoridad como
Inka, que quiso rivalizar con Manqu. Tales son algunas de las preguntas a que
futuras investigaciones tendrán que contestar.
Después de su vuelta a Charcas en 1541, las minas fueron trabajadas por
Gonzalo Pizarro, quien vivía en su encomienda e ingenio del pueblo de Cha-
quí, en la región de Porco. En una carta escrita en marzo de 1541 en Madrid
para pedir una audiencia al Rey, Hernando se vale de un argumento de peso
para defender su gestión en el Qullasuyu: el “descubrimiento” de las minas
de Porco. Con base en una nueva información recibida de su mayordomo en
Charcas, Hernando describe en detalle la riqueza de las vetas en este primer
período. La mina del Inka, ahora de Su Majestad, daba 20 marcos por quintal,
lo que equivale a 1.000 marcos por cajón de 50 quintales, la medida que llegaría
a ser corriente en Potosí hacia fines del siglo.329
Hemos señalado que, además de tratarse de un bien económicamente
valioso, Porco tenía un alto valor simbólico. Se trataba de un bien preciado
que se entregó al Rey, como antes había sido ofrecido al Inka, en señal de su-
misión y de lealtad. Era normal que se espere alguna recompensa o beneficio
como retribución de esta dádiva. El significado religioso y guerrero de su
wak’a será analizado en la Presentación de la Primera Parte de este libro. Por
ahora conviene señalar simplemente que, al “descubrirlo” a Hernando Pizarro
como representante de Su Majestad, los Mallku de Charcas y probablemente
el mismo Inka Pawllu enunciaban un reconocimiento simbólico-religioso de
la soberanía del Rey de Castilla, a la vez que le comprometían a un “pacto de
reciprocidad” parecido al que antes habían sostenido con el Inka.
*****
Hemos visto que el papel jugado por el Inka Pawllu fue fundamental
en la decisión de los Mallku de Charcas de deponer las armas. Si el hijo
de Wayna Qhapaq aceptaba al Rey, para Kuysara, “dar la obediencia a Su
Majestad” podría presentarse como un acto de obediencia al propio Inka.
Según un testigo, citado por don Fernando Ayawiri en 1584, esta situación
conflictiva no fue sin provocar en Kuysara una crisis de conciencia. Joan
Brabo de Contreras, clérigo de la parroquia de San Juan en Potosí, había
conocido en 1555 al padre de don Fernando, don Alonso Ayawiri, el hijo de
Kuysara. Según su información,
el dicho Cumsara [sic] decía la culpa que había tenido en la dicha resistencia,
que no había sido culpado en ello, porque la que había la tenían los indios
Pacajes, que los habían puesto en la dicha resistencia, y que él pensaba dar
en ello su disculpa al Inca que en aquella sazón venía a esta provincia, que
era Paullo con Hernando Pizarro.
330 Ver Ella Dunbar Temple, “La descendencia de Huayna Capac (continuación). Inca Paullu”,
en Revista Histórica, tomos XI-XIII, Órgano del Instituto Histórico del Perú, Lima, 1937.
ENSAYO DE INTERPRETACIÓN 129
Cuadro 4
Cronología de gobiernos, Mallkus y acontecimientos
Gobierno “Charka Blanco” “Charka Rojo” Acontecimientos
Supremo QARAQARA Urinsaya CHARKA
Urinsaya
INKA WAYNA ARIUTU UCHATUMA KUYSARA WAYNA QHAPAQ expande la producción de maíz y
QHAPAQ PUQUTA coca en Cochabamba, reclutando a muchos mitayos y
c.1497-c. 1527 USUKIRA mitimaes entre los señoríos altiplánicos.
Los “soldados del Inka” (Qaraqara, Charka, Chuy,
Chicha) ayudan al Inka a consolidar la conquista del
norte (c. 1500).
INKA WAS- INKA Consolidación de fortalezas contra los Chiriwana.
KAR -1532 MURUQ’U
c.1522: Alejo García llega al Tawantinsuyu con una
incursión chiriwana desde el sureste; WAYNA QHA-
PAQ llega a los baños de Chaquí antes de expulsar a
los invasores.
CONDE DE
VILLAR
7º Virrey
1585-1590
MARQUÉS DE
MONTESCLAROS
11º Virrey 1609: Prohibición de adjudicar más mitayos a nuevas
1607-1615 minas.
1 Mapas modernos y referencias orales señalan que Caltama se sitúa en una quebrada cerca
de Toropalca.
136 QARAQARA - CHARKA
Mapa 1.1
El espacio minero - religioso de Charcas
Mapa 1.1: El espacio minero - religioso de Charcas
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Pl. Plomo
2 Para la región centro-andina, ver Pierre Duviols, La destrucción de las religiones andinas,
Universidad Nacional Autónoma de México, México, 1977 [1971]; Cultura andina y re-
presión, Centro de Estudios Rurales Andinos, Cusco, 1986.
CULTO 137
hombre corre riesgos distintos que en el haz de la tierra. Sin embargo, son los
mismos hombres los que trabajaron los campos y cosecharon los minerales, y
conceptualmente no existen discrepancias entre estos dos universos. Pero donde
las tácticas agrícolas andinas obedecieron a una dispersión de la población en
una multitud de pisos ecológicos, la mina correspondía, por su parte, a un foco
de concentración de gentes venidas de muchos lugares distintos.
El primer documento ofrece varios niveles de lectura:
Sin embargo, en algún momento, antes de 1570, todos los ídolos fueron
trasladados al “valle de Caltama”. Con la llegada de los españoles a Porco, los
habitantes de la región pudieron haber creído que sustraerían sus wak’a a los
españoles al escoger ese lugar sobre la frontera con los Chicha aún rebeldes. Y
todo parece indicar que, antes de la década de 1570, Caltama se había conver-
tido en un destino de concurrida romería, donde la gente de toda la provincia
de Charcas seguía practicando sus ofrendas rituales.
Tales prácticas clandestinas fueron frecuentes durante las primeras décadas
de la evangelización. En un Memorial escrito en 1588, basado en una larga
experiencia pastoral entre los Killaka, el cura Bartolomé Álvarez afirmaba
que muchos de éstos decidieron destruir los caminos, calzadas y puentes que
conducían a los adoratorios de las cumbres, de tal modo que éstos dejaron de
ser asequibles, para así evitar que sus adoratorios fuesen destruidos por los
españoles.3 En otros casos escondieron sus wak’a bajo tierra, tomando la pre-
caución de alejarlos del lugar de las ofrendas rituales correspondientes, para
3 “Los indios... desampararon los oráculos, rompieron caminos y calzadas que tenían hechas
a mano, y puentes de madera con que pasaban de unos cerros a otros”. Álvarez, De las
costumbres y conversión... (1998 [1588]:74).
138 QARAQARA - CHARKA
Lámina 1.1
Visión pa-
norámica de
Porco (1997)
Foto de Patrice Lecoq
Lámina 1.2
El “Tambo”
de Porco
(1997)
Lámina 1.3
Foto de Patrice Lecoq
Las ruinas de
Porco incaico
(1997)
CULTO 139
4 “…las huacas que pudieron esconder las metieron debajo de tierra, y para sacrificar ofre-
cen y ponen el sacrificio distante de la huaca lo que les parece que bastará para que, si el
sacrificio fuere hallado, por él no se halle el ídolo.” Álvarez, De las costumbres y conversión...
(1998 [1588]:160).
5 “Estas huacas o ídolos las colocaban, las que a su modo conocían ser más veneradas, en los
más altos cerros y más extremados en disposición y en lo más dificultoso dellos”. Álvarez,
De las costumbres y conversión... (1998 [1588]:74). “Donde tienen estas huacas –de todas
estas formas que he dicho– puestas públicas a sus ojos, tienen otras debajo enterradas, de
piedra o de metal”. Álvarez, id, p. 82.
6 Desde fines del siglo XV, los habitantes del país vasco tuvieron fama en España de ser
“gentiles” (como lo serían luego los indios), por su apego a una fuerte tradición precris-
tiana ligada a una serie de creencias mágicas y herbolarias, a las prácticas de “brujería” (los
famosos aquelarres, palabra derivada del Euskeda akerr = “macho cabrío”) y de sortilegios.
A lo largo del siglo XVI, culminando con los procesos y el auto da fe de Zugarramurdi en
140 QARAQARA - CHARKA
1610, estas prácticas dieron lugar a largas encuestas de parte de la Inquisición. Julio Caro
Baroja, “Arquetipos y modelos de la historia de la brujería”, en Ritos y mitos equívocos, Ed.
Istmo, Madrid, 1974.
7 Calongía o canongía: casa inmediata a la iglesia donde habitan los canónigos.
8 Ver en esta Parte, Documento 1 (f.1r).
9 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 17 (f.302r). Wallqa [Gualca], Mallku de los
Hanansaya de Qaraqara, entró en el gobierno de todo Qaraqara, ambas parcialidades, a la
muerte de Muruq’u [Moroco] en el mismo año de 1548. Ver el Acto de Posesión de Pedro
de Hinojosa en la Segunda Parte, “Encomienda”, Documento 4.
10 Antes de su asesinato en La Plata en 1553, Pedro de Hinojosa fundó un convento fran-
ciscano en Potosí. Ver Fernando de Medina, Cristianización del Perú (1532-1600), Sevilla,
1953, p. 155. Un documento sin fecha, probablemente pretoledano, informa que entre los
“indios de Macha y los pueblos a él sujetos... que fueron del General Pedro de Hinojosa”,
había “seis fraires franciscanos”. Ver “Instrucción de las Doctrinas de los Obispados de la
Ciudad del Cuzco y Ciudad de la Plata...”, en Víctor M. Maúrtua, Juicio de límites entre el
Perú y Bolivia. Prueba peruana, Vol. XI, Barcelona, 1906, p. 34.
CULTO 141
11 “Que todo el oro y plata y piedras y otras cosas que se hallaren y hubieren asi en enterra-
mientos, sepulturas, ocuis o templos de indios, como en los otros lugares donde solían
ofrecer sacrificios a sus ídolos, u otros lugares religiosos escondidos o encerrados en casa o
heredad o tierra, u otra cualquier parte pública o concejil o particular, de cualquier estado
o preeminencia o dignidad que sea, de todo ello y de todo lo demás que de esta calidad se
hubiere y hallare, ahora se halle por acaecimiento o buscándolo de propósito, se nos pague
la mitad sin descuento de cosa alguna, quedando la otra mitad para la persona que así lo
hallare y descubriere”. Provisión para dar cumplimiento a los dispositivos reales tocantes
a los tesoros, wak’as y adoratorios que se descubrieren. La Plata, 30 de enero de 1574.
Toledo, Disposiciones Gubernativas, t. 1… (1986:286).
12 Ver el Documento 1 (f.27v).
13 Es la palabra usada en el documento. Sin embargo, Waman Puma distingue entre “he-
chiceros” [layqakuna], confesores y sacerdotes. Es evidente que Diego Iquisi es más bien
sacerdote y confesor: por este motivo se presenta como el rival del cura.
14 No conocemos este proceso.
15 Toledo, Disposiciones Gubernativas, t. 1... (1986:137, 253). Cusco, 8 de septiembre de 1571;
y Potosí, 6 de marzo de 1573.
16 Toledo, Disposiciones Gubernativas, t. 1... (1986:137). Cusco, 8 de septiembre de 1571.
17 Thomas Abercrombie supone que Iquisi era bautizado en razón de su nombre “Diego”.
Abercrombie, Pathways... (1998:268-9). Conviene notar, sin embargo, que los mellizos y
todos los tocados por el rayo gozaban de un estatus sagrado: se los consideraba como “hijos
‘del rayo’ o ‘del trueno’… así como antiguamente decían que eran ‘hijos del rayo’, ahora
dicen que son ‘hijos de Santiago’; y así, cuando truena, mochan al rayo y trueno ‘¡auqui
Santiago!’ [¡señor Santiago!], y echan coca al aire hacia el rayo o relampago”. Álvarez,
142 QARAQARA - CHARKA
Por su parte, Hernán González no se contentó con destruir los ídolos que
había encontrado, sino que también “fulminó” al sacerdote andino que se hacía
cargo de ellos, corriendo éste el peligro de ser condenado a muerte.18 Dicho de
otro modo, González pretendió quitar al conjunto de las federaciones de Char-
cas a uno de sus principales mediadores con las fuerzas cosmológicas precris-
tianas. Sin embargo, ninguna recompensa inmediata, a excepción de la posible
cantidad de plata autorizada por la ley, llegó en definitiva a sus manos, a pesar
de su empeño personal en favor del “fruto grande” de la evangelización.19
Después de esta extirpación, nuestro cura fue nombrado sacerdote en Ma-
cha, cabecera de la antigua federación de los Qaraqara, por el doctor Manuel
Barros, Oidor de la Audiencia de Charcas;20 dice haber permanecido ocho años
en Macha, es decir, desde c. 1577 hasta c. 1584. En estas fechas tomó parte en
la reducción de los indios de Macha (un proceso largo que se prolongó mu-
cho más allá de la primera fundación toledana de nuevos pueblos de indios en
1572-75), recuperando a muchos de los que se habían escondido en “quebradas
y despoblados”. Entre sus hazañas señala haber bautizado a 6.000 indios me-
nores y a 300 adultos, y haber casado a más de 2.000 personas; extirpó además
idolatrías, dejando a 3.500 indios empadronados. También hizo construir en
el pueblo de San Pedro de Macha una iglesia “suntuosísima”, “con muchos
adornos, frontales, imágenes, cálices y candeleros”. Extirpó “otras guacas e
ídolos collas” (lamentablemente sin dar más detalles) y enseñó el catecismo a
más de 1.000 niños y niñas.
Aproximadamente en 1584, Hernán González pasó a ser sacerdote en
“Quilaquila y el valle de Mollescapa”, siendo Quilaquila una antigua cabecera
De las costumbres y conversión... (1998 [1588]:121). Ver además Arriaga, quien explica cómo,
a raíz de la extirpación, los hijos de Illapa que se llamaban Santiago acabaron llamándose
Diego, bajo la presión de la iglesia: “usurpan con gran superstición el nombre de Santiago,
y así entre las demás constituciones que dejan los visitadores acabada la visita es una, que
nadie se llame Santiago sino Diego”. José de Arriaga, De la extirpación de la idolatría del
Perú, Biblioteca de Autores Españoles, t. CCIX, Madrid, 1968, p. 215.
18 Fulminar: dictar o imponer la sentencia, las excomuniones o las censuras.
19 El “fruto grande” es una metáfora teológica para referirse a la evangelización de los indios
como resultado de un proceso previo de “desmontar” las idolatrías y “romper” la tierra
fértil para que crezca la viña de la espiritualidad cristiana indígena. Cf. Carlos Sempat As-
sadourian, “Las rentas reales, el buen gobierno y la hacienda de Dios: el ‘parecer’ de 1568
de Fray Francisco de Morales sobre la reformación de las Indias temporal y espiritual”,
Histórica 9.1, Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, 1985.
20 Dr. Manuel Barros de San Millán fue oidor en las Audiencias de Quito y Charcas, y una
figura excéntrica en Charcas durante y después del virreinato de Toledo. Su carácter y su
actuación en favor de los indios son tema de un estudio por John V. Murra. Ver Murra,
“Litigation over the rights of ‘Natural Lords’”, en Elizabeth Hill Boone y Tom Cummins
(comps.), Native Traditions in the Postconquest World, Dumbarton Oaks, Washington, 1998;
y “El doctor Barros de San Millán: Defensor de los ‘señores naturales’ de los Andes”, en
El mundo andino: población, medio ambiente y economía, Instituto de Estudios Peruanos /
Pontificia Universidad Católica, Lima, 2002, pp. 426-38.
CULTO 143
21 Para la historia de la provincia de los Yamparaes, ver Barragán, ¿Indios de arco y flecha?
(1994). Para la ubicación de Quilaquila, ver el Mapa 1.1.
22 Según las Ordenanzas de Toledo (Huamanga, 20 de enero de 1571), los sacerdotes de los
asientos de minas debían tener cajas de lanceta y jeringas, alumbre, solimán, cardenillo,
pasas y algunos regalos para los enfermos. Ver Toledo, Disposiciones Gubernativas, t. 1...
(1986:77-104).
23 Juan de Matienzo, Gobierno del Perú, Travaux de l’Institut Français d’Études Andines t. XI,
París-Lima, 1967 [1567], p. 336; y la Presentación de la Cuarta Parte, “Tierra”, acápite 3.
24 “Muchas de estas huacas las hacen en figuras de carneros que hay en la tierra, que son
sus ganados; algunas de plata, de oro y de cobre, y de barro; algunas ponen en paños de
su usanza, como en cama; otras en agujeros que tienen hechos en las paredes de sus casas
a manera de alacenas, el cual agujero tapan y embarran de suerte que no se eche de ver
lo que está allí. De otras muchas maneras las esconden entre las chacras”. Álvarez, De las
costumbres y conversión... (1998 [1588]:80).
144 QARAQARA - CHARKA
25 Juan Polo Ondegardo, “Los errores y supersticiones de los indios sacadas del tratado y
averiguación que hizo el Licenciado”, Colección de documentos para la historia del Perú, t. III,
Lima, 1916. Citado por Duviols, La destrucción... (1977 [1971]).
26 Duviols, La destrucción... (1977 [1971]:132-3). En la práctica, los castigos corporales acom-
pañaban las denuncias del Taki Unquy en 1565 por Luis de Olivera. Ver Gabriela Ramos,
Catolicismo y extirpación de idolatrías, siglos XVI-XVIII, Centro “Bartolomé de Las Casas”,
Cusco, 1993, p. 482.
27 Ver Enrique Urbano, “Introducción” a Cristóbal de Molina, “Relación de las Fábulas y
Ritos de los Incas”, en Enrique Urbano y Pierre Duviols (eds.), Fábulas y mitos de los incas,
Crónicas de América 48, Historia 16, Madrid, 1989 [1574-85].
CULTO 145
Porco (1538-9) como la fecha del descubrimiento del wak’a en Caltama (c.
1572-1577) podemos deducir que durante casi 40 años aproximadamente “el
culto de los Bisisas [Wisijsa]” de Porco pudo sobrevivir secretamente en el valle
de Caltama, junto con el de los demás cerros, mientras se seguía explotando
la mina para los cristianos.
Ignoramos si Cristóbal de Albornoz tuvo conocimiento de la extirpación
de este wak’a y si la documentación que publicamos –o noticias de ella– estuvo
a su alcance, aunque tratándose de una mina tan famosa en aquel tiempo es
muy probable que sí. De todos modos, en la fecha en que redactó su Instruc-
ción para descubrir las huacas del Perú (al parecer escrita entre 1581 y 1585), la
fundición del ídolo de Tata Purqu en La Plata era un hecho consumado y el
proceso contra el hechicero Diego Iquisi ya iba por buen camino.
En 1583 Cristóbal de Albornoz acababa de ser nombrado provisor en el
Cusco y, a falta de obispo, era él quien ocupaba el rango más elevado en la
Iglesia. Fue entonces cuando comenzó a redactar su Probanza de Méritos, que
incluía la famosa Instrucción. En este documento, por vez primera, un eclesiás-
tico dedicaba un párrafo al método empleado para descubrir minas y wak’as,
considerando que se trataba de una misma y única tarea. En efecto, cuando
Albornoz, en calidad de Visitador, formó parte de la Visita General de 1572,
se empeñó en averiguar la ley de muchos minerales y concibió artefactos para
beneficiarlos; además se ocupó afanosamente de la búsqueda de minas en la
provincia de Vilcabamba, siendo él mismo el dueño de una mina.28
Para escribir su texto, Albornoz se valió de libros de fábrica de iglesias y de
memoriales que se encontraban en su archivo personal. Su propia experiencia
en la minería le enseñó que “descubriendo las mamas, que son madres de las
minas... se pueden descubrir de ellas los minerales de donde salieron”.29 Anotó
igualmente algunos indicios que permitirían descubrirlas, como los “ceques o
cachauis… que son los señales de ofrecimiento que a las tales guacas hacían”
y los ritos que hacen a las piedras mamas: “los que vayan a labrar, el día que
han de trabajar, mochan y beben a la tal piedra llamándola mama de lo que
trabajan”. De tal modo que esta Instrucción, que daba a la Iglesia las pautas para
un conocimiento empírico de los cultos a las minas y que constituía también
para los buscadores de minas un libro de mucho provecho, había sido anticipada
por el descubrimiento de Porco y de los wak’as de Caltama.30
28 Ver la edición y presentación de Pierre Duviols al texto de Cristóbal de Albornoz, en
Molina y Albornoz, Fábulas... (1989).
29 Cobo distingue “los metales que llaman mama y las piedras de los dichos metales, llamadas
corpas.” Ver Cobo, Historia del nuevo mundo... (1964 t.1:149). La información de Hernán
González avala esta distinción.
30 Conviene comparar el caso del padre Juan Luis de Padilla, sacerdote en Sacaca en la dé-
cada de 1570, cuyo compartamiento parece similar al de Francisco de Ávila en las etapas
iniciales de su misión extirpadora. Ver Antonio Acosta, “El pleito de los indios de San
Damián (Huarochiri) contra Francisco de Ávila, 1607”, Historiografía y bibliografía america-
146 QARAQARA - CHARKA
Lámina 1.4
Cerro postizo cerca de Trujillo (Martínez Compañón, siglo XVIII)
34 Baltasar Jaime Martínez Compañón, Trujillo del Perú (ed. Teresa Armiñán). Reproducción
facsimilar del MS de la Biblioteca de Palacio de Madrid, Cultura Hispánica, Madrid, 1987-
91. Con Apéndice. Madrid 1991-94.
35 Ver el Apéndice 3 del Documento 1 de esta Parte (f.7v).
148 QARAQARA - CHARKA
Según los dos mineros, que no llegaron a ver el contenido del supuesto
templete, el wak’a extirpado en Caltama por el cura González en los años 1570
formaba parte de este tesoro, junto con otros wak’a escondidos, y estos habrían
escapado a la extirpación hasta 1625, fecha del documento.
Esta leyenda nunca fue comprobada, pero su forma concuerda con otros
casos conocidos. El documento de Garrido y Baños da una descripción de una
interior de mina que se asemeja al patrón que Albornoz había señalado en una
carta al Rey en 1602, en la cual describe Vilcabamba y afirma que en dicha
mina no sólo había metales, sino que los “yngas metieron tesoros en ella, y
que juntaron estos para el rescate de Atagualpa”.36 De la misma manera, los
dos mineros de Chaquí nos hacen parte de sus ilusiones al manifestar el wak’a
que pensaban descubrir:
En el dicho cerro del Poder de Dios, y otro que está junto a él, hay una guaca
en que los indios metieron y tienen oculta mucha cantidad de plata, oro y
otros metales, y riqueza, a la cual dicha guaca manifestamos para la descubrir
y abrir y labrar, por decir está muchos estados debajo de tierra, y la dicha
manifestación la hacemos 20 cuadras en contorno de la boca de la mina de
Nuestra Señora de la Limpia Concepción.37
la mina que llaman Chaquí ... [que] dicen que es cuatro leguas de esta Villa
Imperial, es famosa en toda aquesta tierra por la relación de sus incompara-
bles riquezas, tiénese por cierto que la hay, aunque hasta ahora no se sabe en
donde esté. Ha costado su busca vidas de indios que se han muerto con sus
propias manos para no verse obligados a descubrirla.39
Como lo muestra este texto, Alonso Barba conocía la leyenda de esta mina
y nos llama la atención que, por un lado, no duda de su existencia real (aun-
que admite que no se ha descubierto todavía), y por otro indica que los indios
prefirieron suicidarse antes que declarar dónde se encontraba.
Jugar con las fantasías de los españoles, inventándoles leyendas que no
siempre tenían que ver con la realidad, fue una de las tácticas más corrientes
empleadas por los indios. Sin embargo, en este caso, Barba se refiere a una
ley del silencio compartida por los indios para no descubrir el wak’a. No nos
dice cuándo llegó a su conocimiento la información de los suicidios de los
que fue la causa. Podemos pensar que éstos, si corresponden a una realidad,
constituían para los españoles la prueba de la existencia real de un wak’a im-
portante. Y no tenemos por qué poner en tela de juicio lo que cuenta Barba,
fuente documentada y segura. Entonces, una de las posibles interpretaciones
que podemos formular –a falta de fecha concreta para estos suicidios– es que
los indios sólo pudieron haber muerto por una mina y centro de culto muy
importante, y que quizás, en este caso, Barba se refiere a hechos que se dieron
tiempo atrás y que conciernen a una mina situada en el territorio Chaquí, es
decir Potosí, ya que sabemos que la fabulosa riqueza de Chaquí nunca existió;
a no ser que el relato entero de Barba, como lo que nos dicen Garrido y Baños,
sea en su totalidad un mero cuento. Lizárraga, por su lado, afirma en 1608
que otra mina, la de Macha, tampoco fue descubierta a los españoles, aunque
la estaban buscando.40 Ofrece como explicación a este hecho que los indios la
utilizaban para pagar su tributo colonial, lo que no sería posible si los españoles
se apoderaran de ella.41
De todos modos, podemos sospechar que cincuenta años después de la
extirpación del wak’a de Porco en Caltama y ochenta años después del des-
cubrimiento de Potosí a los españoles, las riquezas de los dos cerros ricos del
Inka seguían alimentando la imaginación de los buscadores de minas y teso-
ros, prontos en creerse lo que contaban los indios, a tal punto que esperaban
encontrar un nuevo tesoro en Chaquí.
La descripción de Garrido y Baños alude también a la bocamina (que fue
tapada por el cerro postizo). El documento menciona en este caso tres piedras
en forma de triángulo. La primera estaría orientada hacia el levante y consis-
40 Lizárraga, Descripción… (1968 [1608]). Cap. XCVII:82). Se trata quizás de las minas de
Titiri y Choqueqayara, ya que las minas de Aullagas y Colquechaca habían sido descubiertas
en 1586.
41 “De aqui a dos jornadas al pueblo de Macha en cuyo distrito hay una mina de plata, que
hasta ahora no se ha descubierto, ni se espera se descubrirá… era verdadero sabia el cerro
y mina, pero que no convenía descubrirlo, porque los indios de Macha, en cuyo distrito
estaba, y cuya era [la plata], la labraban… para pagar sus tributos y para sus necesidades…
la cual si se descubría, la habían de quitar a los indios y quedarían privados de su hacienda”.
Lizárraga, Descripción… (1968 [1608] Cap. XCVII:82-83).
150 QARAQARA - CHARKA
tiría de una piedra chata de mina; la segunda correspondería a una peña partida
por el rayo; y la tercera a una piedra cuya forma y origen no están especi-
ficados en el texto. El documento evoca funciones distintas para cada una
de estas piedras: la del rayo consagraría un lugar señalado a Illapa; la piedra
larga y chata, que miraba hacia el Sol, podría estar relacionada con esta divi-
nidad. En cuanto al triángulo, ignoramos si este corresponde a algún patrón
verdadero. Sea como fuere, este lugar de culto evocaba, probablemente,
para los españoles la “preparación providencial” que les permitía a la gente
andina anticipar la representación cristiana de la Trinidad, aún más cuando
sabemos que las minas en tiempos coloniales fueron a menudo dedicadas a
esta advocación.
Efectivamente, la descripción que daban los indios del lugar de culto
situado dentro de la mina se asemeja a los demás patrones ceremoniales que
constituían el amplio complejo religioso-minero de la región de Charcas.
Teresa Gisbert ha demostrado que el culto a los wak’a triples abarcaba una
región muy grande, que se extendía desde los Yampara de Chuquisaca hasta
los Charka de Sacaca. Un documento tardío, de casi la misma fecha que la
“manifestación” de Chaquí (1626) y publicado por Valentín Abecia, se refiere
a las excavaciones que se hicieron alrededor de la Recoleta de La Plata para
intentar descubrir un wak’a triple llamado Tangatanga, que aparentemente
estaba asociado (igual que en Porco y Chaquí) con unas minas y también con el
agua subterránea de un manantial.42 De igual forma, Acosta obtuvo información
durante su visita a Chuquisaca acerca de un wak’a con un ídolo de Tangatanga,
“que decían eran en uno tres y tres en uno”.43 Calancha añade que “el gran
ídolo Tangatanga, a quien mochaban éstos y sus comarcas... por sus quipos y
tradición significaba el que uno es en tres y tres en uno; y así era un bulto con
tres cabezas”.44 Había otras figuras de Tangatanga en la misma región char-
queña. Sin embargo, Acosta, que hablaba de dos trinidades estatales precris-
tianas –la del Sol y la del Rayo–, no aceptaba la hipótesis de la “preparación
providencial”,45 considerando que existía otra “imagen de la Trinidad entre los
Sacacas”, vinculada, al parecer, con los fuegos del subsuelo.46 Las asociaciones
42 Valentín Abecia, Historia de Chuquisaca, Sucre, 1939. Citado en Teresa Gisbert, Iconografía
y mitos indígenas en el arte, Editorial Gisbert, La Paz, 1980.
43 José de Acosta, Historia natural y moral de las Indias, Biblioteca de Autores Españoles, t.
LXXIII, Madrid, 1954, p. 174.
44 Calancha, “Corónica moralizada...” (1978 [1638-1653] t.2:732).
45 Para los efectos polarizantes del nominalismo en el pensamiento de Acosta (ausentes del
tomismo de Las Casas), ver Fernando Cervantes, The Idea of the Devil and the Problem of
the Indian: the case of México in the sixteenth century, Institute of Latin American Studies
Occasional Paper 24, University of London, 1991.
46 “Sakaka, lugar de exhalación ígnea”. Bertonio, Vocabulario... (1956 [1612]:304). Cf. Silvia
Arze y Ximena Medinaceli, Imágenes y Presagios. El escudo de los Ayaviri, Mallkus de Charcas,
HISBOL, La Paz, 1991. Hoy son muchos los lugares regionales de culto llamados Tanga-
CULTO 151
del Tangatanga chuquisaqueño con las minas y con el rayo47 nos hacen pensar,
indudablemente, en el ídolo de Porco, ídolo trino de tres piedras de mina.
Además, los cerros que encubren con sus moles las riquezas ocultas del
mundo interior tuvieron la misma función sagrada que la que tuvo el metal
que se almacenaba en sus entrañas. Calancha escribe a este propósito: “usaban
los indios que van a las minas de plata adorar los cerros o minas pidiéndoles
metal rico”.48 Éstos constituían la parte visible de la riqueza sagrada y varios
santuarios de la zona correspondían tanto a cerros como a minas. En la región
de Chayanta, por ejemplo, existía un mochadero junto a las minas de oro de
Amayapampa.49 Calancha nota también que en Quiquijana había “un altar en
que se sacrificaba a un idolillo en forma de carnerillo pequeño a quien ofre-
cían holocausto”. Tangatanga y Churuquilla eran los wak’a de los dos cerros
de Chuquisaca; y lo mismo pasaba en Potosí y Sacaca, donde existían wak’as
relacionados con los cerros y las minas.50
Y el jesuita Arriaga afirmaba en l599 que “desde tiempo inmemorial” se
concedía “una extraña devoción” a dos cerros, los cuales funcionaban como
oráculos, a pesar de los intentos, tanto de la Iglesia como de la justicia civil, de
destruir “estos diabólicos adoratorios”. Los dos cerros eran el Wayna Potojchi
y el Potojchi, y Arriaga fue quien llegó a destruir el santuario y construyó en
su lugar una capilla a la advocación de San Bartolomé, santo que caza a los
demonios.51
Las minas de la comarca constituían, entonces, un complejo económico-
religioso muy amplio, sin duda alguna el mayor del Tawantinsuyu (ver Mapa
1.1). En razón de la calidad excepcional y la gran variedad de sus minerales, y
del avance de las técnicas de explotación, esta región fue –probablemente desde
tanga y los kimsa mujún, “mojones triples”, ocurren en muchas partes del Norte de Potosí,
como también en la documentación de las Composiciones. Ver, por ejemplo, la Cuarta
Parte, “Tierra”, Documento 10 y 15.
47 Calancha, “Corónica moralizada...” (1978 [1638-1653]:1165-1166). Citado en Gisbert,
Iconografía... (1980).
48 Calancha, “Corónica moralizada...” (1978 [1638-1653]:842).
49 “Lope de Brucena descubrió y dió noticia de una mina de oro que halló en Chayanta, treinta
leguas de esta villa, una legua del dicho pueblo, junto al río, en una cordillera llana donde
está un mochadero o adoratorio que tenían los indios”. Ver Capoche, Relación general...
(1959 [1585]:130). Hoy en día se considera que ésta era del Inka.
50 Calancha, “Corónica moralizada...” (1978 [1638-1653]:1167).
51 Carta de P. Pablo J. de Arriaga al padre P. C. Aquaviva, Lima, 29 de abril de 1599. Publi-
cada en Monumenta Peruana S.J.T.VI. Roma 1974 (660-732). Efectivamente, la ortografía
correcta para el nombre prehispánico de Potosí sería Phojtochi o Photojchi. Así, Bertonio
escribe “Collque pachpahua Phokhtochina, Siempre hay mucha plata en Potosí”; “Photokhchina
collque saucaquihua, Grande fuerza de plata es la que hay en Potosí”. Phokhto significa “una
almozada de algo”, y photokhchasitha “parar las manos como para recibir una almozada
de algo”. Bertonio, Vocabulario... (1956 [1612] t. II:244, 313, 274). Hoy en la región hay
distintos morros que se llaman así, como expresiones locales de su prototipo en el mismo
Potosí.
152 QARAQARA - CHARKA
52 “Turquesas muy finas se sacan en Atacama, una vi yo en los Lipes, tan grande como un real
de a dos; es gala muy estimada entre los indios de esta provincia traer sartas de pedrezuelas
de este género, menudas, y curiosamente labradas, tráenlas los varones más gruesas a los
cuellos, como gargantillas. Háylas también de piedras verdes, y las unas y las otras es la
cosa que mas apetecen los Chiriguanaes de guerra, y el mas estimado de los rescates que
se llevan”. Alonso Barba, El arte de los metales... (1967 [1640]:27).
53 “Relación general que se tomó en publica forma y se envío autorizada al virrey en la pro-
vincia de los Xarayes, que es en 17 grados sobre el río Paraguay, 250 leguas de Asumpción,
donde había llegado el general Ñuflo de Chaves con 150 hombres, con orden e intento de
poblar en ella, y después, por la relación que tomó, pasó adelante”. Jiménez de la Espada
(comp.). Relaciones geográficas de Indias, t. 2. (1965:96-97). La cita atribuye a un cacique el
nombre de la tierra de promisión (Candiri).
54 Arzans adelanta para esta invasión la fecha de 1525.
55 Arzans Orsúa y Vela, Historia... (1975:27).
CULTO 153
y la mandaba llevar al lugar de donde había sido traido. Si alguna huaca los
indios llevaban y no daba respuesta, cuando los Incas llegaban en su oráculo
a hablar con su huaca y con la nuevamente traída, decían que no era buena,
y no la mandaban adorar.56
61 Salvo algunos datos, no siempre de fiar, proporcionados por Arzans, sabemos muy poco
de la vida de los habitantes del Cerro antes de la llegada de los españoles. Arzans cuenta
que el pueblo que conformaban se llamaba Cantumarca, que era habitado por gente que
contrataba con maíz y por pastores que labraban hachas, picos y puntas de flechas para los
guerreros. Arzans Orsúa y Vela, Historia… (1975:101-102).
62 Arzans Orsúa y Vela, Historia… (1975 [1737]:99-100). Ver también el Ensayo de Inter-
pretación “Charka Rojo, Charka Blanco” (acápite 7).
63 Rodrigo de la Fuente Sanct Angel, “Relación del Cerro de Potosí y su Descubrimiento”,
Potosí, 31.xi.1572. En Jimenez de la Espada (comp.), Relaciones Geográficas de Indias, t. 1 ...
(1965:357–361).
CULTO 155
64 Nicolás de Benino, “Relacion muy particular del Cerro y Minas de Potosí y de su calidad
y labores, dirigida a Don Francisco de Toledo, virrey del Peru en 1573”, en Jiménez de la
Espada (comp.), .Relaciones Geográficas de Indias t.1. (1965:362-371).
65 Arzans Orsúa y Vela, Historia … (1975:39].
66 Manuel Ballesteros-Gaisbrois, “Notas sobre el trabajo minero en los Andes, con especial
referencia a Potosí (s.XVI y ss.)”, en La minería hispana e iberoamericana, Vol. I. Cátedra
de San Isidro. León 1970 (p.532). También Benino, “Relación …” (1965:363–4).
156 QARAQARA - CHARKA
3. La minería temprana
67 The Pirotechnia of Vannoccio Biringuccio (translated and edited by Cyril Stanley Smith and
Martha Teach Gnudi), Dover, New York, 1990, pp. 17-18.
68 Arriaga, “Carta…” (1974:688).
69 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 21.
CULTO 157
ciernen las rutas de intercambio tanto con el lago como con San Pedro de Ata-
cama, la creación de centros de orfebrería y el dominio religioso que pudieron
ejercer los centros administrativos y religiosos del Titicaca sobre la región.
Futuros estudios de arqueología y etnohistoria tendrán que contemplar estas
posibilidades. Los documentos a nuestro alcance no nos permiten remontar
a tales épocas: conciernen esencialmente el período inka y español. Pero nos
permiten reenfocar el significado de otra mina del Inka, Porco, que fue la
primera que los Mallku de Charcas descubrieron al Rey.
La mina de plata de Porco fue muy estimada por el Inka, y aún antes que
él, debido a la riqueza y el color de su mineral. Era tan rico éste que, en la
primera etapa de la explotación colonial, de una sola bolsa se podía extraer
entre 8.000 y 10.000 pesos.70 Fue una de las características geológicas de esta
mina como también de la mina de Berenguela (cerca de Sacaca), igualmente
explotada por los Inka, de poseer una gran cantidad de plata nativa, o tacana,
en “bolsas”, es decir, en depósitos esporádicos.71
Desconocemos cuáles fueron las características geológicas privilegiadas
por el Inka para la explotación de los yacimientos de plata y no sabemos cómo
se hizo la repartición entre las minas consagradas al sol y pertenecientes al
Inka y las minas cuya explotación quedó bajo el control de los habitantes de
la comarca. Sabemos, sin embargo, que en la mina de oro de Carabaya, al
este del lago Titicaca, el Inka se apropió de aquellos yacimientos de galería
donde se hallaban pepitas de oro, o sea metal puro bajo tierra, mientras que
los lavaderos de río, sobre la superficie, siguieron siendo explotados por las
comunidades. Por analogía con la situación de Carabaya, podemos preguntar-
nos si el yacimiento de Porco, el cual daba plata en “bolsas”, fue considerado
como más sagrado que las minas cuya plata era de ley menor y si sería por este
motivo que el Inka destinó la plata de Porco a la confección de objetos para su
uso personal y para el culto, de la misma manera que las minas de Carabaya
constituyeron una reserva sacralizada y vinculada al culto solar. Todo parece
indicar, sin embargo, que Potosí estaba dedicado al sol; al menos, es lo que
afirmaba Ocaña.
Otro ejemplo es el de la rica mina de plata del Inka en Tarapacá, situada
en el cerro costeño de Huantajaya, cerca del puerto de Iquique. Pedro Piza-
rro, vecino de Arequipa, al hablar de la mina de Porco la relaciona en efecto
con la de Tarapacá. Y la descripción que nos proporciona nuevamente aboga
la hipótesis de que eran preferidas por el Inka aquellas minas que contenían
bolsas, es decir, que producían las “papas”, llamadas así por analogía con la
forma de las “turmas de la tierra”. Las “papas” crecían en el suelo, al igual que
los tubérculos, y muchas se encontraban además a flor de tierra.72
Las “papas”, entonces, corresponden a una mineralización muy común
en la región: las había en Porco, en Huantajaya y en Potosí, donde incluso
aparecían prendidas a las raíces de las plantas cuando se las arrancaba, como
verdaderos tubérculos.73 Algunas parecen haber sido además de un grosor
excepcional. En efecto, estas “papas”, que corresponden a lo que los geólogos
llaman “reventones”, estaban situadas en la zona superficial de los yacimientos
y concentraban los más ricos minerales.74 Su explotación era, como vemos,
muy fácil. A pesar de que la plata nativa es generalmente de poca duración
y que mientras más se explota la mina más va bajando la ley del mineral, tal
no parece haber sido el caso de la mina de Porco, ya que seguía produciendo
plata de muy buena ley durante la mayor parte del siglo XVI. La plata tacana
de Porco era famosa debido a su color “blanco”; se trataba de un mineral de
ley elevada, y las investigaciones de Rivas y Carrasco, y de Kelly y Turneaure,
han demostrado que la plata de Porco se diferenciaba de la de Potosí de los
principios de la Colonia porque no contenía ni antimonio ni tungsteno.75
72 “Se tiene noticia de una veta que los indios tienen tapada, que dicen ellos era del Sol, de
anchor de dos pies, toda de plata fina. Vinose a entender esto por lo que ahora diré. Lu-
cas Martínez, vecino de Arequipa, uno de los conquistadores de este reino, labraba estas
minas porque tenía en encomienda este pueblo de Tarapaca. Pues labrando en una cueva
de donde primero sacaban plata para el Inka, hallaba unas papas redondas como a manera
de turmas de tierra, quiero decir como bolas redondas, que los indios llaman acá papas,
un mantenimiento que comen los naturales del Collao, como tengo dicho. Hallábanse
estas papas de plata sueltas entre la tierra, de peso de doscientos pesos, y de trescientos,
y de quinientos, y de arroba y de dos arrobas, y a veces de un quintal. Labrábase esto con
grandes costas y hallábanse estas papas a tiempos, que se criaban en esta cueva ... se halla-
ron unas piedras a manera de adobes, que en obra de medio estado que estaban éstas, se
sacaron más de tres mil pesos de pedazos de piedras a manera de adobes de plata blanca
pequeña que subía de la ley, que no se hacía mas que arrancando el adobe le daban con
una almádena encima, y saltaba una costra de piedra delgada que tenía, y quedaba hecha
una plancha de plata”. Pedro Pizarro, Relación del descubrimiento y conquista de los Reinos del
Perú (ed. Guillermo Lohmann Villena), Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima,
1986 [1571], pp. 189-192.
73 “Hallóse el metal en ella muy somero, porque dicen todos los que se hallaron presentes, que
en muchas partes se halló a la rodilla y en mucha cantidad y muy rico, y en partes, arrancando
las pajas, de las raices dellas colgaban unas papas del gordor de una nuez y mas de un metal
que se llama tacana riquísimo…” Benino, “Relación…” ([1573] 1965:362-371).
74 Comunicación personal de Philippe Lagny, metalogenista.
75 S. Rivas y R. Carrasco, Geología y yacimientos minerales de la región de Potosí, 2 vols., Servicio
Geológico de Bolivia Geobol, Boletín 11, Ministerio de Minas, La Paz, 1968. W.C. Kelly
y F.S. Turneaure, “Mineralogy, paragenesis and geothermometry of tin and tungsten
deposits of eastern Bolivia”, Economic Geology 65, 1970, pp. 609-680. Kendall W Brown
and Alan K Craig, “Silver mining at Huantajaya, Viceroyalty of Peru”, en Alan K Craig
y Robert C.West (comps.), In Quest of Mineral Wealth. Aboriginal and Colonial Mining and
Metallurgy in Spanish America. Geoscience and Man (33), 1994.
CULTO 159
Ahora bien, la palabra papa se utiliza para designar estas bolsas de metal
puro, pero también se refiere a otro tipo de mineralización donde la plata blanca
y pura “atravesaba como hilos en las piedras que llaman metal machacado”.76
En este caso, la plata se encontraba mezclada con la piedra criadera. La voz
castellana “machacado”77 corresponde en efecto a una traducción de la palabra
quechua tacana, que procede a su vez de la raíz taqa–, y que significa “golpear,
machucar”.78 Así, en términos lingüísticos, la palabra tacana significa lo mismo
que “machacado”, es decir, mineral que puede trabajarse (“machacarse”) con
martillo.79 Según García de Llanos, los españoles introducían una distinción
entre las piedras con hilos más ricos (machacado),80 aptos para beneficiarse por
fundición, y las piedras con hilos un poco menos ricos (tacana), aptas para be-
neficiarse con el azogue.81 No debe olvidarse, sin embargo, que la voz tacana
abarcaba tanto las papas como ambos tipos de piedra criadera mezclada con
filones de plata pura, siendo todos “martillables”, sea para formar planchas
directamente, sea para preparar la carga del horno; y cabe notar, a este pro-
pósito, que el nombre del capitán de los Qaraqara en Cochabamba, Muruq’u,
significaba “martillo de machucar la plata”, y que por lo tanto lo vincula con
el mundo de la minería y, al mismo tiempo, de la guerra.
El pedazo de mineral del wak’a de Porco encontrado en Caltama, al que alude
el primer documento que aquí comentamos, era precisamente de plata tacana,
como lo era también el wak’a de Chaquí. Probablemente correspondían ambos a
“papas” de plata nativa, como en Huantajaya. Los demás wak’a que se encontraban
en Caltama, correspondientes a otros cerros colindantes, eran también “pedazos
de metal”; es decir, el wak’a era el primer tipo de mineral que se extraía de la mina.
Tanto en Porco como en Huantajaya y en muchas otras minas, la plata nativa
(como lo anotó Matienzo), una vez sacadas las papas, requería tan sólo de unos
martillazos, de tal manera que las planchas se lograban muy fácilmente.
En caso de que la tacana tuviera que beneficiarse por fundición antes de
volverse plancha, se machucaba la piedra antes de fundirla en wayras. Estos
hornos se cargaban de mineral, que se mezclaba con el combustible y se cubría
con arcilla húmeda. El documento que publicamos especifica que las minas
de Porco eran de “plata y plomo”; el quemarlo limpiaba y purificaba la plata
del plomo.82 Más aún, el bajo punto de fusión de la galena (327,5°C) hacía
que bajara considerablemente el de la plata (961,9°C), facilitando el proceso
de la fundición.83 En el wayra, la ventilación estaba asegurada por medio de
numerosos agujeros por donde penetraban los vientos que se producían en las
pendientes del mismo cerro e incluso se formaban “terrazas de viento” para
canalizar los soplos, donde “se hacían procesiones por viento como por falta
de agua cuando se detiene”.84 El metal fundido era recogido, entonces, en un
pequeño recipiente de cerámica. La plata más rica de Porco fue fundida con
wayra, mientras que el cochizo y el rosicler, otros metales un poco menos ricos,
se fundieron “debajo de chimeneas con hornos castellanos”.85
Lámina 1.5
Indios huayrando (siglo XVI)
El proceso del beneficio bajo la Colonia seguía integrado como una fase
de un largo proceso ritual que empezaba con la extracción, como lo explica
Álvarez:
del Templo Mayor del Sol, que estaba entera, “se veía una delgada lámina de
plata en la juntura de dos piedras”, y deduce que “puede ser que algunas paredes
tuviesen asentados los sillares sobre planchas de plata”.90
Las ruinas incaicas de Porco (ver Láminas 1.1 - 1.3) parecen pequeñas
en comparación con lo que serían los centros mineros españoles de Porco
y Potosí, aunque no por eso hay que descartar su importancia también en
tiempos anteriores a los Inka. Pero con la llegada de los españoles se produjo
un aumento cualitativo en el volumen de plata extraída y beneficiada. Así, la
plata de Porco, beneficiada por wayra, que Gonzalo Pizarro mandó al Rey
de España, fue evaluada en “80.000 pesos de plata” por semana.91 La mina de
Hernando Pizarro en Porco también fue explotada por su hermano Gonzalo
con poder suyo.92 Al principio se valoraba su riqueza en veinte marcos por
quintal y en este caso, aparentemente, cuanto más profundo se encontraba el
metal, más fino era. Por lo tanto, Pizarro mandó a un mayordomo suyo para
que explotara su veta y 80 mineros en seguida tomaron posesión de otras vetas,
aunque por falta de recursos y de herramientas –los cuales mandaron a pedir
a Nueva Granada– no las podían explotar.93
Además, la experiencia minera potosina demuestra que las wayras siguieron
funcionando sobretodo mientras duró la tacana que contenía galena, es decir,
desde 1545 hasta 1566 aproximadamente. Sólo a partir de 1571 se empezó a
usar el azogue, a fin de beneficiar los minerales de inferior ley de los desmontes.
Fray Diego de Ocaña estuvo en Porco en 1600, después del hallazgo de los
wak’a; visitó las minas e hizo preguntas a los ancianos. En aquel entonces el
rendimiento de Porco no era, de lejos, el que había sido en épocas anteriores:
el metal de más alta ley había sido explotado y es de suponer que la tacana ya
había desaparecido, puesto que “se beneficiaba por azogue la tierra de que
no hacían caso en aquel tiempo [es decir, al principio de la Colonia], y la van
pasando toda”. Además, la mina, como muchas otras, sufría la desventaja de
“encontrarse en tierras bajas que daban en agua”, lo que aumentaba el costo
de la explotación “y la veta topaba en quijo”, es decir, en una roca dura.94
chacada, es decir que no tiene necesidad de fundición, porque es toda plata limpia ... [de]
esta plata, que es toda ley y más blanca que la de Potosí, hacia el Inka el carro y andas en
que andaba y toda las demás cosas de su servicio que todo era plata y oro”. Ocaña, Un viaje
fascinante… (1969:445).
90 Cobo, Historia del nuevo mundo... (1964:166) (Libro XI, Cap. XII).
91 “Dicen los antiguos de este reino que todas las semanas sacaba [Pizarro] ochenta mil pesos
de plata ensayada sin beneficio de azogue sino por guayra y agua. Y después que se helaba,
cortaban las láminas con una hacha a pedazos pequeños, de donde sacaba cada semana la
cantidad de plata que dije”. Capoche, Relación general... (1959 [1585]:125).
92 Ballesteros-Graisbois, “Notas…” (1970). Cf. Benino, “Relación…” (1965 [1573]:363).
93 Ballesteros-Graisbois, “Notas...” (1970). Cf. el Apéndice 1 del Documento 1 en esta
Parte.
94 Ocaña, Un viaje fascinante... (1969). “Quijo” es una “piedra cuarzosa muy dura” según
Capoche, Relación general... (1959 [1585]:125).
164 QARAQARA - CHARKA
Hemos señalado que el Mallku de los Charka, Kuysara, entregó las minas
del Inka en Porco, y en otras partes de Charcas, a los hermanos Pizarro como
prueba de su obediencia a Su Majestad, y que los mismos documentos no
mencionan nunca la entrega de las minas de Potosí:
unas minas de plata que tenía [el Inka] en el asiento de Porco y lo mismo
las minas de oro que fue en el río de Chiutamarka102 y las minas de cobre de
Aytacara103 y las minas de estaño de Chayanta.104
Pero esta misma lista señala también cuáles fueron las riquezas que, antes,
habían sido descubiertas al Inka Pachakuti por los Mallku de Charcas cuan-
do éste, en su tiempo, vino a conquistar el Qullasuyu. En efecto, la tierra de
Charcas era, como lo afirmaba con entusiasmo Capoche, “una pasta de plata y
oro”, o como lo expresa Barba: “sin que hubiera otros [minerales] en el mundo,
eran bastantes [los de Charcas] a llenarlo todo de riquezas”.105
En el régimen incaico, toda la producción metálica pertenecía al Inka, al
Sol o a los wak’a, aunque el Inka solía dejar una parte de ella para el uso de
los Mallku y de las poblaciones locales, las que además labraban las minas.106
Como ya se ha mencionado, la plata extraída en Porco para el Inka fue uti-
lizada con fines religiosos y de prestigio. La sacralización de los minerales
brutos fue una práctica común en todos los pueblos mineros de los Andes. En
Carabaya, los pedazos de mineral más gruesos o las pepitas de oro de mayor
tamaño eran considerados como mama, y se les atribuía poderes de fecundación
y reproducción de la riqueza. En Huancavelica, los españoles encontraron
un depósito que contenía cierta cantidad de mercurio puro y que era consi-
derado como wak’a. Es sabido que en tiempos incaicos los metales auríferos
de Carabaya extraídos de las minas del Inka (no las de las etnias locales) eran
101 Para la mita de Porco, ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documentos 16, 18, 19, 21.
102 Los lavaderos de Chiuta están cerca de Pocoata: sus depósitos de oro (como los de la mina
de Amayapampa, cerca de Chayanta) se explotan hoy en día, así como en la documentación
minera colonial y republicana.
103 Probablemente Andacaba (Corregimiento de Porco).
104 Ver el Documento 20 de la Quinta Parte, “Mallku” (f.10r). Chayanta significa “estaño” en
aymara. Bertonio, Vocabulario… (1956 [1612]).
105 Capoche, Relación general... (1959 [1585]:130. Alonso Barba, El arte de los metales... (1967
[1640]:52).
106 Ver Berthelot, “L’exploitation...” (1978), para un estudio de las minas de oro de Carabaya.
166 QARAQARA - CHARKA
también wak’a. Como los minerales que nacían en las entrañas de la tierra,
los demás frutos del suelo –maíz, coca, papa– como también los rebaños de
camélidos tenían asimismo sus illa o mama, de piedra o metal, que aseguraban
la reproducción de las cosechas y las generaciones futuras.107 Además, era
muy frecuente la presencia de objetos de metal entre la parafernalia de los
wak’a, aún cuando éstas no fuesen ligadas específicamente a un culto minero.
Tal era el caso del monolito de Ilave en la región del Titicaca, que tenía en
un depósito enterrado varias hojitas de oro con funciones fertilizantes.108 En
Mama Sanu, al norte de Lima, el wak’a estaba “sentada sobre mucho metal
de plomo”; y en Wiñaq Willka, otro pueblo de la misma comarca, estaba
“rodeada de mucha plata menuda”.109
De la misma manera en que Carabaya era consagrada al sol, la presencia
de la plata de Porco en el Qurikancha constituía un reconocimiento por parte
del Estado Inka de la función sagrada del metal de dicha mina, como fruto
privilegiado del subsuelo, y por vía de consecuencia un reconocimiento de los
poderes de los Qaraqara y los Charka. Según Mary Helms, “en el contexto
incaico, los objetos de oro no fueron considerados imitaciones doradas de la
naturaleza, o como simples adornos bellos o decorativos: eran una expresión
tangible de la ideología política, y servían para legitimizar la superioridad de la
élite del Estado Inka”.110 En este sentido, la entrega de la plata de Porco y de
Potosí al Inka Pachakuti fue percibida como un signo de reconocimiento de su
autoridad, al mismo tiempo que permitía a los Charka y Qaraqara “ascender”
al rango de “soldados del Inka”.
Aunque carecemos de datos precisos sobre los rituales de Porco, algunos
detalles sobre su organización se desprenden del documento que publicamos.
El “hechicero” Iquisi, rival del cura extirpador, lleva en el documento el título
de punkukamayuq, que se puede traducir como “guardián de la puerta”. Es un
título que parece proceder de una tradición antigua. En las épocas de Pukara
y de Tiwanaku los punku (puertas) eran considerados como lugares sagrados,
siendo el más famoso de ellos el Pumapunku de Tiwanaku. Miguel de Estete
cuenta además que el ídolo de Pachakamaq era atendido por un “portero”, quien
era la única persona que podía entrar y hablar con el oráculo.111 En el caso de
Porco, fue precisamente la bocamina la que desempeñaba este papel sagrado
Los poderes del wak’a de Porco eran múltiples. Algunos se pueden deducir
indirectamente de los objetos rituales que le rodeaban, mientras que para otros
112 “El dicho Coysara dió al dicho Hernando y Gonzalo Pizarro las minas de Porco y les en-
señó y mostró la puerta por donde se solía labrar y sacar la plata para el ingenio de las dichas
minas, lo cual fue un servicio muy notable”. Testigo Martín Licalde. Ver el Documento
21 en la Quinta Parte, “Mallku” (f.93; el énfasis es nuestro).
113 Álvarez, De las costumbres y conversión... (1998 [1588]:351].
114 Bajo la Colonia, estas casas se convertían en los kanchawasis de la bocamina, donde se
guardaban las herramientas.
115 En Huancavelica, Bartolomé Álvarez nota que ofrecían coca al soroche: “Y después que lo
han sacado y amontonado, ofrecen coca al mismo soroche en el montón”. De las costumbres
y conversión... (1998 [1588]:357).
116 Bouysse-Cassagne, “Le lac Titicaca...” (1992).
117 Ver el Documento 1 en esta Parte (f.3v).
168 QARAQARA - CHARKA
118 Para los significados y asociaciones de estas palabras, ver también las notas correspondientes
al texto del Documento 1.
119 “En otras partes, en cerros altos de señalada vista tenían asimismo huacas de veneración
por sus provincias, y en particular cada pueblo y cada aillo, como digamos ‘cognaciones’
o ‘parcialidades’”. Álvarez, De las costumbres y conversión... (1998 [1588]:75).
120 Cristóbal de Albornoz, “Instrucción para descubrir todas las Guacas del Piru y sus Camayos
y Haziendas”, en Urbano y Duviols (eds.), Fábulas… (1989:17).
121 “Cuando entraban en sus batallas, llevaban sus huacas en el ejército para ser ayudados
dellas”. Álvarez, De las costumbres y conversión... (1998 [1588]:75). Cf. “Charka Rojo, Charka
Blanco” (acápite 7) para los wak’a llevados a la campaña de Cochabamba en 1538.
122 Ziólkowski, “El Inka y el brevario...” (2002).
123 Albornoz, “Instrucción...” (1989:172, 196).
CULTO 169
hacían otras muchas supersticiones así para sus enfermedades como para
los temporales invocando al Dios de las lluvias y rayos y diciendo misa ...
confesándose, fingiéndose con él que esto hacía que era un grande hechizero
llamado Diego Iquisi.125
Todo parece indicar que el wak’a de la guerra estaba vinculado con un culto
al rayo, como también lo era el del Inka Pachakuti, y que la configuración del
centro ceremonial de Porco era parecida a la que la documentación atribuye
a Chaquí, donde se señalaba la presencia de una piedra del rayo en la entrada
de la bocamina.
Además, el rayo era también considerado como fuente de fertilidad.
Así los illa, mama, qunupa o llallawa eran nombres que designaban tanto los
prototipos que ayudaban a la germinación de la mina como la de los campos,
puesto que los frutos del subsuelo y del suelo procedían ambos del engendro
provocado por el rayo.126 En efecto, el rayo era una divinidad triple, nombrada
Choquela (Ch’uqi Illa), Inti Illapa y Catuylla (Qatu Illa), que tenía la capaci-
dad de engendrar seres humanos extraordinarios como los mellizos, o frutos
y metales descomunales como las papas o bolsas de metal argentífero. Para el
mundo minero, donde no existía una separación conceptual entre el suelo y
el subsuelo, la palabra coya designaba tanto la mina o socavón donde se criaba
124 Bouysse-Cassagne, “‘El rayo que no cesa’: d’un dieu pukina à un dieu Inka”, en Religions
des Andes et langues indigènes, Publications de l’Université de Provence, Aix en Provence,
1993, pp. 165-180.
125 Ver en esta Parte, Documento 1 (ff. 3v-4r).
126 Cf. Carmen Salazar-Soler, “El Tayta Muki y la Ukhupacha: Prácticas y creencias religiosas
de los mineros de Julcani, Huancavelica, Peru”. Journal de la Société des Américanistes, t.
LXXIII, 1987, pp.193-217.
170 QARAQARA - CHARKA
adoraban a este cerro tanto porque las tempestades que por allí venían son
terribles con truenos grandes, relámpagos y rayos, como porque dicen que
en las entrañas cría rica plata.128
127 “Ccoya, el agujero donde siembran la papa, mayz. Ccoyo, vel ccoa, mina o socavón donde
sacan el metal”. Bertonio, Vocabulario... (1956 [1612]:55).
128 Calancha, Corónica moralizada... (1978 [1638-1653]:1167).
129 Cobo, Historia del nuevo mundo. (1964:160).
130 Ziólkowski, “La Piedra del Cielo…” (1984).
131 Bouysse-Cassagne, “‘El rayo que no cesa’...” (1993).
CULTO 171
fugaces (ch’aska plata = “estrella de plata, o pelo de plata”), y que eran éstas las
que engendraban la plata subterránea al tomar la forma de rayos hembra que
penetraban en la tierra.132
Así, el brillo del metal parece haber encarnado para los pueblos agropastoriles
y mineros de los Andes una concentración de luz viviente y sagrada. En aymara el
verbo llipikhatatha, que significa a la vez “relampaguear” y “reverberar”, se usaba
para describir tanto el brillo de las cosas lisas (lliphiri cala) como el de las piedras
preciosas, de las armas acicaladas y de las estrellas.133 Entre el mundo de arriba
y el de abajo –entre el cielo donde relucía el rayo y las estrellas, por un lado, y la
mina con su luz metálica, por el otro– existía una complicidad evidente. Y esta
luz fulgurante que irradiaba de las armas de guerra era presente, obviamente,
en los adornos que usaba el Inka cuando salía rumbo a la guerra.
Existen tres retratos diseñados por Guaman Poma de Ayala, cuyo signifi-
cado se desconocía hasta ahora, que sustentan la hipótesis de un vínculo entre
el rayo y la plata de Porco (ver Lámina 1.7).134 Uno de ellos representa a Tupaq
Inka Yupanki y Mama Uqllu Quya, sentados en una anda con techo de plumas
y llevados en hombros por cuatro cargadores callawaya. Ambos parecen estar
charlando durante un paseo, cuyo ritmo está indicado por la leyenda (“llevan al
ynga los yndios callauaya – espacio, a pasearse”). En signo de dignidad, llevan
una sombrilla adornada con plumas y borlas. Sabemos que los Inka tuvieron
en mucho el oro de las minas de Carabaya y es de suponer que algunas de las
andas de fiesta, que servían para lucir durante sus paseos, estaban chapadas de
ese metal precioso, el cual procedía de minas consagradas al sol. En tal caso,
sería lógico que los mineros callawaya, que vivían cerca de Carabaya, fuesen
cargadores de las andas y sillas en el primer retrato.
El segundo dibujo representa al Inka Wayna Qhapaq, parado y en plena
batalla, con la honda en alto “tirando piedras de oro fino” contra su enemi-
go (ver Lámina 1.7). La escena se desarrolla durante la conquista del norte
del imperio: Cayambi, Guancabilca, Cañari, Cicchu, Chachapoyas, Quito y
Latacunga. Se trata de la misma campaña donde le ayudaron los soldados de
Qaraqara, Charka, Chicha y Chuy. Llevan el anda los Andamarcas, Soras,
Lucanas y Parinacochas. La leyenda precisa que “de priesa lo llevan”. La silla
es parecida a la anterior, pero desprovista de adornos.
132 En Misminay (Cusco), dice Gary Urton, “the term ch’aska plata (silver star) is applied to
shooting stars, although they are also referred to by the Spanish word boleadora (a lasso
with three balls at the end). During Inka times, the boleadoras were made of bronze and
silver with incrustations of silver and copper ... The ‘silver’ of shooting stars is one origin
of the silver taken out of the ground by female lightning when it penetrates the earth ...
Some priests are able to divine for such things as death, illness and theft by interpreting
the final burst of light given off by a shooting star”. Gary Urton, At the Crossroads of the
Earth and the Sky, University of Texas Press, Austin, 1981, p. 92.
133 Bertonio, Vocabulario... (1956 [1612], Vol. II:234).
134 Poma de Ayala, Nueva Corónica... (1980 [1612]:ff. 331 [333], 333 [335], 377 [379]).
172 QARAQARA - CHARKA
Lámina 1.7
Pilco rampa (Waman Puma)
CULTO 173
135 Cf. Bouysse-Cassagne, “‘Si votre plumage’...” (1998:516-542). También “Le palenquin
d’argent de l’inca”, Techniques et culture 29, París, 1997, pp. 69-111.
136 Es probable que, al igual que el caso incaico, eran sobre todo los Mallku de cada federación
quienes pelearían desde sus literas haciendo uso de las hondas con proyectiles de oro y
plata.
137 La asociación entre los guerreros y los mineros se recalca por Waman Puma, quien pone
a los “guerreros”, Awqaruna, en la primera “calle” de la Visita General que atribuye a los
Inka, y añade: “Destos valentones se sacaba para minas y de otros labores y trabajos”. Ver
Poma de Ayala, Nueva Corónica... (1980 [1612] ff. 193 [195] - 195 [197]).
138 Recordemos que los Mallku Muruq’u de Qaraqara y Qullqi Warachi de Killaka tienen
nombres relacionados con la platería, y que el trabajo del platero es también diseñar la
apariencia de los dioses.
174 QARAQARA - CHARKA
Charcas tuviesen sus minas en Porco, pero que el mando regional, a mediados
del siglo XV, estuviese en manos de Tata Ayra Kanchi, y de los Mallku regio-
nales de los Qaraqara en Chaquí y Macha.
A partir de 1545 el interés de los españoles se desplazó, como lo hemos
dicho, hacia el nuevo tesoro de Potosí.139 La presencia creciente del diablo
cristiano estaba vinculada con los cambios en las condiciones de producción que
acompañaban la consolidación de la economía colonial. Los cultos autóctonos
tuvieron entonces varias opciones: la de seguir secretamente, como en Caltama,
o la de seguir transformándose, como veremos a continuación.
139 Carmen Salazar-Soler, “Las huacas y el conocimiento científico en el siglo XVI: a propó-
sito del descubrimiento de las minas de Potosí”. En Bouysse-Cassagne (comp.), Saberes y
memorias… (1997).
140 Ocaña, Un viaje fascinante... (1969:191).
CULTO 175
142 Cf Norman Meiklejohn, La iglesia y los Lupacas de Chucuito durante la Colonia, Centro de
Estudios Rurales Andinos “Bartolomé de las Casas”, Cusco, 1988, p. 114.
143 Las extorsiones eran frecuentes y el castigo consistía en pagar la multa correspondiente a
“3 o 4 veces el valor del cohecho”.
CULTO 177
Es interesante notar que fue después de esta Visita episcopal cuando fue
ordenado por Vergara, en agradecimiento por sus servicios, y es cuando le fue
otorgada la doctrina vacante de Tacobamba, y ulteriormente la de Chayanta,
que rendía obviamente más dinero que la anterior. No cabe duda de que, a lo
largo de la Visita, Mesa se enteró del valor de las distintas doctrinas.
En aquel tiempo, los obispos no eran responsables de encontrar un puesto
para los sacerdotes y Mesa no poseía ninguna renta personal que le permitiera
ser ordenado a “título de suficiencia”. Que la documentación insista sobre
el hecho de que supiera tanto aymara como quechua, más bien confirmaría
su falta de solvencia económica. En efecto, en este caso una parroquia sólo
podía concederse al sacerdote que hablara la lengua de los parroquianos. El
conocimiento de esa lengua era de hecho considerado por los prelados como
suficiente garantía de que el candidato estaría en disposición de mantenerse
como correspondía a su posición. Tal sujeto era entonces ordenado “a título
de indios” o a “título de lengua”, y este fue probablemente el caso de nuestro
cura. A finales del s. XVI, en la diócesis de Charcas, los doctrineros recibían
normalmente un mínimo de 600 pesos ensayados, lo que hace 900 pesos
corrientes; a estos se sumaba, entre otros estipendios, “el derecho de estola”,
que podía aumentar considerablemente el sueldo y hasta duplicarlo.144 Este era
probablemente un aliciente suficiente para nuestro ambicioso sevillano.
Si nos atenemos a lo que dicen los testigos de Mesa, su actitud parece
haber sido la de un cura modelo. Cabe notar, sin embargo, que Chayanta ya
antes de su llegada como cura beneficiado gozaba de una envidiable repu-
tación de cristiandad. Matienzo anotaba en efecto en 1567 en su Gobierno
del Perú:
los caciques y principales … tienen más entendimiento que sus indios y están
algo mas instruidos en la fe, porque los más de ellos son de los muchachos
que han estado con los padres de la doctrina y aprendido de ellos, y saben
leer y escribir, y aun hay indio que se confiesa por los Mandamientos por tan
buena orden como un letrado, según oí decir a un clérigo que doctrina a un
repartimiento de Chayanta que reside en Pomata.145
144 Los derechos de estola, llamados también derechos u obvenciones, eran diferentes del
sueldo propiamente dicho.
145 Matienzo, Gobierno... (1967 [1567]:126).
178 QARAQARA - CHARKA
7. Un complejo chamánico
Y para concluir con este capítulo (pues fuera nunca acabar si quisiera decir
todas las idolatrías de estos indios y supersticiones diabólicas) remataré con
una infernal que todavía dura y está muy introducida y usada de ellos y de
los caciques y curacas mas principales de esta nación, y es que para saber la
voluntad mala o buena que se tienen unos a otros, toman un brebaje que lla-
man Achuma; que es una acua que hacen del zumo de unos cardones gruesos
y lisos, que se crían en valles calientes; bebenla con grandes ceremonias, y
cantares; y como ella sea muy fuerte, luego los que la beben quedan sin jui-
cio, y privados de su sentido: y en visiones que el Demonio les representa, y
conforme a ellas juzgan sus sospechas de los otros las intensiones. Para este
ministerio cogen algunas aves nocturnas, que llaman Chuic y Tucu, que son
Los Gonzavales tienen unos cardos que llaman aguacollas, y los dan a beber a los
indios que se lo vienen a pedir, y para que lo beban, les dice que se confiesen y
la confiçión es pública, que aunque estén cuatro o seis en la casa, todos lo oyen;
y esto ha mucho que entiendo que no lo hacen, porque les ha ido la mano.149
148 Anello Oliva, Historia del Reino y Provincias del Perú (1998:169).
149 Álvaro Núñez, “Relación de la Doctrina e Beneficio de Nambija y Yaguarsongo (1582)”,
en Jiménez de la Espada (comp.), Relaciones geográficas de Indias, t. 3… (1965:139-142).
180 QARAQARA - CHARKA
UÑ ÑÈiÞ` Ñ°Å äiiÑ`iÑViÓÅ Ñ`iÑ*iÅßÑçÑiä>Ñ>ÑwiV>Ñ`iѧÎÕÌÕnµ150
150 Ambos documentos provienen del Archivum Romanum Compañía de Iesus (ARCI, Perú
15), y fueron publicados por Mario Polia Meconi en Cosmovisión religiosa andina, Pontificia
Universidad Catolica del Perú, Lima, 1999, p. 138.
151 “Mollo mollo”; (Domingo de Santo Tomás) “Coral o perlas, mullu”; (Holguín) “Concha
colorada de la mar, chaquira, o coral de la tierra”; (Bertonio) “Piedra o hueso colorado
como coral con que hazen gargantillas y tambien usan los hechizeros”. El molusco Spon-
dylus nace en las aguas calientes del golfo de Guayaquil y es comida de los dioses en toda
la región andina.
152 Molina, “Relación…” (1989 [1574-85]:62-63).
CULTO 181
muestra que las visiones producidas por la achuma podían variar. Alude a vi-
siones de “yeguas, cabra, guanuco, personas conocidas, indias pallas”, mientras
que la Annua de 1637-38 menciona “jardines y florestas, difuntos tendidos,
hombres ahorcados”.153 Tomando en cuenta este tipo de visión se pronosticaba
el futuro. Este último documento brinda también detalles sobre el santuario
donde la planta era venerada, con sonidos de tambores y campanas: se trataba
de un machay (cueva, gruta).154
Los documentos publicados en esta parte se refieren de muchos modos a
un culto al rayo, venerado en distintas entidades y bajo formas diversas, trátese
de un culto de fecundidad a las mamas de las minas, a las balas de la guerra,
a los cerros o de un culto de iniciación de tipo chamánico, como en el caso
precedente. La luz del cielo no sólo penetraba el interior de la tierra entre
ruidos de truenos que retumban de un cerro a otro, sino que se apoderaba
de los cuerpos de la gente, eligiéndolos y dándoles nuevas formas de ver. La
persistencia de estas ideas y prácticas referentes al Rayo-Trueno-Relámpago,
aun bien entrado el siglo XVII, bajo formas sincréticas que eran una parodia
de la misa cristiana, deja entrever cómo, además de su vigor, éstas seguían
actuando como fermento de cohesión social, no sólo en la región estudiada
por este libro, sino a lo largo de todos los Andes.
153 En las fuentes jesuíticas se alude a menudo a las muertes por ahorcamiento en el altipla-
no.
154 Este documento ha sido publicado por Polia Meconi, Cosmovisión... (1999:137) bajo la re-
ferencia “Perú 15 colegio del Cuzco”, y es efectivamente bajo esa referencia que lo hemos
encontrado en el ARCI. Carmen Salazar-Soler lo atribuye erróneamente a una misión de
Cajatambo.
182 QARAQARA - CHARKA
Documentos 1-2
155 Este título se encuentra en la contratapa del expediente, con la instrucción: “Va ante Su
Magestad en el Real Consejo de las Indias Cerrada y Sellada”, firmada por fray Diego de
la Barrera, escribano de Su Majestad en la Audiencia de La Plata. Agradecemos a Thomas
Abercrombie el envío de las fotocopias de los originales de este documento.
156 Quilaquila se sitúa al norte del río Pilcomayo en territorio Yampara. Ver también Mapa
1.1.
CULTO 183
157 Uno de los pleitos referidos en esta frase es el de los indios de Macha contra Alonso Díaz,
ver la Cuarta Parte, “Tierra”, Documento 8.
158 Las enfermedades de 1590 y los años siguientes –sarampión, viruela y otras– causaron alta
mortandad. Peter Bakewell cita peticiones de amparo por parte de varios caciques del sur,
incluyendo los pueblos vecinos de Tacobamba, Tinquipaya, Tarabuco y Chaquí, pero no
Quilaquila. Quizás los esfuerzos del cura lograron detener la mortandad. Ver Miners of the
Red Mountain, University of New México, Albuquerque, 1984, p. 109.
159 Mostrar la superioridad de la medicina europea fue una manera de combatir el poder de los sa-
cerdotes andinos y por tanto un elemento importante en las campañas de evangelización.
184 QARAQARA - CHARKA
160 Para Sebastián de Lartaún y su discusión con Toribio de Mogroviejo, arzobispo de Lima,
sobre la necesidad de la extirpación, ver Rubén Vargas Ugarte, Historia de la Iglesia en el
Perú, t. II. Aldecoa. Burgos, 1960, pp. 57 sgg. El interés de Lartaún en la búsqueda de los
tesoros de los wak’as se constata en Lissón, doc. 495, ambas obras citadas en Duviols, La
destrucción... (1977 [1971]).
161 Esta frase se repite en la tapa del expediente: “ha sido visitado y dado por buen cura y de
buena vida”.
162 Toropalca y Caiza eran pueblos de reducción de los indios Wisijsa: el primero fue fundado
por el Virrey Toledo en 1575 y el segundo fue una nueva reducción más al norte, fundada
poco después sobre la ruta principal desde Potosí hacia los valles fértiles y Tucumán. Ver
Rasnake, Autoridad y poder… (1989:97). Caltama estaba dentro de la misma jurisdicción
parroquial, casi en el lindero con el territorio de los Chicha. Cf. f.81r de este mismo do-
cumento.
163 Maíz caçua: chicha. El poder de la bebida andina se contrapesa al del vino eucarístico.
164 Taqana, del quechua taqay = “golpear”: un metal muy rico de plata, típicamente mezclado
con una polvorilla negra, así como el “machacado”, mineral al que la tacana sucede en
riqueza porque en ambos casos “se puede martillar la plata así como está ... tiene mucho
nombre la tacana de Porco...”; ver García de Llanos, Diccionario... ([1609] 1983:80-81).
165 En traslado posterior: “Cuzcoma”.
166 No hemos podido ubicar estos cerros.
CULTO 185
minas y sacaban plata y plomo, y saqué algunas piezas de plata del servicio de
los dichos ídolos, y plata menuda, chanbis167 y taracas168 y chipanas169 y queros,170
mucha ropa171 y cosas de plumas,172 huascas173 y chuces174 y macno175 y vestidos
de carneros de diversos colores, y otras cosas y vestidos de las dichas guacas, y
trompetas,176 todo ofrecido a los dichos ídolos,
167 Champi, “hacha”, sinónimo de llauchi. Ver Bertonio, Vocabulario... (1956 [1612], Vol. II:69-
70). Una hacha de media luna conocida también en la región ecuatoriana como tumi. Era
símbolo de mando, llevado por el Inka (en este caso fabricado de oro).
168 Tarakka, “instrumento de música cuadrangular, cuyo sonido es parecido al del clarinete”,
Jorge Lira, Diccionario Kkechua-Español, Universidad Nacional de Tucumán, Tucumán,
1946. Cf. en la actualidad tarka.
169 Chipana, “manilla de oro o plata o cobre, gala de varones”. Bertonio, Vocabulario... (1956
[1612], t. II:83).
170 Los queros son vasos ceremoniales fabricados de metales, piedra o madera. Bertonio,
Vocabulario... (1956 [1612], Vol. II:290) menciona tres tipos de quero adornado: 1. catari
quero, “vaso que tiene por asilla un león”. Aquí parece tratarse de una fusión de un felino
con una serpiente (katari), que quizás se relacione con el sagrado “gato pescado” o suchi
de Copacabana; ver Thérèse Bouysse-Cassagne, Lluvias y cenizas, HISBOL, La Paz, 1988.
2. huakasja quero, “vaso que tiene como una cinta o faxa en medio”. 3. chaantacata quero,
“vaso que en los estremos tiene encaxado estaño”.
171 El tejido es uno de los sacrificios más estimados del área andina; ver John V. Murra, “La
función del tejido en varios contextos sociales y políticos”, en Formaciones… (1975).
172 “Cosas de plumas” eran ofrendas típicas del Antisuyu, aunque las plumas de suri (Rhea andina)
provienen del altiplano y hoy son apreciadas particularmente para colocarse en los cascos
de los guerreros durante los tinku (guerras rituales). Eran muy codiciadas las plumas, que
además adornan las cabezas de los escudos de los Mallku de los Qaraqara y de los Charka, y
forman parte entonces de las insignias del poder; ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documentos
17 (ff.3v-4r) y 22 (f.75r). También Bouysse-Cassagne, “‘Si votre plumage’...” (1998).
173 Waskha, “soga” (uso actual y corriente).
174 Chusi, “freçada de indios”. Ver Bertonio, Vocabulario... (1956 [1612], t. II:94).
175 Makhno, “tortilla de hierba con que tiñen lanas de colorado”, “idem como frutilla que
también haze tinta morada”. Bertonio, Vocabulario... (1956 [1612], t. II:211-2).
176 Las trompetas de concha de caracol (Strombus, o pututu) fueron traídas al Qullasuyu desde
la costa del Ecuador a cambio de cobre y estaño, pasando por el puerto de Chincha; ver
María Rostworowski de Diez Canseco, “Mercaderes del valle de Chincha en la época
prehispánica: un documento y unos comentarios”, en Revista Española de Antropología
Americana, Vol. 5, Madrid, 1970. Hechas de arcilla, son también conocidas en el altiplano
por lo menos desde la época de Chiripa y Pucara, y se ven personajes con trompetas sobre
la Puerta del Sol en Tiwanaku. Waman Puma dibuja las trompetas en manos de guerreros
(Challkuchima) y de “los que reciben las conchas de caracol” (churu mullu chaski); ver Poma
de Ayala, Nueva Corónica... (1980 [1612], ff. 115, 352-3). Martín de Murúa señala que en
tiempo del Inka Pachakuti, mientras llovía en el Cusco, apareció un personaje vestido de
rojo con una trompeta en la mano. A éste se le rogó que no tocara su instrumento para que
la tierra no se diera vuelta (pachakuti). Así, las trompetas de concha combinan las asociaciones
señaladas: guerra, minería, convocación/advertencia y agua (tanto el mar de abajo como
los lagos y los aguaceros de arriba). Ver también Jorge G. Marcos, “Mullo y Pututo para
el Gran Caimán: un modelo para el intercambio entre Mesoamérica y AndinoAmérica”,
en Gaceta Arqueológica Andina, No 26, Instituto Andino de Estudios Arqueológicos, Lima,
2002, pp. 13-36.
186 QARAQARA - CHARKA
de todo lo cual hice inventario con el alcalde [f.4v] y escribano, y lo traje a esta Real
Audiencia, como consta del proceso que está en el oficio de vuestro secretario
Juan de Losa,
y habiendo sacado la dicha guaca y volviéndome al dicho pueblo, con 24 indios
e indias infieles y 43 muchachos y muchachas de a tres y seis y ocho años por
bautizar, me salieron al vado de un río más de 100 indios a matar, y me tiraron
muchos flechazos y derrocaron muchas galgas, y me hicieron pasar en distancia
de una legua más de 15 veces nadando el río, donde estuve a punto de ser muerto,
y me dieron un flechazo en una pierna que me la pasaron, y me siguieron todo el
río más de una legua y de una orilla y otra, y con las guacas y demás que en ellas
hallé sin dejar cosa alguna, amenazando que les diese a su padre Porco que les
había dado victoria de los Chichas,177 que porqué se le llevaba, y que me matarían,
como en efecto lo pusieron por obra, dándome hierbas de las cuales estuve a punto
de muerte, hasta que una india me curó [f.5r] con un bebedizo de otras hierbas, y
eché una bolsa como una avellana de gusanos por la boca,
todo lo cual traje, como dicho tengo, a esta Real Audiencia, y se aplicó la mitad de
todo ello a la Caja Real sin costas, las cuales todas yo pagué, en lo qual yo gasté
mucha hacienda,
y asimismo he sacado en el dicho pueblo, y en él de Macha, otras muchas guacas
e ídolos collas,178 y otras supersticiones, por lo cual castigué 165 personas que
parecieron haberse confesado con el dicho Diego Yquisi y ser idólatras, y al dicho
Diego Yquisi le eché por esclavo del hospital,179
y adoraban las dichas guacas teniendo novenas, y cumpliendo las penitencias de
sus confesiones en el dicho lugar, y sacrificando carneros, cuyes y una criatura
de tres años,180
177 La “victoria de los Chichas” se refiere sin duda a una larga tradición de rivalidad guerrera, pero
especialmente a la represión practicada por el general Martín de Almendras en 1565 con el
apoyo de los Charka, los Qaraqara, los Killaka y los Asanaqi, cuando los Chicha se rebelaron
“por no pagar tasa a Su Majestad”. Para la participación de los Killaka en esta expedición,
ver las preguntas 25 del primer Interrogatorio y 6 de la Segunda Información, formuladas por
don Juan Colque Guarache sobre los servicios hechos por él y su padre en esa ocasión a la
Corona, y publicadas por Espinoza Soriano, “El reino aymara...” (1981); comparar la Quinta
Parte de este tomo, “Mallku”, Documento 21 (f.8r), respuesta del general Pedro de Cuéllar,
vecino de Potosí, al tercer capítulo de la Información pedida por Juan Ayawiri Kuysara.
178 La palabra colla aquí significa simplemente “aymara” (cf. el uso de la palabra colla como
nombre del idioma aymara, f.18v). En el traslado posterior se escribe “ídolos y pillos”. pillu,
“corona, o cordon que usan algunas naciones de indios ponerse en la cabeza para apretar
el cabello, diferente del que llaman Llauto, y qualquiera corona de flores, o de oro &c.
para la cabeza se llama Pillu. Chhapi pillu, corona de espinas como la de Christo Nuestro
Señor”. Ver Bertonio, Vocabulario… (1956 [1612], t. II:265).
179 El castigo elegido para el sacerdote andino, ser “esclavo” de una institución médica depen-
diente del sacerdocio europeo, proclama la subordinación forzada de su saber médico-religioso
a las técnicas de la salud física y espiritual administradas por la Iglesia de Cristo.
180 Las evidencias de muchos cronistas indican las ocasiones cuando se realizaban sacrificios
humanos, normalmente de niños o adolescentes “puros y sin mancha”; pero falta todavía
un aprecio del significado de las edades de las víctimas. Ver Emma Velasco de Tord, “La
Kapakocha: sacrificios humanos en el Incario”, Etnohistoria y antropología andina, Ia Jornada
del Museo Nacional de Historia, Lima, 1978, pp. 193-9.
CULTO 187
[f.7v] ... En el pueblo de Macha a 30.v.1582 los señores licenciado Diego de Alarcón
[f.8r] y maestro Domingo de Almeida, examinadores nombrados por su Señoría
Ilustrísima, mandaron parecer ante sí a Hernán González de la Casa, cura de este
dicho pueblo, para lo examinar y saber la suficiencia que tiene para usar el oficio
de cura, al cual examinaron en la latinidad, y le hicieron muchas preguntas acerca
de la materia de sacramentis, de lo cual todo su Señoría Ilustrísima fue informado, y
de que sabe la lengua de los naturales para les administrar los santos sacramentos
e instruirlos en las cosas de nuestra santa fé, y visto por su Señoría Ilustrísima dijo
que lo daba y dió por habil y suficiente ...
[f.8v] ... En el pueblo de Copoata a 3.xi.1584, Gerónimo Venegas, beneficiado de
la Ciudad de La Paz, visitador general de la provincia de los Charcas, por el Ilustrí-
simo [f.9r] don Alonso Granero de Ávalos, obispo de La Plata del Consejo de SM,
habiendo visto esta información secreta hecha contra el padre Hernán Gonzalez
de la Casa, cura del pueblo y repartimiento de Macha, y que por ella, y por la que
Su Merced hizo al tiempo que iba a la Ciudad de Chuquisaca, consta y parece el
susodicho haber hecho y usado su oficio de tal cura con toda rectitud y cuidado,
dijo que le declaraba, y declaró, por buen sacerdote de buena vida, y ejemplo digno
y merecedor de que Su Señoría Ilustrísima no tan solamente le ocupe en servicio
del dicho curato, por ser buen sacerdote y eclesiástico y entender como entiende
y habla la lengua Aymara y Quichua como buen doctrinante, pero le hagamos la
merced honrándole con otros cargos mas honrosos, y como a tal persona de buena
habilidad y suficiencia, y por tal lo declaro y lo firmo
Gerónimo Venegas [f.11v]
[Petición]
En la Ciudad de La Plata del Perú a 12.ii.1591 años, ante don Gonzalo de Alarcón,
provisor y vicario general de este obispado de La Plata, por el ilustrísimo señor
don fray Alonso de la Cerda de este dicho obispado del Consejo de Su Majestad,
le presentó el contenido:
Hernán González de la Casa, cura del pueblo de Quilaquila, digo
que a mi derecho conviene que Vuestra Merced se sirva mandar al presente no-
tario me dé un testimonio con relación de un proceso que está en esta audiencia
episcopal contra Diego Yquisi, hechicero, el cual yo fulminé,184 con todo lo que
consta en el dicho proceso, así del dicho Diego Yquisi como de otras personas
que yo sentencié y castigué.
A Vuestra Merced pido y suplico sea servido de mandar al presente notario me
dé el dicho testimonio con relación de todo el proceso, sobre que pido justicia y
para ello etc.
Hernán González de la Casa.
Y presentada Su Merced mandó que se le dé el testimonio que pide con relación
del proceso, y así lo proveyó, mandó y firmó
Don Gonzalo Alarcón
tesorero de la cátedral de Guatemala
ante mí Juan Perez notario apostólico.
[Declaraciones de testigos]
[Primer testigo] En la Ciudad de La Plata a 6.ii.1591 el señor licenciado Juan Diaz
de Lopidana hizo parecer ante sí a Juan Díaz de Liano, vecino de esta Ciudad, del
cual recibió juramento en forma de derecho socargo del cual prometió de decir
verdad, y habiendo jurado y siendo preguntado, declaró lo siguiente ...:
que ha que conoce al dicho padre Hernán González de 19 años a esta parte poco
más o menos, y le vió este testigo tiempo de 6 años poco más o menos en esta
Ciudad ocupado en leer la cátedra de gramática con mucho cuidado y diligencia,
ejemplo de vida y costumbres, y sabe que tuvo muchos discípulos, hijos de vecinos
de esta Ciudad [f.14r] y de otras partes, los cuales y algunos de ellos salieron hábiles
y expertos en gramática y latinidad, y ahora son algunos de ellos provinciales y
guardianes de conventos, como son fray Fernando de Arejo provincial de la orden
del señor San Francisco, y fray Francisco de la Cuba guardián del convento de
Misque, clérigos al padre Hernando de Aguilar y Francisco de Almendras, y otros
muchos de que no tiene memoria, a los cuales por sus letras tienen el día de hoy
las dichas dignidades de los clérigos muy buenas doctrinas, y de las principales
de este obispado, lo cual procedió del buen estudio que les dió el dicho Hernán
Gonzalez, y haberles enseñado con el cuidado y trabajo y ejemplo necesario para
tal ministerio,
y que este testigo fue corregidor del partido de Chayanta, y fue cura del pueblo de
Macha[ca] el dicho Hernán Gonzalez, donde este testigo vió con el cuidado que
[f.14v] hacía doctrina a los feligreses, el cual redujo de las quebradas y valles donde
los indios estaban metidos al pueblo de Macha, donde los doctrinaba y predicaba
el santo evangelio y administraba los santos sacramentos, haciendo su oficio con
toda puntualidad con grande vida y ejemplo, de donde conoció ser uno de los
sacerdotes beneméritos y entendidos de este obispado, e hizo cubrir la iglesia de
este obispado del dicho pueblo, y la adornó de ornamentos con toda diligencia y
cuidado, y puso a los indios en toda policía como en la era de ahora lo están,
y que el dicho Hernán González no tan solo hacía el oficio de cura a los naturales,
pero aún vió que les defendía y amparaba en sus negocios y agravios que algu-
nos españoles les hacían, especial las tierras de Moxocoia Carasibamba186 y otros
muchos, que se les metían en ellas los españoles, a cuya defensa se puso hasta
venir a esta Real [f.15r] Audiencia muchas veces a su costa a negociarlo, sin que
186 Se trata del mismo pleito del que publicamos una selección en la Cuarta Parte, “Tierra”,
Documento 8.
CULTO 191
hubiese sabido ni entendido que los indios le hubiesen contribuido con ningún
dinero por sus gastos y trabajos, y que en otros agravios que recibían de españoles
les amparaba y defendía con no menos cuidado y cólera que si fueran negocios
suyos propios, y que el valor de las tierras sobre que vino a esta Real Audiencia
era mucho, y donde los indios sacaban comida para su sustento y tasa,
y que este testigo ha oido la buena opinión del dicho Hernán González y letras que
tiene, y que como tal es público que ordinaria[mente] ha estado ocupado en curatos
y doctrinas de que ha dado siempre buena cuenta y residencia, como parecerá por
los testimonios a que remite, y que es público que ha sido visitador y examinador
y ha hecho oratorias y que no ha sabido que se le ha impuesto demandas públicas
ni secretas, por haber vivido tan justa y puntualmente, y mulo, y que es de buena
vida y costumbres, como ha dicho,
y que este testigo [f.15v] vió las comisiones que se le dieron para descubrir las
guacas y adoratorios de los indios, y que no hizo pequeño servicio a Dios nuestro
señor, y vió sentencias y condenaciones que hizo a los indios, y la aprobación de
ellas por el juez eclesiástico, y que es público que en el descubrimiento de las
dichas guacas padecía grandes trabajos por ser la tierra tan doblada y andar lo
mas de las partes a pie, y que en ello hizo notable servicio a Su Magestad digno
de gratificación,
y que es notorio ser hijodalgo, y que como tal tiene el trato de su persona, y que
ha oido decir que es hijo de Hernán González maestro mayor de las obras de la
iglesia de Toledo, y oyó decir al arcediano Palacios Alvarado y otras muchas per-
sonas de su tierra es público ser el dicho Hernán González hombre bien nacido,
hijodalgo principal, y que era de las montañas del pueblo de Limpias, y que allí
tiene su casa solariega,187
y que por todo lo que ha dicho merece que Su Majestad le haga merced de cualquier
dignidad en la catedral de esta iglesia [f.16r] y arcedianazgo, chantría, canonicato o
curato de Potosí, de lo cual dará buena parte por ser virtuoso y tal como tiene dicho,
lo cual es la verdad so cargo del juramento que hecho tiene,
y lo firmó, y que es de edad de 50 años poco más o menos ...
[Segundo testigo] Y después de lo susodicho en la dicha Ciudad de La Plata a
12.ii.1591, el dicho señor licenciado Juan Diaz de Lopidana del Consejo de Su
Magestad, su oidor en esta Real Audiencia, mandó parecer ante sí a Gerónimo de
Villarreal, vecino de esta Ciudad, regidor en ella188 ... declaró lo siguiente:
[f.16v] ... que este testigo ha que conoce al dicho Hernán González de la Casa en
esta Ciudad de La Plata de 20 años a esta parte, y le vió los cuatro o cinco de ellos
leer cátedra de gramática en la santa iglesia catedral de esta dicha Ciudad a muchos
hijos de vecinos y muchos sacerdotes que venían a ordenarse ... ,
[f.17r] ... y este testigo ha visto al dicho Hernán González, después que dejó de
leer cátedra, ser sacerdote ocupado en la conversión de los indios, porque tuvo
187 Limpias es un pueblo en el país vasco. La casa solariega era evidencia de la calidad social
del sacerdote: “hijodalgo” es el nivel más bajo de la nobleza española.
188 Gerónimo de Villarreal se entitula “Corregidor de Chayanta y del valle de Pitantora”,
en AGI Charcas 78, No 51, Probanza del bachiller Juan Fernández Ramos, cura del valle de
Pitantora. La Plata 17.xii.1585.
192 QARAQARA - CHARKA
y es público y notorio en toda esta provincia que el dicho Hernán Gonzalez es uno
de los más hábiles y suficientes sacerdotes que hay en ella, así en su vida y cos-
tumbres como en su habilidad de muy buen gramático, hábil en lengua Quichua
y Colla sin que nadie le haga ventaja...
[f.20r] ... y es de edad de 60 años ...
[Tercer testigo] Y después de lo susodicho en la Ciudad de La Plata en 13.ii.1591
para la dicha probanza el dicho señor licenciado Juan Diaz de Lopidana hizo pare-
cer ante sí a don Francisco Ondegardo, vecino de esta Ciudad y alferez real de Su
Magestad ... [f.20v] dijo:
que conoce al dicho padre Hernán González de la Casa de 18 años a esta parte, poco
más o menos, los cuatro de los cuales este testigo le vió ocupado en leer cátedra de
gramática en la santa iglesia catedral de esta dicha Ciudad a muchos hijos de vecinos
de los principales, y este testigo le oyó entre ellos siendo de edad [f.21r] de 12 a 14
años ... y vió cómo salieron muchos de ellos sacerdotes y otros religiosos que el
día de hoy son de la orden de San Francisco guardianes y provinciales, y que del
buen estudio que se les dió han salido muy grandes predicadores y de grande vida
y ejemplo, como han sido fray Francisco de la Cuba, que al presente es guardián del
convento de Misque, fray Fernando de Arejo provincial que al presente es en esta
provincia, fray Juan de la Fuente guardián del convento franciscano de la Villa de
Oropeza del valle de Cochabamba ... y los sacerdotes en doctrinas y enseñanza de
la santa fé católica a los naturales, lo cual causó el gran cuidado [y] disciplina con
que enseñaba el dicho padre Hernán González a sus discípulos ...
[f.21v] ... y que es público que habiendo dejado de leer la dicha gramática, como
persona que no había de estar ociosa, fue proveido a las doctrinas de Toropalca y
Caiza, la cual sirvió con mucho aprovechamiento de los naturales, porque es muy
notorio y parecerá por testimonios de los pleitos y diligencias que ha habido sobre
un adoratorio y guaca que descubrió, donde los naturales iban a hacer sacrificio de
criaturas, ganados y supersticiones, en lo cual el dicho Hernán González es notorio
haberse ocupado personalmente sin cometerlo a persona alguna, donde no dejó
de padecer grandes trabajos respecto de ser la tierra fragosa, y estar estos ídolos
en parte muy áspera, y que con mucho trabajo se suelen descubrir, y que habiendo
descubierto la dicha guaca sacó lo que había en ella y lo trajo a esta corte ...
[f.s/n r] ... y después le quedó al dicho Hernán González, por haber descubierto la
dicha guaca, no menos trabajo que peligro de la vida, respecto de que los indios le
cobraron grave odio y enemistad, y como herbolarios y hechiceros es notorio que
le dieron bebedizos de que estuvo a punto de muerte, y con otras contrahierbas
le hicieron echar bolsillas de gusanos, que solo esto bastaba para que se le diese
al dicho padre Hernán González un famoso premio,
y luego fue proveido a la doctrina de Macha, provincia de los Charcas, donde este
testigo le vió administrar los santos sacramentos a los dichos indios, y a causa de
estar derramados los naturales en quebradas y guaicos y fuera de sus reducciones
los juntó [f.s/n v] y congregó al dicho repartimiento, donde los industrió en policía,
y como persona tan celosa del servicio de Dios nuestro señor es notorio que hizo
una iglesia muy suntuosa, donde el día de hoy se administra el santo sacramento
con música de flautos y chirimías con mucha veneración, y que tiene ornamentos
suficientes y está muy bien ataviada de todo lo necesario, de manera que la dicha
iglesia es de las mejores y más bien servida de esta provincia ...
194 QARAQARA - CHARKA
y que le han llamado [a Hernán González] el único en las doctrinas ... por saber
como sabe la lengua general [f.22r] como cuantos sacerdotes hay en esta pro-
vincia ...
y al presente le conoce cura del repartimiento y pueblo de Quilaquila ...
[f.22v] ... [y] habiendo muchos españoles quitado a los indios Charcas muchas tierras,
y en cantidad de valor de 100.000 ducados, el dicho Hernán González, como hombre
tan apasionado por el bien pro y utilidad de sus feligreses, vino a esta corte una y
muchas veces en seguimiento de las tales causas, y llevó jueces, ... de manera que
quedaron los dichos indios con sus tierras y en paz y quietud ...
[f.23r] ... y es de edad de 30 años poco más o menos ...
[Cuarto testigo] En la Ciudad de La Plata a 14.ii.1591 el dicho señor licenciado
Lopidana mandó parecer ante sí a Agustín de Madrid, estante al presente en esta
corte ... dijo:
[f.23v] ... que este testigo conoce al dicho Hernán González de la Casa de 17 años
a esta parte poco más o menos ...
[f.26r] ... y es de edad de 33 años
[Quinto testigo] Y después de lo susodicho en la dicha Ciudad de La Plata en
14.ii.1591 el dicho señor licenciado para la dicha probanza hizo parecer ante sí a
Juance de Onate vecino de esta Ciudad ... dijo lo siguiente:
que ha que conoce al dicho padre Hernán González de la Casa de 18 años a esta
parte poco más o menos [f.26v]
y que este testigo sabe y vió como los cinco o seis años de ellos se ocupó en la
catedral de esta Ciudad, ocupado en leer la cátedra a todos los que la querían oir
y aprender, así hijos de vecinos como soldados y de todo género de gente, y sacó
muchos discípulos con gran habilidad y suficiencia de letras, entre los cuales sacó
al padre Arejo de la orden de San Francisco, que al presente es provincial de la
dicha orden, y al padre fray Juan de Fuentes guardián al presente del convento de
San Francisco de la Villa de Oropeza del valle de Cochabamba, y a fray Francisco
de la Cuba guardián del convento del valle de Misque, y a otros muchos que al
presente son sacerdotes así frailes como clérigos, grandes predicadores y de bue-
nas costumbres y opinión, y tales que han salido muy doctos en las letras, y que
como tales han sido y son ocupados en doctrinas de calidad y de las principales
de este Obispado, lo cual fue [f.27r] causa el cuidado y rigor con que enseñaba a
sus discípulos, y lo principal el buen ejemplo que el daba con su vida ...
y ... al cabo de este tiempo ... fue proveido a la doctrina de Torocalpa [sic] y Caiça,
donde se ocupó muchos días administrando a los naturales los santos sacramentos
y bautizándolos y acudiendo a las cosas de su oficio con mucho cuidado, y estando
entendiendo en la dicha doctrina tuvo noticia de como los dichos indios tenían a
cierto adoratorio donde sacrificaban y ofrecían criaturas, ganados y otras cosas,
y como tan celoso del real servicio propuso ir a descubrir, y lo hizo poniendo gran
diligencia, solicitud y cuidado en ello, con gran trabajo y riesgo de su persona,
respecto de ser la tierra fragosa y estar el dicho adoratorio en lo más áspero de
la montaña y en partes [f.27v] inusadas, y llegado al lugar sacó el ídolo, que eran
tres piedras que este testigo tuvo en su poder y están enterradas en el corral de
su casa, y sacó toda la ropa que había en ella, y un pedazo de metal que pesaría
CULTO 195
una arroba,190 y todo lo trajo a esta casa y lo entregó a los señores de esta Real
Audiencia, y se vendió la ropa y se metió en la real caja de Su Magestad la parte que
le cupo, y por haber descubierto la dicha guaca los dichos indios tomaron grande
odio al dicho padre Hernán González, de manera que estuv[o] a punto de muerte
por haberle dado ciertos bebedizos, de manera que fue forzado dejar la doctrina,
y de allí, como a tan famoso cura doctrinante, le pasaron al pueblo de Macha, donde
por estar los indios derramados y fuera de la reducción en guaycos y quebradas
padeció grande trabajo en recogerles y traerles [f.28r] al dicho pueblo, porque de
esta manera se doctrinaban mejor los indios, en que pasó grave trabajo, e hizo una
iglesia muy suntuosa que es la más bien servida de este obispado, con muchos
ornamentos y gran policía,
y este testigo vió como habiéndoles tomado muchas tierras españoles de aquella
comarca que tenían gran valor, vino a esta Real Audiencia y lo defendió a su costa
todo el tiempo que duraron los pleitos, de manera que hasta que salió con ellos
no los dejó indefensos, y sin que este testigo hubiese sabido ni entendido que se
hubiese dado interés alguno por ello,
a cuya causa, demás del buen ejemplo de los naturales, era y ha sido muy querido
... y por ser como es el único en las lenguas, de manera que no hay sacerdote en
este obispado que mejor la entienda que él, y que como a persona [f.28v] de esta
calidad y letras se le han encomendado visitas de los visitadores, las cuales ha
tomado con puntualidad,
y que en el tiempo de las viruelas habiendo sobrevenido la pestilencia de las virue-
las acudió a favorecer los indios, llevándoles como les llevó [a] cantidad de indios
azúcar y otros medicamentos aplicados para la enfermedad, de manera que si no
fuera por él este testigo tiene para sí que murieran muchos más de los que murieron,
por haber sido una enfermedad que imprimió mucho en los naturales,
demás de que este testigo vió como en el valle de Mollescapa, que está a su cargo
y debajo de su doctrina, ha hecho una iglesia donde se recogen los días de fiesta
los españoles y naturales circunvecinos a la dicha parroquia [f.29r] ...,
por todo lo cual y por ser hijodalgo notorio merece que Su Majestad sea servido
de le hacer merced en cualquier dignidad calonjía y prebenda o beneficio, de lo
cual dará buena cuenta y descargará la real conciencia,
y que asimismo sabe y ha visto como fue examinador del Cuzco, y que lo hizo con
no menos cuidado que lo que ha dicho ...
190 Pedro Pizarro señala la riqueza argentífera de las minas de Porco y Tarapacá (especialmente
Huantajaya), trabajadas por los Inka. La plata se encontraba en forma de “papas redondas
como a manera de turmas de tierra ... que los indios llaman acá papas, un mantenimiento
que comen los naturales del Collao...”. Cf. la nota 72 de la Presentación de esta Parte. La
relación percibida entre los minerales y las sustancias orgánicas, parte del pensamiento
mineralógico andino en tiempos prehispánicos, fue de interés para los europeos por la
asociación similar presente en el pensamiento mineralógico europeo. Ver, para el caso
del De re metallica de Agrícola, Carmen Salazar, “Encuentro de dos mundos: las creencias
acerca de la generación y explotación de los metales en las minas andinas del siglo XVI al
XVIII”, en S. Arze, R. Barragán, L. Escobari, X. Medinaceli (comps.), Etnicidad, economía
y simbolismo en los Andes. Actas del II Congreso Internacional de Etnohistoria (Coroico,
1991), HISBOL/IFEA/SBH/ASUR, La Paz, 1992.
196 QARAQARA - CHARKA
[Petición]
En la Ciudad de La Plata, provincia de los Charcas del Perú a 17.i.1591, ante el [f.31r]
muy ilustre y reverendísimo señor don Alonso de la Cerda, obispo de La Plata del
Consejo del Rey nuestro señor, y ante mi Alonso García Bohorquez, pareció el pa-
dre Hernán González de la Casa, clérigo presbítero cura del pueblo de Quilaquila, y
presentó una petición del tenor siguiente:
Hernán González de la Casa, cura del pueblo de Quilaquila de la Corona Real y
valle de Mollescapa digo:
yo ha 24 años estoy en estos reinos, los cuales he ocupado los 6 de ellos en leer
la cátedra en esta santa iglesia, donde no fue pequeño el fruto que hice con mi
doctrina y enseñamiento, por tener como he tenido muchos discípulos, frailes y
clérigos presbíteros,
y los demás años que son 17 los he pasado en la conversión de los naturales en las
doctrinas de Toropalca y Caiza, Macha, y Quila– [f.31v] quila, todas de la corona real,
donde con mi vida, doctrina y ejemplo he enseñado a los naturales la fé católica y toda
buena policía con mucho cuidado y diligencia, defendiendo a los dichos naturales
de las molestias y agravios que algunas personas les han querido hacer, y en los
tiempos de peste trabaja[n]do mucho[s] años en la salud de sus almas, confesándoles
y dándoles la extrema unción como curándoles, como es público y notorio,
y asimismo he dado razón de mí en todas las visitas que he tenido, sin que jamás
haya tenido demanda pública ni secreta, y de las cosas que se me han encargado he
CULTO 197
dado razón y buena cuenta, así por los reverendísimos predecesores de Vuestra
Señoría como por la sede vacante que ha habido,
y asimismo he edificado muchas iglesias, dos en la doctrina de Toropalca y Caiça,
y una en Macha, y otra en el valle [f.32r] de Mollescapa, y muchas capillas en di-
versos lugares y anexos a las dichas doctrinas, adornando las dichas iglesias con
muchos ricos ornamentos, dóseles y cortinas, cálices y otras cosas necesarias
para el culto divino, todo juntando limosnas a gran trabajo de mi persona, todo lo
cual es público y notorio,
porque pido y suplico a Vuestra Señoría Ilustrísima sea servido de darme su aproba-
ción para presentarme ante la persona real y su Real Consejo de las Indias, para que
a Su Majestad conste de mi suficiencia, habilidad y trabajo que he pasado en estos
reinos el tiempo que aquí estoy en estos reinos, en lo cual recibiré merced y firmo
Hernán González de la Casa.
[Petición]
[f.60r (f.25v)] ... Muy poderoso señor:
Hernán González de la Casa, cura y beneficiado de la catedral de esta Ciudad, digo:
que yo ha 38 años y más que pasé a estos reinos de las Indias, y he asistido siempre
en este obispado y en el servicio de esta santa iglesia, y los 4 años de ellos siendo
catedrático en ella, y todo el demás tiempo he sido cura y vicario en los pueblos
191 Sigue un traslado de todo lo obrado con nueva numeración: f.1 (bis) en el documento
original es f.35 en nuestra numeración continua.
198 QARAQARA - CHARKA
192 Ver Alonso Barba, El arte de los metales… (1967 [1640]), para la circulación de las turquesas
de Lípez y el interés de los Chiriwana en ellas a cambio de maíz. Para la existencia de
turquesas también en Tarata, valle de Cliza, donde los Chuy y los Chicha tenían tierras,
ver Schramm, “Mosaicos etnohistóricos...” (1990:8-9); posiblemente estas turquesas fueron
traídas a Tarata por los Chicha, quienes las habrán conseguido de sus vecinos de Lípez.
CULTO 199
[Petición]
Ilustrísimo señor:
Hernán González de la Casa y Aro, presbítero, como más haya lugar de derecho,
digo
que habrá tiempo de 33 años que yo pasé a este reino, y 30 que resido en esta Ciu-
dad, y 27 años que me ordené de orden sacerdotal, habiendo antes de ser ordenado
ocupadome en leer la cátedra de latinidad de esta santa iglesia catedral a muchos y
muy principales discípulos, hijos de caballeros, vecinos feudatarios de ella, los cua-
les con mi doctrina salieron muy probados y aprovechados en virtud y latinidad, de
manera que muchos de ellos tomaron hábito clerical y monacal, y han sido prelados
en sus órdenes, y otros curas de ánimas,
y después de haber aprovechado en esta Ciudad, fuí nombrado por cura de los
pueblos de Caiza y Toropalca, donde residí 5 años, y de allí removido al curato de
Macha [f.74v (f.39v)] donde estuve 8 años, y pasado algún tiempo por me mejorar
y hacer merced me proveyeron por cura de Quilaquila, donde el reverendísimo
don Alonso de la Cerda me hizo vicario del dicho pueblo, y otros 7, donde y en
los dichos 3 beneficios he ocupado tiempo de los dichos 27 años en administrar a
los naturales los santos sacramentos, y doctrinarles y predicarles la ley evangéli-
ca, enseñándoles virtud y toda buena policía, con aprobación de Vuestra Señoría
Ilustrísima, y de los reverendísimos predecesores de Vuestra Señoría,
hasta que habrá tiempo de 8 meses hice dejación del dicho mi curato en manos
de Vuestra Señoría, con intento de pedir y suplicar a Su Majestad me haga merced
en renumeración [sic] de mis servicios de una dignidad o calongía en esta santa
iglesia catedral, conforme a la calidad y méritos de mi persona,
y para poder informar de ellos al Rey nuestro señor y a su Real Consejo, no em-
bargante que por probanzas hechas por la Real Audiencia de esta corte conforme
a la real ordenanza ha sido y es informado, conviene a mi derecho que ... reciba
información de testigos de los más principales y fidedignos de esta Ciudad y su
obispado, examinándolos por este me– [f.75r (f.40r)] morial de los dichos mis ser-
vicios, de que hago presentación,
a Vuestra Señoría Ilustrísima pido y suplico mande recibir y reciba información de
testigos de los dichos mis servicios, méritos, suficiencia y calidad de mi persona ...
dando su parecer en la pretensión que tengo de ser remunerado de mis servicios,
para que con todo ello pueda ocurrir a pedir merced ante Su Majestad en la forma
acostumbrada ... [f.75v (f.40v)] ...
Interrogatorio. La Plata 7.iv.1601.
[f.76r (f.41r)] ... Por las preguntas de este memorial sean examinados los testigos
que se tomaron de oficio:
1. Primeramente si conocen al bachiller Hernán González de la Casa y Aro de
trato y conversación.
2. Si el dicho bachiller Hernán González de la Casa y Aro ha 33 años que entró
en este reino y 30 años que reside en esta provincia y Ciudad.
3. Que el dicho bachiller Hernán González de la Casa y Aro ha 27 años que es
sacerdote.
CULTO 201
4. Si el dicho bachiller Hernán González de la Casa y Aro, antes que fuese sacer-
dote, profesó públicamente y leyó latinidad muchos años en la catedral de esta
Ciudad, donde tuvo muchos y principales discípulos, así vecinos encomenderos
de indios como otras personas, así frailes prelados de San Francisco como clérigos
que hoy son curas de indios muy hábiles y suficientes, e hizo mucho provecho con
su doctrina así en costumbres como en letras.
5. Si después que el dicho bachiller Hernán González de la Casa y Aro se ordenó,
ha sido cura los dichos 27 años, [f.76v (f.41v)] en los pueblos de Caiza y Toropalca 5
años, y en el pueblo de Macha 8 años, y 14 años poco más o menos en el pueblo de
Quilaquila, sin le haber jamás mudado por no haber habido causa para removerle
ni quitarle de ellas.
6. Si en las dichas doctrinas que ha estado el dicho bachiller Hernán González de la
Casa y Aro ha dado buen ejemplo con su vida y costumbres a los naturales, y ha tenido
fama y opinión de uno de los mejores curas de este obispado, sin haber tenido jamás
demanda de indios ni españoles, y haber puesto en más policía y orden los indios
que a su cargo ha tenido, por haber sido muy curioso y estudioso en este ministerio
y uso, por lo cual los prelados así obispos como sede vacante de este obispado le
han honrado y estimado con nombre de cura diligente, curioso y hábil.
7. Si el dicho bachiller Hernán González de la Casa y Aro halló y sacó una guaca en
el pueblo de Toropalca que era adoratorio más principal que había en esta provincia,
donde se ofendía Dios nuestro señor, haciendo muchas idolatrías y sacrificios al uso
gentilicio, poniendo su persona a riesgo de muerte como se la procuraron los indios
[f.77r (f.42r)] de los pueblos de Toropalca y Caiza por se la haber hallado y sacado,
la cual dicha guaca trajo a esta Real Audiencia y sus bienes.
8. Si en los pueblos de Caiza y Toropalca, que es una doctrina, edificó dos igle-
sias muy buenas y con su industria se redujeron los indios Visisas a los dichos
pueblos Toropalca y Caiza, donde don Francisco de Toledo los había mandado
reducir, que estaban divisos y separados en diversos pueblos.
9. Si en el pueblo de Macha donde el dicho bachiller Hernán González de la Casa
y Aro fue cura 8 años, hizo una iglesia suntuosísima y la adornó de muchos dóseles,
frontales y ornamentos e imágenes de bulto y mucha plata para el servicio del culto
divino, como cálices muy ricos, cruces, candeleros e incensarios, parte de ello a
su costa y parte de limosnas que juntó con su diligencia y solicitud entre indios y
españoles.
10. Si el dicho bachiller Hernán González de la Casa y Aro en 14 años poco menos
que fue cura en el pueblo de Quilaquila y Mollescapa hizo otra iglesia y la adornó
siendo pauperísima de muchos y muy ricos ornamentos y servicio de plata labrada
para el servicio del culto [f.77v (f.42v)] divino, en tanto extremo que en toda esta
provincia no hay iglesia más rica, y esto parte de su hacienda y limosnas que juntó
para ello, y en el valle de Mollescapa edificó una iglesia muy buena y la adornó de
muchos ornamentos y otras cosas necesarias al culto divino.
11. Si las dichas tres doctrinas Caiza y Toropalca, Macha y Quilaquila el dicho
bachiller Hernán González de la Casa y Aro las dejó de su voluntad sin que hayan
quitado ninguna por descuido de su oficio de cura.
12. Que los prelados que han sido y son en este dicho obispado han estimado la
persona del dicho bachiller Hernán González de la Casa y Aro por ser buen cura,
202 QARAQARA - CHARKA
honrándole y haciéndole vicario, como le hizo don Alonso de la Cerda, obispo que
fue de este obispado, con otros siete pueblos anexos al dicho vicariato, encargán-
dole comisiones como lo hizo el señor tesorero don Francisco Vazquez, juez que
fue de la residencia del padre Micael de la Torre, visitador que fue de este obispado,
encargando al dicho bachiller Hernán González la residencia de la provincia de los
Charcas y el canónigo Alarcón, administrador que fue [de] este obispado, la causa
del padre [f.78r (f.43r)] Martín Gómez de Rivera por el pecado nefando.
13. Si el dicho bachiller Hernán González de la Casa y Aro ha tenido en todo este
obispado fama pública de hombre hábil y diestrísimo en el oficio de cura y muy
diligente, y ha puesto las doctrinas que ha tenido a cargo en mucha policía y cris-
tiandad, tanto que se dice del susodicho haber nacido para reformar doctrinas.
14. Si el dicho bachiller Hernán González de la Casa y Aro ha vivido virtuosamente
todo el tiempo que ha estado en este obispado, dando buen ejemplo con su vida
y costumbres y palabras, por lo cual y por las causas arriba dichas, y por no haber
tenido en sus visitas demandas ni cargo que hayan hecho, ha sido por los obispos
que le han visitado y prebendados aprobado y honrado.
15. Si el dicho bachiller Hernán González de la Casa y Aro ha defendido a los na-
turales de esta provincia, volviendo por ellos y por sus haciendas sobre quitarles
sus tierras, y venido muchas veces a informar a esta Real Audiencia de su justicia,
por lo cual y por defenderlos ha sido muy odiado a muchos españoles, y los ha
tratado y regalado como a hijos, socorrido en sus enfermedades y trabajos con
par– [f.78v (f.43v)] ticular afición, principalmente el año de 90 y 98 que hubo sa-
rampión y viruelas los curó espiritual y corporalmente, teniendo muchos regalos
y medicinas para que consiguiesen su salud, y así no murieron en el dicho pueblo
de Quilaquila más que 17 tributarios y 30 niños y mujeres194.
16. Si el dicho bachiller Hernán González de la Casa y Aro haya sido estudioso,
inclinado a letras, hábil y muy suficiente en su oficio, y por tal ha sido tenido por
muy hábil y suficiente, y de los mejores curas de este obispado, y si es digno de
una dignidad o canongía en cualquiera iglesia catedral, y si es digno de que Su
Majestad le haga merced de ocuparle en una de ellas.
17. Si el año pasado de ’99, habiendo venido nueva de la muerte del Rey don
Felipe nuestro señor, que sea en gloria, la Real Audiencia de esta corte encargó
al dicho bachiller Hernán González el túmulo y adorno de él, el cual le adornó de
muchas jeroglifas195 muy curiosas, y muchas letras en verso heroico hexámetro y
pentámetro, y en sermón soluto con declaración de las victorias que el dicho señor
y Rey nuestro señor don Felipe segundo alcanzó mientras vivía, declaradas por
[f.79r (f.44r)] banderas y colurías aplicadas a las virtudes cardenales y teologales, y
otras cosas muy ingeniosas, tanto que la dicha Real Audiencia mandó no se pusiese
letra ninguna en el dicho túmulo sino las que el dicho bachiller Hernán González
de la Casa y Aro puso y compuso, y fue una obra de mucho ingenio y habilidad,
todo lo qual hizo sin premio ni interés más de por servir a su Rey y ser como es su
vasallo aficionado a su servicio real.
194 Aunque la historia epidemiológica de la región ha sido poco estudiada, ver algunos apuntes
en la Presentación de la Tercera Parte, “Tasa”.
195 El original dice geroflicas.
CULTO 203
[Primer testigo] El dicho día mes y año dicho el dicho doctor Gaspar González, ca-
nónigo de La Plata, habiendo jurado según dicho es y preguntado [f.80r (f.45r)] por
los capítulos y preguntas que se presentaron por parte del dicho Hernán González
de la Casa dijo lo siguiente: ...
De las generales ... dijo que no le tocan y que es de edad de 51 años poco
mas o menos.
2. Del segundo capítulo dijo que ... conoce al dicho Hernán González de la Casa
y Aro de más de 15 años a esta parte en este obispado, en el cual tiempo éste que
declara fue visitador de este obispado dos veces, y visitó al dicho Hernán González
en el pueblo de Quilaquila, ... y habiéndole visitado con mucho rigor y habiendo
hecho grande inquisición de su vida y costumbres y del oficio de cura que admi-
nistraba, halló y probó éste que declara ser el dicho Hernán González hombre muy
virtuoso, temeroso de Dios y de su conciencia, diligente y cuidado en su oficio,
y que hacía la dicha doctrina de los indios con mucha policía cristiana, y así este
testigo por su virtud y buen ejemplo, como dicho tiene, en las sentencias [f.80v
(f.45v)] que le dió de las dichas dos visitas, le dió por libre y sin costas, y declaró
tener la virtud y curiosidad y dar el ejemplo que dicho tiene,
y que este testigo ha visto información de testigos fidedignos, hecha conforme a
derecho, de como el dicho Hernán González es hidalgo y muy bien nacido y cris-
tiano viejo y de tales padres y abuelos,
204 QARAQARA - CHARKA
y sabe este testigo que es muy buen latino, poeta, y ha oido decir publicamente
que enseñó muchos años en esta Ciudad latinidad, y sabe y ha visto este testigo
que las letras y epitafios que se pusieron en el túmulo de Su Majestad del Rey
don Felipe nuestro señor segundo (que esté en gloria) las hizo el dicho Hernán
González de la Casa y Aro,
y en el oficio de cura que ha tenido en este obispado ha dado muy buen ejemplo
a los naturales y hecholes mucho provecho en la religión cristiana ...
y así, por las causas dichas, a este [f.81r (f.46r)] testigo le parece que el dicho Her-
nán González de la Casa y Aro merece que Su Majestad y su Real Consejo de las
Indias en su nombre le hagan merced en una de las iglesias de este reino como Su
Majestad fuere servido, porque este testigo entiende estará muy bien empleada la
merced que se le hiciere ...
[Segundo testigo] El dicho don Gonzalo de Alarcón arcediano de esta Santa Iglesia,
recibido en esta causa de oficio por el dicho señor y licenciado Diego Ruiz de la
Torre provisor y vicario general de este obispado, y habiendo jurado según dicho
es y siendo preguntado ... [f.81v (f.46v)] ... dijo ...:
De las generales de la ley dijo que no le tocan, y que es de edad de 49 años ...
2. Del segundo capítulo dijo que ... conoce al dicho Hernán González de la Casa
y Aro de los dichos 12 años en esta Ciudad y provincia, y ha oido decir que es muy
antiguo en ella ... [f.82r (f.47r)] ...
6. De la séptima [sic] pregunta y capítulo dijo que sabe este testigo, por haberlo visto
en el tiempo de los dichos 12 años que ha que conoce al dicho Hernán González de la
Casa y Aro haber sido cura en el dicho pueblo de Quilaquila, ha dado buen ejemplo con
su vida y costumbres a los naturales, y ha tenido fama y opinión de uno de los buenos
curas de este obispado, sin haber tenido demanda de indios ni españoles, y haber
puesto en mucha policía y orden los indios que a su cargo ha tenido, por haber sido
muy curioso y estudioso [f.82v (f.47v)] en lo cual sabe este testigo por haberlo visto
como dicho tiene, y porque si hubiera habido otra cosa este testigo lo supiera, y no
pudiera ser menos por haber sido provisor en este obispado, por las cuales razones
los señores obispos que han sido, en especial don fray Alonso de la Cerda y sede
vacante, le han honrado y estimado como sacerdote diligente curioso y hábil ...
7. De la séptima pregunta dijo que es público y notorio en esta Ciudad y obis-
pado como el dicho bachiller Hernán González de la Casa y Aro halló una guaca
en el pueblo de Toropalca la cual era adoratorio de los indios donde se ofendía a
Dios nuestro señor haciendo muchas idolatrías y sacrificios, y que había puesto
su persona a riesgo de muerte, en que había servido mucho a Dios nuestro señor
y Su Majestad ... [ff.83r–85r (ff.48r-50r)] ...
[Tercer testigo] El dicho maestro don Juan de Larrateguí, dean de la iglesia catedral
de esta Ciudad de La Plata, y comisario del Santo Oficio de la Inquisición y de la
Santa Cruzada, recibido en esta causa de oficio por el dicho señor y licenciado
Diego Ruiz de la Torre provisor y vicario general de este obispado, habiendo jurado
según derecho ... dijo y declaró lo siguiente: ...
1. De la primera pregunta dijo que conoce al dicho bachiller Hernán González de la
Casa y Aro de 14 años a esta parte poco más o menos de trato y conversación ...
De las generales de la ley dijo que es de edad de 37 años ... [ff.85v-86v (ff.50v-51v)] ...
CULTO 205
12. De las doce preguntas dijo que sabe este testigo que todos los prelados
que han sido y son en este obispado, que este testigo ha conocido después que
conoce al susodicho, han estimado la persona del susodicho, por ser buen cura,
honrándole haciéndole vicario como lo hizo don Alonso de la Cerda, obispo que
fue de este obispado, y dándole y encargándole comisiones como lo hizo el señor
tesorero don Francisco Vásquez, juez que fue de la residencia del padre Miguel de
la Torre, visitador que fue de este obispado, encargándo al dicho bachiller Hernán
González la residencia de la provincia de los Charcas, y otros negocios de mucha
importancia ... [ff.87r-88v (ff.52r-53v)]
[Cuarto testigo] El dicho bachiller Bartolomé Perla, canónigo de esta Santa Iglesia,
... dijo: ...
1. De la primera pregunta dijo que conoce al dicho bachiller Hernán González
de la Casa y Aro de vista trato y comunicación que con él ha tenido de más de 20
años poco más o menos ...
De las generales de la ley dijo que es de edad de 75 años ... [f.89r-v (f.54r-v)] ...
[Quinto testigo] El dicho don Francisco Vasquez de Olivera, tesorero de la santa
iglesia catedral de esta Ciudad de La Plata, ... [f.90r (f.55r)] dijo: ...
1. De la primera pregunta dijo que conoce al bachiller Hernán González de la
Casa y Aro de 30 años a esta parte ...
De las generales de la ley dijo ser de edad de 56 años poco más o menos ... [f.90v
(f.55v)] ...
7. De la séptima pregunta dijo que sabe este testigo que el dicho bachiller [f.91r
(f.56r)] Hernán González de la Casa y Aro halló y sacó la guaca contenida en la
pregunta, adoratorio principal de los indios Visisas donde se ofendía a Dios nues-
tro señor, poniendo su persona a mucho riesgo, lo cual sabe por haberlo oido a
muchos indios de los pueblos de Toropalca y Caiza, en cuyo término la dicha guaca
se halló, y haber visto en esta Ciudad lo que se halló en la dicha guaca por haberse
traido a esta Real Audiencia ... [ff.91v-94r (ff.56v-59r)]
[Sexto testigo] El dicho Domingo de Almeida, canónigo de la iglesia catedral de
esta Ciudad de La Plata del Perú ... dijo:
1. De la primera pregunta dijo que conoce al bachiller Hernán González de la
Casa y Aro de 19 años a esta parte ...
De las generales de la ley dijo ser de edad de 50 años poco más o menos ... [f.94v
(f.59v)]
6. De la sexta pregunta dijo este testigo que el año de ‘81 o ‘82 visitó este tes-
tigo al dicho Hernán González de la Casa y Aro en presencia del reverendísimo
don Alonso de Ávalos obispo de este obispado, y por su ma[n]do en la doctrina
de Macha y por las informaciones que se hicieron, así secretas como públicas, le
constó ser el susodicho muy buen doctrinante, [f.95r (f.60r)] honrado y virtuoso
sacerdote, y muy amigo del culto divino, y como tal vió este testigo que hizo la
iglesia del dicho pueblo, y mediante su buena diligencia y consejo hizo que los
indios enriqueciesen de ornamentos la dicha iglesia y plata labrada y las demás
cosas necesarias para el culto divino, con tanta ventaja y aumento que en muchas
iglesias que vió y visitó, así entonces como por el año de ‘96 y ‘95, no halló la
206 QARAQARA - CHARKA
mitad y en algunas ni aún la cuarta parte de los ornamentos y plata labrada que
en la dicha iglesia de Macha había edificado el dicho bachiller Hernán González
de la Casa y Aro ... [ff.95v–97v (ff.60v–62v)]
[Séptimo testigo] El dicho Diego Granero de Alarcón testigo, canónigo de la iglesia
catedral de esta Ciudad de La Plata ...
A la primera pregunta dijo que conoce al dicho bachiller Hernán González de
la Casa y Aro de muchos años a esta parte.
De las generales de la ley dijo que es de edad de 56 años ... [f.98r–v (f.63r–v)]
...
[Octavo testigo] ... el dicho Esteban Justimano, cura de la iglesia catedral de esta
dicha Ciudad ... dijo ...
1. De la primera pregunta dijo que conoce al bachiller Hernán González de la
Casa y Aro de 26 años a esta parte ...
De las generales de la ley dijo ser de edad de 71 años poco más o menos ... [ff.
99r–101v (ff.64r–66v)]
[Noveno testigo] En la Ciudad de La Plata a 15.v.1601 el dicho racionero Antonio
Lobato ... dijo ...
1. De la primera pregunta dijo que conoce al dicho bachiller Hernán González de
la Casa y Aro de 27 años a esta parte ...
De las generales de la ley dijo que es de edad de 43 años poco más o menos ...
[ff.102r–104r (ff.67r–69r)] ...
[10o testigo] En la Ciudad de La Plata a 16.v.1601 el dicho licenciado Diego Ruiz de
la Torre provisor de este dicho obispado ... dijo ...
1. A la primera pregunta dijo que conoce [f.104v (f.69v)] al bachiller Hernán Gon-
zález de la Casa de 30 años a esta parte ...
De las generales de la ley dijo que es de edad de 45 años poco más o menos ...
[ff.105r–109v (ff.70r–74v)] ...
[Certificado de traslado]
Yo, Diego de la Barrera de Ayala, escribano de cámara del católico Rey nuestro
señor en su audiencia y cancillería real, que reside en esta Ciudad de La Plata pro-
vincia de los Charcas del Perú, hice sacar este traslado de su original, y va cierto
y verdadero.
en la Ciudad de La Plata
a 15.ix.1606
[fray Diego de la Barrera de Ayala]
CULTO 207
Apéndice 1
Carta de Hernando Pizarro al Emperador sobre descubrimiento
de unas minas de plata en los Charcas, el Cusco
y otras partes de América
196 El mayordomo de Hernando en Porco fue Pedro de Soria. Ver el Ensayo de Interpretación
“Charka Rojo, Charka Blanco”, acápite 7, “La campaña de Cochabamba”.
208 QARAQARA - CHARKA
salió en los principios a seis marcos por quintal, está a quatro estados de hondo y
ha ido mejorando el metal, y sale ahora a 12 marcos. Escríbenme que tengo gran
cantidad de metal sacada.
En este cerro hay 80 minas de particulares; no se labran sino poco a poco, porque
son muy costosas, y pobres los en quien cupieron. El Gobernador y Gonzalo Pizarro
mi hermano, como se hallaron con posibilidad, labran las suyas.
No se ha fundido el metal por falta de fuelles, y por esta causa no ha venido plata
para Vuestra Majestad de ellas. Escríbenme que de la Nueva España traían fuelles
y herramientas para venderse.
Los indios me descubrieron otras minas en la costa de la mar,197 y por abreviar mi
venida no tuve tiempo para ir a ellas. Avisé de ello al Gobernador, escríbeme que
son buenas, y que tiene muestra de ellas de a media plata.
En el paraje de las minas de los Charcas, 30 leguas de ellas, me dijeron los indios
de otras minas ricas. Avisé [a] mi mayordomo de ello; escríbeme que, como los
indios supieron que [yo] era venido, no lo han querido decir.
En los términos de la Ciudad del Cuzco se han descubierto minas de plata, y en
término de la Ciudad de los Reyes se han descubierto minas de plata en tres o
cuatro partes. En término de una villa que se llama Trujillo se han descubierto en
cuatro o cinco partes minas de plata. En muchas de estas hay falta de leña, y en
las que hay leña es poca, y por esta causa serán trabajosas.
De las de los Charcas han dado en labor a respeto del metal que me dicen que
está sacado mio. Tendrá Vuestra Majestad muy gran provecho, y creo que será,
placiendo a Nuestro Señor, de aquí adelante mas de lo que ha sido hasta aquí.
Minas de oro me escriben que se han descubierto ricas, pero como son más pro-
vechosas las de la plata dánse a ellas, y hay tantas que hay para todos y sobran.
Esto puede Vuestra Majestad tener por cierto que no son “nuevas de Indias”, por-
que demás de tener por cierto lo que mi mayordomo me escribe, que es hombre
de verdad, yo le mandé que escribiese la tercia parte menos de lo que fuese en
realidad de verdad. Antes que yo viniese lo sabía y había hecho la experiencia
del metal de esto de los Charcas, y aunque a mi me salió de plata fina, dice mi
mayordomo que la cata que se dió para sacar aquel metal fue por un socarren198
que está en la ladera, y el labra ahora por la loma del cerro, y que tiene cuatro
estados honda la mina, y que hasta llegar en el peso donde se dió la cata, faltan
otros cuatro estados, y según va mejorando el metal, cuando llegue a los cuatro
estados vendrá a ser plata fina.
Otras cuatro o cinco minas tengo en aquél cerro, no se labran porque como son muy
costosas, y me tomaron gastado de las cosas pasadas, no he podido dar recaudo a
todas, que hasta ponerlas en orden serán bien menester más de 150.000 ducados.
Deseo que salgan tales adelante como llevan los principios, por tener con qué poder
mejor servir a Vuestra Majestad.
197 Se trata sin duda de las minas de Huantajaya, en Tarapacá. Cf. la nota 72 en la Presentación
de esta Parte.
198 “Socarrena: una manera de cueva que está hundida debajo de la tierra”; “Socarren del texado.
Según Antonio, subgrunda”. Covarrubias, Tesoro... (1978 [1611]:942).
CULTO 209
Escríbenme que la tierra tiene algun sosiego, aunque no tanto que se puedan des-
cuidar con los indios, pero ya no son parte para hacer junta de gente por haber
muchos españoles en la tierra, y también quedaron cansados y amedrentados de
la guerra pasada. El Gobernador trajo tratos con el Inca para traerle de paz y al
servicio de Vuestra Majestad, y en esto se ocupó muchos días, y según pareció el
Inca le quería engañar, pensando prenderle y matarle. Descubrióse, el Gobernador
hizo justicia de una mujer del Inca y de otros indios que andaban en los tratos.
Todavía está el Inca alzado, pero tiene poca gente, y los caciques de la tierra no le
acuden en lo público; dicen que de secreto le sirven los comarcanos adonde está.
De las entradas de los capitanes yo había enviado a calar la tierra, tengo nueva
que no han respondido bien, hánse vuelto algunos por hallar [la] tierra pobre de
comida y mal poblada, y otros porque les espantaron los trabajos, aunque todavía
se tiene buena de toda aquella comarca, por información de indios. Escríbenme
que es menester mucha posibilidad para emprender a calar aquella tierra, porque
no se puede hacer sino por muy grandes gastos, y como los que iban a hacerlo
no la tenían, acabóseles la furia.
Guarde Nuestro Señor la S.C.C. persona de Vuestra Majestad por muy largos
tiempos, como sus criados y vasallos deseamos.
De Madrid este de marzo 1541 anos.
De Vuestra S.C.C. Majestad.
Cierto vasallo y criado
que los reales pies y manos de Vuestra Majestad besa.
Hernando Pizarro.
210 QARAQARA - CHARKA
Apéndice 2
Memorias de las minas de Su Majestad
en Porco, Potosí y Cochabamba199
El Rey
[f.169r] Marqués de Cañete pariente, mi virrey del Perú, sabed que por los del
mi Consejo de la Hacienda juntamente con don Joan Sarmiento del mi Consejo
de Indias, a los cuales yo he mandado entender en el beneficio y administración
de mi hacienda que tengo en las Indias, entre otras cosas se ha tratado sobre lo
conciernente a las minas de oro y plata que tengo en Porco y Potosí, con las de-
más que me pertenecen o pertenecieren, y sobre la forma y modo que se tenía
en beneficiarlas como más fuese mi provecho y beneficio, y despues de lo haber
platicado se han hecho ciertos apuntamientos que vereis por un memorial que va
con ésta, firmado de Joan Vazquez de Molina, mi secretario,
y asimismo dió otro memorial el licenciado Vaca de Castro del mi Consejo y mi
gobernador que fue en esa provincia, la copia del cual se os envia,
por ende yo os encargo y mando que como placiendo a Dios llegueis en el Perú,
vistos los apuntamientos contenidos en los dichos memoriales, y platicado con
personas que tengan experiencia y noticia de lo de las minas, veais si convendrá
beneficiarlas conforme a lo que en ellos se ha apuntado, o si habrá otra mejor
forma y manera, y que mas sea a mi beneficio y conforme a lo que mejor os pa-
reciere lo hareis luego poner en efecto, de manera que se ponga mucha diligencia
en la labor de las dichas minas, teniendo por entendido que no se ha de hacer
fuerza ni premia a los indios para que contra su voluntad labren ni trabajen en las
dichas minas,
todo lo cual hareis lo mas presto que se pueda, avisándome de lo que en ello
hiciéredes, y proveyendo que todo el provecho que de ellas se pudiere haber y
sacar venga a estos reinos con la mayor presteza que se pueda, para ayuda de las
necesidades que como sabeis tengo, y si me pertenecieren otras minas, asi de las
descubiertas como de las que se descubrieren, hareis en ellas lo mismo,
y demás de esto tendreis mucho cuidado de inquerir y saber con toda diligencia
y miramiento, de manera que no traiga inconveniente si en aquella provincia ha-
brá otras algunas cosas de que se puedan sacar provechos para socorro de mis
necesidades, sin perjuicio de los indios ni de los naturales de estos reinos que
allá están, y avisareis a los del dicho mi Consejo de la Hacienda particularmente
de todo lo que entendiéredes y supiéredes con vuestro parecer, para que me
199 Agradecemos a Ana María Presta el envío de una fotocopia de este documento.
CULTO 211
hagan relación de ello, y yo me pueda resolver en lo que más convenga, sin que
haya en ello mucha dilación.
Ya teneis entendido la necesidad que tengo de ser socorrido de todas partes y lo
mucho que está vendido y empeñado del patrimonio y corona real de estos reinos,
y los cambios e intereses que se pagan de deudas que se deben, y lo mucho que
es menester para proveer las fronteras y galeras y otros gastos ordinarios y ex-
traordinarios, y así convendrá que tengais muy especial cuidado de hacer recoger
y juntar todo el oro y plata que hubiere en aquellas partes que me pertenesca, así
de las rentas y derechos ordinarios y quinientos, y en otra cualquier manera como
de los bienes que fueron confiscados de Francisco Hernández y a los otros de su
opinión, y que deis orden como todo se envie a los mis oficiales de tierra firme
con la mas brevedad que ser pueda, para que ellos envien a estos reinos que yo
les envío a mandar que lo envien luego repartido en los navíos que a la sazón allí
se hallaren, aunque exceda de los 25.000 pesos que está ordenado que vengan
en cada navío,
y porque según mis necesidades todo aquello no bastaría para el socorro que tengo
menester, si allende de lo que me pertenece hubiese personas que de su propia
voluntad, sin les hacer premia ni extorsión, quisiesen socorrerme con alguna can-
tidad, consignándoles allá la paga aunque fuese con algún interes moderado, todo
lo que se pudiere haber hareis que se junte y recoja, y con la mas presteza que ser
pueda se envie a los dichos mis oficiales de tierra firme, y de contínuo me avisareis
particularmente de lo que en lo tocante a mi hacienda se hiciere y proveye, parti-
cularmente si os pareciere que de alza convendrá proveer para el acrecentamiento
y buen recaudo de ella, que en ello me hareis placer y servicio de vasallo.
a 4.ix.1555
por mandado de Su Majestad Su Alteza en su nombre
Joan Vazquez
corregida con el original
Pedro de Avendaño.
En la veta que fue descubridor Manuel Sierra y a sus estacas se hizo mina para
Su Majestad.
En la veta de que fue descubridor Almanta indio y a sus estacas mina para Su Majestad.
En la veta de que fue descubridor el mariscal Alonso Alvarado y a sus estacas mina
para Su Majestad.
En la veta de que fue descubridor don Hernando Chincha y a sus estacas mina
para Su Majestad.
Una mina que fue de Gonçalo Piçarro en la veta del marqués a tercer mina. [f.170r]
En la veta de que fue descubridor Mateo Panyagua y a sus estacas se hizo mina
para Su Majestad.
En la veta de que fue descubridor Francisco Sevillano y a sus estacas se hizo mina
para Su Majestad.
En la veta de que fue descubridor Anco indio y a sus estacas se hizo mina para
Su Majestad.
En la veta de que fue descubridor Hoyba indio y a sus estacas se hizo mina para
Su Majestad.
En la veta de que fue descubridor Christiobal Lopez y a sus estacass se hizo mina
para Su Majestad.
En la veta de que fue descubridor don Diego indio y a sus estacas se hizo mina
para Su Majestad.
En la veta de que fue descubridor Enrique Sander y a sus estacas se hizo mina
para Su Majestad.
En la veta de que fue descubridor don Juan Yupangui y a sus estacas se hizo mina
para Su Majestad.
En la veta de que fue descubridor Francisco Serrano y a sus estacas se hizo mina
para Su Majestad.
Apéndice 3
Pedro de Sanabria y Juan de los Reyes sobre las minas
y el huaca de Chaquí
200 El tesorero Pedro de Sanabria y Juan de los Reyes, sabedores de las minas y de la huaca de Chaquí,
provincia de Porco, sobre que se les reconozcan como propias las provisiones que el Marqués de
Guadalcázar, Virrey del Perú, expidió concediendo licencia al padre Francisco Garrido, presbítero,
para descubrir y labrar dichas minas (fs. 19). Foliación artificial puesta por los autores.
216 QARAQARA - CHARKA
que concedía y concedió la dicha mina para que la alzan y labren y descubran la veta de
ella para hacer registro en forma dentro del término de la Ordenanza y hubo por hecha
la dicha manifestación y que a su tiempo señalen a Su Majestad mina, mina en la mejor
parte y sin perjuicio de tercero que mejor derecho tenga, y si quisieren testimonio se
le dé, y lo firmó como tal Teniente y [?] por no lo haber, ante quien se pudiera hacer
en el dicho cerro y mina usando de la facultad que se le da en sus nombramientos
ante mi Tomás Gutierrez escribano [f.9v–10v]
El tesorero Pedro de Saravia y Juan de los Reyes parecemos ante Vuestra Merced
y decimos
que nosotros tuvimos noticia que frontero del pueblo de Pacaxa de la doctrina de
Chaquí estaban unas minas de plata tapadas de tiempo del Inca que las vetas eran
ricas de que se tiene la dicha noticia muchos años ha, [f.11r] y nunca se había topado
con ellas [?] de tenerlas los indios muy tapadas y formado un cerro postizo encima de
la boca principal y tajo abierto por donde las labraban y por esta noticia y habiendo
con todo secreto cateado el cerro y hallado todas las señales del que teníamos la
noticia pedimos a Vuestra Merced mandase dar comisión de su lugarteniente a una
persona que fuése al dicho cerro para que ante él se pudiesen hacer las manifestacio-
nes y registros de las dichas minas y minas [sic] que allí hubiese, y Vuestra Merced
lo hizo para que ante Tomás Gutierrez escribano a quien nombró se pudiesen hacer
en la dicha conformidad y cuando al susodicho, que también tiene título de Teniente
del Corregidor [f.11v] de la provincia de Porco, donde las infradichas minas, hicimos
puestos todos de pies sobre el dicho cerro, tajo abierto tapado, y boca tapada de las
dichas minas manifestación de ellas y las poblamos y tenemos pobladas y puesta la
labor en ellas para las destapar, y hemos sacado más de 50.000 quintales de desmonte
en distancia y altitud de más de cinco estados, y como son sueltos y echados a mano
es notable el trabajo que pasamos en desmontarlos por estar las vetas encapadas,
y cuanto vamos cavando se nos vuelve a henchir de desmonte, y con el trabajo y
tiempo y gran número de gente que traemos está hoy en buen estado, y aunque
tenemos hechas las dichas manifestaciones ante su Teniente de Vuestra Merced y
del Corregidor [f.12r] que es la que original presentamos en él, para mayor abunda-
miento de nuevo volvemos a hacer ante Vuestra Merced, y el presente es hermano
manifestación de las dichas minas conforme a las que hicimos ante el dicho Teniente,
añadiendo más fuerza a las dichas manifestaciones, protestando como protestamos
hacer registro en forma conforme a las Ordenanzas dentro del término que ellas
conceden, luego que descubramos el metal de las dichas vetas que en el dicho
socavón hubiere, con los rumbos ciertos que corrieren siendo distintas, por tener
noticia son dos vetas y minas distintas las que hay en el dicho socavón y socavones
que están tapados, que las que fueren y se descubrieren [f.12v] por el dicho socavón
esas manifestamos de nuevo a mayor abundamiento demás de las manifestaciones
que son dos que originales presentamos, atento a lo cual … [f.12v]
Pedro de Saravia
Juan de los Reyes [f.13r-v]
Manifestación de huaca
En el cerro nombrado del Poder de Dios en 29.xii.1625 ante Tomás Gutierrez Brizeño,
Teniente de Corregidor de la provincia de Porco y Teniente de Alcalde Mayor de Minas
de Potosí y su jurisdicción, se presentó esta petición por los contenidos en ella.
CULTO 219
El Tesorero Pedro de Sarabia y Juan de los Reyes parecemos ante Vuestra Merced
como ante Teniente de Corregidor de las provincias de Porco, y Teniente de Alcalde
Mayor de Minas que ha sido nombrado [por] Vuestra Merced para asistir y hallarse
en este cerro del Poder de Dios, donde al presente estamos al descubrimiento de
la mina de metales de plata que está tapada por los indios mucho tiempo ha, que
pusimos por nombre la Limpia Concepción y estamos destapando [f.14r] para
labrarla, sobre cuya boca está Vuestra Merced al presente y decimos
que hemos tenido noticia que en este dicho cerro del Poder de Dios y otro que está
junto a él hay una huaca en que los indios metieron y tienen oculta mucha cantidad
de plata, oro y otros metales y riqueza, la cual dicha huaca manifestamos para la
descubrir y abrir y labrar por decir que está muchos estados debajo de tierra
y la dicha manifestación la hacemos veinte cuadras en contorno de la boca de la
dicha mina Nuestra Señora de la Limpia Concepción, que estamos abriendo para
más servir a Su Majestad y darle sus reales quintos, y dentro del término de la Or-
denanza haremos registro en forma ante Vuestra Merced que ha de estar presente al
dicho descubrimiento para tener cuenta y razón y darla [f.14v] a los jueces oficiales
reales de Potosí, entre tanto que ratificamos y hacemos nuevo registro ante ellos,
y proveen lo que mas convenga a la real hacienda, y ponemos por nombre [¿que
use?] luego a la dicha huaca Santa Barbara,
por tanto, a Vuestra Merced pedimos y suplicamos haya por hecha la dicha mani-
festación de la dicha guaca y nos dé licencia para la abrir y cavar y descubrir lo que
en ella hubiere aplicándonos su riqueza para que, sacado lo que a Su Majestad le
tocare, lo demás lo podamos gozar libremente conforme a Ordenanzas … [f.15r]
Pedro de Saravia
Juan de los Reyes [f.15v]
En la Villa de Potosí en 26.ii.1626 ante los señores jueces oficiales de la real hacienda
… se leyó esta petición.
Petición
El Tesorero Pedro de Saravia y Juan de los Reyes decimos:
que nosotros tenemos manifestadas ante Tomás Gutierrez Brizeño, Teniente de
Corregidor de la provincia de Porco y Teniente de Alcalde Mayor nombrado por
Antonio Romero de Lugones que lo es de este cerro y minas de Potosí y distrito de
la real audiencia de los Charcas, dos vetas de metales de plata distantes, dos leguas
mas adelante del pueblo de Chaqui en un cerro frontero del pueblo viejo de Pacaxa,
como de las dichas manifestaciones consta, sus señas y las bocas de las dichas mi-
nas, [f.16r] por haber echado los indios un cerro entero sobre la principal fundándole
postizo y muy disimulado al tajo abierto, con que las tendrán labradas,
ha muchos meses que estamos labrando, antes y después que las manifestasemos,
y poblado con muchos indios y españoles, en que hemos gastado por el mayor
servicio de Su Majestad, desde que comenzamos a labrarlas, mas de 4000 duca-
dos, y hemos de gastar hasta topar con las vetas, por estar encapadas en mucha
profundidad, muy gran suma de hacienda,
y en lo labrado de las dichas vetas y minas, en que entraban a labrar por dos bocas
que tenían que están tan cerradas y tapadas, pusieron en un hueco de las dichas
220 QARAQARA - CHARKA
minas mucha cantidad de plata, oro y otras cosas, y un altar con ídolos donde
tenían sus ídolatrías, todo lo cual para tenerlo [f.16v] más oculto lo mudaron de
otras huacas de Porco y otras partes, e hicieron principal huaca la dicha mina y
huaca de ella,
la cual manifestamos ante el dicho Teniente de Corregidor y alcalde mayor, y se le
pidió de nuestra parte que a nuestra costa asistiese al dicho descubrimiento … y
con ese diese cuenta a Vuestras Mercedes para que dispusiesen lo que se debiera
hacer,
y porque conforme a las Ordenanzas y cédulas reales antes que se abra es justo
conste de todo lo susodicho a Vuestras Mercedes hacemos a mayor abundamiento
manifestación y registro en forma de nuevo de la dicha huaca, y demos relación
de la manifestación original hecha ante el dicho Teniente que viera por Vuestras
Mercedes, se nos volverá original como la demostramos por [f.16v] habernosla fiado
para este efecto el dicho Tomás Gutierrez Brizeño, quedando un tanto autorizado
con esta manifestación en poder del [¿susodicho?] escribano, y nombrar Vuestras
Mercedes la persona que fueren servidos que asista a la dicha cava para que … en
abriendo, visto lo que hubiere, sin sacar cosa alguna, avise a Vuestras Mercedes
para que provean lo que mas convenga al real servicio, atento a lo cual
A Vuestras Mercedes pedimos y suplicamos a mayor abundamiento haya por hecha
la dicha manifestación o registro que hicimos ante el dicho Teniente, proveyendo
como pedimos, y que el presente escribano nos dé luego…
Pedro de Saravia
Juan de los Reyes
CULTO 221
201 Autor de las Noticias políticas de Indias (ed. J. Urioste), Imprenta de la Universidad, Sucre,
1978 [1639]. Para otra versión del mismo “embuste” de los indios de Tacobamba que se
refiere en este documento, ver Ramírez del Águila, Noticias... (1978 [1639]:135).
224 QARAQARA - CHARKA
hasta que de pocos días a esta parte está por cura propietario en el pueblo de Cha-
yanta, que es doctrina de importancia y de las mejores de este arzobispado, y en
el tiempo que el susodicho sirvió la dicha doctrina de Tacobamba sabe este testigo
que ha hecho mucho fruto en ella y servicio a Dios nuestro señor y a Su Majestad,
porque con muy grande aprobación así en las lenguas de los naturales Quichua y
Aymara, en las cuales es de los sacerdotes más aventajados de este arzobispado
porque las habla y predica con eminencia, como en la administración de los santos
sacramentos, que por ser tan buen lenguaraz hace mucho provecho con su ense-
ñanza y doctrina, teniendo a los indios sus feligreses muy industriados en las cosas
de nuestra santa fé católica,
fuera de lo cual ha sido y es muy curioso en lo que toca al ornato y servicio de su
iglesia, porque con su industria, diligencia y cuidado ha hecho se hayan aumen-
tado muchos ornamentos ricos y otras cosas del ornato del culto divino, teniendo
y sustentando siempre muy buena música de chirimías y cantores, en lo cual se
ha aventajado a otros muchos curas de indios, y esto es muy público y notorio
en esta provincia, y tiene muy gran opinión y fama el dicho bachiller Fernando de
Mesa de gran doctrinante y curioso en su oficio,
y que en lo que toca a su vida y costumbres sabe este testigo que ha dado muy
buen ejemplo y olor de ella, porque en todo el tiempo que ha sido doctrinante,
aunque ha tenido anexos y chácaras de españoles, no ha sido capitulado ni ha ha-
bido queja de él, antes sabe este testigo, por haberlo visto, que sabiendo los indios
del pueblo de Condocondo que le querían mudar del dicho pueblo de Tacobamba,
por la opinión que tiene el dicho bachiller, lo vinieron a pedir al señor arzobispo
que se les [f.6r] diera por doctrinante,202 sin saber el susodicho nada de esto más
de por la opinión que tiene,
y asimismo sabe este testigo que ha sido muy celoso de la honra de Dios en castigar
idolatrías, porque en dos o tres ocasiones que se han ofrecido ha descubierto muy
grandes idólatras y hechiceros perniciosísimos, que iban sembrando en los indios
de aquél partido y enseñando muchos errores contra nuestra santa fé católica,
los cuales ha hecho castigar y castigado por comisiones que ha visto este testigo
se le han dado por el provisor de este arzobispado, de suerte que ha limpiado
aquella tierra de hechicerías y supersticiones, lo cual ha hecho con mucho riesgo
de su vida, por ser muy ordinario dar bocado los indios a los curas que tratan de
este remedio,203 y no poniéndosele por delante esto ha hecho lo que ha sido de su
obligación, y muy gran servicio a Dios nuestro señor y a Su Majestad en ello,
y sabe este testigo por lo haber visto que el dicho bachiller Fernando de Mesa pasó
a este reino en servicio del señor don Alonso Ramirez de Vergara, obispo que fue
de este obispado,204 el cual estimó su persona [f.6v] por ser muy virtuoso y muy
202 Los “indios del pueblo de Condocondo” (federación Killaka) conocían al padre Fernando
porque tenían tierras propias en la misma doctrina y ocupaban una “calle y cuadra” dentro
del pueblo de Tacobamba. Ver la Cuarta Parte, “Tierra”, Documento 11 y Presentación.
203 “Bocado ponzoñoso”, aymara colla, quechua jampi. Bertonio, Vocabulario... (1956 [1612],
t. 1:95); González Holguín, Vocabulario... (1989 [1608]:433). Cf. la experiencia de padre
Hernán González, quien, a manos de los indios devotos del huaca de Porco, echó “una
bolsa como una avellana de gusanos por la boca” (Documento 1, f.3v).
204 Alonso Ramírez de Vergara, 1534-1601.
CULTO 225
buen estudiante en cánones y artes, las cuales oyó en Sevilla de donde el susodicho
es natural, y le ocupó en la guarda y custodia de sus pontificales, siendo como era
muy mozo, y asimismo le encargó la capilla de Nuestra Señora de Guadalupe que
fundó el dicho señor obispo en la catedral de esta ciudad, entregándole todos los
ornamentos y joyas de ella, que son muchos,
y cuando el dicho señor obispo hizo la Visita General de este obispado, por la sa-
tisfacción que tenía del bachiller Fernando de Messa, lo eligió para que fuese en su
compañía, donde se ocupó el tiempo que duró en cosas del servicio de nuestro señor,
y acabada la dicha visita le ordenó de sacerdote, y le dió en propiedad la dicha doctrina
de Tacobamba donde ha estado el tiempo referido, en todo lo cual ha servido como
dicho tiene a Dios nuestro señor y descargo de la conciencia de Su Majestad.
[3.] Fuese preguntado si sabe que el dicho bachiller Fernando de Messa o sus
pasados hayan servido a Su Majestad, y en qué ocasiones,
dijo que no sabe cosa [f.7r] ninguna de lo que se le pregunta, antes por lo que él
ha tratado y comunicado, y por la pública voz y fama, sabe que ha sido y es muy
celoso del servicio de Su Majestad, y que lo han sido sus padres y antepasados,
los cuales han sido y es [sic] limpios de toda mala raza ciudades y cristianos viejos,
y si hubiera cosa en contrario este testigo tiene por cierto lo supiera y no pudiera
ser menos por lo que le ha comunicado y a gente de su natural.
[4.] Fuese preguntado si sabe que haya sido gratificado de los dichos servicios, y
en qué ocasiones,
dijo que no sabe que haya sido gratificado por los servicios que tiene referidos,
y que es digno y mercedor de que siendo Su Majestad servido se le puede hacer
merced de una prebenda de las principales de este reino y de cualquiera beneficio
curado de españoles o indios de este reino, de lo cual este testigo tiene por muy
cierto dará muy buena cuenta como hasta aquí lo ha hecho ...
... y que es de edad de 32 años poco más o menos ... [f.7v] ...
y lo firmó con el señor oidor el licenciado don Francisco de Alfaro
el licenciado Pedro Ramirez del Águila
ante mí Diego de la Barrera de Ayala.
[Petición]
Muy poderoso señor:
El bachiller Fernando de Messa, presbítero cura y vicario del pueblo de Tacobamba,
digo
que en esta Real Audiencia se mandó recibir información conforme a la nueva
cédula de los servicios que he hecho a Vuestra Alteza, la cual se cometió al señor
licenciado don Francisco de Alfaro ... y por su ausencia se ha dejado de proseguir,
y para que se continue
A Vuestra Alteza pido y suplico mande cometerla de nuevo al dicho señor don Fran-
cisco de Alfaro o a uno de los señores de esta Real Audiencia, para que se prosiga
y acabe, pues es justicia que pido, y en lo necesario etc.
El bachiller Fernando de Messa.
226 QARAQARA - CHARKA
Decreto
Prosiga en esta información el señor doctor Antonio de Ibarra ... [f.8r]
[Tercer testigo] En la ciudad de La Plata del Perú en 29.iv.1614, el señor doctor Antonio
de Ibarra oidor de Su Majestad en la Real Audiencia y chancillería que reside en esta
ciudad, a quien está cometido el proseguir la información de oficio de los servicios y
méritos del bachiller Fernando de Messa presbítero cura de Chayanta, hizo parecer
ante sí al contador Miguel de Aguirre, secretario del Santo Oficio de la Inquisición y
vecino de esta ciudad, del cual se recibió juramento y lo hizo a Dios y a la Cruz en
forma de derecho, so cargo del cual prometió decir la verdad ... y dijo lo siguiente:
[1.] ... que conoce al dicho bachiller Fernando de Messa, clérigo presbítero [f.8v]
cura beneficiado que al presente es del dicho pueblo de Chayanta y sus anexos, de
17 años a esta parte ... desde principios del año de 1597, que vino a esta provincia
de los Charcas en servicio del señor maestro don Alonso Ramirez de Vergara,
obispo que fue de este arzobispado ...
[2.] ... que desde el dicho año de 97 vió este testigo que el dicho bachiller Fernando
de Messa salió con el dicho señor obispo don Alonso de Vergara a la Visita General
de este arzobispado ... y le ordenó hasta de sacerdote, y por su virtud y habilidad
[f.9r] le proveyó en el curato y beneficio del pueblo de Tacobamba y sus anexos en
primer lugar, ... el cual dicho curato ha servido tiempo de 12 años hasta que ahora
se le vino a dar él del pueblo de Chayanta ...
[3.] ... [f.9v] [contesta el testigo, sin añadir nuevos datos]
[4.] [contesta el testigo, sin añadir nuevos datos]
[5.] [contesta el testigo, sin añadir nuevos datos]
... y es de edad de 39 [f.10r] años poco más o menos ...
[Cuarto testigo] En la ciudad de La Plata en 29.iv.1614 el dicho señor oidor doctor
Antonio de Ibarra ... hizo parecer ante sí al licenciado Diego Flores provisor y vi-
cario general de este arzobispado y cura beneficiado del pueblo de Yotala205 ... y
dijo lo siguiente:
[1.] ... dijo que conoce al dicho bachiller Fernando de Messa de 14 años a esta parte ...
[2.] [contesta el testigo, sin añadir nuevos datos]
[3.] [contesta el testigo, sin añadir nuevos datos]
[4.] [n.s.]
[5.] [contesta el testigo, sin añadir nuevos datos]
[Quinto testigo] En la ciudad de La Plata en 10.v.1614 el dicho señor oidor doctor
Antonio de Ibarra ... mandó parecer ante sí a Felipe de Sanabria, vecino morador
en esta dicha ciudad ... dijo lo siguiente:
[1.] ... que lo conoce desde que vino a esta provincia de los Charcas el señor
don Alonso Ramirez de Vergara, obispo que fue de esta santa iglesia, que puede
haber tiempo de 17 años poco más o menos, por haber venido entonces y en su
compañía [f.12r] el dicho bachiller Fernando de Messa.
205 Para la Probanza de Diego Flores, ver Archivo Nacional de Bolivia E Año 1612, No 6,
Información de servicios en los curatos de Quilaquila y Yotala del licenciado Diego Flores (58 ff.)
CULTO 227
[2.] [contesta el testigo, sin añadir nuevos datos] ... [ff.12v–13r] ...
[3.] [n.s.] ... [f.13v]
[4.] [responde el testigo, sin añadir nuevos datos]
... y es de edad de 48 años ... [f.14r] ...
[Sexto testigo] En la ciudad de La Plata en 10.v.1614 el dicho señor oidor ... hizo
parecer ante sí al licenciado Luis Chirino de Figueroa, cura propietario de la parro-
quia de Nuestra Señora de Copacabana de la villa Imperial de Potosí, comisario
subdelegado de la Santa Cruzada y vicario juez eclesiástico de ella, residente en
esta corte, ... y respondió lo siguiente:
[1.] ... que le conoce desde que vino a esta provincia en servicio del señor maestro
don Alonso Ramirez de Vergara, obispo que fue de este arzobispado ... de quien
fue secretario este testigo, que puede haber 17 años poco más o menos ...
[2.] ... [f.14v] que sabe que el dicho bachiller Fernando de Messa vino a esta pro-
vincia en servicio del dicho señor y obispo don Alonso Ramirez de Vergara, y en las
visitas generales que hizo por su persona en su obispado le ocupaba en la guarda de
sus pontificales, y le servía de maestro de ceremonias, lo que sabe este testigo por
haberlo visto por vista de ojos como tal secretario que fue del dicho señor obispo,
y asimismo le ocupaba en todo lo demás que se ofrecía en las dichas visitas tocante
a la enseñanza y conversión de los naturales, y el dicho señor obispo, por hallar
en el dicho Fernando de Messa las partes necesarias, le nombró por sacristán de
la capilla de Nuestra Señora de Guadalupe, donde está el santísimo sacramento, y
le entregó todos los ornamentos y dóceles y pontifical de que la dotó,
y por verle tan inclinado a ser de la iglesia, y con el cuidado que acudía al servicio de
esta catedral, le ordenó de sacerdote, y siendo de misa le dió el beneficio de Taco-
bamba, en el cual por ser doctrina de mucha dificultad y de caminos muy ásperos, y
tener muy divididos sus anexos, ha trabajado mucho y ha cumplido, como este testigo
lo ha visto, [f.15.r] con su obligación acudiendo a la enseñanza y conversión de los
naturales con mucho amor y cuidado, dando muy buen ejemplo, predicando por su
persona el santo evangelio, con que ha hecho mucho provecho y fruto entre ellos,
por ser como es uno de los mejores lenguas del reino en ambas lenguas Quichua
y Aymara, y persona de letras y ciencia, por haber estudiado en la universidad de
Sevilla, y en las visitas que ha dado del dicho curato siempre ha sido aprobado por
los visitadores, y dado por buen sacerdote, y que descarga la real conciencia,
y asimismo ha visto que el dicho bachiller Fernando de Messa ha enriquecido la
iglesia del dicho curato de Tacobamba de muchos ornamentos, cálices, custodia
y otras cosas de mucho valor para el servicio del culto divino, y de música de chi-
rimías, lo cual ha hecho con lo que procedía de las chácaras que hacía hacer para
lo susodicho, sin echar derrama entre los indios, y de limosnas que juntaba, y el
dicho bachiller Fernando de Mesa hacía de su hacienda para el dicho efecto,
y asimismo sabe que los prelados de esta catedral le han ocupado en algunas
comisiones que se han ofrecido, de las cuales ha dado muy buena cuenta,
y al presente es cura de la doctrina de Chayanta y sus anexos, a donde procede de
la misma manera que en Tacobamba, [f.15v] por lo cual y no haber sido remunera-
do le parece a este testigo que es digno y merecedor de que Su Majestad siendo
servido le haga merced de una canongía en una de las catedrales de este reino, o
228 QARAQARA - CHARKA
le haga la merced que fuere servido, y la que le hiciere estará muy bien empleada
en el dicho bachiller Fernando de Messa, por sus muchas y buenas partes y letras,
acompañadas con prudencia, entendimiento, persona y reposo, y finalmente con-
curren en él las partes que se requieren para ocupar la dicha dignidad ...
... y es de edad de 54 años ...
firmólo el dicho señor oidor y doctor Antonio de Ibarra
Luis Chirino
ante mí Diego de la Barrera de Ayala.
Recaudos
Fernando de Mesa, clérigo prebítero, cura de Tacobamba, digo
que a mi derecho conviene que Vuestra Merced me mande dar un traslado autori-
zado de estos recaudos que presento, y que Vuestra Merced interponga en ellos su
autoridad y decreto judicial para que haga fé en juicio y fuera de él, atento a lo cual
A Vuestra Merced pido y suplico mande que se me despache como lo pido, que
en ello recibiré merced con justicia, y para ello etc
Fernando de Messa.
[f.16r] En la ciudad de La Plata, en 2.vi.1614, ante el licenciado Diego Flores, provisor
y vicario general en todo este arzobispado de los Charcas, presento esta petición
el contenido en ella, y por el dicho señor provisor vista, mandó que se haga como
lo pide y lo señaló
ante mí el bachiller Pedro Ramirez del Águila
secretario
En cumplimiento de lo cual yo el dicho bachiller Pedro Ramirez del Águila, secre-
tario, hice sacar un traslado de los dichos papeles que presentó el dicho Fernando
de Messa, que su tenor de ellos es como se sigue:
[Recaudo]
Ego Franciscus de Aleman, Societatis Jesu professor philosofiae in colegio Hispa-
lenssi eiusdem societatis divi Ermenegildae, testor Fernandum Martinum sub mea
disciplina biennio audivisse Logicas Parvam et Magnas Aristotelis, necnon octo libros
Phisicos eiusdem Aristotelis, in quas fides has literas, manu propia subscriptas et
sigillo nostrae societatis munitas, dedi die duodecimo octobris anno 1594
Franciscus de Aleman.
[Recaudo]
Yo el licenciado Esteban de Rojas vecino de Sevilla, notario público por autoridad
apostólica y secretario del muy insigne colegio maior de Santa María de Jesus es-
tudio general y universidad de Sevilla, [f.16v] doy fé que Hernando Martín, natural
que dijo ser de Sevilla, matriculado para primero curso de cánones con cédula de
examen, ha probado ante mí haber cursado en el dicho estudio en las lectiones de
prima y vísperas de decretarle y en cada decreto desde 25.x.1594 hasta hoy día de
la fecha de ésta, la mayor parte de un año en los días lectivos la mayor parte de una
hora en cada lection, lo cual probo con los dichos, y disposiciones de Francisco
de Torres y Melchor de los Reyes sus condiscípulos, que con juramento ante mí
CULTO 229
así lo depusieron, y en mis registros firmaron sus nombres según por ellos más
largamente consta y parece, a que me refiero, y de ello dí la presente que es hecha
en Sevilla a 23.i.1596, va enmendado ... yo el licenciado Esteban de Rojas, notario
y secretario susodicho. Este presente público instrumento escribí y lo signé y me
subscribí en testimonio de verdad rogado
Esteban de Rojas
notario y secretario [f.17r].
[Nombramiento]
El licenciado Alonso Maldonado de Torres del Consejo de Su Majestad su presidente
en la audiencia y chancillería real que reside en la ciudad de La Plata del Perú etc.
hago saber al reverendísmo señor maestro don Alonso Ramirez de Vergara del Con-
sejo de Su Majestad, obispo de la iglesia catedral de este obispado de los Charcas y
a su provisor y vicario general, que la Majestad católica del Rey nuestro señor, como
patrón que es de todo el Estado de las Indias, por derecho, bulas y concepciones
apostólicas a Su Majestad concedidas por los sumos pontífices, me tiene cometida
la continuación de su patronazgo real en todo el distrito de esta Real Audiencia,
y como a presidente y ministro suyo me incumbe presentar en su real nombre
los beneficios de curas capellanes en todas las iglesias, monasterios, capellanías,
hospitales y todos los beneficios eclesiásticos, y quiere y manda Su Majestad que
por costumbre ni prescripción ni otro título alguno ningunas personas eclesiásticas
ni seculares, orden, convento, religión ni comunidad de cualquier estado, [f.17v]
calidad y condición que sea, sea osado a se entrometer en cosa tocante al dicho
patronazgo real, ni a proveer beneficio ni oficio eclesiástico ni a recibirle en todo
el Estado de las Indias, sin presentación de Su Majestad, o de la persona a quien
por ley o por provisión patente lo cometiere,
y el que lo contrario hiciere, siendo persona secular incurra en perdimiento de las
mercedes que de Su Majestad tuviere, y sea inhábil para tener y obtener oficios,
y sea desterrado perpetuamente de todos los reinos y señoríos de Su Majestad, y
siendo persona eclesiástica sea habido por ajeno y extraño de los dichos reinos,
y no pueda tener ni obtener beneficio ni oficio eclesiástico, e incurra en las demás
penas establecidas en la provisión que trata del dicho patronazgo real,
y usando de ella me ha parecido presentar y presento al bachiller Fernando Martin de
Messa, clérigo presbítero, a la doctrina del pueblo de Tacobamba y sus anexos, en
lugar del padre Pedro de Porras, que se fué a los reinos de España, para que por el
tiempo que fuere la voluntad de Su Majestad [f.18r] o mía en su real nombre pueda
entender y entienda en la doctrina y conversión y enseñamiento de los españoles y
naturales que hubiere en la dicha doctrina, y mando que el dicho corregidor que lo
fuere de la dicha doctrina haga pagar al dicho padre Fernando Martín de Messa el
estipendio y otras cosas que le pertenezcan por razón de la dicha doctrina, constando
que la ha servido y no ha tenido en su compañía pariente ni deudo alguno.
Otrosí mando que el dicho padre Fernando Martín de Messa guarde lo ordenado
y mandado por Su Majestad por tres cédulas reales del tenor siguiente:
[Cédula Real]
El Rey, presidente y oidores de la nuestra Audiencia y chancillería Real que reside
en la ciudad de La Plata del Perú, nos somos informados que en algunos pueblos
230 QARAQARA - CHARKA
de ese distrito suelen los sacerdotes hacer que se prevengan y avisen a los indios
que ofrescan al tiempo que es costumbre cuando se les dice la misa, [y] que dejan
de oirla por ser algunos pobres y no tener qué ofrecer,
y que habiéndose visto por los de nuestro Consejo de las Indias ha parecido no ser
cosa conveniente que sean apremiados [f.18v] a que ofrezcan contra su voluntad,
os mandamos que luego que recibiere esta nuestra carta y cédula deis provisiones
en nuestro nombre, inserta en ellas esta nuestra cédula, en que ordeneis a todos
los governadores y justicias nuestras del distrito de esta Real Audiencia que de
ninguna manera no consientan ni permitan que a los indios del término de sus
gobernaciones y jurisdicciones les compelan a ello, teniendo mucho cuidado que
esta costumbre no se introduzca, defendiendo que los sobredichos clérigos ni
frailes ni otros ministros eclesiásticos les compelan a ello, pues aunque de suyo el
ofrecer es cosa loable y recibida en la iglesia, el hacerlo ha de ser voluntariamente
como lo son las demás de caridad, y el compeler a que se haga es abuso y cosa
que suena mal mayormente entre esos naturales, que de suyo son tan miserables,
que a los prelados habemos mandado escribir en su conformidad,
fecha en el Pardo 2.xii.1578
Yo el Rey ...
[Cédula Real]
El Rey presidente y oidores [f.19r] de mi Audiencia Real de la provincia de los
Charcas, habiendo entendido que muchos clérigos de esa provincia son tratan-
tes y mercaderes, de que resulta mal ejemplo y derogación de la estimación en
que deben ser tenidos por razón de su dignidad y otros muchos inconvenientes,
escribo a los prelados de esa provincia encargándoles que provean y den orden
como los dichos clérigos no puedan ser factores de los encomenderos, ni de otras
personas, ni tratar ni contratar por sí ni por interpósitas personas, y que castiguen
con rigor a los que hicieren lo contrario, y ocurran a esa audiencia para que los
ayudeis siendo necesario, advirtiéndoles de como os escribo sobre ello, y porque
conviene que lo que cerca de esto les escribo se guarde y cumpla, os mando que
si para hacerlo os pidieren favor y ayuda se le deis como conviniera, y que tengais
mucha cuenta y cuidado procurar que la dicha orden se guarde y ejecute, y de
avisarme de como se hace
fecha en Madrid a 18.ii.1588
Yo el Rey ...
[Cédula Real]
... [f.19v] El Rey presidente y oidores de mi Audiencia Real que reside en la ciudad
de La Plata de la provincia de los Charcas, yo he sido informado que muchas veces
acaece que cuando algún indio rico está enfermo y le va a confesar el religioso o
clérigo a cuyo cargo está su doctrina, procura y da orden como haga testamento
y que en él le deje a él o a la iglesia toda o la mayor parte de su hacienda, aunque
tengan herederos forzosos, y que con los indios sacristanes que tienen las dichas
iglesias, que por la mayor parte son criados suyos, envían a hacer prevenciones
con los dichos enfermos, y a que les persuadan a ello, y que cuando la justicia lo
viene a entender ya el difunto está enterrado, y el cura o la iglesia apoderado de
la hacienda, y que por este camino quedan muchos pobres defraudados de las
herencias que les pertenecen, sin saber ni poder ir a seguir en justicia, y porque
CULTO 231
mi voluntad es que se ponga en ello remedio os mando que proveais y deis orden
como los dichos indios no reciban agravio en lo sobredicho y tengan libertad en
sus disposiciones, sin consentir ni dar lugar que se les [f.20r] hagan semejantes
violencias, y de lo que procedieredes me avisareis
fecha en el Pardo, 6.iv.1588
Yo el Rey ...
Don Alonso Ramirez de Vergara por la gracia de Dios y de la Santa [f.20v] Sede
apostólica obispo de los Charcas, del Consejo de Su Majestad etc. habiendo visto
la presentación retroescrita hecha en vos, Fernando Martin de Messa, a la doctri-
na y curato de Tacobamba, por el señor licenciado Alonso Maldonado de Torres,
presidente y visitador de la Real Audiencia de esta ciudad de La Plata, y que en
nombre de Su Majestad presenta a las doctrinas de este obispado,
y por la satisfacción que tenemos de vuestra persona, rectitud y buen celo, y con
todo cuidado hareis lo que por nosotros fuere encomendado, por la presente os
proveemos y nombramos por cura de la dicha doctrina de Tacobamba y sus anexos
en lugar del padre Pedro de Porras, para que como tal administreis los santos
sacramentos a los indios de él, y por la facultad concedida por Su Santidad a los
prelados de estos reinos, os la concedemos para que a los indios que confesare-
des les podais absolver y absolvais de todos y cualesquier pecados, crímenes y
excesos, ritos y ceremonias que en confesión les oyeredes, por graves y enormes
que sean, y de los reservados [f.21r] a la Santa Sede apostólica, dándoles a enten-
der la gravedad del pecado y la ofensa que cometen contra Dios nuestro señor,
imponiéndoles para ello penitencia saludable,
y asimismo administrareis los santos sacramentos a los españoles que en la dicha
doctrina residieren y por ella pasaren, excepto él del matrimonio, y en él de la
penitencia guardareis los casos a nos y a la Santa Sede apostólica reservados, y
mandamos a todas y cualquier personas de cualquier estado y calidad que sean, que
por tal cura os hagan y tengan y os acudan con el salario, derechos y ovenciones
que por razón del dicho oficio os pertenezcan, y este nombramiento hacemos en
vos el dicho Fernando Martin de Messa por el tiempo que sea nuestra voluntad,
con qué en todos los domingos y fiestas de guardar de los indios les digais misa
por su conversión y descargo de la real conciencia y nuestra, y tengais libro donde
asenteis los que casaredes bautizaredes y enterraredes y pagueis el seminario
dada en La Plata en 8.vi.1602
el obispo de los Charcas
por mandado de Su Señoría Ilustrísima Luis Chirino.
[Comision]
[f.21v] Don Alonso Ramirez de Vergara por la gracia de Dios y de la Santa Sede
apostólica obispo de los Charcas del Consejo de Su Majestad etc.
por cuanto ha venido a nuestra noticia que en el pueblo de Tacobamba los años pa-
sados, siendo cura de él el padre Pedro de Porras, hubo cierto rito y ceremonia con
abuso endemoniado y diabólico, causado por un indio llamado Miguel Acarapi,206
206 Los dos apellidos de Miguel son relacionados: chiri (quechua), “frío”; accarapitha (aymara),
“nevar copos de nieve muy grandes”, accarapi, “los copos mismos”. Bertonio, Vocabulario...
(1956 [1612], t. II:5). Probablemente, Miguel Chiri había elegido ampliar las resonancias
232 QARAQARA - CHARKA
y por otro nombre Miguel Chiri, el cual se hacía confesor diciendo ser Jesu Christo,
y con este embuste atraía a sí otros muchos indios que le seguían como discipulos
de sus ritos y abusos, y así en junta con ellos tomaban y bebían la hierba que llaman
achuma,207
el cual indio habrá ocho días murió violentamente, y le mató otro indio llamado
Juanillo208 por ocasión de que decía el dicho Miguel Acarapi que la chicha era
sangre de Jesucristo, y el homicida defendiendo que no, por cuia porfía le hubo
de dar una puñalada con un cuchillo carnicero, de que vino a morir,209 y después
de así muerto los dichos indios sus secuaces en los tales embustes con mucha
desvergüenza [f.22r] enterraron su cuerpo en el campo en una capilla donde an-
tes que le mataran y muriera dicen hacía ceremonias, dando a entender por ellas
decía misa, y de presente acuden a la dicha capilla y sepulcro los tales indios sus
secuaces al propio efecto, de que puede resultar – habiendo dilación en el castigo
y corrección de semejantes delitos – alguna secta que fuese dañosa entre gente
nueva en nuestra santa fé,210
y contra ella y para que se remedie, confiando de la rectitud, celo y cristiandad y
otras buenas partes del bachiller Fernando Martin de Messa, cura que al presente
es del dicho pueblo de Tacobamba, le damos comisión en forma cual de derecho
en tal caso se requiere, para que haga averiguación en qué forma y manera hacen
los dichos ritos y ceremonias, y en qué parte y lugar y quiénes y cuántos han sido
en ello, y por qué orden y qué principio se tuvo en ello, y si es doctrina que la en-
señan unos indios a otros, y si hay maestros para ello, y quiénes y cuántos son, y
si tienen leyes por escrito o quipos para el uso de las dichas ceremonias, y en qué
partes [f.21v] y sitios las usan, si entre ellos son públicas o secretas, y hacen alguna
manera de profesión de guardarlas y usarlas, y si son voluntarias o obligatorias, y
si tan solamente se usan entre los indios y gente del dicho pueblo y naturales de
él, o si es general o particular en otros pueblos de indios o de españoles, y si tan
solamente usan de ellas estando en junta de borrachera embriagados, o en juicio
y sin embriagarse, y si tan solamente es entre los indios ya de edad, o imponen a
los niños en ello,
la cual averiguación hará clara y abiertamente con el número de testigos que
conviniere para comprobación de los dichos delitos y declaración de ellos, y he-
cha con todo secreto cerrada y sellada nos la remitirá, y si por algunas justicias
o seculares se hubieren hecho algunos proceso o procesos y autos cerca de los
dichos delitos, o cualquier de ellos, les compelerá por todo rigor de censuras a que
se los entreguen, para que acumulados a éste se vaya sustanciando esta causa
conforme a derecho, en lo cual pondrá toda diligencia y cuidado para que con él
pongamos el remedio que conviene,
que para ello y cualquiera cosa y parte [f.23r] de ello, y siendo necesario a espa-
ñoles, discernir censuras, absolver descomulgados habiendo venido a verdadera
obediencia, impartir el auxilio del brazo secular, hacer prisiones y secuestros de
bienes si viere convenir, nombrar notarios [e] intérprete, le damos esta comisión
en forma y sin ninguna limitación,
dada en La Plata en 21.vi.1602
el obispo de los Charcas
por mandado de Su Señoría Ilustrísima
Luis Chirino.
En el pueblo de Tacobamba en 20.vii.1602 yo Juan Gil Menacho, escribano de
Su Majestad, doy fé que el bachiller Fernando de Messa usó de la comisión
de atrás del ilustrísimo señor obispo de los Charcas, haciendo informaciones
sobre lo contenido en ella, demás del pleito y causa que tenía hecho Diego de
Villarreal, vecino teniente de este dicho pueblo, que se acumuló a la dicha infor-
mación, y fue sacado de su poder en virtud de la dicha comisión, que todo ello
se envió a Su Señoría Ilustrísima del señor obispo, como por la dicha comisión
manda, y para que de ello conste dí el presente en el dicho día, [f.23v] mes y
año dichos, y fue con las dichas diligencias un traslado de la dicha comisión
al principio de ella,
y lo firmé Juan Gil Menacho
escribano de Su Majestad.
Testimonio
Yo Melchor de Carrión, notario público de la visita que el señor licenciado don Diego
de Agreda va haciendo en este obispado por el muy insigne dean y cabildo de la
santa iglesia catedral de la ciudad de La Plata en sede vacante, doy fé y verdadero
testimonio a los señores que la presente vieren como habiendo el señor visitador
ido al pueblo de Tacobamba, de a donde es cura y beneficiado el padre Fernando
de Messa, y publicado el edicto general y hecho información y pesquisa secreta
contra el dicho cura y otros autos de visita en la dicha causa, el dicho señor visitador
dió y pronunció un auto del tenor siguiente:
234 QARAQARA - CHARKA
Petición
Muy poderoso señor:
El bachiller Fernando de Messa, cura y beneficiado del pueblo de Chayanta digo
que en la información que se hace de oficio conforme a vuestra real cédula de mis
méritos y servicios, hago presentación de este testimonio y sentencia de la visita
que dí del tiempo que fuí cura del pueblo de Tacobamba [f.25r] por donde consta
de mi buen proceder,
a Vuestra Alteza suplico la haga por presentada la dicha sentencia y testimonio y
que quedando un traslado en la dicha causa se me vuelva el original para en guarda
de mi derecho y pido justicia y para ello etc.
el bachiller Fernando de Messa.
Decreto
Póngase el testimonio que presenta en la información que se ha hecho de oficio y de
él se le den los traslados que quisiere. En La Plata a 13.vi.1614 los señores presidente
y oidores de esta Real Audiencia proveyeron el decreto desuso
Diego de la Barrera de Ayala.
Sentencia
En la causa que de oficio de la justicia eclesiástica se ha fulminado en la visita y
pesquisa secreta que he hecho contra el padre Hernando de Messa, cura de esta
doctrina de Tacobamba, visto etc.
fallo, atento que por ella no resulta cargo que se le pueda hacer, ni ante mí ha
habido demanda pública ni secreta contra el dicho cura, que le debo de declarar y
declaro por muy honrado sacerdote y buen cura, que con gran diligencia y cuidado
ha acudido a instruir [f.25v] sus feligreses en las cosas de nuestra santa fé católica,
como me consta por el examen que hice a los dichos feligreses, y haberles predi-
cado con grave cuidado el santo evangelio en las lenguas Quichua y Aymara, en
que es muy eminente,
CULTO 235
por lo cual merece que Su Señoría Ilustrísima le haga merced, honrándole y ocu-
pándole en cosas de importancia, en qué descargará la conciencia por su suficiencia
y por el buen ejemplo que da a sus feligreses con su buena vida, y por esta mi
sentencia definitiva juzgando así, lo pronuncio y mando sin costas.
Álvaro Veles de Cerril.
[Auto]
... [f.26r] Yo Diego de la Barrera de Ayala, escribano de cámara del católico Rey
nuestro señor, en la Audiencia y chancillería Real que reside en la ciudad de La Plata,
después por mandado de los señores presidente y oidores de ella hice sacar esta
información y testimonios de ella de su original en 26 fojas con esta, y va cierto y
verdadero, y lo firmé en la dicha ciudad de La Plata a 2.iii.1616 ...
Diego de la Barrera de Ayala
II. Encomienda
Presentación
La entrega de la gente
Figura 2.1
Las encomiendas de Charcas, según Pedro de Hinojosa (1548)1
Encomenderos Repartimientos Cédula otorgada Valor en pesos,
por productos y trabajo
Gonzalo Pizarro Qaraqara: 3.500 indios. Felipe Gutiérrez llevó 700 a la entrada. El Marqués 30.000
maíz, ganado, coca
y mineros.
Hernando Pizarro Chicha: 2.500 indios + caciques Biedma y Benchuca. El Marqués 6.000
Charka: 1.100 indios; 300 indios quedaban, con sus 300 maíz, ganado, coca
mitimaes de coca + cacique Yucura, después que Vaca de y mineros.
Castro le quitó 800 para dar a Rodrigo Pantoja.
Lope de Mendoza En el valle de la Canela: 1.000 indios. Centeno se quedó Vaca de Castro 18.000
con la parte antes perteneciente a Bobadilla. coca y maíz.
Diego Centeno En el valle de la Canela: 1.000 indios. Centeno se quedó Vaca de Castro 18.000.
con la parte antes perteneciente a Bobadilla.
Luis de Rivera Charka: 1.100 indios + cacique Consara.2 Vaca de Castro 12.000
coca y mineros.
Pedro del Varco Sura: 1.500 indios de Paria. 1.000 de maíz y ganado, 500 El Marqués 12.000
pescadores “de poco provecho”. maíz, ganado, pescado
y mineros.
Pablo de Meneses Yampara: 900 indios. Antes de Diego de Rojas. Vaca de Castro 12.000
maíz, coca y mineros.
Rodrigo Pantoja Charka: 800 indios, quitados a Hernando Pizarro. Antes Vaca de Castro 11.000
con acceso a 300 mitimaes de coca [ver Luis Perdomo]. maíz y ganado.
Gómez de Luna Karanqa: 500 indios, antes sujetos a caciques de Mendieta El Marqués 10.000
y Isasaga. Muyumuyu: 150 indios para servicio de su casa. El Marqués coca y mineros.
Charka: 300 indios mitimaes en los cocales, antes Vaca de Castro
dependientes de los indios de Luis de Rivera.
6 Así veremos que los Murumuru y los Pikachuri seguían llamándose un sólo “repartimiento”
en el siglo XVII a pesar de que habían sido reducidos en dos pueblos con repartimientos
distintos: Moromoro y Tinquipaya.
7 Ver la Presentación de la Cuarta Parte, “Tierra”.
242 QARAQARA - CHARKA
1 Pedro de Hinojosa, “Memoria de los repartimientos que hai en los terminos de la Villa de Plata que tienen dueños i están vacos...” (1548). Publicado
por Rafael Loredo en Revista de la Universidad Católica de Lima, t. 8, no. 1, Lima, 1940.
2 O Coysara.
3 “A nosotros nos parece que es cosa que conviene mucho para la conservación de los caciques y naturales que vuestra Señoría los mande volver y
restituir y a todos los caciques los mitimaes que solían tener de coca y maíz antiguamente, porque de otra manera padecerá gran trabajo y no se podrán
conservar...”.
4 “...la provincia de Chicoana, que es de los Diaguitas”, ver Cristóbal de Molina “el almagrista”, Relación de muchas cosas acaecidas en el Perú, en Crónicas
Peruanas de Interés Indígena, Biblioteca de Autores Españoles, t. 209, Madrid, 1967.
ENCOMIENDA 243
8 Agradecemos algunas ideas expuestas en los próximos párrafos a Catherine Julien (conver-
saciones en Madrid, 1994), quien también nos facilitó un borrador suyo sobre las primeras
encomiendas.
9 Murra, Formaciones... (1975). Heather Lechtman recupera la idea de Murra que este reparto
fue, en realidad, un “archipiélago real” de territorios dispersos pero complementarios,
cada uno con recursos muy diferentes entre sí. Ver “The Andean World”, Elizabeth Hill
Boone (comp.), Andean Art at Dumbarton Oaks, Washington D.C., 1996, pp. 31-32.
10 Julien, Hatunqolla… (1983:9-33). Francisco Pizarro también tomó para sí el enclave de
indios Siwaruyu en Puna, pertenecientes a la federación de los Killaka, pero enteramente
rodeados por los indios Wisijsa (Qaraqara sur, provincia de Chaquí) encomendados en su
hermano Gonzalo. Ver Loredo, Los Repartos (1958:172, 205). Quizás deseaba tener una
encomienda cerca de las minas de Porco.
11 Cf. Abercrombie, Pathways… (1998) sobre el encuentro entre Warachi, de los Killaka, y
su futuro encomendero Aldana, en el Cusco.
12 Sin embargo, existe una indicación que una encomienda en Charcas ya había sido asignada
a Hernando Pizarro en 1534. Ver Belaunde Guinassi, La Encomienda… (1945:36).
244 QARAQARA - CHARKA
13 Ver Guillermo Lohmann Villena, Francisco Pizarro. Testimonio, documentos oficiales, cartas y
escritos varios. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid, 1986.
14 Ver Cieza, “La Guerra de las Salinas” … (1985, caps.lxiii, lxxvi y lxxix-xc). Cf. el Ensayo
de Interpretación “Charka Rojo, Charka Blanco”, acápite 7.
15 Según Silva Lezaeta, Hernando y Gonzalo volvieron juntos a Cusco en diciembre de
1538, lo cual coincidiría con el hecho que, ya en ese mismo mes, el Factor Illán Suárez
dijo en Lima haber recibido noticias de las minas del sur. Ver Silva Lezaeta, El Conquistador
Francisco de Aguirre. (1935 [1904]). Por otra parte, el terminus ad quem para la vuelta de
los hermanos Pizarro al Cusco es marzo de 1539, dado que ambos estaban en el Cusco
cuando el Anónimo fechó su “Relación del sitio del Cusco...” (2.iv.1539).
ENCOMIENDA 245
19 En el caso mexicano, James Lockhart ha señalado que los españoles percibieron cada
sociedad nativa como un compuesto formado por un pueblo “cabecera” rodeada por
pueblos “sujetos”. Sin embargo, demostró que no existe en nahuatl un par de términos
equivalentes: más bien, cada altepetl se conformaba por un grupo de calpolli or tlaxilacalli
equivalentes, que sumaban “una confederación de partes constituyentes iguales”. Ver
James Lockhart, Nahuas and Spaniards. Postconquest Central Mexican History and Philolo-
gy. Stanford University Press / University of California, Los Ángeles, 1991, pp. 23-24.
Ahora bien, el binomio “cabecera-sujeto” también se encuentra en las encomiendas de
los Qaraqara. ¿Se trata de una distorsión eurocéntrica, parecida al caso mexicano? Quizás
no. Una diferencia consiste en que las cabeceras de Qaraqara corresponden a pueblos
que tienen los mismos nombres que los grupos (repartimientos) en cuyo territorio se
sitúan. Además, el camino del Inka (ver el Mapa 6) pasaba por la mayoría de estas “ca-
beceras” que, por lo tanto, gozaban de una jerarquía superior a los demás pueblos. Pero,
¿existió la misma jerarquía entre los asientos en tiempos preincaicos? La categoría de
los Marcani quizás sugiera que sí y que esta jerarquización del espacio fue propia de los
pueblos aymaras (ver Ensayo de Interpretación “Charka Rojo, Charka Blanco”, acápite
4 y Cuadro 1). La pregunta puede enmarcar una exploración arqueológica en la región
para determinar el alcance verdadero de las transformaciones introducidas por los Inka
en la organización política de la región.
20 Ver Murra, “Un reino Aymara...” (1975 [1968]).
21 Ver Julien, “How Inka Decimal...” (1988).
ENCOMIENDA 247
Macha por Alonso de Castillejo y otra a los de Pototaca por Diego de Rojas.22
Conviene no descartar la posibilidad de que la encomienda de Gonzalo tenga
sus orígenes en este tipo de fuente europea, hoy perdida.23 Por otro lado, en el
caso de la encomienda de Hernando, es quizás más probable que la información
provenga de un khipu (aunque no sepamos nada de las técnicas empleadas para
codificar tantos nombres de personas y de lugares en las cuerdas).
Ahora bien, además de los Qaraqara y los Charka se encomendaron en
Hernando y Gonzalo otros grupos del distrito del Cusco. Los textos que pu-
blicamos mencionan en efecto que Hernando recibió Ollantaytambo, Picchu y
Amaybamba, que incluían tierras de la panaca del Inka Pachakuti;24 y Gonzalo
recibió Pucarani y Quipa, que habían pertenecido al Inka Tupaq Yupanki.25
Que los dos Pizarro se hayan adueñado de las posesiones de Pachakuti y Tupaq
Yupanki procede de una voluntad política: figurar como sucesores de los dos
Inka que protagonizaron la expansión cusqueña hacia el sur y, probablemente,
tener acceso a las tierras más ricas.26
22 Ver, en esta Parte, el Documento 3. Alonso de Castillejo (f.44v), quien había acompañado
a Gonzalo en la campaña de Cochabamba, estuvo entre los primeros pobladores de Chu-
quisaca. Ver el reparto de los solares de Chuquisaca, documento fechado el 19.iv.1540,
pero que incluye a varios de los primeros pobladores de 1538; fue publicado en facsimilar
por Gunnar Mendoza L., “La historiografía… ratifica que la Villa de Plata fue fundada el
16 de abril de 1540…”, Correo del Sur, No. 237, Sucre, 1988, p. 5. Diego de Rojas (f.43v)
también fue compañero de Gonzalo y Hernando Pizarro, pero se ausentó de Chuquisaca
durante 1539 para realizar una entrada a los Chiriwana. La visita a Pototaca pudo haberse
realizado a fines de 1539 o en los primeros meses de 1540.
23 Una interpretación distinta, que afirma la presencia de un khipu inka detrás de la infor-
mación contenida en este documento, es la de Martti Pärssinen, quien plantea el uso del
rebus para codificar las sílabas de los nombres y supone la identificación de cada pueblo
del Tawantinsuyu por una cifra distintiva, tal como sugiere Calancha. Ver Pärssinen,
Tawantinsuyu... (1992).
24 John Rowe, “Machu Picchu a la luz de documentos del siglo XVI”, Histórica Vol. XIV, No. 1,
Lima, 1990, p. 14. María Rostworowski, “Dos manuscritos inéditos con datos sobre Manco
II, tierras personales de los Incas y mitimaes”, Nueva Corónica 1, Lima, 1963, p. xx.
25 Ver José Vicente García, citado en Catherine Julien, Condesuyo: The Political Division of
Territory under Inka and Spanish Rule, Bonner Amerikanistiche Studien 19, Bonn, 1991, p.
121 y nota 24. Gonzalo Pizarro también recibía “los Collaguas” (una “nación” y provincia
incaica en el Kuntisuyu, cerca de Arequipa; ver Mapa 1). Además, los dos recibían varios
pueblos en la provincia de Chinchaysuyu, tales como Mayo, Equeco, Zango y Huarocondo,
en la pampa de Anta al noroeste de la ciudad de Cusco. Estos pueblos fueron habitados
por orejones y posiblemente por miembros de las panacas reales también. Ver Poma de
Ayala, Nueva Corónica... (1980 [1612]:84, 339). Roberto Levillier, Don Francisco de Toledo.
Supremo Organizador del Perú. Su vida y su obra (1515-1582), II. Publicaciones Históricas de
la Biblioteca del Congreso Argentino, Buenos Aires, 1940, pp. 61, 109, 114, 159-160.
26 Una cédula parecida habría sido la del mismo Francisco Pizarro, quien recibió Yucay,
propiedad de Wayna Qhapaq, y los cocales de Tono y Avisca, además de la provincia de
los Pakasa [Pacajes]. Ver Horacio Villanueva Urteaga, “Documentos sobre Yucay en el
siglo XVI”, Revista del Archivo Histórico del Cusco, 13, Cusco, 1971, pp. 1-148.
248 QARAQARA - CHARKA
Por otra parte, nos llama la atención dos silencios significativos en los do-
cumentos de encomienda: la encomienda en Hernando no menciona Sacaca, y
la encomienda en Gonzalo no menciona Porco. Como vimos anteriormente,
las minas de Porco fueron “descubiertas” y “tomadas” por Hernando Pizarro.27
De hecho, sabemos, por la encomienda dada a Gonzalo Pizarro, que muchos
mitimaes charka vivían en torno a Porco y Potosí, sujetos a los principales qara-
qara del lugar, como también al gran Mallku Muruq’u. Las minas focalizaban el
interés de las “naciones” de Charcas y de algunas del Collao, además del Inka.
Sin duda fueron el primer objetivo de los Pizarro y porque se había entregado
ya a fines de 1538, Porco quedaba fuera de la lista de pueblos susceptibles de
estar encomendados en Gonzalo en 1540.
En cuanto a Sacaca, veremos que en 1539 Hernando no recibío ningún
cacique de este repartimiento –cabecera de los Charka y lugar de residencia de
Kuysara– fuera de los principales de la parcialidad de Urinsaya de Chayanta.28
Pensamos, en efecto, que Kuysara logró en su favor –durante la negociación
de Awkimarka en 1538– conservar Sacaca, sin que formara parte de la enco-
mienda, como contraparte por su colaboración como “capitán general” de las
fuerzas charqueñas en Cochabamba y de la entrega de las minas de Porco.29
En 1540 Kuysara se ausentó de Charcas para acompañar con sus soldados la
expedición de Pedro de Valdivia a Chile.30 Volvería en 1542, según un testigo,
con su gente “destrozada” y sin su litera, muriendo al poco tiempo.31 Y sólo
27 Ver el Ensayo de Interpretación “Charka Rojo, Charka Blanco” (acápite 7.iv). También
Pizarro, Relación… (1986 [1571], Caps. 25-26); y la carta de Hernando Pizarro desde la
Mota de Medina del Campo en AGI Patronato 908, No. 1, R 46 (s/f). Para la identifica-
ción de las minas en Porco que pertenecían al Rey y las que correspondían a Hernando y
Gonzalo Pizarro, ver la Primera Parte, “Culto”, Documento 1 (Apéndice 2). Hernando
embarcó en el Callao, rumbo a España, en junio de 1540.
28 Ver abajo el acápite 4.2 en esta Presentación.
29 Ver el Ensayo de Interpretacion “Charka Rojo, Charka Blanco” (acápite 7.iv).
30 Kuysara y sus guerreros charka fueron llevados, probablemente, por Francisco de Aguirre
a San Pedro de Atacama, donde Aguirre se encontró con Pedro de Valdivia en junio de
1540 para seguir viaje hasta Chile. Alternativamente, se habrán unido a la expedición en
Tarapacá, donde Valdivia quedaba entre abril y junio de 1540. Ver Silva Lezaeta, El Con-
quistador Francisco de Aguirre (1953 [1904]).
31 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 21, donde se dice que Kuysara ayudó a Almagro
(1535) y a Valdivia (1540) en la conquista de Chile, ausentándose en el segundo caso “por dos
años” (f.18v) o “tres años” (f.59v). También el testigo Juan de Espinoza, quien había acom-
pañado a Gonzalo Pizarro en la campaña de Cochabamba y después residía en La Plata, dijo
que había ido a la batalla de Chupas contra Diego de Almagro, “el mozo” (1542), y cuando
volvió había muerto Kuysara (f.23v). Para la mala suerte de Kuysara y los Mallku de Sura en
Chile, ver el testimonio de don Domingo Titacallo, natural de Paria, quien dijo: “vió que
los españoles llevaron consigo al dicho Cuysara y Hausita y Guaita, caciques y señores de
su nación, los cuales vió que fueron con los dichos españoles y con mucho número de indios
que llevaron consigo como señores que eran y para su servicio, y después los vió volver a este
reino destrozados y perdidos sin andas, y les faltaron que se habían muerto muchos indios
de los que habían llevado…”. Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 21 (f.56r).
ENCOMIENDA 249
entonces es cuando Vaca de Castro encomendó Sacaca, por primera vez, a Luis
de Rivera, quien la tuvo hasta su muerte de las manos de Gonzalo Pizarro en
la batalla de Guarina (1547). De tal modo que los indios de Sacaca no llegaron
a encomendarse hasta después de la muerte de Kuysara.
El valor del “regalo” de Francisco a sus dos hermanos fue incalculable.
Cieza de León cuenta que la encomienda de Gonzalo entre los Qaraqara
“rentaba más renta que tiene en España el arzobispo de Toledo y el conde de
Benavente”.32 Mediante sus encomiendas en las dos provincias, Hernando y
Gonzalo debían recibir los servicios de buena parte de la gente de Qaraqara y
Charka, no sólo en las minas, sino también en algunas tierras expropiadas para
su uso personal y en sus lujosas casas de Potosí y La Plata, administradas por
mayordomos. Los encomenderos se comportaban como las autoridades más
poderosas de la comarca y de hecho lo eran. Apropiándose de insignias andinas
de poder, Gonzalo se haría llevar en andas cuando visitaba sus encomiendas
(ver Lámina 2.1), así como correspondía al digno sucesor de los primeros Inka
que conquistaron Charcas. En estas ocasiones, estaría atendido por un séquito
de indios.33
Es conocida la diferencia de trato que Hernando y Gonzalo dieron a sus
indios. El objetivo de Hernando, el mayor de los hermanos, era aprovechar al
máximo su situación para mejorar su posición en Extremadura y todo lo que
hacía era dirigido a ese fin; mientras que el perfil de Gonzalo corresponde más
al de un caballero cristiano y las cartas que enviaba a sus mayordomos insistían
sobre el orden que se les daba de respetar los bienes de los indios.34 Hernando,
como hemos visto, nunca conoció a sus encomendados, mientras que Gonzalo
convivió con ellos y probablemente pudo contar con el apoyo de Muruq’u,
Mallku de Urinsaya y de los 20.000 indios de Macha y Chaquí, cuando se le-
vantó en contra de las Leyes Nuevas de 1542. Llama la atención que Muruq’u
murió en 1548, el mismo año en que Gonzalo fue ajusticiado por La Gasca.
¿También Muruq’u murió ajusticiado? ¿O murió en abril 1548 luchando en
favor de su encomendero en la batalla de Xaquixaguana? No lo sabemos. Pero
cualquiera de estas posibilidades explicaría que el nombramiento de Wallqa,
Mallku de Anansaya, en calidad de Mallku general de ambas parcialidades de
los Qaraqara, se haya realizado en esta fecha.35
32 Pedro Cieza de León, Obras completas. Las guerras civiles peruanas (ed. P. Carmelo Saenz
de Sta. María), Madrid, 1985. El arzobispo de Toledo fue el primer prelado de España.
33 Para el séquito reducido que fue asignado oficialmente a Pedro de Hinojosa, ver la Tercera
Parte, “Tasa”, Documento 6 (f.6v). Pero es probable que, por mucho tiempo, seguían
dándose muchos más servicios personales que los contemplados en la tasa de La Gasca de
1548.
34 Ver James Lockhart, The Men of Cajamarca: a social and biographical study of the first conquerors
of Perú, University of Texas Press, Austin, 1972.
35 Ver el Documento 4, Acta de Posesión de Pedro de Hinojosa.
250 QARAQARA - CHARKA
Lámina 2.1
Encomendero llevado en andas (Waman Puma)
ENCOMIENDA 251
Todos los textos de las encomiendas son copias de copias y cada una de
ellas lleva los errores de sucesivos escribanos. Consideraremos en primera
instancia la secuencia de las copias.
Para establecer el texto de la encomienda dada por Francisco Pizarro a Her-
nando, tres manuscritos fueron consultados por la editora Catherine Julien:
Figura 2.2
Comparación de las dos versiones de la encomienda
de Chaquí en Gonzalo Pizarro (1540)
CHAQUÍ CHAQUÍ
[1a versión] [2a versión]
Pueblo/Estancia No. de indios Principales Pueblo/Estancia No. de indios Principales
poycapican 17 xico coipaxi 17 xico
quilipe 4 quilaqui 4 xico
pulavaia 18 chuca “que reside en el pulabaia 18 chuca “que reside en el
pueblo de Chaquí” pueblo de Chaquí”
camali “y otros 30 cata – “sujetos al camal “con tres 30 catara
pueblezuelos” cacique de Chaquí que pueblezuelos”
se dice caricari”
sexilocoto 20 condori “cacique xilotoco guarapaiuo 20 “charcas” condori - “esto es cala”
de Chaquí” 8 condori “cacique
de Chaquí”
jauacon 15 anda “sujeto a condori” jaua 15 condo
chaqui “es cabecera 150 condori, chuca, caricari, chaqui “cabecera 150 condoris, chuca, caricari,
de MOROCO” abillo, pulta capilco de MOROCO” avillo, pulta capulco
chuquitari 15 yanquitati machutari 15 yanquetati
“mitimaes “mitimaes
del Collao” del Collao”
pacax 40 tramal “sugeto a abiles docax [estancia] 40 quicona
“casas” principales de Chaquí”
callapaya 3 collapaya 3
70 contori 70 catari
“mitimaes anata - “sujetos a “mitimaes cana
charcas” xarixaio principal charcas”
de Chaquí”
[auca ca]galagala 8 aucaca “sugetos a galagala 8 ataca
catacari señor “mitimaes”
de collapalca”
tanimben 30 guahala timaunque 30 guahaca
CHAQUÍ CHAQUÍ
[1a versión] [2a versión]
Pueblo/Estancia No. de indios Principales Pueblo/Estancia No. de indios Principales
alcatuti - “esta media 30 copacallo alcatu 30 copacallo
legua de Puna” “charcas” “charcas”
pabuxi “cerca 10 carucharla
de tacali”
tantola 20 tanaia tontola 26 tabara
quinviri 20 quiriri 20 laquita
“charcas” “charcas”
putacaia 80 tigua putaca 80 tinguacuruqui
“cerca de Puna” “charcas” averuquipa - “cerca de Puna” suitachuqui
pulquina 6
guanaia 30 guanaia 30 “según que lo visitó el
pumpuma 10 chuqui “sujeto a tigua” pimpima 12 capitán Diego de Rojas”
“charcas”
urcoveni 10 macana hincobenir 10 macana
mitimaes “quillacas”
quillacas”
44 Como veremos, la organización interna de los Qaraqara y los Charka no era igual. Sin
embargo, los requerimientos del sistema decimal incaico seguramente impusieron algunos
nuevos segmentos donde no existían antes (tales como hunu, waranqa y pachaca).
ENCOMIENDA 255
Mapa 2.1
Principales asentamientos de Qaraqara-Charka
Mapa 2.1: Principales asentamientos de Qaraqara-Charka
Rio
B
en
Pocoata Asentamiento mencionado Salar
o
i
Lago g en la encomienda de
on
Gonzalo Pizarro Lago
S
Titicaca Ri
o
Límites aproximados
de las provincias 0 100 km
incaicas
Rio
P A K A S A
Co
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ajes
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P A K A S A Inquisivi
Rio
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sa
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ad ~
ero Capinata Tapacari Calacala
Caracollo SURA Londo
Pocona Tiraque
Tiraque
O UMA Capinota
Capinota
CHUY Totora Chimboata
L L A S URQU Paria Quirquiavi Mizque
C O RCA
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A Caripuyo Auquimarca
e
ue
Yanacache UruUru
CH (Toledo)
Chayanta
CHARKA
Uruy Carasi
Moscari
Pichibisa
Aymaya Ri o
KARANQA Toberia~ Oquera Copabilque
Lago Pocoata Huanoma Guaicoma Gr
Aullagas Antora Carpachaca an
Macha Caracara Moromoro de
Poquera Pocpo YAMPARA
KILLAKA Salinas Maragua
Chuquisaca
Sorcoto
Tarabuco
Quillacas
Aullagas Tinguipaya Tacobamba Yampara Tomina
Caquena
Coroma Oroncota
SALAR
Potosi Chaqui
COIPASA
QARAQARA
Puna
Porco
Rio
Caiza
Yura
SALAR Pototaca
P il c
Caltama Calcha
TUNUPA ma
o
yo
CHICHA
LIPI
Rio
URU Pilaya
61 Para las relaciones sociales y económicas que vinculaban las poblaciones de Macha, San
Marcos y Carasi, ver la Cuarta Parte, “Tierra”, Documento 8.
ENCOMIENDA 261
62 En este segundo sentido lo hemos ortografiado “Qaraqara”, tal como aparece en el título
de este libro. “Caracara” lo utilizamos para referirnos a la franja y repartimiento entre
Macha y Murumuru, ver Mapas 2.2 y 4.3.
63 Cf. Coabizara en la línea anterior y el cacique Aschacara (Echacara) arriba f.44r [Chayanta].
Como veremos, es probable que se trate del mismo personaje en todos los casos, cuyo
nombre aparece con diferencias ortográficas debido a los errores de los escribanos.
262 QARAQARA - CHARKA
64 Esta hipótesis se analizará con más detalle al tratar de la encomienda de Hernando Pizarro
en el próximo acápite.
65 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 18 (f.314v).
66 Ver Platt, “Mapas coloniales…” (1978).
67 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 16 (f.56r); y la discusión más detallada en el
próximo acápite.
68 Es José Luis Martínez, basándose en las Relaciones geográficas de Indias, quien identifica el
nombre como pukina. Ver “Papeles distantes, palabras quebradas...” (1995:305).
ENCOMIENDA 263
Killaka). Se trata de una región pastoril y de salares: los 34 indios qaraqara ins-
talados allí eran probablemente mitimaes ganaderos y salineros. La presencia
qaraqara en Coroma, y probablemente en otras partes del territorio killaka, es
patente en varias fuentes.69
72 Por lo menos una parte de los que fueron reducidos posteriormente por Toledo en Ta-
cobamba eran mitimaes; pues uno de los ayllus de Tacobamba se llamaba precisamente
Mitma. Ver Del Río, “Estructuración étnica Qharaqhara…” (1995:32). Caiza fue un pueblo
de reducción de los Wisijsa, y Toropalca se fundó poco tiempo después de las reducciones,
también en tierra wisijsa (ver la Presentación de la Cuarta Parte, “Tierra”).
73 “Las minas del asiento de Porco la tenían y poseían nuestros antepasados ... y últimamente
se descubrieron las minas de esta Villa en nuestra tierra y junto a nuestras chácaras”. Ver
Josep Barnadas, Charcas. Orígenes históricos de una sociedad colonial 1535-1565, CIPCA, La
Paz, 1973, p. 591.
74 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 16 (f.41r).
75 Ver la Presentación de la Quinta Parte, “Mallku”, y Documento 20.
76 Ambos documentos citados por Del Río, “Estrategias andinas…” (1995).
ENCOMIENDA 265
El camino del Inka, que procedía del norte, bajaba del altiplano y pasaba
por los tambos de Chayanta, Pocoata, Macha, Caracara y Moromoro, antes
de llegar a los valles interandinos de Chuquisaca (ver Mapa 5). Las comuni-
caciones estatales contribuían a unir estrechamente Chuquisaca, Moromoro
y Macha.81 Las referencias documentales al cacique Muruq’u y a Chuquisaca
sugieren además que Moromoro caía dentro de la jurisdicción del pueblo
principal del Mallku Muruq’u, Macha, y a la vez tenía relaciones cercanas con
77 Cf. las listas transcritas por Del Río, “Estructuración étnica Qharaqhara...” (1995:32),
donde se identifica seis ayllus Pikachuri en Urinsaya, y dos ayllus –Lupaca y Chiutari– en
Anansaya, que corresponden a los mitimaes del Collao mencionados en el texto de la
encomienda (Documento 3, f.45r-v). La misma autora registra la presencia de 35 indios
“Visisa” en torno a Chaquí en 1592 (1995:58).
78 Ver Rasnake, Autoridad y poder... (1989:93); Del Río, “Estructuración étnica Qharaqhara…”
(1995:37,55).
79 Ver la Cuarta Parte, “Tierra”, Documento 10 (f.10r).
80 Ver la Cuarta Parte, “Tierra”, Documento 9 (f.5r).
81 Vaca de Castro, “Ordenanzas de tambos…” (1919 [1543]).
266 QARAQARA - CHARKA
sobre “6000 indios con los Moromoros”; mientras que don Diego Soto declara
que un Mallku llamado Alata era “cacique principal del repartimiento de los
Picachuris y de los Moromoros”.86
Si estos detalles proporcionados por los testigos son ciertos, nos invitan a
pensar que los lazos de orden político que existieron obedecieron a una lógica
económica de complementariedad: los ganaderos Pikachuri y Kakina comple-
taban sus recursos altoandinos con el maíz de los Murumuru, mientras que
Moromoro tenía estrechas relaciones con los dos grupos pastores dependientes
de Chaquí, los Kakina y los Pikachuri. Sabemos, además, que el cacique Alata,
mencionado anteriormente como cacique principal de Moromoro y Pikachuri
en la época prehispánica, aparece en otro contexto como “gobernador y cacique
principal del repartimiento de Caquena y Picachuri”.87
Después de la derrota y muerte de Gonzalo Pizarro, su encomienda fue
asignada en agosto de 1548 al General Pedro de Hinojosa. El Documento 4
reproduce esta encomienda, donde se detallan los pueblos, señores e indios,
basándose en la encomienda de Gonzalo Pizarro, pero con alguno que otro dato
nuevo y actualizado. Sin embargo, no existen datos pormenorizados acerca de
Moromoro, como en la encomienda de Gonzalo; solamente se añade al final
del texto, sin ningún lujo de detalles:
en tres partes por 906 indios que parecieron por la visita antigua92 ... [y] la
dividió por pueblos y no se contaron los indios, porque así se concertaron
las partes.93
¿Cuáles eran los repartimientos asignados por Polo y cuáles los enco-
menderos que los recibieron?
92 Esta Visita, hoy perdida, fue levantada por Francisco de Isasaga y Gómez de Solís. Proba-
blemente se trata de la misma Visita mencionada por Gabriel de Rojas, quien la atribuye
al período del primer poblamiento de la Villa de Plata. Ver Rojas, “Memoria de los repar-
timientos…” (1958 [1548]).
93 Testimonio de Polo Ondegardo de 6.ix.1561, en la Probanza de Pedro de Córdoba. AGI
Justicia 434.
ENCOMIENDA 269
Figura 2.3
Las múltiples afiliaciones de los Murumuru
Año y Fuente Señores e Indios
“Tiempo de los incas” (Probanza, Kupa y Uparana, caciques de 6000 indios Pikachuri y Murumuru.
Doc. 19).
Alata “cacique principal del repartimiento de los Picachures y los
Moromoros” (parcialidad de Chaquí).
1540 Uchatuma, cacique principal de 380 indios, sujeto a Muruq’u
(Encomienda, Doc. 3). (Macha).
“Visita antigua de F de Ysasaga y 906 indios en Moromoro [Murumuru con Pikachuri, Kulu y
Gomez de Solis” Kakina].
(Encomienda, Doc. 3).
1548 966 indios en Moromoro [Murumuru con Pikachuri, Kulu y
(Encomienda, Doc. 4). Kakina].
1549 Polo divide en tres partes “la provincia de los indios de Chaqui de
(AGI Justicia 432, Charcas 101) que era cacique principal Chincha”:
i) c.320 indios en Moromoro encomendados en Pablo de
Meneses.
ii) c.300 indios Pikachuri y parte de los Kakina, encomendados
en Pedro de Hinojosa.
iii) 322 indios (mayo), 141 indios (diciembre) Kulu, y otros
Kakina encomendados en Alonso de Montemayor.
TOTAL: 942 indios.
1587 Don Alonso de Castillejo y don Diego Soto, caciques principales
(ANB Escrituras Notariales) del “repartimiento de Moromoro y Picachure”.
Los Murumuru formaron una de las tres partes en que Polo dividió “la
provincia de los indios de Chaquí”. El 14 de mayo de 1549 se encomendaron
en Pablo de Meneses, quien desde 1542 había poseído a los Yampara (antes
pertenecientes a Diego de Rojas “difunto”) y los “Incas Gualparoca” de Chu-
quisaca.94 Cuando el documento se refiere a los indios de Moromoro, habla
de “los 400 indios del repartimiento que tuvo Gonzalo Pizarro”, pero éstos
fueron “resumidos” en 320 indios solamente.95 Ambas cifras deben ser com-
paradas con los 374 indios que figuran en Moromoro según la encomienda de
Gonzalo, nueve años antes.
Otra de las tres partes consistía en los Pikachuri y una parte de los Kakina, que
se dejaban en manos de Pedro de Hinojosa, junto con todo el resto del repartimiento
94 Como indicamos anteriormente, quizás los orígenes del grupo moderno de los Jallq’a deben
buscarse en esta encomienda de 1549, que juntaba a los Murumuru con los Yampara. Cf.
Barragán, ¿Indios de arco y flecha?… (1994). Sin embargo, Antero Klemola ha demostrado,
de manera documentada, que Potolo, un pueblo importante de los Jallq’a, no sólo procede
de las reducciones del Virrey Toledo, sino que a partir del siglo XVII sus tierras fueron
propiedad de las haciendas. Antero Klemola, The reproduction of community through commu-
nal practices in Kila Kila, Bolivia, tesis doctoral inédita, University of Liverpool, Liverpool,
1997 (ver especialmente pp. 63, 64-75).
95 AGI Justicia 432, No. 1, Ramo 1. Juana de los Ríos, viuda de Martín de Robles, con el Fiscal
de Su Magestad, sobre los indios de Chayanta que eran de Martín de Robles.
270 QARAQARA - CHARKA
de Macha.96 De esta manera, en mayo de 1549 los Pikachuri y una parte de los
Kakina quedaban separados de los Murumuru en manos de otro encomendero.
Figura 2.4
La fragmentación de Qaraqara por las encomiendas
QARAQARA
Muruq’u
Pedro de Bernaldino
1560-61 Córdoba de Meneses
Toledo 1574
Su Majestad Su Majestad
Es probable, entonces, que los 966 indios que tuvieron su “cabecera en Mo-
romoro”, según la Memoria de La Gasca,101 correspondieran a los 906 indios que
encontramos en Chaquí en la Visita Antigua realizada por Francisco de Ysasaga
y Gómez de Solís. Sabemos que esta Visita incluía a los Murumuru, junto con los
Kakina, los Pikachuri y los Kulu, grupos que fueron divididos por Polo. Podemos
pensar, entonces, que los Kakina, los Pikachuri y los Kulu también estaban inclui-
dos entre los 966 indios “de Moromoro” encomendados inicialmente a Alonso de
Alvarado y después –por un breve momento– a Pedro de Hinojosa.
En estas condiciones, en el seno de la encomienda de Alonso de Alvarado, los
indios de Moromoro mantuvieron sus lazos con los Kakina y los Pikachuri, todos
de la “provincia de Chaquí”. Esta situación se reprodujo cuando fueron encomen-
dados en 1548 a Pedro de Hinojosa. Después, desconocidos sus lazos “verticales”
con los Kakina y los Pikachuri (pues “no se contaron los indios”), los Murumuru
fueron asignados por Polo en 1549 a Pablo de Meneses en encomienda aparte
(ver Figura 2.4).102 Con la formación de los corregimientos de Chayanta y Porco
en los 1570 quedó confirmada la separación formal de ambos grupos.
Sin embargo, como en tantos otros casos, esta fragmentación administrativa
tardó mucho en tomar efecto. Un ejemplo: en 1587, en La Plata, don Alonso de
Castillo y don Diego Soto, caciques principales del repartimiento de Moromoro
y Picachuri (sic: nótese que aquí los dos grupos todavía son considerados un sólo
repartimiento), dieron juntamente su poder al procurador Andrés de Balmaceda
para representarles en sus pleitos, y sobretodo los que mantenían contra los
indios de Caquina y Caracara sobre las tierras de Yamana, Caracha y Mojón.103
Ignoramos la ubicación precisa de estas tierras; pero a pesar de su fecha tardía
el documento atestigua de la unión todavía vigente entre los Murumuru y los
Pikachuri, como del conflicto generado entre éstos, los Kakina y los Caracara.
El mismo año (1587), don Alonso Castillo de Moromoro y don Diego Soto
(junto con don Juan Libilibi), de Tinguipaya, hicieron una escritura de obligación,
según la cual los indios de Tinguipaya (obviamente los Pikachuri, dependientes de
Soto) pudiesen sembrar ciertas tierras siempre que reconociesen la supremacía de
los indios de Moromoro y asistiesen con tres indios mitayos al servicio del tambo
de Moromoro.104 Este arreglo confirma que, a fines del siglo XVI, los Murumuru
consideraban que su interés residía en el préstamo por parte de los Pikachuri de
“sus carneros de la tierra” para llevar las cargas de los pasajeros. Además, los tres
mitayos debían arreglar el tambo y los caminos, bajo el apremio y “mientras fuere
voluntad” de los indios de Moromoro.105 Nuevamente vemos cómo la relación
entre los Murumuru y los Pikachuri, existente en tiempos prehispánicos, pudo
perdurar y aprovechar a las dos partes a pesar de su separación administrativa
en distintas encomiendas y luego en dos provincias coloniales.
Mapa 2.2
Distribución étnica en Charcas
Mapa 2.2: Distribución étnica en Charcas (c.1540) (c. 1540)
Rio
1 B
9
en
Titikaka R io
11 Salar
11
Lago 0 100 km
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Rio
10 7
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TAPAJRI TURPA 10 6 4 5 9
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SAWAYA URU
MUR
separadas de Awllaka
10
9 24 6 5
RA
URUKILLA 3 7 7
1. Charka SALAR
KUYPASA 9 KULU/ PIKACHURI 5 5
2. Churumata 2 4 7
SIWARUYU KAKINA CHAKI 6 3 2
3. Killaka
ARAKAPI SIWARUYU
4. Lupaqa
A
ARAKAPI
S
5. Muyumuyu
Rio
I
J
6. Pakasa KILLAKA
I S ASANAQI
7. Karanqa SALAR W 5 WISIJSA
P il c
8. Caracara 11 ma
TUNUPA
o
yo
(cacicazgo
menor)
9. Qaraqara
(nación) CHICHA
10. Qulla 5 2
Rio
11. Sura
LIPI Pilaya
12. Yampara 11, 5, 7, 2
104 Con la merienda necesaria de aves, leña, hierba, huevos, maíz “y otras cosas necesarias a
los pasajeros”.
105 ANB Escrituras Públicas, Vol. 49, Blas López. La Plata, 13.iii.1587 (ff.15v-16v).
ENCOMIENDA 273
106 Ver las Probanzas de Méritos y Servicios de don Fernando y don Juan Ayawiri, publicadas en
la Quinta Parte de este libro (Documento 21). Sin embargo, cabe notar que a pesar de la
temprana fragmentación que se produjo en el wamani Charka, la autoridad del Mallku seguía
en pie durante varias décadas: “no embargante que ya estaban encomendados en diferentes
encomenderos, todavía en las cosas de sus consultas y gobierno le tenían, respetaban y aca-
taban como a tal cacique y señor [e.d. a don Alonso Ayawiri, hijo de Kuysara]” (f.30v).
107 Ver la Presentación de la Tercera Parte, “Tasa”, Documento 6 (f.49v). Es posible que la
parcialidad Pagre se ubicaba en torno al pueblo de Panacache, pues en 1590 el principal
de este pueblo se llamaba don Francisco Achacata y es tentador suponer que era el hijo de
don Hernando Achacata. Ver en la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 21 (f.80v).
274 QARAQARA - CHARKA
111 Gabriel de Rojas (1548) menciona únicamente a “Luis de Rivera difunto” como “el que
fue” el primer encomendero de Sacaca. Ver Rojas, “Memoria de los repartimientos...”
(1958 [1548]:166). Nótese también que el santo patrón de Sacaca es San Luis de Francia,
otro indicio de que Luis de Rivera fuera el primer encomendero de Sacaca. En 1548, La
Gasca dio Sacaca al Mariscal Alonso de Alvarado antes de pasarlo a Alonso de Montemayor
en 1549.
112 AGI Justicia 432.
113 Chayanta = “estaño” en aymara (Bertonio). La explotación de este depósito riquísimo antes
de la invasión europea se confirma en la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 20 (f.10r).
La importancia del estaño de Chayanta para la industria metalúrgica incaica merece en sí
un proyecto de investigación arqueológica regional.
276 QARAQARA - CHARKA
en “Aimaia” [Aymaya], con 62 indios sujetos a Muruq’u “porque los demás son
de Hernando Pizarro”; y también de “un pueblo que es de Hernando Pizarro”
llamado “Calapicana”, donde se encontraban 40 indios de Muruq’u.114
En las encomiendas, tanto de Gonzalo Pizarro como de Pedro de Hinojosa,
todas las referencias a la región de Chayanta indican varios nombres de caciques
que, aunque muchas veces errados, parecen corresponder a una misma persona:
Aschacara (con sus variantes Echacara, Ochacara, Uchuzara, Coabizara, Cho-
chocara, Chochacara). Este personaje figura como “cacique de Chayanta” en la
encomienda en Gonzalo, mientras que el texto de la encomienda en Hinojosa
señala que es “cacique principal” de Chayanta.115 Sin embargo, no figura en
la lista de caciques encomendados en Hernando; en consecuencia, podríamos
pensar que se trataba del señor de la parcialidad Anansaya de Chayanta y que
ésta se componía de indios qaraqara. En esta región fronteriza entre Qaraqara
y Charka, probablemente las parcialidades fueron gobernadas por dos prin-
cipales, cada uno procedente de una de las dos federaciones, y así los poderes
fueron de alguna manera compartidos.
Treinta años más tarde, en la tasa del Virrey Toledo de 1572, encontra-
mos otra división entre Qaraqara y Charka en la zona. En 1572, el pueblo de
Aymaya, ubicado en la pampa de Chayanta apenas a un kilómetro distante del
pueblo de Chayanta, estaba registrado como parte del repartimiento de Ma-
cha (es decir, como Qaraqara), junto con los pueblos de San Pedro de Macha,
San Marcos de Miraflores y Pocoata, aunque sabemos por la encomienda de
Gonzalo Pizarro que, en décadas anteriores, Aymaya había sido compartido
por Qaraqara y Charka.116
Estos indios charka, que antes pertenecían a Aymaya, fueron quizás trasla-
dados a Chayanta cuando se impusieron las reducciones, de tal modo que sólo
quedaran en Aymaya indios qaraqara. Pero la realidad compleja de Chayanta
nos inclina a pensar que, aun si éste fuera su objetivo, las reducciones de Toledo
no lograron crear una división tan nítida entre indios charka y qaraqara en la
zona, y que los pueblos de Chayanta y Aymaya seguían siendo compartidos entre
ambas federaciones. A prueba de esta hipótesis, existen algunas evidencias de
que las reducciones de Toledo adjudicaron parte de los Qaraqara al pueblo de
reducción de Chayanta, aunque son en su mayoría tardías:
114 Ver en esta Parte el Documento 3 (ff.44r, 45r). Los otros dos nombres no son reconocibles,
aunque es tentador suponer que “Chamarca” (Mochamarca en la encomienda de Pedro de
Hinojosa) se refiere a un pueblo moderno, quizás Machaqamarka en territorio Jukumani,
o Muruq’umarka (“pueblo de Muruq’u”), un centro de población laymi en la puna.
115 Ver en esta Parte el Documento 4 (f.3v): “la parcialidad de Chayanta de que es cacique
principal Chochocara”.
116 Decimos que los Qaraqara eran Hanansaya y los Charka Hurinsaya porque –aparte de
la evidencia ya citada que sitúa a los Charka en Hurinsaya– sabemos que los Mallku de
Macha tenían jurisdicción sobre los caciques Hanansayas de Aymaya. Ver la Quinta Parte,
“Mallku”, Documento 18 (f.314v).
ENCOMIENDA 277
117 Ver Loredo, Los Repartos… (1958:166). Estos dos guarangas de Urinsaya habrán sido los
Kharacha y los Chayantaka.
118 Esta lista se basa en un documento fechado en 1624 citado sin dar referencia por Thierry
Saignes en un trabajo inédito, “Contribución a la geografía étnica de la provincia de Cha-
yanta: documento de trabajo”.
119 Estas cuatro parcialidades, de hecho, corresponden a las cuatro “guarangas” de Chayanta
mencionadas en la tasa de Toledo (ver la Tercera Parte, “Tasa”, Cuadro 3.12d.ii). Para su
asignación a Anansaya y Urinsaya, respectivamente, ver la Cuarta Parte, “Tierra”, Docu-
mento 13; también Beyersdorff, “Documentos inéditos...” (1998:37).
120 Beyersdorff, “Documentos inéditos...” (1998:37).
121 Ver Mendoza, Flores, Letourneux, Atlas de los ayllus de Chayanta (1994:45). Existen varias
tradiciones orales que vinculan a los Laymi con los Macha y los Pukwata: ver la Presentación
de la Cuarta Parte, “Tierra”. Hemos visto, también, que uno de los pueblos laymi se llama
Muruq’umarka, que significa “pueblo de Muruq’u”, una posible referencia al antiguo Mallku
de los Qaraqara. En siglos más recientes, el ayllu Laymi era conocido como “Layme-Puraca” y
en nuestros días el territorio del ayllu está dividido entre los “Laymi” y los “Puraka”, cada mitad
con su propia autoridad (segunda mayor). El territorio de ambas mitades está entremezclado
y se encuentran juntos en varios de los pueblos principales (por ejemplo, en Muruq’umarka
y Qalaqala). Quizás esta distribución refleje la convivencia de indios charka y qaraqara en
tiempos prehispánicos. En este caso, es posible que por lo menos algunos Qaraqara hubiesen
conformado la mitad Puraka, porque el cabildo actual de Qharaqhara corresponde a esta
mitad. Ver también Marcelo Fernández, La ley del ayllu, PIEB, La Paz, 2000.
122 Ver la Tercera Parte, “Tasa”, Cuadro 3.12d.ii.
278 QARAQARA - CHARKA
123 Ver Pedro Vicente Cañete y Domínguez, Guía de la provincia de Potosí. Colección de la
Cultura Boliviana (dirigida por Armando Alba), Potosí, 1952 [1787], pp. 243-244. También
testimonios etnográficos recogidos por los autores.
124 Ver Platt, “Mapas coloniales…” (1978).
125 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 16 (56r).
126 Rojas, “Memoria de los repartimientos…” (1958 [1548]:166).
127 Ver en esta Parte el Documento 3 (ff.44r, 45r).
ENCOMIENDA 279
tiene ... en el pueblo Suracoto ocho indios que son sujetos a otra parcialidad
que manda el cacique Yucura, señor del pueblo de Quiqui[qui] que manda los
indios siguientes: en Xoxcoro [Josoro] 87 indios, en Guaraca 32 indios.134
Figura 2.5.
La fragmentación de los Charka por la encomienda
CHARKA
Kuysara
TOTORA
Gómez de Luna Luis Perdomo
(300 mitimaes (300 mitimaes
en Totora) en Totora)
2do. Repto Polo Alonso de Alvarado 1548 Antonio Diego de Villacencia Martín de Robles
Ondegardo Alonso de Montemayor 1549 Alvarez y El Comendador
(inc. indios en Totora) Parraga
La Gasca
1548-1550 Francisco Hieronimo Dona Mayor Berdugo
de Orellana Ondegardo y Juan de Guzmán
135 Según Polo, los que tuvieron este oficio eran Alavi y Uasi; pero en la encomienda de
Gonzalo Pizarro, Alavi figura solamente como “principal”. En cuanto al pueblo “Quiqui”,
no hemos logrado ubicarlo, pero es tentador pensar que se identifique con El Paso, cuyo
nombre prehispánico desconocemos.
136 La situación confusa en la que se proclamaron las primeras encomiendas llevó a repetidos
casos de doble enumeración de los mismos indios y conviene no descartar la posibilidad
de que los mitimaes charka en Chaquí, incluidos, como sabemos, en la encomienda en
Gonzalo Pizarro, fueran otro ejemplo más de una doble encomienda, difícil de desentrañar
de la maraña de los documentos. Ver el acápite anterior.
282 QARAQARA - CHARKA
137 Ver Juan Polo Ondegardo, Relación de los fundamentos acerca del notable daño que resulta de no
guardar a los indios sus fueros [1571], comps. Laura González y Alicia Alonso, El mundo de los
incas, Crónicas de América 58, Madrid, Historia 16, 1990; Murra, “El ‘control vertical’…”
(1972); y Wachtel, “Los mitimas del valle...” (1981:53-4).
138 Raymund Schramm ofrece varios ejemplos de cómo los caciques de Tiquipaya y El Paso
se ocupaban de defender sus tierras en el valle de Cliza. Ver Schramm, “Mosaicos etno-
históricos...” (1990:12, 24-5).
139 Ver Rojas, “Memoria de los repartimientos...” (1958 [1548]:163, 165); Hinojosa, “Memo-
ria…” (1940 [1548]:57).
140 Hinojosa, “Memoria...” (1940 [1548]:54, 57). En total, entonces, habían más de 800 indios
charka en Totora para el cultivo de la coca: 300 encomendados a Gómez de Luna, 300 a
Luis Perdomo, unos 200 o más que producían coca para el encomendero de Sacaca y un
número no especificado que quedaba en los repartimientos de Cochabamba. Ver Figuras
2.1 y 2.5; y Cuadro 3.7.
141 AGI Justicia 432.
ENCOMIENDA 283
142 AGI Escribanía de Cámara 498A, Cusco 6.iv.1544; y la cédula de La Gasca de 27.ix.1548
publicada aquí en la Tercera Parte, “Tasa”, Documento 7.
143 Hinojosa, “Memoria...” (1940 [1548]:60), y Figura 2.1.
144 Hinojosa, “Memoria...” (1940 [1548]:60).
145 Ver Gabriel de Rojas: “este repartimiento que fue del dicho Luis Perdomo no tiene indios
para cojer dicha coca, y se han de alquilar para susodicho”. En Rojas, “Memoria de los
repartimientos...” (1958 [1548]:168). Pedro de Hinojosa opina, igualmente, que “a nosotros
nos parece que es cosa que conviene para la conservación de los caciques y los naturales
que Vuestra Senoría los mande volver y restituir y a todos los caciques los mitimaes que
solían tener de coca y maíz antiguamente, porque de otra manera padecerá gran trabajo
y no se podrán conservar”. En Hinojosa, “Memoria...” (1940 [1548]:57-58).
146 Ver Hinojosa, “Memoria...” (1940[1548]:58); González, Visita de los Indios Churumatas…
([1560] 1990). Poco tiempo después, el repartimiento de Totora pasó a manos de Antonio
Álvarez y Su Magestad. Ver Wachtel, “Los mitimas del valle...” (1980:55).
147 Dos años antes de la Visita de Totora en 1560, “don Diego, cacique segunda persona charka
de los de Totora ... mató a un indio e una india en la cuesta de los yungas ... por mandado
del cacique principal de Moscarí, encomendado que estaba entonces en Martín de Robles”.
Y el kuraka de Totora indica en su testamento que sus padres eran de Sacaca y que parte de
sus llamas pastoreaba allí. Ver González, Visita de los Indios Churumatas... (1990:4-5, 32).
284 QARAQARA - CHARKA
Partiendo de los datos del siglo XVI, hemos intentado reconstruir grosso
modo la organización social de los wamani de Qaraqara y Charka, y el impacto
de la encomienda sobre ella. Se trata de un proceso histórico que toma en
cuenta un grupo de unidades menores, cuya organización fue modificada y
remodelada por el Inka al incorporar al Tawantinsuyu los diferentes señoríos
de la provincia de Charcas. Poniéndonos en una perspectiva diacrónica, y no
regresiva como tuvimos que hacerlo hasta ahora, intentaremos resumir en ade-
lante, en la medida de lo posible, el proceso de fragmentación de los wamani
incaicos, visto desde la perspectiva de la encomienda española.
Hernando y Gonzalo no pudieron disfrutar de su suerte mucho tiem-
po. En 1540, Hernando regresó a España para defender los intereses de los
encomenderos frente a la justicia y a la Corona, y para justificar la ejecución
alistó al bando de La Gasca, enviado por la Corona para “pacificar” los nuevos
territorios andinos. Cuando volvió al Perú en compañía de La Gasca, participó
en varios encuentros armados hasta la victoria real en 1548. Como premio por
sus servicios, recibió primero una encomienda en los Aullagas en las orillas del
lago Poopó, antes de recibir la encomienda de los Qaraqara, incluyendo a las
tres partes de Chaquí (con Moromoro) que se habían entregado por unos meses
al Mariscal Alonso de Alvarado. En 1549, sin embargo, se quedó con sólo una
tercera parte de Chaquí (Pikachuri y algunos Kakina), mientras que las otras dos
partes fueron entregadas a Alonso de Montemayor (Kulu y otros Kakina) y Pablo
de Meneses (Moromoro). En 1551, Hinojosa era Corregidor de la ciudad de La
Plata, cargo que ejercía cuando fue asesinado el 6 de marzo de 1553 durante un
nuevo movimiento subversivo fomentado por Sebastián de Castilla.154
Con la muerte de Hinojosa, su encomienda en Macha y una tercera parte
de Chaquí pasó a depender directamente de la Corona. A la muerte de Pablo
de Meneses en 1556, Moromoro (junto con Yamparáez) pasó a manos de Pe-
dro de Córdoba a cambio de la mitad del repartimiento de Atacama, que fue
entregada a Juan Velázquez Altamirano.155 Después de 1556, Moromoro pasó
al sobrino de Pablo, Bernaldino de Meneses, quien accedió a la encomienda
por haberse casado con la viuda de su tío, María de Robles, hija de Martín de
Robles y Juana de los Ríos.156 A fines de 1572, la encomienda de Yampara y
Moromoro (junto con los Ingas Gualparocas y los Muyu) pasó a la Corona
real,157 y como compensación, el Virrey Toledo señaló a Bernaldino de Meneses
por su vida y la de un sucesor una “situación” de 2.000 pesos ensayados en la
mitad del repartimiento de Chayanta.158
En cuanto a los Charka, es importante notar que (como ya hemos
apuntado y como el nieto de Kuysara, don Fernando Ayawiri Kuysara, se-
guiría lamentando 50 años después) la unidad de la federación Charka había
sido rota desde la primera encomienda. Cochabamba quedó dividida en los
dos repartimientos de Tiquipaya y El Paso, y en 1539 Chayanta (Urinsaya)
fue separada de la jurisdicción de Sacaca, que logró mantenerse fuera del
régimen de la encomienda hasta que Vaca de Castro la entregara a Luis de
Rivera en 1542.159
153 Ver facsimilar documental publicado por Mendoza, “La historiografía … ratifica …”
(1988).
154 Barnadas, Charcas... (1973).
155 Ver AGI Justicia 432, no. 1, R 1; y AGI Justicia 434, no. 1, R 3.
156 Ver Ana María Presta, Los encomenderos de La Plata, 1550-1600, Instituto de Estudios
Peruanos, Lima, 2000.
157 ANB Escrituras Públicas, Vol. 2, García de Esquivel, escribano, La Plata 26.viii.1572 (ff.
dxciiii-v).
158 ANB Escrituras Públicas, Vol. 15, Juan García Torrico, escribano, La Plata 23.ix.1578
(ff.800-804).
159 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 21 (f.18r).
ENCOMIENDA 287
por La Gasca a Polo Ondegardo después de ser poseído primero por Juan de
Carvajal y luego por Alonso de Camargo, estaba en manos de su hijo Hieró-
nimo todavía en 1572.168
El proceso de fraccionamiento de los Charka parece tener su origen en
las tensiones geopolíticas precoloniales. Más aún, después de separarse de la
jurisdicción de Sacaca en 1539, Chayanta llegó a convertirse finalmente en un
nuevo centro administrativo, con una jerarquía superior tanto a la de Sacaca
como a la de Macha, cuando se formó el corregimiento de Chayanta en los años
1570. Sin embargo, los Mallku de Macha y Sacaca lucharían con algún éxito
durante varias décadas para recuperar su hegemonía regional, como veremos
en la Quinta Parte de este libro.
168 Para más detalles sobre la familia Ondegardo, ver Presta, Los Encomenderos… (2000, Cap. 6).
ENCOMIENDA 289
Documentos 3-5
[Auto]
[f.41v] El marqués don Francisco Pizarro, adelantado, capitán general, gobernador
por Su Majestad en estos reinos de la Nueva Castilla llamada Perú, etc.
considerando que vos el capitán Gonzalo Pizarro, mi hermano, pasasteis conmigo a
estas partes a la conquista y descubrimiento de estas nuevas tierras, y con el favor
de Nuestro Señor, y buena dicha de Su Majestad, las he descubierto, pacificado y
poblado y sujetado y puesto en su real poderío,
y en todo ello como capitán, cuando convenía y yo os mandaba, y a vos parecía
que mejor convenía para la guerra poner vuestra persona a caballo como capitán y
a pié según que en los casos lo requería en la primera conquista, y servisteis bien
como caballero honrado, deseoso y amigo del servicio de Su Majestad, y sujeción
de estas nuevas tierras, a vuestra costa y con muchos gastos, y poniendo vuestra
persona con virtuoso ánimo y esfuerzo en las cosas de peligro tan bién que siem-
pre disteis buena cuenta de vuestra persona de las cosas de la guerra que se os
encargaban, hasta tanto que fueron puestas de condición que se pudieron poblar
como se poblaron de cristianos, [f.42r] como ahora se ve.
Y que asimismo después en el levantamiento y rebelión que contra el servicio de Su
Majestad hicieron con el señor de esta tierra los naturales, en la defensa del cerco
que pusieron sobre esta ciudad, como capitán fuisteis en ella, servisteis, travajasteis
tanto que os señalasteis en todas las huazavaras y fuerzas que se ganaron a los
enemigos, de manera que viendo vuestro ánimo vuestra gente peleaba con osadía,
de manera que siempre tuvisteis victoria, quebrantando el ánimo y fuerzas a los
indios, poniendo en todo vuestras fuerzas, hasta tanto que la ciudad se descercó,
y toda su tierra hasta los Charcas 200 leguas adelante las reducisteis con guerra
al servicio de su Majestad,
169 Este texto es parte del Documento 16 (ff.41v-46v), publicado en la Quinta Parte, “Mallku”.
Es el resultado de varios traslados realizados a petición de diferentes señores de Pocoata y
Macha entre 1564 y 1638. El original estuvo entre los papeles de Pedro de Avendaño en
la Ciudad de Los Reyes; ver la Presentación de esta Parte, “Encomienda”.
290 QARAQARA - CHARKA
y después por mi mandado con la gente que os dí, estando Manco Inca el señor
que movía la dicha tierra en cierta fuerza, y de allí él y los capitanes que enviaba
haciendo saltos, matando españoles, procurando traer de nuevo así a los naturales
para que le ayudasen a nueva guerra, fuisteis a conquistarlo, y con el favor de Dios
y vuestra buena aventura y diligencia y fuerzas que pusisteis y a le ganar la dicha
fuerza, con la dicha gente pudisteis tanto que le desbaratasteis, subiéndole la di-
cha fuerza de manera que de muy soberbio enemigo quedó tan flaco, y el sólo se
escapó huyendo sin ayuda de su gente apartada, [y] después acá hasta ahora con
la poca gente que se le pudo recoger –porque la demás fue castigada y recibida a
la obediencia de Su Majestad– no ha tenido mas fuerzas para hacer más guerra ni
la ha hecho y se espera que la hará;
como hasta aquí por otras mis cédulas, que se resumen todas en ésta, los habeis
tenido y poseido y os habeis servido de ellos, os encomiendo y pongo en vuestra
cabeza:
en la provincia de Chinchaysuyo:
el pueblo Anda con el cacique Cocinga Catapinga con 150 indios con sus
principales y sujetos,
y el pueblo Saquixaguana170 con el cacique de él que es o fuere, con los
principales y sujetos con 150 indios,
y el cacique Urcoxupa señor del pueblo [f.42v] Conchacalla y otro cacique
de Quiquizaguana con el cacique que es o fuere sus sujetos y principales
con 200 indios,
y el cacique Aucax y el pueblo Quico y el pueblo Guaracondor con el
cacique Moite,
y el principal Colina señor de Quileba,
y el principal Machaguas señor de Toya,
y el cacique Coxipaucar señor de Coya,
y el principal Acostopar señor de Paulo,
y el principal Cogimi señor de Clamo,
y el pueblo Lanbaqui con el principal Guamanalla,
y el pueblo Canco con el cacique Ancaipullo,
y el pueblo Pata con el cacique Maquite,
y el pueblo Tocoja con el cacique que se llama Llaquixaguanca con 30
indios,
y el cacique de Gualla que es en los Andes que se llama Xuca,
y otro que se llama Gualla con los otros principales que se llama Marcoa
y Sayallos que más fueren mios,
y el cacique Maico con 400 indios, con los caciques y principales que
ahora son o fueren de los dichos pueblos.
170 Xaquixaguana, lugar donde Gonzalo Pizarro fue derrotado y muerto por el Ejército Real
en 1548.
ENCOMIENDA 291
171 Probablemente se trata de Chiutari, identificado como uno de los ayllus de Chaquí después
de la reducción toledana; ver Del Río, “Estructura étnica Qharaqhara…” (1994:32). Los
mitimaes eran de Pacajes (Pakasa); ver Del Río, “Estrategias andinas…” (1995:63).
172 Nótese que estos mitimaes charka están sujetos al señor qaraqara de Chaquí.
173 Puna fue reservado por Francisco Pizarro para sí mismo, ver la Figura 2.1, “Las Enco-
miendas en Charcas”; también Rojas, “Memoria de los Repartimientos…” (1958).
292 QARAQARA - CHARKA
y otro que se llama Alcatu con 30 indios con el principal Copacallo, son
Charcas,
y otro que se llama Tontola con el cacique Tabara con 26 indios,
y otro que se llama Quiriri con 20 indios con el principal Arquita, son Charcas,
y otro pueblo que se llama Putaca, cerca de Puna, con 80 indios con el
principal Tinguacuruqui y Surtachuqui,178
y otro que se dice Hinco Benir con 10 indios, son Quillacas, con el prin-
cipal Macana,
y otro que se dice Guanaia con 30 indios,
y más [?] en el pueblo Pimpina 12 indios que es estancia de Potataca,
según que lo visitó el capitan Diego de Rojas.
[Yungas de Coca]
Y más 2 leguas de cabecera de Chinbuata y un pueblo que se llama
Tiraqui, con 17 indios sujetos a Moroco,
y a 10 leguas de esta dicha cabecera en un valle 5 indios de Moroco que
los manda un cacique que se llama Chiveane.
[Moromoro: indios del cacique Caricari]
Y más cuatro leguas de Chuquisaca un pueblo que se dice Moromoro,
cabecera del cacique Caricari, 90 indios Charcas de Moroco con el prin-
cipal Yachatoma,179
y media legua de esta cabecera una aldea que se llama Labuara, al
presente estancia despoblada, solía tener 30 indios y algunos están en
Moromoro y otros por las estancias comarcanas,
y otro que se dice Viri con 48 indios sujetos a Caricari, y el principal que
los manda se llama Purco,
y otro pueblo que se llama Carpachacatoma, y una aldea que se dice
Uquira con 8 indios, con el principal Vilcacuti y Moromoro,180
y una estancia que se dice Pipina con 7 indios,
y otra aldea que se dice Yanane con 18 indios de Moromoro, del principal
Samos,
y otro pueblo que se llama Guachale [f.44r] con 27 indios con el principal
Layme,
y junto a este pueblo otro que se llama Chilome con 20 indios,
y otro que se llama Suiasso con 12 indios sujetos a Moromoro,
y otro pueblo que se llama Torossa con unas estancias con 40 indios de
Moromoro,
178 O Ysurtachuqui.
179 Debe ser Ochatoma.
180 Posiblemente se saltó una línea aquí: el pueblo se llamaría Carpachaca y el resto de la
palabra correspondería al final del nombre del principal Ochatoma.
294 QARAQARA - CHARKA
181 El lector debe acordarse de la distinción entre Caracara (1) = la provincia o gran señorío
de los Qaraqara; y Caracara (2) = pueblo y grupo étnico entre Macha y Moromoro. En el
texto se conserva la ortografía del original, pero en las notas y presentaciones distinguimos
entre Qaraqara (señorío) y Caracara (pueblo).
182 Porco quizás debe leerse Pilco.
183 El original repite esta frase: “Y otras dos estancias que se llaman Tormani y Chacolla con
20 indios son de Porco”.
184 Debe notarse que los pueblos de esta sección corresponden al repartimiento de Hernando
Pizarro. Pensamos que los indios qaraqara en Chayanta son de la parcialidad Anansaya.
Ver la Presentación de esta Parte.
185 Posiblemente Caracha.
ENCOMIENDA 295
186 En esta parte de la Visita original, el escribano español quizás haya saltado la población de
Chayanta correspondiente al repartimiento de Charka, encomendado en Hernando Pizarro
(ver Figura 2.1). Alternativamente, si seguimos a Pärssinen (1992) y suponemos que un
khipu incaico subyace en el texto de esta cédula de encomienda, entonces sería posible
que el quipocamayo qaraqara no hubiese poseído estos hilos en su quipo cuando daba su
testimonio (sea en 1540 ó 1548), dado que se habrían incluido en los khipu, o chinu, de
los chinukamana charka.
187 Parece que Ochacara es la misma persona que Echacara y Aschacara, líneas arriba.
188 Pichibisa es un pueblo de valle de los Macha y centro temprano de evangelización en la
zona; en la década de 1570, su población fue reducida a San Marcos de Miraflores. Ver la
Cuarta Parte, “Tierra”, Documento 8 (f.100v).
189 Quizás una variante de Pakasaja, “hermano” de Gualca, mencionado en el Acto de pose-
sionar a Pedro de Hinojosa de su encomienda; ver el final del Documento 4 en esta Parte.
Su presencia en Pichibisa confirmaría la importancia antigua de este pueblo, cuyos restos
deben buscarse por los arqueólogos.
190 Probablemente un error de escribano para “Ca[y]anga”, cf. la Cuarta Parte, “Tierra”,
Documento 8 (Apéndice, nota 222).
191 Repetición de la frase anterior.
192 Posiblemente Chaita, cf. la Cuarta Parte, “Tierra”, Documento 8 (Apéndice, nota 235).
193 Vaca de Castro encomendó en Alonso de Castillejo a los indios de Tapacarí (Sura), junto
con 100 Muyumuyu de Chuquisaca (ver Figura 2.1). No hemos localizado los documentos
correspondientes a esta Visita muy temprana (1540).
296 QARAQARA - CHARKA
194 Proponemos la enmienda “se llama <ma>cha con <el> principal Gualca”. Se trata del
pueblo de Macha.
195 En el original, quizás, “Guacham con”.
196 Nombre actual de un cabildo de Macha (mitad Alasaya, ayllu mayor Sullkhawi).
197 Nombre actual de un cabildo de Macha (mitad Alasaya, ayllu mayor Taphunata).
198 En el margen derecho: “Ariuto tatarabuelo del dicho don Fernando Ayra de Ariuto de
parte de padre. Fue señor de Pocoata”. Cf. la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 16.
199 Tumiri y Tumari serían dos versiones del mismo nombre.
200 Posiblemente Chayala.
201 Si sumamos la población de estos pueblos con la población atribuida a los pueblos de Cha-
yanta líneas arriba, resulta un total de 197 indios, que representaría la presencia qaraqara
en esta zona minera.
202 La mención de Wallqa [Gualca], Mallku de Anansaya, apoya nuestra hipótesis de que los
Qaraqara de Chayanta eran de Anansaya. Ver la Presentación de esta Parte.
ENCOMIENDA 297
203 Cf. Coabisara en la línea anterior y el cacique Aschacara (Echacara) arriba (f.44r) [Chayanta].
Probablemente se trata del mismo personaje en todos los casos.
204 Algunos de los pueblos e indios siguientes pueden ser grupos de mitimaes (p. ej.: Coroma,
Quiqui y Chulla).
205 Se trata de Coroma, poblado por un grupo qaraqara en territorio killaka. Ver Mapa 2.1.
206 El texto parece combinar y confundir dos entregas.
207 Se trata de Capiñata, porque no hay yungas en Capinota.
298 QARAQARA - CHARKA
208 Los caciques Incora y Alavi son de Cochabamba, probablemente ambos de Chayanta
(Urinsaya); ver la Presentación de esta Parte. Los otros dos pueblos también aparecen
como “en la provincia de los Charcas” y probablemente también son del valle.
209 Variante de Ochatoma, Ochotoma, Ochatomo, etc.
210 En este pueblo parecen estar mezclados los indios de Moromoro (cacique Ochatoma) y
de Caracara (cacique Pilco).
ENCOMIENDA 299
y una estancia que se llama Lacaxa con 13 indios con el principal Guaiaca
del cacique Pilco,
y una estancia que se llama Yputi con 10 indios con el principal Guaiaca
del cacique Pilco,211
y una estancia que se llama Quimani con 15 indios de Pilco.
Otrosi en [la Provincia de] los Collaguas
un pueblo que se dice Condori con 10 casas pobladas,
y otro que se dice Tuti con 172,
y otro pueblo que [f.46r] se dice Canacoto con 80 casas pobladas,
y otro que se llama Capa con 60,
y otro que se dice Chiuara con 170,
y otro que se llama Chapica con 150,
y otro que se llama Canque con 280 casas,
y otro pueblo que se llama Malco con 108 indios,
otro que se llama Ynmasca con 126,
otro que se llama Cuparque con 267,
y otro que se llama Cupas con 143,
y otro que se llama Yanque con 234,
y otro que se dice Tula con 32,
y otro que se dice Coymo con 138,
y otro que se dice Uchuma con 133,
y otro que se dice Soro con 60,
y más todas las estancias de ovejeros y de colores que los dichos indios
tubieren en cualquier parte,
y mitimaes que sean sujetos a los caciques de estos dichos pueblos que
ahora son o fueren de aquí adelante, porque con estos caciques que son
y sucedieron en los cacicazgos,
y vos deposito en todas las dichas casas 2200 indios conforme a la visi-
tación que hizo Gómez de León.212
Y en la provincia del Collao:
el pueblo de Pucarani,
y otro que se dice Quipa, que está 13 leguas adelante de Ayaguiri en el
camino real con los mitimaes que les han hecho y hacen de los tiempos
pasados comida de maiz y coca, con 150 indios.213
211 El original repite la frase, modificando solamente el nombre del cacique: “e una estancia
que se llama Yputi con 10 indios con el principal Cala sujeto a Pilco”.
212 Se trata de una suma extraída de una Visita que no tenemos; las casas detalladas suman
2.163 solamente.
213 Estos mitimaes residían en las yungas de La Paz.
300 QARAQARA - CHARKA
Concuerda con el traslado que para este efecto exhibió ante mí don Fernando Ayra
de Ariutu, cacique principal y gobernador del pueblo de Copoata, y lo volvió a lle-
var en su poder, a que me refiero, y para que conste de ello de su pedimento dí el
presente, en la Villa de Potosi a 14.ix.1635, siendo testigo[s] Tomás de Urive y Juan
de Viscarra presentes, y en fé de ello lo signo y firmo en testimonio de verdad.
Pedro Osseru
escribano de Su Majestad
302 QARAQARA - CHARKA
[Cédula de repartimiento]
Fray reverendo Pedro de la Gasca del Consejo de Su Majestad de la Santa y General
Inquisición, presidente de estos reinos y provincias del Perú por Su Majestad, &ca.
considerando a que soy informado que vos Pedro de Hinojosa ha 14 años que pasas-
teis a estos reinos del Perú, y que en ellos habeis servido a Su Majestad en muchas
cosas de las que se han ofrecido tocantes al servicio de Su Majestad, con vuestras
armas y caballos y criados a vuestra costa y mención como caballero hijodalgo,
y especialmente servisteis en la pacificación de estos reinos al tiempo que Mango
Inga Yupangue, señor natural de ellos, y los naturales se rebelaron contra el servi-
cio de Su Majestad, con muerte de españoles, cuando pusieron cerco sobre esta
gran ciudad del Cuzco donde os ha– [f.1v] llasteis, y servisteis hasta que el cerco
de los naturales se alzó, y asimismo en la pacificación del Inca todas las veces que
se ofreció enviarles a conquistar y pacificar,
y que después de esto anduvisteis sirviendo a Su Majestad en la conquista, paci-
ficación y población de la provincia de los Charcas, [y] en el pueblo que en ella se
hizo216 fuisteis uno de los primeros fundadores y pobladores,
donde viniendo a vuestra noticia como don Diego de Almagro el mozo con sus
aliados y secuaces mataron al marqués don Francisco Pizarro, gobernador de
estos dichos reinos por Su Majestad, en la ciudad de Los Reyes, y se alzaron con
ellos tiránicamente, [y] continuando el buen celo y lealtad, que como buen vasallo
de Su Majestad teniades obligación, disteis orden como en la dicha provincia se
alzase bandera con los de Su Majestad para les estorbar que no se aporrasen en
la dicha provincia,
y alzada la dicha real bandera disteis orden como os juntasedes vos y las demás
personas que pudisteis, y en ello se hallaron con Pedro Álvares Holguín, capitán
general nombrado para la dicha empresa contra el dicho don Diego de Almagro,
en cuya compañía anduvisteis,
hasta que teniendo noticia de la venida del licenciado Vaca de Castro, que por man-
dado de Su Majestad vino a gobernar estos dichos reinos por fin y muerte del dicho
don Francisco Pizarro, os juntasteis con él y metisteis debajo del estandarte real, en
cuyo acompañamiento y del dicho gobernador Vaca de Castro anduvisteis sirviendo
en la empresa hasta tanto que el ejército de Su Majestad fué en busca del dicho don
Diego de Almagro, y lo halló a él y a sus capitanes y gente de guerra en las lomas de
Chupas, [f.2r] dos leguas de la ciudad de San Juan de la Vitoria, puesto en campo
y en orden para dar batalla al dicho estandarte real, donde se le dió, y el dicho don
Diego de Almagro y sus capitanes y los que le siguieron fueron desbaratados, en lo
cual os hallasteis de parte de Su Majestad y peleasteis conforme a la confianza que
vuestra persona tenía como caballero para el servicio de Su Majestad,
puesto que después que acaecieron las alteraciones que estos dichos reinos tenían
causadas por Gonzalo Pizarro, y la rebelión que consiguió contra el servicio de Su
Majestad, y que os envió con su armada al puerto de la ciudad de Panamá, con-
tinuando vuestra fé y lealtad de servir a Su Majestad, apartándoos de su dañada
opinión, llegado que fuisteis al dicho puerto de Panamá escribisteis a Su Majestad
vuestra llegada y buena intención para su real servicio, y como quedarades allí
para cumplir lo que os enviase a mandar, y con este buen celo estorbasteis muchos
daños y muertes de hombres y robos en el reino de Tierra Firme,
y sabida por vos mi llegada al Nombre de Dios y como por mandado de Su Majes-
tad venía a allanar estos dichos reinos y castigar los alterados, me escribisteis con
vuestros mensajeros, que para ello hicisteis como teníades a vuestro cargo aquella
armada en el dicho puerto de Panamá debajo de estar en el servicio de Su Majestad,
y que os enviase a mandar en su real nombre lo que quería que hiciesedes, y lo que
os mandé hicisteis como leal vasallo y servidor de Su Majestad, me entregasteis la
dicha armada y estandarte y bandera que teníades, poniéndolas debajo de la obe-
diencia que distis a vuestro Rey y señor natural y a mi en su nombre, que fue un
notable servicio y principal fundamento para poder [f.2v] allanar los dichos reinos
del Perú y al dicho Gonzalo Pizarro y sus capitanes y los que le siguieron,
y vista por mi la lealtad, fidelidad y calidad de vuestra persona, y el buen celo que
mostrasteis que me pareció que asi convenía al servicio de Su Majestad y a la
buena orden y administración de la guerra, os eligí y nombré por capitán general
de toda la empresa por la mar y por la tierra, y os torné a entregar el estandarte
real y banderas, y así os embarcasteis en mi acompañamiento y de la real armada
de Su Majestad, viniendo por general de ella, hasta que desenbarcamos en la costa
de los dichos reinos en el puerto de Manta,
y de allí consiguiendo nuestro camino hasta llegar al valle de Xauxa, donde pareció
ser cosa conveniente residir y hacer alto para que el ejército de Su Majestad se
engrosase e hiciese poderoso de gente de guerra, artillería, arcabucería y muni-
ciones, como se hizo, para ir en busca del dicho Gonzalo Pizarro y sus capitanes
y gente que le seguía,
hasta tanto que visto el poder que en ello había se fué a buscar al dicho Gonzalo
Pizarro, y se halló que estaba en el Valle de Xaquixaguana 4 leguas de esta ciudad
del Cuzco, con sus capitanes y gente de guerra puestos en campo y en orden para
dar batalla al estandarte real, y representándola allí se le dió en 9.iv.1548, donde fue
vencido y preso y sus capitanes y muerto y la gente que le seguía desbaratada y
estos dichos reinos reducidos a la obediencia de Su Majestad con vuestro favor y
ayuda, y de los demas caballeros que en ella se hallaron, en la qual os hallastes y
entrastes uno de los primeros en el rompimiento, [f.3r] señalándoos y mostrando
vuestro valer y notable servidor de Su Majestad,
y entendiendo antes de esto por el dicho Gonzalo Pizarro y sus capitanes la fidelidad
con que servistes a vuestro Rey y señor natural, y que le habíades dado la obedien-
cia, y entregado a mí en su real nombre la dicha armada y banderas, os tubieron
por capitán enemigo, y en satisfacción de ello usando de sus tiranías os robaron las
haciendas que teníades en estos dichos reinos,217 y disiparon los indios que teníades
encomendados en las provincias de los Charcas, gozando de los tributos de ellos
que fue en gran cantidad de pesos de oro, y allende del gran daño y pérdida que
recibistes de ello es cosa muy notoria los grandes y excesivos gastos que se os
han recrecido en la dicha empresa, así en armas y caballos que comprastes para
vuestra persona y criados, como para otras personas a quien socorristis con parte
de ello, y en sustentación de soldados que andaban en el servicio de Su Majestad,
de que resultó haber quedado adeudado en gran cantidad de pesos de oro,
y respecto a todo y a los notables servicios que a Su Majestad en estos dichos rei-
nos habeis hecho, y a la calidad de vuestra persona y a la confianza que en ella se
tiene para continuar el servicio de Su Majestad, como siempre lo habeis hecho, en
alguna remuneración de ello y vuestros servicios, trabajos y gastos en nombre de
Su Majestad, y por virtud de sus reales poderes y comisiones que para ello tengo,
que por estar publicados y ser tan notorios aquí no van insertos,
os encomiendo y deposito en la dicha provincia de los Charcas, término y jurisdic-
ción de la Villa de Plata, en los indios que manda el cacique Moroco, o la persona
217 Para la encomienda en Pedro de Hinojosa de los indios de Aullagas, otorgada por Francisco
Pizarro, ver Cuadro 2.1.
ENCOMIENDA 305
que por su fin y muerte sucedió y hubiere sucedido y sucediere [f.3v] en el dicho
cacicasgo y señorio, y lo mandare en ciertas parcialidades conforme a una memoria
rubricada y firmada de mi nombre, y a la visitación218 que de ello se hizo y con sus
pueblos, que lo uno y lo otro son los siguientes:
[Chayanta]
la parcialidad de Chayanta de que es cacique principal Chochocara219 y
de otros principales,
en el pueblo que llama Chayanta 42 indios,
en el pueblo Challa 8 indios,
en el pueblo Lehalacha 15 indios,
en el pueblo Mochamarca 46 indios, los 22 subjetos a Chochacara y los
24 Ayracha, principal de Chayanta,220
en el pueblo Suairaui 10 indios,
[Macha]
en el pueblo Simichoi que es de la parcialidad de Macha 60 indios,
en el pueblo Ticongari 62 indios,
en el pueblo Mosoca 20 indios,
en el pueblo Pichiuira 49 indios,
en el pueblo Piutibisa 27 indios,
en el pueblo Piomaca 17 indios,
en el pueblo Caranga 20 indios,
en el pueblo Upangala 15 indios,
en el pueblo Chayta 6 indios,
4 estancias allí junto, 16 indios,
en el pueblo Urima 40 indios,
en el pueblo Caracara 98 indios,
en los Yungas a las espaldas de Capinota
en Camacoro 20 indios mitimaes de coca
[Pocoata]
en el pueblo Copoata 156 indios,
en el pueblo Coruma 34 indios,
en el pueblo Polobaya 18 indios,
en el pueblo Pilococo 20 indios,
[Chaquí]
en el pueblo Chaquí que es cabecera de Moroco 140 indios sujetos a
Moroco, con sus principales que los mandaron,
en el pueblo Chiquitari 15 indios,
en el pueblo Pacax que lo manda Avillo principal de Chaquí subjeto a
Moroco 40 indios,
una esta[ncia] [f.4r] de este pueblo que se llama Olulu 3 indios,
en el pueblo Tamnium 30 indios sujetos a Moroco,
en el pueblo Alcacuti 30 indios sujetos a Moroco,
en el pueblo Pintoxca cerca de Puna 80 indios sujetos a Moroco,
en el pueblo Urcoueni 10 indios que sirven a Moroco,
una estancia del pueblo Putotaca que le llaman Puchima 6 indios,
una estancia del dicho pueblo Putocaca que se llama Punpuman, 12
indios sujetos a Moroco,
en el pueblo Quiraquina 17 indios mitimaes de coca, subjetos a Moroco
en el pueblo Xaua 15 indios de visitación subjetos a Moroco,
en el pueblo Guatapaya 8 indios subjetos a Moroco,
en el pueblo Quipapi 17 indios sujetos a Moroco,
una estancia que está junto a este pueblo subjetos a Moroco que le manda
el principal Quilaqui 4 indios,
en el pueblo Vichuco 10 indios subjetos a Moroco,
y los indios que son de la parcialidad de Gualca, sujetos a Moroco, que son los
siguientes:
[Macha]
en el pueblo Macha, que es primer pueblo de Moroco 133 indios sujetos
a Gualca,
en el pueblo Guainacha 20 indios sujetos a Gualca,
en el pueblo Tonto 10 indios sujetos a Gualca,
una estancia que se llama Machamita [sic] 13 indios sujetos a Gualca,221
221 Agradecemos a Thomas Abercrombie por habernos enviado algunas variantes textuales
procedentes de otra versión de esta encomienda, que se encuentra en AGI Patronato 115,
No. 1, R1. Aquí, Patronato 115 ofrece una frase adicional omitida de la versión de Indi-
ferente General 1260: “otra estancia que se llama Turuga 12 indios sujetos a Gualca”.
ENCOMIENDA 307
[Acto de posesión]227
En el asiento ... de Potosí en 7.xi.1548 ... ante el muy magnífico señor el licenciado
Polo Ondegardo, justicia mayor de la dicha Villa y sus términos por Su Majestad,
y por ante mí Juan de Frageda, escribano público de la dicha Villa y del juzgado
del dicho juez, pareció presente Martín Velásquez en nombre y en voz del general
Pedro de Hinojosa, y en virtud de su poder ... y cumpliéndola le meta en la posesión
de todos los caciques, indios y pueblos chácaras y estancias en ella contenidas,
y pidió justicia
testigos los señores capitanes Diego de Centeno
y Gabriel de Rojas
y Martín de Arbieto
y otras muchas personas,
226 En esta fecha, la primera tasación aún no se había realizado; ver la Tercera Parte, “Tasa”.
227 Este acto procede de la versión de Patronato 115. Transcripción de Thomas Abercrombie
con ortografía modernizada.
310 QARAQARA - CHARKA
y luego el dicho licenciado juez susodicho, habiendo visto y leido la dicha cédula
de Su Señoría, dijo que estaba presto de la cumplir, y cumpliéndola metía y metió
y daba y dió al dicho Martín Velásquez en el dicho nombre la posesión ... dió y
entregó por la mano al dicho Martín Velásquez en el dicho nombre a Pacasaja228,
cacique y hermano de Gualca229 cacique principal, y a Cope230 principal, sujetos
que dijeron ser al cacique Gualca, señor de los dichos indios, que sucedió en el
señorío de ellos por fin y muerte de Moroco ...
228 Posiblemente el mismo Pacassa mencionado como sujeto de Moroco y cacique de Pichi-
bisa en el documento anterior (f.44v). Cf. don Juan Pacasa en la Cuarta Parte, “Tierra”,
Documento 8 (f.23r).
229 Es significativo que Gualca [Wallqa], quien aparece en los documentos de encomienda
como sujeto a Moroco [Muruq’u], en otra parte se declara a sí mismo como Mallku de
Anansaya y a Moroco como Mallku de Urinsaya; ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento
18 (f.303r). Sin embargo, Moroco también es considerado el primer Mallku de todos los
Qaraqara en el contexto de la obediencia ofrecida a Su Majestad después de la batalla de
Cochabamba (1538); ver la Quinta Parte, ”Mallku”, Documentos 20 (f.9v) y 21 (ff.18v,
20v). El presente texto aclara la situación. Decir que Gualca de Anansaya era “sucesor”
de Moroco quizás señale un principio de alternación entre los Mallku de los dos saya,
reconocido en tiempos prehispánicos. Es posible que aquí se combinen dos perspectivas
contrastadas: la linealidad del concepto europeo de sucesión monárquica, y la ciclicidad
del concepto andino de turnos entre los Mallku de los dos saya. Para los conceptos de
alternancia, jerarquía y simetría en el pensamiento político aymara, ver Bouysse-Cassagne
et al., Tres reflexiones… (1987).
230 Para Copa, señor principal de los Charcas desde tiempo de los Inka, y Mallku de los Pika-
churi y de los Murumuru, ver la Presentación de esta Parte y la Quinta Parte, “Mallku”,
Documento 19.
ENCOMIENDA 311
[Auto]
[f.51r] El marqués don Francisco Pizarro, adelantado y capitan general y goberna-
dor por Su Majestad en estos reinos de la Nueva Castilla llamada Perú, y del su
consejo,
considerando que vos el capitán Hernando Pizarro habeis servido a Su Majestad en
la pacificación de estos reinos, así en la toma de Tabalipa232 señor de estos dichos
reinos, que fue principal causa para que estos reinos fuesen [f.51v] sujetos, y para
que Su Majestad fuese seruido en la tierra, como lo ha sido con los tesoros que se
han llevado de estos dichos reinos,
y en ello hicisteis a Su Majestad señalados servicios, poniendo vuestra persona
siempre en las cosas de peligro, y como caballero celoso del servicio de Su Ma-
jestad después fuisteis a los reinos de España a hacer a Su Majestad relación de
las cosas acaecidas en la dicha conquista y toma de Ataualipa,
y por su real mandato volvisteis a estos reinos y os hallasteis en la ciudad del
Cuzco en mi lugar por capitán de él en el cerco y levantamiento del Inca, a donde
por vuestra industria y travajo el dicho Inca descercó la dicha ciudad con la mucha
231 Título puesto por los editores. Agradecemos a Catherine Julien el envío sobre diskette
de una transcripción de la encomienda de Hernando Pizarro, que publicamos aquí con
la ortografía modernizada, de acuerdo con las normas adoptadas para este libro. Tres
manuscritos fueron consultados por Julien: 1. AGI Justicia 406, no. 6, ff. 51-54: Cédula de
encomienda de Francisco Pizarro a Hernando Pizarro, Cusco, 27 abril 1539; 2. AGI Justicia
449, no. 1, María de Contreras con el fiscal, pieza 2, ff. 53-55v: Cédula de encomienda de
Francisco Pizarro, Cusco, 26 abril 1539. 3. AGI Patronato 188, ramo 20, El fiscal con
Hernando Pizarro y Arias Maldonado: Cédula de encomienda de Francisco Pizarro a Her-
nando Pizarro, Cusco, 27 abril 1539. La transcripción sigue la versión de Justicia 406, con
las variantes principales de los otros dos manuscritos añadidos en notas a pie de página.
Según Julien, los tres textos son probablemente todos traslados de una cédula única que
Hernando Pizarro había llevado consigo a España en 1540. Por eso, todos repiten las
mismas deformaciones, como, por ejemplo, la repetición de los pueblos y caciques de los
Charcas (Urinsaya) de Consara.
232 Sic. Patronato 188: Atabalipa.
312 QARAQARA - CHARKA
guerra que a los enemigos hicisteis, en lo cual servisteis tan bien que con la defensa
que les hicisteis se sostuvieron todos estos reinos, y los indios fueron vencidos y
desbaratados, y la tierra puesta y reducida en el servicio de Su Majestad.
Y porque [e]s bien que Su Majestad, como católico príncipe, os remunere de tan
señalados servicios, conociendo que restituisteis la tierra, sosteniendo en esta
ciudad como la sostuvisteis con tanto riesgo [f.52r] y ventura con riesgo de espa-
ñoles, porque otros se animen de servir como vos habeis servido en nombre de
Su Majestad, os encomiendo:
En la provincia de Chincha[y]suyo:
el cacique Curiata señor del pueblo Mayo y Sierra y Tomebanba con todos
sus indios y principales a ellos sujetos,
y el pueblo de Vrco de que es cacique Curima,233
y otro pueblo de que [e]s cacique Atapoma234 con todos sus indios y
principales a ellos sujetos, con los que de ellos sucedieren,
y el cacique de Tanbo con todos sus indios y principales a él sujetos,
y el pueblo de Chauca235 de que es cacique Tito,
y el valle de Comaybanba236 y el cacique Xuaxca con todos los indios y
principales y mitimaes del dicho valle a él sujetos,
y el valle de Pisco237 con los caciques Guaxani y Choyarcoma con los a
él sujetos,
y el pueblo de Biticos238 con todos sus indios,
y el valle de Bilcabanva239 con todos sus indios.
Y en la provincia de Condesuyo:
el pueblo Chuco240
y el cacique Atao
y el cacique Huypa241
y el cacique Axama.
Y en la provincia de los Canas:
el cacique Guanco y el cacique Tinta con todos sus indios y principales
a ellos sujetos.
Y en la provincia de Condesuyo:242
281 Cocon aparece como un indio principal “de la parcialidad de Canche”, o sea Chayanta
(Urinsaya) en AGI Justicia 432. También aparece un don Diego Coco como indio principal
de Totora en González, Visita de los Indios Churumatas… ([1560] 1990:32, 48). Probable-
mente “don Diego”, en la tasa de Chayanta de 1550, y “don Diego Toco”, un cacique de
waranqa en Chayanta en la Visita de Francisco de Toledo, se refieren a la misma persona.
Ver la Tercera Parte, “Tasa”, Documento 7 (f.73v); y el Cuadro 3.13d.ii.
282 Patronato 188: Cosara. Todos los MSS repiten la lista de los caciques de los Charcas
dependientes de Consara en Urinsaya.
283 Patronato 188: Chuquiguayta.
284 Patronato 188: Ynçina.
285 Patronato 188: Vavanconi.
286 Patronato 188: Coco.
287 Justicia 449: Bonchuca. Patronato 188: Vnichuca.
288 Justicia 449: Hallapan.
289 Patronato 188: Chuchullamasa.
290 Patronato 188: Callao.
316 QARAQARA - CHARKA
a los caciques, los encomenderos y la Corona.1 Sin embargo, los dos documen-
tos que publicamos en esta parte ayudan a percibir, en parte, la realidad que
subyace tras los discursos de los diferentes grupos interesados. Son pleitos,
levantados en nombre de los indios de Sacaca y Chayanta respectivamente,
en contra de los excesos de tributo cobrados por sus encomenderos antes de
la llegada a Charcas en 1551 de la tasa del “Pacificador”, fray Pedro de La
Gasca.2 Ambos documentos incluyen una transcripción de la tasa original
dada por La Gasca y, en el caso del pleito de Chayanta, también el texto de
la retasa efectuada en 1559. Para proporcionar una visión sintética de las
tasas, hemos elaborado cuadros que presentan en forma tabular la primera
estimación en 1548 de las riquezas de los Qaraqara y los Charka; y las tasas
hasta ahora ubicadas de los diferentes repartimientos, tanto las dadas por La
Gasca en 1550 como las retasas de los años subsiguientes, además de las tasas
de Toledo dadas en 1575.3
Estos momentos, que marcan hitos en el desarrollo de la legislación colo-
nial, constituyen el trasfondo de la documentación que nos es ahora disponible
y definen claramente el impacto del Estado europeo. Sin embargo, tales hitos
en el tiempo no siempre constituyen rupturas totales, y tampoco inauguran una
situación radicalmente nueva, sobre todo en relación con el impacto profundo
de los mercados mineros, que modificó en los hechos las cantidades y las es-
pecies indicadas por la tasa. Al mismo tiempo, y de manera aún más difícil de
percibir, se mantenían formas de circulación prehispánica que se articulaban
con los nuevos circuitos monetarios: por ejemplo, prestaciones de trabajo no
remunerado ofrecidas por los indios a los encomenderos y a los Mallku, y a su
vez la redistribución, por éstos, de una parte de lo que recibían.
1 Ver Ortiz de Zúñiga, Visita… ([1562] 1967-72). Garci Díez de San Miguel, Visita hecha
a la provincia de Chucuito [1567]. Documentos regionales para la etnología y etnohistoria
andinas no. 1, Casa de la Cultura, Lima, 1964.
2 Ver Documentos 6 y 7 en esta Parte. Los pleitos mencionan también excesos cobrados por
los encomenderos después de introducirse la tasa, pero no aducen evidencias concretas. Es
de notar cuánto cambia el marco legal español entre estos pleitos, que siguen estrictamente
la lógica de la justicia peninsular, y los argumentos del Memorial presentado a Su Majestad
en 1582 por todos los Mallku charka y qaraqara, cuando era obligatorio recurrir a pre-
cedentes incaicos para fundar y reforzar sus argumentos. Ver la Quinta Parte, “Mallku”,
Presentación y Documento 20.
3 Ver Cuadros 3.11-3.13 al final de este capítulo.
TASA 321
tribuían la mayor parte de las rentas reales. En realidad, los campesinos ame-
ricanos nunca tributaban en escala parecida a los de Castilla, pero no por eso
los Consejos Reales dejaban de presionar.4
El sistema mercantil peninsular tomaba como principio que los hombres
sólo debían trabajar por “voluntad propia”. Por otro lado, el sistema incaico
se fundaba en los “servicios personales”, es decir, las prestaciones de trabajo
campesino, normalmente a cambio de incentivos como el ruego, la coca y la
chicha. Como lo veremos más adelante, el deseo real de abolir los servicios
personales por completo tropezó constantemente con la búsqueda de un su-
ministro adecuado de mano de obra minera y también con el deseo por parte
de los repartimientos de seguir tributando en la forma acostumbrada.
Desde el primer reparto realizado por Francisco Pizarro en 1535, la Co-
rona intentó tasar los tributos que los indios pagaban a sus encomenderos,
sin éxito.5 Algunas Visitas particulares fueron llevadas a cabo poco después
de la incorporación en 1538 de Charcas a la Corona, como hemos visto en el
capítulo anterior, pero los españoles no estaban en condiciones de realizar una
Visita General y la resistencia a las Nuevas Leyes de 1542, que representaban
un intento directo de limitar el poder de los encomenderos, postergó la Visita
General varios años más.
Pero en abril de 1548 el Presidente La Gasca, al poner fin a la guerra
contra Gonzalo Pizarro, tuvo que responder a la tensa situación con la procla-
mación de un nuevo reparto antes de promulgar la tasa. Dada la urgencia de la
situación en el Cusco, donde muchos españoles esperaban su recompensa por
haber apoyado la causa del Rey, La Gasca mandó realizar un informe sobre el
valor de cada repartimiento. En Charcas, los encargados de la investigación
fueron Gabriel de Rojas, Pedro de Hinojosa y Polo Ondegardo.6 Gabriel de
Rojas conocía bien la región porque había estado en el Collao desde antes
de la expedición a Chile de Diego de Almagro en 1535.7 Sin embargo, en los
casos de Sacaca y Chayanta, las estimaciones ofrecidas tanto por Rojas como
4 Vassberg, Land and Society… (1984:219).
5 Ya en 1535 el obispo de Tierra Firme hacía recordar a Francisco Pizarro su obligación de
“poner tributo y tasar en que los indios han de servir a sus amos”, y en 1536 una Cédula
Real mandaba a Pizarro y a fray Vicente Valverde realizar una Visita General para tasar los
tributos de los repartimientos. La misma orden fue reiterada al licenciado Vaca de Castro
en 1542 y el año siguiente al Virrey Blasco Núñez de Vela. Ver Silvio Zavala, El servicio
personal de los indios en el Perú (extractos del siglo XVI), El Colegio de México, México, 1978,
p. 3. También María Rostworowski, “La Tasa ordenada por el Licenciado Pedro de La
Gasca (1549)”, en Revista Histórica XXXIV, Lima, 1983-4, pp. 53-102.
6 Ver Rojas, “Memoria de los repartimientos…” (1958:149-193); Loredo, “El Reparto de
Guaynarima”, en Revista Histórica de Lima, 1940, p. 103. También, en este libro, la Segunda
Parte, “Encomienda”, Figura 2.1, donde se resume la “Memoria” de Hinojosa; y en esta
Parte, los Cuadros 3.1 y 3.11. No se ha ubicado la Relación sobre Charcas redactada por
Polo en 1548.
7 Ver el Ensayo de Interpretación, “Charka Rojo, Charka Blanco”, acápite 7.
322 QARAQARA - CHARKA
8 Parte de las tasaciones de los Qaraqara-Charka, entre ellas la de Macha, ya ha sido publi-
cada. Ver Rostworowski, “La Tasa … de La Gasca … [1549]” (1983-4); y Tristan Platt,
“Acerca del sistema tributario pretoledano en el Alto Perú”, Avances 1. La Paz, 1978. Ver
también Documentos 6 y 7, y Cuadros 3.12a-f.
9 Ver Documento 7 (f.55r). Lorenzo de Estupiñan de Figueroa, vecino de Huánuco, era “Juéz
de comisión y Visitador General en esta provincia de Charcas”, ver AHP Cajas Reales 1
(f.134r). Cabe señalar, sin embargo, que la tasa no se implementó en los hechos hasta 1552
en Sacaca, y hasta 1552 ó 1553 en Chayanta. Ver Documento 6 (f.61r), y Documento 7
(ff. 51r, 132r).
10 La Visita de Gómez de Solís y Francisco de Tapia a los Kulu y Kakina en 1549 ofrece una
visión detallada de los procedimientos seguidos entre los Qaraqara por la Visita General
de La Gasca (AGI Justicia 432); y desmiente la relación crítica ofrecida por Santillán sobre
los esfuerzos de los Visitadores. Ver Hernando de Santillán, Relación del origen, descendencia
política y gobierno de los Incas [1563] en Tres relaciones peruanas, Editorial Guaranía, Asunción,
1950, pp. 79, 81, 90.
11 Así lo expresa en una carta al Rey de 1550, citada en Assadourian, Transiciones… (1994:175).
TASA 323
proclamaba que las tasas eran excesivas y obligaban a los indios a dar más de
lo que podían.16 En cuanto a los servicios personales, la Audiencia de Lima
promulgó de nuevo su extinción, pero otra rebelión encomendera, encabezada
por Hernández Girón entre 1553 y 1554, hizo imposible que se realizaran las
reformas.17 Sólo con la llegada del Virrey Cañete en 1556 se pudo retomar la
política de las retasas, pero no la de la abolición de los servicios personales.
En Charcas, la retasa del repartimiento de Macha fue llevada a cabo rápida-
mente en 1553 después de la muerte de Hinojosa, cuando Macha se puso en cabeza
de Su Magestad. En los cálculos de Polo Ondegardo, los Qaraqara habían pagado
unos 200.000 pesos corrientes a Hinojosa en los primeros años de la encomienda.
La tasa moderó sus tributos a un valor de 50.000 pesos ensayados en total, y la
retasa a 19.000.18 Por otra parte, los repartimientos de Sacaca y Chayanta, cuyos
encomenderos murieron ambos en 1556, tuvieron que esperar la llegada del
Virrey Cañete para ser retasados, respectivamente, en 1557 y 1559.19
Pero con el tiempo los españoles se dieron cuenta de que no era senci-
llo igualar los montos de los tributos incaicos. Cuando un Santillán culpaba
los excesos de los encomenderos por la pérdida progresiva de rentas, Polo
Ondegardo, el encomendero del repartimiento charka de El Paso en Cocha-
bamba, respondía que la crisis en las rentas no se debía tanto a los excesos de
los encomenderos, sino a la falta de “orden”. El monto de los tributos bajo
el Tawantinsuyu se pagaba sin dificultad, aun siendo muy alto, porque “era
tanta la orden que tuvieron estos indios, que a mi parecer, aunque mucho se
piense en ello, sería dificultoso mejorarla”. Por consiguiente, Polo consideraba
que la tasa de La Gasca fue una mejora, no porque frenaba los abusos de los
encomenderos, sino porque “fue principio de orden”.21 Sin embargo, el orden
de la tasa de La Gasca divergía profundamente del orden incaico.
La tasa se fundaba en el principio de establecer un monto fijo de tributo
para cada grupo; al mismo tiempo, éstos incluían una amplia gama de especies,
algunas importadas, que no se producían necesariamente en cada repartimiento;
lo cual significaba que la gente tendría que conseguir algunos productos, bien
mediante circuitos de intercambio o entrando al mercado.
Por otro lado, los tributos incaicos eran contabilizados en trabajo (es decir,
en “servicios personales”) y variaban de un año a otro. La Visita de Huánuco de
1549 nos da una lista completa de lo que los Chupaychu de la sierra norcentral del
Perú tributaban al Inka, en la que el número de indios está registrado de acuerdo
con el sistema decimal. En este caso, los testimonios ofrecidos al Visitador en
1562 aclaran en muchos aspectos cómo funcionaba el “orden” incaico:
del maíz se sembraba en las chácaras del Inka todos de común, mozos y viejos
lo beneficiaban y no daban más de lo que se cogía de las chácaras del Inka. Y
la misma orden tenían en la coca y de las otras cosas de que pagaban tributos
al dicho Inka, y que esto era general en toda la tierra.22
Insisten en que pagaban menos en tiempo del Inka: “en tiempo del Inka
estaban más descansados que ahora, porque entonces no les pedía más de año
en año, y a las veces no se lo pedían, y se podría el maíz y otras cosas llegados
para ello primero que lo daban y se lo pedía”.23
Los funcionarios locales jugaban un papel imprescindible a la hora de
levantar los tributos: “los caciques y principales de parcialidades … solamente
entendían en mandar a los indios y juntar los tributos”. Polo Ondegardo, en
su segundo texto dedicado a las tasas, fechado en 1571, aclara que la “voluntad
según esta orden, si todos estuviesen juntos, en media hora sabrían la distri-
bución cómo se había de hacer y cuánto cabía, sin altercarle mas de sacar sus
hilos con sus nudos, que era registro común de las partes, y su libro.25
hemos sido soldados desde el tiempo de los Incas llamados Inka Yupanque y
Topa Inka Yupanque y Guaina Capac y Guascar Inka … reservados de pechos
y alcabalas y de todas las demás tasas y servicios personales, que se entiende de
guarda de ganados y de ser ovejeros y de hacer la mita en la corte de la gran
ciudad del Cuzco, y de ser canteros, tejedores de la ropa de cumbe y de abasca, y
de ser chacareros, albañiles y canteros, gente que tenía por costumbre trasponer
un cerro a otra parte a puras manos y labranzas … Que no eramos bailadores
ni truhanes, que estos tales tenían de costumbre de cantar canciones delante
de los dichos Incas por las victorias, cuando nosotros las dichas cuatro naciones
vencíamos y teníamos victoria contra los Chachapoyas, Cayambis, Cañares,
Quitos y Quillayçincas, que son los de Guayaquíl y Popayán.29
En esta cita los caciques reivindican la superioridad del servicio de las armas
sobre otros tipos de tributo y niegan haber participado en cualquier otra em-
presa.30 Muchos textos de la época confirman que los que hacían servicio militar
para el Inka no tributaban otra cosa y nuestros Mallku afirman que las “cuatro
naciones” habían servido de soldados para cada Inka, desde Pachakuti (“desde el
tiempo de los Incas llamados Inka Yupanqui, y Topa Yupanqui, y Guaynacara, y
Guascar Inka”). Además, proclaman que por su contribución a la conquista del
norte recibían muchos privilegios (“así en cada pueblo y tambo les hacían mita y
camarico … ninguna nación fueron tan estimadas por los señores incas en todo el
reino del Pirú como las dichas cuatro naciones, como es público y notorio”).31
28 No olvidemos que, bajo el Tawantinsuyu, los que daban tributos eran parejas casadas, no
hombres adultos, como fue el caso bajo el régimen colonial. Cuando los Qaraqara y los
Charka hacían el servicio militar para el Inka, entonces, participaban también las mujeres.
29 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 20 (f.8r-8v @ 45).
30 La cita también reclama un estatus idéntico para los Charka y los Qaraqara en el sistema
Inka; sin embargo, no habían cumplido funciones simétricas en las campañas de expansión
imperial y el fortalecimiento de las fronteras, y tampoco fueron premiados de igual ma-
nera. Ver el Ensayo de Interpretación “Charka Rojo, Charka Blanco”; y la Quinta Parte,
“Mallku”, Documentos 16, 18 y 21.
31 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 20 (f.9r@47). Cabe notar que en sus Probanzas
los señores qaraqara y charka no presentan evidencias de haber prestado servicio militar
desde el tiempo de Pachakuti Inka, sino solamente en tiempo de Wayna Qhapaq. Ahora
bien, sería normal que, desde su incorporación al Tawantinsuyu, tributaban en soldados
como lo hacía cualquier otro grupo; pero este texto pretende un estatus superior de larga
duración. Al parecer, se trata aquí de una exageración.
328 QARAQARA - CHARKA
Sin embargo, por más que hayan cumplido un papel fundamental y glorioso
en la conquista del norte y en guardar la frontera meridional contra los Chiriwana,
no hay motivo para pensar que todos los tributarios qaraqara y charka servían
como soldados, ni que lo hacían continuamente desde el reino de Pachakuti. Ya
hemos notado en un capítulo anterior que fueron al norte 5.000 tropas qaraqara
con su Mallku Uchatuma y que probablemente en el ejército de la provincia
de Charcas no hubo un mismo número de soldados procedentes de cada una
de las “cuatro naciones”, como el texto del Memorial lo deja entender.32 Por
consiguiente, podemos suponer que, contrariamente a sus propias afirmaciones,
muchas de las parejas tributarias qaraqara, y más aún de las charka, cumplían
otros oficios.33 En particular, debemos recordar los numerosos mitimaes ins-
talados por Tupaq Yupanki y Wayna Qhapaq en el valle de Cochabamba (y,
en el caso de los Charka, en Totora también).34 Conviene matizar, entonces,
la afirmación de sus Mallku que no servían como “chacareros”.
Aparte de los mitimaes permanentes sabemos, por muchas referencias,
que ambos wamani contribuían parte de los contingentes de altura que baja-
ban al valle bajo para hacer sus mitas cultivando maíz para el Estado. Si no lo
mencionan en el Memorial es seguramente porque los Mallku querían poner el
énfasis en la larga duración de un estatus privilegiado, para denunciar mejor su
situación en los años que siguieron la tasa de Toledo. Y aquellos pormenores
acerca de trabajos que, de verdad, no tuvieron que cumplir, hacen sospechar
que todos estos argumentos pudieron servir de diversión para encubrir algunas
distorsiones en el texto. Es decir, su argumento cobraba fuerza en la medida
en que incluía algunos elementos verdaderos. Al mismo tiempo, mencionar
el oficio de cantar en la lista de aquellos trabajos que no les correspondían,
seguramente les hacía recordar sus desfiles triunfales con sus wak’a de la guerra
por la ciudad del Cusco, después de la conquista del norte.
Cabe señalar que no encontramos en el Memorial ninguna mención de otro
oficio cumplido por los Qaraqara y los Charka para el Inka. No tratan de la
mita minera en las minas de plata de Porco y Potosí, ni en las demás minas de
32 Ver el Ensayo de Interpretación, “Charka Rojo, Charka Blanco”.
33 Al mismo tiempo, el servicio militar era una obligación común bajo el Tawantinsuyu. La
Visita de Huánuco enumera en varias oportunidades los indios que daba cada pachaca “para
la guerra”, junto con los demás oficios a los cuales estaban obligados. Ver, por ejemplo,
Ortiz de Zúñiga, Visita… ([1562] t. 1, 1967:307). En Cochabamba, los Chuy, que en algunas
ocasiones servían con los Charka como dos de las “cuatro naciones que eran soldados del
Inka”, en otras formaban un conjunto militar con soldados del Chinchaysuyu. Ver Gordillo
y Del Río, Visita de Tiquipaya… ([1579] 1993:32).
34 Ver “Charka Rojo, Charka Blanco”. Cabe recordar también los ganaderos charka instalados
como mitimaes del Inka en el valle alto de Cliza. Ver Schramm, “Mosaicos etnohistóricos…”
(1990:13). Y también nos enteramos de la chácara grande “del Inka” en Sucusuma en la
ribera derecha del río Caine, donde los Charka de Chayanta (Urinsaya) cultivaban maíz
para el ejército incaico. Ver la Presentación de la Cuarta Parte, “Tierra”; y Documento
13 (passim).
TASA 329
35 En Huánuco, la mita minera bajo el Tawantinsuyu estaba distribuida por el sistema deci-
mal; y no hay por qué dudar que otras provincias incaicas tributaban de la misma manera.
Ortiz de Zúñiga, Visita… ([1562] t. 1, 1967:305-6); también María Rostworowski, Señores
de Lima y Canta, Instituto de Estudios Peruanos, Lima, 1978, p. 179.
36 Ver la Presentación de la Primera Parte, “Culto”.
37 Bartolomé Álvarez confirma que, en cuanto a los guerreros y mineros del oro se tratase
(curicamayos), ambos gozaban de lo que se almacenaba en los tambos estatales cuando servían
fuera de sus tierras: “lo demás se lo quitaban los gobernadores y lo guardaban en depósitos
públicos, para proveimiento de las guerras ordinarias y para proveer a los curicamayos, que
son los mineros del oro”. Ver Álvarez, De las costumbres y conversión… (1998 [1588]:243).
38 Aparte de la lista de 1549 en la Visita de Huánuco, citada en nota arriba, el licenciado
Falcón da una lista de las obligaciones más generales de los hatun runa. Ver Zavala, El
servicio personal… (1978:47).
39 “Cuando la ganaron a esta tierra los españoles, habrá doce años solamente que servían
lealmente a los dichos Incas los dichos Chachapoyas, Cañares y Cayambis”. Ver la Quinta
Parte, “Mallku”, Documento 20 (f.9r-9v @47).
330 QARAQARA - CHARKA
ninguna nación fueron tan estimadas por los señores incas en todo el reino
del Pirú como las dichas cuatro naciones, como es público y notorio, aun-
que tuvo el Inka después otros soldados modernos llamados Chachapoyas y
Cañaris y Cayambis, a los cuales las dichas cuatro naciones los conquistaron
para los señores Incas.40
Varias referencias ponen en claro que los Kañari y los Chachapuya sirvie-
ron como guarda del Inka Waskar, lo que no pretendieron nunca los Mallku
Charka y Qaraqara. Pero cuando llegaron los españoles al Cusco, aquellos se
aliaron rápidamente con los invasores y se mantuvieron leales en contra de los
Inka. No sólo acompañaron a Toledo en la campaña de Vilcabamba, sino que
el que ejecutó a Tupaq Amaru fue un soldado Kañari.41 Como premio tuvieron
derecho a privilegios especiales: sirvieron de guarda de las altas autoridades
españolas y fueron exentos del tributo y del servicio de la mita.
En este contexto es probable que, cuando los Mallku Charka y Qaraqara
reclaman su rango de “soldados del Inka” en 1582, se muestran resentidos
frente a los privilegios de sus antiguos enemigos kañari y chachapuya, y quieren
competir con éstos al demostrar su “lealtad” a los españoles. Nuestros Mallku
ambicionan ser los más privilegiados de todos. Ruegan a Su Majestad de
40 Documento 20 (f.9r@47); ver también Murra, “La guerre et les rébellions…” (1978:927-
935).”
41 En una carta al Rey, de 1572, Toledo escribe: “en esta ciudad hay hasta cuatrocientos indios
que llaman Cañares, y por ser gente valiente y de diligencia se fiaba dello el Inka para su
guarda; y cuando los españoles entraron en esta ciudad les dieron estos la obediencia, y
después acá siempre han servido con fidelidad. Y en el cerco que hizieron del Cuzco y
levantamiento de Manco Inka sirvieron fielmente como buenos amigos, y fueron gran-
des perseguidores de los Incas”. En Levillier (comp.), Gobernantes del Perú. (1921-1926,
t.4:119-12).
42 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 20 (@ 40, f.7r). El último capítulo del Memorial
retoma el mismo tema, con más insistencia: “no igualándonos con las demás naciones que
eran pecheros y pagaban la tasa en el tiempo de los Incas … que seamos más privilegiados
que todas las naciones del Perú” (ibid., f.11v).
TASA 331
Se percibe en esta frase una prolongación del “orden” usado por el Inka
que hemos analizado anteriormente. Dentro de su encomienda, cada enco-
mendero recibiría las especies de los depósitos estatales en las cantidades
43 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 20 (ff.9r-9v @ 47). Cabe notar que los Kañari
habían sufrido gravemente a manos del Inka Atawallpa, quien los masacró después de ga-
nar la batalla de Ambato en contra del ejército de su hermano Huáscar, castigándolos por
haberlo apoyado. Así se explica, probablemente, la rapidez con que los Kañari se prestaron
a apoyar a los españoles como a los verdugos de Atawallpa. Ver Cieza de León, Crónica del
Perú, Primera Parte… ([1553] 1984, cap. 44:146-7).
44 Santillán apunta que, en general, lo que pidieron los encomenderos antes de la tasa de
1549 fue “el oro y la plata, sobre esto era todo el rigor; pero con todo eso, por no ponerle
mal fuero, les pusieron que tributasen de todos los géneros de cosas que tributaban al Inka
que eran de provecho, porque las que no lo eran, como plumajes y otras cosas de curio-
sidad, no les daba mucho por ellas. También les pusieron todos los servicios personales
que daban al Inka, y demás de todo aquello, de todas las cosas que eran menester en casa
les pusieron tributo, aunque no las supiesen ni hubiesen visto”. Ver Santillán,”Relación…
([1560] 1950:78). Ver también Ortiz de Zúñiga, Visita… ([1562] 1967 t. 1:47-8).
45 Polo Ondegardo, “Informe al licenciado Briviesca de Muñatones…” ([1561]:155-7).
332 QARAQARA - CHARKA
46 Ver Ortiz de Zúñiga, Visita… ([1562] 1972 t. 2:49): “los tributos los daban de su trabajo e
industria, y de lo que tenían en su tierra, y no traían de afuera”.
47 Polo Ondegardo, Relación de los fundamentos… ([1571]1990).
48 Ver Rojas, “Memoria de los repartimientos …” (1958:149-150; Cuadros 3.1, 3.11). Rojas
apunta que los caciques “en causa propia pocas veces dicen verdad. Suelen la decir en la
de sus vecinos, y como los años pasados han sido variables y caros, difieren los unos de los
otros en sus relaciones”. Entre otras cosas, en 1548 el movimiento de los precios segura-
mente era dificil de predecir, aunque se puede notar en el Cuadro 3.3 que, en los hechos,
no todos los precios variaban.
TASA 333
Cuadro 3.1
Las rentas de Sacaca y Chayanta en 1548
Estimaciones de Rojas e Hinojosa comparadas con las entregas registradas
por los chinukamana
Gabriel de Rojas Pedro de Hinojosa Tributo entregado
(estimación) (estimación) (según los
chinukamana)
SACACA Maíz (fanegas) 2.000 1.700
Coca 700 costales 1.046 cestos
Mitayos 120 104
Tributo (pesos) 5.000 21.200
Valor total (pesos)1 21.000 ó 32.500 12.000 48.034,52
CHAYANTA Maíz (fanegas) 1.200 1.000
(las 2/5 partes que Coca (costales) “alguna”
Rojas atribuía a Mitayos 80 50
Pantoja y luego Tributo (pesos) 5.670 10.2003
Robles)
Valor total (pesos) 15.565 ó 21.3264 11.000 23.224
Fuentes: Hinojosa “Memoria …” (1940); Rojas “Memoria de los repartimientos…” (1958); Documento 6 (ff.4r-7r, 58v-
62r), y Documento 7 (ff.132r, 137v).
1 La segunda cifra representa el valor potencial de cada repartimiento en caso de que se encontrasen nuevas minas.
2 Nuestro cálculo basado en los precios indicados por los chinukamana de Sacaca.
3 Robles recibió sólo cuatro meses de tributos después del reparto de Guaynarima en agosto de 1548. El cálculo del
monto es nuestro: el tributo de 50 mitayos durante 17 semanas (= 4 meses) @ 12 pesos.
4 Esta cifra es nuestra. Rojas calcula solamente un valor alto hipotético para todo el repartimiento de Chayanta, es decir,
incluye la parte de Hernando Pizarro.
49 El caso de los Qaraqara es parecido: Rojas calculó su valor total en 1548 a 75.000 pesos,
ó 95.000 si los indios tuviesen mina en que labrar. Sin embargo, añade –con evidente ilu-
sión– que “si el repartimiento fuera mío, que me rentara de aquí a dos años 100.000 pesos
largos en cada un año”. Ver Rojas, “Memoria de los repartimientos…” (1958: 154). Si bien
este último cálculo por parte de Rojas resultó ser acertado, en los hechos fue Pedro de
Hinojosa quien recibió el premio. En el caso de Chayanta, cabe recordar que los cálculos
de Rojas refieren al repartimiento entero, mientras que el monto de tributos registrados
en el Documento 7 corresponde solamente a las dos terceras partes del repartimiento
que tenía Robles. No sabemos en qué momento los españoles se informaron sobre las
minas de la región de Sacaca (sobre todo Berenguela) y Chayanta. En 1582, el Mallku de
Sacaca afirmó que Kuysara había entregado a los españoles las minas de estaño en torno
a Chayanta, los depósitos aluviales de oro en Chiuta (Pocoata) y los yacimientos de cobre
de Andamarca, al mismo tiempo de la mina argentífera de Porco. Ver la Quinta Parte,
“Mallku”, Documento 20 (f.10r @ 49). Pero Colquechaca no se descubrió a los españoles
hasta 1586; ver Platt, “Mapas coloniales…” (1978).
334 QARAQARA - CHARKA
Han crecido tanto los repartimientos en el Cuzco y Charcas que del mío, que
era de los buenos, no se hace caso, porque él de Diego Centeno rentará más
de 80.000 castellanos y él de Pedro de Hinoj[os]a otro tanto … estas rentas son
mediante las minas de plata que hay en un cerro que se llama Potosí 16 leguas
del pueblo de los Charcas, que son tan ricas y perpetuas que se saca de un quintal
de metal a 100 marcos de plata, y a 120 y 130, y durarán más de 100 años.53
50 Tanto Rojas como Hinojosa tomaron como base los precios en los nuevos mercados mineros
y por tanto les interesaba sobre todo el maíz y la coca, además de los indios mitayos (ver
la Figura 2.1 y los Cuadros 3.1 y 3.11).
51 Es decir, las dos terceras partes de las rentas del repartimiento, mientras que Hernando
Pizarro seguía gozando de la otra tercera parte, consistente mayormente en mitimaes de
Cochabamba. Ver la Presentación de la Segunda Parte, ”Encomienda”.
52 Medina, Colección de documentos inéditos…, t. VII (1896:102, 105, 133). La carta que se
publica como el Apéndice al Documento 6 en esta Parte, enviada por Montemayor al
Virrey de México, Antonio de Mendoza, es otra versión de las mismas quejas; ver también
la Presentación de la Segunda Parte, “Encomienda”.
53 Ver el Apéndice al Documento 6 (f.1r).
TASA 335
54 Documento 6 (f.12v).
55 “El dicho don Alonso para hacerlo no se fiaba en los dichos sus criados sino que él própio
por su persona lo hacía”. Ver el Documento 6 (f.47r).
56 Ver el Documento 6 (ff.63v, 165r). Quizás les había obligado a vender lo que guardaban
para la semilla. Sin embargo, el mismo documento sugiere que Montemayor se fue a
España como un hombre rico (f.28v).
336 QARAQARA - CHARKA
Cuadro 3.2
Tributos entregados por los chinukamana de Sacaca a Alonso
de Montemayor, (1548-1551), comparados con la tasa de La Gasca de 15521
1548 1549 1550 1551 Tasa 1552
Pesos 21.200 16.960 14.840 12.432 4.500
Indios en minas2 100 80 70 60
Maíz (fanegas) 750 250 450 300 600
Chuño (fanegas) 250 200 1253 100 80
(papas y chuño)
Ovejas/carneros 300 350 150 100 100
Carneros para su comer 52 52 42 21 3
Corderos para su comer 53 52 31 19 3
Cebo (arrobas) 20 7 3 6
Puercos 20
Ropas de abasca (piezas) 120 90 35 20 30
Frazadas 60 35 21 11 6
Lana (arroba) 10 7 3 1 6
Mandiles 50 30 11 6 8
Jáquimas con cabrestos, etc. 80 45 13 11 10
Pescuezos adobados 40 21 6 4 30
Miel (arrobas) 20 14 7 4 1
Cera (arrobas) 23 8 4 2 1
Gallinas 1034 60 30 15 50
Patos 208 130 50 34 200
Perdices (pares) 150
Huevos 1.205 1.0045 850 540 1.560
Quinoa (fanegas) 15 10 1,5 0,5
Papas (cargas) 10 13 4 5 80
Sal (cargas) 30 23 11 6 18
Sementera de maíz y trigo (fanegas) 10
Indios de servicio6 8 8 8 8 15
Indios para ganado 8
Arrieros 48 60
Coca 1.046 1.000 798 707 750
57 El texto de la retasa de Sacaca reconoce como agravio especial que los indios “están lejos
del asiento y minas de Potosí” (AHP CR 1, f.87v). Por otra parte, las minas de Oruro no
se descubrieron a los españoles hasta principios del siglo XVII.
TASA 337
vino a esta provincia … muy pobre y adeudado, que debía mas de 40.000
pesos de oro a causa de los grandes gastos que tuvo, por ser como era hombre
muy gastador y jugador, y muy liberal en dar, especialmente habiendo sido
capitán en las guerras.58
algunas veces este testigo, con los caciques de Chayanta, entró en casa de
dicho Martín de Robles… y vió que en casa de este dicho Martín de Robles
había mucha gente, así de su casa como de huespedes y soldados, y había en
ella muchos indios mitayos del dicho su repartimiento, y hasta los negros de
su casa tenían mitayos … aún hasta [a] los labradores y chacareros, criados
del dicho Martín de Robles, les daban mitayos.61
58 Documento 7 (ff.47v-48r).
59 Medina, Colección de documentos inéditos… t. VII. (1896:143).
60 Un tema recurrente en el proceso en contra de los herederos de Montemayor es, efecti-
vamente, el costo de la construcción de “unas muy buenas casas” en Potosí.
61 Documento 7 (f.57v). Como veremos más adelante, no todos estos “mitayos” figuran en
las listas presentadas por los chinukamana de Chayanta en su pleito contra los herederos
de Robles.
338 QARAQARA - CHARKA
62 Documento 7 (f.65v). En 1551 Martín de Robles envió desde Potosí la suma asombrosa de
200.004 pesos. Barnadas, Charcas… (1973:602). En los meses antes de su muerte cumplía el
oficio de Alcalde ordinario de La Plata. Cf. Ramírez Valverde, “Visita a Pocona” (1970:275-
6). No debemos suponer, sin embargo, que toda esta riqueza venía de su repartimiento,
sino que seguramente tenía también yanaconas personales que trabajaban por su cuenta
en las minas; ver Barnadas, Charcas… (1973:264).
63 Documento 6 (ff.49v, 12v, 47r; también f.46v).
64 Documento 7 ( f.139r). Para los regalos de Hernando Pizarro de ropa fina a Kuysara cuando
éste le descubrió las minas de Porco, ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 20 (f.14r).
65 Documento 7 (f.61v). Sin embargo, la retasa de Chayanta, fechada en 1559, está dirigida al
mismo señor Kanchi. Quizás se trate de un error del escribano, quien simplemente copió
todos los nombres de los caciques de la tasa original. Juana de los Ríos figura también en
el Interrogatorio del mismo proceso como una mujer pródiga y lujosa: de los tributos “se
aprovechaba ella más que el dicho su marido” (f.46v). Esta imagen es complementada por
otro dato, que ejemplifica la sociedad encomendera de la época: en 1552 Robles acusó
a Pablo de Meneses, Corregidor de Charcas y encomendero de Moromoro y Yampara,
de tener relaciones con ella. Meneses y Robles se prepararon para defender cada uno su
honor, pero se solucionó cuando Robles le prometió a Meneses su hija María, que a la
sazón tenía seis años. Ver Barnadas, Charcas… (1973:110-1).
66 Según Ramírez del Águila, su muerte fue ordenada por el Virrey, enterado de que Robles
había hablado en su contra durante una “huelga” entre amigos en su hacienda de Mojotoro.
Ver Noticias Políticas… ([1639] 1978:75). Durante el levantamiento intentado por Castilla en
La Plata, en 1553, ocasión que causó el asesinato de Pedro de Hinojosa, encomendero de
Macha, Robles había logrado escapar en camisa. Ver Barnadas, Charcas… (1973:111-112).
TASA 339
67 Ver Documento 7 (f.47r @14). Según un informe de Diego de Ocampo de fines de los
1550, antes de morir Robles había preparado un testamento en el cual quiso restituir 25.000
pesos a los indios de Chayanta. Ver Thomas Abercrombie, “La perpetuidad traducida:
del ‘debate’ al Taki Onqoy y una rebelión comunera peruana,” en Jean-Jacques Decoster
(comp.), Incas e indios cristianos: élites indígenas e identidades cristianas en los Andes coloniales,
Centro Bartolomé de las Casas, IFEA, Asociacion Kuraka, Cusco, 2002, pp. 79-120. Se
encontrarán estudios de tales procesos de restitutión en Guillermo Lohmann Villena, “La
restitución por conquistadores y encomenderos: un aspecto de la incidencia lascasiana
en el Perú”, Anuario de Estudios Americanos XXIII, Sevilla, 1966, pp. 21-89; y Mercedes
del Río, “Riquezas y poder: las restituciones a los indios del repartimiento de Paria”, en
Bouysse-Cassagne, Saberes y memorias… (1997).
68 Lo que buscaban los “gateros” (quechua qhatu = mercado) en los mercados mineros era,
en primer lugar, la coca y el maíz, este último para satisfacer la gran demanda para chicha,
y en parte también para los caballos. Los tributarios cocaleros de Chayanta en los yungas
de Tiraque y Chuquioma ya habían sido encomendados aparte; ver Presentación de la
Segunda Parte, “Encomienda”.
69 Los chinukamana de Chayanta niegan haber tributado con estas “menudencias” y no las
tienen registradas en sus chinu. Ver el Documento 7 (ff.132v, 136r). Sin embargo, cabe
reconocer que la Memoria de los tributos del mismo documento incluye una frase, difícil
de interpretar por la falta de contexto, que sí da una lista de las menudencias con que
tributaban a Robles: “muchas frazadas, mantas, mandiles para caballos, costales, jáquimas,
cabestros, sueltas, miel, cera, cebosas, y otras muchas menudencias” (ibid. 53v).
70 Véase Barnadas, Charcas… (1973:325); y la Presentación de la Segunda Parte, “Encomien-
da”. Las cifras dadas por Polo en 1571 en cuanto a los ingresos de Hinojosa”–200.000
340 QARAQARA - CHARKA
Cuadro 3.3
El valor del repartimiento de Martín de Robles (Chayanta)
antes de la tasa1
15482 1549 1550 1551 1552 Total
Pesos de plata 11.520 11.520 11.520 7.299
Indios en minas 50 50 50 50
Pesos de plata 9.125 9.115 9.125 2.281,253
Maíz en Potosí 20.000 20.000 8.000 32.5004 12.000
Trigo 5.200 2.600 2.080 2.320
Carneros/ovejas 1.510 1.510 1.510 1.510 1.510
Maíz/harina en Potosí 580 580 348 1.464 1.296
Maíz/harina en los pueblos 228 228 152
Gallinas 150 + 150 150 240 240
Patos/patas 170 170 170 175 170
Huevos 950 950 950 950 950
Total en pesos (nuestro cálculo) 23.588+ 49.433 26.315 63.564 28.066,25
Total en pesos según la Memoria 23.224 49.069 37.640 65.799 31.685 207.417
Fuente: Los chinukamana de Chayanta, Memoria de los tributos, Documento 7 (ff. 50v-53v).
1 Nuestro cálculo en pesos según los precios citados en la Memoria de los tributos.
2 Martín de Robles tomó posesión de su encomienda solamente a fines de 1548, después del reparto de Guaynarima en
agosto.
3 Se trata solamente de tres meses, es decir, una cuarta parte de la renta de los 50 mitayos en años anteriores.
4 El texto indica 3.250 fanegas sin dar el precio corriente. Hemos calculado el valor sobre la base del precio de 10 pesos
por fanega.
castellanos en sólo dos años– sugieren que la cifra de Ocampo puede ser inclusive una
subestimación. Ver Polo Ondegardo, Relación de los fundamentos… ([1571] 1990:139-40);
Abercrombie, “La perpetuidad traducida…” (2002).
TASA 341
Cuadro 3.4
Tributos de los indios de Chayanta a Martín de Robles, (1548-1552),
comparado con la tasa de La Gasca de 1553-1556
(las 2/3 partes que corresponden a Robles)
Total La tasa de La Gasca
Pre-tasa pre-tasa (la parte de Robles)
1548 1549 1550 1551 1552 Cada año Total a
entregar
1553-1556
Pesos corrientes 11.520 11.520 11.520 7.299-4 38.209-4
Pesos de plata ensayada 7.333-5-2
Ropa (piezas) 16
frazadas 11
Mantas/ mandiles 11
Costales 32
Lana (arrobas) 8
Maíz en Potosí (fanegas) 1.000 1.000 1.000 3.250 1.000 800 3.200
Maíz/harina en Potosí (fanegas) 48 48 128 108
Chuño en Potosí (fanegas) 226
Trigo en sus tierras (fanegas) 130 130 130 145
Molle (fanegas) 10 40
Ganado 151 151 151 151 151 565,3
Cebo (arrobas) 16
Manteca (cantarillos) 32
Puercos 16 64
Gallinas 151 151 151 240 240 107
Patos 340 340 340 340 340 532
Perdices 266
Huevos 9.500 3469
Miel (arrobas) 5,3
Cera (libras) 5,3
Sal (cargas) 53,8
Pescuezo 64
Jáquimas 32
Sementera de maíz (fanegas) 32
Arrieros 3x año 240
Indios en minas1 502 50 50 50 50
Indios para casa 4 4 4 4 4 66,53
Indios para ganado 32
Fuente: Relación de los quipocamayos, Documento 7 (ff.132r-138v).
1 Los indios pagaban 12 pesos cada semana.
2 En 1548, Robles recibió su repartimiento a fines de agosto; por lo tanto, los indios pagaron solamente cuatro meses
de tributos.
3 El texto dice que estaban obligados a dar 20 indios anuales para servicio de casa. Dos terceras partes de estos sobre
ocho años suman 133, no los 433 apuntados en el documento (f.131v). Para los cuatro años después de la tasa el
total de indios para servicio de casa sumaría 66,5.
71 Así, encontramos pocos tubérculos en las tasas; además, los indios de Sacaca dejaron de
entregar fanegas de quinoa después de la tasa. La tasa sí especifica para cada repartimiento
una entrega de vestidos de abasca, tanto para hombres como para mujeres. En este caso
quizás están destinados, no sólo al mercado minero, sino también para el uso de los mitayos
de la casa que no tendrían tiempo de hilar y tejer durante su turno en Potosí o Porco.
72 Posiblemente los Mallku de Sacaca compraron una parte de la cantidad excepcional de
maíz que tuvieron que entregar en 1548.
73 Documento 6 (ff. 48v-50v, 74v).
74 Documento 7 (ff.55v, 57r). Quizás, en algunos casos, los préstamos eran arreglos para poder
entregar el tributo en el momento designado o para conseguir especies de difícil acceso,
mientras que en otros (especialmente el de Sacaca) se trata de una situación cumulativa
de deudas.
75 La carga de los productos fue otro servicio personal que preocupaba a la Corona, pero como
lo evidencian tanto las listas de tasas como los chinu, el destino de los productos (Potosí,
La Plata, o sus tierras) siguió siendo considerado como parte intrínseca de los tributos,
tal como había sido bajo el Tawantinsuyu. Ver John V. Murra, “The mit’a obligations of
ethnic groups to the Inka state”, en G. A. Collier, R. Rosaldo y J. Wirth (comps.), The Inka
and Aztec States. Academic Press, London & New York, 1982; Assadourian, Transiciones…
(1994:192).
TASA 343
minera a los encomenderos. En cambio, antes de la tasa, los indios de Chayanta tri-
butaban granos en especie y no en trabajo: más de mil fanegas de maíz y 130 fanegas
de trigo que habían sembrado en sus propias tierras (ver Cuadros 3.4 y 3.5).
Además, en el Cuadro 3.5 vemos que Robles excedió notablemente los
límites estipulados por la tasa, aprovechando de los servicios de sus indios
para cultivar, para cuidar su ganado y para llevar los productos a Potosí. Por
ejemplo, la tasa le permitió ocho fanegas de “sementera” de maíz y trigo.76 En
los hechos, el encomendero hizo cultivar 12 fanegas de trigo más 17 de maíz
cada año. Los indios de Chayanta, después de la tasa, le proveyeron un total
de 210 indios cada año para el exclusivo cultivo de trigo.77
Cuadro 3.5
El monto de la tasa de Chayanta que correspondía a Martín de Robles, com-
parado con las entregas efectivas después de la tasa (1553-1556)
Las dos terceras partes de la tasa que corresponden a Robles Cantidades entregadas a Robles
cada año después de la tasa
Cada año Total a 1553 1554 1555 1556 Total
entregar 1553-1556
1553-15561
Pesos de plata ensayada 7333-5-2 [29.333] 7333-2 7333-2 7333-2 7333-2 29.333
Ropa (piezas) 16 [64] 22,5 16 16 16 70,5
Frazadas 11 12
Mantas + mandiles 11 24
Costales 32 74
Lana (arroba) 8 16 16 16 16 [64]
Maíz/harina en Potosí y sus tierras (fanegas) 800 3200 1005,5 800 800 800 [3405,5]
Chuño en Potosí (fanegas) 226
Molle (fanegas) 10 40 40 40 40 40 [160]
Ganado 565,3 71 71 71 71 [284]2
Cebo (arrobas) 16 32
Manteca (arrobas) 32 35
Puercos 16 64 16 16 16 16 64
Gallinas 107 27 27 27 27 108
Patos 532 540
Perdices (pares) 266 402
Huevos 3469 4000
Miel (arrobas) 5,3 6
Cera (libras) 5,3 68
Sal (cargas) 53,8 54
Pescuezo 64 68
Jáquimas 32 32
Sementera de maíz y trigo (fanegas) 32 17 17 17 15 [66]
Arrieros @ 1 x año 240 150 x año 150 x año 150 x año 150 x año 600
Sementera de trigo (fanegas) 12 12 12 12 48
Indios para trigo 210 210 210 210 [840]3
Indios para casa [66,5]4 20 20 20 20 [80]
Mitayos para casa 2 2 2 2 [8]
Indios para ganado 32 15 15 15 15 [60]
Fuente: Documento 7 (ff.130r-138r).
1 Algunos totales están especificados en el Documento 7; aquellos calculados por nosotros están en paréntesis. Las cifras altas de algunas entregas
(por ej. productos de lana, aves) se explican porque el repartimiento estaba compensando el hecho de no haberlas tributado antes de la tasa.
2 El documento dice 254.
3 El documento dice 810.
4 El documento dice 866 indios para los ocho años (y por lo tanto 433 para los cuatro años después de la tasa). Pero sobre la base
de las informaciones proveídas, hemos calculado que Robles pudo tener 133 indios para los ocho años (66,5 para los cuatro años
después de la tasa).
76 La tasa estipulaba una sementera de 12 fanegas de cereales en total, de las cuales dos terceras
partes correspondían a Robles (es decir, 8 fanegas anuales).
77 Documento 7 (f.137r); Cuadros 3.3, 3.4, 3.5 y 3.12e.
344 QARAQARA - CHARKA
Este dato nos lleva a matizar el argumento de Assadourian, quien señala que
la tasa de La Gasca, al reemplazar el trabajo (la sembradura) por los productos
(la especie), produjo una ruptura fundamental en la forma de tributar con los
tiempos anteriores.78 En el caso de Chayanta, sin embargo, constatamos un
proceso inverso, que se debe al impacto temprano de los mercados mineros.
En la situación anterior a la tasa se tributaba productos agrícolas solamente
en especie; por lo tanto, la tasa de La Gasca, al imponer un tributo en trabajo
agrícola, que a su vez fue excedido por el encomendero, representa a este
respecto una vuelta a un sistema de servicios personales.79
¿Cómo explicar esta política aparentemente contradictoria en cuanto a los
servicios personales? El texto de las tasas pone de manifiesto que era necesario
proveer mano de obra en la agricultura, además de los tributos en grano. No
se ofrece ninguna explicación a esta medida, pero se deja entender que los
encomenderos no sólo se habían apoderado de chacras en torno a La Plata,
sino también de sus repartimientos. Evidentemente, sin mano de obra no era
factible hacerlas producir.80
La prohibición efectiva de los servicios personales fue más clara en la
minería, pero en ese caso también fue profundamente contradictoria. Hasta
la tasa de La Gasca, el repartimiento de Chayanta daba 50 indios a Martín de
Robles, que labraban sus minas, más 50 indios para sacar la tierra de ellas, y
Sacaca también daba entre 60 y 100 indios mitayos para la minería. En ambos
casos, esta categoría de servicios personales fue suprimida por la tasa.81 Sin
embargo, en primera fila en la lista de tributos para cada repartimiento figu-
ran los pesos de oro y plata, y es patente que estos pesos se iban a conseguir
mediante el trabajo minero.
Cuando ya estaba por salir del Perú, La Gasca fue informado de algunos
problemas relativos a la tasa, entre ellos “la manera de tasar los indios de Charcas,
porque los mismos indios decían que holgarían de dar antes indios para las minas
que no otro tributo”.82 En este caso, entonces, la política de La Gasca en contra
83 Recordemos la insistencia de los Mallku charka y qaraqara de que no eran pastores, y los
apuntes de Gabriel de Rojas sobre la urgencia de reformar el tributo de ganado en estos
repartimientos. Ver Rojas, “Memoria de los repartimientos…” (1958:154,165).
84 En Macha, los tributos asociados con los textiles y lana fueron suprimidos, más otros
productos ovinos y naturales (molle y sal).
85 Ver AHP CR 1 (f.87v): “a causa de estar el dicho repartimiento muy agraviado y cargado
en los tributos que hasta ahora han dado por la tasa … se han huido y huyen muchos indios
y se mueren otros en el beneficio de la coca”.
86 Así lo aclara el prefacio: “los señores Oidores de la Real Audiencia … de los tributos que
el repartimiento de Macha … había de dar al General Pedro de Ginahosa ya difunto …
mandaron que la persona que sucediere en su encomienda [y] no otra alguna que hubiere
de cobrar los tributos” (AHP CR 1, f.11r).
346 QARAQARA - CHARKA
Cuadro 3.6
Liquidación de cuentas entre el repartimiento de Sacaca
y Alonso de Montemayor, 1548-1551
Tasa en especies1 Lo que Montemayor Lo que Sacaca debe a
debe a Sacaca Montemayor
(pesos-tomines-granos ensayados) (pesos-tomines-granos ensayados)
Plata 39.405-2-0
Chuño 4578-7-6
Ropa 131-4-8
Ganado 8061-3-0
Cebo 21-0-6
Frazadas 213-1-3
Mandiles 64-7-3
“cosas de cabuya” 385-7-9
Miel 73-5-9
Cera 148-3-6
Gallinas 7-0-0
Quinoa 66-5-4
Papas 28-0-6
Transporte de 700 cestos de coca 3070-1-6
Maíz 2193-0-0
Pescuezos 85-7-9
Aves 227-1-9
Huevos 48-6-0
Sal 38-4-8
Coca 28.947-3-0
32 fanegas de sembradura 372-6-5 (maíz)
en sus tierras 74-4-0 (trigo)
8 fanegas de sembradura en la Villa 111-7-0
Arrieros 842-1-0
Pastores 505-2-0
TOTALES 56.329-6-11 33.447-3-7
SALDO 22.882-3-4
Fuente: Documento 6 (ff.302r-304v).
1 Las cuentas se basaron en el cálculo retrospectivo de los montos de cada especie a entregar, señalados en la tasa, para
los años anteriores a la tasa (ver la Presentación de esta parte, acápite 3.4).
101 Evidentemente, estos pleitos están dirigidos solamente a los descendientes de los enco-
menderos de aquellos años. No entran al caso datos sobre lo que recibieron encomenderos
anteriores.
102 En ambos pleitos, la deuda del encomendero hacia sus indios resultó ser mucho mayor que la
de éstos. Cabe notar también que se constatan excesos sólo para el período anterior a la tasa.
Los Interrogatorios mencionan excesos llevados después de implementarse la tasa, pero no
quedan comprobados, aunque en el caso de Chayanta se los puede calcular (ver Cuadro 3.5).
350 QARAQARA - CHARKA
Sin embargo, este proceso no fue bien preparado y por tanto el Documento
6 presenta problemas de interpretación que merecen un estudio detallado.
Tomaremos algunos ejemplos concretos para aclarar sus dimensiones.
103 Ver el Documento 6 (f.58v): “[don Hernando Achacata] siempre se hallaba a la recoger
del dinero y ganados y todas las otras cosas que daban de tributo al dicho don Alonso de
Montemayor”; también “allí [en Potosí] lo pagaban y entregaban por sus quipos al dicho
encomendero, y ellos propios vendían el dicho maíz y chuño y ropa y ganado, a los precios
que declarado tiene, y se lo daban al dicho encomendero”; y “como tal quipocamayo que
era, lo asentó y puso por quipo a la dicha sazón, así los cestos de coca como los peones
que sacaban la coca hasta Totora” (ibid. ff. 74r, 407v-408r).
104 El texto de la tasa de Moromoro, por ejemplo, precisa que el cacique Yangacala “la entendió
y puso por quipo todo lo en la dicha tasa contenido, cada cosa por sí particularmente”. Ver
AHP CR 1 (f.134r). Ver también, para el caso del chinukamana de Macha, don Andrés
Tanquiri, en la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 18 (f.341r).
105 Se encuentran discrepancias similares entre el Interrogatorio y las evidencias de los chinu
en el Documento 7.
TASA 351
a La Plata, atrasados por ser “indios viejos y enfermos”, aclaran que la mayor
cantidad de ganado dada en un año no llegó a superar las 350 cabezas (ver Cuadro
3.2).106 Otro ejemplo: la décima pregunta menciona muchos excesos cobrados
por Montemayor después de la tasa, lo que fue negado por los chinukamana.
También se incluyen en el Interrogatorio referencias detalladas a extrac-
ciones que no figuran en los chinu de los tributos, tales como las 35 piezas de
ropa de cumbi regaladas a su padre Kuysara por el Inka Wayna Qhapaq, que
Alonso Ayawiri tuvo que entregar a Montemayor para poder salir de la cárcel,
o los materiales y la mano de obra para construir “unas muy buenas casas” en
Potosí para el encomendero. En estos casos se trata de situaciones excepcio-
nales y de entregas hechas bajo el miedo a los castigos. Así, un testigo afirma
que los gastos cubiertos por los indios de Sacaca cuando construyeron las casas
en Potosí se debían a “las vejaciones y molestias que el dicho don Alonso de
Montemayor les hacía”.107
Pero en otros casos las discrepancias entre el Interrogatorio y los chinu son
más difíciles de explicar: cuando se trata, por ejemplo, del número de mitayos que
servían al encomendero. En el primer Interrogatorio del Documento 6 leemos:
“asimismo les compelía y apremiaba que le diesen como le dieron mucha cantidad
de indios e indias que le sirviesen”.108 El primer testimonio de los chinukamana
en 1572 no menciona a estos mitayos y cuando se les pregunta declaran que
dieron ocho indios cada año.109 Sin embargo, cuando en 1578 los contadores
para la liquidación del pleito piden de nuevo que comparezcan los chinukamana
de Sacaca, éstos niegan por completo que se hayan dado mitayos para servir al
encomendero en los cuatro años que precedieron la tasa.110
Debemos concluir que los mitayos de servicio doméstico no estaban
incluidos en los chinu, en los cuales se había registrado el tributo entregado.
En 1572 los chinukamana de Sacaca declaran a estos mitayos aparte y además
106 Siempre es posible que el encomendero se hubiese apropiado de otros animales sin el “con-
sentimiento” de los indios, que por consiguiente pueden haberse omitido de los chinu.
107 Documento 6 (f.62v). Cabe señalar que los chinukamana no declararon estas entregas
excepcionales hasta que se les planteó preguntas adicionales (ff.278r-278v).
108 Documento 6, @ pregunta 5 (f.12v). Los indios también tenían que servir a los mayordo-
mos: “este testigo vió en las dichas casas del dicho don Alonso de Montemayor indios e
indias que servían a los dichos mayordomos” (f.41r).
109 Documento 6 (f.62r). El tercer chinukamana, don Pedro Horuro, enumera un total de seis
mitayos solamente (f. 74r).
110 Documento 6 (ff.64v-65r). Una discrepancia parecida se encuentra en el Documento 7.
El Interrogatorio asevera que “el dicho Martin de Robles … tenía ordinariamente gran
cantidad de mitayos que servían en su casa y caballeriza, los cuales daban ganado, harina,
carbón, leña, maíz, hierba y otras cosas … Digan los testigos qué cantidad de mitayos
fueron y qué tiempo, y qué valdría a la dicha sazón” (f.48r). Sin embargo, cuando los chi-
nukamana de Chayanta presentan sus cuentas afirman nada más que “dieron cada día de
todo el dicho tiempo [antes de la tasa] cuatro mitayos para el servicio de la casa de Potosí
a los dichos mayordomos y al dicho Martin de Robles” (f.138v).
352 QARAQARA - CHARKA
la causa de no decir entonces algunas cosas de las que ahora añaden fue por
no se les acordar, y que ahora que les ha preguntado cada cosa en particular
han hecho esta declaración.114
114 Documento 6 (f.279r). Juan de Baños presenta la misma justificación (f.312v) y recalca que
“los cuales dichos quipos de los dichos indios son ciertos y verdaderos, y hacen entera fe
siempre” (ff.312v-313r). En otro caso de discrepancia, que trata de un supuesto error en el
número de cestos de coca entregados, los chinukamana culpan directamente al escribano
por no haber planteado debidamente la pregunta: “fue error y culpa del dicho escribano
y no de este testigo, porque si se lo preguntaran y advirtieran de lo contenido en el dicho
memorial, como ahora se le ha preguntado, lo declarara entonces también, como lo ha
declarado en la segunda pregunta”. Ver el Documento 6 (ff.411v-412r; 402v, 408v).
354 QARAQARA - CHARKA
115 Hay que tomar en cuenta los múltiples procesos de traducción a los cuales la evidencia de
los chinu fue sometida. Para estos, y para el proceso dialógico de “hacer hablar” al chinu,
ver Tristan Platt, “‘Without deceit or lies’: Variable chinu readings during a 16th century
tribute-restitution trial”, en Jeffrey Quilter y Gary Urton (comps.), Narrative Threads…
(2002).
116 Cabe notar que uno de los testigos más fidedignos que respondió al primer Interrogario
en este pleito –Pedro de Leizeguín– ofreció una descripción detallada ya en 1572 de cómo,
20 años antes, los indios de Sacaca fletaban la coca de su encomendero desde los yungas
a Potosí. Ver el Documento 6 (f.47v). No se trata, entonces, de que nadie se acordaba de
los fletes de coca en los primeros años del pleito.
117 Documento 6 (f.265r). Efectivamente, ellos no la habían dado, pero sí otros chinukamana
que anteriormente habían pertenecido a Sacaca.
118 Aquí de nuevo encontramos tres chinukamana para Sacaca, lo que refuerza la hipótesis de
que correspondían a las tres parcialidades.
TASA 355
Cuadro 3.7
Los envíos de la coca desde los yungas a Totora, Potosí y La Plata,
(1548-1551), según los chinukamana de la coca
Año Número Cestos Número de Destino de Número Número
de mita de coca peones hasta la coca de llamas de peones
Totora1 desde Totora
1548 1 314 157 La Plata 100 57
2 355 179 Potosí 116 63
3 377 189 La Plata 126 63
Total 1.046 525 342 283
1549 1 292 146 La Plata 100 46
2 341 171 La Plata 127 51
3 367 182 Potosí 110 72
Total 1.000 499 337 169
1550 1 222 111 70 41
2 274 136 82 54
3 302 151 100 51
Total 798 398 252 146
1551 1 203 102 Potosí 70 31
2 242 121 La Plata 80 31
3 262 131 Potosí 90 41
Total 707 354 240 103
Total de
Totales 35512
Fuente: Documento 6 (ff.370-372).
1 “…para sacar estos dichos cestos de coca al dicho pueblo de Totora tardaron tres días”.
2 El documento da la cifra de 3.547 cestos “todos… muy grandes como se usaban en aquel tiempo”.
Pero, ¿por qué los chinukamana de los valles no llegaron antes y no tes-
timoniaron en el pleito anterior? La explicación se encuentra en la temprana
división de la provincia incaica de Charka por la encomienda. Juan de Baños,
al fijarse en el “repartimiento” de Sacaca, probablemente no se dio cuenta de
la extensión del antiguo wamani, al no consultar a los Mallku de Sacaca. Ellos
le hubieran informado que los chinukamana de la coca estaban en otro reparti-
miento. Recordemos al respecto que el Mallku de Sacaca vivía mayormente en
Potosí y que los tributos con sus chinukamana respectivos llegaban a menudo
de los valles y yungas, tanto a Potosí como a La Plata.
La mayoría de los mitayos charka en la coca habían pasado a manos de
otros encomenderos desde que Vaca de Castro hizo su segundo reparto, que-
dando solamente algunos en la encomienda de Alonso de Montemayor en
Sacaca. Estos estaban bajo la autoridad del cacique principal de El Paso en
Cochabamba, Gerónimo Cuyo. Siendo éste uno de los testigos presentados
por Juan de Baños en 1578 para responder al Segundo Interrogatorio, afirma
que “era el cacique principal de los indios de estos valles” y que había vigilado
las entregas de coca al encomendero en La Plata y Potosí.119 A comienzo de
119 Documento 6 (f.399r). Schramm también afirma que los Charka que vivían en Totora
para beneficiar la coca del Inka en los yungas eran mitimaes enviados allí desde el valle de
Cochabamba. Ver González, Visita de los Yndios Churumatas… (1990:4-5). Don Gerónimo
356 QARAQARA - CHARKA
los años 1550 seguía vigente gran parte de la estructura del antiguo wamani,
a pesar de su división entre distintos encomenderos. Sin embargo, desde la
nueva tasa de Toledo (y quizás desde antes en el caso de los yungas de coca)
los lazos se habían aflojado y así se explica que no fueron convocados por Juan
de Baños en el primer pleito.
El Documento 6 demuestra claramente que la competencia de los chinuka-
mana no se puede considerar aparte de las preguntas de sus interlocutores.
Todo dependía de cómo se accedía a las informaciones de los nudos.120 Cuando
Interrogatorio y testigos, y no los chinukamana, presentan los datos que tratan
de los excesos de tributo no se les incluye en la lista de las cuentas finales. Es
decir que, a fin de cuentas, los khipu/chinu lograron adquirir un estatus legal
trascendental que no tuvo ningún otro testimonio legal.121 Como ya hemos
sugerido, los chinukamana en la Corte tienen un estatus muy similar al de los
“expertos” en los pleitos modernos; no son considerados como testigos, aun
cuando responden al Interrogatorio, sino que son “declarantes” y ofrecen sus
“dichos y declaraciones”.122
123 Ver John V. Murra, “Las etnocategorías de un“khipu estatal”, Formaciones… (1975:243-
54). Se sabe que el orden de anudar las especies en los khipu no fue homogéneo, sino que
obedecía a tradiciones regionales.
124 En la tasa de Sacaca, la sal se encuentra separada de la miel y la cera; en la de Macha, se
incluye madera y bateas de madera al final, pero en general el orden es parecido en los
tres casos.
125 En el Documento 7, la Relación de los chinukamana de Chayanta es una respuesta a las
preguntas del escribano, que siguen el orden de la misma tasa de La Gasca (ff.f.132r-138v).
La Memoria de los tributos, presentada después del Interrogatorio, demuestra otra lógica
(ff.51r-53v), aunque no podemos saber si es directamente aquella de los chinukamana, o
si más bien ha sido modificado en los procesos de edición.
358 QARAQARA - CHARKA
se empieza con la enumeración de los productos que más renta dieron, hasta
llegar a las de menos valor en el mercado.126 Un detalle que parece confirmar
esta interpretación son los servicios: la posición de los indios en los registros, al
parecer, está basada en un criterio de rentabilidad. Mientras que los indios en
las minas ocupan la segunda posición en la lista, inmediatamente después de la
plata, los mitayos para la casa, que no tienen un valor en términos monetarios
y que también tienen un estatus de dependencia, vienen al final.
Cuadro 3.8
La clasificación de las especies en la tasa de La Gasca
Categoría MACHA Categoría SACACA Categoría CHAYANTA
Gente indios
Metálico plata Metálico plata Metálico plata
Coca coca Coca coca
Lana y productos de lana tejidos de abasca Lana y productos de lana vestidos de abasca Lana y productos de lana ropa de abasca
frazadas frazadas frazadas
mantas de caballo mantas de caballo mantas de caballo
mandiles mandiles
costales costales
jáquimas
lana lana lana
Productos de valle maíz Comida maíz Productos de valle maíz
molle papa/chuño molle
Ganado y ovejas Ganado y ovejas Ganado y ovejas
productos sebo productos cebo productos cebo
derivados manteca derivados manteca derivados manteca
puercos puercos puercos
Aves y huevos gallinas Aves y huevos gallinas Aves y huevos gallinas
patos/as patos/as patos/as
perdices perdices perdices
huevos huevos huevos
Productos naturales Productos naturales pescado Productos naturales
miel miel miel
cera cera cera
sal sal1 sal
Productos de cuero pescuezos de oveja Productos de cuero pescuezos de oveja Productos de cuero pescuezos de oveja
ojotas
Cabuya cabuya Jáquimas, etc. (o de lana) Jáquimas (o de lana)
Madera maderos
bateas
Trabajo agro-pastoril, Trabajo agro-pastoril, Trabajo agro-pastoril,
arrieraje, arrieraje, arrieraje,
servicios de casa servicios de casa servicios de casa
Sustento de sacerdotes diversos productos Sustento de sacerdote diversos productos Sustento de sacerdotes diversos productos
126 La única excepción son los huevos, que vienen después de las aves, a pesar de ser una fuente
de mayor ingreso.
TASA 359
Cuadro 3.9
La clasificación de los tributos en los chinu de Sacaca y Chayanta
SACACA CHAYANTA
Categoría Especie Valor total Categoría Especie Valor total
en 1549 (pesos) en 1549 (pesos)
Plata marcos 16.960 Marcos pesos 11.520
indios en mina indios en mina 9.125
Comida maíz 2.500 Cereales maíz 20.000
chuño 2.400 trigo 5.200
Ganado y productos ovejas 3.500 Ganado carneros y ovejas 1.510
derivados carneros 520
corderos 208
cebo
Productos de lana ropa de abasca 540 Maíz y harina en Potosí 580
y cuero en pueblos 228
frazadas 115
lana 28
mandiles 30
jaquimas etc. 180
pescuezos 42
Productos naturales miel 70
cera 40
Aves y huevos gallinas 60 Aves y huevos gallinas 150
patos/as 65 patos/as 170
huevos 100,4 huevos 950
Productos alto-andinos quinoa 80
papas 13
sal 46
Indios mitayos servicios
Fuente: Documento 6 (ff.59v-60r); Documento 7 (ff. 51r-52v).
127 Si bien los debates en torno a la tasa tratan insistentemente de la justicia, desde luego influyó
mucho la necesidad de proveer y estimular los mercados. Efectivamente, “tasa” en Castilla
en la misma época significaba “el precio máximo legal para los granos y cereales”. Se trata
entonces de un concepto vinculado por definición al mercado y a los precios justos. Ver
Vassberg,”Land and Society… (1984:190-194).
360 QARAQARA - CHARKA
Cuadro 3.10
Los precios en Potosí (1548-1553), según los chinu de Sacaca y Chayanta
(pesos)
SACACA CHAYANTA
1548-1551 1548 1549 1550 1551 1552 1553
Indios para la labor de minas (cada semana) 4 [1 marco] 8 8 8
Maíz (poccha) 5
Maíz (fanega) 10 20 20 8 ? 12
Trigo (fanega) 40 20 16 16
Chuño (fanega) 12 12
Carneros de la tierra 10 10 10 10 10 10 10
Corderos 4
Maíz/harina en Potosí (fanegas) 20 20 12 12 12
Maíz/harina en sus pueblos (fanegas) 12 12 8
Cebo (arroba) 4
Ropa de abasca (pieza) 6 6
Frazadas 3
Lana de la tierra (arroba) 4
Mandiles 1
Jáquimas con sus cabrestos, látigos y cinchas 4 [1 marco]
Pescuezos adobados para riendas 2
Miel (arroba) 4
Cera (arroba) 5
Gallinas 1 1+ 1 1 1 1
Patos y patas 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5 0,5
Huevos (cada 100) 5 5 5 5 5 5
Quinoa (carga) 4
Papas (carga) 1
Sal (carga) 2
En el caso de Sacaca, los precios fijos declarados por los chinukamana son
anteriores a la tasa de La Gasca y corresponden a un momento de expansión
y bonanza en los mercados mineros. En este contexto, cuando eran los tri-
butarios los que vendían las especies, no podemos descartar que se hubiesen
apropiado de los excedentes de las ventas. Por ejemplo, cuando en 1548 y 1549
el “precio” (o sea, el precio de conmutación) del maíz estaba fijado a 10 pesos
TASA 361
128 A veces los mismos chinukamana vendieron los tributos y entregaron el dinero al enco-
mendero; a veces el mayordomo se hizo cargo. En un caso, los indios de Sacaca se quejaron
de que el mayordomo llevó su tasa de tubérculos todo en chuño, que valió cinco o seis
pesos en el mercado, mientras que la carga de papas estaba a un peso. Ver el Documento
6 (f.63r).
129 AHP CR1 (f.313v). Ver Platt, “Acerca del sistema tributario…” (1978).
130 La excepción era la pequeña parte del tributo designada explícitamente “para su comer”
(en el caso del ganado una llama y un cordero por semana) o el cantarillo diario de chicha
asignado por la tasa al sacerdote de cada repartimiento, para apagar su sed. Solamente
estos bienes de consumo directo no están calculados en valores monetarios.
131 Ver el Documento 6 (f.12r).
362 QARAQARA - CHARKA
Lámina 3.1
Cerámica antropomorfa (posiblemente un Mallku yampara)
(Museo Arqueológico de Charcas, Sucre)
Estos eran los oficios de los Mallku y les tocaba a los indios del común
hacer el trabajo que produjera los tributos asignados. En su Memoria de 1582
el Mallku charka protestaba que “en todas nuestras vidas no hemos sabido qué
cosa era trabajar”; pues el Inka había privilegiado el estatus de un Hunu Ma-
llku asignándole “50 yanaconas reservados de todos los servicios” para su uso
personal.136 Evidentemente, según los valores españoles, un señor no ensuciaba
las manos con el trabajo físico y este es el aspecto importante de la queja de
Ayawiri. Sin embargo, los españoles, preocupados por las rentas en declive en
los años 1560, miraban al ocio y a los ingresos personales de los Mallku y los
demás principales con creciente recelo.
Entre las reformas propuestas para reducir el poder de los señores se
consideraba la de crear cabildos de indios, aunque esto no se logró sino par-
cialmente, cuando Toledo redujo a la población tributaria. Cuando se creó el
oficio de Alcalde Mayor a estos fines, el cargo fue incorporado como el más
importante en la jerarquía de los que podían ocupar los Mallku, viniendo de
algún modo a sustituir a lo de tukuy rikuq que había sido abolido.137 De esta
manera, el Corregidor pudo concentrarse en su objetivo principal, que era
promover el mercantilismo y no contrarrestar el poder señorial.138
La nueva tasa de Toledo consiguió, en cierta medida, minar el estatus de
los señores, aunque no de manera tan radical como lo recomendaba Matienzo.
Toledo redujo drásticamente su número, quitando a la mayoría de ellos sus
privilegios. Reorganizó la jerarquía cacical al eximir de la tasa solamente a
unos cuantos en cada repartimiento, atribuyendo a cada uno un salario y unos
cuantos indios de servicio (Cuadro 3.13d.i). De esta manera, la Corona asumió
el derecho de determinar el estatus de los señores. Y es dentro de este nuevo
marco institucional que las quejas expresadas en el Memorial representan un
primer intento de recobrar su jerarquía perdida.
Al mismo tiempo que sometió a los señores a la vigilancia de los Corregi-
dores y los sacerdotes, Toledo confirmó a algunos en sus cargos. Piezas claves
de la política colonial, les dio la responsabilidad de realizar las reducciones y
facilitar la evangelización, de proveer la mano de obra para la mita minera y
los pueblos de españoles, y sobre todo de entregar el tributo de sus indios.
Un detalle ejemplar que ilustra los cambios obrados por Toledo es la res-
ponsabilidad de mantener “hospitales” para los indios. Una de las funciones de
los Mallku antes de Toledo había sido la de cuidar a los enfermos. Pero tal como
los señores Charka y Qaraqara lo explicarían en el Memorial, los medios para
136 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 20 (ff.3v @ 21, 13v @ 2). El mismo documento
deja entender que, hasta las reformas de Toledo, el Mallku charka seguía gozando de los
servicios de los indios de Chayanta y Cochabamba, a pesar de que habían sido encomen-
dados aparte desde el principio (f.13r).
137 Ver la Presentación de la Quinta Parte, “Mallku”.
138 Assadourian, Transiciones … (1994:166-7).
TASA 365
realizarla les habían sido quitados por la nueva tasa y le tocaba a la Corona asu-
mir su responsabilidad. Sin embargo, como veremos, esta responsabilidad pasó
más bien al cabildo de indios, en base a las tierras y cajas de comunidad.139
139 Documento 20 (f.3r). Ver la Presentación de la Cuarta Parte, “Tierras”, y los Documentos
8 (f.60r-v) y 12 (ff.2v-3r).
140 Zavala, El servicio personal… (1978:95). El preámbulo a la tasa de Toledo busca legitimidad
cuando recalca las injusticias del sistema anterior: “fueron las tasas tan cargadas de servicios
personales, y de menudencias y camaricos que mandaban dar a sus encomenderos, y a los
sacerdotes que entendían en su conversión, que … era excesivo el trabajo [al] acudir con
tanto género de cosas, y mucha la ocasión que les quedó a los encomenderos para agra-
viarlos y disiparlos con las dichas conmutaciones, y no menor a los caciques y principales
para les molestar con excesivos repartimientos de que sacaban para sí mucho mas de lo
que los pobres indios debían”. Ver AHP CR 18 (f.214v).
141 Ver la Cuarta Parte, “Tierra”, Documento 9 (f.59v); Gordillo y Del Río, La visita de Ti-
quipaya… ([1579] 1993); ANB EC 1582, No. 4; y en esta Parte el Documento 6 (f.163r).
No hemos logrado identificar al Visitador de El Paso.
142 Los cuadros sobre la tasa de Toledo (Cuadro 3.13a-d) han sido elaborados con base en la
versión que se conserva en la serie Cajas Reales del Archivo Histórico de Potosí, que ofrece
una visión más detallada de Charcas que la versión existente en el Archivo General de Indias,
publicada por Noble David Cook (AGI Contaduría 1786); cf. Cook, Tasa… (1975: 30,32).
366 QARAQARA - CHARKA
nadas contra las injusticias de la nueva tasa y las demás provisiones toledanas.
Insisten sobre las dificultades que tenían para pagar la tasa debido a los huidos
y ausentes, y a los errores censales de la Visita, pero en particular comparan su
nueva condición con la de sus antiguos rivales. Estaban tasados a 7 pesos por
cabeza, cuando sus vecinos los Killaka y Karanqa tenían que pagar solamente
6.143 En el primer capítulo del Memorial, y de nuevo en el último, los caciques
pidieron una retasa, seguramente esperando conseguirla tan fácilmente esta
vez como en la década de los 1550. Pero la influencia de los lascasianos ya no
se hacía sentir y los oficiales de la Audiencia estaban convencidos de que los
Mallku los estaban engañando al ocultar una parte de sus indios. El nuevo
campo de batalla se constituyó, entonces, en torno a los datos demográficos,
que habían sido consignados en la Visita General (Cuadro 3.13b).
La nueva tasa constituyó un intento de combinar dos criterios opuestos.
Por un lado, algunos, entre ellos Matienzo, abogaban por el tributo por per-
sona para que los indios aprendieran a ser libres y salieran de la sujeción de sus
señores. Por otro lado, Polo argumentaba que la mejor forma de asegurar las
rentas reales era reconocer el papel fundamental de los señores en repartir la
recaudación de los tributos. Toledo buscaba una posición intermedia al asignar
el tributo por cabeza (“cada indio señalado por su nombre y su ayllu”) y al
mismo tiempo encargar la responsabilidad del tributo a la colectividad (“por
universidad”) bajo el mando de sus señores. En los hechos, la expansión de
tierras de comunidad, trabajadas de manera colectiva, constituía un elemento
clave para que se cumpliera con las obligaciones tributarias.144
Bajo el Tawantinsuyu también se había calculado las obligaciones de cada par-
cialidad con base en datos demográficos; y por eso valía el sistema decimal. Pero
un cambio radical en la nueva tasa fue que Toledo prohibió a los Corregidores
modificar el monto total del tributo de acuerdo con los cambios demográficos.
Por consiguiente, cuando crecía la población la rigidez del orden toledano iba en
contra de los intereses de la Corona. Este parece haber sido el caso entre 1574-
1590, período en que se nota un aumento demográfico en nuestra región.145 De
ahí que, en la Revisita de Tacobamba que se realizó en 1589,146 el Corregidor
pide al Virrey que se vuelva de nuevo al sistema decimal de los Inka, en que:
143 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 20 (Memorial @ 44, f.8r). Sus argumentos son
contradictorios; si por una parte piden una retasa, por la otra piden privilegios excepcionales
tales como los que ya gozaban los Kañari y Chachapuya.
144 Ver la Presentación de la Cuarta Parte, “Tierra”; y en la Quinta Parte, “Mallku”, Docu-
mento 16 (f.54v).
145 Ver Brian Evans, “Death in Aymaya in Upper Peru”, en Noble David Cook y George
Lovell (comps.), “Secret Judgements of God”: Old World Disease in Colonial Spanish America,
University of Oklahoma Press, Norman, 1992, p. 149.
146 Tacobamba fue un pueblo de reducción qaraqara, en valles cálidos cerca de Chaquí; véase
el Mapa 4.1.
TASA 367
enteraban todos estos ayllus a cien indios igualmente, y así les cargaban el
tributo igualmente. Y lo mismo se entiende que hacen ahora aunque sobre
en los ayllus su número, y este daño es grande porque se extiende a todas las
obligaciones y servicios personales.147
No faltan corregidores en esta provincia que oyen a indios sobre decir que
no pueden cumplir con la tasa por los muchos que se han muerto y ausentado
como por haberse empadronado en la visita los indios ausentes ... y no haber
vuelto a su pueblo.148
147 AGN XIII, 18.4.1. Chaquí, 10.viii.1591 (f. 271); AGN XIII, 18.4.1. 28.viii.1589 (f.141v).
148 Capoche, Relación General… ([1585] 1959:184).
149 Evans, “Death in Aymaya…” (1992:150-151); Noble David Cook, Born to Die: Disease and
New World Conquest, 1492-1650. Cambridge University Press 1998 (pp.127-32).
150 Sin embargo, la Revisita ordenada en 1605 no se realizó hasta 1614. Ver Enrique Tandeter y
Emilio Ravignani, “Teoricamente ausentes, teoricamente solas: mujeres y hogares en los Andes
coloniales (Sacaca y Acasio en 1614)”, Andes. Antropología e Historia 8, Salta, 1997, pp. 11-25.
151 Ver Thierry Saignes, “Politiques du recensement dans les Andes coloniales: décroissance
tributaire ou mobilité indigène?”, Histoire, Economie, Société 4, París, 1987, pp. 435-464;
Silvia Rivera, “El Mallku y la sociedad colonial en el siglo XVII: el caso de Jesus de Ma-
368 QARAQARA - CHARKA
iii) “Soldados y capitanes de Su Magestad, que van a pelear con las minas”
A propósito de la mita minera el texto del Memorial dice poco. Si bien los
caciques charka y qaraqara piden que sus “naciones” sean las más privilegiadas
de todo el reino, sus protestas con respecto al trabajo minero son pocas si las
comparamos con aquellas dirigidas en contra de la nueva tasa. Lamentan el
gran número de indios que han muerto en Potosí para pedir que no se aumente
el número de mitayos.
Que sus pocas quejas estén dirigidas a las circunstancias del trabajo minero
y no a la mita en sí es elocuente: no sólo habían sido mineros desde tiempos
antiguos, sino que en el contexto colonial las minas ofrecían un importante
mercado para sus productos y muchas facilidades de empleo. Así, otra queja es
que sus “huelgas” (tiempos de descanso) se habían reducido, dejándoles menos
tiempo para otras formas de empleo, lo cual traía efectos negativos para toda
la economía minera.152
Desde los primeros años del gobierno español, detrás de los intentos de
abolir los servicios personales existía la intención de que los indios tributaran
“de buena voluntad”; pero el Consejo Real vacilaba entre un idealismo origi-
nado en su propia cultura peninsular y el realismo. Por ejemplo, al momento
de proclamar que nadie pudiera obligar a los indios a trabajar en las minas, las
ordenanzas de minas de Vaca de Castro en 1543 incluían la provisión de que
podían hacerlo si éstos acudían de su voluntad para pagar el tributo.153
Después de la tasa de La Gasca, que suprimió casi todos los servicios, no es de
sorprenderse que la mita minera hubiese sido mantenida por los Mallku, cuando los
encomenderos no pudieron hacerlo directamente. Como lo precisa Santillán:
aunque derechamente no los mandaron dar indios para echar en las minas como
antes se hacía, per indirecte los necesitaron por las tasas a andar en ellas, porque
en mandarles dar oro y plata se tuvo respeto a que en las provincias en que los
chaca”, Avances 1, La Paz, 1978; Thierry Saignes, “Las etnias de Charcas frente al sistema
colonial (siglo XVII)”, Jahrbuch für Geschichte von Staat, Wirtschaft und Gesellschaft Latei-
namerikas, Band 21, Köln, 1984, pp. 27-76; y la Quinta Parte, “Mallku”, la Presentación
y el Documento 16 (Apéndice).
152 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 20 (ff.6r-6v @ 36 y 37).
153 Ver las Ordenanzas de Minas de Vaca de Castro de 1543, citadas por Zavala, El servicio
personal… (1978, t.1:5-9). La Visita de Gómez de Solís y Francisco de Tapia a los Kulu
y Kakina en 1549 deja entender que, en esa fecha, las minas de Porco seguían atrayendo
más a los indios de Charcas que las nuevas explotaciones de Potosí, aunque ya son visibles
las bases de la primera fase de la mita de Potosí, “concertada” directamente entre el en-
comendero y sus indios (AGI Justicia 434).
TASA 369
preguntado qué indios darían en las minas de Potosí cada un año al dicho
Alonso de Montemayor su amo, dijeron que le darán de buena voluntad
siempre 40 indios que anden en las dichas minas de Potosí, los 30 hombres
y 10 mujeres … Fueles preguntado que dará cada un indio cada semana de
cacilla al dicho su amo, dijeron que le darían de buena voluntad dos pesos
cada un indio cada semana.156
158 Polo Ondegardo, “Informe al licenciado Briviesca Muñatones…” ([1561] 1940, cap. 9);
Zavala, El servicio personal… (1978, t.1:40). Polo añade que la región minera de Charcas
“es un mercado donde hallan lo que van a buscar y vienen ricos y mejor mantenidos que
en su tierra, y mas sanos sin comparación” . Ver Polo Ondegardo, ibid., p. 167. Cabe notar
que cuando en el Memorial los Mallku se quejan de que se los trata como a “esclavos”, se
dirigen contra los españoles en general y no contra el trabajo minero.
159 Cabe señalar que desde antes de 1560 llegaba cada año un contingente de 500 indios de
Chucuito, que estaba en cabeza de Su Majestad. Díez de San Miguel, Visita… ([1567]
1964:31-2). La innovación de Toledo, entonces, no consistió tanto en instaurar la mita
minera, que ya estaba funcionando, sino en institucionalizarla mediante las capitanías de
mita encabezadas por los Mallku.
160 Pero a pesar de las insistencias de Toledo, el Rey en ningún momento aprobó formalmente
la mita. Ver Zavala, El servicio personal… (1978 t.1:76,79). Sólo los oidores y religiosos de
Lima dieron su vista buena a la institución de la mita en 1570, justificándola por la necesidad
de obtener rentas para defender la fe en el Viejo Mundo y proseguir con la evangelización
en el Nuevo. Bakewell, Miners… (1984:62,64).
TASA 371
161 Ver Jeffrey Cole, The Potosí Mita 1573-1700. Stanford University Press, 1985.
162 Ver Documento 18 (f.341r). Cabe notar que, según el Memorial, los Charka y Qaraqara
daban mitayos no sólo en Potosí, sino también en Porco y el “asiento de Beringuela y
Cochabamba”. Ver el Documento 20 (f.6v); cf. el Mapa 1.1. El tema de las capitanías se
analiza en la Presentación de la Quinta Parte, “Mallku”. En cuanto a la mita de Porco, ver
la Quinta Parte, “Mallku”, Documentos 16, 18, 19, 20. También AGI Charcas 35, Informe
de Diego Bravo, Potosí, 23.xi.1593. Según Bravo, antiguo Corregidor de Porco, el princi-
pal problema en este asiento fue la falta de indios mitayos. Habían en 1593 siete ingenios
para proveer de harinas minerales a los buitrones para el beneficio con azogue; pero “los
metales ricos que se hallan son de fundición y se benefician con fuelles; son tan ricos que
un quintal de metal viene a tener dos arrobas de plata fina”. En cuanto a la mano de obra,
comentó que Toledo había dejado 920 indios de cédula para estas minas, mandando que
anduviesen de mita ordinaria los 700, “que los de huelga jamás han existido … De éstos
se han sacado de orden de vuestros Virreyes los 108 para el servicio de las fronteras de los
Chiriguanaes de Paspaya y otros, y también mandó que la tercera parte de estos indios
trajesen comidas para bastimentos de aquel asiento, de manera que aun no andan en las
minas de 400 indios arriba y de éstos hacen ordinariamente faltos y aprovechamientos”.
163 Es notable que, a principios del siglo XVII, todas las “naciones” Urqu de Charcas pagaban
plata (qullqi jaqi), mientras que los Uma pagaban mayormente en trabajo minero (una parte
de los Sura pagaba en plata). Seguramente importaba también la existencia de rebaños
para cargar leña y otras mercancías a vender en Potosí. Ver Thierry Saignes, “Notes on
the regional contribution to the mita in Potosí in the early seventeenth century”, Bulle-
tin of Latin American Research 4(1), Liverpool, 1985, pp. 65-76; Cole, The Potosí Mita…
(1985:37-9).
372 QARAQARA - CHARKA
164 Cieza de León, Crónica del Perú, Segunda Parte ([1553] 1986:51).
165 Ramírez del Águila, Noticias políticas… ([1639] 1978:131).
166 Ver la Presentación de la Primera Parte “Culto”.
TASA 373
darse cuenta– nos advierte del aspecto ceremonial y sagrado de la empresa militar-
minera aún en pleno siglo XVII: los soldados mostraron sus mejores vestimentas,
con las plumas y las armas antiguas que seguramente les hacían recordar sus
victorias cuando eran “soldados del Inka”.167
***
Cuadro 3.11
Relación de Gabriel de Rojas: el valor monetario de los repartimientos en 15481
(en pesos)
QARAQARA CHARKA
Macha Macha Sacaca Chayanta El Paso Tiquipaya Total
1547 15482 1548 1548 1548 1548 Charka
Población tributaria 3.5003 3.500 1.250 2.000 450 550 4.250
Maíz y trigo (fanegas) 5.000 4.000 2.000 3.000 1.200 1.400 7.600
Maíz y trigo (en pesos) 75.000 32.000 13.000 24.000 6.400 43.400
Indios en minas 400 300 60 2004 50
Indios en la Villa 40-50
Indios en la coca 60
Tributo de mitayos 48.000 36.000 ó 5.000 14.4005 4.200
43.200
Coca (costales) 500 500 700 240 190
Coca (valor en pesos) 9.000 5.000 7.000 ó 3.500 2.400
Ganado, ropa
y madera (en pesos) 7-8.000 2.000 (ropa) algún ganado
Valor total (en pesos)6 140.000 75.000 ó 21.000 ó 37.500 ó 12.000 ó 12.000 ó 82.500 ó
95.000 32.500 53.3157 20.600 20.600 127.015
167 La frase empleada por los Mallku Charka y Qaraqara en el Memorial para recordar a Su
Majestad su antigua función de “soldados del Inka” evoca una imagen parecida: “si acaso
nosotros las dichas cuatro naciones hacíamos algunas plumerías, ropas, y algunas armas y
otras cosas, fué para nosotros tan solamente … Y este privilegio teníamos para que fuese
toda la gente muy lúcida en las guerras y en los alardes que se hacían”. Ver la Quinta Parte,
Documento 20 (f.8v @45). También Bouysse-Cassagne,“‘Si votre plumage…’” (1998).
374 QARAQARA - CHARKA
Cuadro 3.12
La tasa de La Gasca y las retasas (1550-1560)
(a) Dinero y cultivos
TASA DE LA GASCA RETASA1
Qaraqara Charka 2
Qaraqara Charka
Macha Moromoro Sacaca Chayanta Macha Sacaca Chayanta
1550 1551 1551 1550 1553 1557 1559
Población tributaria 1.073
Poblacion total 3.500
Pesos 27.0003 2.600 4.500 11.000 14.000 4.500 10.000
Coca (cestos) 375 7504 330 (por año) 6004
(125 por mita)
Maíz (fanegas) 1.200 200 600 1.200 1.200 400 1.000
Papas (fanegas) 80
Nombres don Fernando Yangala Ayabire y Canche, don Fernando don Alonso Canche,
de caciques Chincha Achacata Ayracha Chincha Ayavire y don Ayracha
caciques, y (1555), Martín Aynça caciques, y
Miama, don Francisco Miama y
Aquise, Parapara Aquise y
don Diego (1555), don Diego
principales don Pedro principales
Auca (1556)
Fuente: AHP CR 1 (ff.11-14, 84-90, 102-106, 132-134); Rostworowski, “La tasa ordenada…” (1983-4).
1 No tenemos la retasa de Moromoro.
2 Por no haberse puesto en cabeza de Su Majestad, las tasas de El Paso y Tiquipaya, repartimientos charka en Cochabamba, no fueron
registradas en AHP CR1.
3 La versión de la tasa de Macha, publicada por Rostworowski, da 27.300 pesos.
4 La retasa de Sacaca especifica que anteriormente pagaban 1.000 cestos por año, pero la tasa original da la cifra de 750 (250 por
mita). En realidad habían entre tres y cuatro mitas por año. Capoche afirma que se cosechaba la coca cuatro veces cada 14 meses.
Ver Thierry Saignes, “Capoche, Potosí y la coca”, Revista de Indias XLVIII, Nos. 182-3, pp. 207-235, 1988, p. 211.
Cuadro 3.12
La tasa de La Gasca y las retasas (1550-1560)
(b) Textiles y lana
TASA DE LA GASCA RETASA1
Qaraqara Charka 2
Qaraqara Charka
Macha Moromoro Sacaca Chayanta Macha Sacaca Chayanta
1550 1551 1551 1550 1553 1557 1559
Vestidos
de abasca 50 30 24 30 24
Frazadas de lana 8 2 6 4 3 4
Mantas de caballo
con mandiles 10 6 8 8 4 8
Costales
con sogas 40 16 24 6 24
Jáquima de lana
o cabuya 24 16 10 12 10
Lana bruta
(arrobas) 8 2 6 3 6
Fuente: AHP CR 1 (ff.11-14, 84-90, 102-106, 132-134); Rostworowski “La tasa ordenada…” (1983-4).
1 No tenemos la retasa de Moromoro.
2 Por no haberse puesto en cabeza de Su Majestad, las tasas de El Paso y Tiquipaya, repartimientos charka en Cocha-
bamba, no fueron registradas en AHP CR 1.
TASA 375
Cuadro 3.12
La tasa de La Gasca y las retasas (1550-1560)
(c) Ganados, aves y productos derivados
TASA DE LA GASCA RETASA1
Qaraqara Charka 2
Qaraqara Charka
Macha Moromoro Sacaca Chayanta Macha Sacaca Chayanta
1550 1551 1551 1550 1553 1557 1559
Ovejas 200 + 3 60 + 3 103 + 3 103 + 3 50 60 80
Puercos u ovejas 25 20 24 25 20 20
Cebo (arrobas) 8 2 6 6
Manteca de oveja
(cantarillos) 24 16 12
Pescuezos de
oveja adobados 24 30 24
Gallinas y aves
de castilla 100 50 50 40 100
Patos y patas 300 100 200 200 150
Perdices (pares) 200 60 1503 100
Huevos4 1.6805 780 1.560 1.300 1.560
Pescado ‘algo’
Fuente: AHP CR 1 (ff.11-14, 84-90, 102-106, 132-134); Rostworowski, “La tasa ordenada…” (1983-4).
1 No tenemos la retasa de Moromoro.
2 Por no haberse puesto en cabeza de Su Majestad, las tasas de El Paso y Tiquipaya, repartimientos charka en Cocha-
bamba, no fueron registradas en AHP CR 1.
3 La retasa dice que Sacaca pagaba anteriormente 25 pares al año, es decir, 50.
4 En la lista original, los huevos están por semana.
5 30 por semana; 50 por semana de Cuaresma.
Cuadro 3.12
La tasa de La Gasca y las retasas (1550-1560)
(d) Productos naturales y semiobrados
TASA DE LA GASCA RETASA1
Qaraqara Charka 2
Qaraqara Charka
Macha Moromoro Sacaca Chayanta Macha Sacaca Chayanta
1550 1551 1551 1550 1553 1557 1559
molle (fanegas)3 18 15
sal (cargas) 30 12 18 20
miel (arrobas) 2 1 1 2
cera (arrobas) 2 1 1 1
ojotas (pares) 100 100
cabuya bruta4
(arrobas) 4 2
madera
(25 pies de largo)5 15 15
bateas6 15 15
Fuente: AHP CR 1 (ff.11-14, 84-90, 102-106, 132-134); Rostworowski “La tasa ordenada…” (1983-4).
1 No tenemos la retasa de Moromoro.
2 Por no haberse puesto en cabeza de Su Majestad, las tasas de El Paso y Tiquipaya, repartimientos charka en Cochabamba, no
fueron registradas en AHP CR1.
3 El molle tenía varios usos: “cría rácimos a manera de uvas pequeñitas, y cuando maduras son coloradas, de que los indios hacen un
género de vino que beben … de los molles hacen rodesnos para los molinos de trigo … el molle da también una resina blanca, la
cual es buena para consumir frialdades, sirve de purga dado en píldoras; hacense de sus hojas cocimientos para laboratorios contra
frialdades e hinchazones de piedra y son muy eficaces; su corteza es excelente para confortar la dentadura y limpiarla”. Ver Vázquez
de Espinoza, Compendio y descripción… (1948, cap. 26:433-434); también Louis Girault, Kallawaya: Guérriseurs itinérants des
Andes. Recherches sur les pratiques médicinales et magiques. ORSTOM. Mémoires No. 107, París, 1984, pp. 294-6.
4 La cabuya servía para fabricar ojotas y jáquimas.
5 Seguramente el repartimiento de Macha tributaba en madera porque las grandes minas se ubicaban en territorio qaraqara. Para
otros repartimientos el transporte hubiera sido muy duro.
6 Las bateas servían entre otras cosas como lavaderos de oro.
376 QARAQARA - CHARKA
Cuadro 3.12
La tasa de La Gasca y las retasas (1550-1560)
(e) Servicios para encomenderos
TASA DE LA GASCA RETASA1
Qaraqara Charka 2
Qaraqara Charka
Macha Moromoro Sacaca Chayanta Macha Sacaca Chayanta
1550 1551 1551 1550 1553 1557 1559
Sementera de
granos (fanegas) 20 4 10 12 103
Transporte
(indios) 120 30 60 90
Servicios de casa
(indios e indias) 30 6 15 20
Servicio de
ganado y huerta
(indios) 20 5 8 10 104
TOTAL (indios) 190 41 83 122 20
Fuente: AHP CR 1 (ff.11-14, 84-90, 102-106, 132-134); Rostworowski “La tasa ordenada…” (1983-4).
1 No tenemos la retasa de Moromoro
2 Por no haberse puesto en cabeza de Su Majestad, las tasas de El Paso y Tiquipaya, repartimientos charka en Cocha-
bamba, no fueron registradas en AHP CR 1.
3 En esta primera retasa de Charcas, los oidores de la Real Audiencia mantuvieron el servicio de sembradura, pero sin
especificar quién iba a dar la semilla. En las retasas posteriores de Sacaca y Chayanta este servicio se anuló.
4 Debemos suponer que este servicio se mantuvo después de la muerte del encomendero porque sus ganados seguían
vivos.
Cuadro 3.12
La tasa de La Gasca y las retasas (1550-1560)
(f) Productos para sacerdotes
TASA DE LA GASCA RETASA1
Qaraqara Charka 2
Qaraqara Charka
Macha Moromoro Sacaca Chayanta Macha Sacaca Chayanta
1550 1551 1551 1550 1553 1557 1559
Maíz (fanegas) 24 48 36 36 48 36
Papas (fanegas) 12 12 12
Pacos u ovejas 12 ovejas 24 ovejas 12 ovejas 24 pacos 8 pacos
o puercos3
Puercos 3 4 2 (+4 para 4 (o paco) 4 (o paco)
tocino)
Sal (cargas) 3 4 4 1 2 2
Manteca (cantarillo) 3 3
Molle (fanegas) 2 2
Aves 208 416 416 22 416 416
Huevos4 8 10 10 12 10 125
Chicha (cantarillos) 365 365 365 365 365 365
Leña + + + + +
Hierba + + + + +
Fuente: AHP CR 1 (ff.11-14, 84-90, 102-106, 132-134); Rostworowski “La tasa ordenada…” (1983-4).
1 No tenemos la retasa de Moromoro.
2 Por no haberse puesto en cabeza de Su Majestad, las tasas de El Paso y Tiquipaya, repartimientos charka en Cocha-
bamba, no fueron registradas en AHP CR1.
3 El Documento 7 afirma al contrario que los indios de Chayanta debían entregar 28 ovejas o puercos (f.76r).
4 Estas cantidades debían entregarse “para cada día de pescado”.
5 El Documento 7 afirma, al contrario, que debían entregar 10 huevos “cada día [de pescado]” (f.106r).
TASA 377
Cuadro 3.13
La tasa de Toledo (1575)
(a) Pesos y gastos
INGRESOS GASTOS
Repartimiento Tributarios Población Tasa (pesos Salario Salario Salario Salario Total Saldo
total ensayados) sacerdote sacerdote funcio- caciques costo
Pueblo1 minas narios2
Macha 2.088 10.451 14.560 2.800 216 2.088 400 5.540 9.056
Chaquí 632 2.970 4.403 500 106 632 150 1.388 3.0153
Visisa/Caiza 922 4.000 6.426 9004 100 922 300 2.622 3.804
Tacobamba 577 2.397 4.025 1.300 78 577 100 1.6555 2.370
Colo/Caquina/
Picachure 448 1.733 3.1226 700 50 448 100 1.298 1.824
Caracara 176 800 1.225 400 50 176 50 676 549
Total Macha
y Chaquí7 4.843 22.350 33.761 7.200 600 4.843 1.100 13.143 20.618
Moromoro 279 1.474 1.939 350 40 279 80 749 1.190
Total Qaraqara8 5.122 23.824 35.700 7.550 640 5.122 1.180 13.892 21.808
Sacaca9 1.049 5.161 7.315 1.400 100 1.032 250 2.799 4.51710
Chayanta 2.167 12.504 15.092 2.500 400 2.167 450 5.117 9.575
Cuadro 3.13
La tasa de Toledo (1575)
(b) El censo de la población
Repartimiento Tributarios Viejos Mozos Total Mujeres Total
hombres1
Macha 2.088 378 2.632 5.098 5.363 10.451
Chaquí 632 138 596 1.366 1.604 2.970
Visisa/Caiza 922 170 886 1.978 2.022 4.000
Tacobamba 577 87 593 1.257 1.140 2.397
Colo/Caquina/Picachure 448 98 365 911 822 1.733
Caracara 176 50 184 410 390 800
Moromoro 279 86 345 710 764 1.474
Total Qaraqara2 5.122 1.007 5.601 11.730 12.105 23.825
Sacaca3 1.049 272 1.296 2.617 2.544 5.161
Chayanta 2.167 627 3.354 6.148 6.356 12.504
Cuadro 3.13
La tasa de Toledo (1575)
(c) Las reducciones
Repartimiento Pueblos de reducción Población Población Número Caciques Chacras Número
tributaria total de pueblos exentos personales de
pre- (pesos) sacerdotes
reducción
Macha Sta. Fe de Chairapacta (Macha)1 639
Magdalena de Aimaia 483 106 8 4
San Marcos de Miraflores 309
Alcaçar de Copoata (Pocoata) 579
Chaquí Xarandilla de Chaquí2 506 2.970 44 3 200 1
Visisa/Caiza Nuestra Señora de la Concepción (Caiza) 520 70 4 500 2
Nuestra Señora de la Encarnación (Yura) 402
Tacobamba San Pedro de Tacobamba3 394 24 2 100 2
Sta Ana de Potobamba 286
Colo/Caquina/
Picachure Nuestra Señora de Belén de Tinguipaya 448 1.733 19 2 1
Caracara “tambo antiguo”4 176 800 8 1 350 15
Moromoro “junto al tambo de Moromoro” 279 1.474 12
Sacaca San Luis de Sacaca 1049 5.161 57 4 2
Chayanta Villa del Espíritu Santo de Chayanta 697 4.598 1
Santiago del valle de Moscarí 522 2.681 134 7 1
Villa de Almagro de Tomata 948 5.227 1
Cuadro 3.13
La tasa de Toledo (1575)
(d) Los señores y sus ingresos
(i) Qaraqara
Repartimiento Nombre de cacique Estatus Salario Chacras Ovejas de Indios de servicio
(reducciones) (pesos) (fanegas)1 castilla
Maíz Papas Reservados Indias Mozos
MACHA
(Chairapacta/ Don Diego Ayra Cacique principal 100 2 8 6 3 2
S. Marcos Don Pedro Soto Cacique principal 100 2 8 6 3 2
de Miraflores)
(Aymaya) Don García Mamani Cacique 50 1 6 2 2 1
Don Martín Chocani Cacique 50 1 6 2 2 1
(Pocoata) Don Pedro Araca2 Cacique 50 1 6 2 2 1
Don Fernando Chinche Cacique 50 1 6 2 2 1
CHAQUÍ Don Domingo Condori Cacique principal 70 1 6 4 4 2
Don Diego Condori 2a. persona 50 1 6 4 4 2
Cacique principal
de mitimaes 30 1 6 4 4 2
VISISA/CAIZA Don Alonso Chuquibilca3 Cacique principal 150 2 8 8 6 2
(Caiza, Yura) Don Diego Seco 2a persona 50 1 6 4 4 2
Don Carlos Tali Cacique principal 50 1 6 4 4 2
Don Francisco Chinche Cacique principal 50 1 6 4 4 2
TACOBAMBA Don Pedro de Aricoma Cacique principal 504 1 6 4 4 2
(Tacobamba,
Potobamba) Don Cristobal de Aricoma Cacique principal 50 1 6 4 4 2
TASA 379
Cuadro 3.13
La tasa de Toledo (1575)
(d) Los señores y sus ingresos
(ii) Charka
Repartimiento Nombre de cacique Estatus Salario Chacras Ovejas de Indios de servicio
(reducciones) (pesos) (fanegas) castilla
Maíz Papas Reservados Indias Mozos
SACACA Don Fernando Ayavire Cacique principal 80 1 4 12 4 3 3
(parcialidad Hila
Collana)
(Sacaca) Don Alonso Xaraxuri1 2a. persona 40 0,5 2 6 2 1,5 1,5
Don Hernando Achacata Cacique 65 1 4 12 4 3 3
(parcialidad Pajil o
Pacre)
Don Juan Alacaya2 (parcialidad Sullca) 65 1 4 12 4 3 3
CHAYANTA Don Hernando Soto Cacique principal de 150 1 8 8 5 2
todo el repartimiento
(Chayanta Don Alonso Cauasyre 2a. persona 50 0,5 5 4 2 2
Moscari Don Francisco Chambi Caciquesdeguaranga 50 0,5 6 4 3 2
Tomata) Don Diego Toco 50 0,5 6 4 3 2
Don Carlos Aytacara 50 0,5 6 4 3 2
Don Baltasar Surupana 50 0,5 6 4 3 2
Santiago Mamani3 50 0,25 3 4 3 2
Documentos 6-7
168 El expediente (Autos entre Partes, años 1576-79) contiene dos Números, de los cuales nos
interesa el segundo con cuatro Piezas: 1. “Los indios del repartimiento de Sacaca con los
herederos de don Alonso de Montemayor, sobre lo que el dicho don Alonso cobró de-
masiado de los dichos indios” (486 folios); 2. “Ejecutiva librada por la Audiencia Real de
La Plata a favor de los indios y caciques del repartimiento de Sacaca contra los bienes y
herederos de don Alonso de Montemayor” (192 folios); 3. “Los indios del repartimiento de
Sacaca con los herederos de don Alonso de Montemayor sobre lo que el dicho don Alonso
cobró demasiado de los dichos indios el tiempo que los tuvo encomendados” (43 folios);
y 4. “Autos de ejecución contra los bienes de doña Francisca de Mendoza, mujer de don
Fadrique Portocarrero Manrique” (115 folios). Nuestra selección proviene principalmente
de la Pieza 1, que contiene el proceso jurídico contra los herederos de Montemayor de-
sarrollado por los indios de Sacaca y Juan de Baños en la Audiencia de Charcas. Juntamos
un trozo breve de la Pieza 3: la sentencia final y definitiva dada en Madrid por los jueces
de apelación al final de la Segunda Súplica de los herederos de Montemayor.
169 La Pieza 1 empieza con la tasa de 1550 como punto de referencia para calcular los excesos
de tributos llevados sin tasa en los cuatro años 1548/9-1551/2. Ver Cuadro 3.12a-f, donde
se presenta en forma tabular la misma tasa en la versión de AHP CR 18.
TASA 381
170 En la fecha de la tasación, los dos caciques de Sacaca aún no habían recibido el bautismo
cristiano. Después Achacata se bautizaría con el nombre del conquistador de los Charka,
Hernando Pizarro, quien desde 1539 tuvo su propia encomienda entre los indios de Cha-
yanta (ver la Segunda Parte, “Encomienda”, Documento 5). Ayavire, por su parte, adoptaría
el nombre de los nuevos encomenderos de Sacaca, el Mariscal Alonso de Alvarado y el
mismo Alonso de Montemayor.
171 Nota marginal: “y se han de llevar a Potosí dándoles ganado y comida”. Ver la Presentación
de la Cuarta Parte, “Tierra”, sobre la distribución de cocales entre el Inka y el Mallku de
Sacaca.
172 Intercalado: “o Potosí”.
173 Sic: se trata probablemente de la lliclla, “manta de mujeres”; ver González Holguín, Voca-
bulario... ([1608] 1989:213).
382 QARAQARA - CHARKA
174 En la versión de AHP CR 18 se incluye seis arrobas de lana bruta después de las mantas
y mandiles para caballos (ver Cuadros 3.8 y 3.12b).
175 Las tres Pascuas del año son: Semana Santa, Corpus Christi y Navidad.
176 “Copucha: f. Chile: vejiga que sirve para varios usos domésticos”. Enciclopedia Universal Ilustrada
Europeo-Americana, t. 3 (Apéndice). Espasa-Calpe S.A., Bilbao-Madrid-Barcelona, 1931.
TASA 383
[f.11v] En La Plata 11.i.1572 ante los señores presidente y oidores en audiencia pú-
blica la presentó el presentante en el dicho nombre, los dichos señores mandaron
se le dé la información.
Interrogatorio de Sacaca177
[f.12r] Por las preguntas siguientes sean examinados los testigos que se presentaren
por parte de los caciques e indios del repartimiento de Sacaca, que está en cabeza
de Su Majestad, sobre la demanda que tiene puesta a los herederos de don Alonso
de Montemayor, en quien estuvo encomendado el dicho repartimiento, sobre los
30.000 pesos que le piden en el artículo de información que les está mandada dar,
para embargar los 15.000 pesos que los dichos herederos cobran de la Caja Real
de la Villa de Potosí:
1. Primeramente, si conocen a los dichos caciques e indios del dicho repartimiento
de Sacaca, y si conocieron al dicho don Alonso de Montemayor, difunto, vecino
que fue de esta Ciudad.
2. Si saben que el dicho don Alonso de Montemayor, por título de encomienda,
tuvo y poseyó el dicho repartimiento de Sacaca, desde el año de 48 que le fue
encomendado por el licenciado Gasca hasta el año de 56 que falleció.
3. Si saben que el dicho don Alonso de Montemayor, el dicho tiempo que tuvo
encomendado el dicho repartimiento de Sacaca, que fueron ocho años poco
más o menos, en los tres años primeros178 cobró y llevó a los dichos indios,
sin tasa, por fuerza y contra su voluntad, mucha cantidad de pesos de plata,
ganados, maíz, ropa, menudencias y otras muchas cosas demás de lo conte-
nido en la tasa que después le fue dada del dicho repartimiento, todo lo cual
fue en muy grande cantidad, digan los testigos lo que saben.
4. Si saben que particularmente el dicho don Alonso de Montemayor cobró y llevó
a los dichos indios de Sacaca, de las cosas contenidas en la pregunta antes
de ésta, en tanta cantidad que cada vez que les pedía 500 o 1000 cabezas de
ganado de la tierra se lo daban, y si les mandaba llevar 500 fanegas de comida
o más a Potosí se las daban, y se las hacía llevar en sus propios ganados de
los dichos indios a la Villa de Potosí, y si les mandaba juntar en una semana
1000 o 2000 pesos de plata se los daban, porque en aquél tiempo ganaban
los indios más jornales que ahora, y se les pagaba a más precio que no al
presente, lo cual todo le dieron, y el dicho Alonso de Montemayor los llevó
diversas veces en los dichos tres años, digan lo que saben.
5. Si saben que, demás de lo suso dicho, el dicho don Alonso de Montemayor
llevó a los dichos indios de Sacaca sin tasa en el dicho tiempo de los tres años
mucha cantidad de ropa de abasca en gran suma de piezas, en tal manera que
cada y cuando que el dicho don Alonso de Montemayor los mandaba juntar y
pedía que le diesen 15 y 20 y 30 [f.12v] piezas de abasca, y mas y menos las
que él pedía se las daban, y asimismo les compelía y apremiaba que le diesen
177 Los excesos de tributo consignados son a menudo mayores que los dados por los chinuka-
mana de Sacaca. Ver abajo (f.58r sgg.) y la Presentación de esta Parte, “Tasa”.
178 Los chinukamana de Sacaca afirman que pagaron cuatro años sin tasa. Los que prepararon
el Interrogatorio se dieron cuenta de que, el primer año de 1548, Sacaca estaba encomen-
dado no en Alonso de Montemayor, sino en Alonso de Alvarado.
TASA 387
179 En cambio, los chinukamana afirman que dieron sólo cuatro indios (ff.62r, 74r-v).
180 Hoy Moscarí (ver Mapa 2.1).
181 “Compitha, Labrar paños de corte con varias figuras y labores o sin ellos”. Bertonio, Voca-
bulario… (1956 [1612]). Kumpi son textiles de alta calidad, en contraste con los ordinarios
o awasqa (ahuasca).
182 “Chaquira = joyas pequeñas”; “chaquira en sartas, Mullu huallcca”; “Mullu, Concha colorada
de la mar, chaquira, o coral de la tierra”; “Huallcca, Collar, o cadena, o sartal de quentas...”.
González Holguín, Vocabulario... (1989 [1608]).
183 “Chacla: f. Perú: caña sólida”. Enciclopaedia Universal... (1931). Cf. la nota 101.
388 QARAQARA - CHARKA
que por ello les diese ni haya dado cosa alguna, ni menos por el trabajo de los
dichos indios, a lo cual les apremiaba haciéndoles las vejaciones y molestias
contenidas en la pregunta antes de ésta y otras muchas.
9. Si saben que el trabajo de los dichos indios que trabajaron e hicieron las dichas
casas, y toda la madera y demás pertrechos y cosas necesarias que para ellas
dieron los dichos caciques e indios, a justa y común estimación valía y valió
más de 2000 pesos, digan lo que saben.
10. Si saben que desde el año de 51 hasta él de 56 que falleció el dicho don Alonso
de Montemayor, que fue el tiempo que tuvo tasa para cobrar los tributos del
dicho repartimiento, el susodicho don Alonso de Montemayor cobró y llevó
a los dichos indios demás de lo contenido en la dicha tasa muchas cosas en
más cantidad de lo en ella contenido, cada cosa en su género, así de plata,
ganado, ropa, maíz, sementeras y servicios personales, coca, menudencias y
otras muchas cosas, y cobraba de ellos ni más ni menos que antes que se le
diese la dicha tasa, haciéndoles entender que no la había, y para les compeler
a ello les hacía los mismos malos tratamientos, vejaciones y molestias que
antes que se le diese la dicha tasa les hacía, en la forma que estaba declarado
en las preguntas antes de ésta, para lo cual pido se muestre a los testigos la
dicha tasa presentada en este pleito.
11. Si saben que, por el tiempo que el dicho don Alonso de Montemayor tuvo en
encomienda el dicho repartimiento, ... las [cosas] contenidas en la dicha tasa va-
lían y valieron a muchos y muy subidos precios que no valen ahora ... [f.13v]
12. Si saben que, por las causas y razones contenidas y declaradas en las preguntas
antes de ésta, el dicho repartimiento de Sacaca, caciques e indios de él, están
muy pobres y necesitados y han venido en gran disminución después acá,
siendo como era uno de los mas prósperos y ricos repartimientos de todos
cuantos había en esta provincia, antes y al tiempo que se encomendase en el
dicho don Alonso de Montemayor ...
Joan de Baños
En La Plata a 22.xii.1571, ante los señores presidente y oidores en audiencia, lo presen-
tó el contenido ... y ... los dichos señores dijeron que ... lo vieron por presentado ...
[f.14r]
Probanza de los indios de Sacaca en el negocio con los herederos de don
Alonso de Montemayor
[1o testigo] Y después de lo susodicho en la dicha Ciudad de La Plata en 8.i.1572
la parte de los dichos caciques e indios de Sacaca para la dicha información
presentó por testigo a Nicolas del Venino estante en esta corte, del cual fue
tomado y recibido juramento en forma de derecho sobre una señal de Cruz
que hizo con los dedos de su mano derecha so cargo del cual prometió de
decir verdad, y siendo preguntado por el tenor de las preguntas del dicho
interrogatorio dijo lo siguiente:
1. A la primera pregunta dijo que desde el año de 50 que pasó conoció a los
caciques de aquel tiempo, y después acá ha conocido a los que han sucedido
por muerte de los que eran caciques en aquella sazón, y asimismo conoció al
dicho don Alonso de Montemayor, vecino que fue de esta Ciudad ...
TASA 389
De las generales dijo que ... es de edad de 56 años poco más o menos.
2. A la segunda pregunta dijo que sabe y vió que el dicho don Alonso de Mon-
temayor tuvo y poseyó por encomienda que en él hizo el licenciado Gasca,
presidente que fue de este reino, el repartimiento de Sacaca, y le parece a
este testigo [f.14v] a lo que se quiere acordar que el dicho repartimiento le
fue encomendado al principio del año de 50 en el postrero repartimiento que
el dicho licenciado Gasca hizo antes y al tiempo que se iba a España, porque
antes había encomendado al dicho don Alonso de Montemayor por ciertos
indios en la provincia de Quito,184 y después como dicho tiene lo mejoró en
los dichos indios del repartimiento de Sacaca ...
3. A la tercera pregunta dijo que fue cosa publica y notoria en esta provincia,
y aún en todo el reino, que los vecinos que tenían indios de encomienda al
principio después que Gonzalo Pizarro fue desbaratado y muerto y se acabó
la guerra, llevaron a los indios de su encomienda excesivos tributos hasta
que se hizo la tasa general de ellos, la qual fue moderada y mucho menos de
lo que los dichos vecinos les llevaban, y sabe por cosa pública que el dicho
don Alonso de Montemayor asimismo llevó todo el dicho tiempo los dichos
tributos excesivos a los dichos indios de Sacaca, porque fue cosa muy notoria
en aquel tiempo lo que dicho tiene .... [f.15r]
4. A la cuarta pregunta dijo que lo que de ella sabe es que por el año de 50 que
este testigo vino la primera vez a la Villa de Potosí, vió vender al mayordomo
del dicho don Alonso mucha suma de fanegas de maíz y chuño y ganado de
la tierra y ropa y otras menudencias, todo lo cual era de los tributos que los
dichos indios le daban, todo lo cual en aquella sazón y tiempo valía y valió
a muy caros y subidos precios, y los jornales de los indios en aquél tiempo
eran a medio peso, y a veces en más, cada día, y conoció este testigo muchos
indios del dicho repartimiento que se andaban alquilando ...
5. A la quinta pregunta dijo que este testigo conoció en el dicho tiempo muchos
indios e indias de servicio del dicho don Alonso de Montemayor de los del dicho
repartimiento de Sacaca, y sabe que les daban mucha ropa de lo contenido
en la pregunta, pero que este testigo no sabe la cantidad señaladamente de
la que así se le daba ...
6. A la sexta pregunta dijo que fue cosa pública en aquel tiempo [f.15v] lo con-
tenido en la pregunta, y por tal lo tuvo y supo este testigo, que el dicho don
Alonso hacía malos tratamientos y era muy áspero con los dichos caciques
sobre las cobranzas de los dichos tributos que así les llevaba, y siempre este
testigo le vió andar a malas con ellos, y oyó quejar al dicho don Alonso sobre
ello, diciendo que no le daban los dichos tributos, y algunas veces vió estar
presos a los caciques principales en la cárcel pública por ello.
7. A la séptima pregunta dijo que a lo que este testigo se acuerda, vió muchos
días preso en la carcel de Potosí en el tiempo que la pregunta dice al dicho
don Alonso Ayavire, cacique principal del dicho repartimiento, por razón de
los dichos tributos, y fue público y notorio que al dicho don Martin le envió
preso a la Ciudad de Los Reyes, entregándole a lo que este testigo se quiere
acordar, aunque no lo vió, a un arriero para que le llevase, y se decía que lo
enviaba a Panamá, y después oyó decir este testigo que el dicho cacique se
había vuelto o huido del camino, y se volvía a su tierra, donde este testigo le
vió [f.16r] después en la Villa de Potosí, y se quejaba mucho el dicho cacique
don Martín del dicho don Alonso de Montemayor ...
8. A la octava pregunta dijo que sabe que los dichos indios de Sacaca hicieron
al dicho don Alonso de Montemayor las casas que la pregunta dice en la Villa
de Potosí, y este testigo tiene por cierto que los dichos indios, demás de la
labor y edificio de ellas, pondrían los pertrechos de madera y paja y demás
cosas pertenecientes a las dichas casas, porque así lo hacían en aquel tiempo
todos los demás caciques a sus encomenderos, los cuales todos tenían casas
en Potosí ...
9. A la novena pregunta dijo que no lo sabe mas de que las casas en aquél tiempo
valían en Potosí a muy subidos precios por la mucha costa que se hacía en
sus edificios, porque a cada indio jornalero se daba su medio peso y más por
día ... [f.16v]
10. No lo sabe.
11. A las once preguntas dijo que es verdad todo lo contenido en la pregunta, y
que en el tiempo valían a muy crecidos precios y muy mayores de lo que al
presente valen las cosas.
12. A las doce preguntas dijo que a lo que este testigo ha entendido y entiende
los dichos indios del dicho repartimiento de Sacaca quedaron muy pobres y
dispiados por razón de los excesivos tributos que en aquel tiempo se le llevó y
asimismo siempre este testigo oyó decir que antes que fuesen encomendados
al dicho don Alonso de Montemayor eran indios muy ricos y por tales se los
encomendó el dicho licenciado Gasca en el dicho Montemayor ... [f.17r]
[2o testigo]: ... en la dicha Ciudad de La Plata en el dicho 8.i.1572 ... presentó por tes-
tigo a Antonio Quixada, vecino de esta dicha Ciudad, ... y dijo lo siguiente:
1. A la primera pregunta dijo que conoció a los caciques principales del reparti-
miento de Sacaca que son ya difuntos, y conoce a los que ahora son caciques
sucesores, y conoció al dicho don Alonso de Montemayor su encomendero
difunto,
... y es de edad de 57 [años].
2. A la segunda pregunta dijo que después que se desbarató en Caquicaguana
Gonzalo Pizarro, que fue el año de 48, el dicho presidente Gasca encomendó
los dichos indios de Sacaca al dicho don Alonso de Montemayor, y de allí
adelante los tuvo y poseyó hasta que murió, como parecerá por el título de
encomienda de posesión que de ellos tuvo, [f.17v] y de la posesión que tuvo
después de su fallecimiento los oficiales reales, por donde constará la verdad
de lo que la pregunta dice.
TASA 391
3. A la tercera pregunta dijo que dos años o tres primeros que el dicho don Alonso
de Montemayor tuvo la posesión de los dichos indios, cobraba de ellos los
tributos de ganados y ropa y otras cosas ... sin tasa ... excesivamente, en la
más cantidad de cada cosa que podían, lo cual hacía el dicho don Alonso de
Montemayor y los demás vecinos, y ... los apremiaban con temores y malos
tratamientos y amenazas, y así lo daban por fuerza y contra su voluntad como
la pregunta dice ...
4. A la cuarta pregunta dijo que ... especificadamente no sabe este testigo la
cantidad de tributos y pesos de oro que dieron los dichos caciques e indios
al dicho don Alonso mas de que en efecto [f.18r] como dicho tiene les llevaba
los dichos tributos sin cuenta ní razón, ... todo lo cual en el dicho tiempo valía
a caros y excesivos precios ...
5. A la quinta pregunta dijo que este testigo sabe y vió en casa del dicho don
Alonso el dicho tiempo cantidad de indios e indias del dicho repartimiento que
andaban ocupados en el servicio de la casa del dicho don Alonso ...
6. A la sexta pregunta dijo que en la sazón que la pregunta dice el dicho don
Alonso de Montemayor y sus mayordomos, para llevar a los dichos indios sus
tributos ... , los trataban ásperamente, metiéndoles en la cárcel con prisiones
y haciéndoles otras molestias y vejaciones, y de ello es cosa pública en esta
provincia entre los antiguos que vieron lo suso dicho ... [f.18v]
7. A la séptima pregunta dijo que en la sazón fue cosa muy pública y notoria, y
por tal lo supo este testigo, que se habían ausentado y huido los caciques de
Sacaca por no poder sufrir los malos tratamientos y vejaciones que el dicho
don Alonso de Montemayor y sus mayordomos les hacían ...
8. A la octava pregunta dijo que este testigo vió que los dichos indios de Sacaca
edificaron y labraron las casas de morada que tenía en la Villa de Potosí el
dicho Montemayor, y este testigo vió andar en su edificio cantidad de indios
hasta las acabar de cubrir, ... y que en aquella sazón se pagaba a cada indio
medio peso de jornal, y valían los edificios a precios excesivos ... [f.19r]
10. A la décima pregunta dijo que este testigo vió que ... García de Vargas, mayor-
domo que fue del dicho [don Alonso de Montemayor], los maltrataba y tenía
siempre presos a los caciques en la cárcel, y los traía vejados y maltratados,
... y que en la sazón valía la fanega del maíz a 20 pesos y el de chuño a 20, y
la ropa de abasca a 15 y 16 y 18 como era la ropa, y el ganado de la tierra l0
pesos cabeza, y cada cesto de coca a 30 pesos y a 35,185 y el segundo y tercer
año valió las dichas cosas poco menos de los dichos precios ... [f.19v]
12. A las doce preguntas dijo que este testigo ha tenido por uno de los buenos
repartimientos que había en esta provincia de muchos indios y de prosperi-
dad y que por las vejaciones y molestias que el dicho su encomendero y su
mayordomo García de Vargas les hacía para sacarles los excesivos tributos
que daban han quedado vejados, pobres y fatigados ... porque para haber de
pagar la tasa han estado siempre presos por no poder cumplir por causa de
su pobreza ... [f.20r]
185 Estos precios son mucho más altos que aquellos registrados por los chinukamana de Sacaca
(f.58r sgg.).
392 QARAQARA - CHARKA
[3o testigo] ... en la dicha Ciudad de La Plata a 9.x.1572 ... presentó por testigo a
don Francisco Lobato vecino de esta dicha Ciudad ... y ... dijo lo siguiente:
conoce algunos de los caciques principales e indios del repartimiento de Sa-
caca, y que conoció al dicho don Alonso de Montemayor difunto, vecino que
fue de esta Ciudad ...
... de más de 50 años ...
2. A la segunda pregunta dijo que el dicho presidente Gasca encomendó los
dichos indios de Sacaca al dicho don Alonso de Montemayor por el año de
48, y que por el dicho título de encomienda los tuvo y poseyó el tiempo que la
pregunta ..., lo cual se verá por los autos de posesión que tomó el dicho don
Alonso, y después de su muerte los oficiales reales a que se remite. [f.20v]
3. A la tercera pregunta dijo que los tres años primeros, antes que fuesen tasados
los dichos indios, don Alonso de Montemayor cobraba de los dichos indios
de Sacaca los tributos de maíz, ropa y ganados y menudencias en mucha
cantidad, que esto valía a caros precios, y así lo hacían los demás vecinos de
esta Ciudad en esta provincia, lo cual es y ha sido cosa pública y notoria ...
4. A la cuarta pregunta dijo que ... este testigo sabe y vió que los dichos indios
de Sacaca ... daban ... tributo de plata y ganado y maíz y servicio de indios ...
a carga cerrada, sin tener tasa señalada ...
5. A la quinta pregunta dijo que el dicho don Alonso de Montemayor se tenía
por señor absoluto de los indios del dicho repartimiento, y cobra[ba] de ellos
los tributos con toda rigurosidad, y se servía de indios e indias en su casa ...
y estaba más próspero y entero el dicho repartimiento que ahora ... [f.21r]
6. A la sexta pregunta dijo que este testigo sabe lo preguntado, ... y es cosa pú-
blica entre los que conocían y trataban al dicho don Alonso de Montemayor
en el dicho tiempo ... [f.21v] ...
9. A la novena pregunta dijo que en aquel tiempo la madera y lata y otras cosas
valían a caros precios [f.22r] y los indios como dicho tiene se alquilaban a
medio peso cada día, y parece a este testigo que merecían por el edificio de
las dichas casas según el tiempo que los vió ocupados en ella y en la cantidad
de indios peones que en ello andaban 1500 pesos poco más o menos ...
11. A las once preguntas dijo que ... [f.22v] ... los primeros años valía cada cabeza
de ganado de la tierra a12 pesos y la pieza de ropa al dicho precio y la fanega
de chuño y maíz a 20 pesos y cada cesto de coca a 25 y todas las demás cosas
de esta manera ...
12. A las doce preguntas dijo que este testigo sabe que el dicho repartimiento de
Sacaca al presente está muy disminuido y los indios de él pobres vejados y
necesitados en tal grado que todos están perdidos ... porque este testigo los
visitó por comisión del Conde de Nieva, virrey que fue de estos reinos, y sabe
la posibilidad que les quedó, que es harta miseria, y que es cosa pública quedó
el dicho repartimiento disipado por los excesivos tributos que les llevó el dicho
don Alonso de Montemayor [f.23r] y que de antes que fuese encomendado
en el dicho Montemayor el dicho repartimiento se tenía por muy próspero y
uno de los buenos y principales de esta provincia ...[f.24r–v] ...
[f.25r]
TASA 393
Más Probanza
[4o testigo] ... en la dicha Ciudad de La Plata a 1.ii.1572 ... presentó por testigo a
Diego Hernandez de Castro, estante en esta corte, ... y ... dijo lo siguiente:
... es de 50 años poco más o menos ...
1. A la primera pregunta dijo que conoce a muchos caciques y principales del
repartimiento de Sacaca y conoció a don Alonso de Montemayor difunto. ...
3. A la tercera pregunta dijo que sabe y vió que los más vecinos que en aquel
tiempo eran en esta Ciudad, después que tuvieron título de encomienda de
indios del licenciado Pedro de la Gasca, acabada la de Xaquixaguana, llevaron
muchas y excesivas tasas a los indios que tenían en encomienda, y le parece a
este testigo y tiene por cierto que los pagarían por fuerza y contra su voluntad,
porque nunca lo dan con su voluntad sino contra ella, especialmente en el
dicho tiempo que quedaron fatigados [f.28v] por causa de las guerras pasadas
causadas por Gonzalo Pizarro, ... y asimismo porque dentro de pocos años
se fué el dicho don Alonso de este reino a los de España muy rico, y si esto
es, ¿qué sería de los tributos que los dichos indios le darían? ... y que ... sabe
y vió este testigo que llevaron los dichos tributos los dichos vecinos de esta
Ciudad, y el dicho don Alonso, antes que se les diese tasa ...
4. A la cuarta pregunta dijo que este testigo sabe y vió que los dichos indios de
Sacaca traían en el tiempo que dicho tiene en sus propios ganados de sus
pueblos y tierras al asiento de Potosí para el dicho don Alonso de Montema-
yor mucha cantidad de maíz y le parece a este testigo y tiene por cierto que
le dieron también mucha cantidad de ganado, porque era cosa muy ordinaria
hasta que vino la dicha tasa, y que asimismo juntaban mucha plata y la daban
394 QARAQARA - CHARKA
a los dichos sus amos en tanta manera que recogían cantidad de barras en
pocos años de lo que los dichos indios daban ... [f.29r]
7. A la séptima pregunta dijo ... que cosa notoria era en el tiempo que la pregunta
dice que los vecinos trataban mal a los caciques e indios de su encomienda
porque les diese mucha tasa y servicio de indios ... [f.29v]
12. A las doce preguntas dijo que ... este testigo vió probanzas hechas a pedimento
de los dichos caciques e indios con sacerdotes que los doctrinaban y otras
personas que lo declaraban, y porque este testigo ha tenido mucho trato y
conocimiento con muchos caciques del dicho repartimiento ha entendido y
sabe que quedaron pobres y disipados ...
[f.31r] En la Villa Imperial de Potosí en 26.i.1572 ante el muy magnífico señor Diego
de Gamarra Alcalde Ordinario de esta Villa Imperial de Potosí, y por ante mí Martín
de Barrientos escribano público de esta dicha Villa186 ... [ff.31v–37v]
Probanza
[1o testigo] En la Villa Imperial de Potosí a 26.i.1572 ante el señor Alcalde, y por
ante mí el dicho escribano, el dicho Gaspar de Angulo en el dicho nombre
presentó por testigo a Juanes de Gorcoria, vecino de esta dicha Villa, del cual
se tomó juramento ... y dijo lo siguiente:
... de edad de más de 50 [f.38r] años ...
5. A la quinta pregunta dijo que ... en el tiempo que dice la pregunta este testigo
vió que no había tasa en los indios más de que cuando el encomendero pedía
a sus indios cualquiera cosa y en cualquier cantidad se la daban ... [f.38v]
8. A la octava pregunta dijo que sabe este testigo porque lo vió que en esta Villa
edificó el dicho don Alonso de Montemayor unas casas en la calle que llamaban
desde entonces de don Alonso de Montemayor ... [f.39r]
[2o testigo] En la dicha Villa Imperial de Potosí 28.i.1572 ... presentó por testigo a
Juan de Bruselas ... y dijo lo siguiente:
[f.39v] ... de edad de más de 50 años ... [f.40r] ...
[3o testigo] En 22.i.1572 ... presentó por testigo a Balthasar Ortiz, vecino de la dicha
Villa, ... y dijo lo siguiente:
[f.40v] ... de edad de 37 años ... [f.41r] ...
5. A la quinta pregunta dijo que lo que de ella sabe es que vió muchas veces venir
los dichos indios de Sacaca con ropa y maíz y coca y otras menudencias y
meterlo en las casas que el dicho don Alonso tiene en esta dicha Villa, y todo
lo entregaban al dicho García de Vargas como tal mayordomo, y a Diego de
Vallejo por ausencia del dicho García de Vargas, y Hernando de Sepúlveda ma-
yordomo que fue después del dicho García de Vargas por poder que trajo del
licenciado Hernando de Santillán, pero que este testigo no sabe si lo que así los
186 Se omite aquí la Provisión Real y el Interrogatorio de los caciques de Sacaca, éste últi-
mo idéntico al que se presenta en ff.12r-13v arriba. La Probanza que sigue trae nuevos
testigos.
TASA 395
dichos indios traían si era de lo que debían dar de la tasa o de otra manera ... y
que este testigo vió en las dichas casas del dicho don Alonso de Montemayor
indios e indias que servían a los dichos mayordomos ... [f.41v] ...
8. A la octava pregunta dijo que ... vió que al tiempo y sazón que esta dicha Villa
de Potosí, que fue 15.v.1554, se quemaron ... mucha cantidad de casas entre
las cuales se quemaron las dichas casas que el dicho don Alonso tiene en esta
Villa, las cuales vió este testigo tornar a reedificar y cubrir de nuevo, las cuales
vió que cubrían y hacían los dichos indios del dicho repartimiento de Sacaca
por mando del dicho García de Vargas mayordomo del dicho don Alonso ...
[f.42r–v]
12. A las doce preguntas dijo que este testigo oyó decir mucho tiempo que el
dicho repartimiento de Sacaca caciques e indios de él eran ricos de ganado
y otras cosas y después oyó decir este testigo que estaban los dichos indios
pobres y necesitados a causa de lo mucho que habían dado y dieron al dicho
don Alonso de Montemayor su encomendero ...
[4o testigo] ... en la dicha Villa Imperial de Potosí a 29.i.1572 ... presentó por testigo
a Joan Picón ... y [f.43r] ... dijo lo siguiente:
... es de edad de 50 años poco mas o menos ... [ff.43r–44v] ...
[5o testigo] Este dicho día, mes y año susodichos ... presentó por testigo a Pedro
de Leiceguin,187 vecino de esta Villa ... y ... dijo lo siguiente:
... de edad de 40 años poco más o menos ...
1. A la primera pregunta dijo que conoce y conoció a los en ella contenidos ...
de 12 años ...
2. A la segunda pregunta dijo que ... el dicho don Alonso de Montemayor tuvo
encomienda al dicho repartimiento de Sacaca el tiempo que la pregunta dice
[f.45r] ...
3. A la tercera pregunta dijo que ... los indios de esta probanza no se habían
tasado y moderado lo que habían de dar a sus encomenderos, porque lo
vió este testigo y sabe que el dicho don Alonso de Montemayor cobró de
los indios de su encomienda que son los de Sacaca, y cobraba la tasa que
él podía sacar por fuerza y contra voluntad, y le vió en el pueblo de Sacaca
cuando vino de la Ciudad de Los Reyes con Iñigo Cardo y Güemes, con los
cuales este testigo se halló en el dicho pueblo de Sacaca yéndose este testigo
a pedir el diezmo de la tasa que el año de 49 y 50 había arrendado, y le dijo
que no les podía hacer juntar a los dichos sus indios maíz y ganado y ropa
por bien, y en efecto este testigo se volvió sin cobrar del dicho don Alonso
de Montemayor el diezmo ...
4. A la cuarta pregunta dijo que ... en el tiempo que el dicho don Alonso de Mon-
temayor tuvo encomendado el dicho repartimiento de Sacaca, por los tres años
primeros ... que cobró el tributo sin tasa, [f.45v] vió este testigo que se llevó
mucha cantidad de maíz puesto en esta Villa en sus propios ganados y ropa y
carneros de la tierra, y en sus tierras donde el dicho don Alonso de Montemayor
187 Un Pedro de Leizeguín –quizás el padre del presente testigo– era mayordomo de Martín
de Robles, encomendero de Chayanta; ver en esta Parte el Documento 7 (f.133v).
396 QARAQARA - CHARKA
lo quería, y asimismo en esta Villa de los indios que en ella residían cobraba de
ellos cada semana un marco y a dos marcos de plata, de más de las comidas y
ganados, como dicho desuso, y lo mismo hacían y el testigo les vió hacer a los
demás vecinos que residían en esta Villa en el dicho tiempo y sazón,
lo cual sabe y vió este testigo porque muy de ordinario andaba con su ganado
a Tomata,188 que es en donde los dichos indios de Sacaca tienen sus chacaras
y pueblos, y en Topisa,189 y este testigo, como dicho ha, tenía los diezmos
del pueblo de Sacaca y Chayanta y Tomata y Macha, y los caciques del dicho
repartimiento demás de ello ... se quejaban a este testigo de los agravios y
vejaciones que el dicho don Alonso de Montemayor hacía ...
5. A la quinta pregunta dijo que como dicho tiene ... este testigo vió que el dicho
don Alonso de Montemayor llevó a los dichos sus indios de su encomienda en
los dichos tres años mucha cantidad de ropa de abasca y ganado de la tierra
y corderos [f.46r] para su comer, porque lo vió por vista de ojos estando este
testigo en el dicho pueblo de Sacaca, ... y asimismo vió que le daban y él se
servía en su casa de mucha cantidad de indios e indias, así en el servicio de su
casa como en grangerías que este testigo le vió tener en Muxcari y Chayanta
y en la Ciudad de La Plata y esta Villa ...
6. A la sexta pregunta dijo que ... el año de 51, estando este testigo en el pueblo
de Moxcari, pueblo que fue encomendado en Martín de Robles difunto,190 es-
tando asimismo allí el dicho Martín de Robles y este testigo y doña Juana de
los Ríos mujer del dicho Martín de Robles, y otra mucha gente, este testigo vió
un día estando comiendo a la mesa que el dicho don Alonso de Montemayor
dijo al dicho Martín de Robles, que no tenía remedio ... [para] poder sacar de
don Alonso Ayauire, por ser mal indio, plata y ganados y maíz, [y] que quería
mandar hacer una horca, y hacer que lo ahorcaba y ponerle una guasca191 en
el pescuezo, para ver si le podía sacar algo, y que el dicho Martín de Robles
se la quitase o terzase de buena por que le diese lo que el pedía, y cuando
esto pasó el dicho don Alonso [f.46v] Ayauire estaba preso en una casa sin
le dejar salir de ella, y así el dicho don Alonso de Montemayor mandó hacer
y se hizo una horca de tres palos, y sacaron allí al dicho don Alonso Ayauire
con una soga al pescuezo, el cual estaba muy triste y afligido quejándose de
las molestias que se le hacían, y echaron la soga en la garganta, y horca, y
hacían que tiraban, y entonces el dicho Martín de Robles salió y terzó con el
dicho don Alonso de Montemayor que le dejase, ... y quitaron al dicho don
Alonso de la dicha horca, pero que lo que dió en ropa o en otras cosas este
testigo no lo vió allí más de que entiende que se lo daría ...
7. A la séptima pregunta dijo que ... lo vió ser y pasar como lo dice en la pregunta,
y a los dichos caciques presos en la carcel de esta Villa, ... [f.47r] y el dicho don
Alonso para hacerlo no se fiaba en los dichos sus criados sino que él propio
por su persona lo hacía ...
188 Para las tierras de Sacaca en Tomata, ver la Cuarta Parte, “Tierra”, Documento 15 y Mapa
4.1.
189 Quizás Toquisa, en los valles cerca del río Caine. Ver el Mapa 4.2.
190 Ver el Documento 7 en esta Parte.
191 “Huasca: soga, o cordel grande”. González Holguín, Vocabulario... ([1608] 1989:185).
TASA 397
8. A la octava pregunta dijo que ... don Alonso de Montemayor hizo hacer a sus
indios de Sacaca unas casas en esta Villa, que al presente están caidas en la
calle de Juan Ortíz Picón, ... [y] no les pagó cosa alguna porque no lo tenía
de costumbre, antes le parece que todos los indios del Perú eran pocos para
él, porque este testigo le trató y conversó muchas veces, y ... aún no le pudo
jamás sacar sólo el diezmo que debía en los tres años que dicho ha en las
preguntas antes de ésta, diciendo que el no debía diezmo de lo que los indios
le daban, y que en aquél tiempo se alquilaba cada indio por medio peso y no
menos ... [y] le parece a este testigo que los dichos indios merecían cantidad
de plata [f.47v] que serán más de 1500 pesos ...
10. A la décima pregunta dijo que ... el dicho don Alonso de Montemayor llevó ...
muchos servicios para los chácaras de coca que tenía en los yungas de Cha-
morro, porque este testigo lo vió por vista de ojos muchas veces en Tomata
cuando entraban indios a los dichos chacaras,192 y asimismo indios muchos
que le daban los dichos caciques para cargar 800 y más carneros, que de
ordinario traía cargados de maíz a esta Villa de personas a quien fletaba el
dicho ganado, como fue a Joanes de Aquejo ya difunto, y a otras personas, a
todos los cuales les daba servicio los dichos caciques de Sacaca, y que si les
pagaba o no este testigo no lo sabe, y asimismo sabe este testigo que le dieron
mucho trigo el cual este testigo compró del dicho don Alonso de Montemayor
y de su mayordomo Fulano de Vargas ... y que asimismo oyó decir en aquel
tiempo a don Hernando Achacata cacique del dicho repartimiento [f.48r] de
Sacaca que el dicho don Alonso de Montemayor y sus mayordomos cobra-
ban la tasa después de haberlos retasados ni más ni menos que si nunca los
hubiera retasado ...193
12. A las doce preguntas dijo que ... el dicho repartimiento de Sacaca era de los
ricos y buenos repartimientos que había en toda esta provincia, porque lo
vió este testigo ... y ahora no pueden pagar la tasa, y siempre están presos
encarcelados por no poder pagar la tasa, y que no puede dejar de estar a
cargo del dicho don Alonso de Montemayor al dicho repartimiento muy gran
cantidad de pesos de oro y de plata a don Hernando Achacata, porque esto
[f.48v] sabe este testigo porque, como dicho ha en las preguntas antes de
esto, lo vió que le dió mucha cantidad de servicio y ganado y comidas y otras
cosas en mucha cantidad, que en aquel tiempo valía todo de muy subidos
precios ...
[6o testigo] ... en la dicha Villa Imperial de Potosí en 31.i.1572 ... presentó por testigo
a Juan Ortíz Picón, vecino de esta dicha Villa ... y ... dijo lo siguiente:
1. A la primera pregunta dijo que conoce y conoció a los en las preguntas con-
tenidas ... de 22 años a esta parte poco más o menos ...
... que es de edad menos de 50 años ... [f.49r] ...
192 El sitio del pueblo de Tomata (hoy desaparecido) está sobre la junta de los ríos de Micani,
Moscarí y San Pedro, donde todos bajan por una quebrada profunda hacia Carasi y los
ríos Grande y Caine: aquí parece ser la ruta seguida por los indios de Sacaca para acceder
a sus cocales en los yungas de Chuquioma.
193 Se refiere en este contexto a la tasa de La Gasca, porque la retasa del repartimiento de
Sacaca se llevó a cabo en 1557, después de la muerte de Montemayor.
398 QARAQARA - CHARKA
4. A la cuarta pregunta dijo que ... los dichos caciques le daban [al dicho don
Alonso de Montemayor] todo cuanto podían, y pidiéndoles más andaban por
esta Villa pidiéndolo prestado a los españoles que conocían, entre los cuales
fue a este testigo que el dicho don Alonso Ayavire pidió a este testigo que
le prestase 60 marcos de plata para dar al dicho su amo y este testigo se los
prestó movido [f.49v] a compasión por verle tan afligido, de las molestias que
el dicho su amo le hacía, ... y al dicho don Hernando Achacata le dió y prestó
otra vez otros 70 marcos de plata para dar asimismo al dicho su amo ...
6. A la sexta pregunta dijo que ... este testigo vió que el dicho don Alonso de
Montemayor trajo a esta Villa al dicho don Alonso Ayavire y lo metió en la
carcel pública en un aposento malsano donde lo tuvo cinco o seis meses sin
dejarle ver sol ni luna de noche ni de día, y aún quitarle a su mujer no le entrase
a dar de comer, y al cabo de los seis meses le soltó y el dicho cacique vió este
testigo que de la dicha prision salió hinchado, y ... movido a compasión de esto
le prestó este testigo los 100 marcos [sic] dichos en la cuarta pregunta antes
de ésta [f.50r] por que diese al dicho su encomendero, y a cabo de pocos días
el dicho don Alonso se fué a sus pueblos con licencia del dicho su amo, de
donde de miedo de las dichas vejaciones y molestias que le hacía se ausentó
y anduvo ausente de sus tierras y pueblos dos años, y después se volvió ...
8. A la octava pregunta dijo que ... este testigo vió que el dicho don Alonso de
Montemayor las compró [las casas] en esta Villa, y después estando este
testigo en la guerra de ... Hernández Girón194 se quemaron las dichas casas,
y las tornó a cubrir García de Vargas mayordomo del dicho don Alonso de
Montemayor ... [f.50v] ...
12. A las doce preguntas dijo que ... antes que este repartimiento fuese encomen-
dado en el dicho Alonso de Montemayor la parcialidad de don Hernando de
Achacata estaba y era más rico que él de don Alonso Ayavire ...195
194 La rebelión de Hernández Girón ocurrió en 1553. Fue la ocasión cuando murió Pedro de
Hinojosa, encomendero de Macha y parte de Chaquí.
195 Sabemos por la tasa de Toledo que la parcialidad de don Hernando Achacata se llamaba
Pacre [o Pajil]. Ver Cuadro 3.13d.ii.
TASA 399
nuevo yo en su nombre me ofrezco a dar más, la cual hubiera dado sino porque
los indios principales quipocamayos que eran del dicho repartimiento a la sazón
y tiempo que estuvo encomendado en el dicho don Alonso de Montemayor, que
por Vuestra Alteza está mandado vengan y parezcan en esta corte con los quipos,
por ser como son indios muy viejos y enfermos no han podido venir hasta ahora,
y mis partes les están aguardando cada día con los dichos quipos.
Y a Vuestra Alteza pido y suplico atento a lo susodicho mande enmendar y revocar
el dicho auto en cuanto a lo susodicho, mandando proveer en todo según y como
por mis partes y por mi en su nombre está pedido ... [ff.54v–55r]
196 En las “declaraciones” de los quipocamayos apenas se usa la palabra “testigo”, prefiriéndose
por lo general “declarante” o “el que declara”. La distinción refleja la diferencia percibida
por la justicia española entre el quipocamayo y el testigo con relación a sus fuentes respec-
tivas de información. Al distinguirles de los testigos, cuyo testimonio implica una relación
directa (visual) o indirecta (oral) con los acontecimientos referidos, se reconoce el carácter
distintivo de los quipos en cuanto mnemotécnica cuasi-literaria para la conservación fiel
de los hechos. Sin embargo, se notan algunas diferencias entre las transcripciones de las
declaraciones de los tres quipocamayos aquí consultados, como con la transcripción de las
nuevas declaraciones de Achacata y Cumba durante la Revista y Liquidación de 1578 (en
adelante RL78). Hemos incluido estos variantes en notas a pie de página de la presente
declaración para facilitar la comparación entre las cuatro versiones.
400 QARAQARA - CHARKA
1. A la primera pregunta dijo que éste que declara es uno de los caciques princi-
pales del repartimiento de Sacaca, y así conoce a los demas, y conoció a don
Alonso de Montemayor su encomendero que fue, y es de edad de 70 años,
y que en el tiempo que fue encomendado en el dicho don Alonso y antes y
después fue quipocamayo, juntamente con otros, de lo que daban al dicho
don Alonso y a sus mayordomos, antes de estar tasados como después, y
tenía su cuenta y quipos de todo ello.
2. A la segunda pregunta dijo que el dicho repartimiento de Sacaca estuvo
encomendado en el dicho don Alonso de Montemayor tiempo de ocho años
poco más o menos, y que los cuatro años primeros pagaron los tributos
al dicho don Alonso de Montemayor sin tasa, y los otros cuatro después
de ser tasados, como pareció por los quipos [f.58v] que mostró del dicho
tiempo ...
3. A la tercera pregunta dijo que, como dicho tiene, en el tiempo y sazón que
la pregunta dice, y antes y después, éste que declara allende de ser cacique
del dicho repartimiento era también quipocamayo, que siempre se hallaba a
la recoger del dinero y ganados y todas las otras cosas que daban de tributo
al dicho don Alonso de Montemayor, juntamente con don Luys Anba y don
Pedro Horuro,197 quiposcamayos del dicho repartimiento, así los cuatro años
que dieron el dicho tributo sin tasa como después, y sabe y vió todo lo que
en los dichos cuatro años el dicho repartimiento dió al dicho don Alonso sin
tasa,
y luego sacó unos cordeles de diferentes cordeles198 con nudos, diciendo que
aquellos eran los dichos quipos y cuenta de lo que así dieron en el dicho tiem-
po, y juntamente con esto puso ciertas piedras, cotejándolas con los dichos
quipos, y conforme a ellos y al tenor de la dicha pregunta dice:199
que el primer año [1548], luego que el dicho don Alonso tomó posesión del
dicho repartimiento sin la dicha tasa, el dicho repartimiento y éste que declara
y los demás quipocamayos y caciques le dieron el dicho primer año 21.200
pesos de plata corriente, en que cada semana 100 indios que andaban en las
minas se los daban a cuatro pesos de la dicha plata cada uno, de manera que
cada semana le daban 100 marcos todo el dicho año,
y que el dicho año le dieron [f.59r] ... 750 fanegas de maíz200 y 250 fanegas
de chuño201 todo puesto en Potosí, que en el dicho tiempo valió 10 pesos la
197 Anba [Cumba] habrá tomado su nombre de bautismo del primer encomendero de Sacaca,
Luis de Rivera, muerto en la batalla de Guarina (1547). Pedro Horuro quizás se haya
inspirado en el nombre del mismo Presidente Pedro La Gasca.
198 Sic: debe ser “colores”.
199 La declaración de don Hernando Achacata para 1549 está resumida en forma tabular en
el Cuadro 3.2.
200 Durante la Revista y Liquidación de cuentas de 10.x.1578 (en adelante RL78), los dos
quipocamayos consultados, Achacata y Cumba, declaran haber dado 1.700 cargas de maíz
(f.262r).
201 La transcripción del quipo de don Pedro Horuro dice “200 fanegas”. RL78: “500 cargas”
(f.262v).
TASA 401
202 RL78: “fueron preguntados a como valía este dicho año la fanega del dicho maíz en Po-
tosí, dijeron que a 5 pesos corrientes la poccha, que se entiende media fanega” (f.262v).
La poccha es una medida de volumen equivalente a una carga de llama, dos de las cuales
también equivalen a una fanega (en este texto, passim). Cabe notar que varios testigos
dieron el precio más alto de 20 pesos la fanega (ff.19r; 22v).
203 RL78: “la carga ... a seis pesos corrientes” (f.262v).
204 Sic: corregida a “cuatro veces” en la transcripción del quipo de don Luis Cumba.
205 RL78: “y por un quipo que mostraron dijeron que a 10 pesos corrientes cada cabeza” (f.262v).
206 RL78: “y tomando sus quipos en sus manos y por las dichas piedras dijeron que 20 arrobas
de sebo” (f.263r).
207 La transcripción del quipo de don Pedro Horuro dice “seis pesos cada una”. Se trata de un
error de intérprete o escribano, seguramente influenciado por los “seis pesos” en que se
vendió cada pieza de la ropa de abasca. RL78: “70 frazadas ... a tres pesos corrientes cada
frazada” (f.263r-v).
208 RL78: “59 mandiles” (f.263v).
209 RL78 dice que se vendió “cada jáquima con su cabresto y cincha a un marco de plata
corriente” (f.263v).
210 RL78: “20 cántaros de miel” (f.264r).
211 Las transcripciones de los quipos de don Luis Cumba y de don Pedro Horuro dicen “103
gallinas que se vendieron en 103 pesos a un peso cada una”. RL78: “103 gallinas” (f.264r).
El error está en la transcripción del quipo de don Hernando Achacata.”
402 QARAQARA - CHARKA
y más dieron el dicho año 208 patos que se vendieron a medio peso cada uno,
y más dieron el dicho año 1205 huevos, que cada 100 huevos valían a 10
pesos212 comúnmente,
y más dieron el dicho año 15 cargas de quinoa en Potosí que valió a cuatro
pesos la carga,213
y más le dieron 10 cargas de papas que valió y se vendió a peso la carga,214
y más le dieron el dicho año 30 cargas de sal, que cada carga valió a 2 pesos.
Y que asimismo parece por el dicho quipo el segundo año [1549] dió éste que
declara al dicho don Alonso de Montemayor, juntamente con los demás quipos-
camayos y caciques, sin ser tasados, 16.960 pesos corrientes,215 en que cada
semana del dicho segundo año dieron 80 indios a cuatro pesos cada uno, que
cada semana eran 80 marcos los que le daban en todo el dicho año segundo,
y más 250 fanegas de maíz216 puesto en Potosí a 10 pesos cada fanega, y 200
fanegas de chuño que vendieron a 12 pesos cada fanega,217
y 350 cabezas de ovejas y carneros de la tierra a 10 pesos cada cabeza, y 52
carneros y otros tantos corderos218 para su comer que los [f.60r] carneros va-
lían a 10 pesos y los corderos a cuatro pesos, y así se vendían y compraban
el dicho año,219
y más dieron 90 piezas de ropa que cada pieza se vendió a seis pesos,220
y más dieron el dicho año 35 frazadas a tres pesos,221
212 Las transcripciones de los quipos de don Luis Cumba y de don Pedro Horuro dicen que
100 huevos valían 5 pesos. En RL78 no se pregunta el precio de los huevos (f.264v).
213 La transcripción del quipo de don Pedro Horuro dice “siete fanegas y media de quinoa ...
a ocho pesos la fanega”.
214 La transcripción del quipo de don Pedro Horuro dice “cinco fanegas de papas ... a dos
pesos la fanega”. RL78: “10 cargas ... cada carga a peso” (Pieza 2, f.57v).
215 RL78: “16.970 pesos de plata corriente” (f.265r).
216 Las transcripciones de los quipos de don Luis Cumba y de don Pedro Horuro dicen “550
fanegas de maíz”. RL78: “y tomando los dichos quipos en sus manos y haciendo sus cuentas
dijeron haberle dado ... 1100 cargas ... a cinco pesos de plata corriente” (f.265r-v). El error
es del intérprete o escribano durante la transcripción del quipo de Achacata.
217 RL78: “400 cargas de chuño ... y se vendía a seis pesos la carga” (f.265v).
218 Las transcripciones de los quipos de don Luis Cumba y de don Pedro Horuro dicen “53
corderos”. RL78 dice “455 carneros de la tierra” (f.265v). La existencia de un quipo aparte
para los precios de los productos se confirma en seguida en RL78: “fueron preguntados
a cómo vendían los dichos carneros el dicho año, y por un quipo que mostraron donde
parece tener los precios de a cómo se vendía el dicho ganado dijeron ...” (ibid.).
219 La transcripción del quipo de don Pedro Horuro inserta aquí: “y más le dieron 16 arrobas
de cebo que se vendió a cuatro pesos el arroba”. RL78 confirma esta corrección, añadiendo:
“y por un quipo que mostraron donde tienen la cuenta de los precios a cómo se vendía
dijeron que se vendía cada una arroba a cuatro pesos de plata corriente” (f.266r).
220 RL78: “los cuales dijeron por otro quipo en donde tienen la razón de los precios a cómo
se vendían, que se vendía cada vestido a seis pesos de plata corriente” (f.266r–v).
221 RL78: “y por el dicho quipo donde tienen la razón de los dichos precios dijeron que se
vendía cada frazada a tres pesos de plata corriente” (Pieza 2, f.59r).
TASA 403
y más dieron el dicho año siete arrobas de lana que se vendió a cuatro pesos
la arroba,222
y 30 mandiles de caballo que vendió a peso cada uno,223
y 45 jáquimas con sus cabrestos y otras tan[tas] cinchas y sueltas y látigos,224
y 21 pescuezos adobados a dos pesos cada uno,
y más dieron el dicho año 14 arrobas de miel225 a cuatro pesos cada arroba,226
y ocho arrobas de cera, que la arroba se vendió a cinco pesos,227
y más 60 aves que eran gallinas que vendieron a peso cada una,
y más 130 patos que vendieron a medio peso,
y 1004 huevos228 que el 100 de ellos se vendieron a cinco pesos,
y 10 cargas de quinoa que se vendió a cuatro pesos la carga,229
más 13 cargas de papas que vendieron a peso la carga,230
y más 23 cargas de sal que vendieron a dos pesos carga.
Y que asimismo este que declara y los demás quiposcamayos del dicho re-
partimiento, el tercer año [1550] sin ser tasado el dicho repartimiento, como
parecía por el dicho su quipo, dieron:
14.840 pesos corrientes, los cuales daban 70 indios que andaban en las minas
en esta manera, que cada semana de las del dicho tercer año daban cada indio
un marco de tributo, en que cada semana daban 70 marcos,231 [f.60v]
222 RL78: “y por los dichos quipos de los dichos precios dijeron que vendía cada un arroba a
cuatro pesos de plata corriente” (f.266v).
223 RL78: “y por el dicho quipo de los precios dijeron que a un peso de plata corriente”
(ff.266v267r).
224 RL78: “y por los dichos quipos haciendo sus cuentas dijeron haberle dado 45 jáquimas con
sus cabrestos, látigos, cinchas y sueltas. Fueron preguntados a cómo se vendía el dicho año
en la dicha Villa de Potosí una jáquima con sus cabrestos, látigos, cinchas y sueltas, y por el
dicho quipo de los dichos precios dijeron que a cuatro pesos de plata corriente” (f.267r).
225 RL78: “14 cántaros de miel” (f.267v).
226 RL78: “y por el dicho quipo de los precios dijeron que se vendía cada uno de los dichos
cántaros a cuatro pesos de plata corriente” (f.267v).
227 RL78: “y por el dicho quipo de los precios dijeron que se vendían cada una arroba a cinco
pesos corrientes” (f.267v).
228 Las transcripciones de los quipos de don Luis Cumba y de don Pedro Horuro dicen “1304
huevos”, y RL78 confirma esta suma (f.268r).
229 La transcripción del quipo de don Pedro Horuro dice: “cinco fanegas de quinoa que se
vendió en ocho pesos la fanega”. RL78: “y por los dichos quipos de los dichos precios
dijeron que se vendía cada una carga a cuatro pesos de plata corriente” (f.268v).
230 La transcripción del quipo de don Pedro Horuro dice que las papas se vendieron “a dos
pesos la fanega”.
231 Las transcripciones de los quipos de don Luis Cumba dicen que cada indio de los 70 por
semana daba “cuatro pesos”, que sumarían 14.560 pesos en 52 semanas; pero concuerdan
con la transcripción del quipo de don Hernando Achacata que el monto total fue 14.840
pesos.
404 QARAQARA - CHARKA
y asimismo dieron el dicho año al dicho su encomendero 450 fanegas [de maíz]232
que cada fanega de ello se vendió a 10 pesos en Potosí donde lo dieron,
y asimismo 120 fanegas233 de chuño que se vendió a 12 pesos la fanega,
y 150 cabezas carneros de la tierra los cuales se vendieron a 10 pesos cada
uno, y más le dieron 42 carneros y ovejas de la tierra, y 31 corderos234 para la
sustentación de su casa, que los corderos valían a cuatro pesos,
y más siete arrobas de sebo que se vendió de ello a cuatro pesos la arroba,235
iten 35 piezas de ropa que cada pieza se vendió a seis pesos,
y más dieron 21 frazadas al dicho encomendero que cada una se vendió a tres
pesos,236
y que dieron tres arrobas de lana fina que cada arroba se vendió a cuatro pesos,
y asimismo dieron 11 mandiles de caballo que cada una se vendió a peso,
y asimismo le dió 13 jáquimas y otras tantas cinchas con sus látigos y sueltas
y otras menudencias,237
y asimismo le dió seis pescuezos adobados que se vendieron a dos pesos
cada uno,
y más siete arrobas de miel238 que cada arroba se vendió a cuatro pesos,
y cuatro arrobas de cera que cada arroba se vendió a cinco pesos,239
y asimismo dieron 30 gallinas que cada una se vendió a peso,
y más 50 patos que cada uno se vendió a medio peso,
y más 850 huevos que el 100 de ellos se vendió a cinco pesos,240
y más fanega y media de quinoa241 que se vendió a cuatro pesos cada carga,242
232 RL78: “900 cargas de maíz ... y que a la sazón se vendía cada una carga a cinco pesos de
plata corriente” (f.269v).
233 Las transcripciones de los quipos de don Luis Cumba y de don Pedro Horuro dicen “125
fanegas” de chuño. RL78: “250 cargas ... y por el dicho quipo de los precios dijeron haberse
vendido a seis pesos de plata corriente la carga” (f.269v).
234 La transcripción del quipo de don Pedro Horuro dice “31 cabezas de ganado” y “42 cor-
deros”. RL78: “223 carneros de la tierra ... y por el dicho quipo de los precios dijeron que
se vendían a 10 pesos de plata corriente” (f.270r).
235 RL78: “y por los dichos quipos de los dichos precios dijeron que se vendieron cada una
de las dicha arrobas a cuatro pesos de plata corriente” (f.270r).
236 RL78: “por el dicho quipo de los precios dijeron que se vendían a tres pesos de plata
corriente” (f.270v).
237 RL78: “y que cada una de las dichas jáquimas con sus cabrestos, cinchas y látigos se vendían
a cuatro pesos de plata corriente en la Villa de Potosí donde se dieron” (f.271r).
238 RL78: “siete cántaros de miel” (f.271r).
239 RL78: “y el dicho quipo de los dichos precios dijeron haberse vendido a cuatro pesos de
plata corriente” (f.271v).
240 RL78: “840 huevos ... se vendieron cada 10 huevos por medio peso” (f.271v).
241 La transcripción del quipo de don Luis Cumba dice “tres cargas” de quinoa. RL78: “tres
cargas” (f.272r).
242 La transcripción del quipo de don Pedro Horuro dice “a ocho pesos la fanega”. RL78:
“cuatro pesos de plata corriente cada carga” (f.272r).
TASA 405
243 La transcripción del quipo de don Pedro Horuro dice “dos fanegas de papas que cada
fanega se vendió a dos pesos”.
244 RL78: “11 arrobas de sal y que valía cada arroba dos pesos de plata corriente” (f.272r).
245 Don Luis Cumba y don Pedro Horuro omiten este preámbulo.
246 Las transcripciones de los quipos de don Luis Cumba y don Pedro Horuro dicen “cuatro
pesos por semana cada uno”.
247 RL78: “600 cargas puestas en la dicha Villa de Potosí ... y por un quipo donde parece tener
la cuenta de los precios a como se vendía dijeron que se vendió cada una carga del dicho
maíz a cinco pesos de plata corriente” (f.273r).
248 RL78: “por los dichos quipos dijeron haberle dado 200 cargas de chuño puestas en la Villa
de Potosí ... y por el dicho quipo de los dichos precios dijeron que se vendió cada carga
del dicho chuño, que entiende media fanega, a seis pesos de plata corriente” (f.273v).
249 RL78: “y por el dicho quipo dijeron haberle dado 140 carneros puestos en la dicha Villa
de Potosí ... y por el dicho quipo del dicho precio que se vendió cada carnero a 10 pesos
de plata corriente” (f.273v).
250 RL78: “y por el dicho quipo de los dichos precios dijeron que se vendía a seis pesos de
plata corriente” (f.274r–v).
251 RL78: “por el dicho quipo de los dichos precios dijeron haberse vendido a tres pesos de
plata corriente” (f.274v).
406 QARAQARA - CHARKA
252 La transcripción del quipo de don Luis Cumba dice “otros tantos cabrestos y sueltas y
cinchas”. RL78: “12 jáquimas con sus cabrestos y 12 cinchas con sus látigos puestos en la
dicha Villa de Potosí” (f.275r).
253 RL78: “cuatro cántaros de miel ... y por el dicho quipo de los dichos precios dijeron que
[se vendieron] a cuatro pesos de plata corriente” (f.275v).
254 Las transcripciones de los quipos de don Luis Cumba y de don Pedro Horuro, en lugar
de sumar el precio total de las dos arrobas, dicen que “cada una se vendió a cinco pesos”.
RL78: “por el dicho quipo de los [f.66r] dichos precios dijeron que a cinco pesos de plata
corriente” (f.275v).
255 Aquí, en cambio, la transcripción del quipo de don Luis Cumba da la suma total de 15 pesos.
256 RL78: “cada 10 huevos se vendían a medio peso” (f.276r).
257 RL78 (f.276r) y las transcripciones de los quipos de don Luis Cumba y de don Pedro
Horuro añaden que la carga se vendió en cuatro pesos.
258 La transcripción del quipo de don Pedro Horuro dice: “dos fanegas y media de papas que
se vendió a dos pesos fanega”.
259 RL78 (f.276r) y la transcripción de don Luis Cumba dicen “cinco cargas de sal”.
260 “Corma: Es un pedazo de madero que antiguamente echavan al pie del esclavo fugitivo,
y ahora en algunas partes la echan a los muchachos que se huyen de sus padres o amos
... Semejante corma echavan al que era deudor de hazienda, y con ella se entregavan al
acreedor”. Covarrubias, Tesoro... ([1611] 1987:358).
TASA 407
261 La declaración de don Pedro Horuro menciona solamente dos indios para caballerizos
(f.74r).
408 QARAQARA - CHARKA
y que habiendo de llevar en esta manera tiempo de dos años Fulano de Vargas
mayordomo del dicho don Alonso les llevó todo en chuño, porque la carga
de papas valía a peso y la de chuño a cinco y a seis pesos, y que no les llevó
otra cosa fuera de lo contenido en la dicha tasa ...
11. A las once preguntas dijo que ya éste que declara tiene dicho en la tercera
pregunta el valor en que en el dicho tiempo valía cada cosa, porque en los
dichos precios lo vendía el dicho don Alonso después de cobrado de los dichos
indios, [f.63v] y éste que declara y los demás quiposcamayos lo ponían todo
por quipo ...
12. A las doce preguntas dijo que desde el tiempo de los dichos cuatro años ...
ha quedado el dicho repartimiento así de indios como de las posibilidades de
ganados y otras cosas muy necesitado y perdido ...
... no firmó porque dijo que no sabía, lo cual declaró por las dichas dos lenguas.
ante mí
Tristán Sanchez
[2o quipocamayo] Y después de lo susodicho en la dicha Ciudad de La Plata a
11.vii.1572 ante el dicho señor licenciado Recalde y en presencia de mí el
dicho escribano de cámara pareció presente don Luys Cu[m]ba, principal
del dicho repartimiento de Sacaca, y quipocamayo que dijo haber sido de
años antes y al tiempo que fuesen encomendados en don Alonso [f.64r] de
Montemayor, y serlo al presente del dicho repartimiento, ... y ... teniendo en
sus manos unas cuerdas de diferentes colores con muchos nudos que decía
y declaraba eran aquellos los dichos quipos, y poniendo ciertas piedras, dijo
y declaró lo siguiente:
1. A la primera pregunta dijo que éste que declara es principal y quipocamayo
del repartimiento de Sacaca, y conoce a los demás caciques y principales e
indios del dicho repartimiento, y conoció a don Alonso de Montemayor, su
encomendero, que fue vecino de esta Ciudad.
2. A la segunda pregunta dijo que el dicho repartimiento de Sacaca estuvo
en cabeza del dicho don Alonso de Montemayor por tiempo de ocho años
poco más o menos, ... y por los dichos sus quipos halla que aunque no sabe
declarar los nombres de los meses estuvieron encomendados ocho años ...
[f.64v]
3. A la tercera pregunta dijo que ... éste que declara lo puso todo por quipo y
cuenta juntamente con don Hernando Achacata y don Pedro Horuro quipoca-
mayos, así de plata y ganados y comidas y otras cosas, y el precio y valor en
que todo ello se vendía ..., y que por el dicho su quipo que tenía en sus manos,
y piedras que conforme a él tenía puestas, allende de saberlo éste que declara
muy bien y tenerlo en su memoria, parece que dió al dicho encomendero el
primer año lo que irá declarando:262 ... [ff.65r–67v].
262 Hemos omitido la lista que da la transcripción del quipo de don Luis Cumba de los
tributos llevados sin tasa durante los primeros cuatro años de la encomienda de Alonso
de Montemayor, pues difiere poco de la lista ofrecida por el quipocamayo anterior, don
Hernando Achacata. Las diferencias más significativas se han anotado arriba al pie de la
página correspondiente de la lista de Achacata.
TASA 409
4. A la cuarta pregunta dijo ... todo ello vendían ellos por menudo para sacar el
dinero por mandado del dicho don Alonso en Potosí, ... y ... cuando no había
ganado ... llevaba cada un indio una fanega de maíz o chuño desde sus tierras a
Potosí, y se morían muchos de ellos por los campos, ... y que en aquella sazón
ganaba cada indio medio peso y un ducado de jornal cada día, y otros más ...
6. A la sexta pregunta dijo que... [don Alonso de Montemayor] llevó a don Alonso
Ayavire al pueblo de Moscari del repartimiento de Chayanta, y poniéndole con
la garganta al pié de una horca, y haciendo los otros muchos malos tratamien-
tos, y por darle contento al dicho encomendero vendían las ropas de su vestir
y dieron todos los ganados y ovejas que tenían para criar para la sustentación
de sus personas ...
7. A la séptima pregunta dijo que éste que declara sabe que el dicho don Alonso
Ayavire, cacique principal del dicho repartimiento, para dar contento al dicho
encomendero, y de miedo de los malos tratamientos ... [f.68r] dió al dicho Mon-
temayor 25 piezas de ropa muy rica del tiempo del Inca, que el Inca Guascar
había dado al dicho don Alonso y a sus padres, que le parece que cada pieza
de la dicha ropa valdría a más de 30 pesos, y juntamente con ello le dió ciertas
chaquiras y otras cosas, ... y a éste que declara le colgó de un palo, y le dió
muchos azotes, diciendo que pues era quipocamayo, sabía donde tenían los
caciques los tesoros ...
8. A la octava pregunta dijo que es verdad que ... los dichos caciques e indios
hicieron las casas ... en Potosí, y anduvieron 250 indios peones tiempo de dos
meses y medio hasta dejar hechas y acabadas las dichas casas, y pusieron
ellos 2000 magueyes que valían a tres tomines cada uno, y otros palos buenos,
y la lata y paja, y que no se les pagó por ello cosa alguna, y que cada indio
merecía medio peso de alquiler cada día ... [f.68v]
10. A la décima pregunta dijo que éste que declara no sabe declarar los nombres
de los años más de que tiene puesto por su quipo haber estado el dicho repar-
timiento encomendado en el dicho don Alonso tiempo de ocho años, ... y que
después que vino Estupiñán a esta provincia, visto que el dicho repartimiento
estaba ya destruído y vejado de todo lo que tenían, les dió tasa por donde
pagasen a su encomendero en cada un año, y que las cosas que la dicha tasa
dice éste que declara como tal quipocamayo las tiene en la memoria y en sus
quipos, ... y que después [f.69r] de ser tasados no les llevaba mas tributo ni
pesos de oro ni otra cosa de lo que en ella se declaran, salvo que los dos años
primeros el dicho García de Vargas, mayordomo del dicho su encomendero,
por valer como valían los dichos dos años la fanega del chuño a 12 pesos,
mandando la tasa que diesen 40 fanegas de papas y 40 de chuño les llevó las
80 fanegas en el dicho chuño, ... que las papas valía la fanega a dos pesos y
la de chuño a 12 y a 10 por lo menos ...
11. A las once preguntas dijo que ... este testigo y los demás principales e indios lo
vendían y beneficiaban después que lo entregaban al dicho su encomendero
en la plaza y tianguez de Potosí, y le acudían con lo procedido de cada cosa
en dinero ... [f.69v]
12. A las doce preguntas dijo que ... el dicho repartimiento e indios ha quedado
y está al presente muy vejado y pobre y tal que no tienen ganados ni otras
haciendas sino las tierras de que se sustentan, y muchos indios que se han
410 QARAQARA - CHARKA
ido ... y ... sabe que de antes era el dicho repartimiento uno de los principales
de esta provincia en cantidad de gente y ricos de ganados y otras cosas, ... y
no firmó porque dijo que no sabía, y que es de edad de 80 años ... [f.70r].
[3o quipocamayo] Y después de lo susodicho en la dicha Ciudad de La Plata en
este dicho día 11.vii.1572 ante el dicho señor licenciado Recalde, oidor de
la dicha Real Audiencia, ... pareció presente don Pedro Horuro, principal del
repartimiento de Sacaca, y quipocamayo que dijo haber sido de muchos años
antes y al tiempo que fuesen encomendados en don Alonso de Montemayor,
y serlo al presente del dicho repartimiento de Sacaca, y tener en su poder el
quipo y quipos de aquellos tiempos, así de lo que pagaban y dieron en plata
y ropa y ganados de tributos así antes de ser tasados como después, ... y ...
teniendo en sus manos unas cuerdas de diferentes colores con muchos nudos
que dijo y declaró eran aquellos dichos quipos, y poniendo ciertas piedras con
ellas, dijo y declaró lo siguiente: [f.70v]
1. A la primera pregunta dijo que éste que declara ... conoce a los demás quipo
camayos que han sido y son, que son don Hernando Achacata y don Luys
Cumba ...y conoció al dicho don Alonso de Montemayor su encomendero ...
2. A la segunda pregunta dijo que por sus quipos ... don Alonso de Montemayor
... tomó la posesión del dicho repartimiento luego que se acabó la batalla de
Xaquixaguana, que no sabe qué año era, y que se pusieron en la cabeza de
Su Majestad cuando fue corregidor en Potosí don Juan de Sandoval ...
3. A la tercera pregunta dijo que en los cuatro años que el dicho don Alonso de
Montemayor llevó los tributos del dicho repartimiento sin ser tasados fueron
tan excesivos y en tanta demasía que fue al [f.71r] doble más que se contiene
en la tasa que después le dieron, y así éste que declara lo ponía por los dichos
quipos así la plata y ropa y maíz y ganados y chuño y otras cosas ... y el precio
que todo ello valía beneficiado y vendido ...
Que le dieron el dicho primer año, según consta del dicho su quipo, 21.200 pesos
de plata corriente, que en todo el dicho año daban de cacilla cada semana un
marco de la dicha plata cada indio de 100 indios que andaban en las minas de
Potosí y Porco, y así cada semana daban los dichos 100 indios 100 marcos ...263
4. A la cuarta pregunta dijo que ... todas las cosas que tiene declaradas desuso
... lo llevaron todo a su costa y en sus ganados y a cuesta ... a Potosí, y allí lo
pagaban y entregaban por sus quipos al dicho encomendero, y ellos propios
vendían el dicho maíz y chuño y ropa y ganado, y a los precios que declara-
dos tiene, y se lo daban todo al dicho encomendero, lo cual aunque no tiene
declarado las veces en que los daban cada uno de los dichos años se lo daban
unas veces en tres veces en el año y otras en cuatro veces y en más ...
5. A la quinta pregunta dijo que ... asimismo le daban dos indios para caballerizo
y dos para la cocina y un dispensero y otro portero ... [f.74v] y sin paga alguna,
ganando de como cada indio en aquellos años ganaba a medio peso y a seis
tomines de jornal por día ...
263 Como en el caso de don Luis Cumba, hemos omitido la lista que da la transcripción del
quipo de don Pedro Horuro, anotando las variantes más importantes al pie de la página
correspondiente de la lista de Achacata.
TASA 411
6. A la sexta pregunta dijo ... que el dicho don Alonso tuvo presos y encerrados
a este que declara y a don Luis Cuba y a don Hernando Achacata como a
quipocamayos del dicho repartimiento, y los tenía con cadenas diciendo que
eran ricos y prósperos y tenían escondido el tesoro y moneda y ganados y
otras haciendas que tenían, y los azotaba y a los caciques principales que eran
don Alonso Ayavire y los demás que dice la pregunta los tuvo en el pueblo de
Moscarí al pie de una horca, diciendo que si no les daban gran suma de tesoro
y haciendas le había de ahorcar, y así de miedo los dichos caciques vendían
sus ropas y ganados y otras haciendas para tributar al dicho don Alonso de
Montemayor, y que así cuando les vinieron a tasar estaban ya pobres, disipados,
sin ganados ni otra cosa, y los indios del dicho repartimiento huidos muchos
de ellos ...
7. A la séptima pregunta dijo que el cuarto año, ya que los dichos caciques e
indios no tenían de que poder pagar el excesivo tributo que pagaban al dicho
don Alonso [f.75r] de Montemayor, tuvo un año a don Alonso Ayavire ... con
prisiones, y así por salir de la dicha prisión ya que no tenía otra cosa con que
contentar al dicho encomendero le dió las 35 piezas de ropa las cuales a él y
a su padre se las había dado Guayna Capa y los demás Incas de este reino,
que la dicha ropa era tan rica y tal que cada pieza valía a más de 30 pesos ...
8. A la octava pregunta dijo que ... hicieron unas casas en Potosí muy buenas y
amplias, y que se ocupaba en el edificio de ellas 200 indios y mas, y pusieron
la madera y magueyes y lata y paja los propios indios, y que se ocuparon en
hacerla mas de dos meses, y pusieron en la dicha casa 2000 magueyes y 150
palos buenos y mucha lata, y que los palos valían a peso y a ducado, y cada
indio en aquél tiempo ganaba a peso y a ducado y a medio peso de jornal, y
no se les pagó por todo ello ni se les descontó de los tributos cosa alguna ...
9. A la novena pregunta dijo que ... le parece que valió y montó los peones que
se ocuparon en la dicha casa y la madera y lata y lo demás más de los dichos
2000 pesos que la pregunta dice ... [f.75v] ...
12. A las doce preguntas ... pareció por su aspecto ser de edad de más de 50
años ...
tados, mandando determinar en revista sobre el dicho artículo, y pido justicia, para
lo cual &ca.
Joan de Baños.
[Joan de Baños presenta una nueva pregunta añadida para los testigos]
Muy poderoso señor:
Joan de Baños, Defensor de los Naturales, en nombre de los caciques e indios del
repartimiento de Sacaca en el pleito con los herederos de don Alonso de Monte-
mayor y Jacomé Carlos en su nombre ... digo:
Que demás del Interrogatorio principal que tengo presentado conviene al derecho
y justicia de los dichos mis partes que los testigos que presentan se examinen al
tenor de la pregunta añadida siguiente:
TASA 413
Añadida
Yten si saben que en el tiempo que los dichos indios de Sacaca estuviesen encomen-
dados en el dicho don Alonso de Montemayor, antes que tuviesen tasa, el dicho don
Alonso de Montemayor mandaba y por su orden y mandado estuvieron y residieron
en la Villa de Potosí 80 indios ordinarios del dicho repartimiento, que en tiempo de
tres años que residieron en la dicha Villa dieron y pagaron cada uno de los dichos
indios en cada semana al dicho don Alonso de Montemayor y a sus mayordomos
cuatro pesos, y sobre ello recibían de los suso dichos muchas vejaciones y molestias,
lo cual se sumó gran cantidad de pesos de oro, digan lo que saben.
A Vuestra Alteza suplico mande que los testigos de los dichos indios se examinen
por la dicha pregunta añadida, sobre que pido justicia y costas, y para ello &ca.
Joan de Baños.
264 Entre ff.85–142 se presenta un debate entre las partes sobre la Provisión Real de embargo
de bienes de los herederos de Montemayor, quienes ofrecen dar fianzas; y se pide más
información a la parte de los indios de Sacaca. Este debate se extiende hasta el año 1577.
Desde f.143 se presenta un traslado de 1577 del mismo Interrogatorio de los indios de
Sacaca de 1572 (ff.146r–149v), además de cuatro testimonios ya presentados: los de Nicolás
de Benino (ff.150r–152v), de Joanes de Guaicoria (ff.153r–154v), de Juan Picón (ff.154v–
156v) y de Juan Ortiz Picón (ff.156r–160v). Siguen algunos testimonios nuevos.
265 Se trata de los indios de los cocales de Songo; ver Murra, Visita de los valles de Sonqo…
(1991).
266 En contra de este testimonio, los chinukamana de Sacaca presentan las cuentas para tres
años que tributaron a Alonso de Montemayor antes de ser tasados. El primer año de 1548
tributaron a Alonso de Alvarado.
414 QARAQARA - CHARKA
dichos indios de Sacaca en el dicho don Alonso de Alvarado ... [f.164r] ... y
este testigo vió al dicho don Alonso Ayavire desollada la cabeza y arrancado
mucho cabello, y que le dijo el dicho don Alonso Ayavire a este testigo como
el dicho don Alonso de Montemayor le había arrancado de un remesón los
dichos cabellos por pedirle los tributos ...
4. A la cuarta pregunta dijo que lo contenido en la pregunta supo este testigo en
la dicha Visita General que hizo por la cuenta y memoria que de ella le daban
los dichos caciques e indios ... [f.164v] ...
7. A la séptima pregunta dijo que ... fue público y notorio ... y este testigo supo
y entendió lo suso dicho porque en aquella sazón posaba en casa del general
Pablo de Meneses, que era justicia mayor en esta provincia267 ... [f.165r] ...
12. A las doce preguntas dijo que, como dicho tiene, éste que declara ha visto este
repartimiento y halló mucha pobreza en los indios, porque estaban muy faltos
de ganado, porque los más de los indios no tenían ninguno, y los que lo tenían
eran 10 o 12 cabezas, si no era cual o cual indio principal ... [f.165v] ...
A la pregunta añadida dijo que lo que sabe de ella es que en esta provincia
los mas de los encomenderos tenían mita en Potosí de indios que le daba
cada un indio cada semana un marco de plata, y que tiene por cierto que
estos indios de Sacaca daban como los demás de la provincia, porque de la
Visita que este testigo hizo de los dichos indios constó por los quipos que
de ello daban268 dar los dichos indios 80 indios de mita en esta Villa y pagar lo
que dicho tiene cada indio cada semana, hasta tanto que vino por Corregidor
Pablo de Meneses a esta provincia, y mandó que no diesen mas de a cada
peso y medio ..., y que cada semana montaba en los dichos dos primeros
años y sin tasa 320 pesos cada semana, que por año monta más de 16.000
pesos, lo que era de plata corriente que entonces andaba a 15%, porque era
muy buena ... [f.166r] ...
[6o testigo] Y después de lo suso dicho en la dicha Villa Imperial de Potosí el
14.vi.1577 ... la parte de los dichos indios de Sacaca presentó por testigo a
Joanes de Gamboa, vecino de esta Villa ...
1. A la primera pregunta dijo que conoce a los en ella contenidos de más de 24
años a esta parte, y conoció al dicho don Alonso de Montemayor de más de
31 años a esta parte poco más o menos.
... es de edad de 50 años poco más o menos ... [ff.166v–168r] ...
[7o testigo] Y después de lo suso dicho en la dicha Villa de Potosí a 14.vi.1577 ...
presentó por testigo ... a don Juan Colque cacique principal de los Asanaque
residente en esta Villa ... [f.168v] ... dijo y depuso lo siguiente:
... es de edad de 55 años poco mas o menos ... [f.169r]
267 Pablo de Meneses fue también encomendero de Yampara, Moromoro y parte de Chaquí.
Ver la Presentación de la Segunda Parte, “Encomienda”.
268 Fue quizás Diego Núñez Bazán, después de ver en Sacaca los quipos de las cuentas de
los tributos excesivos llevados en 1549–51, quien sugirió a los Mallku, durante la Visita
General dispuesta por el Virrey Toledo, que les convendría hacerles juicio a los herederos
de Alonso de Montemayor.
TASA 415
6. A la sexta pregunta dijo que ... oyó decir al dicho don Martín Aysaca [sic] que
el dicho don Alonso de Montemayor le había echado y desterrado del dicho
su pueblo para la Ciudad de Cuzco, porque no había cumplido la tasa y resta-
ba debiendo cierta plata de ella, y así dijeron a este testigo ciertos indios del
pueblo de Çibaruyo como el dicho principal había pasado por el dicho pueblo
para la Ciudad del Cuzco ... [ff.169v–170r]
11. A las once preguntas dijo que al tiempo que el dicho don Alonso de Monte-
mayor tuvo los dichos indios y repartimiento de Sacaca, valía el ganado de
la tierra cada cabeza cuatro pesos corrientes, y una fanega de maíz 10 pesos,
y una pieza de ropa 12 pesos, y un cesto de coca 36 pesos, todo corriente ...
lo cual sabe este testigo porque así lo vió vender en esta Villa y lo compraba
para su casa en los dichos precios ... [f.170v] ...
[8o testigo] Y después de lo suso dicho en la dicha Villa de Potosí en 14.vi.1577 ...
presentó por testigo ... a don Martín Chani, capitán y cacique principal de Paria,
residente en esta Villa, ... dijo y depuso lo siguiente: ... [f.171r]
... es de edad de 70 años poco mas o menos ... [ff.171v–172r] ...
6. A la sexta pregunta dijo que este testigo vió que el dicho don Alonso de Mon-
temayor ... les echaba presos en su casa y les daba tormentos y les quitaba
el comer y beber, hasta que hacía y daba lo que ... les pedía ... [f.172v] ... y
este testigo fué muchas veces en esta Villa a ver al dicho don Alonso Ayavire
cuando le tenía preso el dicho Montemayor, a él y a otros caciques, sobre lo
contenido en la pregunta ...
269 Entre ff.179r y 203r se presenta un traslado que omitimos de las declaraciones de los tres
quipocamayos ya consignadas en las ff.58r–75.
416 QARAQARA - CHARKA
4. Si saben que por el año de 50 principios de él se le dió tasa al dicho don Alonso
de Montemayor, para que por ella cobrase los tributos que los dichos indios
habían de pagar, y que desde el tiempo que se le encomendaron los dichos
indios hasta que se le dió la dicha tasa tan solamente fueron a decir tiempo
de dos años que fueron los que cobró sin orden de tasa ...
5. Si saben que los tributos que los dichos indios dieron y pagaron antes de la
tasa en tiempo de los dichos dos años el dicho don Alonso de Montemayor
fue menos de lo que por la dicha tasa se le mandó pagar después ...
6. Si saben que el dicho don Alonso de Montemayor durante el tiempo que tuvo
los dichos indios en encomienda los trató bien con mucho amor sin hacerles
castigos ni molestias y estuvieron muy contentos de su tratamiento sin quejarse
de él ... [f.204r]
7. Si saben que si los dichos indios dieron al dicho don Alonso de Montemayor
algun ganado, ropa de abasca y cumbi, y maíz y chuño, plata y otras cosas,
fue todo para en cuenta de lo que le daban por razón de la tasa que le eran
obligados a pagar, y que todo lo que dieron fueron por la dicha razón ...
8. Si saben que los indios que se ocuparon en la labor y edificio de las casas que
el dicho don Alonso de Montemayor tiene en la Villa de Potosí y los jornales
que hubieron de haber se bajaron y quitaron de lo que los dichos indios eran
obligados a pagar al dicho don Alonso de Montemayor por razón de la tasa ...
Jacomé Carlos.
En La Plata 13.xi.1576 en audiencia pública ante los señores presidente y oidores
le presentó el contenido y los dichos señores mandaron que digan por él ...
[f.205r]
270 Así en blanco; no tenemos evidencia independiente de que hubo tal visita, pero puede
tratarse de la retasa.
271 Ver arriba f.22v: Lobato fue visitador enviado por el Conde de Nieva.
272 Así en blanco.
TASA 417
[Sentencia de restitución]
[f.239r] En el pleito que es entre los caciques e indios del repartimiento de Sa-
274
273 Hemos omitido la Probanza de los herederos de don Alonso de Montemayor (ff.206r–
218v), que no hace más que repetir el Interrogatorio e incluye sólo dos testimonios muy
cortos de Gonzalo Santos, vecino y alcalde ordinario de Potosí (ff.213r–216v), y Martín
de Tinco, vecino de Potosí (ff.217r–218r).
274 Entre f.219r y f.238r ambas partes piden que el pleito se determine definitivamente.
275 Entre f.240r y f.256r la parte de los herederos de don Alonso de Montemayor suplica contra
la sentencia de Barros y Peralta y ofrece pruebas, que se reciben, pero después Barros y
Peralta confirman más explícitamente su sentencia anterior (ver a continuación f.257r).
418 QARAQARA - CHARKA
averiguación que por ella mandamos que hagan los terceros se entienda haberla
de hacer por quipos y testigos, y demás averiguaciones que a los dichos terce-
ros pareciere ser necesarias, y lo que así averiguaren por ella deber el dicho don
Alonso [de Montemayor] desde luego condenamos en ello a los dichos bienes y
herederos, y así lo pronunciamos y mandamos
el doctor Barros
el doctor Peralta.
[Nombramiento de contadores]
[f.257v] En La Plata a 13.v.1578 en audiencia pública ante los señores presidente y
oidores la presentó él que los dichos señores dijeron que sea por nombrado a Her-
nando Delgadillo, y que la otra parte nombre dentro de tercero día ... [f.258r-v] ...
[f.259r] Jacomé Carlos en nombre de los hijos y herederos de don Alonso de
Montemayor digo:
que en el pleito que se ha tratado en esta Real Audiencia entre mi parte y los indios
de Sacaca se pronunció sentencia de revista por la cual se manda que cada una de
las partes nombren un tercero para hacer las cuentas y liquidación de las partidas
sobre que se trató el dicho pleito, y en nombre de mi parte yo quiero hacer el oficio
de contador en el dicho pleito para que juntamente con él que tienen nombrado
los dichos indios hacer las dichas cuentas,
pido y suplico a Vuestra Alteza que habiéndome por nombrado por la parte del
dicho don Alonso de Montemayor Vuestra Alteza mande que el contador nombra-
do por los dichos indios se junte conmigo para hacer las dichas cuentas, y pido
justicia &ca.
Jacomé Carlos
Fue preguntado al dicho don Fernando Achacata qué tantos años tiene, el cual
dijo que tiene más de 70 años, y fue preguntado al dicho don Luis Comba qué
tantos años tiene y dijo que más de 90 años.
Fueles preguntado que quién ha tenido a su cargo los quipos y cuenta de la
tasa que han pagado a don Alonso de Montemayor y a sus mayordomos el
tiempo que en el dicho don Alonso estuvieron encomendados, y qué tantos
años estuvieron encomendados en el dicho don Alonso. Dijeron que estuvie-
ron encomendados en el dicho don Alonso de Montemayor ocho años antes
más que menos, y que de este tiempo los cuatro años le pagaron sin tasa y
los otros cuatro conforme a la tasa, que los dichos declarantes han tenido la
cuenta y razón de lo que pagaban al dicho don Alonso de Montemayor y a
sus mayordomos, por sus quipos.
Fueles preguntado que muestren los quipos que han tenido de los cuatro años
que dicen que le pagaron sin tasa, y luego hicieron demostración ante mí el
presente escribano de unos manojos de cordel de lana, unos blancos y otros
de otros colores, con ciertos nudos, cada uno de los dichos don Fernando
Achacata y don Luis su manojo, en que dijeron tener la cuenta de todos los
dichos cuatro años, así de lo que han dado al dicho su encomendero y a sus
mayordomos en plata, coca, maíz, chuño, ropa y ganado y otras cosas, como
el valor [f.262r] que en aquellos dichos años tuvieron todas las cosas que se
vendían, así de comidas como de otros ganados, los cuales dichos quipos
parece ser de un tenor el que tenía el dicho don Fernando Achacata con el
que tenía el dicho don Luis.
Y luego les fue pedido que muestren por los dichos quipos lo que dieron al dicho
don Alonso y a otras personas en su nombre el primer año de los cuatro que dicen
que no tuvieron tasa, y tomando sus quipos en las manos dijeron haberle dado
lo siguiente:
y puestas unas piedras en el suelo por las cuales fueron haciendo su cuenta jun-
tamente con los quipos dijeron lo siguiente276 ... [ff.262v–264v] ...
[Primer año de los cuatro que dieron sin tasa]
Fueles preguntado si dieron al dicho don Alonso algunos indios arrieros,
dijeron que no.
Fueles preguntado si dieron este dicho año al dicho don Alonso algunos indios
mitayos que le sirviesen, dijeron que no le dieron indio ninguno.277
Fueles preguntado si dieron este dicho año algunos al dicho don Alonso al-
gunos indios para guarda de ganado, dijeron que [f.265r] no tenía ganado y
que nunca se los dieron.
276 Omitimos aquí las nuevas listas de los efectos dados al encomendero durante los primeros
cuatro años por haberse incluido esta información, donde difiere de la información antes
recibida, como parte del comentario a pie de página sobre la primera declaración de don
Hernando Achacata (ver arriba ff.58v–62r en esta Pieza). Aquí transcribimos solamente
la información levantada durante la revista y liquidación que no fue pedida durante los
testimonios anteriores.
277 En sus declaraciones de 1572, el primer chinukamana, don Hernando Achacata, afirmó
que dieron ocho mitayos para el servicio de su encomendero (f.62r).
420 QARAQARA - CHARKA
278 Los indios de Sacaca en los hechos tributaban coca a su encomendero, pero las entregas
estaban registradas en otros chinu guardados por los chinukamana de la coca que radicaban
en los valles (f.370r y sgg.).
TASA 421
Fueles preguntado si dieron este dicho año algunos indios arrieros al dicho su
encomendero por cargar carneros a la dicha Villa de Potosí, los cuales dijeron
por los dichos sus quipos haberle dado 28 indios arrieros.
Fueles preguntado si los dichos indios fueron cargando la carga que llevaron
a Potosí en carneros suyos propios o de su encomendero, los cuales dijeron
que en carneros de los propios indios llevaron la dicha carga.
Fueles preguntado cuántos carneros fueron los que llevaron cargados y desde
donde y qué llevaron cargados, los cuales dijeron que fueron 200 carneros con
400 cestos de coca del mismo don Alonso desde los yungas de Chuquioma
hasta la Villa de Potosí.
Fueles preguntado si pagaron a los dichos indios que así fueron cargando los
dichos carneros [f.277r] alguna cosa por el alquiler de los dichos carneros, los
cuales dijeron que no les pagaron cosa alguna.
Fueles preguntado si este dicho año dieron más indios arrieros al dicho su
encomendero, y por los dichos quipos dijeron haberle dado 20 indios mas.
Fueles preguntado si estos dichos indios si fueron cargando coca o otra cosa
alguna, dijeron que fueron cargando coca en carneros de los propios indios.
Fueles preguntado cuantos carneros dieron y desde donde fueron cargando,
dijeron que llevaron 150 carneros con 300 cestos de coca del dicho don Alonso,
y que fueron cargando desde los yungas de Chuquioma hasta la dicha Villa
de Potosí.
Fueles preguntado si por el alquiler de los carneros le pagaron alguna cosa,
los cuales dijeron que no se les pagó cosa alguna.
Fueron preguntados si dieron este dicho año al dicho su encomendero algu-
nos indios por mitayos, dijeron que no [f.277v] dieron indios ningunos para
el dicho efecto.
Fueles preguntado si dieron este dicho año al dicho su encomendero algunos
indios para guarda de ganados, los cuales dijeron que no.
Fueles preguntado si este dicho año dieron al dicho su encomendero alguna
sementera en sus propias tierras o del dicho su encomendero, los cuales
dijeron que no.
Fueles preguntado si dieron este dicho año algunos puercos al dicho su en-
comendero, dijeron que no.
[Preguntas adicionales para todos los cuatro años que dieron sin tasa]
Fueles preguntado si en la cantidad del ganado de la tierra que dicen que han
dado al dicho su encomendero estos dichos cuatro años, si entra en [sic] lo que
le daban para comer en su casa, los cuales dijeron que todo está en ello.
Fueles preguntado cuántas cabezas daban al dicho su encomendero para comer,
los cuales dijeron que el quipo donde lo tenían asentado lo vinieron a resumir
todo en la suma que tienen dicha, y no pueden dar razón cuántos le daban en
particular para comer, [f.278r] mas que todo entra en la dicha suma.279
279 En 1572, los chinukamana habían sabido distinguir en sus declaraciones los ganados dados
al encomendero “para su comer”.
422 QARAQARA - CHARKA
Fueles preguntado a los dichos caciques declaren a como valía la coca en los di-
chos cuatro años en la parte y lugar que dice la tasa, y dijeron que no lo sabe.
Preguntado si demás de las cosas que han declarado dieron otras algunas
al dicho don Alonso de Montemayor, o a otra persona por él, dijeron que no
le dieron otra cosa más de lo que tienen declarado, salvo que el dicho don
Alonso de Montemayor les hacía algunos agravios, molestias y vejaciones, y
les quitó algunos vestidos y ropa suya, que pedirán a su tiempo.
Preguntado si el dicho don Alonso de Montemayor, después de que le dió la
tasa del dicho repartimiento, teniendo consideración a la demasía que antes
les había llevado que en esta liquidación se contiene, si en los años adelantes
[sic] descontó alguna cosa de la nueva tasa, [f.278v] dijeron que no les des-
contó ninguna cosa.
Preguntado qué jornal se pagaba a cada indio arriero que lleva[ron] cargando
ganado de los yungas a la Villa de Potosí, dijeron que a cada indio arriero, dando
carnero para la carga y cargando los mas carneros que le daba, respecto a medio
ayllo280 se les pagaba en aquella sazón a 11 pesos corrientes a cada indio.
Preguntado cuántos indios dieron al dicho don Alonso de Montemayor para
hacer la casa de Potosí, y qué madera y otras cosas, dijeron que le dieron 50
indios para el dicho efecto, los cuales en el camino desde sus tierras a Potosí
trajeron cada uno 10 magueyes para la dicha casa, y se ocuparon todos 50
indios hasta que la acabaron, que sería una semana, y que no les pagó cosa
alguna, ni les dió comida.
Preguntado si han dicho otra vez algun dicho sobre esta causa, o han hecho
alguna liquidación [f.279r] semejante a esta, dijeron que en este pleito han dicho
otra vez sus dichos, y que lo que en ellos declararon y lo que ahora declaran
es todo verdad, y que la causa de no decir entonces algunas cosas de las que
ahora añaden fue por no se les acordar, y que ahora que les ha preguntado
cada cosa en particular han hecho esta declaración ...281
y no firmaron porque dijeron que no saben firmar, y lo firmaron los dichos
testigos, y tampoco firmaron dichos intérpretes porque no supieron.
Hernando Delgadillo
Jacomé Carlos
ante mi Juan García Torricos escribano
280 El ayllo fue una unidad de peso y volumen que seguía usándose durante la Colonia, so-
bretodo en la minería. Según algunos autores, fue aproximadamente la cantidad que podía
llevar una tropa de 20 llamas o burros. Ver Frédérique Langue y Carmen Salazar–Soler,
Diccionario de términos mineros para la América española (siglos XVI–XIX), Editions Recherche
sur les Civilisations, París, 1993, p. 45.
281 Es clara la explicación de los chinukamana del por qué no habían declarado anteriormente
el flete de la coca de 1551: todo dependía de cómo se les planteaban las preguntas.
TASA 423
tanto mandaron se tomen los testigos que ellos nombraren para la dicha liquidación
y se les pregunte por los artículos siguientes:
[1] Si saben a qué precio valía la coca puesta en Totora [f.279v] los años de 49 y
50 y 51 y 52.
[2] Si saben el efecto que se pagó en estos años por cada cesto de coca desde
Chuquioma a Potosí.
[3] Si saben el salario que se pagaba en cada un año a los indios mitayos que
servían en casa en los dichos años.
[4] Iten lo que se pagaba a un indio ganadero en cada un año de los dichos.
[5] Iten lo que se pagaba a un indio arriero que iba cargando de esta comarca a
Potosí.
[6] Iten lo que tenía de costa en los dichos años el sembrar, deshierbar y coger
cada fanega de maíz hasta darla desgranada.
[7] Iten lo que tenía de costa en los dichos años el sembrar y coger una fanega
de trigo en grano ... [f.280r] ...
[8] Iten282 declaren qué cantidad de maíz se podía coger en cada un año de seis
fanegas de maíz de sementera hechas en las tierras de los indios de Sacaca.
[9] Iten declaren qué cantidad de trigo se pudo coger en los años de 49 y 50 y 51
y 52 de dos fanegas de sementera de trigo.
[10] Iten declaren a cómo valía cada fanega de maíz y cada fanega de trigo puestas
en las tierras donde se hacía la sementera en los dichos años ...
Hernando Delgadillo
Jacomé Carlos
ante mí Juan García Torrico escribano.
Probanza en la liquidación
[1o testigo] En la Ciudad de La Plata a 15.x.1578 [f.280v] ... fue recibido juramento
de Martin de Lora, vecino de [la Ciudad de La Plata] ... dijo lo siguiente:
[1] A la primera pregunta dijo que sabe y vió que los años de 49 y 50 y 51 y 52
valió la coca puesta en el asiento de Tiraque que es junto a Totora a 10 pesos de
plata corriente cada cesto y a 11 y a 12 pesos, y a estos precios comunmente
la vió vender en el dicho asiento de Tiraque, y este testigo vendió algunos
cestos a este precio ...
[2] A la segunda pregunta dijo que sabe y vió que en los dichos años ... se pagaba
por el flete de cada cesto de coca desde Tiraque a Potosí a cuatro pesos cada
un cesto de plata corriente, y que comunmente desde Chuquioma a Tiraque se
llevaba entonces un peso de flete de cada cesto, y a estos precios vió este testigo
[f.281r] comunmente que andaban los dichos acarreros en los dichos años ...
... es de edad de 66 años ...
[2o testigo] En la Ciudad de La Plata a 15.x.1578 ... fue recibido juramento de Ge-
rónimo de Villarreal ... dijo lo siguiente:
282 Preguntas 8–10 son añadidas y firmadas por Jacomé Carlos solamente.
424 QARAQARA - CHARKA
[3] A la tercera pregunta dijo que sabe y vió este testigo que a los indios mitayos
que servían en las casas de los vecinos y moradores de esta Ciudad se les
daba 14 pesos de plata corriente y seis fanegas de maíz, y a este precio los
pagó este testigo a los mitayos que han tenido en la vecindad de Costanza de
León. [f.281v]
... es de edad de 50 años ...
[3o testigo] En la Ciudad de La Plata a 17.x.1578 ... fue recibido juramento de Toribio
de Alcaraz ... dijo lo siguiente:
[1] A la primera pregunta dijo que sabe y vió este testigo que ... valía la coca
puesta en el asiento de Tiraque a 10 y a 11 pesos corrientes, y que andaba en
aquel tiempo la plata a 14%. [f.282r]
[4o testigo] En la Ciudad de La Plata a 17.x.1578 ... fue recibido juramento de Pedro
Montaño ... dijo lo siguiente:
[1] A la primera pregunta dijo que sabe y vió que los años de 49 a 52 valía el aca-
rreo de cada cesto de coca desde Tiraque y Totora, que es toda una comarca,
hasta Potosí cuatro pesos de plata corriente ...
[5o testigo] En la Ciudad de La Plata a 20.x.1578 ... [f.282v] ... fue recibido juramento
de Pedro Venitez ... dijo lo siguiente: ...
[6] A la sexta pregunta dijo que, conforme a como este testigo hace trabajar a la
gente de su chacara, desde el día que se siembra hasta el día que se coje y
encierra el maíz 150 peones beneficiarán una fanega de maíz de sementera, y
esto ha de ser dando la tierra arada ...
[6o testigo] En la Ciudad de La Plata a 20.x.1578 ... [f.283r] ... fue recibido juramento
de Juan Gutierrez de Veas ... dijo lo siguiente:
[3] A la tercera pregunta que lo que sabe este testigo que de 20 años a esta parte
están tasados a 14 pesos por un año y cada mes media fanega de comida a
cada un indio, y esto ha visto este testigo que se guarda del dicho tiempo a
esta parte ...
[4] A la cuarta pregunta que lo que sabe es que del dicho tiempo a esta parte ha
visto este testigo que se pagaba a cada un indio jornalero 18 pesos corrientes
en cada un año y una carga de comida cada mes, que es media fanega ...
[5] A la quinta pregunta dijo que del dicho tiempo a esta parte ha visto este testigo
que se ha pagado a cada indio arriero que iba de la comarca de esta Ciudad
cargando comida y otras cosas a la Villa de Potosí a 4 pesos y 4 y medio y 5
pesos cada camino, y que este precio los ha visto pagar y los ha pagado este
testigo ... [f.283v]
[6] A la sexta pregunta dijo que este testigo ha sembrado y hecho sementera de
maíz, y que desde el día que lo comienza a sembrar hasta ponerlo en la Pirua283
desgranado le parece que se ocuparán 150 peones poco mas o menos de todo
beneficio ...
283 “Pirhua: la trox de chaclla, o cañas embarrada; Collcca: la troxe de adobes”. González Hol-
guín, Vocabulario... ([1608] 1989). “Piura, Collca: la trox donde guardan el maíz, o quinoa”.
Bertonio, Vocabulario… ([1612] 1956 II:267).
TASA 425
[Lo que los indios de Sacaca debían dar de tasa en los cuatro años cuando
tributaban sin tasa]
[f.284r] Relación de lo que los indios de Sacaca que fueron encomendados en
don Alonso de Montemayor fueron obligados a pagar de tasa al dicho su enco-
mendero, en tiempo de cuatro años que comensaron a correr desde el día que
en el dicho don Alonso fueron encomendados, no embargante que no fueron
tasados hasta el año de 51, parece por las sentencias y autos que están dados
en el pleito que los dichos indios han traido con los herederos del dicho don
Alonso de Montemayor en razón de lo que los dichos cuatro años le pagaron
de tasa demasiado de lo que por las dichas tasas se les manda pagar, haberse
mandado por los señores presidente y oidores de esta Real Audiencia de La
Plata que se haga la cuenta de los dichos cuatro años conforme a la tasa, para
que conforme a ella se vea lo que los dichos indios pagaron demasiado de tasa
en los dichos cuatro años, y lo que fueron obligados a pagar de tasa es en las
partidas siguientes:284 ...
[f.287r] ... Por manera que suma y monta todo lo que los dichos indios eran obli-
gados a pagar de tasa al dicho don Alonso de Montemayor su encomendero en
los dichos cuatro años conforme a la [f.287v] tasa desuso referida:
18.000 pesos de plata ensayada 3000 cestos de coca
2400 fanegas de maíz 320 fanegas de chuño
240 vestidos 24 frazadas
32 mantas 32 mandiles
424 cabezas de ganado de la tierra 24 arrobas de cebo
32 cantarillos de manteca de ovejas 80 puercos
200 gallinas 800 patos
280 pares de perdices 6000 huevos
4 arrobas de miel 4 arrobas de cera
120 pescuezos 72 cargas de sal
40 jáquimas con sus cabestros 40 cinchas con sus látigos
40 sueltas 8 fanegas de sementera en esta Ciudad
32 fanegas de sementera en sus tierras 60 mitayos
32 indios para guardas de ganado 240 arrieros285
Hernando Delgadillo
Jacomé Carlos
[f.288r] Relación de lo que los indios de Sacaca que fueron encomendados en
don Alonso de Montemayor parecen haber dado al dicho su encomendero en
los cuatro años primeros que corrieron desde el día de su encomienda, así en
plata como en comida, ropa, ganado y otras cosas, conforme a la liquidación y
averiguación que de ello se ha hecho por los quipos de los dichos indios y las
demás que fueron necesaria hacerse, y lo que así parece es haberle dado y lo
que debían darle conforme a la tasa de que en el principio de estas cuentas se
hace mención es en las partidas y forma siguiente en que está en cada género
su cargo y descargo y alcance.
286 Nota marginal: “lo que esta Partida se ha de borrar porque don Alonso alcanza en ella”.
287 Ver también el Cuadro 3.6.
TASA 427
En cuanto a la partida de la sementera del maíz que los dichos indios eran obli-
gados a hacer por la tasa en sus tierras, de que el dicho Hernando Delgadillo no
hace cargo a los dichos indios más que de 150 peones por cada fanega, y en esto
resume el interés de las dichas sementeras, atento a que por la dicha tasa los dichos
indios estaban obligados a darle la dicha sementera de todo beneficio hasta darlo
desgranado y encerrado, y que el dicho don Alonso hasta ponerlo en este término
no había de poner costa ninguna, es mi parecer que se le debe hacer cargo a los
dichos indios de lo que de las dichas sementeras pudo proceder, y habiéndome
informado de los propios indios a cómo les acude cada fanega de maíz, y decir
que les acude a 100 fanegas y de otras personas que suele acudir a 150, me parece
que se le deben cargar a razón de las dichas 100 fanegas cada una fanega, que las
dichas cuatro fanegas de sementera montan cada un año 400 fanegas, y en los
dichos cuatro años son 1600 fanegas de maíz.
Y en cuanto a las cuatro fanegas de trigo que asimismo le estaban obligados a
sembrar [f.307r] y beneficiar por las razones dichas en la partida antes de esta, me
parece que se les debe cargar lo que de las dichas cuatro fanegas de sementera
se pudo coger en cada un año, y que le deben contar a razón de 10 fanegas por
fanega, que es lo ordinario, y montan las dichas cuatro fanegas de sementera en
los dichos cuatro años 160 fanegas de trigo.
Y en cuanto a los 60 indios e indias del servicio que por la dicha tasa se le mandaron
dar al dicho don Alonso para mitayos que el dicho Hernando Delgadillo hace cargo a
los dichos indios por decir que era servicio personal, y que se quitó después, es mi
parecer que se le deben cargar a los dichos indios, pues por la dicha tasa se le man-
daron dar, y se debe compensar lo que le dejaron de dar con lo que mas le dieron.
Y en cuanto a la partida del chuño y del ganado que el dicho Hernando Delgadillo
hace cargo al dicho don Alonso por las declaraciones de los quipocamayos, es mi
parecer que no se le deben cargar atento a que no hay mas averiguación que sus
declaraciones y ser las propias partes.
[f.307v] Y esto doy por mi parecer y en todo lo demás contenido en el parecer del
dicho Hernando Delgadillo fuera de lo contenido en estas partidas me conformo
con él ...
Y de la manera que dicho es fueron fenecidas y acabadas ests dichas cuentas por
nos Hernando Delgadillo y Jacomé Carlos, contadores nombrados por las partes,
en 31.x.1578, y juramos a Dios y a esta Cruz + que a todo nuestro saber y entender
van bien hechas, ciertas y verdaderas, y lo firmamos de nuestros nombres
Jacomé Carlos
Hernando Delgadillo
[Joan de Baños] alega contra el parecer dado por el contador
de la parte contraria ...
[f.312r] Muy poderoso señor:
Joan de Baños, defensor general de los naturales, en nombre de los caciques e
indios del repartimiento de Sacaca, en el pleito con los herederos de don Alonso
de Montemayor, su encomendero que fue, y Jacomé Carlos en su nombre, sobre
los pesos de oro que los dichos indios les piden, alegando contra el parecer dado
por el dicho Jacome Carlos, contador nombrado por la parte contraria, digo:
TASA 429
reales no se pudo llevar el servicio personal, y en lo que el parecer del dicho Jaco-
mé Carlos es contrario al del dicho Hernando Delgadillo, [f.313r] se debe revocar
porque el dicho Hernando Delgadillo carga a los dichos indios los indios arrieros
y pastores y para guardar ganados.
En cuanto292 a la partida de chuño y ganado, se ha de confirmar y guardar el parecer del
dicho Hernando Delgadillo, por cuanto está hecho y dado conforme a las sentencias
de vista y revista en este dicho pleito dado por vuestro presidente y oidores, por las
cuales expresamente se manda que la dicha averiguación y alcance se haga por los
quipos de los dichos indios, los cuales dichos quipos de los dichos indios son ciertos
y verdaderos, y hacen entera fe siempre, porque no se puede probar por otra vía sino
por los dichos quipocamayos, y lo demás dicho en el parecer dado por el contador de
la parte contraria se ha de revocar por ser como es contra lo que está mandado por
las dichas sentencias, y a fin de dilatar maliciosamente porque no se saque de poder
de su parte los depósitos que están fechos por razón de este dicho pleito.
Porque pido y suplico a Vuestra Alteza mande confirmar y confirme en todo y por
todo el dicho parecer dado por el dicho Hernando Delgadillo, por ser justo y bien
dado y en conformidad de las dichas sentencias de vista y revista en el dicho pleito
dadas por vuestro presidente y oidores, mandando conforme a ellas dar vuestra
real provisión ejecutoria por todo el alcance fecho por el dicho Hernando Delgadillo
contra los bienes y herederos del dicho don Alonso de Montemayor, así para cobrar
los depósitos que están hechos en estos reinos del Piru en personas particulares,
como para los reinos de España a donde están los demás bienes y herederos del
dicho don Alonso, revocando el dicho parecer dado por el dicho contador de la
parte contraria por ser como es injusto y sin fundamento alguno y contra el tenor
de las dichas sentencias, y sobre todo pido justicia y costas, y para ello &ca.
el licenciado Arevalo
Joan de Baños
[f.314r] [Hernando Delgadillo suplica pidiendo 400 pesos de salario porque se
trataba de cargos de 120.000 pesos]
[ff.318r–322v] [Jacomé Carlos alega contra el parecer de Delgadillo y pide confir-
mación del parecer del contador de su parte y ofrecese a la prueba]
[f.328r–v]
de agua y sol, porque se suele perder con el agua y con el sol por ser como
es cosa tan delicada, y tiene peligro de fuego y se suele quemar, y asimismo
el aire la suele dañar, y así [f.369r] los 11 pesos de la dicha tasación de cada
cesto es harto precio en aquel tiempo en los dichos asientos de Tiraque y
Totora, digan lo que saben.
5. Iten si saben que el interés de corriente a ensayado que se reduce por Her-
nando Delgadillo contador a razón de a 14% que los años de 48 y 49 y 50 y
51 es bueno y moderado, porque entonces no valía mas ni aún tanto, porque
la plata que entonces andaba era de subida ley y muy buena, y valía tanto la
plata corriente como la ensayada, y no como la que ahora anda que por ser
mucha de ella plomo y estaño vale a 56% de interés, digan lo que saben.
6. Iten si saben que los mitayos y servicio personal está prohibido a los enco-
menderos llevarlo, como parece por las cédulas y provisiones de Su Majestad,
y así es público y notorio.
7. Iten si saben que a los indios quipocamayos de los repartimientos de este
reino se les ha dado y da entera fé y crédito a sus cuentas y [f.369v] quipos
en todo este reino en todos los tribunales y fuera de ellos, digan los testigos
lo que saben.
8. Iten si saben que en cuanto a la partida de los 700 cestos de coca de flete que
llevaron en no lo haber declarado los dichos indios en sus primeros dichos
y declaraciones que se les tomó, fue error contra los dichos indios por no
haberselo preguntado, lo cual declaren lo que pasa.
9. Iten si saben que todo lo suso dicho es público y notorio y pública voz y fama.
El licenciado Juan de Arévalo
Joan de Baños.
Relación que hacen los quipocamayos de las chácaras de coca de los cuatro
años que pagaron sin tasa a don Alonso de Montemayor
[f.370r] Relación296 que hacen los quipocamayos de las chácaras de coca de los
cuatro años que pagaron sin tasa a don Alonso de Montemayor, que fue enco-
mendero del repartimiento de Sacaca, desde el año de 1548 hasta el año de 1551,
que fueron los dichos cuatro años que pagaron sin tasa, por fuerza y contra volun-
tad, gran numero de cestos de coca, y por ellos fueron vejados y molestados todo
el repartimiento de Sacaca en los dichos cuatro años por el dicho don Alonso de
Montemayor, y todos los quipocamayos que residían en los dichos valles de los
yungas lo declaran conforme a los quipos,
y cuando ponemos la demanda a los herederos del dicho don Alonso de Montema-
yor, no se hallaron estos dichos quipocamayos por estar como estaban lejos, y los
otros quipocamayos no supieron dar razon por no tener los quipos, y por no haber
residido en los dichos valles de los yungas, como estos dichos quipocamayos,
y las chácaras que en aquél tiempo había y eran de Consara, cacique principal del repar-
timiento de Sacaca, porque en aquél tiempo era señor, y son éstas que se siguen:
296 En otras partes del texto se refiere a esta Relación como el Memorial de la coca.
TASA 433
297 Nótese que estas chácaras ya se habían vendido a españoles antes de 1574. Ver la Presen-
tación de la Cuarta Parte, “Tierra” (acápite 2).
298 Ver Cuadro 3.7 para un resumen tabular de esta Relación.
299 Corregido a 157. En el margen: 157 peones. Tardaron 3 días hasta pueblo de Totora.
300 En el margen: 100 carneros que llevó [sic] la coca y 57 indios hasta la ciudad de La Pla-
ta.
301 En el margen: 179 peones hasta Totora y tardaron 3 días.
302 En el margen: 116 carneros y 63 indios hasta la villa de Potosí.
303 En el margen: 189 peones hasta Totora y 3 días tardaron.
304 En el margen: 26 carneros y 63 indios hasta La Plata.
434 QARAQARA - CHARKA
El segundo año de 49
En la primera mita de los cuatro meses cogieron de las dichas chácaras de coca a
292 cestos de coca, y para sacar estos dichos cestos de coca al dicho pueblo de
Totora sacaron 146 indios y tardaron tres días,305 y desde el dicho pueblo de Totora
hicieron llevar los dichos cestos de coca a la Ciudad de La Plata con el ganado de
los indios que fueron 100 carneros y 46 indios cargados, y ellos propios cargaron
el dicho ganado con el criado llamado Quintero hasta la Ciudad de La Plata.306
Y en la segunda mita de los cuatro meses cogieron de las dichas chácaras 341
cestos de coca, para sacar estos dichos cestos de coca al dicho pueblo de Totora,
sacaron 171 peones y tardaron tres días,307 y desde el dicho pueblo de Totora
hicieron llevar los dichos cestos de coca a la Ciudad de La Plata con el ganado de
los indios que fueron 120 carneros y 51 indios cargados, y ellos propios cargaron
el dicho ganado con Quintero criado de don Alonso de Montemayor.308
En la tercera mita de los cuatro meses cogieron de las dichas chácaras 363 cestos
de coca, siendo su mayordomo el dicho Antón Gómez, y para sacar estos dichos
cestos de coca al dicho pueblo de Totora sacaron 182 peones309 [f.372r] y tardaron
tres días en llegar al pueblo de Totora, y desde el dicho pueblo de Totora hicieron
llevar los dichos cestos de coca a la Villa de Potosí con el ganado de los indios
que fueron 110 carneros y 72 indios todos cargados, y ellos propios cargaron el
dicho ganado con Quintero, el criado del dicho don Alonso de Montemayor hasta
la Villa de Potosí.310
El tercero año de 50.
Y en la primera mita de los cuatro meses se cogieron de las dichas chácaras de
coca siendo su mayordomo en ellas un español llamado Neto Conieto 222 cestos
de coca, para sacar estos dichos cestos de coca al dicho pueblo de Totora, sacaron
111 peones y tardaron tres días,311 y desde el dicho pueblo de Totora hicieron llevar
los dichos cestos de coca a la Villa de Potosí con el ganado de los indios que fueron
70 carneros y 41 indios todos cargados y ellos propios cargaron el dicho ganado
con los dichos cestos de coca con el dicho Quintero.312
En la segunda mita de los cuatro meses cogieron de las dichas chácaras 274 cestos
de coca, y a la sazón era su mayordomo Neto Onieto, y para sacar estos cestos de
coca al dicho pueblo de Totora sacaron 136 peones y tardaron tres días,313 y desde
el dicho pueblo de Totora hicieron llevar los dichos cestos de coca a la Ciudad de La
Plata con el ganado de los indios que fueron 82 carneros y 54 indios cargados, y ellos
propios cargaron el dicho ganado con el dicho su criado llamado Quintero.314
Y en la tercera mita de los cuatro meses cogie– [f.372r] ron de las dichas chácaras
302 cestos de coca, que su mayordomo era Neto, y para sacar estos dichos cestos
de coca al dicho pueblo de Totora sacaron 151 peones y tardaron tres días,315 y desde
el dicho pueblo de Totora hicieron llevar los dichos cestos de coca a la Ciudad de La
Plata con el ganado de los indios que fueron 100 carneros y 51 indios todos cargados,
y ellos propios cargaron el dicho ganado con el dicho Quintero su mayordomo.316
El cuarto año de 51
En la primera mita de los cuatro meses cogieron de las dichas chácaras 213 cestos
de coca, siendo su mayordomo en los dichos valles de los yungas Pero García,
y para sacar estos dichos cestos de coca al dicho pueblo de Totora sacaron 102
peones y tardaron tres días317, y desde el dicho pueblo de Totora hicieron llevar los
dichos cestos de coca a la Villa de Potosí con el ganado de los indios que fueron
70 carneros y 31 indios todos cargados, y ellos propios cargaron el dicho ganado
con un español criado del dicho don Alonso de Montemayor, del cual no se les
acuerda el nombre.318
En la segunda mita de los cuatro meses cogieron de las dichas chácaras 242 cestos
de coca siendo su mayordomo Pero García,319 y para sacar estos dichos cestos de
coca al dicho pueblo de Totora fueron 121 peones y tardaron tres días,320 y desde
el dicho pueblo de Totora hicieron llevar los dichos cestos de coca a la Ciudad de
[f.372v] La Plata con el ganado de los indios que fueron 80 carneros y 31 indios
todos cargados, y ellos propios cargaron el dicho ganado con un español criado
del dicho don Alonso de Montemayor, del cual no se sabe su nombre.321
Y en la tercera mita de los cuatro meses cogieron de las dichas chácaras de coca
262 cestos de coca, siendo su mayordomo Pero García, y para sacar estos dichos
cestos de coca al dicho pueblo de Totora sacaron 131 peones y tardaron tres días,322
y desde el dicho pueblo de Totora hicieron llevar los dichos cestos de coca a la Villa
de Potosí con el ganado de los indios que fueron 90 carneros y 41 indios todos
cargados, y ellos propios cargaron el dicho ganado con un español criado del dicho
don Alonso de Montemayor que fue un año entero, y no se sabe su nombre.323
Todas las cuales dichas partidas contenidas en esta declaración y cuenta de los dichos
quipocamayos entregaron al dicho don Alonso de Montemayor y a sus mayordomos
asi en la Villa de Potosí como en la Ciudad de La Plata, como parecen claramente que
montan 3547 cestos de coca, todos estos muy grandes como se usaban en aquél
tiempo, que eran muy mayores que la de ahora, y en aquél tiempo valían los cestos
de coca puestas en esta Villa a 14 pesos, y en Chuquisaca a 12 pesos.
el licenciado Juan de Arevalo
Juan de Baños.
Testigo el dicho don Martín Chambe, principal del pueblo de Tiquipaya, el cual ...
dijo y depuso lo siguiente ...: ... [f.401v]
... en tiempo de Hernando Pizarro era ya mozo, y por su aspecto parece de
más de 60 años ...
[2] A la segunda pregunta dijo que ... [f.402r] ... a la sazón se halló en Potosí y
Ciudad de La Plata y vió y se halló presente al entrego que de la dicha coca
hacían los dichos indios a los mayordomos del dicho don Alonso de Montema-
yor ... en carneros de los dichos indios y algunos de ellos a cuestas los dichos
indios, y que sabe que la dicha coca se cojía de las 11 chácaras contenidas y
declaradas en el dicho Memorial, las cuales chácaras este testigo conoció y
por eso lo sabe ...
[3] A la tercera pregunta dijo que ... este testigo ha oido decir a los indios quipo-
camayos, testigos que dicen fueron en la causa, que por no les haber [f.402v]
preguntado bien y la sustancia de lo contenido en los 500 y tantos cestos de
coca lo dejaron de decir ... [f.403r] ...
[5] A la cuarta pregunta dijo que ... a la sazón que la pregunta dice andaban las
barras a 10%, y así salían cuando se hacía alguna barra, porque la plata co-
rriente en aquella sazón era muy buena ... [f.403v] ...
Testigo el dicho Antonio de Balcasar, testigo suso dicho presentado por el dicho
Juan Mariscal ... [f.404r–v]
Testigo el dicho don Francisco Abatire, principal del pueblo de San Miguel de Ti-
quipaya, testigo susodicho presentado por parte de los dichos indios, el cual
... dijo y depuso lo siguiente:
... por su aspecto parece 50 años ...
[2] A la segunda pregunta dijo que ... [f.405r] ... a la sazón se halló en Potosí y en
la Ciudad de La Plata, y vió y se halló presente al entrego que de la dicha coca
hacían los dichos indios a los mayordomos del dicho don Alonso de Montemayor,
que no sabe como se llaman mas de que el uno le parece se llamaba Vargas, y
que la dicha coca la llevaban las dos mitas de cada año a la Ciudad de La Plata
y la otra mita postrera de cada año a la Villa de Potosí, donde este testigo vió
hacer el entrego de ella en carneros de los dichos indios, y que algunos de los
indios que no tenían carneros llevaban la coca [f.405v] a cuestas ...
[7] ... es cosa [f.406v] pública lo en ella contenido porque siempre se nombran
por quipocamayos en los dichos repartimientos los indios de más crédito que
hay en ellos por razón de que los dichos quipos sean como son verdaderos y
no haya fraude en ellos ni mentira alguna, como no la hay ...
Testigo el dicho Alonso Yauri natural del pueblo de Sacaca y quipocamayo que dijo
ser en tiempo de don Alonso de Montemayor testigo suso dicho presentado
por el dicho Juan Mariscal, el cual [f.407r] después de haber jurado ... dijo y
depuso lo siguiente:
1. A la primera pregunta dijo que conoció a los caciques y los principales del
pueblo de Sacaca y conoció al dicho don Alonso de Montemayor porque era
su amo, y que al don Luis de Montemayor no le conoció ...
... por su aspecto pareció de 50 años ...
438 QARAQARA - CHARKA
2. A la segunda pregunta dijo ... [f.407v] ... que como tal quipocamayo sabe que
los cuatro años ... desde 48 hasta 51 los dichos indios ... pagaron los tributos
... sin tasa ... [y] dieron los cestos de coca, carneros y peones contenidos en
el dicho Memorial, ... los cuales dichos cestos de coca sabe este testigo se
cojieron de las chacaras contenidas y declaradas en el dicho Memorial, las
cuales eran de los indios en él declarados, y lo sabe este testigo porque lo
vió, y como tal quipocamayo que era lo asentó y puso por quipo a la dicha
sazón, así los cestos de coca como los peones [f.408r] que sacaban la coca
hasta Totora y desde Totora a la Ciudad de La Plata y Villa Imperial de Potosí
los peones y carneros que lo llevaban y acarreaban, los cuales sacaron, lleva-
ron y acarrearon de los yungas a Totora y de Totora a esta Ciudad de La Plata
y Villa Imperial de Potosí cada un año y cada una mita los indios y carneros
contenidos y declarados en el dicho Memorial ... [f.408v] ...
3. A la tercera pregunta dijo que ... lo sabe este testigo porque fue uno de los
testigos que dijo su dicho en esta causa, y a la sazón que le dijo no le pregun-
taron por la cantidad de los dichos cestos tan copiosamente como ahora se
le pregunta, y hubo inadvertencia en lo suso dicho ...
4. A la cuarta pregunta dijo [f.409r] que este testigo sabe que a la sazón de los
dichos cuatro años ... valían los cestos de coca en Totora a 6 pesos corrientes
cada un cesto, y en la Ciudad de La Plata a 12 pesos, y en Potosí a 14 pesos,
por lo cual sabe los indios fueron agraviados en tasarseles a 11 pesos, lo cual
sabe porque vió este testigo valer a los dichos precios en las partes que dichas
tiene, y tener la coca los riesgos que la pregunta dice dende Totora a las partes
contenidas en la pregunta ...
5. A la quinta pregunta dijo que este testigo sabe que a la dicha sazón valía la
plata a 10% y a 11, porque la dicha plata entonces andaba toda de chebra
y tal que valía la plata corriente tanto como ensayado, y que de presente la
plata que anda es muy bellaca, porque es cobre y plomo, y por tal razón anda
a 57%, y esto es cosa pública y notoria y por tal lo sabe ... [f.409v] ...
8. A la octava pregunta dijo que este testigo sabe la pregunta como en ella se
contiene, lo cual sabe porque conforme a la cuenta de sus quipos que este
testigo tiene faltan al número los dichos 700 cestos de flete y es el yerro contra
los dichos indios ... [f.410r]
Testigo el dicho don Hernando Cayssa indio natural que dijo ser del pueblo de
Sacaca y quipocamayo que dijo ser del dicho pueblo de Sacaca, testigo suso
dicho presentado por el dicho Juan Mariscal ... dijo y depuso lo siguiente:
... por su aspecto parece ser de edad de 70 años poco mas o menos ...
2. A la segunda pregunta dijo ... [f.411r] ... como quipocamayo que este testigo
era en aquella sazón y es al presente en el dicho repartimiento se halló presen-
te a todo lo contenido y declarado en el dicho Memorial y partidas de él, y lo
asentó y puso por quipo así en lo contenido a la dicha coca como a los indios
y carneros que lo acarrearon y días que se ocuparon en ello y los mayordomos
que lo recibieron, que fueron Quintero y Valencia y Vargas, y todo [f.411v] pasó
y asentó en sus quipos según y como en el dicho Memorial se contiene y de-
clara, y sabe haberse cojido la dicha coca de las dichas 11 chacaras contenidas
y declaradas en el dicho Memorial, y ser de los indios en él declarados ...
TASA 439
326 Este fallo corresponde a la Pieza 3 del pleito (cf. arriba nota 1); de ahí la nueva nume-
ración.
440 QARAQARA - CHARKA
Y con que en cuanto el dicho don Fadrique y sus consortes se agravian por ha-
berles condenado por la dicha sentencia en 919 cabezas de ovejas y carneros que
los dichos caciques e indios dicen haber dado demasiadas al dicho don Alonso de
Montemayor tasada cada una de las dichas cabezas de ganado a 10 pesos de plata
corriente, debemos mandar y mandamos que el precio de cada una de las dichas
cabezas de ganado sea y se entienda ser a razón de cuatro pesos de plata corriente
y no más, y en cuanto la dicha sentencia es contraria la revocamos.
Y con que debemos mandar y mandamos que del cargo que resultare contra el
dicho don Fadrique y sus consortes se les quite 98 pesos de plata corriente que
los contadores les cargaron por yerro por razón de ciertos cueros de pescuezos de
ganado, y quitados de este dicho cargo se les descarguen otros tantos del cargo
que quedare por razón del dicho yerro,
y por esta nuestra sentencia definitiva en el dicho grado de segunda suplicación
así lo pronunciamos y mandamos sin costas.
El licenciado Diego Gasca de Salazar
el licenciado Alonso Martinez Espadero
el licenciado don Diego de Zuñiga
el doctor Lopez de Vayllo
el licenciado Hinojosa.
Dada y pronunciada fue esta sentencia por los señores del Consejo Real de las
Indias, y en ella firmaron sus nombres en la Villa de Madrid a 9.viii.1581.
Balmaceda.
Francisco de Burzeña.
442 QARAQARA - CHARKA
Apéndice
Carta de Don Alonso de Montemayor al virrey [?]
de nueva España
Ilustrísimo señor
Por el mes de mayo del año pasado de 48 escribí a Vuestra Señoría desde Cali, y
después desde Trujillo por octubre. Fueron las cartas breves porque aún no tenía
certenidad de las cosas de acá, y porque ahora la tengo, y algunas que parecerán
imposibles allá, y aún doquiera fuera de esta tierra, las escribo por la obligación
que tengo de dar cuenta de todo a Vuestra Señoría aunque otros que la tienen sé
que la darán.
Hallo este reino tan nuevo de como lo dejé que no lo entiendo, solo es conforme en
que los mas que lo mandaban entonces también lo hacen ahora. Han crecido tanto
los repartimientos en el Cuzco y Charcas que del mío, que era de los buenos, no
se hace caso,328 porque él de Diego Centeno rentará más de 80.000 castellanos y él
de Pedro de Hinoj[os]a otro tanto y él de Lorenzo de Aldana y Alonso de Alvar[ad]
o y Diego Ocampo a 60.000, y muchos otros hay también en los Charcas de a 20
y 25 y 30.000, y en el Cuzco también los hay de esta cantidad.
Todas estas rentas son mediante las minas de plata que hay en un cerro que se
llama Potosí 16 leguas del pueblo de los Charcas, que son tan ricas y perpetuas que
se saca de un quintal de metal a 100 marcos de plata, y a 120 y 130, y durarán más
de 100 años, y otras que hay de a 50 no se hace caso de ellas. El tributo que cada
naboria que labra en estas minas ricas da a su amo cada domingo es dos marcos
de plata si le dan mina en que labre, y el indio se mantiene con lo demás que le
sobra, que dicen que le quedará otros ocho o diez marcos. No dándole mina al
indio da un marco cada domingo, y mantiénese él, porque aunque anda aventurero
saca cada semana cinco o seis marcos. Vale en las minas cada fanega de maíz a
15 y a 20 pesos, y los carneros de la tierra a otro tanto, y un costal de coca, que es
327 Según esta carta, en febrero de 1549 Montemayor todavía no había recibido su encomienda
en los indios de Sacaca. El destinatario de la carta es probablemente Antonio de Mendoza,
Virrey de Nueva España, quien después también lo sería brevemente del Perú. La carta
muestra a Montemayor “muñequeando” con el Virrey para mejorar su encomienda en
Quito con otra en Cusco o Charcas. A cambio, le ofrece al Virrey su servicio y noticias
copiosas sobre la coyuntura peruana después del descubrimiento de las minas de Potosí
(1545) y la muerte de Gonzalo Pizarro (1548). Agradecemos a Concepción Gavira el
habernos proporcionado una fotocopia del original.
328 Cf. arriba la nota 14.
TASA 443
una yerba que los naturales comen, a 25 pesos, la fanega del trigo a 30, todos los
bastimentos valen caros, y por esto están los repartimientos tan gruesos los que
alcanzan a venderlos en las minas. Creo que desque la tierra tenga quietud bajarán
los precios y el valor de los repartimientos un tercio.
Viendo esta renta, y que conforme a ella tenía yo poca, y lo mucho que he traba-
jado y servido a Su Majestad en la tierra, y estando bien advertido de quien soy, el
Presidente329 me ha prometido mejorarme dándome de comer de goce de estas
minas y grosedad, y así ofrecido un repartimiento que era de Gabriel de Rojas,
que por su muerte está vaco. Es de los mejores de este reino; no sé si se me dará
todo o cercenarán alguna parte. Temo es– [f.1v] to de cercenar porque me ponen
por objeto el haberme tardado en esa Nueva España y no haberme hallado en la
batalla o sombra de ella contra Gonzalo Pizarro. Mi tardanza fue justa, de que no
me pesará jamás, pues fue por hacer lo que debía de venir sirviendo al señor don
Francisco, y aunque por ello perdiera la vida como ahora pierdo por lo menos la
mitad de lo que me dieran si viniera a tiempo, lo doy por bien empleado, y no
puede Vuestra Señoría pensar las veces que me ponen esto por delante para no
haber hecho conmigo lo que era razón. Suplico a Vuestra Señoría Ilustrísima en
las cartas que a España escribiere siempre toque a Su Majestad y Alteza y señor
Marques y Consejo en lo que me conviene.
Gran deseo tienen todos los que en esta tierra han servido a Su Majestad de verla
mandada y gobernada por Vuestra Señoría, porque nos parece que los trabajos y
desasosiegos que a nosotros y a ella ha dado fue purgatorio para después darnos
gran gloria, y si Su Majestad enviare a mandar a Vuestra Señoría venga a ella,
aunque sea trabajo y lo de a esa en dejarla, por el servicio que hace a Dios y a Su
Majestad lo debe aceptar, y por pagar a todos los de acá lo que desean servir a
Vuestra Señoría, pero también entiendo que si no se cuatrodoblase acá el salario
que Vuestra Señoría allá tiene no se podría sustentar, y aún le había de servir los
indios de Chincha que son 3000 que en esta Ciudad tiene Su Majestad, porque sin
servicio no se podría sustentar a causa de las pocas recuas que hay, y si Vuestra
Señoría viniese sería de parecer que trajese parte de los ganados que tiene, princi-
palmente mulas, porque como no se cargan ya los naturales son muy necesarias, y
aún también Vuestra Señoría las debe enviar aunque no venga, y yeguas y ovejas
que se han vendido en esta Ciudad, unas pocas que habrá a 35 y 40 castellanos,
porque cada día tendrá la carne y lana subidos precios.
Después que se dió la batalla que fue muerto Gonzalo Pizarro ha enviado el Pre-
sidente muchos capitanes a entradas para que gasten gente, demás de que las
noticias que se tiene de las entradas son buenas. Envió al capitán Nicolás de Sa-
lazar a una entrada que está cerca de Quito, que se dice los Quixos; fué el capitán
Benavente a otra que se dice la provincia Macas, que también es la provincia de
Quito; lleva otra el capitán Mercadillo en la provincia de los Braçamoros; lleva otra
el capitán Diego Palomino también cerca de la de Mercadillo. Todas estas cuatro
entradas van hacia el río del Marañón. Lleva otra entrada el capitán Martín Ochoa,
que es hacia el río de San Joan cerca de la gobernación de Benalcázar, que sale a
la mar del sur. Todas estas cinco entradas me parece que gastarán seis años o 700
hombres; van solo a poblar tierras que están vistas, y desque tengan noticia de lo
de adelante se les enviará socorro si fuere menester.
De los que estaban en el río de La Plata habrá tres meses que salieron cuatro, y
después de estos otros tres vinieron a los Charcas. Dieron nueva como 300 hombres
de los suyos quedaron 80 leguas de los Charcas esperando socorro de gente que
de acá les fuese, porque la enviaban a pedir con estos 13 [sic] que salieron. Dicen
que la tierra es muy rica y de mucha gente, y que aunque los que allá están son
800 hombres de los que entraron con don Pedro de Mendoza y Cabeza de Vaca
son menester más. Están sin gobernador y enviaron lo a pedir acá, o persona que
los tenga en justicia. Proveyó el Presidente de gobernador a Diego Centeno, no
sé si habrá efecto la ida, y si va llevará 600 hombres. De todo esto creo que dará
cuenta a Vuestra Merced el Presidente, y muy larga relación, porque creo envía la
que a él le dieron de allá. Bien creo antes de dos años se contrata toda esta tierra,
porque estamos muy cerca de los del rio de La Plata.
También recibí cartas de un criado mio, que dejé en mis indios los Cañaris, ahora
seis días, y dice que tiene por nueva cierta que 20 leguas de ellos están poblados
muchos españoles, no se ha sabido qué gente es, si es alguna de Brasil o de Vene-
zuela, porque son las partes mas cercanas para salir. Allí presto se tendrá certenidad
de todo, y la obraré a Vuestra Señoría, aunque pienso ser yo el mensajero, porque
pienso salir de acá en todo septiembre.
Nuestro Señor guarde la Ilustrísima persona de Vuestra Señoría con el aumento
de estado que sus servidores deseamos.
De esta Ciudad de Lima a 18.ii.1549.
Ilustrísimo Señor, besa las manos de Vuestra Señoría su muy cierto servidor
don Alonso de Montemayor.
TASA 445
[Interrogatorio]
[f.45r] Por las preguntas siguientes se examinen los dichos testigos que se pre-
sentasen por parte de don Martín [sic331], cacique principal de Chayanta, y de los
demás caciques e indios de dicho repartimiento, en el pleito que tratan con Juana
de los Rios, mujer que fue del capitán Martín de Robles, difunto, y con doña María
de Robles, hija y heredera del dicho Martín de Robles, sobre la restitución de lo
que dicho difunto les llevó demasiado.
[1] Primeramente, si conocen a las partes y conocieron al dicho Martín de Robles,
difunto, vecino que fue de la ciudad de La Plata.
[2] Si saben que dicho capitán Martín de Robles difunto fue casado legítimamente
con la doña Juana de los Rios, y durante el matrimonio hubieron y procrea-
ron por su hija legítima a la dicha doña María de Robles, mujer de don [f.45v]
Bernardino de Meneses,332 y esto es pública voz y fama.
[3] Si saben que por el año de 1548 próximo pasado fueron encomendados en el
dicho Martín de Robles los indios y repartimiento de Chayanta, el cual los tuvo
y poseyó y gozó de los tributos hasta el año de 1556 pasado, que fue muerto.
[4] Si saben que el dicho Martín de Robles llevó a los dichos caciques e indios de
Chayanta del dicho año de 1548 hasta el año de 1553 siguiente tributos excesivos,
asimismo muchas fanegas de maíz puestas en Potosí, ovejas de la tierra, carne-
ros, plata y oro y las demás cosas, ropa y camisas, contenidas en la memoria
presentada en este proceso, que por él se muestren a los testigos en qué monto,
según a los precios en ella expresados, que a la razón que los daban los indios
valía comunmente en esta provincia 207.317 pesos, digan lo que saben.
[5] Si saben que en todo el dicho tiempo contenido en la dicha pregunta antes de
ésta, desde el año de 1548 hasta el de 1553, en el cual [f.46r] el dicho Martín
330 Agradecemos la transcripción de este documento a Concepción Gavira y María Luisa
Delgado.
331 Ver f.132r abajo para el nombre completo: don Martín Chicoguanca.
332 Encomendero del repartimiento de Moromoro; ver la Presentación de la Segunda Parte,
“Encomienda”.
446 QARAQARA - CHARKA
de Robles llevó a los dichos caciques e indios de Chayanta los dichos 207.300
y tantos pesos, estaban los dichos indios muy fatigados y trabajados, y lo que
así le dieron fue por las vejaciones y molestias que les hizo el dicho Martín
Robles, y estuvieron muy pobres y disipados por lo que les llevó, y no lo podían
dar ni dieron si no fuera por la fuerza y temor que se les hacía.
[6] Si saben que desde el año de 1553 hasta el año de 1557 siguiente, que tuvieron
tasa,333 les llevó el dicho Martín de Robles a los dichos caciques e indios más
de 25.000 pesos demasiados de lo que por la dicha tasa se le mandaban pagar
en maíz, ovejas, carneros de la tierra, plata y ropa, y otras cosas que a la sazón
valían la dicha cantidad, di7 lo que les llevó demasiado, y a qué precio valía a
la sazón.
[7] Si saben que mediante los excesivos tributos que el dicho Martín de Robles
llevó a los dichos caciques e indios sustentaba [una] gran casa y familia de
criados, y a los dos con mucho gasto, que gastaba y gastó cada año más de
40.000 pesos, y por esto creen que tienen por cierto [f.46v] los testigos que
les llevó las cantidades dichas.
[8] Si saben que en todo el dicho tiempo en que estuvieron encomendados los
dichos indios de Chayanta al dicho Martín de Robles, gozó la dicha doña Juana
de todos los dichos tributos que así les llevó el dicho Martín de Robles, para
que durante el matrimonio entre ellos, e hizo la dicha doña Juana grandes
gastos, que se aprovechó ella más que el dicho su marido.
[9] Si saben que Su Majestad mandó por su real instrucción y provisión que los
encomenderos no llevasen a los indios de sus encomiendas más de lo que
buenamente pudiesen dar sin vejación ni molestia, lo cual estaba mandado
con testigos, que hubiese testigo que hubiese tasa [sic].
[10] Si saben por el mes de –334 del año de 1556 el licenciado Altamirano mató
contra justicia al dicho Martín de Robles, sin le oir ni hacer proceso contra él,
y así está declarado por sentencias y ejecutorias reales del Consejo Real de las
Indias, y por otra ejecutoria de la Real Audiencia de Los Reyes, y por se haber
declarado haber sido injusta su muerte le adjudicaron la encomienda de los
dichos indios de Chayanta a la dicha doña [f.47r] Juana de los Rios, la cual los
tiene y posee y goza de ellos cinco años y más tiempo a esta parte.
[11] Si saben que el dicho repartimiento de Chayanta vale cada año por la tasa
más de 7000 pesos ensayados, de los cuales ha gozado y goza la dicha doña
Juana de cinco años a esta parte y mas tiempo.
[12] Si saben que cuando el dicho Martín de Robles fue injustamente muerto había 40
años, poco más o menos, pudiera vivir y gozar del dicho repartimiento más de
30 años, mediante la voluntad de Dios, y de lo procedido de los tributos pudiera
pagar y restituir a los dichos indios lo que les había llevado demasiado.
[13] Si saben que el dicho Martín de Robles en su vida dijo muchas veces era a cargo
a los dichos indios de su repartimiento de Chayanta más de 40.000 pesos.335
[14] Si saben que al tiempo que el dicho licenciado Altamirano mató y mandó matar
al dicho Martín de Robles, no le dió lugar a que hiciese testamento en forma,
ni quiso que hubiese otros testigos mas del padre Juan, fraile franciscano, que
le confesó, y Alvaro Gonzalez su teniente, contenidos en la memoria y decla-
ración que hizo el dicho Martín de Robles ante Francisco Reynoso, escribano
que está presen [f.47v] tada, lo cual hizo el dicho Altamirano temiéndose no
se le quitasen y de alborotos.
[15] Si saben que al tiempo que murió el dicho Martín de Robles dejó muchos
bienes así como casas en esta ciudad y en Potosi, y 1000 carneros y más de la
tierra, gran cantidad de ganados, vacas, ovejas, chácaras, mucho trigo y maíz
y oro, plata y rebaños, ganados y joyas y ropas y otras cosas y haciendas, que
valían mas de 80.000 pesos de buen oro.
[16] Si saben que la dicha doña Maria de Robles, como hija legítima del dicho
Martín de Robles, aceptó su herencia y se entró y metió en todos sus bienes,
y los gastó sin hacer y acabar de inventariar dentro de los tres meses que era
obligada a hacerlo.
[17] Si saben que todo lo susodicho es público y notorio, pónense por oposiciones
a las partes contrarias, para que declaren a ellos conforme a derecho.
el licenciado Horosco
Francisco Martínez
Tristán Sanchez.
Añadidas
[1] Si saben que el dicho Martín de Robles difunto tomó posesión del reparti-
miento de Chayanta el año de 1548 próximo pasado, y el dicho, que vino a
esta provincia de la ciudad de Los Reyes, vino muy pobre y adeudado, [f.48r]
que debía más de 40.000 pesos de oro a causa de los grandes gastos que
tuvo, por ser como era hombre muy gastador y jugador y muy liberal en
dar, especialmente habiendo sido capitán en las guerras que hasta entonces
había habido.
[2] Si saben que el dicho Martín de Robles pagó las dichas deudas contenidas
en la pregunta antes de ésta de los excesivos tributos que llevó a los dichos
indios de Chayanta, y los testigos lo saben y tienen por cierto así, porque en
el dicho tiempo cuando vino a esta provincia de las dichas guerras no tenía
otros bienes algunos de que poderlos pagar.
[3] Si saben que por tener el dicho Martín de Robles tan gran casa en esta ciudad
y Potosi, así de su familia, criados, huéspedes, soldados que ordinariamente
tenía en su casa, tenía ordinariamente gran cantidad de mitayos que servian
en su casa y caballeriza,336 los cuales daban ganado, harina, carbón, leña, maíz,
hierba y otras cosas que en aquél tiempo valían muchos dineros por los precios
excesivos, digan los testigos qué cantidad de mitayos fueron y qué tiempo y
qué valdría a la dicha sazón.
336 En la Memoria de los tributos se da una cifra de solamente cuatro mitayos cada año para
servicio de casa (ff.51v–53.v)
448 QARAQARA - CHARKA
[4] Si saben que lo susodicho es público y notorio, [f.48v] pública voz y fama, pó-
nense por oposiciones a las partes contrarias, para que declaren allí conforme
a lo dicho.
el licenciado Horosco
Francisco Martínez
Tristán Sanchez.
Así preguntado el dicho don Antonio [sic337] cacique pidió y requirió al dicho señor
alcalde guardase y cumpliese la dicha real provisión, y por el dicho señor alcalde
vista la dicha real provisión, la tomó en sus manos y la besó, y puso sobre su cabeza
con toda la reverencia y acatamiento debidos, y dijo que la obedecía y obedeció y
estaba presto de cumplir, y que el dicho don Antonio, cacique, traiga los testigos
de que se entiende aprovechar, y que está presto de la recibir y hacer lo que por
la real provisión se le manda,
testigos que fueron presentes
Juan de Castro y Luis Mendez
fecho en la dicha Villa.
Después de los testigos dichos, en este dicho dia 18.iii.1567, el dicho señor al-
calde dijo que nombraba y nombró por intérpretes para en esta probanza a Juan
Gomez, oficial público e intérprete en esta Villa, y a Diego Benavente, morador en
ella, y mandó que dicho Diego de Benavente parezca ante Su Merced para hacer
el juramento que se requiere.
testigos Luis Mendez y Juan de Castro
fecho en esta Villa.
Ese dicho dia mes y año susodichos, estando presente Diego de Benavente, el dicho
señor alcalde le mandó y encargó que fuese intérprete en esta causa ... [f.50v] ...
337 Debe ser el cacique don Martín, referido en el Interrogatorio en la primera foja del do-
cumento.
338 Esta Memoria contiene menos detalle que la lista equivalente de lo que fue entregado a
Alonso de Montemayor por los indios de Sacaca; posiblemente no fue redactada sobre la
base de un chinu, como fue el caso de la lista de Sacaca. Cf. en esta Parte el Documento
6 y los Cuadros 3.2 y 3.4.
TASA 449
la dicha tasa les llevó muchos pesos demasiados, y lo que dieron es lo siguiente,
apreciado a los precios que a la sazón que lo dieron valía.
El año de 1548
No lo hizo todo por no se le haber antes encomendado, lo que hizo se le dió lo
siguiente,
1000 fanegas de maíz, que a la sazón valía en Potosi 20 pesos fanega, pusieron
los indios en Potosi en sus ganados,
151 carneros de la tierra a 10 pesos cabeza, [f.51v]
más otras 29 fanegas de maíz y harina en Potosi al dicho precio, en los pueblos
otras 19 fanegas a 12 pesos,
150 gallinas que valían más de un peso,
340 patos machos y hembras a medio peso cada uno,
1900 huevos, 20 al peso,
cuatro indios mitayos todo el año, a medio peso cada uno cada dia.
El año de 1549
11.520 pesos en plata,
50 indios para la labor de las minas, en las cuales trabajaron todo el año y le
dan a cada indio cada semana ocho pesos, que a medio peso cada dia cada
indio monta 9125 pesos, alquilábanse los dichos indios al dicho tiempo a un
peso,
1000 fanegas de maíz, puestas en Potosi en el ganado de los indios a 20 pesos
fanega,
130 fanegas de trigo, que valía al dicho tiempo más de 40 pesos fanega, [f.52r]
151 carneros y ovejas de la tierra a 10 pesos,
más otras 29 fanegas de maíz y harina en Potosi a 20 pesos,
más otras 19 fanegas en los pueblos indios [sic] a 12 pesos,
150 gallinas a peso cada una,
340 patos machos y hembras a medio peso,
1900 huevos, 20 al peso,
cuatro indios para mitayos cada día todo el año, a medio peso cada uno cada
día.
El año 1550
11.520 pesos en plata,
50 indios cada semana para labor de sus minas en las cuales trabajaron todo
el año y le daba a cada indio, cada semana, ocho pesos que a medio cada
indio cada día monta 9115 pesos,
1000 fanegas de maíz, puestas en Potosí en el ganado de los indios, que en
este año valía ocho pesos fanega,
130 fanegas de trigo a 20 pesos,
450 QARAQARA - CHARKA
50 indios cada semana para labor de sus minas, en las cuales trabajaron todo
el año, y le dan a cada indio cada semana ocho pesos que a medio peso cada
indio cada dia, monta 9125 pesos,340
3250 fanegas puestas en Potosi y por pedir el dicho Martín de Robles cosa tan
excesiva creyendo no poder cumplir un cacique principal, [f. 53 r]
130 fanegas de trigo a 16 pesos,
151 carneros y ovejas de la tierra a 10 pesos cada cabeza,
más otras 122 fanegas de maíz en Potosi a 12 pesos,
240 gallinas a peso,
350 patos a medio peso,
1900 huevos 20 al peso,
cuatro indios todo el año para mitayos, a medio peso cada indio cada dia.
Año 1552
4400 pesos en plata,
más otros 2899 pesos en plata,
50 indios para la labor de sus minas tres meses a medio peso cada dia,
1000 fanegas de maíz puestas en Potosi en el ganado de los indios a 12 pesos,
145 fanegas de trigo a 16 pesos en Potosi,
151 carneros y ovejas de la tierra a 10 pesos cada cabeza,
mas otras 108 fanegas de maíz en Potosi a 12 pesos,
240 gallinas a peso cada una, [f.53v]
340 patos machos y hembras a medio peso,
1900 huevos 20 al peso,
cuatro indios para mitayos en tres meses, a medio peso cada indio cada dia.
Allende de lo dicho, dieron los testigos después de la tasa,
339 Los chinukamana de Chayanta dan la cifra de 11.520 pesos para 1551 (f.132r).
340 La suma correcta es 9.125 pesos.
TASA 451
Juramento de testigos
Después de los suso dicho en la dicha Villa Imperial a 4.iv.1567, ante el dicho señor
alcalde, el dicho don Diego presentó por testigo a Benito Torres, vecino de esta Villa
que estaba presente, al cual se tomó y recibió juramento en forma debida a derecho
según los de suso que diría verdad, el cual lo hizo bien y cumplidamente.
testigos Juan de Castro
y Luis Mendez.
Los cuales dichos testigos dijeron y depusieron, habiendo jurado segun suso, y
siendo preguntados por las preguntas por donde la parte pidió, fuesen preguntados
cada uno de ellas secreta y apartadamente. [f.54v]
Probanza
[1o testigo] El dicho don Francisco Xaraxuri, cacique principal del repartimiento de
Macha, testigo susodicho presentado, jurado, [y] preguntado por el tenor de
las preguntas para que fue presentado por testigo por lengua de los dichos
dos intérpretes, dijo lo siguiente:
341 “Cabestro. El ramal o soga de cáñamo con que se ata la bestia ... Encabestrarse la bestia
es echar la mano por encima del cabestro, estando atada al pesebre”. Covarrubias, Tesoro...
(1987 [1611]).
342 “Suelta ... sueltas de mula, las maneotas”. Covarrubias, Tesoro... (1987 [1611]).
343 Esta frase es ambigua porque se ubica después del primer año que tuvieron tasa. Si efec-
tivamente se refiere a los años anteriores también, cabe notar que estas menudencias no
fueron declaradas por los chinukamana (ff.132v–136r).
452 QARAQARA - CHARKA
[1] A la primera pregunta dijo que conoce al dicho cacique de Chayanta, y tiene
noticia de los indios del repartimiento de Chayanta, y conoció al dicho Martín
de Robles, y conoce a la dicha doña Juana de los Rios, su mujer, y a la dicha
doña Maria de Roble, su hija.
[2] Fue preguntado por las preguntas generales de la ley, dijo que es de edad de 56
años poco más o menos, y que no es pariente del dicho cacique de Chayanta, ni
le va interés en esta causa, ni le tocan ninguna de estas preguntas generales.
[4] A la cuarta pregunta dijo que lo que de esta pregunta sabe es que, antes que
Estupiñán diese las tasas a los indios de los tributos que habían de dar a sus
encomenderos, vió este testigo que Martín de Robles y todos los demás en-
comenderos de esta provincia pedían y llevaban los tributos a los indios de
sus repartimientos a su discreción [f.55r] sin tasas, y les llevaban los dichos
encomenderos [lo] que les parecía, y después que el dicho Estupiñán les trajo
las tasas, les llevaron y pedían por las dichas tasas, y así vió este testigo como,
antes que el dicho Estupiñán trajese las dichas tasas, los caciques de Chayanta
que a la sazón eran, que se llamaban Canche y Ayracha y Yquisi,344 pidieron a
este testigo muchas veces emprestado maíz y plata y ropa y carneros y otras
cosas para dar al dicho Martín de Robles su encomendero, diciendo que se
lo pedía el dicho Martín de Robles y que ellos no lo tenían para podérselo dar,
y que se lo llevaba sin tasar, y todo lo demás que le pedían y porque no los
maltratase se lo daban,
y asimismo vió este testigo que le daban muchos mitayos e indios para su
casa y servicio y para sus granjerías, sin que para ello les pagase cosa alguna,
y lo mismo hacían todos los demás encomenderos de esta provincia,
y que después que el dicho Estupiñán trajo las tasas, los dichos caciques de
Chayanta dos veces pidieron a este testigo emprestado ropa, maíz, plata y otras
cosas para dar al dicho Martín de Robles, su encomendero, diciéndole [f.55v]
a este testigo que todavía les llevaba los tributos como de antes, que lo que
se acuerda este testigo que les emprestó después de la tasa, como dicho es,
fueron 100 fanegas de maíz, que tenían en aquél tiempo a 20 pesos la fanega,
y más 300 pesos en plata, y esto sabe y responde a esta pregunta.
[5] A la quinta pregunta dijo que lo que de esta pregunta sabe es que de antes
que viniese la tasa de Estupiñán, y después de venida algunos años, los dichos
caciques de Chayanta decían a este testigo que estaban muy pobres, alcanza-
dos por los muchos tributos que llevaba su encomendero y que no lo podían
pagar, y que de miedo de los malos tratamientos que les hacían y temían que
les hiciesen, daban más de lo que podían, y esto responde a esta pregunta.
[6] A la sexta pregunta dijo que lo que de esta pregunta sabe es que, desde el
tiempo que estuvo en esta Villa el mariscal Alonso de Alvarado, cuando es-
taba alzado Francisco Hernández, y hasta que vino a esta provincia por juez
el licenciado Altamirano, siempre los dichos caciques de Chayanta [f.56r]
344 Para los caciques Ayracha y Canche, compárese la Segunda Parte, “Encomienda”, Docu-
mento 5 (f.53r), donde se identifican como caciques de Urinsaya dependientes de Consara
(Kuysara). Los nombres de los tres caciques Canche, Ayracha y Aquise aparecen en la tasa
de La Gasca (ver f.73v y Cuadro 3.12a).
TASA 453
345 Puchivisa = Pichivisa. Para este pueblo prehispánico importante situado en los valles de
Macha, y después reemplazado por San Marcos de Miraflores, el pueblo toledano donde
fueron reducidos los indios residentes en las tierras de valle de Macha, ver la Segunda Parte,
“Encomienda”, Documento 3 (f.45r); y la Presentación de la Cuarta Parte, “Tierra”.
454 QARAQARA - CHARKA
349 Pocos años después, Juan Colque Guarache sería nombrado capitán de la mita de Potosí;
ver la Quinta Parte, “Probanzas”, Documento 21; también Espinoza Soriano, “El reino
aymara...” (1981).
456 QARAQARA - CHARKA
[4o testigo] El dicho don Martín Yucra, indio principal de Sacaca, testigo susodicho,
presentado, jurado y preguntado por el tenor de las preguntas por lengua de
los dichos los intérpretes, dijo lo siguiente:
[1] A la primera pregunta dijo que conoce y conoció a los en ella contenidos, a los
dichos don Martín de Robles y doña Juana su mujer, y doña María su hija, desde
cuanto ha que vinieron a estas provincias, que no se acuerda qué años ha.
[2] Fue preguntado por las preguntas generales de la ley, dijo que no sabe la
edad que ha, más de [f.60 r] que cuando los españoles vinieron a esta tierra
era este testigo mancebo, y a lo que señaló era de edad de 16 años, y que no
es pariente de los indios de Chayanta, ni lleva interés en esta causa, ni le toca
ninguna de las preguntas generales.
[4] A la cuarta pregunta dijo que lo que de esta pregunta sabe es que, antes que
Estupiñán trajese las tasas de los repartimientos a esta provincia, vió este tes-
tigo que los caciques e indios de Chayanta andaban fatigados y quejándose
que Martín de Robles, su encomendero, les llevaba muchos tributos y que no
los podían pagar, y asi vió este testigo que los dichos caciques e indios de
Chayanta en aquel tiempo andaban pidiendo prestados a los indios Caracara
maíz, ropa, carneros y otras cosas para pagar su tasa, y esto sabe y responde
a esta pregunta, y de ella no sabe otra cosa.
[5] A la quinta pregunta dijo que dice lo que dicho ha a la pregunta antes de esta,
y que los indios y caciques de Chayanta, cuando este testigo les oyó decir,
como tiene dicho, que el dicho su encomendero les llevaba tributos demasiado,
y les oyó asimismo decir que se los daban de miedo de que no les hiciesen
malos trata– [f.60v] mientos, porque cuando no le daban lo que él pedía les
daba el dicho Martín de Robles y su mujer de palos, y este testigo vió que
sobre esto mismo el dicho Martín de Robles dió una vez de palos a un cacique
de Chayanta que se decía Ayracha, y otra vez a otro que se llamaba Aquisi, y
otra vez a otro que se llamaba Canche, y el dicho cacique Canche se ahorcó en
Moscari,350 que es un pueblo junto a Tomata, estando alli la dicha doña Juana
de los Rios, y antes que se ahorcase dijo que tenía miedo del dicho Martín
de Robles, porque iba entonces desde este pueblo de Potosí al dicho pueblo
de Tomata a recoger la tasa,351 y dijo el dicho Canche que le faltaba ganado y
maíz y ropa para dar al dicho su amo, y por esto se entendió que se ahorcó, y
esto responde a esta pregunta, y este testigo vió ahorcado al dicho cacique,
porque estaba entonces en aquel pueblo.
[6] A la sexta pregunta dijo que lo que de esta pregunta sabe es que este testigo
oyó decir a los dichos indios de Chayanta, ha lo que le parece habrá siete u
ocho años, porque ya era muerto Martín de Robles, que el dicho Martín de
Robles, su encomendero, después que Estupiñán trajo la tasa, [f.61r] les habia
llevado de tributos demasiados mucha cantidad, no sabe este testigo ni él oyó
decir qué tanta cantidad, y esto responde a esta pregunta.
350 Fue en el mismo pueblo de Moscarí donde el encomendero de Sacaca, don Alonso de
Montemayor, tuvo preso a don Alonso Ayavire, cacique de Sacaca, e hizo como si fuese a
ahorcarlo en presencia de Martín de Robles y de su mujer Juana de los Ríos. Ver, en esta
misma Parte, el Documento 6 (f.46r–v).
351 Véase el Mapa 2.1 para la ubicación del pueblos de Moscarí.
TASA 457
Añadidas
[3] A la tercera pregunta añadida dijo que este testigo sabe y vió que el dicho
Martín de Robles tuvo siempre gran casa, asi en la ciudad de La Plata como en
esta Villa cuando en ella residió, de muchos criados y huespedes y familia, y
en ella siempre residían muchos mitayos de los indios de Chayanta, los cuales
daban camarico a la dicha casa de maíz, harina, carbón, leña, hierba, perdices
y ganado y otras cosas, y en aquella sazón valía la carga de maíz 10 pesos, y
las demás cosas valían entonces más caras que ahora, y este testigo así lo vió
como dicho ha, y esto responde a esta pregunta,
y lo que dicho ha es la verdad so cargo del dicho juramento, y firmáronlo los
dichos intérpretes,
Diego de Benavente
y Juan Gomez.
[5o testigo] Después de lo susodicho en la dicha Villa Imperial de Potosí a dos.
iv.1567 [f.61v] el dicho don Antonio [sic352] cacique de Chayanta, presentó
por testigo en la dicha razón a Juan Berrio, vecino de esta Villa que estaba
presente, del cual se tomó y recibió juramento en forma debida de derecho,
según los de suso, que diría verdad, el cual lo hizo bien y cumplidamente,
testigos que lo vieron jurar,
Juan de Castro
y Francisco Pacheco,
El dicho Juan Berrio, vecino de esta Villa, testigo suso dicho, presentado, ju-
rado, preguntado por el tenor de las preguntas del dicho interrogatorio, dijo
lo siguiente:
[1] A la primera pregunta dijo que conocía al dicho Martín de Robles y conoce a
doña Juana de los Rios y a doña Maria de Robles, contenidos en la pregunta, de
más de 20 años a esta parte, y a la dicha doña Maria de Robles, desde cuanto
ha que nació, y a los dichos caciques e indios de Chayanta no los conoció,
más de que tiene noticia de ellos.
Fue preguntado por las preguntas generales de la ley, dijo que es de edad de más
de 40 años, y que no es pariente ni enemigo de ninguna de las partes, ni lleva
intereses en esta causa, ni le tocan ninguna de las preguntas generales.353
[2] A la segunda pregunta dijo que sabe lo contenido en la pregunta, porque este
testigo los vió estar [f.62r] casados y hacer vida marital como tales marido y
mujer, y durante el matrimonio hubieron y procrearon por su hija a la dicha
doña Maria de Robles, y por tales casados y ella por tal su hija fueron habidos
y tenidos, y es público y notorio en este reino.
[3] A la tercera pregunta dijo que sabe lo contenido en la pregunta, porque asi lo
vió este testigo, y es público y notorio en este reino.
[4] A la cuarta pregunta dijo que no lo sabe.
352 El cacique de Chayanta se llama a veces don Martín y a veces don Antonio.
353 Cabe notar que Juan Berrio sería premiado por el Virrey Toledo de una situación de 500
pesos anuales sobre los tributos de Chayanta. Ver Cook, Tasa… (1975:18).
458 QARAQARA - CHARKA
[6o testigo] El dicho Francisco de Pacheco, vecino de esta Villa y testigo susodicho,
presentado, preguntado, jurado según suso, dijo lo siguiente:
[1] A la primera pregunta dijo, que conoce al dicho don Martín, cacique de Chayanta
y a muchos indios del dicho repartimiento, y conoció al dicho Martín de Robles
de 25 años a esta parte, y conoce al dicha doña Juana de los Rios del dicho
tiempo, y conoce a doña Maria de Robles desde cuando ha que nació.
Fue preguntado por las preguntas generales de la ley, dijo que es de edad de más
de cuarenta años y que no es pariente ni enemigo de ninguna de las partes, ni
lleva intereses en esta causa, ni le tocan ninguna de las preguntas generales.
[2] A la segunda pregunta dijo que la sabe como en ella se contiene, porque este
testigo los vió casar y vivir en la ciudad de Los Reyes habrá 20 o 21 años, y
después los vió hacer vida marital, y durante el matrimonio hubieron y pro–
[f.64r] crearon por su hija la dicha doña Maria de Robles, y este testigo se la
vió tener, tratar y criar por su hija, y por tal su hija, y ellos por tales casados
fueron habidos y tenidos en estos reinos.
[3] A la tercera pregunta dijo que sabe lo que en ella pregunta como en ella se
contiene, porque desde el año de [15]48 de la que el dicho Martín de Robles
murió, le vió tener y poseer los dichos indios de Chayanta, [y] llevar los tributos
de ellos.
[4] A la cuarta pregunta dijo que no la sabe.
[5] A la quinta pregunta dijo que no la sabe.
[6] A la sexta pregunta dijo que no la sabe.
[7] A la séptima pregunta dijo que el testigo sabe y vió que el dicho Martín de Robles
tenía y sustentaba mucha casa, así de criados, huéspedes, amigos y allegados,
pero que no sabe lo que gastó y pudo gastar, ni sabe más de esta pregunta.
[8] A la octava pregunta dijo que sabe, porque así es cosa pública, que la dicha
doña Juana de los Rios mujer del dicho Martín de Robles, gastaba en aderezos
de su persona y otras cosas, como [f.64v] mujer del dicho Martín de Robles,
pero que este testigo no sabe lo que pudo gastar.
[9] A la novena pregunta dijo que en este reino fue público que se mandó a los
encomenderos de indios que no llevasen a los dichos indios más de lo que les
estaba dado por tasa del presidente Gasca, y no sabe mas de esta pregunta.
[10] A la décima pregunta dijo que lo que sabe de esta pregunta es que el testigo
sabe que el licenciado Altamirano, estando por corregidor en esta provincia y
estando en esta Villa, hizo matar al dicho capitán Martín de Robles, y este testigo
sabe que se mató sin oirle, porque un día ya noche le vió este testigo preso,
que lo acababan de prender, y esa misma noche le vió muerto y ahorcado de
una ventana de las Casas del Rey, y es pública voz y fama que le mató contra
justicia, y después acá ha visto este testigo que la dicha doña Juana de los
Rios, su mujer, tiene y posee los dichos indios de Chayanta no sabe qué tantos
años ha que los posee, y esto sabe responder a esta pregunta, y lo demás en
ella contenido no lo sabe.
[11] A las once preguntas dijo que no la sabe mas de lo que dicho ha en la pregunta
antes de esta a que se refiere [f.65r].
460 QARAQARA - CHARKA
[12] A las doce preguntas dijo que, al tiempo que el dicho Martín de Robles murió,
a lo que le parece por su aspecto y a este testigo le parece, sería de edad de 40
años poco más o menos, y que le parece a este testigo que podía vivir otros
30 años, como la pregunta dice, mediante la voluntad de Dios, y esto sabe de
esta pregunta y no otra cosa.
[13] A las trece preguntas dijo que no lo sabe.
[14] A las catorce preguntas dijo que aquella noche que dicho [sic] aquel dicho
licenciado Altamirano hizo matar al dicho Martín de Robles, oyó este testigo
decir en esta Villa, y fue público, que el dicho Martín de Robles pidió que le
dejasen hacer su testamento, y el dicho Altamirano le dijo que no tenía ne-
cesidad de hacer su testamento ni tenía de que hacerlo, y que allí hizo una
memoria de descargo de su conciencia ante Francisco de Reynosa escribano,
y que en aquella sazón no habían estado presentes más del dicho licenciado
Altamirano y Alvaro Gonzalo, su teniente, y el padre Fernando, fraile francis-
cano, y Francisco de Reynoso escribano, y esto fue cosa pública y notoria en
esta Villa.
[15] A las quince preguntas dijo que [f.65v] sabe este testigo que el dicho Martín de
Robles, al tiempo que murió, estaba rico, que tenía unas casas en esta Villa y
otras en Chuquisaca, y dos pedazos de minas en este Cerro Rico de Potosi, y
otro pedazo de mina en Porco, y chácaras y ganados, pero que no sabe este
testigo la cantidad de pesos que valía su hacienda.
[16] A las dieciseis preguntas dijo que oyó este testigo decir en esta provincia, y fue
así cosa pública, que la dicha doña Maria de Robles su hija aceptó la herencia
del dicho su padre después muchos dias que murió.
Añadidas
[1] A la primera pregunta añadida dijo que dice lo que dicho ha en la tercera pre-
gunta del dicho interrogatorio, y este testigo sabe porque lo vió que el dicho
Martín de Robles era jugador y gastador, y no sabe más de esta pregunta.
[2] A la segunda pregunta añadida dijo que lo que sabe es que el dicho Martín de
Robles dijo a este testigo en esta Villa que después que había venido de la Ciudad
de Los Reyes había pagado muchas deudas, no sabe más de esta pregunta.
[3] A la tercera pregunta dijo que dice [f.66r] lo que dicho ha en la séptima pregunta
antes de ésta, y que este testigo vió que dicho Martín de Robles tenía en su
casa mitayos e indios de su repartimiento, y no sabe más de esta pregunta.
[4] A la cuarta pregunta añadida dijo que dice lo que dicho ha en las preguntas
antes de éstas,
[y] en ello se confirmó porque dijo ser verdad so cargo del dicho juramento,
firmado de su nombre,
Francisco Pacheco.
[7o testigo] El dicho Nicolás del Benino, vecino de la Villa, testigo susodicho pre-
sentado, jurado, preguntado según suso, dijo lo siguiente:
[1] A la primera pregunta dijo que conoce a los en ella contenidos y a cada una de
ellos, y conocía al dicho Martín de Robles, difunto, al dicho Martín de Robles
[sic] de 25 años a esta parte poco más o menos.
TASA 461
Fue preguntado por las preguntas generales de la ley, dijo que es de edad de
más de 50 años, y que no es pariente ni enemigo de ninguna de las partes,
ni lleva intereses en esta causa, ni le tocan ninguna de las preguntas [f.66 v]
generales ...
[2] A la segunda pregunta dijo que sabe lo que en la pregunta [sic] porque este
testigo vió estar casados y hacer vida maritable a los dichos capitán Martín
de Robles y doña Juana de los Rios, su mujer, desde el año [15]44 hasta que
el dicho Martín de Robles murió, y vió que durante su matrimonio hubieron y
procrearon por su hija lejítima a la dicha doña Maria de Robles, a la cual este
testigo conoce desde que nació, y por tales casados fueron habidos y tenidos,
y la dicha doña Maria por tal su hija.
[3] A la tercera pregunta dijo que sabe lo contenido en la pregunta porque el pre-
sidente Gasca hizo el repartimiento general en Curaguasi, y este testigo estuvo
a la sazón en el Cuzco, que es 10 leguas de alli, el cual repartimiento trajo el
arzobispo de Los Reyes donde se divulgó, lo cual fue el año de [15]48 que la
pregunta dice,354 y desde aquel año vió este testigo [f.67r] tener y poseer el
dicho repartimiento de Chayanta el dicho capitán Martín de Robles hasta que
murió, que fue hasta fin del año de [15]56, que la pregunta dice.
[4] A la cuarta pregunta dijo que lo que de esta pregunta sabe es que desde el año
[15]48 hasta que se hizo la tasa general de los tributos que los indios habían
de dar a sus encomenderos, que le parece a este testigo que sería el año de
[15]51, fue pública voz y fama en esta provincia que en ella y en todo el reino
los encomenderos llevaron muchos y excesivos tributos a los indios de sus
encomiendas, porque no tenían tasas más de lo que les querían pedir sus
encomenderos, y fue en esta provincia fama en aquella sazón que al general
Pedro de Ynojosa355 y al dicho Martín de Robles y a Hernando de Silva356 y a
Hernán Vela357 y a los demás vecinos de esta provincia les valió mucha suma
de pesos de oro cada un año los tributos de su repartimientos, mucho más
de en lo que después fueron tasados.
[5] A la quinta pregunta [dijo] que este testigo entiende y tiene [f.67v] por muy
cierto que los tributos que los dichos indios daban antes que viniese la tasa
los dieron contra su voluntad y por la fuerza, y se decía generalmente en esta
provincia que los indios andaban muy vejados y fatigados, y no sabe más de
esta pregunta.
[6] A la sexta pregunta dijo que dice lo que dicho ha en las preguntas antes de
ésta, a que se refiere, y no sabe más de esta pregunta.
[7] A la séptima pregunta dijo que este testigo sabe, porque lo vió, que el dicho
Martín de Robles sustentaba gran casa y familia de criados y allegados, y que
en pesos no sabe este testigo lo que pudo gastar cada año, más de que sabe
354 La Gasca dio el repartimiento en Guaynarima, a 12 leguas del Cusco. Ver Loredo, “El
reparto de Guaynarima…” (1940).
355 Encomendero de Macha y Chaquí 1548–1553; ver la Segunda Parte, “Encomienda”,
Documento 4.
356 Encomendero de Sipesipe y los Moyo–moyos.
357 Encomendero de Aullagas.
462 QARAQARA - CHARKA
por cosa notoria que esta provincia es muy cara, y en aquella sazón lo era
mucho más,358 y no pudo dejar de gastar mucha cantidad de pesos de oro cada
año, y que estos gastos está claro que los haría de los tributos que llevaba a
los indios.
[8] A la octava pregunta dijo que dice lo que dicho ha en la pregunta antes de
ésta.
[9] A la novena pregunta dijo que se remite a las cédulas y provisiones reales que
sobre ello están dadas. [f.68 r]
[10] A la décima pregunta dijo que lo que de esta pregunta sabe es que por el mes
de noviembre del año de [15]56 pasado el licenciado Altamirano, siendo co-
rregidor en esta provincia, estando en esta Villa de Potosí, hizo matar al dicho
Martín de Robles, y este testigo le vió ahorcado de una ventana de las Casas
del Rey, y sabe este testigo que le mató sin oirle porque le prendió una noche
dos horas o tres después de anochecido, y dentro de dos horas le dieron
garrote, y en lo demás que se remite a los procesos que en la pregunta dice,
y que ha visto que la dicha doña Juana de los Rios tiene y posee al presente
el dicho repartimiento de Chayanta, y le parece que habrá cuatro años poco
más o menos que los posee.359
[11] A las once preguntas dijo que no sabe lo que vale de tasa el dicho repartimiento
de Chayanta, que se remite a la tasa.
[12] A las doce preguntas dijo que al tiempo que el dicho Martín de Robles murió, a
lo que él parecia por su aspecto y según el tiempo que este testigo le conoció,
le parece sería hombre de 45 años, y no sabe más de esta pregunta.
[13] A las trece preguntas dijo que no la sabe.
[14] A las catorce preguntas dijo que [f.68v] la sabe como la pregunta lo dice, porque
así se dijo en esta Villa, y fue pública en ella aquella misma noche que murió
el dicho Martín de Robles, y día siguiente.
[15] A las quince preguntas dijo que así lo entiende este testigo, y cree como la
pregunta lo dice, porque este testigo le conoció al dicho Martín de Robles
mucha parte de los bienes que la pregunta dice, y era pública voz y fama en
esta provincia que era rico de haciendas.
[16] A las diez y seis preguntas dijo que no lo sabe.
Añadidas
[1] A la primera pregunta añadida dijo que dice lo que dicho tiene en la tercera
pregunta antes de ésta, y lo demás no lo sabe.
[2] A la segunda pregunta añadida dijo que dice lo que dicho tiene, y no sabe más
de esta pregunta.
358 Sin duda por la inflación que resultaba de un exceso de plata en circulación (sobre todo
en los años 1550 tempranos); ver Peter Bakewell, “Registered silver production in the
Potosí District, 1550–1710”, Jahrbuch für Geschichte von Staat, Wirtschaft und Gesellschaft
Lateinamerikas 12, Colonia, 1975.
359 Aquí se deja entender que el repartimiento de Chayanta, que fue puesto en cabeza de Su
Majestad en 1556, volvió a las herederas de Robles aproximadamente en el año 1563.
TASA 463
[3] A la tercera pregunta añadida dijo que no sabe más de lo que dicho ha en la
séptima pregunta.
[4] A la cuarta pregunta añadida dijo que dice lo que dicho ha,
lo cual es verdad so cargo del dicho juramento, [f.69 r] firmólo de su nombre
Nicolás del Benino.
[8o testigo] El dicho Benito de Torres, vecino de esta dicha Villa, testigo presenta-
do en la dicha razón por el dicho don Antonio, y jurado y preguntado por el
tenor del dicho interrogatorio, el cual habiendo jurado y siendo preguntado,
dijo lo siguiente:
[1] A la primera pregunta dijo que conoce y conoció a los contenidos en la pre-
gunta de 12 años a esta parte poco más o menos, y al dicho Martín de Robles
le conoció más de 16 años.
Fue preguntado por las preguntas generales de la ley, y dijo que es de edad
de más de 50 años, y que no es pariente ni enemigo de ninguna de las partes,
ni le va interés en esta causa, ni le tocan ninguna de las preguntas generales
de la ley.
[2] A la segunda pregunta dijo que de 12 años a esta parte este testigo vió estar
casados a los dichos Martín de Robles y doña Juana de los Rios su mujer, y
vivieron en la ciudad de La Plata juntos como tales marido y mujer, y lo estu-
vieron [f.69v] hasta que el dicho Martín de Robles murió, y les vió tener por
su hija a la dicha doña Maria de Robles, y por tales casados y a ella por tal su
hija fueron habidos y tenidos y comunmente respetados en esta provincia.
[3] A la tercera pregunta dijo que del dicho tiempo que de los dichos 16 años a
esta parte este testigo vió tener y poseer al dicho Martín de Robles los dichos
indios de Chayanta hasta que murió, y llevar los tributos del dicho repartimiento,
que fue el tiempo que la pregunta dice.
[4] A la cuarta pregunta dijo que sabe este testigo que el dicho Martín de Robles
llevó a los dichos indios de Chayanta tributos de las cosas que la pregunta
dice, y este testigo vió algunas veces traer a los indios de Chayanta algunos
tributos a casa del dicho Martín de Robles en esta Villa, algunas cosas que la
pregunta dice, y que lo demás contenido en la pregunta no lo sabe.
[5] A la quinta pregunta dijo que no lo sabe.
[6] A la sexta pregunta dijo que no lo sabe.
[7] A la séptima pregunta dijo que [f.70r] no lo sabe, más de que vió que el dicho
Martín de Robles sustentaba mucha casa de familia, de criados, huéspedes y
allegados y tenía gran gasto, no sabe el testigo lo que podía gastar.
[8] A la octava pregunta dijo que no lo sabe.
[9] A la novena pregunta dijo que no lo sabe.
[10] A la décima pregunta dijo que lo que de esta pregunta sabe es que, en el tiem-
po que la pregunta dice, este testigo vió al dicho Martín de Robles muerto y
ahorcado de una ventana de la Casa del Rey, que lo mandó matar el licenciado
Altamirano, corregidor que a la sazón era de esta provincia, y sabe el testigo
que le mató sin oirle, porque la noche que le prendió aquella misma noche
464 QARAQARA - CHARKA
le hizo matar, y lo sabe porque este testigo en aquella sazón se halló en esta
Villa, y fue asi público y notorio.
[11] A las once preguntas dice que ha oido decir por pública voz y fama en esta
provincia que el dicho repartimiento de Chayanta vale de tasa lo que la pre-
gunta dice, y lo sabe porque es público y notorio que esta dicha doña Juana
de los Rios [f.70v] goza de los dichos tributos, no sabe cuantos años aquellos
goza.
[12] A las doce preguntas dijo que al tiempo que el dicho Martín de Robles murió,
según parecía por su aspecto y a este testigo le parece, sería de edad de 45
años, poco más o menos, y que conforme a naturaleza podía vivir los 30 años
que la pregunta dice, y viviendo este tiempo y gozando de los dichos tributos
pudiera si él quisiera restituir lo que fuese a cargo a los indios, y esto responde
a esta pregunta.
[13] A las trece preguntas dijo que no la sabe.
[14] A las catorce preguntas dijo que así es público y notorio en esta Villa lo que
la pregunta dice, al tiempo que el dicho Martín de Robles murió.
[15] A las quince preguntas dijo que sabe que el dicho Martín de Robles, al tiempo
que murió, dejó casas en esta Villa y en la Ciudad de La Plata, y minas en este
cerro y en él de Porco, y este testigo le conoció estos bienes, y asimismo fue
pública voz y fama que dejó otras haciendas, ganados, chacras y joyas [f.71r]
y otras cosas, no sabe este testigo en que podían valer.
[16] A las diez y seis preguntas dijo que no lo sabe.
Añadidas
[1] A la primera pregunta añadida dijo que no lo sabe.
[2] A la segunda pregunta dijo que dice lo que dicho tiene en las preguntas antes
de ésta.
[3] A la tercera pregunta dijo que dice lo que dicho ha en la séptima pregunta antes
de ésta, y que en su casa le vió que tenía indios y mitayos de repartimiento,
y no sabe más de esta pregunta.
[4] A la cuarta pregunta dijo que dice lo que dicho ha,
lo cual es la verdad so cargo del dicho juramento, y firma de su nombre,
Benito de Torres.
Después de lo susodicho, en la dicha Villa Imperial a siete.iv.1567 y ante el dicho
señor alcalde, pareció el dicho don Antonio, cacique de Chayanta, y dijo al dicho
señor alcalde que él tiene hecha su probanza, y pidió se la mandase dar como
por la dicha real provisión le es mandado, y el dicho señor alcalde dijo que [f.71v]
mandaba y mandó ante el dicho señor escribano sacase e hiciese sacar la dicha
probanza escrita en limpio, signada de mi signo y nombre, cerrada y sellada en
forma, [y] la diese y entregase al dicho don Antonio para que la presentase en la
Real Audiencia, y la firmó de su nombre.
Testigos, Juan de Castro
y Luis Mendez
Melchor de Vitoria, escribano.
TASA 465
360 Cabe notar que el día anterior el licenciado Altamirano había ahorcado a Robles (f.130r).
466 QARAQARA - CHARKA
361 Muchos de estos nombres son los mismos que se encuentran en la encomienda en Hernando
Pizarro. Ver la Segunda Parte, “Encomienda”, Documento 5 (f.53r) y la Presentación. Don
Diego quizás puede identificarse con el don Diego Coco, que figura como cacique principal
de los indios charka de Totora en 1560. Ver González, Visita de los indios Churumatas…
([1560] 1990:48).
362 Sic: debe ser lliclla, “manta de mujeres”. González Holguín, Vocabulario… ([1608] 1989:213).
TASA 467
la manta del indio y el anaco de la india de dos varas en ancho y otras dos varas
en el largo, y la camiseta de vara y ochava en largo y en el ancho dos varas menos
ochava, y la liquida de vara y tercia en largo y en el ancho de una vara, puestos
en casa del encomendero;
Item, dareis cada seis meses dos frazadas del tamaño que la soleis dar, y cuatro
mantas para caballos, y otros cuatro mandiles, y 12 costales con sus sogas de
lana, y tres arrobas de lana, puestos en casa del encomendero;
Item, dareis cada un año 1200 fanegas de maíz puestas en vuestras tierras;
Item, dareis cada año 15 fanegas de molle puestas en casa del encomendero;
Item, dareis cada seis meses 50 ovejas, y dando machos no se os pedirán
hembras, porque puedan criar, y en cada una Pascua de las tres del año363 una
oveja y un cordero, puestos en casa del encomendero;
Item, dareis cada seis meses tres arrobas de sebo y seis cantarillos de manteca
de oveja, puestos en casa del encomendero;
Item, dareis cada un año, pasado este primer año que se cuenta desde el dia
que esta tasa se notificase a vos el dicho cacique en adelante, 24 puercos de
año y medio, y no los dando dareis por cada puerco una oveja;
Item, dareis cada seis meses 20 gallinas, la mitad hembras, y por este primer
año, que se cuenta desde el dia que esta tasa se notificase a vos el dicho ca-
cique en adelante, no dareis más de la mitad de las dichas 20 gallinas;
Item, asimismo dareis cada seis meses 100 patos y patas y 50 pares de per-
dices, puestas en casa del encomendero;
Item, dareis cada semana 25 huevos puestos en casa del encomendero;
Item, dareis cada seis meses media arroba de miel y otra media arroba de
cera, puestas en casa del encomendero;
Item, dareis cada seis meses seis cargas de sal puestas en casa del encomen-
dero, y otras cuatro cargas en vuestras tierras;
Item, dareis cada seis meses 12 pescuezos de ovejas adobados,364 puestos en
casa del encomendero;
Item, dareis cada seis meses seis jáquimas con sus cabestros y cinchas, con
sus látigos de cordel y sueltas de cada cosa, de estas seis de cabuya o lana,
puestos en casa del encomendero;
Item, sembrareis, beneficiareis y cogereis en la Villa de Plata, en las chácaras
de los encomenderos, dos fanegas de maíz y trigo, y en vuestras tierras 10
fanegas de maíz y trigo; y para el trigo vos los encomenderos les habeis de
dar la semilla para ello;
y si el encomendero quisiere sembrar en vuestras tierras con bueyes, como
sea sin perjuicio de ellas, le dareis al tiempo de la siembra para que ayuden
363 Las tres Pascuas del año son Semana Santa, Corpus Christi y Navidad.
364 “Adobar. Quasi adaptar, reparar, concertar alguna cosa que está mal parada; algunas vezes
sinifica sazonar el manjar, como carnero adobado, que se usava dar por mucha fiesta an-
tiguamente en las cofradías y en las bodas”. Covarrubias, Tesoro... (1987 [1611]).
468 QARAQARA - CHARKA
365 Aquí se refiere a la prohibición de los servicios personales, sobre todo en la minería.
TASA 469
en las cuales dichas penas incurrais vos los encomenderos y cualquier persona que
después de vos sucediere en la dicha encomienda, y si excediéredes [?] de lo en la
dicha tasa contenido, y vos condenamos y habemos por condenados en ellas desde
ahora para entonces y de entonces para ahora, aplicados según dicho es,
y para [que] de ello vos los dichos encomenderos no pretendais ignorancia, y
sepais lo que habeis de recibir, y los dichos caciques e indios lo que han de dar,
mandamos que cada uno de vos tenga en su poder este proveimiento de un te-
nor, reservando como reservamos en nos, y en la persona que en nombre de Su
Majestad lo hubiere de hacer, facultad de añadir o quitar en la dicha tasa todas las
veces que pareciere deberse quitar o añadir en ella, conforme a lo que el tiempo
y posibilidad de los dichos caciques e indios pidiere o requisiere.
Fecho en Los Reyes a 1.x.1550,
firmado
Loayza, arzobispo de Los Reyes
el licenciado Hernando de Santillán
fray Domingo de Santo Thomas
por mandado de su Señoría y Mercedes
Pedro de Avendaño.
Digo yo, Lázaro del Aguila, escribano de Su Majestad público y del cabildo de la
ciudad de La Plata, doy fé como en un auto que el muy magnífico señor licencia-
do [f.77 v] Altamirano, oidor de la Real Audiencia que reside en la ciudad de Los
Reyes y justicia mayor en esta provincia, proveyó, que está en mi poder, mandó
que los tributos de que gozaba Hernando Pizarro del repartimiento de Chayanta,
y los tributos del repartimiento de los Chichas de que asimismo gozaba el dicho
Hernando Pizarro, que se pusiesen en cabeza de Su Majestad,368
y que los oficiales de la hacienda real Antonio Ramirez Vazquez tesorero, Diego de
Ibarra contador y Cristobal Sanchez veedor y factor, los cobrase desde 1.iii.1557
años en adelante, y los meteis en la caja de tres llaves de tributos vacos, según
que por el dicho auto que está en mi poder parece, a que me refiero, el cual dicho
auto está en un proceso que ante mi se trata entre las justicias reales y Hernando
Pizarro, al cual me refiero.
Lazaro del Aguila
escribano público y de Consejo.
La cual dicha tasa que desuso se hace mención yo Lope de Madrid, escribano de
Su Majestad y público de la dicha Villa, hice sacar de un libro que está en poder
de los oficiales reales que residen en la dicha Villa, que tiene por título Libro de
las Tasas de los Repartimientos Vacos, Remates y Provisiones desde principio del
año [15]55 en adelante,369 y está asentado en el dicho libro a hojas 102, y la hice
corregir en 19.xii.1566 ...
368 Como se precisa en adelante, a Hernando Pizarro le correspondía una tercera parte de las
rentas de Chayanta.
369 Este libro se encuentra hoy en el Archivo Histórico de Potosí, catalogado como Cajas
Reales 1.
TASA 471
Item, dareis en cada un año 1000 fanegas de maíz puestas en vuestras tierras
donde lo cogiéredes;
Item, dareis en cada un año 80 ovejas pacos, y dando machos no se pedirán
hembras porque se puedan criar, y si no quisiéredes dar las dichas ovejas
dareis cuatro pesos de ley perfecta por cada una cuando más vos los dichos
principales e indios quisiéredes, puestos en La Plata o asiento de Potosí, cada
seis meses la mitad.
Y para que con menos cargo y escrúpulo de conciencia se puedan llevar los
dichos tributos, vos encargo y mando que hagais doctrinar a los dichos naturales
en las cosas de nuestra santa fe católica, en tener y guardar ley natural y buena
policia, y no habiendo clérigo o religioso que lo hagan pondreis un español de buena
vida y ejemplo que los doctrine en lo susodicho, y porque al clérigo o religioso que
doctrinare los dichos naturales es justo que se le provea de cómoda sustentación
en tanto que no hay diezmos de que se pueda sustentar, vos los dichos caciques
principales e indios del dicho repartimiento les dareis cada un mes de los que
personalmente [f.106r] estuviere ocupado en vuestra doctrina,
en vuestras tierras tres fanegas de maíz y una fanega de papa o chuño, y dos
ovejas pacos,
y cada tres meses un puerco o un paco en su lugar, y media arroba de sal, y
media fanega de molle,
y cada semana ocho gallinas y patos, la mitad hembras,
y cada dia 10 huevos,
y cada dia un cantarillo de chicha de hasta dos azumbres, y leña para quemar
en su casa, y hierba para una cabalgadura suya,
y el salario de dineros,
y otra cosa más si fuere menester para la sustentación de tal clérigo y reli-
gioso, lo pagareis vos los dichos oficiales reales en la parte que cupiere a Su
Majestad a costa de los dichos tributos, y el dicho encomendero la parte que
le cupiere.
Y mando a vos los dichos caciques y principales e indios del dicho repartimiento
que al presente sois y después de vos sucedieren en él, que desde el día de la
fecha de ésta en adelante, en cada un año y a los tiempos en esta tasa declarados,
acudais a los dichos oficiales reales y al dicho comendador Hernando Pizarro con
los tributos y cosas en ella contenidos,
y que vos los dichos oficiales reales y encomendero no les pidais ni lleveis, por vos
ni por interpósitas personas, pública ni secretamente, directa ni indirecta[mente]
causa ni color alguna, más de lo arriba declarado, ni otro servicio personal, ni con-
mutación ni obras, so pena que por la primera vez que pareciere haberlo recibido en
cualquiera manera de las dichas, demás de volver a los dichos principales e indios
lo que así les hubiéredes llevado, [pagueis de pena el cuatro tanto del valor de ello]
para la cámara y fisco de Su Majestad, y por la segunda vez restituyais asimismo lo
que les hubiéredes llevado demasiado, y vos los dichos oficiales reales pagueis so
pena el cuatro tanto de valor de ello para la cámara de Su Majestad, y que perdais
los dichos oficios que tuviéredes, y vos el dicho encomendero seais privado de la
encomienda que de los dichos indios tuviéredes, y perdais otro cualquier derecho
TASA 473
que tengais o podais tener a los dichos tributos e indios, y hayais perdido y per-
dais la mitad de todos vuestros bienes para la cámara y fisco de Su Majestad, las
cuales dichas penas incurrais si excediéredes de lo en la dicha tasa contenido, y
vos condeno en ellas y en cada una de ellas, desde ahora para entonces y desde
entonces para ahora, aplicado segun dicho es,
y para que de ello no podais pretender ignorancia, y sepais lo que habeis de recibir,
y vos los dichos prin– [f.106v] cipales e indios lo que habeis de dar, mando que
cada uno de vos tenga en su poder un traslado de esta tasa de un tenor, reservan-
do en mí facultad de añadir o quitar en la dicha tasa todas las veces que pareciere
deberse quitar o añadir, conforme a lo que el tiempo y posibilidad de los dichos
indios pidiere o requiriere.
Fecho en Los Reyes a 17.ii.1557
El marqués
por mandado de Su Excelencia Juan Muñoz Rico ...
cuales pertenecen al dicho Martín de Robles las dos tercias partes en cada un
año a 800 fanegas, que en ocho años monta 6400 fanegas, las 5336 puestas
en Potosí y las 1064 en sus tierras;
parece asimismo que están obligados de dar los dichos indios cada un año 15
fanegas de molle, y pertenecen al dicho Martín de Robles de sus dos tercias
partes las 10 fanegas, que en los ocho años monta 80 fanegas;
asimismo parece que estaban obligados de dar los dichos indios cada un año
106 cabezas de ganado de la tierra, con las dos ovejas que en cada mes se
les mandaba dar, y en los dichos ocho años pertenecían al dicho Martín de
Robles 565 cabezas y un tercio de ganado;
asimismo parece que están obligados de dar los dichos indios cada un año
seis arrobas de cebo y 12 cantarillos de manteca, y en los dichos ocho años
ha pertenecido al dicho Martín de Robles de sus dos tercias partes 32 arrobas
de cebo y 64 cantarillos de manteca;
asimismo parece que estaban obligados de dar los dichos indios cada un año 24
puercos, pasado el primer año, en cuanto después han de contar siete años, en
los cuales pertenecieron al dicho Martín de Robles de su parte 112 puercos;
asimismo parece ser obligados de dar los dichos indios en cada un año 40
gallinas, pasado el primer año, y en los siete años restantes pertenecieron al
dicho Martín de Robles 187 gallinas; [f.131r]
parece asimismo que eran obligados de dar cada un año los dichos indios 200
patos y 100 pares de perdices, de todo lo cual pertenecieron al dicho Martín de
Robles en el dicho tiempo de su parte 1064 patos y 532 pares de perdices;
asimismo parece que estaban obligados de dar cada semana 25 huevos, y
en todo el dicho tiempo pertenecieron al dicho Martín de Robles de su parte
6938 huevos;
asimismo parece que eran obligados de dar los dichos indios cada un año una
arroba de miel y otra de cera, de lo cual perteneció al dicho Martín de Robles
en el dicho tiempo 10 arrobas y dos tercias de cera y miel;
asimismo parece que eran obligados de dar cada un año los dichos indios
20 cargas de sal, las 12 puestas en casa del encomendero y las ocho en los
pueblos, que en el dicho tiempo pertenecieron al dicho Martín de Robles 107
cargas y dos tercias;
asimismo parece estaban obligados de dar los dichos indios cada un año 24
pescuezos de carnero adobados, y en el dicho tiempo pertenecieron al dicho
Martín de Robles de su parte 128 pescuezos;
asimismo parece que estaban obligados de dar los dichos indios cada un año
12 jáquimas con sus cabestros, de lo cual pertenecía al dicho Martín de Robles
en el dicho tiempo 64 piezas de cada cosa;
asimismo parece que estaban obligados los dichos indios de sembrar y be-
neficiar en cada un año 12 fanegas de trigo y maíz, las dos de ellas en esta
ciudad de La Plata y las 10 en sus tierras, de todo lo cual en los dichos ocho
años pertenecieron al dicho Martín de Robles las dos tercias partes, 64 fanegas
sembradas y beneficiadas de maíz y trigo; [f.131v]
TASA 475
asimismo parece que eran obligados de dar los dichos indios cada un año 90
indios para arrieros desde sus pueblos a Potosí y Porco una vez en el año, y
en los dichos ocho años, pertenecieron de su parte al dicho Martín de Robles
480 indios arrrieros;
parece asimismo estaban obligados de dar los dichos indios cada un año para
servicio de casa 20 indios e indias, y en los dichos ocho años pertenecieron
al dicho Martín de Robles 866 indios;370
asimismo parece que eran obligados de dar los dichos indios cada un año 12
indios para guarda de ganados y beneficios de huertas, que en los dichos ocho
años pertenecieron al dicho Martín de Robles de su parte 64 indios.
Las cuales dichas cosas desuso declaradas parece estar obligados a dar y pagar
los dichos indios al dicho Martín de Robles en el dicho tiempo, conforme a la dicha
tasa, y así lo declaramos y firmamos de nuestros nombres ... [f.132r]
370 De estos 20 indios e indias, las dos terceras partes correspondían a Martín de Robles, es
decir, para ocho años 133 indios.
371 La cifra en la Memoria es 2.899 más 4.400 pesos, es decir, 7.299 pesos en total (f.53r).
372 La cifra en la Memoria es 750 pesos (f.53v). La suma de 7.333 pesos es mucho menos que
los 11.000 pesos pedidos en la tasa de La Gasca.
476 QARAQARA - CHARKA
Por la manera que parece que monta lo que declararon los dichos caciques y
quiposcamayos haber dado al dicho Martín de Robles en los dichos ocho años
desuso declarados 38.209 pesos y cuatro tomines de plata corriente y 29.333 pesos
ensayados.
Declararon en los cuatro años primeros no haber dado ninguna ropa al dicho
Martín de Robles, y desde que le fue dada la tasa por el dicho Estupiñán dicen
haberle dado 22 piezas y media de ropa, y en el sexto 16 piezas, en el séptimo otras
16, y en el octavo otras 16 piezas, y todo monta 70 piezas y media de ropa;
declararon asimismo no haber dado al dicho Martín de Robles en los dichos
cuatro años primeros ningunas frazadas, y en los otros cuatros haberle dado
cada año tres, que son 12 frazadas;
asimismo declararon no haber dado en los dichos cuatro años primeros ningu-
nas mantas ni mandiles, en los otros cuatro años en cumplimiento a los ocho
haber dado 48 piezas, la mitad de mantas y la otra mitad de mandiles;
asimismo declararon no haber dado en los dichos cuatro años primeros nin-
gunos costales, y que en los otros cuatro dieron 74 costales con otras tantas
sogas;
asimismo declararon no haber dado los dichos cuatro años primeros ninguna
lana, y en los otros cuatro en cumplimiento a los ocho dicen haber dado 16
arrobas cada un año; [f.133 r]
asimismo declararon los dichos caciques y quipuscamayos haber dado al dicho
Martín de Robles en los dichos ocho años y meses el maíz siguiente:
primeramente declararon en los cuatro meses primeros después que se hizo la
encomienda en el dicho Martín de Robles al susodicho, y a Pedro de Leizeguin
[y a] Juan Lopez que sirven, 1000 fanegas de maíz puestas en Potosí;
luego en el mismo año dicen que le dieron al dicho Martín de Robles y a los
dichos sus mayordomos otras 1000 fanegas de maíz puestas en Potosi.
En el segundo año de la encomienda dieron a Cortes de Carabajal, mayordomo
del dicho Martín de Robles, otras 1000 fanegas de maíz puestas en Potosi.
En el tercero año dicen que dieron a Villasana, mayordomo del dicho Martín
de Robles, en Potosi en dos veces 3250 fanegas de maíz.
En el cuarto año dicen que dieron al dicho Martín de Robles, y al dicho Villasana
en su nombre, otras 1000 fanegas de maíz puestas en Potosi.
En el quinto año, que fue cuando Estupiñán les dió las tasas, dicen que dieron
al dicho Martín de Robles y a Lopez Gutierrez, su mayordomo, 872 fanegas y
media de maíz puestas en Potosí.
En el sexto año dicen haber dado al dicho Martín de Robles y al dicho Lopez
Gutierrez, su mayordomo, 667 fanegas de maíz en Potosí.
En el séptimo año dieron al dicho Lopez Gutierrez el dicho mayordomo otras
667 fanegas de maíz en Potosí. [f.133v]
En el octavo año dicen que dieron al dicho Lopez de Gutierrez y Juan de la
Torre, mayordomo del dicho Martín de Robles, otras 667 fanegas de maíz
puestas en Potosi.
TASA 477
Más dicen que dieron en Potosi, para caballos y piezas al dicho Martín de
Robles y a sus mayordomos, de camarico en el tiempo que tomó la posesión,
48 fanegas de maíz y harina de maíz a Pedro de Leizeguin y a Juan Lopez,
mayordomo[s] del dicho Martín de Robles.
En el primer año, dicen [que] dieron a los dichos Leizeguin y Juan Lopez para
lo mismo otras 48 fanegas de maíz y harina de maíz en Potosi.
En el segundo año dicen que dieron otras 48 fanegas de maíz y harina de maíz
para el dicho camarico de caballos y piezas puestas en Potosí.
En el tercer año dicen que dieron en Potosí al dicho Martín de Robles y a Villa-
sana, su mayordomo, 128 fanegas de maíz373 y harina de maíz en Potosi.
En el cuarto año dicen que dieron al dicho Martín de Robles y al dicho Villasa-
na, su mayordomo, 108 fanegas de maíz y harina de maíz en Potosí, para los
caballos de cabalgadura y piezas. [f.134 r]
Asimismo, declararon haber dado en el quinto año después que le dieron la
tasa, en sus tierras, 133 fanegas y media de maíz a un mayordomo y deudo
del dicho Martín de Robles que se llamaba Juan de Robles.
En el sexto año lo mismo.
En el séptimo año lo mismo.
En el octavo año lo mismo.
Asimismo declararon haber dado a Villasana, mayordomo del dicho Martín de
Robles, en el quinto año después de la tasa 226 fanegas de chuño, en Potosí.
Declararon asimismo haber dado al dicho Martín de Robles, y [a] Pedro
Leizegui[n] y a Juan Lopez sus mayordomos, 130 fanegas de trigo en sus
tierras, en el primer año.
Item declararon que habían dado el segundo año a Cotes de Carabajal otras
130 fanegas de trigo en sus tierras.
En el tercer año lo mismo en sus tierras a Villasana.
En el cuarto año dicen que dieron al dicho Villasana 145 fanegas de trigo en
sus pueblos y tierras [f.134 v]
Asimismo, declararon los dichos indios, que en los cuatro años primeros no
dieron ningún molle y que los otros cuatro, en cumplimiento a los ocho, dieron
40 fanegas de molle cada un año, 10 puestas en Potosi.374
Declararon más los dichos indios haber dado en el tiempo que se tomó la
posesión por el dicho Martín de Robles, en los cuatro meses primeros, 151
cabezas de ganados chicos y grandes, hembras y machos, a Pedro Leizegui
y Juan Lopez, mayordomo[s] del dicho Martín de Robles, las 50 cabezas en
Potosi y las 101 en sus tierras.
Declararon haber dado el primer año otras 151 cabezas de la misma manera
y a los dichos y en los mismos lugares.
Asimismo, declararon haber dado los dichos indios el segundo año a Cortes
de Carabajal, mayordomo del dicho Martín de Robles, otras 151 cabezas de
ganado de la misma manera y en las mismas personas.
Asmismo declararon el tercer año haber dado otras 151 cabezas de ganado de
la misma manera, las 100 en Potosi a Villasana, mayordomo del dicho Martín
de Robles, y las 51 al dicho Martín de Robles en sus tierras.
Declararon más haber dado en el [f.135r] cuarto año otras 151 cabezas de
ganado de la misma manera y los dichos.
Declararon más los dichos indios haber dado en los otros cuatro años, a cum-
plimiento a los ocho, que les fue dada la tasa, otras 254 cabezas de carneros
grandes, en Potosí, en cada un año 71 cabezas a Lopez Gutierrez y a Juan de
la Torre, mayordomos del dicho Martín de Robles.375
Declararon asimismo no haber dado ningún cebo ni manteca en los cuatro
años primeros hasta que les fue dada la tasa, y en los otros cuatro años, a
cumplimiento a los ocho, dieron 32 arrobas de manteca y 35 cantarillos de
manteca a los mayordomos del dicho Martín de Robles, puestos en Potosí.
Declararon Asimismo, que en los dichos cuatro años primeros no haber dado
ningún puerco, y que en los otros cuatro años, a cumplimiento a los ocho,
habían dado 64 puercos, en cada año 16, puestos en Potosí.
Declararon más haber dado en los cuatro meses primeros 151 gallinas, las
100 en Potosi a Pedro de Leizegui y a Juan Lopez, y las 51 en sus tierras al
dicho Juan Lopez;
declararon haber dado el primer año otras 151 gallinas de la misma manera
y a los susodichos; [f.135 v]
asimismo declararon haber dado el segundo año otras 151 gallinas de la misma
manera, entregadas a Cotes de Carabajal;376
declararon más haber dado el tercer año 240 gallinas, las 200 en Potosi al dicho
Villasana y a Martín de Robles, y las 40 en sus tierras;
más declararon haber dado el cuarto año otras 240 gallinas de la misma ma-
nera y a los dichos;
declararon asimismo haber dado los otros cuatro años, a cumplimiento a los
ocho, en todos ellos 108 gallinas en Potosí a Lope Gutierrez y a Juan de la
Torre, en cada un año 27.
Declararon más haber dado en los dichos cuatro meses primeros 340 patos,
200 en Potosi y 140 en sus tierras, a los dichos Leizegui y Juan Lopez;
asimismo declararon más haber dado a los susodichos otros 340 patos entre-
gados a los susodichos;
declararon haber dado el segundo año lo mismo;
375 Si daban 71 cuatro veces, la suma correcta no sería 254, sino 284.
376 La Memoria dice 150 gallinas cada año.
TASA 479
Al quinto año que les fue dada la tasa por el dicho Estupiñán declararon no
haber dado en todo el dicho año ningún indio para las dichas minas, y después
nunca más ni otros indios para las dichas minas de los que tienen declarados,
y que en el dicho tiempo que tienen declarados haber dado los dichos indios
para las dichas minas, asimismo daban por cada semana, algunos [?] de tierras
50 indios que sacaban tierras de las dichas minas.
Declararon asimismo que en los cuatro años despues de la tasa daban cada
año, ordinariamente, para el servicio de la casa 20 indios. [f.138 v]
Asimismo declararon que desde que tomó la posesión el dicho Martín de Ro-
bles, los cuatro meses primeros y los cuatro años sucesivos, dieron cada día
de todo el dicho tiempo cuatro mitayos para el servicio de la casa de Potosí a
los dichos mayordomos y al dicho Martín de Robles.
Asimismo declararon que los otros cuatro años, en cumplimiento a los ocho,
después que le fue dada la tasa por el dicho Estupiñán, en cada un dia de
todos los dichos cuatro años dieron dos indios para mitayo en Potosi al dicho
Martín de Robles y los dichos sus mayordomos.377
Asimismo declararon que los dichos cuatro años postreros, despues que le
fuera dada la dicha tasa, todos ellos cada día ordinariamente de sus tierras
daban 15 indios para guarda de ganado.
Fuéles tornado a repreguntar con el dicho lengua declaren si tienen otra cosa que
decir acerca de lo que daban al dicho Martín de Robles, los cuales dijeron que no
le dieron otra cosa alguna excepto algunas indias para servicio de su mujer, y que
la media parte se volvieron a sus pueblos.
Fuéles preguntados que digan verdad, declaren qué bienes, ganados, plata, ropa y
otras cosas les dió el dicho Martín de Robles o sus mayordomos u otras personas
antes que no muriese o después de fallecer, los dichos [f.139r] declararon que el
dicho Martín de Robles, en los tres años primeros, dió a tres caciques principales
del dicho repartimiento tres vestidos de gala, guarnecidos con pasamanos de oro,
y que los dichos vestidos lo dieron sus mayordomos del dicho Martín de Robles
a los dichos tres caciques a cada uno vestidos;
asimismo en los otros cuatro años postreros el dicho Martín de Robles dió a cua-
tro caciques del dicho repartimiento cuatro vestidos de damasco, a cada uno lo
suyo, en todos los dichos cuatro años, las camisetas de terciopelo y las mantas de
damasco, todo guarnecido con pasamanos de oro.
Todo lo qual que está declarado los dichos caciques y quiposcamayos por la dicha
lengua declararon en la forma que está dicho, presente don Bernardino de Mene-
ses, y en nuestra presencia, y nosotros lo firmamos aquí en nuestros nombres hoy
15.v.1568. No lo quiso firmar el dicho don Bernardino ...
[Liquidación de cuentas]
La cual dicha liquidación de lo que estaban obligados a dar los dichos indios se hizo
por la tasa que les fue dada, y por la encomienda que al dicho Martín de Robles se
le hizo de los dichos indios, se le manda que declare demás de lo que montare la
377 Sin embargo, la tasa estipulaba 20 indios mitayos cada año y la liquidación de cuentas
indica que dieron más jornales de mitayo que los dos declarados aquí.
482 QARAQARA - CHARKA
tasa que le sería dada, estar obligado a volverlo o a rechazárselo en cuenta, para
lo que éste hubiese de dar adelante, y se la cuenten por la dicha tasa y por la de-
claración de los dichos caciques y quipocamayos lo que han dado al dicho Martín
de Robles y a sus mayordomos, como parece haber dado los dichos indios demás
de lo que estaban obligados por la dicha tasa. Las partes [f.139v] que abajo eran
declaradas son las siguientes.
Primeramente dieron demás en plata 3888 pesos y cinco tomines y cuatro
granos ensayados. Alcanza el dicho Martín de Robles a los dichos indios en
57 pesos y medio de ropa de abasca.
Asimismo alcanza el dicho Martín de Robles a los dichos indios en 10 frazadas
de la tierra que dieron de menos.
Dieron los dichos indios demasiado de lo que eran obligados dos mantas y
dos mandiles.
Asimismo dieron los dichos indios al dicho Martín de Robles, demás de lo que
eran obligados, 5157 fanegas y media de maíz que está en Potosi en los años
de [15]48, [15]49, [15]50, [15]51 y [15]52.
Parece estar obligados los dichos indios a dar en sus tierras al dicho Martín
de Robles 1064 fanegas de maíz en todo el dicho tiempo, y haberle dado 534
fanegas de maíz en sus tierras y 226 fanegas de chuño puestas en Potosi, de
manera que juntando el dicho chuño con el dicho maíz y descontado todo
de lo que estaban obligado a dar, alcanzaba el dicho Martín de Robles a los
dichos indios en 304 fanegas de maíz en sus tierras, teniéndose atención que
las dichas fanegas de chuño las dieron en Potosí.
Asimismo parece haber dado los dichos indios al dicho Martín de Robles en
los años [15]48, [15]49, [15]50 y [15]51 535 fanegas de trigo puestas en sus
tierras, sin estar obligados por la tasa a cosa alguna, de que les es deudor el
dicho Martín de Robles.
Parece que alcanza el dicho Martín de Robles a los dichos indios en 40 fanegas
de molle, que eran obligados a darles en todo el dicho tiempo 80 fanegas y
dieron 40 fanegas … [f.140r] …
Asimismo dieron los dichos indios demás de lo que eran obligados al dicho
Martín de Robles 424 cabezas de ganado de la tierra, porque eran obligados
a dar, en todo el dicho tiempo, 565 cabezas y parece que dieron 999, de la
manera que le alcanza los dichos indios en las dichas 424 cabezas, y alcanza
el dicho Martín de Robles a los dichos indios en 58 puercos que le dieron de
menos, porque eran obligados a darle en todo el dicho tiempo 112 puercos,
y no dieron más de 64, y asi son alcanzados en los dichos 58.
Y parece asimismo estar obligados los dichos indios a dar al dicho Martín
de Robles, conforme a la dicha tasa en todo el dicho tiempo, 187 gallinas, y
parece haberle dado 1041 gallinas, y así alcanza al dicho Martín de Robles en
854 gallinas.
Asimismo parece están obligados los dichos indios, conforme a la dicha tasa,
en todo el dicho tiempo, al dicho Martín de Robles 1064 patos, y haberle
dado, conforme a su declaración, 2240, de manera que parece haberle dado
demasiado 1176 patos puestos en Potosí.
TASA 483
Parece que alcanza el dicho Martín de Robles a los dichos indios en 130 pares
de perdices que le dieron de menos en todo el dicho tiempo de las que le
eran obligados a dar.
Asimismo parece estar obligados a dar los dichos indios, en todo el dicho
tiempo, al dicho Martín de Robles 6938 huevos, y conforme a su declaración
parece haber dado 13.000, de manera que alcanza al dicho Martín de Robles
en 6072 huevos [f.140v].
En lo tocante a miel y cera no hay alcance de una parte a otra, porque rec-
ompensa la cera que dicen los indios haber dado demasiado, a la miel que
parece haber dado de menos.
Parece que alcanza el dicho Martín de Robles a los dichos indios en 53 cargas
de sal, porque eran obligados a dar en todo el dicho tiempo 107 cargas, y que
de su declaración parece no haber dado más de 54, y asi son alcanzados en
las dichas 53 cargas.
Alcanza asimismo el dicho Martín de Robles a los dichos indios en 60 pescu-
ezos adobados de carnero.
Asimismo en lo tocante a jáquimas y cabestros y cinchas, no hay alcance de
una parte a otra.
Asimismo parece estar obligados los dichos indios, conforme a la dicha tasa
en los dichos ocho años, a sembrar y beneficiar 64 fanegas de trigo y maíz
en las tierras del dicho Martín de Robles, y parece por su declaración de los
dichos indios haber sembrados y beneficiados en sus mismas tierras 115
fanegas de trigo y maíz, y haberse ocupado en ello 2080 jornales de indios, y
haberse cogido de todo ello en los dichos años 4000 fanegas de maíz, y el trigo
no declararon qué cantidad fue, porque no lo midieron más de sembrarlo y
beneficiarlo y cogerlo y encerrarlo. Y asi parece estar obligados el dicho Martín
de Robles a pagar a los dichos indios la sementera y beneficio de 51 fanegas
de maíz y trigo que sembraron y beneficiaron demasiados.
Asimismo parece que eran obligados a dar los dichos indios, en todo el dicho
tiempo, 480 indios arrieros, y haber dado 1200 indios arrieros en diferentes
tiempos, por manera que le dieron demás de los que eran obligados 720 indios
arrieros. [f.141r]
Asimismo parece que eran obligados a dar los dichos indios, conforme a la
dicha tasa, al dicho Martín de Robles, en los dichos ocho años, 940 indios
para servicio de casa y guarda de ganado y otros servicios, y haberle dado
en el dicho tiempo, conforme a su declaración de los dichos indios, 10.200
jornales de indios en diferentes tiempos y en diferentes servicios, conforme a
la dicha declaración, por manera que dieron demás de lo que eran obligados
9800 jornales de indios.
Asimismo declararon los dichos indios que en los cuatro años y cuatro meses
primeros, que fueron el año de [15]48, [15]49, [15]50, [15]51, [15]52, antes que
fuese notificada la dicha tasa por Lorenzo de Estupiñán, dieron al dicho Martín
de Robles, en cada semana en todo el dicho tiempo sin faltar ninguna, 50 indios
para que le sacase plata de sus minas, y le daba cada un indio cada semana
tres marcos de plata, de manera que en todo el dicho tiempo, conforme a la
484 QARAQARA - CHARKA
dicha declaración de los dichos indios, monta lo que dicen que dieron al dicho
Martín de Robles y a sus mayordomos 124.800 pesos de plata corriente, sin
estar obligados conforme a la dicha tasa a darle cosa alguna de ello.
La cual dicha declaración y liquidación se hizo por nos ... en 23.vii.1568.
IV. Tierra
Presentación
En busca del espacio perdido
1 Ver especialmente Carlos Sempat Assadourian, “Los derechos a las tierras del Inka y del
Sol”, en Transiciones… (1994:92-150). Una excepción es la documentación sobre el valle
de Cochabamba. Ver Morales, Repartimiento de tierras… (1977); Wachtel, “Los mitimas
del valle…” (1981).
488 QARAQARA - CHARKA
Mapa 4.1
El orden de Toledo
Mapa 4.1: El orden de Toledo
Rio
B
en
o Límites approximados Paria Sede de corregidor
i
Lago g de los corregimientos
on Salar
de Chayanta y Porco
S
Titicaca Ri
o
Pueblo de reducción Lago
Mina
Rio
~ 0 100 km
Villa de espanoles
Co
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De
El Paso Tiquipaya
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gu
ad Sipesipe
ero Cochabamba
Caracollo Tapacari Pocona
Totora
Paria
Totora io C Mizque
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R io Miz
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Choquecota
ue
Lago Aiquile
UruUru Moscari
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Chayanta Tomata
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Carangas Lago Aymaya nde
Ri o
Pocoata San
Aullagas Marcos
Gr
Corque Caracara
an
Andamarca Macha Moromoro
de
Orinoca Challapata LA PLATA
Sabaya Quilaquila
Condo Tacobamba Tarabuco
Tinguipaya Yotala Yampara
Aullagas Quillacas Tomina
y Uruquillas
SALAR Potobamba
COIPASA Potosi
Chaqui
Puna
Porco
Rio
Caiza
Yura
SALAR
P il c
Calcha ma
TUNUPA
o
yo
Toropalca
Pilaya y Paspaya
Cotagaita
Rio
San Cristobal de Lipez Pilaya
Lámina 4.1
El río Grande, Jach’a Jawira o Jatun Mayu entre San Marcos y Macha (1971)
4 En tiempos incaicos se concentran las fortalezas en la apertura entre los dos sistemas
fluviales en tierras yampara; este lugar probablemente facilitó el paso a las incursiones de
los Chiriwana.
TIERRA 491
5 Para la presencia karanqa en Belén y Codpa, ver Jorge Hidalgo, “Relaciones protohistó-
ricas interétnicas entre las poblaciones locales y altiplánicas en Arica”, en La integración
surandina, cinco siglos después, Instituto Bartolomé de Las Casas, Cusco, 1996. Ver también
el Ensayo de Interpretación, “Charka Rojo, Charka Blanco”; Wachtel, “Los mitimas del
valle…” (1981); Barragán, ¿Indios de arco y flecha? (1994:89-93). Los colonos de los señoríos
lacustres del Collao también se desplazaban tanto hacia la costa como hacia la ceja de selva.
El territorio de los Sura es más particular, abarcando tanto los pastos del altiplano como
tierras de cultivo en la vertiente oriental, pero no tenemos evidencias documentales, ni
para ellos ni para los Qaraqara-Charka, de asentamientos en la vertiente occidental hacia
el Pacífico.
6 Desde la época de Chavín, los sacerdotes del Centro-Norte andino probablemente tenían
la capacidad de predecir la llegada del Niño, al observar los movimientos del molusco
Spondylus (mullu) en las aguas calientes del golfo de Guayaquil. De ahí, en parte, la impor-
tancia religiosa de las conchas de mullu, consideradas como la comida de los dioses, que se
trasladaron a lo largo de toda la región andina. Ver Marcos, “Mullu y pututu…” (2002).
492 QARAQARA - CHARKA
7 Michel López, El señorío prehispánico de Carangas… (2001). Kolata, The Tiwanaku… (1993).
Lecoq y Céspedes, “Panorama archéologique… (1997:21-61). Es posible también, como
ya hemos comentado, que durante el el Horizonte Medio se desarrolló la producción de
plata en gran escala en Potosí.
8 Claude Dejoux y André Iltis (comps.), El lago Titicaca, sintésis del conocimiento limnológico
actual, Orstom-HISBOL, La Paz, 1999, p. 584.
9 Ver Murra, “El ‘control vertical’…” (1975:67): “Es tentador predecir que tal ‘control ver-
tical de un máximo de pisos ecológicos’ no se refiere simplemente a una sola etnía, sino a
una red de contradictorios reclamos, ajustes temporales, tensiones, luchas y treguas entre
varios núcleos regionales que compartían un mismo ideal en una etapa preparatoria a los
‘horizontes’ del arqueólogo”.
TIERRA 493
10 “Los naturales Charcas y los Carangas fueron siempre contínuos adversarios y de perpe-
tuas guerras”, Mendoza, Chrónica… ([1665] 1976:27-28). Marcos Michel López nos ha
comunicado que existe un claro contraste entre los restos arqueológicos de Carangas y
los de Charcas, al otro lado de la cordillera de los Asanaqi. El papel de la provincia Sura
queda por aclarar; hemos sugerido, siguiendo una hipótesis de Teresa Gisbert, que fuera
una creación Inka, justamente para separar los Charka y los Karanqa. Ver el Ensayo de
Interpretación “Charka Rojo, Charka Blanco”.
11 Michel López, El señorio prehispánico de Carangas… (2001:43).
12 Recordemos sus símbolos guerreros que reaparecen en el escudo de armas de su descen-
diente, don Fernando Ayra de Ariutu: cóndor, mallku; jaguar, uturunku; y fortaleza de
piedra, pukara, además de símbolos que nos remiten a una estética del poder, como las
tres “azucenas blancas” y el “resplandor”, que se mencionan en la Quinta Parte, “Mallku”,
Documento 17 (ff.3v-4r).
494 QARAQARA - CHARKA
persona los ayllus y wamani de todo “Macha y Chaquí”, aunque esta deno-
minación, que refleja los límites de la provincia incaica de Qaraqara, puede
encubrir un alcance más vasto sobre toda la región charka.
Cuando la Probanza de su descendiente, Fernando Ayra de Ariutu, afirma
que este Mallku “sujetó hasta los Chuyes, y corrió las tierras de Pilaya y Paspaya
donde puso algunas fortalezas”, se refiere justamente a dos fronteras vulnerables
a las incursiones de los indios flecheros de los valles y tierras bajas: el Caine/río
Grande, y el Pilcomayo. Si la frase “hasta los Chuyes” incluye la incorporación
de estos “indios de arco y flecha”, Ayra Kanchi habrá podido instalar colonias
en los valles bajo y alto de Cochabamba, y en los yungas de Chuquioma para
cultivar los productos –coca y maíz– de las tierras bajas.13 Quizás a raíz de esta
campaña, los Chuy de los valles de Cochabamba, derrotados por las fuerzas de
Ayra Kanchi, fueron obligados a reconocer la fuerza superior de los wak’a de
los Charka Blancos, entre otros el Tata Purqu. Pues sabemos que, al mudarse
a nuevas tierras, los aymaras llevaban consigo los wak’a de sus cerros como
símbolos de su identidad y para asentar su poder en tierras extrañas.14
La distribución de la población de los Qaraqara y los Charka del siglo XVI,
tal como se percibe en los documentos, nos remite al proceso de poblamiento
de la vertiente oriental de la cordillera.15 Antes de la expansión hacia los Chuyes
y las tierras de Pilaya y Paspaya, se habrá consolidado un territorio nuclear de
los Charka Rojo y Blanco en lo que hemos denominado las “franjas verticales”.
Estas franjas, que en tiempos incaicos incluían a los ayllus de Sacaca, Chayanta,
Pocoata, Macha y Caracara, corrían desde la cordillera de los Asanaqi hasta los
valles cálidos de los ríos Caine y Grande (Mapas 2.2 y 4.3).16
13 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 16 (f.9r). Los valles bajo y alto de Cochabamba,
y los yungas de Tiraque, eran de acceso más fácil que los valles de Mizque y Aiquile más al
sur. Para las líneas de fortalezas en la vertiente suroriental del Tawantinsuyu, ver Pärssinen
y Korpisaari (comps.), Western Amazonia… (2003).
14 “Tenían sus huacas todas colocadas en cerros, las cuales traían consigo y las llevaban
cuando todo el pueblo se mudaba de una parte a otra buscando tierras donde vivir, hasta
que hallaban donde asentar; y si se ofrecía topar con otras gentes en donde querían habi-
tar, que estaban primero poblados, tenían guerras y mortandades entre sí hasta impelirse
unos a los otros. Cuando entraban en sus batallas, llevaban sus huacas en el ejército para
ser ayudados dellas, y cuando los unos huían vencidos, decían que la huaca iba vencida”.
Álvarez, De las costumbres y conversión… (1998 [1588]:75).
15 Una leyenda actual de los Macha recuerda una expansión desde las alturas hacia los valles:
se cuenta que tres hermanos, uno de Macha, otro de Pukwata y el tercero de Laymi (Cha-
yanta Hanansaya) vinieron bajando todos juntos hasta llegar a Carasi. Allí se rompieron las
sandalias de los Laymi, pero los Macha y los Pukwata siguieron bajando hasta llegar a Miz-
que. Efectivamente, se conserva en la plaza del pueblo actual de Mizque una piedra grande
que, según la tradición local, es precisamente el mojón de los “indios Charcas”. Ver Diego
Pacheco, Machas, Tinkipayas y Yamparas. CIPRES, Sucre, 1994.
16 Ver “Charka Rojo, Charka Blanco” acápite 5 i) y la Quinta Parte, “Mallku”, Documento
16 (f.17r).
TIERRA 495
Figura 4.1
El descenso de los Qaraqara y los Charka de la Cordillera
a los Valles y Yungas
CHARKA QARAQARA
Puna tubérculos, chenopodia, “maicillo de puna”, pastos y ganado, sal, minerales.
0 kms
CHAYANTA
SAKAKA
QULLAUMA
TURPA
PHANAKACHI
Urinsaya (Ch)
Anansaya (Q)
PUKWATA
CHAKI
W IS I J S A
MACHA
KULU
KAKINA
PIKACHURI
CARACARA
MURUMURU
camayos y mitimaes de los
Valles adyacentes Archipiélagos nucleares
maíz, tarwi, ají, sapallo y algodón para los ayllus y los hogares domésticos
125 kms
mitimaes en
El valle grande Cochabamba
maiz y ganado para el Inka, los Mallku y los soldados
fortalezas
Pilaya y Paspaya
mitimaes en
Yungas Tiraque y Totora
250 kms
22 Para los casos de Macha y Sacaca, ver los Documentos 8, 9, 11, 12, 13 y 14.
23 Ver Harris, “Ecological duality…” (1985); también Cereceda, “Sémiologie…” (1978).
TIERRA 497
valle, alegaban que era conveniente prohibir a los indios que viajasen lejos de
sus pueblos en las alturas porque arriesgaban su vida al cruzar ríos tan peli-
grosos. Como hemos visto, los indios de Macha que vivían en la puna bajaban
varias veces durante el año para realizar las tareas agrícolas, como era también
el caso de los indios de Chayanta, descrito por el Corregidor en 1614: “tienen
necesidad de entrar en los valles … tres veces al año a la siembra, desyerbo
y cosecha”.29 Pero en otros casos, los campesinos viajaban cuando el río era
menos caudaloso y se quedaban un año entero; por ejemplo, los uchukamayuq
de Macha que cultivaban el ají en Carasibamba. Según el cacique de Uru, don
Juan Acarapi,
van siempre por el mes de octubre, que es cuando se mudan, y están allí hasta
coger la sementera, y después el año adelante están otros por el mismo tiempo,
y que de esta manera nunca van en tiempo peligroso a las dichas tierras.30
cálido de los valles, caracterizados por una vegetación de monte y con diferentes
microclimas donde se producían diversas variedades de lupinos (tarwi), maíz,
papas y quinua de valle, legumbres y hortalizas, ají y algodón.34
Cuando se iniciaba la estación seca en abril, los llameros que bajaban de
la puna a los valles encontraban los colonos que pertenecían a sus respectivas
familias y ayllus. Las llamas eran cargadas de sal, cerámicas y greda, objetos
metálicos, quinoa, chuño y tejidos que serían intercambiados en los valles
por cargas de maíz, ají, miel, algodón, coca, medicinas, plumas y productos
de madera. Estos intercambios implicaban también relaciones con los demás
grupos viviendo en los valles y no solamente con su parentela.
En efecto, todo el territorio estuvo articulado por una jerarquía de caminos.
Algunos vinculaban las estancias y las cabeceras con los wak’a de importancia local
o regional, y estos podían remontar a la época del Horizonte Medio, cuando la
explotación de las minas y los valles maiceros estaba en un período de auge. Al
mismo tiempo, una red de senderos pequeños, de mayor profundidad temporal,
conectaba las poblaciones de la puna y los valles dentro de un territorio nuclear.
Éstos servían sólo para los que viajaban a pie con tropas de llamas o para andar
en fila única,35 y se juntaban en los lugares aptos para transitar los grandes ríos.
Otros caminos eran más anchos, para que los Mallku pudieran viajar en sus
“andas de oro” sobre “hombros de indios” bajo “quitasoles de plumería”, para
asistir a los “convites” ofrecidos en los “buhíos” del otro.36
Toda la red de caminos interna a la Confederación aguarda todavía un
estudio detallado, como también lo esperan sus tambos y ventillas. También
tienen que ser identificados los caminos que conectaban los pueblos de la
Confederación de los Charka Blanco y Rojo con los de otros señoríos, e incluso
con la vertiente del Pacífico. Por ejemplo, una ruta parte del pueblo actual
de Macha rumbo al oeste y pasa por el salar de Qharata (entre las estancias
modernas de Castilloma y Juluch’i), donde durante el reinado de Wayna
Qhapaq los indios Sura, Chuy, Killaka y Karanqa construyeron una de las dos
34 Para los productos del valle, ver los Documentos en esta Parte. También Ramírez del
Águila, Noticias políticas… ([1639] 1978:38): “hortalizas y legumbres de la tierra hay gran
cantidad, frijoles, pallares, zapallos, yuyos de muchos géneros que son como acelgas, tarvi,
porotos, cayguas, tomates, chulcos y otros muchos géneros de que se hacen con el ají gui-
sados sabrosísimos a uso de la tierra”. Que había un sistema de rotación en las tierras del
valle se sugiere por la afirmación de Juan de Baños en 1579 sobre el valle de Carasibamba:
“las tierras por ser flacas conviene dejarlas descansar, y mudar las sementeras, para poder
coger algún fruto y aprovechamiento de ellas”. Ver Documento 8 (f.19r).
35 Son conocidos hoy en el quechua de la región como chaki ñan.
36 Ver el epígrafe a “Charka Rojo, Charka Blanco”. Es posible que el camino del Inka que
hemos proyectado en los Mapas 5, 6, y 4.2, con base en el testimonio de los Quipocamayos
a Vaca de Castro (1542), represente una modificación ya colonial del camino original, que
pasaba quizás desde Paria a Sacaca antes de seguir hacia Pocoata y Macha. Agradecemos
esta sugerencia a Donato Amado González.
500 QARAQARA - CHARKA
Lámina 4.2
Un Chullpa cerca del salar de Qharata (1995)
tumbas del Mallku de Macha (Anansaya), Tata Paria.37 Existe hoy en día un
sitio arqueológico en Chullpa Q’asa (Paso de los Chullpa), donde pueden con-
templarse restos de chullpas orientados hacia el salar de Qharata (ver Láminas
4.2 y 4.3 y Mapa 4.3). Aunque sólo los trabajos de los arqueólogos podrán
sacarnos de la duda acerca de su destino, la presencia de chullpas orientados
hacia el salar nos lleva a pensar en un sitio de gran relevancia político-religiosa
y en un “lugar de memoria”.38
Sólo cuando estemos en condición de entender en su unidad toda la fran-
ja transversal de Charcas, de la costa hasta la selva, podremos comprender
las verdaderas dimensiones del espacio transitado en tiempos de paz por los
llameros de los Charka Rojo y Blanco “antes y después de los Inka”, cuando
se mezclaban en el camino con otras tropas de los pastores por excelencia
procedentes de Killaka y Karanqa, y de las dependencias de éstos en la costa
y la precordillera del Pacífico. No cabe duda de que los lugares de descanso,
a menudo cerca de rocas grabadas o pintadas con símbolos de su travesía,
eran sitios sagrados donde los llameros hacían ofrendas propiciatorias a las
divinidades del lugar.39 E igualmente, en este caso como en el estudiado por
Duviols para el Perú central, los sitios de intercambio entre pastores y agricul-
tores daban lugar a otras fiestas y ritos compartidos, donde los intercambios
religiosos y ceremoniales sellaban acuerdos económicos, derechos de pastos y
tierras, y derechos de transitar.40
La paz del Inka era en parte una sistematización de las hegemonías regio-
nales ya existentes, pero conllevaba también un reordenamiento del espacio.
Percibimos a través de muchas fuentes que la “justicia” introducida por los
hijos del Inka Pachakuti representaba en las memorias de la gente la inaugura-
ción de una nueva época. Según Waman Puma, Tupaq Yupanki mandó a Apu
Mayta Inka amojonar todo el Qullasuyu para poner fin a los conflictos.41 En
parte, tal amojonamiento tuvo el objetivo político de demostrar que era el Inka
quien daba el derecho a la tierra. Según nuestra hipótesis, un mismo proceso
se dio cuando Tata Ayra Kanchi logró imponer su hegemonía sobre el espacio
charka antes de su incorporación al Tawantinsuyu, permitiendo la práctica
pacífica de la agricultura en muchos lugares antes asolados por riñas y asaltos.
Sin embargo, no hay por qué dudar que la paz del Inka produjo un cambio real
en la vida de las poblaciones, aunque no debemos suponer que logró suprimir
todos los conflictos. Entre otros factores pertinentes, bajo Pachakuti y Tupaq
Yupanki se produjeron catástrofes naturales de diversa índole (sequía, erup-
ción volcánica, terremoto, pestilencia) que acondicionaron muchos cambios
y reestructuraciones del espacio social.42
Entre los cambios en la ocupación del espacio provocados por los Inka
figura el hecho de enviar mitimaes de una región a otra, convertir los señoríos
en provincias del Tawantinsuyu, inaugurar nuevos terrenos para la agricultura
y en algunos casos reducir la población de sus asentamientos en la puna alta
a nuevos pueblos. En Charcas, los valles y yungas cochabambinos fueron de
nuevo puestos en explotación intensiva; se volvió a expandir la minería en
Porco y Potosí cuando había menguado durante el Intermedio Tardío; muchos
mitimaes fueron instalados para la guarda de las fronteras, además de la mi-
nería y los cultivos; y se reorganizaron los señoríos regionales de acuerdo con
el sistema dual y decimal, inclusive en algunos casos creando nuevas unidades
administrativas.
El único caso seguro que conocemos hasta ahora de una reducción incaica
de la población en Charcas es el de los indios Sura, obligados por Tupaq Inka a
abandonar su antiguo pueblo de Sorasora, cerca del lago Awllaka (hoy Poopó),
41 Poma de Ayala, Nueva corónica… (1980 [1612]:325). Ver también el Documento 15 (ff.8r-
8v) en esta Parte, donde se lee lo que parece ser una versión tardía de un acto incaico de
amojonamiento de los ayllus de Sacaca.
42 Waman Puma se refiere al tiempo del Inka Pachakuti, que dejó la tierra infértil durante
siete años: “en este tiempo dicen que reventaban las piedras. Se helaban los sembrios, hubo
plagas, gusanos, polillas y ratones”. Poma de Ayala, Nueva corónica… (1980 [1612], t.1:214):
“comenzó aber gran hambre hasta siete años, sin que en los siete años hubiese frutos de
los que sembraban. Dicen que en este tiempo con hambre murieron mucha gente, y aun
dicen que comían a sus hijos el que tenía”. También Lorenzo Huertas, La religión en una
sociedad rural andina (siglo XVII), Ed. UNSCH, Huamanga, 1981.
TIERRA 503
Lámina 4.4
Los amojonadores del Inka (Waman Puma)
504 QARAQARA - CHARKA
para trasladarse cerca del tambo de Paria, situado en el camino incaico. A pesar
de esta mudanza, los dos Mallku sura, Kuntu [Condo] y Arizita (o Chausita),
fueron enterrados en los chullpas situados en Sorasora, cerca de su antiguo pue-
blo de origen.43 Quizás pasó algo parecido en Macha; si volvemos a considerar
las dos tumbas de Tata Paria, la una construida en el pueblo de Macha y la otra
en Qharata, resulta posible que el “Paso de los Chullpa” haya sido el sitio de
un pueblo antiguo, quizás anterior a una reducción incaica.44 También existen
evidencias arqueológicas en la región de Chayanta de que los asentamientos
en las cumbres del Intermedio Tardío fueron abandonados en la época incaica
y la gente se asentó más bien en las pampas.45
También, para cumplir con las demandas tributarias de los Inka, segura-
mente se produjo una redistribución parcial de los pastos y chacras, e incluso
la habilitación para el cultivo de tierras yermas, aunque fuera de Cochabamba
y los yungas sólo tenemos noticias de un caso de “tierras del Inka” en Charcas.
En el Tawantinsuyu, el acceso a tierras de toda clase constituía una jerarquía de
derechos superpuestos que en parte reflejaban el proceso de asentamiento. Las
familias campesinas cultivaban terrenos que pasaban de una generación a la otra46 y
cuando faltaban herederos directos les tocaba a las autoridades de ayllu repar-
tirlas a otra gente.47 Esta situación se percibe claramente en 1619, fecha de una
visita a las tierras del ayllu Sullkhawi de Macha, en San Marcos de Miraflores.
Las tierras de Chharichhari (ver Mapa 4.3), asignadas por el juez de comisión
Manuel de Castro y Padilla a tres “indias viejas y principales”, fueron devueltas
al ayllu después de su muerte sin hijos para ser redistribuidas a otros.48 El caso
demuestra cómo se activó el derecho comunitario que subyacía bajo los derechos
de posesión individual.
De algún modo, una redistribución o reconfirmación de las tierras se
efectuaba todos los años por parte de la autoridad correspondiente; puede
haber tenido funciones a la vez ceremoniales y prácticas, al confirmar el estatus
del señor local y los derechos de los campesinos afectados, y reglamentar un
sistema de rotación y barbecho.49 Cabe notar que, en regiones de barbecho,
las tierras “del Inka” también eran señaladas todos los años en el momento
de repartición.50
Las muchas referencias dedicadas al tema por Waman Puma refuerzan la
idea de que la repartición de las tierras variaba de acuerdo con las diversas de-
mandas por el trabajo y los productos de los campesinos. En la Nueva córonica,
las “chacras del Inka” aparecen como una categoría más en una larga lista de
obligaciones, que incluyen la de proveer tierras no sólo para todos los funcio-
narios estatales (como llegarían a ser los Mallku) y los principales locales, y
para los wak’a, sino también para los indios de guerra, los viejos y viejas, y los
parcialidad y ayllu que se casare con indios de otro, deje los hijos que en ella hubiese habido
su marido en el repartimiento, parcialidad y ayllu donde su padre era tributario, porque
allí lo han de ser ellos, y ella se pase a su repartimiento o ayllu si sus caciques o principales
la pidieren” es probable que esta Ordenanza hubiese reforzado la tendencia endogámica
asociada con los ayllus y parcialidades.
47 Cf. Ortiz de Zúñiga, Visita… ([1562] 1967, t.1:52): “cuando faltaban sucesores de las per-
sonas cuyas eran las tierras, las daba el Inka, si estaba presente, o el cacique, a otros indios
pobres que no tenían tierras”.
48 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, el Documento 18 (ff.381r-383v); y también en esta Parte
el Documento 8 (Apéndice).
49 Ver Ortiz de Zúñiga, Visita… ([1562] 1967, t.1:68): “después que el Inka los sujetó, repartió
las tierras a los caciques y a los indios igualmente”. Poma de Ayala,”Nueva corónica… ([1612]
1980:249); Polo Ondegardo, Relación de los fundamentos… ([1571] 1990). John V. Murra,
“Derechos a las tierras en el Tawantinsuyu”, en Revista de la Universidad Complutense 117,
Madrid, 1980. John Howland Rowe, “Inka culture at the time of the Spanish conquest”,
Handbook of South American Indians, Vol. 2, Bureau of American Ethnology, Washington,
1946, p. 266. Según la hipótesis de Godoy, en tiempos prehispánicos la agricultura de
puna se realizaba sin servirse de estiércol u otras formas de fertilizante. Ver Godoy, “The
evolution of common-field agriculture…” (1991:399).
50 Ver Polo Ondegardo, “Informe al licenciado Briviesca de Muñatones…” ([1561] 1940:185):
“cuando se repartía para el pueblo y para los vecinos dél, se señalaba asimismo la parte
del Inka y del Sol. Y en las tierras estaba señalada en algunas partes, y en otras se señalaba
cada año”.
506 QARAQARA - CHARKA
51 Poma de Ayala, Nueva corónica… ([1612]1980:251,355). Afirma además “que los adminis-
tradores en cada provincia han de tener las chacras del Yngacona, aclla, del sol, de la luna
y de vaca bilca” (ibid: 338).
52 Poma de Ayala, Nueva corónica… ([1612] 1980:841).
53 Ver la Presentación de la Tercera Parte, “Tasa”; y la Quinta Parte, “Mallku”, Documento
20 (f.3v @21).
54 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 20 (ff.14v-15r @9-11).
55 Ver Assadourian, Transiciones… (1994).
56 Para la “hacienda personal” de don Fernando Ayra de Ariutu, Mallku de los Qaraqara, ver
la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 16 (Apéndice). Cf. las Láminas 4.6 y 4.7.
TIERRA 507
Mapa 4.2
Tierras de Sakaka y de su Mallku
Mapa 4.2: Tierras de Sakaka y de su Mallku
Lago Titicaca
El 'gran tambo'
Tiquipaya Pueblo de reducción
Paria El Paso
OCÉANO Mizque
Rio Ro cha Cotani Tierras de don
Fernando Ayavire
PACÍFICO Chuquisaca Sipesipe mencionadas
Porco en el Documento
Tapacari
20 ff 14v-15r
Cliza Mina
Charamoco Londo Camino real
Capinota Lago
Ri 0 30 km
o
PARIA C
ai
1
ne
2
Berenguela
13 3
Sarcuri 4
Quirquiavi
6 7 Acasio 5
Tuquisa
9 11 12
8 Sucusuma
10 Sacaca 17 Periquina
Ri
Cotani o
14 15 16 18
Lago 19
Torotoro
20
Ca
UruUru 21
Guanacoma e
in
22 23 25 Hachaoma
26 Auquemarca
24
Caripuyo 27 Ri Carasi
o
Colloma R i o Mo s c ari Sa
Lugares mencionados en la Micani n P
e d ro
Composicion de Tierras de Sacaca Moscari Tomata
(docto 15) Panacache
Aymaya San Marcos de
Amayapampa Ri Miraflores
1. 15. Chayanta o C h ay a n t a
2. 16.
Chiuta
3. 17.
4. 18. Chuquiuta
5. 19.
Pocoata
6. 20.
7. 21. Moromoro
8. 22. Macha
Caracara
9.
23.
10.
11. 24.
25.
12.
13. 26.
27.
14.
66 Encontramos una versión nítida de esta posición en la averiguación de las tierras del Inka
de Cochabamba en 1574: “las demás tierras y suyos que beneficiaban por chácaras del Inka
son a proveer de Su Magestad”. Morales, Repartimiento de tierras… (1977:15).
67 Ver Assadourian, “Las rentas reales…” (1985).
68 Morales, Repartimiento de tierras… (1977:15-17). Devolver las tierras del Inka a los ayllus
que las habían habilitado y cosechado fue también quizás una táctica toledana que buscaba
desprender a los indios de sus lealtades al Tawantinsuyu de antaño.
69 Morales, Repartimiento de tierras… (1977:17); la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 20,
(ff.5v-6r@35).
510 QARAQARA - CHARKA
ver con la falta de tierras aptas para cultivar el maíz en el caso de los pueblos
altiplánicos, mientras que los Qaraqara y los Charka gozaban de abundantes
maizales dentro de lo que hemos denominado su “territorio nuclear”.70 Se
supone que la mayor parte de las tierras señaladas para el uso del Inka pasa-
ron, con el tiempo, a formar parte de las dos encomiendas de Cochabamba,
Tiquipaya y El Paso; o que se repartieron a españoles particulares.71
Las chacras de coca, cultivadas por indios de Sacaca asentados en Totora,
constituyen otro ejemplo de diversos derechos a la tierra, el uno superpuesto al
otro. Los documentos que las mencionan, según las coyunturas, las atribuyen al
Inka, al Mallku o a los indios del repartimiento. En primer lugar, la tasa de La
Gasca para Sacaca precisa que los tributos de coca se sacasen de “las chacaras
que dizen que eran del Inka, que son las chácaras de que los soleis dar”.72 Por
otra parte, el Documento 6 nos proporciona los nombres de 11 chacras de coca
donde los indios de Sacaca cultivaban el tributo de la coca antes de la tasa, según
las cuentas detalladas presentadas por los chinukamana correspondientes, y
el testimonio de varias personas afirma que estas 11 chacras de coca hubiesen
pertenecido al Mallku Kuysara.73
Quizás esta contradicción se resuelve si se considera que las “chacaras del
Inka”, donde anteriormente los mitimaes charka habían cultivado la coca para
el Tawantinsuyu, habían pasado bajo el control de los dos encomenderos de
Totora: Luis Perdomo y Gómez de Luna.74 En ese caso, los indios de coca que
quedaban en el repartimiento de Sacaca necesariamente deberían aprovechar
los cocales que pertenecían a su Mallku para producir el tributo para su propio
encomendero. Por otra parte, puede ser que estas chacras hayan pertenecido al
Mallku charka antes del reordenamiento de Wayna Qhapaq y que se tratase más
bien de la reversión a su antiguo dueño después de la caída del Tawantinsuyu.
70 Morales, Repartimiento de tierras… (1977); Wachtel, “Los mitimas del valle…” (1981); y
la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 20 (f.5v-6r @35).
71 Ver Assadourian, Transiciones… (1994:127, 134-6).
72 Ver la Tercera Parte, “Tasa”, Documento 6, (ff.4v-5r); Rostworowski, “La Tasa … de La
Gasca …” (1983-4).
73 Ver la Tercera Parte, “Tasa”, Documento 6 (f.370r): “estas dichas onze chacaras de coca
eran de Consara, señor de todos los Charcas”; y Gabriel de Rojas: “este dicho repartimiento
[Sacaca] tiene buenas socas de coca en Totora, que se cojen de ellas 700 costales en cada
un año”; ver Rojas, “Memoria de los repartimientos…” (1958:165).
74 Todavía en 1548 quedaban unos 800 indios Charka encomendados en Totora (ver Figura
2.5). En 1560, don Hernando Cayoguara, el cacique charka del repartimiento de Totora,
afirma que sus indios “son Charcas y mitimaes puestos para el beneficio de la coca por el
Inka”. González, Visita de los indios Churumatas… (1990 [1560]:51-2). En una lista de los
tributos de coca en los repartimientos vacos de Charcas en 1555, se señala que el repar-
timiento de Totora daba 25 indios “para ayudar al beneficio de las chacras de coca que
dizque eran del Inka”. AHP CR 1 (f.50). Los cocales que correspondían al repartimiento
de Totora, entonces, habían sido “del Inka”, pero no sabemos si fueron los mismos que
los cocales trabajados por los indios de coca del repartimiento de Sacaca.
TIERRA 511
Cabe tomar en cuenta que la noticia que tenemos de ellas es de 1578 porque
para esa fecha ya se las habían vendido.75 Quizás en la tensa situación después
de la tasa de Toledo era necesario recalcar que habían pertenecido a Kuysara.
Sin embargo, el documento que refiere a su venta pretende que eran “de los
indios de Sacaca”.76 Aquí vemos otro ejemplo de la falta de diferenciación
sistemática entre tierras de los Mallku y tierras de los indios del común.
El caso de las tierras “del Inka” en el valle de Sucusuma, cultivadas por los
“enviados” (camayos) de Chayanta (Urinsaya), pero reclamadas por el español
Juan Díaz Ortiz, Relator de la Audiencia de La Plata, ofrece otro buen ejemplo
de las tensiones generadas por esta clasificación. El pleitista Juan Díaz Ortiz
argumenta:
las tierras que yo tengo y poseo, que me fue hecha de ellas merced por el cabildo
de esta ciudad, no han sido ni jamás lo fueron en propiedad ni en posesión ni por
otro ningún derecho de los dichos indios de Chayanta, porque como es notorio
las dichas tierras eran y fueron en propiedad del Inka, señor que fue en estos
reinos, el cual como particularmente suyas las mandaba sembrar y cultivar para
cojer comida para el sustento de la gente que traía en las guerras en el tiempo de
su gentilidad, para cuyo efecto tenía señaladas y dedicadas las dichas mis tierras,
y es cosa muy sabida y muy notoria que las tierras que eran del dicho Inka en su
tiempo ni después los demás indios no tenían ni tuvieron derecho,
y a los dichos indios de Chayanta el dicho Inka les dió y señaló tierras, dándoles
bastante número y cantidad para se poder sustentar, muy distintas y apartadas
de las del dicho Inka que yo tengo y poseo, de que se me hizo merced, las
cuales por muerte del dicho Inka quedaron yermas y despobladas, [y] pasó el
señorío al Rey nuestro señor, de las cuales en su real nombre pudo muy bien
vuestro presidente, cabildo y regimiento de esta ciudad dármelas, y hacer de
ellas merced, en virtud de los poderes y comisiones particulares que vuestra
real persona tiene.77
Según este argumento, las tierras del Inka pasaron al Rey, en calidad de
sucesor del Inka, y por lo tanto la Audiencia de La Plata tuvo el derecho de
75 Probablemente después de la Ordenanza de Toledo, que otorgaba a los repartimientos
el derecho a vender sus tierras de valles: “Cuando hubieren de vender algunas tierras de
las que tienen en los valles calientes para algunas necesidades, no las habiendo menester,
entren en concejo sobre ello y se asiente lo que acordaren por el escribano de concejo y el
corregidor vea la razón”. Toledo Disposiciones gubernativas t.II… (1989:208). Ordenanzas
particulares para los pueblos indios del distrito de La Paz. Arequipa 6.xi.1575.
76 El Rey se refiere a “un pleito que ante vos se trató entre los caciques e indios del repar-
timiento de Sacaca y el nuestro procurador fiscal de esa Audiencia, sobre los 3.000 pesos
en que se vendieron las chácaras de coca de los dichos indios”. Carta de Su Magestad al
Presidente y los Oidores de la Audiencia de Charcas, ANB EC 1574, No.145. Agradecemos a
Enrique Tandeter el habernos facilitado una copia del documento.
77 Ver en esta Parte el Documento 13 (f.2v).
512 QARAQARA - CHARKA
otorgarlas a españoles. Por su lado, los indios de Chayanta afirmaban que con
su producción se pagaban los tributos y pretendían tener hasta 40.000 cepas
de vid plantadas en ellas.
Pero las pretensiones de Juan Díaz Ortiz encontraron un apoyo en la
persona de otro español, Luis Varil:
lo que siembran no es para servir a Su Majestad ni para pagar tasas, sino que
los curacas como mandones ocultamente para sus aprovechamientos lo hacen,
y lo que cojen lo consumen y reparten entre sí.78
80 Calauta, también al borde del río Caine, se convirtió en otra de las grandes propiedades
de la región hasta 1953.
81 Ver en esta Parte el Documento 13 (f.3v).
82 La Visita de Tiquipaya de 1573 deja claro que en esa época habían muchos indios charka
dentro del repartimiento. Gordillo y Del Río, La Visita de Tiquipaya [1573]… (1993).
83 Constituían, probablemente, los indios conocidos como “indios corpa”. Corpa, según
Bertonio, significa “huesped y qualquier que acude a comer en casa agena”. Bertonio,
Vocabulario… ([1612] 1956:53). Y las Ordenanzas de Toledo de septiembre 1575 señalan
los indios corpas que son los que van a su ventura a alquilarse en los Andes. Toledo, Dis-
posiciones gubernativas, t.2… (1986).
84 Sin embargo, no se sabe cuál fue el resultado de este pleito.
85 Waman Puma traduce la palabra mitimaes como “forasteros”, indicando que los españoles
como forasteros eran los nuevos mitimaes del Rey de España. Ver Assadourian, Transiciones…
(1994:148-150).
514 QARAQARA - CHARKA
86 Ver en esta Parte los Documentos 8 (f.39r) y 12, que muestran el éxito de algunos españoles
en expropiar gran parte de las tierras colectivas de Macha en Carasi.
87 Ver en esta Parte, el Documento 12.
88 Ver ANB TI 6.iv.1601 (CR 291); 6.ix.1603 (CR 294); 1.ii.1610. No. 1154; 2.i.1611, No.
1158. Agradecemos estas referencias a Mercedes del Río.
89 Ver el Documento 8 en esta Parte (Apéndice).
90 Los rezagos eran las conmutaciones del trabajo mitayo en dinero, una práctica común entre
los Macha. Ver Saignes, “Notes on the regional contribution…” (1985). Cabe señalar que
en esta época los indios de Macha pedían la exoneración de unos 16.000 pesos que debían
por rezagos.
91 La creciente importancia de tierras de comunidad en Charcas probablemente encontraba
un sostén legal en el derecho primordial gozado por los vecinos de cada pueblo en Castilla
a los comunes; sin embargo, en Castilla estos servían sobre todo para abastecer las necesi-
TIERRA 515
aunque hubo peste y murieron muchos indios, nunca ha faltado con el entero
de la tasa, previniendo esta falta con el buen cuidado de tener sus dichos indios
bien reducidos, y haciendo chácaras de comunidad.92
Sin embargo, lo que a las autoridades coloniales pareció una admirable efi-
cacia por parte del cacique fue denunciado por algunos indios del común como
práctica fraudulenta y opresiva. Lo acusan de “quitarles sus chácaras y semente-
ras”, y de obligarles a hacer grandes chácaras de comunidad, cuyos frutos sirven
directamente para su uso personal, aun cuando supuestamente fueron destinados
para pagar las tasas.93 En este documento excepcional vemos claramente las
ambigüedades en el manejo de las tierras; tanto las chacras de los individuos
como las de la comunidad podían estar al provecho del Mallku a principios del
siglo XVII y quizás, en grado menor, desde hace mucho antes también.
dades individuales a pastos y leña, y no para cultivos colectivos. Ver Vassberg, Land and
Society… (1984, Cap. 1). Barragán analiza la economía de los bienes de comunidad para
Mizque a principios del siglo XVII; en ese caso 300-400 cabezas de ganado (sobre un total
de unos 680) fueron dedicadas al hospital de la comunidad. Ver Rossana Barragán, “En
torno al modelo comunal mercantil. El caso de Mizque (Cochabamba) en el siglo XVII”,
en Revista Chungará 15, diciembre, 1985, pp. 132-133.
92 Ver la Quinta Parte “Mallku”, Documento 16 (f.54v).
93 Ver el Apéndice al Documento 16 (@1-5).
94 Ver la Segunda Parte, “Encomienda”, Documento 3, y la Presentación.
95 En algunos casos, aun si llevaban el mismo nombre, los nuevos pueblos de reducción se
fundaron a cierta distancia de los anteriores.
516 QARAQARA - CHARKA
96 Ver la Tercera Parte, “Tasa”, Documento 6 (f.46r). Cabe notar que la pronunciación es-
pañola de la voz Moscarí, con el acento en la última sílaba, viene con toda probabilidad
del árabe, usado por los españoles para exotizar algunos topónimos americanos. Como ya
hemos comentado para los nombres de Potosí [Photojchi] y Tapacarí [Tapajri], el aymara
acentúa más bien la penúltima sílaba.
97 Así, una orden del Rey proclamaba, en 1503, la necesidad de agrupar a los indios en ciudades
“donde podrán vivir juntos”. Ver Bouysse-Cassagne, La identidad aymara… (1987:60).
98 Guillermo Lohmann Villena, “Étude préliminaire”, en Matienzo, Gobierno… (1967
[1567]:xxxvi-xxxvii).
99 Una ordenanza de Toledo, firmada en 1573 en Quilaquila, cerca de Chuquisaca, lo explicita:
“el principal punto en que habeis de advertir para hacer las dichas reducciones es a que
los dichos indios se quiten de los lugares y sitios donde tienen sus idolatrias y entierros de
sus pasados”. Ver Toledo, Disposiciones Gubernativas, t. I … (1986:281-2).
100 Matienzo, Gobierno… ([1567] 1967:48).
101 Fueron construidos con base en un plan cuadriculado con una plaza al centro; en las cuatro
cuadras se ubicarían la iglesia, los aposentos de los pasajeros españoles, el hospital y el
TIERRA 517
iban de viaje a los valles.102 Y no cabe duda de que una de las dificultades ma-
yores que existió fue la de controlar a la gente que vivía fuera de los pueblos,
como los pastores que apacentaban sus ganados en las punas y que, a pesar
de que las ordenanzas de Toledo les ordenaran acudir a misa en la iglesia del
pueblo al menos una vez cada seis meses, fueron percibidos a menudo por las
autoridades españolas como propagadores de la idolatría.103
La precondición para este gran proyecto de reasentamiento fue una Visita
y un empadronamiento de la población, que tomara en cuenta el número de
miembros y la pertenencia social de cada familia a un repartimiento y ayllu,
y a una parcialidad Anansaya o Urinsaya. Los Visitadores tenían que asignar
tierras a los caciques principales y al común, revisando y confirmando los
amojonamientos que delimitaban las tierras a fin de que los indios dejaran
sus pueblos antiguos.104 Al mismo tiempo, separaban una parte de las tierras
baldías en beneficio de los nuevos estancieros españoles.105
En nuestra región, dentro de las “franjas verticales” de Sacaca, Chayanta,
Pocoata, Macha y Caracara, casi todas las reducciones fueron establecidas
en el sitio de un pueblo o tambo ya existente, y muchas veces conservaban el
mismo nombre.106 En cambio, en la región de Chaquí parece que se trató en su
mayoría de fundaciones nuevas: no encontramos, en efecto, los topónimos de
Yura, Caiza, Toropalca, Tacobamba, Potobamba y Tinguipaya en las cédulas de
consejo del repartimiento, y la casa del Corregidor con la cárcel. También hubo una casa
para el Tukuyrikuq al lado de la casa del Corregidor (ver la discusión del Alcalde Mayor
en la Presentación de la Quinta Parte, “Mallku”). Como sus equivalentes peninsulares, los
pueblos también deberían tener un corral para el ganado dañino y un mercado (la “Plaza
del Gato”, del Que. qatu = “mercado”). Matienzo,”Gobierno… ([1567] 1967:48-50).
102 Una ordenanza toledana que se promulgaba en Arequipa el 6 de noviembre de 1575 de-
cía: “Que en sus viajes no lleven más indios que los necesarios ni indias de sospecha”, es
decir, que los viajes representaban un peligro a los ojos de la moral cristiana. Ver Toledo,
Disposiciones gubernativas, t. II … (1986:240).
103 Ordenanzas Generales para la vida común en los pueblos de Indios, Arequipa, 6 de no-
viembre de 1575. Toledo, Disposiciones gubernativas, t. II … (1986:260-241).
104 “Y porque en las reducciones que se han hecho por los visitadores comisarios por mí
nombrados en este reino convino pasar de unos pueblos y repartimientos y parcialidades y
ayllus a otros, juntándoles y haciéndoles dejar sus chacaras y pueblos antiguos y repartiendo
las tierras cercanas a sus reducciones, aunque no eran suyas sino de los indios con quien
se redujeron; de lo qual han resultado pleitos y diferencia, y cuando se redujesen en una
parte indios de diversos repartimientos o se tomasen las tierras de unos par darse a otros,
entonces parece que es mas necesario hacerse la dicha recompensa”. Toledo, Disposiciones
gubernativas, t. II … (1986:224-225).
105 Ver Morales, Repartimiento de tierras… (1977:11-18), para un ejemplo de cómo los Visita-
dores redistribuyeron las tierras en el valle de Cochabamba.
106 Este es el caso para los pueblos de Sacaca, Chayanta, Moscarí, Aymaya, Tomata, Pocoata,
Macha, Caracara, Moromoro y Chaquí, que aparecen todos en los documentos antes de
las reducciones toledanas (ver Mapa 2.1 para los que aparecen en la cédula de encomienda
de Gonzalo Pizarro).
518 QARAQARA - CHARKA
encomienda de los indios Qaraqara (ver Mapas 2.1; Cuadro 3.13c). Se puede
sospechar entonces que, salvo el pueblo de Chaquí, en el sur no había marka
constituidos que pudieran ser utilizados como base para las reducciones, o qui-
zás la presencia del Virrey en la región minera hizo que se tuviera que respetar
sus insistencias en la necesidad de reducir a los indios en sitios nuevos.
Pero no todos los nuevos pueblos perduraron. El sitio de la reducción de
Caiza en territorio wisijsa, al sur, fue escogido porque proporcionaba un fácil
acceso a los valles cercanos; sin embargo, las tierras de estos valles pronto
pasaron a manos de españoles y en 1610 Caiza ya estaba “desierta y despobla-
da”.107 Los Visitadores fundaron otros pueblos en lugares insalubres; tal fue
el caso de Potobamba, en la región cálida de Pilaya-Paspaya, cuyos caciques
se quejaban de que “en este pueblo y comarca se crían pocas criaturas y se
mueren de calenturas, lamparones y otras enfermedades”.108 De igual manera,
San Marcos de Miraflores, en los valles de Macha, se fundó al pie de un cerro
de azogue, en un “destemple muy enfermo … adonde todas las criaturas que
nacen luego mueren, y los que viven son todos mudos, tontos y afeminados”,109
y tuvo que mudarse después.
No estamos todavía en condición de medir los efectos de la política de
reducciones porque éstas obedecieron a diferentes características. El mencio-
nado caso de las tierras de valle de los Macha en San Marcos de Miraflores
demuestra que, en algunos casos, los Visitadores tomaron en cuenta el patrón
prehispánico de asentamiento, dejándose convencer por los argumentos de
los Mallku y principales que no era conveniente trasladar toda la población a
un nuevo pueblo de reducción y redistribuir todas sus tierras (Documento 8,
Apéndice). Pues algunos señores no dejaron de defender sus propios intereses
y los de sus indios; tal es el caso de Visalla, el señor de los Pikachuri, que fue
a la ciudad de La Plata para negociar con Toledo en persona sobre el sitio del
pueblo de reducción “y otras cosas que convenían para la dicha Visita”.110 Pero
tratar con el Virrey no era cosa fácil, como él mismo dejaba constancia.111
112 Los datos de la Visita de Toledo recogidos en la Tercera Parte, “Tasa”, Cuadros 3.13a-d,
provienen de AHP CR 18. Bouysse-Cassagne basó sus análisis en la copia de la Visita en
el AGN: ver Bouysse-Cassagne, La identidad aymara… (1987). Por otra parte, la versión
publicada por Noble David Cook se encuentra en el AGI. Ver Cook, Tasa… (1975). El
Documento 12 contiene un fragmento de la Visita General de Toledo, que refiere al pueblo
de Tacobamba. Ver también Gordillo y Del Río, Visita de Tiquipaya (1579)… (1993).
113 Ver los cuadros de índices de reducción y cambios provocados por las reducciones en
Charcas y La Paz en Bouysse-Cassagne, La identidad aymara… (1987:63-70); y también
la Tercera Parte, “Tasa”, Cuadro 3.13c. La peculiaridad del caso de Sacaca resalta aún más
si tomamos en cuenta que la tasa asignaba dos sacerdotes a este repartimiento, cuando lo
más normal era uno para cada repartimiento (Cuadro 3.13c).
114 Toledo, Disposiciones gubernativas, t. I ... (1986 [1573]:247]): “... la cual dicha reducción y
casas harán que los dichos indios hagan por sus ayllus y parcialidades conforme a la orden
y traza y en la parte que el dicho visitador hubiere señalado”. Provisión con las normas
para los reducidores de los indios. Potosí 6.iii.1573.
115 Toledo, Disposiciones gubernativas, t. I ... (1986 [1573]:245-249). Provisión con las normas
para los reducidores de los indios. Potosí 6.iii.1573.
116 Toledo, Disposiciones gubernativas, t. I … (1986 [1573]:246). Provisión con las normas para
los reducidores de los indios. Potosí 6.iii.1573.
117 Ver la Primera Parte, “Culto”, Documento 1 (ff.1v-2v) y la Presentación.
520 QARAQARA - CHARKA
Después de las casas de los curas y caciques, y las suyas propias, los indios
debían construir la iglesia, el cabildo y la cárcel.118 Además debían poner “en-
cima de las portadas de las dichas iglesias las imágenes y armas conforme al
padrón que se les ha dado el dicho visitador”, y finalmente debían “poner sus
cruces a las entradas y las salidas de los lugares”.119 Los “reducidores” debían
supervisar cada etapa de la construcción y tenían vara de justicia para poder
resolver los pleitos oralmente, sin realizar nuevas averiguaciones ni contradecir
lo dispuesto por los Visitadores; a cambio, los indios debían darles un sustento
adecuado para sí, su yanacona y sus dos caballos.
Las reducciones se convirtieron en el lugar de residencia de las autoridades
coloniales, de los Alcaldes Mayores, los Mallku (“gobernadores”) y los prin-
cipales de los ayllus, y también de los cabildos indígenas donde se reunían las
nuevas autoridades. Fueron estos cabildos, primero en México y después en
los Andes, los que dieron origen a la idea de una “República de Indios”, regida
por un derecho distinto del de la “República de Españoles”.
Los nombres que los españoles daban a los pueblos de reducción suma-
ban a menudo el de un santo patrón con un topónimo local.120 Este nuevo
padrón territorial, que se asemejaba al que se había generalizado en la España
de la reconquista, debía facilitar a los indios una identificación con su santo
que reemplazaría a los ancestros como símbolo de identidad y de poder.121
A partir de este momento coexistieron dos modelos de territorio sagrado,
dando lugar a múltiples reinterpretaciones y reapropriaciones: el español
que condensaba en un solo lugar –la iglesia y sus anexos– el foco central de
la sacralidad, y el americano donde las cumbres, los ríos, los antepasados, los
118 Algunas iglesias se construyeron rápidamente: por ejemplo, existen recibos por la construc-
ción y por los ornamentos de las iglesias de Aymaya, Chayanta, Macha y Pocoata en AHP
CR 26 (1577-1584). Y sabemos que Diego Mamani, Mallku de Sacaca antes de Fernando
Ayawiri, hizo una iglesia “suntuosa” antes de caer enfermo y ceder el duo a su hermano
menor. Ver la Presentación de la Quinta Parte, “Mallku”. Los Mallku sabían que su au-
toridad y privilegios coloniales dependían del mostrarse buenos cristianos de la manera
más pública y visible posible. Por otra parte, algunas iglesias ya habían sido construidas
anteriormente por los franciscanos, por ejemplo, en el pueblo de Pichibisa, en los valles
de Macha, que luego fue reemplazado por San Marcos de Miraflores.
119 En el norte de España, el “lugar” es un término administrativo que se refiere a las aldeas
dependientes de un ayuntamiento rural. Las cruces “a las entradas y las salidas” quizás
coincidan con los puntos liminales, donde hoy durante las fiestas surandinas se echan
libaciones antes de entrar o salir del pueblo, y que se conocen como ch’isiraya.
120 El mismo Matienzo no adoptó este sistema en los dos pueblos que redujo personalmente:
Moromoro y Caracara, ambos cerca de La Plata. Al primero dio el nombre de Villanueva
de la Plata y al segundo Toro, el apellido de su esposa. Ver Lohmann Villena, “Étude
préliminaire” a Matienzo,”Gobierno… ([1567] 1967:xxxvii-xxxviii). Quizás por esta razón,
ambos nombres pronto desaparecieron.
121 William A. Christian, Apparitions in Late Medieval and Renaissance Spain, Princeton Univer-
sity Press, Princeton, 1981. También, del mismo autor, Local Religion in Sixteenth-Century
Spain, Princeton University Press, Princeton, 1981.
TIERRA 521
chullpa, las piedras y los wak’a estaban esparcidos en todo lo ancho y largo
del territorio.122
Según el modelo español, los pueblos de reducción tenían que servir de
escenario a las grandes fiestas anuales, las procesiones de las cofradías y la pré-
dica todos los domingos, cuando los indios asistían a la misa;123 sin embargo,
el escaso numero de curas, y a menudo su desconocimiento de los idiomas,
restaban eficacia a esas medidas. Al mismo tiempo se realizaban rogativas para
propiciar la reproducción y la prosperidad. Como una chacra sagrada, la plaza
se araba de manera simbólica durante las grandes fiestas y se propiciaba el
crecimiento de los árboles plantados delante de la iglesia, como un arquetipo
del crecimiento vegetal. En 1639, Ramírez del Águila menciona un
cuando llegué al gobierno de estos reinos, estaban muy despoblados los dichos
repartimientos, porque andaban los indios ausentes de ellos, y particularmente
los de la provincia de Charcas.125
122 Estos dos modelos de sacralidad no fueron incompatibles, salvo –probablemente– en lo que
respeta el culto a los muertos; las normas cristianas que exigían que los entierros se reali-
zaran en las iglesias fueron las que encontraron más resistencia de parte de los indios.
123 Ver Teresa Gisbert y José de Mesa, “Iglesias con atrio y posas”, en Arquitectura Andina,
Ed. Gisbert, La Paz, 1985. En nuestra región hay muchos ejemplos de iglesias de pozas y
atrio, con sus implicancias para la prédica al aire libre.
124 Ramírez del Águila, Noticias políticas... ([1639] 1978:47). Para el simbolismo de la iglesia y
la plaza hoy en San Marcos de Miraflores, ver Platt, Los guerreros de Cristo... (1996). Hasta
1971 persistía el recuerdo en San Marcos de Miraflores de las libaciones ofrecidas al árbol
–un sauco (sawku)– que antes crecía en la plaza. Efectivamente, en todo el norte de España
la dendrolatría era común y en muchos pueblos de España todavía durante los festejos se
baila en una plaza o un pradillo en medio del cual está un árbol copudo y frondoso. Cf.
Caro Baroja, Ritos y mitos… (1974:339-391).
125 Citado en Saignes, “Las etnias de Charcas…” (1984:36).
522 QARAQARA - CHARKA
Lámina 4.5
San Marcos de Miraflores (1971)
a diez o once años y otros más pequeños, e indias mujeres hechas, a los cuales se les mandó
se santiguasen y persignasen y dijesen el Pater noster, y ninguno de ellos ni de las dichas
indias lo supieron hacer ni decir más de dos o tres palabras del Pater noster, y del persignarse
lo mismo” (f.13r).”
129 Ver el Documento 8 (f.144r).
130 Ver en esta Parte el Documento 8 (ff. 90v, 96v-98r, 100v, 139v, 145r).
131 Ver el Documento 13 en esta Parte (f.11r).
132 Recordemos que al sur de Chaquí, la reducción de Caiza fue fundada, no en los mismos
valles, sino a mayor altura, de donde era fácil el acceso a las tierras bajas.
524 QARAQARA - CHARKA
133 Estos dos pueblos reemplazaron la reducción de Tomata la Vieja, destrozada por las
mazamorras que bajan por los ríos de Moscarí y San Pedro. San Pedro de Buena Vista
se fundó cerca de Awkimarka, lugar de rendición de Kuysara y los wamani de Umasuyu
en 1538 a los hermanos Pizarro. De acuerdo con un padrón de 1624, el ayllu Awkimarka
tenía “calles” en San Pedro, junto con los Qhana (Cana), Chayantaka y Sikuya (datos
del AGN consignados por Thierry Saignes). El otro nuevo pueblo, San Francisco de
Micani, fue construido para captar otra parte de la población de Tomata, especialmente
la gente en los valles de Kharacha (Chayanta, Urinsaya), Aymaya y Pocoata. Ver el
Documento 14.
134 El único caso parecido en la parte sureña de Chaquí es el desdoblamiento de la reducción
wisijsa de Nuestra Señora de la Concepción en dos pueblos: Toropalca y Caiza. Ver Ras-
nake, Autoridad y poder… (1989:97).
135 Ver “Charka Rojo, Charka Blanco” acápite 6 ii).
136 Ver la Presentación de la Segunda Parte, “Encomienda” acápite 4 ii).
137 Pajil debe ser Pacre, la parcialidad de don Hernando Achacata, tal como se la denomina
en otro contexto. Ver la Tercera Parte, “Tasa”, Documento 6 (f.50v). Este nombre quizás
provenga de un pescado, el “pagre”, que según Ramírez del Águila abundaba en el río
Pilcomayo. Ver Noticias políticas… ([1639] 1978:20, 37).
TIERRA 525
138 Esta referencia está en el título del documento: “Padrón y numeración fecha … en el re-
partimiento de Sacaca en las tres parcialidades que hay de Hila y Pagre Anansaya y Sulca
Urinsaya” (AGN Padrones, Thierry Saignes, comunicación personal). Ver también Ximena
Medinaceli, ¿Nombres o apellidos? El sistema nominativo indígena en Sakaka en el siglo XVII,
tesis de Maestría, Universidad Internacional de Andalucía, La Rábida, 1997, p. 37.
139 En el caso de Sacaca pensamos que la división hanan-hurin fue una imposición inka-español.
Sin embargo, quizás en Macha y otras partes existiera una división aymara entre Ala y Maja
ya antes de la llegada de los Inka a la región.
140 Es probable que se hayan entremezclado también indios de Sacaca, puesto que el enco-
mendero de Sacaca, Alonso de Montemayor, tenía grangerías tanto en Chayanta como en
Moscarí y Tomata, donde algunos indios de Chayanta tenían tierras de valle.
141 Ver en esta Parte el Documento 11. También la Presentación de la Segunda Parte,
“Encomienda” acápite 4 ii); y la Tercera Parte, “Tasa”, Cuadro 3.13c y 3.13d.i; Del Río,
“Estructuración étnica Qharaqhara…” (1995); y “Estrategias andinas…” (1995).
142 Es de notar que Toledo adjudicó un salario más alto a los caciques de estas dos regiones
mineras que a otros caciques de Charcas: don Alonso Chuqiwillka (Wisijsa) y don Her-
nando Soto (Chayanta) fueron asignados ambos con 150 pesos anuales, mientras que los
dos Mallku de Macha recibían 100 pesos cada uno y don Fernando Ayawiri solamente 80
pesos (ver Cuadro 3.13d.i y ii).
526 QARAQARA - CHARKA
143 La Visita a los Killaka y Asanaqi fue realizada por Pedro de Zárate, oidor de Charcas y
visitador general de los Killaka y Asanaqi en 1572. Desconocemos la parte de la Visita que
corresponde a la población Killaka y Asanaqi asentada en la puna.
144 Ver en esta Parte el Documento 11 (f.47r).
145 Ver en esta Parte el Documento 11 (ff.36r-v).
146 Para la reproducción de las federaciones a través de su distribución entre diferentes parro-
quias en Potosí, y las casas de los Mallku en Potosí, ver Gisbert y Mesa, Arquitectura andina
(1985). Cf. Ramírez del Águila, Noticias políticas... (1978 [1639]:63-5), para una situación
comparable en la Villa de La Plata.
147 Las estimaciones variaban entre 3.000 pesos ensayados de oro a 4.000, 6.000, 7.000 y
hasta 10.000 pesos ensayados. Ver el Documento 8 (ff. 18v, 60v, 82v, 86r, 92r, 98r, 102v,
109v, etc.).
TIERRA 527
148 Los Caracara, por su parte, cultivaban tierras en el valle de Chinchibamba, cerca de Carasi.
Ver el Documento 8 en esta Parte: el testimonio de don Antonio Chiracopa de Pocoata
(f.96r, f.39r); el testimonio de don Alonso Cabasiri, cacique principal del repartimiento
de Chayanta, (f.89v); el testimonio de don Diego Tiamarca, cacique de los Caracara “de
mas de cien años” (ff.84r-86r); y el Mapa 4.3.
149 Por ejemplo, en el valle de Guañoma, al lado de las tierras de los indios de Chaquí, Tin-
guipaya y Macha; y en el valle de Poroma colindantes con las de los indios de Moromoro.
Ver ANB Escrituras Públicas, Vol. 15, Juan G. Torrico. La Plata, 20.x.1578 (ff.894v-898);
y 13.xii.1578 (ff.1061-1064v). Agradecemos estas referencias a Ana María Presta.
150 Ver Ramírez del Águila, Noticias políticas… (1978 [1639]:111-2) sobre la formación por
separado de las cofradías en los anexos de las doctrinas.
151 Para los K’ulta, ver Abercrombie, Pathways… (1998); y para sus tierras en Llanquiri, Platt,
Los guerreros de Cristo… (1996, especialmente Apéndice 1). Según la tradición oral moderna
(San Marcos de Miraflores, 1971), los K’ulta consiguieron la posesión de las tierras de
Llanquiri cuando prestaron un “quintal de oro” (quri kintala) a los Macha para ayudarles
a pagar sus tributos.
152 Ver la Presentación de la Segunda Parte, “Encomienda” acápite 4 i).
528 QARAQARA - CHARKA
153 Según el testigo don Domingo Titacallo, natural de Paria llamado a comparecer por don
Fernando Ayawiri en 1583 para responder al Interrogatorio de su Probanza, Kuysara y los
Mallku de Sura, Chawsita y Wayta, después de acompañar a Valdivia a la conquista de Chile
volvieron probablemente en 1542, “destrozados y perdidos sin andas, y les faltaron que se
habían muerto muchos indios de los que habían llevado”. Ver la Quinta Parte, “Mallku”,
Documento 21 (f.56r). Kuysara murió poco después, quizás de las heridas sufridas a manos
de los araucanos. En el Documento 21 se confunden a veces dos versiones: según una de
ellas, se fue con Diego de Almagro a la primera entrada a Chile, donde tardó dos años, lo
cual parece dudoso; en la otra, fue con Luis de Valdivia en 1540, también para dos años,
versión que aceptamos, entre otras cosas, porque parece verosímil la asociación que hace
el testigo Juan de Espinosa entre la muerte de Kuysara y la batalla de Chupas (1542): “el
año de 40, cuando se alzó bandera contra Diego de Almagro el mozo, este testigo se fue
con la gente abajo a la batalla de Chupas, y después cuando volvió este testigo era muerto
el dicho Consara, y que había sucedido en el cargo de su padre don Alonso Ayavire”.
154 La cifra de 4.400 tributarios del antiguo wamani Charka resulta de sumar las siguientes
cifras de Rojas: 1.250 indios en Sacaca, 2.000 “indios largos” en la encomienda de Her-
nando Pizarro y Rodrigo Pantoja en Chayanta, 550 en Tiquipaya, 450 en El Paso, y unos
150 en Totora (las encomiendas de Perdomo y Gómez de Luna). El repartimiento de
Macha, según el mismo, “cuando se pobló la Villa [1538] [tenía] 4000 indios largos”; pero
se disminuyó por la entrada realizada por Diego de Rojas al río de La Plata en 1539. Ver
Rojas, “Memoria de los repartimientos…” ([1548] 1958). A los 3.500 tributarios citados
por Rojas hemos sumado los casi 1.000 que correspondían a Moromoro en la cédula de
encomienda en Pedro de Hinojosa en 1548, dando un total, para 1548, de aproximadamente
4.500. Sin embargo, cabe notar que el número total de Qaraqara citados en esta cédula de
encomienda es solamente 2.327. Ver la Segunda Parte, “Encomienda”, Documento 4.
155 Cabe notar que Fernando Ayawiri afirma haber participado en las jornadas desastrosas
de Toledo contra los Chiriwana en 1574, pero ignoramos si estas bajas militares fueron
tomadas en cuenta en la tasa, que fue firmada por Toledo en Potosí el 6.ii.1575. Ver la
Quinta Parte, “Mallku”, Documento 20 (f.14v, @ 8).
TIERRA 529
156 El índice de masculinidad en la tasa de Toledo es, respectivamente: 97,7 hombres por 100
mujeres en Macha, 103:100 en Sacaca, y 96,7:100 en Chayanta (Ver Cuadro 3.13b).
157 Ver Lorenzo Huertas, Diluvios andinos a través de las fuentes documentales, Pontificia Uni-
versidad Católica del Perú, Lima, 2001.
158 Noble David Cook, Demographic Collapse: Indian Perú, 1529-1620, Cambridge, 1981. Noble
David Cook y George Lovell, “Unraveling the web of disease”, en Noble David Cook y
George Lovell (comps.), Secret Judgements of God… (1992). Nicolás Sánchez-Albornoz, “Mita,
migraciones y pueblos: variaciones en el espacio y en el tiempo, Alto Perú 1573-1692”, en
Historia Boliviana 3(1) 1983, pp. 39, 58. Saignes, “Las etnias de Charcas…”, 1984.
159 Ver Thierry Saignes, “De la filiation à la résidence”, Annales ESC 33e année, No. 5-6,
París, 1978, pp. 1.160-1.181.
160 Ver el caso de Chaquí, 10.viii.1591. AGN Sala XIII 18.4.1.
161 Ver 14.vii.1619, AGN Sala XIII, 18.7.2 (ff.507 sqq). Debe notarse que algunos de estos
“forasteros” eran mitimaes enviados por sus caciques a trabajar fuera de sus repartimientos.
Cabe notar al respecto que Toledo había declarado que cualquier indio que llevaba 10
años o más en un repartimiento ajeno debía inscribirse en él, pero es casi seguro que no
se cumplió. Ver Zavala, El servicio personal… (1978, t.1:95).
530 QARAQARA - CHARKA
162 A fines del siglo XVII el Mallku de Pocoata aún tenía poder para instruir cambios en las
fronteras de sus ayllus de acuerdo con los cambios demográficos y el desequilibrio consi-
guiente en la distribución de tierras entre ellos. ANB E Año 1692.
163 David Vassberg, “The sale of tierras baldías in sixteenth century Castile”, Journal of Modern
History 47(4):629-54. 1975.
164 Donato Amado González, “Reparto de Tierras Indígenas y la Primera Visita y Composición
General, 1591-1595”, Histórica XXII, No. 2, Lima, 1998.
165 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 21 (ff.71v-83r) y la Presentación.
166 Ver en esta Parte el Documento 10 (ff.4v-5r).
167 Ver en esta Parte, Documento 10 (f.f.2r-4v).
TIERRA 531
168 Ver Félix Carmona Moreno, Fray Luis López de Solís, OSA. Figura estelar de la evangeliza-
ción de América, Editorial Revista Agustiniana, Madrid, 1993. El fraile desembarcó en el
Callao en 1558 y murió en Lima en 1606, mientras esperaba ser nombrado como sucesor
de Toribio de Mogrovejo al Arzobispado de Lima.
169 Ver en esta Parte el Documento 15 (f.20r).
170 Malcota: “de Mallku”. Sin embargo, no sabemos la fecha de estas modificaciones indiani-
zantes del texto original.
171 Ver en esta Parte el Documento 10 (f.7r ).
172 Amado González, “Reparto de Tierras…” (1998).
532 QARAQARA - CHARKA
consta no se nos han dejado tierras algunas donde poder hacer chácaras de
comunidad de donde poderlas pagar [las tasas], ni aún de donde poder comprar
alguna carne para dar a los pobres y enfermos en tiempo de sus enfermedades,
a que como hombres están sujetos, y a que en salud coman maíz y hierbas, ni
para comprar algunas medicinas para les curar, de que totalmente estamos
destruidos, y esto es lo principal a que se debe atender, y en rigor de justicia
es primero que la paga de vuestras reales tasas.173
Sin embargo, los indios se quejaban en vano; como puede verse en la Re-
visita de 1619, la mayor parte de las tierras de Carasibamba quedaba en manos
de españoles, quitándose 25 cargas de sembradura “de común” a cada una de
las dos parcialidades de Macha.174
Mientras tanto, los aprietos del fisco real no disminuyeron. Los Mallku
qaraqara prestaron otros servicios graciosos en 1626 y 1638,175 y finalmente
una segunda Composición tuvo lugar en tiempo del Virrey Pedro de Toledo
y Leiva, Marqués de Mancera (1639-1648). En nuestra región, el Juez de
Comisión encargado de su realización fue don Josep de la Vega Alvarado.176
Publicamos aquí dos fragmentos de esta Composición, que duró hasta 1646
aproximadamente: el primero corresponde a los pueblos de reducción de los
Wisijsas en Caiza y Yura (Documento 10), y el segundo al pueblo de reducción
de Sacaca (Documento 15). En ambos casos el Juez de Comisión consultó la pri-
181 Todavía en 1639, Ramírez del Águila comentó la gran extensión de los sistemas de terrazas,
hoy desaparecidos casi por completo (salvo, quizás, en algunos lugares excepcionales como
Liwi-Liwi, cerca de Potosí). Ver Noticias políticas… ([1639] 1978:127): “no había palmo de
tierra fructífera que no se labrase, pues aún ahora se ven en todos los montes, por ásperos
que sean, los andenes de las chácaras que en ellos habían, hechos de piedra tan parejos e
iguales que parecen unas líneas muy derechas tiradas de que se ven barreteados”.
182 Ramírez del Águila, Noticias políticas… ([1639] 1978:40-45).
183 Las 400 vacas fueron expropiadas por el Mallku del ganado de la comunidad. Ver la Quinta
Parte, “Mallku”, Documento 16 (Apéndice, @ 8 y 29).
184 Ver la Tercera Parte, “Tasa”, Cuadro 3.12e.
185 “Las crías de vacas ... han crecido mucho ... porque los indios las tienen todos ... para
quesear, para comer y labrar la tierra, que ya han dejado sus antiguas laucanas, que eran
como arados de palo pequeños, con que a mano sembraban y barbechaban, porque todos
TIERRA 535
trabajan ya con bueyes y arados”. Ramírez del Águila, Noticias políticas… ([1639] 1978:40).
En realidad, se siguen empleando los llawk’ana en muchas partes, especialmente en los
valles, hasta nuestros días.
186 El trigo fue mencionado como parte de las exigencias tributarias en las tasas de 1550, don-
de fue el encomendero que tendría que proporcionar la semilla; en 1579 fue cultivado en
tierras de riego en los valles de Carasibamba; en 1592 estaba cultivado en las tierras de valle
de Sucusuma, pertenecientes a los ayllus de Chayanta (Urinsaya). Ver en la Tercera Parte,
“Tasa”, Documento 7 (ff.6r-v); y en esta Parte el Documento 8 (ff.21v, 24r, 26r-v).
187 Ver el Documento 13 (f.1r). Según Ramírez del Águila, “de 10.000 cepas se cogerán 1000
arrobas de vino que son 1000 botijas”. Noticias políticas… ([1639] 1978:36).
188 Se trata, probablemente, de un intento de los Mallku de Charcas de rivalizar con los Mallku
comerciantes del Collao en el suministro de esta nueva y apreciada bebida. John V. Murra,
“La correspondencia de un Mallku aymara, comerciante de vinos, a su apoderado español
en Potosi”, Historia y Cultura 2, La Paz, 1978. También se produjo vino en Turuchipa y
“cojéranse en el distrito de esta ciudad en los valles de Oroncota, Paspaya, Pilaya, Pocopoco,
Omereque, Chilón, Mataca, Mojotoro, y otros, mas de 500.000 botijas de vino”. Ramírez
del Águila, Noticias políticas… ([1639] 1978:36).
189 ANB Minas t. 63, No. 446.
536 QARAQARA - CHARKA
que las tierras codiciadas eran suyas: “siembran trigo, maíz y papas cuatro
ayllus” en ellas; además “la sementera de la comunidad” se encontraba en
la misma zona (ver Láminas 4.6 y 4.7). Sin duda, el Mallku quería disponer
de la “sementera” como si fuera su propiedad privada, aprovechando de la
ambigüedad de esta categoría de tierras que hemos comentado líneas arriba.
Pero los indios de Pocoata protestaron que
si se permitiese dicha fábrica, fuera ahuyentarlos de sus tierras con los agravios
que han de recibir del dicho Jacinto de Carbajal y sus indios y fletadores y
carneros que han de acarrear el metal.190
190 ANB Minas t. 63, No. 446 y 459, año 1651. Para los intereses mercantiles de Fernando
Ayra de Ariutu, ver también la Presentación de la Quinta Parte, “Mallku”, y el Documento
16 (Apéndice).
191 ANB Minas t. 63, No. VII, año 1647.
192 Ver Virginie de Véricourt, Rituels et croyances chamaniques dans les Andes boliviennes. Les
semences du foudre, L’Harmattan, París, 2000.
193 Ejemplos de estas haciendas-ingenios en torno a Aullagas y de otras minas pequeñas de
Macha son: Churiqala, Iskina, La Pallqa, Rosario, Ayuma, Qhayni y Lurukachi. Todas
aguardan una investigación pormenorizada.
194 Lo mismo habrá ocurrido alrededor de las minas de estaño de Chayanta, las de oro de
Amayapampa y las de plata de Berenguela y Maragua; pero hasta ahora se han realizado
pocos estudios sobre la minería colonial en la provincia de Chayanta durante los siglos
XVI y XVII.
TIERRA 537
Lámina 4.6
Mapa de Pocoata (1651)
Lámina 4.7
Mapa de Pocoata (1651), con leyendas transcritas
Rrio grande
na
anexo de Çaraque
ro
co
de çapacari
de
de Guara
aras de mais y trigo
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anejo
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las maiz
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fundicion de Juan
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Carvajal
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Mapa 4.3.
Pastos y valles de los ayllus de Macha y Pocoata
Mapa 4.3: Pastos y valles de los ayllus de Macha y Pocoata
3500 – 4500 Pueblo de reducción
San Pedro
> 4500 metros y arriba Anexos y asientos mineros de Buena Vista
Uru Sa Carasi
o
T Chaguarani
Mathariri
N Guancarani
A o Carpani J Mojocoya
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Samuma
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Pocoata Sapacari Colquechaca R i o Machacamarca
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Chayrapata Pitantora
R
Caracara
Moromoro
A
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Macha
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Acoyo
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Caanquira
Ayoma Queyata
Cayne Tirina
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Toroca
Carata
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Choquecayara
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Maragua K U L U
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Tanqui
RA
K A K I N A
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L
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I P I K A C H U R I
Santa Barbara
de K'ulta
TIERRA 539
195 Cabe recordar que, según nuestro análisis, una parte de los Qaraqara en Chayanta (Hanansa-
ya) fue incorporada en Chayanta en 1572. Pero incluso la tasa toledana de Macha incluía, al
principio, las tasas de Pocoata, San Marcos de Miraflores y Aymaya, provocando una petición
de los caciques de estos pueblos, que deseaban que Toledo “les mande dividir y repartir lo
que cada uno de las dichas parcialidades han de pagar en particular”. La petición fue oída por
Toledo y se establecieron los pueblos de Aymaya y Pocoata, con sus valles, como unidades
fiscales independientes de Macha y San Marcos. Ver AHP CR 18 (ff.264r-v).
196 Ver el Ensayo de Interpretación “Charka Rojo, Charka Blanco” acápite 6 ii).
540 QARAQARA - CHARKA
197 El Memorial alude repetidas veces a provincias de 10.000 indios. En el caso de los Qaraqara
esto se puede explicar porque cada mitad –Hanan y Hurin– era categorizada, respecti-
vamente, como de 10.000 indios. Sin embargo, si analizamos la lista de 24 firmantes, es
probable que firmase un número igual de señores Charka y Qaraqara, siguiendo el orden
de su rango respectivo: cuatro caciques principales y luego 20 otros señores, diez de cada
“nación”. En general, el tono del Memorial busca equiparar a los Qaraqara con los Charka.
Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 20 y el “Resumen de los documentos…”, con
Figuras 5.11 y 5.12.
198 Ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 18 (ff.339-443). Este sistema de votación es
de origen español. Los testigos en la Probanza de los señores de Macha afirman que, en
tiempos prehispánicos, el Mallku ponía y quitaba las segundas personas: “el cacique Gualca
ponía segundas personas en su lugar para que gobernasen los ayllos … y los quitaba cuando
quería” (f.315r).
TIERRA 541
Documentos 8-15
río Grande, que para pasar a ellas se pasa por el dicho río Grande muchas veces, y
se ahogan los indios en el, y a lo que parece muchas de las dichas tierras muestran
no haber sido cultivadas de mucho tiempo a esta parte,
y atento a todo lo susodicho es nuestro parecer estar las dichas tierras sin perjuicio,
y que es servicio de Dios y de Su Majestad y bien de la República se pueble<n>
las dichas tierras, y se críen en ellas ganados y siembren comida para su sustento
de esta dicha provincia,
el cual dicho parecer damos so cargo y después de haber jurado a Dios y esta Cruz
+ en forma y lo firmamos de nuestros nombres
Andrés González
Pedro López de Armesto
[Notificación a los indios de Pocoata]
Y después de lo susodicho, en el dicho pueblo Uro en el dicho día mes y año, nos
los dichos Andrés González y Pedro López de Armesto notificamos la dicha comi-
sión y autos de esta otra parte contenidos a los indios residentes en este pueblo,
que son del repartimiento Pocoata, y se les dió a entender,
todos los cuales dijeron que no tienen derecho alguno a las dichas tierras, porque
entienden son tierras de los indios de Macha,203 siendo testigos don Juan Ochato-
ma Acarapi y don Diego Ochatoma indios de Pocoata, por lengua e interpretación
[f.12r] de Antón Chirocopa indio ladino de Pocoata,204
y lo mismo se le leyó y notificó a Lorenzo Hernandez, portugués, el cual vió asimis-
mo las dichas tierras y respondió que no tiene derecho alguno a las dichas tierras,
testigos los dichos indios.
[Notificación a los indios de Macha]
Y después de lo susodicho,205 este dicho día mes y año susodicho, nos los so-
bredichos leímos y notificamos todo lo susodicho, comisión y autos de esta otra
parte contenido a Francisco Arone y a don Diego Arone, indios del repartimiento
de Macha, estando en Toratora [sic]206 3 leguas y media de las dichas tierras de
Chinchabamba, siendo testigos el dicho Lorenzo Hernandez y don Felipe, indio
de Macha
Andrés González
Pedro López de Armesto.
203 Nota marginal: Los de Copoata [sic] responden que son de Macha.
204 Este intérprete fue “criado siempre desde niño” en Carasibamba (f.96r), adonde vino desde
el pueblo de Pocoata en la puna. Es probable que haya residido al lado de los indios de
Macha en el mismo pueblo de Uróo (ver f.96v, pregunta 4), que por tanto parece ser una
población multiétnica pretoledana. Diferentes repartimientos tenían tierras aledañas cerca
del pueblo de Carasi: Macha, Pocoata, probablemente Chayanta (ver f.89v), Caracara (en
Chinchibamba a una legua de distancia) y posiblemente Chaquí (f.39r).
205 Nota marginal: Notificación a los de Macha.
206 En 1592 (como hoy) el nombre fue Torotoro (cf. en esta Parte el Documento 13).
544 QARAQARA - CHARKA
Prosigue la merced
Lo cual por nos visto, fue acordado que en nombre de Su Majestad se hiciese
merced al dicho Alonso Días de 12 hanegadas de tierra de sembradura de maíz
en el dicho sitio y tierras de Chinchibamba,
por ende en su real nombre, y usando de los poderes y comisión que para ello
tenemos de Su Majestad, que por ser notorias no van aquí insertas, hacemos
merced al dicho Alonso Díaz en las dichas tierras sin perjuicio de 12 hanegadas de
sembradura de maíz, para que las tenga y posea en propiedad y posesión él y sus
sucesores para siempre jamás, con tanto que como dicho es sean sin perjuicio, y
con que ha de ser obligado a pagar en cada un año perpetuamente para siempre
jamás [f.12v] a esta ciudad y a su mayordomo y procurador en su nombre 12 pe-
sos de plata ensayada y marcada en cada un año de censo y tributo para propio y
rentas de esta ciudad, cada seis meses la mitad, y ha de hacer escritura del censo
con las condiciones generales de los censos, y que sea redimible y al quitar a ra-
zón de 14.000 el millar, con que si lo redimiere tenga obligación a buscar persona
llana y abonada, y a contento del Cabildo, que tome y reciba el precio de la dicha
redención, e imponga nuevo censo de ella conforme al auto que sobre este título
se proveyó, con el cual dicho cargo y condición le hacemos la dicha merced,
y mandamos al dicho Pedro López de Armesto y Andrés González que le midan y
amojonen las dichas tierras, y le den posesión de ellas, de la cual mandamos que no
sea quitado ni derribado por persona alguna sin que primero sea oído y por fuero
y derecho vencido ante quien y como deba, de lo cual mandamos dar la presente
firmada de nuestros nombres y refrendada del escribano de Cabildo y uso escrito,
en cuyo libro mandamos quede asentada la copia de este título
hecho en la ciudad de La Plata a 20.xi.1578
el licenciado Matienzo
Pedro de Zárate
Joan Gutierrez de Veas[f.13r]
[aquí el documento está roto] de que el título que presenta la parte contraria no
es ni habla de las tierras de Carasibamba que pretende tener posesión, sino de
las [f.13v] de Chinchibamba, que fueron las que el susodicho pidió en el Cabildo
de esta ciudad como parece por el dicho título, las cuales dichas tierras nombra-
das en el dicho título no son de los dichos indios de Macha sino de los indios de
Caracara, el dicho Alonso Díaz no tiene ni puede tener título de las dichas tierras
de Carasibamba, por ser como son diversas y apartadas de las de Chinchibamba
nombradas en el dicho título, que son de los dichos indios Caracaras, que están
más de una legua apartadas las unas de las otras,
y cuando por alguna vía el dicho Alonso Díaz (que niego) pretendiera que las dichas
tierras de Carasibamba se incluyeran en las nombradas en el dicho título, no se le
podía hacer merced de ellas en tan notorio daño y perjuicio de los dichos indios de
Macha, por ser las dichas tierras muchas y muy buenas y de mucho valor y precio, y
que de ellas los dichos indios tienen mucha necesidad para hacer como han hecho y
hacen en mucha parte de ellas sus chácaras y sementeras para su sustento y paga de
sus tasas, y estar como están cerca del pueblo de San Marcos de Miraflores que es
el principal pueblo de todo el dicho repartimiento, y donde están juntos y reducidos
y poblados la mayor parte de los indios del dicho repartimiento, porque del dicho
pueblo a las dichas tierras no hay más que tan solamente legua y media del inca, y
no las leguas que la parte contraria dice en su escrito de suplicación,
y todo lo demás que en ella alega es impertinente y lo niego, allende de lo cual
los que dieron el parecer que está inserto en el dicho título, que son Pedro López
de Armesto [f.14r] y Andrés González, eran al dicho tiempo del pregón íntimos
amigos y compañeros del dicho Alonso Díaz, y comían y bebían juntos como lo
han hecho muchas veces,
y como parece por el dicho título y parecer en él inserto, los susodichos ni otra persona
no citaron a los dichos indios de Macha ni a los de Caracara, cuyas son las dichas
tierras de Chinchibamba contenidas en el dicho título, sino a los indios de Copoata,
que no eran suyas, ni tenían parte en ellas, ni causa para contradecir el dicho parecer,
antes declaran en él ser las dichas tierras de los dichos indios de Macha,
demás de que Melchor de Castillo, corregidor que ha sido del dicho repartimiento,
declara que las dichas tierras y chácaras no están despobladas, y que los dichos indios
no tienen en toda su comarca otras tales ni tan buenas, y que son tierras de regadío
y de la comunidad de Macha, y que es más de una legua de tierra en un llano, como
parece por su declaración que está en el proceso de esta causa presentada,
por todo lo cual pido y suplico a Vuestra Alteza que, sin embargo de todo lo de
contrario alegado y del dicho título, mande confirmar y confirme lo proveído por
vuestro presidente y oidores de esta Real Audiencia, y que los dichos indios sean
defendidos y amparados en la antigua posesión que han tenido y tienen de las
dichas tierras de Carasibamba,
y que el dicho Alonso Díaz ni otra persona alguna no se lo impida ni inquiete en ella
en manera alguna, con grave pena que se les ponga, declarando no ser las dichas
tierras las contenidas en el dicho título y sobre esto [f.14v] pido justicia y costas y
para ello yo ofrezcome a la prueba de lo necesario.
Joan de Baños [f.15r–f.16r]
546 QARAQARA - CHARKA
proveer en todo según y como tengo [f.19v] pedido, y se contiene en esta petición,
y en las demás que tengo dadas en nombre de los dichos indios, declarando no
ser parte el dicho cabildo, justicia y regimiento para pedir cosa alguna de lo que
pide, ni poder ser admitido a ello, y sobre todo pido justicia y costas, y para ello
yo ofrezcome a probar lo necesario
Joan de Baños [30.vi.1579][f.21r]
hizo muchos y muy malos tratamientos a los dichos indios, dándoles de cuchilladas
y espaldarazos y muchos palos con las lanzas y astas de las dichas armas,
en especial dió una cuchillada a un principal llamado don Juan Pacasa207 de que le
cortó cuero y carne y le salió mucha sangre de que está muy malo y a punto de muerte,
y al dicho indio y a los demás les hizo otros muchos y muy malos tratamientos,
demás de haber echado el dicho Alonso Díaz todos sus ganados mayores y me-
nores en los trigos que los dichos indios tenían nacido en las dichas tierras, que
por ser tierras de riego estaban ya algo crecidos
lo cual todo el susodicho ha hecho y cometido graves y atroces delitos dignos de
gran punición y castigo por los cuales ha de ser castigado rigurosamente como
hombre acostumbrado a cometer [f.23v] ... [f.24r]
[Declaraciones de testigos]
[Primer testigo] En la ciudad de La Plata a 12.x.1579 el dicho Joan de Baños en el
dicho nombre presentó por testigo a un indio, que por interpretación de Chris-
tobal Ramirez y Gerardo de Alvarado, intérpretes de esta Real Audiencia, dijo
llamarse Baltasar Capito, natural de Copoata, del cual fue tomado y recibido
juramento por Dios nuestro señor y por una señal de cruz, en que puso su
mano derecha, y lo hizo bien y cumplidamente,
preguntado por la dicha querella, dijo que ahora 13 días poco más o menos,
que estando este testigo en el pueblo de Carasi, vió ir a ella al dicho Alonso Díaz
juntamente con un yanacona suyo que no sabe como se llama, más de que si
le ve le conocerá, con su espada y lanza, y comenzó a dar voces y gritos a los
indios que allí estaban, y luego les derribó sus casas que allí tenían, diciendo que
aquellas tierras eran suyas, y algunos indios le fueron a la mano diciendo que no
les deshiciese [f.24v] sus casas y buhíos, pues estaban en pleito sobre ello,
y el dicho Alonso Díaz les respondió que les había de destruir a ellos y a las
sementeras que tenían de trigos nacidos por ser tierra de riego, y así echó en
ellas sus cabalgaduras y otros ganados que hizo traer, con lo cual destruyeron
los dichos trigos, lo cual visto por los dichos indios comenzaron a hacer llanto,
y a le rogar no les hiciesen tanto daño, y el dicho Alonso Díaz, viendo que le
echaban sus ganados fuera de los dichos trigos, echó mano a su espada y la
sacó fuera de la vaina, y con ella en las manos comenzó a dar de espaldarazos
a los dichos indios, y tiró una estocada a un cacique que allí estaba, nombrado
don Juan Pacasa, natural de Macha, el cual se iba huyendo, y con la dicha
estocada y punta de su espada le alcanzó en el cerebro, que le derribó en el
suelo, y le cortó cuero y carne y sacó mucha sangre,
y luego arremetió a los demás indios, y de nuevo les dió de espaldarazos y
de palos con la asta de la lanza, que tenía el dicho yanacona, y les hizo otros
muchos [f.25r] tratamientos, y el dicho don Juan al presente está muy malo de
la dicha herida en la cama, que nunca se ha levantado de ella después que le
hirió el dicho Alonso Díaz, y que a esto se hallaron presentes muchos indios,
y esto es lo que sabe ...
[Segundo testigo] ... Martín Ancasi, natural de Cotabamba ... dijo que lo que sabe es
que viniendo este testigo de Cotabamba su pueblo a esta ciudad, hizo [f.25v]
noche en el pueblo de Carasi, y vió que otro día de mañana, puede hacer 15
días poco más o menos, fué al dicho pueblo un español vestido de sayal, que
no le conoce ni sabe como se llama, y el dicho español juntamente con un
yanacona suyo a caballo, y comenzó a dar voces y gritos a los indios que allí
estaban, y con la asta de lanza que llevaba en las manos comenzó a dar de
palos a los indios, los cuales y este testigo de temor se fueron huyendo,
a cabo de rato dijo a este testigo un cacique de los que allí estaban como el dicho
español había herido en la cabeza a un cacique nombrado don Juan Pacasa, y
este testigo le fué a ver, y le vió que le corría sangre de la cabeza de una herida
que en ella tenía, y dijo a este testigo que el dicho español se la había dado, y
así lo tiene por cierto este testigo, porque antes que el dicho español fuese, allí
estaba el dicho cacique bueno y sano, y esto es lo que sabe ... [f.26r]
[Tercer testigo] ... Martín Topa, natural de Cuzco ... dijo que lo que de la querella
sabe es que, puede hacer 18 o 20 días poco más o menos, estando este testigo
en el pueblo de Carasi, que había ido él a cobrar unos dineros que le debían,
vió como un día viernes fué a él un hombre nombrado Alonso Díaz, y consigo
llevaba un yanacona que llevaba un arco y flechas,
y el dicho Alonso Díaz se apeó de su caballo, e hizo traer unos bueyes y vacas, y
las metió en el trigo nacido que allí tenian los indios de Macha para lo acabar de
destruir, porque antes que esto pasase, estando otra vez este testigo en el dicho
pueblo, vió como el dicho Alonso Díaz metió sus ganados en el dicho trigo y
destruyeron la mayor parte de él, y visto por los dichos indios que últimamente
el dicho Alonso Díaz metía en él los dichos bueyes y vacas, se llegaron los indios
[f.26v] que allí estaban a echar fuera de los dichos trigos el dicho ganado,
y el dicho Alonso Díaz comenzó a dar voces, diciendo: “¡déjalo perros! que
yo os tengo que acabar de destruir”; y diciendo esto echó mano a su espada,
y la sacó fuera de la vaina, y con ella se fué tras los dichos indios, tirándoles
de cuchilladas, los cuales se iban huyendo, y el dicho Alonso Díaz tras ellos, y
alcanzó a un cacique nombrado don Juan Pacasa, y le dió con la dicha espada
en la cabeza que le cortó cuero y carne y le sacó mucha sangre,
y otro día luego siguiente vinieron al dicho pueblo dos alcaldes de su reducción,
a los cuales de nuevo, sobre el mismo caso, el dicho Alonso Díaz maltrató a
los dichos alcaldes, y anduvo tras ellos a caballo con una lanza en las manos,
y los dichos alcaldes, de temor que no los matase, se fueron huyendo saltando
barrancos por entre cardos y montes, de tal manera que uno de ellos está de
presente lisiado de una pierna, y esto es lo que sabe ... [f.27r]
[Orden de amojonamiento]
... en 2. ix. 1579 ... en la ciudad de La Plata ... el ilustre señor doctor Barros208 del
Consejo de Su Majestad, su oidor en esta Real Audiencia que como más antiguo,
habiendo visto esta querella de los indios de Macha contra Alonso Díaz, dijo
208 Dr. Manuel Barros de San Millán, defensor de los indios en las Audiencias de Quito y
Charcas, Ver John V. Murra, “El doctor Barros de San Millán: Defensor de los ‘señores
naturales’ de los Andes”, en El mundo andino: población, medio ambiente y economía, Instituto
de Estudios Peruanos y Pontificia Universidad Católica, Lima, 2002.
TIERRA 551
que el corregidor de aquel partido a quien está cometido amojone las dichas tierras
y haga esta averiguación brevemente.
El doctor Barros [f.29r]
Segunda querella
Joan de Baños, defensor general de los naturales, en nombre de los caciques e
indios del repartimiento de Macha, parezco ante Vuestra Alteza en aquella hora y
forma que de derecho mejor lugar haya, y afirmándome en la querella que tengo
dada de Alonso Díaz, labrador, por haber herido y maltratado al don Juan Pacasa,
principal de dicho repartimiento, y a otros indios de él ... , ahora de nuevo me
querello, y, prefiriendo el caso de ésta mi nueva querella y acusación, ... digo
que es así que el susodicho reo por mí acusado, ahora de nuevo de pocos días a
esta parte, añadiendo delito a delito, el jueves próximo pasado que se contaron
13 días del presente mes y año, estando en las tierras de Carasibamba sobre
que tratan pleito los dichos indios con el dicho Alonso Díaz, que está pendiente
en esta Real Audiencia, ciertos principales e indios del dicho repartimiento de
Macha ocupados en el beneficio y labor de las dichas tierras, el suso– [f.29v]
dicho Alonso Díaz fué a ellos con mano armada, estando los dichos indios
quietos y seguros, [y] los comenzó a maltratar y desosegar, yendo como iba
armado de todas armas ofensivas y defensivas, de espada y daga y lanza, y otras
armas, pretendiendo echar de las dichas tierras a los dichos indios, echó mano
a la espada y con ella fuera de la vaina y en la otra mano una lanza comenzó
a cuchillar los dichos indios, y a quererles lancear y matar los que pudiera,
tirándoles como tiró muchas cuchilladas y botes con la lanza y espada que
llevaba, y para herir y matar a uno de ellos arrojó de punta una daga que traía
en la cinta, y si Dios no los guardaba matara algunos de ellos por no tener
como no tenían defensa ninguna, y con todo eso alcanzó con la espada una
cuchillada a un principal llamado don Pablo Guanca en el dedo pulgar de la mano
derecha, de que le cortó el cuero carne y hueso, de que le salió mucha sangre y
está a punto de perder el dedo, en todo lo cual el susodicho ha hecho y cometido
graves y atroces delitos ... [f.31r]
chaya!”,209 a lo cual salieron los dichos 100 indios con las dichas armas y arreme-
tieron conmigo, y me cercaron dándome muchas pedradas, y aunque me retrasé
hacia mi casa me siguieron, y en efecto de las dichas pedradas me derribaron, y así
derribado me dieron con las dichas lanzas y piedras muchos golpes en la cabeza
y en todo el cuerpo, y me dejaron descalabrado y molido de los dichos golpes, en
que estaba a punto de muerte, y traigo los cardenales y señales y heridas, y pido
se me dé por testimonio,
y hecho todo lo susodicho, los susodichos me ataron de pies y manos y me tu-
vieron así atado desde la mañana que acaeció lo susodicho hasta que se puso el
sol, haciéndome muchas amenazas de que me querían matar, y me tomaron la
espada y daga y una lanza de vaquear, y me deshicieron la casa en que vivía, y
se llevaron toda la madera y paja, con lo cual hicieron buhío, y es para ellos ocho
leguas fuera de su reducción,
lo cual hicieron pendiente el pleito sobre la propiedad de las dichas tierras que así
tengo y poseo, y a fín de echarme de ellas, no siendo como no son suyas, en lo
cual así haber hecho han cometido grave y atroz delito, y por ello en muchas penas
capitales y civiles dispuestas por derecho, leyes y premiáticas ...
[f.32r] Otrosí, digo que los corregidores del partido están en la villa de Potosí en la
función de las cobranzas que han hecho de los tributos, y no podrán ser habidos
de presente ...
[en la ciudad de La Plata,
en 18.viii.1579 ...] [f.32v–33r]
209 Aunque en esta región se hablaba un dialecto del aymara, la frase chaya chaya proviene del
quechua, de la lengua general registrada por Diego González Holguín: “chaya chaya. Ea
ea a ellos a ellos para acometer en guerra, o para animar al travajo ea ea presto, mas para
animar alabando, o agradeciendo acya acya acya puma, puma hina o valerosos y animosos
y a las mugeres hacpa hacpa”. Ver González Holguín, Vocabulario… (1989 [1608]:101).
El quechua se había generalizado en Charcas con el desarrollo del mercado minero de
Potosí; por otra parte, la cita directa de las palabras de los indios por Alonso Díaz parece
contrapesar la cita anterior de sus propias palabras castellanas por sus contrincantes (f.26v).
Es posible que Alonso Díaz haya preferido el uso de una frase militar quechua, sin duda
muy conocida, para lograr sus propósitos retóricos delante de la Audiencia.
TIERRA 553
[Orden de amojonamiento]
[f.39v] [en 2.ix.1579, el Presidente de la Audiencia ordenó que] el corregidor de aquel
partido ... amojone las dichas tierras y haga esta averiguación brevemente ...
[Denuncia]
[f.48r–v] 3.xi.1579. Joan de Baños ...
... el dicho Alonso Díaz ahora de pocos días a esta parte se ha vuelto a las dichas
tierras y está en ellas, y con sus ganados mayores y menores ha hecho y hace a
los dichos indios muchos daños y agravios en sus chacras y sementeras ...
[pide que el correjidor averigue el valor de los daños y prohiba más entradas a
las tierras]
TIERRA 555
[Testimonios]
[f.49r] [Testigo] 10.xi.1579 ... don Alonso Toncochi, indio del repartimiento de Co-
poata dijo lo siguiente
que este testigo ha tenido noticia y ha sabido por cosa cierta que los indios de
Macha traen pleito con Alonso Díaz sobre las tierras de Carasibamba, y que
asimismo tuvo noticia de los indios del dicho pueblo como estaba proveído
y mandado por los señores presidentes y oidores de esta Real Audiencia,
que el dicho Alonso Díaz no entrase en las dichas tierras hasta y tanto que se
dirimiese el dicho pleito,
y que ha visto que semana y media ha, estando el dicho Alonso Díaz, se ha en-
trado en las dichas tierras con su ganado vacuno y ovejuno, yeguas, el cual dicho
ganado y los yanaconas del dicho Alonso Díaz han hecho mucho daño en las
sementeras de los dichos indios de Macha, y chácaras que tienen, lo cual sabe
por haberlo visto por vista de ojos, por ser como son los indios del repartimiento
de donde este testigo es cacique [f.49v] y los indios de Macha vecinos ...
[f.50r–v] [10.xi.1579, testigos Diego Quispe, natural del repartimiento de Copoata,
y Andrés Quitacayo, lo mismo, repiten entrada de Alonso Díaz]
[ff.51r–52r] [14.xi.1579, Joan de Baños dice que ha dado información y pide se
provea lo que tiene pedido]
[Amojonamiento]
[ff.52v–53v] [17.xi.1579, se ordena que el corregidor termine con el amojonamiento
y dé evaluación de los daños] [f.54r–v]
[Denuncia]
Muy poderoso señor:
Joan de Baños, defensor general de los naturales, en nombre de los caciques e
indios del repartimiento de Macha, ... digo:
que no obstante que a los dichos indios se les concedió término de 25 días por
vía de restitución para hacer su probanza en la comarca del repartimiento ante
el corregidor de los naturales de aquel partido, y se les dió testimonio del dicho
término de restitución, el cual tienen presentado con los demás recaudos para
el dicho efecto ante el dicho corregidor, hasta ahora no ha continuado la dicha
probanza por decir estar muy ocupado en otros pueblos y repartimientos de su
distrito, en otros negocios y asuntos tocantes a su cargo, y así por la dicha razón
a los dichos indios se les va pasando el dicho término de restitución, y no hacen
ni pueden hacer la dicha probanza si no es mandando ...
[f.55r–v] [?.xii.1579, Alonso Díaz dice que los indios lo quieren botar a pedradas]
[f.56r–v] [19.i.1580, Joan de Baños pide publicación de testigos]
[f.57r–v] [22.i.1580, Joan de Baños denuncia rebeldía para publicación]
[f.58r–v] [22.i.1580, Gaspar Rodriguez presenta probanza hecha por carta recep-
toria] [f.59r]
556 QARAQARA - CHARKA
210 No aparecen en el expediente los documentos de amparo, ni del Visitador ni del Corregidor
(ver pregunta 5).
TIERRA 557
dicho Alonso Díaz, ni a otra persona alguna, aunque les diesen por ellas los
dichos 4000 pesos ensayados, ni mucho más, por haberlas tanto a menester
y la necesidad grande que de ellas tienen, digan lo que saben.
12. Item si saben que las tierras de que el dicho Alonso Díaz pretende tener título,
que es el presentado por el susodicho en el proceso de esta causa, no es de
las tierras del dicho valle de Carasibamba sino de otras diferentes llamadas
Chinchibamba, que están más de una legua desviadas y aparta–[f.61r] das
desde el principio del dicho valle y tierras de Carasibamba sobre que es este
dicho pleito, las cuales dichas tierras de–Chinchibamba son de los indios de
Caracara, los cuales no fueron citados para dar el parecer inserto en el dicho
título, como menos lo fueron los dichos indios de Macha, ni alguno de ellos,
como todo parece por el aserto título presentado por la parte contraria en el
proceso de esta causa.
13. Item si saben que Pedro López de Armesto y Andrés González, personas a
quien se dió comisión para ir a ver las dichas tierras y dar en ellas el parecer
y posesión, que dieron inserto en el dicho título, eran al dicho tiempo que lo
dieron y al presente íntimos amigos y compañeros del dicho Alonso Díaz,
y comían y bebían y posaban juntos, como lo han hecho muchas veces, y
mediante la dicha estrecha amistad dieron el dicho parecer y posesión de las
dichas tierras al dicho Alonso Díaz, digan lo que saben.
14. Item si saben que todo lo susodicho es público y notorio y pública voz y fama.
Joan de Baños [f.61v]
... [La Plata, 22.ix.1579][f.62r]
[Preguntas] Añadidas
1. Si saben que el dicho valle y tierras de Carasibamba, sobre que es este dicho
pleito, desde la parte y lugar donde se toma el agua y saca el acequia para el
riego de las tierras del dicho valle, hasta el Río Grande, es todo llano y limpio
de monte, sino es en algunas partes que hay algunos árboles, y estos son muy
pocos, y no es tierra montuosa sino limpia y llano, como está dicho, digan lo
que saben.
2. Si saben que la parte y lugar donde los dichos indios de Macha están poblados
y tienen sus chácaras de riego en el dicho valle de Carasibamba es la cabeza
y principio del dicho valle, parte muy limpia de monte y arboleda, y mucha
anchura por don–[f.62v] de corre mucho aire, y participa de la puna por es-
tar muy cerca los altos y laderas de la dicha puna,211 digan lo que saben. ...
[f.63r]
... [La Plata, 12.xi.1579]
211 El temple de Mojocoya se llamaría hoy chawpirana (Que.) o taypirana (Aym.), “zona del
medio” entre puna y valle.
TIERRA 559
cho, so cargo del cual prometió de decir verdad, y habiendo jurado, y siendo
preguntado al tenor de las preguntas añadidas para en que fue presentado,
dijo lo siguiente:
[1.] A la primera pregunta añadida dijo que lo que sabe es que el dicho valle y tie-
rras de Carasibamba, sobre que es este pleito, están poblados [por] los dichos
indios en lo alto del dicho valle, adonde el acequia del riego de las tierras del
dicho valle, y que el dicho valle es todo llano y limpio de monte sino es en
algunas partes que hay algunos árboles, y que junto a donde los dichos indios
están poblados están luego las tierras, lo cual sabe por haberlo visto por vista
de ojos, y haber estado en el dicho valle [f.63v].
[2.] A la segunda pregunta dijo que en la parte donde están poblados los dichos
indios es tierra airosa, porque el dicho valle es muy limpio de monte y arboleda
y mucha anchura, y esto responde.
Y que este testigo tiene dicho este dicho en este negocio, de pedimiento de los
dichos indios, en Guaycoma ante el corregidor Juan del Cano por receptor de
esta Real Audiencia al cual se refiere, y se ha visto aquel y este dicho es todo
una cosa, aunque es referente el uno del otro, y esto responde y es verdad ...
y es de 45 años poco más o menos ... [f.64r]
212 Otro Pedro Soto, quizás descendiente del presente Pedro Soto, se declara cacique gober-
nador de Anansaya “que salió del aillo” en un padrón de los caciques de Macha de 1619
(AGN, Sala XIII.18.7.2.). Este segundo Pedro Soto es también uno de los firmantes de la
Memoria de las tierras y pastos de Macha, que publicamos como Apéndice a este mismo
documento.
213 En un documento de 1584 se nombra a don Andrés Tanquiri como segunda persona de
Urinsaya “porque es indio principal [del ayllo Guacoata] y de mucha razón, y tiene en
cuenta por sus quipos todas las tasas y otras cosas”. El principal de los Urinsayas de Macha
y Pocoata en ese momento era don Francisco Ayra. AGN, Sala XIII 18.7.2, f.339; cf. la
Quinta Parte, “Mallku”, Documentos 16 y 17.
560 QARAQARA - CHARKA
214 Se refiere al maíz “enano” (Que: sara ch’isiwayu), que sigue cultivándose alrededor del pueblo
de Macha en la puna baja del norte de Potosí.
TIERRA 561
este testigo que ha habido tratos y contratos entre ellos, así de llevar madera
a Potosí como otras cosas ...
[Segundo testigo] ... el dicho don Martín Cusi, principal del repartimiento de Ca-
racara ... [f.80r]
2. A la segunda pregunta ... dijo este testigo que sabe que las tierras de Ca-
rasibamba ... son de los caciques e indios del repartimiento de Macha, ...
este testigo ha diez años que conoce las dichas tierras, y siempre ha visto
a los dichos indios de Macha labrarlas y hacer en ellas sus chácaras como
en tierras suyas propias, ... y que sabe este testigo que los dichos indios de
Macha han tenido siempre que los conoce indios labradores para que hagan
las chácaras y sementeras de ají, algodon y maíz, y esto sabe porque lo ha
visto ...
3. A la tercera pregunta ... dijo este testigo que sabe que los indios de Macha
que están en las dichas tierras van [f.80v] siempre a misa los domingos y
fiestas a San Marcos de Miraflores, y se mudan por sus mitas para hacer las
sementeras cada año, y entran otros, ... y que de las tierras de Carasibamba
al pueblo de San Marcos de Miraflores hay tres leguas, ... y esto lo sabe este
testigo porque ha vivido una legua de las dichas tierras de Carasibamba, ...
4. A la cuarta pregunta ... dijo este testigo que sabe que habrá cinco años que
Galaor de Loaysa dió un mandamiento de amparo de las dichas tierras de
Carasibamba a los dichos indios de Macha, y que luego oyó decir que Alonso
Díaz les había quemado las casas y rancherías que tenían los dichos indios
labradores en las dichas tierras y chácaras de Carasibamba, ... y esto lo oyó
decir a los indios de Caracara ...
5. A la quinta pregunta ... dijo este testigo que oyó decir que después que los
dichos indios de Macha estaban en la [f.81r] posesión de las dichas tierras, el
corregidor de este partido les fué a amparar de nuevo en la dicha posesión
que se refiere, y que vió este testigo que el dicho corregidor salió del pueblo
de Arechaca, estando allí este testigo, y fué a las dichas tierras de Carasibamba
a amparar en la posesión de ellas a los dichos indios de Macha puede haber
siete meses ... ,
6. A la sexta pregunta ... dijo este testigo que oyó decir a los indios de Caracara
habrá tres meses que el dicho Alonso Díaz había ido a las dichas tierras de
Carasibamba y había echado de ellas a los dichos indios de Macha, por fuerza
y contra su voluntad, y les había quemado las casas y ranchos que allí tenían,
pero que este testigo no lo vió por vista de ojos, y que sabe este testigo que
a esta causa se mudaron los dichos indios de las dichas tierras y se pasaron a
unas laderas cerca de las dichas tierras, porque asimismo lo oyó decir por muy
cierto a los dichos indios de Caracara, que son del ayllu de éste que depone
... [f.81v]
7. A la séptima pregunta ... dijo este testigo que sabe que los indios de Macha
que van a hacer por sus mitas las sementeras en las dichas tierras de Carasi-
bamba viven en pueblo que se llama Mojocoya lo más del año, y que está el
dicho pueblo de Mojocoya una legua de las tierras sobre que es este pleito,
y que es tierra fría y puna y sana para poder vivir en él a los dichos indios,
y que del dicho pueblo de Mojocoya al de San Marcos de Miraflores hay
562 QARAQARA - CHARKA
dos leguas poco más o menos, y que siempre por el mes de octubre215 van
a hacer las sementeras, y se mudan cuando acaban de coger el maíz que es
por el mes de octubre ...
8. A la octava pregunta... dijo este testigo que sabe que el pueblo principal de
Macha donde están poblados los indios del dicho repartimiento está poblado
en tierra fría y puna donde no se da maíz en cuatro leguas a la redonda ..., y que
se dan pocas papas y amargas en el dicho [f.82r] pueblo de Macha, y que las
tierras de San Marcos de Miraflores son pocas, y asimismo sabe este testigo
que algunos años se suele dar el maíz en ellas, y esto lo sabe porque este testigo
ha andado muchas veces las dichas tierras y estado en los dichos pueblos ...
9. A la novena pregunta ... dijo este testigo que lo que de ella sabe es que en el
dicho repartimiento de Macha hay un gran número de indios de tasa, y tam-
bién hay muchos que no la pagan, como son viejos y solteros, que a parecer
de este testigo serán en cantidad de 1000 indios que como dicho tiene pagan
tasa, y que por todos tributarios y no tributarios, sacados niños y niñas, que
a su parecer de este testigo habrá 3000 ánimas pocas más o menos, y que
sabe este testigo que las tierras sobre que es este pleito los dichos indios de
Macha tienen de ellas necesidad para sembrar comidas para su sustento,
porque [f.82v] tienen falta de tierras en que poder sembrar.
10. A la décima pregunta ... dijo este testigo que sabe que las tierras de Carasi-
bamba ... son muchas y buenas, y que en todo el repartimiento de Macha no
hay otras tierras que sean tan buenas, ... y ... podrán valer las dichas tierras
4000 pesos ..., son tierras fértiles donde se coge mucha comida de maíz, ají y
algodón, todo lo cual se siembra con agua de regadío, especialmente en las
pampas, ... el testigo vive muy cercano del pueblo de Macha y ha visto las
dichas tierras de Carasibamba y estado en ellas ... [f.83r]
11. A la oncena pregunta ... dijo este testigo que sabe que si a los dichos indios
de Macha se les quitasen las dichas tierras de Carasibamba y las diesen al
dicho Alonso Díaz o a otra persona alguna, se les haría agravios y recibirían
gran daño, por ser como dicho tiene tales que en todo el repartimiento de los
dichos indios de Macha no hay otras tan buenas ...
12. A las doce preguntas ... dijo este testigo que no ha visto el título que de las
dichas tierras tiene el dicho Alonso Díaz, y que las tierras de Chinchibamba
que la pregunta dice son de este testigo y de sus indios del repartimiento de
Caracara, y las de Carasibamba sobre que es este pleito son de los indios de
Macha ... [f.83v]
[Tercer testigo] ... don Diego Tiamarca, principal del repartimiento de Caracara
edad de 100 años ... [f.84r]
2. A la segunda pregunta ... dijo este testigo que sabe que las dichas tierras de
Carasibamba ... son y han sido siempre que se acuerda de 100 años a esta
parte de la comunidad e indios de este repartimiento de Macha, y como tales
tierras suyas las han poseído y cultivado y cogido en ellas maíz, ají y algodon ...
y ha visto este testigo que siempre se acuerda hasta la Visita General ha visto
215 Cf. Cieza, Crónica del Perú, Primera Parte… (1986: cap.xcix): “el invierno empieza ... de
octubre y dura hasta abril”.
TIERRA 563
en las dichas tierras indios que las tenían pobladas con sus casas, que serían
como 40 indios los que les estaban poblados, en un pueblo que se llamaba
Uróo que está pegado con las dichas tierras como media legua de ellas, y que
desde allí iban a labrar y beneficiar sus chácaras ...
3. A la tercera pregunta ... dijo este testigo que sabe que los indios de Macha,
[que] están poblados en el pueblo de Mojocoya para hacer las sementeras y
beneficiar las chácaras en las dichas tierras, se mudan por sus mitas cuando
han de ir a hacer la dicha [f.84v] ... [roto] se vienen al pueblo cuando la acaba
de coger, y entran otros de nuevo, y ... [roto] dicho pueblo de Mojocoya van
a misa y doctrina al pueblo de San Marcos de Miraflores todos los domingos
y fiestas de guardar ...
4. A la cuarta pregunta ... dijo este testigo que sabe que al tiempo que se redu-
jeron los dichos indios de Macha a los pueblos donde ahora están, Galaor de
Loaysa les dió un mandamiento de amparo para las dichas tierras, ... y que
sabe que los dichos indios de Macha que estaban en las dichas tierras dejaron
allí sus casas hechas, y que después oyó decir a los dichos indios de Macha
que Alonso Díaz les había quemado las dichas casas ...
5. A la quinta pregunta ... dijo ... que habrá un año que oyó decir a los indios de
Caracara el corregidor de este partido había ido a Carasibamba a dar la pose-
sión de las dichas tierras a los dichos indios de Macha, y que los dichos indios
de Caracara [f.85r] le habían visto ... [aquí el documento está roto] pueblo de
Mojocoya ...
6. A la sexta pregunta ... dijo ... que oyó decir a los indios de Caracara que residen
en Mojocoya que el dicho Alonso Díaz había echado de las dichas tierras ... a
los dichos indios de Macha, y a esta causa se mudaron a unos altos y laderas
que están cerca de las dichas tierras ...
7. A la séptima pregunta ... dijo ... que los indios que por sus mitas del año se
mudan para ir a hacer las chácaras a las dichas tierras de Carasibamba viven
y residen en un pueblo que se llama Mojocoya, el cual a su parecer estará
una legua de las dichas tierras y del pueblo de San Marcos de Miraflores dos
leguas y media poco más o menos, ... y que asimismo sabe este testigo que
los indios labradores que van a hacer las sementeras y chácaras van siempre
por el mes de octubre, y no vuelven de allí hasta coger el fruto, sino es para
ir a misa y a la doctrina los domingos y fiestas ... [f.85v]
8. A la octava pregunta ... dijo ... que el pueblo principal de Macha donde están
poblados la mayor parte de los indios es tierra fría y puna, y que no se coje
maíz en dos leguas y media al derredor antes más que menos, y que las papas
que se cogen son menudas y pocas y amargas, y que asimismo sabe este
testigo que en el pueblo de San Marcos de Miraflores hay muy pocas tierras
de provecho, porque son laderas y peñascos, y que algunos años se hiela en
ellas el maíz ...
9. A la novena pregunta ... dijo ... que en el repartimiento de Macha hay muy gran
cantidad de indios e indias, y que sacados niños y niñas le parece ... habrá
1000 indios que pagan tasa, y otros 1000 [f.86r] que no lo pagan ...
10. A las diez preguntas ... dijo ... que en todo el repartimiento de Macha no hay
otras tierras tan buenas como son las de Carasibamba sobre que es este pleito,
564 QARAQARA - CHARKA
ni de tanto valor y precio, y que por tener los dichos indios de Macha falta de
tierras los indios del repartimiento de Caracara les vendieron las tierras que
tenían en Guaycoma, y que este testigo ha visto como dicho tiene muchas
veces las tierras de Carasibamba [f.86v] ... [aquí el documento está roto] 6000
pesos216 ...
12. A las doce preguntas ... dijo ... que las tierras de Carasibamba ... son de los
dichos indios de Macha, ... y que las tierras ... de Chinchibamba son de los
indios Caracaras ... [f. 87r–v]
[Cuarto testigo] ... Sebastian de Trejo, residente en el valle de Guaycoma de 30
años ... [f.88r]
4. A la cuarta pregunta ... dijo ... que ... estando este testigo en el pueblo de San
Marcos de Miraflores vió que los indios principales de Macha se fueron a
quejar al sacerdote de aquella doctrina diciendo que el dicho Alonso Díaz les
había quemado las casas que tenían en las tierras de Carasibamba ...
5. A la quinta pregunta ... dijo ... que vió la provisión que la pregunta dice el día
de San Marcos próximo pasado en el dicho pueblo de San Marcos, ... y que
oyó decir que el corregidor de los naturales de este partido había amparado
a los dichos indios por virtud de ella en las dichas tierras, ... [ff.88v–89r]
10. A la décima pregunta ... dijo ... que ... las tierras sobre que es este pleito ... son
muy buenas y muchas y de riego, y que si no fueran tan lejos de la contratación
de los españoles eran de mucho valor ... [f.89v]
[Quinto testigo] ... don Alonso Cabasiri, cacique principal del repartimiento de
Chayanta ...
2. A la segunda pregunta ... dijo ... que sabe que las tierras de Carasibamba ...
son de los caciques e indios del repartimiento de Macha, y que se les ha visto
poseer y labrar siempre desde su niñez, ... y que los indios que labraban las
dichas chácaras estaban poblados en un pueblo que se llamaba Uróo, que
está como media legua de las dichas tierras de Carasibamba, y que desde allí
iban a sembrar maíz y ají y algodón a las dichas tierras, y que cojían cantidad
de ello con que se sustentaban y pagaban sus tasas, y llevan algunas veces
del dicho maíz y ají y algodón al pueblo principal de Macha ... [f.90v]
3. A la tercera pregunta... dijo... que los indios labradores que hacían la sementera
en las dichas tierras después de la Visita General se mudan cada año por sus
mitas, entrando unos y saliendo otros a sus tiempos, y que los dichos indios
van a San Marcos de Miraflores todos los domingos y fiestas de guardar a
misa y a la doctrina, y que desde el pueblo de San Marcos a las dichas tierras
de Carasibamba hay tres leguas y media poco más o menos...
5. A la quinta pregunta ... dijo ... que al tiempo que Galaor de Loaysa visitó los
dichos indios de Macha y otras partes como este testigo era cacique principal y
estaba siempre con el dicho Galaor de Loaysa vió que dió a los indios de Macha
un mandamiento de amparo y los amparó en la posesión de las dichas tierras
de Carasibamba, y sabe este testigo que al tiempo de la reducción de los dichos
indios dejaron hechas sus casas en las dichas tierras de Carasibamba, y que habrá
216 Cabe notar que en esta fecha los Qaraqara ya estaban acostumbrados a comprar y vender
tierras.
TIERRA 565
ocho meses que oyó decir a los indios de Moscarí que habían visto quemadas
las dichas casas y que se les había quemado Alonso Díaz ... [f.91r]
7. A la séptima pregunta ... dijo ... que siempre van a las dichas tierras por el mes
de octubre los indios labradores a beneficiar y sembrar sus chácaras ... [f.92r]
... las tierras valdrían 6000 pesos corrientes ... [f.92v]
[Sexto testigo] ... don Baltasar Suropana, principal de Moscarí
... 70 años ... [f.93r] ...
5. A la quinta pregunta ... dijo ... que cuando y al tiempo que Galaor de Loaysa
visitó los dichos indios, oyó decir a don Juan Taquichiri, curaca de Moscarí,
que el dicho Galaor de Loaysa había dado a los dichos indios de Macha man-
damiento de amparo de las dichas tierras de Carasibamba ... [f.94v]
[Séptimo testigo] ... Pedro Aluar, residente en el pueblo de Macha ... 36 años ...
5. A la quinta pregunta ... dijo ... que estando en las dichas tierras de Carasibamba
en guarda del ganado del dicho Alonso Díaz, fué el dicho Alonso Díaz a las
dichas tierras y quemó unos ranchos que estaban en ellas, que eran de los
dichos indios de Carasibamba [f.95v] ...
6. A la sexta pregunta ... dijo ... que el tiempo que estuvo en las dichas tierras
de Carasibamba vió que fué a ellas el dicho Alonso Díaz diciendo a los dichos
indios que ellas estaban y eran suyas, y los echó de ellas, y a esta causa se
pasaron de allí a unos altos y laderas que están cerca de frente de las dichas
tierras ... [f.96r]
[Octavo testigo] ... Antonio Chiracopa de Pocoata ... 40 años ...
2. A la segunda pregunta ... dijo este testigo que se ha criado siempre desde niño
en el valle de Carasibamba y tierras sobre que es este pleito, y las conoce, y
ha visto siempre que se acuerda ser y son de los indios de Macha, los cuales
vivían en un pueblo que se llama Uróo que está cerca de las dichas tierras como
media [f.96v] [legua], iban a hacer ... [aquí el documento está roto] sementeras
de maíz ... [aquí el documento está roto], este testigo se les vió sembrar... [aquí
el documento está roto], siempre los frutos de ellas ...
3. A la tercera pregunta ... dijo ... que los indios labradores que van a hacer las
sementeras a las dichas tierras de Carasibamba se mudan por sus mitas a
tiempos entrando unos y saliendo otros, y que los dichos indios de Macha que
así van a hacer las dichas sementeras y chácaras van a misa a San Marcos de
Miraflores, y que podrá haber tres leguas y media desde las dichas tierras de
Carasibamba al dicho pueblo de San Marcos ...
4. A la cuarta pregunta ... dijo ... que al tiempo que los dichos indios de Macha
se redujeron a los pueblos donde ahora están poblados, este testigo estaba y
venía como dicho tiene al dicho valle de Carasibamba en un pueblo que se llama
Uróo, y vió este testigo [f.97r] que Galaor de Loaysa ... [roto] indios de Macha
... [roto] pleito y sabe ... [roto] que los dichos indios se ...[roto] [d]ejaron hechas
unas casas y buhíos en las dichas tierras, y después vió este testigo que fué allí
Alonso Díaz y las quemó todas, diciendo que aquellas tierras eran suyas ...
5. A la quinta pregunta ... dijo este testigo que estando en el dicho valle de Ca-
rasibamba fué allí Melchor del Castillo, corregidor de este partido que fue, a
566 QARAQARA - CHARKA
pedimento de los indios de Macha con una provisión real, y los amparó en la
posesión de las dichas tierras, y deshizo un buhío y un corral de vacas que
el dicho Alonso Díaz tenía hecho en las dichas tierras, y que luego los dichos
indios hicieron allí sus casas, y después de todo esto hecho el dicho corregidor
se fué, y los dichos indios se quedaron en las dichas tierras y casas ... [f.98r]
9. A la novena pregunta ... dijo ... que en el repartimiento de Macha hay gran
número de indios de los cuales habrá 1000 indios que pagan tasa y que por
todo, chicos y grandes, mujeres y niños y viejos, a su parecer de este testigo
habrá como 8000 ánimas, y que sabe este testigo que tienen necesidad grande
de todas sus tierras para su sustento y pagar sus tasas, en especial éstas sobre
que es este pleito, por ser las mejores que los dichos indios de Macha tienen
...
10. A la décima pregunta ... que a su parecer si se hubiesen de vender daría 7000
pesos corrientes ... [f.98v]
12. A las doce preguntas ... dijo ... que oyó decir al dicho Alonso Díaz habrá cuatro
meses poco más o menos que las tierras de Chinchibamba eran suyas y que
él tenía título de ellas, y que las dichas tierras de Chinchibamba estaban ubi-
cadas como una legua de las de Carasibamba, ... y sabe que las dichas tierras
de Chinchibamba son de los indios de Caracara y las de Carasibamba de los
indios de Macha ... [f.99r]
13. A las trece preguntas ... dijo ... que Pedro López de Armesto y Andrés Gon-
zález ... vivían y posaban juntos en una casa, y comían y bebían como tales
amigos en el pueblo de Uróo, y que sabe este testigo y vió que antes que el
dicho Alonso Díaz pidiese las dichas tierras de Carasibamba las fueron a ver
dos o tres veces, ... y que entiende este testigo por muy cierto que por ser tan
amigos como eran los susodichos del dicho Alonso Díaz, le dieron el parecer
y posesión de ellas ... [f. 99v]
[Noveno testigo] ... don Juan Acarapi, cacique de Oroa217 ... 50 años ... [f.100r]
2. A la segunda pregunta ... dijo ... que ... [aquí el documento está roto] cerca de
las tierras de Carasibamba ... en un pueblo que se llama Uróo, y que sabe que
las dichas tierras son propias de los dichos indios de Macha, ... y las sembraban
de maíz y ají y algodón en mucha cantidad, con que se sustentaban y vestían
y pagaban sus tasas, y que sabe y vió este testigo que del dicho repartimiento
de Macha ordinariamente estaban allí 40 indios en un pueblo que se llama
Uróo, para labrar las dichas tierras y hacer sus sementeras y chácaras, y que
el dicho pueblo tenía una iglesia que algunos días venía allí a decirles misa el
clérigo que estaba en Pichibisa218 ... [f.100v]
4. A la cuarta pregunta ... dijo ... que al tiempo que se redujeron por orden del
dicho Galaor de Loaysa a los pueblos donde ahora viven, dejaron hechas sus
casas para los labradores de las dichas tierras, y después de esto habrá seis
meses que este testigo fué a las dichas tierras de Carasibamba, ... vió este
testigo que las casas que los dichos indios de Macha habían dejado allí hechas
quemadas ... [f.101r]
7. A la séptima pregunta ... dijo este testigo que oyó decir habrá cuatro meses a
un indio de Copoata que los indios labradores que por sus mitas van a hacer
chácaras y sementeras a las dichas tierras de Carasibamba estaban poblados
y vivían en un pueblo que se llama Mojocoya, ... [f.101v] y sabe este testigo
que los indios labradores que así van a labrar las dichas tierras de Carasibam-
ba van siempre por el mes de octubre, que es cuando se mudan, y están allí
hasta coger la sementera, y después el año adelante están otros por el mismo
tiempo, y que de esta manera nunca van en tiempo peligroso a las dichas
tierras, ... [f. 102r–v] ... valen 6000 pesos ... [f.103r]
[Décimo testigo] ... Baltazar Quispe, indio del repartimiento de Macha ... 50 años
... [f.103v]
2. A la segunda pregunta, ... antes de la Visita General era indio mercader,219
y no estaba visitado, y pasaba muchas veces por el dicho valle y tierras de
Carasibamba, e iba a las dichas tierras a rescatar maíz, ají y otras cosas, y vió
que los dichos indios de Macha sembraban las dichas tierras de maíz y ají y
algodón... [ff.104r–105v] ... 9000 ánimas ... [f.107r]
[Onceavo testigo] ... Hernando Pariguana, indio residente en Aullagas ... 50 años
... [ff.107v–109r]
... labradores que así van [de Mojocoya] a hacer las dichas chácaras y labranzas
a las dichas tierras van siempre en los tiempos necesarios para la dicha labor
y no en otro tiempo alguno ... [f.109v]
... valen 10.000 pesos ... [f.110r] ...
12. A las doce preguntas ... dijo ... que ha oído decir a muchas personas que el
título que el dicho Alonso Díaz tiene de las tierras que le hizo merced el cabildo
de la ciudad de La Plata no es de las tierras de Carasibamba sino de las de
Chinchibamba, que está una legua de las de Carasibamba, ... y que las dichas
tierras de Chinchibamba son de los indios Caracaras, y que este testigo nunca
supo ni oyó decir que el dicho Alonso Díaz citase ni hiciese saber a los dichos
indios de Macha ni de Caracara ... [f.110v–111r]
[Doceavo testigo] ... Pedro Yucra ... 50 años...
2. A la segunda pregunta ... dijo ... que las tierras ha visto labrar y sembrar a los
dichos indios desde 17 años a esta parte ... [ff.111v–113v] ... 9000 ánimas ...
1400 indios que pagan tasa ... [f.114r–v] ...
[Treceavo testigo] ... Juan Curillo, residente en el valle de Guaycoma ... 70 años
... [f.115r]
2. A la segunda pregunta ... había indios labradores ... en cantidad de 20 indios
... [ff.115v–123r]
219 Para pagar la tasa muchos indios desarrollaban actividades comerciales fuera de su reparti-
miento. En los padrones de los tributarios estos indios a veces quedarían como ausentes o
se anotarían en sus nuevos lugares de residencia (por ejemplo, como yanaconas del Rey en
Potosí). Ver Saignes, “Notes on the regional contribution to the mita in Potosí…” (1985).
568 QARAQARA - CHARKA
[Décimosexto testigo] ... Pedro Curisavana, indio natural de Quillacas ... 40 años
... [f.123v]
2. A la segunda pregunta ... de ordinario estaban 50 indios labradores poblados
en un pueblo que se llama Uróo ... [f.124r]
6. A la sexta pregunta ... que el dicho Alonso Díaz ... deshizo diez ranchos que
los dichos indios de Macha allí tenían hechos... [f.124v] ... [Mojocoya una legua
de Carasibamba y dos y media leguas de San Marcos] ... [ff.125r–129v] ...
[Décimo octavo testigo] ... don Pedro Vilca indio principal del repartimiento de
Moromoro ... 90 años ... [f.130r] ...
... 40 indios labradores que hacían las chácaras ... los cuales vivían en un pueblo
que se llama Uróo que está media legua de ellas ... [ff.130v–132r] ...
[Décimonoveno testigo] ... Diego [roto] ... 40 años ... [ff.132v–133v]
... sabe este testigo que hay mucha cantidad de indios, porque este testigo ha
visto la iglesia y con ser muy grande no cabían en ella ... [f.134v]
[Pedro Soto y Andrés Tanquiri presentan más testigos]
Y después de lo suso dicho en el dicho valle de Guaycoma a 28.x.1579 ante el
señor corregidor ... aparecieron presentes los dichos don Pedro Soto y don
Andrés Tanquiri, caciques principales del dicho repartimiento de Macha ...
[ff.135r–137r] ...
[Preguntas] Añadidas [ff.137v–138r]
[Presentación e interrogación de nuevos testigos]
[don Francisco Ynga nombrado intérprete, 10.xii.1579]
... en el dicho valle de Comuru 10.xii.1579 ... [f.138v]
[Primer testigo] ... don Fernando Guarayo, cacique principal del repartimiento de
Caracara ... 60 años ... [f.139r]
2. A la segunda pregunta ... del repartimiento de Caracara ... [aquí el documento
está roto] y límites de ellos están y confinan con las tierras de los dichos indios
de Macha por la parte de las tierras contenidas en la pregunta, ... y de ordinario
estaban y residían en las dichas tierras tres o cuatro indios que tenían hechas
y pobladas otras tantas casas y estos eran uchucamayos220 del dicho reparti-
miento de Macha, que de ordinario estaban y residían en las dichas tierras y
sembraban el dicho ají y algodón y otras legumbres... [f.139v]
... [cuando vino la reducción] los indios que estaban en las dichas tierras de
Carasibamba fueron a poblar al dicho pueblo de San Marcos, pero no obstante
esto dejaron sus casas hechas, e iban y venían a ellos y a hacer sus chácaras,
y en este tiempo estaba el dicho Alonso Díaz en Poroma y tenía allí su chácara,
y oyó este testigo decir a indios de su repartimiento que están cerca de las
tierras sobre que es este pleito que para ... [roto] el dicho Alonso Díaz les había
quemado las dichas casas, ... [f.140r]
7. A la séptima pregunta dijo que ... yendo este testigo algunas veces al dicho
pueblo de San Marcos de Miraflores con el corregidor Melchor del Castillo,
vió en él de los indios que residían en las dichas tierras de Carasibamba que
venían a misa y también ha visto que indios del pueblo de Mojocoya van y
vienen a las dichas tierras de Carasibamba a sembrar sus chácaras de ají y
algodón ...
8. A la octava pregunta ... dijo este testigo sabe que los indios del dicho repar-
timiento de Macha están reducidos y poblados en Macha y San Marcos de
Miraflores, y el dicho pueblo de Macha es tierra puna y muy fría, y en ella no
se da sino papas, y en San Marcos asimismo es tierra estéril, y que se da en
él mal el maíz, y por esta causa tienen los dichos indios necesidad de ir lejos
de los dichos pueblos a hacer sus chácaras y semen- [f.140v] teras ...
10. A la décima pregunta ... dijo ... que las dichas tierras de Carasibamba ... son
llanas y muy buenas, y que están en ellas sacadas dos acequias de agua muy
buena ... se dará en ellas cualquier género de comida que quisieran sembrar
... [f.141r] ... [f.141v]
[Segundo testigo] ... Domingo Caguasiri, indio natural del repartimiento de Cara-
cara ... [f.142r]
2. A la segunda pregunta ... las tierras de [este testigo] están y alindan con las de
Macha sobre que se trata este pleito, ... más de 10 indios que tenían en ellas
hechas sus casas ... [f.143r]
8. A la octava pregunta ... en el pueblo de San Marcos aunque se da maíz no es
tan bueno como él que se da en las dichas tierras de Carasibamba ... [ff.143v–
144r]
Añadidas
[? testigo] ... [roto]
2. A la segunda pregunta ... dijo ... que ... ha visto el asiento que la pregunta dice
donde los dichos indios de Macha están poblados en las dichas tierras de
Carasibamba, el cual es en las cabezadas del dicho valle, tierra que participa
de puna, ... y se da en ellas papas, y es asiento muy sano y bueno porque a
la continua corre mucho aire ... [f.144v–145r] ...
[? tercer testigo] ... [roto]
2. A la segunda pregunta añadida dijo ... que ... este testigo vió que al principio
del dicho valle y tierras de Carasibamba, junto donde se sacaba el acequia
para el riego de él, estaban hechas tres casas y en ellas estaban dos indios
con sus mujeres y hijos en las dos casas, y en la una una india vieja, no supo
este testigo si tenía marido o no más de que en aquella sazón vió el temple
donde estaban las dichas casas, y le pareció a este testigo ser muy bueno
porque hacía frío y participaba de tierra puna y de muy buen temple, porque
corría mucho aire por todo el valle, que es tierra ancha y muy abierta con muy
buenas laderas, y cuando este testigo fué la ... [roto] otra vez a ellas, ya habían
pasado los dichos indios al pueblo de San Marcos y andaban en la reducción
... [f.145v]
[? testigo] ... natural de Choroma [?] [f.146r]
2. A la segunda pregunta... este testigo vió que había ... [roto] junto donde se toma
y saca la acequia para regarlos como diez casas hechas, donde habría obra
570 QARAQARA - CHARKA
de diez indios que eran recién venidos de Macha a la mita de sus chácaras, y
las estaban haciendo...
[? testigo]... Domingo Limache Inca ... [f.146v.]
... estando este testigo en el valle de Poroma fué este testigo dos veces a
las tierras del valle de Carasibamba, ... y vió en ellas sacadas las acequias, y
que los indios de Macha tenían allí hechas sus chácaras de ají y algodón, y al
principio del dicho valle había hechas dos o tres casas que los indios tenían
pobladas, y desde el pueblo de Uróo vió este testigo que venían los indios a
beneficiar las dichas tierras de Carasibamba ... [ff.147r–148r]
[? testigo] [?] [roto] ... [148v]
... Visita General este testigo vió ... [roto] diez indios con sus casas hechas, ...
[roto] -os y mujeres de cada ayllu de los indios de Macha un indio, porque son
los dichos indios diez ayllus, y estos diez indios estaban y residían y sembraban
y beneficiaban las dichas tierras a la continua, y aquellos indios los llamaban
los uchucamayos,221 y después de la visita este testigo vió que los dichos indios
se trocaban y mudaban por sus mitas, y todos los domingos y fiestas iban a
misa al pueblo de San Marcos, ... que distaría de las dichas tierras como cinco
leguas... [ff.149r–150r]
[? testigo] ... Juan de Mendoza ... [ff.150v–151v]
6. A la sexta pregunta ... vió este testigo que de temor del dicho Alonso Díaz los
dichos indios se pasaban del asiento donde estaban más arriba casi un cuarto
de legua a un altillo, y allí hicieron cinco o seis casas donde se metieron ...
7. A la séptima pregunta dijo que ... ha visto el dicho pueblo de Mojocoya y ha
estado en él muchas veces, y es tierra sana y medio puna, y desde él ha este
testigo visto ir a los dichos indios por sus mitas a beneficiar y sembrar y coger
las dichas tierras de Carasibamba ... [ff.152r–154v]
221 El texto señala la residencia “a la continua” (en el pueblo de Uro) de los diez uchucamayo,
uno para cada ayllu, en el tiempo anterior a la reducción, que contrasta con el sistema de
mitayos introducido con la creación del pueblo de San Marcos (quienes parecen haber
residido inicialmente en Mojocoya). Los ayllus de Macha siguen siendo diez.
TIERRA 571
Apéndice222
Revisita de Macha de 1619
222 Incluimos esta Memoria, redactada en Macha en 1619, porque muestra que se perdieron
las tierras litigadas en Carasibamba, donde cada parcialidad tenía 25 cargas de sembradura.
También ofrece un desglose de las estancias de ganado en la puna y de las tierras de valle
restantes en San Marcos de Miraflores, por ayllu, que puede comprobarse hoy sobre el
terreno. Ver el Mapa 4.3. Para la ubicación más precisa de algunos lugares, ver Mendoza
y Patzi, Atlas de los ayllus… (1997). Para la pertenencia de las tierras en San Marcos por
ayllu y cabildo, ver también Platt, Los guerreros de Cristo… (1996 [1987]:Mapa).
223 Posiblemente la estancia “Caranga” mencionada en la cédula de la encomienda dada a
Gonzalo Pizarro, ver la Segunda Parte, Documento 3 (f.44v). Hoy un anexo de San Marcos
de Miraflores se llama Cayanga, donde el ayllu MajaQullana sigue poseyendo tierras.
224 Hoy un anexo de San Marcos de Miraflores del ayllu MajaQullana.
225 Hoy situado entre San Marcos de Miraflores y Carasi, donde sigue pertenciendo al ayllu
MajaQullana.
226 Santa Ana de Llucho, anexo de San Marcos de Miraflores. “En este Anexo residen muchos
indios de los ayllus grandes de Alacollana, Majacollana y otros…”. Libro de Fábrica de San
Marcos de Miraflores (1779, f.44r), publicado como Apéndice 1 en Platt, Los guerreros de
Cristo… (1996 [1987]).
227 Hoy sigue pertenciendo al Cabildo de Elele (anexo de San Marcos) del ayllu Wakhuata,
al otro lado del río Grande de San Marcos. Ver Mapa 4.3.
572 QARAQARA - CHARKA
nidad, y les quitó a los dichos ayllos muchas tierras que ha sido causa de que el
dicho repartimiento de Macha está tan pobre. Y lo firmamos
Francisco de Aguilar
don Alonso de Mendoza
don Pedro Soto
don Gabriel Fragoso Tomire
[f.12r] Relación cierta y verdadera de todas las partes y lugares en que asisten y
siembran y tienen sus ganados la parcialidad Hanansaya
El pueblo de Macha, que es el principal donde asisten;
La doctrina y pueblo de Sant Marcos a donde casi ya no tenemos indios:
el ayllo Alacollana tiene y siembran y asisten en las partes contenidas:
el anexo de Lucho el chico,235 y chácara
chácara de Chiu Chayta,236
chácara de Yuracarire,237
en Lucho el grande asisten algunos indios, y ahora tienen ya quitadas las
tierras por la Real Audiencia para Gerónimo de Frías,
las estancias de las punas a donde tienen los ganados son las siguientes:
las estancias de Guaychani y la de Toroca.238
el ayllo Sullcahavi tiene lo siguiente:
el valle de Guancarani y Charichari,239
la chácara de Tanqui,240 un pedazo de Caurica,241 un pedazo en Sapachari,
las estancias que tienen son Tororoca y Chiaraaque242 a donde tienen
sus ganados.
el ayllo de Guaracoata tiene lo siguiente:
en Yarea243 un pedazo a donde siembran,
en la chácara de Guancarani siembran un pedazo,
tienen la chácara de Sarmiuma y Paria,244
235 Hoy tres cabildos de Alaqullana siguen poseyendo tierras en Llucho, San Marcos de Mi-
raflores.
236 Hoy tres cabildos de Alaqullana siguen poseyendo tierras en Chayta, San Marcos de Mi-
raflores.
237 Hoy Yuraqari es nombre de un cabildo del ayllu Alaqullana, con tierras de valle en San
Marcos de Miraflores (Amutara; ver Mapa 4.3).
238 Hoy nombre de una estancia del ayllu Alaqullana, cabildo Pichhichua, en la puna de Macha.
239 Cf. la Quinta Parte, “Probanzas”, Documento 18 (f.381r). Hoy estas tierras siguen perte-
neciendo al ayllu Sulkhawi.
240 Hoy nombre de un cabildo y estancia del ayllu Sulkhawi, ver Mapa 4.3.
241 Hoy estancia del ayllu Sullkhawi, ver Mapa 4.3.
242 Hoy Ch’iaraqi sigue siendo tierras de pastoreo para el ayllu Sullkhawi, ver Mapa 4.3.
243 Hoy las tierras de Payluta, donde el ayllu Waraqhata sigue teniendo tierras (ver Mapa. 4.3).
244 Los dos lugares de Samuma y Paria ubicados en la jurisdicción de San Marcos siguen
siendo tierras del ayllu Waraqhata. Ver Mendoza y Patzi, Atlas de los ayllus… (1997:116).
574 QARAQARA - CHARKA
y un pedazo de Pequeñacara,
y sus estancias de la puna son Pococoya y Queyata245 a donde tienen
sus ganados.
el ayllo Taponata:
tiene la chácara de Lupi Carpani246 a donde siembran,
un pedacillo de Chauaiani,
sus estancias a donde tienen sus ganados son Amaya y Caanquira.247
[f.12v]
el ayllo Alapicha tiene:
la chácara Chictiri Chacani a donde siembran,
un pedazo en Yarea248 y otro pedacillo donde están dos indios en Popo,
a donde siembran,
sus estancias a donde tienen sus ganados son ... Chayrapata249 y Coota
y Turcuuma.250
Y éstas son las chácaras y anexos y estancias a donde tienen sus chácaras y asisten
los dos pueblos, y no tienen comunidad ninguna los dichos ayllos y parcialidad,
sino que tienen mucha falta de tierra que les quitó la Real Audiencia las que po-
seían, y ahora les quitan una chácara que se dice Lucho el grande para Gerónimo
de Frías, a donde estaban repartidos muchos indios, y tenían en el valle de Carasi
la grande esta parcialidad y ayllos 25 cargas de comunidad, y nos las quitó la Real
Audiencia, de suerte que hemos quedado sin ninguna comunidad, y por ser ciertas
y verdaderas estas chácaras y memoria, lo firmamos
Francisco de Aguilar
don Alonso de Mendoza
don Pedro Soto
don Gabriel Fragoso Tomire
245 Para los pastos del ayllu Waraqhata en Queyata, ver el Mapa 4.3.
246 Hoy Carpani son tierras del ayllu Taphunata en San Marcos de Miraflores, ver el Mapa
4.3.
247 Para los pastos del ayllu Taphunata en Caanquira, ver el Mapa 4.3.
248 Probablemente los Alapichas de K’aspikancha, ver Mapa en Platt, Los guerreros de Cristo…
(1996 [1987]), y Mendoza y Patzi, Atlas de los ayllus… (1997:116).
249 Chayrapata aparece como pueblo de reducción en la Visita de Toledo (AHP CR.18); no
tenemos más información sobre la relación entre Chayrapata y San Marcos de Miraflores
en el siglo XVI. Hoy el pueblo y sus tierras siguen pertenciendo a los ayllus Alapicha y
Majapicha.
250 Probablemente Turco, un poco más abajo de San Miguel de Aullagas, donde el ayllu
Alapicha sigue teniendo tierras. Ver Mendoza y Patzi, Atlas de los ayllus… (1997:1067).
TIERRA 575
251 Chintari: según una información de 1595, estas tierras correspondían en esa fecha al ayllu
Tapchi de los Yampara de Quilaquila; tenían media legua de largo y consistían en seis
fanegadas de maíz (tres de riego y tres de temporal), junto con los recursos en pastos y
leña. Ver Barragán, ¿Indios de arco y flecha…? (1992).
576 QARAQARA - CHARKA
dicho señor juez dijo que está presto de hacer y cumplir en todo y por todo lo que
por el dicho decreto se le manda, y firmólo de su nombre
Pedro Benitez
ante mí Juan de Portichuelo escribano
los cuales dichos tres pedazos de tierras son: desde una pampilla donde está
una peña grande al pie de una tipa,252 hasta dar con los linderos de Pedro de
Portugal Mudo, que es donde se acaban las dichas tres pampas por la parte
de arriba, y por la parte de abajo lindan con tierras de los indios de Potobamba
llamadas Chintari,
lo cual sabe este testigo porque lo ha visto ser y pasar así todo como dicho
tiene, y es la verdad so cargo del juramento que hizo, y no supo firmar, y que
es de edad de 100 años poco más o menos, firmólo el dicho intérprete y el
dicho señor juez lo firmó ...
[Segundo testigo] Después de lo susodicho, estando en las dichas tierras de la
diferencia llamadas Allactipampa el dicho 12.xi.1586, ante el dicho señor juez,
el dicho don Lope presentó por testigo en esta causa a un indio que dijo lla-
marse Alonso [f.3v] Chila, natural que dijo ser del pueblo de Calcha, del ayllo
de los Chichas, sujetos a don Fernando Chullurqui ... [y] por lengua del dicho
Francisco de Solar ... dijo
que este testigo conoce al dicho don Lope de Mendoza que le presenta y
conoció a su padre del dicho don Lope que no era cristiano, y tiene noticia
de estos tres pedazos de tierras sobre que es este pleito demás tiempo de
40 años a esta parte, y sabe y ha visto este testigo que el dicho don Lope de
Mendoza y el dicho su padre han tenido y poseido por suyas estas tierras del
dicho tiempo a esta parte, sin que los indios Yanparaes ni otra alguna les con-
tradijese a los sobredichos la posesión de estas dichas tierras, y esto ha visto
y sabe este testigo como persona que de los dichos 40 años a esta parte el
más tiempo de ellos ha estado y residido junto a estas tierras, el río Pilcomayo
de por medio, en el sitio que llaman Chintari,
y ahora por mandado del dicho don Lope que le presenta reside en estas tierras
sobre que es este pleito, y sirve al dicho don Lope, y le mira por una huerta
que tiene en estas tierras, y estas dichas tierras son y se entienden desde una
pampa que es la primera [f.4r] a la banda de Chintari, donde está una piedra
grande al pie de una tipa, y dende la dicha pampa el río arriba están otras dos
pampillas, hasta llegar a las tierras de Pedro de Portugal Mudo, y que esto que
ha dicho es la verdad ... no supo firmar, y que es de edad de 80 años poco
más o menos ...
[Tercer testigo] Y luego para la dicha información el dicho don Lope de Mendoza
presentó por testigo en esta causa a un indio que dijo llamarse Pedro Suyo,
natural del pueblo de Puna, del ayllo de Aracapa, yanacona que dijo ser del
dicho Pedro de Portugal Mudo ... y dijo
que [f.4v] este testigo conoce al dicho don Lope de Mendoza que le presenta
de cuatro años a esta parte, y del dicho tiempo tiene noticia de estas tres
pampas y tierras sobre que es este pleito, las cuales dichas tierras del dicho
tiempo de los dichos cuatro años a esta parte este testigo ha visto las ha
poseido y tenido por suyas sin contradicción de persona alguna, y asimismo
de mucho tiempo a esta parte ha oido este testigo decir a muchos indios
viejos que ha mucho tiempo que el dicho don Lope y su padre y antecesores
han tenido y poseido por suyas estas tierras, que son y empiezan la primera
pampa son de esta una piedra grande al pie de una tipa que linda por la
parte de abajo con tierras de los indios de Potobamba llamadas Chintare, y
por parte de arriba lindan con tierras y chácara del dicho Pedro de Portugal,
amo de este testigo, y que esto que ha dicho sabe y es la verdad ... y no
supo firmar ni le tocan las generales ... firmólo el dicho intérprete y el dicho
señor juez lo firmó ... [f.5r]
[Cuarto testigo] Después de lo susodicho estando en las dichas tierras el dicho día
mes y año dichos ante el señor juez de comisión, el dicho don Lope de Men-
doza presentó por testigo en esta causa a un indio que dijo llamarse don Diego
Colque Chanpi, principal de los indios Visisas de Potobamba, ... y ... dijo
que este testigo conoce al dicho don Lope de Mendoza que le presenta, y
conoció a su padre que se llamaba Oparana, que no era bautizado, demás
tiempo de 40 años a esta parte, y del dicho tiempo asimismo tiene noticia de
estas tierras sobre que es este pleito, las cuales tierras este testigo ha visto en
el dicho tiempo que las han poseido el dicho Lope de Mendoza y su padre y
antecesores quieta y pacíficamente, sembrándolas y cultivándolas y gozando
de los frutos y aprovechamientos de ellas, sin que los indios Yamparaes que
tienen tierras de la otra banda del río, ni otra persona, se lo perturbase ni es-
torbase, y si otra cosa fuera este testigo lo viera y supiera por ser como dicho
tiene principal de los indios de Potobamba, Visisas, y residir tan cerca de estas
[f.5v] tierras, porque el dicho pueblo de Potobamba estará una legua de ellas
poco más o menos, y que esto que ha dicho sabe y ha visto y es la verdad ... y
no supo firmar ... y es de edad de más de 40 años, formólo el dicho intérprete
y el dicho señor juez lo firmó ... [f.6r]
[Petición]
En las dichas tierras llamadas Chintare el dicho 12.xi.1586, ante el dicho señor
Pedro Benitez Birbiesca, juez de comisión por la Real Audiencia, y por ante mí
el escribano, pareció presente don Lope de Mendoza, principal de Tinguipaya, y
presentó la petición siguiente:
Don Lope de Mendoza principal del pueblo de Tinguipaya, digo:
que decimos a Vuestra Merced más de tiempo inmemorial a esta parte yo he teni-
do y poseido tres pedazos [de] tierras pequeñas llamados Alacte, de donde se ha
sustentado y sustenta a nuestra parte, abuelo, los cuales tierras antes y al tiempo
que entró en ellas estaban yermas y despobladas, y que persona alguna habitaba
en ellas, donde hasta ahora ha estado residiendo sin contradicción alguna hasta
que y la tenemos las dichas tierras [sic],
como Vuestra Merced ha venido de la Real Audiencia, juez de comisión, [a] amo-
jonar las dichas tierras y ahora vió por vista de ojos, y después que ésta ha hecho
información, que los testigos [de]clarados se determine,
A Vuestra Merced pido y suplico sea servido nos haya terminado para que no nos
agraviado [sic] de ninguna persona ni indio que nos mande [a]mojonar a nuestras
tierras, sobre que pido justicia para ello &ca.
don Lope de Mendoza
TIERRA 579
Y por el dicho señor juez de comisión vista, dijo que lo verá y proveerá justicia,
ante mí Juan de Portichuelo
escribano [f.6v]
[Provisión real]
Don Felipe, por la gracia de Dios Rey de Castilla, de León, de Aragón, de las dos
Sicilias, de Jerusalém, de Portugal, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia,
de Galicia, de Mallorcas, de Sevilla, de Serdeña, de Córdoba, de Anecga, de Murcia,
de Jaen, de los Alparues, de Algecira, de Gibraltar, de las islas de Canaria, de las
Indias Orientales y Occidentales, Islas y Tierra Firme, Duque de Milán y de Tiról,
&ca., a vos el nuestro corregidor del repartimiento de Nuestra Señora de Belen de
Tinguipaya, salud y gracia:
sabed que en la nuestra Audiencia y chancillería real que por nuestro mando reside
en la ciudad de La Plata de los nuestros reinos del Perú, ante el presidente y oidores
de ella se presentó la petición siguiente:
Muy poderoso señor:
don Lope de Mendoza cacique principal del repartimiento de Nuestra Señora de
Belén de Tinguipaya, por mí y en nombre de los indios del dicho repartimiento a
mí sujetos digo
que por orden y repartimiento del Inca yo y los dichos indios hemos tenido y po-
seido, tenemos y poseemos, las tierras de Chintari, en las cuales siempre nosotros
y nuestros padres y abuelos hemos tenido y tenemos nuestras chácaras de maíz y
otras legumbres, por ser las más cercanas a la reducción de Potobamba de otras
semejantes hemos repartido, que por estar cerca de Potosí son punas y estériles,
y estando de esta manera, algunos españoles e indios se nos van entrando en
ellas forciblemente, y pretenden echar de ellas los indios camayos y labradores
que tenemos, diciendo ser suyas, de que recibo notorio agravio,
pido y suplico a Vuestra Alteza sea servido mandarme librar vuestra real provisión
para que el corregidor del partido, hallando por evidencia o averiguación ser mías
y de los dichos mis sujetos las dichas tierras de Chintare, nos ampare en todas ellas
sin dar lugar a que los dichos españoles ni otras personas no las ocupe ni tome, y
libremente nos las deje labrar y cultivar echando y lanzando de ellas a quien contra
nuestra volun– [f.7r] tad se hubiere entrado, y para ello se les asigne término con
pena y apercibimiento,
don Lope de Mendoza
Y visto por los dichos nuestro presidente y oidores, fue acordado que debíamos
mandar dar esta nuestra carta para vos en la dicha razón, y nos tuvimoslo por bien
porque los mandamos que, siendo con ella requerido por parte del dicho cacique
o indios, sepais y averigueis lo susodicho breve y sumariamente, y constando ser
verdad les ampareis y defendais en la posesión de ellas, para que las tenga y goce
y posean libremente, sin consentir que de ellas sean desposeidos sin primero ser
oidos, y por fuero y derecho vencidos, y lanzareis de ellas a aquellos que contra su
voluntad se hubieren estado, y las amojonareis y deslindareis para que cada uno
haya lo que les pertenecen, y si alguna persona se sintiere agraviado hareis que
580 QARAQARA - CHARKA
parezca ante nos a la dicha nuestra Audiencia Real, donde le será hecha justicia,
y no hagades endeal [?] so pena de la nuestra merced y de 500 pesos de oro para
la nuestra cámara.
Dada en La Plata a 1.viii.1586.
yo Juan de Iturrieta, secretario de cámara de Su Majestad ...
por Su Majestad con acuerdo de su presidente y oidores
chanciller el licenciado Juan Díaz Ortiz
[f.7v] ... En unas tierras llamadas Chintare cerca de la puente del río Pilcomayo
jurisdicción de la ciudad de La Plata 15.xi.1586, ante el ilustre señor Pedro Benitez
Birbiesca, juez de comisión por la Real Audiencia, para las averiguaciones entre
los indios de Tacobamba y Potobamba, Chaquí y Tinguipaya y Anaguayo y demás
de sus ayllos de la una parte, y Francisco Quantias de la otra, pareció presente don
Lope de Mendoza, cacique de Nuestra Señora de Belén de Tinguipaya, y en virtud
de un decreto de la Real Audiencia por el cual se manda que todas las provisiones
están despachadas en este negocio, hablen con el dicho señor juez de comisión,
y presentó ante Su Merced esta real provisión,
el dicho señor juez de comisión la tomó en sus manos y besó y puso sobre su
cabeza y dijo que la obedecía y obedeció como carta de su Rey y Señor Natural, a
quien Dios Nuestro Señor guarde [f.8r] y conserve muchos años con acrecimiento
de mayores reinos y señoríos, y en cuanto al cumplimiento que está presto de
hacer y cumplir en todo y por todo lo que por la dicha real provisión se le manda,
y firmólo de su nombre, siendo testigo Alonso Luengo y Francisco de Solar, resi-
dentes en este valle de Pilcomayo.
Pedro Benitez
ante mí Juan de Portichuelo [f.8v]
253 Ver la f.12r: las tierras fueron quitadas a los indios de Tinkipaya y vendidas con el pretexto
de que estaban a 12 leguas de su reducción y conformaban un enclave de paganos.
582 QARAQARA - CHARKA
y se proveyó y mandó por los dichos señores presidente y oidores de la dicha Real
Audiencia dar traslado a los dichos indios Charcas, y se les ha notificado la dicha
demanda ante Vuestra Merced por el escribano que presente está,
los cuales dichos indios Charcas y caciques de ellos respondieron que ellos
alegarían de su derecho ante los señores presidente y oidores en la ciudad de La
Plata sobre lo que les convenga, por la cual dicha razón queda el dicho negocio y
demanda mía pendiente con los dichos indios Charcas de Chaqui y Potobamba y
Tinguipaya, que son con quien se ha de tratar el dicho pleito, y con los indios del
ayllu Visisa mandados reducir en el pueblo de Caisa que está 20 leguas de este
río de Pilcomayo. [f.10v]
Por tanto yo en mi nombre y en nombre de los dichos mis caciques e indios y co-
munidad de los Yamparaes contradigo por aquella vía que de derecho mejor lugar
haya todos cualesquiera autos en cualesquiera manera que por Vuestra Merced
fueren hechos en favor de los dichos indios Charcas que han estado en las dichas
nuestras tierras llamadas Colocolo y Charcas [sic] y Añavaya y Chintari, que son
desde el pié de la cuesta que suben al terrasgo viniendo al río arriba, hasta dar con
los lindes de un español Mudo, con todos los altos y bajos y vertientes y vegas
del río de Pilcomayo, y hasta las tierras que poseen los yanaconas del Hospital de
Potosí, y las demás tierras que me profiero a probar a su tiempo y lugar como más
a mi derecho y de mis partes convengan.
A Vuestra Merced pido y suplico, y por la vía que a mi derecho y de los dichos mis
caciques e indios y comunidad comvenga, por la vía que de derecho mejor lugar
... [f.11r] y para ello &ca.
don Francisco Aymoro
El señor juez de comisión mandó que se ponga en el proceso
ante mí Juan de Portichuelo escribano [ff.11v...12r]
A Vuestra Alteza pido y suplico me mande volver y restituir las dichas tierras que
se me han quitado, y en caso que no ha lugar que sea, que se me rebaje del pre-
cio que pago por las dichas tierras en la cantidad que se ma han quitado, y pido
justicia y costos.
Otrosí suplico a Vuestra Alteza mande que el dicho Pedro Benitez declare con ju-
ramento como los dichos indios están en las dichas tierras sin doctrina, haciendo
sus ritos y ceremonias y otras cosas, y pido justicia
Francisco Quantias
[f.12v] En La Plata a 22.xi.1586 en audiencia pública ante los señores presidentes
y oidores la presentó el contenido.
Los dichos señores mandaron dar traslado a la otra parte y en lo demás visto se
proveerá ...
Juan de Losa
[f.2r] Testimonio
Muy excelentísimo señor virrey don García Hurtado de Mendoza, Marquéz de Ca-
ñete, señor de las villas de Aneguete y su partido, y gobernador y capitán general
en estos reinos y provincias del Perú, Tierra Firme y Chile:
por cuanto el Rey [f.2v] nuestro señor por una su real cédula me ordena y manda que
haga restituir a Su Majestad todas las tierras que cualquier persona tienen y poseen
en estas provincias del Perú sin justo y legítimo título, habiéndoles examina[do]
para ello, por ser suyo y perteneciente todo,
y que como quiera que justamente pudiera ejecutar por algunas justas causas y
consideraciones, y principalmente por hacer bien a sus súbditos y vasallos, tiene
por bien que sean admitidos a alguna cómoda composición, para que sirviendo a
Su Majestad con lo que fuere justo para los efectos en ella contenidos, y les con-
firme las tierras y viñas que poseen,
y me da comisión, poder y facultad para ello, y lo demás que la dicha real cédula
refiere, cuyo tenor sacado del original [es]
[Real Cédula]
El Rey Nuestro Señor [a] don García de Mendoza mi virrey, gobernador y capitán
general de las provincias del Perú, por cédula mía de la fecha de ésta os ordeno
254 Publicamos aquí parte de una copia de un expediente de 1905, perteneciente a don Aurelio
Choquevilca de Yura (Potosí), que incluye copias de documentos más antiguos que remon-
tan hasta 1571. La primera foja se inscribe: “Señor juez de partido: pide se le franquee a
continuación el testimonio que indica Mariano C. Flores, por los indígenas del rancho
de Corincho en el juicio ordinario seguido contra Blas Careaga ... Uyuni, diciembre 26
de 1905”. Por ser producto de múltiples copias, el texto contiene varias deformaciones,
muchas de origen republicano. Agradecemos a Roger Rasnake el habernos facilitado su
transcripción del expediente, que reproducimos en parte con la ortografía modernizada.
255 El apellido Choquevilca remonta al renombrado Mallku de los Wisijsa, don Alonso Cho-
quevilca, ver la Tercera Parte, “Tasa”, Cuadros 3.13d.i; también a don Pablo Choquevilca,
capitán de la mita (ver f.38r abajo). Ver Rasnake, Autoridad y poder… (1989).
586 QARAQARA - CHARKA
que me hagais restituir todas las tierras que [f.3r] cualesquiera personas tienen
y poseen en esas provincias sin justo y legítimo título, ... para que sirviéndome
con lo que fuere justo para poner y fundar en la Mar [sic: del Pacífico] una guerra
armada para asegurar a que estos reinos y esos y las flotas que van y vienen de
ellos no reciban daño de los enemigos como procuraban y deseaban, antes sean
castigados, se les confirmen las tierras y viñas que poseen por [el] presente acuerdo
y parecer de mi Consejo Real de las Indias,
os doy comisión poder y facultad para que, reservando ante todas cosas lo que os
pareciere necesario para plazas y pastos [f.3v] y baldíos de los lugares y consejos que
están poblados, así por lo que toca al estado presente como al que porvenir [sic] de el
aumento y crecimiento que puede tener cada uno, y a los indios lo que hubieren me-
nester para sus sementeras labores y crianzas, todo lo demás lo podreis componer,
y sirviéndome los poseedores de las dichas tierras chacras, estancias, cortijos,
caballerías y viñas y con lo que apareciere justo y razonable, según la calidad y
cantidad de las tierras que tienen y poseen sin justo y legítimo título, se las podais
confirmar y darles nuevo título de ellos,
y para que a los mismos y a otros cualesquiera que, aunque posean algunas de
las dichas tierras, chacras y estancias y viñas con buenos títulos, quisieren nueva
confirmación de ellas, se las podais conceder con las claúsulas y firmezas que
conviniere, sirviéndome por ello con lo que fuere justo y con ellos concertareis,
y otrosí para que las tierras que no han sido ocupa– [f.4r] das ni repartidas, re-
servando siempre las necesarias con los lugares y consejos poblados, y que de
nuevo conviniere que se pueblen, y para los indios las que hubieren menester y
les faltaren para sus sementeras y crianzas, y todas las demas podais dar y con-
ceder de nuevo por tierras, estancias, chacras y [ac]equias de molinos, a quien
la pidiere y quisiere mediante la dicha composición, regulándola conforme a lo
que le diere
y en caso que algunas personas rehusasen y no quisiesen la dicha composición,
procedereis con los tales conforme a derecho en virtud de la dicha nuestra cédu-
la, restituyéndose ante todas cosas en todo lo que hallárades que han ocupado y
poseen sin título válido y legítimo, y esto mismo en que me restituyeredes lo con-
cedereis de nuevo a quien os lo pidiere y quisiere mediante la dicha composición,
en la forma desuso declarada,
y todo lo que así compusieredes de nuevo yo por la presente la apruebo, concedo
y confirmo, siendo conforme a lo en nuestra cédula declarada, lo cual es mi vo-
luntad que va [f.4v] ya incorporada en los títulos, confirmaciones y despachos que
diéredes de las dichas tierras, para que mediante los dichos recaudos se tengan
por verdaderos señores y legítimos poseedores de lo que no lo son ahora,
fecha en el Pardo a 1.xi.1591
Yo el Rey
por mandado del Rey Nuestro Señor, Juan de Ibarra
provincia de los Charcas el reverendísimo maestro don Luis Lopez, obispo de Quito,
y en aquella sazón electo del Reino de la Plata, entendiendo en otras cosas tocantes
al servicio de Su Majestad en comisiones de su real persona y otras más,
le [dió] comisión para que fuese vendiendo todo lo baldío en aquellas provincias,
y que las personas que quisiesen componerse en aquello que poseyesen, tomase
composición con ellos, para [f.5r] que en las flotas navíos [sic] que habían de partir
para el Reino de Tierra Firme se enviase a Su Majestad alguna cantidad de plata de las
dichas ventas y composiciones, respecto de sus grandes y precisas necesidades,
lo cual ejecutó y cumplió así y lo que de él procedió de contador se envió a Su
Majestad en aquella ocasión;
y el dicho obispo fué repartiendo entre los naturales de aquellas provincias otra
mucha cantidad de tierras, acomodándolos en chacras y heredades como mejor
dado y le pareció convenir, conforme a la dicha real cédula,
y estando entendiendo en ésto, por la precisa necesidad que había de su asistencia
en su obispado, bajó a esta ciudad para ir cómo fué a asistir a él, y por esta causa
no se le enviaron las demás comisiones, que se han dado a los jueces comisarios
y visitadores, que enviando a las demás provincias de este reino para que las
ejecutase en la dicha provincia de los Charcas, antes habiendo mandado reveer a
personas que han [f.5v] estado en aquella provincia, y de experiencia y confianza
[en] las composiciones que hizo el Señor obispo, se les despacharon títulos y
confirmaciones de algunas de ellas,
y en otras pareció que, por no estar medidas ni declararse la cantidad de fanegadas
que eran las tierras que se componían, y otras cosas de que convenía tener razon
para las dichas composiciones, pareció que no se debían confirmar, y que en otras
que estaban compuestas en muy moderados precios se debía tratar de que se com-
pusiesen en lo que fuese justo, habiendo sobre ello tanteos y apuntamientos,
para todo lo cual conviene al servicio de Su Majestad nombrar otra persona de auto-
ridad y de mucha suficiencia y confianza, que en la dicha ciudad de la Plata y sus tér-
minos y jurisdicción, villa de Cochabamba y su corregimiento, y en los corregimientos
de Misque y Pocona, Chayanta y los Yamparaez y asiento de Porco, villas de Primiri
[sic] y Tarija, y otras partes de aquellas Provincias, entienda en todo lo susodicho
[f.6r] y ejecute y cumpla la dicha real cédula, y lo demás que a esto toca,
y arbitrando como más le pareciere que conviene en el que toca al dicho tanteo y
crecimiento que se hizo de las dichas composiciones, de que no se ha dado título
y confirmaciones como lo verá por él, lo componga de nuevo, guardando en todas
las dichas cédulas reales e instrucciones y declaraciones que sobre lo en la dicha
real cédula contenido están mandados dar a los demás jueces visitadores,
[Nombramiento]
y teniendo consideración a las muchas y buenas partes [de] don Pedro Osores
de Ulloa, corregidor que ha sido de la dicha ciudad de La Plata y villa imperial de
Potosí, y a su suficiencia, inteligencia y experiencia, y al celo que tiene de servir a
Su Majestad, se ha acordado de el acometer lo susodicho y lo demás que a esto
toca, y para ello mandé dar y dí la presente, por la cual doy poder y comisión a
vos el dicho don Pedro Osores de Ulloa, que al presente estais en la dicha provin-
cia, para que vais a las partes susodi–[f.6v] chas, y en ellas en cada una de ellas
588 QARAQARA - CHARKA
usando de los mejores medios que con vuestra prudencia sabreis dar para que
tenga efecto lo contenido en la dicha real cédula ... la guardeis, cumplais y ejecu-
teis en todo y para todos, según y como en ella se contiene y declara, guardando
las instrucciones que se envían y arbitrando en el dicho tanteo y crecimiento que
se hizo cerca de las composiciones que tomó el dicho señor obispo de que no se
despachó confirmación,
que asi mismo se os envía como mas os pareciere que conviene, de manera que
las dichas composiciones queden hechas en precios justos y convenientes, pro-
curando sacar de la composición de las dichas tierras, viñas, estancias, [ejidos] de
molinos y baldíos la mayor sustancia de hacienda que pusieredes para los efectos
contenidos en la dicha real cédula, así de contado como al fiado, y que sea a la
mayor cantidad que fuese posible de contado para que pueda ir a Su Majestad en
la primera oca–[f.7r] sión, encaminándolo todo con los buenos medios que con
vuestra prudencia sabreis dar y conviene que se den en negocio de tanta sustancia
e importancia,
reservando primero y ante todas cosas a los indios lo que hubiesen menester, y
que lo tengan por título en sus ca[j]as de comunidad, y las tierras y baldíos que
sobrasen, habiendo cumplido con lo que toca a los dichos indios, como está re-
ferido y Su Majestad lo manda, [y] lo que restare y quedare de las dichas tierras y
baldíos lo podeis componer con las personas que lo quisieren, como en la dicha
real cédula se ordena y manda,
y para la paga de lo que así se compusiere podreis mandar tomar y que se tome la
obligación, fianza y seguridad que mas conviniere de la hacienda de Su Majestad, y
de lo que así procediere de las dichas composiciones de contado, y las obligaciones,
hipotecas y fianzas que se hicieren para lo fiado, se entre para todo a la persona
que confirme a otra mi provisión que con este despacho se envíe, nombraren los
[f.7v] oficiales reales de la dicha villa imperial de Potosí, que juntamente con esto ha
de hacer oficios de alguacil mayor de esta comisión, y las demás para que lo vaya
enviando a la casa real de la villa de Potosí a la menos costa de la dicha hacienda
que se pudiere, y de lo que ahí se le entregare se le ha de ir haciendo cargo en un
libro aparte que para ello ha de haber en vuestro poder y de nuestro escribano,
y los dichos oficiales reales han de tener cuidado de enviar las dichas escrituras
a los corregidores de cada partido, para que cobren lo en ellas contenido a sus
tiempos y plazos, y lo envien a la dicha casa real todo lo que han de tener en ella
por libro y cuenta aparte, poniendo por cabeza de él esta mi provisión, y luego lo
que revisare de contado, y las obligaciones que se les entregare para lo fiado, y
en relación y a qué plazos se ha de cobrar para que todo se envie a Su Majestad
en la primera ocasión,
y la dicha persona en cuyo poder entrare el dicho dinero y obligaciones dará
certificación [f.8r] de ello a las personas con quienes hubieren hecho las dichas
composiciones, insertándolos asimismo los títulos que presentaren los originales,
quedando traslado de ellos en poder de vuestro escribano, pagándole de lo uno y
de lo otro sus derechos conforme al arancel,
y porque ha despachado provisiones para que se hagan algunas averiguaciones
de tierras, y que se traigan ante mí para tomar la dicha composición para que se
le mande proveer y ver en ello lo que convenga, y sobretodo lo que dicho es cada
cosa, y parte de ello, hareis y ordenareis y mandareis, por escrito o de palabra,
TIERRA 589
[Pregón]
En la ciudad de La Plata a 26.xi.1594, el ge–[f.10r] neral don Pedro Osores de Ulloa
dijo que aunque su merced ha comenzado a usar de esta comisión de el exce-
lentísimo virrey de estos reinos y de la ejecución de la real cédula en ella inserta,
hasta ahora por causas que le han movido de que informaré al dicho señor virrey
no la ha mandado publicar
y para que ninguna persona pueda pretender ignorancia mando que se pregone
en la plaza pública de esta ciudad y se ponga por testimonio, y lo firmo,
don Pedro Osores de Ulloa
ante mí Juan Desa escribano de Su Majestad
En la ciudad de La Plata a 26.xi.1594, en la plaza de la dicha ciudad, junto a las casas
del cabildo de ella por voz de Juan de Tarma, pregonero, a altas voces se pregonó
la provisión y comisión del excelentísimo virrey de estos reinos desuso conteni-
das de verbo ad verbum como en ella se contiene en presencia de mucha gente
que allí estaba y al di–[f.10v] cho pregón vino y fueron testigos Juan de Higueras,
Francisco García escribano de Su Majestad y Francisco de Salinas, residentes en
esta ciudad.
Juan Desa, escribano de Su Majestad
ellos hasta tanto que fuesen oidos por fuero y dere–[f.11v] cho vencidos, so pena
al español de 500 pesos de oro para la cámara de Su Majestad,
y lo firmo de mi nombre y el dicho don Carlos Seco y por los que no sabían firmar
firmó Fernando de Dueñas por cuya interpretación se les dió a entender todo
siendo testigo el dicho Fernando Dueñas
don Miguel de Cartagena
Juan Perez de Nava
don Carlos Seco y a ruego por lengua de Fernando de Dueñas.
Concuerda este expediente con su original de donde se sacó para cuyo efecto
exigió ante mi el presente escribano de Su Majestad Francisco de Zúñiga, hice un
signo.
En dicho día mes y año yo don Miguel de Cartajena le notifiqué e hice saber todo
lo contenido a don Juan Perez de Nava en su persona y de ello lo certifico don
Miguel de Cartagena.
Interprete don Fernando Dueñas
don Carlos Seco capitán.
En la villa de Potosí en 12.x.1595 yo don Miguel de Cartajena, vecino de la dicha
villa y juez nombrado por el general don [f.12r] Pedro Osores de Ulloa, juez de
comisión por el Rey nuestro señor para lo tocante a materia de tierras, venta y
composición de ellas,
en cumplimiento de la comisión a mi dada para el efecto de amojonar y deslindar
las tierras y pastos del repartimiento del Espíritu Santo de Caiza y Visicsa [sic]
y darles quieta posesión de ella, me permite para el dicho efecto en tal día en
dicho paraje que faltan que deslindar y amojonar de nuevo con otras personas
y con los títulos en las manos, citadas las partes interesadas de los linderos, fuí
haciendo los amojonamientos, citaciones y otros autos en la forma y manera
siguiente ... [ff.12v–15r]
[Provisión Real]
Don Carlos, por la gracia de Dios Rey de Castilla, de León, de Aragon, de las dos
Sicilias, de Jerusalén, de Portugal, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valen-
cia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdova, de Corcega, de
Murcia, de Jaen, de Algarbes, de Alguesira, de Jibraltar, de las islas de Canaria, de
las Indias Orientales, Occidentales y Tierras Firmes de Mar Océano, Archiduque
de Austria, Duque de Borgoña, de Brabante, de Milán, Conde de Abspurgo, de
Flandes, Tiról, de Barcelona, Señor de Viscaya, de Arjel, de Molina, Nuestro Rey,
etc., [y] la Reina doña María de Austria su madre, como su tutora y gobernadora
de dichos reinos y señoríos,
a vos el nuestro corregidor de la provincia de Porco a quien cometemos la eje–[f.15v]
cución y cumplimiento de lo que obrare se hará mención, salud y gracia:
sabed que en nuestra Real Audiencia y Cancilleria Real que reside en la ciudad
de La Plata del Perú ante el nuestro presidente y oidores de ella se presentó la
petición y sus documentos formales que con el decreto en su virtud proveido es
como sigue:
592 QARAQARA - CHARKA
[Posesión]
En la ciudad de La Pla–[f.17v] ta en 7.ix.1596, el capitán y caciques principales del
repartimiento y pueblo de Espíritu Santo de Caiza, ante los señores presidentes y
oidores de esta Real Audiencia, en audiencia pública, se presentó esta posesión
[y] los dichos señores mandaron se despachase esta provisión real para que el
señor corregidor de la provincia de Porco, don Pedro Osores de Ulloa, como juez
de comisión por el Rey nuestro señor, y con un secretario de esta ciudad de La
Plata, reconozcan como indios constituidos de origen, [y] les ampare en la posesión
para el uso de su derecho, notifíquesele se abstengan de inferir bajo de la pena de
500 pesos de oro en multa a los intrusos, con un mes de cárcel y lanzar los que se
hubieren entrado en tierras ajenas, inmediatamente les restituyen y dejen libres en
el uso de sus terrenos que expresa, y [si] alguien tuviere que pedir [f.18r] lo haga
ante vos el dicho corregidor.
Andres Valsunes ... [ff.18v–19r]
[Auto]
Por el gran canciller Pedro Pinero, proveo y rubrico lo desuso el señor don Pinero
caballero de la real y distinguida orden de Don Carlos por la gracia de Dios del
Consejo de Su Majestad presidente de ejército y de esta provincia, con las demás
comisiones del real servicio, con dictamen de su oidor como general el señor doctor
don Alonso de Solórzano del Consejo de Su Majestad de esta Real Audiencia del
distrito de la ciudad de La Plata, en el día de su fecha.
Ante mí Andres Valsanes escribano ...
En cuya conformidad y para que el auto suso inserto tenga [f.19v.] su puntual cum-
plimiento, el referido escribano don Francisco de Zúñiga, como secretario real de
esta Real Audiencia del distrito, pasará incontinente al pueblo de
Puna a emplazar a los autores de sus tierras, y de igual modo a los gobernadores
de los curatos, para que en su virtud lo determine lo que fuere de justicia.
Doctor don Alonso de Solórzano, oidor uno.
Ante mi Andrés Valsanes, Secretario de Su Majestad y de Cámara.
En dicho día mes y año yo el presente secretario cité a don Carlos Seco, capitán y
gobernadores de los indios Charcas del pueblo del Espíritu Santo de Caiza, en su
persona lo hice saber lo contenido, de que doy fé.
Andres Valsanes ...
Señor natural, ... y entendido su efecto mandó se guarde y cumpla como en ellas
contiene,
y para hacer la mensura que contiene dicha real provisión mandó se citen las partes
circumvecinas a los dichos mojones de las partes interesadas, para que se hallasen
en cada uno con sus respectivos títulos, en donde [f.20v] pidan, para 12 días de
este presente mes y año, con apercibimiento que de no parecer para dicho día Su
Merced hará dicha mensura con los títulos de Castilla de don Carlos Seco, capitán
y gobernador del pueblo de Caiza, sin los más citar ni llamar
así lo proveyo mando, y firmo yo
don Francisco de Zúñiga,
escribano de Su Majestad en la ciudad de La Plata.
Testigo Pedro Mariano de la Serda.
En el asiento de Porco en 12.ix.1596 yo el general don Pedro Torres [sic] de Ulloa
visitador de las tierras de la provincia de los Charcas distrito de la Real Audiencia
de La Plata y juez de comisión tocante a materia de tierras venta y composición,
habiendo visto esta comisión y provisión real de Nuestro Rey y Señor y la real
cédula la tomó en sus manos ... y dijo [f.21r] que está pronto de cumplir y eje-
cutar lo que por ella Su Majestad y el dicho Señor le mandan y lo firmó de su
nombre siendo testigos Fernando de Dueñas, Juan de Velasco, don Miguel de
Cartagena.
Don Pedro Osores de Ulloa.
Ante mi Francisco de Zúñiga,
escribano de Su Majestad y de cámara.
[Auto de entrega de las tierras de Caiza]
En la villa de Talavera de Puna en 6.x.1596 yo el general don Pedro Osores de Ulloa
visitador y juez de comisión ... digo
que por cuanto de las tierras de Su Merced adjudicadas a los repartimientos de
dichos pueblos, se ha de servir a Su Excelencia de estos reinos, por cuanto el Rey
... me ordena y manda que haga restituir a Su Majestad todas las tierras [f.21v]
que cualesquier personas tienen y poseen en esta provincia del Perú y de estos
reinos ... relación y testimonio de sus originales para que se sirva de confirmarles
y autorizárseles, ... los ha hecho escribir y asentar en este libro las dichas tierras
de la calidad y nombre de ellas en los amojonamientos y deslindes ...
que desde ahora y de aquí adelante los dichos repartimientos e indios del pueblo de
Caiza sean amojonados en todo ello, para que la gocen y tengan por suyas [f.22r] ...
y hayan como bienes de comunidad, y según que les están señalados en la dicha
dación y autos que suso van incorporados, ... que persona alguna les inquiete ni
perturbe en la dicha posesión y amojonamiento y que los corregidores, administra-
dores, caciques ni otras personas no puedan arrendar ni quitar lo ajeno ...
firmado por Pedro Osores de Ulloa. [f.22v]
[Auto del Virrey confirmando título de posesión]
En la ciudad de La Plata a 12.x.1596 yo el virrey Juan Ibarra, por mandato del Rey
Nuestro Señor, habiendo visto estos títulos y autos de deslinde, amojonamiento y
reparticiones de las tierras del pueblo del Espíritu Santo de Caiza y Nuestra Señora
TIERRA 595
tierras de Puruesi palca chico nirri Tasatoma hasta Caltama,256 cabe en ellas ocho
cargas de sembradura y 10 de papas; están dos leguas de la reducción.
tierras de Chacti caben en ellas tres cargas de maíz de sembradura y 10 de papas,
están dos leguas de la reducción.
las tierras de ... cabe en ellas dos cargas de maíz de sembradura y 10 [f.25v] de
papas;, están de la reducción tres leguas.
tienen los indios del dicho pueblo por pastos y estancias y hato de vacas a un lugar
llamado Hichai maquila, están en ella las vacas de tres repartimientos, Chaqui,
Visissa y Tacobamba.
los pastos y dehesas de Atyacheco Quirquincho palca donde pastean los indios
que están reducidos en el pueblo de Yura, sin ganados.
los pastos de Cucolluco donde tienen los ganados los caciques y principales e
indios que residen en la villa de Potosí y Porco en las mitas.
el pasto de Tarachiqui para sus ganados, por estar más cerca del pueblo de Yura.
las tierras de Guatache, caben en ellas cuatro cargas de maíz de sembradura y 20
de papas; hay de la reducción tres leguas;
don Pedro Osores de Ulloa
[Orden de amojonamiento]
El general don Pedro Osores de Ulloa, juez de comisión por el Rey Nuestro Señor
..., por cuanto don Carlos [f.26r] Seco y don Juan Chagua, don Baltazar Quirina
y don Juan González Aricama, caciques principales del repartimiento de Visicsa
de la corona real, por pensión que ante mi presentaron, me hicieron relación que
el reverendísimo obispo de Quito, juez de comisión de Su Majestad, había dado
comisión a Juan Fernández Presbítero para que fuese al dicho repartimiento y re-
partiese las tierras necesarias a los indios, de que había hecho ciertos memoriales
y repartimientos contenidos en el título de que hacía presentación, los cuales había
adjudicado al pueblo de Caiza y Toropalca y Yura, la cual dicha repartición confirmó
el dicho obispo, dándole por buena,
y que por causa de no habérsele amojonado las dichas tierras se les entraban
en ellas españoles e indios,257 y para el remedio de ello tenían necesidad de que
yo nom–[f.26v] brase persona que fuese a amojonar las dichas tierras, llevando
los títulos para que con más claridad se hiciese lo que pretendían, y me pidieron
nombrar persona de experiencia y hábil, como para cosa tan importante como era
amojonar tierras de tres repartimientos, y que por ser buena industria no hubiese
pleitos en lo de adelante, sobre que pidieron justicia,
y por mi visto lo susodicho proveyó un auto por el cual mandó notificar a don
Antonio Canseco Briseño, corregidor del dicho partido, hiciese el amojonamiento
por tenerlo ordenado y mandado, así que los tales amojonamientos los hagan los
corregidores cada uno en su partido, por evitar de costa a los naturales
256 Cf. f.31r. Se trata del sitio adonde se trasladó el huaca de Porco después del inicio de las ope-
raciones mineras de los españoles y donde se mantenía el culto regional hasta su extirpación
por el padre Hernán González en los 1570. Ver la Primera Parte, “Culto”, Documento 1.
257 Para los indios, los mojones servían no sólo para señalar un espacio propio; muchos de éstos
también eran huaca o antepasados, objetos de culto capaces de castigar a los invasores.
TIERRA 597
y estando presente el dicho don Carlos Seco, don Baltazar Quirina y don Juan
Chagua y don Juan González Aricoma, caciques principales de los dichos pueblos,
dijeron que el corregidor es–[f.27r] taba muy ocupado, y a ellos les convenía se
hiciese luego el dicho amojonamiento, y me pidieron proveyese otra persona a su
costa, que ellos ofrecían a la paga de sus salarios que por mi le fuese señalado, y
lo firmaron de sus nombres.
Y por mi visto lo susodicho, y viendo que es de tanta importancia hacerse los di-
chos amojonamientos, y que por haberse cometido por el señor obispo de Quito
a los corregidores estos amojonamientos de los indios nunca se han hecho, por
las muchas ocupaciones que tienen258
acordé de dar y dí la presente, por la cual confiando en vos don Miguel Cartagena
por ser como sois tal persona y de la calidad y confianza y habilidad que requiere
este negocio, he acordado de os le cometer, y por la presente os doy comisión, para
que con vara de la real justicia vayais y os partais al dicho repar–[f.27v] timiento
de Visicsa y al pueblo de Caiza, y con el título en la mano deslindeis y amojoneis
todas las tierras que le fueron señaladas, nombradas y deslindadas a los indios de
él, de manera que los sepan, conozcan y entiendan, alzando los mojones por las
partes que os parecieren más señaladas y perpetuas, y lanzaraeis de las dichas sus
tierras a todas las personas que se las hubieren entradas y ocupadas,
y para ello citareis a los demás indios sus circunvecinos, y a todas las demás per-
sonas que tuvieren tierras y chacras acerca de ellos, para que se hallen presentes al
dicho amojonamiento, y si alguna diferencia o pleito hubiere entre los indios de los
unos pueblos con los otros, los compondreis con vuestra prudencia, de manera que
todos queden en paz y con sus haciendas, a los cuales dareis posesión, amparán-
doles y defendiéndoles [f.28r] en ella, y todos autos y diligencias, amojonamientos
y citaciones y posesiones que les dieres lo escribireis y ordenareis por vuestra
persona, asentando dia mes y año, y testigos, sin llevar escribano por reserva de
más costa a los indios, y hechos los susodichos autos, y puestos en el título del
dicho pueblo, originalmente los traereis ante mi, para que yo vea y apruebe, y envie
al señor virrey de estos reinos para que siendo servido los confirme,
en lo cual os ocupareis 10 días, y por cada uno de ellos habeis de haber y llevar
siete pesos de plata ensayada, y los habeis de sobrar de los bienes de la comunidad
de los dichos indios y de los dichos caciques que lo pidieron, a los cuales se les
ha de recibir en cuenta de las dichas comunidades,
que para todo ello y lo de ello dependiente os doy poder cumplido cuan bastante
de derechos es necesario y yo lo tengo de Su Majestad, con todas sus incidencias,
y si favor y ayuda hubieredes menester mando a cualquier justicia de Su Majestad
y otras cualesquiera personas, españoles e indios os den el que se lo pidieredes,
so pena de cada 500 pesos para [f.28v] la cámara de Su Majestad,
fechado en el pueblo de Puna a 12.ix.1595
don Pedro Osores de Ulloa
por su mandado Francisco de Zúñiga.
258 La tarea de revisar todos los mojones era enorme y quizás no sorprenda que los corregi-
dores no siempre la hayan logrado realizar bien. Por otra parte, la excusa de estar “muy
ocupado” es ambigua, tanto en el siglo XVI como hoy.
598 QARAQARA - CHARKA
Ayllu Tatuca. Collana. Visayalla punta, el mojón de Livilivi punta, Couce uno,
vertiente de agua termal, el mojón de Chivuyo punta, el mojón de Apanaya
punta, el mojón de Cocha punta, el mojón de Yanasedillo punta, Malpaso jatun,
Queñagua, el mojón de Comullani punta, el mojón Pucara cal horno, el mojón
de Puchu casa punta, el mojón trino Panaicollo que linda entre Yura, Tolapampa
y Santiago, y va lindando con Choque vinto, al mojón de Rumi vinto, Yurac
rumi, Peña blanca, Paiconi, Capillani, de aquí va el mojón, trina de Yaritani
casa que tenía entre pueblos de Yura, Rio Blanco y Toropalca, de aquí va al
mojón de Guano Palca, de aquí va al mojón de Umapallata punta que hay un
vertiente, de allí va a Yanacaca y pasa a Pirasani, Caltama, Chaquiaba palca,
de este va tendiendo con el pueblo de Carma, y va [f.31v] a Calajari, de este
va lindando con el pueblo de Porco, y pasa a Puco-puco mojón, de aquí va al
mojón de Negra Cuesta, de aquí va al mojón de Lapastio, y va a encontrarse
con el primer mojón divisorio Carpalla ... [ff.32r–33r] ...
[Nombramiento de Josef de la Vega Alvarado como visitador]
Lima, a 14.iv.1643, atento a que ... [f.33v] ... conviene que la dicha venta y compo-
sición de tierras no se dilate por las necesidades tan urgentes que hay de socorros,
para que los envíos a Su Majestad sean cuanto mayores sea posible, y que en esa
consideración los señores don Sebastián de Alarcón y Blas Robles de Saledo259
proponense confiar a persona particular, [y] porque en la de don Josef de la Vega
Alvarado.; concurren los proteje [sic] y calidades necesarias
le nombro para la visita, medidas, venta y composición de las tierras de los distritos
de los corregimientos de Cochabamba, Pilaya, Paspaya, Tomina, Misque, Valle de
Chillón, Chayanta, Porco, Oroncota, Mataca, y Olte y Chichas con término de dos
años y 10 pesos ensayados de salarios en cada un día de los que fuese ocupados
en ida, estadía, vuelta,
y nombro por escribano a Bernardino Espinosa, con cinco pesos de la dicha plata
de [f.34r] salario al día a lo escrito, y por alguacil a don Damaso de la Puente con
otros cinco pesos ensayados de salario al día, consignados de salario en los efectos
que beneficiaran en la dicha comisión de tierras,
y le doy facultad para que pueda nombrar medidores e intérpretes a su satisfacción,
señalándoles en la misma consignación el salario que le acostumbra, y para ello
se harán los despachos por el Gobierno en la forma ordinaria.
El marqués de Mansira
por mandado del virrey, Diego Ruva de Venturiel.
Bartolomé Astete de Ulloa, contador y oidor de Su Majestad, juez oficial de su
Real Audiencia en esta provincia de la Castilla y ciudades Reyes del Perú [sic]
certifico
que hoy día que de la fecha ha pagado en esta Real Caja [a] Josef de la Vega Alva-
rado 2418 pesos y un real de a ocho por el servicio de la media anata,260 y décima
parte de 14,600 pesos ensayados de a [f.34v] 13 reales y cuartillo, que han de ganar
testimonio que presentamos, pues son nuestras y nos las repartió el dicho obispo
de Quito, y pedimos justicia.
don Diego Sirqui
don Simón Cuysuri
[f.17v] Los caciques e indios principales y alcaldes del pueblo de Tacobamba no
consientan que en sus tierras siembren ni estén indios forasteros, ni los consientan
pena de que serán castigados, y si algunos estuviesen y sembrasen en las dichas
tierras, los echen luego de ellas y cumplan lo que Su Merced el señor oidor les
dejó ordenado y mandado, con apercibimiento que se ejecutará la pena que se les
puso a los dichos caciques.
Proveyó lo decretado desuso el señor licenciado don Francisco de Alfaro, oidor de
Su Majestad, juez de la reducción general, y lo señaló en La Plata a 22.vii.1610 ...
ante mí
Alonso Navarro
[f.18v] Las tierras que el reverendísimo obispo de Quito adjudicó a los indios del
repartimiento y pueblo de Tacobamba son las siguientes, fuera de las que tenían
y les quitó y adjudicó a Su Majestad y vendió:
Primeramente, las tierras de Chacoma, que están legua y media de este dicho
pueblo, tienen tres tiros de arcabúz de largo y de ancho un tiro, es un valle
angosto cerrado de peñas, dase maíz y papas de regadío en lo bajo porque lo
alto no es de provecho, siembran ayllo Collana y Suerata, adjudicaronse a los
indios como las poseen Juan Fernández [y] Gonzalo de las Cabezas;261
Iten, una quebrada llamada Arivisa, Colpachara y Olsiri otras dos leguas poco más o
menos de este pueblo, tiene media legua de largo donde se coje maíz, siembra
un ayllo de Chialla, tiene algunas laderas, adjudicanse a los indios como las
poseen Juan Fernandez [y] Gonzalo de la Cabezas;
Otras tierras llamadas Auraqui Calmaqui que era[n] de este dicho pueblo más de una
legua, tiene de largo un cuarto de legua y de ancho otro tanto, donde se siembra
maíz y papas, algo de regadío, Juan Fernandez [y] Gonzalo de las Cabezas;
Otras tierras llamadas Puchulo y Piolo, más de una legua de largo y media legua de
ancho, donde se siembra maíz, son todas laderas, Juan Fernandez [y] Gonzalo
de las Cabezas;
Otras tierras llamadas Sanuri, más de una legua de este dicho pueblo, tienen un cuarto de
legua de largo, de maíz de temporal, Juan Fernandez [y] Gonzalo de las Cabezas;
Otras tierras llamadas Chaychari, un cuarto de legua de este pueblo, una legua de
largo, son laderas donde se siembran y cojen papas y maíz de riego, Juan
Fernandez [y] Gonzalo de las Cabezas;
Otro pedazo de tierras llamadas Chivilco y Sarotala262 Collane, dos leguas poco
mas o menos de este pueblo, tendrá media legua de largo otro tanto [f.19r]
de ancho, donde se cojen papas porque es puna, Juan Fernandez;
261 Juan Fernández y Gonzalo de las Cabezas parecen ser usurpadores de las tierras indicadas
en el documento, que después serían adjudicadas a los indios de Tacobamba por el obispo
de Quito.
262 Estas son las tierras reclamadas por los indios Killaka y Asanaqi.
TIERRA 603
Otras tierras llamadas Chillacava, Piocera, una legua de este pueblo, tiene de largo
media legua, otro tanto de ancho, donde se cojen papas y maíz y ocas de
temporal, Juan Fernandez;
Otras tierras llamadas Capissa y Turo, legua y media poco mas o menos de este
pueblo, media legua de largo y otro tanto de ancho, cojese papas y maiz en
algunas de ellas, Juan Fernandez;
Otras tierras llamadas Colo, legua y media poco mas o menos de este pueblo, tie-
ne de largo media legua y de ancho un cuarto, son laderas, sirven de huertas
algunos pedazos y lo demás de maíz;
Otras tierras llamadas Uscachalla Colo, una legua de este pueblo, media legua de largo,
es una quebrada angosta y algunas laderas donde se siembra maíz de temporal;
Otras tierras llamadas Tultaquira que están dos leguas de este pueblo, tierras de
papas y maíz temporal, que será media legua de largo y un cuarto de ancho,
Juan Fernandez;
Otras tierras llamadas Challapampa, una legua de aquí, que siembran maíz, son pocas;
Una quebrada que se llama Taquipaya Uma, que linda con tierras del General Hi-
nojosa,263 sirve de pastos;
Iten, de este pueblo de Tacobamba tienen laderas de una parte y otra que será una
legua de largo, son de pocos frutos, Juan Fernandez [y] Gonzalo de las Cabezas;
Otro pedazo que se dice Tamari y Suerari, dos leguas y
media de Potosí, donde tenemos los caballos y carneros cuando estamos [f.19r] en
Potosí sirviendo en la mita264 para proveernos de leña e ichu, Juan Fernandez
[y] Gonzalo de las Cabezas;
Mas se les adjudicaron las tierras que tienen estos dichos indios junto a la venta
de Yocalla llamadas Yurayo y Visipaya Mimi.
Concuerda esta memoria y relación con los títulos que tienen los indios del pueblo
de Tacobamba, que por todas parecen ser veinte y cinco partidas, y los dichos
títulos parecen estar firmados del capitán Pablo Alonso de Villagra, corregidor que
fue del partido de Porco, y Agustín de Madrid secretario ...
y para que de ello conste, de pedimiento de Juan Colque Cava y otros principales
de Tacobamba, saqué esta relación en Potosí.
en este dicho pueblo de 1610; digo que parecen ser todas diecisiete partidas.
Ante mí Menacho
escribano de Su Majestad
[f.20v] Muy poderoso señor:
Ver de cuyo es por la provisión.
El protector de los naturales, en nombre de Hernando Achallanqui, por sí y sus
indios del repartimiento de Asanaque de los que residen en la chácara de Sarotala,
distrito de Tacobamba, digo
263 El General Pedro de Hinojosa, encomendero de Macha y parte de Chaquí, murió en 1553;
ver la Segunda Parte, “Encomienda”, Documento 4 y Presentación.
264 Los diferentes repartimientos y las “capitanías” que servían en la mita de Potosí general-
mente compraron tierras cercanas para sustentar a sus mitayos.
604 QARAQARA - CHARKA
que teniendo las dichas mis partes la dicha chácara y tierras de tiempo inmemorial
a esta parte, sembrándolas para se sustentar y acudir a los ingenios y minas de
Potosí, los indios del dicho pueblo de Tacobamba, visitando aquél partido el señor
licenciado don Francisco de Alfaro, pretendieron echar a mis partes de las dichas
tierras con ocasión de la reducción que se hacía, y por se informar el dicho señor
oidor la antigüedad de tiempo que había de que mis partes poseían las dichas tie-
rras, y ser continuamente al servicio del Rey nuestro señor [y] buen despacho del
cerro e ingenios de Potosí, que los dichos indios asistiesen en las dichas tierras,
les mandó quedar en ellas hasta que el señor virrey proveyese otra cosa,
y como los dichos indios de Tacobamba vieron que por este camino no podían
conseguir su mal intento, ocurrieron a esta Real Audiencia, y con siniestra rela-
ción que hicieron, diciendo que mis partes eran forasteros, y que se les habían
entrado en sus tierras, y otras cosas, de que se les dió provisión para echar a mis
partes, lo cual no hubo lugar ni se debió proveer, conforme a la relación que hacen
los dichos mis partes, y así de cualquier proveimiento que se haya hecho en su
perjuicio suplico para que se enmiende y revoque, y que sean oidos antes de ser
desposeidos de sus propias tierras y hacienda ...
pido y suplico mande se despache provisión real a mis partes, para que hasta tanto
que sean oidos [f.20v] en esta Real Audiencia, y por fuero y derecho vencidos, no
les desposean de las dichas tierras, y les dejen sembrar y cojer en ellas, como hasta
aquí lo han hecho, y si tuvieren que pedir ocurran a esta Real Audiencia, pues es
justicia que pido y en lo necesario etc.
doctor Avendaño
don Rodrigo de Illescas
En La Plata 29.iv.1611, en audiencia pública ante los señores presidente y oidores,
se presentó esta petición, y los dichos señores mandaron traer los autos que hizo
el señor licenciado don Francisco de Alfaro, y los demás que hubiere.
doctor de la Barrera de Aiala
Encomiéndase este proceso al licenciado Quijarro, relator de esta Real [Audiencia]
en La Plata a 20.v.1611
Los autos que hizo el señor don Francisco se traigan y los demás que hubiere.
[f.21r]
Petición [de] don Juan Colque sobre los indios Quillacas que están
en las tierras de Guache
Don Rodrigo de Illescas, protector de los naturales, en nombre de don Juan Colque
cacique principal del repartimiento de los Quillacas y Asanaques y de los demás
indios del dicho pueblo, digo
que en la visita que Vuestra Merced hizo en el valle de Sipuro mandó que los in-
dios Quillacas y Asanaques que dijeron estar en las tierras comarcanas del dicho
pueblo se fuesen a su reducción de los Quillacas y Asanaques, como se contiene
en el auto por Vuestra Merced proveido a que me refiero, el cual de justicia se ha
de declarar no deber proceder, atento a que tan solamente acuden a la labranza
de las tierras que los dichos indios Quillacas y Asanaques tienen en el asiento de
TIERRA 605
Sarotala, Guache y sus anejos siete indios Asanaques y un Quillaca, los cuales están
amparados en las dichas tierras por Pedro de Zárate, visitador general que fue de
la provincia de los Quillacas y Uroquillas por comisión del señor don Francisco de
[f.21v] Toledo, virrey que fue de estos reinos, como consta de este mandamiento
de amparo dado a mis partes por el dicho visitador en 27.viii.1573 de que hago
presentación,
y como quiera que los dichos indios hayan sido visitados y empadronados en las
dichas tierras desde la Visita General del dicho señor virrey don Francisco de Toledo,
no es justo que los dichos mis partes, estando amparados en las dichas tierras por
el dicho visitador, las dejen y se las ocupen otras personas,
que de ellas, por estar cerca de la villa de Potosí, tienen aprovechamiento de las
papas y ocas, quinua y otras cosas para su sustento y paga de tasas,265 y es notorio
que en cojiendo sus comidas se van los dichos indios a sus [f.22r] pueblos donde
residen la mayor parte del año,
que los indios que están en la comarca de las dichas tierras pretenden, y en espe-
cial los caciques de Tacobamba que dieron memoria a Vuestra Merced contra mis
partes, entrarse en las dichas tierras habiendo ausencia los dichos mis partes, a
que no se debe dar lugar,
a Vuestra Merced pido y suplico atento a lo dicho declare y dé por mandado el
dicho auto, y mande que en conformidad de dicho mandamiento de amparo del
dicho visitador general se estén los dichos mis partes en sus tierras, para que libre-
mente las cultiven y alzen como las han alzado de tiempo inmemorial a esta parte,
y de la dicha Visita General, que basta ... para dejarlos estar en las dichas tierras, y
no se dé lugar a que se entren otras personas en ellas, de que resul– [f.22v] tarán
muy grandes daños a mis partes, proveyendo en el caso remedio conveniente y
justicia, la cual pido ...
licenciado Antonio de Escobar
Decreto
Dáse licencia a los nueve indios Quillacas y Asanaques de Condo Condo y Challa-
pata, que el señor oidor mandó se fuesen del pueblo de Tacobamba a su reducción,
de donde son naturales, para que cojan sus cosechas y comidas este año, para lo
cual les dió de plazo de aquí a fín de julio de 1610,
y los principales de sus pueblos y parcialidades traigan y exhiban recaudos bastan-
tes, dentro de dos meses que corran desde hoy, de la propiedad que tienen a las
tierras de Sarotala, Guache y sus anexos, y qué indios residen en ellas, y la forma
y manera que re– [f.23r] siden, para que se provea lo que más convenga.
Proveyó y mandó el decreto desuso el señor licenciado don Francisco de Alfaro,
oidor de Su Majestad en la Real Audiencia y chancillería de La Plata, a cuyo cargo
está la reducción general
y lo señaló en La Plata a 21.iv.1610
ante mí Pedro de Ávalos receptor
265 Los Killaka y Asanaqi tenían tierras en el altiplano, cerca de sus reducciones; estas tierras
eran de puna seca y pastoreo, donde las posibilidades agrícolas fueron restringidas.
606 QARAQARA - CHARKA
Mandamiento
Pedro de Zárate, visitador general de la provincia de los Quillacas, Asanaques y
Uroquillas y sus sujetos por Su Majestad etc.
por cuanto ante mi pareció don Juan Colque Guarache, cacique principal del reparti-
miento de los Quillacas y Asanaques, en voz y en nombre de los demás principales
indios del dicho repartimiento, y me hizo relación diciendo que de más tiempo de
veinte años a esta parte [f.23v] ciertos indios Quillacas y Asanaques a él sujetos
tenían ciertas chácaras de sembrar papas en el asiento de Guache y Sarotala, don-
de siempre han sembrado papas para su sustentación, y que a los indios que allí
estaban entendiendo en el beneficio de las dichas chácaras estaban mandados por
mí poblar y reducir a la dicha provincia de los Quillacas, y se teme que saliendo los
dichos indios de las dichas chácaras se entrarán en ellas otras personas, y se las
tomarán, en lo cual recibirán sus indios agravio por la necesidad que tienen de las
dichas tierras para sustentación de los indios de sus repartimientos y que residen
en Potosí para la paga de sus tasas,
que me pedía y pidió [f.24r] mi mandamiento de amparo de las dichas tierras y
chácaras en que así los dichos sus indios han sembrado y poseen del dicho tiempo
a esta parte, sobre que pidió justicia
el por mi visto le mandé dar y dí el presente por el cual en nombre de Su Majestad
amparo a los dichos indios en la posesión que han tenido y tienen de las dichas
chácaras susoreferidas y mando que ninguna persona se las entren y tomen ni
perturben sin ser oidos y por fuero y derecho vencidos, y si sobre ello algunas
personas tuvieren que decir y alegar parezcan ante mí que yo les oiré y guardaré
su justicia
hecho en La Plata a 27.viii.1583
Pedro de Zárate por mandado del señor Visitador General
Gómez de Sanabria escribano
En la ciudad de La Plata a 12.– [f.24v] viii.1592 ante don Pedro Osores de Ulloa,
corregidor y justicia mayor en esta dicha ciudad y provincia por Su Majestad, la
presentó el contenido
El dicho corregidor mandó a mí, el presente escribano, dé al dicho don Diego Malco
un traslado autorizado de la visita que pide ante mí Pedro de Cervantes, escribano
de Su Majestad, en cumplimiento de un padrón que para este efecto ante mí exhibió
un indio que dijo llamarse don Diego Malco, e hice sacar y escribir la visita de que
se hace mención en la petición desuso, que es como se sigue:
[Visita de Pedro de Zárate al ayllo Hilavi de Hanansaya de los Asanaques]
En [f.25v] el asiento y pueblo llamado Chiucori del repartimiento de los Asanaques, a
28.v.1573, el dicho señor Pedro de Zárate visitador general susodicho, continuando
el padrón de los indios de este dicho repartimiento por la forma susocontenido, visi-
tó las casas e indios del ayllo llamado Hilavi de Hanansaya en la forma siguiente:
ante mí Gómez de Sanabria escribano
1. Don Fernando Achallanqui principal de este ayllo Hilavi de 38 años, su mujer
Catalina Cuisuta de 38 años, está en Potosí, tiene un hijo legítimo llamado
Andrés Choquechambi de 2 años, está con su madre;
2. y tiene tres cabezas de ganado de la tierra.
3. Alonso Coaquira hijo [f.25v] natural del susodicho de 27 años, está en Guari-
guari con su mujer María Cacharni de 26 años, tiene un hijo llamado Hernando
Achallanqui de 6 años.
4. Domingo Colque de 30 años, su mujer Elvira Cacharni de 30 años, tiene una
hija llamada Isabel Xutima de 6 años.
5. Isabel Calma, sobrina del susodicho, será de 22 años.
Diego Achalla, hermano del susodicho, de 45 años, está en Guariguari con su
mujer Elvira Cano de 45 años, tiene un hijo y dos hijas llamados Diego Alaca
de 12 años, Elvira Taquima de 15 años, Isabel Guanpana de 10 años;
6. tiene 2 cabezas de ganado de la tierra.
Felipe Condori de 50 años, viudo;
Fernando Canaviri [f.26v] su hijo de 33 años, su mujer Isabel Chachama de 30
años, tiene 2 hijas llamadas Isabel Cochima de 2 años y Elvira Quisu de 1 año;
tiene 3 cabezas de ganado de la tierra.
7. Elvira Coparmi, viuda, de 50 años, tiene consigo dos nietos llamados Isabel
Cochama de 6 años, huérfana, Andrés Chuquirive de 5 años, hijo de Alonso
Lampara que está en Porco, de 36 años, con su mujer Elvira Cachoma de 27
años, y un hijo llamado Hernando Malco de 2 años.
8. Domingo Cava de 48 años, su mujer Elvira Nusso de 40 años, tiene 3 hijos y
3 hijas llamadas Gonzalez Calavana de 22 años, soltero,
9. Andrés Copaquira de 10 años,
Juan Nisacopa de [f.27r] 6 años, Elvira Canquima de 14 años, está en Potosí,
10. y Elvira Polconna de 4 años, Isabel Coche de 4 meses;
11. tiene el dicho Ano [sic] 3 cabezas de ganado de la tierra.
12. Juan Condori, de más de 50 años, está en Cochabamba, viejo con su manceba
Catalina Copama de 50 años, tiene un hijo llamado Pedro Copaquira de 27
años, es yanacona de don Francisco [?] Araca.
608 QARAQARA - CHARKA
13. Pedro Yquisi de 34 años, está en Guariguari con su mujer María .v.);Colquima
de 30 años, tiene una hija llamada María Ancama de 3 años; tiene tres cabezas
de ganado de la tierra.
14. Pedro Chacallanqui, hermano del dicho Yquisi, [f.27v] está en Guariguari, de
45 años, viudo, tiene un hijo llamado Domingo Ancomani de 4 años.
María Colquima, viuda, de 40 años, está en Guariguari, tiene consigo un hijo
llamado Francisco Cayo de 7 años.
Inés Paquima, de 20 años, soltera.
Domingo Cuna, de 25 años, está en Potosí, tiene un hermano consigo llamado
Martín Ancumani de 9 años, y su madre María Canama de 50 años.
Pedro de Zárate
ante mí Gomes de Sanabria.
y se corrigió y concertó con la visita original que se tornó en su poder el dicho
don Diego Malco, y fueron testigos García de Ara ... y [f.28r] Joan de Higueras y
Joan Dias, residentes en esta ciudad. Yo Pedro de Cervantes, escribano de Su
Majestad católica, lo hice escribir y sacar del original y hice mi signo en testimonio
de verdad
Pedro de Cervantes
escribano de Su Majestad
266 Para este gran Mallku y capitán de los mitayos de Killaka, ver el Ensayo de Interpretación
“Charka Rojo, Charka Blanco”; la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 21; y Espinoza
Soriano, “El reino aymara...” (1981).
TIERRA 609
tenemos necesidad que se nos reciba información de cómo las dichas tierras Sa-
rotala Guache y sus anexos son y pertenecen a los dichos indios Quillacas y Asa-
naques, y que las han tenido, poseído, labrado y cultivado del tiempo inmemorial
a esta parte, y desde el tiempo del inca,
y que al tiempo y cuando el señor virrey don Francisco de Toledo hizo la Visita
General de estos reinos, visitó indios Quillacas y Asanaques en las dichas tierras,
como de ellas parece y de sus padrones, y en esta posesión y propiedad han sido
amparados, [f.29v] así por los corregidores de esta villa como por otras justicias,
y por los visitadores generales que ha habido en esta provincia,
por lo cual les será de gran daño y prejuicio a los dichos indios el salir de ellas por
la mucha utilidad y aprovechamiento que de ellas tienen para ayuda a pagar sus
tasas y mingas de indios y de la mita, y se aprovecharían de ellas otros, a que no
se debe dar lugar, por tanto
a Vuestra Merced pedimos y suplicamos mande se nos reciva la dicha informa-
ción y dada se nos entregue originalmente autorizado en manera que haga fé
para ocurrir con ellas ante el señor licenciado don Francisco de Alfaro para el
efecto desuso referido y que los testigos que presentasemos se examinen por
las preguntas siguientes que en ello re–[f.30r] cibiremos merced con justicia que
pedimos etc.
[Interrogatorio]
1. Primeramente si saben las tierras de Sarotala y Guache y sus anexos, las cuales
son y pertenecen a los indios Quillacas y Asanaques en poseción y propiedad
de tiempo inmemorial a esta parte, y desde el tiempo del Inca, y las han la-
brado y cultivado, y con los frutos de ellas se ayudan a pagar las tasas y otros
servicios de comunidad, y en particular los de la mita de esta villa, digan
2. Si saben que en la dicha posesión han sido amparados muchas veces así
por Pedro de Zárate, visitador general que fue de estos reinos por el señor
Virrey don Francisco de Toledo, como por otros jueces y justicias, y en esta
conformidad las han poseido y labrado sin contradicción de nadie, gozando
los frutos de ellas, y que los dichos amparados han sido demás de 40 años a
esta parte, digan y remitanse a ellos
3. Si saben que el dicho Pedro de Zárate, visitador general, visitó indios de
los dichos repartimientos Quillacas y Asanaques en las dichas tierras, y
particularmente a Alonso Coaquira y a Pedro Yquisi ya difuntos, padres de
Hernando Achallanqui y de Joan Gareta que de presente están en las dichas
tierras, digan
4. Si saben que los dichos indios Quillacas y Asanaques cultivan las dichas tie-
rras, y que de los frutos se ayudan a pagar sus tasas y servicios de mita de
esta villa, por estar cerca de ellas, y que si fuesen forzados a dejarlas se les
seguiría notable daño y se los entrarían otros en ellas, por ser buenas y de
fruto y aprovechamiento, digan
5. Si saben que los dichos indios Alonso Coaquira y Pedro A– [f.31r] callanqui
[sic] y Pedro Yquisi, que refiere el padrón estar en Guariguari, están en las
dichas tierras de Sarotala y Guache y sus anexos, porque comúnmente todas
aquellas tierras se llaman Guariguari, digan
610 QARAQARA - CHARKA
5. ... dijo como persona que ha estado en las dichas tierras de Sarotala y Guache
de 40 años a esta parte, este testigo ha visto que las dichas tierras, aunque
tienen el nombre desuso referido como dicho tiene, se llaman Guariguari, y
que aunque los dichos Alonso Coaquira y Pedro Acallanqui y Pedro Yquisi
refieren estar visitados en Guariguari, en realidad de verdad están visitados
y fueron visitados en las dichas tierras de Sarotala y Guache y no en otras
tierras, y esto lo sabe como persona que ha habitado en las dichas tierras de
40 a– [f.37r] ños a esta parte, y siempre unos les llaman Guariguari y otros de
su mismo nombre, y esto responde.
6. ... y no firmó porque dijo que no sabía, ni supo decir su edad, pareció por su
aspecto de 50 años poco más o menos, firmólo el dicho intérprete Diego de
Valenzuela
ante mí Mateo de Cherbalo
escribano público.
[Tercer testigo] En la villa de Potosí en [2]7.v.1610 el dicho Juan Colque Guarache
para la dicha su información presentó por testigo a un indio que, por lengua
e interpretación de mí el presente escribano, dijo llamarse Martín Cayo y ser
natural de Tinguipaya del ayllo Cama del cual fue recibido juramento [f.37v] a
Dios y a la Cruz ... y ... dijo lo siguiente:
1. ... dijo que este testigo es natural de Tinguipaya, seis leguas de las tierras
nombradas Sarotala y Guache y sus anexos, y que nació en Culuoyo [?] una
legua poco más o menos de las dichas tierras ... y que desde que tiene uso de
razón hasta ahora ha conocido las dichas tierras por de los indios Quillacas y
Asanaques ...
de las preguntas generales de la ley no supo decir su edad, pareció por su
aspecto de 60 años poco más o [f. 38r] menos ...
2. ... dijo que este testigo era mozo de buena edad cuando Pedro de Zárate,
visitador que fue por el señor don Francisco de Toledo virrey que fue de
estos reinos, el cual visitó las dichas tierras y a los indios de ellas Quillacas y
Asanaques que en ellas halló y les amparó en la poseción de ellas ...
3. ... dijo que este testigo conoció a los dichos Alonso Coaquira y Pedro [f.38v]
Achallanqui y a Pedro Iquisi ya difuntos, y se acuerda que los susodichos
fueron visitados y empadronados por el dicho Pedro de Zárate, visitador que
fue de los dichos repartimientos, los cuales dejaron por sus hijos en las dichas
tierras de Sarotala y Guache donde se visitaron los susodichos a los dichos
Fernando Acallanqui [sic] y a Juan Garcia, los cuales nacieron en las dichas
tierras, y se han criado en ellas como se criaron los dichos sus padres268 ...
4. ... dijo que como dicho tiene este testigo ha visto que los indios Quilla–[f.39r]cas
y Asanaques, desde que este testigo tiene uso de razón, siempre han estado
en las dichas tierras cultivandolas, y con los frutos y aprovechamientos de ellas
han pagado sus tasas y se han ayudado en la mita de esta villa en los ingenios
y minas, y los que actualmente han venido a trabajar en esta villa en los dichos
268 Algunos indios Asanaqi vivían permanentemente en estas tierras, lejos de sus reducciones
en la puna; otros venían temporalmente a ellas (cf. la respuesta a la pregunta 4).
TIERRA 613
ministerios, después que han acabado de trabajar en ella, se van a las dichas
tierras a descansar y sembrar para pagar lo que han quedado debiendo de
los trabajos de esta dicha villa, y esto lo sabe este testigo como persona que
muchas veces ha venido a esta villa al dicho trabajo, donde ha trabajado con
los dichos indios en el dicho ministerio, y así sabe que si desamparasen las
dichas tierras se meterían otros indios en ellas, y les causarían muchos pleitos
y diferencias [f.39v] y se gastará mucha plata por ser como son buenas las
dichas tierras ...
5. [responde el testigo sin añadir nuevos datos]
6. ... y no firmó porque dijo que no sabía
ante mí Garcí Alvarez de Toledo
[f.40r] escribano de Su Majestad.
[Cuarto testigo] En la villa de Potosí en 3.vi.1610, el dicho don Juan Colque para la
dicha información presentó por testigo a un indio que por lengua e interpre-
tación de mí el presente escribano dijo llamarse Lucas Condori y ser natural
de Mocho, residente en esta villa, ... y dijo lo siguiente:
1. ... dijo que este testigo conoce las dichas tierras de Sarotala y Guache desde
que tiene uso de razón, porque este testigo nació en las dichas chácaras y
se ha criado en ellas, y ha estado en todos los anexos, y sabe que son de los
indios Quillacas y Asa- [f.40v] naques, los cuales las han poseido y alzado en
todo el tiempo que este testigo ha conocido las dichas tierras gastando de los
frutos de ellas y pagando sus tasas con lo procedido de ellas y esto la ha visto
por vista de ojos desde el tiempo que las ha conocido, y ha oido decir a sus
mayorales que las dichas tierras las han poseido los dichos indios Quillacas y
Asanaques desde el tiempo de los Incas a esta parte
y de las preguntas generales de la ley dijo que es de edad de 65 años ...
2. ... dijo que al tiempo y cuando el dicho Pedro de Zárate fue visitador de la Visita
General que mandó hacer el señor virrey don Francisco [f.41r] de Toledo, este
testigo, como persona que nació y se crió en las dichas tierras de Sarotala y
Guache, vió como al tiempo que el dicho visitador hizo la dicha visita amparó
en las tierras a los dichos indios de los Quillacas y Asanaques, y les mandó
que acudiesen a Tacobamba, donde señaló sitio para que habitasen en ello,
y acudiesen desde las dichas tierras, como parecerá por el dicho amparo y
repartimiento de la dicha cuadra que se refiere ...
3. [responde el testigo sin añadir nuevos datos] ... [f.41v] ...
4. ... dijo que como dicho tiene los dichos indios Asanaques y Quillacas asisten
en las dichas tierras de Sarotala y Guache, de donde se aprovechan de los
frutos de ellas y pagan sus tasas y se ayudan a la minga de esta villa, y los que
actualmente trabajan en el Cerro Rico de esta villa después de haber cumplido
con su mita se van a descansar a las dichas tierras y pagan con los frutos de
ellas a quien deben y se empeñan en esta villa en las labores de las minas e
ingenios, y si fuesen forzados a las [f.42r] dejar, perderían las dichas tierras,
y los indios que acudían a ellas se fueran y ausentaran de sus repartimientos
a tierras remotas y fuera mayor daño al dicho repartimiento por la huida que
había ...
614 QARAQARA - CHARKA
269 La política toledana no necesariamente desligó a los repartimientos de la puna de sus tierras
bajas, como a veces se afirma. Había una manera de institucionalizar el “control vertical”
dentro del nuevo orden colonial mediante la asignación de “calles” a ayllus de la puna en
territorios ajenos. Los residentes en estas “calles” lejanas tenían que acudir a doctrina y
contribuir a pagar el salario del sacerdote en el pueblo de su residencia (cf. f.45r), mientras
que el tributo se pagaba a los cobradores de su pueblo de origen.
TIERRA 615
de esta provincia, porque [f.46v] este testigo luego que vino de las dichas sus
tierras y servía en el Cerro Rico de esta villa luego procuró buscar algunas
tierras para poder sembrar en ellas, y se fué a las dichas tierras donde sem-
bró270 y ha estado algunas veces desde el dicho tiempo a esta parte donde
ha enviado a sus hijos a guardar sus carneros y cojer sus sementeras, y así
sabe este testigo que los dichos indios Quillacas y Asanaques han poseido
las dichas tierras quieta y pacíficamente sin contradicción alguna ...
a las preguntas generales de la ley dijo que no sabe la edad que tiene, [y]
pareció por su [f.47r] aspecto de más de 70 años ...
2. ... dijo ... que en tiempo del señor virrey don Francisco de Toledo les dieron
calle en el pueblo de Tacobamba, donde ha visto que los susodichos acuden
a la doctrina cristiana y pagan el salario como los demás ...
3. [responde el testigo sin añadir nuevos datos] ... [f.47v]
4. [responde el testigo sin añadir nuevos datos] ... [f.48r]
5. [responde el testigo sin añadir nuevos datos] ...
[Séptimo testigo] En la villa de Potosí en 4.v.1610 el dicho don Juan Colque para
la [f.48v] dicha información presentó por testigo a un indio que, por lengua
de Garcí Alvarez de Toledo escribano de Su Majestad que juró de interpretar
verdad, dijo llamarse Pedro Tanca y ser natural de Totora ... dijo lo siguiente:
1. ... dijo que este testigo conoce las dichas tierras de Sarotala y Guache ... porque,
como persona que por mandado de sus padres apacentaba su ganado de la
tierra en Coloyo media legua de las dichas tierras, [f.49r] conoció en ellas a los
dichos indios de los Quillacas y Asanaques ... y ha oido decir a sus mayorales
que las dichas tierras las tenían desde el tiempo del inca ...
... dijo que es de edad de 37 ...
2. ... dijo que ... [f.49v] ... el señor virrey don Francisco de Toledo ... les mandó
que acudiesen a Tacobamba, en donde les señalaron calle donde viviesen
como a indios que estaban en las dichas tierras de Sarotala y Guache ...
3. ... dijo que este testigo conoció a los dichos Alonso Coaquira y a Pedro Aca-
llanqui y a Pedro Yquisi los cuales estaban en las dichas tierras como [f.50r]
señores de ellas gozando del usofruto de ellas, y como tales dejaron en ellas a
los dichos Fernando Acallanqui y a Juan de persona alguna sembrando papas
y ocas y otras legumbres ...
[Octavo testigo]271
... a las generales de la ley dijo que es de edad de 40 años poco más o menos ...
2. ... dijo que este testigo tiene unas tierras en Orcocota como legua y media de
las tierras de Sarotala y Guache, y de ordinario ha ido a las dichas tierras de
270 El testigo parece haberse adscrito como forastero en las tierras de los originarios o señores
de Killaka y Asanaqi.
271 Aquí el escribano parece haber saltado una o más páginas porque después de terminar en la
f.50r la respuesta de Pedro Tanca a la pregunta 3, seguidamente se transmite la respuesta
a las preguntas generales de la ley de otro testigo que queda sin identificarse. Desde aquí
la numeración de los testigos se desconoce.
616 QARAQARA - CHARKA
Petición
Don Juan Colque Guarache cacique principal del repartimiento de Quillacas y Asa-
naques y don Juan Choque y don Fernando Ari caciques y segundas personas de
la dicha provincia de los Asanaques, por nos y en nombre de los demás indios y
comunidades de los dichos repartimientos, decimos
que nosotros tenemos dada información acerca de que las dichas tierras de Sarotala
y Guache y sus anexos son de los dichos repartimientos en posesión y propiedad,
y no tenemos más testigos que presentar.
Petición
Don Rodrigo de Illescas, Protector de los Naturales, en nombre de don Juan Colque
cacique principal del repartimiento de los Quillacas y Asanaques y de los demás
[f.54v] indios del dicho pueblo, digo
que Vuestra Merced proveyó decreto por el cual dió licencia a los nueve indios
Quillacas y Asanaques de Condocondo y Challapata, a los cuales Vuestra Merced
había mandado que se fuesen de las tierras de Guache y Sarotala a sus reduccio-
nes, que estuviesen en las dichas tierras para que cultivasen en las dichas tierras
para cojer sus cosechas y comidas este año, y les dió de plazo hasta fin del mes
de julio, y mandó que los principales de los dichos pueblos exhibiesen recaudos
bastantes dentro de cierto tiempo de derecho de propiedad que tienen a las tierras
de Sarotala Guache y sus anexos, y qué indios residen en las dichas tierras, [f.55r]
como se contiene en el dicho auto decreto a que me refiero,
y cumpliendo con el tenor de él, hago representación del mandamiento de amparo
despachado por Pedro de Zárate, visitador general de la provincia de los Quillacas
y Asanaques, dado en esta ciudad en 27.viii.1573, por el cual mandamiento amparó
a los dichos indios Quillacas y Asanaques en la poseción que habían tenido y te-
nían de las dichas chácaras de sembrar papas en el asiento de Guache y Sarotala,
como consta del dicho mandamiento, y pues el dicho visitador expresó en el dicho
mandamiento haber poseido las dichas tierras mis partes basta por título [f.55r]
para indios el dicho mandamiento [sic], por razón de la antigua poseciónque han
tenido y tienen de las dichas tierras,
y por ser suyas de los dichos mis partes las dichas tierras, visitó en ellas el dicho
Pedro de Zárate a los indios del dicho repartimiento de Quillacas y Asanaques y les
dejó en las dichas tierras, como consta del padrón de la visita que el dicho visitador
general hizo, de que hago presentación, y de la información hecha por parte de
los dichos naturales ante la justicia ordinaria de la villa de Potosí, que es conforme
a lo que resulta de los dichos recaudos, y se probaba con testigos fidedignos ser
las dichas tierras de mis partes en poseción y propiedad [f.56r] desde el tiempo
del inca, y las han poseido cultivado y labrado, y con los frutos de ellas se ayudan
a pagar sus tasas y otras obligaciones de comunidad, y en particular de sustentar
los de la mita de Potosí por estar cerca de la dicha villa las dichas tierras, y si se las
quitasen o echasen los indios que están en ellas y las benefician, se les seguirán
618 QARAQARA - CHARKA
grandes daños, porque se entraran otros indios en ellas y españoles y les despo-
jaran de las dichas tierras, y de una capilla que tienen hecha en las dichas tierras
de Guache, y padecerán grandes necesidades así en la paga de sus tasas como
en el sustento de la gente de mita de Potosí
por lo cual es justo conservarlos en las dichas sus chácaras, para que gocen de
la comodidad y utilidad [f.56v] que de ellas han tenido del tiempo tan antiguo que
es inmemorial.
A Vuestra Merced pido y suplico atento a lo dicho mande que, en conformidad del
mandamiento de amparo y visita del dicho visitador general, se estén los dichos
indios Quillacas y Asanaques en las dichas tierras de Sarotala Guache y sus anexos,
amparándoles Vuestra Merced de nuevo en la poseción antigua que tienen de las
dichas tierras para que otros indios y español alguno no se entren en ellas, decla-
rando ... haber cumplido mis partes con el tenor del dicho decreto con presentar
los dichos recaudos e información, y pido se les conceda el beneficio de restitución
contra cualquier trascurso de tiempo que se haya pasado, y para lo demás que les
convenga, y juro a Dios y a esta Cruz que no es de malicia, y pido [f.57r] justicia
testigo el Licenciado Antonio de Escobar
En la ciudad de La Plata en 21.vii.1610 ante el señor licenciado don Francisco de
Alfaro, oidor de Su Majestad en esta Real Audiencia, se oyó esta petición... y mandó
traer los autos para proveer justicia
ante mí Alonso Navarro
escribano
Auto
En la ciudad de La Plata en 27.vii.1610 el señor licenciado don Francisco de Alfaro,
oidor de Su Majestad en la Real Audiencia de esta ciudad, y juez de la reducción de
esta provincia, habiendo visto estos autos y lo pedido por don Rodrigo de Illescas,
protector de los naturales de esta ciudad, en nombre de don Juan Colque cacique de
los Quillacas y Asanaques y de los demás indios contenidos en esta petición,
mandó que los dichos nueve indios Quillacas y Asanaques que residen en las
[f.57v] tierras de Guache y Sarotala por ahora se estén en ellas hasta que por Su
Excelencia del señor Marqués de Montesclaros, virrey de estos reinos, otra cosa
se provea y mande, y lo señaló
ante mí Alonso Navarro
escribano
consta y parece por los autos originales que llevó en su poder el dicho don Diego
Patete [sic] Guarache, a que me refiero, el cual va cierto y verdadero, y para que
le conste dí el presente de pedimiento del susodicho ...
Alonso Navarro escribano
...recibí la causa original de este traslado en La Plata en 16.viii.1610 en 26 fojas
don Diego Copata Guarache
275 Papeles del Marqués de Montesclaros, Vol. 37, Doc. 37 (Año 1607).
276 En 1584, un don Lope de Mendoza fue Alcalde del ayllu menor Sullcaavi, mitad Anansaya,
de Macha; ver AGN, Sala XIII, 18.7.2, f.339 (Macha, 24.iv.1584). También la Quinta Parte,
“Mallku”, Documento 18.
277 En 1619 don Alonso de Mendoza Ayra aparece como gobernador y cacique principal de
la parcialidad Urinsaya de Macha; ver AGN, Sala XIII.18.7.2.
278 Para Antonio Gironda Laymi, Segunda Persona de Urinsaya en San Marcos de Miraflores,
ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 18, Figura 5.13 y Resumen.
620 QARAQARA - CHARKA
de Porco, se nos rebajen los 125 indios por razón de la dicha falta de tierras, o que
a todos en general de vuestra real hacienda se les compren tierras suficientes, de
donde se puedan sustentar y pagar sus tasas y acudir a las dichas mitas,
lo cual Vuestra Alteza debe y se ha de servir de proveerlo así, por las causas y
razón siguientes:
[1] La primera, que como es público y notorio el dicho vuestro repartimiento de
Macha, como por evidencia a vuestro presidente y oidores ha constado, tiene
5368 ánimas numeradas por el padrón que el licenciado don Manuel de Castro
y Padilla, [f.2r] vuestro oidor en esta Real Audiencia, hizo, sin las demás que
después acá han nacido, que hacen el número de las dichas 5400 y más áni-
mas que hoy hay vivas en el dicho repartimiento, de todos sexos y edades, y
en ellos un 1026 indios tributarios que pagan a Vuestra Alteza a razón de siete
pesos ensayados en cada un año, y todos han menester comer y vestirse para
acudir a pagar sus tasas y servir a Vuestra Alteza en las dichas mitas de Potosí
y Porco, y en las demás mitas de los sacerdotes que los doctrinan, y en las
de los corregidores, y en servir de correos y chasquis, y en el servicio de los
tambos y ventas a que ordinariamente y sin cesar de día ni de noche acuden,
como es público y notorio, y vuestro fiscal tiene alegado en el pleito que trató
con los poseedores de las tierras que se nos quitaron.
[2] Lo otro, porque asimismo consta, por la medida que se hizo de las tierras que
poseemos por mandado de esta Real Audiencia, tan solamente tenemos un 1426
cargas y 3 almudes de sembradura de maíz, y en las peores y más flacas suertes
de tierras que en todas las que se me dieron hubo, porque 429 cargas y cuatro
almudes que conforme a la dicha medida hubo a cumplimiento de 1856 cargas
y un almud de sembradura de maíz, esta Real Audiencia [f.2v] las adjudicó a los
dichos poseedores y en las mejores suertes de tierras que hubo, como el dicho
vuestro fiscal lo tiene alegado, y en las dichas un 1426 cargas y tres almudes de
sembradura de maíz que se nos dejan reguladas, conforme a como a los demás
indios de vuestra real corona se le repartieron en la composición de tierras, que
se hizo especialmente a los indios Yamparaes, no se nos dan tierras ni aún con
las dos partes menos para que en ellas se puedan sustentar 500 indios tributa-
rios, entre las cuales como por el dicho padrón consta hay indios que tienen de
seis hasta 11 hijos y de seis abajo todos los más, sin muchas mujeres solteras,
de que tiene el dicho repartimiento se aumente viejos reservados, viejas, huér-
fanas y viudas, a quien por derecho natural, divino y humano se les debe dar
mantenimiento, como a los demás naturales, para sustentar las vidas y cubrir
sus carnes con una desventurada manta.
[3] Lo otro, la dicha suelta de los dichos 16.000 pesos de rezagos se nos debe y
ha de hacer, como del dicho pleito consta no se nos han dejado tierras algunas
donde poder hacer chácaras de comunidad de donde poderlas pagar, ni aún
de donde poder comprar alguna carne para dar a los pobres y enfermos en
tiempo de sus enfermedades, a que como hombres están sujetos, y a que en
salud coman maíz [f.3r] y hierbas, ni para comprar algunas medicinas para les
curar, de que totalmente estamos destruidos, y esto es lo principal a que se debe
atender, y en rigor de justicia es primero que la paga de vuestras reales tasas.
[4] Lo otro, las dichas chácaras de comunidad se nos deben y han de dar para
que con lo procedido de ellas podamos cumplir con las dichas mitas de Potosí
TIERRA 621
tierras a donde vivir y poderles sustentar, como consta [f.4v] de las escrituras
sagradas e historias de los emperadores romanos y reyes babilónicos, persas
y demás naciones, y si los incas bárbaros, infieles y tiranos lo mismo hicieron
con nosotros, cuanto y más Vuestra Alteza se debe servir de dárnoslas, con
lo que pedimos, pues somos cristianos y vasallos del Rey católico que imita
en sus obras a Dios, que no solo da bienes temporales más también la vida
eterna a los que le sirven a Vuestra Alteza, pedimos y suplicamos, atento a lo
que dicho es, mande ver esta dicha demanda y capítulos de ella, y conforme
a ella mande proveer que las dichas tierras se nos den para el sustento de
los dichos indios, y demás efectos para que las pedimos, y se nos haga la
suelta de los 16.000 pesos ensayados de tributos rezagados, y la rebaja de
tasa y de indios de mita de Potosí y Porco, y demás cosas suso referidas,
sobre que pedimos sernos hecho debido cumplimiento de justicia, la cual
pedimos ..., y juramos a Dios [y] a esta Cruz en forma de derecho que esta
demanda no procede de malicia.
Otrosí pedimos y suplicamos a Vuestra Alteza mande que un traslado autorizado
de esta nuestra [f.5r] demanda se ponga en la causa que vuestro fiscal ha seguido
contra los violentos poseedores de nuestras tierras, y tiene suplicado para ante
vuestro real Consejo de las Indias, para que vuestra real persona se sirva de la
mandar ver y enterarse de los grandes daños e inconvenientes que a su real
hacienda da, y a nosotros se han seguido de quitársenos las dichas tierras que
el dicho nuestro repartimiento tan moderadas y con tan justos y jurídicos títulos
poseíamos, y pedimos justicia.
don Lope de Mendoza
don Alonso de Mendoza
don Baltasar Xaraxuri
don Francisco Velazquez
don Antonio Gironda
TIERRA 623
metídose el dicho relator, y si es razón y justicia que nos lo quiten Vuestra Alteza
como nuestro Rey y señor natural tiene obligación a nos amparar y defender en
nuestra posesión, y certificamos a Vuestra Alteza que, aunque [f.1v] nos cueste
las vidas, que [sic] hemos de defender de las dichas nuestras tierras, aunque
vendamos nuestros hijos y mujeres y vamos ante la Persona Real, pues somos
súbditos humildes y tributarios de Vuestra Alteza, y pues los conquistadores no
nos hicieron semejantes fuerzas con ser los que ganaron la tierra, [y] no será justo
que recibamos este agravio, pues no tenemos otras tierras donde poder comer ni
sustentar nuestras mujeres e hijos,
mediante lo cual a Vuestra Alteza pedimos y suplicamos que, habiendo por contra-
dicho el título y merced que le está hecho de las dichas tierras desuso declaradas, y
posesión que así tomó el dicho relator, mande dar y dé por ninguno y de ningún valor
ni efecto los dichos títulos y merced que así tiene mandado, que desde luego nos deje
libremente desembarazadas las dichas tierras, para que las poseamos según y de la
manera que siempre de tiempo inmemorial a esta parte, amparándonos de la nuestra
posesión tan antigua como dicho tenemos, y sobre todo lo cual pedimos se nos haga
entero y breve cumplimiento de justicia, la cual pedimos y en lo necesario
don Carlos Chicu Guanca
don Fernando Condori
don Francisco Chambi
don Guillermo Uauari
Francisco Perez de la Rinaga
279 Es la única evidencia directa que tenemos hasta ahora de tierras pertenecientes al Inka en
el territorio nuclear de los Charka y los Qaraqara.
TIERRA 625
estos reinos, el cual como particularmente suyas las mandaba sembrar y cultivar
para cojer comida para el sustento de la gente que traía en las guerras en el tiempo
de su gentilidad, para [f.2v] cuyo efecto tenía señaladas y dedicadas las dichas mis
tierras, y es cosa muy sabida y muy notoria que las tierras que eran del dicho Inca
en su tiempo ni después los demás indios no tenían ni tuvieron derecho,
y a los dichos indios de Chayanta el dicho Inca les dió y señaló tierras, dándoles
bastante número y cantidad para se poder sustentar, muy distintas y apartadas de
las del dicho Inca que yo tengo y poseo, de que se me hizo merced, las cuales por
muerte del dicho Inca quedaron yermas y despobladas, [y] pasó el señorío al Rey
nuestro señor, de las cuales en su real nombre pudo muy bien vuestro presidente,
cabildo y regimiento de esta ciudad dármelas, y hacer de ellas merced, en virtud
de los poderes y comisiones particulares que vuestra real persona tiene,
y ... las dichas tierras que me han dado están más de 30 leguas del pueblo de
Chayanta, sin perjuicio de los indios de dicho pueblo, y vuestra real persona tiene
dada permisión y facultad [que] se den y repartan a los españoles de este reino,
por el particular servicio que se hace a Dios nuestro señor y a Su Majestad de que
esta tierra se pueble y aumente,
demás que al tiempo y cuando se me hizo merced de las dichas tierras, y desde
que por mandado del dicho Inca se sembraron, nunca han sido después acá la-
bradas ni cultivadas por los dichos indios de Chayanta, los cuales tienen como es
notorio gran suma y cantidad de tierras fértiles y buenas para ellos cerca de sus
pueblos y reducciones, en que hay no solamente para los dichos indios suficiente
cantidad para su sustento y tasa, pero para otros 100 tantos indios que hubiera en
dicho pueblo. [f.3r]
Lo otro, las tierras que yo poseo y se me ha hecho merced, que son arriba del valle
que llaman Sucosuma280 y otras partes, son tierras muy cálidas y enfermas, y los
indios de Chayanta son nacidos, criados y poblados en tierras muy frías y punas
que llaman serranos, como es notorio, y los que son criados en tierra de esta
naturaleza, entrando a las tierras calientes y de diferente temple, como las que yo
poseo, les viene y sucede notorias y graves enfermedades, y mueren sin remedio,
y así se ha visto por experiencia, y está prohibido y reprobado, y vuestra real per-
sona particularmente manda por la dicha causa los indios de tierra fría no entren
en las tierras calientes, ni los de calientes en tierras frías, por los dichos daños y
muertes que les suceden, y en este caso se ha visto por experiencia que muchos
indios que se han huido del dicho repartimiento de Chayanta, y entrado en el valle
donde están las dichas mis tierras, han enfermado y muerto sin tener remedio su
salud, y así quedando las dichas tierras fueron suyas y necesarias que no son a
los dichos indios, no se les habían de dejar a este, [antes] se les había de prohibir
y no permitir, por los dichos daños e inconvenientes arriba referidos, entrasen en
ellas, que se ha de estar mal a su salud y vida que a cualquier provecho que en las
dichas tierras pudieren tener, siendo suyas (que no son),
las cuales ... del dicho tiempo del Inca a esta parte han estado yermas y despobla-
das, sin romper, labrar, cultivar ni sembrar en ellas, y no me puede dañar ni se ha
280 Sucosoma está al borde del río Caine en un clima semitropical. Antes de la segunda Refor-
ma Agraria de 1953 era una de las grandes haciendas de la región, cuyos patrones vivían
arriba, en el pueblo de Torotoro.
626 QARAQARA - CHARKA
281 Calauta, también al borde del río Caine, se convirtió en otra de las grandes propiedades
de la región hasta 1953.
TIERRA 627
282 San Pedro de Buena Vista, en territorio del ayllu Awkimarka, reemplazó tempranamente
la fundación toledana original (Tomata) situada donde el río de Micani se junta con el de
Moscarí. Tomata (según la tradición oral moderna) fue llevada por el río.
628 QARAQARA - CHARKA
chas tierras al dicho su pueblo 30 leguas poco más o menos, y al pueblo más
cercano que es San Pedro de Buenavista, que también son estos indios de
Chayanta ahí,283 y está de ella 12 leguas poco más o menos, y así los dichos
indios no pueden venir a labrarlas ni de ellas tienen aprovechamiento alguno,
porque los dichos indios sabe este testigo tienen mucha cantidad de tierras
buenas cerca de su reducción,
demás de lo cual sabe que conviene que los dichos indios no vengan a las
dichas tierras, porque ellos son serranos y esotra tierra es muy cálida, y se
mueren luego, como se ha visto, [y] por esta causa este testigo entiende [que]
no vienen a ellas, ni han venido, por no les ser de utilidad, [f.9v] antes por el
contrario en perjuicio de su salud y vida, las cuales dichas tierras están y son
montuosas y por romper, y es valle inhabitado y donde hay muchos animales
dañosos y malos,
por todas las cuales dichas razones no solo es [sin] perjuicio dar las dichas
tierras al dicho licenciado Juan Diaz Ortiz, pero sabe este testigo que antes es
útil y provechoso, y será servicio de Dios, que de ellas haya aprovechamiento
y le tengan españoles ... [f.10r]
[Segundo testigo] Juan de Baldiviesso, español, y persona que reside en el dicho
valle ...
preguntado declare y diga que tiempo hay que a ésta reside en este dicho
valle, dijo
que ha que reside y está en él y se sabe tiempo de 17 años poco más o menos
... [f.11r] [y] sabe que conviene que los dichos indios no vengan a las dichas
tierras, ni les es útil ni provechoso, porque en viniendo a ellas luego enferman
y mueren, porque las dichas tierras son muy cálidas y calientes, y los dichos
indios son serranos, y porque es valle inhabitado [y] tierras por romper, mon-
tuosas, y donde hay muchos animales fieros y dañosos donde comen indios,
como fue a un indio hijo de un Inca que tugueres284 [sic] le comieron en el
dicho valle ... [f.11v]
[Tercer testigo] Luis Varil, español residente en el dicho valle ...
preguntado que tiempo ha que está y ha estado y residido en el [f.12r] dicho
valle de Sayapaya, dijo
que podrá haber más de 20 años ... [f.12v] ... y los dichos indios no pueden
venir a ellas ni labrarlas, y no tienen de ellas aprovechamiento alguno, y si
algunos indios andan en el dicho valle son indios huidos de su reducción, y
otros que los curacas como señores de ellos en los cuales tienen ocultos y
escondidos para sus aprovechamientos, porque si en el dicho valle siembran
alguna cosa, no es en las dichas tierras que lleva declaradas se le puede hacer
merced al dicho licenciado Juan Diaz de Ortiz, sino en otras de Torotoro,285
que están dos leguas de las sobredichas, y lo que siembran no es para servir
283 Hasta hoy, los ayllus de Chayanta (Urinsaya), especialmente los Chayantaka y los Sikuya,
poseen tierras de valle alrededor del pueblo de San Pedro de Buena Vista.
284 “Tigres” = jaguares (Que. uturunku).
285 Actualmente, sólo los indios Anansaya de Chayanta tienen tierras cerca del pueblo de
Torotoro (ayllus Laymi y Puraka).
TIERRA 629
a Su Majestad ni para pagar tasas, sino que los curacas como mandones
ocultamente para sus aprovechamientos lo hacen, y lo que [f.13r] cojen lo
consumen y reparten entre sí,
y están sin doctrinar ni misa, ni viene sacerdote ninguno a se la dar, ni ense-
ñar, ni se confiesan, y se mueren sin confesión ni bautismo, que viven como
diablos idolátras sin conocer a Dios,
y los dichos indios tienen otras muchas tierras muy buenas y muchas cerca
de sus reducciones, tantas y en tanta cantidad que no solamente hay y tienen
tierras para todos los indios que son, pero para otros muchos más, aunque
fuesen otros 10.000 indios más ... y las dichas tierras son por romper, mon-
tuosas, inhabitadas, y en ellas se ha de gastar mucha plata primero porque de
ellas haya provecho alguno ... [f.13v] ...
y lo sabe porque como dicho tiene está y ha estado y residido en el dicho valle
el tiempo de los dichos 20 años, y porque ha sido mayordomo de los dichos
indios en el dicho valle ...
[Nombramiento de un intérprete]
En el dicho valle, día mes y año dichos, yo el dicho capitán Diego Velez de Gueva-
ra, para acabar de hacer la averiguación y para sobre ella examinar ciertos indios,
nombré por intérprete a Blas Nuñez de Guevara....
[Continuación de declaraciones de testigos]
[f.14r] [Cuarto testigo] ... hice aparecer ante mí a un indio que se dijo llamar Andrés
Sola, natural del pueblo de San Miguel de Tiquipaya del valle de Cochabam-
ba, y morador en el pueblo de Sayapaya, que es cuatro leguas de las dichas
tierras, del cual por interpretación y lengua del dicho Blas Nuñez de Guevara
se recibió juramento ... [y] dijo: [f.14v]
... los dichos indios tienen otras muy muchas tierras para ellos, y para otros
dos tantos indios más que hubiera, y no les es utilidad ni provecho a los
dichos indios venir a ellas, porque enferman y se mueren por ser tierra
cálida, y ser los indios serranos, las cuales dichas tierras son vírgenes por
romper, montuosas, y donde hay muchos animales fieros, y sabe que es
servicio de Dios se den a españoles para que tengan aprovechamiento de
ellas,
las cuales dichas tierras sabe este testigo muy bien, y las conoce [f.15r] de
más de 60 años a esta parte, y sabe que siempre han sido tierras despobladas,
sin labrarlas ni entrarles persona alguna ni indios, y podrá haber tiempo de
siete y ocho años que algunos indios del pueblo de Chayanta se han venido a
algunas tierras del dicho valle, porque españoles no entren en ellas, ocupando
un pedacito, [y] diciendo que todas las tierras han de ser suyas, sin poderlas
labrar ni sembrar, como tiene dicho, y pues de ellas no hay aprovechamiento
alguno, y es bien se den a españoles,
y sabe que todo este valle en tiempos pasados fue del Inca, y no de particu-
lares, y así por tales del Inca fueron tenidas ... ,
[y] se ratificó y no lo firmó por decir no saber, [y] declaró ser de edad de más
de 80 años ... [f.15v]
630 QARAQARA - CHARKA
[Quinto testigo] ... otro indio que se dijo llamar Pedro Avire, natural del pueblo de
San Miguel de Tiquipaya, valle de Cochambamba, y morador en el pueblo de
Sayapaya ... [y] dijo ... [f.16r]
... que ha paseado y visto del dicho tiempo de los dichos 70 años, y es la ver-
dad para el juramento que tienen hecho, en ello se ratificó [y] declaró ser de
edad de 90 años poco más o menos ... [f.16v]
que los susodichos dicen que muchos indios sujetos al dicho repartimiento, visi-
tados y empadronados en él, se han huido y ausentado de su reducción y pueblo
con sus mujeres e hijos, y se han metido en partes remotas de toda esta provincia,
en quebradas y guaicos, donde ni oyen misa ni tienen doctrina ni policía alguna, ni
menos pagan tasa, ni acuden a las obligaciones que tienen a que acudir, como es
el servicio del tambo, y mitas de las minas e ingenios de Potosí y Porco y Salinas, y
otras muchas cosas que tienen obligación, sino que se están en las dichas partes,
y viven a su gusto y voluntad, y muchos de sus hijos acaece morir sin bautismo,
e indios e indias sin confesión,
y están arrimados a caciques de la dicha provincia, a quien sirven, de manera que
la tasa no se cobra a derechas, sino que los principales lo pagan de su hacienda,
y hay tanto desorden en esto que conviene que Vuestra Alteza lo remedie, porque
respecto de ello hay muchas rezagas, y el pueblo casi despoblado,
atento a lo cual, a Vuestra Alteza pido y suplico sea servido mandar se le libre
vuestra real provisión ordinaria, para que el dicho principal, con vara de vuestra
real justicia, pueda recojer y juntar todos los indios que se estuvieren en toda esta
provincia sujetos al dicho repartimiento, visitados y empadronados en él, y para
ello se le dé comisión para que los pueda sacar de donde quiera estuvieren, sin que
español ni otra persona alguna, ni caciques ni nadie, no se entromete a estorbarle,
yendo con el padrón en la mano, en todo pido justicia y en lo necesario &ca.286
doy fé, licenciado Juan de Espinoza
Francisco Perez de la Rinaga
286 No se especifica ni la fecha ni el contexto de esta petición; quizás se presentó antes del
litigio entre Chayanta (Urinsaya) y Juan Díaz Ortiz; éste, entonces, la habrá aprovechado
para apoyar su causa. Es también posible que el Fiscal haya logrado que los Anansaya tes-
tifiquen contra los Urinsaya y en provecho suyo. Según nuestra hipótesis, los Anansaya de
Chayanta eran qaraqara y los Hurinsaya charka. De todas maneras, esta petición deja en
claro las rivalidades existentes dentro del repartimiento. Ver la Presentación de la Segunda
Parte, “Encomienda”.”
TIERRA 633
y valles de su distrito, por el Rey nuestro señor, a quien por provisión de la Real
Audiencia de La Plata está cometido las diferencias de tierras entre los indios del
pueblo de Santiago de Aymaya de la parcialidad de Hanansaya,289 el maestre de
campo don Garcia Enriquez de Guzman, y otros,
habiendo visto los títulos presentados por los caciques y principales de la dicha
parcialidad de Hanansaya, dados por el reverendísimo obispo de la ciudad de San
Francisco de Quito, juez que fue de la composición de tierras en esta provincia, de
los que habían de poseer los presentados por Rodrigo Muñoz de Acuña, por sí y
en nombre del dicho don Garcia Enriquez de Guzman y Gaspar de la Rua Hinojosa
en razón de las tierras de Sibarani y otras, y los autos acerca de ellas hechos por
Bonifacio del Barrios Urrea, teniente que fue en este partido del capitán Joan Barrios
Urrea, corregidor de él, en todas las tierras sobre que se litiga por vista de ojos,
[f.3v] llevando consigo a las partes y con los títulos en las manos, e informándose
de los nombres de ellas, así de los que tenían antiguamente como de los que
ahora tienen los españoles, caciques e indios de otros repartimientos, como por
la dicha real provisión que está en esta causa se le manda en la ciudad de La Plata
en 5.x.1611, y los más autos a ella acumulados, dijo
que confirmaba y confirmó el auto en ella proveído por el dicho Bonifacio de Barrios
Urrea en la pampa del río Grande, que viene de Moscarí y pampa de Carabamba,
sobre que se litiga, en 22.vi.1611 en que adjudicó a los dichos caciques e indios de
la dicha parcialidad de Hanansaya y a los del ayllo Caracha del pueblo de Chayanta,
las tierras de Sibarani desde la junta que hacen los ríos de Moscarí y él que baja de
este dicho pueblo de Micani, y por el dicho [f.4r] río derecho hasta una quebrada
que está frentera de las casas del dicho Rodrigues Muñoz de Acuña, que tiene en
las tierras de Simisera, donde se puso un mojón de piedras, y por ella arriba hasta
las tierras que llaman Matarani, y de allí hasta llegar al camino que viene del pue-
blo de San Pedro de Turusire para el asiento de Copabilque, tierras de los indios
Quillacas,290 y por el derecho hasta una tipa donde se puso otro mojón, y de allí
por la Cuchilla hasta el cerro grande frentero llamado Otane, en todo y por todo
como en él se contiene, con lo que abajo iba declarado,
con que demás de ello que el dicho teniente le adjudicó, se les dé a los dichos
indios Aymayas y Carachas la posesión de todas las tierras que hay desde el
mojón de Comsata payca, que está junto a la quebrada que baja de Calapiquina,
y tierras de los indios de Santiago de Moscarí, y viniendo por el río Grande abajo
hasta el mojón de Lacalacuri payca, y de allí a raíz de las lomas hasta donde se ha
de retirar el primer mojón [f.4v] que puso el dicho Bonifacio de Barrios Urrea, 120
pasos más abajo del centro del molino, frentero de una quebrada que se ha de
289 Aymaya, un asentamiento prehispánico refundado por el Virrey Toledo como pueblo de
reducción, se sitúa a un kilómetro de Chayanta. Una parte de su población (probablemente
Anansaya) era sujeta a Muruq’u, Mallku de los Qaraqara, y fue encomendada en Gonzalo
Pizarro; la otra parte (Urinsaya) se encomendó en Hernando Pizarro y dependía de un
Mallku charka. Ver también la Segunda Parte,’“Encomienda”, Documento 3 y la Presen-
tación.
290 El documento no indica por cuánto tiempo los Killaka habían ocupado estas tierras, pero
puede suponerse que su presencia en la zona remontaba hasta los Inka, como fue el caso
de sus tierras en Tacobamba (ver en esta Parte el Documento 11).
TIERRA 635
llamar de Santiago, desde donde se junta el rio de San Pedro de Buenavista con el
susodicho de Moscarí, entren en ninguna pampa ni llanada hasta el dicho mojón
y quebrada referidas, de allí todo lo que hubiesen adelante de pampas y laderas,
para que lo gocen todo ello juntamente con lo que le dió el dicho teniente, en que
entran todas las tierras de pampas y laderas que se habían dejado al dicho maes-
tre de campo don García Enriquez de Guzmán y Rodriguez Muñóz de Acuña, con
nombre de Matarani y Carvecara,
las cuales dichas tierras suso declaradas adjudicaba y adjudicó a los dichos
indios Aymayas y Carachas de las dichas parcialidades, y las declaró por suyas
en virtud de la merced que de ellas les hizo el dicho señor obispo de Quito en
nombre [f.5r] de Su Majestad, conforme al decreto del capítulo 32 de memorias
que los indios dieron al dicho señor obispo, que está en los títulos despachados
en 19.vi.1593 que eran signados y firmados de Francisco de Zuñiga, escribano
que fue de la dicha composición, todas las cuales conforme a la dicha composi-
ción [e] información que dieron los dichos indios ante el dicho teniente se inclu-
yen debajo del nombre de Sibarani y Caruecara, y se las amojonen en la forma
referida, mudando los que puso el dicho Bonifacio de Barrios para que queden
debajo de unos solos,
y a los dichos don García Enriquez de Guzmán y Rodrigo Muñoz de Acuña en
su nombre se les mida y amojone lo que les restare a cumplimiento de su título,
sacadas las 10 hanegadas que tiene en las tierras de Simicera que actualmente
posee el dicho Rodrigo Muñoz de Acuña, en las tierras de Tomata la Vieja, o en
Sucusuma,291 [f.5v] como por su título del dicho don García se declara,
y en cuanto al ejido de molino que comenzó a edificar el dicho Gaspar de la Rua,
y tierras que hay desde el primer mojón que puso el dicho Bonifacio de Barrios
hasta donde se ha de retirar frentero de la dicha quebrada, revocó el auto del
dicho teniente, y atento a la composición hecha por el dicho Gaspar de la Rua
Hinojosa con el dicho señor obispo de Quito en la ciudad de La Plata a 12.i.1593
del dicho ejido de molino y cuatro hanegadas de tierra, de que le despachó título
firmado de su señoría reverendísima, y de Francisco de Zúñiga su secretario, y
confirmación que de ellas y del dicho ejido le despachó el señor Marquez de
Cañete, virrey que fue de estos reinos, su fecha en la ciudad de los Reyes a
30.[f.6r] ix.1593, ... y mandó se les vuelvan y restituyan para que las goce junta-
mente con las demasías que poseía cerca de las dichas cuatro fanegadas, atento
a la composición que hizo de ellas con el general don Pedro Osores de Ulloa,
juez que fue de las dichas composiciones en lugar del dicho señor obispo, en el
pueblo de Yotala a 2.vi.1596, que está inserta en un testimonio que dió Diego de
Adrada, escribano que fue de las dichas comisiones, firmado del dicho general
don Pedro Osores de Ulloa,
y las de Laravas [sic] declaró por el dicho Gaspar de la Rua, y se las adjudicaba
y adjudicó para que las haya y goce en conformidad de las mercedes y títulos
que tiene en las tierras [f.6v] y pampas, que hay desde la toma del acequia que el
dicho Gaspar de la Rua comenzó a sacar, una acequia para el dicho molino, hasta
donde se ha de bajar el dicho mojón que queda declarado los dichos 120 pasos
más abajo del dicho centro de molino y casa que está hecha para el frentero de la
291 Zona semitropical al borde del río Caine; ver en esta Parte el Documento 13.
636 QARAQARA - CHARKA
dicha quebrada, sin que el dicho Gaspar de la Rua Hinojosa tenga ninguna cosa en
las laderas y vertientes, sino solo desde el pié de las dichas lomas en las pampas,
viniendo derecho por la pampa a lo largo hasta los dichos mojones de piedras,
desde la dicha toma de la dicha acequia, y por lo ancho desde el pié de las dichas
lomas hasta la barranca del rio, [f.7r]
y mandó que en la forma referida gocen los dichos indios de las dichas dos par-
cialidades de Aymaya y Caracha, y el dicho Gaspar de la Rua Hinojosa, las dichas
tierras y molino, cada uno lo que aquí va declarado para siempre jamás como cosa
suya, las cuales se vuelvan a amojonar por los rumbos aquí declarados
y los mojones puestos por el dicho Bonifacio de Barrios se quiten, y los testimonios
que están dentro se pongan en estos autos, y él de la pampa frentera de la que-
brada de Simisera se retire hasta la pampa y partes señaladas, y él que está en lo
alto, en el dicho camino de Copavilque, que se baje a la pampa y río, y dentro de
ellos y de los más que Su Merced señalare se ha de poner testimonios dentro de
jarros de barro, y asimismo ha de quedar para el dicho Rodrigo Muñoz de Acuña
el ejido de molino que está junto al mojón de Lacalacuri payca, abajo de la junta
[f.7v] de los ríos, donde el susodicho comenzó a sacar una acequia por habérsele
adjudicado por ser tierras baldías, y no de las de Sibarani, en virtud de título que
del dicho corregidor en nombre de Su Majestad le despachó, que está en estos
autos su fecha a 15.v.1612
y de todo se dé posesión de las partes de nuevo en lo que no lo tuvieren, y cada
una pague las costas que le cupiere conforme a la tasación, y así lo proveyó mandó
y firmó
Miguel Ruiz de Bustillo
ante mí Pedro Pardo escribano.
En la pampa del dicho río Grande en el dicho día mes y año dichos, yo el dicho
escribano con asistencia del dicho corregidor notifiqué el dicho auto como en él
se contiene a Gaspar de la Rua Hinojosa en su persona, que dijo lo oyó, testigos
los dichos padres ...
[Posesión]
[f.8v] ... en las tierras de la Chimba de río, estando de pié en una ladera que está
junto a la quebrada donde se quitó el primer mojón en 4.vi.1612, don Carlos Mamani
y gobernador del pueblo de Aymaya de la parcialidad de Hanansaya, y don García
Mamani cacique de la parcialidad de Caracha, pidieron al dicho corregidor que en
virtud de su auto les dé la posesión de las tierras que les adjudicó por él
y el dicho corregidor en su cumplimiento tomó por la mano al dicho don Carlos
Mamani y don Garcia Mamani, por sí y en nombre de los demás indios de las di-
chas dos parcialidades, y les dió la posesión ... [f.9r] ... y en señal de posesión se
pasearon por ellas, y arrancaron hierbas, y tiraron piedras, e hicieron otros actos
de posesión, y de como la tomaban y aprehendían lo pidieron por testimonio, y el
dicho corregidor se lo mandó dar, y dijo los amparaba y amparó ...
la cual Gaspar de la Rua en la amistad que tiene con los tenientes del dicho valle
pretende quitar, siendo nuestras, ... en lo cual recibimos gran daño, y ahora por
fuerza las quiere sembrar el dicho Bernardo de Peralta, a cuya causa perdimos ...
demás de que este año pretendemos sembrar en las dichas tierras para ayudar de
pagar nuestra tasa ...
[Falta sentencia]
TIERRA 639
[Instrucción Real]
[f.1r] Don Felipe, por gracia de Dios, rey de Castilla ... a vos el nuestro juez visitador
de la provincia de los Charcas, vuestro lugarteniente, y demás nuestra justicia,
ante quienes la carta provisión real fue presentada y de ella pedida cumplimiento
y gracia,
sabed que en nuestra Audiencia Real que reside en la ciudad de La Plata, provincia
de los Charcas, ante el presidente y oidores de ella, se presenta la petición que
sigue:
Muy poderoso señor:
Alvaro Pinto, en nombre de don José Villca, gobernador y cacique principal del
pueblo de San José [sic] de Sacaca,293 de la provincia de los Charcas, digo:
que pedimos de nuestro fiscal, como protector de los naturales de la parcialidad
de Aransaya y Urinsaya del ayllu Jilavi y Chaquina,294 comparecemos ante el juez
visitador y amparo de nuestra excelencia, y [f.1v] decimos:
demandamos contra los dichos pueblos, notifique bajo de alguna pena grave se
contengan al castigo de los que quebrantasen determinaciones de su autoridad
292 Provincia Alonso de Ibáñez, departamento de Potosí. Este documento forma parte de un
expediente más largo mecanografiado en el año 1934. El texto es profundamente corrupto
debido a varias deformaciones introducidas en ese momento y antes; sin embargo, la defor-
mación puede ser en sí instructiva. Lleva el título: “Testimonio: Ministerio de Gobierno.
Definición de la contienda interdepartmental entre Potosí y Cochabamba, mediada por
los litigios sobre terrenos de las comunidades de Sacaca y Quirquiavi”. Agradecemos al
juez agrario, don Lucio Montesinos, el habernos facilitado el acceso a este documento.
293 En realidad, el santo patrón de la iglesia de Sacaca es San Luis de Francia, elegido pro-
bablemente en honor del primer encomendero, Luis de Rivera; ver la Presentación de la
Segunda Parte, “Encomienda”. La elección del santo patrón antes de la reducción toledana
se debe a la existencia de un marka de Sacaca en tiempos prehispánicos.
294 Estos dos ayllus formaban parte de la mitad Aransaya de Sacaca. Ver Xavier Izko, La
doble frontera. Ecología política y ritual en el altiplano central, HISBOL-CERES, La Paz,
1992, p 17.
640 QARAQARA - CHARKA
que tenemos amparados por el superior de Lima de estas tierras para los indios
tributarios dado por Su Majestad a don Lopez Martínez Incahuallpa, le dió los parajes
o mojones de las tierras nombradas, pues que en los títulos del reverendísimo fray
Lopez, juez obispo que fue de Quito, le señaló y le adjudicó en el repartimiento de
mis partes llamados Aransaya, Hurinsaya, del pueblo de Sacaca, que dijo adjudicó
en virtud de las reales cédulas en que estamos en quieta y pacífica posesión desde
el tiempo de los incas ...
295 No se sabe en qué fecha se insertó esta frase, que asigna el estatus de Mallku, o “cóndor-
jefe”, al hombre de la Iglesia que hizo las primeras composiciones de tierras. Ver también
Izko, La doble frontera... (1992:28).
TIERRA 641
éste por lo que toca al estado presente en que se hallen como al venir, al aumento y
crecimiento que puede tener cada uno, repartiendo a los indios lo que buenamente
para que tengan en qué labrar, hacer sus sementeras y crianzas conformándoles en
la que tiene presente, y dándoles de mucho hasta lo que tiene necesario todas las
demás tierras quede y esté libre, desembarazados para hacer merced y desposeer
de ella a mi voluntad,
para ese efecto os man[d]o que luego provereis exhiban ante vos y ante las per-
sonas de letras ciencia y conciencia,
que nombrais para ello los títulos que todos tuvieron de las tierras, chacras de
los indios de Sacaca que cada uno tiene, ampará[n]doles en las que con buenos
títulos, recaudos, posesión si me vuelvan y restituyan los demás para disponer de
ellos a mi voluntad sin que haya ni pueda haber sobre ello pleito alguno, más que
la declaración hicieren cerca de ello,
que para el dicho efecto a vos y a ellos os doy bastante cumplido poder, como se
requiere
fecho en el Pardo a 1.xi.1591
yo el Rey
refrendado de Juan de Álvaro de Ruiz de Navamuel
en la ciudad de La Plata a 5.xi.1591
En la plaza pública de esta ciudad, por voz de Juan Tarma, pregonero público, se
pregonó esta Cédula Real con trompeta caja chevino [sic: “en cada esquina”], a la
cual se hallaron de ruedas [sic: “presentes”] Francisco Martinez, Juan Lopez resitor
y Juan de Solís residente en la dicha ciudad.
ante mí Jerónimo de Frías
escribano público y cabildo296
medida, venta y composición de tierras en esta provincia de los Charcas ... para
cumplir en esta parte lo que se ordenó por su comisión y instrucción en cuanto
[al] pueblo de indios de Sacaca de la provincia Chayanta, y del anexo de indios
labradores que parece tienen el dicho pueblo de Sacaca en sus tierras llamadas
San Juan de Acacio, hizo parecer ante mí a don García Ayaviri, segunda persona
de dicho pueblo, y don Juan Ayaviri,301 cacique del dicho pueblo pequeño de
San Juan de Acacio, subordinado al de Sacaca, y don Pedro Characayo, cacique
principal de la parcialidad de Urinsaya del dicho pueblo, [y] don Miguel Ignacio,
principal del Aillo Collana del dicho pueblo, y otros indios principales de él, que
han concurrido para lo tocante a esta visita,
en que dicen no se halla don Juan Ayaviri, gobernador superior del dicho pueblo,
por estar ocupado en el despacho de la gente que ha de trabajar en la labor de las
minas de Potosí, [ni] el otro gobernador de la parcialidad de Urinsaya, que es Don
Ilifonzo Caricari Ayaviri, que está mucho tiempo de capitán enterador de la dicha
mita en la villa de Potosí,
y los desuso nombrados, excepto los dichos dos gobernadores ausentes, todos
ladinos en la lengua castellana, con asistencia asimismo de Juan de Quiñones
Osorio, que hace oficios de defensor de indios en esta visita, el dicho juez visitador
le propuso el intento de su venida cerca de lo que Su Majestad manda en razón
de las dichas tierras, lo que se le ordena por su comisión e instrucciones, para dar
asiento en las tierras que les hayan [f.18v] de dejar ratificadas por título, las que
por incómodas lejanas y adjudicar a Su Majestad suprema, según el contenido en
el título, que de los dichos sus tierras parecen les dejó el dicho señor don fray Luis
López, obispo de Quito, que visitó dicho pueblo y tierras como juez visitador de
ellas en esta provincia por el año 1593,
[y] se declara que entonces había 2595 almas, varones y mujeres de toda edad,
los 573 indios casados, y 84 solteros, y el resto de viejos, mozos y niños, [y] de
presente, según las minorías en forma de padrón que han hecho y recibido ante
el dicho presente juez visitador, los dichos caciques se hallaban 636 indios tribu-
tarios, que muchos de ellos estaban huídos y ausentes, el resto de las familias de
todas edades, como se contiene en las dichas memorias que están puestos por
cabeza de estos aumentos, firmando los dichos principales, y porque excusar
costas se les ha de volver dicho título original de las tierras que así les dejó el
señor obispo, se aprecian aquí que con sus tierras en esta visita para el efecto
arriba referido del cumplimiento de la comisión del dicho juez al dicho pueblo,
han vendido
y después de haber significado el dicho gobernador cacique al dicho juez la mu-
chedumbre de gente que son indios originarios de esta provincia de Charcas,
pertenecientes al pueblo de Sacaca, y las obligaciones que estaban de acudir a la
mita de Potosí, en cuyas minas se ocupaban de ordinario 124 indios tributarios que
se remudaban, y asimismo la carga de tasa para Su Majestad y otras sujeciones,
las pocas tierras tienen para su sustento, haber hecho por mandato de dicho juez,
para este efecto antes de ahora que en sumo contiene, poseen las tierras
301 Estos dos caciques, miembros de la familia cacical de Sacaca, ejercían su autoridad en los
valles de San Juan de Acacio, pueblo fundado después de la reducción toledana como anexo
de Sacaca.
644 QARAQARA - CHARKA
[Mojones]
Las tierras llamadas mojones Angachapi, Guañachani Corral, Chaquiquilla pampa,
Avila Apacheta, Irovillque, Chocora cequina, Laramacala, Piedra Vista por
Quena, Tangatanga, Montegrande, Choriparara, Pirguacala, son tres mojones
encontrados con la hacienda de Tangatanga, jurisdicción de Sacaca, y la otra
con Pirguani comprención de Quirquiavi,
seguimos a Xacani Villque, mojón que colinda con la estancia Viscachani pertene-
ciente a Sacaca, así mismo Aquerana, comprención Quirquiavi,
proseguimos al paraje Cuchillada, Quinuaquinua, Esazisa [?], Dera–[f.19r] coni, Paseña,
Jiguata mojón, Incacorral, vista al oriente, Piacala mojón, colinda con la estancia
Chimu, jurisdicción de Sacaca, y con Layuri perteneciente a Quirquiavi, siguiendo
por Calacusuro mojón, y al paraje Supullullo mojón, colinda con Jaroma estancia
comprención Sacaca, y con Collpacota jurisdicción de Quirquiavi,302
bajamos al oriente, llamados Jatumplazuela,
seguimos al paraje Vilacasa mojón,
encontramos con el camino de Sacaca que vá de tránsito a Quirquiavi, colinda con
Huanayo y la estancia Yarvicoya,
pasamos el río Guaraya, por la cuesta Cachicala,
seguimos asimismo el paraje Huancapinina mojón, colinda por Huancarani,
seguimos por Mollepunco mojón, colinda con la estancia Layupampa comprención
Sacaca y con Cotaña jurisdicción Quirquiavi,
bajamos por Pucarani mojón,
seguimos abajo por Tacamanguani,
seguimos arriba el paraje de Patacaballo, mojón de tres partes, este se divide con
Sacaca y con la hacienda Tangatanguillo, comprención de Arque303 y las comu-
nidades de Sacaca, Quirquiavi, que es el punto de partida de la línea divisoria
de dichas comunidades.
seguimos al oriente al paraje Calapaquiri, colinda con Sacaca y con Arque,
seguimos arriba al paraje llamado Ovegería Tambo, sobre el camino real de Co-
chabamba a Sacaca,
y seguimos por la quebrada Challacirca, el camino viene de Sicaya y va a San Pedro,
colinda con el anexo de Iturata y con la hacienda Morocollpa,
subimos arriba a encontrar con la cumbre de Cayavi mojón,
bajamos Turquí es una cierra,
seguimos abajo por Arampampa,
concluimos a Taconi,
302 Los Kirkyawi eran un ayllu de los Turpa. Ver el Ensayo de Interpretación “Charka Rojo,
Charka Blanco”; también Schramm, “Mosaicos etnohistóricos...” (1990:11-12).
303 Las palabras “hacienda” y “comprensión”, aquí como en otras partes del documento,
parecen ser interpolaciones republicanas.
TIERRA 645
304 Deformación documental: la lista anterior es de los mojones; lo que sigue es la Revisita de
las tierras. Ver Izko, La doble frontera... (1992:21).
305 Cf. la referencia a “maíz muy chiquito, poco mayor del trigo” en el pleito de los indios de
Macha con Alonso Díaz. Ver en esta Parte el Documento 8 (f.78v). También el “maicillo
de puna” que aparece en el Mapa de Pocoata de 1651. Ver la Presentación a esta Parte,
Láminas 4.6 y 4.7.
306 Don Fernando Ayawiri Kuysara tenía estancias para su ganado en Caripuyo; ver la Quinta
Parte, “Mallku”, Documento 20 (f.15r), y el Mapa 4.2.
646 QARAQARA - CHARKA
las tierras de Arcoyara y Chicacagua, que están a cuatro leguas del dicho pueblo
de Sacaca, que la más de ellas es tierra fría, donde se sirve de estancia, se
siembran papas y ocas los indios particulares del pueblo;
las tierras de Tococari Palca, Achacaya, que están a cinco leguas del dicho pueblo, en
que dicen estar el mojón de Pucachani, son tierras de papa y de maíz chiquitos,
de temporal, que es de la comunidad de los Urinsaya del dicho pueblo;
las tierras de Larama Cabildo, Cosio, que están a cinco leguas del dicho pueblo
de Sacaca son tierras de pasto; las tierras del dicho pueblo y anexo de San
Juan de Acacio, donde está la reducción principal de los indios labradores a
nueve leguas del dicho pueblo principal, en el contorno del dicho pueblo de
Acacio, están a una legua y media, y a menos las tierras llamadas Ocarachi,
Sinto, Janayo, Inquezas, Cayanimolle, Mollevillque, Iraata Huayra–[f 20r] tore,
Chinopacha, son tierras de maíz temporal;
las tierras llamadas Palca que están a 12 leguas de Sacaca y de dos a tres de Acacio,
son tierras de maíz de regadío, en que solía haber viña, y la había en tiempo
de que visitó el señor obispo;
las tierras de Saquina, Pala, Pisorioma, Pirioma, que todas se incluyen en el pri-
mero nombre de Taquinapalca, tres y cuatro leguas de la dicha reducción
de Acacio, son tierras de maíz, ají, algodón y otras legumbres, y de riego,
que son a las que antiguamente, antes de la visita del dicho señor obispo
de Quito, pretendió derechos de las comunidades adjudicadas a dicho
pueblo de Sacaca, con que al dicho casique le quedase solo la viña que allí
tenía,307 por guardar de ella cuatro fanegadas de sembradío de maíz, y que el
agua de las acequias de aquella parte que había entonces la gozacen él y los
indios en todo y por todo, el aderezo y costas de ellos fuesen también, cuyo
concierto y abiertos parece haberse hecho conformidad por las dichas partes
en presencia del dicho señor obispo, y de su secretario en la villa de Oropeza
a 14.viii.1593;
item, las tierras de Yamboata y Caruta, que son tierras de maíz de temporal a tres
leguas de Acacio;
las tierras de Irire, Pucyuni, Vichigani e Intara, que están a 11 leguas de Sacaca y
dos y media de Acacio son tierras de maíz temporal;
las tierras de Marcavi, Lemoarina, Sarcuri,308 Tapacariri, Cochipata, Turque, y Arconi,
que están en una sierra donde incluyen uno todos estos nombres, están a 11
leguas de Sacaca, dos de Acacio, son tierras de maíz temporal;
las tierras de Calchaca, Sinto, Corapata, Camata, Huatapita, Mocomoco y Ancoco-
lla, están a 7 leguas de Sacaca y tres leguas de Acacio, en medio de ambos
pueblos que son tierras de maíz y papa de temporal;
307 Para el interés de los señores Charka en cultivar vid, seguramente con miras al mercado
minero de Potosí, cf. el pleito de los indios de Chayanta sobre las tierras de Sucusuma, en
esta Parte, Documento 13 (f.3v).
308 Las tierras de Sarcori eran chacras y estancias de Kuysara, abuelo de don Fernando Ayawiri
Kuysara; ver la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 20 (f.14v). Para las tierras de los
Mallku de Sacaca, ver el Mapa 4.2.
TIERRA 647
las tierras de Coaraca tras de Acacio, que también son temporales para maíz y
papa;
las tierras de Calamani, que confinan con el de los indios de San Pedro de Buena
Vista, Vitora, y con la estancia que ahora es de los derechos de Baltazar Coñaca,
que fue de Juan Cayo, y como dos y media de Acacio, que son tierras de puna
para pasto, que por tales comunes se los dejó el dicho señor obispo.
Todas estas cuales tierras [f.20v] 24 capítulos de tierra parece por el título referido
del dicho señor obispo que se los dió adjudicados a dicho pueblo de Sacaca, con
los de Chayanta, son desde el dicho pueblo de Sacaca como se va a Potosí:
[Mojones]
comienza desde Chilcapalca y linda en término de cuatro leguas, con los indios del
pueblo viejo de San Gerónimo de Charcas que se despobló,
del dicho pueblo de Sacaca como se va a dicho pueblo de San Pedro de Buena
Vista, el mojón de Toracari Pallca cinco leguas de dicho pueblo, donde fenecen
los términos de Charcas,309
y que se comienza desde allí hasta abajo a lindar con los indios del dicho pueblo
de Sacaca, como si se va al dicho asiento de San Gerónimo de Charcas dos
leguas de Sacaca, está el mojón llamado Pacachani, linda con lo que era del
dicho pueblo de Sacaca,
hacia Cochabamba a dos leguas está el mojón llamado Cavacavani, linda con los
indios del dicho distrito de Cochabamba y seis leguas del dicho pueblo,
otros mojón Tangatanga hacia las sepulturas del pueblo de Acacio a seis leguas
hacia la parte de abajo, como se va por el camino real al alto de Cayni, pasado
el río está otro mojón llamado Chiquiriguata, que divide el término de Sacaca
con los indios que eran de Cochabamba, y comenzaron del dicho pueblo de
Acacio,
y como se va a San Pedro de Buena Vista dos leguas y media del dicho pueblo
de Acacio, está otro mojón llamado Lamalamani, linda con los indios de la
parcialidad Auquimarca del dicho pueblo de San Pedro;
del pueblo de Caripuyo como se va a Chayanta, media legua del dicho pueblo o
asiento de Caripuyo, está el mojón Taconi, linda con los indios del dicho asiento
que son del mismo repartimiento de Sacaca,
y allí están indios de la parcialidad de Sicuya de Chayanta de don Juan Chico, que
linda del mojón de Taconi 6 leguas hacia la Venta del medio,
de Guamini Cruz, Quivilla, Incacorral al mojón de Salla Negropavellon, a San Pablo,
Quinilla, Lopeara, Cotuhorma, Tangatanga, está el último mojón, que están a
14 leguas del dicho pueblo de Sacaca, son tierras [de] pasto pertenecientes
a Sacaca,
y desde el pueblo de Acacio cinco leguas otro mojón llamado Taquina Pala, hacia
el alto huvo y partido de Mizque,
309 Esta frase parece ser una inserción que se refiere a los términos de la provincia republicana
de Charcas, establecida en 1879, con base en la Colectoría de Nor Chayanta introducida
por el general Belzu.
648 QARAQARA - CHARKA
Todo lo cual consta por el título referido del dicho señor obispo de Quito, el cual y la
memoria referida de los indios, y de todas almas presentes y ausentes pertenecien-
tes al di–[f.21r] cho repartimiento de Sacaca, en que como va dicho se comprende
al pueblo de Acacio, y la memoria dada a Su Merced con distinción de la calidad
y cantidad de todas las dichas tierras, medidas y tanteadas por el medido de esta
visita, con la distinción de los pedazos, sitios y lugares que en ella se contiene, que
parece son los desuso referidos en las dichas 24 partidas que desuso se refieren.
Considerando el dicho juez visitador el estado presente y el porvenir conferido
por los dichos indios principales desuso nombrados, que se hallan presentes con
el dicho Juan de Quiñones Osorio, su defensor, como suyas se pueden vender de
los que menos falta hagan a los dichos indios,
y habiéndose por su parte propuesto lo que pareció convenir cerca de ello, úl-
timamente por lo lejos e incómodos y de muy poco provecho, resolvió el dicho
juez visitador que hayan de quedar amparados en [el] dicho pueblo de Sacaca las
siguientes:
Las tierras calientes, que como tales son de mucho riesgo de enfermedad a los dichos
de Sacaca y Acacio, hechos a su temple frío y caliente, así por esto como por la
mucha distancia de 12 leguas del río de Tuquisa, por medio de que es menester
pasar cantidad de vados, los tienen despoblados, y dejaron, por ser la viña que
había estado, son los contenidos en el 17 capítulo del dicho título dado por el
señor obispo, y de los autos que conforme la razón y memorial dado de ella
ahora por el dicho Alfonso Pizarro, medidor de esta visita, que los hizo medir y
tantear desde la quebrada de Seguanacava lindes, desde la dicha línea que fue
de don José Bilbao Ayaviri, que ahora poseen el poder de Juan Cayo en dicho
río y valle de Tayapaya, como se sube río arriba a mano izquierda, todas las
tierras hasta lo que llaman Pallca, que son las pampas siguientes:
La primera de Frontera de la Viña, que ahora es de don Juan Ayaviri, tendrá
dos fanegadas de sembradío de maíz y la segunda pampa media fanegada y la
tercera [sic] dos fanegadas, la cuarta tres fanegadas, la quinta media fanegada,
la sexta seis fanegadas, la séptima dos fanegadas, la octava cinco fanegadas
y la novena y la última que se llama Pallca que está en las juntas al río Grande
desde Tacyapaya y el río de Tuquisa tendrá siete fanegadas, lo más de ella
rodeada del río, [f. 21v] las unas y las otras fanegadas, parece que en las dichas
pampas hay poco más o menos,
y entre las dichas juntas de los ríos que llaman Palca, está un arrendero de los
indios de Sacaca llamado Juan Sanchez, a quien parece don José de Bilbao
Ayaviri lo ha arrendado todo a 30 o 40 pesos por año en la dicha Palca, y jun-
tos habrá otras cinco fanegadas poco más o menos, muy pedregosos de las
dichas tierras, se podrán regar, trabajando y formando acequias,
y advertir que el dicho medidor que es cosa todo montuoso, algo pedrego-
so, y que no habitan en las dichas tierras indios, por ser muy malsanos para
ellos, y de temperatura caliente, que las vertientes a las dichas tierras desde
los altos no son de provecho, y que desde la dicha línea de don Juan Ayaviri,
como padre de los indios, hasta arriba tienen de largo de dos leguas hasta las
dichas tierras llamadas Palca, que por lo más cerca al pueblo de Acacio está
tres leguas.
TIERRA 649
Item, las tierras frías, que también se dejan a su Majestad, son las que corren desde
los lindes de la estancia llamada Huanacoma310 de Juan Lopez, que es desde
el cerro de Irupuco, se ha de ir corriendo la vista al cerro de Laxza, de este
enderezando por encima de los viñascos de Condoriri va a dar al río y pampa
de Huachani, que linda con los indios de Sicuyas y Chullpas de Chayanta, con
los de Sacaca, los altos de Chaquilla, que linda con los indios Sora y Tapacari
con los de Sacaca; volviendo por la parte de Tangatanga y otra parte, vienen
a lindar con la estancia de Quirquiavi del principal don Pedro Mamani hasta
las quebradas y peñascos que llaman Aquerana, que está a la parte del dicho
cerro de Tangatanga,
y de allí volviendo el rostro a la dicha estancia [de] Juan López hasta dar en los
peñascos que da vista a Sepita,311 y linda las dichas estancias hacia la parte de
Sacaca, quedando toda la estancia llamada Micani de los indios Jilavi, habrá
la distancia hasta llegar al lindar con tierras de dicho Pedro Mamani legua y
media, a la parte de Churiparara poco más, y dos leguas hasta la estancia de
Huanchaca que linda con Micani, y queda por los dichos indios de Sacaca,
hasta el fin y el extremo de las dichas tierras que se adjudican de Su Majestad
hacia la parte de los Soras habrá tres leguas poco más o menos, y de ancho
una gran legua, aunque por lo úl–[f. 22r] timo hacia los Soras una cañada gran-
de, entra hasta Sorasora el mojón Pampala hacia Mazocruz, no está tan ancha
dicha tierra, las cuales dichas tierras que ultimamente referidas son frías.
Presento y declaro que el nombre principal de dichos mojones y tierras de los pa-
rajes que les queda a los dichos indios, de donde toma el renombre, y comprenda
otros nombres particulares.
testigo los dichos José de la Vega Alvarado
Ante mí Miguel García Morate, escribano de Su Majestad.
310 La familia de don Fernando Ayawiri Kuysara tenía tierras y estancias en Huanacoma; ver
la Quinta Parte, “Mallku”, Documento 20 (f.15r), y el Mapa 4.2.
311 La familia de don Fernando Ayawiri Kuysara tenía tierras y estancias en Sepita; ver la
Quinta Parte, “Mallku”, Documento 20 (f.15r), y el Mapa 4.2.
650 QARAQARA - CHARKA
menester a todas las dichas tierras, los gocen los dichos indios comunes como
hasta aquí, juntamente con los referidos de Toracari,312 comprendidas en el dicho
título antiguo y aplicación que le hizo el dicho señor obispo, y no constar que de
manera alguna el lengua de ellos el dicho don José Bilbao y el dicho juez visitador,
confirmándose con las órdenes del gobierno de estos reinos, mandan a dichos
gobernadores, segundas personas y demás indios principales y comunes del
dicho pueblo de Sacaca, que en manera alguna vendan dichas tierras, ni partan
alguna de ellas, ni las enajenan ni arrienden, pena de ser castigado,
demás de ser en sí ninguno lo que en contrario hiciesen, sino fuese con licencia
expresa de dicho gobierno, y usen del fruto y posesión de todas ellas conforme a
la necesidad de cada una, y en la forma que han acostumbrado, con toda igualdad,
y sí por no haberla o por otra causa se pretendiesen reme–[f.22v] dio por alguno
de los indios del dicho pueblo, el corregidor o su lugar teniente y justicia lo haga
en la dicha razón, de forma que con toda igualdad y consideración estén acostum-
brados los dichos indios en las dichas tierras, respecto de ellas y su calidad, la del
número de los dichos indios,
a todos los cuales las dichas justicias les hagan el dicho amparo sin consentir ni
dar lugar que Juan Lopez313 ni Pedro Mamani,314 [de] quienes se quejan de que se
les entra en las dichas sus tierras y les echan de ellas, lo hagan, ni otras personas
que sean desposeidos sin permiso de ser oido [y] por fuero y derecho vencidos,
y con la dicha aceptación de ellos que así declaran en este auto para Su Majestad,
se les dé nuevo título o testimonio para su resguardo, y así lo prohibió y firmó,
juntamente firmando con el dicho defensor y principales, cuales dijeron se les dé
mandamiento de amparo en forma de las dichas tierras, que así se las dejan.
Josep de la Vega Alvarado
Juan de Quiñones Osorio
don Pedro Characayo
don García Ayaviri
don Miguel García Morato
Recibimos por mandado del dicho señor visitador las minorías de las gentes de
nuestros repartimientos de Sacaca contenidos en el auto de visita, de uso para
aprovecharnos de ella para la cuenta y razón de lo que es nuestra gente, y lo fir-
mamos
don Pedro Characayo
don García Ayaviri
don Miguel Ignacio
don Juan Ayaviri,
presente aquí firmó su nombre Josep de la Vega Alvarado
en la dicha villa de Potosí en 30 x1646.
312 Toracarí está en territorio del ayllu Qhäna (o Cayana), antiguamente sujeto a los señores
de Sacaca. Ver Harris, “Ecological duality...” (1986).
313 Juan López es un español.
314 Pedro Mamani es un cacique de Quirquiavi; ver Izko, La doble frontera... (1992:34).
V. Mallku
Presentación
Las estirpes señoriales y el nuevo poder
La nueva coyuntura política que surge a raíz de las reformas toledanas (1569-
1581) engendró de parte de los Mallku, en primer lugar, unas quejas amargadas
con respecto a la pérdida de sus privilegios y luego una serie de Probanzas de
Servicios y Méritos, reveladoras de los cambios que significaron su adaptación
a las nuevas normas del sistema colonial. Este sistema, a la vez que necesitaba
conservar las jerarquías locales, dictaba nuevas pautas para la integración de los
Mallku en un orden nobiliario que los españoles pudieran tutelar.
Las reglas del dominio ejercido hasta entonces por los españoles fueron
profundamente cambiadas por Toledo. Sus reformas golpeaban tanto a los
Mallku como a los indios del común. Los primeros perdieron parte de sus
privilegios y sus ingresos acostumbrados; además, para mantener su posición
dentro del nuevo orden colonial, tuvieron que hacerse cargo de las nuevas
medidas de control y de explotación de sus indios: las reducciones, la mita y
la tasa. El Memorial pormenoriza una amplia gama de cargos nuevos o de peso
aumentado, a los cuales estaban sometidos los indios por el orden toledano; y
el creciente número de quejas con respecto a la tasa demuestra claramente la
ineficacia de un sistema que calculaba los montos a entregar sobre la base del
número de tributarios presentes en la Visita, pero rehusaba variar la tasa de
acuerdo con los cambios demográficos.1
En fin, debe tomarse en cuenta que la región que estudiamos estaba en el
corazón del nuevo dispositivo administrativo español, en razón de la posición
1 Ver las presentaciones de la Tercera Parte, “Tasa”, y de la Cuarta Parte, “Tierra”; y el
resumen del Memorial en el Resumen analítico de los documentos de la Quinta Parte,
“Mallku”.
654 QARAQARA - CHARKA
2 En esta misma época, la explotación de las colas y los desmontes llegó a ser factible gracias
a la introducción del método de beneficio por el mercurio, y por la creación del sistema
hidráulico de las lagunas y los ingenios de la Rivera de Potosí.
3 Guillermo Lohmann Villena, “Introducción” a Toledo, Disposiciones gubernativas…
(1986:xxiv).
MALLKU 655
si sucedían los hijos a los padres por vía de sucesión y cual de los hijos suce-
día, si era el mayor o el mas hábil o el que de ellos nombraba el Inka, o si,
muerto el cacique, el Inka de su mano por su voluntad nombraba sucesor
a los tales cargos que no fuese hijo ni descendiente del muerto, aunque
dejase hijos … qué jurisdicción tenían los caciques principales en tiempo
del Inka sobre los indios a sí sujetos, y qué era el oficio de los tales caciques
y principales.7
Que el mejor título para los cacicazgos y sucesión de ellos será el ser mejor
cristiano y de más capacidad el indio a quien se hubiere de dar de los hijos
legítimos o de los otros u otro indio en quien estas partes concurriesen.
a fines del siglo XVI. Éste protestaba en contra de tales Ordenanzas en el Me-
morial y en su Memoria de 1582; y resulta que Su Majestad aceptó la legitimad
de la queja porque pocos años después recibía en su mesa a los más finos de los
españoles del Potosí de aquel entonces, vestía a la española, llevaba armas, tenía
cabalgadura y consiguió para sí y sus sucesores un escudo de armas.13 En una
sociedad de estamentos, como la hispana, estas prohibiciones no sólo servían
para delimitar fronteras sociales, muchas de ellas existentes en España, sino,
mediante el juego de reales favores y sobre la base de excepciones a las reglas,
para elevar al rango de hijosdalgo una “nobleza cacical” ladina.
A pesar de todo, en los hechos las Ordenanzas modificaron poco las reglas
internas de la sociabilidad antigua, en particular las que se habían establecido a lo
largo de siglos entre los señores y los jefes de familia que dependían de ellos (Que.
jatunruna). Al confirmar algunos de los deberes de los Mallku, contribuyeron en
última instancia a reforzar su poder. No hay que olvidar que éstos eran indispen-
sables a los españoles, tanto para el relevo del tributo como para la organización
de la mita. Algunos rituales fueron permitidos, en efecto, y en 1569-70 Toledo
mandaba que los caciques conservasen en Potosí la costumbre de “comer en las
pampas, proveyendo como lo guarden por el beneficio que se sigue a los indios
pobres del repartimiento”; y en este caso los Visitadores tuvieron la obligación
de tener informada la administración española.14 Esta instrucción permitió que
estuviéramos informados sobre los convites y banquetes que tuvieron lugar
cincuenta años antes, como los de los Mallku de los Anansayas de Macha, Tata
Paria y su hijo Wallqa, que convidaron al Mallku de Sacaca, Kuysara, como éste
también convidó a Wallqa. Esta costumbre forma parte de una serie de inter-
cambios recíprocos que sellaban ritualmente un vínculo entre las dos wamani
de los Qaraqara, de Urqusuyu, y los Charka, de Umasuyu. Tenemos referencia
de que algunas reuniones se celebraban en un “buhío redondo”, en la “pampa
de Macha”, donde Wallqa reunía a todas las autoridades menores, “nombrando
caciques, segundas personas y todos los más pueblos de la nación, y mudando a
los nombrados y poniendo otros de nuevo”.15 Los banquetes, en tiempos pre-
hispánicos, ofrecían a los Mallku la ocasión de demostrar su generosidad y es
cuando se solía redistribuir parte de la riqueza en favor de los indios comunes
y pobres. Era el momento escogido para que los nuevos principales y caciques
nombrados se sentaran en sus duos y tomaran posesión de sus insignias de poder,
delante de la multitud congregada. La costumbre de reconocer públicamente a
13 Ver en esta Parte el Documento 20 (ff.11r @ 51, 13v @ 3, 14r @ 6); y el Documento 21.
14 “En cuanto al capítulo siguiente que trata sobre si los dichos caciques y principales han
guardado la costumbre del Inga en comer en las pampas y lo demas contenido en el dicho
capitulo, se hará auto de relacion de lo que se hubiere entendido de palabra, sin hacer
información”. Toledo, Disposiciones gubernativas t.I… (1986: 251). Normas sobre promoción
de la doctrina. Potosí, 6.iii.1573).
15 Ver en esta Parte el Documento 18 (f.319r).
660 QARAQARA - CHARKA
los nuevos caciques se mantuvo en Potosí hasta principios del siglo XVII, cuando
don Lope de Mendoza, gobernador de Urinsaya de Tinguipaya, fue nombrado
e instalado después de una junta general:
… don Juan Bautista Chuquivilca, don Carlos Seco y don Francisco Ayra …
al dicho don Lope de Mendoza … le asentaron luego incontinente en su duo
como a tal cacique principal, e hijo de tal, en la Villa imperial de Potosí, en
presencia de la mayor parte de los indios de este repartimiento y provincia de
los Charcas, que para este efecto se juntaron según el uso y costumbre antigua
de ellos, y tomó la posesión sin contradicción de persona alguna …16
18 “Entre las virtudes que los ladinos estudian es, una, cómo sabrán poner un pleito y hacer
una petición para mover una acusación: para el cual fin, un indio ladino de un pueblo
llamado Andamarca, en la provincia de los Carangas, compró un Monterroso, y en otro
pueblo llamado Corquemarca otro ladino compró las Partidas del Rey don Alfonso, que
le costaron 40 pesos. Para conocer su indignado intento, no es menester mirar mas que
al indio – que quiere ser letrado para poner pleitos, sin haber estudiado – qué pretende”.
Álvarez, De las costumbres y conversión … ([1588] 1998:268-9).
662 QARAQARA - CHARKA
22 El tunu era el raigón o “cepa de donde salen las rayzes”. Bertonio, Vocabulario… (1956
[1612]:399).
664 QARAQARA - CHARKA
femenino era designado bajo el nombre de tunu lari, siendo lari todos los va-
rones parientes de parte de la madre. Sin embargo, es el mayor o el más apto
de los tíos paternos (awki) quien, al parecer, tuvo que desempeñar el papel de
sustituto del padre en la sucesión, cuando éste moría o se retiraba de su cargo
por enfermedad.
Así es como don Fernando Ayra de Ariutu, en su Probanza de Méritos y
Servicios presentada en 1638, dijo descender por parte de su madre “de la casa
de Anco Tutumpi Aira Canche, cacique y señor absoluto que fue del pueblo
de Macha y Chaquí”;23 y por vía de varón de la “casa” de Lukalarama. En este
caso, el origen de la casa era local. La pertenencia a dos casas y la importancia
del ramo materno muestran en muchos casos, además, que las alianzas ma-
trimoniales a veces pudieron pesar tanto o más que la descendencia “en línea
recta por vía de varón”. Este argumento pesaba sobre todo cuando se trataba
de mujeres de la nobleza inka (como es el caso de Payku Chimpu, madre del
Inka Muruq’u).24
La duplicación de las “casas” dentro de cada ayllu pudo corresponder,
en efecto, a un rasgo peculiar de esta sociedad en tiempos prehispanos. Men-
cionaremos el caso de don Francisco González, hijo de don Felipe Yumu y
doña Para, que fue jilaqata del ayllu Alacollana (Anansaya de Macha) en 1613
y dijo ser legítimo sucesor del dicho hilacatazgo “de uno de los dos que ha de
haber en el dicho ayllo”. La existencia de dos hilacatazgos en un solo ayllu nos
remite nuevamente a la imagen de las dos “casas”. Según Alonso de Mendo-
za, gobernador y cacique principal de la parcialidad de Urinsaya (Macha) en
1613, había “dos casas” en cada ayllu, de donde procedían los principales. De
la “casa mayor” salían los “caciques de los pachacas”.25 Esta frase parece refe-
rirse a aquellos que mandaban a todos los grupos menores (pachacas, es decir,
100 unidades domésticas) que conformaban el ayllu. Conviene, sin embargo,
preguntarnos si la segunda “casa” mencionada correspondía a un ramo secun-
dario con el mismo antepasado que la primera o si se trataba de un grupo de
descendencia completamente distinto. Desafortunadamente, la ambigüedad
de la documentación no nos permite contestar a esta pregunta.
Tomemos otro ejemplo de Macha. El abuelo de Francisco González, un tal
Curi, también era de la “casa principal de donde sacaban los principales de los
pachacas”, y en consecuencia fue cacique principal del ayllu Alacollana cuando
llegaron los Pizarro en 1538. Dicho ayllu seguía bajo el mando de Wallqa,
Mallku de Anansaya, y en última instancia del poder ejercido por Muruq’u,
Mallku de Urinsaya y capitán de ambas parcialidades.26 El hijo y sucesor de
Francisco González, don Francisco Yumu (o Yumi), también fue gobernador
de los mitayos de Macha en Porco. Pero un testigo de su Probanza, don Juan
Quina (o Wayna), segunda persona de Anansaya, notó que, por haber sido
demasiado joven, Francisco González durante la Visita General de Toledo
había pasado el cacicazgo que le correspondía a un tal Domingo Kuysara (o
Cuchara) de la “casa segunda”. Además, en lugar de volver a Francisco como
convenía, a su mayoría de edad, se lo había entregado al hijo de Domingo
Kuysara, don Pedro de Aguilar, que había conservado el cacicazgo, de tal modo
que “la casa segunda” había confiscado el mando en su favor. Evidentemente,
este acaparamiento fue considerado injusto.
Ahora bien, no podemos deducir de estos datos que Domingo Kuysara,
como miembro del ramo secundario, estuvo efectivamente emparentado con
la “casa principal” de Curi, salvo si formulamos la hipótesis de que era tío
de Francisco González. Como tiende a demostrarlo este ejemplo, la llamada
“casa segunda” estaría constituida por la descendencia de un tío, hermano
del cacique de la casa principal, siendo ambos hijos del mismo padre; lo que
corresponde efectivamente a lo que sabemos de la sucesión de los cargos entre
los principales y señores aymaras. La casa segunda correspondería, entonces,
a la casa de las “Segundas Personas”, cuya autoridad sólo podía ejercerse en la
ausencia de los señores principales de la “casa mayor”.
Consideremos ahora un tercer caso, también de Macha. Se trata del pleito
entre Juan González Carita y Gerónimo Soto Aroni sobre “el oficio y cargo
de hilacata principal” del ayllu Waraqhata (Anansaya de Macha). Dicho pleito
se suspendió cuando Gerónimo Soto, junto con otros cinco principales del
mismo ayllu, se retiraron del pleito argumentando que:
por ser él y nosotros todos descendientes de una misma casa y cepa, y primos
hermanos, y ordinariamente, cuando el heredero legítimo del dicho hilaca-
tazgo es menor, y no tiene edad suficiente para acudir a las obligaciones de
su oficio, ha entrado y entran lo servir el que nosotros decimos y tiene mas
edad y suficiencia, como lo guardaron nuestros padres y antepasados, por lo
cual si nosotros siguieramos el dicho pleito fuera injusto, pues todos somos
de una misma casa.27
En este ejemplo, todos los principales que figuran como formando parte
de una sola “casa y cepa”, y que pertenencían a diferentes pachacas, habían
4. Coyunturas y memorias
Llegando al Perú con instrucciones para que se aumenten los reales quintos
de Su Majestad, Toledo logró instalar el beneficio de la plata por amalgamación
con azogue. Organizó la mita (venciendo la resistencia del obispo de Lima y
otros clérigos), facilitó el crédito para la construcción de las lagunas e instaló el
beneficio de la plata en cajones de buitrón en los ingenios que se fueron cons-
28 Ver Silvia Rivera Cusicanqui y Tristan Platt, “El impacto colonial sobre un pueblo Pakaxa:
la crisis del cacicazgo en Caquingora (Urinsaya) durante el siglo XVI”, Avances, Revista
Boliviana de Estudios Históricos y Sociales, No. 1, La Paz, 1978.
MALLKU 667
Lámina 5.1
Un ingenio de beneficio en Potosí (siglo XVII)
sentía los mismos resentimientos, aunque los expresaba de manera mucho menos
subversiva. El Mallku charka había intentado convencer a sus indios de la “utilidad”
de las reducciones, colaborando estrechamente con Toledo durante su estadía en
Potosí en 1575. En aquel momento Toledo reconoció el valor de don Fernando,
diciendo que “se podría meter [a don Fernando] en las consultas del gobierno de
los indios ... y tomar su parecer”.31 Pero al mismo tiempo, la nueva tasa reducía
drásticamente los privilegios tradicionales de los Mallku. En Charcas, don Fer-
nando Ayawiri se consideraba particularmente perjudicado (conviene acordarse
que hacía tan sólo dos o tres años que había reemplazado a su hermano mayor,
don Diego Mamani, en el cacicazgo) y en 1576 escribió al Virrey, quien todavía se
encontraba en Caracollo sobre la frontera entre el Collao y Charcas, “besando sus
pies” según la fórmula tradicional de acatamiento, y reclamando contra la Visita
realizada por el Visitador de Sacaca, Diego Núñez Bazán. Señaló que, a causa de la
división de la antigua jurisdicción de Kuysara entre los encomenderos, su señorío
había quedado disminuido al repartimiento de Sacaca solamente. Pero Núñez Ba-
zán había fragmentado esta jurisdicción aún más en tres parcialidades, cada una de
ellas con su propio cacique principal, dejando a don Fernando con sólo 80 pesos de
salario cuando “otros caciques no más principales que él” recibían 300 ó 200 pesos.
Pidió un aumento de salario, más tierras, indios de servicio y rebaños.32
Toledo respondió reconociéndole su “título de cacique principal de todo
el dicho repartimiento”, pero sin admitir un solo cambio en la nueva tasa,
salvo que le concede 20 carneros “de la tierra” y 20 “de Castilla”.33 Es en este
contexto que el cura de Sacaca, Juan Luis de Padilla, alentó a los señores de
Charcas a dirigir sus quejas y “memoriales” al Virrey para protestar contra lo
decretado, generando una dura respuesta de Toledo.34 No hay que olvidar,
sin embargo, que don Fernando no era el único pretendiente a la sucesión
de Kuysara y que poco antes de que empezara a quejarse, el Visitador Diego
Núñez Bazán se había puesto de acuerdo con don Diego Mamani, hijo mayor
de don Alonso Ayawiri, y le había entregado el cacicazgo como sucesor de
Kuysara por vía de mayorazgo.35
se dedica a mostrar los privilegios y las exenciones que gozaban los Mallku
“antes y después de los incas”. Pero al mismo tiempo, don Fernando Ayawiri
presenta su Probanza para conseguir la capitanía de la mita de Potosí. En ella
recalca, sobre todo, la lealtad y los servicios de sus antepasados a los Inka y
al Rey. La posición del Mallku es doble, y no puede ser de otra manera. Las
mismas Ordenanzas que reducen su estatus también le ofrecen la posibilidad
de recuperarlo como capitán general de la mita. El capitán anterior, don
Juan Qullqi Warachi, señor de los Killaka, ha muerto; el nuevo capitán, don
Martín [Chocani] Chukani, es “viejo e impedido”; y el hijo de don Juan,
Juan Qullqi “el bastardo”, pretende reemplazar a su padre. Pero mientras
tanto, los indios de las “tres naciones” de los Sura, los Charka y los Qaraqara
(aquellas “naciones” consideradas como “caballeros” y “agricultores”, según
los estereotipos prehispánicos de los Charka)36 han elegido a don Fernando
como su capitán. El nuevo Virrey Martín Enríquez confirmará su elección
en julio de 1582.
Se trata de una estrategia política urdida por don Fernando contra Juan
Qullqi, el candidato de los Killaka y los Karanqa, que eran las dos “naciones”
consideradas de manera despectiva por los Charka como “pastores”.37 Pero
gracias a ello, Ayawiri logró consolidar su posición frente a las posibles pre-
tensiones de su hermano mayor, don Diego Mamani, y de sus herederos. En
efecto, en un documento de 1614, dirigido al Corregidor de Chayanta, un hijo
de don Diego nos informa que su padre ocupó el cargo del hijo de Kuysara, don
Alonso Ayawiri, antes de don Fernando. Es don Diego quien hubiera ayudado
a Diego Núñez Bazán, el Visitador de Toledo en Sacaca, en la primera traza del
pueblo de reducción, haciendo edificar una suntuosa iglesia en Sacaca antes de
caer enfermo repentinamente. Tuvo que ceder el puesto a su hermano menor,
don Fernando, en aquel entonces. Estos acontecimientos debieron ocurrir
entre 1572 y 74; y en 1575 don Fernando, recién entrado en el cargo, envió
su primera protesta sobre la actuación de Núñez Bazán al Virrey.
Para consolidar su posición frente a las pretensiones de los descendientes
de su hermano mayor, entonces, Ayawiri se empeñó en buscar nuevos símbolos
de su alcurnia y legitimidad. Su hermano Diego Mamani había dado el nombre
de su padre, Alonso Ayawiri, a su hijo. Tal nombre tenía muchas connotacio-
nes: estaba compuesto del apellido aymara del hijo de Kuysara, Ayawiri, quien
36 Ver el Documento 21 (f.21r}: “... comparados con la generación de los Charcas, y de los
padres del dicho don Fernando, es como comparar pastores con caballeros”; y f.22r: “los
padres de don Juan Colque eran muy diferentes que los del dicho don Fernando porque
los unos eran ovejeros y los de este dicho don Fernando eran señores y gentes soldados
de guerra”. Ver también el Ensayo de Interpretación “Charka Rojo, Charka Blanco”.
37 Cabe recordar que la voz “nación” no se utiliza en nuestros documentos hasta la redacción
del Memorial en 1582 (ver el Ensayo de Interpretación “Charka Rojo, Charka Blanco”,
acápite 3).
670 QARAQARA - CHARKA
fue al mismo tiempo el primer Mallku bautizado de Sacaca (en torno a 1548,
probablemente), y del nombre cristiano del encomendero de Sacaca en aquel
entonces: Alonso de Alvarado. Implícitamente, el hijo de don Diego heredaba
una doble legitimidad.
Pero ni corto ni perezoso, don Fernando era consciente de que una com-
paración histórica más vasta estaba a la orden del día; decidió por su parte
elegir el nombre de Kuysara. Para este fin elabora una genealogía que hace
remontar al período anterior a la llegada del Inka Pachakuti. De este modo,
adoptó la misma estrategia que la que fue desplegada por el Mallku de los Ki-
llaka en 1575, don Juan Colque Guarache, su rival en Potosí. Su figura adquirió
una dimensión histórica sin par cuando evocó tanto la obediencia al Inka de
sus ancestros Copacatiaraca y Cohocoho, como la obediencia de Kuysara al
Inka Pawllu y al Rey, estableciendo un paralelo entre inkas y españoles. Su
demostración se apoya sobre una larga sucesión de señores capaces y leales
que fueron sus antepasados, comprobando de esta manera una habilidad y un
grado de sofisticación política superior al de su hermano mayor. Además de
probar la antigüedad de su linaje, se apoyó sobre dos argumentos principales:
su legitimidad incaica y su calidad de cristiano. Conviene notar que raras veces
las Probanzas que analizamos lograron remontar a antepasados anteriores al
Tawantinsuyu (una excepción la constituye el caso de Ayra Kanchi, fundador
de la “casa” señorial de Macha y Chaquí) y cuando lo hicieron, la lista de los
ascendientes no abarcó más de cinco generaciones.
Por lo tanto, los textos construyen memorias linajeras que desarrollan
esencialmente un paralelismo entre los Inka y la época colonial (es el caso de
las Probanzas de los Mallku de Sacaca, Macha y Pocoata) y constituyen una
larga prueba de su lealtad a ambos Estados, y de su participación en los apara-
tos estatales: gobierno, conquistas y represión de rebeliones. Pero más allá de
la mera argumentación, la red constituida por sus testigos demuestra su total
integración en la sociedad potosina. Muchos de los testigos de los Ayawiri y de
Ayra de Ariutu pertenecen, en efecto, al establishment de la ciudad: son mineros,
encomenderos, administradores, vecinos y religiosos.38
Los Ayawiri son un caso ejemplar, prácticamente el parangón del cacique
cristiano, según las normas establecidas por Toledo. Desde la conversión del
hijo de Kuysara, el catolicismo se había constituido en la religión de la fami-
lia. Los jesuitas habían penetrado las élites cuando establecieron los primeros
colegios de curacas en el Cusco.39 Juan Ayawiri, hijo de Fernando Ayawiri, se
había criado con el padre Cabezas, antiguo cura del repartimiento. Fue uno de
esos alumnos que cursó clases de latín y gramática, y recibió la educación de los
padres de San Ignacio en la ciudad de Potosí, y reivindicaba el haber extirpado
38 Véase en esta Parte los Documentos 16 y 21.
39 Ver Documento 18 (f.302r). Cabe recordar que en la región de Macha los primeros reli-
giosos eran franciscanos.
MALLKU 671
en Potosí los “taquies y borracheras” de los mitayos. Esta educación en las es-
cuelas jesuíticas se había vuelto tradición familiar, ya que el hijo de Juan, Carlos,
fue enviado a la misma escuela que su padre. Además, don Fernando era amigo
de fray Domingo de Santo Tomás, el obispo de La Plata, como lo atestigua el
canónigo Quellar de Ocampo en sus respuestas al Interrogatorio.40
Dos padres jesuitas, uno de ellos rector de Potosí, destacan entre los
testigos a favor de don Juan Ayawiri, jurando que hacía todo lo posible para
que los indios “se quitasen de los ritos y ceremonias antiguas y se españolasen
con sus vidas y costumbres”. En Potosí, los señores Charka iban por la ciudad
“una cruz en mano”, “juntando a los indios de 14 parroquias para que sean
doctrinados”, impidiendo a los mitayos practicar sus “taquies y borracheras”.41
Sin duda alguna, el celo cristiano que demostraron, y que llevó a los Ayawiri
a desempeñar el papel de extirpadores, fue una de las tácticas que facilitó su
inserción en las esferas más altas de la sociedad potosina.
Don Fernando Ayawiri fue nombrado primer Alcalde Mayor de la Villa
en 1587 y durante su permanencia se dedicó, junto con su hijo, don Juan, a la
conversión de los de su antigua “nación” y de todos los mitayos bajo su custo-
dia. En definitiva, los señores Charka compartían los mismos valores cristianos
que los criollos de provincia, con quienes se habían educado en los colegios
de los jesuitas. Más abajo en la escala social, sin embargo, los mitayos seguían
rezando, antes de entrar en la mina, a los mismos dioses de siempre.
A pesar de haber sufrido el menosprecio de Toledo, el nuevo Mallku de
Sacaca se empeñaba con todas sus fuerzas en conseguir el mando sobre todas las
demás capitanías de Potosí, dentro del nuevo orden establecido por el Virrey,
tratando de extender su mando a todos los mitayos de todo el antiguo Qullasu-
yu, tanto de Potosí, de Charcas, como del Collao, mediante su nombramiento
como Alcalde Mayor de Potosí. Como lo ha sugerido Nathan Wachtel, los
14.000 mitayos enviados en tiempos de Wayna Qhapaq desde todos los señoríos
altiplánicos a Cochabamba habían sido reorientados, bajo Toledo, en dirección
de las minas: la “chácara del Rey” en Potosí.42 Y fue efectivamente el nieto
de Kuysara, que había sido el capitán general de Cochabamba bajo los Inka,
quien consiguió el título de Alcalde Mayor de la ciudad minera, adquiriendo
el mismo título de capitán que su abuelo, pero en las nuevas condiciones co-
loniales. Mostrándose un aliado imprescindible del Virrey a la hora de aplicar
su política de reducciones, tasas y mita, don Fernando Ayawiri demostró haber
Lámina 5.2
Un tukuy rikuq (Waman Puma)
Lámina 5.3
Un Alcalde Mayor (Waman Puma)
MALLKU 675
(léase wamani) bajo su jurisdicción.48 Sin duda, esta condición previa aumen-
taba el interés de don Fernando en lograr la unificación, bajo su mando, de las
“tres naciones” de los Charka, los Sura y los Qaraqara, alianza que recibió el
apoyo de los indios antes de ser reconocida por Enríquez en 1582. Y en 1587,
el Visitador de Potosí, don Juan Ortiz de Zárate, nombró a don Fernando
Ayawiri Kuysara como primer Alcalde Mayor de los mitayos de Potosí y de
la provincia de los Charcas, cargo que ejerció junto con el de capitán de las
“tres naciones”.
El papel de Alcalde Mayor era una función de mediación; se trataba de
mitigar las rivalidades entre los distintos capitanes de mita. Y esta se sustituyó en
última instancia al cargo anterior de “capitán general” de todos los mitayos en
Potosí, que había sido ejercido por don Juan Qullqi Warachi I en los años 1570.
En 1598 el General Pedro de Cuéllar afirmó que había visto a don Fernando
en Potosí ejerciendo como Alcalde Mayor a partir de 1578 aproximadamente,
pero pensamos que el General confundía este cargo con la preferencia dada a
don Fernando por el Virrey Toledo en 1575. Otra interpretación es que pueda
aludir a la legitimidad que se había ganado don Fernando entre los mitayos
de todas las “naciones” presentes en la Villa, y en efecto, en su Probanza de
1583, don Fernando pretendió demostrar su aptitud para suceder al cargo de
“capitán general” de los mitayos de Potosí, cargo ejercido anteriormente por
el recién finado don Juan Qullqi Warachi I. En esta Probanza se opuso a las
pretensiones del hijo de éste, Juan Qullqi Warachi II, el “bastardo”; sin em-
bargo, no tenemos ninguna prueba de que esta “causa sobre la superioridad
de la capitanía”49 haya sido tomada en cuenta y que haya tenido otro resultado
que la obtención del título de capitán de las “tres naciones”, que ya había sido
confirmado anteriormente por el Virrey Enríquez en 1582. La “superioridad”
sólo le estaría otorgada en 1587 con el cargo de Alcalde Mayor.
Los requisitos necesarios para desempeñar el cargo de Alcalde Mayor
dictarían los argumentos adoptados por don Fernando en su Probanza de
1583. Estas pautas formuladas más tarde por el Corregidor de Potosí, don
Juan Ortiz de Zárate, tomaban en cuenta los debates que se dieron cuando se
crearon las alcaldías mayores en Quito y Huarochiri durante los años 70 del
siglo. Se estipulaba que el cargo debía recaer sobre un capitán de mita residente
en la Villa, descendiente de caciques principales que habían ejercido su cargo
desde los Inka y prestado buenos servicios a los españoles en la conquista y las
guerras civiles. Además debía comprender los asuntos de justicia y dominar
la lengua castellana (tanto escrita como oral). Todos estos requisitos fueron
retomados en los argumentos de las Probanzas de los Ayawiri Kuysara y, más
tarde, de don Fernando de Ayra de Ariutu. El Alcalde Mayor llevaría vara alta
de la Real Justicia, presidiría el cabildo y tendría autoridad sobre todos los
48 Ver Espinoza Soriano, “El Alcalde Mayor…” (1960:221-223).
49 Ver en esta Parte el Documento 21 (f.17r).
676 QARAQARA - CHARKA
antes que al dicho don Fernando se le diese el dicho cargo de capitán, todos
los caciques y principales de esta provincia de los Charcas le hacían la honra
y cortesía que a tal hijo y nieto de señores principales se debe hacer.50
gran cuidado de favorecer a los naturales que residen en la dicha villa, no tan
solamente a los naturales de esta provincia pero a los Collasuyos que vienen
de diversas provincias, y a todos en general les favorece y hace todo el buen
tratamiento.54
En este documento se le acusa a don Juan Bautista de ser mozo y sin expe-
riencia, y de no ser más que un “pariente de caciques”; además los señores de
Charcas se consideran perjudicados por estar “debajo del dominio y mando de
un Colla tan incapaz”. A eso se añaden otros defectos mayores que demuestran su
poca cristianidad, y son “sus vicios y behetrías como los demás caciques Collas”.55
Frente a las prácticas idólatras y a la simpatía de los Pakasa para los herejes, los
Mallku de Charcas se presentan como los campeones de la ortodoxia cristiana. Y
esta antipatía declarada hacia los Qulla hace que hagan un frente a fin de conseguir
el cargo de Alcalde Mayor de Potosí para su candidato predilecto: don Juan.
Frente a esta situación de crisis, la solución adoptada por el Corregidor fue
la de nombrar dos Alcaldes Mayores de Potosí, uno para Charcas y otro para el
Collao. En 1593, don Juan Bautista Vilca Apaza, Mallku de Ilavi en la provincia
de Chucuito, pidió al Virrey la creación de un segundo Alcalde Mayor de natu-
rales con el propósito expreso de administrar justicia a los indios collas residen-
tes en Potosí, e incluso a los Kana y Kanchi. Este cargo debía ser hereditario y
otro Alcalde debía ocuparse de los Charka, Qaraqara, y Sura (es decir, las “tres
naciones” de don Fernando Ayawiri Kuysara), “y demás que no fuesen Qullas
o Aymaraes”.56 Esta propuesta fue aceptada por Cañete en diciembre de 1593,
pero contrariamente a lo esperado, puso bajo el mando de un solo Alcalde a los
Pakasa junto con las “naciones” de Charcas, y fue otro quien se encargó de “los
Collaguas e provincia de Chucuito e Kanas y Kanchis, los cuales usarán los dichos
oficios por tiempo de tres años y no más”.57 Cada Alcalde se hacía cargo de varias
capitanías y se intentó limitar el cargo a tres años. En los hechos, el número de
Alcaldes Mayores iba aumentando y no siempre dejaban su puesto al cabo de
tres años. Una nueva élite se estaba gestando, y los Mallku concebían el cargo
de Alcalde Mayor como la coronación de su carrera y de sus ambiciones.
La duración del cargo de tres años nos ayuda a comprender por qué en
1598 don Juan tuvo que solicitar una reconfirmación, y parte del Documento
21 se tiene que entender en esta perspectiva de herencia por don Juan del
cargo de su padre, objetivo que consigue en 1594, cuando es nombrado “Al-
calde Mayor de los naturales de la provincia de Charcas” y “Capitán de las tres
naciones Charcas, Soras y Caracara”, ambos títulos de los cuales había gozado
su padre. Al cabo de tres años, en 1598, don Juan pidió las seis mercedes que
58 La historia posterior de los Ayawiri Kuysara queda todavía en la penumbra. Sólo podemos
afirmar que, en 1781, el testamento de don Manuel Ayawiri Kuysara, gobernador y cacique
de Sacaca y Acasio, revela que salió “volando” hacia Cochabamba durante la gran rebelión
de aquel año,” aunque seguía poseyendo una hacienda heredada de sus abuelos donde tenía
un retrato de su tatarabuelo, don Juan Ayawiri. (Mercedes del Río, comunicación perso-
nal). Evidentemente, se trata del tataranieto de nuestro don Juan Ayawiri Kuysara. Otro
dato: durante las revueltas que acompañaban la implementación en Sacaca de la “Primera
Reforma Agraria” de 1874, el Visitador José María Ayawiri fue expulsado nuevamente de
la tierra de sus antepasados por los indios de Sacaca, quienes ya no le consideraban sino
uno más de los verdugos criollo-mestizos que amenazaban sus tierras. Ver Tristan Platt,
“The Andean Experience of Bolivian Liberalism: Roots of Rebellion in 19th century
Chayanta”, en Steve Stern (ed.), Rebellion, Resistance and Consciousness in the Andean Peasant
World (18th-20th centuries), University of Wisconsin Press, Madison, 1987, p. 312.
59 Para una discusión del significado de los “Marcanies”, véase “Charka Rojo, Charka Blanco”
(acápite 4).
680 QARAQARA - CHARKA
indios de su repartimiento. Este doble juego, que continuaría con su hijo, don
Fernando Ayra de Ariutu, llegó a tal punto que los indios del común lo denun-
ciaron.65 Las insuficiencias del sistema colonial, y en particular la incapacidad
de controlar la producción y de compensar los variantes demográficos de la
misma manera que lo hicieron los Inka, contribuyeron, junto con toda la serie
de factores que hemos analizado, a que el papel de los Mallku como garantes
del buen funcionamiento de la sociedad fuera totalmente subvertido y que éstos
se volvieran los opresores de los indios que tenían a su cargo.
Don Fernando Chinchi II no sólo desempeñó su cargo, sino que, como
los Ayawiri, obró en favor de la religión cristiana. Fue él quien construyó en
Pocoata “la iglesia más suntuosa que hay en toda aquella provincia en que
gastó mucho de su hacienda”:
se ha hecho [iglesia] nueva muy suntuosa [con] cal y ladrillo, con su crucero
de dos capillas muy ricas y curiosas, con sus arcos, torales y dos partidas de
mucha arquitectura cubierta de la cerca y tabla con desidio, con muchas piñas
doradas, adornada de muchos ricos ornamentos y servicio de plata labrada,
sustentando muy buena música y diestros cantores.66
Aquí de nuevo se presenta como “mérito” lo que los indios del común,
encabezados por Diego Laymi, consideraron un abuso. Del mismo modo,
escuchamos en otro documento que don Fernando había cumplido con sus
funciones fiscales, en particular la entrega del tributo y de la mita, elemento
fundamental en las solicitudes de privilegios de los Mallku.73 Pero la crisis de-
mográfica y el ausentismo las volvieron muy difíciles de cumplir, y los Mallku
recurrieron a mecanismos cada vez más arbitrarios.
En el siglo XVII, las funciones que desempeñaban los Mallku los ponían
en contacto con los corregidores, los curas y los vecinos de la República de
Españoles, con los cuales compartían muchos de sus valores, alejándose cada
día más de sus bases sociales. Las diversas casas nobles de la región entraron
en competición para conseguir el cargo de Alcalde Mayor, aceptando pasar
por todos los peldaños del escalafón: Alcalde Mayor de pueblo, de capitanía o
“nación”, o de varias “naciones”, como Fernando Ayra de Ariutu.
La ambición pudo llevar a algunos a las posiciones más caricaturescas. Y
la socarronería de uno que otro tributario les permitió dejar de ellos retratos
picarescos y dramáticos a la vez, como el que proporciona Diego Laymi. Des-
cribe a Fernando Ayra Chinchi viajando con sus esposas y concubinas a los
valles, donde varios indios fueron nombrados para recoger la exquisita miel
de Charcas para su consumo; y le muestra “comiendo sus potajes pintados de
oro por un pintor examinado”, rodeado de favoritos y mujeres que le cantaban,
dirigiéndole requiebros amorosos. Siniestro bodegón de un poder déspota y sin
límites que se permitía amenazar con cortarles la lengua a las mujeres de los
tributarios que se atrevieran a quejarse del trato que les estaba infligiendo.
Quizás en el espacio que separaba a las esposas y concubinas del Mallku de
las mujeres del común, ambas, a su manera, víctimas de su poder soberano, se
jugaban, lejos de los ojos de los españoles, dos actitudes que fueron determinantes
para el porvenir de la sociedad indígena: la una de aceptación y la otra de denuncia
de la injusticia. Estas mujeres, poco numerosas, acudían –poniendo en peligro sus
vidas– a denunciar frente a la Audiencia de Charcas los malos tratos recibidos y
las amenazas frente a una instancia reguladora de los conflictos internos que era
ya una institución ajena al derecho comunitario, una institución colonial.
Profundamente integradas en la ganga económica, social y cultural de
la Colonia, y a través de sus instituciones, las sociedades indias mediante los
procesos de estratificación social se iban fragmentando. En este capítulo, los
Mallku de Qaraqara y Charka nos sirvieron de ejemplo para demostrar cómo
la élite adoptó los valores de la sociedad dominante mientras que los mitayos,
tributarios e indios de hacienda se encontraban cada día más alejados de sus
jefes. El mundo de los antiguos Qaraqara y Charka no era homogéneo, y nada
podía parecer más alejado de la vida de un pobre tributario que un señor fino
de la élite, que había estudiado en un colegio de cacique con los criollos de
provincia y que recibía en su mesa a los españoles más soberbios de Potosí;
o más injusto que un déspota local, Mallku además, que –incluso más que un
español– sabía sacar provecho de su condición y explotar a los suyos.
686 QARAQARA - CHARKA
Documentos 16-22
A. Qaraqara
Figura 5.1
Descendencia de Ayra Kanchi
Fernando Chinchi I
Gobernador y capitán de
Pocoata.
Ayudó al Virrey Toledo
“para que se impusiesen Francisco Ayra
las tasas y mita”. Principal del ayllo Majacollana
(Urinsaya de Macha). Martín Laymi María Awkama
Ayuda a Toledo con mita y contra los Chiriwanu. “Asimismo India del ayllo
Toledo acepta no dividir provincia de Qaraqara. gobernador”. Guacoata.
Ofrece servicio gracioso a SM en 1591.
Fernando Qhapaq
(enfermo)
Fernando Chinchi II Ursula Ayra Kanchi Martín Muruq’u Antonio Gironda Magdalena
Alcalde Mayor de Pocoata “Janq’u Tutumpi”. Laymi Kuykama
y Macha (1611), “Le pertence el señorío Segunda Persona Natural
Gobernador de Pocoata mas de la provincia de Urinsaya en de Pocoata.
de 30 años. de Caracara”. San Marcos
Capitán de la provincia de Miraflores.
de Chayanta.
“Reducidor General
de los indios
de la mita de la Provincia
de Caracara”.
El Documento 17 se refiere a la
solicitud de don Fernando para ob-
tener un escudo de armas. Los sím-
bolos que figuran en este escudo son
todos susceptibles de lecturas tanto
europeas como andinas, aunque la
“tarjeta” conservada en el Archivo
General de Indias, Sevilla (ver Lámi-
na 5.4), inexplicablemente omite uno
de los símbolos más importantes, que
Había en el ayllu AlaQullana dos “casas de donde salen los principales que
los gobiernan”, y el padre de Felipe Yumi, llamado Curi, que había gobernado
el ayllu cuando llegaron los españoles, era de la “casa principal de donde sacan
los caciques de pachacas”. Sin embargo, el cargo había pasado a Domingo
Cuchara [= Cuysara] de la “casa segunda”, en razón de la minoría del hijo de
Felipe Yumi, Francisco González, que buscaba a su turno recuperar su título
confiscado por el hijo de don Domingo, Pedro de Aguilar. Pero el documento
no aclara el grado de parentesco que tenía Domingo Cuchara con Felipe Yumi,
lo que explicaría, sin embargo, por qué Domingo Cuysara sucedió a Felipe
Yumi durante la minoría de Francisco González.
Figura 5.2
Hilacatazgo de Alacollana
(Macha Anansaya)
Curi
Casa principal de donde sacan los Hilacatas de Pachaca
Hilacata de Alacollana cuando entraron los españoles
83 Ver el Ensayo de Interpretación “Charka Rojo, Charka Blanco”. Para esta “segunda lec-
tura” del espacio Charcas, ver también Platt, “Pensamiento político aymara...” (1987); y
Del Río, “Estructuración étnica Qharaqhara…” (1995).
694 QARAQARA - CHARKA
Figura 5.3
Gobernadores de Anansaya de Qaraqara
Tata Paria
Mallku de Anansaya (Macha).
Señor Universal de los Qaraqara de la parcialidad de Anansaya.
Gobernador también de los Anansaya de Killaka, Sura, Karanqa y Chuy.
Tenía casas, y huacas, y dos sepulturas y guacas construidas de piedra por estas naciones,
una en el pueblo de Macha y la otra en el salar de Carata.
Era traído en hombros de indios.
Figura 5.4
Hilacatazgo de Guaracoata (Macha Anansaya)
e) Pedro Soto, del ayllu Sulkhawi [Sulcaavi], Mallku de Anansaya nombrado por
los Visitadores del Virrey Toledo, pide maizales en Charichari, asignados a tres
mujeres principales por el Oidor Manuel Castro y Padilla [ff.381r-383v]
Las mujeres procedían de otros ayllus y lugares: una era “forastera”, viuda
de un indio yanacona de los indios de Macha en Guaycoma; otra procedía del
ayllu Majapicha; y la tercera fue casada con el principal del ayllu Kunthawata
[Condoata]. Sin embargo, es notable que el documento las denomina repetidas
veces “indias viejas principales”; seguramente se trata de un reconocimiento,
aun dentro de las leyes españolas, de la gran importancia de las mujeres en los
cargos señoriales aymaras. Las tierras, que eran del ayllu Sullkhawi, fueron
dadas a las mujeres a la muerte de sus esposos y por el tiempo de sus vidas; a su
muerte debían volver al ayllu que se las había prestado. Se trata de un ejemplo
del “derecho reversionario” de los ayllus analizado en la Presentación de la
Cuarta Parte, “Tierra”.
Figura 5.5
La genealogía de los Segundas Personas de Macha
Tacava
Segunda Persona de Urinsaya
[mujer principal] en tiempo de los Inka [mujer segundaria]
?
Alonso Tumiri
Figura 5.6
La descendencia de don Francisco Ayra
(Ayllu Majacollana, Macha Urinsaya)
Don Francisco Ayra
que fue principal del ayllo Mahacollana1
que se quedó en la Visita General de don Francisco de Toledo
don Francisco Ayra don Alonso Huchatoma Pedro Ayra Felipe Taype
Martinez Moroco y y
y Principal del ayllo Miguel Rojas Juan Canta
Andrés Huchatoma Mahacollana
y
Francisco Moroco
1. Sic: en otras partes se usa la ortografía Machacollana.
2. La palabra “bastardo” es añadida en tinta diferente.
Figura 5.7
La descendencia de Tata Ayra Kanchi
Tata Ayra Kanchi
Primer señor gobernador de los 20.000 indios de la nación Caracaras
Hanansayas Hurinsayas
antes del Inka
Pocota Huchatoma
Señor gobernador Asimismo señor gobernador
en tiempo del Inca
Guayna Capac
0
Tata Ayra Inka Muruq’u ?
Gobernador
Martin Alata (2) Diego Soto (3) Juan Visalla (1) Martín Ochatoma Pedro Aychu (1)
Hijo legítimo de Chura. Hijo bastardo de Chura. Hijo legítimo de Chura “según ritos Hermano de Martin Alata Heredó cargos
Gobernador bajo Sanabria, Cacique interino de Ynare, del Inca”. de Upurana su padre
sin heredero Sanabria Maycocha y Maycochapi, Cacique hasta la visita Viejo e impedido cuando
no le dió título propio porque a la muerte de Juan Visalla de Sanabria, llegó Sanabria
no le venía de derecho. (o de Martin Alata?). echado por Sanabria cuando
Con Diego Soto ayudó a Martín Cacique de Belen de fue a La Plata a negociar con
QARAQARA - CHARKA
Figura 5.9
La sucesión de Tata Qariqari (Kakina, Tinguipaya Hanansaya)
B. Charka
a) “El memorial de capitulos que los caciques principales y los demás indios de la
provincia de los Charcas presentan ante Vuestra Majestad …” (1582)
b) Peticiones y memorias de don Fernando Ayawiri en poder del Doctor Barros para
tratar con el Consejo de Indias en España(1575-1582)
Aunque no lleva fecha, esta Memoria junto con el Memorial formaron parte
del poder dado por Ayawiri y los otros caciques Charka y Qaraqara al doctor
Barros de San Millán para tratar con Su Majestad y el Consejo de Indias cuando
viajaba a España en 1582. Se puede deducir que la Memoria data de ese mismo
año o poco antes, por las similitudes con el Memorial y por las quejas abiertas en
contra de Toledo expresadas en ella. Pide restitución de la antigua jurisdicción de
su abuelo Kuysara (es decir, los repartimientos de Chayanta, de Tiquipaya y El
Paso en Cochabamba), que fue fragmentada a raíz de las primeras encomiendas;
y pide reconocimiento del estatus de hijodalgo para él y su familia, por ser de
estirpe de señores de alto rango: “somos caballeros e hijosdalgo como los duques,
condes y marqueses de España, y en toda nuestra vida [no] hemos sabido qué cosa
era trabajar, porque siempre eramos servidos de nuestros súbditos y vasallos”.
El documento enumera, de manera detallada, los privilegios –muchos de
ellos reservados, teóricamente, para los españoles– a los cuales considera que
tiene derecho. Pide permiso para:
708 QARAQARA - CHARKA
Esta carta está firmada por doce caciques, quienes piden disculpas al Virrey
por haberse quejado de la nueva tasa en una serie de peticiones y memorias.
Echan las culpas al padre Juan de Padilla, cura de Sacaca, quien los hizo juntar
y “nos dijo que clamasemos sobre esta tasa y otras cosas”. Pretenden que el
religioso les había prometido llevar sus quejas a la Audiencia de La Plata, a
Su Majestad y al Consejo de Indias en España, y hasta al Santo Concilio; pero
que Padilla insistió en que no informen al Virrey y que a cambio le llevasen
maíz del valle de Cochabamba a Potosí.
Cabe notar que esta carta incluye como signatorios no sólo a caciques
Charka y Qaraqara, sino también a miembros de la nobilidad sura, killaka y
karanqa, es decir, de las otras “naciones marcanies” que también desde la tasa
de Toledo estaban obligadas a proveer mitayos para la minería (Figura 5.10).
Figura 5.10
Los Mallku y principales firmantes de la Carta al Virrey Toledo (1576)
Cacique Nación/Repartimiento Fuentes
don Diego Colque Guarache debe ser Killaka Los Colque Guarache eran los señores de
Killaka. Espinoza S., “El reino aymara…” (1981).
don Martin Ochani Sura Del Río, Relaciones interétnicas… (1997:43);
Etnicidad… (2005).
don Pedro Chuquichambi debe ser Karanqa Los Chuquichambi eran los señores de Karanqa.
Rivière, Sabaya: Structures… (1982).
don Fernando de Velasco Charka/Sacaca Documentos 20 y 21.
(e.d. Ayavire)
don Joan Zarate Caritavilca ?
don Hernando Catari ?
don Pedro Ilavi ?
don Pedro de Cordoba Qaraqara (Macha Urinsaya) Figura 5.5.
don Diego Ayra Qaraqara/Macha Cuadro 3.13d.i.
don Felipe Vilca de Aymaya Qaraqara/Aymaya
don Hernando Ala ?
don Juan Sanca Charka/Cochabamba Figura 5.13.
88 Ver “Charka Rojo, Charka Blanco” (acápite 5.ii). También es evidente que los Sura, los
Killaka y los Karanqa no recibieron todos las mismas extensiones de tierra en el valle bajo.
Ver Wachtel, “Los mitimas del valle…” (1981).
MALLKU 711
Figura 5.11
Los Mallku y principales firmantes del Memorial de Charcas (1582)
1 Alonso de Montemayor fue también encomendero de Sacaca (ver Documento 6); sin embargo, se identifica tres otros firmantes
de Sacaca en la lista y es más probable que este cacique corresponda a la parte qaraqara de su encomienda, quizás de los Kulu
[Colo], porque más abajo en la lista de firmantes figura un cacique de los Kakina [Caquina].
712 QARAQARA - CHARKA
don Miguel Yana Qaraqara/Macha Cacique principal del ayllu Figura 5.13;
Mahacollana, Macha Documento 18 (f.340v).
Urinsaya
don Diego de Zarate Charka/Sacaca Cacique principal Figura 5.13.
don Francisco Chambi Charka/Cochabamba? probablemente don Juan
(¿repetición?) Chambi, cacique principal
de Cochabamba: Figura 5.13.
don Jeronimo Coyo Charka/Cochabamba Cacique principal Wachtel “Los mitimas…”
(1981:53).
don Martin Cara Charka/Sacaca Cacique principal Figura 5.13.
don Gregorio Achiquira Charka/Chayanta Cacique principal Figura 5.13.
don Juan Zunga Charka/Cochabamba Cacique Figura 5.13.
don Andres Cavasiri Charka/Chayanta Cacique principal, Figura 5.13; Cuadro 3.13d.ii
¿segunda persona? don Alonso Cavasire es
Segunda Persona de Chayanta.
don Felipe Vilca Qaraqara/Aymaya Cacique principal don Felipe Vilca de Aymaya
(Figura 5.10).
don Cristobal Cuyo Qaraqara/Caquina Cacique principal, tutor Documento 19 (f.5r).
(Tinguipaya) de Alonso Suyo
don Martin de Chaquí Qaraqara/Chaquí
Figura 5.12
La jerarquía de los Mallku y principales según la lista de firmantes
del Memorial de Charcas (1582)
CHARKA QARAQARA
Hunu Mallku don Fernando Ayavire don Pedro Soto
Mallku secundario don Hernando Soto don Alonso Chuquivilca
Principales mayores don Hernando Achacata don Pedro Cuñaca
don Francisco Chambi don Francisco Ayra
Principales menores don Andres Pampaconi don Alonso de Montemayor?
don Diego de Zarate don Domingo Soto?
don Francisco Chambi? don Hernando Guarayo
don Jeronimo Coyo don Alonso Lanquima
don Martin Çara don Miguel Yana
don Gregorio Achiquira don Felipe Vilca
don Juan Zunga don Cristobal Cuyo
don Andres Cavasiri don Martin de Chaquí
d) Una petición al Virrey Hurtado de Mendoza hecha por don Juan en no-
viembre de 1593, solicitando los tres cargos de su padre, don Fernando,
a causa de la enfermedad de éste. En esta petición, Juan se ofrece para
reemplazar a don Alonso Ayawiri, sucesor interino de don Fernando. Si-
gue un Decreto de la Real Audiencia de La Plata, de noviembre de 1593,
pidiendo información sobre la enfermedad de don Fernando y sobre la
capacidad de don Juan para ejercer el cargo.
e) El título de Alcalde Mayor dado a don Fernando, cacique principal de Sacaca
y capitán de los indios de mita de las “tres naciones” (Charka, Qaraqara
y Sura), por el Virrey don García Hurtado de Mendoza en 1591, a partir
de un nombramiento hecho en 1587 por el teniente y justicia mayor de
Potosí, Juan Ortiz de Zárate. Está reconocido con entrega de una vara de
justicia en 1592 por el Corregidor de Potosí, Pedro Osores de Ulloa; y
presentado a los Corregidores de Chayanta en Panacache (Juan de Villegas,
1592) y Sacaca (Cristóbal de Mendoza Cabrera, 1594).
f) El título de cacique principal de Sacaca, dado a don Fernando en 1575 por
Francisco de Toledo, en Caracollo, confirmado en Lima por el Virrey
Conde del Villar en 1586, reconocido en Sacaca por el Corregidor de
Chayanta Pedro Bravo de Paredes en 1589 y confirmado nuevamente en
Surco por el Virrey Hurtado de Mendoza en 1591.
g) El título de capitán de la mita de “los indios que vienen de las provincias
de los Charcas, Caracaras y Soras, Omasuios y Urcosuios”, dado a don
714 QARAQARA - CHARKA
Finalmente, se encuentran:
Figura 5.13
Los Mallku y principales que otorgan un poder al Dr. Barros
y Juan Manuel de Cariz
Nombre Repartimiento Estatus Estatus
(especificado en la fuente) (Tasa de Toledo, Cuadro 3.13d)
U Kuysara, que fue señor de Charcas, Chayanta, Moscarí, San Pedro, San Fran-
cisco de Micani, San Gerónimo de Charcas, San Luis de Sacaca, Santiago
del Paso y San Miguel de Tiquipaya. Aplastó rebeliones contra el Inka.
U Alonso Ayawiri, quien aplastó rebeliones contra el Rey (se remite a la
Probanza de don Fernando).
UÑ iÅ>` Ñç>åÅ]ѺÞiÑiä>L>Ñ?LÓ Ñ`iÑiÈ°> ]ÑiÓÅiÓi>Ñ>ÑÈ `>` ÈÑ
españoles en su mesa y pasó 14 años en Potosí como capitán de mita y, des-
de 1587, como Alcalde Mayor. Aplastó la rebelión de los Chicha, viniendo
716 QARAQARA - CHARKA
89 Matienzo, en su Gobierno del Perú ([1567] 1967), explicita claramente por qué motivos los
españoles que vivían en la frontera de los “Indios de Guerra” corrían peligro. El diaguita
Calchaqui de Tucumán aliado con los Chiriwana, los Umawaka, los Kasawintu y la mitad
de los Chicha se sublevaron, llegando hasta 15 leguas de Potosí. Como hemos visto, en
1565 Martín de Almendras con 50 españoles, y los Charka bajo don Fernando Ayawiri,
redujeron a los Chicha y los enviaron a las minas de Potosí y Porco, “porque son los que
mejor labran y en más tenidos”.
MALLKU 717
incaica formó parte del aparato del Estado, sino que las ventajas de su rango han
de ser reconocidas por los españoles. Por otra parte, omite enteramente a su
hermano mayor, don Diego Mamani, quien fue el primero en ayudar a Toledo
con la reducción de Sacaca y el adorno de su iglesia, antes de caer enfermo y
ceder su cargo a don Fernando aproximadamente en 1572-4.
Para facilitar la lectura de la documentación presentamos un árbol genealó-
gico con los títulos, pretensiones y territorio de los señores Charka (Figura 5.14).
Mediante esta cronología podemos entender de qué manera los Mallku, a partir
de Kuysara, se integraron al sistema español. Este personaje constituye el eslabón
entre los dos sistemas. Fiel a Wayna Qhapaq, lo es también a Su Majestad, en la
persona de los Pizarro, a quienes se dice que descubrió Porco. A través de esta Fi-
gura sinóptica vemos también cómo, en la Colonia, el territorio bajo la jurisdicción
de estos Mallku se reduce drásticamente al solo grupo étnico de Sacaca.
Copacatiaraca fue señor de duo antes de los Inka y por eso los señores
fueron libres de tributos, a excepción del servicio de guerras. Copacatiaraca fue
confirmado en su cargo por Inka Yupanki [Pachakuti], el primer Inka quien,
según esta versión de la historia, llegó al sur del lago Titicaca.
El hijo de Copacatiaraca, Cohocoho, fue señor de Sacaca, Collaoma, Cha-
yanta, Moscarí y Vitora. Así se reconoce la incorporación de Chayanta en la
jurisdicción de los señores de Sacaca y la consolidación de la federación de los
Charka Rojos. Cohocoho fue reconocido por Tupaq Inka y Wayna Qhapaq, de
quien recibió, como regalos, dos camisetas de chapería de oro y plata, ropa de
cumbe, cocos de plata y oro, 50 indios e indias de servicio; porque era Huno
Malco (“jefe de 10,000”) y “señor de salva” del Inka.90
Kuysara, el capitán general en la campaña de Cochabamba, fue señor
antes y después de Wayna Qhapaq y fue enviado por el Inka para aplastar
rebeliones. El Inka le regaló camisetas, mantas, cocos, manillas y gargantillas.
A instigación del Inka Pawllu, hijo de Wayna Qhapaq y después ahijado de
Vaca de Castro, Kuysara dio la obediencia al Rey de España. Recordemos que,
a los ojos de Kuysara, Pawllu representaba entonces una doble legitimidad
en una sola persona: la legitimidad inka de los antiguos Gobernadores del
Qullasuyu y, a la vez, la nueva legitimidad colonial. Kuysara fue enviado para
ayudar en la expedición de Valdivia a Chile, de donde regresó sin uno de los
atributos sobresalientes de su poder: su litera. Murió poco después de la batalla
de Chupas en c. 1542.
Su hijo, Ayawiri, fue el primer Mallku de Sacaca que aceptó el bautismo
cristiano, bajo el nombre de Alonso, siguiendo probablemente la tradición que
quería que los encomenderos diesen su nombre a los señores: en este caso se
trata de los dos encomenderos Alonso de Alvarado y Alonso de Montemayor.
90 Señor de salva: “Ensayo o prueba que hacia de la comida y bebida la persona encargada de ser-
virla para asegurar que no estaba envenenada”. Ver Covarrubias, Tesoro… (1987 [1611]).
718 QARAQARA - CHARKA
Figura 5.14
La genealogía de don Juan Ayawiri Kuysara
Haracha
Copacatiaraca
Confirmado en lo que antes tenía por el Inka Yupanki.
Dio la obediencia al Inka.
Cohocoho
Señor de 10.000 indios de guerra.
Buena relación con Tupaq Inka Yupanki y Wayna Qhapaq.
Kuysara (1)
Señor de Sacaca de 10.000 indios de guerra.
Capitán General de Cochabamba.
Construye fortalezas para Wayna Qhapaq.
Da la obediencia a Su Majestad.
Acompaña a Valdivia a Chile.
Muere en 1542.
Lorenzo Ayawiri
Kuysara
Por lo tanto, podemos fechar su bautismo en c. 1548, año cuando ambos enco-
menderos recibieron el repartimiento de Sacaca de manos de Pedro La Gasca.
Durante todas las guerras de los encomenderos, según las afirmaciones de don
Fernando, Ayawiri apoyó al Rey contra Gonzalo Pizarro, quien posiblemente
fue apoyado por Muruq’u y los Urqusuyu.91
El territorio de Alonso sufrió el reparto de las encomiendas y a conse-
cuencia de ello éste perdió parte de su dominio sobre la comarca, en particular
sobre Chayanta. Sin embargo, esta división pudo haber ocurrido en tiempo
de Kuysara: siendo asignada a Hernando Pizarro la parcialidad Hurinsaya de
Chayanta en 1539, el Mallku se quedó con Sacaca solamente.92 Alonso ofreció
su ayuda a Su Majestad en las rebeliones de Gonzalo Pizarro, Hernández Girón
y Sebastián Castilla, siendo conforme su actitud de lealtad con la tradición de
su familia.
Tenemos un indicio de la fecha de muerte de Alonso y de la sucesión de
Fernando. En efecto, en algún momento este último declara haber gobernado
desde hace 15 años (es decir, 1568), aunque podemos sospechar que omite
deliberadamente la sucesión de su hermano mayor, don Diego Mamani.93 Pero
sabemos que, ya en 1565, había ayudado a Martín de Almendras con “muchos
indios de la tierra, sus sujetos”, cuando estalló la rebelión de los Chicha, al
mismo tiempo que don Martín Alata y don Diego Soto, Mallku de los Pikachu-
ri, ayudaron a Almendras en el castigo de los Umawaka y Kasawintu. Hemos
mencionado que, en efecto, la llamada “rebelión de los Chicha” agrupaba a
Chicha, Diakita, Chiriwana, Umawaka y Kasawintu, viejos enemigos y pueblos
fronterizos de los Qaraqara. Así, el papel de Fernando Ayawiri Kuysara, su
lealtad a los españoles, puede percibirse como una prolongación de su antiguo
papel de soldado de Su Majestad en el allanamiento de las rebeliones.
La lista de los testigos de don Fernando Ayawiri es impresionante. Reúne,
en efecto, a los vecinos más encopetados de La Plata, de Potosí y Cochabamba:
la alta jerarquía eclesiástica, los funcionarios más influyentes de Potosí (entre
ellos se encuentra el italiano Nicolás de Benino, consejero de Toledo para
reglamentar la mita) y el veedor, así como algunos caciques e indios.
91 De ser cierta, esta hipótesis señalaría un silencio profundo en la documentación que te-
nemos, a pesar de algunos leves indicios que la actitud de los Mallku de Qaraqara hacia
Gonzalo Pizarro no fue –ni pudo ser– igual a la actitud de los Mallku de Charka. Ver la
Presentación de la Segunda Parte, “Encomienda”. Quizás hubo un acuerdo entre los
Mallku de no tocar historias tan oscuras, de las cuales nadie podría escapar del todo.
92 Ver la Presentación de la Segunda Parte, “Encomienda”.
93 Ver la Presentación de esta Parte, “Mallku”.
720 QARAQARA - CHARKA
94 “Targeta: escudo, pequeño, franqueado de los lados; algunos quieren que sea arábigo como
la dicción de atrás tarja, pero yo hallo ser nombre frances, targue”, Covarrubias, Tesoro…
(1987 [1611]). La tarjeta de Ayra de Ariutu fue reconstruida por Pedro Querejazu antes de
que se descubriera una versión del original en el Archivo General de Indias, Sevilla. Ver
Lámina 5.4. En este escudo es notable la falta de un símbolo clave: la “mata verde con tres
azucenas blancas en una pradera verde” que, según nuestro argumento, recupera, dentro
de un código peninsular, el nombre honorífico dado por el Inka Pachakuti a Tata Ayra
Kanchi: Anco Tutumpi, o “flor blanca que brota”. Ver este Documento (f.9r y sgg.) y el
Documento 17 (f.3r). Otra “tarjeta”, la de los Ayawiri de los Charka, ha sido reconstruida
e interpretada por Arze y Medinaceli, Imágenes y presagios… (1991).
722 QARAQARA - CHARKA
inclusa, por ser pertenecientes a sus pasados, y del oficio de alcalde mayor de
indios del corregimiento de Chayanta por los días de su vida, supuesto que hoy lo
es y el más capaz indio de la provincia, y que solo se le añade la aprobación, pues
es cierto que todos los corregidores continuaron con él esta ocupación, y aprueba
su persona, servicios y nobleza.
[en margen – otra mano] Hay muchas consecuencias de habérse dado armas a
indios y tráense dos [sin firma] [f.1r]
[Cédula Real]
Señor:
Una cédula de Vuestra Majestad he recibido cuyo tenor es el que se sigue:
El Rey:
don Juan de Liçaraçu, presidente de mi Audiencia Real de la ciudad de La Plata de
la provincia de las Charcas, de parte de don Fernando Ayra de Arriutu, residente en
esa provincia, se me ha hecho relación que, a imitación de sus padres, abuelos y
bisabuelos, y demás sus antepasados, me ha servido en los oficios de gobernador
y alcalde mayor de la provincia de Caracara, y de capitán de la mita de ella en la
villa imperial de Potossí en tiempo que estaban muy faltos los indios,
por lo cual y por los muchos que faltaron suplió de su hacienda más de 4000 pesos,
y cobró por impedimiento del corregidor por orden suya más de 15.000 pesos de
tasas, y redujo mucha suma de indios a su costa, sacándolos de partes remotas,
con que se enteró la dicha mita, y últimamente cobró 12.670 pesos de tasas, en
que mis quintos reales fueron aumentados,
y don Fernando de Chinche su padre fue capitán de la provincia de Chayanta, y
reducidor general de los indios de la mita de ella, en cuyo entero puso mucho
cuidado y diligencia, y gastó más de 3000 pesos por los indios que habían faltado,
y asimismo sirvió el cargo de gobernador del pueblo de Copoata más de 30 años,
acudiendo con mucha puntualidad al dicho entero de las tasas y mitas, sin causar
ningunos rezagos, y fue parte para que se hiciese en el dicho pueblo la iglesia más
suntuosa que hay en toda aquella provincia, en que gastó mucho de su hacienda,
y también fue alcalde mayor del dicho pueblo,
y de todos los dichos oficios dió buena [f.1v] cuenta, y el año de 1617 me sirvió
con 500 pesos de donativo,
y don Fernando Chinche su bisabuelo asimismo fue gobernador y capitán del dicho
pueblo, y fue parte con el virrey don Francisco de Toledo para que se impusiese
la tasa y mita,
y don Francisco de Ayra, hijo del dicho su bisabuelo, fue gobernador de la dicha
provincia, y sirvió en la entrada que se hizo a los Chiriguanaes con más de 500
indios, y envió más de 1000 carneros cargados de bastimentos, y con 700 pesos
de donativo,
y mediante haber acudido siempre a ejercicios del servicio de mi real corona él
y todos los demás de sus antepasados, y ser de los primeros que se vistieron a
lo español, han sido estimados y se han tratado con mucho lustre, por ser muy
principales y [tarjado] de la nación de los Caracaras en el dicho pueblo de Copoata
MALLKU 723
desde el tiempo de los Incas Yupangui y Guayna Capax, Reyes que fueron de esas
provincias,
y Ochotoma su tatarabuelo asimismo sirvió en que se asentase y diese la obediencia,
y Anco Tutunpi Ayra Canchi, padre del dicho su tatarabuelo, fue señor de 20.000
indios de la dicha provincia de Caracara,95
y don Juan Ynga Moroco, hijo del dicho su tatarabuelo, sirvió en el descubrimiento
de la dicha provincia con mucha suma de oro y plata, y fue parte para que diesen
la obediencia los demás caciques, y en las rebeliones y motines acudió a la voz
real con su persona y sus indios, haciendo grandes demostraciones de leal vasallo
con gran riesgo de su vida,
suplicóme que teniendo consideración a todo lo referido le hiciese merced de una
encomienda de indios en esas provincias, y de un escudo de armas correspon-
dientes a su nobleza y servicios,
y habiéndose visto por los de mi Consejo de las Indias, porque quiero saber la
satisfacción con que el dicho don Fernando Ayra de Arriutu y sus pasados me han
servido en las ocasiones y oficios que refiere ha tenido, y la gratificación que se
les ha hecho por ellos, y no lo estando la que se le [f.2r] podía hacer,
os mando me enviéis relación con vuestro parecer cerca de ello, con lo demás que
se os ofrezca en la pretención que tiene de armas y encomienda de indios.
fecha en Madrid a 4.iv.1636 años
Yo el Rey
por mandado del Rey nuestro señor, don Fernando Ruiz de Contreras
y habiéndola obedecido con el debido acatamiento, y mandado recibir información
para la verificación de lo contenido en la dicha cédula, y dádola el dicho don Fernan-
do Ayra Arriutu, lo que consta por ella y por los instrumentos, es lo siguiente:
[Información sobre la descendencia de Fernando Ayra]
que el dicho don Fernando es hijo legítimo de don Fernando Chinche y doña Ur-
sola Tutunpi Ayra Canche, nieto de don Fernando Capax, descendiente por línea
recta de varón de Capax Localarama, cacique y señor que fue de Copoata y de los
demás pueblos contenidos en la segunda pregunta del interrogatorio, lo cual fue
en tiempo del Inca Yupangui,
y el dicho Capax de quien desciende fue el primero embajador que dió la obedien-
cia al Inca por Ango Tutunpi Ayra Canche, señor de 20.000 indios, el cual dicho
embajador dió asimismo noticia al dicho Inca y [tarjado] de las cuatro provincias
de Collasuyo, Antesuyo, Condesuyo y Chincha Suyo, honrándolo por esto el dicho
Inca con el renombre y apellido de Capax,
junto con esto consta que el dicho Localarama tuvo por hijo a Ariutu, tatarabuelo
del dicho don Fernando Ayra de Ariutu, y que el dicho Ariutu sucedió en el gobierno
de Copoata y de los demás pueblos, como parece del título de la encomienda dada
95 La cifra combina los valores administrativos asignados a las dos parcialidades de Anansaya
y Urinsaya, cada parcialidad contabilizada como de 10.000 indios; compárese la misma
pretensión al mando de ambas mitades por Muruq’u, Mallku de Urinsaya y nieto de Janq’u
Tutumpi Ayra Kanchi, en la encomienda de Francisco Pizarro a Gonzalo Pizarro. Ver la
Segunda Parte, “Encomienda”, Documento 3; cf. en esta Parte el Documento 18 (f.377r).
724 QARAQARA - CHARKA
calidad de ser merced hecha por Vuestra Majestad, la cual se empleará bien en su
persona por sus buenas partes, y la de concederle el dicho escudo de armas por
la calidad que tiene, y ser tan antigua su nobleza,
Que Dios [guarde] la católica y real persona de Vuestra Majestad como la cristia-
nidad lo ha menester
en Potossí a 1.iii.1638
don Juan de Lizarazu.
Presentación
En la villa de Potossí en 11.ix.1637, ante el señor don Joan de Lizarazu del Con-
sejo de Su Majestad, y su presidente en la Real Audiencia de La Plata, se leyó
esta petición que presentó el contenido en la cédula real que refiere, [y] pidió su
cumplimiento y justicia.
Decreto
Y vista por Su Señoría la dicha real cédula, la tomó en sus manos, besó y puso
sobre su cabeza, y dijo la obedece con el respeto y acatamiento debido, y que en
su cumplimiento está presto de hacer la información y demás diligencias que se
mandan, y que los testigos se examinen por el tenor del interrogatorio que presenta
el dicho don Fernando Ayra de Ariuto, y que se haga ante mí
Pedro Osorio
escribano de Su Majestad
[Cédula Real]
El Rey:
don Juan de Lizarazu, presidente de mi Audiencia Real de la Ciudad de La Plata
de la provincia de los Charcas, por parte de don Fernando Aria [sic] de Ariutu, re-
sidente en esa provincia, se me ha hecho relación que, a imitación de sus padres,
MALLKU 727
y que el dicho Capax de quien desciende fue el primer embajador que dió la
obediencia al Inca por Anco Tutumpi Ayra Canchi, señor de 20.000 indios, y
dió noticia al dicho Inca [f.7v] de las cuatro provincias de Collasuio, Antesuio,
Condesuio y Chinchaysuio,103 y de [la] calidad de las tierras, que le dió un mapa
tejido en ropa de cumbi en la lengua de los indios la llaman Carpatira,104 y por
su valor, entendimento y calidad le honró el dicho Inca, llamandolo Capax,105
el cual dicho Localarama tubo por hijo a Ariutu, tatarabuelo del dicho don
Fernando Ayra de Ariutu, el cual dicho Ariutu sucedió en el dicho gobierno y
cacicazgo de Copoata y de los demás pueblos, como consta de la encomienda
del señor marqués don Francisco Pizarro despachada en favor de Gonzalo
Pizarro su hermano, en tiempo de Guaynacapax y de Guascar Incas, [y] en
este tiempo se descubrió este reino,
y el dicho Arriutu, tatarabuelo del dicho don Fernando Ayra de Ariutu, dió la
obediencia, e hizo muchas diligencias con gran cuidado y trabajo para que los
demás caciques hiciesen lo mismo, y tuvo por su hijo a don Fernando Chinchi,
bisabuelo del dicho don Fernando de Ayra de Ariutu, y abuelo del dicho don
Fernando Chinchi, digan.
3. Y si saben que el dicho don Fernando Chinchi, bisabuelo del dicho don Fer-
nando Ayra de Ariutu, gobernó asimismo el dicho pueblo de Copoata, el cual
después que se impuso la mita y tasas por el señor don Francisco de Toledo
enteró las dichas tasas con mucha puntualidad, y fue nombrado por gobernador
del dicho pueblo de Copoata por el dicho señor virrey, y acudió asimismo al
entero de la mita, sin causar ningunos rezagos y en esta villa, por la provincia
de los Caracaras, de que dió muy buena cuenta, y asimismo el año de 1591
sirvió a Su Majestad con 500 pesos de servicio gracioso y sus indios con 914
pesos por solicitud y diligencia suya,106 digan.
4. Si saben que el dicho don Fernando Chinchi, bisabuelo del dicho don Fernando
Ayra de Ariutu, tubo por su hijo a don Fernando Capax, el cual fue muy enfer-
102 Preguntas 2-7 tratan de la ascendencia del padre de don Fernando; preguntas 8-13 de la
ascendencia de su madre; y preguntas 14-17 de sus propios méritos.
103 Para la división cuatripartita del imperio como proyección de los sistemas locales surandinos
de organización y pensamiento, cf. Platt, Espejos y maíz… (1976), y Pärssinen, Tawantin-
suyu… (1992:304 y sgg.).
104 Carpa, “toldo y también vela de navío”. Ver Bertonio, Vocabulario… ([1612] 1956, t. II:37).
Polo Ondegardo también se refiere a estos mapas territoriales, considerándolos como
diagramas de los sistemas de los ceques locales de los pueblos del sur andino; incluso dice
haber visto tal mapa de ceques en Pocona. Ver el Ensayo de Interpretación “Charka Rojo,
Charka Blanco” (acápite 5). Las huellas de estos mapas pueden buscarse en el paisaje actual
con la ayuda de los amojonamientos históricos, como aquél de la Composición de Sacaca
(Cuarta Parte, “Tierra”, Documento 15) o de Macha, publicado en Platt, Estado boliviano
y ayllu andino… (1982, Anexo 1).
105 Ccapaca, “Rey o Señor. Es vocablo antiguo que ya no se usa con esta significación”; Ccapaca
suti, “nombre real, o soberano tremendo”; ccapaca, “rico”. Bertonio, Vocabulario… ([1612]
1956, t. II:42).
106 Cf. la lista de los servicios graciosos de Qaraqara en esta Parte, “Mallku”, Documento 21
(f.72v), donde el pueblo e indios de Copoata figuran ofreciendo una donación total de
1.417 pesos.
MALLKU 729
107 Los problemas de identificación y ubicación de este grupo son reseñados en Schramm,
“Mosaicos etnohistóricos…” (1990).
108 Para las fortalezas preincaicas erigidas por los pueblos andinos fronterizos como respuesta
a las presiones Guaraní, ver Saignes, Los Andes orientales (1985); cf. Mapa 5.
109 Otro honorífico diplomático del Inka, que nos remite a una estética andina del poder.
Ver Bertonio, Vocabulario… ([1612] 1956), “thuthumpi, flor de qualquier genero que sea”;
“bivir en la flor de su hedad, thuthumpiquitha; su contrario es Allcatha”; “blanco, hanko”.
Compárese las azucenas blancas del escudo de armas de Fernando Ayra de Ariutu, símbolos
heredados de sus antepasados, en esta Parte, el Documento 17 (con la nota 131).
MALLKU 731
las guerras que tuvo con los Condesuios y Andesuios, y en aquella ocasión le
sirvio el dicho Ocha Toma con 5000 indios y hizo fortalezas por orden del Inca
en Tumibanba, y la bando [sic], y la dicha nación Caracara fue la primera que
hubo con nombre que le dió de Caracara el dicho Inca,
y el dicho Ocha Toma tubo por hijo a Inca Moroco, bisabuelo de parte de madre
del dicho don Fernando Ayra de Ariutu, el cual dicho Inca Moroco sucedió al
dicho su padre Ocha Toma en el gobierno y señorío de los Caracaras en tiempo
del Inca Guascar, que sucedió al dicho Inca Guaina Capax.
9. Y si saben que el dicho Inca Moroco, en el descubrimento y conquista de estos
reinos que hizo el marqués don Francisco Pizarro, [f.9v] fue el primero que dió
la obediencia al Rey nuestro señor, y le sirvió con mucha suma de oro y plata
y los indios a él sujetos, como constará de la encomienda de Gonzalo Pizarro,
hermano del dicho marqués,
y el dicho Inca Moroco, entendiendo algunos misterios de nuestra santa fe
católica, se bautizó llamándose don Juan, y hizo que todos sus indios se bauti-
zasen, instruyéndoles que creyesen en Dios, y lo hizo con tal celo y afecto que
castigó los incrédulos y a los que continuaban sus ritos y ceremonias, y en los
rebeliones y motines que hubo entre los conquistadores siempre acudió a la
banda de Su Majestad con muchos indios de toda su provincia de Caracara, y
dió mucha suma de comida que se llevó en carneros al campo de Su Majestad,
con que se sustentaban los soldados que de otra manera perecieran, digan.
10. Y si saben que el dicho don Juan Inca Moroco tubo por su hijo legítimo a don
Francisco Ayra, abuelo del dicho don Fernando Ayra de Ariuto, el cual dicho
don Francisco sucedió al dicho su padre don Juan Inca Moroco en el dicho
gobierno y señorío de la dicha provincia de Caracara, aunque en la Visita Ge-
neral que hizo el dicho señor virrey dividió los pueblos, no por deméritos del
dicho don Francisco Ayra, sino porque tuviese más alivio y menos trabajo en
el entero y gobierno de los dichos sus indios, y habiéndole suplicado el dicho
don Francisco Ayra no dividiese la dicha su provincia, el dicho señor virrey,
viendo su calidad, capacidad y entendimento, se la volvió a reducir, y que la
gobernase como lo habían hecho sus padres y antepasados.
11. Y si saben que el dicho don Francisco Ayra, abuelo del dicho don Fernando
Ayra de Ariuto [sic], en la entrada que hizo a los Chiriguanaes el dicho señor
virrey ... envió a un pariente suyo llamado don Diego Ayra con más de 500
indios guerreros en favor y ayuda del dicho señor virrey, y envió 1000 carneros
cargados de bastimentos, en que hizo tan grandísimo y particular servicio a
Su Majestad, como bien se deja entender en aquella ocasión,
y continuando [f.10r] estos servicios sirvió a Su Majestad de servicio gracioso
el año de 1591 con 700 pesos, y sus indios de Macha con 874 mediante su
solicitud y diligencia, y como buen gobernador y buen cristiano todo el tiem-
po que vivió entregó las tasas y mita de su cargo de la dicha provincia de los
Caracaras, acudiendo a todos los pueblos al despacho de lo referido con gran
cuidado y diligencia, con que escusó faltas y rezagos, supliendo por ellas como
persona de presunción más de 10.000 ducados de su hacienda, digan.
12. Y si saben que el dicho don Francisco Ayra como buen gobernador y buen
cristiano siempre dió buen ejemplo a sus indios con su vida y costumbres, y
732 QARAQARA - CHARKA
110 Markani, “morador del pueblo, o natural”; marka, “pueblo, señal, sello, medida”; cf. marca-
tha, “señalar o marcar algo”, marcachatha, “poblar, o hazer pueblo”. Bertonio, Vocabulario…
([1612] 1956, t. II:217, 377). Las cuatro “naciones” citadas aquí como Marcani son los
señoríos dominantes de la provincia de Charcas.
MALLKU 733
111 Cf. la descripción del rito de despido de los mitayos que, en 1977, se celebraba en el pueblo
de Pocoata, en Tristan Platt, “Conciencia proletaria y conciencia andina: qhuya runa y ayllu
en el Norte del Potosí”, HISLA 2, Lima, 1983. Debe distinguirse el lugar de salida de los
mitayos en Pocoata, y el lugar donde fueron repartidos entre las minas y los ingenios de
Potosí y Porco en el cerrito de Huayna Potosí.
734 QARAQARA - CHARKA
19. Y si saben que todo lo susodicho es público y notorio, pública voz y fama,
digan.
el licenciado Calderon y Contreras
don Fernando Ayra de Ariuto
Información de don Fernando Ayra de Ariuto, gobernador del pueblo de Copoa-
ta, sobre su nobleza y servicios, fecha en virtud de cédula
del Rey nuestro señor
[Primer Testigo] En la villa imperial de Potosí del Perú en 11.xi.1637, el señor don
Juan de Lizarazu, del Consejo de Su Majestad y su presidente en Real Audiencia
de la Ciudad de La Plata, en virtud de la cédula real antecedente, se recibió
juramento de un indio que por interpretación de Joan Holguín de Balladares,
Juan Martinez Navarro y de Juan de Chaues, intérpretes generales de esta villa,
dijo llamarse don Juan Vissaya y ser cacique principal del pueblo de Copoatta
de la mita de esta villa, el cual lo hizo por Dios nuestro señor y por [f.12r] la
señal de la Cruz en forma de derecho, so cargo del cual prometió de decir
verdad, y siendo preguntado por el tenor de las preguntas del interrogatorio
presentado dijo lo siguiente:
1. De la primera pregunta dijo que conoce a don Fernando Ayra de Ariuto des-
de que nació, el cual es gobernador del pueblo de Pocoata [sic], y sabe este
testigo que es hijo legítimo de don Fernando Chinche, gobernador y cacique
principal que fue del dicho pueblo de Copoata, y de doña Ursula Anco Tutumpi
Ayracanche, difuntos, marido y mujer legítimos que fueron, a los cuales co-
noció muy bien este testigo, y les trató y comunicó, y durante su matrimonio
vió este testigo que tuvieron por su hijo legítimo al dicho don Fernando Ayra
de Ariutu, y como a tal lo tuvieron, criaron y alimentaron sin que haya cosa
en contrario, y esto responde.
De las generales de la ley declaró que no le toca ninguna y que es de edad de
80 años poco más o menos.
2. De la segunda pregunta dijo que este testigo sabe por público y notorio, y
haberlo oido decir a sus antepasados, que el dicho don Fernando Chinchi,
padre del dicho Fernando Ayra de Arriuto, fue hijo legítimo de don Fernando
Capax, y que fue descendiente por línea recta de varón de la casa de Lapax
[sic] Localarama, y que fue cacique y señor del dicho pueblo de Copoata,
Collapaya, Surcayaso, Torossa, Chucyla, Ychoca, Talara, Carache, Maragua,
Yscamacha, Vichoco, Maramaquiqui que son lugares en los Charcas, y de
Sangari, Chuquia, Yacayo, Tohere, Caquina, Capusqui, y que esto fue en tiempo
del Inca Yupanqui,
y el padre de este testigo, que se llamó don Diego Aycatara, y le dijo a este
testigo y otras muchas personas que el dicho Capax, de quien desciende el
dicho don Fernando, fue el primer embajador que dió la obediencia al dicho
Inca por Anco Tutumpi Ayarcanche [sic], señor que fue de más de 20.000
indios, que hasta hoy hay noticias de él entre los naturales, y que dió noticia
al dicho Inca de las cuatro provincias de Collasuyo, Antesuio, Condesuio y
Chinchaysuio, y de la calidad de las tierras,
y asimismo ha oido este testigo a su padre y antepasados, y a otros viejos,
que el dicho Inca le dió al dicho Capax un tejido en ropa de cumbi, que los
MALLKU 735
y demás de esto redujo a gran costa, trabajo y cuidado suyo los indios a sus
parroquias, y edificó sus rancherías porque por no estarlo se iban menosca-
bando y disipando, porque se iban a las casas e ingenios de los españoles, y
asimismo vió este testigo que el dicho don Fernando Chinchi fue alcalde mayor
del dicho pueblo de Copoata por nombramiento de los corregidores de la dicha
provincia, de que dió muy buena cuenta por ser de buen entendimiento, y que
andaba en traje de español, y siempre procuró quitar de entre los indios las
borracheras y pecados públicos y que supusien la doctrina cristiana, por ser
buen cristiano y muy cuidadoso del servicio de Su Majestad, y esto es cosa
muy sabida en toda esta provincia, y esto responde.
6. De la sexta pregunta dijo que este testigo sabe y vió que el dicho don Fernando
Chinchi, padre del dicho don Fernando Ayra de Ariutu por comisión del gober-
nador Ysidro Coronado, juez que fue de reducción general de indios de la mita,
y por comisión de don Fernando de Padilla y de don Diego Messias Venegas,
corregidores que fueron de la dicha provincia de Chayanta, redujo y juntó los
indios de la mita de esta villa en gran cantidad de los pueblos de Chayanta,
Moscari y Copoata, y los entregó al dicho gobernador Ysidro Coronado,
y en particular vió este testigo que entregó al capitán Agustín de Lizarazu 200
indios, como capitán general de las mitas, con sus mujeres, hijos, hatos y
comidas, sacándoles de muchos valles, quebradas y estancias donde estaban
casi naturalizados, en que tuvo gran cuidado, trabajo y gasto de su hacienda,
por seruir a Su Majestad,
y esto lo continuó siempre que iban jueces a la dicha provincia, con que se
consideraba el buen entero de la mita, y se excusaban las faltas y rezagos que
suele haber, y esto lo vió este testigo porque, como dicho tiene, era hilacata
del dicho [f. 13v] don Fernando, y andaba siempre con él, y esto responde.
7. De la séptima pregunta dijo que este testigo sabe y vió que el dicho don Fer-
nando Chinchi, padre del dicho don Fernando Ayra de Ariutu, en más de 30
años que sirvió el dicho gobierno y cacicazgo en la forma referida, enteró la
mita y tasas de Su Majestad con gran cuidado y puntualidad sin causar faltos
ni rezagos, y supliendo las que había con su hacienda y plata, acudiendo siem-
pre al deseo que tenía de servir a Su Majestad, en que gastó mucho, como
constará por sus papeles y recaudos,
y vió este testigo que el año 1626, en el servicio gracioso que se pidió, sirvió a
Su Majestad con 500 pesos corrientes, y fue parte con su cuidado y diligencia
para que los indios del pueblo sirviesen con otros 518, y aún este testigo dió
40 de su parte,
y por ser el dicho don Fernando Chinchi tan buen gobernador y cacique celoso
del servicio de Dios hizo con su industria cuidado y solicitud que en el dicho
pueblo de Copoata hiciese una de las mejores y más suntuosas iglesias que
hay en toda esta provincia, para cuya fábrica dió el dicho don Fernando mucha
suma de pesos que la vió dar este testigo en 7 veces,
y siempre trató con mucho lustre y autoridad como descendiente de los Incas,
andando siempre con hábito de español y espada y daga y armas ofensivas
y defensivas, con licencia del señor virrey, sin que jamás se le conociese
vicio ni defecto, por ser muy entendido y buen cristiano, y que de ordinario
MALLKU 737
se la había vuelto a dar toda, y que la gobernase toda, como sus antepasados,
y esto lo ha oido muy de ordinario a muchos indios viejos de la dicha provincia
y a su padre de este testigo, y esto responde . [f.14v]
11. De las once pregunta dijo que este testigo tiene muy particular noticia de lo
que la pregunta refiere, porque lo ha oido muchas veces contar a sus padres
y abuelos y otros ancianos, y que el dicho don Fernando Ayra de Ariutu tiene
recaudo de lo que refiere la pregunta, a que se remite, y esto responde.
12. De las doce preguntas dijo que este testigo sabe porque lo ha oído decir a sus
padres y mayores todo lo que refiere la pregunta, y que el dicho don Francisco
Ayra no tuvo más hijos que a la dicha doña Ursula Anco Tutumpi Ayracanche,
madre del dicho don Fernando Ayra de Ariuto, y esto responde.
13. De las trece preguntas dijo que este testigo ha oido decir siempre que al dicho
don Fernando Ayra de Ariuto como a hijo legítimo de la dicha doña Ursula Anco
Tutumpi Ayracanche le pertenece el gobierno y señorío de la dicha provincia
de Caracara, por haberlo tenido sus antepasados todos, y esto responde.
14. De las catorce pregunta dijo que este testigo sabe y vió que el dicho don Fer-
nando Ayra de Ariutu por ser como es persona de tanta suficiencia, habilidad
y entendimiento fue nombrado por capitán de la dicha provincia de Caracara,
que son 11 pueblos, lo cual fue en vida de su padre don Fernando Chinchi,
y aunque entonces era de poca edad el factor Bartolomé Astete de Ulloa,
corregidor que fue de esta dicha villa, le dió título y sobre dos capitanes que
fue con don Pedro Copacaua y don Pedro Alfonso, para el entero de la mita
de este cerro y asiento de Porco,
y asimismo vió este testigo que el dicho corregidor le nombró por alcalde
mayor de todos los indios Marcanies, Quillacas, Charcas, Carangas y Cara-
caras, a lo cual acudió con gran entendimiento cuidado y cumplió la mita de
su cargo, y enteró los indios de su capitanía con más ventajas que nunca se
había hecho, de que el dicho corregidor y los interesados se holgaron mucho
y se lo agradecieron y estimaron mayormente, viendo que no hacía faltas ni
rezagos por que para escusarlos iba personalmente a los pueblos de Chaianta
Porco y otras partes de sus corregimientos a sacar y traer los indios, y vió y
sabe este testigo, porque de ordinario asistía y acudía a su lado, que gastó en
la dicha ocasión más de 4000 pesos de su hacienda, que no los ha cobrado ni
cobrará jamás, porque solamente lo hizo por servir a Su Majestad y escusar
las faltas y rezagos y haberle encargado la dicha capitanía el dicho corregidor
por su mucha capacidad y como a persona de tan buenos padres y que tan
bien habían servido a Su Majestad, y esto responde y sabe de la pregunta.112
15. De las quince preguntas dijo que este testigo sabe y ha visto que por fin y
muerte del dicho don Fernando Chinchi el dicho don Fernando Ayra de Ariuto
su hijo [f.15r] entró en el gobierno del dicho pueblo de Copoata, y en el tiempo
que lo ha gobernado ha acudido con gran puntualidad y entereza como es
112 Debe notarse el uso del plural “sus corregimientos”. Los Mallku de Copoata habían
recuperado la jurisdicción sobre los dos corregimientos que correspondían al territorio
de la antigua “nación” de Qaraqara: Chayanta y Porco. A cambio de esta recuperación se
comprometieron a entregar los mitayos para los trabajos mineros de Potosí y Porco.
MALLKU 739
notorio al gobierno de sus indios, despacho y entero de las mitas y de las tasas
de Su Majestad sin que se le haya conocido descuido ninguno, ni ha causado
rezagos antes en todo ha imitado a sus antepasados, y ha visto este testigo
que en el dicho pueblo de Copoata ha reedificado muchas casas de indios al
dicho pueblo que estaban caidas, que son más de 200, reduciendo los indios
al dicho pueblo que estaban remontados en diferentes huaicos y quebradas,
por cuya causa se iban disipando y menoscabando, y era de manera que, si
el dicho don Fernando con su industria, entendimiento y celo del servicio de
Su Majestad no acudiera a reparar este daño, el dicho pueblo estuviera despo-
blado y casi sin gente, que es un bien grande que ha hecho y muy particular
servicio a Su Majestad, y conservación de la mita del dicho pueblo,
y ha puesto en él escuela donde los muchachos son enseñados y doctrinados,
en todo lo cual y en el gobierno y policía de sus indios se ha aventajado más
que otros gobernadores, y ha visto este testigo que en la iglesia del dicho
pueblo ha puesto muchos ornamentos y un retablo en que ha puesto y gastado
mucha de su hacienda, fomentando algunas limosnas que se han dado para
ayuda de lo susodicho, con el que el culto divino se sirve con la decencia y
respecto que se requiere, manifestando en lo susodicho y en todo lo demás
el buen celo que tiene del servicio de Dios nuestro señor y de Su Majestad, y
esto responde.
16. De las dieciseis preguntas dijo que este testigo sabe y ha visto que el dicho
don Fernando Ayra de Ariuto, por ser de tan buen entendimiento y capacidad
y de mucha verdad, ha sido y es capitán general de todo el corregimiento de
Chaianta para el despacho de las mitas de él, que es un gran número de indios,
por nombramiento de don Fernando de Padilla Pizarro, corregidor y justicia
mayor que fue de la dicha provincia, a lo cual ha acudido con grandes veras,
puntualidad y demostraciones del servicio de Su Majestad, en lo cual el dicho
corregidor tuvo muy grande ayuda y Su Majestad ha sido servido, y en el dicho
pueblo de Copoata señaló y asignó día en que saliesen las mitas para esta
villa y servicio del Cerro Rico de ella y asiento de Porco, porque hasta que lo
asentó el dicho don Fernando Ayra de Ariuto no hubo en ello punto fijo, que
era causa que resultasen faltas y quiebras,
y demás de ello ha visto este testigo que el dicho don Fernando ha sido alcal-
de mayor de toda la dicha provincia por nombramiento de los corregidores
que ha habido en ella, a que ha acudido con gran puntualidad y cuidado y
guardado justicia a los naturales sin causar quejas ni hacer agravios, y ha pro-
curado quitar de entre los indios las borracheras, amancebamientos, pecados
públicos y otras supersticiones que acostumbran [f.15v] usar y tener, por ser
como es de los caciques y gobernadores de más entendimiento y capacidad
que se ha conocido en todo este reino, como lo muestra su persona y trato,
y como a tal los corregidores de la dicha provincia le han encargado cosas
y negocios de mucha importancia, y en particular la cobranza de las tasas
de Su Majestad, a que ha acudido con gran cuidado y puntualidad, dando
muy buena cuenta de lo que ha sido a su cargo, trayendo a su costa a la
real caja de esta villa las partidas de plata que ha cobrado, y para llevarla en
las armadas ha dado a su costa el avío necesario por servir a Su Majestad,
y esto responde.
740 QARAQARA - CHARKA
17. A las diecisiete pregunta dijo que este testigo sabe y es público y notorio que el
dicho don Fernando Ayra de Ariuto es persona principal y honrada, buen cristia-
no, celoso del servicio de Dios nuestro señor y de Su Majestad, y que siempre
como se ha visto se ha tratado con mucho lustre y adorno de su persona por
andar en hábito de español, y siempre ha comunicado y se ha acompañado con
personas principales españoles, siéndolo más en su trato y porte que natural, y
nunca se le ha notado vicio ni defecto por donde desmerecer, y deje de acudir
a quien es, y es muy digno y merecedor de que Su Majestad le haga cualquiera
merced, así por sus servicios como por los de sus padres y abuelos, y ser per-
sona quien dará muy buena cuenta de lo que se le encargare, por ser persona
de las partes y calidades referidas, y esto responde.
18. De las dieciocho pregunta dijo que este testigo sabe y ha visto que el dicho
don Fernando Ayra de Ariuto, ni sus padres, abuelos ni antepasados, por los
servicios referidos no han tenido premio ni interés alguno de Su Majestad ni
de los señores virreyes ni de otro ningún tribunal, y esto responde.
19. A la diecinueve pregunta dijo que lo que ha dicho y declarado es la verdad y
lo que sabe y pasa so cargo del juramento que hizo, y es público y notorio y
pública voz y fama, y no firmó por no saber, fírmolo
Su Señoría don Juan de Lizarazu
Joan Holguín de Valladales
Joan de Chaues
Joan Martínez Navarro
ante mí Pedro Ossorio, escribano de SM
[Segundo testigo] En la dicha villa de Potosí en 11.ix.1637, [f.16r] para la dicha
información Su Señoría del dicho señor presidente recibió juramento de un
indio ladino en la lengua española, que sin embargo de serlo, por interpre-
tación de los dichos intérpretes dijo llamarse113 don Fernando Callapay, y ser
gobernador y cacique principal de la provincia de los Asanaques, y capitán
de la mita de esta villa, el cual lo hizo por Dios nuestro señor y por la señal de
la Cruz en forma de derecho, so cargo del cual prometió de decir verdad, y
siendo preguntado por el tenor de las preguntas del dicho interrogatorio dijo
lo siguiente:
1. De la primera pregunta dijo que este testigo conoce al dicho don Fernando Ayra
de Ariuto desde que nació, y sabe que es gobernador del pueblo de Copoata,
y que es hijo legítimo de don Fernando Chinchi, cacique y gobernador que
fue del dicho pueblo, y de doña Ursula Anco Tutumpi Ayracanche, los cuales
fueron marido y mujer legítimos, y como a tales les vió este testigo hacer vida
maridable, y durante el dicho su matrimonio tuvieron por su hijo legítimo al
dicho don Fernando Ayra de Ariuto ...
De las generales de la ley declaró que no le toca ninguna de ellas, y que es de
edad de 65 años.
113 Cabe notarse el empleo de intérpretes para la interrogación de los testimonios indios,
incluso cuando los testigos son ladinos. Además de tener un texto ya volcado a las formas
legales obligatorias por un intermediario profesional, la práctica enfatiza la importancia
de la traducción y de la necesidad de recurrir a la “lengua original” de los testigos en la
hermenéutica jurídica española.
MALLKU 741
2. De la segunda pregunta dijo que este testigo tiene noticia, y sabe por haberlo
oido decir a sus padres y a los caciques antiguos, que el dicho don Fernando
Chinchi, padre del dicho don Fernando Ayra de Ariuto, fue hijo legítimo de
don Fernando Capax, y que éste fue descendiente por línea recta de varón de
la casa de Capax Localarama, cacique y señor que fue de Pocoata, Collpaia,
Surcayasso, Torossa, Chueyla, Ychoca, Talara, Carache, Maragua, Yscamacha,
Vichoco, Mararnaquiqui que es en los Charcas, Sangari, Chuquia, Yacaio, To-
here, Caquina, Capusqui, y que fue en el tiempo del Inca Yupangui,
y que el dicho Capax de quien desciende fue el primer embajador que dió
la obediencia al Inca por Anco Tutumpi Ayra Canchi, que fue señor de más
de 20.000 indios, y dicen que dió noticia al Inca de las cuatro provincias de
Collasuio, Antesuio, Condesuio, Chinchaisuio, y de la calidad de las tierras, y
que el dicho Inca le dió en premio de ello un mapa tejido [f.16v] en ropa de
cumbe, que los indios llaman Carpatira, y le dió el apellido de Capax,
y que el dicho Localarama tubo por su hijo a Ariuto, tatarabuelo del dicho don
Fernando Ayra de Ariuto, y que el dicho Ariuto sucedió en el dicho gobierno
y cacicazgo de Copoata, y de los demás pueblos referidos, en tiempo de los
Incas Guaina Capax y Guascar, que fue el tiempo en que se descubrió este
reino, y que el dicho Ariuto dió la obediencia a los conquistadores e hizo
muchas diligencias para que los caciques hiciesen lo mismo, y que tuvo
por su hijo a don Fernando Chinchi, bisabuelo del dicho don Fernando Ayra
Ariuto, y esto es muy sabido entre todos los caciques e indios en general, y
esto responde.
3. De la tercera pregunta dijo que lo en ella contenido lo sabe este testigo, porque
así es público y notorio, y muy asentado entre los naturales ... y que el dicho
don Fernando Chinchi, bisabuelo del dicho don Fernando Ayra de Ariuto, fue
asimismo gobernador del dicho pueblo de Copoata después que se impuso
la mita y tasas por el señor don Francisco de Toledo, virrey que fue de estos
reinos, y que acudió al entero de todo con gran puntualidad y cuidado, y que
sirvió a Su Majestad con los 500 pesos que refiere la pregunta, y sus indios
con más de 900 pesos, por ser persona de mucha capacidad y entendimiento,
y esto responde.
4. De la cuarta pregunta dijo que este testigo sabe y es cosa muy asentada entre
los naturales, por ser público y notorio, que el dicho don Fernando Chinchi,
bisabuelo del dicho don Fernando Ayra de Ariuto, tuvo por su hijo a don
Fernando Capax que asimismo fue gobernador del dicho pueblo de Copoata,
y que el dicho don Fernando Capax tuvo por su hijo al dicho don Fernando
Chinchi, padre del dicho don Fernando Ayra de Ariuto, al cual conoció muy
bien este testigo, y fue cacique y gobernador del dicho pueblo de Copoata,
como sucesor legítimo del dicho cacicazgo y a quien pertenecía de derecho
por sus antepasados, al cual vió este testigo usar el dicho oficio y cargo, y
esto responde.
5. De la quinta pregunta dijo que este testigo sabe y vió que el dicho don Fernan-
do Chinchi, padre del dicho don Fernando Ayra [f.17r] de Ariuto, sirvió a Su
Majestaden el oficio de capitán de los indios de la provincia de los Caracaras, y
por haber muchos indios en los pueblos de ella, vió este testigo que enteraba
todos los lunes, así para esta villa como para el asiento de Porco, 500 indios
742 QARAQARA - CHARKA
y que don Francisco Ayra, abuelo del dicho don Fernando Ayra de Ariuto en la
entrada que hizo a los Chiriguanaes el señor don Francisco de Toledo le sirvió
y embió de socorro 500 indios con mil carneros cargados de mantenimientos,
lo cual le dijeron a este testigo muchas veces don Martín Pacha, su padre de
este testigo y don Pedro Chocayta su abuelo, que como caciques entraron en
la jornada y le contaron lo susodicho, y de ellos sabe este testigo que el dicho
don Fernando Ayra de Ariuto su nieto tiene recaudo del dicho señor virrey, a
que se remite, y esto es público y notorio, y responde a las preguntas.
13. De las trece preguntas dijo que mediante lo referido y la opinión que todos
tienen al dicho don Fernando Ayra de Ariuto, y tuvieron a su padre y a lo que
los de este testigo le contaron el susodicho es descendiente de los Incas Reyes
y señores que fueron de este reino, sin que jamás este testigo haya sabido
cosa en contrario, y que como a tal le pertenece el dicho gobierno de Caracara
por haberlo tenido todos sus antepasados, y esto responde.
14. De las catorce preguntas dijo que este testigo sabe y vió que el dicho don Fer-
nando Ayra de Ariuto por su mucha capacidad y suficiencia [f.18r] fue nombrado
por capitán de la provincia de los Caracaras, que son 11 pueblos, y esto fue en
vida del dicho don Fernando Chinchi su padre, y aunque fue de poca edad el
factor Bartolomé Astete de Ulloa, corregidor que fue de esta villa, le nombró
y demás le dió tíutlo sobre dos capitanes que fueron don Pedro Alfonso y don
Pedro Copacaba para el entero de la mita de este cerro y del asiento de Porco,
y asimismo le nombró el dicho corregidor, viendo su puntualidad y cuidado,
por alcalde mayor de toda la provincia de los indios Marcanies, que fueron
Quillacas, Charcas, Caracaras, y Carangas, y los dichos oficios los usó con gran
capacidad, cuidado y diligencia ... que lo vió este testigo, e iba personalmente
a las provincias de Porco y Chayanta114 por los indios faltos, sin perdonar cui-
dado ni trabajo, y jamás causó rezagos porque lo suplía con su plata ... y es
cosa sabida y sin duda que gastó en ello más de 4000 pesos de su hacienda
... y esto responde.
... [f.18v] ...
17. ... [f.19r] ... hace ventaja a muchos españoles muy comedidos, bien criado y
cortesano y celoso del servicio de Su Majestad ... que no se le conoce otro
igual ...
[Tercer testigo] En la villa de Potossí en 11.xi.1637 para la dicha información Su
Señoría el dicho presidente hizo parecer ante sí a un indio ladino en la lengua
española que por interpretación de los dichos interpretes dijo llamarse don
Joan Chocata, y ser cacique y principal del pueblo de Chuquicota de la pro-
vincia de los Carangas que asiste al entero de la mita de esta villa, del cual
Su Señoría por ante mí el presente escribano recibió juramento mediante los
dichos intérpretes sin embargo de ser tal ladino, como va referido, por Dios
nuestro señor y por la señal de la Cruz, [f.19v] en forma de derecho, so cargo
del cual prometió de decir verdad ...
114 Nótese cómo la reconstitución por el Virrey Toledo de la antigua jurisdicción de los
Qaraqara, bajo el mando del capitán enterador de mita (cf. f.40r abajo), le permite a éste,
siendo del corregimiento de Chayanta, ejercer su autoridad también en el corregimiento
vecino de Porco.
744 QARAQARA - CHARKA
1. De la primera pregunta dijo que este testigo conoce al dicho don Fernando Ayra
de Ariuto desde que nació, y sabe que es gobernador del pueblo de Copoatta
de la provincia de Chaianta, y que es hijo legítimo de don Fernando Chinchi,
cacique y gobernador que fue del dicho pueblo de Copoata, y de doña Ursula
Anco Tutumpi Ayra Canchi, los cuales fueron marido y mujer legítimos, ... y
esto responde.
... y que es de edad de 70 años poco más o menos.
2. A la segunda pregunta dijo que ... sabe por haberlo oído decir a sus padres, y a
los caciques antiguos, que el dicho don Fernando Chinchi ... fue hijo legítimo de
don Fernando Capax, y que este fue descendiente por línea recta de varón de
la casa de Capax Localarama, cacique y señor que fue de Copoata, Collapaia,
Surcaiago, Torossa, Chuila, Ychoca, Talata, Carache, Maragua, Yscamacha,
Bichoco, Mararna que es en los Charcas, Sangari, Chuquia, Yacayo, Tohere,
Caquina, Capusqui, y que fue en tiempo del Inca Yupangui,
y que el dicho Capax de quien desciende fue el primer embajador que dió la
obediencia al inca por Anco Tutumpi Ayra Canchi, que fue señor de 20.000
indios, y dicen que dió noticia al Inca de las cuatro provincias de Collasuio,
Antesuio, Condesuio y Chinchaisuio, y de la calidad de las tierras, y que el
dicho Inca le dió en premio de ello un mapa tejido en ropa de cumbe que los
indios llaman Carpatira, y le dió el apellido de Capax,
y que el dicho Localarama tuvo por su hijo a Ariuto, tatarabuelo del dicho don
Fernando Ayra de Ariuto, y que el dicho Ariuto sucedió en el dicho gobierno
y cacicazgo de Copoata y de los demás pueblos referidos en tiempo de los
Incas Guaina Capax y Guascar, que fue el tiempo en que se descubrió este
reino, y que el dicho Ariuto dió la obediencia a los conquistadores, e hizo
muchas [f.20r] diligencias para que los demás caciques hiciesen lo mismo,
y que tuvo por su hijo a don Fernando Chinche, bisabuelo del dicho don Fer-
nando Ayra de Ariuto, y esto es muy sabido entre los caciques e indios en
general, y esto responde.
... [ff.20v–22v] ...
... siéndole leido este su dicho se afirmó y ratificó este testigo, y lo firmó de
su nombre, y el dicho señor presidente y los dichos intérpretes.
don Juan de Lizarazu
don Juan Chocata
Juan Holguin del Valladares
Juan de Chaves
Juan Martínez Navarro
ante mí Pedro Osorio, escribano de Su Majestad
[Cuarto testigo] En la villa de Potosí en 11.xi.1637 ... recibió juramento de un indio
ladino en la lengua española, que sin embargo de serlo por interpretación dijo
llamarse don Baltassar Condori,115 y cacique principal de Atun Caranga, que de
presente está en esa dicha villa al entero de la mita de su cargo ...
1. De la primera pregunta dijo que este testigo conoce al dicho don Fernando
Ayra de Ariuto desde que nació, y sabe que es gobernador del pueblo de
Copoata, y que es hijo de don Fernando [f.23r] Chinchi ...
... es de edad de 85 años poco más o menos.
2. De la segunda pregunta dijo que este testigo tiene noticia y sabe, por haberlo
oido decir a don Joan Chocoata su abuelo, gobernador del pueblo de Chuquicota,
y a su padre don Christobal Chocatta, y a algunos caciques antiguos de cuyos
nombres no se acuerda, que el dicho don Fernando Chinchi, padre del dicho don
Fernando Ayra de Ariuto fue hijo legítimo de don Fernando Capax Localarama,
cacique y señor que fue de Copoata, Collapaya, Surcayasso, Torossa, Chucyla,
Ychocata, Laracarache, Maragua, Yscamacha, Bichoco, Mararnaquiqui que es
en los Charcas, Sangarichu, Chuquia, Yacayo, Tohere, Caquina, Capusqui ...
... [ff.23v–24v] ...
8-12. ... y que don Francisco Ayra abuelo del dicho don Fernando Ayra de Ariuto
en la entrada que hizo a los Chiriguanaes el señor don Francisco de Toledo le
sirvió y embió de socorro 500 indios con 1000 carneros cargados de mante-
nimientos, lo cual le dijeron a este testigo muchas veces el dicho su abuelo
y padre, porque a ellos se lo habían dicho don Martín Pacha y don Pedro Co-
coayta, que como caciques entraron en la jornada y les contaron lo susodicho
... [ff.25r–26r] ...
[Quinto testigo] En la villa de Potosí en 11.ix.1637, ... un indio ladino en la lengua
española, y sin embargo de serlo por interpretación de los dichos intérpretes
dijo llamarse don Juan Cabeza Tapuri, y ser cacique principal del pueblo de
Macha de la provincia de Chayanta ...
... es de edad de 73 años ...
[ff26v–29r] ...
y no firmó por no saber ...
[f.29v]
[Sexto testigo] ... 11.ix.1637... juramento de un indio ladino en lengua española, que
sin embargo de serlo por interpretación de los dichos interpretes dijo llamarse
Andrés Martínez, cacique principal del pueblo de Copoata de la provincia de
Chayanta ...
... de 74 años ...
2. De la segunda pregunta dijo que este testigo tiene noticias, y sabe por haberlo
oido decir a su padre don Baltassar Capito, cacique que fue del pueblo de
Copoata Ananasaia, y su abuelo Martín Midma, que el dicho Fernando Chinchi
... fue hijo legítimo de don Fernando Capax ...
[ff.30r–33r]
siéndole leido este su dicho se afirmó y ratificó este testigo, y lo firmó de su
nombre ...
[Séptimo testigo] En la dicha villa de Potosí en 11.ix.1637 ... el contador Josephe
Saez de Elorduy, caballero del orden de Alcantara, corregidor y justicia mayor
de esta villa, del cual fue recibido juramento por Dios nuestro señor ...
746 QARAQARA - CHARKA
1. De la primera pregunta dijo que este testigo conoce al dicho don Fernando Ayra
de Ariuto, gobernador del pueblo de Copoata, y sabe por público y notorio
que es hijo legítimo de don Fernando Chinchi ...
... es de edad de 48 años ...
2. De la segunda y demás preguntas del dicho interrogatorio que le fueron leidas
dijo que este testigo tiene por público y notorio que el dicho don Fernando
Ayra de Ariuto y sus padres son descendientes de los Incas, Reyes y señores
que fueron de este reino, y así les tienen respeto todos los indios ... [f.33v],
persona de mucha capacidad y entendimiento y que de ordinario se acompaña
con españoles y gente principal y honrada,
y que ha dado siempre muy buena cuenta de lo que ha tenido a cargo, y en
particular de las cobranzas de las tasas de Su Majestad, que se le han encar-
gado por los corregidores de la dicha provincia de Chayanta, y las cantidades
que ha cobrado las ha traído a la real caja de esta villa a su costa, donde las
ha enterado en nombre de los dichos corregidores, de lo cual le ha dado este
testigo certificaciones a que se remite, y a los demás recaudos, títulos y nom-
bramientos que tuviere ...
[Octavo testigo] ... el factor Christobal García Ramón, juez oficial de la real hacienda
de Su Majestad en la real caja de esta villa, del cual fue recibido juramento
... [f.34r]
1. De la primera pregunta dijo que como corregidor que fue este testigo de la
provincia de Chayanta, conoció en ella a don Fernando Chinchi y a doña Ursula
Anco Tutumpi ... de edad de más de 60 años ...
2. De la segunda y demás preguntas ... dijo ... los indios les han tenido y esti-
mación que todos han hecho de ellos, y en el proceder, verdad y buen trato
que han tenido en todas las ocasiones que se les encargaban, y este testigo,
como tal corregidor que fue, tuvo gran satisfacción de la puntualidad, proceder
y buen trato del dicho don Fernando Chinchi, y le encargó muchos negocios
de importancia, y en particular el oficio de alcalde mayor de los naturales la
reducción de ellos, y capitán de la mita de esta villa de que dió muy buena
cuenta, ... y en todo lo ha imitado el dicho don Fernando Ayra de Ariuto su
hijo ... [f.34v]
[Noveno testigo] ... el tesorero Christoual de Alfonci, juez oficial de la real hacienda
de Su Majestaden esta dicha villa ... [f.35r] de edad de 50 años... [f.35v]
[Décimo testigo] ... tesorero Luis Hurtado de Mendoza, vecino de esta dicha villa
... de más de 65 años ...
este testigo, como persona que de ordinario asiste en la real caja de esta
dicha villa, y ha usado en ella los oficios de factor y tesorero, y asimismo ha
sido capitán de la mita de esta villa ... [f.36r], ... ha sido alcalde mayor de la
dicha provincia de Chayanta, y reducidor de los indios de la mita, que los
reducidores y comisarios que han ido por ellos han tenido muy grande alivio
...
[Onceavo testigo] ... Pedro Vasques de Arze, residente en esta dicha villa ... al cual
conoce de 12 años a esta parte ... [f.36v]
... de edad de 43 años ... [f.37r]
MALLKU 747
[Doceavo testigo] ... presentó al licenciado Francisco de Barrera Cano, clérigo pres-
bitero, [f.37v] ... como persona que de ordinario ha asistido en la provincia de
Chayanta y pueblo de Pocoata, conoció en él a don Fernando Chinchi ...
... de edad de más de 60 años ... [f.38r]
[Treceavo testigo] ... presentó al licenciado Fernando Vazquez Escoto, presbítero
cura beneficiado de la parroquia de los Carangas de esta villa ... como cura
beneficiado que fue del pueblo de Copoata, conoció en ella a don Fernando
Chinchi ...
de edad de 50 años ... [f.39r]
[Decreto]
Sáquese un tanto de los recaudos que presenta autorizados en pública forma y ma-
nera que hagan fe, y se pongan en la información, y vuelvánsele los originales.
Proveyó el decreto de suso el señor don Juan de Lizarazu del Consejo de Su Ma-
jestad, presidente de la Real [f.39v] Audiencia de La Plata, que lo rubricó en Potosí
a 29.ii.1638
ante mí Pedro de Ossorio escribano de Su Majestad
[Traslado]
y en cumplimiento de lo proveido por el decreto antecedente, yo Pedro Ossorio,
escribano del Rey nuestro señor, vecino de esta villa imperial de Potosí del Peru, hice
sacar y saqué un traslado de las provisiones, títulos, certificaciones y recaudos que
el dicho don Fernando Ayra de Ariuto, cacique principal y gobernador del pueblo de
Copoata, exhibió ante mí, que su tenor sacada a la letra es como se sigue:
Licencia [a don Francisco Ayra] para vestirse en hábito de español y traer armas
Don Francisco de Toledo, mayordomo de Su Majestad, su virrey y gobernador y
capitán general en estos reinos y provincias de Piru,
por cuanto ante mí pareció don Francisco Ayra, cacique principal y gobernador del
repartimiento de Macha y Caracara, e hizo relación diciendo, como me constaba, en
748 QARAQARA - CHARKA
Concuerda este traslado con la provisión original que para este efecto exhibió ante
mí don Fernando Ayra de Ariuto, gobernador del pueblo de Copoata, y la voluió a
llevar en su poder, a que me refiero, y para que de ello conste de su pedimento dí
el presente en la villa de Potosí a 26.vi.1635 ...
Recibí la provisión original de donde se sacó este traslado y lo firmé
don Fernando Ayra de Ariuto
Petición [de don Francisco Moroco de Ayra pidiendo traslado de documentos]
En La Plata a 7.viii.1587, ante Sancho de Figueroa alcalde ordinario, la presentó el
contenido Don Francisco Moroco de Ayra, cacique principal del repartimiento de
Macha, digo
que a mi derecho conviene se me dé un traslado autorizado en manera que haga
fé de estos recaudos y testimonios que ante Vuestra Merced presento, para en
guarda del dicho mi derecho
A Vuestra Merced pido y suplico mande dar el dicho traslado autorizado en pública
forma, interponiendo a ello su autoridad y decreto judicial, y pido justicia
don Francisco Moroco de Ayra
El dicho alcalde mandó se le de como lo pide.
Geronimo de Porres escribano
En cumplimiento de lo cual yo Pedro Perez de Velasco, escribano de Su Majestad que
despachó el oficio público y del cabildo de esta ciudad de La Plata, hice sacar el tras-
lado de los recaudos contenidos en la dicha petición, que son del tenor siguiente:
Petición
En La Plata a 31.x.1586 años, ante el ilustre señor Francisco de Ynojossa alcalde
ordinario de esta ciudad y su jurisdición por Su Majestad, la presentó el contenido
[f.41r]
Ilustre señor:
Don Francisco Ayra, cacique principal de Macha [sic], digo
que a mi derecho conviene se me dé un traslado autorizado en manera que haga
fe de los recaudos y testimonios que ante Vuestra Merced presento para en guarda
de mi derecho,
a Vuestra Merced pido y suplico me dé dar el dicho traslado autorizado en pública
forma, interponiendo a ello su autoridad y decreto judicial, y pido justicia
don Francisco Ayra
El dicho señor alcalde mandó se le dé testimonio de los recaudos que presenta,
un traslado [de] dos o más de ellos, en los cuales Su Merced dijo que interponía
e interpuso su autoridad y decreto judicial, para que valga y haga fe doquier que
pareciere, y así lo mandó
ante mí Mateo de Almonaci
escribano de Su Majestad
y en cumplimiento de lo mandado por el dicho señor alcalde, yo Matheo de Almo-
naci, escribano de Su Majestad público y del cabildo de la dicha Ciudad de La Plata,
750 QARAQARA - CHARKA
por ausencia de Luis Guisado propietario, hice sacar el dicho traslado del dicho su
original que llevó en su poder el dicho don Francisco Ayra.
[Petición de Hernando Guarayo]
Yo Francisco Lopez, escribano de cámara de Su Majestad en su audiencia y cancillería
real que por mandado reside en la ciudad de Los Reyes, doy fé que en 14.vii.1564
años ante los señores presidente y oidores de la dicha Real Audiencia, un principal
que se dijo llamar don Hernando Guarayo presentó la petición siguiente:
[f.41v] Muy poderoso señor:
Hernando Guaraio, cacique de Caracara, por mí y en nombre de don Alonso Chu-
quibilca y don Francisco Xarajuri, caciques de Chaqui, Macha y de los demás indios
a nosotros sujetos, encomendados en la Corona Real, decimos
que para presentar en un pleito que tratamos contra el cacique e indios de Chuha,116
tenemos necesidad de sacar un traslado de la encomienda que el marqués don
Francisco Pizarro hizo a Gonzalo Pizarro en la provincia de los Charcas, el cual está
en el oficio de Avendaño,
a Vuestra Alteza pido y suplico mande al señor Francisco Lopez me la de en forma
para [f.42r] presentar en la causa susodicha, sobre que pido justicia
Francisco de Somonrostro
Y así presentada y por los dichos señores presidente e oidores, hice sacar de un
cuaderno de encomiendas, que están en mi poder entre los papeles del oficio del
señor Pedro de Avendaño, que yo al presente uso y ejerzo, que parece fueron hechas
por el marqués don Francisco Pizarro, gobernador que fue en estos reinos ...117
Título de capitán de la mita de don Fernando Chinche, padre del dicho don
Fernando Ayra
El gobernador don Pedro de Lodena, teniente de capitán general, corregidor y
justicia mayor de la villa imperial de Potosí, por Su Majestad:
por cuanto don Hernando Chinchi, cacique principal del pueblo de Copoata, está nom-
brado por capitán de los indios Caracaras en lugar de don Juan Seco, y para que tenga
título de ello, por la presente le nombro y elijo por tal capitán de los indios Caracaras,
y como tal gobierne los dichos indios teniendo cuidado de que sean doctrinados en
las cosas de nuestra santa fé católica, y que vivan en paz y quietud, y evitar de entre
ellos los pecados públicos y borracheras y otras supersticiones que usan ...
y tenga asimismo cuidado de que los indios de su capitanía estén cumplidos y
enterados, y si algunos faltaren me dé aviso y memoriales, para que se emvíe por
ellos, y mando a todos los caciques e indios, y a otras cualesquier personas, que
usen el dicho oficio y cargo con el dicho don Hernando Chinchi, y acuden a lo que
les ordenare y mandare ...
... encargo al contador de granos de esta villa pague el salario acostumbrado al
dicho don Hernando Chinchi desde 15.v.1606 ... [f.47v]
116 Quizás los Chuy, reformulando de esta manera en términos jurídicos españoles la tradición
de hostilidad entre éstos y los Qaraqara. Ver en este mismo Documento (f.9r).
117 Aquí sigue el texto de la encomienda de Gonzalo Pizarro, reproducido como Documento
3 en la Segunda Parte, “Encomienda”, de este libro.
MALLKU 751
indios la ley de Dios ... asimismo les ha dado a entender que en los grados de consan-
guinidad y afinidad prohibidos por derecho no pueden contraer matrimonio ...
4.v.1612
[Título]
Don Fernando de Padilla, corregidor [f.51r] y justicia mayor del partido de Chaianta
... [para] nombrar persona que haga oficio de alcalde mayor y cumpla con lo que
hoy está mandado en un memorial que por parte de los indios del dicho pueblo
ante mí se presentó ...
por el presente nombro por tal alcalde mayor del dicho pueblo a don Fernando
Chinchi, cacique principal de la parcialidad de Urinsaya ... con facultad de que pueda
nombrar persona de confianza que en los valles de Sivuincani y Pocomani hagan oficio
de alcaldes y acudan en los dichos valles al remedio de lo en ellos necesario ...
dado en el pueblo de Macha
23.ix.1615
Título para reducir indios
Don Fernando de Padilla, corregidor y justicia mayor de la provincia de Chayanta
y sus valles por Su Majestad ...
en el pueblo de Copoata de este distrito hay muchos indios forasteros y otros
cimarrones que residen en él y su comarca fuera de su reducción, sin acudir a las
cargas y obligaciones que tienen, de que resulta mucho prejuicio ...
por la presente doy comisión ... a don Fernando Chinchi para que, alzando [f.51v]
vara de la real justicia, compela y apremie a todos los dichos indios a que vayan a
sus reducciones con sus mujeres e hijos, comida y hato ...
Copoata
27.viii.1616 [f.52r]
Titulo
Don Andrés Díaz de Zárate, corregidor y justicia mayor en esta provincia de Cha-
yanta por Su Majestad,
porque en este pueblo de Copoata y sus anejos, como son estancias y chácaras
donde residen los indios en el beneficio de sus chácaras y sementeras ...
nombro por tal alcalde mayor del dicho pueblo y sus anexos y valles de Pocomani
y Sivingani ... [a] Fernando Chinchi ...
25.viii.1621
Certificación
Don Francisco de Zárate Ondegardo y el capitán Christoval García Ramón, corregi-
dores que hemos sido de la provincia de los Charcas, y el licenciado Pedro Ramirez
del Águila, cura que fui del pueblo de Copoata y juez vicario en la dicha provincia,
certificamos y damos fé a los que el presente vieren como en el tiempo que usamos
los dichos oficios ... conocimos y comunicamos mucho a don Fernando Chinchi
gobernador y cacique principal [f.54v] que es y ha sido de más de 20 años a esta
parte del dicho pueblo de Pocoasa [sic] de la parcialidad de Urinsaya [y] lo ha hecho
con mucha puntualidad, diligencia y cuidado, y con su buen gobierno ... en todo
lo cual se aventaja mucho a los demás caciques ...
y aunque en el dicho su pueblo ha habido muchos años peste, como al presente
la hay, de que se han muerto muchos indios de tasa, nunca ha faltado en el dicho
entero, previniendo esta falta con el buen cuidado de tener sus dichos indios bien
reducidos y haciendo chácaras de comunidad ...
acudiendo al edificio de la [iglesia], que se ha hecho nueva muy suntuosa y cal y
ladrillo, con su crucero de dos capillas muy ricas y curiosas, con sus arcos, torales
y dos partidas de mucha arquitectura cubierta de la cerca y tabla con desidio, con
muchas piñas doradas, adornada de muchos ricos ornamentos y servicio de plata
labrada, sustentando muy buena música de muchos y diestros cantores,
todo lo cual se debe la mayor parte al cuidado, curiosidad y buen celo del dicho
don Fernando ... por lo cual merece así su persona como la de su hijo don Fernando
García, que en todo le iba imitando
La Plata
20.xi.1626 [f.56r]
Título
El Factor Bartolomé Astete de Ulloa, corregidor y justicia mayor de esta villa im-
perial de Potosí
por cuanto don Fernando García Ayra Chinchi, cacique principal y gobernador del
pueblo de Copoata de la provincia de Caracara, está nombrado por capitán para
enterar los indios de mita este presente año de 1627 ...
lo nombro y elijo por tal capitán del dicho pueblo de Copoata, Macha, Aymaya y
Caracara ...
3.i.1627 [f.56v–59r]
[Certificación]
El maestro Luis de los Santos, cura beneficiado del pueblo de Sanctiago de Aymaia,
distrito de la provincia de los Charcas, como cura que he sido del pueblo de San
Juan de Copoata más de 9 años, certifico ...
que en todo el dicho tiempo, con la ayuda buena y diligencia de don Fernando
Chinchi, ... reduje a nuestra santa fé muchos indios infieles que andaban remon-
754 QARAQARA - CHARKA
tados y perdidos por huaicos y estancias, y los bautizé habiendo ido por ellos el
dicho don Fernando ...
[Certificación]
Manuel Salvanes, cura de la parroquia de San Bernardo en Potosí, y cura que he sido
del pueblo de Pocoata y vicario de toda la provincia de Chayanta ..., [certifico]
... que don Fernando Ayra Chinchi, por estar viejo, le es de muy grande ayuda y des-
canso su hijo don Fernando García Chinchi, que muestra bien ser hijo de tal padre,
porque va siguiendo sus pisadas [y] ayúdale mucho para enterar las tasas ...
es casado con doña Ynes de Amcoma, hija del gobernador de Tacobamba, que
como hijo de gobernador casó con su hija
22.viii.1529 [f.60r]
El capitán Diego de Quintela Salazar, corregidor que fue de la provincia de Chayanta
... como persona que reside en la dicha provincia y tengo mi casa y haciendas en ella
de más de 30 años a esta parte, y habiendo vivido en el dicho pueblo cerca de tres, y
otros tantos en el uso del dicho oficio, traté y comuniqué mucho al dicho cacique ...
... repitiendo, como lengua que era experto, los sermones de los dichos curas ...
vió bien en la educación de dos hijos legítimos, el mayor llamado don Fernando
García Chinchi, y el segundo don Diego que quedaron bien enseñados en leer,
escribir y contar ...
1.xi.1630 [f.60v]
Por cuanto en el pueblo de Copoata ... murió don Fernando Chinchi, gobernador y
cacique principal que fue de la parcialidad de los indios Urinsayas, el cual dejó por
su heredero universal ... a don Fernando García Chinchi, su hijo legítimo ... [f.62r]
Certificación del buen uso de sus oficios del dicho don Fernando [García Ayra
Chinchi] y su padre
El capitán Manuel de Guevara, corregidor, certifica ...
Macha
1.xii.1630 [f.62v]
Título de alcalde mayor de don Fernando Ayra Chinchi
... por don Fernando de Padilla Pizarro, corregidor de Chayanta ...
Rivera de Maragua
12.i.1632 [f.64r]
Título
... a don Fernando Ayra de Ariuto ... para cobrar las tasas ... por capitán don Fer-
nando de Padilla Pizarro
Potosí
15.vii.1632 [f.64v]
Certificación
... de como cobró el dicho don Fernando Ayra de Ariuto más 15,000 pesos de tasas
de Su Majestad ...
Potosí
2.iii.1635 [f.65r]
MALLKU 755
Título
... del dicho don Fernando Ayra de Ariuto para cobrar tasas de 1634 ... por don
Antonio de Villagomez y Villarroel, corregidor y justicia mayor de Chayanta ...
Macha
20.iii.1634 [f.66r]
Título
... de alcalde mayor de toda la provincia de Chayanta ... a don Fernando Ayra de
Ariuto ... y [que] haga que los mestizos y mulatos que viven entre [los indios] los
dejen y se vayan y no consienta que los españoles y pasajeros asistan en los di-
chos pueblos ...
Copoata
8.iv.1634 [ff.66v–68r]
[Título de don Fernando Ayra de Ariuto de cacique y gobernador de Pocoata
(Urinsaya)]
... por el virrey Chinchón ...
Lima
20.v.1636 [f.69r]
[Título de don Fernando Ayra de Ariuto de alcalde mayor de la provincia de
Chayanta y de capitán general para el despacho de la mita]
... por el capitán don Alonso Ruiz de Contreras ...
Macha
18.v.1637 [f.70v]
Certificación
... de haber servido a Su Majestad con 500 pesos de servicio gracioso don Fernando
Ayra de Ariuto ... [en] la real caja ...
Potosí
25.ii.1638
756 QARAQARA - CHARKA
Apéndice
Memoria de unos capítulos puestos a cierto gobernador por sus
indios de donde se colegirá la superioridad que tiene con ellos118
Primeramente que el dicho gobernador, por ser tan soberbio y arrogante, ha hecho
y hace muchos agravios y malos tratamientos a los pobres indios, quitándoles sus
chácaras y sementeras, como lo ha hecho de Chaguarani y Mamani uma, por lo
cual se han ausentado y perdido más de 100 indios tributarios de la mita de Potosí,
y no los ha querido reducir ni hacer diligencias para ello.
2o iten que el dicho gobernador, por qué no se eche de ver los indios faltos de la
mita, manda a los presentes que, fuera de sus obligaciones, que hagan una chá-
cara muy grande y cuantiosa para pagar la tasa con su procedido de los dichos
indios ausentes. Por su causa, y por hacer esta sementera, quedan los indios sin
sementeras ni comida, ni con qué pasar mil trabajos y necesidades.
3o que el dicho gobernador manda a los indios que siembren cada uno en las
estancias, como son en Chaquí, Sapacarí, Saraque y Pocomani, y en [?], diciendo
que es para pagar sus tasas de ellos, y cogen 1000 cargas de maíz, se queda y
aprovecha con [?], y luego pagan su tasa de ellos buscándolo y adquiriéndolo de
algunas chacarillas que hacen en la puna.
4o iten asimismo manda el dicho gobernador que le siembren para él otra tanta
sementera de maíz, y también en los valles cantidad de trigo, que cogen por lo
menos 500 o 600 cargas en cada un año.
5o iten que el dicho gobernador manda sembrar otra sementera de papas en la puna,
diciendo que es de la comunidad, y le dan y entregan 1000 cargas de chuño, y mes de
intermedio le hacen otra tanta sementera para el dicho gobernador, y sin embargo de
118 Este documento fue publicado en facsimilar por Jaime Urioste en su edición de Pedro
Ramírez del Águila, Noticias políticas… (1978 [1639]). La calidad de la letra es pésima, por
lo cual hay muchas lagunas en la transcripción, a pesar de la ayuda valiosa de Gunnar Men-
doza y Ana María Presta. El gobernador se identifica en el capítulo 29 como don Fernando
Ayra Chinche [sc. de Ariutu], presentante del documento antecedente. Publicamos esta
Memoria, aunque sea en forma defectuosa, porque cuestiona de manera radical la imagen
de don Fernando, presentada por él mismo en su Probanza, mostrando la tensión entre
los intereses señoriales de los Mallku y los de los indios tributarios. Ramírez del Águila
introduce el texto con las siguientes palabras: “Estos gobernadores, como tan señores de
los indios, les hacen algunos muchos agravios, y para que se vea el modo que tienen en
ésto he querido poner aquí unos capítulos que ciertos indios pusieron a su gobernador
[texto trunco] de lo que hacen otros...”.
MALLKU 757
eso en achaque de que es para la iglesia, les manda sembrar cantidad [roto] manda
[roto] limpio, y en los valles 50 cargas de maíz en cada un año, con todo lo referido
se queda, y aplica para sí, sin acudir a la iglesia ni a otra [roto] bueno.
6o iten que el dicho gobernador, sin embargo de todo lo referido, quita a los po-
bres indios de su trabajo y sudor y sustento, y lo que tienen dedicado para pagar
sus tasas, mas de 3000 cargas de chuño y maíz, y 500 fanegas de trigo, 30 cargas
de chochoca y otras 30 de [?], que es una maquila119 [?] en cada un año. Que para
hacer estas sementeras y las referidas pasan mil trabajos sin comer ni oir misa los
días de fiesta, por cuya causa han venido a empobrecer en tal manera que están
rematados los que quedan, y a ésta y otras causas se han ausentado los dichos 100
indios tributarios, y cada día [...] y se va disipando y acabando el pueblo.
7o iten que el dicho gobernador, con la [...] y hacienda que así quita a los pobres
indios, hace ostentación en su comida comiendo todos los potajes y manjares
dorados con oro, que para el efecto tiene un pintor examinado.120
8o iten que el dicho gobernador hace mil daños con sus ganados a las sementeras
de los pobres indios porque tiene mas de 100 mulas 400 cabezas de vacas de 100
a 300 cabezas de carneros de la tierra entre machos y hembras, 4000 carneros de
Castilla, y 100 cabras, y todo hostigando a la mayor parte de los pobres indios, que
los quita con mano poderosa de tal gobernador como [...] en todo lo demás.
9o iten que el dicho gobernador saca y oculta de la mita 10 indios tributarios para
que le hagan sementeras de maíz [?] y de cada indio cobra 100 cargas de maíz en
cada un año, sin darles para esto de comer rejas, bueyes, ni semilla [?] las dichas
50 cargas les da [?]
10o iten que el dicho gobernador oculta asimismo 20 [?] indios tributarios de la
mita, a los cuales manda que busquen miel de charcas en los valles en cierta can-
tidad,121 y no lo trajeron les da a cada uno 100 azotes y les quita a 12 pesos con
grande [...]
11o iten que el dicho gobernador de los indios que vienen de la mita de Potosí saca
seis indios para que [...] y [...] y hagan matanzas, y otros tres indios para [...] de los
dichos ganados, sin dejarles descansar conforme a Reales Ordenanzas.
12o iten que el dicho gobernador ha edificado y armado dos fraguas y dos paradas
de molinos con la plata de la tasa de los indios.122
13o iten que el dicho gobernador tiene recogido mas de 20 indios forasteros, ocul-
tándolo de sus caciques, los cuales dichos indios inquietan a mis partes, sembrando
119 “Maquila: cierta medida que el molinero saca para sí del grano que muele en su molino…”;
Covarrubias, Tesoro… (1987 [1611]).
120 Según Gunnar Mendoza (comunicación personal), este párrafo se refiere al uso del co-
lorante amarillo conocido como “palillo”, para servirse en la comida. Pero en Pocoata se
concentran varios depósitos de oro aluvial, conocidos desde tiempos prehispánicos hasta
hoy, y no podemos excluir una lectura más literal.
121 Para los insectos americanos que producen la famosa “miel de Charcas”, ver el Ensayo de
Interpretación “Charka Rojo, Charka Blanco” (especialmente la nota 35).
122 Para el interés del gobernador de Pocoata en beneficiar la plata de las minas argentíferas
de Aullagas (Colquechaca), ver Platt, “Mapas Coloniales …” (1978), y la Presentación de
la Cuarta Parte, “Tierra”.
758 QARAQARA - CHARKA
será para el Rey nuestro señor, y juntó de este modo muchísima plata en nombre
de Su Majestad.
23o iten que el dicho gobernador, en cada tercio de mita, hace juntar a los indios
225 carneros de la tierra para llevar su comida a Potosí [...] indios de mita para
que carguen [?].
24o iten el dicho gobernador cada mes manda que le den una gallina las indias
mozas y viejas, y 20 huevos, diciendo que es para enviar a los señores de esta
Real Audiencia, siendo para su comer y glotonería, y si alguna vieja se hace falta
algún [?].
25o iten que el dicho gobernador, cuando van los indios a su chacara a trabajar,
manda poner un rollo125 en el canto de la chacara, y allí [...] que van algo tarde los
desuellos [...] así a hombres como a mujeres. Y asimismo mandó hacer un rollo a
donde cruelmente los castigó con la mayor impiedad, como si fuera algún verdugo
enemigo [...].
26o iten que el dicho gobernador por solo hacer mal y vejaciones a los indios manda
edificar una casa muy grande y después de haber acabado [...] lo manda deshacer
hasta el suelo y [...] a edificar otra vez, y luego manda a las mujeres viudas y [...]
que traigan 50 gavillas126 cada una, y los [...] a cinco mujeres y las ocupa de esta
suerte quitando los du[...], y a los que vuelven de ella sin dejar descansar y les
manda hacer millones de adobes.
27o item que el dicho gobernador manda a los indios que cada año le saquen 100
[tolas?] diciendo que es para la iglesia, y luego los vende a los españoles de Potosí
y [Maragua?], y se aprovechan de la flete.
28o iten que el dicho gobernador manda a los indios [...] a diez de ellos que le
amasen y la cantidad de gallinas para su granjería.
29o iten al tiempo y cuando entró el dicho don Fernando Ayra Chinche por gober-
nador había de la comunidad de mis partes 400 vacas mansas de ordeñar y estaban
en cada un año 2170 pesos en rentas de leche y quesos que se hacía, con todo lo
cual se ha quedado el dicho gobernador, y lo tiene oculto y con estas cosas [...] mas
de 600 [6000?], y muy ricos y costosos [...] al pueblo y a los indios, y si no se pone
remedio en esto por discurso del tiempo quedará el pueblo y [...] y despoblado
porque de 490 y mas indios que había en la visita [...] hay 240.
30o iten que el dicho gobernador habiendo venido el dicho Diego Laime a esta Real
Audiencia a buscar su remedio de tantos agravios, envió a un [...] de Micani a su
casa, el cual cogió a un muchacho que tenía y le dió [...] diciendo que le mostrase
donde estaba la plata de [...], y el muchacho de dolor y temor le dijo donde estaba
[...] 150 pesos, y se los [...] el dicho gobernador, y se ha quedado con ellos, y sin
embargo [...] a dos indias mujer del dicho Diego Layme y s[...] y las llevó a donde
estaba el gobernador donde fueron castigadas cruelmente, y les dijo que si habla-
sen algo contra él el los [...] les haría sacar la lengua [...] y después [...] pesos las
soltó, y vinieron a esta Real Audiencia.
125 “Rollo: la picota o horca hecha de piedra en forma redonda…”; Covarrubias, Tesoro… (1987
[1611]).
126 “Gavilla: si[g]nifica el hazecillo de sarmientos o de otra leña menuda…”; Covarrubias,
Tesoro … (1987 [1611]).
760 QARAQARA - CHARKA
Provisión Real
[f.1v] Don Felipe
por la gracia de Dios Rey de Castilla, de León, de Aragón, de las dos Sicilias, de
Jerusalém, de Portugal, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia,
de Mallorca, de Sevilla, de Serdeña, de Cardona, de Correga, de Murcia, de Jaen,
de los Algarves, de Alguaçira, de Gibraltar, de las Islas de Canaria, de las Indias
Orientales y Occidentales islas y tierra firme, del Mar Oceano, Archiduque de Austria,
Duque de Borgoña, de Baravante y Milán, Conde de Habsburg de Flandes, Tirol y
Barcelona, Señor de Viscaya y de Molina &a.:
por cuanto por parte de vos, don Fernando Aira de Arriuto, residente en la Provin-
cia de los Charcas, se me ha hecho relación que desde vuestros padre y abuelo, y
demas pasados, me habéis servido en los oficios de governador y alcalde mayor
de la provincia de Caracaras, y de capitán de la mita de ella en la villa imperial de
Potosí en tiempo que estaban muy faltos [f.2r] los indios, por cuya causa suplistéis
de vuestra hacienda mas de 4000 pesos, y cobrastéis por impedimento del corre-
gidor por orden suya mas de 15.000 pesos de tasas, y reducistéis mucha suma de
indios a vuestra costa, sacándolos de partes remotas, con que se enteró la dicha
mita, y últimamente cobrastéis 12.670 pesos de tasas, en que mis quintos reales
fueron aumentados,
y don Fernando Chinche vuestro padre había sido capitán de la provincia de Chayan-
ta y reducidor general de los indios de la mita de ella, en cuyo entero puso mucho
cuidado y diligencia, y gastó más de 3000 pesos por los indios que habían faltado,
y asimismo sirvió el cargo de gobernador del pueblo de Copoata mas de 30 años,
acudiendo con mucha puntualidad al dicho entero de las tasas y mitas sin causar
ningunos rezagos, y fue parte para que se hiciese en el dicho pueblo la iglesia más
suntuosa [f.2v] que hay en toda aquella provincia en que gastó mucho de su hacien-
da, y también fue alcalde mayor del dicho pueblo, y de todos los dichos oficios dió
buena cuenta, y el año de 1627 me sirvió con 500 pesos de donativo,
y don Fernando Chinche vuestro bisabuelo fue también gobernador y capitán del
dicho pueblo, y fue parte con el virrey don Francisco de Toledo para que se impu-
siesen las tasas y mita,
MALLKU 761
y don Francisco Aira hijo del dicho vuestro bisabuelo127 fue gobernador de la dicha
provincia, y sirvió en la entrada que se hizo a los Chiriguanaes con mas de 500
indios, y envió mas de 1000 carneros cargados de bastimentos, y con 700 pesos
de donativo
y mediante haber acudido siempre al servicio de mi real corona, vos y todos los
demas vuestros antepasados, y ser de los primeros que se vistieron a lo español,
habéis sido estimados y os habéis tratado con mucho lustre por ser principales de
la nación de los Caracara en el [f.3r] dicho pueblo de Copoata desde el tiempo de
los Incas Yupangui y Guaina Capax, Reyes que fueron de esas provincias,
y de O[cho]toma128 vuestro tatarabuelo me había servido asimismo en que asentase
y diese la obediencia,
y Anco Tutumpi Aira Canchi, padre del dicho vuestro tatarabuelo, fue señor de
20.000 indios en la dicha provincia de Caracara,
y don Joan Ynga Moroco su hijo129 sirvió en el descubrimiento de la dicha provin-
cia con mucha suma de oro y plata, y fue parte para que diesen la obediencia los
demas caciques, y en las rebeliones y motines que hubo acudió a la voz real con
su persona y sus indios, y haciendo grandes demostraciones de lealtad y buen
vasallo con gran riesgo de su vida,
suplicóme que, teniendo consideración a todo lo referido para que quedase memo-
ria de vuestros servicios y de los dichos vuestros antepasados, os hiciese merced
de honraros con un escudo de armas,
y habiéndose visto por los del mi Consejo de las Indias, y lo que esta razón [f.3v]
informó el presidente de mi Audiencia Real de la Ciudad de La Plata de la dicha
provincia de los Charcas, y consultándoseme, he tenido por bien de haceros
merced, como por la presente os la hago, del dicho escudo de armas, y mando
que podáis traer, poner y tener por vuestras armas conocidas las sobredichas,
que son:
[Escudo de armas]
un escudo partido en cuatro cuarteles:130
en el primero de la parte de arriba, en campo azul, una mata verde con tres
azucenas131 blancas en una pradera verde, y en la parte alta a la prenta del
cuartel un resplandor, y en medio de él un lucero132 de oro de ocho rayos,
127 Se trata de un error: el hijo de Fernando Chinchi I fue Fernando Qhapaq. Don Francisco
Ayra fue hijo del Inka Muruq’u. Ver los Documentos 16 y 18, y la Presentación de esta
Parte (con Figura 5.1).
128 Esta lectura se confirma líneas más abajo, ver la siguiente nota.
129 Es decir, el hijo de O[cho]toma.
130 Las armas concedidas se basan en símbolos prehispánicos de poder propuestos por el
mismo Mallku; ver en esta Parte, Documento 16, sobre la tapa del expediente, donde se
refiere a “las armas ... de la targeta inclusa ... pertenecientes a sus pasados”.
131 “Açucena,“Amancaya”, Bertonio, Vocabulario … ([1612] 1956, t I:17); “Amankaya, flor blanca,
o colorada, como lirio o açucena”, Bertonio, Vocabulario … ([1612] 1956, t. II:15).
132 “Luzero, Ururi”, Bertonio, Vocabulario … ([1612] 1956, t. I:196); debe relacionarse con “el
apellido de ‘Caracara’, que significa el alba”, dado por el Inka a Uchatuma y sus 5.000 guerreros
(ver en esta Parte, Documento 16, f.14r) y extendido a referirse a toda la nación Qaraqara.
762 QARAQARA - CHARKA
133 Probablemente “mamani conturi mayco [mallku], halcón como Rey de los paxaros. Y también
un Señor de muchos vasallos”; cf. “conturi, buitre”, Bertonio, Vocabulario … ([1612] 1956,
t. II:52); “mallco, vel Mayco, cacique o señor de vasallos”, Bertonio, Vocabulario … ([1612]
1956, t. II:212), y “mamani, provincia o districto”, Bertonio, Vocabulario … ([1612] 1956,
t. II:213).
134 “Tigre, uturunku”, Bertonio, Vocabulario … ([1612] 1956, t. I:449).
135 “Torre, fortaleza, Pucara”, Bertonio, Vocabulario … ([1612] 1956, t. I:453).
136 “Plumaje como diadema. Siphi”; “sipi, plumaje de varios colores”; “el cumbre que hay entre
dos aguas de la casa o buyo” (cf. en esta Parte, Documento 15, n.10, para la comparación
entre el poder protector del Mallku y el techado de un buhío); “la cordillera de los cerros”
(Bertonio, Vocabulario … I.371; II.319). Bertonio asocia el uso de plumas como diadema
particularmente con los incas o los indios de Chinchaysuyu: “Plumaje de los ingas, o chin-
chaysuyos de dos plumas puestas en la delantera del sombrero, o llauto, como cuernos.
Kausu” (Bertonio, Vocabulario … I.371). Para el uso de las plumas como insignias del poder
en el Tawantinsuyu, ver Bouysse-Cassagne, “Si votre plumage …” (1998).
MALLKU 763
137 Agradecemos a Thomas Abercrombie y Mercedes del Río el habernos enviado las fotocopias
sobre las cuales se ha basado la transcripción de este documento.
138 Sic: debe ser Mahcollana.
MALLKU 765
Gomez, principal del ayllo Guacoata de la dicha parcialidad, de los cuales y de cada
uno de ellos, sin embargo de ser ladinos en la lengua española, se tomó y recibió
juramento a Dios y a la Cruz, so cargo del cual prometieron de decir verdad por
[f.285r] interpretación de Pedro de Dueñas, y siendo preguntados dijeron:
que ellos conocen muy bien al dicho don Francisco Gonzáles, por cuya parte son
presentados, el cual saben que es hijo legítimo de don Felipe Yume, principal que
fue del ayllo Alacollana de la parcialidad de Anansaya, porque se lo vieron criar en
su casa por tal su hijo, y de doña María Para su legítima mujer, y que el dicho don
Francisco Yume era hijo de Curi, cacique del dicho ayllo que era al tiempo que los
españoles entraron en este reino,
y en el dicho ayllo hay dos casas de donde salen los principales que los gobiernan,
y que el dicho Curi es de la casa principal de donde sacan los caciques de pachacas,
y siempre lo han sido los antecesores del dicho don Francisco Gonzáles por línea
recta de varón hasta su padre,
y los dichos don Alonso de Mendoza [y don Francisco Moroco] dijeron que ellos
no conocieron al dicho don Francisco Yume, por ser mozos, pero que lo saben de
cierto por habérselo dicho sus indios, y ser [f.285v] tradición entre los viejos de
las parcialidades,
y el dicho don Martín Gomez dijo que alcanzó al dicho Curi poco tiempo, por ser
ya viejo, y que después conoció al dicho don Felipe Yume, y sabe que es suyo el
oficio de cacique de pachaca de dicho ayllo, y que se lo vió usar antes de la Visita
General y después de ella, y que el dicho don Francisco Yume murió siendo go-
bernador de los indios que de este pueblo iban, antes del repartimiento general,
al asiento de Porco,139 en el dicho asiento, y que esto es la verdad de lo que saben
para el juramento hecho,
y que son deedad el dicho don Alonso de Mendoza de 40 años poco más o menos, y
el dicho don Francisco Moroco de 46, y el dicho don Martín Gomes de más de 60.
No les tocan las generales de la ley, firmaron todos que supieron con el dicho
corregidor e intérprete
Miguel Ruiz de Bustillo
don Alonso de Mendoza
Pedro de Dueñas
ante mí Pedro Pardo escribano
Y después de lo suso dicho, el dicho [f.286r] mes y año, el dicho don Francisco
Gonzáles para su probanza presentó por testigos a don Jhoan Quina, cacique prin-
cipal y segunda persona que fue de la parcialidad de Anansaya, y a don Francisco
139 La mita de Porco ha sido poco estudiada: el texto se refiere a una mita pretoledana.
Posteriormente, Toledo asignó 938 indios de mita a Porco, que incluían a los de Macha,
Chaquí, Visisa, Capachica, Sura y Uros de Challapata y Lipes. En 1614, el Virrey Mar-
qués de Montesclaros sacó 218 indios del corregimiento de Chayanta para asignarles a
las minas de San Marcos de Miraflores (pueblo de valle del repartimiento de Macha); de
ahí la ausencia de los indios de Macha en la lista de los 331 mitayos asignados por este
Virrey a Porco. Apuntes de Thierry Saignes (s/f). Para los significados de esta migración
estacional, que habrá adquirido las resonancias de una romería religiosa, ver la Primera
Parte, “Culto”, Documento 1 y Presentación.
766 QARAQARA - CHARKA
Yana, principal del ayllo Ma[h]apicha, y a don Alonso Chambe, principal del ayllo
Mahacollana de la parcialidad de Urinsaya, de los cuales y de cada uno de ellos
se tomó y recibió juramento en forma de derecho por lengua e interpretación del
dicho Pedro de Dueñas, so cargo del cual prometieron de decir verdad, y siendo
preguntados dijeron:
que ellos conocen al dicho don Francisco Gonzáles, y le vieron nacer, el cual
saben que es hijo legítimo de don Felipe Yume principal que fue del ayllo
Alacollana de la parcialidad de Anansaya, y de doña María Para su mujer
legítima, al cual se lo vieron criar y alimentar todos excepto el dicho don
Alonso Chambe, que dice cuando se murió era criatura, pero que sabe que
es su hijo [f.286v] por habérselo dicho así su padre y otros indios antiguos
y ser tradición entre ellos,
y los dichos don Jhoan Guayna y don Francisco Yana dijeron:
que ellos conocieron muy bien al dicho don Francisco Yume, al cual vieron
usar el dicho oficio de principal del dicho ayllo Alacollana antes de la Visita
General, el cual era [hijo] legítimo de Curi principal que era del dicho ayllo
cuando los españoles entraron en este reino, al cual conocieron asimismo
estos testigos, y saben queusaba el dicho oficio siendo señor y gobernador
de la dicha parcialidad de Anansaya el cacique Gualca,
y saben que el dicho oficio de principal del dicho ayllo era de sus antecesores
del dicho Curi, y él lo usó, y después el dicho don Felipe Yume, y que el dicho
don Felipe Yumo era de casa mayor, y don Domingo Cuysara de casa segunda,
y que respecto de esto, en la Visita General, por ser el dicho don Francisco
Gonzáles pequeño, dieron al dicho don [f.287r] Domingo Cuysara el dicho
oficio de cacique del dicho ayllo, pero que de derecho era de los sucesores
del dicho don Felipe Yumu, y que esto es público y notorio entre todos los
indios e indias viejas de este pueblo, y la verdad de lo que saben,
el dicho don Jhoan Guayna dijo ser de más de 60 años, y el dicho don Francisco
Yana de la misma edad y el dicho don Alonso Chambe de 46 ...
[Auto de Miguel Ruiz de Bustillo entregando cacicazgo a Francisco Gonzalez]
En el pueblo de Macha en 22.x1613 el tesorero Miguel Ruiz de Bustillo, corregidor
justicia mayor de la provincia de Chayanta por el Rey nuestro señor y juez de re-
sidencia, habiendo visto la información [f.287v] dada por don Francisco Gonzáles
en razón de lo que pretende de que el oficio de principal del ayllo Alacollana que
usó don Domingo Cuchara [sic] es suyo por ser hijo legítimo de don Felipe Yumu,
y no de don Pedro de Aguilar hijo del dicho don Domingo Cuchara, declaró perte-
necer al dicho don Francisco Gonzáles el dicho oficio de principal del dicho ayllo
Mahacollana140 en compañía de don Andres Yanaca, que como suyo lo debe usar,
y atento a lo que dice se le despache recaudo en forma con declaración de ello
para que conste en todo tiempo, y lo firmó
Miguel Ruiz de Bustillo
ante mi Pedro Pardo escribano
y pues Vuestra Merced al presente está haciendo la dicha revisita se me debe decla-
rar y declare por tales reservados a mí y al dicho mi hermano, y nos mande poner
y asentar con los demás reservados, constando por las provisiones, mandamientos
e información de que hago presentación, como dicho es, para que a Su Excelencia
asimismo conste de como somos tales hijos y nietos de caciques,
por todo lo cual a Vuestra Merced pido y suplico ... [f.290v]
don Joan de Castro y Paria
Auto
Por presentado estos recaudos y traslado a García de Aguilar, teniente de corregidor,
y con lo que dijeron se junten con los autos de esta revisita
Proveido en 11.ix.1619
Antonio Salgado ... [f.291r]
Ordenanzas sobre los reservados y cantores de Macha
Por Antonio Salgado, juez por Su Majestad para la revisita de los indios de este
repartimiento de Macha y comisión del gobierno de este reino y su escribano
nombrado en ella:
doy fé que en las ordenanzas que el señor virrey Francisco de Toledo hizo y ordenó
para este dicho repartimiento de Macha, que están firmadas de su mano y refren-
dadas de Alvaro Ruiz de Namamuel [sic], secretario de gobierno, hecha en Potosí
en 10.iv.1575, que originalmente para esta revisita exhibió ante mí don Sebastián
Paria, escribano del cabildo del dicho pueblo de Macha, entre otras ordenanzas,
hay dos del tenor siguiente:
Ordenanza 40. Item, por que [en] el dicho repartimiento y en los demás que se han
visitado había muchos indios que por ser hijos y parientes de caciques no pagaban
tasa ni iban en servicios personales, y la tasa que ellos habían de pagar con ser por
la mayor parte indios ricos y de mucho posible cargaba sobre los indios pobres
que habían de ser reservados en parte de ellas,
lo cual yo mandé [f.291v] a los visitadores deshiciesen este agravio, y quitasen
los mandones y principales que hubiesen superfluos y demasiados en los ayllos y
parcialidades de cada repartimiento, y solamente les pasen los necesarios para el
gobierno de los dichos ayllos y parcialidades, y los demás que pagasen, sin que
ninguno de ellos fuese reservado, y porque algunos de los dichos mandones y
principales son hijos de los caciques principales que han sido y son al presente, y
estos, aunque han de pagar tasa si no fuese el hijo mayor que le haya de suceder
en el cacicazgo que este no ha de pagar tasa y los demás que se reservan por la
dicha nueva tasa, no parece que es justo que sirvan en servicios personales de
tambos, plazas y puentes, y otras semejantes,
por tanto ordeno y mando que los dichos hijos o descendientes de los dichos caci-
ques [f.292r] paguen todos su tasa como está dicho, y que sean reservados de los
dichos servicios personales, constando que sean hijos de los dichos caciques o de
sus hermanos legítimos, y que hayan sido hasta la dicha Visita General principales
o mandones de los dichos ayllos y parcialidades.
Ordenanza 41. Item, porque en la dicha nueva retasa no van reservados de ella
los alcaldes, regidores y oficiales del cabildo, y los fiscales, sacristanes y músicos
MALLKU 769
pingollos que sirven en las iglesias de los dichos indios, y que estos todos se ocu-
pan y han de ocupar en el servicio y bien común de los demás, y así no les queda
tiempo para poderse ocupar en trabajos y ganar sus tasas, y es justo que de sus
trabajos se les decrezcan algún útil o provecho,
ordeno y mando que a los dichos alcaldes y regidores, procurador y escribano
de cabildo y fiscales [f.292v] y sacristán, que solamente ha de haber uno en cada
pueblo, y músicos han de ser cuatro, se les pague salario en cada un año de los
bienes de comunidad del dicho repartmiento el salario que al dicho corregidor le
pareciere conforme a los bienes de comunidad que hubiere, con que no sea menos
de lo que montare la tasa que fuesen obligados a pagar, y lo mismo se entienda con
los principales que vinieren a este asiento de Potosí a tener cuenta y cargo de los
indios que vinieren al beneficio y labor de las minas e ingenios de azogue, con que
no haya con cada 50 indios más de un principal, y aunque los dichos principales
no sean los que se reservan de ella y llevan sus salarios.
Hecho y sacado corregido y concertado fue este traslado con las ordenanzas origi-
nales que [f.293r] volví al dicho don Sebastián Paria, que va cierto y verdadero,
siendo testigo Pedro Ochoa de Zárate
y Francisco Osorio a 8.x.1619 ...
y en fé de ello lo firmé Antonio Salgado [ff.293v–298r]
[Información presentada por don Joan de Castro y Paria]
En el pueblo de San Pedro de Macha de la real corona en 8.iii.1612, ante el teso-
rero Miguel Ruiz de Bustillos, corregidor y justicia mayor de la provincia de los
Charcas de Chayanta y valles de su distrito por el Rey nuestro señor, la presentó
el contenido en ella don Joan Paria, alcalde mayor del repartimiento de Macha de
la real corona, [y] dijo:
que a mi derecho conviene hacer información ... de como soy hijo legítimo y he-
redero de don Joan Gonzales Ninacayo, difunto cacique que fue de este pueblo
del ayllo Sulcaavi de la parcialidad Anansaya, y de Maria Poma su legítima mujer,
el cual era hijo legítimo del cacique Gualca, gobernador y cacique principal que
era de la parcialidad de Anansaya al tiempo que entraron los españoles en esta
provincia, y de como el dicho cacique Gualca era hijo legítimo y heredero de Tata
Paria, señor universal que fue en esta provincia de toda la nación de los Urcosuyos
llamados Caracaras, los cuales fueron mi padre, [f.298v] abuelo y bisabuelo por
línea recta de varón sin bastardía,
atento a que los testigos de quien me pretendo aprovechar son muy viejos, y se
pueden morir, y no poder hacerla después con tanta claridad para ocurrir con ella
al excelentísimo señor virrey de estos reinos o a donde me convenga y pedir se
me haga merced conforme a mi calidad,
a Vuestra Merced pido y suplico mande se me reciba la dicha información y que
los testigos declaren al tenor de esta petición, y reciba Vuestra Merced de ella su
parecer, y habiéndole dado se me entregue los traslados que pidiere en pública
forma y pido justicia.
don Joan de Castro y Paria
El dicho corregidor mandó que el dicho don Joan de Castro y Paria dé la información
que ofrece, y que los testigos que presenta el susodicho juren y declaren ante Su
770 QARAQARA - CHARKA
Merced al tenor de esta petición, y atento a que han de ser indios y es necesario
intérprete, se examinen por lengua de Francisco de Aguilar, persona nombrada
para lo susodicho ...
[Declaraciones de testigos]
[f.299r]
[1 testigo] En el pueblo de San Pedro de Macha a 17.iii.1612 ante el dicho corre-
gidor, el dicho don Joan de Castro y Paria para la dicha probanza en razón
de su filiación y descendencia de los señores de la nación Caracara de esta
provincia, presentó por testigo a don Antonio Gironda Laime, cacique prin-
cipal y segunda persona de este dicho pueblo de Macha, de la parcialidad
de Urinsaya de la dicha nación Caracara, el que por ser muy ladino en la
lengua española sin ser necesario intérprete se recibió juramento por Dios y
por una señal de Cruz que hizo con los dedos de su mano derecha en forma
de derecho, [f.299v] so cargo del cual prometió de decir verdad, y siendo
preguntado dijo:
que conoce al dicho don Joan de Castro y Paria, el cual sabe que nació en
el dicho pueblo y es hijo legítimo de don Joan Gonzales Ninacayo, cacique
del ayllo Sulcaavi de la parcialidad Anansaia, y de Maria Yapoma su mujer,
y nieto del cacique Gualca, cacique y gobernador que era de toda la nación
Caracara de la parcialidad Anansaya en esta provincia al tiempo que los
españoles entraron en este reino, y bisnieto de Tata Paria que fue cacique y
gobernador universal de la dicha parcialidad en tiempo del Inca, los cuales
son todos herederos legítimos unos de otros por vía recta de varón, y esto lo
sabe este testigo por ser muy público, y ser así tradición entre los indios de
la nación de este testigo que lo es de la de los suso dichos, y haberse dicho
indios antiguos, y que los [f.300r] susodichos tienen casas y sepulturas suyas
conocidas, que solo las tenían en aquel tiempo los caciques principales y no
los indios particulares ...
[2 testigo] Después de lo susodicho, en el dicho día, mes y año dichos, el dicho
don Joan de Castro y Paria para la dicha probanza presentó por testigo a don
Pedro de Córdova, cacique de la parcialidad Mahapicha Urinsaya ... [f.300v] y
no estuvo presente intérprete por ser muy ladino, y siendo preguntado por el
tenor de la petición dijo:
que conoce al dicho don Joan de Castro y Paria, el cual sabe este testigo
que es hijo legítimo de don Joan Gonzales Ninacayo, cacique que fue de la
parcialidad Anansaya, al cual conoció muy bien este testigo, y el dicho don
Joan Gonzales Ninacayo era hijo legítimo de Tata Paria, señor que era en
esta provincia de la dicha parcialidad, y esto lo sabe el testigo por tradición
que hay entre los indios viejos de todo este dicho pueblo, demás de que
los susodichos tienen solares y casas y sepulturas conocidas del tiempo del
Inca, que no las tenían sino los señores y caciques [f.301r] principales y no
los indios particulares ...
[3 testigo] ... don Francisco Yana, indio del ayllo Mahapicha de la parcialidad Urin-
saya ... [f.301v] ... y siendo preguntado por el tenor de la petición por la dicha
interpretación de Francisco de Aguilar dijo:
MALLKU 771
que conoce al dicho don Joan de Castro y Paria, el cual sabe que nació en
este dicho pueblo, y es hijo legítimo de don Joan Gonzales Ninacayo, cacique
principal que fue de la parcialidad de Anansaya, y nieto de Gualca, cacique
y gobernador que era de la dicha parcialidad cuando se ganó este reino, y
bisnieto de Tata Paria, señor que era en tiempo del Inca de la nación de los
Caracaras en esta provincia de lo que tocaba a la dicha parcialidad Anansaya,
... [f.302r] ...
y que esto lo sabe este testigo porque conoció al dicho cacique Gualca go-
bernando la dicha parcialidad, y era gobernador de ella cuando vinieron los
padres de la orden de San Francisco la primera vez a esta provincia, y el dicho
Gualca vivía en el dicho pueblo de Machamarca que entonces era cabecera,
además de ser tradición entre los indios de todo este repartimiento de que el
dicho Tata Paria y su hijo fueron señores de sus parcialidades, y por tales son
habidos y tenidos entre los indios de toda esta provincia,
demás de que los dichos Tata Paria y sus hijos tenían casas solares y sepulturas
conocidas que en el tiempo del Inca nadie las podía [f.302v] tener sino los seño-
res y caciques, y este testigo conoció en este dicho pueblo unas sepulturas
del dicho Tata Paria labradas de piedra que era señal de señor...
y es de 80 años poco mas o menos ...
[4 testigo] ... don Francisco Moroco, principal del ayllo Mahacollana de la [f.303r]
parcialidad de Urinsaya, ... del cual por ser ladino sin tener necesidad de in-
térprete se recibió juramento, ... y preguntado dijo:
que conoce al dicho don Joan de Castro y Paria, el cual sabe este testigo que
nació en este dicho pueblo y es hijo legítimo de don Joan Gonzales Ninacayo
y de María Yapoma su legítima mujer, el cual sabe este testigo que era hijo de
Gualca, cacique y gobernador que fue de la parcialidad de Anansaya al tiempo
que se ganó este reino, compañero del cacique Moroco,
abuelo de este testigo, que lo era de la parcialidad de Urinsaya, y el dicho
Gualca era hijo de Tata Paria, señor que fue de la nación de los Caracaras en
esta [f.303v] provincia de lo que toca a la dicha parcialidad Anansaya, ...
y demás de que ha visto la encomienda de Gonzalo Piçarro ...
y es de 40 años ...
firmólo con el dicho corregidor Miguel Ruiz de Bustillo
don Francisco Moroco [f.304r]
[5 testigo] ... don Baltazar Molle, principal del ayllo Mahapicha de la parcialidad de
Anansaya,142 y alcalde ordinario de este dicho pueblo ... dijo:
que conoce al dicho don Joan de Castro y Paria, el cual sabe que es nacido en este
pueblo, hijo legítimo de don Joan Gonçalez Ninacayo, y nieto de Gualca, cacique
principal y gobernador que fue de la parcialidad Anansaya al tiempo que entraron
los españoles en este reino, y el dicho Gualca era hijo de Tata Paria que fue señor
de toda la nación de los Caracaras de la parcialidad [f.304v] de Anansaya ...
y esto lo sabe ... porque don Joan Guaina, hijo del dicho Gualca, gobernó la
dicha parcialidad como hermano mayor del dicho don Joan Gonzalez, y que
sabe que los susodichos tenían casas solares y sepulturas conocidas, que en
el tiempo del Inca solo los señores las podían tener, y el día de hoy los indios
viejos dicen adonde son y como eran de los dichos señores, y el nombre de
Tata Paria quiere decir Padre ... [f.305r]
y es de edad de 43 años poco más o menos ...
[6 testigo] ... don Joan Bingochea, principal del ayllo Sulcaata de la parcialidad de
Urinsaya, ... el cual por ser muy ladino por la dicha interpretación se recibió
juramento ... dijo:
que conoce al dicho don Joan de Castro y Paria, el [f.305v] cual sabe que nació
en este dicho pueblo ... [f.306r], ... este testigo ha visto muchas veces la
sepultura de Tata Paria, la cual es de piedra muy labrada, insignia de gran
señor....
[7 testigo] ... Baltasar Ochatoma del ayllo Guaracoata de la parcialidad de Anansaya
... dijo ... [ff.306v–307r]
... el dicho cacique Gualca y su padre tenían en este pueblo una sepultura
conocida, la cual era labrada de piedra que era insígnia de gran señor ...
[8 testigo] En el pueblo de Copoata en 21.iii.1612, el dicho don Joan de Castro y
Paria para la dicha probanza presentó por testigo a don Diego Quispe, principal
del ayllo Collana de la parcialidad Anansaya de este dicho pueblo, del cual
por lengua del dicho interprete fue tomado y recibido juramento en forma
de derecho a Dios y a la Cruz, so cargo del cual prometió de decir verdad, y
siendo preguntado [f.307v] por la petición dijo:
que conoce al dicho don Joan de Castro y Paria, el cual sabe que nació en el pueblo
de Macha, y es hijo legítimo de don Joan Gonçalez Ninacayo, y por tal se lo vió
criar este testigo las veces que fué de este dicho pueblo al dicho de Macha,
y que el dicho don Joan Gonçales fue hijo del cacique Gualca el cual, cuando
Gonzalo Pizarro vino a esta provincia, era cacique principal y gobernador de
toda la nación de Caracara de la parcialidad Anansaya, y le estaban sujetos
así los indios de este pueblo como los del dicho pueblo de Macha y los más
de la dicha parcialidad,
y este testigo le conoció muy bien, y le vió usar el dicho oficio hasta que murió,
y que el dicho cacique Gualca era hijo legítimo de Tata Paria, que asimismo fue
señor de los Caracaras de esta provincia de la dicha parcialidad Anansaya, y
este testigo se acuerda que cuando era chiquito le vió traer al dicho Tata Paria
en hombros de indios,
y demás de ello [f.308r] sabe que el dicho Tata Paria era gobernador de los
indios Quillacas, Soras, Carangas y Chuyes que había en esta provincia, de
suerte que el dicho don Joan Paria, hijo del dicho don Joan Gonçalez Ninacayo
y nieto del cacique Gualca y bisnieto de Tata Paria, y que por tal es conocido
entre los indios de su nación, sin que haya otra cosa en contrario,
y que por ser tan gran señor el dicho Tata Paria, se juntaron todas las naciones
que declarado tienen, y le hicieron dos sepulturas labradas de piedra, que no
MALLKU 773
las podía tener si no era gran señor, la una junto a Macha y la otra en Curata
[sic] donde hay salinas de sal,
y que además de haber visto lo que declarado tiene este testigo, le decía a
este testigo don Joan Gonçalez, que era un indio muy viejo, que el dicho Tata
Paria y su hijo Gualca eran de los mayores señores de esta provincia, y que
por haber quedado niños los hijos del dicho Gualca en la Visita General les
quitaron el oficio, y esta es la verdad ... [f.308v]
[9 testigo] Después de lo susodicho en el dicho día mes y año dichos, el dicho don
Joan Paria para la dicha probanza presentó por testigos a don Felipe Ochani,
principal del ayllo Paro de la parcialidad Anansaya de este dicho pueblo, ... y
siendo preguntado por la petición dijo:
que conoció al dicho don Joan Paria, el cual sabe que nació en el pueblo de
Macha y es hijo legítimo de don Joan Gonçales Ninacayo, y por tal le vió este
testigo criar y alimentar al dicho su padre, el cual sabe este testigo que fue hijo
legítimo del cacique Gualca que era cacique y gobernador de toda la nación
[f.309r] de los Caracaras en esta provincia de lo que toca a la parcialidad de
Anansaya cuando entró en ella Gonzalo Pizarro, y le obedecen todos los demás
principales que ahora están reducidos en diferentes pueblos,
y este testigo le conoció muy bien, y le vió usar el dicho oficio y ser obede-
cido de todos, y el dicho cacique Gualca fue hijo de Tata Paria, señor de toda
la nación de los Caracaras de la dicha parcialidad, y de la [de] los Quillacas,
Soras, Carangas y Chuyes, y todas ellas le obedecían y las hacía juntar en
Macha,
y este testigo conoció muy bien al dicho Tata Paria siendo este testigo mu-
chacho, y vió que le traían en hombros de indios como gran señor, y hacía
y disponía a su gusto, de suerte que el dicho don Joan Paria es hijo legítimo
del dicho don Joan Gonçalez Ninacayo, y nieto del dicho cacique Gualca, y
bisnieto de Tata Paria, gran señor como dicho tiene por línea recta de varón
sin bastardía,
y que este testigo sabe que todas las dichas naciones se juntaron para hacerle
sepulturas [f.309v] labradas de piedra, y le hicieron dos, la una en Macha y la
otra en Caraata, y que en aquel tiempo no se hacían sino a grandes señores
como lo fue el dicho Tata Paria y su hijo Gualca,
y que además de haber visto lo que declarado tiene este testigo, el cual fue
cacique de la parcialidad Anansaya, el cual decía que el dicho cacique Gualca
y sus hijos eran señores de todos, por ser descendientes del dicho Tata Paria, y
que respecto de que al tiempo que se hizo la Visita General era muerto el dicho
cacique Gualca, y sus hijos eran chiquitos, no les nombraron por caciques en
ella, y que esta es la verdad ...
y que es de más de 100 años...
[f.310r]
[10 testigo] En el pueblo de Chayanta de la real corona en 26.iii.1612, el dicho don
Juan de Castro y Paria por su probanza presentó por testigo a don Francisco
Aira hijo del dicho vuestro bisabuelo fue gobernador de la dicha provincia,
y sirvió en la entrada que se hizo a los Chiriguanaes con mas de 500 indios,
774 QARAQARA - CHARKA
143 El simbolismo de las casas redondas ha sido poco estudiado: ver Olivia Harris, “De
l’asymétrie au triangle: transformations symboliques au nord de Potosí”, Annales E.S.C.
33e année (5-6), París, 1978 (1108-1125, esp. 1118-9). Para los significados expresados
mediante los ritos de construcción de las casas rectangulares modernas, ver Arnold, Jiménez
y Yapita, Hacia un orden… (1992).
MALLKU 777
legítimo de don Joan Gonçalez Ninacayo, cacique del pueblo de Macha, y por
tal su hijo se lo vió criar este testigo y alimentar, y las veces que fué al dicho
pueblo de Macha,
el cual sabe este testigo que fue hijo del cacique Gualca, cacique y gobernador
que fue de toda la nación de los Caracaras de la parcialidad de los Anansa-
yas en esta provincia de los Charcas, al cual conoció muy bien este testigo
siendo muchacho, y le vió traer en hombros de indios por toda ella, y que
quitaba y ponía caciques en las parcialidades de este pueblo y de Copoata,
Vissisa y de los demás de la dicha nación Caracara, y estaba gobernando
cuando vinieron los españoles a esta provincia, el cual dicho cacique Gualca
fue hijo de Tata Paria, señores de toda la nación Orcosuyo en esta provincia
... [f.318v] ...
[18 testigo] En el pueblo de San Luis de Sacaca en 12.iv.1612, el dicho don Joan
Paria para su probanza presentó por testigo a don Pedro Ayavire, principal de
este dicho pueblo del ayllo Coyana de la parcialidad de Anansaya, del que por
no ser muy ladino en la lengua española se recibió juramento en forma de
derecho por interpretación de don Salvador Aia [f.319r] Yucra, indio principal
muy ladino ... y ... dijo:
que conoce al dicho don Joan Paria ... el cual sabe que es nacido en el pueblo
de Macha, e hijo legítimo de don Joan Gonçalez Ninacayo, cacique que fue
del pueblo de Macha de la parcialidad de Anansaya, al cual conoció muy bien
este testigo en el dicho pueblo y en la villa de Potosí, y le vió criar por tal su
hijo al dicho don Joan Gonçalez Ninacayo,
el cual era hijo del cacique Gualca, gobernador y señor de toda la nación de
los Caracaras llamados Orcosuyos, y estaba gobernando sus indios cuando
los españoles estaban en esta provincia, al cual conoció muy bien este testigo,
porque era grande amigo de Cuysara, padre de este testigo, señor que fue de
la nación de los Umasuyos llamados Charcas, los cuales se juntaban a hol-
garse, y este testigo se hallaba con ellos en los convites como hijo del dicho
Cuysara, y vió que los dichos indios Caracaras traían al dicho cacique Gualca
en hombros en una lampa,144 que así la nombraban en su lengua, y vió este
testigo que hacía y disponía a su voluntad de todo lo que quería, nombrando
caciques, segundas personas y todos los más pueblos de la nación, y mudando
a los nombrados y poniendo otros de nuevo,
y el dicho cacique Gualca era hijo y heredero de Tata Paria, señor que fue de
la dicha nación en tiempo de Manco Inca y de Guayna Capac, que aunque no
le conoció este testigo lo oyó decir al dicho Cuysara su padre y a otros indios,
y por lo que ha oido [f.319v] decir este testigo al dicho su padre, y ha visto y
conocido, sabe que el dicho don Joan de Castro y Paria es nieto y bisnieto de
los susodichos por línea recta de varón,
y que los dichos Tata Paria y su hijo Gualca tenían sepulturas y solares cono-
cidos sepulturas de piedra labrada, la una en Macha y la otra en las salinas de
144 “Lampa: Litera. La de los Caciques antiguos era como una grande hanega, de mimbres, o
ramos delgados, con sus palos para llevarla”; Bertonio, Vocabulario… (1956 [1612]).
780 QARAQARA - CHARKA
Caraata, que eran insign[i]as de grandes señores, y que no las permitían los
Incas si no era a los señores,
y que el dicho cacique Gualca y el cacique Cuysara, padre de este testigo,
luego [vinieron] a la obediencia a los españoles, y les ayudaron y sirvieron en
las guerras ...
... y que es de más de 86 años ...
[19 testigo] En el pueblo susodicho el dicho don Joan Paria para la dicha probanza
presentó por testigo a Alonso Tara, indio natural de este dicho pueblo del ayllo
Tirana de la parcialidad de Urinsaya de la nación de los Charcas, del cual por
interpretación del dicho don Salvador Yucra se recibió juramento en forma
de derecho ... y ... dijo:
que al dicho don Jhoan Paria no le ha conocido este testigo hasta ahora que le
ha preguntado, pero que sabe que es hijo de don Jhoan Gonçales Ninacayo,
cacique del dicho pueblo de la parcialidad de Anansaya, por habérselo dicho
a este testigo de cierto,
y que al dicho don Jhoan Gonçales Ninacayo le conoció muy bien [f.320r] este
testigo, y le trató en la villa de Potosí y otras partes,
el cual dicho don Jhoan Gonçales Ninacayo era hijo del cacique Gualca, que era
gobernador y señor que era de la nación Caracara al tiempo que vinieron los
españoles a esta provincia, al cual conoció este testigo muy bien y le vió traer en
hombros de indios en una lampa, y que como tal señor se juntaba con Consara,
señor que fue de la nación de los Charcas de este testigo llamados Omasuyos,
y como tal le vió disponer y hacer a su voluntad y poner y quitar caciques en
toda la dicha nación en lo que tocaba a la parcialidad de Anansaya,
y que el dicho cacique Gualca era hijo de Tata Paria, señor que fue de la dicha
nación en tiempo de los Incas Guayna Caua y Mango Inca, y aunque este tes-
tigo no conoció al dicho Tata Paria, lo oyó decir a Alonso Paria su padre que lo
había conocido, y a otros viejos, y que era señor universal de toda su nación, y
como le obedecían, y le había heredado el dicho cacique Gualca que conoció
este testigo gobernador como dicho tiene antes y despues que vinieron los
españoles,
y por lo que declarado tiene el dicho don Jhoan Paria es nieto y bisnieto de
los dichos Gualca y Tata Paria por línea recta de varón,
y que este testigo conoció al dicho cacique Gualca dos sepulturas de piedras
labradas, la una en la pampa del dicho pueblo de Macha y la otra en las salinas
de Caraata, que eran antes del dicho Tata Paria y sus antecesores, y que las
dichas sepulturas de piedra labrada eran insignias de grandes señores, por
no consentir los Incas que las tuviesen sino los que lo eran,
y que en la Visita General, por ser los hijos del dicho cacique Gualca muy
niños, y otros parientes estar ausentes, no les dieron el oficio y puesto, sino
a don Pedro Soto, que no le venía ni tenía derecho alguno ... [f.320v]
... y no lo firmó por no saber, firmólo el dicho corregidor e intérprete
Miguel Ruiz de Bustillo
ante mí Pedro Pardo escribano.
MALLKU 781
Parecer
En el pueblo de San Luis de Sacaca, jurisdicción del corregimiento de Chayanta,
en 11.iv.1612, el tesorero Miguel Ruis de Bustillo, corregidor y justicia mayor por
Su Majestad de esta provincia y valles de su distrito, habiendo visto la información
dada por don Jhoan de Castro y Paria, alcalde mayor del pueblo de San Pedro de
Macha, y lo por él pedido en razón de que dé su parecer, dijo:
que certificaba y certificó al excelentísimo virrey y Reales Audiencias de este reino
que, demás de lo que por ella consta de que el dicho don Jhoan de Castro y Paria es
descendiente de Tata Paria, señor universal que fue de la parcialidad Anansaya de la
nación de los Urcusuyos en esta provincia de los Charcas, y nieto del cacique Gualca
que fue gobernador de la dicha parcialidad al tiempo que entraron en ella los españoles,
hijo y heredero de los Tata Paria e hijo legítimo de don Jhoan Gonçalez Ninacayo, que
lo fue del dicho cacique Gualca, sucesores legítimos unos de otros por vía de varón,
el dicho don Jhoan de Castro y Paria es persona en quien muchas y muy buenas
partes por ser muy virtuoso y muy ajeno de las costumbres de los demás indios,
por haber sido enseñado con toda buena policía, y que de ninguna suerte se junta
con los más caciques e indios en sus convites, y muy templado en lo que es comer
y beber, por lo cual es muy merecedor de que Su Excelencia le haga merced de
uno de los oficios que tuvieron sus ante– [f.321r] pasados conforme a lo que cerca
de ello informa el señor licenciado don Manuel de Castro y Padilla, oidor de la Real
Audiencia de los Reyes que visitó esta provincia,
y este es su parecer, y lo juró a Dios y a una Cruz en forma de derecho, y que todo
se le dé al dicho don Jhoan de Paria los traslados que pidiere, a los cuales inter-
ponía e interpuso su autoridad judicial, y se le entregó esta información para que
entrega en su poder, y lo firmó
Miguel Ruiz de Bustillo
ante mí Pedro Pardo, escribano
Yo Pedro Pardo de Montenegro, escribano de esta provincia de Chayanta y juzgado
de ella, este traslado de la información original que ante mí pasó saqué, con la
cual se corrigió y concertó y va cierto y verdadero, concuerda con el original que
se llevó en su poder el dicho don Jhoan de Castro y Paria, de cuyo pedimiento lo
saqué, y de mandamiento del dicho corregidor que aquí firmó en el pueblo de San
Marcos de Miraflores en 24.vi.1612, siendo testigo don Antonio Maldonado, Alberto
Rodalfo y Luis de Balbuena presentes, y en fé de ello lo firmé y rubriqué
Miguel Ruis de Bustillo
en testimonio de verdad Pedro Pardo, escribano ... [ff.321v–322r]
[Pleito de don Juan Gonzalez Carita por el principalazgo del ayllo Guaracoata]
Don Juan Gonçales Carita, cacique principal del ayllo Guaracoata de este pueblo
de Macha de la parcialidad de Anansaya, aparezco ante Vuestra Merced y digo:
que a mí me conviene y pertenece el ser principal del dicho ayllo de Guaracoata,
como muy largamente consta a mis gobernadores, y por los autos y probanzas
que hago presentación ante Vuestra Merced, pues yo tengo edad y suficiencia
para poder usar el dicho oficio de principalazgo de mis antepasados y abuelos y
Tatarabuelos, desde el tiempo del Inca y hasta aquí,
782 QARAQARA - CHARKA
por tanto pido y suplico humildemente mande ver los autos y probanzas, y me
mande asentar mi nombre en el padrón de la cabecera por tal principal de dicho
ayllo, y me dé su título y recaudo y posición de mi padre y abuelo en público, pues
me pertenece de derecho y herencia, y en ello recibiré bien y merced con justicia,
la cual pido y para ello etc.
don Juan Gonçalez Carita
[Auto]
Que se saque un traslado de los autos que aquí se refieren, y se junten con la visita
para proveer justicia, citando para ello a don Pedro de Soto cacique principal de la
parcialidad Anansaya, y a don [f.322v] Geronimo Soto Aroni que al presente usa
el oficio de hilacata del ayllo Guaracoata,
proveído en Macha a 5.x1619
Antonio Salgado
En el dicho dia mes y año dicho cité con este auto y para el efecto en el contenido
a don Pedro de Soto, cacique principal, y a don Gerónimo Soto Aroni que al pre-
sente hace el oficio de hilacata del ayllo Guaracoata, en sus personas, que dijeron
que lo oían.
testigos Pedro Ochoa de Carase
y Francisco Osorio
y lo firmé Antonio Salgado
Y conforme al dicho auto yo el dicho Antonio Salgado doy fé que un pleito que
parece se siguió ante don Fernando de Padilla, corregidor que fue de esta provincia,
entre don Joan Gonçales Carita y don Geronimo Soto Aroni y don Sebastian Paria y
don Joan Ayaviri, [f.323r] y otros principales del ayllo Guaracoata de la parcialidad
Urinsaya145 del repartimiento de Macha, sobre el oficio y cargo de hilacata principal
del dicho ayllo, hay tres peticiones y otros autos que son del tenor siguiente:
[Petición de los principales del ayllo Guaracoata]
En el valle de Yarea en 17.vi.1616, ante don Fernando de Padilla corregidor y jus-
ticia mayor de la provincia de Chayanta y sus valles por Su Majestad, se leyó esta
petición que presentaron los contenidos:
don Geronimo Soto Aroni y don Sebastian Paria y don Joan Ayaviri, don Pedro
Xaraxuri, don Francisco Siaque, don Francisco Poma, principales del ayllo Gua-
racoata del pueblo de Macha de la real corona, decimos:
que sobre el dicho principado se trata pleito entre don Joan Gonçalez Carita, de-
recho principal del dicho ayllo, y don Geronimo Soto Aparo, injusto pretendiente
del dicho hilacatazgo, decimos:
que no obstante que los autos [f.323v] que se nos han ido notificando, nosotros
no queremos tratar pleito sobre la dicha razón con el dicho don Joan Gonçalez,
por ser como él y nosotros todos somos descendientes de una misma casa y
cepa, y primos hermanos, y ordinariamente, cuando el heredero legítimo del
dicho hilacatazgo es menor y no tiene edad suficiente para acudir a las obliga-
[Citación]
En el valle de Yarea en 27.vii.1619 ante don Francisco de Padilla, corregidor y
justicia mayor de la provincia [f.325r] de Chayanta y sus valles por Su Majestad, la
presentó el contenido, [y] el dicho corregidor mandó que los indios convenidos
en esta petición parescan ante Su Merced y con juramento reconoscan y declaren
como lo pide y con citación de don Gerónimo Soto Aparo [sic], y lo firmó.
don Fernando de Padilla
ante mí Sebastián Gonçalez Ruano, escribano.
[Notificación]
En el valle de Yarea en 26.vi.1616 yo el escribano notifiqué a don Gerónimo Soto
Aparo para que si quiere se halle a la diligencia pedida por don Joan Gonçalez y
mandada hacer por el dicho corregidor, [y] los oyó y entendió, de que doy fé
testigos García de Aguilar
Sebastián Gonçalez Ruano, escribano.
En el valle de Yarea en 27.vi.1616 hizo parecer ante sí a don Gerónimo Soto Aroni,
don Sebastián Paria y don Francisco Poma y don Pedro Xaraxuri y don [f.325v]
Joan Ayaviri y don Francisco Siaque, principales del pueblo y repartimiento de
Macha, de los cuales y de cada uno de ellos fue tomado y recibido juramento, y
habiéndolo hecho por Dios nuestro señor y por la señal de la Cruz, según forma
de derecho, prometieron de decir verdad, y siéndoles mostrada la petición que
presentaron hoy dicho día ante el dicho corregidor, y hecho saber lo proveido a
ella, dijeron ...:
que reconocen y declaran haber presentado la dicha petición por suyas las fir-
mas que en ella están, porque las escribieron de su letra y mano, y que el haber
presentado la dicha petición no lo han hecho de temor ni de otra ninguna de las
causas [sino de su] libre [f.326r] y espontánea voluntad, y porque reconocen por
principal legítimo del dicho ayllo Guaracoata al dicho don Joan Gonçalez y por el
descargo de su conciencia, y porque no es justo que entre parientes haya pleitos
injustos, y el dicho don Pedro Xaraxuri declaró que aunque declaró la dicha petición
pretende pedir sobre el derecho que le pertenece en razón del dicho cacicazgo lo
que le convenga,
lo cual dijeron ser la verdad so cargo del juramento que tiene[n] hecho, y lo firmaron
de sus nombres ...[f.326v]
En el valle de Yarea en el 16.vi.1616 ante don Fernando de Padilla, corregidor y
justicia mayor de la provincia de Chayanta y sus valles por Su Majestad, la presentó
el contenido:
don Jhoan Gonçalez Carita digo que a mi derecho conviene que se saquen testimo-
nios de la Visita General que se hizo por mandado del señor virrey don Francisco
de Toledo de como mi abuelo es el principal y señor del ayllo Guaracoata que se
llamaba don Gonzalo Carita, y que asimismo se saque el testimonio del padre de
don Gerónimo Soto Aparo que está en el número de los indios tributarios, y se
pongan en esta causa, y que el dicho don Gerónimo jure y declare si es su padre,
como lo es.
A Vuestra Merced pido y suplico [f.327r] mande sacar los dichos testimonios,
poniéndome a mí en cabeza del ayllo Guaracoata, pues consta serlo mi abuelo
MALLKU 785
por la dicha Visita General, y el padre del dicho don Gerónimo Soto Aparo que se
llamaba Alonso Ochatoma se saque del número de los tributarios y se ponga en
la causa, y pido justicia &ca.
don Joan Gonçalez Ninacayo
... [f.327v]
Notificación
En el valle de Yarea en 27.vi.1616, yo el escribano notifiqué la saca de los dichos
testimonios a don Gerónimo Soto Aparo en su persona, que lo oyó, de que doy fé
testigo García de Aguilar
Sebastián Gonçalez Ruano escribano.
Testimonio
Y en cumplimiento de lo pedido, convenido y mandado desuso, yo Sebastián Gonça-
lez Ruano, escribano de esta provincia de Chayanta, doy fé y verdadero testimonio
a los que la presente vieren como por la visita y padrón, que parece ser hecho por
año de 1573, y esta firma de Galaor de Loaysa, visitador que fue de esta provincia
nombrado por el señor virrey don Francisco de Toledo, virrey que fue de estos reinos,
y de otra firma que dice [f.328r] Gaspar Rodriguez ante quien parece pasó,
parece que en el ayllo Guaracoata de la parcialidad de Anansaya está asentado por
principal de él don Gonçalo Carita de 45 años, casado con María Aysama,
y adelante entre los demás indios del dicho ayllo y con el número de los tributarios
Alonso Ochatoma de 26 años, su mujer Ysavel Aytima,
y para que de eso conste del dicho pedimiento y mandamiento del dicho corregi-
dor que aquí firmó e interpuso su autoridad y decreto judicial, dí el presente en el
dicho valle de Yarea en 27.vi.1616.
testigos García de Aguilar
y Juan Bautista
y Miguel Ochavaría
y en fé de ello lo firmé e hice mi rúbrica acostumbrada
don Fernando de Padilla
ante mí Sebastián Gonçales Ruano escribano. [f.328v–329r]
Título de escribano del cabildo de don Santiago Paria del ayllo Guaracuata
El tesorero Miguel Ruiz de Bustillo, corregidor y justicia mayor de la provincia de
Chayanta y juez de revisita en todo ello por el rey nuestro señor,
por cuanto, habiendo venido a este pueblo de Macha de la real corona a tomar las
cuentas de la caja de comunidad de él al capitán Juan de Barrios Urrea mi antecesor,
no hallé razón de papeles ningunos, ni de los libros que se habían hecho para el
buen gobierno del pueblo, sino que todo ello estaba en poder de los caciques, y
habían hecho de ello lo que habían querido, a cuya causa estaba el repartimiento
sin las cédulas y recaudos que se habían despachado en su favor, y últimamente
en esta revisita no se ha hallado razón de ninguna cosa de las necesarias para ella,
de que [ha] habido gran confusión, y ha sido causa de que se detuviese más de
lo que era necesario,
786 QARAQARA - CHARKA
que todo ello ha resultado de no haber escribano de cabildo propietario, que tuviese
cuenta y razón de los tales papeles, e hiciese lo más que por las instrucciones y
ordenanzas se dispone,
y proveyendo lo susodicho para que cese la dicha confusión he proveido lo que
pareció convenir en razón de ello, y atento a las buenas partes de don Sebastian
Paria, indio principal del ayllo Guaracoata de la parcialidad Anansaya, por auto que
proveí en este pueblo en nueve días de este presente mes y año, mandé usarse el
dicho oficio, y para que lo pueda usar dí el presente,
por el cual en nombre de Su Majestad, y en virtud de comisiones que para ello
tengo, elijo y nombro a vos el dicho Sebastían Paria por tal escribano de cabildo
de este pueblo de Macha, para que como tal lo uséis y ejerzáis en todo lo que se
ofreciere, así conmigo como con los tenientes y los corregidores que sucedieren,
y con el alcalde mayor y ordinarios, pasando a todos cualquier pleito y causas y
civiles y criminales que aquí sucedieren en ausencia del escribano de la provincia
que conocieren los corregidores y sus tenientes, y las de que conocieren el dicho
alcalde mayor y ordinarios, todas han de pasar ante vos,
de las cuales siendo de indios pobres no habéis de llevar derechos, y siendo indios
principales y ricos moderados, de suerte que sea la cuarta parte de lo que lo llevan
a los españoles, haciendo las causas breves y sumarias conforme a ordenanzas,
y han de pasar y pasen ante vos todos los testamentos que se hicieren en este
pueblo por los indios e indias de él,
a los cuales y de los demás autos que quisieredes se les dará entera fe y crédito
en juicio y fuera de él, con que habéis de guardar lo dispuesto y ordenado en las
ordenanzas hechas por el buen gobierno de este pueblo ... [f.329v] ...
y que por razón de ello seáis libre de tasa y servicios personales, ... y a los gober-
nadores y caciques principales y a los más particulares indios e indias de ambas
parcialidades os honren y respeten como a tal escribano de cabildo, y en las juntas
públicas os den lugar después de la justicia,
y por razón del trabajo que habéis de tener en servicio [de] los negocios de la
república, ... y lo más dispuesto y ordenado, de que no habéis de llevar derechos,
mando que los visitadores de comunidad se os den 10 cargas de maíz, ocho de
chuño y 10 carneros de la tierra en cada un año para vuestro sustento, y que además
de ello llevéis los derechos de los testamentos escritos de los pobres, los cuales
os harán pagar las justicias, y el salario, que con libranza de los alcaldes y vuestra
carta de pago mando que se reciban y pasen en cuenta a la persona a cuyo cargo
fuere, y lo cumplan los unos y los otros so pena de cada 100 pesos para la camara
de Su Majestad,
fechado en el pueblo de Macha en 25.x.1613 ...
Miguel Ruiz de Bustillo
por mandado del corregidor juez de revisita
Pedro Pardo escribano.
Notificación
En el pueblo de Macha en 20.ix.1614 yo Juan de Alarcón escribano del juzgado de
esta provincia, notifiqué el mandamiento y nombramiento de arriba a Sebastián
Paria contenido en él, para que use el oficio de escribano de cabildo en todas las
MALLKU 787
cosas que convengan, y que los alcaldes cumplan con él [f.330r] tenor del dicho
nombramiento, que lo oyó.
testigos Diego de Argote y Luis de Medina presentes
y en fé de ello lo firmé Juan de Alarcón escribano ... [ff.330v–331r]
Y vista por el dicho corregidor y justicia mayor mandó que, sin embargo de lo que
alega por esta petición el dicho Graviel Tumyre, dé la información que ofrece don
Pedro Dueñas Córdoba, y haga la fé que hubiere lugar de derecho,
y para ello sea citado el dicho don Graviel Tumyre y presente ante Su Merced
los recaudos de la contradicción que refiere en esta petición dentro de 12 días, y
asimismo mandó,
y para la dicha información sean citados los hijos menores de don Andrés Tanquire,
y para ello se les nombre tutor y defensor para que no les [?] perjuicio, y lo firmó
Christoval García [sic] Ramón
ante mí Francisco Ochoa escribano.
En el pueblo de Macha a 29.xi.1619 yo el presente escribano notifiqué el auto de
esta otra parte como en él se contiene [f.334r] a don Graviel Tumyre, cacique y
segunda persona de este dicho pueblo, y le cité para la información que ofrece el
dicho don Pedro Dueñas de Córdoba, y de ello doy fé,
Francisco Ochoa escribano.
Auto
En el pueblo de Macha a 29.xi.1619 el capitán Christoval García Ramón, corregidor
y justicia mayor en esta provincia de Chayanta por Su Majestad, dijo:
que en conformidad de lo que Su Merced tiene mandado nombrar defensor a los
menores hijos de don Andrés Tanquire sobre el derecho que pretende don Pedro
Dueñas de Córdoba, y lo demás contenido en su pedimiento para el efecto que
pide del derecho que tiene al cacicazgo de segunda persona del repartimiento de
este pueblo de Macha de la parcialidad Urinsaya, nombraba y nombro por defen-
sor de los dichos menores a Jhoan Baptista de Valdés, persona de satisfacción y
confianza, para que alegue de su derecho y justicia, al cual mando lo acepte y haga
el juramento necesario, y lo firmo, y se le notifique,
Christoval García Ramón
ante mí Francisco Ochoa escribano.
Notificación de citación y juramento
En el pueblo de Macha a 29.xi.1619 yo el presente escribano notifiqué el auto de
esta otra parte como se contiene a Jhoan Baptista de Valdés en su persona, que
lo oyó, el cual dijo que aceptaba y aceptó el dicho nombramiento de defensor, y
está presto de alegar lo que en provecho y utilidad de los dichos menores se le
alcanzare y tomara parecer en casos y cosas que fuere necesario, y lo firmo.
Jhoan Baptista de Valdés
ante mí Francisco Ochoa escribano ...
Información de don Pedro de Dueñas Córdoba [sic], hijo de don Pedro de
Córdoba, natural de este pueblo de Macha
[1 testigo] En el pueblo de Macha a 2.xii.1619 para la información que ofrece don
Pedro Dueñas de Córdoba ante el capitán Christoval García Ramón, corregidor
[f.335r] y justicia mayor en esta provincia de Chayanta, presentó por testigo
a don Alonso de Mendoza, gobernador y cacique principal de este dicho
pueblo de la parcialidad de Urinsaya, del cual se recibió juramento en forma
de derecho, so cargo del cual prometió de decir verdad, y siendo preguntado
790 QARAQARA - CHARKA
por el tenor de la dicha petición y preguntas que en ella vienen insertas, dijo
lo siguiente ...
y este testigo ha tenido y tiene noticia y es público y notorio entre los indios
de él, y en particular entre los de su parcialidad, que don Diego Saba el viejo,
padre del dicho don Diego Saba, que este testigo le conoció bien, quedó
asentado en la Visita General del señor don Francisco de Toledo por cacique
y segunda persona de la parcialidad de Urinsaya de este repartimiento de
Macha, por ser suyo y pertenecerle y hallarse en él cuando le visitaron en la
Visita General, y esto responde ... [f.335v]
[2testigo] ... don Diego Layme, de la parcialidad de Urinsaya del ayllo[f.336r] Ma[ha]
collana ... [f.336v]
[3testigo] ... don Antonio Layme, cacique principal del pueblo de San Marcos,
natural de este dicho pueblo de la parcialidad Urinsaya ... [f.337r]
[4 testigo] ... don Diego Pirca, ... natural de este pueblo de Macha de la parcialidad
de Hurinsaya ... [f.337v]
[5 testigo] ... don Lorenzo Guanca, principal del ayllo de Alacollana de la parcialidad
Anansaya de este dicho pueblo ... [f.338r]
Auto
En el pueblo de Macha a 3.xii.1619 el capitán Christoval García Ramón, corregidor
y justicia mayor en esta provincia de Chayanta, habiendo visto la información de
esta otra parte y desuso, mandó se le dé un tanto146 de ella y dichos autos a don
Pedro de Dueñas y Córdoba [sic] para el efecto que pide, y lo firmó
Christoval García Ramón.
ante mí Francisco Ochoa escribano ... [ff.338v–339r]
[Petición de Andrés Tanquiri]
En el pueblo de San Pedro de Macha en 24.iv.1584 ante el señor corregidor Graviel
de Ribinas la presentó el contenido:
don Andrés Tanquire, principal del pueblo de San Pedro de Macha, ayllo Guacuata,
paresco ante Vuestra Merced y digo:
que los días pasados presenté ante Vuestra Merced una real provisión de los se-
ñores presidente y oidores de la Real Audiencia de La Plata, que por muerte del
excelentísimo señor virrey al presente gobiernan, en la cual así por mi parte como
por parte del cacique y principales de la parcialidad de Urinsaya fue pedido que
por muerte de don Diego Sava, segunda persona, se eligiese en su lugar uno de
los principales que fuese hábil y suficiente para el uso del dicho cargo, por ser de
poca edad y discreción el hijo que dejó el dicho don Diego Sava, y hasta en tanto
que tuviese edad y discreción suficiente,
y los señores presidente y oidores proveyeron [que] Vuestra Merced hiciese la
averiguación y diese su parecer de a quién podría nombrar para la dicha sucesión
[f.339v] y se le enviase cerrado y sellado,
y por la dicha provisión venía asimismo, y por la dicha razón, nombramiento de
segunda persona en los Hanansayas, y haber Vuestra Merced hecho la averigua-
ción en Potosí, por hallar allí con quien de la dicha parcialidad, y con el parecer
de Vuestra Merced haberse presentado en la Real Audiencia y proveido donde se
presentó la dicha provisión, y no haber de mi parte hechola, por falta de no haber
en el dicho asiento con quien, y al presente Vuestra Merced está en este pueblo
donde lo podrá hacer,
pido y suplico a Vuestra Merced haga Vuestra Merced la averiguación conforme a la
dicha Real Provisión sobre el caso, porque no requiere dilación respecto de que por
falta de la tal segunda persona no se cobran los tributos ni administran el gobierno
en el servicio de Su Majestad y bien de los indios de la dicha parcialidad, conforme
a las ordenanzas de [la] Visita General, sobre que pido justicia, y para ello &ca.
don Andrés Tanquiri.
[f.340r] Visto lo pedido por el dicho don Andrés Tanquiri por el señor corregidor,
mandó que luego se juntasen todos los principales de los ayllos así de Hanansaya
como de Hurinsaya los indios que se pudiesen haber, para en cumplimiento de
la Real Provisión que en la petición hace mención para hacer la averiguación, y
asimismo a los hijos y herederos de don Diego Saba, y así lo proveyó y mandó
Gabriel de Ribinas
Diego López de Herrera escribano.
Y luego los dichos principales y algunos indios, [y] juntamente con ellos don Diego
Sava, hijo legítimo del dicho don Diego Sava difunto y segunda persona que fue
de la parcialidad de Hurinsaya, y juntos todos el dicho señor corregidor inquirió de
ellos y de cada uno por sí de ellos cuál de todos ellos sería suficiente para la admi-
nistración del cargo hasta en tanto que el dicho don Diego Sava tuviese discreción
y edad para el uso del cargo, o si era suficiente el dicho don Diego Sava,
y para la [f.340v] declaración que cada uno de ellos había de hacer recibió juramento
a don Juan Guayna, principal del ayllo Solcahavi, y a don Diego Curi del ayllo Ta-
ponata, y a don Andrés Guanca del ayllo Uaracoata, y a don Juan Chambi del ayllo
Alapicha, y don Juan Ochatoma del ayllo Alacollana, y a don Lope de Mendoza alcalde
y principal del ayllo Solcahavi, que son de la parcialidad de Hanansaya,
y a don Martín Pirca, principal del ayllo Machapicha, y a don Francisco Ayra, caci-
que principal de Hurinsaya, y a don Miguel Yana del ayllo Machacollana, y a don
Juan Condo del ayllo Condohata, y a don Andrés Havira del ayllo Sulcachata, y a
don Andrés Tanquire del ayllo Guacuata, y a Pedro Juarez escribano de cabildo
del ayllo Condohata, y a don Diego Layme del ayllo Machacollana, que son de la
parcialidad de Hurinsaya,
los cuales juraron en forma de derecho por Dios y por la señal de la Cruz que de-
clararían en sus votos la verdad de aquello que más conviniese al servicio de Su
Majestad según su entendimiento [f.341r] y discreción.
Y luego el dicho corregidor tomó los votos de cada uno de los dichos de por sí,
y pareció por ellos que don Juan Guayna y don Diego Curi y don Diego Layme
votaron y dijeron en sus votos que don Diego Sava era bien que gobernase, y que
tenía edad para gobernar porque él era casado y tenía ya hijos,
y don Martín Pirca y don Martin de Almendras y don Juan Chambi decla[ra]ron
en sus votos ser mejor que no hubiese segunda persona sino que cada principal
gobernase su ayllo,
792 QARAQARA - CHARKA
y don Francisco Ayra y don Andrés Guanca y don Juan Ochatoma y don Andrés
Havira y don Lope de Mendoza y don Pedro Juarez decla[ra]ron en sus votos ser
cosa suficiente y conveniente al gobierno de los indios haber segunda persona, y
que hasta en tanto que don Diego Sava tuviese más edad y discreción que fuese
don Andrés Tanquire, porque es indio principal y de mucha razón y tiene en cuenta
por sus quipos todas las tasas y otras cosas [f.341v] en pro de los naturales del
pueblo,
y asimismo de los indios que se hallaron tuvo el dicho don Andrés cinco votos y
el dicho don Diego Sava tres,
demás de lo cual el dicho señor corregidor mandó parecer ante Su Merced a don
Andrés Tanquire, del cual entendió haber sido nombrado por muerte del dicho don
Diego Sava en el gobierno y administración de segunda persona hasta en tanto
que el menor don Diego Sava tuviese edad y discreción para ello,
y asimismo al dicho don Diego Sava se le dijo y apercibió por Su Merced tomase
el uso del dicho cargo de segunda persona, pues ya era de más de 20 años y era
casado y le pertenecía de derecho, el cual respondía, en presencia de todos los
principales y aparte por sí solo, referidos y testigos y uso escritos y de mí el pre-
sente escribano, al dicho señor corregidor que él no quería al presente gobernar,
porque no tenía edad ni discreción para ello hasta en tanto que tuviese [f.342r] más,
y que su lugar querría y era su voluntad gobernase don Andrés Tanquire como lo
había hecho hasta ahora desde la muerte de su padre, y así lo pidió a Su Merced lo
hubiese por bien, siendo testigos Pedro Gonçales y don Pedro Ramirez Guanca,
y en lo tocante a los votos los firmaron los que supieron firmar por ellos y por los
que no supieron, y el dicho corregidor ante quien pasó lo que dicho es.
Gabriel de Ribinas.
Declaración de don Diego Sava.
Por tres votos en favor de Sava, don Diego Layme.
los seis votos en favor de Tanquire, don Lopez de Mendoza, don Diego Sava,
Pedro Juarez.
ante mí Diego Lopez de Herrera escribano.
Y después de lo suso, vistos los votos y declaración por el señor corregidor de los
principales e indios que sobre la determinación de quien convenía usase el gobierno
de segunda persona de la parcialidad de Hurinsaya [f.342v] de este pueblo de San
Pedro de Macha, dijo debajo de juramento que en forma de derecho juró a Dios y
a la señal de la Cruz que hizo con los dedos de su mano derecha,
que al repartimiento de Macha cuanto más a la parcialidad dicha, conviene que don
Andrés Tanquire gobierne la dicha parcialidad por segunda persona hasta en tanto
que don Diego Sava tenga más edad, experiencia de negocios tocantes al dicho
gobierno, porque aun[que] es de edad de más de 20 años no tiene la suficiencia que
ha menester para gobernar los cinco ayllos e indios e hilacatas de ellos, y porque
el don Andrés Tanquire, demás de su habilidad y destreza, es y ha sido principal
de ayllo y contador de todo el repartimiento, con quien Su Merced y todos los
demás corregidores sus antecesores han librado con él las cuentas y otras cosas
de importancia tocantes al servicio de Su Majestad, [f.343r]
y así es de parecer se le dé la administración y gobierno de segunda persona
hasta en tanto que Su Majestad otra cosa provea y mande, y el dicho don Diego
MALLKU 793
Sava tenga más edad y suficiencia, y se le debe de concederle guar[dar] todas las
libertades y preeminencias que Su Majestad tiene concedidas a los tales segundas
personas, y ... en lo tocante al salario, en cuanto no lo hay señalado en las tasas
se le puede señalar 50 pesos ensayados, [o] lo que Su Majestad y los señores
el presidente y oidores fuere servido, de cualesquiera bienes que hubiere de la
caja de la comunidad, la determinación de lo cual dijo que remitía y remitió a los
muy poderosos señores presidente y oidores de la Real Audiencia de la ciudad
de La Plata ante quien se presente y traiga la determinación del caso, y hasta en
tanto no use del gobierno con título de segunda persona, so pena privación de su
principalazgo,
y esto dijo en Dios y en su conciencia [f.343v] y para el juramento que hizo, y lo
firmó en 24.iv.1584, y yo el escribano de su juzgado lo firmé en testimonio de
verdad
Gabriel de Ribinas
Diego Lopez de Herrera escribano ... [f.344r]
reales tasas de Su Majestad, y a las mitas, y hacer que los indios acudan a ellas y
a todo lo demás que debe y tiene obligación acudir como tal cacique, y como lo
han hecho, podido y debido hacer el dicho su padre y tío,
con que cuando vuelva al dicho pueblo de Macha el dicho don Diego Ayra de
Mendoça use el dicho oficio juntamente con el dicho don Alonso Ochatoma con-
forme a la dicha escritura de concierto, y mando se le acuda con el salario y con lo
demás que como a tal cacique le pertenece, y que todos obedescan sus mandatos
y guarden y cumplan sus mandamientos, sin le impedir el ejercicio del dicho oficio
en ninguna manera, y le respeten y guarden y hagan guardar todas las honras,
franquezas, libertades, exenciones, preeminencias, prerogativas e inmunidades
enteramente, sin que le falte cosa alguna, so pena de 50 pesos corrientes para la
cámara de Su Majestad a cada uno que lo contrario hiciere, y de que sean casti-
gados por todo rigor.
Fecho en en el valle de Guaicoma a 15.vii.1617 años.
don Diego Mesira Venegas
por mando del corregidor
Lorenzo de Tescribano.
[Caciques de Macha reconocen cacicazgo de Alonso Moroco]147
[f.346r] Nos, Alonso de Mendoza y don Antonio Layme y don Graviel Tumire,
caciques principales del repartimiento de Macha de la parcialidad Hurinsaya, en
conformidad y orden del corregidor don Diego Mecia Venegas sobre que don
Alonso Moroco, hijo legítimo de don Martin Moroco, sea principal del ayllo Ma-
chacollana, para el buen gobierno del ayllo y para el buen servicio de la república
del dicho repartimiento, y para las demás obligaciones del servicio de Dios y del
Rey nuestro señor, y convenir al dicho pueblo como tiene mandado y ordenado el
dicho corregidor de esta provincia,
mandamos y nombramos y tenemos por bien nombrado al dicho don Alonso
Moroco, por cuanto es de edad y hábil y suficiencia para usar y ejercer el dicho
oficio, y por ser hijo legítimo del dicho don Martín Moroco, y nieto de don Francis-
co Ayra, a quien de derecho y legitimamente le viene el gobierno del dicho ayllo
Machacollana, como consta claramente por la ordenanza y padrón del señor virrey
don Francisco de Toledo,
y al cual mandamos que luego desde hoy dicho día con mucho cuidado use y
gobierne el dicho oficio, y que ningún principal del dicho ayllo Machacollana le
ponga impedimento alguno, sino que guarde y cumpla lo que el dicho don Alonso
Moroco ordenare y mandare como tal principal,
y mandamos a todos los indios que le tengan y conozcan por tal principal y le
respeten, so pena que a lo contrario saliere serán castigados por el corregidor y
por nos.
Fecho en el pueblo de San Marcos a 28.vii.1617
don Alonso de Mendoça
don Antonio Layme
don Gabriel Fragoso Tumyre.
147 Sic: De acuerdo con la descendencia (f.348r) el nombre completo del primer hijo de don
Martín Moroco es don Alonso Huchatoma Moroco.
796 QARAQARA - CHARKA
La descendencia149
don Francisco Ayra
que fue principal del ayllo Mahacollana
que se quedó en la Visita General de don Francisco de Toledo
hijo mayor y legítimo hijo segundo hijo tercero hijo cuarto
don Francisco don Martín Moroco don Francisco Pedroso don Alonso Mendoza
Martinez [bastardo]150
Otrosí, pido y suplico a Vuestra Merced sea servido de mandar asentar en el dicho
padrón a mi hermano menor y legítimo don Andrés Hochatoma, que asimismo
es ya de edad ...
don Francisco Ayra [f.349v]
Auto
Que se junten con los autos de don Alonso Ochatoma para proveer justicia. Pro-
veílo en 6.viii.1619.
Antonio Salgado.
[Petición de don Diego Ayra]
[f.350r] Don Francisco 151
Ayra, principal de este repartimiento de Macha, digo
que por serlo e hijo de don Antonio Gironda Layme, gobernador y cacique prin-
cipal del pueblo de San Marcos anexo a este dicho repartimiento, y el mayor y
descendiente de Tata Ayra Canche señor principal y gobernador de 20.000 indios
de la nación Caracara, cuya cabeza es este pueblo de Macha, y bisnieto de Pocota
primer hijo del dicho Tata Ayra Canche, y nieto de don Martín Layme, asimismo
gobernador que fue del dicho repartimiento de la parcialidad de Urinsaya,
siempre desde que nací he sido reservado de tasa y servicios personales, y como
a tal se me han guardado y guardan las preeminencias de hijo de cacique princi-
pal que por las ordenanzas está dispuesto, y porque ahora de presente Vuestra
Merced está haciendo la revisita por mandado del excelentísimo señor príncipe
de Esquilache, virrey de estos reinos, y para que en ella conste a Su Excelencia
de mi nobleza, hago presentación asimismo de este mandamiento que de reserva
me dió el corregidor don Fernando de Padilla por constarle de lo por mí referido,
y asimismohago presentación de esta real provisión en que asimismo se manda
por ella yo sea tal reservado, y a mayor abundamiento para que de mi nobleza
conste, y para mis hijos, y los que de ellos descendieren, ofrezco información ad
perpetua[m] rey memoria[m] de lo por mí aquí alegado,
por lo que a Vuestra Merced pido haya por presentado los dichos recaudos, y mande
se ponga en la dicha revisita un testimonio, y se me vuelvan los originales para en
guarda de mi derecho, y mandese me reciba la dicha información ... [f.350v]
don Diego Ayra
Auto
Dé la información que ofrece por esta petición y para este efecto ...
Antonio Salgado.
Citación
Este día cité a García de Aguilar teniente corregidor por lo que toca a Su Majestad
en su persona, y a don Alonso de Moroco, cacique principal de esta parcialidad,
para esta información, dijeron que lo oyen, de que doy fé
Antonio Salgado.
[f.351r]
[Interrogatorio]
Don Diego Ayra, hijo legítimo de don Antonio Gironda Layme, digo
que para la réplica que tengo pedida tengo ofrecida información de mi filiación y
para que reciba suplico a Vuestra Merced mande que los testigos que por mi parte
se presentaren se examinen al tenor de estas preguntas
1. Primeramente, si conocen a don Antonio Gironda Layme mi padre, y si cono-
cieron a don Martyn Layme mi abuelo, padre del dicho mi padre.
2. Item, si conocieron o tienen noticia que Tata Ayra Canche fue señor gobernador
de los 20.000 indios Caracaras.
3. Item, si saben que este Tata Ayra Canche tuvo tres hijos llamados Pocota hijo
mayor, Huchatoma hijo segundo, Usuquera hijo tercero, y remitan al árbol de
descendencia que está presentada.
4. Item, si saben que este Pocota tuvo por hijo mayor a Tata Ayra.
5. Item, si saben que este Tata Ayra tuvo por hijo mayor a don Martyn Layme.
6. Item, si saben que este don Martyn Layme tuvo por hijo mayor legítimo a don
Antonio Gironda Layme, habido en doña María su mujer.
7. Item, si saben que este dicho don Antonio Gironda Layme tiene por su hijo
mayor legítimo a don Diego Ayra Canche habido en doña Magdalena Coycama
su mujer legítima.
8. Item, si saben que todo lo susodicho es público y notorio pública voz y fama
digan.
don Diego Ayra Canche. [ff.351v–352r]
La descendencia152
Tata Ayra Canche
primer señor gobernador de los 20.000 indios de la nación Caracaras
Hanansayas Hurinsayas
antes del Inca
Tata Ayra
asimismo gobernador
heredero de su padre
Lámina 5.6
Lámina 5.5
[Declaraciones de testigos]
[ff.352v–353r]
[1 testigo] En el pueblo de San Marcos de Miraflores del repartimiento de Macha en
11.ix.1619 apareció don Diego Ayra Canche para en prueba de lo contenido en
su petición e interrogatorio por él presentado, presentó ... a Juan Bingochea
indio del ayllo Sulcata y principal que ha sido del dicho ayllo en este pueblo
... declaróser de 56 años poco más o menos ...
2. ... el testigo ha oído decir desde que aquél tiene uso de razón a sus padres y a otros
viejos y dijeron ... que[f.353v] Tata Ayra fue gobernador de las dos parcialidades
Anansaya y Urinsaya de más de 20.000 indios de la nación Caracara ...
3. ... dijo que asimismo este testigo ha oido decir por cosa pública y notoria que
el dicho Tata Ayra Canche tuvo tres hijos y que el mayor de ellos fue y se llamó
Pocota, y el segundo Ochatoma, y el tercero Usuquira, y que por tales fueron
habidos y tenidos ...
4. ... dijo que asimismo este testigo oyó decir a sus padres y otros viejos ancianos
que el dicho Pocota, hijo mayor del dicho Tata Ayra Canche tuvo por su hijo
mayor a Tata Ayra y que por tal fue habido y tenido ...
5. ... dijo que como dicho tiene este testigo conoció a don Martín Layme, al
cual trató y sirvió este testigo mucho tiempo, y vió que este señor dicho era
tratado, habido y deputado por hijo mayor del dicho Tata Ayra contenido en
la pregunta antes de ésta ... y de nieto del dicho Pocota y bisnieto del dicho
Tata Ayra Canche ... [f.354r]
6. ... dijo que como dicho tiene este testigo conoció y sirvió al dicho don Martin
Layme contenido en la pregunta, el cual sabe este testigo que fue casado y
velado según orden de la santa madre iglesia con doña María Aucama, india
del ayllo Guacoata, y este testigo los vió casar y velar en el pueblo de Macha,
siendo cura el licenciado Coletano [?], y como tales marido y mujer legítimos
los vió este testigo hacer vida maridable, y por tales fueron habidos y tenidos,
y de este matrimonio sabe este testigo que hubieron y procrearon por su hijo
legítimo al dicho don Antonio Gironda Layme, y como a tal se le vió criar y
alimentar como tal su hijo e hijo mayor de los susodichos, llamándole “hijo”
y él a ellos “padre” y “madre”, y asi sabe este testigo que es tal su hijo mayor
legítimo, porque no tuvieron otro los dichos don Martín Layme y doña María
Aucama su mujer ...
7. ... dijo que sabe este testigo que el dicho Antonio Gironda fue casado y velado
según orden de la santa [f.354v] madre iglesia con doña Magdalena Coycama
MALLKU 801
en el pueblo de Poco ata [sic] ... tuvieron por su hijo único y legítimo al dicho
don Diego Ayra, gobernador, por cuya parte es presentado ... [f.355r]
[2 testigo] En el dicho pueblo de San Marcos de Miraflores en el dicho día 11.ix.1619
... el dicho don Diego Ayra Canche para la dicha información presentó por testigo
a Hernando Paco, indio del ayllo Guaracoata de Macha ... dijo lo siguiente:
1. ... declaró ser de 60 años poco más o menos ...
2. ... dijo que este testigo oyó decir a sus padres y a otros indios viejos y ancianos
que Tata Ayra Canche había sido gobernador y señor de las dos parcialidades
de Anansaya y Urinsaya de la nación Caracara ... [f.355v–356r] ...
7. dijo que sabe que el dicho don Antonio Gironda Layme fue casado y velado
según orden de la santa madre iglesia con doña Magdalena Aycama, natural de
Pocoata, y este testigo los vió casar y velar en el pueblo de Macha, ... [f.356v]
...
[3 testigo] En el dicho pueblo de San Marcos de Miraflores en 12.ix.1619 ... el di-
cho don Diego Ayra Canche para esta información presentó por testigo a don
Alonso de Mendoza, cacique gobernador que al presente es de la parcialidad
Urinsaya de este repartimiento de Macha, muy ladino en lengua castellana ...
[f.357r] ...
1. ... es de 46 años y que es primo hermano del dicho don Antonio Gironda.153
[ff.357v–358v] ...
[4 testigo] En el dicho pueblo de San Marcos de Miraflores en el dicho 12.ix.1619
la parte del dicho don Diego Ayra para la prueba del dicho su pedimento pre-
sentó por testigo a don Alonso Tomiri Quichumani, indio del ayllo Guacoata
de San Marcos ... [f.359r] ...
1. ... es de 50 años ... [ff.359v–360r]
[5 testigo] En el dicho pueblo de San Marcos en el dicho 12.ix.1619 la parte del
dicho don Diego Ayra Canche para la dicha información presentó por testigo
a Diego Coo, indio del ayllo Mahacollana ... [f.360v] ... y siendo preguntado
del dicho interrogatorio, y siendole leido, y mostrado y dado a entender cada
arbol de descendencia por interpretación del dicho licenciado Antonio Ordo-
ñez, dijo ...
1. ... declaró ser de 46 años ...[ff.361r–362r]
[6 testigo] En el dicho pueblo de San Marcos de Miraflores en el dicho 12.ix.1619
la parte del dicho don Diego Ayra Canche para la dicha información presentó
por testigo a don Juan de Cepeda, segunda persona del cacique y goberna-
dor de la parcialidad Anansaya del repartimiento de Macha, muy ladino en la
lengua castellana ... y preguntado por el dicho interrogatorio, y siéndole leido
y mostrado el dicho arbol de descendencia, dijo ...
153 Alonso de Mendoza era descendiente de Uchatuma, segundo hijo de Tata Ayra Kanchi, y
Antonio Gironda Laymi era descendiente de Pocota, hijo mayor de Tara Ayra Kanchi. Se
trata de una rivalidad entre las descendencias de los dos hermanos, dado que Uchatuma
fue favorecido por el Inka contra el mayor Pocota mediante el regalo de la princesa Payku
Chimpu, y del nombre de “Caracara” para él y sus 5.000 guerreros.
802 QARAQARA - CHARKA
1. ... que conoce al dicho don Antonio Gironda Layme y a don Diego Ayra Canche
contenidos en la pregunta, y a don Martín Layme no le conoció más de haber
oido decir.
... declaró ser de 37 años y que a con que [sic] es pariente de los susodichos
de parte de madre en cuarto grado ... [ff.362v–364r]
[Petición de don Antonio Gironda Layme]154
En el pueblo de Macha de la Real Corona en 3.v.1612, ante el tesorero don Miguel
Ruiz de Bustillo corregidor y justicia mayor de la provincia de Chayanta, presentó
esta petición ... con los recaudos citados
don Antonio Gironda Layme digo:
que yo soy gobernador de los indios de la parcialidad Hurinsaya que de este
repartimiento de Macha asisten en el pueblo de San Marcos de Miraflores, como
consta de estas reales provisiones y decretos que presento, y yo fuí traido por
el corregidor don Francisco Ondegardo a este pueblo por segunda persona de
la dicha parcialidad, por estar perdida ... para que cuyo es el dicho cargo le sir-
va como al presente lo sirve don Graviel Fragoso y yo me quiero ir a servir mi
gobierno,
a Vuestra Merced pide y suplico me mande dar su mandamiento, para que yo
me vaya a servir el dicho mi gobierno, y que los indios de la dicha parcialidad
me obedezcan como a tal su gobernador, y me den el servicio y mita que como
a tal gobernador se me debe dar por la ordenanza del señor virrey don Francisco
de Toledo, y que también se me pague el salario de tal gobernador que me está
señalado, pues es justicia que pido &ca.
don Antonio Gironda Layme
El dicho corregidor mandó se le traigan los autos para proveer justicia
Miguel Ruiz de Bustillos
ante mí Pedro Pardo escribano.
En el pueblo de Macha de la Real Corona en 3.x.1612, [f.364v] el tesorero Miguel
Ruiz de Bustillo, corregidor y justicia mayor de la provincia de Chayanta y valles
de su jurisdicción por el Rey nuestro señor, habiendo visto estos autos y recau-
dos presentados por don Antonio Gironda Layme, mandó que el susodicho sea
restituido en el oficio de gobernador del pueblo de San Marcos de Miraflores, de
lo que toca a la parcialidad de Urinsaya, y por razón del cual goce del salario y
servicio que antes se le solía dar, atento de que el oficio de segunda persona para
que fue traido se le quitó y dió a don Graviel Tumire, y con la notificación que se
le hiciere a don Diego de Mendoza que lo está usando le deje libremente el dicho
oficio, y los gobernadores de este pueblo de Macha le tengan por tal, y le honren
y acaten como antes lo solían hacer, y este auto sirva de comisión bastante [y] se
cumpla por él, y lo firmo
Miguel Ruiz de Bustillos
ante mí Pedro Pardo escribano.
154 En el margen: Diego Ayra Canche Mahacollana. Es el hijo de Antonio Gironda Layme.
MALLKU 803
Petición
Muy poderosos señores:
don Antonio Gironda Layme, cacique principal del pueblo de San Marcos de Mi-
raflores de vuestra Real Corona, digo:
que por vuestra real provisión, que es ésta que hago demostración, yo he sido
nombrado por tal cacique principal, y por ella se manda que como a tal cacique
se me acuda con el salario que por vuestro virrey don Francisco de Toledo está
ordenado y mandado, y que asimismo se me diese servicio personal, y aunque
Vuestra Alteza se ha mandado que como a tal cacique principal [f.365r] que soy y
propietario de San Marcos ... [?] y tomado posesión del dicho cacicazgo, no me han
acudido con el dicho salario y servicio personal, debiéndoseme hacer merced así
por venirme de derecho el dicho cacicazgo como por los servicios que he hecho
a vuestra real persona,
atento a lo cual, a Vuestra Alteza pido y suplico mande se cumpla y guarde el
dicho auto en todo y por todo como en él se contiene, y se me despache vuestra
real provisión para que el corregidor de aquél partido que al presente es y al que
adelante fueren [sic] me paguen de bienes de comunidad todo el salario corrido
[y] que adelante corriere desde que tomé la dicha posesión del dicho cargo, en lo
cual recibiré señaladas mercedes, con justicia que pido y lo más necesario &ca.
don Antonio Gironda Layme [ff.365v–373v].155
El dicho don Diego Ayra
[f.374r] Don Fernando de Padilla, corregidor y justicia mayor de la provincia de
Chayanta y sus valles por Su Majestad, por cuanto estando haciendo diligencias y
averiguaciones por comisión particular del señor marqués de Montesclaros, virrey
de estos reinos, en razón de los 290 indios que los caciques del repartimiento de
Macha dieron por muertos en la revisita que de él hizo el teniente Miguel Ruiz de
Bustillos, corregidor que fue de esta dicha provincia, mi antecesor,
pareció ante mí don Diego Ayra y me hizo relación diciendo ser hijo legítimo de
don Antonio Layme Gironda [sic], gobernador y cacique principal del pueblo de
San Marcos de Miraflores de este dicho repartimiento, y el mayor y descendiente
de Tata Ayra Canche, primer señor y gobernador de los 20.000 indios de la nación
de los Caracaras, y bisnieto de Pocota, primer hijo del dicho Tata Ayra Canche, y
nieto de don Martín Layme asimismo gobernador del dicho repartimiento de la
parcialidad Urinsaya de lo cual ofreció información,
y yo la hice verbal por excusar costos al susodicho, y habiéndome constado por
ella ser su relación cierta en conformidad de una ordenanza del señor don Francisco
de Toledo tildé al dicho don Diego Ayra del número de los tributarios, y lo puse a
él de los caciques reservados de ella y de servicios personales ... [f.374v] ... hecho
en el pueblo de Macha en 24.iv.1616
don Fernando de Padilla ... [ff.375r–377r]
[Petición de don Pedro Soto sobre tierras del ayllo Sulcagui en Charichari]
[f.381r] En el valle de Chacani a 6.viii.1619, ante mí Antonio Salgado juez de Su
Majestad y su juez de la revisita de este repartimiento de Macha, presentó esta
petición en ella contenido
Don Pedro Soto, gobernador y cacique principal de este repartimiento de Macha
de la parcialidad Anansaya, por lo que toca al bien común de ella y particularmente
a los indios del ayllo Sullcagui, digo
que es así que, en el repartimiento y distribución que hizo el señor don Manuel
de Castro y Padilla, oídor que fue de la Real Audiencia de La Plata por comisión
de Su Majestad, de las tierras de esta provincia de Chayanta de las que el dicho
repartimiento y ayllo Sulcagui tenían y les pertenecía en Charichari, dió y señaló
a Magdalena Yucra [y] María Ysabel Poyco, indias viejas y principales158 del dicho
ayllo y parcialidad, una carga y tres almudes de tierras de sembradura en el dicho
valle de Charichari, y asimismo a María Choquema india del dicho ayllo,
y las dichas tierras que todas son dos cargas y tres almudes159 de sembradura, las
cuales el dicho señor oidor dió y señaló a las susodichas para que las gozasen y
poseyesen por los días de su vida, y después de muertas volviesen y quedasen
para el dicho ayllo, para que fuesen suyas y sucedan en ellas los demás indios e
indias principales de él por la orden que dejó dado,
y es así que las dichas Magdalena Yucra, María Ysabel Poyco y María Chuquima
son muertas y pasadas esta presente vida, con lo cual ha llegado el caso de que
las dichas tierras vuelven a ser del dicho ayllo, indios e indias de él, y las han de
tener y gozar perpetuamente por la dicha orden,
atento a lo cual y en conformidad del dicho repartimiento de tierras hecho por el
dicho señor oidor que es éste que presento, y habida información que ofrezco de
la muerte de las dichas indias,
pido y suplico a Vuestra Merced que en ejecución de su comisión en que se manda
haga volver y restituir a los indios e indias de este repartimiento las tierras que
fueron suyas y hubieren de haber, mande darme y que me den la posición real y
actual de las dichas dos cargas y tres almudes de tierras, para que [f.381v] así las
gocen los dichos indios e indias del dicho ayllo como cosa suya ...
don Pedro Soto
Auto
Y por mi vista mandé que dé información que para ella ofrece y para este efecto y
traigan ante mí los testigos, y lo firmo.
Antonio Salgado
[Testigos]
[1 testigo] En el dicho valle de Chacani en 7.viii.1619 el dicho don Pedro Soto para
la información que por esta petición hizo presentar por testigo al licenciado
Hernando de Aguilar del dicho repartimiento de Macha ... dijo:
que este testigo conoció a María Choquema y a Magdalena Yucrama e Ysabel
Payco, indias viejas y principales de este repartimiento contenidas en esta
petición, y la dicha María Choquema era india forastera viuda, y Magdalena
Yucrama del ayllo Mahapicha, y Ysabel Payco que fue mujer de Don Andrés
Corani principal del ayllo Condoata, y sabe este testigo que todas las dichas
158 Nótese que el documento identifica a las dueñas de estas tierras como “principales” y no
como “viudas de principales”, reconociendo de esta manera el papel importante de las
mujeres en el gobierno de los ayllus.
159 “Almud: ... es la mitad de una hanega, que por otro nombre se llama media hanega; medida
conocida y ordinaria”, ver Covarrubias, Tesoro… (1987 [1611]).
806 QARAQARA - CHARKA
indias son muertas y pasadas de esta presente vida, y la dicha María Cho-
quema habrá 10 años que murió y está enterrada en la capilla de Characara
de Rodrigo de Escalante, y la dicha [f. 382r] Yucrama ha dos años que murió
y este testigo la enterró como tal cura en la [ca]pilla de Cha[ca]ni, y la dicha
Ysabel Payco, madre de Rodrigo de Escalante, habrá 15 días que murió, y este
testigo la enterró en la dicha capilla, y esto es la verdad, y la firmó.
el licenciado Hernando de Aguilar
ante mí Antonio Salgado
[2 testigo] En el dicho día mes y año el dicho don Pedro Soto para la dicha infor-
mación presentó por testigo a don Gerónimo Soto Aroni, indio principal del
ayllo Guaracoata del pueblo de Macha, ladino en lengua castellana, de edad
que decía ser de 48 años, del cual yo el dicho juez escribano recibí juramento
en forma de derecho y por el Señor nuestro y una señal de la Cruz, y prometió
decir verdad, y preguntado por la petición dijo:
que este testigo conoció a María Choquema india vieja principal, viuda de un
indio yanacona de los indios de Macha en Guaycoma, y asimismo conoció a
Magdalena Yucrama y a Ysabel Payco indias asimismo viejas y principales,
la dicha Magdalena Yucrama del ayllo Mahapicha, y Ysabel Payco madre de
Rodrigo de Escalante asimismo india vieja principal mujer de don Andrés
Corani principal del ayllo Condoata de Macha, todas las quales dichas tres
indias sabe este testigo que son muertas y pasadas de esta presente vida, la
dicha María Choquema habrá 10 años que murió y se enterró en [f.382v] la
capilla de Guaycoma, según ha oido decir, y la dicha Magdalena Yucrama e
Ysabel Payco asimismo sabe este testigo que se ha muerto, y la dicha Mag-
dalena Yucrama habrá dos años que murió y la dicha Ysabel Payco habrá
15 días, y a entranbas las vió enterrar en la capilla de Chacani, y esto es la
verdad, y lo firmó.
don Gerónimo Soto Aroni
Ante mí Antonio Salgado
[3 testigo] En el dicho valle de Chacani, en el dicho día mes y año dicho, el dicho
don Pedro Soto para la dicha información presentó por testigo a don Francis-
co Yana, indio principal del ayllo Sullcahavi de Macha, de edad que declara
ser de 60 años, indio ladino en la lengua castellana, del cual yo el dicho juez
escribano recibí juramento en forma de derecho, y lo hizo por Dios nuestro
señor y por una señal de la Cruz, y prometió decir verdad, y preguntado por
la dicha petición dijo:
que este testigo conoció a María Choquema y Magdalena Yucrama y Ysabel
Payco, indias viejas principales contenidas en esta petición, que la dicha María
Choquema era forastera casada con [?] un indio yanacona de Guaycoma, y la
dicha Magdalena Yucrama era del ayllo Mahapicha, [f. 383r] e Ysabel Payco
mujer de don Andrés Corani principal del ayllo Condoata, y madre de Rodrigo
de Escalante Vidal [?], las cuales dichas tres indias son muertas y pasadas de
esta presente vida, la dicha María Choquema habrá que murió 10 años y se
enterró en la capilla de Guaycoma, según ha oído decir, y la dicha Magdalena
Yucrama habrá que murió dos años, y la dicha Ysabel Payco habrá 15 días, y
MALLKU 807
ambas sabe este testigo que están enterradas en la capilla de Chacani, y esto
es la verdad, y lo firmó.
don Francisco Yana
Ante mí Antonio Salgado
[Auto de posesión]
En el dicho valle de Chacani en el dicho día 7.viii.1619, visto por mí el dicho juez
esta información y el repartimiento de tierras de esta provincia hecho por el señor
don Manuel de Castro y Padilla, oidor que fue de la Real Audiencia de La Plata,
mando dar al dicho don Pedro Soto, en nombre de los indios e indias del ayllo
Sulcahavi de su parcialidad Anansaya, la posesión de las tres cargas y tres almudes
de tierras en Charichari que son y pertenecen al dicho ayllo, y vacaron por muerte
de María Choquema [f. 383v] y Magdalena Yucrama y Ysabel Payco, que [?] el di-
cho señor oidor las dió el goce y usufructo de ellas por los días de su vida, y que
después de ellas volviesen al dicho ayllo e indios e indias de él,
la qual se le dé, sin perjuicio de tercero que mejor derecho tuviere, y si alguno se
agraviare parezca ante mí a pedir su justicia, y para ello se demandan, y lo firmo.
Antonio Salgado
Diósele testimonio de posesión.
808 QARAQARA - CHARKA
160 Agradecemos a Thomas Abercrombie y a Mercedes del Río el envío de las fotocopias de
los originales de este texto. Foliación artificial puesta por los autores.
MALLKU 809
[y] está aquí mi hijo don Domingo Guisalla [sic], sobrino del dicho don Martín Ala-
ta, que es de buena habilidad y de condición perfecta, y en quien concurren las
calidades que se debe para tal cargo y gobierno, y que también de derecho a él le
viene, por ser deudo tan cercano como lo es,
y si el dicho don Felipe Conde pretende el dicho cacicazgo no es porque le perte-
nece, sino por ver si puede salir con él, que don Carlos Seco nuestro capitán y don
Juan Baptista Chuquivilca, que [le] dieron [el] duo y cacicazgo que hasta ahora ha
tenido, no tuvieron poder ni comisión para ello ...
y pues hay presentes quienes pueden ser derechamente cacique por herencia ...
don Martín Ochatoma ... [ff.3v–4r]
según la costumbre antigua que tenían, y dejaba de acudir a las cosas tocantes al
servicio de Dios nuestro señor y de Su Majestad, y habiendo dado cuenta de ello
al señor presidente de los Charcas en la villa de Potosí,
me dieron el duo de mi padre y mis antepasados abuelos y bisa– [f.4v] buelos, y
me restituyeron al dicho mi cacicazgo, y queriendo quitar el dicho cacicazgo y duo
y excluir del dicho cargo al dicho don Diego Soto, se vino huyendo a este pueblo
y no vino por entonces,
y hecho lo susodicho, y pues Vuestra Merced viene a revisitar este repartimiento, y en
él ha de dejar los caciques que le pareciere convenir, conforme a los indios, que haya
de ser servido de nombrarme por tal cacique principal, pues de derecho me viene y
pertenece, y en mí acuden las calidades que se requieren, demás de lo que tengo dicho,
porque hallará Vuestra Merced que si en este repartimiento no fuera por mi todos los
indios se hubieran huido y ausentado y no pudieran ser doctrinados, y mediante mi
diligencia, solicitud y cuidado están recogidos y reducidos demás de lo cual del ayllo de
Ynare y Maycocha ha hallado Vuestra Merced más indios de los que visitó el visitador
general Diego de Sanabria, lo cual si por mí no fuera no se hallaran, y asi Su Majestad
y el excelentísmo señor marqués de Cañete, virrey de estos reinos, y Vuestra Merced
en su nombre, me ha de hacer merced de adjudicarme lo que de derecho es mío y
me pertenece, y para relevarme de prueba y haya efecto lo que pido
A Vuestra Merced pido sea servido de afijar edictos para que la persona que pre-
tendiere mejor derecho a lo que pido salga a estar a derecho conmigo, y un día
de fiesta o domingo Vuestra Merced haga diligencia con tomar todos los indios y
principales de este repartimiento, y saber de ellos cual de los dos quieren que los
mande y gobierne y a quien le pertenece y tiene mejor derecho al dicho cacicazgo
y gobierno, si a mí o al dicho don Diego Soto, y conforme a lo que Vuestra Merced
hallare en este caso Vuestra Merced haga justicia desagraviandome del agravio que
se me hizo en la Visita General a mí por ser muchacho y a mi padre por ser viejo y
de mucha edad, y siendo necesario me ofrezco a la prueba de lo que tengo dicho
y alegado, y juro en forma que esta demanda y pedimiento no la hago de malicia
sino porque así conviene a mi derecho y justicia, la cual pido &ca.
Otrosí se notifique al sobredicho don Diego Soto nombre procurador conocido
con quien se siga esta causa ... y pido justicia &ca.
don Lope de Mendoza.
Auto
Por el dicho juez visto mandó que se dé traslado a don Phelipe Conde, don Diego
Soto, don Alonso Havillo, don Martyn Uchatoma, ...
Pedro de Heredia
ante mí Miguel de Angulo, escribano de Su Majestad.
163 Añadido: “el que posee, contradice la información que ofrecen las partes, es hermano de
don Martín Alata”.
812 QARAQARA - CHARKA
de Belén de Tinquipaya, en aquella vía y forma que de derecho mejor lugar haya,
contradiciendo el edicto que Vuestra Merced tiene puesto sobre mi duo y cacicazgo
a pedimiento de don Felipe Conde, [y] satisfaciendo a su pedimento, digo:
que sin embargo de las causas que dice y alega, Vuestra Merced ha de ser servido
de no dar lugar a lo que sobre la cosa tan justa y clara que yo tengo y poseo, no
se me pongan pleitos ni se dé ocasión a que yo gaste mi hacienda, por las causas
y razones siguientes:
lo primero por lo general,
lo otro porque niego en todo y por todo lo que parte contraria dice y alega en su
pedimento, y no es parte legítima para poner la dicha demanda,
lo otro porque yo y mis abuelos y padre desde el tiempo de los Incas acá siem-
pre hemos sido caciques principales y gobernadores de este repartimiento de
los Picachures, porque Alata mi bisabuelo era señor principal, y a este sucedió
Chura, y don Martyn Alata mi hermano era su hijo legítimo, según la costumbre
de los Incas,
el cual mandaba y gobernaba este repartimiento de los Picachures al tiempo que
Diego [de] Sanabria visitó este repartimiento, el cual como tal visitador le dió y dejó
en su mando [y] señorío, y gobernó como le había hallado, de donde se infiere
que, si algún derecho tuviera al dicho cargo y mando su padre Juan Visalla, que
se halló presente en la visita, el quedará con su duo y no el dicho mi hermano don
Martyn Alata, con ser el más mozo y menor que no yo,
y por no haber dejado el dicho don Martín Alata heredero legítimo varón que
quedase en su lugar, Diego de Aguilar me nombró a mí por tal cacique principal y
gobernador, sin contradicción alguna, en la cual posesión Vuestra Merced me ha
hallado y [he] acudido a mis obligaciones tanto como él que más, así a la reducción
como a la cobranza de la tasa y servicios de Potosí y Porco y de otras partes, sin
haber hecho falta en nada [f.5r],
por donde no merezco ser desposeido ni inquietado durante los días de mi vida,
hasta que yo nombrequien ha de gobernar en mi lugar, hasta que mis hijos sean
de edad para ello.
Lo otro, menos es el susosdicho, ni sus abuelos ni bisabuelos fueron, caciques ni
principales, porque, siendo necesario en la prosecución a esta causa, hallará Vuestra
Merced ser el susodicho bisnieto de Visalla, nieto de Sequita y hijo de Juan Visalla,
y el dicho su abuelo llamado Cequita era indio particular, y ganadero del ganado
del Inca, y le guardaba en el valle de Avacaya.164
Y siendo esto así como lo es muy claro, se ve que no tienen derecho ninguno
al dicho mi cacicazgo, y Vuestra Merced mediante justicia ha de ser servido de
ponerle perpetuo silencio en esta causa, pues derechamente poseo mi mando y
señorío, así por ser legítimo heredero y sucesor de la casa de Alata, mi bisabuelo,
y de mi hermano don Martyn Alata, el cual antes de la Visita General era cacique
164 El valle de Abancay estaba consagrado a producir únicamente para el Inka, ver Waldemar
Espinoza Soriano, “Colonias mitmas múltiples a Abancay, siglos XV y XVI. Una informa-
ción inédita de 1575 para la etnohistoria andina”, en Revista del Museo Nacional, XXXIX,
Lima, 1973, pp. 225-299.
MALLKU 813
principal, y después de la Visita General quedó como tal cacique principal en este
repartimiento, a quien yo sucedí, atento a lo cual
a Vuestra Merced pido sea servido de mandar quitar al dicho edicto, y en conse-
cuencia de ello poner perpetuo silencio al dicho don Felipe Conde, y no dar lugar
a que se me gaste mi hacienda sobrecosa que tan injustamente se me pone y
pide, y ampararme en mi duo y cacicazgo, y en ello Vuestra Merced me hará bien
y merced con justicia, y siendo necesario concluyo para prueba
don Diego Soto
y por el dicho juez visto mando dar traslado
Pedro de Heredia.
que sin embargo de las causas que dice y alega Vuestra Merced ha de ser servido
de no dar lugar a que sobre la cosa tan justa y clara que yo tengo y poseo no se
me pongan pleitos, ni se dé ocasión a que yo gaste mi hacienda, por las causas y
razones siguientes:
lo primero por la general del derecho,
lo otro porque niego en todo y por todo lo que la parte contraria alega en su pe-
dimento, y no es parte legítima para poner la dicha demanda, por ser principal de
diferente ayllo,
lo otro porque yo y mis abuelos y padres desde el tiempo de los Incas acá siempre
hemos sido caciques principales y gobernadores de este repartimiento de los Pi-
cachures, que es el pueblo de Ynare, Maycocha y Sulcamaycochapi, porque Alata
mi bisabuelo era señor principal, y a este sucedió Chura, y don Martín Alata mi
hermano era su hijo legítimo según la costumbre de los Incas,
el cual mandaba y gobernaba este repartimiento de los Picachures al tiempo que
Diego de Sanabria visitó este repartimiento, sin entremeterse el padre del susodicho,
el cual como tal visitador le dió y dejó en su mando, señorío y gobierno como le había
hallado, de donde seinfiere que si algún derecho tuviera al dicho cargo y mando don
Pedro Aycho, le diera que se halló presente a la visita el quedara con su duo, y no el
dicho mi hermano don Martín Alata, con ser él más mozo y menor que yo,
y por no haber dejado el dicho don Martyn Alata heredero legítimo varón que
quedase en su lugar, Diego de Aguilar me nombró por tal cacique principal y go-
bernador, sin contradicción de persona alguna, en la cual posesión Vuestra Merced
me ha hallado, y he acudido a mis obligaciones tanto como él que más, así a la
reducción como a la cobranza de la tasa y servicios de Potosí y Porco y de otras
partes, sin haber hecho falta en nada,
por donde no merezco ser desposeido ni inquietado de mi cacicazgo durante los
días de mi vida, hasta que yo nombre a quien ha de gobernar en mi lugar, hastaque
mis hijos sean de edad para ello, y a esta causa el dicho don Lope no tiene ningún
derecho al dicho mi cacicazgo.
Lo otro hallará Vuestra Merced como el dicho don Lope de Mendoza es de diferente
parcialidad y no me puede suceder a mí en manera alguna, y cuando Vuestra Mer-
ced le hubiere de dar duo ha de ser por mi segunda persona y no por primera, y
cuando yo falleciere según nuestra orden y costumbre ha de ser cacique principal y
no ahora, atento [a] lo cual [f.7r] sea servido de mandar ampararme en la posesión
del dicho mi cacicazgo, como a legítimo sucesor y heredero, pues las justicias de
este partido siempre me han amparado en el, no dando lugar a que se me hagan
costas ni molestias, como hasta aquí lo ha hecho el susodicho,
porque muy claro sabe que, si el dicho Lope de Mendoza tuviera algún derecho al
dicho cacicazgo, se lo diera Diego de Aguilar por fin y muerte de mi hermano, y
de donde se ve claro su malicia, a lo cual no se ha de dar lugar, y en consecuencia
de ello le ha de poner Vuestra Merced perpetuo silencio,
y para relevarme de prueba hago representación de la Visita General, por donde
consta no ser de mi parcialidad ni ayllu, que como cuando dieron el cacicazgo a mi
hermano era de edad para poder pedir su justicia, y quedó por escribano de cabildo,
y era muy ladino, y su padre estaba vivo, y así se asentaron por indio tributario,
816 QARAQARA - CHARKA
y con sólo el testimonio mande Vuestra Merced ampararme con mi duo y señorio,
y no innovando cosa alguna de lo que se hizo en la Visita General, y en ello Vuestra
Merced hará justicia,
la cual pido y concluyo definitivamente de los autos para aquello que hubiere lugar
de derecho ...
don Diego Soto.
estándose en su[s] guaicos y quebradas sin acudir a sus reducciones ni a las cosas
tocantes al servicio de Dios nuestro señor y de Su Majestad, y por su rebeldía ha
estado preso diversas veces, y además es viejo de más de 70 años, y no puede
acudir a las cosas que yo acudo,
lo otro [ ... ] el decir la parte contraria que mi abuelo era ganadero del Inca, por la
propia razón ha de decir que el dicho mi abuelo y bisabuelo fueron señores absolutos
en aquel tiempo, porque el Inca al que admitía al dicho cargo era por ser señor natural
y su segunda persona, porque a este tal le entregaba toda su hacienda y tesoro, y
este los desperdía para las serras [sic] y gastos que se ofrecían, y [f.6v] esta misma
razón se ha de entender que el susodicho era tal persona, como digo y alego, y no
he menester para probar mi calidad más de lo que la parte contraria confiesa, la cual
confesión en cuanto a lugar de derecho la asertó es en mi favor y lo demás de mi
habilidad lo remito al parecer de Vuestra Merced, con lo cual
a Vuestra Merced pido sea servido de mandar se me adjudicase el dicho cacicazgo,
y se me ayuda con el salario y servicio que está mandado por Su Excelencia en las
ordenanzas y nueva tasa, y en ello se me hará merced con justicia, la cual pido y
concebio definitivamente para lo que hubiere lugar de derecho [f.8v] ...
[Interrogatorio de] don Felipe Conde
A las preguntas siguientes sean preguntados los testigos que fueren presentados
por parte de don Felipe Conde, hijo de don Juan Visalla, nieto de Sequita y bisnieto
de Urito, caciques principales del repartimiento de los Picachuris de la parcialidad
de Ynari en la causa que trata contra don Diego Soto sobre el cacicazgo del dicho
repartimiento.
1. A la primera pregunta sean preguntados por el conocimiento de las partes,
noticia de causa, generales de la ley.
2. Si saben ... que el dicho Urito era cacique y principal de todo el repartimiento
de los Picachuris ... y como tal traía duo y andaba en andas en tiempo de los
Incas, y como tal era tenido y respetado y acatado, digan lo que saben.
3. Si saben ... que el dicho Urito dejó por sus hijos legítimos según la orden y
rito de los Incas de la primera mujer que el Inca le dió a Sequita y Alata, y
Chura que era hijo bastardo del dicho Urito, habido en su amanceba, de quien
desciende el dicho don Diego Soto, digan lo que saben.
4. Si saben ... que el dicho Sequita dejó por su hijo legítimo a don Juan Visalla, y
el dicho don Juan Visalla dejó por su hijo legítimo al dicho don Felipe Conde,
digan lo que saben.
5. Si saben ... que el dicho don Juan Visalla siendo vivo siempre fue tenido y
respetado como tal cacique principal, hasta la Visita General de los indios de
este repartimiento, y cuando Diego de Sanabria visitó este repartimiento el
dicho estaba ausente ocupado en la ciudad de La Plata en negocios tocantes
al dicho repartimiento y así el dicho visitador no le dejó nombrado en la dicha
visita, digan lo que saben.
6. Si saben ... que por lo referido en la pregunta antes de ésta el dicho visitador
dejó a don Martín Alata, y no le dió ni dejó título de tal cacique principal, porque
no le venía de derecho, como consta de la nueva tasa que pido, los testigos
se remitan a ella, digan lo que saben. [f.9r]
818 QARAQARA - CHARKA
7. Si saben ... que después que el dicho don Martin Alata murió, el dicho don Diego
Soto como hermano que era [d]el suso dicho, así porque el dicho don Martín
Alata no dejó hijos legítimos, [y] por ser el dicho don Felipe Conde muy pequeño
y de poca edad se le dió un nombramiento para que usase el dicho oficio en el
inter que el que mejor derecho tuviese al dicho cargo lo saliese a pedir, digan
lo que saben, y pido los testigos se remitan al dicho nombramiento.
8. Si saben ... que visto por don Juan Bautista Chuquivilca y don Francisco Aira
y don Carlos Seco, caciques principales y gobernadores de la provincia de los
Charcas, que el dicho don Felipe Conde era ya de edad y heredero legítimo
del dicho cacicazgo, hicieron junta en la villa de Potosí con licencia del señor
licenciado Cepeda, y le dieron el duo de sus abuelos y bisabuelos y su padre
como tal cacique principal y así ha estado en posesión del dicho cacicazgo
sin contradicción de persona alguna, digan lo que saben.
9. Si saben ... que el dicho don Diego Soto demás de que es viejo de más de 70
años, no es capaz para gobernar ni regir el dicho repartimiento, y de contínuo
está en las quebradas y guaicos y pueblos viejos, huyendo siempre de las
reducciones y doctrina y cobranza de la tasa, digan lo que saben.
10. Si saben ... que el dicho don Felipe Conde es persona muy hábil [y] suficiente,
y concurren en él las calidades que se requieren para el dicho oficio, demás
de que es buen cristiano, temeroso de Dios nuestro señor y de su conciencia,
y tiene particular cuidado con acudir a la doctrina, y traye a los indios a la
conversión de nuestra santa fé católica, de lo cual carece el dicho don Diego
Soto, digan lo que saben.
11. Si saben ... que todo lo suso dicho es pública voz y fama, digan lo que saben.
don Felipe Conde. [f.9v]
Probanza de don Phelipe Conde
En el pueblo de Nuestra Señora de Belén de Tinguipaya a 15.ix.1592 el dicho don
Phelipe Conde para la dicha información presentó por testigo a don Pedro Yana
y a Diego Poma, don Hernando Siquiri y don Francisco Cueva [?], indios de este
pueblo de la parcialidad de Anansaya los tres y el uno de la de Hurinsaya, de
los cuales el dicho juez visitador mediante el dicho intérprete se recibió jura-
mento en forma de derecho, y ellos lo hicieron y prometieron de dicir verdad,
y siendo preguntados por las preguntas del interrogatorio dijeron:
1. A la primera pregunta dijeron que conocen a las partes y que tienen noticia
del pleito que tratan sobre el cacicazgo y esto responden.
Preguntados por las generales de la ley por sus aspectos parecieron ser cada
uno de ellos de 50 años, y que no son [f.10r] parientes ni enemigos de ninguna
de las partes, ni les va interés en esta causa ...
2. A la segunda pregunta dijeron que Urito contenido en las preguntas era cacique
principal de todo el repartimiento de los Picachuris y de la parcialidad de Ynari,
y como tal traía duo, y según han oido decir a sus mayores y mas ancianos, y
traía andas en tiempo de los Incas, y como tal era tenido y respetado y acatado,
digan lo que saben, y esto responde a la pregunta.
3. A la tercera pregunta dijeron todos cuatro testigos que ellos saben que Hurito
fue casado con mujer dada por el Inca, en la cual hubo por sus hijos legítimos
MALLKU 819
según sus ritos a Sequita y Alata y Chura era hijo bastardo de otra mujer que
no se la dió el Inca, el cual Chura era padre del dicho don Diego Soto, y esto
responden a la pregunta.
4. A la cuarta pregunta dijeron que todos cuatro testigos saben que el dicho
Sequita dejó por su hijo legítimo, según ritos del Inca, a don Juan Visalla,
y el dicho don Juan Visalla se casó ... de la santa madre iglesia con no se
acuerdan como se llamaba la mujer, y de ese matrimonio hubieron y pro-
crearon por su hijo legítimo al dicho don Phelipe Conde, y esto responden
a la pregunta. [f.10v]
5. A la quinta pregunta dijeron que saben y vieron que antes de la Visita General
el dicho don Juan Visalla fue cacique principal en este repartimiento, y traía
duo y mandaba a los indios y le obedecían, y al tiempo que el visitador Diego
de Sanabria hizo la visita de este repartimiento el dicho don Juan Visalla estaba
en la ciudad de La Plata ocupado en los negocios de este repartimiento, y como
no pareció presente el dicho visitador no le dejó nombrado por principal, y
nombró en su lugar a don Martín Alata, hermano de don Diego Soto, y esto
responde a la pregunta.
6. A la sexta pregunta dijeron que saben que, como dicho tienen, el visitador por
causa de don Juan Visalla nombró a don Martyn Alata, pero no le dió título, y
estos testigos saben que al dicho don Martyn Alata no le venía de derecho el
cacicazgo, sino al dicho don Juan Visalla, y esto responden a esta pregunta.
7. A la séptima pregunta dijeron que saben que, después que el dicho don Martyn
Alata murió, el dicho don Diego Soto como hermano que era del suso dicho,
y porque el dicho don Martyn Alata no dejó hijos legítimos, y por ser el dicho
don Phelipe Conde muy pequeño y de poca edad, se le dió nombramiento
al dicho don Diego Soto para que usase el oficio en el inter que él que tenía
derecho al cacicazgo se le diese y adjudicase, y se remiten al nombramiento,
y esto responden a esta pregunta. [f.11r]
8. A la octava pregunta dijeron que la saben como en ella se contiene, porque
se hallaron presentes al nombramiento que se hizo en el dicho don Phelipe
Conde, y esto responden a la pregunta.
9. A la novena pregunta dijeron que saben que el dicho don Diego Soto es viejo
y no es capaz ni tiene suficiencia para gobernar, y de continuo está en las
quebradas por huir de la reducción y otras veces va a cobrar las tasas, y esto
responden a la pregunta.
10. A la décima pregunta dijeron que la saben como en ella se contiene porque
tienen por buen cristiano temeroso de Dios y de su conciencia, y tiene gran
cuenta de cobrar las tasas, y que los indios acudan a la doctrina, y esto res-
ponden.
11. A la oncena pregunta dijeron que lo que dicho tienen es la verdad ... y pública
voz y fama para el juramento que hecho tienen, y no firmaron por no saber,
firmólo el dicho juez visitador y el dicho intérprete.
Pedro de Heredia
don Alonso Punasi
ante mí Miguel de Angulo, escribano de Su Majestad.
820 QARAQARA - CHARKA
8. Item, si saben es que todo el tiempo que el dicho don Diego Soto tuvo a cargo
el gobierno de este pueblo, los indios nunca acudían a la doctrina ni a sus
reducciones ni a las mitas de Porco, Potosí ni tambos, dejándolos estar en los
guaicos y quebradas sin doctrina ni policía, porque el dicho don Diego Soto
los mandaba y regía al uso de los Incas, digan lo que saben es.
9. Si saben es que, visto por don Juan Bautista Chuquivilca, don Carlos Seco y
don Francisco Ayra, caciques principales y gobernadores de toda la provincia
de los Charcas, a quienes de ab inicio acá se les ha dado por los Incas poder
y [f.11v] facultad para dar duos y nombrar caciques principales, que los indios
de este dicho repartimiento andaban como ovejas sin pastor y que no acudían
a la doctrina, y andaban muy cimarrones, y el defecto estaba en el cacique
al cual no obedecían, porque sabían todos ellos que no era cacique de línea
recta, y que andando días se lo habían de quitar, acorda[ron] los suso dichos
unánimes y conformes de dar y restituir el dicho cacicazgo, a cuyo era de
derecho, y así habiéndose juntado los dichos don Juan Bautista Chuquivilca,
don Carlos Seco y don Francisco Ayra, caciques y gobernadores para este
efecto, fueron y pidieron licencia al señor presidente de los Charcas, para que
les dejase nombrar los caciques convenientes para el gobierno de estos indios
de este dicho repartimiento, porque andaban muy perdidos y así se les dió la
dicha licencia verbalmente, digan lo que saben.
10. Item, si saben es que mediante la dicha licencia los susodichos nombraron por
cacique principal de este dicho repartimiento al dicho don Lope de Mendoza,
y le asentaron luego incontinente en su duo como a tal cacique principal, e
hijo de tal, en la Villa imperial de Potosí, en presencia de la mayor parte de los
indios de este dicho repartimiento y provincia de los Charcas, que para este
efecto se juntaron según el uso y costumbre antigua de ellos, y tomó la dicha
posesión sin contradicción de persona alguna, y el dicho don Diego Soto se
vino huyendo a este pueblo, porque no le quitasen el duo luego otro día, digan
lo que saben es.
11. Si saben es que después que el dicho don Lope de Mendoza ha mandado y
gobernado este pueblo y repartimiento, de él han estado los dichos indios
quietos, pacíficos doctrinados y reducidos, según y como lo manda las orde-
nanzas de don Francisco de Toledo , virrey de este reino que fue, digan es.
12. Si saben es que el dicho don Lope de Mendoza, demás de lo susodicho, tiene
particular cuidado en que los dichos indios vivan en policía, reduciéndolos y
defendiéndolos de las personas que mal y daño quieren hacer, y a todo acude
con mucho cuidado como tal cacique principal, y a esta cosa y por el buen
tratamiento que hace a los indios es querido y amado de ellos, digan es.
13. Si saben es que, demás de lo susodicho, tiene particular cuidado el dicho don
Lope de Mendoza en visitar las chácaras de los indios y sus ganados, y que
trabajen y no anden ociosos para sus aprovechamientos, y paguen su tasa
con facilidad, sin interés ninguno que los indios le den, digan es.
14. Si saben es que el dicho don Lope de Mendoza es buen cristiano, temeroso
de Dios y de su conciencia, y persona en quien concurren las calidades que
se requieren para tal cargo, y mando y merece que suexcelentísimo señor
marqués de Cañete, visorrey de estos reinos, le haga merced por lo que arriba
822 QARAQARA - CHARKA
[Declaraciones de testigos]
[f.14r] ... Tinguipaya 15. ix. 1592 ... testigos don Pedro Yana, Diego Poma, don Her-
nando Siquiri y don Francisco Cucuna, indios de este pueblo de la parcialidad
de Hanansaya los tres y el uno de la de Hurinsaya ... [respuestas similares al
interrogatorio] [f.14v]
9. Si saben que, después que el dicho don Diego Soto gobierna este repartimiento,
siempre ha acudido a las reducciones y cobranzas de la tasa y a las mitas de
Porco [y] Potosí [y] tambos con mucha puntualidad, sin hacer falla ninguna,
digan lo que saben.
10. Si saben es que el dicho don Diego Soto es muy buen cristiano, temeroso de
Dios nuestro señor y de su conciencia, y muy hábil y suficiente para el gobierno
del dicho repartimiento, digan lo que saben.
11. Si saben es que el dicho don Martin Alata y el dicho don Diego Soto siempre
han acudido al servicio de Su Majestad en las ocasiones que se ofrecieron
en esta provincia, así en ir al castigo de los Omaguacas y Casavindos con
el capitán Martin de Almendras,166 como en la entrada de los Chiriguanaes
con el virrey don Francisco de Toledo, a donde gastaron de su hacienda mas
cantidad de 4000 pesos en ganado, maíz y otras cosas y caballos, digan lo
que saben.
12. Si saben es que todo lo susodicho es público y notorio publica voz y fama.
Don Diego Soto
[Declaraciones de testigos]
[f.15r] Tinguipaya 15.ix.1592 ... testigos Domingo Yapira del ayllu Ynare de la
parcialidad de Hurinsaya y don Juan Abayo de la parcialidad de Anansaya,
don Miguel Caguassiri de Urinsaya y don Juan Usaicu de la parcialidad de
Hurinsaya ... [f.15v]…
6. ... estos testigos no saben a quien de derecho le pertenece el cacicazgo, si al
dicho don Diego o Felipe Conde, porque los dos son de una casa y descen-
dencia, y esto responden. [f.16r] …
[Información de oficio]
[El visitador hace] juntar a 17 indios nombrados don Juan Condori y don Juan Chi-
co, don Diego Chinari, don Pedro Chuca, don Diego Pia, Martin Calisana, don Juan
166 El castigo de los Omaguacas y Casavintos fue emprendido por Martín de Almendras en
1565. Ver Archivo Nacional de Bolivia, Escrituras Públicas 7; Libro de Lázaro del Águila;
La Plata, 5.xi.1565: cccclxxi-cccclxxvi. Agradecemos la referencia y la información a la
gentileza de Ana María Presta.
167 El Interrogatorio es idéntico al de la primera probanza, pero esta vez en contra de don
Lope de Mendoza: se omiten solamente las preguntas que se refieren a los familiares de
don Felipe Conde.
826 QARAQARA - CHARKA
sino por convenir al bien procomun de todo el repartimiento, y ser legítimo cacique
de todos nosotros de línea recta.
don Hernando Sequiriz / don Alonso Vancaz / don Juan Condori
don Diego Chivaro / don Pablo Mullo / don Juan Chico
don Juan Cuysara /don Alonso Quiquiz / don Francisco Acha
Domingo Soto / don Pablo Ualca / don Domingo Chambi / Domingo Chipo
Alvarado Chambi / don Hernando Cupacaua
se ponga en el proceso y así lo mandó, y firmó
Miguel de Angulo
828 QARAQARA - CHARKA
[f.1r]
El memorial de capítulos que los caciques principales y los demás indios
de la provincia de los Charcas presentan ante Vuestra Majestad, para que se
provean y en ellos Vuestra Majestad les haga merced y ponga remedio
Son los siguientes:
[Nueva retasa]
1. Lo primero que suplican a Vuestra Majestad por los dichos caciques principa-
les ylos demás indios de la provincia de los Charcas es que se retasen a los
indios, y se remedie el grande agravio que reciben, y han recibido, en habér-
seles echado por don Francisco de Toledo, Virrey que fue de estos reinos, siete
pesos de plata ensayada a cada indio, porque no tienen de donde sacarlos, y por
lo que han pagado en estos siete años pasados han quedado tan pobres que sus
haciendas de principal de cada un tributario no vale cuatro pesos, y es imposible
poder de aquí adelante pagarla.
2. Item. Piden Vuestra Majestad sea servido de mandarles visitar de nuevo, por-
que en la visita pasada, por haberse hecho con gran rigor esta provincia, fue
agraviada así en el poner el número de indios tributarios, por no haberse visto
los ausentes ni saber [n]i su edad ni su disposición, y en las reducciones, y en
ma[n]dar pagar los dichos 7 pesos, no pudiendo pagar a cuatro pesos, como
fueron el parecer de los demás visitadores de las provincias y de las Audiencias,
contra el cual nos echó la dicha tasa, y que la que Vuestra Majestad mandare
pagar sea según el posible de los dichos indios, [y] sea en las cosas que en
sus pueblos [f.1v] y chacras cogen, por el mucho daño e inconveniente que
es de salir a buscar la tasa fuera de sus tierras se les sigue.170
169 Este documento fue publicado por Waldemar Espinoza Soriano como “El ‘Memorial’ de
Charcas…” (1969). La transcripción fue revisada para esta edición por John V. Murra.
En la contratapa del expediente se lee: “Indios de Potosí. Sacra Cesárea Católica Real
Majestad. 1600”.
170 Esta frase hace eco de manera indirecta a las críticas lanzadas en contra del trabajo minero
y de la coca en las décadas anteriores. Ver Zavala, El servicio personal… (1978). Al mismo
MALLKU 829
3. Porque con la mucha tasa todos los naturales de esta provincia se han dividido
a diversas partes, no pudiendo sufrir tan gran carga como han tenido, y se van
consumiendo, porque de seis o siete años a esta parte se han ido en disminu-
ción y no en aumento, y se han muerto en diversas partes muchos indios, sin
confesión y sin conocer a su Creador que es sólo Dios.171 Y además de esto
en la villa de Potosí se han muerto muy gran número de los naturales, y otros
en las minas del Cerro de Potosí, y otros de azogados, y otros de mil enfer-
medades, cosa muy lastimosa, en lo cual recibimos notorio daño y agravio,172
en lo cual si Vuestra Majestad no lo remedia con tiempo perderá Dios nuestro
señor sus criaturas, y Vuestra Majestad sus vasallos en los repartimientos de
esta provincia, habiendo tanta tasa, ni pueden estar congregados y enseñados
en las cosas de nuestra santa fe católica, porque tan solamente residen en los
pueblos un mes en cada un año, y en ninguna manera puede haber doctrina
cristiana y ley evangélica.
4. Lo mismo con tanta tasa no han podido entender los naturales en su reducción
y población, porque todo el tiempo se les va en buscar la tasa, y con todo esto
con adquirir para ellos no lo pueden alcanzar, por cuanto tienen sus mujeres e
hijos a quien sustentar y a su persona. Y por otra parte [por buscar] la tasa de
esta manera no pueden entender en las reducciones, y en hacer sus c[a]sas173
y pueblos, porque todo el tiempo están ocupados en buscar la tasa, como es
público y notorio. Y si no se remedia con tiempo de retasar a los naturales de
esta provincia en visitarles, se perderán totalmente, y en toda la vida [no] habrá
reducción y congregaciónla tasa prohibe su realización, porque en efecto no
la hay el día de hoy.174
5. Lo otro. Con la mucha tasa que les ha echado don Francisco de Toledo, virrey
que fue de estos reinos, todos los naturales de esta provincia se han ausentado
a mil partes, y no hemos sido poderosos los señores y caciques de esta provin-
cia para traerlos a donde son naturales y deben mucha tasa. Y los españoles
chacareros y de otras calidades los coechan y atraen así, de tal suerte que los
hacen quedar en sus chácaras y servicios,175 y nosotros y nuestros naturales
la pagamos y lo suplimos por estos tales indios hasta enterar toda la gruesa
de toda la tasa, por el temor de los corregidores que nos lo apremian, de tal
tiempo, reclama una vuelta al sistema incaico de pedir especies efectivamente producidas
por cada repartimiento, cuando no se trataba de una mita fuera de sus tierras.
171 En 1578 se produjo un Niño excepcionalmente fuerte, y la alteración del clima afectó
seriamente la producción agropecuaria. Ver Huertas, Diluvios andinos… (2001).
172 Estas frases evocan la oposición a la mita minera, sobre todo por parte de la Iglesia. Si bien
en los primeros años de la Colonia los Charka y los Qaraqara habían trabajado en Porco,
a órdenes de sus señores, las condiciones empeoraron después de Toledo: la mortandad a
la cual se alude probablemente fue causada por el rigor de los trabajos, en particular los
largos horarios que sobrepasaban aquellos ordenados por Toledo, y el contacto constante
con el azogue; pero que sepamos, no hubo epidemias en gran escala en Potosí en la década
anterior a la redacción del Memorial. Ver Bakewell, Miners… (1984:144-152).
173 Espinoza Soriano: “cosas”.
174 Seguramente los caciques estaban pensando en las retasas obradas después de la tasa de
La Gasca (ver Cuadros 3.12a-f).
175 Ver Saignes, “De la filiation…” (1978), y la Presentación de la Tercera Parte, “Tasa”.
830 QARAQARA - CHARKA
suerte que sin faltar un grano lo enteramos por los temores de ellos. Suplica-
mos a Vuestra Majestad nos provea de remedio.
[Repoblación y privilegios de curacas]
6. Item. Suplicamos a Vuestra Majestad sea servido de mandar que los corregidores
y particulares que tenemos, tengan gran cuenta y cuidado de recoger los indios
así huidos y ausentados como cimarrones, y de los [f.2r] que se han entrado en las
chácaras de los españoles, siendo visitados y empadronados, y que envíen sus
mandamientos y requisitorios a los demás corregidores de cada partido donde
estuvieron los dichos indios, y que lo mismo les encargue Vuestra Majestad a
los tales corregidores y a las demás justicias de Vuestra Majestad que tengan
cuenta con los principales de los naturales de vasallos, que antes de los Incas
y después de ellos fuimos, porque el día de hoy no nos tratan conforme a la
calidad de nuestras personas, especialmente a los señores naturales de vasallos
de a 10.000 indios y a los demás caciques y señores referidos en estos nuestros
capítulos, y que seamos concedidos todos los privilegios, gracias, franquezas y
libertades que a los hijosdalgo se le deben concedidas por los católicos reyes
de España. Suplican a Vuestra Majestad que despache su real provisión y se
les concedan todas las libertades que se les deben como hijosdalgo en todas
las cosas civiles y criminales que se ofrezcan. Y piden justicia.
7. Lo otro. Si en estos siete años algunos repartimientos hemos pagado y enterado
las tasas que estamos obligados cada repartimiento, ha sido por los temores
de don Francisco de Toledo, Virrey que fue de estos reinos, porque en todas
sus Ordenanzas manda que, si el cacique de tal repartimiento no cumpliere
la tasa por tan entero, que sea privado del cacicazgo y puestos otros en su
lugar. Se han quedado los naturales tan pobres y adeudados y empeñados,
no tan solamente los indios particulares pero por la mayor parte los señores
y caciques de cada repartimiento, por los temores ya dichos, y por la de los
corregidores, que es cosa muy lastimosa, y que ya no tienen los indios a donde
acudir, porque han vendido y gastado la plata y bienes antiguos que tenían,
sin quedarles cosa para adelante.
8. Lo otro. Aunque hemos dado peticiones y clamores ante don Francisco de
Toledo, Virrey que fue de estos reinos, por la mucha tasa y por los muchos
agravios que nos hizo a esta provincia en general, y de las vejaciones que nos
ha hecho, nunca hemos sido oidos como vasallos de Vuestra Majestad.176 Antes
con amenazas y reguridades [rigurosidades] nos lo han hecho pagar diciendo
que, si le contradecíamos en la tasa y en otras muchas cosas que él tenía
ordenado y mandado en sus Ordenanzas, que nos desterrarían de nuestras
tierras hacia México y Panamá. Y con este temor nunca hemos alzado la cabeza
hasta que Vuestra Majestad nos favorezca como a sus hijos y vasallos.
9. Lo otro. Para que a Vuestra Majestad le conste de la mucha tasa y de las veja-
ciones y agravios que don Francisco de Toledo nos ha hecho en esta provincia
de los Charcas, conviene que se tomen los dichos de los sacerdotes de cada
176 Para una de estas “peticiones y clamores” presentada al Virrey Toledo en 1575, ver abajo
f.17r sgg. Compárense las referencias a otras “memorias y peticiones acerca de la tasa” en
la carta enviada por los señores de Charcas a Toledo en 1576 y publicada como Apéndice
a este Documento.
MALLKU 831
pueden cumplir ni comprar por las obligaciones que tienen a la mucha tasa,
y lo mismo hagan los vecinos y encomenderos.178
16. Que Vuestra Majestad sea servido que de los tributos pertenecientes a Vuestra
Majestad, y a los encomenderos, provean de lo necesario a los enfermos y
hospitales de los repartimientos, por la mucha necesidad que hay, y el poco
refrigerio que tienen, y se descuente de la tasa para ello.179
17. Que Vuestra Majestad sea servido de hacernos merced de mandar quitar los
granos que nos ha mandado pagar don Francisco de Toledo, allende de la
mucha tasa que nos ha echado, y es así que a los indios que residen en la
villa Imperial de Potosí y en el asiento de Porco les ha mandado pagar cada
semana 6 granos, que es medio tomín, que es otra carga tan pesada que no
podemos valernos. Suplicamos a Vuestra Majestad sea servido de mandarlo
suspender, porque en ello recibiremos bien y merced.
18. Lo mismo ha mandado don Francisco de Toledo que paguen los indios que
residen en la villa de Potosí cuatro tomines ensayados para el hospital de la
dicha villa en realce cada indio, demás de la tasa que nos ha echado, y esto
se entiende en cada un año. Y con los siete pesos ensayados de tasa y los
granos cada indio sube más de nueve pesos; y no sabemos qué nos hacer y los
nuestros, porque somos muy pobres y no tenemos de donde pagar. Demás de
esto, en el hospital de la villa de Potosí nosotros los naturales de esta provincia
de los Charcas no tenemos en ella indios enfermos, si no son los españoles,
mestizos, mulatos, negros, yanaconas, y servicio de los españoles, y lo mismo
los collasuyos, y si tenemos enfermos serán muy pocos. Suplicamos a Vuestra
Majestad sea servido de mandar quitar los dichos cuatro tomines ensayados
que paga cada un indio en cada un año, pues que en ello recibiremos bien y
merced, porque nosotros los de esta provincia nos trocamos cada año, y a
esta causa no hay muchos enfermos.180
19. Lo otro. Que Vuestra Majestad sea servido de remediar el agravio que los hijos y
nietos de los señores naturales de esta provincia de los Charcas hemos recibido,
y recibimos, y nos hizo don Francisco de Toledo, porque siendo nosotros como
somos señores principales de vasallos, unos de a 10. [f.3v] 000 indios y otros de
8000 indios y otros de 6000 indios y otros de a 1000 indios, como en España los
duques y condes y marqueses, antes de los Incas y después de ellos, nos han
quitado totalmente el señorío que teníamos a nuestros súbditos y vasallos, de
lo cual recibimos notorio agravio.181 Suplicamos a Vuestra Majestad sea servido
178 Para el costo a los repartimientos, y a los Mallku, de la campaña eclesiástica para construir
y adornar las iglesias, ver en esta Parte Documentos 15, 16, 17 y 18; cf. la Primera Parte,
“Culto”, Documentos 1 y 2, para la perspectiva de los padres doctrineros Hernán González
de la Casa y Fernando de la Mesa.
179 En los hechos, la comunidad se ocupaba de cuidar a los enfermos, a diferencia de la situa-
ción prehispánica cuando los señores quizás eran los responsables.
180 Esta afirmación parece contradecir la del capítulo 3, que recalca la gran cantidad de enfer-
mos entre los Charka y Qaraqara trabajando en Potosí. Posiblemente la queja se refiere a
los pocos indios admitidos en los hospitales en Potosí, sin negar la cantidad de enfermos
que tuvieron que volver a sus tierras de origen sin sanarse.
181 Cabe notar que, a pesar de figurar los Mallku Qaraqara entre los signatarios del Memorial,
los que redactaron el documento no hacen mención de su estatus de señores de 20.000
MALLKU 833
188 Los salarios de cada cacique nombrado en la Visita General de Toledo se consignan en la
Tercera Parte, “Tasa”, Cuadros 3.13d.i y ii.
189 Para los malos tratos recibidos por don Alonso Ayawiri y otros señores charka a manos
de su encomendero Alonso de Montemayor, ver la Tercera Parte, “Tasa”, Documento
6. En otra ocasión, don Alonso Ayawiri fue quemado por el maestre de campo del ma-
riscal Alonso de Alvarado, quien “ató las manos al dicho don Alonso, y con cantidad de
paja encendida con fuego se la echó encima estando en el suelo el dicho don Alonso,
diciendo que por qué no daba muchos indios para llevar el hato de los soldados…”. Ver
el Documento 21 (f.54v).
836 QARAQARA - CHARKA
28. Lo otro. Como es público y notorio, en todo el Reino y provincia de los Charcas
todas las justicias de Vuestra Majestad, así seglares como eclesiásticas, [f.5r] no
tienen cuidado de favorecer a los naturales. Antes van contra las provisiones
de Vuestra Majestad, porque en todas ellas nos encarga el buen tratamiento en
ampararnos y defendernos, porque los españoles, no obstante el trabajo que
pasamos en servirlos, nos tratan como a esclavos. Solamente los religiosos
de la Compañía del nombre de Jesús, y otros sacerdotes, reprendiéndo en sus
sermones, nos favorecen y nos ayudan en nuestros trabajos y adversidades,
condoliéndose de nosotros. Y lo mismo nos ha favorecido mucho el doctor
Barros, oidor que fue de la Real Audiencia de La Plata; y, por habérnoslo quitado
al dicho doctor, no tenemos [a] quien nos favorezca y haga merced y bien en
nombre de Vuestra Majestad.190 Por lo cual, suplicamos a Vuestra Majestad sea
servido de enviarnos sus reales provisiones, para que todas las justicias de
Vuestra Majestad, así seglares como eclesiásticas, nos favorezcan y amparen
como a vasallos de Vuestra Majestad. Y que las tales provisiones se apregonen
públicamente, porque todas las cédulas que vienen a esta provincia en favor
de los naturales las ocultan por no cumplirlas, como lo han hecho siempre. Y
pedimos justicia.
29. Que Vuestra Majestad sea servido que los señores y caballeros de esta pro-
vincia de los Charcas podamos tener yanaconas extranjeros, como los demás
españoles, y servicios bastantes, así para nuestras chácaras, y guarda de
ganados, y otros servicios [bastantes así]191 para nuestra sustentación. Y que
ninguna justicia de Vuestra Majestad nos los puedan quitar los dichos nuestros
yanaconas, pagando el peso a Vuestra Majestad como los demás españoles.
Y suplicamos a Vuestra Majestad nos lo conceda como a sus vasallos.
30. Lo otro. Que, cuando descubriéremos algunas vetas de plata o de oro, que
podamos tener minas conforme a las Ordenanzas de Vuestra Majestad, y lo
mismo podamos entrar en las estacas como los demás españoles, porque el
día de hoy no nos dejan entrar en las estacas las justicias de Vuestra Majestad.
Por lo cual suplicamos a Vuestra Majestad sea servido de mandarnos enviar
sus reales provisiones para ello.
31. Que Vuestra Majestad sea servido, pues que don Francisco Toledo, Virrey que
fue de estos reinos, nos mandó enterar y pagar todas las tercias partes de la
tasa de cada repartimiento, por razón de la ocupación en las reducciones, sea
servido de mandarnos volver todo lo que así hemos pagado, pues Vuestra
Majestad tiene mandado en una su real provisión, que en todo el tiempo que
nos ocupásemos en la reducción y tardásemos, se nos quitase de la tasa la
dicha tercia parte del dicho tiempo, pues es servicio de Dios Nuestro Señor y
limosna a los naturales de esta provincia. [f.5v]
32. Que por cuanto los visitadores hicieron el padrón y numeración de los indios
con los indios huídos de los repartimientos, y otros que estaban en poder de
190 Es probable que el doctor Barros de San Millán jugase un papel decisivo en la redacción
del Memorial y fuese el encargado de entregar el documento al Rey. Ver abajo en este do-
cumento (f.21r-23r); la Presentación de esta Parte; y Murra, “El doctor Barros…” (2002).
Barros también fue el juez que fallaba en favor de los Mallku e indios de Sacaca durante
el pleito de restitución que publicamos en la Tercera Parte, “Tasa”, Documento 6.
191 Espinoza Soriano: “que tenemos”.
MALLKU 837
los españoles hechos yanaconas, que Vuestra Majestad sea servido mandar
dar sus reales provisiones para que donde quiera que estuvieren los podamos
recoger, para que paguen su tasa conforme a como están tasados, aunque
sean yanaconas, o que nos quiten de la tasa lo que montaren los tales indios
ausentes y cimarrones, y los que están en poder de los españoles, porque
por no pagar ellos la hacen pagar a los que residen en los repartimientos,
porque como los visitadores nos amonestaron, y con muchas notificaciones
y amenazas fueron causa para que los declarásemos a todos los indios au-
sentes y cimarrones y yanaconas, porque si no los declarábamos todos que
nos desterrarían a Panamá y a Chile. Y a todos estos dichos indios los mandó
empadronar y numerar con los demás indios que se hallaron presentes en las
dichas visitas, en lo cual recibimos notorio agravio.
33. Lo otro. Los visitadores que visitaron a toda esta provincia de los Charcas vieron
por vista de ojos todas las tierras que teníamos, así quebradas y barrancos y
cuestas arriba y cuesta abajo y todas las tierras [y] peñascos estériles y de poco
provecho en toda esta provincia de los Charcas. Y así los dichos visitadores,
en contrario de la verdad y todos por congraciarse y dar gusto a don Francisco
de Toledo, Virrey que fue de estos reinos, dieron sus pareceres, y con harta
siniestra relación, que retasóse a los naturales de esta provincia en más de lo
justo, aunque no fue tan pesado su parecer como la tasa que se echó, habiendo
da[do]192 sus pareceres para que se retasara a tres pesos tan solamente, de lo
cual hemos recibido notorio agravio y daño notable toda la provincia de los
Charcas. Y pedimos justicia a Vuestra Majestad como a príncipe tan cristianísimo
nos mande hacer justicia y desagraviar.Y en ello recibiremos bien y merced.
34. Que Vuestra Majestad sea servido de mandarnos despachar sus reales pro-
visiones, para que todas las tierras nuestras, de que han hecho mercedes los
cabildos a españoles, que nos la vuelvan de las mercedes que han hecho de
las dichas tierras de ocho años a esta parte, porque con aquellas tierras fue-
ron visitadas y retasados cada repartimiento.193 Y en ello recibiremos bien y
merced, porque si no lo remedia con tiempo, nos lo quitarán hasta dentro de
nuestras casas y chácaras.
35. Lo otro. El Inca Topa Inca Yupangui y su hijo Guayna Caba nos repartieron tierras
en el valle de Cochabamba a todas las naciones de esta [f.6r] provincia de los
Charcas llamadas Charcas, Caracaras, Soras, Quillacas y Carangas, para que en
ellas sembrásemos y cultivásemos, y señalando y amojonando a cada nación
por si suso referido en este capítulo de 35. Y es así que los Soras, Quillacas
y Carangas las justicias de Vuestra Majestad los han metido en posesión de
las dichas sus tierras y suyos y urcos, a cada uno lo que le pertenecia desde
el tiempo de los Incas,194 excepto a nosotros los Charcas y Caracara, de lo
cual hemos recibido notorio agravio y daño, y suplicamos a Vuestra Majestad
sea servido mandar que se nos dé posesión de las dichas nuestras tierras del
valle de Cochabamba, que son cuatro suyos y urcos cada uno con sus zanjas
de la nación de los Charcas, y otros cuatro suyos y urcos de la nación de los
195 Ver el Ensayo de Interpretación “Charka Rojo, Charka Blanco” acápite 5 ii); y la Pre-
sentación de la Cuarta Parte, “Tierra” acápite 4 ii), sobre las tierras de los Charka y los
Qaraqara en Cochabamba.
196 Se quejan de la creciente profundidad de las vetas en Potosí y del trabajo que les cuesta en
estas condiciones. De hecho, muchas minas del Cerro Rico, cuanto más hondas, menos
rentables fueron.
197 Toledo se vio obligado a modificar varias veces sus ordenanzas sobre el pago de jornales a
los mitayos, terminando por aceptar que no era deseable pagarles en mineral ni en acceso
a las vetas, sino solamente en dinero: 3,5 reales para el trabajo minero y 3 reales para todos
los trabajos auxiliares. Ver Bakewell, Miners… (1984:77-80).
198 Léase mink’a runa (gente asalariada). La política del Virrey era incentivar a los mitayos
con otras oportunidades de empleo asalariado (mink’a) cuando estaban de “huelga”. Ver
Cole, The Potosí Mita… (1985).
MALLKU 839
y Carangas, reservando como reservó sola [a] la nación de los Chuis y Am-
paraes, y los mitimaes de Pocona y sus anexos y súbditos, en lo cual hemos
recibido notorio agravio y daño.199 Suplicamos a Vuestra Majestad sea servido
de mandar que entre todos se repartan el trabajo igualmente los indios para el
beneficio y labor de las minas e ingenios de la villa de Potosí, pues es en acre-
centamiento de los quintos reales de Vuestra Majestad, y todos sus vasallos le
hemos de servir como [a] nuestro rey y señor natural, como somos obligados.
Y que además y allende de que servimos y damos indios para la villa de Potosí,
nosotros las cinco naciones Charcas y Caracaras, Soras, Quillacas y Carangas
damos indios y servimos en el asiento de Porco, y villa de Oropesa, y asiento
y minas de Ueringuela,200 y en las minas del asiento de Oruro. Y ellos sirven
tan solamente en la ciudad de La Plata, y en la villa de Tarija y en la villa de
Tomina, que son las fronteras de los Chiriguanes. Y para ello Vuestra Majestad
nos mande despachar sus reales provisiones de manera que entre todos se
reparta el trabajo. Y en ello recibiremos bien y merced.
39. Lo otro. Suplicamos a Vuestra Majestad sea servido de mandar acrecentar los
jornales de indios que residen en la ciudad de La Plata, como en el asiento
y minas de Veringuela y en la villa de Oropesa, y en los tambos, porque tan
solamente les pagan de cada día a un indio de jornal un real. Lo cual es en
grandísimo daño y perjuicio de los naturales, porque no se pueden sustentar
con él, ni a su casa traer a su mujer e hijos cosa alguna, y pagar la tasa. Por
lo cual suplicamos a Vuestra Majestad sea servido de mandar acrecentar los
dichos jornales de cada día a tres reales, y en el asiento y minas de Veringuela
a tres reales y medio. Y para ello nos haga Vuestra Majestad merced de [f.7r]
mandarnos enviar sus reales provisiones.201
[Privilegios para los Charcas y los Caracaras]
40. Que Vuestra Majestad sea servido de hacernos mercedes a nosotros los natu-
rales de esta provincia de los Charcas, que somos los Charcas y los Caracaras,
pues en nuestras tierras se ha descubierto una riqueza tan grande para su real
servicio en el Cerro Rico de Potosí, de a donde se saca, y se ha sacado, tanta
riqueza en su real servicio y aumento de la Real Hacienda, de concedernos lo
que suplicamos y pedimos, y que nos hagan mercedes, gracias, franquezas y
libertades, y que seamos las dichas dos naciones más privilegiadas que otras
naciones de esta provincia, y de todo el reino del Pirú.
[Expediciones contra los Chiriguanaes]
41. Lo otro. Don Francisco de Toledo, Virrey que fue de estos reinos, nos mandó
hacer gente de guerra para la entrada de los Chiriguanaes, y es así que nos
mandó juntar para la carga de los españoles y gente de guerra más de mil
indios de esta provincia de los Charcas, y más de dos mil carneros de la tierra
199 Solamente las “naciones” de altura estaban obligadas a cumplir la mita minera, siguiendo
el criterio incaico de enviar tributarios a trabajar en un clima parecido al de su lugar de
origen. Ver también el capítulo 52 de este mismo documento.
200 Léase Beringuela.
201 Este capítulo, en efecto, pide que los jornales en otras partes se igualen a aquellos estipulados
por Toledo para los grandes centros mineros. En el capítulo 36 ya se pidió un aumento de
los jornales en Potosí y Porco, sin precisar las cifras.
840 QARAQARA - CHARKA
202 El próximo capítulo afirma que los Charka fueron obligados a contribuir con 1.000 carneros
de la comunidad. Los otros 1.000 probablemente fueron entregados por los Qaraqara: en
el Documento 16 (f.1v), don Fernando Ayra de Ariutu dice haber contribuido con otros
“1.000 carneros cargados de bastimentos, y con 700 pesos de donativo” para la jornada de
los Chiriwana. El Memorial, que privilegia la perspectiva de los Charka, no menciona los
1.000 carneros de los Qaraqara.
203 Como ya se ha visto, los Inka protegían a las llamas hembras para asegurar la reproducción
de los rebaños y ya desde 1548 Gabriel de Rojas subraya la gran falta de ganado en el
repartimiento de Sacaca. Ver la Presentación de la Tercera Parte, “Tasa”. Por otro lado,
una manera de esconder los recursos de los wak’a fue, efectivamente, clasificarlos como
recursos de la comunidad. En todo caso, la entrada a los Chiriwana hizo desaparecer estos
rebaños de camélidos.
MALLKU 841
dos capitanes de los naturales, por siniestra relación de ellos, uno de los
Quillaca y otro de los Soras, que son naciones por sí y gente extranjera,
siendo como somos nosotros las dos naciones Charcas y Caracaras indios
naturales de esta provincia de los Charcas, de a diez mil vasallos cada uno
antes de los Incas y después de ellos,204 y capitanes generales de los dichos
Incas, y por nosotros se llamó esta provincia provincia de los Charcas. Y
lo mismo nosotros fuimos de los primeros que vinieron a la obediencia de
Vuestra Majestad y nos viene de derecho los dichos capitanazgos. Por lo
cual suplicamos a Vuestra Majestad sea servido de hacernos merced, gra-
cias, franquezas y libertades como a sus vasallos, enviándonos sus reales
provisiones para que haya otros dos capitanes más de los naturales, uno de
los Charcas y otro de los Caracaras, haciéndonos merced del capitanazgo
principal de esta provincia de los Charcas a una de las dos naciones, y con
salario bastante fuera de los que requieren haber en cada nación.205 Pues
es justicia. Lo cual pedimos y nos ofrecemos a probar con los españoles
antiguos y conquistadores y con los Incas. [f.8r]
44. Lo otro. Don Francisco de Toledo, Virrey que fue de estos reinos, siendo infor-
mado con falsa relación por los caciques de los Carangas y Quillacas alegando
de ser tierras estériles y punas y pobres, siendo al contrario, porque aunque
ellos son de tierras punas frías, son gentes de ganado y ricos, y allende de
esto poseen muchas tierras y chacras calientes y estancias de buenos temples
en muchas partes.206 Y así el dicho don Francisco de Toledo por respecto de
su siniestra relación de los dichos caciques les echó de tasa tan solamente a
seis pesos ensayados, y a sus Urus a tres pesos corrientes, y a nosotros los
Charcas y Caracaras y Soras a siete pesos ensayados, y a los Uros de los Soras
de Paria a tres pesos corrientes, habiéndose de echar a nosotros los Charcas y
Caracaras a cuatro pesos solamente, por ser gente pobre, y siempre soldados
del Inca que estuvieron en muchas fronteras comiendo y bebiendo a costa
del Inca, como es público y notorio. En todo lo cual hemos recibido notable
agravio y daño las dichas tres naciones. Suplicamos a Vuestra Majestad sea
servido de mandar y poner remedio en ello, quitándonos la mitad de la tasa,
o que se reparta el trabajo entre todos igualmente. Y en ello recibiremos bien
y merced con justicia.
Las cuatro naciones que fueron soldados de los Incas
45. Primeramente, las cuatro naciones somos los Charcas y Caracaras y Chuis
y los Chichas, diferenciados en los trajes y hábitos; hemos sido soldados
204 Una vez más, y en esta instancia de manera aún más explícita, el documento afirma que los
Qaraqara eran de 10.000 indios, cuando sus propios Mallku afirmaban que eran de 20.000
indios. Se trata quizás de una homogenización realizada por el doctor Barros, abogado de
los señores e indios de Sacaca, para simplificar el argumento que tendría que presentar al
Rey.
205 En los hechos, sería don Fernando Ayawiri quien asumiera el cargo de capitán de la mita
para las tres “naciones” de Charka, Qaraqara y Sura en 1582, llegando a ser nombrado
Alcalde Mayor de Potosí y la provincia de Charcas en 1587.
206 Gilles Rivière detalla las tierras bajas de los Karanqa en Sabaya… (1982); Abercrombie pro-
porciona los datos sobre las tierras cálidas de los Killaka y sus subdivisiones en Pathways…
(1998).
842 QARAQARA - CHARKA
que es cabecera de los indios Charcas. Y así partiendo de estos dichos dos
pueblos los dichos capitanes y soldados de las dichas cuatro naciones se
solían juntarse [sic] en el pueblo y tambo de Paria:cabecera de Sura, que es
de los Soras, hacia el camino del Cuzco. Y así iban prosiguiendo su viaje los
dichos capitanes y soldados, de pueblo en pueblo y tambos, hasta llegar a
la gran ciudad del Cuzco. Y así en cada pueblo y tambo les hacían mita y
camarico, como a soldados de los Incas, así en dar comidas y la bebida y
charques y ojotas, vestidos y mucha harina de quinoa y ganado y mujeres,
y los demás aviamientos y pertrechos, como a soldados de los Incas. Y
este privilegio les concedió y otorgó y les hizo merced los dichos señores
Incas a las dichas cuatro naciones, para que todas las demás naciones les
hiciesen honra y acatamiento.Y lo mismo desde la gran ciudad del Cuzco
hasta Tomebamba y Quito y las demás naciones, porque ninguna nación
fueron [sic] tan estimadas por los señores Incas en todo el reino del Pirú
como las dichas cuatro naciones, como es público y notorio, aunque tuvo
el Inca después otros soldados modernos llamados Chachapoyas y Cañaris
y Cayambis, a los cuales las dichas cuatro naciones los conquistaron para
los señores Incas, como es público y notorio. Y cuando [f.9v] la ganaron a
esta tierra los españoles, habrá doce años solamente que servían lealmente
a los dichos Incas los dichos Chachapoyas, Cañares y Cayambis, que todos
ellos se llaman Chinchaysoyos.209
48. Lo otro. Cuando envió el marqués don Francisco Pizarro a su hermano el
comendador Hernando Pizarro y a Gonzalo Pizarro y a los demás capitanes
y soldados hacia esta provincia de los Charcas, todos los naturales de esta
provincia de los Charcas, así la nación de los Charcas y Caracaras, Chichas,
Chuis, Quillacas, Carangas y los Soras, estas dichas siete naciones, por man-
dato de Inca Mango Capa y de su hermano Inca Paullo fue mandado por ellos
que se resistiesen y les hiciésemos guerra y batalla a los capitanes de Vuestra
Majestad, que con ellos venía el Inca Paullo. Y así todas estas dichas siete
naciones les dieron guerra y batalla en el Valle de Cochabamba a los dichos
capitanes y soldados de Vuestra Majestad, y después que fueron desbaratados
y vencidos y muertos por los dichos capitanes de Vuestra Majestad las dichas
siete naciones cada una fueron a diversas partes. Solo un cacique y señor
principal de todos los Charcas, llamado Coysara, viendo su ceguera clara-
mente, fue uno de los primeros que vino a la obediencia de Vuestra Majestad
a Hernando Pizarro, y a los demás capitanes con toda su gente y vasallos, en
el pueblo de Auquemarca,210 pueblo de los Charcas. Y por respecto del dicho
señor principal de todos los Charcas toda la provincia vino a la obediencia de
Vuestra Majestad, especialmente un cacique principal de todos los Caracaras
vino a la obediencia de Vuestra Majestad, llamado Moroco, y toda su gente.
209 Es probable que esta referencia a su victoria sobre la gente del norte también encubra el
rencor sentido por los Charka y Qaraqara hacia los Kañari por su “lealtad” a los españoles
y su situación privilegiada bajo Toledo. Ver la Presentación de la Tercera Parte, “Tasa”
acápite 3 ii).
210 El pueblo de Auquemarca fue probablemente un asentamiento prehispánico en los valles
de Chayanta, que después se convirtió en San Pedro de Buena Vista. Ver el Ensayo de
Interpretación “Charka Rojo, Charka Blanco” (acápite 7); y la Presentación de la Cuarta
Parte, “Tierra”.
844 QARAQARA - CHARKA
De manera que quedó toda la tierra muy sosegada y pacífica hasta el día de
hoy, especialmente toda esta provincia de los Charcas, en servicio de Vuestra
Majestad, como es público y notorio.
49. Y luego desde el dicho pueblo de Auquimarca fue el dicho Hernando Pizarro
y los demás capitanes y soldados de Vuestra Majestad, juntamente con el
Inca Paullo, hacia Chuquisaca, a donde es ahora la ciudad de La Plata. Y así el
dicho Consara, señor [f.10r] de todos los Charcas, fue juntamente con el dicho
Hernando Pizarro y los demás capitanes de Vuestra Majestad, sirviéndoles y
haciéndoles camaricos de todo lo necesario hasta el pueblo de Chuquisaca,
como leal vasallo de Vuestra Majestad, y lo mismo Moroco, señor de los Ca-
racaras, sirvió él y su gente desde la mitad del camino llamado Guancoma, a
donde vino después a la obediencia de Vuestra Majestad. Y así el dicho Consara,
como señor más principal de toda esta provincia de los Charcas, en el pueblo
de Chuquisaca le informó y declaró y le descubrió al dicho Hernando Pizarro
todas las cosas que tenía el Inca en esta provincia de los Charcas: unas minas
de plata que tenía en el asiento de Porco, y lo mismo las minas de oro que fue
en el rio de Chiutamarca, y de las minas de cobre que fue en Aytacara, y de las
minas de estaño que fue en Chayanta,211 y de las demás cosas. Y así entonces
el dicho comendador Hernando Pizarro y Gonzalo Pizarro lo honró y agradeció
muy mucho por todo ello al dicho Consara, y le dió un vestido, una manta de
damasco verde con su camiseta de terciopelo verde con sus flocaduras de oro,
y unos borseguíes de lazo [sic], y un sombrero colorado que a la sazón se usaba,
y un estuche grande de caja de cuchillos. Y asímismo les honró a los demás
caciques de toda esta provincia de los Charcas, por ser los primeros que habían
venido a la obediencia de Vuestra Majestad los naturales de los Charcas. Y así
llamaron entonces la provincia de los Charcas, que si los Quillacas y Carangas
y Soras vinieran primero a la obediencia que los Charcas y Caracaras, llamárase
esta provincia provincia de los Carangas, de los Quillacas y provincia de los So-
ras, como es público y notorio.212 Y así el dicho comendador Hernando Pizarro
y Gonzalo Pizarro, y los demás capitanes de Vuestra Majestad, les honra[ro]
n y tuvo [sic] mucha cuenta [f.10v] con el señor principal de los Charcas lla-
mado Consara, y Moroco señor de los Caracaras, así por la obediencia que
vino de los primeros a Vuestra Majestad, como porque los descubrió lo que
tenía el Inca encubierto. Entonces el dicho Consara, señor principal de todos
los Charcas, en servicio de Vuestra Majestad y en acrecentamiento de la Real
Corona, piden y suplican sus descendientes que Vuestra Majestad les haga
mercedes como tan cristianísimo príncipe que es, pues sus pasados fueron
de los primeros que vinieron a la obediencia de Vuestra Majestad como leales
vasallos suyos, como es público y notorio.
50. Lo otro. Teniendo consideración y atención las justicias de Vuestra Majestad
de esta provincia de los Charcas, demás de 34 años poco más o menos a
211 Para la ubicación de las minas, ver el Mapa 1.1. Aytacara = Andacaba. Chiuta es una zona
de lavaderos de oro cerca de Pocoata, río abajo de las minas auríferas de Amayapampa.
212 Dudamos que el nombre de la provincia fuera el resultado de los acontecimientos en
Cochabamba; más bien creemos que la región al sur del Collao se llamaba Charcas ya
desde tiempos incaicos. Ver el Ensayo de Interpretación “Charka Rojo, Charka Blanco”
(acápite 2).
MALLKU 845
213 Con esta demanda, los Mallku piensan en la incomodidad que significa para ellos mandar
a sus hijos al colegio de caciques de Lima, cuando por motivos de cercanía y de clima les
convendría ir al Cusco.
846 QARAQARA - CHARKA
53. Por todo lo cual suplicamos a Vuestra Majestad, como a rey y a señor y pa-
dre piadoso de sus vasallos y criados todos los señores y caciques de esta
provincia de los Charcas, sea servido de hacernos merced, como príncipe tan
cristianísimo que es, de admitirnos y hacernos merced como a sus vasallos,
teniendo atención que pues en tiempo de los Incas y antes de ellos eramos
señores naturales y soldados de los dichos Incas y reservados de todos los
pechos y tasas. Que también ahora tenga consideración Vuestra Majestad de
mandarnos retasar ahora nuevamente, moderando la tasa y no igualándonos
con las demás naciones que eran pecheros214 y pagaban la tasa en el tiempo de
los Incas.215 Y en ello recibiremos bien y merced, y más, que Vuestra Majestad
sea servido de mandar que se nos concedan todos los privilegios, libertades
[y] franquezas como a sus vasallos, pues lo somos, y que seamos más privile-
giados que todas las naciones del Perú, por lo arriba dicho. Y pedimos justicia
mediante.
Don Fernando Ayauire y Velasco ––Don Pedro Soto.––Don Alonso Chuquivilca.–
Don Hernando Soto.––Don Hernando Hachacata.––Don Pedro Cuñaca.–
[f.12r] Don Francisco Ayra.––Don Francisco Chambi.––Don Alonso de
Montemayor.216—Don Domingo Soto.––Don Hernando Guarayo.––Don Alonso
Lanquima.––Don Andrés Panpaconi.––Don Miguel Yana.––Don Diego de Zárate.–
Don Francisco Chambi.217 ––Don Jerónimo Coyo.––Don Martín Çara.–
Don Gregorio Achiquira.––Don Juan Zunga.––Don Andrés Cavasiri.–
Don Felipe Vilca.––Don Cristóbal Cuyo.––Don Martín de Chaquí.218
[ff.12v–13r]
Memoria de la merced que me ha de hacer el muy ilustre señor Doctor Barros,
mi señor, en España con Su Majestad y su Real Consejo de las Indias por su
hijo don Fernando Ayavire y Velasco, cacique principal de la nación de los
Charcas y del repartimiento de Sacaca.
Es lo siguiente:
1. Primeramente digo que soy uno de los caballeros más principales e hidalgos
que hay en esta provincia de los Charcas, porque mis pasados y antecesores
fueron señores naturales de la nación de los Charcas de diez mil vasallos,
antes de los Incas y después de ellos, que son del repartimiento de Sacaca,
214 “Pecho ... sinificar concertar, porque por vía de tributo o concierto se componía la pena.
Pechar, pagar pecho. Pechero, el que paga. Déste están essentos los hidalgos y por el pe-
cho se dividen de los que no lo son”. Covarrubias, Tesoro… (1987 [1611]). Con esta frase
se hace una discriminación entre la tarea de soldados, considerada como superior, y las
demás, como las de los albañiles, pastores, etc.
215 De nuevo insisten que no cumplían ninguna obligación en el Estado Inka, aparte del
servicio militar. Ver, sin embargo, la discusión sobre este punto en la Presentación de la
Tercera Parte, “Tasa” acápite 3 ii).
216 Probablemente se trata de un ahijado del antiguo encomendero de Sacaca.
217 Este nombre parece ser una repetición. Probablemente se trate de don Juan Chambi,
quien figura entre los señores charka y qaraqara que otorgaron un poder a Dr. Barros y
Juan Manuel de Cariz en la misma época. Ver el Documento 21 (ff.88r-90r).
218 Muchos de estos caciques son identificados al final del documento; ver también la Tercera
Parte, “Tasa”, Cuadro 3.13d y en esta Parte el Resumen del documento y la Figura 5.11.
MALLKU 847
219 Esta afirmación es, con toda probabilidad, una exageración: no hay por qué creer que los
señores de Sacaca mandaban a todos los indios del valle bajo antes de Tupaq Yupanki, ni
menos “antes de los Incas”. Ver el Ensayo de Interpretación “Charka Rojo, Charka Blanco”
acápite 5 ii).
220 Espinoza Soriano: “reservando”.
221 “Desde el principio”. Espinoza Soriano: “advenescio”.
848 QARAQARA - CHARKA
4. Lo otro. Que podamos entrar en los regocijos y juegos de cañas con los demás
caballeros e hijosdalgo de la nación española, y que lo mismo nos den lugar
en las iglesias y monasterios, asientos en don[de] nos podamos asentar con
los demás caballeros, especialmente a los que somos caballeros, conforme
a la calidad de nuestras personas e hijos y nietos de quien somos; porque el
día de hoy no nos guardan nuestros privilegios las justicias de Su Majestad
como a hijosdalgo y caballeros, pues los somos, antes nos menosprecian y
nos maltratan con palabras feas. Suplicamos a Su Majestad sea servido de
hacernos merced, como nuestro rey y señor natural, que es mandándonos
enviar sus reales provisiones para ello y encargándonos mucho a sus Virreyes,
gobernadores y Audiencias Reales, y las demás [f.14r] justicias de Su Majestad,
para que nos hagan mercedes, libertades, franquezas, guardando la costumbre
de los caballeros de España, pues no somos menos.
5. Lo otro. Que Su Majestad sea servido de hacernos merced y justicia que a
los caballeros e hijosdalgo de los reinos de España, que las justicias de Su
Majestad de este reino no nos manden echar en la cárcel pública, así de civil
como de criminal, sino en las casas del Cabildo, como se hacen a los demás
caballeros de España. Y en ello recibiremos bien y merced y justicia.
6. Lo otro. Que Su Majestad sea servido de que todos mis hijos y nietos y des-
cendientes puedan traer seda, y oro y plata, y hábitos de español, y las armas y
los demás pertrechos necesarios, como los demás caballeros de Su Majestad,
concedidos por los católicos reyes de España, y que todos sean privilegiados
de todos los pechos y alcabalas perpetuamente. Y en ello recibiremos bien y
merced.
7. Lo otro. Mi abuelo llamado Coysara, señor natural que fue de la nación de los
Charcas, de 10.000 vasallos, fue uno de los más principales capitanes que los
Incas tuvo [sic] en esta tierra y provincia de los Charcas, como es público y
notorio. Y cuando los españoles entraron en esta tierra fue uno de los primeros
que vino a la obediencia de Su Majestad, y en su real nombre al comendador
Hernando Pizarro, y les descubrió las minas de plata que el Inca tenía, que
era en el asiento de Porco, donde se labra hasta el día de hoy, y lo mismo las
minas de cobre y estaño y otras cosas. Y así fue parte de dicho mi abuelo,
como señor más principal de toda esta provincia de los Charcas y como capitán
general del Inca, que todos viniesen a la obediencia de Su Majestad, como
después lo hicieron así, y vinieron todos los de esta provincia a la obediencia
de Su Majestad en breves días. Y así el dicho Hernando Pizarro y los demás
capitanes de Su Majestad les honró mucho al dicho mi abuelo, y en señal de
amor le dió un vestido de seda, una camiseta de terciopelo verde con una
manta de damasco verde guarnecidos con unas flocaduras de oro y seda
verde, y unos borceguíes de lazo, y un sombrero colorado con flocaduras de
seda colorada, y un estuche grande de caja de cuchillos, como es público y
notorio, y hasta el día de hoy [lo] tenemos guardado para en guarda de nuestro
derecho y justicia.
8. Lo otro. El dicho mi abuelo llamado Coisara, juntamente [f.14v] con mi padre
don Alonso Ayavire, su hijo, como leales vasallos de Su Majestad, fueron a
la jornada de Chile en servicio de Su Majestad con los capitanes don Diego
de Almagro y Pedro de Valdivia, y con los demás capitanes y soldados de Su
MALLKU 849
222 Ver el Mapa 4.2, donde se señalan las tierras enumeradas en este capítulo y el anterior,
aquellas que se han podido ubicar.
850 QARAQARA - CHARKA
223 Según Pedro Cieza de León, Caracollo se ubica sobre la frontera entre el Collao y la “gran
provincia de Paria”, probablemente equivalente a la provincia de Charcas, porque Paria
era el centro administrativo incaico en tierras de los Sura, que vigilaba la ruta a Cocha-
bamba. Ver Cieza de León, Crónica del Perú, Primera Parte (1984, Cap. cvi); el Ensayo de
Interpretación “Charka Rojo, Charka Blanco” (acápite 3); y el Mapa 3.
MALLKU 851
[ff.16v–17r]
Memoria de don Fernando Ayavire y Velasco de la merced que me ha de hacer
ante Su Majestad y su real Consejo de Indias el muy ilustre señor doctor
Barros, mi señor.
En la villa Imperial de Potosí de la provincia de Los Charcas a 6.xii.1582, ante el
ilustre señor don Juan
Dávila, corregidor y justicia mayor de esta villa y provincia de los Charcas por Su
Majestad, del número de ella, pareció don Hernando Ayavire y Velasco y presentó
esta petición, y juntamente con ella un escrito de petición presentada ante el señor
don Francisco de Toledo, virrey que fue de estos reinos, cuyo tenor uno en pos de
otro es como se sigue:
[Petición de Fernando Ayavire al corregidor Juan Dávila]
Ilustre señor:
Don Fernando de Ayavire y Velasco, cacique principal del repartimiento de Sacaca,
capitán en esta provincia de Los Charcas de los naturales, presento ante Vuestra
Merced este decreto hecho por el señor don Francisco de Toledo, Virrey que fue
de estos reinos, a mi petición. Y suplico a Vuestra Merced se mande dar un tras-
lado autorizado en manera que haga fé, con autoridad de Vuestra Merced, para
lo presentar ante Su Majestad y su Real Consejo de Las Indias, o ante quien me
convenga.
A Vuestra Merced suplico se haga según pido, y se me dé el original para en guarda
de mi derecho.
Otrosí. Suplico a Vuestra Merced sea servido al pie del dicho testimonio dar su
parecer con juramento de la calidad de mi persona, y de mi habilidad y diligencia
y cuidado [f.17v] en lo que toca al servicio de Su Majestad, y el hábito y policía
que tengo siguiendo virtud, y como soy uno de los caballeros principales de esta
provincia de los Charcas de la nación y traje de los Charcas.
Don Fernando Ayavire y Velasco.
[Petición de don Fernando Ayavire al virrey Francisco de Toledo]
Excelentísimo Señor:
Don Fernando Ayavire, cacique principal del repartimiento de Sacaca, beso los
pies de Vuestra Excelencia y digo que yo soy cacique principal del dicho reparti-
miento de tiempo de los Incas y antes, porque soy hijo de don Alonso Ayavire, y
nieto de Consara, y bisnieto de Cooco, y tataranieto de Copacatiaraca, y descen-
diente por línea recta de varón de todos los que han sido señores naturales del
dicho repartimiento. Los cuales asímismo eran caciques y señores y capitanes,
en tiempo de todos los Incas y antes de ellos, del repartimiento de Chayanta y
del repartimiento de Cochabamba. Y por división que hubo de encomenderos
después de venidos los españoles [a]224 esta tierra, mi padre quedó solo señor
del dicho repartimiento de Sacaca [de] donde yo soy, y parece que debe haber
habido alguna falsa o siniestra relación en la visita que Diego Nuñez Bazán ha
hecho por mandado de Vuestra Excelencia, porque se señalan tres caciques de
225 La tasa de Toledo señala un salario de sólo 80 pesos a don Fernando, de la parcialidad de
Hila Collana, y de 65 pesos a los caciques de las parcialidades Pajil (Pacre) y Sullca; ver la
Tercera Parte, “Tasa”, Cuadro 3.13d.ii.
226 Don Fernando exagera, los salarios más altos asignados por Toledo son para los dos caci-
ques de las zonas mineras: don Hernando Soto y don Alonso Chuquivilca, cada uno a 150
pesos. Ver Cuadros 3.13d.i y ii. Sin embargo, estas frases sugieren que Toledo se oponía
a su pretensión de ser el único Mallku de Sacaca, al apoyar a los tres Mallkus de las tres
parcialidades, y quizás indique una lucha de poder entre estos señores. Ver Platt, “‘Without
deceit or lies’…” (2002).
227 Espinoza Soriano: “Majestad”.
MALLKU 853
228 Es interesante notar que el Corregidor se limita a confirmar el alto estatus de la familia
de Ayawiri “desde el tiempo del Inca”, en contraste con las repetidas afirmaciones del
mismo Mallku Fernando sobre el señorío de sus antepasados “antes de los Incas y des-
pués de ellos” y “desde tiempos inmemoriales ab inicio”, tanto en el Memorial como en la
Memoria. Ver por ejemplo ff.13r-13v. La versión del Corregidor enfatiza la soberanía del
Rey, como sucesor del Inka, más que los derechos preincaicos de los supuestos “señores
naturales”. Compárese la pretensión paralela de los indios de Chayanta de poseer las
tierras de Sucusuma “ab inicio acá”. Ver la Presentación de la Cuarta Parte, “Tierra”, y
el Documento 13.
854 QARAQARA - CHARKA
Los recaudos de don Fernando Ayavire y Velasco para el señor Doctor Barros y
para presentar ante Su Majestad y su Real Consejo de Indias
[f.21r] Muy poderoso señor:
En nombre de don Fernando Ayavire y Velasco, cacique principal del repartimiento
de Sacaca, que es de vuestra Real Corona, en la provincia de los Charcas del Perú,
digo
que a su pedimento y suplicación, don Francisco de Toledo, vuestro virrey que
fue de las dichas provincias, en la Visita General que por su persona hizo, mandó
averiguar y saber la persona que era tal cacique y le pertenecía de derecho, y se
halló serlo el dicho mi parte, y muy hábil y suficiente para esto y para otros nego-
cios de importancia, y se le dió título y decreto de ello, que sabe con autoridad de
vuestra Real Justicia es éste que presento, y quiere Vuestra Alteza sea servido se
le confirme el dicho nombramiento y proveimiento, debiendo gozar él y sus hijos
y herederos y linaje de las gracias y mercedes que Vuestra Alteza fuere servido.
A Vuestra Alteza suplico se provea lo que pido, pues es justicia. Lo cual pido, y
para ello, etc.
MALLKU 855
Apéndice
Carta de unos Caciques al virrey Francisco de Toledo229
Archivo General de Indias, Charcas 40, No. 74.
229 De una colección de “Cartas y expedientes de personas seculares del distrito de dicha
Audiencia vistos en el Consejo, Año 1538-1580”. Transcripción de Thomas Abercrombie,
modernizada por los editores.”
230 En la contraportada.
231 Es el mismo cura Padilla quien, según los firmantes del Memorial, mintió al Virrey Toledo
sobre la existencia de ganados dedicados al culto de las huacas en Sacaca (ff.7r-7v), cuando
Toledo estaba reuniendo rebaños para sostener su desastrosa entrada al territorio de los
Chiriwana. Padilla, en cambio, parece haber llegado a percibir a Toledo como una amenaza
a sus propios intereses y por eso en 1575 animaba a los Mallku a enviar cartas de protesta
al Virrey.
856 QARAQARA - CHARKA
cosas, diciendo que él sería parte con Su Majestad y con el Consejo Real de las
Indias y con esta Real Audiencia de la ciudad de La Plata, para que nos quitase y
nos desagraviase de la mucha tasa, y que diesemos poderes para que en el Santo
Concilio negociase, y para España,
y así por causa del dicho padre Joan de Padilla hemos presentado peticiones en
esta Real Audiencia de la ciudad de La Plata, y aunque decíamos todos que primero
informasemos y exhibiesemos y hiciesemos relación de todo a Vuestra Excelencia,
nunca nos dejó que informasemos a Vuestra Excelencia, diciendo que no tuviese-
mos esperanza en Vuestra Excelencia,
todo lo cual hemos dejado de informar a Vuestra Excelencia por causa del dicho
padre Joan de Padilla, y a nosotros nunca por imaginación nos pasó tal cosa, sino
por amor del padre Joan de Padilla hemos presentado peticiones en esta Real
Audiencia de La Plata.
Y así en todas estas juntas que nos ha hecho hacer han sido también para sus
fines e intereses, diciendo a cada uno de nosotros que le saquemos maíz del valle
de Cochabamba a la Villa de Potosí, diciendo que nos ayudaba y favorecía sobre
nuestros negocios, y así algunos repartimientos lo hemos sacado comida, y le
hemos traido a la villa de Potosí con nuestros ganados a medias;
A Vuestra Excelencia suplicamos humilísimamente sea servido de nos mandar
perdonar, pues a nosotros ni por imaginación se nos pasó por pensamiento, ni tal
intento tuvimos de pensar, sino que el dicho padre Joan de Padilla nos ha insistido
en este negocio con sus falsedades y bellaquerías, de lo cual debe mandar Vuestra
Excelencia castigar y desterrar de este reino, y a nosotros perdonar como a sus
menores hijos, pues la verdad hemos informado a Vuestra Excelencia, y si acaso
exhibiere a Vuestra Excelencia el dicho padre Joan de Padilla la sería total destruc-
ción de esta provincia, porque cada día nos incitaría a ellos en cosas que iríamos
contra lo proveido por Vuestra Excelencia, de la cual sería en gran daño nuestro, y
de la República, por que a nosotros no nos engañe ni a Vuestra Excelencia engañar
con las cartas, y en ello nos haría Vuestra Excelencia bien y merced, como a sus
menores hijos;
[f.1v] porque de aquí adelante nosotros todos los [de] esta provincia los hijos de
Vuestra Excelencia tendremos cuidado cada repartimiento, con nuestro corregidor,
de informar a Vuestra Excelencia de las cosas que conviniere, para que Vuestra Ex-
celencia como tan cristianísimo príncipe lo remedie y en esto tendremos lo remedie
[sic] y se duela de nosotros como padre de huérfanos y pobres, y lo enviaremos
e informaremos a Vuestra Excelencia de todas las cosas que conviene remediar,
juntamento con nuestros corregidores de cada partido.
Nuestro señor, la excelentísima persona de Vuestra Excelencia guarde y acreciente
en mayor estado como los menores hijos de Vuestra Excelencia lo deseamos de
esta villa de Potosí a 20.x.1576 años.
Excelentísimo señor, besamos los pies y manos de Vuestra Excelencia sus menores
hijos
don Diego Colque Guarache
don Martín Hochani
don Pedro Chuquichambi
MALLKU 857
232 Aquí don Fernando Ayavire Cuysara utiliza un apellido castellano, el de Juan de Velasco,
hijo del antiguo encomendero de Sacaca, el mariscal Alonso de Alvarado, para enfatizar
en este contexto su grado de ladinización. Es ampliamente difundida esta costumbre, ya
que en numerosos casos los encomenderos eran los padrinos de los caciques y éstos, como
ahijados, recibían su nombre y es muy probable que tal fuese el caso en este ejemplo.
233 Para la identificación de algunos de estos firmantes, véase la Figura 5.10 en esta Parte.
858 QARAQARA - CHARKA
[f.1v]
[Carta de don Juan Ayavire Cuysara]
Charcas, 8.ii.1598
Don Joan Ayaviri Cuysara, cacique principal del repartimiento de Sacaca y pueblo
de San Cristobal de Panacache235 y su provincia, alcalde mayor de los naturales de
la provincia de los Charcas y capitán de las tres naciones de ella. Pide 6 cosas:
1. Que se le haga merced en indios vacos o que vacaren de la renta que Su
Majestad fuere servido.
2. Que se le confirme el título y oficio que tiene de cacique principal del repar-
timiento de Sacaca etc. con el salario de 300 pesos ensayados perteneciente
al cacicazgo.
234 Documento sin foliación, la que ha sido puesta por los editores. Agradecemos la ayuda de
Margarita Suárez y Carmen Beatriz Loza en la preparación de la primera parte del texto.
Consiste en la presentación en 1598 por don Juan Ayavire Cuysara de una Probanza propia,
junto con otra Probanza de su padre, don Fernando, presentada por éste en 1583-84 para
apoyar su posición en el reclamo que hacía contra don Joan Colque (“el bastardo”) sobre
la capitanía superior de mita de todos los indios de Potosí. En 1599, sobre la base de la
información aquí publicada, el Rey aceptó concederle a don Juan un hábito de Santiago
y el permiso de seguir llevando el escudo de armas de sus antepasados; pero pidió más
informaciones sobre los méritos de don Juan, datos que no hemos podido localizar. En
1614 se confirmó la concesión de un escudo de armas por Felipe III como consta en el
Documento 22 de esta Parte.
235 Panacache se fundó como pueblo colonial después de la reducción toledana, ubicada en
la cuenca del río Chayanta, al sur de Sacaca. La madre de don Juan Ayawiri, doña María
Coacama, “mujer principal descendiente de padres y abuelos principales”, fue la hija del
señor principal de Panacache (f.7v). En 1590, el principal de este pueblo se llamaba don
Francisco Achacata (f.80v) y es tentador suponer que su padre fue don Hernando Achacata,
cacique principal de la parcialidad Pagre y chinukamana de Sacaca. Ver la Tercera Parte,
“Tasa”, el Documento 6 y el Cuadro 3.13d.ii); y la Presentación de la Segunda Parte,
“Encomienda” acápite 4 ii).
MALLKU 859
236 Esta carta precede la titulación del documento que aparece en la f. 2v.
860 QARAQARA - CHARKA
237 Esta lista incluye casi todos los pueblos coloniales ubicados en el antiguo espacio charka,
pero omite tanto a San Juan de Acasio, en los valles de Sacaca, como a San Cristóbal de
Panacache, señalado como pueblo principal de su señorío por don Juan Ayawiri, junto con
el pueblo de Sacaca, en este mismo Documento (por ejemplo f.1v).
MALLKU 863
a señor absoluto que de todos era en este mundo, luego el dicho Cuysara se
movió a acudir a cosa tan justa, por parecerle serlo como lo fue,
y dió orden y traza con los dichos sus indios y capitanes, y con todos los demás
señores de otras provincias, a que se sujetasen a cosa tan justa, haciéndolo
él primero que otro alguno, lo cual visto por los demás les movió a sujetarse
como el dicho Cuysara lo hizo, y fuera muy dificultoso el venir a obediencia
los demás referidos si al dicho mi bisabuelo no vieran que lo hacía, como lo
hizo,
y asimismo se ofrecieron otros muchos servicios en que Vuestra Alteza fue
muy servido, y entre ellos fue descubrir las minas de Porco que fueron las
que sustentaron el poder conquistar el emperador vuestro padre, de gloriosa
memoria, las guerras muchas que tuvo contra infieles y otras naciones que no
le querían dar la obediencia que le era debida, como todo esto lo tiene probado
el dicho don Fernando Ayavire mi padre, como por su probanza constar.
2. Item, el dicho don Alonso Ayavire mi abuelo, padre del dicho mi padre, hijo
del dicho Cuysara, sucedió en el señorío del dicho mi bisabuelo, y con todo
lo que debajo de su mano tenía acudió con mucha puntualidad, fidelidad y
diligencia a todos los motines y rebeliones que en esta tierra se ofrecieron
contra Vuestra Alteza, con su persona y muchos indios sus vasallos, basti-
mentos y carneros, con que sustentaba [f.5v] los campos que estaban por de
Vuestra Alteza, y animaba con su mucho valor y brío que en favor de vuestro
real servicio tenía a todos los soldados, lo cual y muchas otras cosas el dicho
don Fernando Ayavire tiene probado, como de su probanza constará.
3. Item, el dicho don Fernando Ayavire mi padre sirvió en muchas ocasiones a
Vuestra Alteza, como lo tiene probado, y fue un hombre de mucho valor y
peso y de mucho, bueno y lustroso trato, y anduvo siempre vestido en hábito
de español, sustentando con mucha honra, teniendo [a] su mesa de ordinario
muchos soldados, animándolos a que en las ocasiones que se ofreciesen de
vuestro real servicio acudiesen con sus armas en vuestra real defensa.
4. Item, el dicho mi padre asistió en vuestra villa de Potosí 14 años continuos
por alcalde mayor y capitán de todos los indios que vienen a aquel asiento,
haciendo con ellos extraordinarias diligencias para que vuestros reales quintos
fuesen aumentados, a mucha costa de su hacienda, que fue causa su mucha
diligencia que no faltasen indios en el Cerro Rico de la dicha villa por donde
resultaba el dicho aumento, el cual no hubiera sino fuera por el dicho mi padre,
y por el gran cuidado que en esto tuvo, celoso de servir a su rey y señor.
Y así mismo procuró que los dichos indios en todo el dicho tiempo tuviesen mucha
doctrina, y se apartasen de sus ritos y ceremonias antiguas, y fue tan bastante el
ver el modo de vivir del dicho mi padre que todos los caciques se vistieron en
hábito de españoles, y tresquilaron las coletas que como indios traían, y se fueron
entablando en vivir con policía, y muchos indios hicieron lo mismo,238 y se les
238 Según Pedro Pizarro, “... los Charcas que están más adelante traen los cabellos hechos crisnejas
y unas redecillas alrededor de las cabezas de unos cordones de lana colorada, con un cordón
de lo mismo que le baja por debajo de la barba asido a la redecilla”. Citado en Barragán,
¿Indios de arco y flecha?... (1994: epígrafe 1). Matienzo aclara que “el mayor castigo que se
les puede hacer y afrenta, es cortarles los cabellos”. Ver Gobierno… ([1567] 1968).
864 QARAQARA - CHARKA
fue quitando y extirpando sus ritos y ceremonias, que ha sido de mucho fruto
para que con más facilidad entren en conocimiento de lo que es nuestra santa
fe católica, movidos de ver a su mayor que aquello hacía.
5. Item, el dicho mi padre fue causa, con el servicio gracioso que a Vuestra Al-
teza hizo el año de [15]91 con 2000 pesos ensayados, que los corregidores,
regidores y personas de calidad y caciques e indios particulares se animasen
a hacer muy largas promesas que hicieron, de que no tenían voluntad ni áni-
mo sino vieran el mucho que el dicho mi padre tuvo en vuestro real servicio,
por ser el primero que fue llamado como hombre principal y cacique de esta
provincia, y tan nombrado y señalado en ella, y de tan buen nacimiento en
principal generación y fuerte aumento, que con su buen ofrecimiento hizo de
más de 50 pesos ensayados, por ser el primero en esta manda.
6. Item, el dicho mi padre, por ser persona de calidad y tenido y estimado en
esta provincia, hizo vuestro presidente el licenciado Joan Lopez de Cepeda
confianza de él para que cobrase mucha suma de pesos del corregimiento y
partido de Chayanta, que fueron 12.000 pesos ensayados, los cuales envió
personalmente, que si por esto no fuera no se cobraran, los cuales se metieron
en vuestra real caja, poniendo en todo mucha diligencia.
7. Item, yo el dicho don Joan Ayavire soy hijo legítimo del dicho don Fernando
Ayavire mi padre y de doña Maria Coocama su mujer legítima, que es mujer
principal y descendiente de padres y abuelos de mucha calidad en esta dicha
provincia, y los dichos mis padres no han tenido ni tuvieron otro hijo ni hija
legítimos más que a mi sólo, y como tal me han criado y alimentado por tal
manera que desde mi niñez el dicho mi padre me puso a la escuela, y me en-
tregó a los padres de la Compañia del nombre de Jesús de la villa de Potosí,
donde asimismo [f.6r] estudió la lengua latina, y tuve mucha doctrina y crianza
[y] policía como hijo de caballero tan conocido como fue el dicho mi padre,
que es ya difunto, y lo fueron mis abuelos y antepasados.
8. Item, en el criarme tuvo el dicho mi padre mucho cuidado de que fuese como
a hijo y descendiente de personas de tanta calidad como lo fueron los dichos
mis padre y abuelos, trayéndome de ordinario a caballo, en caballos regalados
con esclavos e indios que andaban en mi acompañamiento, enseñándome
como me enseñaron a jugar las armas, tañer y danzar y hacer más a caballo
y jugar cañas, y en otros muchos actos virtuosos y de lustre, que entre los
caballeros se estiman y acostumbran.
9. Item, siendo el dicho mi padre vivo, estando enterado de que yo tenía capa-
cidad, entendimiento y suficiencia para poder gobernar todo lo que el dicho
mi padre tenía a su cargo, me envió en su lugar por capitán y alcalde mayor
a la dicha villa de Potosí, donde estuve tres años continuos en el asiento de
minas de aquella villa del Cerro Rico de ella, haciendo con gran diligencia y
cuidado que no hubiese falta de indios en la labor y beneficio de ellas y de sus
ingenios, acudiendo en persona los más días al dicho cerro, entrando en las
propias minas a poner ánimo a los indios que en ellas trabajaban, para que con
mi visita sacasen más cantidad de metales que los que pudieran sacar, solo
con determinación de que vuestros reales quintos fuesen aumentados, y que
se entendiese de mi estos servicios, para que ellos mediantes yo alcanzacen
merced de vuestra real persona, siendo primero merecedor de ellos.
MALLKU 865
10. Item, por estar en la dicha villa en vuestro real servicio, y traer mi persona
muy adornada, como la traje con vestidos costosos de español para ser res-
petado y temido, para que con más llanesa y temor los indios y caciques que
acudían a las dichas minas con más presteza acudiesen a lo que yo como su
capitán les ordenaba y mandaba en vuestro real servicio, con lo cual quedó
muy adeudado.
11. Item, de ordinario me he tra[ta]do y trato con mucho lustre de mi persona y
casa, acompañándome criados y teniendo esclavos, caballo e mulas, y a mi
mesa siempre 10 y 12 españoles soldados y más, todo a fin de llevar adelan-
te la nobleza y genealogía y buena descendencia de mis padres y abuelos
y antepasados, y que no se pierda en mí, sino que antes vaya en aumento
que en disminución, para con esto animar en servicio de Vuestra Alteza a los
demás caciques de este reino a que vivan en policía y cristiandad, y acudan
con puntualidad a vuestro real servicio, que puestos en ella acudirán con más
presteza y facilidad.
12. Item, soy hombre de 26 años, bien agestado, de buena estatura, lustroso y
bien tratado, que no hago ninguna diferencia en mi trato, aspecto y habla
a los españoles políticos y cortesanos, y he sido muy estimado de vuestro
presidente y oidores y de vuestros regidores, y de las personas calificadas y
pre-eminentes de esta provincia, así eclesiásticos como seglares, y de todos
estos servicios de mi bisabuelo, abuelo y padre y mios no he sido ni ellos lo
fueron remunerados ni satisfechos.
13. Item, declaren los testigos si para yo ser remunerado por los dichos mi padre
y abuelos, y por mis testigos, y por ser descendiente por línea recta de varón
de señores naturales de esta tierra, merezco cualquier merced que en mí se
haga por vuestra real [f.6v] persona y Reales Consejos, y la que se me hicie-
ren concurren partes y calidad en mí para las recibir, que se me dé un hábito
de Santiago como a caballero y descendiente de tales y de lo mas, en lo que
vuestra real persona y Reales Consejos se sirva.
A Vuestra Alteza suplico mande se me reciba la dicha información por los capítulos
de ésta mi petición, con citación de vuestro fiscal en conformidad de vuestra real
cédula, y sobre lo que los señores dijeren y depusieren se dé por vuestro presidente
y oidores el parecer que convenga, en la forma que se acostumbra, conforme a la
dicha real cédula, y todo ello se envie a vuestro
Real Consejo de Indias donde pretendo yo pedir más por extenso se me haga merced.
Si más o mejor me conviene pedirlo, lo pido y juro, y para ello &a.
el licenciado Joan de Espinosa.
don Joan Ayavire.
Proveimiento
Recíbase con citación del fiscal de Su Majestad a quien cité para ello, proveyeron lo
de suso decretado los señores presidente y oidores en La Plata a 6.ii.1598, presente
el fiscal de Su Majestad a quien cité para la dicha información.
Rocaforte.
866 QARAQARA - CHARKA
Y que cuando los españoles ganaron la tierra hizo de su parte mucho para
que se sujetasen los caciques e indios de toda esta provincia, y fue el que
descubrió las minas de Porco, que han sido y son de mucha consideración
e importancia para la corona real, por razón de los muchos quintos que ha
habido para el emperador nuestro señor, y hay de presente, y esto responde
a este capítulo.
2. Del segundo capítulo dijo que este testigo ha oído decir públicamente por
cosa cierta cómo don Alonso Ayavire, abuelo del dicho don Joan y padre del
dicho don Fernando Ayavire, sucedió en el señorío del dicho su padre, y como
señor natural de los pueblos y repartimientos contenidos en el primer capítulo
gobernó los indios sus sujetos, con los cuales y con su persona, a su costa y
mención, acudió a las revoluciones y motines que hubo en esta provincia y
reino contra la real corona, y llevó mucha cantidad de carneros y otros basti-
mentos con que sustentó los campos y soldados que eran del servicio de Su
Majestad, y esto responde a este capítulo.
3. Del 3 capítulo dijo que este testigo sabe y vió que don Fernando Ayavire Cuisara,
cacique principal y gobernador de los repartimientos de Sacaca y Panacache y
sus anexos, padre del dicho don Joan Ayavire Cuysara, sirvió en las ocasiones
que se ofrecieron a Su Majestad con sus armas y caballos a su costa, y se
trató siempre muy principalmente sustentando a su mesa muchos españoles,
para que en las ocasiones que se ofreciesen del real servicio acudiesen con
puntualidad, y trató siempre su persona como español en su trato y vestido,
y esto responde [a] este capítulo.
4. Del 4 capítulo dijo que este testigo conoció ser alcalde mayor y capitán de
los indios de mita ordinaria que trabajan en las minas e ingenios de la villa de
Potosí, y lo fue antes que este testigo le conociese muchos años, el cual traba-
jaba mucho para cumplir con las mitas de los indios para la labor y beneficio
de las minas e ingenios de la dicha villa de Potosí y Cerro Rico, con lo cual los
reales quintos se aumentaban,
demás que trabajó mucho en que los dichos indios fuesen enseñados en la
policía y doctrina de nuestra santa fé católica, dando a los dichos caciques sus
sujetos y demás indios buen ejemplo con su buena vida y costumbres, con lo
cual fue mucho fruto para que los indios se quitasen de los ritos y ceremonias
antiguas y se españolasen con su vida y costumbres, y por andar el dicho don
Fernando Ayavire en hábito de español y tratarse como tal, los caciques sus
sujetos tomando en él ejemplo se vestían del mismo hábito, y esto responde
a este capítulo.
5. Del 5 capítulo dijo que este testigo sabe que el dicho don Fernando Ayavire
padre del dicho don Joan Ayavire sirvió a Su Majestad graciosamente cuando
el servicio gracioso con 2000 pesos ensayados, y por ser el primero llamado
para ello, como cacique principal y gobernador, se animaron todos los demás
caciques e indios de esta provincia, y muchos españoles que sirvieron a Su
Majestad, con más cantidad que tenían propósito por ver la largueza y ánimo
del dicho don Fernando Ayavire, con lo qual se sirvió a Su Majestad en esta
provincia con más de 100.000 pesos ensayados, y esto responde a este capí-
tulo, y lo sabe por haberlo visto. [f.7v]
868 QARAQARA - CHARKA
6. Del 6 capítulo dijo que este testigo sabe por haberlo visto cómo el dicho don
Fernando Ayavire, con comisión del señor presidente, cobró mucha cantidad
de pesos del servicio gracioso que se había mandado a Su Majestad en el
dicho corregimiento de Chayanta, el cual puso mucha diligencia y cuidado
para la dicha cobranza, y sirvió en ello a Su Majestad sin interés a su costa, y
la plata que cobró se metió en la Real Caja, y esto responde a esta pregunta.
7. Del 7 capítulo dijo que este testigo sabe que don Joan Ayavire Cuysara es hijo
de don Fernando Ayavire y de doña Maria Coacama, su mujer legítima, hija
del cacique y principal del repartimiento de Panacache, mujer principal des-
cendiente de padres y abuelos principales, y como tal su hijo legítimo habido
y procreado durante el matrimonio de los susodichos le criaron y alimentaron
nombrándole “hijo”, y él a ellos “padres”, sin haber habido cosa en contrario,
y es solo hijo legítimo que no tuvieron ni dejaron otro.
Los sobredichos como tal le pusieron a la escuela y al estudio en la Compañia
del nombre de Jesús de la villa de Potosí, donde aprendió el dicho don Joan
leer, escribir y latinidad, y es un hombre muy virtuoso de muchas partes y
suerte y habilidad, tratándose con mucho lustre su persona como caballero y
su hábito y traje y trato españolado sin usar de cosas de indios, y tiene mucha
policía, y esto responde de este capítulo.
8. Del 8 capítulo dijo que este testigo sabe y vió cómo el dicho don Fernando
Ayavire crió al dicho don Joan Ayavire su hijo con mucho cuidado, policía y
doctrina y lustre de su persona como caballero, hijo y descendiente de tales,
trayéndole a caballo de ordinario en caballos regalados con esclavos y criados
que le servían y acompañaban, y le enseñó jugar las armas y hacer más a un
caballo, tañer y danzar, jugar cañas y otros actos y ejercicios virtuosos y nobles
que suelen hacer y ejercer los caballeros y hombres principales.
9. Del 9 capítulo dijo que sabe y ha visto este testigo cómo el dicho don Joan
Ayavire Cuysara ha servido de alcalde mayor de los indios de la mita de la
villa de Potosí que en ella sirven de esta provincia más tiempo de tres años,
y el dicho cargo le traspasó el dicho don Fernando Ayavire su padre por ser
hombre hábil, experto, virtuoso de persona y capacidad para le usar y ejercer;
y durante el dicho tiempo el dicho don Joan Ayavire ha servido a Su Majestad,
trabajando con mucho cuidado que se enteren los indios de la mita para la
labor y beneficio de las minas e ingenios, y ha entrado muchas veces en los
socavones de las dichas minas, con lo cual los indios viéndole trabajaban con
más cuidado y sacaban más metales, con que se aumentaron los reales quintos,
y era y es tenido y respetado de todos los indios y caciques el susodicho por
su mucho valor.
10. Del 10 capítulo dijo que este testigo sabe y le ha visto a dicho don Joan Ayavire
tratar su persona con mucha costa y traído vestidos galanes y costosos de
España, y andado a caballo con esclavos y criados en la villa de Potosí y en
esta provincia, con lo que ha sido muy venerado y respetado de los caciques
e indios como su capitán y alcalde mayor, en lo cual ha gastado mucha plata,
que la cantidad cierta no sabe este testigo, y en ello a sido servido Su Majestad,
y esto responde de este capítulo.
11. Del 11 capítulo dijo que este testigo sabe por haberlo visto que el dicho don
Joan Ayavire Cuysara trata su persona con mucho lustre, y tiene esclavos y
MALLKU 869
el dicho tiempo de ‘49 años a esta parte. Y a los unos y otros trató y comunicó
hasta que murieron, y al dicho don Joan desde que era niño hasta ahora,
y que tiene y tuvo noticia de Cuysara, padre del dicho don Alonso Ayavire y
abuelo del dicho don Fernando Ayavire y bisabuelo del dicho don Joan Aya-
vire, porque a los susodichos y a otros muchos caciques, en especial a los de
la provincia de Paria, trataban en presencia de este testigo del dicho Cuysara,
diciendo como había sido uno de los señores naturales y capitanes más prin-
cipales del Inca, el cual en esta provincia de los Charcas y el señor de la dicha
provincia de Paria eran los dos señores de toda esta comarca y provincia, por
el Inca y porque de sus antepasados les perteneció el gobierno y señorío,
que era y fue muy notorio a este testigo y a las personas que de ello tuvieron
noticia, cómo el que el dicho Cuysara y don Alonso Ayavire su hijo fueron
señores en la manera dicha de 10.000 indios de la dicha nación Charca, que
les estaban sujetos por ser señores naturales de ellos, y sus antepasados antes
de los Incas, cuando vinieron a sujetar esta tierra, es público que hizo con los
antepasados del dicho Cuysara partidos y medios para que no le estorbasen
el sujetar esta tierra, dejándolos a ellos en su señorío y gobierno como antes
lo estaban, y mediante esto los atrajo a su voluntad sin guerra y los tuvo por
amigos, permitiéndoles traer como tales señores en andas con tirasoles de
plumería en hombros de indios con mucha veneración [f.8v], y en esta forma
vió este testigo que traían al dicho don Alonso Ayavire padre del dicho don
Fernando Ayavire, y después de él al dicho don Fernando su hijo en los prin-
cipios de su generación, hasta que se fue tratando con mulas y caballos como
español.
1. Del 1 capítulo dijo que todo lo en ello contenido este testigo oyó decir a muchos
de los caciques principales de esta provincia que fue y pasó como en el capí-
tulo se contiene, y en especial oyó decir a don fulano Ayavire, señor cacique
principal de la provincia de Paria que confina con la de Chayanta y Sacaca, que
su antecesor en la dicha provincia de Paria y señorío de ella, que se llamaba
Arigata que gobernaba en tiempo que los españoles vinieron a esta provincia,
que el dicho Ariguita [sic] su antecesor y el dicho Cuisara abuelo del dicho don
Fernando Ayavire, que también entonces era señor como está dicho desuso
de esta provincia de los Charcas en cantidad de 10.000 indios, ambos fueron
los primeros que de su voluntad dieron la obediencia a el emperador nuestro
señor, y a sus capitanes en su real nombre, e hicieron que los demás caciques
y capitanes comarcanos del Inca la diesen, mediante lo cual [no] fue necesario
haber guerra en esta provincia sino muy poca, y esa en Cochabamba, la cual
con el favor y ayuda de los dichos tan grandes señores se acabó en breve y
sin gran riesgo, el cual no pudiera dejar de haber y casi fuera imposible sujetar
esta provincia si los susodichos no se dieran a la obediencia del emperador
nuestro señor, así por ser los indios muchos y muy belicosos, como por ser
como es la tierra muy fragosa y doblada.
2. Del 2 capítulo dijo que no lo sabe, porque en las ocasiones que el dicho don
Alonso Ayavire pudo acudir al servicio de Su Majestad en lo que la pregunta
dice, fue en el levantamiento que hizo Gonzalo Pizarro, y en esta sazón este
testigo estuvo en la ciudad de Los Reyes, que había venido de Castilla con el
presidente Gasca, pero que por lo que después le vió hacer en otros motines
MALLKU 871
que fue que, siendo corregidor de esta provincia el licenciado Polo, se alzaron
contra el real servicio los indios de la provincia de Paria y otros, [y] el dicho don
Alonso los hizo allanar y apaciguó y los entregó pacíficos al dicho corregidor,
y cree y tiene por muy cierto este testigo que el dicho don Alonso acudiría al
dicho real servicio, como en el capítulo se contiene, y esto responde.
3. Del 3 capítulo dijo que todo el tiempo que trató y comunicó este testigo al
dicho don Fernando Ayavire, padre del dicho don Joan, le vió que, en el al-
zamiento de los indios Chichas, acudió contra ellos con muchos indios de su
tierra sus sujetos a la pacificación de aquellos Chichas con el general Martin
de Almendras,239 que por mandado de la Real Audiencia de esta ciudad fue a
los allanar, e hizo grandes castigos en ello,
el dicho don Fernando en la cual ocasión, y en las demás que se han ofrecido del
real servicio, como fue cuando se alzó don Sebastian de Castilla en esta ciudad,
y en otras ocasiones, acudió el dicho don Fernando Ayavire con sus indios y
caballos y comidas a lo que se le ordenaba por Alonso Alvarado, corregidor
que a la sazón era de esta provincia, y en especial sacó el dicho don Fernando
Ayavire [y] acudió con mucha comida, e indios para carga, a la Venta de las
Sepulturas, y caracoles,240 para el sustento del campo de Su Majestad, que iba
al Cuzco en busca de Francisco Xirón que también estaba alzado,
en el cual dicho campo iba este testigo, y vío que en estas ocasiones y en
las referidas desuso, y en las demás que se ofrecieron, siempre el dicho don
Fernando Ayavire acudió al real servicio en la forma dicha y manteniendo a su
costa muchos soldados, y asimismo en estas ocasiones y en tiempo de paz
[y] en las demás [que] se ofrecieron, ha servido y sirvió muy bien y aventaja-
damente como indio de mucho entendimiento y valor,
y como a señor a quien los indios obedecían le encomendaban los corregi-
dores muchas de las cosas del real servicio, de que siempre dió muy buena
cuenta y en todo el tiempo que le conoció este testigo, hasta que murió,
vió que se trató a la usanza española, así en el vestido como en las demás
cosas de lengua y trato, y con mucha autoridad, teniendo de ordinario mu-
chos soldados en su casa y mesa, y en prestando muchos dineros y otras
cosas para sus grangerías, acudiendo a todos con mucha voluntad, por ser
239 Martín de Almendras acudió a la pacificación de los Chicha, Umawaka y Kasawintu en 1565.
Agradecemos esta fecha a la gentileza de Ana María Presta: ver en esta Parte, “Mallku”,
Documento 19 (f.14v @ 11, y la nota 166). Debe notarse que don Fernando ayudó en la
pacificación de los Chicha, mientras que don Martín Alata y don Diego Soto, Mallku de
los Pikachuri, le ayudaron a castigar a los Umawaka y Kasawintu.
240 Bertonio, Vocabulario ... (1956 [1612]), “Venta, o tambo, qurpa uta”; cf. Covarrubias, Teso-
ro... (1987 [1611]), “Venta: comunmente es una casa en el campo, cerca del camino real, a
donde los passageros suelen parar el medio dia y a necesidad hazer noche. Dixose venta,
a veniendo, porque unos van y otros vienen, y ventero, el que assiste allí a dar recado”. El
servicio de los indios en las ventas y mesones del trayecto entre Las Sepulturas y Potosí
fue de suficiente importancia para que Francisco de Toledo diera una Provisión en abril de
1575 mientras estuvo en la Venta de la Lagunilla (Potosí). En Toledo, Disposiciones guber-
nativas, t.II… (1989:37-8). Provisión para el servicio de las ventas y mesones del trayecto
entre las Sepulturas y Potosí. Venta de la Lagunilla (Potosí) 16.iv.1575.
872 QARAQARA - CHARKA
como era y fue muy aficionado a la nación española, demás de que fue muy
buen cristiano y de mucha verdad todo el tiempo que vivió, y aún después
de muerto se ha visto bien [f.9r] lo susodicho en la orden que dejó en su
testamento y capellanías, obras pías y sacrificios y otras limosnas, que aún
a muchos de los españoles muy ricos ha hecho ventaja.
4. Del 4 capítulo dijo que este testigo sabe y ha visto que el dicho don Fernando
Ayavire asistió en la villa imperial de Potosí tiempo de 14 años, porque le vió
y trató en ella todo el dicho tiempo, interpoladamente unas veces dos o tres
años y otras veces cinco años que este testigo estuvo en la dicha villa; y desde
el principio que al dicho don Fernando vió asistir en ella hasta que por sus en-
fermedades la dejó fueron los dichos 14 años, y aunque como dicho es le vió
crecer interpolados no supo ni oyó decir que en todo el dicho tiempo hubiese
hecho ausencia, y que le vió que siempre se ocupaba sirviendo a Su Majestad,
haciendo oficio de alcalde mayor y capitán de los indios que acudían al bene-
ficio y labor de las minas e ingenios de la dicha villa y cerro, el cual dicho don
Fernando hacía e hizo diligencias extraordinarias para que los indios acudiesen
con mucho cuidado a la dicha labor y beneficio, y que ellos ni sus caciques y
mandones ni alguno de ellos no faltasen del dicho servicio, que fue causa y no
pudo ser menos sino que mediante el dicho se aumentaban los reales quintos
en mucha suma, porque está claro que si el dicho don Fernando no pusiera en
lo susodicho la diligencia dicha los principales e indios que de su natural so[n]
amigos de holgar y a que trabajasen poco y de ocuparse en sus borracheras,
no acudirían al dicho servicio con la puntualidad que el dicho don Fernando les
hacía acudir, con lo cual y con el castigo que de ordinario en ellos hacía, había
y hubo el dicho aumento en los dichos reales quintos.
Vió que los apremiaba a que viviesen en policía y a que acudiesen a la doctrina
cristiana, y con palabras y castigos y con el ejemplo que con su persona les daba
se fueron entablando los caciques principales y muchos de los indios particulares
a dejar sus hábitos y tomar él de los españoles, y se trasquilaban las coletas y
cabellos, y en esto se han quedado y va en aumento en lo cual que dicho es,
y en estirpar de entre los dichos indios los ritos y ceremonias de sus pasados,
y en que fuesen industriados en las cosas de nuestra santa fé católica, como lo
son, tuvo particular cuidado, y siempre andaba y trataba con religiosos teatínos
y de otras ordenes, de los cuales y de la gente granada241 y principal era y fue
muy amado por su buen trato y proceder, y en verle que acudía con tantas
veras a las cosas del servicio de Dios nuestro señor y de Su Majestad;
y demás de estos años, que después que el dicho don Fernando dejó la dicha
villa por sus enfermedades, han faltado y faltan del dicho cerro, minas e inge-
nios de Potosí mucha suma de indios de la labor de ellos, por no haber como
no hay cabeza y governador que los mande y govierne como lo hacía el dicho
don Fernando, a cuya causa ha habido y hay muchos menos quintos, como
es muy público.
5. Del 5 capítulo dijo que el año pasado de 1591, siendo este testigo alcalde
ordinario de la villa imperial de Potosí y uno de los 5 diputados del cabildo de
241 “Gente granada. La principal del pueblo y de cuenta; granado, lo cabal, lleno y cumplido”.
Covarrubias, Tesoro... (1987 [1611]).
MALLKU 873
9. De la 9 pregunta y capítulo dijo que este testigo vió que el dicho don Joan
Ayavire estuvo en la dicha villa de Potosí tiempo de tres años, ejerciendo los
dichos oficios de su padre de alcalde mayor y capitán de los indios del cerro,
minas e ingenios, lo cual le dió el dicho su padre después que por su enfer-
medad no acudió a ello, y al ver en el dicho don Joan tanta capacidad y virtud,
entendimiento y suficiencia; a lo qual vió que el dicho don Joan acudió con
mucha diligencia, cuidado y solicitud, sirviendo a Su Majestad, procurando
que no hubiese falta en los indios del dicho asiento, acudiendo en persona
al cerro y minas, entrando en los socavones a poner ánimo a los indios que
trabajaban para la continuación del dicho trabajo, haciendo que sacasen más
metales de los que de ordinario sacan, sólo con la voluntad que los reales
quintos fuesen aumentados, porque siempre dijo y publicó ser éste su deseo,
y que pretendía por ello alcanzar merced de Su Majestad, y esto es lo que vió,
supo y entendió, y lo que responde a este capítulo.
10. Del 10 capítulo dijo que en los dichos tres años que este testigo ha dicho
que el dicho don Joan Ayavire se ocupó en Potosí y en los dichos oficios de
alcalde mayor y capitán, y vió que todo este dicho tiempo se trató su persona
y casa con mucho adorno de vestidos y mesa y servicios muy costosos, todo
a la usanza española como lo ha acostumbrado y acostumbra a hacer, con lo
cual demás de su nacimiento era tenido, temido y respetado de los caciques
e indios que acudían al servicio de las dichas minas e ingenios, y con esto
haciendo lo que de los servicios de ellas les tocaba, y por el dicho don Joan
se le ordenaba con más presteza y cuidado sin haber falta en ello, y que en los
dichos tratamientos de persona y casa no pudo dejar de gastar mucha suma
de pesos, así por ser el pueblo muy costoso y las cosas de él muy caras, como
por traerse a tanta costa su persona, como está dicho.
11. Del capítulo 11 dijo que de ordinario ha visto que el dicho don Joan a la usanza
española se ha tratado y trata su persona a mucha costa, gala y policía, trayen-
do mulas y caballos, esclavos, criados, y en su mesa con mucha puntualidad
vajillas de plata y trato honroso y de lustre, teniendo de ordinario a su costa
muchos soldados que con él comen, como lo hacía el dicho don Fernando su
padre; con lo cual se aviva la nobleza de quien desciende, y los demas caciques
se animan a hacer lo mismo, y acudir con esto a las cosas del real servicio y
de nuestra santa fé católica.
12. Del capítulo 12 dijo que el dicho don Joan será de presente de hasta 26 años,
el cual es más bien agestado, de buena estatura y lustre y bien tratado con
mucha autoridad, que no hace diferencia a su trato, aspecto y habla a los es-
pañoles políticos y cortesanos, y ha sido y es muy estimado del presidente y
oidores de esta Real Audiencia, y de los corregidores y personas calificadas
y preeminentes, eclesiásticos y seglares que le conocen y tratan, y que este
testigo no ha sabido, visto ni oido decir que todos los servicios del dicho don
Joan ni de los dichos sus padres y abuelos hayale ni ellos sido remunerados
ni gratificados en cosa alguna.
13. Del capítulo 13 dijo que, por las razones que dicho tiene este testigo en este
dicho, y por ser como el dicho don Joan Ayavire es descendiente por línea
recta de varón de los señores naturales de esta tierra, sabe que el susodicho
es merecedor que por los dichos sus servicios, y de sus padres y antepasa-
MALLKU 875
y fue de muy buen ingenio, valor y peso, por lo cual era muy tenido de los
españoles y temido y respetado de los indios, y en especial los principales de
los españoles hacían mucho caso de él, y le trataban como a caballero, por
su mucho y buen gobierno con que acudía así a las cosas de su obligación y
a las particulares de los españoles.
4. Del cuarto capítulo dijo que desde el dicho tiempo de 10 años a esta parte,
hasta que el dicho don Fernando dejó por las dichas sus enfermedades de
asistir en Potosí, que hará cuatro años poco más o menos, vió este testigo que
asistía y asistió en ella sirviendo a Su Majestad en oficios de capitán y alcalde
mayor de los indios que a aquella villa y cerro acuden a la labor y beneficio
de las minas e ingenios de ella, y le fue y es muy público a este testigo que
antes que le comenzase a conocer había servido en el dicho ministerio mucho
tiempo el dicho don Fernando Ayavire y el dicho don Joan su hijo [f.10v] por
sumandado,
y ambos juntos acudían y acudieron con muchas veras al servicio de Dios
nuestro señor, procurando traer y traían a la casa y plaza de la Compañía del
nombre de Jesús de Potosí, adonde este testigo residía y se ocupaba en pre-
dicar y enseñar a los indios de la dicha villa, con lo cual este testigo era muy
ayudado del dicho don Fernando y don Joan, y mediante esto acudía gran
concurso en los sermones y doctrina, porque había a veces y las más de ellas
que con ayuda de los susodichos se juntaban a la dicha doctrina y sermones
8 o 10.000 indios; y demás de esto vió este testigo que procuraban con obras
y palabras atraer a los dichos indios a la ley evangélica, apartándolos de sus
ritos y ceremonias antiguas, con lo cual por ser los dichos don Fernando y don
Joan naturales de estos reinos y tan principales en ellos, los demás principales
caciques y indios acudían a hacer lo mismo; y a los dichos sermones y doctri-
na, aunque algunos caciques y principales acudían a hacer a los demás indios
venir a la doctrina y sermones, ninguno ni ahora lo hizo con tanto cuidado,
vigilancia, crianza y virtud como los dichos don Fernando y su hijo,
lo cual este testigo experimentó muchas veces, porque cuando los demás solos
sin los dichos acudían a ello, que era muy pocas veces y esas por estar por
aventura en el cerro o en otras partes del servicio de Su Majestad, no acudían
los indios a la dicha doctrina y sermones con tanta frecuencia como cuando
los dichos don Fernando y su hijo estaban en la dicha villa, y que entonces
hacían acudir muchísimos indios, y esto responde.
5. Del 5 capítulo dijo que este testigo se halló de presente en el año pasado de
1591 en la villa de Potosí, donde este testigo en aquella sazón usaba el oficio
de rector de la casa de la Compañía del nombre de Jesús de aquella villa, y
vió que las justicias y diputados que entendían en el empréstito y servicio
gracioso, en especial el señor presidente de esta Real Audiencia que fue al
susodicho, hizo llamar al dicho don Fernando Ayavire a la dicha casa y Com-
pañía de Jesús a la misma celda de este testigo, la cual había desocupado
para la posada del dicho señor presidente, y así vió que fue de los primeros
llamados para el dicho efecto, y que de su voluntad ofreció no en empréstito
sino en servicio gracioso a Su Majestad 2000 pesos ensayados, cosa que los
presentes,que había harta gente principal, se admiraron y tomaron ocasión
y ánimo, y así los españoles principales y otros como caciques principales
MALLKU 877
de Santiago, por ser como es de las calidades dichas y declaradas desuso este
dicho.
Preguntado si sabe o ha oido decir este testigo que el dicho don Joan Ayavire o los
dichos sus padres y abuelos hayan deservido a Su Majestad en alguna o algunas
ocasiones, declaró en que como y cuando dijo que no sabe ni ha oido decir.
Preguntado si sabe o ha oído decir que el dicho don Joan, o los dichos sus padres,
abuelos y pasados, o alguno de ellos u otro por ellos, han sido gratificados y
remunerados por los dichos sus servicios, o por alguna o algunas cosas que
declaren que cómo y dónde, dijo que no ha sabido ni oído decir que haya
ninguno de ellos sido gratificado de los dichos servicios.
Y que esto que tiene dicho es la verdad y lo que sabe de lo que se le pregunta
so cargo de juramento que hizo, y lo firmó, y que es de 50 años poco más o
menos, y que no le tocan las generales.
el licenciado Roxo.
Diego de Torres Ruvio.
Joan Francisco Rocaforte.
[4 testigo] El dicho padre Julian Delgado de la orden y Compañía del nombre de
Jesús, el cual habiendo jurado in verbo sacerdotis y siendo preguntado por
la petición en e[l] capítulo de ella, dijo
que de 10 años a esta parte, poco más o menos que ha, que este testigo co-
menzó a residir en la villa de Potosí, conoció y conoce a don Fernando Ayavire
Cuysara y don Fernando [sic] Ayavire Cuysara su hijo, a los cuales del dicho
tiempo a esta parte les ha tratado y comunicado, al dicho don Joan Ayavire
muy en particular y al dicho su padre algunas veces, hasta que dejó la dicha
villa por sus enfermedades, y que a don Alonso Ayavire Cuysara padre y abuelo
del dicho don Fernando [sic] no los conoció.
1. [n. s.]
2. [n. s.]
3. [responde el testigo, sin añadir nuevos datos]
4. [responde el testigo, sin añadir nuevos datos] [f.12r]
5. Del 5 capítulo dijo que en el año pasado de 1591, que es cuando en la dicha
villa de Potosí se hizo el empréstito y servicio gracioso a Su Majestad, vió que
uno de los primeros que para esto fue llamado fue el dicho don Fernando
Ayavire, el cual de su voluntad ofreció y dió en servicio gracioso y no en em-
préstito a Su Majestad 2000 pesos ensayados, lo cual fue causa de se animar
como se animaron los demás caciques y indios, y aún los españoles, a dar
como dieron mucha suma de pesos en el dicho real servicio gracioso y en el
dicho empréstito. Y según este testigo coligío de ellos, antes y después del
que como dicho es hizo el dicho don Fernando, no tenían voluntad de ofrecer
ni mandar la mucha cantidad que después cada uno mandó y dió, porque
demás de lo que dicho es el dicho don Fernando, animando a todos a que
acudiese[n] como acudieron a este dicho real servicio, y fue llamado el dicho
don Fernando de los primeros, por ser como era y fue hombre principal [y]
cacique tan nombrado y señalado en esta provincia y de buen nacimiento, y
MALLKU 879
que el dicho servicio que por su causa se hizo fue en mucha suma, lo cierto
de lo cual no se acuerda.
6. [n. s.]
7. Del 7 capítulo dijo que este testigo vió que el dicho don Fernando Ayavire
trataba y sustentaba y alimentaba al dicho don Fernando Ayavire su hijo [sic]
por legítimo suyo, aunque este testigo no conoció a su madre, porque la suso-
dicha decían asistía en el pueblo de Sacaca, y que por tal su hijo legítimo del
dicho don Fernando este testigo vió que el susodicho le trataba y nombraba,
llamándole “hijo” y él a él “padre”, y en tal posesión de su hijo legítimo este
testigo le tuvo y tiene y fue y es sabido y tenido comunmente reputado, sin
haber visto sabido ni oido decir cosa en contrario ... y que no ha sabido ni oido
decir que los dichos don Fernando Ayavire y su mujer hayan tenido otro hijo
legítimo sino al dicho don Joan, que como tal único legítimo heredero [sic]
los oficios y bienes del dicho su padre; el cual es muy público que lo puso a
la escuela de las primeras letras en Potosí y aprender la gramática y latinidad
en la casa y Compañía del nombre de Jesús de la dicha villa, adonde este
testigo le halló cuando comenzó a residir en ella, y le enseñó la dicha gramá-
tica y latinidad como maestro que fue de ella en la dicha villa, siendo el dicho
don Joan su discípulo, el cual fue uno de los discípulos más aprovechados y
señalados en sus estudios y en doctrina y cristiana crianza y policía de habla
y trato y hábito entre todos los españoles que allá acudían.
Y el dicho don Fernando Ayavire su padre, estando ausente de la dicha villa,
solicitaba a este testigo y a los demás padres [f.12v] de la Compañía de Jesús,
con sus cartas y letras muy regaladas y de mucho amor y afición, para que
tuviesen cuidado del castigo y enseñanza del dicho don Joan su hijo.
8. Del 8 capítulo dijo que este testigosabe y vió que el dicho don Fernando Aya-
vire de ordinario traía y trajo al dicho don Joan Ayavire su hijo a caballo, y en
caballos regalados y con criados [y] esclavos negros [e] indios que le servían
y acompañaban, y le hizo enseñar a jugar las armas y hacer mas a caballos
y jugar cañas, danzar, tañer y otros actos de virtud y de caballeros nobles,
comoellos lo eran y el dicho don Joan.
9-11 [responde el testigo, sin añadir nuevos datos]
12. ... Y que no sabe ni ha oído decir que por los servicios del dicho su padre ni
por lo que dice hicieron sus abuelos a Su Majestad hallánselos ni alguno de
ellos ni otro por ellos sido remunerados ni gratificados en cosa alguna.
[f.13r] ... Preguntado en qué cosas sabe este testigo que el dicho don Joan o su
padre [o] abuelos han deservido a Su Majestad y en qué tiempos y ocasiones,
dijo que no sabe ni ha visto ni oido decir tal cosa.
Preguntado si sabe que hayan recibido algunas pagas o remuneraciones de Su Ma-
jestad o de otra persona en su real nombre por sus servicios o en otra manera,
dijo que no le consta tal cosa y que lo que dicho tiene es la verdad.
Y lo que sabe so cargo del juramento que hizo, y que es de 31 años poco más o
menos y que no le va interes en esto ni le toca otra alguna de las preguntas
generales y lo firmó
el padre Julian Delgado.
Ante mi Joan Francisco Rocaforte.
880 QARAQARA - CHARKA
243 Aquí termina la Probanza de don Juan Ayavire Cuysara y empieza la Probanza anterior
(1583-84), de su padre, don Fernando Ayavire Cuysara.
244 Este Interrogatorio se presenta por primera vez en 2.xii.1583 (ver el Decreto abajo) y se
sigue por el testimonio de los primeros 13 testigos, que dura hasta 17.xii.1583. Según
parece, se tomó un receso para Navidad y el mismo Interrogatorio volvió a presentarse
en 31.xii.1583, precedido por la Provisión Real dada por la Receptoría de La Plata en
3.xii.1583 (cuyo traslado no se encuentra aquí). Se ha omitido de esta edición la segunda
versión del Interrogatorio, pero hemos consignado las variantes más significativas en las
notas a pie de página.
884 QARAQARA - CHARKA
245 No se conoce un pueblo de Vitora en territorio charka. Por el contexto, quizás se trate de
Tomata, en los valles de Chayanta; ver el Mapa 4.2. Nótese que don Fernando Ayawiri no
se dice cacique del pueblo de Panacache: es su hijo, don Juan, quien asume el señorío de
Panacache, heredado de su madre (f.7v).
246 Segundo traslado: “De Su Majestad” omitido.
247 Segundo traslado: “Derecho”.
248 Segundo traslado: “Copacatiara”.
249 Segundo traslado: “El dicho Copacatiara”.
250 Segundo traslado: “Coococho”.
251 Segundo traslado: “Coococho”.
MALLKU 885
y mucha ropa fina de cunbe, y cocos de plata252 y oro, y tenía más de 50 indios
de servicios personales e indias así para el servicio de su casa como para las
labranzas de sus chacaras y sementeras y guarda de ganados y otras cosas, y
así como tal los dichos Incas cada uno en su tiempo le ocupaban en capitanías
y conquista allende del gobierno que tenía, por le venir el dicho cacicazgo por
justo y derechos títulos de línea re[c]ta de huno Malco,253 que quiere decir “señor
de salva”254 en los reinos de España, digan etc.
6. Si saben que, después de haber gobernado mucho tiempo, el dicho Cooco,255
bisabuelo del dicho don Fernando Ayavire, en la forma referida en la pregunta
antes de esta, por su fallecimiento sucedió en el dicho señorío cacicazgo y
capitanía como su heredero universal Cuysara su hijo, abuelo del dicho don
Fernando Ayavire, el cual antes y después de fallecido Guaina Capa, cuando
sucedió en el gobierno Gualca256 Inca [sic], en compañía de los dichos Incas,
como persona tan calificada y señor de 10.000257 indios de guerra y vasallo de
la nación de los Charcas, era muy venerado, tenido y reverenciado, y el dicho
Gualca258 Inca hacía mucha confianza de su persona, y le encargaba negocios
de mucha calidad, como era enviarle a cosas de gobierno, conquistas, castigos
y rebeliones de provincias, y andaba como el dicho Cohoco259 su padre en la
misma lanpa, y traía su quitasol de plumería, la cual joya el Inca no la da a
todos sino a personas de calidad y autoridad, como lo era el dicho Cuysara, y
donde quiera que estaba era tenido y respetado como tal señor, y los dichos
Incas, por la conservación de su amistad y por los tener como personas tan
calificadas, le daban presentes de camisetas y mantas de lo rico que hacían
para su mismo vestir, cocos, manillas de oro [f.18r] y plata y gargantillas y
otras cosas de mucha estimación y valor, digan.
7. Item si saben que al tiempo que estaba gobernando el dicho Cuisara en acom-
pañamiento y por orden del dicho Gualcar260 Inca entraron los españoles en
este reino, y después de haber pacificado las demás provincias del Cusco
y Lima Hernando Pizarro y Gonzalo Pizarro subieron gente a esta provincia,
para cuya resistencia hicieron consulta y junta general, y se hallaron en la villa
de Cochabamba261 en la dicha resistencia y contradicción y junta de parte de
los Charcas el dicho Cuisara, abuelo del dicho don Fernando Ayavire, y de la
parte de los Quillacas, Guarache, padre de don Juan Colque difunto, y de los
que allí sean doctrinados e industriados en las cosas de nuestra santa fé ca-
tólica por los sacerdotes de la dicha orden, poniendo en ello todo el trabajo
posible, digan.
20. Item si saben que, demás de lo susodicho, el dicho don Fernando Ayavire ha
andado y anda personalmente por las rancherías de la villa de Potosí evitando
las borracheras y otros malos vicios que los naturales de la dicha villa de Po-
tosí han acostumbrado, y por ello los corregidores y las demás justicias deSu
Majestad y prelados de cualquier orden y las demás personas de calidad le
han favorecido y agradecido, lo que así hace al dicho don Fernando como a
persona celosa de la honra de Dios nuestro señor y conversión de los naturales,
digan.
21. Item si saben que, todo el tiempo que el dicho don Fernando Ayavire ha
usado y ejercido el dicho oficio y cargo de capitán en la dicha villa de Potosí,
lo ha usado con toda rectitud, cuidado y dilijencia en todo lo que se le ha
mandado por las justicias de la dicha villa, así cuando sucede alguna muerte
de españoles o indios como cuando hay algún robo [o] fuga de delincuentes,
dando recaudo bastante a todo lo que por los dichos corregidores y justicias
de la dicha villa le ha sido mandado, dando indios para las minas e ingenios y
a lagunas y servicio de la plaza y en mandar a acudir a la paga de los granos
y demás cosas necesarias, sin que haya habido ni haya falta en lo que a él
le toca en las demás cosas que por las justicias le ha sido y es ordenado y
mandado, digan.
22. Item si saben que el dicho don Fernando Ayavire en todo el tiempo que ha
usado y ejercido el dicho oficio y cargo de capitán en la dicha villa de Potosí
siempre y ordinariamente ha tenido gran cuidado de favorecer a los natu-
rales que residen en la dicha villa, no tan solamente a los naturales de esta
provincia pero a los Collasuyos que vienen de diversas provincias, [y] a todos
en general les favorece y hace todo el buen tratamiento, como es público y
notorio, digan.
23. Item si saben que los padres y abuelos de don Juan Colque Guarache difunto
no fueron de las partes y calidades que los padres del dicho don Fernando
Ayavire y Velasco, porque fueron Urinsayas de la parcialidad de los Carangas,
y fueron sus segundas personas de los caciques principales de los Carangas y
sus sujetos, los cuales solamente tuvieron sujetos a su mandar 5000 indios, y
el dicho don Juan Colque Guarache, por ser ladino y mañoso, visto que todos
los caciques principales eran muertos, como tal persona sagaz se apoderó con
mañas y cautelas que para ello tuvo de manera que se llamó señor principal
de los Quillacas y nación por sí, como es público y notorio.
24. Item si saben que el dicho don Juan Colque y don Juan Soto, personas que
pretenden y litigan el cargo de la superioridad de la capitanía, hijo que dijo
ser de don Juan Colque Guarache difunto, puesto caso que tuviese edad y
habilidad, partes y calidad que para el dicho cargo se requiere, que no lo tiene
por ser hijo bastardo, por lo cual es incapaz de tal cargo y de otros de gobier-
no, y en todas [f.20r] las leyes y ordenanzas reales de Su Majestad las tales
personas son prohibidas de semejantes cargos, y no se les admite en ningún
cargo semejante a él que pretende, porque como es público y notorio para
administrar y usar semejantes cargos ha de ser la tal persona de las partes y
890 QARAQARA - CHARKA
obedecer al dicho Consara, abuelo del dicho [f.20v] don Fernando, vinieron
todos los indios de esta provincia de paz, y esto responde a la pregunta.
7. ... dice lo que dicho tiene en la pregunta antes de esta.
8. A las 8 preguntas dijo que en lo que toca a esta pregunta dice pasa, porque así
se lo dijeron a este testigo los capitanes que se hallaron con el dicho Consara,
y fue público que Mango Inga envió a matar al dicho Consara porque había
dado la obediencia a los españoles, el cual se huyó de miedo del dicho Mango
Inca y nunca mas apareció.
9. [dice lo que dicho tiene en la pregunta antes de esta]
10. A las 10 preguntas dijo que fue notorio que fué el dicho Consara a las provin-
cias de Chile al tiempo que fué a ellas don Diego de Almagro, y en lo demás
que dice lo que dicho tiene.
11. A las 11 preguntas dijo que este testigo conoció Ayavire, hijo del dicho Consara,
que después se tornó cristiano y se llamó don Alonso, padre del dicho don
Fernando, y le vió ser señor del repartimiento de Sacaca porque los demás
pueblos que gobernó su padre se encomendaron a diversas personas, y así
quedó con solamente el señorío de la parcialidad de Urinsaya.
12. A las 12 preguntas dijo que como dicho tiene conoció al dicho don Alonso
padre del dicho don Fernando, y le trató mucho tiempo, y en las guerras de
las alteraciones pasadas sirvió a Su Majestad y acudía a lo que le mandaban
sus capitanes con todo el recaudo de carneros y bastimentos necesarios, y
nunca supo ni entendió que desirviese a Su Majestad.
13. A las 13 preguntas dijo que ha visto que el dicho don Fernando como hom-
bre de bien le tiene por buen cristiano, y es muy querido de los españoles y
tiene mucho respeto a los sacerdotes, y este testigo ha pasado por su pueblo
muchas veces, y le ha visto que hace bien a los españoles y nunca le ha visto
bajezas como en otros, porque no se emborracha, ni come coca, y es persona
de mucha razón, y humilde a las justicias y a los que no lo son.
14. A las 14 preguntas dijo que dice lo que dicho tiene en la pregunta antes de
esta, y este testigo ha visto que la Audiencia Real de esta ciudad y demás
justicias le han hecho mucha honra por merecerlo su persona, y sabe que
ha que gobierna el repartimiento de Sacaca y los demás a él sujetos de más
tiempo de 14 años, y le tiene por tal como la pregunta lo dice.
15. [responde el testigo, sin añadir nuevos datos]
16. A las 16 preguntas dijo que se remite a la merced que la pregunta dice, y que
en el dicho don Fernando cabe muy bien la capitanía que dice la pregunta,
porque es un hombre que jamás le han visto comer coca ni embriagarse, y
esto se le ha de tener a mucho, por ser cosa entre ellos muy usada, y ser [f.21r]
buen cristiano y tener mucha razón, y saber leer y escribir, que hace mucho al
caso para el dicho cargo.
17. [responde el testigo, sin añadir nuevos datos]
18-22. [responde el testigo, sin añadir nuevos datos]
23. A las 23 preguntas dijo que este testigo conoció a los indios antiguos, padres y
abuelos, como fue Caporota y Guarache, y que comparados con la generación
892 QARAQARA - CHARKA
de los Charcas y de los padres del dicho don Fernando es como comparar
pastores con caballeros.
24. A la 24 preguntas dijo que sabe por las causas que tiene dichas que el dicho
don Juan Guarache, hijo del dicho don Juan Colque difunto, es hijo bastardo,
y con mucho no tiene que ver con el dicho don Fernando así en calidad y
habilidad, y estará el cargo muy mejor en el dicho don Fernando que no en el
dicho don Juan, por muchas causas que podría decir.
25. A las 25 preguntas dijo que por las causas que tiene dichas, y por ser el dicho
don Fernando buen cristiano y tener buen entendimiento, merece el dicho
cargo de capitán porque lo usará con bondad, y dando buen ejemplo a los
naturales porque como dicho tiene nunca jamás ha entendido que se haya
emborrachado, y es hombre de vergüenza que muy pocos de ellos la tienen,
y Su Majestad y los señores presidente y oidores tienen obligación a hacerle
merced, porque de semejante indio se han de fiar por el buen ejemplo que dá
de su persona a todos.
26. A las 26 preguntas dijo que lo que dicho tiene es la verdad y público y notorio
para el juramento que hizo y lo firmó
Torivio de Alcaraz.
ante mí Francisco Lopes de Ribera,
escribano relator.
[2 testigo] En La Plata en 7.xii.1583 el dicho don Fernando Ayavire presentó por
testigo Antonio Quixada, vecino de esta dicha ciudad, del cual se recibió jura-
mento en forma de derecho sobre la señal de la cruz, y prometió decir verdad,
y siendo preguntado dijo lo siguiente:
1. A la 1 pregunta dijo que conoce al dicho don Fernando Ayavire y conoció [f.21v]
a su padre don Alonso y tuvo noticia de Consara su abuelo, que fueron señores
de Sacaca y su partido, y tiene noticia de este pleito. Preguntado por las gene-
rales dijo que es de edad de más de 70 años y no le tocan las generales.
2-5. [n. r.]
6. A las 6 preguntas dijo que como dicho tiene en la primera pregunta este tes-
tigo tuvo noticia de Consara, abuelo del dicho don Fernando, y supo como
fue capitán del Inca y muy principal indio, y era muy público y notorio que el
Inca a sus capitales [sic] y caciques principales les daba asientos y consentía
que anduviesen en andas y los honraba con estas insignias, demás de que
al tiempo que este testigo entró en esta provincia, que puede haber 40 años
poco más o menos, se lo dijeron a este testigo los caciques principales de
esta provincia cómo el dicho Consara había sido cacique principal y capitán
muy principal del Inca, y esto responde.
7. A las 7 preguntas dijo que fue público lo que la pregunta dice haberse juntado
en el valle de Cochabamba a resistir a los españoles, y asimismo salieron a dar
la obediencia a los españoles en el tambo de Auquimoro270 y esto responde.
8-9.Dijo que dice lo que dicho tienen en la pregunta antes esta
270 Debe ser Auquimarca; ver en esta Parte, “Mallku”, el Documento 10 (f.9v, Cap. 48).
MALLKU 893
señor principal de todos los Charcas, y capitán del Inca, y andaba en andas,
y con un quitasol de plumerías como señor principal, y esto responde a esta
pregunta.
7. A las 7 preguntas dijo que dice lo que dicho tiene en la pregunta antes de esta,
y sabe y vió que todos los dichos principales que la pregunta dice estuvieron
en el valle de Cochabamba sobre los españoles, porque los conoció a todos
y en la dicha conquista mataron los españoles [a] muchos indios en un llano
y esto responde a la pregunta.
8. A las 8 preguntas dijo que Consara, abuelo del dicho don Fernando, el señor
de los Charcas, y Moroco señor de los Caracaras, fueron los primeros que
dieron la obediencia a los cristianos e[n] nombre de Su Majestad, y nunca
más hubo entre los indios rebelión sino siempre estuvo pacífico hasta el día
de hoy, y esto responde a esta pregunta.
9. A la 9 pregunta dijo que Moroco y Consara fueron los que descubrieron las
dichas minas de Porco que los Incas poseían, donde se sacaba mucha cantidad
de plata, y lo demás que dice lo que dicho tiene en las demás preguntas.
10. [n. s.]
11. A las 11 preguntas dijo que sabe la pregunta porque lo vió como en ella se contie-
ne por vista de ojos, porque el marqués don Francisco Pizarro dió y encomendó
mucha cantidad de indios que quitó al dicho don Alonso padre del dicho don
Fernando, y le dejó con el repartimiento de Sacaca y los sujetos a él, porque
era la cabeza de los Charcas el repartimiento de Sacaca, y esto responde.
12. [responde, sin añadir nuevos datos]
13. A las 13 preguntas dijo que así como la pregunta lo dice pasa y es verdad,
porque este testigo lo ha visto por vista de ojos y comunicación que con él
ha tenido, y esto responde a esta pregunta.
14. A las 14 preguntas dijo que todo lo que la pregunta dice es así como la pregunta
lo dice, porque como dicho tiene ha comunicado este testigo al dicho don
Fernando y tiene todas las partes que la pregunta dice, y esto es muy notorio.
[f.23r]
15. [responde, sin añadir nuevos datos]
16. A las 16 preguntas dijo que lo ha oido decir por cosa pública todo lo que la
pregunta dice, y se remite a los títulos.
17. A las 17 preguntas dijo que dice lo que dicho tiene en las demás preguntas,
y que el dicho don Fernando es persona en quien cabe cualquier merced que
se le haga, por ser buen cristiano y tener buen entendimiento, y saber leer y
escribir, que es principal negocio para lo que toca al cargo de capitán, y esto
responde.
18-22. [responde, sin añadir nuevos datos]
23. A las 23 preguntas dijo que con mucho no se tenía en tanto el señorío de
Guarache como el de Consara, [que] fue capitán y señor de muchos indios y el
dicho Guarache de muy pocos, y había mucha diferencia en las calidades entre
el dicho Consara y Guarache, por ser más tenido y respetado el dicho Consara
de todos los señores de esta tierra, y esto responde a esta pregunta
MALLKU 895
271 Para el papel clave desempeñado por Pawllu Inka en la pacificación de las “siete naciones” de
Charcas, ver el acápite 7 del Ensayo de Interpretación “Charka Rojo, Charka Blanco”.
272 Cf la versión de los acontecimientos dada en el “Memorial de Charcas”, publicado como
Documento 20 en este tomo, especialmente capítulos 48-49, ff.9v-10r.
896 QARAQARA - CHARKA
273 Esta información nos permite fechar la muerte de Cuysara y la sucesión de su hijo Ayavire
en 1542 aproximadamente. Ayavire se habrá bautizado Alonso después de que Alonso de
Alvarado, seguido por Alonso de Montemayor, recibieron la encomienda de Sacaca en
1548-9.
274 Deducimos que los indios de Chayanta estaban concentrados en el repartimiento de Ti-
quipaya porque Canche era el cacique principal de Chayanta Hurinsaya. Ver al respecto
la Presentación de la Segunda Parte, “Encomienda”, acápite 4 ii), y la Figura 2.5, y en la
Tercera Parte, “Tasa”, el Documento 7 y el Cuadro 3.12a.
275 Quizás Cuyo, el nombre de dos de los caciques de Cochabamba según el Interrogatorio
de Polo de 1560. Ver Wachtel, “Los mitimas…” (1981).
MALLKU 897
trató con ellos, preguntando quién era el cacique y señor principal de ellos y de
Chayanta y de Tomata, y le dijeron todos estos caciques que tiene dicho este
testigo que el señor y capitán de todos ellos había sido Consara, padre del dicho
don Fernando [sic] Ayavire, abuelo del dicho don Fernando, le traían en andas
como señor principal y con quitasol de plumas, y a este testigo le parece y era
notorio por lo que los dichos caciques dijeron que por ser señor principal andaba
en andas y capitán del Inca, porque los que no lo eran no traían esta autoridad,
y lo demás en la pregunta lo oyó decir a muchas personas, especialmente a
Rodrigo de Orellana que fue conquistador de los Charcas.
10. Dijo que es público lo contenido en la pregunta.
11. A las 11 preguntas dijo que este testigo conoció al dicho don Alonso, hijo del
dicho Consara y padre del dicho don Fernando Ayavire y Velasco, y le trató mu-
cho y le vió fue cacique de Sacaca y de los demás sujetos a él, y le respetaban
todos los caciques de Cochabamba y Chayanta, porque cuando este testigo
traía los caciques de Cochabamba a Potosi a las minas, haciendo noche en
Sacaca porque es camino para Potosí, y allá vió este testigo que le respetaban
los caciques de Cochabamba como a señor, porque antes que se dividiesen los
repartimientos de Cochabamba era señor de todo ello el dicho Consara, y por
esta causa quedó el dicho don Alonso Ayavire con el repartimiento de Sacaca
con los demás a él sujetos, porque en el repartimiento que hizo el marques don
Francisco Pizarro los dividió y repartió a los españoles, y esto responde.
12. A las 12 preguntas dijo que este testigo vió, porque se halló en las alteraciones
de Gonzalo Pizarro, que el dicho don Alonso Ayavire, padre del dicho don Fer-
nando Ayavire, acudió siempre al servicio de Su Majestad, dando favor a los
capitanes de Su Majestad con carneros y lo necesario que habían menester,
y esto responde a esta pregunta.
13-15. [responde, sin añadir nuevos datos]
16-24. [n. r., remite a la pregunta]; [f.25r]
25. A las 25 preguntas dijo que por las causas que tiene dichas en las demás pre-
guntas cabe en el dicho don Fernando Ayavire, y esto responde, y cualquiera
merced que Su Majestad le hiciere, por tener todo lo que se puede hacer en
un indio de razón, demás de que para el dicho cargo sabe leer y escribir que
es cosa importante, y esto responde de esta pregunta.
26. A las 26 preguntas dijo que tiene dicho es la verdad y público y notorio para
el juramento que hizo, y lo firmó en su nombre.
Garcia Ruiz de Orellana.
ante mi Francisco López de Rivera, escribano receptor.
[6 testigo] En la ciudad de La Plata a 17.xii. del dicho año presentó por testigo a don
Miguel Cusi Tupa Yupangui Inga, natural de la ciudad del Cuzco, residente en
esta dicha ciudad, del cual se recibió juramento por interpretación de Cristoval
Ramirez por Dios nuestro señor y por la señal de la cruz en forma de derecho,
y siendo preguntado dijo lo siguiente:
1. A la 1 pregunta dijo que tiene noticia de Consara, abuelo del dicho don Fernan-
do, y de don Alonso Ayavire su padre, y que conoce al dicho don Fernando hijo
del dicho don Alonso Ayavire y nieto del dicho Consara, y asimismo conoció a
898 QARAQARA - CHARKA
don Juan Colque Guarache, capitán que fue en [f.25v] Potosí de los naturales,
y que conoce a don Juan Colque Guarache que está al presente en Potosí, y
los demás que la pregunta [dice] no los conoce.
A las generales de la ley dijo que es de edad de 65 años poco más o menos,
y que no le tocan las demás generales que le fueron hechas.
2. A la 2 pregunta dijo que cuando este testigo vino a esta provincia de los Charcas
era ya muerto don Alonso Ayavire, padre que decían ser del dicho indio, y que
como hijo suyo le ha visto este testigo que está en el señorío y mandado como
cacique principal en el repartimiento de Sacaca y lo a él anexo, y al presente
es, al [?] ser cacique principal de él.
3. A la 3 pregunta dijo que es público y notorio lo que la pregunta dice, demás de
que a los padres de este testigo le[s] oyó muchas veces tratar de que Consara
y sus abuelos habían sido señores principales en esta provincia de los Charcas,
y capitanes de los Incas, y que como tales le hacía mucha cortesía y los tenía
en mucho caudal, y andaban en andas y se sentaba en duho, lo cual no era
admitido sino a los que eran señores, y esto responde a esta pregunta.
4. [n. r., remite a la anterior]
5. A la 5 pregunta dijo que dice lo que dicho tiene y que como ha dicho a los
señores y capitanes principales andaban en andas y traían tirasoles de plumas,
y así era público y notorio que el dicho don Alonso y Consara, padre y abuelo
del dicho don Fernando, andaban como dicho tiene en andas, y era público
ser señores principales, y esto responde a esta pregunta.
6. [n. r., remite a la anterior]
7. A la 7 pregunta dijo que lo contenido en la pregunta fue muy público y notorio
a todos los que de ello tienen noticia.
8. A la 8 pregunta dijo que este testigo sabe que lo que en la pregunta fue así
como en ella se declara, porque este testigo lo oyó tratar en la ciudad del Cus-
co, entre la gente de guerra, como el dicho Consara había dado la obediencia
primero que otros indios a Su Majestad, y a sus capitánes en su nombre, en
el valle de Cochabamba en el pueblo de Auquimarca.
9. [n. r., remite a la pregunta]
10. A la 10 pregunta dijo que es público que, cuando don Diego de Almagro fué
a las provincias de Chile a su descubrimiento, fué con el dicho Consara por
ser principal y capitán a quien todos los indios de esta provincia respetaban.
11. A las 11 preguntas dijo que dice lo que dicho tiene, y que es verdad que por
don Francisco Pizarro se repartieron entre los españoles los repartimientos
que la pregunta dice, y así el dicho Consara no pudo quedar sino con el re-
partimiento de Sacaca y lo a él sujeto, y esto responde [f.26r]
12-16. [responde, sin añadir nuevos datos]
17. [n. r., remite a la pregunta]
18. A las 18 preguntas dijo que siempre este testigo ha visto, de más de 20 años
a esta parte que ha que le conoce, que todos los caciques de esta provincia
han respetado al dicho don Fernando como hijo de señor y le muestran reco-
nocimiento.
MALLKU 899
Ayavire, padre del dicho don Fernando Ayavire, los cuales todos ellos fueron
señores principales de la provincia de los Charcas, y andaban en andas como
tales señores, y fueron capitanes de los Incas, y esto responde a esta pregunta.
7. A la 7 pregunta dijo que este testigo vió por vista de ojos cómo al tiempo
que gobernaba y era señor de esta provincia Consara, abuelo del dicho don
Fernando, entraron conquistando los españoles, y vió que Hernando Pizarro y
Gonzalo Pizarro vinieron conquistando hasta Cochabamba, donde este testigo
vió que el dicho Consara y los demás que la pregunta dice se juntaron en el
dicho valle a resistir los españoles, y lo vió porque este testigo fue en la com-
pañía de Aymoro, que fue uno de los caciques que allí se juntaron, a donde
los españoles desbarataron a los indios, y esto responde a esta pregunta.
8. A la 8 pregunta dijo que este testigo vió, porque se halló presente, que después
de haber los españoles desbaratado a toda la gente que estaba en Cochabamba
el dicho Consara, estando en el pueblo de Aiquimarca [sic], dió la obediencia
a los españoles, y rogó y persuadió a los demás caciques que allá estaban que
sirviesen a los españoles, porque no tenían remed[i]o de sustentarse, así por
parecer y persuación del dicho Consara se allanaron todos los indios, y este
testigo vió que el dicho Consara vino con los capitanes españoles de esta pro-
vincia, sirviéndoles en todo lo necesario para su aviamiento.
9. A la 9 pregunta dijo que dice lo que dicho tiene en la pregunta antes de esta,
que este testigo vió que el dicho Consara, abuelo del dicho don Fernando,
ayudó a los españoles como capitán y señor principal que era de esta provincia
a sujetar todos los demás indios de esta provincia, y esto responde.
10. A la 10 pregunta dijo que este testigo vió que, después de haberse pacificado
la dicha guerra, el dicho Consara por mandado del dicho Hernando Pizarro y
Gonzalo Pizarro fue a las provincias de Chile con el adelantado don Diego de
Almagro al descubrimiento de él, donde tardó 2 años y más en el dicho viaje,
y esto responde.
11. A las 11 preguntas dijo que este testigo vió que, por muerte del dicho Consa-
ra, gobernó y sucedió en el dicho señorio don Alonso, padre del dicho don
Fernando, y que después don Francisco Pizarro, gobernador que era de esta
tierra, repartió entre algunos españoles los indios que el dicho Consara señor
gozaba, de suerte que el dicho don Alonso quedó por señor principal de Sacaca
y los sujetos del dicho repartimiento, donde al presente lo es don Fernando
su hijo, y esto responde..
12-15. [responde, sin añadir nuevos datos] [f.27v]
16. [n. r., remite al nombramiento y confirmación de la Real Audiencia]
17. [n. r., remite a los autos y provisiones]
18. A las 18 preguntas dijo este testigo [que] vió y ha visto que todos los caciques
de esta provincia tienen mucho respeto al dicho don Fernando, así porque
su persona lo merece como por ser hijo de don Alonso y nieto de Consara,
señores principales de esta provincia, y esto responde.
19. A las 19 preguntas dijo que lo contenido en la pregunta se lo han dicho a
este testigo muchos indios que han venido de Potosi que hace el dicho don
Fernando lo que la pregunta dice, y que por esto lo quieren bien.
MALLKU 901
26. A la última pregunta dijo que lo que tiene dicho es la verdad, público y notorio
para el juramento que hizo, y lo firmó de su nombre.
Melchor de Rodas.
ante mí, Francisco Lopez de Ribera, escribano receptor.
[9 testigo] En la ciudad de La Plata en 10. xii. del dicho año el dicho don Fernando
presentó por testigo a Niculas del Benino, vecino de la villa de Potosí, del
cual se recibió juramento en forma de derecho, y siendo preguntado dijo lo
siguiente:
1. A la 1 pregunta dijo que conoce al dicho don Fernando Ayavire, y conoció a
don Alonso su padre, y conoció a don Juan Guarache, y ha visto un hijo suyo
llamado don Juan, y a los demás en la pregunta no los conoció.
Preguntado por las generales dijo que es de edad de 78 años poco más o
menos, y no le tocan las generales que le fueron hechas.
2-12. [n. r.]
13. A las 13 preguntas dijo que este testigo conoce al dicho don Fernando desde
muchacho, y le ha visto que se ha criado siempre entre sacerdotes como muy
bien inclinado, y muy amigo de españoles, y muy humilde, y que es muy bien
querido entre españoles como entre indios, porque tiene partes para ello, y
esto responde.
14. A las 14 preguntas dijo que puede haber el tiempo que la pregunta dice
poco más o menos que ha visto este testigo que el dicho don Fernando ha
mandado y manda el repartimiento de Sacaca como cacique principal de él,
y este testigo le ha visto respetar de buen cristiano sin objeto alguno de los
que comunmente suelen tener otros caciques y señores, y todas las personas
graves que han venido a esta provincia así virreyes como la Audiencia Real y
otras justicias le han honrado y tenido en mucho, por merecerlo su persona
mediante su buen vivir y ser indio de mucha razón y verdad, y como persona
que merece cualquier merced que se le haga, y esto responde.
15-22. [responde, sin añadir nuevos datos] [f.29r]
23. A las 23 preguntas dijo que sabe este testigo que el dicho don Alonso Ayavire,
padre del dicho don Fernando, fue cacique principal de mucha autoridad de la
parcialidad de Hurin Saya, y que a lo que este testigo entiende y ha oido tratar
con don Juan Colque Guarache, su padre, fueron caciques de Urinsaya,276
por cuya razón le parece que el dicho don Fernando Ayavire y su padre y don
Alonso en calidad serían superiores a los otros, y esto responde.
276 El original distingue entre Hurin Saia (Fernando Ayavire) y Urinsaia (Juan Colque), quizás
en un intento de hacer inteligible, en términos grafofonémicos, un contraste en estatus
que de otro modo aparecería como basado en dos términos idénticos (ambos significan la
“parcialidad de abajo”). Más importante, sin duda, fue el hecho de que el padre de Colque
Guarache fue “segunda persona” de los karanqa, señor de solamente 5.000 indios, y que
éste se apoderó del señorío principal de los Killaka “con mañas y cautelas” (ver arriba
f.19v). De ahí que no fue Huno Malco de 10.000 indios, como lo fue Kuysara. La tasa de
Toledo indica que don Fernando Ayawiri era de la parcialidad Hila Collana, es decir, de
alto estatus. Ver en la Tercera Parte, “Tasa”, el Cuadro 3.13d.ii.
MALLKU 903
277 Aquí se encuentra otra solución ortográfica al problema mencionado en la nota anterior:
Harinsaya (Fernando Ayavire) se contrasta con Urinsaia (Juan Colque Guarache).
MALLKU 905
[13 testigo] En La Plata a 17.xii.1583 años el dicho don Fernando presentó por
testigo a don Juan Albarado y Velasco, vecino de esta dicha ciudad, del cual
se recibió juramento en forma de derecho sobre la señal de cruz, y prometió
de decir verdad, y siendo preguntado dijo y expuso lo siguiente:
1. A la 1 pregunta dijo que conoce a el dicho don Fernando Ayavire y conoció a
don Juan Colque Guarache ya difunto y a los demás no conoce.
Preguntado por las generales dijo que es de edad de 29 años poco más o
menos, y que el dicho don Fernando Ayavire está encomendado a este testigo
que por eso no dejará de decir verdad.
2-13. [n. r.]
14. A las 14 preguntas dijo que de 8 años a esta parte que conoce a don Fernan-
do le ha visto que ha gobernado y gobierna el dicho repartimiento con toda
cristiandad y buen término, ayudando a los indios sin perjuicio de ellos, y de
esto ha oido decir que ha hecho [?] lo mismo, y esto responde de ello.
15-16. [responde, sin añadir nuevos datos] [f.31v]
17. [remite a la pregunta]
18. [responde, sin añadir nuevos datos]
19-22. [remite a la pregunta]
23-24. [n. s.]
25. A las 25 preguntas dijo que, por las causas que tiene dichas en las pregun-
tas antes de ésta, sabe este testigo y entiende y tiene por cierto que cabe el
cargo de capitán en el dicho don Fernando Ayavire por ser persona como
dicho tiene, buen cristiano, y que ninguno de esta provincia lo puede hacer
mejor, por ser hombre de buen entendimiento para gobernar los indios y
tratar con los españoles, y saber leer y escribir que es mucha parte para el
dicho cargo.
25. [n. r.]
26. A las 26 preguntas dijo que lo que tiene dicho es la verdad público y notorio
para el juramento que hizo, y lo firmó de su nombre.
Juan de Alvarado Velasco.
ante mi Francisco Lopez, escribano receptor.
En la villa imperial de Potosi a 31.xii.1583 y principio del año del nacimiento de
nuestro señor y salvador Jesucristo de 1584 años,278 ante el ilustrísimo señor Juan
Nuñez Maldonado, alcalde ordinario [de] esta dicha villa y su jurisdicción por Su
Majestad, pareció don Fernando Ayavire y Velasco y presentó esta Real Provision
de Su Majestad emanada de su Real Audiencia de La Plata, y un interrogatorio de
278 Aquí el proceso reempieza, después del receso de Navidad, con la presentación de la
Provisión Real de 3.xii.1583, un nuevo traslado del Interrogatorio de Fernando Ayavire
Cuysara y una notificación a Juan Colque Guarache (“el bastardo”) antes de jurar a los
próximos testigos.
MALLKU 907
279 Hemos omitido el Interrogatorio por ser esencialmente una repetición del que se presentó
en ff.17r y sgg. Las variantes más significativas de este segundo traslado están consignadas
en las notas de la primera versión del Interrogatorio.
MALLKU 909
en las consultas del gobierno de los indios se podía meter en ellos al dicho don
Fernando y tomar su parecer, por hallarle como le hallaba muy acertado, y de
tanta razón y suficiencia que tenía y tiene el dicho don Fernando, y así vió que el
dicho señor virrey, estando en esta provincia y villa, hacía mucho caso del dicho
don Fernando, y le tenía en mucho por las causas y razones que tiene dichas, y
que este testigo tiene al dicho don Fernando por buen cristiano y temeroso de
Dios, y por tal persona como la pregunta lo dice, y esto responde.
15. A las 15 preguntas dijo que es verdad y ha visto este testigo que, por la bondad
y nobleza que el dicho don Fernando tiene, y buenas costumbres y entendi-
miento que tiene, que el muy bueno fray Domingo de Santo Tomas, obispo
que [era] de esta provincia, le quería mucho por las buenas costumbres y vida
que de él se tenía y entendía, y asimismo el señor obispo que al presente es,
y los demás religiosos y frailes de esta provincia que le han visto y tratado,
hacen lo mismo, y han hecho y hacen mucho caso de él, y lo honran mucho,
porque todo lo merece y cabe en él, y esto responde a esta pregunta.
16. A las 16 preguntas dijo que este testigo ha entendido por cosa pública en
esta villa lo contenidoen esta pregunta, y así este testigo le tiene por capitán
de los naturales de las naciones que refiere esta pregunta, y como tal le ha
visto mandar y gobernar a los dichos caciques e indios que residen en esta
villa y que concurren a él, y que se remite a los títulos y mercedes que dice la
pregunta, y de los señores virreyes que por ellos parecerá, y esto responde.
17. A las 17 preguntas dijo que dice lo que dicho tiene en las preguntas antes de
esta, a que se refiere, y que en lo demás se remite a los autos, títulos y merce-
des que dice la pregunta, que por ellos parecerá lo que sobre ellos hay, y que
como dicho tiene siempre este testigo le ha visto usar el oficio de capitán sobre
todos los demás caciques y capitanes que hay en esta villa para el gobierno
de los indios y buen despacho de ellos, y esto responde a esta pregunta.
18. A las 18 preguntas dijo que este testigo, como persona que ha mucho que reside
en esta villa, ha visto ser y pasar todo lo que la pregunta dice y refiere, aunque
antes que el dicho don Fernando fuese capitán hacía lo susodicho, favoreciendo
a los caciques e indios de esta provincia, y en particular y con más cuidado a los
pobres que se les ofrecen cosas y negocios en sus necesidades, y asimismo lo
ha hecho y este testigo lo ha visto después de ser capitán, y así este testigo tiene
al dicho don Fernando para el buen gobierno de todos los indios que ocurren
a esta villa por persona muy importante, y que si él faltase se les faltaría una
persona de mucha importancia para ellos, y esto responde a esta pregunta.
19. A las 19 preguntas dijo que este testigo ha visto ser y pasar así todo lo que en
esta pregunta y como en ella se refiere, y así se ha visto en lo que humanamente
se puede de juzgar que el dicho don Fernando es muy celoso en la doctrina de
los naturales, y así le ha visto este testigo muchas veces los días de domingos
y fiestas y otros días de entre semana que anda con los padres teatinos ayu-
dándoles a recojer, con una cruz en la mano alta, a los dichos indios, para que
oigan los sermones y predicación del santo evangelio; y le ha visto asimismo ir
con las justicias por las rancherías de esta villa a deshacer y quitar los taquies
[f.37r] y borracheras de los indios que esto hacen, y le ha visto en lo susodicho
ser muy curioso, y así de esto se puede juzgar muy mucho, y no le ha visto
hacer cosa en contrario, y esto responde a esta pregunta.
912 QARAQARA - CHARKA
20. A las 20 preguntas dijo que dice lo que dicho tiene, en la pregunta antes de
esta que se refiere y en las demás, y que siempre ha visto este testigo que el
dicho don Fernando ha sido y es amado y querido de todos los religiosos de
esta villa, y en especial de los padres de la Compañía de Jesus, y que, para el
aumento del buen celo y costumbres que a la virtud tiene, el dicho don Fer-
nando tiene en la Compañía de Jesus un hijo suyo que se llama don Carlos,
de los más bien inclinados y de mejores muestras que hay entre todos los
estudiantes que están en el dicho estudio, el cual lo trae muy bien aderezado,
y vestido en nuestro hábito de español, y esto responde a esta pregunta.
21. A las 21 preguntas dijo que dice lo que dicho tiene en las preguntas de este
su dicho a que se refiere, y esto responde a ella.
22. A las 22 preguntas dijo que este testigo ha visto en esta villa ser y pasar así
como la pregunta lo dice, y es así verdad como lo tiene declarado en las
preguntas antes de esta a que se refiere, y que demás de lo susodicho este
testigo le tiene al dicho don Fernando por muy importante y socorrido para
los pobres indios, y esto responde a esta pregunta.
23. A las 23 preguntas dijo que este testigo conoció al dicho don Juan Colque y le
trató muchas veces, y asimismo conoce al dicho don Fernando desde su niñez
como dicho tiene, al cual dicho don Fernando tiene este testigo por hombre
más honroso, hábil y suficiente, y en quien concurre mejor las calidades en
esta pregunta contenidas, que en el dicho don Juan Colque, porque así en el
tratamiento de su persona y policía en su casa, mesa y servicio le ha excedido
en mucho el dicho don Fernando al dicho don Juan Colque, porque el dicho
don Fernando es hombre de mucha policía, y se precia de hacer bien y dar de
comer en su casa a caballeros pobres virtuosos, llevándolos para el dicho efecto
a comer a su casa, y en ella tiene su coima [sic] y servicio muy concertado,
mesas y sillas, y la casa en tanto concierto como un español y muy principal,
todo lo cual no tenía ni cabía en el dicho don Juan Colque porque sienpre se
trató como indio tosco y rústico, y esto responde a esta pregunta.
24. A las 24 preguntas dijo que, como dicho tiene este testigo en las preguntas
antes de ésta, excede el dicho don Fernando Ayavire y Velasco al dicho don
Juan Colque en muchas partes y calidades que tiene, y así este testigo le
tiene por hombre más suficiente y de más principales partes y más hombre
y de más autoridad y mejor entendimiento que el dicho don Juan hijo del
dicho don Juan Colque, y que en una cosa tan clara y entendida los señores
presidente y oidores de la Real Audiencia de La Plata habían de ser servidos
de no les dejar competir ni traer pleitos sobre cosa tan bien entendida, y que
si hubiese otro cargo mayor que encomendar a alguno de los naturales de
esta provincia para el buen gobierno de los indios se le había de encomendar
y hacer merced al dicho don Fernando antes que a otro alguno, porque este
testigo le tiene por uno de los más suficientes para el dicho cargo que hay en
esta provincia, y antes se le ha de agradecer y tener a mucho que lo quiera
hacer, y esto responde a esta pregunta, y lo demás no sabe.
25. A las 25 preguntas dijo que este testigo entiende y sabe que en el dicho don
Fernando cabe el dicho cargo, y que por tener declarado lo que acerca de esto
sabe en la pregunta de suso se refiere a ella y lo vuelve a decir otra vez en
esto, y que merece el dicho don Fernando que Su Majestad le haga muchas
MALLKU 913
mercedes, así por las buenas partes que en él hay y por sus servicios y por
los de sus antepasados, y esto responde a esta pregunta.
26. A las 26 preguntas dijo que dice lo que dicho tiene en las preguntas de este su
dicho al cual se refiere, lo cual es la verdad so cargo del dicho juramento, y no
declaró en más preguntas porque la parte lo pidió así, y lo firmó de su nombre.
Cuellar del Ocampo.
ante mí Pedro Venegas, escribano público [f.37v].
[16 testigo] En la villa de Potosi a 2.i.1584 el dicho don Fernando Ayavire y Velasco
presentó por testigo en la dicha razón a Miguel de Marquina, vecino de esta villa
y procurador de causas en ella, del cual fue tomado y recibido juramento en
forma de derecho, y ello lo hizo a Dios y a la Cruz, so cargo del cual prometió
de decir verdad, y siendo preguntado por las preguntas del dicho interrogatorio
dijo y dispuso lo siguiente:
1. A la 1 pregunta dijo que conoce al dicho don Fernando Ayavire, y asimismo
conoció a don Juan Colque difunto, y asimismo a don Juan Colque difunto
[sic] que dice ser hijo del dicho don Juan, y a don Juan Soto, y que no cono-
ce a los demás contenidos en la dicha pregunta, y a los que así dice conoce
contenidos en esta pregunta los conoce de ocho años a esta parte que ha que
está en esta provincia, y tiene noticia de este pleito.
De las preguntas generales de la ley dijo que es de edad de 40 años poco más
o menos, y que no le tocan ninguna de las generales, y que venza esta causa
quien tuviere justicia.
2. A la segunda pregunta dijo que sabe este testigo que ha mucho tienpo que en
esta villa de Potosi Martin Garcia de Loyola, corregidor que fue de ella, y los
demás corregidores que han sucedido al dicho Loyola, han tenido y tienen por
tal cacique principal y señor del repartimiento de Sacaca al dicho don Fernando,
y por tal es habido y tenido en toda esta provincia entre las personas que le
conocen, y este testigo le tiene por tal y no tiene duda alguna de ello, y esto
responde a esta pregunta.
3-12. [n. r.]
13. [responde, sin añadir nuevos datos]
14. A las 14 preguntas dijo que todo el tiempo que este testigo que ha residido
en esta provincia ha visto al dicho don Fernando gobernar y mandar el repar-
timiento de Sacaca, y cree y tiene por cosa cierta que asimismo gobierna el
pueblo de San Cristoval de Collaoma que dice la pregunta, y en todo el dicho
tiempo haber servido a Su Majestad y a sus corregidores y justicias en todo lo
que se ha ofrecido, y le ha sido mandado con su persona y caballos yendo a
su costa donde le era mandado, en especial que le vió ir al dicho don Fernan-
do por mandado del capitán Martin Garcia de Loyola a muchas partes que le
enviaba tocantes al servicio de Su Majestad y ejecución de su real justicia, y
así ha visto como dicho tiene en este dicho que los corregidores que han sido
de esta provincia le han tenido al dicho don Fernando y hasta hoy día le tienen
en mucho, y asimismo el padre Portillo de la Compañía, y otros religiosos de
las ordenes de esta villa, porque todo lo merece el dicho don Fernando, el cual
este testigo le tiene por buen cristiano temeroso de Dios y bien nacido, y que
914 QARAQARA - CHARKA
que lo hace con mucho celo de cristiano y bondad que de él ha visto, y esto
responde a esta pregunta.[f.38v]
20. [remite a la pregunta]
21. A las 21 preguntas dijo que, por ser este testigo como es procurador de causas
en esta villa, ha visto por vista de ojos lo contenido en esta pregunta, y que es
verdad, y por la mucha solicitud y diligencia que el dicho don Fernando ha puesto
y suele poner en acudir a cosas que suceden cada día en esta villa, como es
a robos y muertes de indios en el cerro y minas, y casos de delincuentes, han
conseguido efecto en lo que se pretendía, sacando a los indios de las minas y
hallando los delincuentes, de manera que la real justicia consigue con efecto su
pretención, y por que el dicho don Fernando merece particularmente mucho
premio más que otro ninguno de los capitanes de esta villa.
22. [responde, sin añadir nuevos datos]
23. [n. s.]
24. A las 24 preguntas dijo que dice lo que dicho tiene en las preguntas de este
su dicho a que se refiere, y que este testigo como dicho tiene conoce al dicho
don Juan Colque el mozo y a don Juan Soto, y de ellos ha visto y entendido
que no tienen las partes que se requiere para usar el dicho cargo de capitán
cuanto y más ser superior el dicho don Fernando, porque el dicho don Juan
es mozo y de poca habilidad y suficiencia, y en todo excede a los susodichos
el dicho don Fernando por las partes y calidades y persona que tiene el dicho
en este su dicho, en mucha policia, y en tanto y dado que ningún español le
excede, porque tiene casa y trato de español así en el comer y servicio y en
persona y trato de él y sustenta en su casa algunas gentes pobres que [con]
curren a comer con él, y tiene su mesa y servicio como un español, y sustenta
su caballo y mula siendo mucha la costa de esta villa, y así le parece a él y
tiene por cierto que en el dicho don Fernando está mejor y cabe en él con
más justa causa y razón la superioridad y capitanía que en el dicho don Juan
Colque ni otro alguno de todos cuantos hay en esta villa y provincia, [y] a visto
y entendido este testigo que es cosa muy necesaria que lo sea el dicho don
Fernando, por ser persona de calidad y buen cristiano y estar muy aparejado
al servicio de Nuestra Magestad como su leal vasallo y persona experimentada
en cosas y casos de gobierno de los naturales de esta provincia, especialmente
en el buen tratamiento de los naturales, y que de los capitanes que ha habido
y hay en la dicha provincia de los Charcas ninguno lo hay ni hace ventaja para
poder usar del cargo de capitán y superioridad, por lo cual conviene que lo
sea el susodicho, y es cosa importante al bien de los naturales que el dicho
carguésele encargue [sic] y haga merced por Su Magestad al dicho don Fer-
nando y no a otro alguno, y esto responde por y dice de esta pregunta.
25-26. [remite a la pregunta] [f.39r]
[17 testigo] En la villa imperial de Potosí del Piru a 2.i.1584 el dicho don Fernando
presentó por testigo a Diego Lopez, vecino de esta villa, del cual fue recibido
juramento en forma de derecho, y prometió de decir verdad, y siendo pregun-
tado por el tenor del dicho interrogatorio dijo y depuso lo siguiente:
1. A la 1 pregunta dijo que conoce al dicho don Fernando Ayauire desde niño de
ocho o nueve años, y asimismo conoció a don Alonso Ayauire su padre hará
916 QARAQARA - CHARKA
30 años poco más o menos, y asimismo conoció a don Juan Colque ya difunto
hará más de 20 años poco más o menos, y no conoce a don Juan Colque su
hijo, y no conoce a don Juan Soto, ni a los demás que refiere esta pregunta,
y tiene noticia de este pleito y causa.
De las preguntas generales de la ley dijo que es de edad de 72 años poco
más o menos, y no le tocan las generales, y que venza esta causa la parte que
tuviere justicia.
2. [responde, sin añadir nuevos datos]
3-5. [n. r.]
6. A las 6 preguntas dijo que este testigo tiene noticia de oidas del dicho Con-
sara, abuelo del dicho don Fernando, señor y cacique principal que fue en el
dicho repartimiento de Sacaca, y asimismo supo que era persona de mucha
calidad y valor y que los Incas le tenían en mucho, porque era persona que lo
merecía y el mayor señor de los naturales que había en esta provincia de los
Charcas, y en especial le dió de ello entera cuenta y noticia don Pedro Soto,
cacique del dicho repartimiento, y a otros caciques de Cochabamba y a otras
personas de esta provincia, y que como a tal persona de tanto valor los Incas le
encargaban negocios muy graves, y así era muy acatado y reverenciado entre
los naturales y personas, y por ser persona de tanto valor todos los naturales
de esta provincia antiguos tenía entera noticia del dicho Cuisara, y esto sabe
y responde a esta pregunta.
7-8. [remite a la pregunta]
9. [n. s.]
10. Dijo que al tiempo y sazon que pasó lo contenido en esta pregunta, este testigo
no había llegado a esta provincia y así no sabe lo contenido en la pregunta ni
cosa alguna de ello.
11. A las 11 preguntas dijo que este testigo ha andado en muchas partes de este
reino, y en especial en esta provincia y Cochabamba, y ha visto que todos
los indios de los repartimientos de ella están muchos repartidos y puestos en
cabeza de muchos encomenderos, y así el gobierno [f.39v] de ellos desde que
se repartieron en los dichos sus encomenderos se dieron a cada repartimiento
sus caciques, para que acudiesen y diesen sus tasas a sus encomenderos, y
por esta causa entiende este testigo y parece por negocio claro que los indios
que antiguamente gobernaban muchos indios y repartimientos se dividieron y
apartaron de los dichos gobiernos, y se quedaron con solo su repartimiento,
y esto responde a esta pregunta.
12. A las 12 preguntas dijo que dice lo que dicho tiene en la pregunta antes de
esta, a que se refiere, y que este testigo ha residido en esta provincia en el
dicho repartimiento y otros repartimientos cercanos del dicho repartimiento
de Sacaca tiempo de más de 30 años, y así este testigo vió que el dicho don
Alonso Ayavire, padre del dicho don Fernando, siempre que se ofreció en las
alteraciones pasadas acudió personalmente acudiendo a esta villa a servir a Su
Majestad y al mariscal don Alonso de Albarado en su nombre, que era capitán
general en esta provincia, dando para el dicho servicio indios y socorro de
carneros de la tierra y servicio, todo ello muy abundantemente, y como muy
MALLKU 917
deseoso y celoso del servicio de Su Majestad, por lo cual y por las muchas
partes y calidades que tenía, y entendimiento, el dicho mariscal y capitán ge-
neral tenía en mucho al dicho don Alonso Ayavire, porque en todas sus obras
y cosas parecía y mostraba ser señor, y los españoles le querían y amaban
mucho porque le hacía a ellos lo mismo, y les daba lo que tenía, y esto sabe
de esta pregunta y responde a ella.
13. A las 13 preguntas dijo que este testigo conoce al dicho don Fernando de
Velasco desde ocho o nueve años después de haber nacido, y le ha visto en
el dicho su repartimiento y en esta villa y en otras partes de esta provincia,
[y] siempre siendo muchacho se crió con sacerdotes y religiosos y hombres
españoles principales de esta provincia, mediante lo cual y la buena inclina-
ción que tiene y tomó del dicho don Alonso su padre ha salido hombre de
muy buenas costumbres y vida y fama, que por ello todos los españoles que
le han visto y ninguno que le viere y tratare dejará de quererle y amarle por
la mucha virtud y bondad que tiene y verdad que trata, que es en tanto grado
que ningún español aunque sea de mucho valor le excede, y esto ha visto este
testigo en el dicho don Fernando, y responde a esta pregunta.
14. A las 14 preguntas dijo que estando este testigo en Pitantora, que es en esta
provincia, supo por cosa cierta y verdadera que el dicho don Alonso Ayavire,
padre del dicho don Fernando de Velasco, falleció, y que habría el tiempo que
dice la pregunta y antes que murió, y que habia 15 años poco más o menos
que refiere la pregunta ha visto y sabido que el dicho don Fernando, como
señor y cacique principal y heredero del dicho su padre, gobierna y tiene a su
cargo todo el repartimiento de Sacaca, gobernando a los caciques e indios,
y que ha visto en esta provincia que el dicho don Fernando en lo que se ha
ofrecido ha servido a Su Majestad con mucho cuidado y fidelidad, y en especial
cuando se hizo por el señor don Francisco de Toledo, virrey que fue de este
reino, la entrada de los Chiriguanaes [sic], que para la dicha jornada sirvió
muy bien en lo que se le mandó en esta villa por el dicho señor virrey, y por
[f.40r] sus capitanes y maestre de campo, con todo lo que se le pidió y mandó,
sin que de su parte hubiese negligencia alguna; por lo cual y por el mucho
entendimiento y valor que el dicho don Fernando tiene, el dicho señor virrey
hacía mucho caso y cuenta de él, y asimismo los dichos sus capitanes y los
corregidores que han sido de esta provincia le han tenido y tienen en mucho
y llaman, porque es aficionado y solícito en el servir a Su Majestad en todo
lo que se ofrece y se les manda, con su caballo y mula que para ello tiene y
sustenta honrosamente en esta villa, aunque la costa de ella es mucha, y esto
responde a esta pregunta.
15-16. [responde, sin añadir nuevos datos]
17. [remite a la pregunta]
18. [responde, sin añadir nuevos datos]
19. A las 19 preguntas dijo que es verdad, y este testigo ha visto, que el dicho
don Fernando como hombre de tan buenas costumbres y vida siempre que
ha usado el dicho oficio de capitán en esta villa personalmente ha andado y
anda los domingos y fiestas y otros días con una Cruz en la mano juntando
personalmente a los naturales de ella y de las parroquias, y con los padres de
la Compañia de Jesus, para que en ella oigan la doctrina y sermones que se
918 QARAQARA - CHARKA
les hace, lo cual [f.40v] hace con gran cuidado, y celoso del servicio de Dios,
por lo cual los dichos padres de la Compañia le quieren y aman y le quieren
mucho, y esto sabe y ha visto este testigo por vista de ojos en esta villa, y
responde a esta pregunta.
20. A las 20 preguntas dijo que ha visto que el dicho don Fernando, con las justicias
de esta villa y solo, ha andado y anda evitando y quitando que los naturales no
hagan taquies ni borracheras, en lo cual se hace gran servicio a Dios Nuestro
Señor, porque en los dichos taquies y borracheras se hacen grandes ofensas
a Dios y mucha parte de lo suso dicho mediante el trabajo que en ello pone
el dicho don Fernando se evita y esto responde a esta pregunta.
21. [remite a la pregunta]
22. [responde, sin añadir nuevos datos]
23. A las 23 preguntas dijo que dice lo que dicho tiene en las preguntas de este
su dicho a que se refiere, y que ha muchos años que este testigo oyó decir
que el dicho don Juan Colque no era señor natural, y que por mañas como
era mañoso alcanzó ser cacique y la capitanía que tuvo a su cargo, y esto sabe
de esta pregunta responde a ella.
24. A las 24 preguntas dijo que por no conocer a don Juan Colque no declara a
lo que se le pregunta y esto responde.
25. [responde, sin añadir nuevos datos]
[18 testigo ] En la villa imperial de Potosí a 2.i.1584 el dicho don Fernando Ayavire y
Velasco presentó por testigo en la dicha razón a Joan Gutierrez, clérigo presbí-
tero, cura de la parroquia de señor Santiago de esta villa, del cual fue recibido
juramento poniendo la mano en el pecho y prometió de decir verdad, y siendo
preguntado por las preguntas del dicho interrogatorio dijo lo siguiente:
1. A la 1 pregunta dijo que conoce a don Fernando de Velasco de 8 años a esta
parte poco más o menos, y asimismo conoció a don Joan Colqui difunto capitán
que fue de los Quillacas y Carangas del dicho tiempo a esta parte, y asimismo
conoce a don Juan Colque hijo del dicho don Joan de dos o tres años a esta
parte poco más o menos, y conoce a los demás que refiere esta pregunta, y
tiene noticia de la causa sobre que es este pleito.
De las preguntas generales dijo que es de edad de 57 años poco más o menos,
y que no le tocan las generales ni alguna de ellas y que venza esta causa la
parte que tuviere justicia.
2. A la 2 pregunta dijo que los indios del repartimiento de Sacaca donde el dicho
don Fernando es señor y cacique principal están en la parroquia de señor San-
tiago de esta villa que está a cargo de este testigo, y los caciques principales
de él le han dicho por cosa cierta y verdadera que el dicho don Fernando es
hijo legítimo de don Alonso Ayavire su padre que es ya difunto, y que por su
fallecimiento sucedió al dicho cacicazgo y señorío, y así este testigo ha visto
que todos los indios del dicho repartimiento le respetan y obedecen y cumplen
lo que les manda como tal cacique principal y señor del dicho repartimiento,
y esto responde a esta pregunta.
3-12. [no responde]
MALLKU 919
13. A las 13 preguntas dijo que este testigo ha sabido y entendido que el dicho
don Fernando se ha criado entre clérigos y religiosos de buena vida, y así le
parece y da muestra de ello, por que el dicho don Fernando es de muy buena
vida y costumbres y policía y es buen cristiano y temeroso del servicio de
Dios, lo cual este testigo ha visto porque de 8 años a esta parte que le conoce
siempre le ha visto bien y sin hacer cosa que no deba, lo cual si otra cosa fuera
este testigo lo supiera y viera por haberle tenido de ordinario en la dicha su
doctrina y parroquia, y esto responde a esta pregunta.
14. A las 14 preguntas dijo que como dicho tiene ha visto que el dicho don Fernando
gobierna el dicho repartimiento de Sacaca e indios de él, y en este tiempo en
lo que en esta villa se ha ofrecido y se le ha mandado por las justicias de esta
villa en nombre de Su Majestad lo ha hecho con mucho cuidado y diligencia,
[f.41v] por lo cual los que han sido corregidores de esta provincia le han tenido
y tienen en mucho al dicho don Fernando, y por ser como es hombre de mucha
razón y suficiencia y calidad, y esto responde a esta pregunta.
15. A las 15 preguntas dijo que por las partes y calidades que el dicho don Fernando
tiene, ha visto que los prelados de esta santa iglesia y visitadores de La Plata y
otros que residen en esta villa siempre han hecho y hacen mucho caso del dicho
don Fernando, y le tienen en mucho, por ser como es hombre de bien y bien
criado, honesto y temeroso de Dios, y le ha visto ocurrir siempre a las cosas de
Dios con mucho cuidado y voluntad, y esto responde a esta pregunta.
16. [responde, sin añadir nuevos datos]
17. [remite a la pregunta]
18. A las 18 preguntas dijo que del tiempo que ha que conoce al dicho don Fer-
nando, y antes que fuese capitán, este testigo ha visto que todos los indios de
los caciques y señores principales de esta provincia han ido y van a casa del
dicho don Fernando a visitarle, y como a señor y cacique principal, y le han
respetado y respetan y tienen en mucho por ser como es hombre de tanta
razón y de tan buen juicio, y van a tomar consejo y parecer de los negocios
que se les ofrece con mucho cuidado, y esto responde a esta pregunta.
19. A las 19 preguntas dijo que sabe lo contenido en la pregunta como en ella se
contiene, porque este testigo ha visto al dicho don Fernando siempre después
de haber juntado la gente de la parroquia de la doctrina que tiene este testigo
a su cargo, que para el dicho efecto se levantaba muy de mañana y juntaba
toda la gente de la dicha parroquia, y después de haber oído la doctrina y
misa se iba luego corriendo a juntar los indios de todas las parroquias, y
con ella iba a la Compañia de Jesús, y andando en la dicha procesión que
se hace todos los domingos y fiestas, juntando los demás naturales con una
Cruz en la mano, y descaperuzado ha acudido y acude a oir los sermones y
doctrina que en la dicha Compañia se hace, y esto responde; y que además
de lo que tiene dicho tiene y sabe que el dicho don Fernando de ordinario
personalmente, en una mula y con muchos indios que lleva, ha andado por
todas las rancherías de esta villa quitando taquis y borracheras, lo cual es
muy en servicio de Dios nuestro señor, y en utilidad y provecho de los dichos
indios, porque además de que los dichos indios gastan sus haciendas en las
dichas borracheras, se hacen muchas ofensas a nuestro señor Jesucristo, y
920 QARAQARA - CHARKA
Quillacas de tres o cuatro años de esta parte poco mas o menos, y asimismo
conoce a don Joan Colque el mozo del dicho tiempo a esta parte, y no conoce
a los demás contenidos en la pregunta, y tiene noticia de este pleito y causa
por lo haber oido decir y litigar en esta villa.
2. [remite a la pregunta]
3-5. [n. r.]
6. A la 6 pregunta dijo que lo contenido en la pregunta este testigo lo ha oído
decir en tiempos pasados a don Diego Yancacala, cacique principal del repar-
timiento de Moro Moro, y a otras personas de cuyos nombres de presente
no se acuerda, los cuales dieron noticia de las personas que eran y fueron de
mucha calidad y suerte, y como de tal los Incas.
[f.43r] y señores de este reino hacían de ellos mucho caso, y asimismo le dijo el
dicho cacique y otros indios antiguos que en la resistencia que los naturales de
esta provincia hicieron a los españoles, a la primera entrada, fue en ella capitán
general Cuysara, señor y cacique principal de los pueblos de Sacaca, padre
del dicho don Alonso Ayavire y abuelo del dicho don Fernando, el cual dicho
cargo le dieron y señalaron los caciques principales de esta provincia por ser
el dicho Cuysara el cacique y señor más principal entre los naturales de esta
provincia, y que entre los demás que se trató de las cosas antiguas pasadas
en cierta junta que hubo de caciques de esta provincia asimismo se trató y
oyó este testigo decir a los dichos caciques que el dicho Cumsara [sic] decía
la culpa que había tenido en la dicha resistencia, que no había sido culpado
en ello porque la que había la tenían los indios Pacajes que los habían puesto
en la dicha resistencia, y que él pensaba dar en ello su disculpa al Inca que en
aquella sazón venía a esta provincia, que era Paullo con Hernando Pizarro, y
esto sabe de esta pregunta y responde a ella.
7. [remite a la pregunta]
8-9. [n. s.]
10. A las 10 preguntas dijo que este testigo conoció a don Alonso Ayavire, padre
del dicho don Alonso [sic], ser cacique y principal del repartimiento de Sacaca,
y como tal gobernaba y mandaba a los indios del dicho repartimiento, los cuales
como a su señor y cacique principal le respetaban y acataban y cumplían sus
mandamientos, el cual era muy principal persona, y que en sus obras y trato
y conversión mostraba ser señor muy principal y que los caciques de Sacaca
en especial el dicho Cumsara, padre del dicho don Alonso y abuelo del dicho
don Fernando, fue el señor principal de todos los indios que se llaman Charcas
que son los Chaiantas y Corpas que son los indios Charcas que residen en
Cochabamba y como tal señor los gobernaba y mandaba; y que es verdad y
este testigo ha entendido que después que los españoles vinieron a este reino
se repartieron los cacicazgos y señoríos en caciques y guarangas porque se
repartían y encomendaban a las personas a quien se daban, que esto fue causa
de la dicha división y apartamiento de los dichos respartimientos que estaban
sujetos y gobernados de un señor y cacique como lo tenía el dicho Cumsara
abuelo del dicho don Fernando y esto responde.
11. [remite a la pregunta]
922 QARAQARA - CHARKA
[20 testigo] En la villa de Potosi a 3.i.1584 el dicho don Fernando Ayavire y Velasco
presentó por testigo en la dicha razón al capitán Pedro de Cuellar, vecino de
esta villa, del cual fue tomado y recibido juramento en forma de derecho, so
cargo del cual prometió de decir verdad, y siendo preguntado por el tenor de
las preguntas del dicho interrogatorio dijo y depuso lo siguiente: [f.44v]
1. A la primera pregunta dijo que conoce al dicho don Fernando Ayavire de más
de 18 años a esta parte, y asimismo conoció a don Alonso Ayavire padre del
dicho don Fernando de Velasco de más de 30 años acá, que es ya difunto, y
asimismo conoció a don Joan Colque difunto de más de 20 años a esta parte,
el cual fue en esta villa capitán de los Quillacas, y asimismo conoce al dicho
don Joan Colque el mozo de ocho o 10 años a esta parte, y conoce a los de-
más contenidos en la pregunta, y tiene noticia de este pleito y causa por lo
haber oido tratar en esta provincia, y esto responde a ella.
De las preguntas generales de la ley dijo que es de edad de más de 48 años, y
que no le tocan las generales ni alguna de ellas, y que venza esta causa quien
tuviere justicia.
2. [responde, sin añadir nuevos datos]
3-11. [n. r.]
12. A las 12 preguntas dijo que como tiene dicho este testigo conoció a don Alonso
Ayavire, señor y cacique principal del dicho repartimiento de Sacaca, y que
estando este testigo en esta villa y provincia se supo y entendió que Francisco
Hernandez Girón se había rebelado contra la corona real en el Cusco, y en aquella
sazón estaba en esta villa el mariscal don Alonso de Albarado, y el suso dicho
como a capitán general de Su Majestad, en lo que se le ofreció con mucho
cuidado y diligencia como servidor de Su Majestad, acudiendo eso corriendo
con los indios y otras cosas que se le pedían para el servicio de Su Majestad y
su real campo, y esto vió este testigo, y responde a esta pregunta.
13-16. [responde, sin añadir nuevos datos] [f.45r]
17. [remite a la pregunta]
18-19. [responde, sin añadir nuevos datos]
20. [remite a la pregunta]
21. [responde, sin añadir nuevos datos]
22-23. [remite a la pregunta]
24. [n. s.]
25. [responde, sin añadir nuevos datos] [f.45v]
26. A las 26 preguntas dijo que dice lo que dicho tiene en las preguntas de este su di-
cho a que se refiere, lo cual es verdad so cargo del dicho juramento, y firmólo.
Pedro de Cuellar.
ante mí, Pedro Venegas, escribano público.
[21 testigo] En la villa de Potosí a 7.i.1584 ante mí el dicho escribano el dicho don
Fernando Ayavire presentó por testigo a Bernal de Bruzena, vecino de esta
dicha villa y veedor del cerro de esta dicha villa, del cual fue tomado juramento
924 QARAQARA - CHARKA
a Dios y a la Cruz en forma, so cargo del cual prometió de decir verdad, y siendo
preguntado por las preguntas del interrogatorio dijo lo siguiente:
1. A la 1 pregunta dijo que conoce a don Fernando Ayavire y Velasco que le pre-
senta por testigo de más de 10 años a esta parte, poco más o menos, de vista
y trato, y conoció a don Joan Colque, capitán que fue de los indios Quillacas
y de esta provincia ya difunto, y conoce a los dichos don Joan Colque, hijo
bastardo del dicho don Joan Colque difunto, y a don Joan Soto cacique de
los Carangas, y no conoce a los demás que la pregunta dice.
2-12. [n. r.]
13-14. [responde, sin añadir nuevos datos]
15. A las 15 preguntas dijo que por las razones que dichas tiene, y por las que dice
la pregunta, sabe que el dicho don Fernando Ayavire es tenido y honrado de
todas las personas que la pregunta dice, y así lo ha visto este testigo, y esto
responde.
16. A las 16 preguntas dijo que este testigo sabe como veedor que es del cerro y
minas de esta villa, que el dicho don Fernando es capitán de los indios y par-
cialidades que la pregunta dice, porque cada martes se junta con [f.46r] este
testigo y con los demás veedores a enterar la caja de los granos de esta villa,
y él acude a ello como tal capitán y ayuda a la cobranza de los dichos granos,
y lo hace con mucha habilidad y suficiencia, y se le paga su salario por sus
tercios en cada un año como a capitán que es, y pasa por mano de este testigo
como persona que tiene una llave de tres que tiene la caja de los granos, y se
remite a la previsión y recaudos que la pregunta, dice y esto responde.
17. A las 17 preguntas dijo que se remite a la cédula y confirmación que el dicho
don Fernando tiene de su capitanía, que por ella parecerá lo que la pregunta
dice, y esto responde.
18-19. [responde, sin añadir nuevos datos]
20-23. [remite a las preguntas]
24. A las 24 preguntas dijo que en cuanto a lo que la pregunta dice se remite a lo
que las leyes de Su Majestad disponen cerca de las tales personas, y que sin
embargo de ello este testigo como persona que ha tratado a todos los suso-
dichos sabe que el dicho don Fernando Ayavire es de mucha más habilidad,
suficiencia, capacidad y experiencia que no los dichos don Joan Colque y don
Juan Soto, y esto sabe como persona que cada semana los trata y comunica
en la cobranza de los granos de la caja de esta villa, y esto responde.
25. [responde, sin añadir nuevos datos] [f.46v]
26. A las 26 preguntas dijo que dice lo que dicho tiene en las preguntas de este su
dicho a que se refiere lo cual es verdad so cargo del dicho juramento y firmólo.
Bernal de Bruzena.
ante mí, Pedro Venegas, escribano público.
[22 testigo] En la villa de Potosí a 9.i.1584 el dicho don Fernando Ayavire y Velasco
para la dicha su probanza presentó por testigo en la dicha razon a Martin de
Licalde, vecino de esta dicha villa, del cual fue tomado y recibido juramento
en forma de derecho, so cargo del cual prometió de decir verdad, y siendo
MALLKU 925
preguntado por el tenor de las preguntas del dicho interrogatorio dijo y depuso
lo siguiente:
1. A la 1 pregunta dijo que conoce al dicho don Fernando Ayavire y Velasco desde
su niñez, y asimismo conoció a don Alonso Ayavire, señor y cacique principal
del repartimiento de Sacaca, padre del dicho don Fernando, desde el año de
48 años que fue cuando cortaron la cabeza a Gonzalo Pizarro y a sus secuaces,
y este testigo vino de la ciudad del Cuzco a esta provincia con Gabriel de Ro-
jas, y asimismo conoció a don Juan Colque difunto, capitán de los Carangas y
Quillacas, y a Guarache su padre desde el tiempo que tiene dicho, y asimismo
conoce a don Juan Colque el mozo de poco tiempo a esta parte, porque no le
ha tratado, y tiene noticia de Cuisara contenido en esta pregunta desde que este
testigo vino a este reino, y por el año de 38 que fue cuando se dió la batalla de
Las Salinas entre Diego de Almagro y Hernando Pizarro, y a los demás conte-
nidos en esta pregunta no los conoció, y tiene noticia de este pleito y causa.
De las preguntas generales dijo que es de edad de más de 50 años, y no le
tocan las generales ni algunas de ellas, y que venza esta causa la parte que
tuviere justicia.
2. [responde, sin añadir nuevos datos]
3-6. [n. r.]
7. A la 7 pregunta dijo que al tiempo y sazón que Hernando Pizarro y Gonzalo Pizarro
su hermano vinieron juntamente con otros muchos caballeros a esta provincia
y población de ella, que fue después que se dió la batalla de Las Salinas que fue
por el año de 38 a tantos de marzo, como dicho tiene vinieron a esta provincia
y población de ella, y en este reino fue público y notorio, y por tal en aquella
sazón supo y entendió este testigo, que los indios de esta provincia hicieron
resistencia a los españoles en el valle de Cochabamba, y entre los capitanes uno
de los mayores señores que había entre ellos fue el dicho Cumsara, abuelo del
dicho don Fernando de Velasco, y como tal se había mostrado y señalado en la
dicha resistencia y contradicción, y esto responde a esta pregunta.
8. A la 8 pregunta dijo que como dicho tiene fue en este reino muy público que
el dicho Cumsara, abuelo del dicho don Fernando, fue uno de los mayores
señores que hubo en esta provincia, y como tal los indios caciques de esta
provincia le habían señalado y elegido por su capitán y señor general entre
ellos, y así habían contradicho la entrada a los españoles a ella, y que después,
entendido por el dicho Cumsara [f.47r] que los dichos españoles les venían a
conservar y tener en paz y justicia, el primero que reconoció lo susodicho y
dió a ellos la obediencia fue el dicho Cumsara, según este testigo, y los que a
esta provincia vinieron lo trataron muchas veces lo cual fue verdad, y así este
testigo no tiene de ello duda, y que viendo los demás capitanes de los naturales
que el dicho Cumsara había confederádose con el dicho Hernando Pizarro y
Gonzalo Pizarro su hermano, y los demás caballeros que con él vinieron, luego
se sujetaron y asimismo dieron la dicha obediencia, y mediante esto, que fue
notable servicio a Dios y a Su Majestad, se quietó y pacificó esta provincia y
se hizo la población que se pretendió, la cual se hizo en la ciudad de La Plata.
Y por entonces le pusieron por nombre la villa de La Plata, y esto responde a
esta pregunta.
926 QARAQARA - CHARKA
que el dicho don Fernando ha salido con mucha doctrina, y es hombre de muy
buena inclinación y vida y fama, y así es muy amigo de españoles y su trato
y conversación es con ellos, los cuales todos los que le conocen y saben de
su buen vivir y términos y trato le tienen en mucho, y le quieren y aman, y
porque el dicho don Fernando y sus partes buenas lo merece, y esto sabe de
esta pregunta y responde a ella.
14-16. [responde, sin añadir nuevos datos]
17. [remite a la pregunta]
18. A las 18 preguntas dijo que es verdad y este testigo vió que al dicho don Fernan-
do los caciques principales de esta provincia, antes y después que es capitán,
le han respetado y respetan y tienen en mucho como a señor y cacique [f.48r]
principal, descendiente de señores, y en su trato y comunicación lo muestra
y parece claramente ser señor principal, y así como hombre que tiene tanta
capacidad y más que los otros naturales y caciques, él como principal que es
entre ellos, en lo que se les ha ofrecido los favorece y ayuda mucho, y esto
sabe de esta pregunta, y responde a ella.
19-20. [responde, sin añadir nuevos datos]
21. [n. s.]
22. [responde, sin añadir nuevos datos]
23. [n. s.]
24-25. [responde, sin añadir nuevos datos] [f.48v]
26. A las 26 preguntas dijo que lo que declarado tiene es la verdad para el juramento
que tiene hecho, y en ello se firmó y ratificó siéndole mostrado y leído, y lo firmó
de su nombre, y no declaró más preguntas porque la parte lo pidió así.
Martin de Licalde.
ante mí, Pedro Venegas, escribano público.
[Nombramiento de intérpretes]
En la villa de Potosí a 9.i.1584 el dicho don Fernando de Velasco pareció ante el
dicho señor alcalde, y dijo que además de los testigos que tiene presentados en esta
provincia tiene que presentar algunos caciques y principales de esta provincia que
saben del caso, para cuyo efecto y examinación es necesario que se nombren dos
intérpretes que lo hagan, los cuales sean los que el dicho señor alcalde nombrare,
los cuales conforme a la dicha real provisión hagan la solemnidad y juramento que
en el caso es necesario.
Y el dicho señor alcalde dijo que nombraría y nombró por intérpretes para la exa-
minación de los dichos testigos a Pedro de Alcalá, intérprete público de esta villa,
y a Miguel de Murcia, residente en ella, personas de confianza y que entienden
la lengua para la dicha examinación, a los cuales mandó hagan la solemnidad y
juramento que deben, de que harán las dichas interpretaciones leal y fielmente sin
afición ninguna de las partes ni pasión,
los cuales dichos Pedro de Alcalá y Miguel de Murcia estando presentes aceptaron
lo susodicho y juraron a Dios y a la Cruz en forma de derecho, so cargo del cual pro-
metieron de hacer las interpretaciones y examinaciones bien y fielmente, sin pasión
928 QARAQARA - CHARKA
12. A las 12 preguntas dijo que en las alteraciones pasadas, como fueron la de don
Sebastian de Castilla que se halló en esta provincia, y la de Francisco Hernandez
Girón, el dicho don Alonso Ayavire, padre del dicho don Fernando Ayavire,
sirvió en esta provincia a Su Majestad en todo lo que se ofreció, dando para
ello indios, bastimentos, carneros y otras cosas necesarias para la guerra, en lo
cual ponía mucha diligencia y cuidado sin que de su parte hubiese negligencia,
lo cual este testigo vió en esta villa, porque en ella estaba en aquella sazón
con don Fernando Hachata su padre, y en esta villa estaba el mariscal Alonso
de Alvarado haciendo castigo en los culpados sobre la muerte del general
Hinojosa, para cuyo efecto asimismo daba los indios y otras cosas que para
la ejecución de la real justicia, y esto vió este testigo ser y pasar como lo tiene
dicho, y responde a esta pregunta.
13. A las 13 preguntas dijo que este testigo vió que el dicho don Fernando se crió
con el padre Cabezas que era cura de su repartimiento, y asimismo vió que se
crió en casa del contador Ibarra, persona de mucha calidad [f.50r] en esta pro-
vincia, y así ha visto este testigo que el dicho don Fernando salió muy virtuoso
y de buena vida y costumbres, y lo muestra en él en mucha bondad, de manera
que ningun español le excede en ninguna cosa; y además de lo susodicho este
testigo entiende y le tiene por buen cristiano y temeroso de Dios y de la justicia,
y que es verdad y este testigo ha visto que el dicho don Fernando es muy amigo
de españoles y hombres principales, y así trata y conversa con ellos, los cuales
viendo el dicho valor que tiene le hace mucha honra y cortesía, y esto ha visto
este testigo en esta villa y fuera de ella, y responde a esta pregunta.
14. A las 14 preguntas dijo que habrá el tiempo que refiere la pregunta poco más o
menos que este testigo ha visto que el dicho don Fernando, como sucesor en el
señorío y cacicazgo del repartimiento de Sacaca y San Cristoval, ha sucedido en el
dicho repartimiento, y así ha visto que manda y gobierna el dicho repartimiento, y
los indios de él le respetan y acatan y obedecen como a tal, lo cual es cosa cierta
y verdadera, y esto sabe y ha visto de lo contenido en esta pregunta.
15. A las 15 preguntas dijo que es verdad y este testigo ha visto que los religiosos
que en esta provincia ha habido y han conocido al dicho don Fernando le han
tenido en buena opinión, y en especial los corregidores y demás justicias de
esta provincia, porque sus obras buenas del dicho don Fernando no dan lugar
a otra cosa, y esto responde.
16. A las 16 preguntas dijo que es verdad y este testigo vio que los caciques
de las naciones que refiere esta pregunta, y este testigo como uno de ellos,
viendo que el dicho don Fernando es hombre de buena vida y fama, de muy
buen entendimiento para gobernar cualquier negocio de muchas importancia,
platicaron, resumieron y eligieron su capitán al dicho don Fernando, el cual
es muy hábil y suficiente para el uso y ejercicio de él, mediante lo cual los
señores presidente y oidores de la Real Audiencia de La Plata le confirmaron
el dicho nombramiento, y le hicieron merced del dicho cargo como parecerá
por la dicha merced a que se refiere, y así mismo, siendo justicia mayor de
esta provincia el licenciado don Diego Lopez de Suñiga, viendo la habilidad
del dicho don Fernando supo este testigo que envió los recaudos del dicho
don Fernando al señor don Martín Enriquez, virrey que fue de estos reinos,
para que se los confirmase y le hicicese más merced, porque todo cabía en
el dicho don Fernando y cabe en él, y esto sabe de esta pregunta.
MALLKU 931
2. A la 2 pregunta dijo que este testigo por cosa muy pública ha oido decir a los
caciques e indios de esta provincia que conocieron al dicho don Alonso Ayavire
y conocen al dicho don Fernando, que es hijo legítimo del dicho don Alonso,
al cual vió este testigo que criaba al dicho don Fernando por tal, y así después
de su fin y muerte el dicho don Fernando sucedió en el cacicazgo y señorío del
repartimiento de Sacaca, y así es cacique principal del dicho repartimiento, y usa
el dicho cargo y lo gobierna y manda, y los indios y caciques de él le obedecen
y reconocen por tal, y esto sabe de esta pregunta y responde a ella.
3. A la 3 a pregunta dijo que lo contenido en la pregunta este testigo ha oído
decir a indios viejos y antiguos de su repartimiento, los cuales en general le
han dado noticia de ello y del valor que tenían los antepasados del dicho don
Alonso Ayavire, padre del dicho don Fernando, los cuales fueron señores de las
provincias y pueblos contenidos en esta pregunta, y como a tal le reconocían
los indios de los dichos repartimientos, y esto responde a ella.
4-5. [remite a la pregunta]
6. A la 6 pregunta dijo que no la sabe más de haberlo oido decir por cosa pública
y cierta a los indios viejos, sujetos a este testigo, en el dicho pueblo de Sipe
Sipe, y esto responde a esta pregunta. [f.51v]
7. A la 7 pregunta dijo que cuando sucedió lo contenido en la pregunta este
testigo era muy muchacho, y después que se sabe acordar siempre ha oido
decir este testigo mucho del dicho Cuysara, abuelo del dicho don Fernando, y
que era un señor muy principal a quien estaban sujetos los indios de la nación
de los Charcas, y otras naciones, y tenía gran número de indios sujetos a él y
era muy gran número de indios sujetos a él [sic] y era muy gran señor, y así
viendo los indios de esta provincia que era uno de los mayores señores que
entre ellos hubo, le respetaban como a tal, y el susodicho por ser tal persona
hizo junta general de los demás caciques y señores de esta provincia cuando
a ella vinieron los españoles para les resistir la entrada de ella y población que
querían hacer, y el dicho Cumsara fue el más principal en la dicha resistencia, y
todos los demás hacían lo que les mandaba, y asimismo ha tenido noticia que
los demás que refiere en la pregunta se hallaron en la dicha resistencia como
caciques principales en esta provincia, y esto responde a esta pregunta.
8. A la 8 pregunta dijo que es cosa pública entre los indios antiguos de toda la
provincia de los Charcas lo que refiere esta pregunta, y por tal lo sabe este
testigo y de ello no tiene duda, y que después de que los capitanes de esta
provincia y caciques de ella como fue el dicho Cumsara fue amigo de los
españoles [sic], y les favoreció y ayudó a la población que hicieron en esta
provincia, y viendo los demás caciques y capitanes que iba de cada nación que
el dicho Cumsara con ser el mayor señor entre ellos daba la dicha obediencia,
luego los demás hicieron lo mismo, que fue causa para que no hubiese muchas
guerras y muertes que hubiera si no se conformaran con los españoles, y esto
responde a esta pregunta.
9. [remite a la pregunta]
10. A las 10 preguntas dijo que como tiene dicho ha tenido noticia cierta de sus
indios este testigo, los cuales le han dicho muchas y diversas veces que el
dicho Cumsara era uno de los mayores señores entre los mayores señores
MALLKU 933
entre los indios de esta provincia, y así como a tal le respetaban y acataban
y todos hacían lo que les mandaba, y entendido por los primeros españoles
ésto llevaron consigo al dicho Cumsara a las provincias de Chile juntamente
con Hausita, Hachacata estos capitanes, yendo el dicho Cumsara por capitán
y señor de la nación de los Charcas y los demás por los indios sujetos, y esto
responde a esta pregunta.
11. A las 11 preguntas dijo que es verdad lo contenido en la pregunta y público,
porque después que los repartimientos de esta provincia y de todo el reino se
dividieron y repartieron entre los españoles, los caciques y capitanes que antes
tenían sujetos otros pueblos e indios y gobernaban los dichos repartimientos
se quitaron, y pusieron otros caciques en cada repartimiento, y se apartaron
del dicho gobierno y mando como iban dando a cada encomendero cada re-
partimiento iban señalando y quedándose en cada repartimiento un cacique,
y esto sabe y responde a esta pregunta.
12. A las 12 preguntas dijo que es verdad y este testigo vió que el dicho don Alonso
Ayavire, siendo cacique y señor del repartimiento de Sacaca, en las alteraciones
pasadas como fue en esta provincia la de don Sebastián [de Castilla] y la de
[f.52r] Francisco Hernandez, que en aquella sazón estaba en esta villa el mariscal
Alonso de Albarado en nombre de Su Majestad y por su general, al cual vió que
el dicho don Alonso y este testigo como cacique de Sipe Sipe y otros caciques
de esta provincia como servidores de Su Majestad acudieron a le servir, y sir-
vieron con muchos carneros de la tierra e indios y bastimentos y otras cosas
que les pedía para la guerra sin que en ello faltase cosa alguna, de que el dicho
mariscal y estaba muy contento y se lo agradecían y tenían a mucho, y esto vió
este testigo por estar a todo presente, y esto responde a esta pregunta.
13-15. [responde sin añadir nuevos datos]
16. A las 16 preguntas dijo que es verdad lo contenido en la pregunta y este
testigo como uno de los de la nación Sora y cacique principal de Sipe Sipe
nombraron al dicho don Fernando por su capitán, porque vieron y han visto
que es hombre muy principal y de muy buen entendimiento, en tanto que
no lo ha visto este testigo en otro ninguno de los naturales de esta provincia
como el dicho don Fernando, y demás de lo suso dicho es noble y trata bien
y con mucha amistad a todos los indios así caciques principales como a los
indios pobres, y en lo demás se remite a los papeles que dice esta pregunta,
que por ellos parecerá lo que dice y la verdad, y esto responde.
17. [remite a la pregunta]
18. A las 18 preguntas dijo que es verdad lo que dice la pregunta, y este testigo
lo ha visto así ser y pasar, y que especial los indios que fueron sujetos de los
abuelos y bisabuelos del dicho don Fernando, que son los de la [f.52v] nación
de los Charcas, le reconocen y tienen por su señor por haber estado debajo
del dominio y señorío de los antepasados del dicho don Fernando, y así hacen
y cumplen lo que les manda, y esto responde a esta pregunta.
19. A las 19 preguntas dijo que en el tiempo que ha visto que el dicho don Fer-
nando es capitán en esta villa, que habrá el tiempo que dice la pregunta, leha
visto al dicho don Fernando personalmente en una mula por las rancherías de
esta villa persuadiendo a los indios pobres, a algunos con palabras blandas
934 QARAQARA - CHARKA
más tiempo de 30 años y conoce a don Joan Colque su hijo desde su niñez y
asimismo conoce a don Joan Soto y a los demás contenidos en la pregunta
no los conoció y tiene noticia de este pleito y causa.
De las preguntas generales dijo que es de edad de más de 50 años y que no
le tocan las generales ni alguna de ellas y que venza esta causa quien tuviere
justicia.
2. [responde, sin añadir nuevos datos]
3. A la 3 pregunta dijo que lo contenido en la pregunta lo ha oido decir este testigo
a indios antiguos que de ello tienen noticia que los abuelos y antepasados del
dicho don Fernando fueron muy principales, y que estaba[n] sujetos a ellos los
indios de la nación de los Charcas y pueblos de Sacaca y Collaoma y Chaianta
y otros pueblos, y como indios que estaban sujetos a él le obedecían y hacían
lo que les mandaba, y esto responde a esta pregunta.
4. [remite a la pregunta]
5. [responde, sin añadir nuevos datos] [f.53v]
6. A la 6 pregunta dijo que como dicho tiene este testigo conoció al dicho Cum-
sara, abuelo del dicho don Fernando Ayavire y Velasco, el cual al tiempo que
los españoles entraron a esta provincia vió que era tenido y respetado por los
indios de las naciones de los Charcas y Cochabamba y otras partes, y era uno
de los mayores señores que había en esta provincia, y como a tal todos los
caciques e indios de ella respetaban y reconocían por señor y cacique principal,
y así vió este testigo que el dicho Cumsara como persona que era de tanta
calidad andaba en una lanpa que es a manera de una silla o asiento, trayéndole
y sirviéndole muchos indios; y así por ésto como por ver que todos los indios
de esta provincia le respetan y reconocían por señor más principal, entendió
y vió este testigo ser el más principal porque no vió que otro ninguno de los
señores de esta provincia andaba como el dicho Cumsara, y que es verdad
y este testigo vió que, en el tiempo antiguo de los Incas, si no eran señores
principales como lo era el dicho Cumsara no traían la dicha lanpa; y en esta
provincia vió que el dicho Cumsara y un Inca que estaba puesto por gobernador
a guarda de las fortalezas de esta provincia como señor tan grande y criado
del Inca principal, señor de este reino, y un Ausita éstos sólos fueron los que
traían lanpas, por ser como eran los mayores de esta provincia, lo cual si no lo
fueran no lo trajeran ni osaran, porque por menos delito que en aquella sazón
cometían los indios y caciques de este reino los mandaba matar y a toda su
generación el dicho Inca, y esto responde a esta pregunta.
7. [responde, sin añadir nuevos datos]
8. A la 8 pregunta dijo que después que entraron los españoles a esta provincia
los indios de ella hicieron resistencia, y para ello fue el mayor señor el dicho
Cumsara, y de la dicha resistencia fueron los indios desbaratados y muertos
y muchos, y después de pasado lo susodicho el dicho Cumsara como más
principal vino a dar, y dió obediencia al dicho Hernando Pizarro y demás sus
capitanes viniendo de paz; y desde algunos días que fueron más de 15 o 20
días, estando el dicho Hernando Pizarro y además sus capitanes en el río
grande que es en esta provincia, vió que como el dicho Cumsara siendo tan
gran señor había dado la obediencia vinieron otros caciques grandes, como
936 QARAQARA - CHARKA
tenía muchos indios no los podía dar tan cumplidamente como se le pedía,
y esto este testigo lo vió ser y pasar así lo susodicho, y esto responde a esta
pregunta.
13. A las 13 preguntas dijo que este testigo vió que el dicho don Fernando de
Velasco se crió con el padre Cavezas clérigo, y asimismo vió que se crió en
casa del contador Ibarra en esta villa, y así ha visto este testigo que el dicho
don Fernando se crió con muy buenas inclinaciones, y salió como un español
muy honrado, y esto sabe de esta pregunta. [f.54v]
14-16. [responde, sin añadir nada nuevo]
17. [remite a la pregunta]
18. [responde, sin añadir nada nuevo]
19. A las 19 preguntas dijo que sabe y ha visto que el dicho don Fernanando, como
hombre que es buen cristiano, los domingos él en persona y con sus criados y
alguaciles en la parroquia poniendo gran diligencia y andado en trabajo, y hace
que vayan a misa a su parroquia, de manera que hace que cada ayllo se reparte
y está aun cabo [sic], para que por esta orden se vea si faltan algunos indios,
en especial si son caciques y otras personas conocidas los hecha menos, y los
hace buscar y venir a misa, y después de misa sobre tarde él en persona va a
algunas parroquias y hace que los caciques lleven sus indios y vayan al ser-
món al nombre de Jesús, y por las calles los anda juntando con una Cruz en la
mano, y viendo los naturales que un hombre como el dicho don Fernando anda
juntándolos no quieren caer en falta en la dicha doctrina. Lo que este testigo ha
visto en esta villa por vista de ojos, y lo hace ordinariamente los días domingos
y fiestas y otros días de entre semana, y hacen que vaya a oir la doctrina, y la
oye él con ellos, y esto responde a esta pregunta.
20-21. [responde, sin añadir nuevos datos] [f.55r]
22. [remite a la pregunta]
23. [n. s.]
24. A las 24 preguntas dijo que este testigo cree y tiene por cierto, y no tiene de
ello duda alguna, que el dicho don Juan Colque el mozo es hijo bastardo del
dicho don Joan Colque Guarache difunto, porque el dicho difunto fue casado
y velado con una india palla280 que conoce este testigo, y no es su hijo, y así se
deja entender claramente ser el dicho don Joan Colque el mozo bastardo hijo
del dicho don Joan Colque, y que además de lo susodicho el dicho don Joan
Colque el mozo es muy mozo, y no tiene la calidad y experiencia y autoridad
que el dicho don Fernando, ni entendimiento, porque el dicho don Fernando
es hombre de mucha experiencia y valor, y se ve claramente si lo demás [sic]
que no el dicho don Joan Colque ni otro alguno de esta provincia, y esto res-
ponde a esta pregunta y dice de ella.
25. [responde, sin añadir nuevos datos]
26. A las 26 preguntas dijo que dice lo que se tiene en este dicho su dicho, lo cual
le es a él público y notorio y lo que sabe del caso para el juramento que tiene
280 “Palla. Muger noble adamada galana”. González Holguín, Vocabulario ... ([1608] 1989:273).
938 QARAQARA - CHARKA
hecho, y siéndole leído se ratificó en él, y no firmó porque dijo que no sabía
escribir, y los dichos intérpretes lo firmaron de sus nombres.
Pedro de Alcalá,
Miguel de Murcia.
ante mi, Pedro de Venegas, escribano público.
[25 testigo ] En la villa de Potosí a 9.i.1584 el dicho don Fernando de Velasco pre-
sentó por testigo en la dicha razón a un indio que por los dichos intérpretes le
fue preguntado como se llama, el cual dijo nombrarse Domingo Titacallo, y ser
natural del repartimiento de Paria, del cual fue tomado y recibido juramento
de decir verdad, y siendo preguntado dijo y depuso lo siguiente:
1. A la primera pregunta dijo que conoce al dicho don Fernando de Velasco, y
conoció a Alonso Ayavire su padre, y asimismo conoció [f.55v] a Cuysara,
abuelo del dicho don Fernando, no sabe cuantos años, a más de que ha mu-
chos años desde antes que viniesen los españoles conoció al dicho Cuysara,
y asimismo conoció a Guarache, padre de don Joan Colque difunto, y al dicho
don Joan Colque Guarache su hijo, y asimismo conoce a don Juan Colque el
mozo desde su niñez, y asimismo conoce a don Joan Soto de muchos años
a esta parte, y a los demás contenidos en la pregunta no los conoce más de
que tiene noticia de ellos, y tiene noticia de este pleito y causa.
De las preguntas generales de la ley no supo decir la edad que tiene, más de
que en el tiempo de Guaina Capac Inca era ya mozo, que andaba ya con una
arma que se llama ayllo para cazar guanacos, y por su aspecto pareció ser de
más edad de 80 años, y no le tocan las generales.
2. A la 2 pregunta dijo que como hijo sucesor del dicho don Alonso Ayavire, a
quien este testigo conoció por cacique y señor principal del repartimiento de
Sacaca e Collaoma, vió que sucedió en el dicho cacicazgo el dicho don Fer-
nando, y como tal sucesor ha usado del dicho cargo y gobernado los indios
del dicho repartimiento, y esto sabe de esta pregunta.
3. A la 3 pregunta dijo que este testigo ha oído decir por cosa pública cómo los
antepasados del dicho don Fernando fueron señores principales, caciques del
dicho repartimiento que refiere esta pregunta, y así este testigo vió a Cuysara a
quien conoció muy bien que era abuelo del dicho don Fernando, que como tal
señor gobernaba y mandaba todos los repartimientos que dice esta pregunta,
y los indios de ellos le respetaban y reconocían por su señor natural y cacique
principal, y así vio que los dichos Cuysara y don Alonso Ayavire su hijo, padre
y abuelo del dicho don Fernando, no fueron sujetos a otro señor ni cacique,
porque ellos lo fueron, y más principales que hubo entre las naciones de los
Charcas y otros que refiere esta pregunta, y esto responde a ella.
4. A la 4 pregunta dijo que dice lo que dicho tiene en la pregunta de suso a que se
refiere, y lo demás en ella contenido lo ha oido decir por cosa pública, porque
este testigo no los conoció a los dichos Copacatiaraca ni al dicho Cohocoho,
y esto responde a esta pregunta.
5. A la 5 pregunta dijo que no la sabe más de haberlo oido decir públicamente,
y que como dicho tiene conoció a Cuysara, padre de don Alonso Ayavire y
abuelo de don Fernando de Belasco, el cual como hombre que era tan gran
señor y principal andaba en el tiempo antiguo en una lanpa, que es a manera
MALLKU 939
respetado de todos los indios de esta provincia, vió que los españoles llevaron
consigo al dicho Cuysara y Hausita y Guaita, caciques y señores de su nación,
los cuales vió que fueron con los dichos españoles y con mucho número
de indios que llevaron consigo como señores que eran y para su servicio, y
después los vió volver a este reino destrozados y perdidos sin andas, y les
faltaron que se habían muerto muchos indios de los que habían llevado, y esto
responde a esta pregunta.
11. A las 11 preguntas dijo que es verdad y este testigo vió que después que falle-
ció el dicho Cuysara sucedió [don Alonso] en el señorío del repartimiento de
Sacaca y Collaoma, del cual, porque en aquella sazón ya estaban repartidos
los indios que a los dichos sus padres y antepasados estaban sujetos entre
los españoles, no gobernó más de los indios de Sacaca y [f.56v] Collaoma,
que era su propia nación y patria, y esto responde.
12-14. [responde, sin añadir nuevos datos]
15. [remite a la pregunta]
16-17. [remite a la pregunta]
18. [responde, sin añadir nuevos datos]
19. A las 19 preguntas dijo que este testigo ha visto lo contenido en la pregunta y es
la verdad, y así la sabe como en ella se refiere, lo cual este testigo ha visto que
hace el dicho don Fernando continuando en ello con los hermanos de la Compañia
de Jesús, tomando para ello una Cruz en las manos, y asistiendo a la predicación
que se les hace, y esto ha visto este testigo, y responde a esta pregunta.
20. [remite a la pregunta] [f.57r]
21-22. [responde, sin añadir nuevos datos]
23. [remite a la pregunta]
24. A las 24 preguntas dijo que este testigo ha oido decir por cosa pública y cierta
que el dicho don Joan Colque el mozo es hijo bastardo de don Joan Colque
Guarache, el cual dicho don Joan es mozo y de poca edad, y le parece a este
testigo que no tiene las partes y calidades que se requiere para el uso y ejercicio
de tal cargo, y por el contrarioha visto que el dicho don Fernando es hombre
de mucho entendimiento y razón y méritos que no el dicho don Joan, y esto
responde a esta pregunta.
25. [responde, sin añadir nuevos datos]
26. A las 26 preguntas dijo que lo que dicho tiene es la verdad, so cargo del dicho
juramento, y no firmó porque dijo no saber, y los intérpretes lo firmaron.
Pedro de Alcalá,
Miguel de Murcia.
ante mí, Pedro Venegas, escribano público.
[26 testigo] En la villa de Potosí a 9.i.1584 años el dicho don Fernando de Velasco
Ayavire presentó por testigo para la dicha probanza a don Felipe Paita, cacique
principal del repartimiento de Tapacari y alcalde de los naturales de esta villa,
del cual por los dichos Pedro de Alcalá y Miguel de Murcia intérpretes fue to-
mado y recibido juramento en forma de derecho, so cargo del cual prometió
MALLKU 941
de decir verdad, y siendo preguntado por el tenor del dicho interrogatorio dijo
y depuso lo siguiente:
1. A la 1 pregunta dijo que conoce al dicho don Fernando de Velasco de 30 años
a esta parte poco más o menos, y asimismo conoció a don Alonso Ayavire,
padre del dicho don Fernando, de 50 años a esta parte poco más o menos, y
asimismo conoció a don Joan Colque difunto capitán de los Quillacas y Caran-
gas de 30 años poco más o menos, y asimismo conoce a don Joan Colque
el mozo de 10 años a esta parte, y no conoce a los demás contenidos en la
pregunta, y tiene noticia de este pleito y causa.
De las generales de la ley dijo que es de edad de 58 años poco más o menos,
y que no le tocan las generales ni alguna, [f.57v] y que venza esta causa la
parte que tuviere justicia.
2. [responde, sin añadir nuevos datos]
3-4. [n. r.]
5. A la 5 pregunta dijo que don Francisco Puita [sic], cacique principal del repar-
timiento de Tapacari donde este testigo, aquel le dió entera noticia del dicho
Cohocoho, del cual le dijo que era un señor muy principal, y que conocía al
Inca Guaina Capa, y le dijo que el dicho Cohocoho era señor de 10.000 indios
de guerra que le estaban sujetos, todos los indios de la nación de los Charcas,
y que reconociendo ser señor de ellos los dichos indios le respetaban y acata-
ban como a señor que era tan grande entre los indios de esta provincia, [y] los
dichos indios le traían en guandas [sic], y asimismo a Cuysara su hijo, y que
los susodichos se trataban como señores que eran de las dichas naciones, y
como tales traían insignias de quitasol y la dicha litera que no le traen todos
sino son los que conocidamente son señores, del cual le dió muchas noticias
y relación que no se acuerda de todo, y esto responde a esta pregunta.
6. [remite a la pregunta]
7. [responde, sin añadir nuevos datos]
8. [remite a la pregunta]
9-10. [n. r.]
11. A las 11 preguntas dijo que después que vinieron los españoles a este reino,
y en especial a esta provincia, se repartieron todos los repartimientos y pro-
vincias encomendádolo [sic] a personas españolas, a cuya causa se dividió y
repartió las provincias y los que antes eran y fueron señores de una provincia
y nación no podían gobernar más de su repartimiento, por lo cual vió que el
dicho don Alonso Ayavire, padre del dicho don Fernando, gobernó solo el
repartimiento de Sacaca y Collaoma que era anexo [a] su repartimiento de
Sacaca, y esto sabe de esta pregunta, y responde a ella.
12. A las 12 preguntas dijo que vió que en tiempo que se alzó [en] esta provincia
don Sebastian de Castilla y después Francisco Hernandez, a cuyo castigo vino
el mariscal Alonso de Alvarado a esta provincia, el dicho don Alonso Ayavire,
padre del dicho don Fernando, sirvió a Su Majestad dándole [f.58r] al dicho
mariscal como a capitán del rey le daba los indios y carneros y bastimentos
necesarios e indios para chasques, y para otros efectos acudiendo a ello perso-
nalmente para que fuese más bien hecho lo que fuese necesario y con mayor
942 QARAQARA - CHARKA
y minas y otras cosas necesarias, de manera que tiene en ello mucho trabajo
y ocupación, y era digno que se lo pagarán, y esto sabe de esta pregunta.
22. A las 22 preguntas dijo que es verdad y ha visto que el dicho don Fernando es
como padre de los naturales de esta provincia, porque los ayuda y favorece
mucho en todo lo que se les ofrece, y esto hace así a los indios de esta provin-
cia como a los extraños de otras partes y provincias, y así todos los caciques
e indios humildes todos acuden a él por lo bien y con el amor que lo hace, y
esto responde a esta pregunta.
23. [n. s.]
24. A las 24 preguntas dijo que el dicho don Joan Colque es mozo, y que se
ve claramente no ser de la habilidad y capacidad y valor que tiene el dicho
don Fernando, y que no sabe si es hijo bastardo más de que vió que don
Joan Colque fue casado legítimamente y no tuvo hijos en su mujer, y esto
responde.
25. A las 25 preguntas dijo que por las partes y calidades y entendimiento que
tiene el dicho don Fernando, y que es como padre de los naturales de esta
villa, será hacer gran bien a los dichos indios que Su Majestad haga merced
al dicho don Fernando de la capitanía general de esta villa, porque será bien
para ellos en especial para los pobres, porque les hace mucho bien y los trata
como a sus hijos, y esto sabe de esta pregunta y responde a ella.
26. A la 26 preguntas dijo que lo que tiene dicho es la verdad so cargo del dicho
juramento, y no firmó porque dijo que no sabía escribir, y los intérpetres lo
firmaron de sus nombres.
Pedro de Alcalá,
Miguel de Murcia.
ante mi, Pedro Venegas, escribano público.
Auto
En la villa de Potosí a 9.ii.1584, ante el ilustrísimo señor Luis de Ysunça, alcalde
ordinario en esta villa, sucesor en el dicho cargo a Joan Nuñez Maldonado, pareció
la parte del dicho don Fernando de Velasco y dijo:
que por ahora no tiene más testigos que presentar [f.59r] en esta causa pidió a su
merced mande a mí el presente escribano le dé un traslado o más de la probanza que
tiene hecha para ocurrir con ella adonde en su derecho convenga interponiendo a
ello su autoridad y decreto judicial. Y el dicho señor alcalde mandó a mí el presente
escribano le dé el dicho traslado o traslados que pidiere autorizados en manera
que haga fe en los cuales y cada uno de ellos dijo que interponía e interpuso su
autoridad y decreto judicial para que valga y haga fe en juicio y fuera doquier que
pareciere y lo firmó de su nombre. testigos:
Diego Fernandez
y Miguel de Murcia
Luis de Ysunça.
ante mí, Pedro Venegas, escribano público.
944 QARAQARA - CHARKA
Cédula
Título de alcalde mayor de los naturales de la provincia de los Charcas a don Fer-
nando Ayavire padre de don Joan dado por el corregidor de Potosí y confirmado
por el virrey, año [15]91.
Don Garçia Hurtado de Mendoça, virrey gobernador y capitán general en estos rei-
nos y provincias del Piru, Tierra Firme y Chile etc., presidente de la Real Audiencia
de los Reies etc. :
por cuanto por parte de don Fernando Ayavire Cuysara, gobernador y cacique
principal del repartimiento de Sacaca y Charcas y capitán de los indios que van de
las provincias de los Charcas, Caracaras y Soras, Omasuios y Urcosuios a la labor
y beneficio de las minas de Potosí, se me hizo relación que como constaba de los
recaudos que ante mí tenía presentados, era persona principal y descendiente de
caciques y personas graves antes y depués de los Incas, y que su padre y abuelos
sirvieron a Su Majestad así en haber sido el primero que dió la obediencia, como
en el descubrimiento y manifestación de las minas de Porco, y en haber ido a la
pacificación y conquista del reino de Chile con don Diego de Almagro y Valdivia,
y por constarle de ello, y de su habilidad y suficiencia, el capitán Joan Ortiz de Zárate,
visitador que fue en la dicha villa, le nombró por alcalde mayor de los naturales de
ella, como parecía por el nombramiento que presentaba, y que así le había usado
y usaba con mucha rectitud,
y que ultimamente había servido a Su Majestad con 2000 pesos ensayados graciosos,
y había sido el primero en el dicho servicio con que había animado a los españoles,
caciques e indios de aquella villa y provincia que le sirviesen con mucha suma de
dineros, como constaba por las certificaciones y testimonios que presentaba,281
y para que el dicho oficio y cargo que tenía de alcalde mayor lo pudiese usar con
mejor título, atento a los dichos sus servicios, se me pidió y suplicó lo mandase
confirmar y dar la provisión de ello.
Y por mi visto lo susodicho juntamente con las dichas certificaciones de suso refe-
ridas, y el dicho nombramiento de alcalde mayor que es del tenor siguiente:
El capitán Joan Ortiz de Zarate, teniente de capitán general en esta provincia de
los Charcas por el conde del Villar, virrey de estos reinos, visitador y justicia mayor
en ella, etc.:
[f.59v] Por cuanto habiendo venido a esta villa imperial de Potosí a la visita de las
minas del Cerro Rico e ingenios de ella, y a cumplir otras comisiones importantes al
servicio de Su Majestad, por experiencia que he hecho en el tiempo que he estado
usando de las dichas comisiones de los indios capitanes y caciques y principales que
en ella están, y de cuál de ellos se podría hacer confianza de negocios importantes
así del servicio de Su Majestad como de la conservación y bien de los naturales,
he hallado en la persona de don Fernando Ayavire y Cuysara, capitán de los indios
Charcas y Soras de la provincia de los Omasuios, que como tal reside en esta dicha
villa, concurren en él muchas y muy buenas partes y calidades, por ser como es
descendiente de personas principales y caciques que tuvieron bajo de su dominio
y mando sus antepasados y abuelos 10.000 indios de la nación de los Charcas,
antes de los Incas y después de ellos, y personas que andaban en literas.
Y cuando vinieron los españoles a esta tierra a la conquista de ella su abuelo, lla-
mado Cuysara, fue uno de los primeros que dió la obediencia a Su Majestad en su
real nombre a sus gobernadores y capitanes, y por respeto de él todos los demás
caciques y principales e indios de la dicha provincia de los Charcas vinieron a la
dicha obediencia;
y ni más ni menos el dicho Cuysara descubrió y manifestó las minas del asiento de Porco
en aquella sazón al comendador Hernando Pizarro y Gonzalo Piçarro, capitanes estando
en esta provincia de los Charcas, en lo que hizo mucho servicio a Su Majestad;
y asimismo el dicho Cuysara, abuelo del dicho don Fernando Ayavire, como persona
más principal, fue con don Diego de Almagro y Pedro de Valdivia a–la conquista
y pacificación de las provincias de Chile, sirviendo con muchos caciques e indios
que para el dicho efecto llevó, y en la ida y vuelta tardó tres años como leal vasallo
y servidor de Su Majestad;
y asimismo don Alonso Ayavire, padre del dicho don Fernando Ayavire, sirvió en
todas las alteraciones que hubo en esta dicha provincia, y en todo lo demás que
se ofreció como leal vasallo de Su Majestad, como de todo me constó por la pro-
banza e información que sobre ello tiene fecha el dicho don Fernando, que ante
mí hizo demostración;
y que lo parece en su trato y comunicación, y muy ladino y experto en negocios
de justicia por haberlos tratado y asistido en oficios de justicia y buen escribano y
que en los negocios que en lo tocante a las dichas comisiones y en otras cosas del
servicio de Su Majestad lo ha hallado con mucha fidelidad y limpieza
y que en la información y pesquisa que he hecho contra los capitanes caciques y
quipocamaios que residen en esta villa sobre cohechos que han llevado a sus indios
y otras cosas, no he hallado información ni culpa contra el dicho don Fernando
Ayavire, antes he entendido de sus indios y tenido noticia que los ha favorecido.
Por tanto por el tenor de la presente, como tal visitador y justicia mayor en esta
provincia, elijo, nombro y señalo al dicho don Fernando Ayavire por alcalde mayor
de los naturales de esta provincia de los Charcas y villa imperial que reside en ella,
946 QARAQARA - CHARKA
para que ante él pasen todos sus negocios y los juzgue como tal su alcalde mayor,
y para ello traiga vara alta de la real justicia,
y mando a todos los capitanes, alcaldes y caciques prinçipales, y todos los demás
indios que como dicho es estuvieren y residieren en esta dicha villa, le hayan y
tengan y obedezcan por tal alcalde mayor, y usen con él el dicho oficio,
y le guarden y sean guardados todas las honras, gracias, mercedes, franquezas y liber-
tades que a tales alcaldes mayores de los dichos indios les deben ser guardados,
y que se guarde y cumpla este título según y como en él se contiene, so pena de
1000 pesos ensayados de oro para la cámara de Su Majestad.
Hecho en la villa de Potosí a 25.vii.1587.
Joan Ortiz de Zarate.
Por su mandado Alonso de Olivares [f.60r] Inostrosa.
Atento a lo cual, y teniendo consideración al servicio de 2000 pesos ensayados con
que el dicho don Fernando Ayavire Cuysara sirvió a Su Majestad graciosamente,
acordó de dar y dí la presente por la cual, en nombre de Su Majestad, y en virtud
de los poderes y comisiones que de su persona real tengo, y en el entretanto que
por mí otra cosa se provee y manda y el dicho don Fernando Ayavire y Cuysara
hace el deber, mando que pueda usar y use del dicho título de alcalde mayor suso
incorporado, que por el dicho capitán Joan Ortiz de Zarate se le dió,
y el corregidor que lo fuere de la dicha villa y su partido, y otro cualesquier justicias
de ella, guarden y cumplan esta mi provisión según y de la manera que en él se
contiene y declara, sin que en ello se le ponga impedimento alguno so pena de 1000
pesos de oro para la cámara de Su Majestad, hecho en Los Reyes a 29.vii.1591.
Don Garcia.
Por mandato del virrey, Alvaro de Nabamuel.
En la villa de Potosí a 14.ii.1592, ante don Pedro Ozores de Ulloa, corregidor y
justicia mayor en esta villa, pareció don Fernando Ayavire Cuysara y presentó la
provisión de suso de alcalde mayor, y pidió que en su cumplimiento le recibiese al
uso y ejercicio del dicho oficio y justicia, y por el dicho corregidor vista obedeció
la dicha provisión, y la mandó guardar y cumplir, y en su cumplimiento le dió y
entregó una vara de justicia
y tomó y recibió del dicho don Fernando Ayavire Cuysara juramento a Dios y a la
Cruz en forma de derecho de que usará el dicho cargo bien y fielmente, y admi-
nistrará justicia con rectitud sin quitar de unas partes para dar a otras, y hará todo
lo demás que debe y está obligado a hacer y acudir.
Y a la conclusión del dicho juramento dijo “sí juro” y “amén” y con esto quedó
recibido al uso y ejercicio del dicho oficio.
Testigos:
Joan de Deza y Fernando Mateos.
Don Pedro Osores de Ulloa,
don Fernando Ayavire Cuysara.
ante mí, Felipe de Godoy, escribano.
Yo Mateo de Almonacir, escribano del Rey nuestro señor público del número de la
villa imperial de Potosí, de pedimento de don Fernando Ayavire Cuysara, capitán
MALLKU 947
Cédula
Título de Cacique Principal [de don Fernando Ayavire]
Don Garcia Hurtado de Mendoza, virrey gobernador capitán general en estos reinos
y provincias del Piru, Tierra Firme y Chile, presidente de la Real Audiencia de Los
Reyes etc.:
Por cuanto por parte de don Fernando Ayavire Cuysara, cacique principal del
repartimiento de Sacaca y Charcas, se me hizo relación que como era notorio él
era descendiente de personas principales y señores que tuvieron bajo su dominio
más de 10.000 indios de la nación de los Charcas antes que gobernaron los Incas,
y como personas calificadas andaban en literas,
y que después que vinieron los españoles a estos reinos a la conquista de ellos
era Cuysara su abuelo capitán, y como tal fue uno de los primeros que dieron la
obediencia a Su Majestad, y en su real nombre a sus gobernadores y capitanes,
por cuya causa todos los demás indios vinieron a la dicha obediencia;
y que así mismo fue el primero que descubrió y manifestó las minas del asiento
de Porco a Hernando y Gonzalo Pizarro,
y que como persona principal y servidor de Su Majestad fué con los capitanes don
Diego de Almagro y Valdivia a la conquista y pacificación del reino de Chile, llevando
en su compañía y a su costa muchos caciques y principales e indios, adonde se
había ocupado tiempo de tres años y gastado mucha hacienda;
y que siguiendo al dicho su abuelo don Alonso Ayavire, su padre, sirvió a Su Majes-
tad en todas las alteraciones y ocasiones que se ofrecieron, y él correspondiendo a
la calidad del dicho su padre y abuelos se había ocupado en todo lo que se había
ofrecido con su persona y hacienda, y particularmente en la villa imperial de Potosí
donde había residido y residía de 10 años a esta parte, dando orden como capitán
que no faltasen los indios que están señalados para las minas e ingenios de él,
aumentando los reales quintos,
y últimamente había servido a Su Majestad con 2000 pesos ensayados graciosa-
mente,[f.61r] siendo en el dicho servicio el primero que fue causa para que se
animasen los españoles y demás caciques de aquel distrito a que le sirviesen, y
había sido causa para que los caciques e indios de su parcialidad sirviesen con
otros 10.000 pesos para las guerras y gastos contra infieles, como constaba por
un testimonio que presentaba,
y que él pretendía ocuparse y proseguir en el dicho servicio con los cargos y oficios
que tenía, y que como constaba del título que presentaba él era cacique principal
de todo el repartimiento de Sacaca, y para que le gozase sus hijos y descendientes
atento los dichos servicios se me pidió y suplicó fuese servido confirmarle,
y por mí visto lo susodicho, juntamente con las dichas certificaciones y testimonios
de que de suso se ha hecho mención, y el título que tiene del dicho cacicazgo del
repartimiento de Sacaca, que su tenor es como sigue:
Título
Don Fernando de Torres y Portugal, conde del Villar, virrey gobernador y capitán
general en estos reinos y provincias del Piru y Tierra Firme, presidente de la Real
Audiencia de la ciudad de Los Reyes, y de las demás de estos reinos:
MALLKU 949
Por cuanto don Fernando Ayavire cacique principal de Sacaca me hizo relación
que el señor virrey don Francisco de Toledo le hizo merced del título del dicho
cacicazgo, como parecía por un decreto que está incorporado en un testimonio
de que hizo presentación,
y para poderlo usar con mejor título, y que no se le ponga ningún impedimento
en el ejercicio del dicho oficio, me pidió y suplicó se lo mandase confirmar, que en
ello recibiría bien y merced, y por mi visto su pedimento juntamente con el dicho
testimonio que es del tenor siguiente:
Excelentísimo Señor,282
Don Fernando Ayavire y Velasco, cacique principal del repartimiento de Sacaca,
beso los pies de Vuestra Excelencia, y digo:
que yo soy cacique principal del dicho repartimiento de tiempo de los Incas
y antes, porque soy hijo de don Alonso Ayavire y nieto de Cuysara y biznieto
de Cooco y tataranieto de Copacanaraca, [sic] y descendiente por línea recta
de varón de todos los que han sido señores naturales del dicho repartimiento,
los cuales asimismo eran caciques y señores y capitanes en el tiempo de todos
los Incas y antes de ellos del repartimiento de Chayanta y del repartimiento
de Cochabamba,
y por división que hubo de encomenderos después de venidos los españoles
a esta tierra mi padre quedó solo señor del dicho repartimiento de Sacaca
donde yo soy;
y parece que debe haber habido alguna falsa o siniestra relación en la visita
que Diego Nuñez Bazan ha hecho por mandado de Vuestra Excelencia, porque
se señalan tres caciques de tres parcialidades del dicho repartimiento, y se les
señalan salario de caciques principales, no habiendo otro cacique principal
sino yo sólo, de más de 100 años a esta parte,
de cuya causa Vuestra Excelencia no ha sido servido señalarme más de 80
pesos de tasa para mi sustentamiento y ciertos servicios, habiendo señalado
otros caciques no más principales que yo a 300 y a 200 pesos, en lo cual yo
recibí notable agravio, porque la dicha tasa es muy poca para que yo me pueda
sustentar conforme a la calidad de mi persona, e hijo y nieto descendiente de
quien soy, y como cacique principal del dicho repartimiento, y especial para
vivir en policía como Su Majestad lo manda,
y más yo que soy tan inclinado al ser y nación española que con este deseo he
procurado tratar y comunicar con ellos hasta aprender su lengua y costumbres,
como a Vuestra Excelencia le es notorio.
Pido y suplico a Vuestra Excelencia humildemente me haga merced de mandar
me dar suficiente tasa y salario, que me siembren con tres hanegas de maíz, 15
de papas y 15 de indios a servicio y 24 carneros de Castilla y otros 24 carneros
de la tierra, pues hay de la comunidad, para que yo me pueda sustentar con-
forme a quien soy, declarándome por cacique principal del dicho repartimiento
de Sacaca y de las parcialidades que en él hay, mandando que todas [f.61v]
ellas y los indios y caciques del dicho repartimiento me obedezcan y acaten
282 Este testimonio es igual que aquel presentado en el Documento 20 (ff.17v-18v) y al final
de este mismo documento (ff.84r-85r).
950 QARAQARA - CHARKA
como a tal cacique principal que soy, así lo de uno como lo del otro, de lo cual
estoy presto dar información siendo de ello Vuestra Excelencia servido, en lo
cual todo recibiré bien y merced.
Don Fernando Ayavire y Velasco.
Decreto
En Caracollo a 25.iv.1575 años proveyó Su Excelencia lo siguiente:
Que se guarde lo proveido en la nueva tasa, y que se le dé título de cacique princi-
pal de todo el dicho repartimiento por la relación e información que Su Excelencia
tiene que lo es,
y además del salario que se le está señalado por la nueva tasa se le dé más 20
carneros de Castilla y 20 de la tierra del ganado de la comunidad, por las obliga-
ciones y cargas de cacique principal, y que ha de estar a su cargo y dar cuenta del
dicho ganado.
ante mí Nabamuel.
Va entre renglones: en val[g]a. Yo Joan de Clavijo, escribano de Su Majestad, lo
hice escribir y sacar de su original que queda en poder del dicho don Fernando
Ayavire, y va cierto y verdadero. En la villa de Potosí, a 30.viii.1585 años. Y en fe
de ello lo signo en testimonio de verdad.
Joan de Clavijo, escribano de Su Majestad
[Nombramiento de Fernando Ayavire como Cacique Principal del repartimiento
de Sacaca]
Acordo de dar y dí la presente, por la cual, en nombre de Su Majestad y en virtud de
los poderes y comisiones que de su persona real tengo, hago merced de nombrar
como por la presente nombro, elijo y proveo al dicho don Fernando Ayavire por
cacique principal del repartimiento de Sacaca del distrito de Chaianta, sin perjuicio
de tercero que mejor derecho tenga, para que por todos los días de su vida pueda
usar y ejercer el dicho cargo de tal cacique principal del dicho repartimiento de
Sacaca;
y mando a los caciques y principales e indios de él le hayan y tengan por tal cacique
principal, y le obedezcan, respeten y acaten y cumplan sus mandamientos en lo que
no fueren contrarios a nuestra santa fe católica, con que el susodicho ampare y de-
fienda y gobierne a los dichos indios de manera que no reciban agravio ni vejación
de ninguna persona, y tenga cuidado de que todos acudan a la doctrina cristiana,
compeliéndoles a ello siendo necesario, y no consienta que hagan borracheras ni
idolatrías, castigando los excesos que en ellos hubiere en lo que a él tocare,
y con el dicho oficio mando se le guarden todas las honras, gracias, mercedes,
franquezas, libertades y preeminencias que debe haber y gozar y le deben ser
guardadas, y que haya y lleve y se le dé y pague el salario y servicio y chácaras
que por la nueva tasa del dicho repartimiento le está señalado,
y demás del dicho salario permito se le den 20 carneros de Castilla y 20 de la tierra
del ganado de la comunidad por las obligaciones y cargas de cacique principal,
y que ha de estar a su cargo dar cuenta del dicho ganado, y se pueda sentar en
tiana [?], y no consienta que la tenga otro ningún indio cacique ni principal si no
fuere teniendo título para ello.
MALLKU 951
Y mando al corregidor que fuere del dicho repartimiento y otras cualesquier jus-
ticias de Su Majestad le metan en la posesión del dicho cacicazgo, y le amparen
y defiendan en ella, y no consienta que sea despojado sin ser primero oido y por
fuero y derecho vencido,
y le hagan pagar y acudir con el salario y servicio que por la dicha nueva tasa le
esta señalado al cacique principal del dicho repartimiento, y que los indios de él
le hagan las chácaras que se les mandan hacer en las tierras que para ello diere el
dicho don Fernando Ayavire, y no las teniendo se hagan en las tierras de la comu-
nidad, como se refiere en la dicha tasa,
y ni los unos ni los otros no dejáis de lo así cumplir por alguna manera so pena
de 500 pesos de oro para la cámara de Su Majestad. Hecho en la ciudad de Los
Reyes a 16.ix.1586.
El conde del Villar.
Por nombre de su excelencia, Melchor Perez de Maridueña.
[Auto de reconocimiento del título de Cacique Principal de Fernando Ayaviri
Cuysara]
En el pueblo de San Luis de Sacaca a 20.x.1589 años ante el capitán Pedro Bravo de
Paredes, corregidor y justicia mayor en este partido por Su Majestad, pareció don
Fernando Ayavire, cacique principal de este pueblo, y presentó esta real provisión
del virrey, [f.62r] de estos reinos, y pidió cumplimiento de ella y justicia,
y el dicho capitán la tomó en sus manos y la obedeció con el acatamiento debi-
do, y en cuanto al cumplimiento dijo que en la mejor vía y forma que ha lugar de
derecho amparaba y amparó al dicho don Fernando Ayavire en la posesión que
tiene del dicho cacicazgo,
y mandó a los caciques y alcaldes de este pueblo le hayan y tengan por tal y
guarden y cumplan esta real provisión de Su Excelencia como en ella se contiene,
y acudan al dicho don Fernando Ayavire con todo lo que por ella Su Excelencia
manda,
y mandó que don Martin, principal de este dicho pueblo, les dé a entender esta
real provisión, el cual en presencia de mí el escribano les dijo en su lengua lo que
Su Majestad por ello manda, y el dicho corregidor lo firmó de su nombre.
Testigos
Miguel Fontañon de Carvajal
y Francisco Coparraga
Pedro Bravo de Paredes.
ante mí, Andres Cid, escribano.
Y yo Mateo de Almonacir, escribano del Rey nuestro señor público del número de
la villa de Potosí, hice sacar esta provisión de su original que para este efecto ante
mí exhibió don Fernando Ayavire Cuysara, con el cual la corregí y conserté, y se
llevó en su poder el dicho original,
siendo testigos Bartolomé Torquemada y Gaspar Perez de Bargas, residentes en
esta dicha villa, y lo signo en testimonio de verdad.
Mateo de Almonacir, escribano público.
952 QARAQARA - CHARKA
Provisión
[Juan Ayavire pide provisión para ser Alcalde Mayor]
Don Phelipe, por la gracia de Dios Rey de Castilla, de Leon, de Aragon, de las dos
Sicilias, de Jerusalem, de Portugal, de Nabarra, de Granada, de Valencia, de Galizia,
de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Cordova, de Corcega, de Murcia, de Jaen,
de los Algarves, de Algezira, de Gibraltar, de las islas de Canaria, de las islas de
Tierra Firme del mar océano, archiduque de Austria, duque de Borgoña, Brabante
y Milan, conde de Absburg, de Flandes, Tirol y de Barcelona, señor de Vizcaia, y
de Molinas, etc.:
Por cuanto don Joan Ayavire Cuysara, hijo mayor legítimo de don Fernando Ayavire
Cuysara, cacique principal del repartimiento de Sacaca, pareció ante el presidente
y oidores de la nuestra Audiencia y Cancillería Real que reside en la ciudad de La
Plata de los nuestros reinos y provincias del Piru, [y] presentó una petición del
tenor siguiente:
Muy Poderoso Señor:
Don Joan Ayavire Cuysara, hijo legítimo y natural de don Fernando Ayavire Cuysara,
cacique principal del repartimiento de Sacaca, gobernador y capitán general de las
provincias de los Charcas, Caracaras, Soras, Omasuios y Urcosuyos, digo:
que el dicho mi parte283 tiene los oficios de tal gobernador y capitán y alcalde
mayor de los naturales en la villa imperial de Potosí por merced de vuestro vi-
rrey, como consta de estas provisiones que presento, los cuales dichos oficios
se le dieron en remuneración de muchos servicios que ha hecho a vuestra real
persona.
Y por haber tenido falta de salud, y estar perdido su repartimiento por su ausencia, que
estuvo muchos años sirviendo los dichos oficios y en ellos a vuestra persona real en
la dicha villa de Potosí, nombró por su teniente a don Alonso Ayavire su sobrino,
y el dicho nombramiento lo aprobó vuestro corregidor Joan [f.62v] Ortiz de Zarate,
y usó en virtud del dicho nombramiento el dicho oficio tiempo de un año,
y ahora el dicho mi parte,284 como no han cesado las causas e impedimentos, me
nombra a mí por su lugarteniente en los dichos oficios, como consta de esta peti-
ción firmada de su nombre que presento;
sin embargo de lo cual, y de que los dichos oficios no se le pueden quitar al dicho
mi parte285 y a la persona que él nombrare, el dicho vuestro corregidor nombró por
alcalde mayor en lugar del dicho mi padre a un don Joan Bautista, indio particular
de la provincia de los Pacaxes, que no es cacique ni persona a quien se le puede
ni debe tener respeto por linaje de ser indio principal, ni por su persona ni buenas
costumbres, ni sabe gobernar, ni los principales de esta provincia le obedecerán
por ser todos gente principal y que tienen en su servicio y mandan a otros mejores
que al dicho don Joan Bautista,
y así sintiéndose agraviados del dicho proveimiento lo contradicen, como parece
por esta petición que presento firmada de los dichos caciques de esta provincia,
y esto del más agravio que el dicho vuestro corregidor hace en quitarnos al dicho
mi padre y a mí el oficio que por justo título y derecho nos pertenecen.
Para remedio de lo cual a Vuestra Alteza pido y suplico que, revocando y dando
pon ninguno el proveimiento hecho por el dicho vuestro corregidor en el dicho
don Joan Bautista, en virtud del nombramiento que tengo del dicho mi padre tiene
[sic] de vuestro virrey,
me nombre y haya por nombrado en el dicho oficio y en los demás que tiene el
dicho mi padre, y mande que sea recibido al uso y ejercicio de él, y que para este
efecto se me despache provisión en forma con penas y apercibimientos, y pido
justicia y para ello y oigan.
Don Juan Ayavire Cuysara.
Decreto
Dé información del impedimento de su padre y de su habilidad, edad y suficiencia,
y traigase para proveer en 8.xi.1593.
En la ciudad de La Plata 8.xi.1593 los señores presidente y oidores proveyeron lo
decretado de suso.
Joan de Losa.
Cédula del virrey
[Garcia Hurtado de Mendoza da nombramiento de Alcalde Mayor a Juan
Ayavire Cuysara]
Don Garcia Hurtado de Mendoza, virrey gobernador y capitán general en estos
reinos y provincias del Piru, Tierra Firme y Chile, presidente de la Real Audiencia
de Los Reies, etc.:
Por cuanto por parte de don Fernando Ayavire Cuysara, gobernador y cacique
principal del repartimiento de Sacaca y Charcas, y capitán de los indios que van de
las provincias de los Charcas, Caracaras y Soras, Omasuyo e Urcosuyo, a la labor
y beneficio de las minas de Potosí, se me hizo relación que, como constaba de los
recaudos que ante mí tenía presentados, era persona principal descendiente de
caciques y personas graves antes y después de los Incas, y que su padre y abuelos
sirvieron a Su Majestad, así en haber sido el primero que dió la obediencia, como en
el descubrimiento y manifestación de las minas de Potosí [sic], y en haber ido a la
pacificación y conquista del reino de Chile con don Diego de Almagro y Valdivia,
y que, por constarle de ello y de su habilidad y suficiencia, el capitán Joan Ortiz
de Zárate, visitador que fue en la dicha villa, le nombró por tal alcalde mayor de
los naturales de ella, como parecía por el nombramiento que presentaba, y que
así lo había usado y usaba con mucha rectitud, y que últimamente había servido
a Su Majestad con 2000 pesos ensayados graciosos, y había sido el primero en el
dicho servicio con que había animado a los españoles caciques e indios de la villa
[f.63r] y provincia a que le sirviesen con mucha suma de dineros, como constaba
por las certificaciones y testimonios que presentaba.
Y que para que el dicho oficio y cargo que tenía de alcalde mayor lo pudiese usar
con mejor título, atento a los dichos sus servicios, se me pidió y suplicó lo mandase
confirmar y darle provisión de ello, y por mí visto lo susodicho juntamente con
las dichas certificaciones de su uso referidas y el dicho nombramiento de alcalde
mayor, que es del tenor siguiente:
El capitán Joan Ortiz de Zarate teniente de capitán general en esta provincia de
los Charcas por el conde del Villar virrey de estos reinos visitador y justicia mayor
en ella etc.:
Por cuanto habiendo venido a esta villa imperial de Potosí a la visita de las minas del
Cerro Rico e ingenios de ella, y a cumplir otras comisiones importantes al servicio
de Su Majestad, por experiencia que he hecho en el tiempo que he estado usando
de las dichas comisiones de los indios capitanes y caciques y principales que en ella
están, y de cuál de ellos se podría hacer confianza de negocios importantes así del
servicio de Su Majestad como de la conservación y bien de los naturales,
he hallado en la persona de don Fernando Ayavire y Cuysara, capitán de los indios
Charcas y Soras de la provincia de los Omasuios que como tal reside en esta dicha
villa, concurren en él muchas y muy buenas partes y calidades, por ser como es
descendiente de personas principales y caciques que tuvieron debajo de su domi-
nio, y mandó sus antepasados y abuelos 10.000 indios de la nación de los Charcas
antes de los Incas y después de ellos, personas que andaban en literas,
y cuando vinieron los españoles a esta tierra a la conquista de ella su abuelo lla-
mado Cuysara fue uno de los primeros que dió la obediencia a Su Majestad en su
real nombre a sus gobernadores y capitanes, y por respeto de él todos los demás
caciques y principales e indios de la dicha provincia de los Charcas vinieron a la
dicha obediencia,
y ni más ni menos el dicho Cuysara descubrió y manifestó las minas del asiento
de Porco en aquella sazón al comendador Hernando Pizarro y Gonçalo Pizarro
capitanes estando en esta provincia de los Charcas, en lo que hizo mucho servicio
a Su Majestad;
MALLKU 955
y asimismo el dicho Cuysara, abuelo del dicho don Fernando Ayavire, como persona
más principal fué con don Diego de Almagro y Pedro de Valdivia a la conquista y
pacificación de las provincias de Chile, sirviendo con muchos caciques e indios
que para el dicho efecto llevó, y en la ida y vuelta tardó 3 años como leal vasallo
y servidor de Su Majestad,
y asimismo don Alonso Ayavire, padre del dicho don Fernando Ayavire, sirvió
en todas las alteraciones que hubo en esta dicha provincia, y en todo lo demás
que se ofreció, como leal vasallo de Su Majestad, como de todo me constó por
la probanza e información que sobre ello tiene hecha el dicho don Fernando, que
ante mí hizo demostración,
y que lo parece en su trato y comunicación, y muy ladino y experto en negocios
de justicia, por haberlos tratado y asistido en oficios de justicia y buen cristiano, y
que en los negocios que en lo tocante a las dichas comisiones y en otras cosas del
servicio de Su Majestad lo ha hallado con mucha fidelidad y limpieza,
y que en la información y pesquisa que he hecho contra los capitanes [f.63v] ca-
ciques y quipocamaios que residen en esta villa sobre cohechos, que han llevado
a sus indios y otras cosas, no he hallado información ni culpa contra el dicho don
Fernando Ayavire antes he entendido de sus indios y tenido noticia que los ha
favorecido;
por tanto por el tenor de la presente, como tal visitador y justicia mayor en esta
provincia, elijo, nombro y señalo al dicho don Fernando Ayavire por alcalde mayor
de los naturales de esta provincia de los Charcas y villa imperial que reside en ella,
para que ante él pasen todos sus negocios, y los juzgue como tal su alcalde mayor,
y para ello traiga vara alta de la real justicia;
y mando a todos los capitanes, alcaldes y caciques principales, y todos los demás
indios que como dicho es estuvieren y residieren en esta dicha villa, le hayan y
tengan y obedescan por tal alcalde mayor y usen con él el dicho oficio,
y le guarden y sean guardados todas las honras, gracias, mercedes, franquezas y
libertades que a tales alcaldes mayores de los dichos indios les deben ser guar-
dados, y que se guarde y cumpla este título según y como en él se contiene, so
pena de 1000 pesos ensayados de oro para la cámara de Su Majestad. Hecho en
la villa de Potosí a 25.vii.1587.
Joan Ortiz de Zarate.
Por su mandado Alonso de Olivares Inostrosa.
Atento a lo cual, y teniendo consideración al servicio de 2000 pesos ensayados con
que el dicho don Fernando Ayavire Cuysara sirvió a Su Majestad graciosamente,
acordé de dar y dí la presente por la cual en nombre de Su Majestad, y en virtud
de los poderes y comisiones que de su persona real tengo, y en el entretanto que
por mí otra cosa se provee y manda, y el dicho don Fernando Ayavire y Cuysara
hace el deber,
mando que pueda usar y use del dicho título de alcalde mayor suso incorporado
que por el dicho capitán Joan Ortiz de Zarate se le dió, y el corregidor que lo fuere
de la dicha villa y su partido y otro cualesquier justicias de ella guarden y cumplan
esta mi provisión según y de la manera que en él se contiene y declara, sin que
956 QARAQARA - CHARKA
Auto
En la villa de Potosí a 14.ii.1592 años ante don Pedro Sores de Ulloa, corregidor y
justicia mayor en esta villa, pareció don Fernando Ayavire Cuysara, y presentó la
provisión desuso de alcalde mayor, y pidió que en su cumplimiento le recibiese al
uso y ejercicio del dicho oficio y justicia,
y por el dicho corregidor vista obedeció la dicha provisión, y la mandó guardar y
cumplir, y en su cumplimiento le dió y entregó una vara de justicia, y tomó y recibió
del dicho don Fernando Ayavire Cuysara juramento a Dios y a la Cruz en forma de
derecho de que usara el dicho cargo bien y fielmente, y administrara justicia con
rectitud sin quitar de unas partes para dar a otras, y hará todo lo demás que debe
y está obligado a hacer y acudir,
y a la conclusión del dicho juramento dijo “si juro” y “amén” y con esto quedó
[f.64r] recibido al uso y ejercicio del dicho oficio.
testigos Joan de Desa
y Fernando Mateos.
Don Pedro Osores de Ulloa,
don Fernando Ayavire Cuysara.
ante mí Felipe de Godoy, escribano.
286 Don Martín Ochani fue cacique principal de los Sura. Ver Del Río, Relaciones interétnicas…
(1997:43); Etnicidad… (2005).
958 QARAQARA - CHARKA
que, como consta de estas provisiones de vuestro virrey, de que hago presentación, yo
he sido proveido y nombrado en los dichos oficios de tal gobernador y capitán y alcalde
mayor de esta provincia de los Charcas por los muchos y muy señalados servicios que
mis antepasados y yo hemos hecho a vuestra persona real, como más largamente en
los dichos mis titulos y provisiones del dicho vuestro virrey se contiene,
y habiendo yo de acudir necesariamente y precisamente a la obligación y cargo
de los dichos oficios a la villa de Potosí, me hallo enfermo y viejo e impedido para
poder sufrir tanto trabajo, y es justo que como se me ha hecho merced a mi per-
sona en gratificacion de los dichos servicios se prosiga asímismo en que se me dé
facultad y licencia para poder nombrar en ellos mi lugarteniente,
y habiéndolo de hacer ninguna otra persona puede así por naturaleza como por
suficiencia representar mejor mi persona en los dichos oficios que don Joan Ayavire
Cuysara, mi hijo legítimo y natural sucesor en el dicho cacicazgo y en las demas
preeminencias que de mis antepasados me pertenecen,
por tanto con licencia de Vuestra Alteza que ante todas cosas pido, nombro y elijo al
dicho don Joan Ayavire en mi lugarteniente en los dichos oficios, para que los sirva
y ejerza por todo el tiempo que me pareciere convenir y Vuestra Alteza mandare,
porque tengo satisfacción de su persona de que tiene entendimiento, suficiencia
y capacidad para poder usar los dichos oficios, y lo que mejor experiencia, por
haber asistido conmigo en la dicha villa de Potosí todo el tiempo que yo he asis-
tido en ella, [y] usando y ejerciendo los dichos oficios por su mano despachaba y
hacía muchas de las cosas que tocaban al servicio de vuestra real persona y buen
gobierno de los dichos indios;
atento a lo cual a Vuestra Alteza pido y suplico que en virtud de las dichas provi-
siones que así tengo presentadas del dicho vuestro virrey, y al nombramiento que
por ésta mi petición hago en el dicho mi hijo, y a las justas causas e impedimentos
que hay en mi persona para no poder usar el dicho oficio, y a las partes y habilidad
y suficiencia que el dicho mi hijo don Joan tiene para poder usar los dichos oficios,
le haya por nombrado por mi lugarteniente en ellos y en cada uno de ellos, y para
este efecto se le despache vuestra provisión real y comisión en forma, y que se le
acuda con el salario que por razón de los dichos oficios a mí se me manda acudir,
[f.66r] y se le guarden todas las preminencias que por razón del dicho oficio a mí
me pertenecen y me son debidas, como a mí misma persona, y como el dicho
vuestro virrey lo manda, y pido justicia para ello etc.
Don Fernando Ayavire Cuysara.
Provisión
Don Felipe:
por la gracia de Dios Rey de Castilla, de León, de Aragón, de las dos Cicilias, de
Jerusalem, de Portugal, de Navarra, de Granada, del reino de Valencia, de Galicia,
de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdova, de Córcega, de Murcia, de Jaén,
de los Algarves, de Algezira, de Gibraltar, de las islas de Canaria, de las islas de
Tierra Firme, del Mar Océano, archiduque de Austria, duque de Borgoña, Brabante
y Milan, conde de Absburg, de Flandes, de Tirol y de Barcelona, señor de Vizcaya
y de Molinas, &ca.
a vos el nuestro corregidor de la provincia de los Charcas que resideis en la villa
imperial de Potosí, y a vuestro lugarteniente en el dicho oficio, y a los nuestros
alcaldes ordinarios y otras cualquier nuestras justicias ante quien esta nuestra carta
fuere presentada y de ella pedido cumplimiento, salud y gracia:
sabed que don Fernando Ayavire Cuysara, gobernador de la nación de los indios
Charcas y Soras, y alcalde mayor de los naturales de la dicha villa, nos hizo relación
por petición que presentó en la nuestra audiencia y cancillería real que reside en la
ciudad de La Plata del Perú ante el señor presidente y oidores de ella,
el señor virrey de los nuestros reinos le proveyó por tal alcalde mayor de los indios
de la dicha villa, y lo había usado y ejercido, y ahora tenía [f.67r] necesidad de
MALLKU 963
hacer ausencia de la dicha villa por algunos días, e ir al pueblo de Sacaca a enten-
der en la obra de la iglesia, y otras cosas a que tenía obligación, suplicándonos le
mandasemos dar licencia para ello y nuestra real provisión, para que durante su
ausencia sirviese el dicho oficio de alcalde mayor por teniente, siendo persona
suficiente, porque se temía que vos las dichas nuestras justicias le impediriades
la ida, o como la Vuestra Merced fuese, y visto por el dicho nuestro presidente y
oidores proveyeron el decreto que se sigue:
Decreto
Que se le dé licencia para que pueda hacer ausencia por tiempo de un año, y fa-
cultad para que pueda nombrar teniente persona hábil y suficiente
en La Plata a 22.ii.1592.
Los señores presidente y oidores de esta Real Audiencia proveyeron lo decretado
de suso,
Juan de Losa.
Y fue acordado que debíamos mandar dar esta nuestra carta en la dicha razón y
nos tuvímoslo por bien, por qué vos mandamos que siendo con ella requeridos
cada uno de vos por parte del dicho don Fernando Ayavire Cuisara, veáis el dicho
decreto que de suso va incorporado proveido por el dicho nuestro presidente y
oidores, y lo guardéis, cumpláis y ejecutéis en todo y por todo como en él se con-
tiene y declara, y contra su tenor y forma no ireís y vendreís en manera alguna,
que por la presente le concedemos la dicha licencia por un año, con facultad que
pueda nombrar el dicho teniente siendo persona hábil y suficiente, y nos haga de
él +endeal+, so pena de la nuestra merced y de 500 pesos de oro para la nuestra
cámara,
dada en La Plata a 23.ii.1592
el licenciado Cepeda,
el licenciado Lopidana,
el licenciado Calderón.
Yo Juan de Lossa Varagona, escribano de cámara del católico Rey nuestro señor,
la hice escribir por su mandado con acuerdo de su presidente y oidores
registrada Pedro de Verga
canciller el licenciado Juan Diaz Ortiz
justicia igual a las partes que ante él pidieren, y hará todo aquello que por razón
del dicho cargo y oficio de teniente del dicho oficio de don Fernando Ayavire debe
y es obligado, y si así lo hiciere Dios le ayude y si no se lo demande,
con lo cual el dicho corregidor le recibió al uso y ejercicio del dicho oficio de te-
niente de capitán de los indios Charcas y Soras, y alcalde mayor de los naturales
de esta villa, y le entregó y dió una vara de justicia para la administración de ella
entre los naturales [f.67v] de esta villa que se la pidieren, y mando se le despache
título en forma, y así lo proveyo y mando y firmo,
Juan Ortiz de Zárate.
ante mí, Felipe Godoy, escribano.
Y en conformidad de todo lo susodicho por la presente nombro por lugarteniente
al dicho don Fernando Ayavire Cuysara y a don Alonso Ayavire en los cargos y
oficios de capitán y alcalde mayor de naturales que el dicho don Fernando Aya-
vire ejercía en esta villa, para que como tal su lugarteniente por el tiempo de su
ausencia los use y ejerza el dicho don Alonso, acudiendo a todo aquello que el
dicho don Fernando podía y debía, así en el gobierno y mando de los indios de la
dicha capitanía como en la administración de la justicia entre los indios naturales
que residen en esta villa y su jurisdicción,
y como tal teniente y alcalde mayor mando le respeten y acaten y cumplan sus
mandamientos, so las penas que les pusiere, en las cuales desde luego les doy por
condenados para que se ejecuten, y le sean guardadas todas las honras, franquezas
y libertades que por razón del dicho oficio le deben ser guardadas, sin que le falte
cosa alguna, y para la administración del dicho cargo y oficio traiga vara alta de la
real justicia, que para todo ello y cada cosa de ello y lo a ello anexo y conveniente
le doy comisión en forma,
hecho en Potosí 17.xi.1592
Juan Ortiz de Zárate.
por mandado del corregidor Felipe de Godoy, escribano.
Yo Mateo de Almonaçir, escribano del Rey nuestro señor, y público de número de
la villa imperial de Potosí, doy fé que por los meses de febrero, marzo, abril, mayo,
junio, julio, agosto, septiembre y octubre he visto en esta dicha villa a don Alonso
Ayavire con vara alta de la real justicia, usando oficio de alcalde de los naturales, y
para que de ello conste de su pedimiento dí la presente en la dicha villa dePotosí a
3.xi.1593, y los dichos meses son de este dicho año, y en fe de ello hice mi signo
en testimonio de verdad.
Mateo de Almonaçir, escribano público.
principal del repartimiento de Sacaca, cuyos tributos goza este testigo por
merced del Rey nuestro señor, y que es público y notorio las buenas partes
del dicho su padre y servicios que ha hecho a Su Majestad, y oficios y cargos
que ha tenido en la villa de Potosí, y que asimismo sabe que el señor marqués
de Cañete, virrey de estos reinos, dió al dicho don Fernando Ayavire el oficio
que se contiene en esta petición, a cuyos títulos se remite,
y que en lo tocante al dicho don Juan Ayavire lo más de este tiempo en que
le conoce ha sabido y visto [f.68r] este testigo que se ha criado en la villa de
Potosí con mucha disciplina y virtud en el estudio que tiene allí la compañía
de Jesús, y que así tiene habilidad y suerte y cordura y buen ingenio para
administrar el dicho cargo que es de su padre, por su ausencia, por concurrir
en él todo lo referido y tener muy buena pluma y habilidad para tratar con los
naturales y con los españoles, y tener mucha cuenta y razón de lo que estuviere
a su cargo y se le encomendare, como lo ha hecho en el dicho repartimiento
de Sacaca, por ausencia del dicho su padre, cuando era mas mozo, y que en
lo tocante a la edad que tiene le parece a este testigo que debe de ser de 24
años,
y que por cartas que este testigo [vió] del dicho repartimiento y destino de
los curacas de él y del dicho don Fernando Aiavire, y de personas que han
venido, sabe este testigo que el dicho don Fernando Ayavire es muy enfermo
de enfermedad de cargas prolijas, y que correría peligro su vida haciendo
ausencia del dicho repartimiento por ahora hasta cobrar salud,
y esto es la verdad para el juramento que hizo y que es de edad de 37 poco
más o menos, y que aunque este testigo tiene al dicho don Joan Ayavire la
obligación que sabe, no por eso ha dejado de decir verdad, y firmólo
don Joan de Alvarado y Velasco.
ante mí, Manuel Estebes, escribano receptor.
[Segundo testigo] En la ciudad de La Plata a 9.xi.1593 el dicho don Joan Ayavire
para la dicha información presentó por testigo al padre Francisco Gallego de
Velasco, clérigo presbítero residente en esta ciudad, del cual yo el presente
receptor recebí juramento en forma de derecho, y él lo hizo a Dios y a una Cruz
in verbo sacerdotis poniendo la mano sobre sus pechos, y prometió de decir
verdad de lo que supiere, y siendo preguntado por lo susodicho dijo:
que este testigo conoce a don Juan Ayavire que le presenta por testigo de
tiempo de 14 años a esta parte poco más o menos, y que durante ellos sabe
este testigo que ha estado y residido en la villa de Potosí, andando en el es-
tudio en la Compañía del nombre de Jesús, ocupándose en obras virtuosas,
tratando y conversando con gente principal, y es buen latino y tiene habilidad
y suficiencia y discreción para que se le encarguen los negocios que el dicho
su padre don Fernando Ayavire tiene a cargo,
y sabe este testigo que es hijo legítimo y mayor del dicho don Fernando, y
por tal lo tiene este testigo, y que le parece que de presente el dicho Joan es
de edad de 24 años, porque como declarado tiene este testigo ha 14 que le
conoce, y podía ser de 10 años, y que demás de esto sabe este testigo por
cartas y personas que han venido del pueblo de Sacaca donde el dicho don
Fernando es cacique principal,
966 QARAQARA - CHARKA
que conoce a don Fernando Ayavire Cuysara, cacique principal del repartimien-
to de Sacaca, de más de 13 años a esta parte, porque le ha tratado en este
dicho tiempo, acá, [y] conoce a don Joan Ayavire Cuysara porque tambien le
ha tratado en la villa de Potosí, el cual siempre ha tenido y tiene por hijo del
dicho don Fernando Ayavire, porque en esta posesión siempre lo ha visto tener,
nombrar y tratar, y ha sido habido y tenido, y que este testigo tiene al dicho
don Joan Ayavire por hombre virtuoso y de buen entendimiento, el cual es
latino porque le vió estudiar gramática en la villa de Potosí en el Colegio de la
Compañía de Jesús que en la dicha villa está, el cual vió que acudía al dicho
Colegio con mucho cuidado y allí era doctrinado y enseñado con cuidado,
por verle inclinado a virtud y letras, el cual siempre se ha tratado muy bien
trayendo su persona en hábito de español, y es tenido por muy virtuoso,
y tendrá de edad 22 años poco más o menos, en respecto del tiempo que ha
que este testigo le conoce, y lo muestra asi por el talle y disposición de su per-
sona, y que respecto de lo que tiene dicho le parece a este testigo tiene partes
esenciales para el cargo que pretende, y al parecer de este testigo muchas
más que cualquiera indio local de los que hay en la dicha villa de Potosí,
y que esto que ha dicho es lo que sabe y no otra cosa de lo contenido en la
dicha petición, y dijo que es la verdad para el juramento que hecho tiene, y que
es de edad de más de 50 años, y que no le toca cosa alguna de las generales,
y firmólo [f.69v]
Fernando de Medina.
ante mí, Manuel de Estebes, escribano receptor.
Decreto
Todo lo cual visto por los dichos nuestro presidente y oidores proveyeron el de-
creto que se sigue:
don Joan Ayavire y Cuisara use del cargo de su padre y despáchesele para ello
el recaudo necesario, con que dentro de cuatro meses traiga aprobación de Su
Señoría, el señor virrey,
en 13.xi.1593 en La Plata los señores presidente y oidores en acuerdo de justicia
proveyeron lo decretado de suso
Juan de Losa.
En cumplimiento de lo cual fue acordado que debíamos mandar dar esta nuestra carta
en la dicha razón, y nos tuvímoslo por bien, por la cual mandamos que el dicho Juan
Ayavire y Cuisara use y ejerza el dicho cargo y oficio de capitán de los naturales de
la provincia de los Charcas en lugar del dicho su padre, y que asimismo use el oficio
de tal alcalde mayor de la dicha provincia según y como se contiene y declara en los
recaudos y títulos que se dieron al dicho don Fernando Ayavire Cuysara su padre,
y en cuyo lugar le probemos como si para él fueran dirigidos, y con él hablarán,
atento a la dicha información y recaudos por él presentados, y a la información por
su parte dada, y justo impedimento que refiere tener para poder usar y ejercer los
dichos oficios, y a la habilidad del dicho don Juan Ayavire Cuysara,
y mandamos se le acuda con el salario, derechos y aprovechamientos a los dichos
cargos y oficios anejos y pertenecientes sin que le falte cosa alguna, y que se le
MALLKU 969
Y luego el dicho día 1.xii.1593, en cumplimiento del dicho auto desuso, el dicho
don Joan Ayavire dió fianzas de que usará el dicho oficio de alcalde mayor bien y
fielmente, y dará residencia cuando le fuere mandado, y fueron sus fiadores Pedro
de Taborga y Bartolomé de Vitoria, vecinos de esta dicha villa, como consta de la
fianza que de ello otorgaron, ante mi el presente escribano, que está en el registro
39 del dicho mi oficio a que me refiero, y de ello dí la presente,
testigo Juan de Bergara
y Juan de Espinoza.
ante mí, Nicolás de Guebara, escribano del cabildo.
tar indios y castigarlos, para que trabajen en las minas e ingenios, y en acudir al
cerro y averiguar y saber los indios que faltan y han faltado en él de los obligados
al servicio de las minas, y al castigo de los culpados en ellas, y es la persona de
quien Su Merced hace más confianza que de ninguno de todos los capitanes de
los naturales que en esta villa residen,
atento a todo lo cual siendo Su Excelencia servido de le hacer merced porque le
cabe, porque entre [f.71v] todos los naturales no halla persona que más satisfaga
para servir a Su Excelencia y descargar su conciencia y administración y mando de
los naturales de esta dicha villa, para que le mande confirmar los dichos oficios y
cargos, y se le de testimonio de esta petición y proveimiento, y de esta relación y
proveimiento y parecer, para que con él ocurra ante Su Excelencia, y así lo proveyo
y mando y firmo.
el licenciado Lopidana .
pasó ante mí, Pedro Benegas, escribano.
Despachó el dicho Pedro de Benegas escribano, de pedimiento del dicho don Juan,
alcalde mayor susocontenido, testimonio del parecer de esta otra parte a la letra,
y de la real provisión que con él está cosido, testimonio en relación del efecto con
los autos de ella, todo para el excelentísmo señor marquez de Cañete, virrey de
estos reinos, en 2.v.1594.
290 Sigue una repetición (ff.73r-v) de las partidas correspondientes a los indios Caracaras, y a
los españoles y yanaconas de Pitantora, error del escribano que omitimos.
291 Palabras entre corchetes procedentes del segundo traslado.
978 QARAQARA - CHARKA
pido y suplico a Vuestra Señoría sea servido en lo que en ésto hubiere lugar para
más fuerza y vigor mande interponer su autoridad y persona, haciéndome justicia
en todo y merced
don Fernando Ayavire Cuysara.
Decreto
Y por Su Señoría del dicho señor presidente vista la dicha petición proveyó a ello
el decreto que se sigue = firmado de su mano. Y firma.
Que atento a que lo contenido en esta petición es y pasa así como en ella se dice,
mando se le dé el testimonio o testimonios que pidiere, para que ahora y en todo
tiempo conste a Su Majestad y señores de su Real Consejo el servicio gracioso
que a Su Majestad hizo, con fé de la manda y paga que ha hecho
hecho en La Plata 16.ii. 1591
licenciado Cepeda.
En cumplimiento de lo cual yo Juan Gonzalez de Noguera, secretario de Su Se-
ñoría el dicho señor presidente, y de la razón del empréstito y servicio gracioso
que esta provincia de los Charcas y los distritos en ella comprendidos hicieron a
Su Majestad del Rey nuestro señor en esta ocación, pedida por Su Majestad para
el socorro de la guerra de Yngalaterra [sic],292 hice sacar y saqué el auto y ofreci-
miento del servicio hecho por el dicho don Fernando Ayavire a Su Majestad en la
villa de Potosí, como en el cuaderno del dicho servicio estaba asentado a la letra,
cuyo tenor es como se sigue:
Auto y ofrecimiento de servicio
En la villa de Potosí, provincia de los Charcas del Perú 18.vi.1590, ante el señor
licenciado Juan López de Cepeda del Consejo de Su Majestad del Rey nuestro señor,
y presidente en la Real Audiencia de esta provincia, pareció sin ser llamado don
Fernando Ayavire Cuysara, caciqueprincipal de todo el repartimiento de Sacaca,
y gobernador de la nación de los Charcas, capitan de los Omasuyos y Charcas y
Soras, y alcalde mayor de esta provincia, y dijo:
que a su noticia es venido que la causa que Su Señoría ha venido a esta villa don-
de ha llegado hoy dicho día es a lo que la católica magestad del Rey don Felipe
nuestro señor le tiene cometido cerca de que los vasallos que tiene en esta villa y
provincia le sirvan y ayuden con las cantidades que pudieren, como a Rey y señor
natural, para ayuda a los muchos gastos que ha hecho y hace en las armadas y
ejércitos contra los enemigos de nuestra santa fé católica y ley evangélica, y por la
seguridad y defensa [f.74v] de los mares oceanos infectados de pirátas y herejes,
por tanto que él como vasallo leal de Su Majestad e hijo legítimo de don Alonso
Ayavire, cacique principal que fue de la nación de los Charcas, que acudió a su real
servicio en todas las ocasiones que se ofrecierón en su tiempo, que de su propia
libre y agradable voluntad hacía e hizo servicio gracioso al Rey nuestro señor de
2000 pesos de plata ensayada y marcada, como de vasallo [del] Rey y señor natu-
292 Después del fracaso de la “Armada Invencible” en 1588, los ingleses buscaban un enten-
dimiento con el sultán turco. En preparación para una serie de expediciones contra los
ingleses entre 1591 y 1597, Felipe II buscaba nuevos recursos económicos en las Indias.
Ver Braudel, La Méditerranée et le monde méditerranéen… (1982, Tercera Parte, Cap. vi).
MALLKU 979
ral, los cuales dará luego o cuando por Su Señoría le fuere mandado, y para ello
se hizo deudor líquido y obligó su persona y bienes, y quiere ser compelido a la
paga de ellos, como por maravedís y haber de Su Majestad, porque desde luego
señala esta cantidad en lo mejor parado de sus bienes, y lo firmó.
testigos
el capitán Pedro Bravo de Paredes
y el secretario Juan de Losa
y Su señoría lo rubricó
Fernando Ayavire Cuysara
ante mí Joan Gonzalez.
Según que todo lo susodicho consta y parece por la dicha petición y decreto a
ella proveido por Su Señoría el dicho señor presidente, y partida sacada del dicho
cuaderno de servicio gracioso hecho a Su Majestad por el dicho don Fernando
Ayavire Cuisara que desuso todo ello va incorporado, de pedimiento del dicho
don Fernando y mandamiento de Su Señoría dijo que interponga e interpuso su
autoridad y decreto judicial para que valga y haga fé y entero crédito y juicio y
fuerades doquier que pareciere.
hecho en La Plata a 20.ii.1591 años
siendo testigo Bartolomé de Uralde y Pedro de Zárate
residentes en esta dicha ciudad
y en fé de ello lo firmó el licenciado Cepeda
Joan Gonzalez.
[Certificado de los escribanos]
Los escribanos de Su Majestad que aquí si[g]namos y firmamos nuestros nombres
certificamos y damos fé que Joan González de Noguera, secretario de Su Señoría
el licenciado Joan Lopez de Cepeda del Consejo de Su Majestad, su presidente
en la Real Audiencia que reside en esta ciudad de La Plata, de quien va firmado
el testimonio desuso, ha usado y usa al presente en esta dicha ciudad el oficio de
tal secretario, como en el dicho testimonio se nombra, de la razón del servicio y
empréstito hecho a Su Majestad para el socorro de la guerra de Yngalaterra en esta
provincia, y que los testimonios y recaudos tocantes al dicho servicio y empréstito,
que van firmados como este va del dicho señor presidente, se le ha dado y da
entera fé y crédito, en juicio y fuera de él, doquier que parece y son presentados y
despachados de mano del dicho Joan González, y para que de ellos conste dimos
la presente en la ciudad de La Plata a 21.ii.1591.
Joan de Saldana, escribano real.
Pedro Perez de Velasco, escribano de Su Majestad.
Diego de Çarate escribano de Su Majestad.
Yo, Martín de Garnica, juez oficial del Rey nuestro señor y contador de su real ha-
cienda de este nuevo reino de Toledo, provincia de los Charcas del Perú, certifico
y doy fé a los que la presente vieren como en el libro común de esta dicha real
contaduría de Potosí de este presente año de 1591, en el cargo del dinero procedido
del servicio gracioso que se hizo a Su Majestad en la foja 58 del dicho libro, en 300
partidas que el dicho don Fernando Aiavire metió en la Caja Real, está una de 2000
pesos ensayados que el susodicho metió en la dicha Caja Real por su cuenta, que
es del tenor siguiente:
980 QARAQARA - CHARKA
2000 pesos ensayados con que el dicho don Fernando Aiavire sirvió
a Su Majestad graciosamente el año presente de ‘90
2000 pesos
la cual dicha partida hice sacar del dicho libro común como en él está a que me
refiero [f.75r] y de pedimiento del dicho don Fernando Aiavire dí el presente por
duplicado, que es dado en Potosí a 4.iv.1591.
Martín de Garnica.293
[ff.75r-v] En la villa imperial de Potosí a 6.vii.1590, habiendo el excelentÍsimo
294
razones tan grandes que hay para ello como leales vasallos de Su Majestad,
han hecho servicios graciosos de lo que conforme a su posibilidad han podido,
y que por sus indios sujetos habiéndolos tratado y comunicado con ellos y
de voluntad de los mismos indios ofrecen de servicio gracioso a Su Majestad
un peso de plata ensayado y marcado por cada uno de los indios jornaleros
que tienen en esta villa, lo cual darán y pagarán para el día de Navidad de este
año, cobrado cada uno de los dichos gobernadores, capitanes y caciques por
lo que les toca, y en la cobranza de ello guardarán el orden que Su Señoría les
diese para que se meta en la Real Caja la dicha cantidad para el día de Navidad
de este dicho año según dicho es, y habiéndoseles dado a entender el efecto de
este auto por intérprete a los dichos gobernadores, capitanes y caciques prin-
cipales y otros muchos indios que presentes estaban dijeron que así lo dicen
y ofrecen y quieren de su libre y espontánea voluntad, sin que para ello hayan
sido apremiados en manera alguna, y lo firmaron los gobernadores y capitanes
y caciques que supieron firmar.
don Fernando Ayavire Cuisara, don Juan Colque Guarache,
don Carlos Seco, don Manuel Guachalla, don Pedro Cutipa,
don Pedro Pasi Yucra, don Juan Bautista, don Diego Callapuza
por Santiago Cana Chucalla, Baltasar de Torrres
por don Francisco Tairo, Baltasar de Torres.
El dicho día, mes y año don Francisco Nyna Vilca, principal de Machaca
la grande, sirvió a Su Majestad con 20 pesos ensayados, firmólo don
Francisco Ayavire ...
20 pesos
El dicho día, mes y año don Alonso Cui, principal de Caquingora, sir-
vió a Su Majestad graciosamente con 20 pesos ensayados, y firmólo
don Alonso Cui
20 pesos
El dicho día, mes y año don Diego Calisaya, segunda persona de Ca-
llapa, sirvió a Su Majestad graciosamente con 20 pesos ensayados,
y firmólo don Diego Calissaia
20 pesos
Este dicho día, mes y año don Alonso Chino, principal de Caracollo,
sirvió a Su Majestad graciosamente con 15 pesos ensayados, y firmólo
por él don Pedro Cutipa
15 pesos
El dicho día 6.vii 1590 Andres Calla sirvió a Su Majestad graciosamente
con 10 pesos ensayados, y firmólo por él don Juan Bautista...
10 pesos
[f.78v] El dicho día, mes y año don Garcia Chuquichambi, principal de
Guaqui, sirvió a Su Majestad graciosamente con 10 pesos ensayados,
firmólo don Pedro Cutipa...
10 pesos
El dicho día, mes y año don Martín Chita, principal de Achacache,
sirvió a Su Majestad graciosamente con 40 pesos ensayados, firmólo
por él don Manuel Guachalla...
40 pesos
Este dicho día, mes y año don Joan Tarqui, principal de Guarina, sirvió
a Su Majestad graciosamente con 20 pesos ensayados, firmólo por
él don Manuel su capitán, don Manuel Guachalla
20 pesos
El dicho día, mes y año don Carlos Chariri, principal de Pucarani, sirvió
a Su Majestad graciosamente con 20 pesos ensayados, y firmó por él
don Manuel su capitán, don Manuel Guachalla
20 pesos
Este dicho día, mes y año don Felipe Ayoquipa sirvió a Su Majestad gra-
ciosamentecon 15 pesos ensayados, y firmólo don Felipe Ayoquipa
15 pesos
Este dicho día, mes y año don Gaspar Uturi [de] Viacha sirvió a Su
Majestad graciosamente con 10 pesos ensayados, y firmólo por él
don Juan Bautista
10 pesos
MALLKU 987
Este dicho día, mes y año don Alonso Calisaia, principal de Calamarca,
sirvió a Su Majestad graciosamentecon 5 peso ensayados
5 pesos
El dicho día, mes y año sirvió a Su Majestad graciosamente don Alonso
Condory con 20 pesos ensayados, es principal de Aionio, firmólo por
él don Manuel ... Guachalla
20 pesos
El dicho día 6.vii.1590 Christobal Coylla, principal de Lanpa, sirvió a
Su Majestad graciosamente con 15 pesos ensayados, y firmólo por
él don Juan Colque ...
15 pesos
El dicho día, mes y año don Juan Yanasuco, principal de Hatun Colla,
sirvió a Su Majestad graciosamente con 10 pesos ensayados, firmólo
por él Andrés de Rojas ...
10 pesos
El dicho día, mes y año don Pedro Chiri, principal del pueblo de Ma-
niasso, sirvió a Su Majestad graciosamente con 10 pesos ensayados,
firmólo por él Joan de Valladolid ...
10 pesos
El dicho día, mes y año el dicho don Francisco Pirca, principal de Ju-
llaca, sirvió a Su Majestad graciosamente con 10 pesos ensayados, y
firmólo por él ... Andrés de Rojas
10 pesos
[f.79r] El dicho día, mes y año sirvió a Su Majestad graciosamente
don Felipe Sacha con 10 pesos ensayados, firmólo por él ... Andrés
de Rojas
10 pesos
Este dicho día, mes y año don Juan Pari de Paucarcolla sirvió a Su
Majestad graciosamente con 10 pesos ensayados, y firmó por él ...
Andrés de Rojas
10 pesos
El dicho día, mes y año don Alonso Coaquilla, principal de Saman,
sirvió a Su Majestad graciosamente con 20 pesos ensayados, firmó
por él don Diego Calapuxa ...
20 pesos
El dicho día, mes y año don Fernando Coba, principal de Taraco, sirvió
a Su Majestad graciosamente con 10 pesos ensayados, y firmó por
él don Diego Calapuxa ...
10 pesos
El dicho día 6.vii.1590 don Juan Quillanata sirvió a Su Majestad gra-
ciosamente con 10 pesos ensayados, y firmó por él ... don Carlos Seco
10 pesos
988 QARAQARA - CHARKA
El dicho día, mes y año don Diego Machaca principal de Guaicho sirvió
a Su Majestad graciosamente con 10 pesos ensayados, y firmó por él
don Diego Callapuza [sic]...
10 pesos
El dicho día, mes y año don Luis Liqui, principal de Mocho, sirvió a
Su Majestad graciosamente con 10 pesos ensayados,y firmó por él
... Andrés de Rojas
10 pesos
El dicho día, mes y año don Juan Larota, principal de Asangaro, sirvió
a Su Majestad graciosamente con 10 pesos ensayados, firmólo don
Juan Larota
10 pesos
El dicho día, mes y año don Alonso Quilca, principal del pueblo de
Asillo, sirvió a Su Majestad graciosamente con 10 pesos ensayados,
y firmólo por él ... Andrés de Rojas
15 pesos
Este dicho día, mes y año sirvió a Su Majestad graciosamente don
Fernando Guanca, principal del pueblo de Carabuco, con 10 pesos
ensayados, y firmó por él don Diego Calapuza ...
10 pesos
Este dicho día, mes y año sirvió a Su Majestad graciosamente don
Diego Yncura, principal de Ayavire, con10 pesos ensayados, y firmó
por él ... Andrés de Rojas
10 pesos
Este dicho día 6.vii.1590 sirvió a Su Majestad graciosamente don Martín
Paucaua con 10 pesos ensayados, firmólo por él don Pedro Cutipa...
10 pesos
En la dicha villa imperial de Potosí en 7.vii.1590 años don Martín Catari,
cacique de Colquemarca, sirvió a Su Magestad graciosamente [f.79v]
con 50 pesos ensayados, firmólo don Martín Catary
50 pesos
El dicho día, mes y año don Martín Vilca Chata, cacique de Colque-
marca de Anansaia, sirvió a Su Majestad graciosamente con 50 pesos
ensayados, y firmólo don Martín Vilca Chata
50 pesos
El dicho día, mes y año don Diego Siquira, segunda persona de Col-
quemarca de Urinsaia, sirvió a Su Majestad graciosamente con 40
pesos ensayados, y firmólo don Diego Siquira
40 pesos
El dicho día, 7.vii.1590 don Felipe Cacha Condori, segunda persona
de Andamarca, sirvió a Su Majestad graciosamente con 50 pesos
ensayados, y firmólo don Felipe Cacha Condory
50 pesos
MALLKU 989
Este dicho día, mes y año sirvió a Su Majestad graciosamente don Joan
Condor Vilca, segunda persona de Totora, con 40 pesos ensayados,
y firmólo don Joan Condor Vilca
40 pesos
Este dicho día, mes y año don Fernando Quinaia sirvió a Su Majestad
graciosamente con 20 pesos ensayados, y firmólo por él don Martín
Catary…295
20 pesos
Este dicho día, mes y año don Alonso Calisaia, principal de Chuquicota,
sirvió a Su Majestad graciosamente con 20 pesos ensayados, y firmó
por él ... don Martín Catary
20 pesos
Este dicho día, mes y año don Andrés Chuquichanbi, principal Caran-
ga, sirvió a Su Majestad graciosamente con 30 pesos ensayados, y
firmólo por él don Joan Soto...
30 pesos
Este dicho día, mes y año don Pedro Ayleta y don Carlos Calla, de Col-
quimarca y Orinoca, sirvierón a Su Majestad conda [sic] 20 pesos ensa-
yados que son 40 pesos ensayados, firmólo su cacique don Juan Soto...
40 pesos
El dicho día 7.vii.1590 don Pablo Sapana sirvió a Su Majestad gra-
ciosamente con 30 pesos ensayados, y firmólo don Pablo Sapana
30 pesos
El dicho día don Francisco Guarapa, cacique del pueblo de Caracara,
sirvió a Su Majestad graciosamente con 40 pesos ensayados, y firmólo
don Francisco Guarapo
40 pesos
El dicho día don Juan Ylatoma, principal del pueblo de Macha, sirvió
a Su Majestad graciosamente con 20 pesos ensayados, y firmó por
él don Carlos Seco...
20 pesos
[f.80r] Este dicho día, mes y año don Diego Yalli, principal del pueblo
de Copoata, sirvió a Su Majestad graciosamente con 20 pesos ensa-
yados firmólo don Diego Yally
20 pesos
Este dicho día, mes y año don Pedro Chorui, principal del pueblo de
Aymaia, sirvió a Su Majestad graciosamente con 15 pesos ensayados,
y firmó por él don Carlos Seco...
15 pesos
295 Esta entrada se repite en el original, con la acotación: “Va esta partida dos veces por hierro
y así no se saca la suma”.
990 QARAQARA - CHARKA
Este dicho día, mes y año don Felipe Conde sirvió a Su Majestad gracio-
samente con 20 pesos ensayados, y firmó por él don Carlos Seco...
20 pesos
Este dicho día, mes y año don Luis Satamay, principal del pueblo de
Tacobanba, sirvió a Su Majestad graciosamente con 10 pesos ensa-
yados, y firmó por él don Carlos Seco
10 pesos
Este dicho día don Martin Pusta sirvió a Su Majestad graciosamente
con 10 pesos ensayados, y firmólo por él don Carlos Seco...
10 pesos
El dicho día 7.vii.1590 don Pedro Chipana, principal del pueblo de
Visisa, sirvió a Su Majestad graciosamente con 20 pesos ensayados,
y firmólo por él ... don Carlos Seco...
20 pesos
El dicho día 7.vii.1590 don Joan Laime, cacique principal del pueblo de
Tapacari, sirvió a Su Majestad graciosamente con 50 pesos ensayados,
y firmólo don Juan Layme...
50 pesos
El dicho día 7.vii.1590 don Francisco Pacaua, cacique del pueblo de
Tapacari de Anansaia, sirvió a Su Majestad graciosamente con 40
pesos ensayados, firmólo don Francisco Copacaua
40 pesos
El dicho día 7.vii.1590 don Felipe Coro, cacique del pueblo de Capinota
de Paria, sirvió a Su Majestad graciosamente con 20 pesos ensayados,
y firmólo por él don Antonio Achacata...
20 pesos
El dicho día 7.vii.1590 don Joan Yucra, cacique de los Cassayas del
pueblo de Paria, sirvió a Su Majestad graciosamente con 20 pesos
ensayados, y firmólo por él don Antonio Achacata...
20 pesos
El dicho día 7.vii.1590 don Antonyo Achacata, cacique del pueblo de
Çipeçipe sirvió a Su Majestad graciosamente con 20 pesos ensayados,
y firmólo don Antonyo Achata [sic]
20 pesos
El dicho día 7.vii.1590 don Martín Pacha, cacique y segunda persona
de los Asanaques, sirvió a Su Majestad graciosamente con 40 pesos
ensayados, firmólo ... don Juan Colque
40 pesos
[f.80v] El dicho día 7.vii.1590 don Joan Yucra, cacique y segunda per-
sona del pueblo de los Aullagas, sirvió a Su Majestad graciosamente
con 20 pesos ensayados, y firmólo Andres de Rojas...
20 pesos
MALLKU 991
Este dicho día 10.vii.1590 don Joan Painaca, cacique del pueblo de
Santiago de Moscari, sirvió a Su Majestad con 20 pesos ensayados,
y firmólo Jusepe Balbas...
20 pesos
El dicho día 10.vii. del dicho año don Antonio Vilca, principal del pueblo
de San Pedro de Buena Vista, sirvió a Su Majestad graciosamente con 10
pesos ensayados, y firmoló por él ... don Fernando Ayauire Cuysara
10 pesos
El dicho día, mes y añosusodicho don Diego Condore, principal del
pueblo de San Francisco de Tapiqueña, sirvió a Su Majestad gra-
ciosamente con 10 pesos ensayados, y firmólo el propio don Francisco
[sic] Condory
10 pesos
El dicho día, mes y año susodicho don Felipe Calloco, principal de los
Chilques del distrito del Cuzco, sirvió a Su Majestad graciosamente con
20 pesos ensayados, firmólo por él don Fernando Ayauire Cuysara...
10 pesos
El dicho día, mes y año susodicho don Felipe Cacollo [sic] dijo tener
debajo de su gobierno 13 indios viejos y mozos, y que por cada uno
de ellos se obligaba de servir a Su Majestad graciosamente con 1
peso ensayado, y firmólo por él don Alonso Ayavire...
10 pesos [sic]
En la dicha villa de Potosí en 11.vii.1590 don Fernando Poco, segunda
persona del pueblo de Hururo, sirvió a Su Majestad graciosamente
con 10 pesos ensayados, y firmó por él Andres de Rojas...
10 pesos
El dicho día, mes y año don Pedro Surco, principal del pueblo de
Yaure, sirvió a Su Majestad graciosamente con 10 pesos ensayados,
y firmólo por él don Joan Colque...
10 pesos
Este dicho día, mes y año don Felipe Yuca, principal del pueblo de
Coporaca, sirvió a Su Majestad graciosamente con 10 pesos ensaya-
dos, firmólo ... por él don Juan Colqui
10 pesos
[f.81v] Este dicho día, mes y año don Francisco Yoclli, principal del
pueblo de Macari, sirvió a Su Majestad graciosamente con 10 pesos
ensayados, y firmó por él Andres de Rojas...
10 pesos
Este dicho día, mes y añodon Alonso Guachara, principal del pueblo
de Omachiry, sirvió a Su Majestad graciosamente con 10 pesos en-
sayados, y firmó por él Andres de Rojas...
10 pesos
MALLKU 993
Este dicho día, mes y año don Francisco Poma Chara, principal del
pueblo de Atun Cana, sirvió a Su Majestad graciosamente con 10
pesos ensayados, y firmó por él Andres de Rojas...
10 pesos
Este dicho día, mes y año don Pedro Sinco, principal del pueblo de
Cupe, sirvió a Su Majestad graciosamente con 10 pesos ensayados,
y firmó por él Andrés de Rozas...
10 pesos
Este dicho día, mes y año el principal don Joan Llanqui Guara, del
pueblo de Cacha, sirvió a Su Majestad graciosamente con 10 pesos en-
sayados, y no sabe firmar, firmó por él Andrés de Rojas intérprete...
10 pesos
Don Pedro Guaria Condory, principal del pueblo Sicuana del Cuzco de
los Canas, sirvió a Su Majestad graciosamente con 10 pesos ensaya-
dos, y no sabe firmar, firmó por él Andrés de Rojas intérprete...
10 pesos
Don Gonzalo Guanca, principal del pueblo de Lurucache de las pro-
vincias del Cuzco de los Canas, sirvió a Su Majestad graciosamente
con 10 pesos ensayados, no sabe escribir, pide a Andres de Rojas
intérprete lo firme por él...
10 pesos
Don Joan Paguasi, principal del pueblo Marangany Cana de la provin-
cia del Cuzco, sirvió a Su Majestad graciosamente con 10 pesos, no
saber firmar ... firmó por él el dicho Andrés Rojas...
10 pesos
Don Joan Paca, principal de Layusupa Cana de la dicha provincia,
sirvió a Su Majestad graciosamente con 10 pesos ensayados, y no
sabe firmar, firmó por él ... Andrés de Rojas
10 pesos
Provincia de Canas
En eldicho día, mes y añopareció ante mi el presente don Pedro Chipa,
principal del pueblo de Yanaoca Canches distrito del Cuzco, sirvió a
Su Majestad graciosamente con 6 pesos ensayados, firmó por él el
dicho Rojas intérprete Andrés de Rojas...
6 pesos
[f.82r] Don Pedro Cayi, principal del pueblo de Tinta, sirvió a Su Ma-
jestad graciosamente con 5 pesos ensayados, no sabe escribir, firmó
por él el dicho ... Andrés de Rojas
5 pesos
Este dicho día, mes y año don Francisco Consa, principal del pueblo
de Pomacanche, sirvió a Su Majestad graciosamente con 6 pesos
ensayados, y por él lo firmó ... Andrés de Rojas
6 pesos
994 QARAQARA - CHARKA
Nos los escribanos de Su Majestad que aquí signamos y firmamos nuestros nombres
certificamos y damos fé que Joan Gonzales de Noguera, secretario de Su Señoría,
licenciado Joan López de Cepeda del consejo de Su Majestad, su presidente en la Real
Audiencia que reside en esta ciudad de La Plata, de quien va firmado el testimonio
desuso, ha usado y usa al presente en esta dicha ciudad el dicho oficio de tal secretario
como en el dicho testimonio se nombra, y de la razón del servicio y empréstito hecho
a Su Majestad para el socorro de la guerra de Yngalaterra en esta provincia, y que
los testimonios y recaudos tocantes al dicho servicio y empréstito que van firmados
y despachados de mano del dicho Joan Gonzales, como va éste, se les ha dado y da
entera fé y crédito, en juicio y fuera de él, doquiera que parecerá son presentados, y
para que esto conste dimos la presente en la ciudad de La Plata a 21.ii.1591
Juan de Saldana, escribano real.
Pedro de Zárate, escribano de Su Majestad.
Pedro Perez de Velasco, escribano de Su Majestad.
Va testigo así / Alonso / los naturales / ningunos / noticia / seis / no obliga / –sobre
raído / Juan Gutierrez Debeas / naturales / testigos / cacique principal / entre ren-
glones / a las 17 preguntas dijo que dice lo que dicho tiene en la pregunta antes de
esta a que se refiere / en este / ropa fina / ... / despacho / no lo / dicho la dí / va la
Yo Juan Francisco Rocafort, escribano de camára del católico Rey nuestro señor,
en su Real Audiencia que reside en la ciudad de La Plata del Perú, lo hice sacar del
original que queda en mi oficio por mandado de los dichos señores presidentes y
oidores, y en fé de ello lo firmé, hecho en La Plata a 2.iii.1598
Juan Francisco Rocafort.
[al margen: va en 78 fojas]
[f.83r]
don Fernando Ayavire, cacique principal del repartimiento de Sacaca, beso los pies
de Vuestra Excelencia y digo:
que yo soy cacique principal del dicho repartimiento de tiempo de los Incas y antes,
porque soy hijo de don Alonso Ayavire, y nieto de Consara, y bisnieto de Cooco, y
tataranieto de Copacatiaraca, y descendiente por línea recta de varón de todos los
que han sido señores naturales del dicho repartimiento, los cuales asimismo eran
caciques y señores y capitanes en el tiempo de todos los Incas y antes de ellos,
del repartimiento de Chayanta y del repartimiento de Cochabamba,
y por división que hubo de encomenderos después de venidos los españoles de
esta tierra, mi padre quedó solo señor del dicho repartimiento de Sacaca, donde
yo soy, y parece que debe haber habido alguna falsa o siniestra relación en la visita
que Diego Nuñez Baçan ha hecho por mandado de Vuestra Excelencia, porque se
señalan tres caciques de tres parcialidades del dicho mi repartimiento, y se le se-
ñalan salarios de caciques y principales, [f.84v] no habiendo otro cacique principal
sino yo sólo, de más de 100 años a esta parte, de cuya causa Vuestra Excelencia
no ha sido servido señalarme más de 80 pesos de tasa para mi sustentamiento y
cierto servicio, habiéndose señalado a otros caciques, no más principales que yo,
a 300 y a 200 pesos, en lo cual yo recibo notable agravio, porque la dicha tasa es
muy poca para que yo me pueda sustentar conforme a la calidad de mi persona,
e hijo y nieto y descendiente de quien soy, y como cacique principal del dicho
296 Aquí se presenta otro traslado del testimonio de don Fernando Ayawiri (ff.61r-v).
MALLKU 997
tal ha sido público y notorio, de más de siete años, y persona que favorece mucho
la doctrina, y tiene muy particular cuidado que se junten a ella sus subordinados,
y de corregirlos y reprehenderlos, y le tiene Su Merced y todos le tienen por buen
cristiano [f.86r] y hombre virtuoso, y sabe que su persona es muy necesaria en
esta villa para el gobierno y policia de los naturales, y que no solamente los indios
de su capitanía le respetan, pero todos los demás, como señor que saben que es
y como a hombre virtuoso y de entendimiento,
y asimismo Su Merced sabe que anda en hábito de español, y cuanto ha que Su
Merced le conoce le ve tratarse como hombre honrado, y sabe que come con po-
licia de español, comiendo en mesa con sus manteles y aderezos como los demás
españoles, y tiene mula, y finalmente se trata como hombre honrado y principal,
y por tal le tiene, y en tal opinión es tenido entre todos los españoles, y muy afa-
nado al servicio de Su Majestad, y así lo ha entendido Su Merced del dicho don
Fernando todas las cosas que se han ofrecido a su real servicio, y sabe muy bien
leer y escribir, y tiene mucha cuenta y razón en todo lo que se ofrece,
y así siendo Su Majestad servido merece se le haga la merced que hubiere lugar
y que pretende el dicho don Fernando, porque cabe en él cualquier merced que
se le hiciere,
y esto dijo y lo firmó de su nombre, y es la verdad so cargo del juramento que hizo,
y esto es su parecer, y es así que lo dice por descargode su conciencia
don Juan [f.86v] Dávila
ante mí, Pedro Venegas, escribano público.
Yo el dicho Pedro Venegas, escribano de número público de los de esta villa imperial
de Potosí, y ... signé de mi signo por mandado del dicho señor corregidor
ante mí, licenciado Pedro de Venegas.
Los escribanos de Su Majestad y públicos del número de la villa imperial de Potosí,
que aquí signamos y firmamos, certificamos y damos fé que hoy día de la fecha
de ésta don Juan Dávila contenido en los autos de arriba es corregidor y justicia
mayor de esta dicha villa y provincia de los Charcas por Su Majestad, y como de
tal sus mandamientos se cumplen y guardan,
y asimismo damos fé que Pedro Venegas de cuya mano va signado y firmado los
dichos autos es tal escribano de Su Majestad público de esta villa y a los [?] autos
que ante él han pasado y pasan se ha dado y da entera fé y crédito, en juicio y
fuera de ella, para que de ello conste ...
en la dicha villa a 20.xii.1582 años
Diego de Bonilla, escribano de Su Majestad.
[f.87r]
que a su pedimiento y suplicación don Francisco de Toledo, virrey que fue de los
dichas provincias, en la Visita General que por su persona hizo, mandó averiguar
y saber la persona que era tal cacique y le pertenecía de derecho, y se halló serlo
el dicho mi parte, y muy hábil y suficiente para esto y para otros negociosde im-
portancia, y se le dió título y decreto de ello, que saqué con autoridad de vuestra
real justicia [y] es éste que presento,
y quiere Vuestra Alteza sea servido se le confirme el dicho nombramiento y pro-
veimiento, debiendo gozar él y sus hijos y herederos y linajes de las gracias y
mercedes que Vuestra Alteza fuere servido;
A Vuestra Alteza suplico se provea lo que pido, pues es justicia, la cual pido y para
ello &ca. [f.88r]
Petición de don Fernando Ayavire y Velasco, para presentar con los demás
recaudos ante Su Majestad y su Real Consejo de las Indias297
[f.88v] Sepan cuantos esta carta vieran como yo, don Fernando Ayavire y Velasco,
capitán de los naturales de esta provincia de los Charcas y cacique principal del
repartimiento de los indios de Sacaca, y yo don Fernando Soto cacique principal
del repartimiento de Chayanta,
y don Alonso Cauasire y don Gregorio Achuquira y don Francisco Chambi y don
Andrés Panpaconi, asimismo caciques y principales del dicho repartimiento de
Chayanta,
don Diego de Çarate y don Martin Çara, caciques del repartimiento de Sacaca,
y don Juan Sungay y don Juan Chanbi y don Lorenzo Caracara, caciques principales
del repartimiento de Cochabamba,
y don Pedro Soto y don Alonso Choquevilca, don Pedro Cuñaca, don Diego Calis-
saya y don Felipe Vilca y don Miguel Yana, caciques principales del repartimiento
de Caracara,298
todos caciques en esta provincia de los Charcas, y residentes que somos al pre-
sente en esta villa imperial de Potosí de la dicha provincia de los Charcas de los
Reinos del Perú,
cada uno de nos por sí insolidum y por lo que nos toca en particular, y en voz y
en nombre de los indios de los dichos repartimientos, y por el bien común de los
dichos indios y pobres de él, y como sus caciques principales que somos de los
dichos repartimientos, otorgamos y conocemos que damos y otorgamos todo
nuestro poder cumplido, según lo ha venido [f.89r] y tenemos de derecho en el
caso se requiere y es necesario, a los señores Doctor Barros, oidor de Su Majestad
en su Real Audiencia de La Plata, y Juan Manuel de Cariz residente en esta dicha
villa, que están ausentes y de camino para los reinos de España,
a ambos a dos juntamos y a cada uno en el haber de ellos, por sí insolidum, con
facultad que el negocio y causa que el uno comenzare lo pueda el otro mediar y
297 En otra parte del legajo se encuentra otra copia de la misma “Carta-Poder”, con un título
distinto: “Poder que dieron los caciques al doctor Barros para que pida mercedes para
ellos”. Ver Espinoza S., “El ‘Memorial de Charcas’…” (1969:2).
298 Esta lista de los señores Charka y Qaraqara está resumida en la Figura 5.13.
1000 QARAQARA - CHARKA
acabar esto, para que en nuestro nombre y de los dichos nuestros indios y re-
partimientos y comunidad de indios de él y de cada uno de nos, representando
nuestras personas, puedan parecer y parezcan ante Su Majestad del Rey nuestro
señor, y señores de su Real Consejo de las Indias, y ante quien más a nuestro de-
recho convenga, y les pedir y suplicar nos hagan y otorguen cualesquier merced
o mercedes así de honor como de intereses y otras cosas que nos convengan, y
para ello puedan o cualquier de ellos presentar cualesquier peticiones, memoriales,
escritos y escrituras y probanzas y otros recaudos que nos convengan, y siéndonos
concedidas las dichas mercedes, o cualquiera de ellas, sacar y ganar las cédulas
y provisiones y otros despachos que convengan y sean necesarios de poder de
cualesquier secretarios, escribanos y otras personas [f.89v] en cuyo poder estén,
las cuales puedan pedir y sacar por duplicados o más traslados, y nos los traer o
enviar a este reino a la parte y lugar donde estuvieremos, con cualesquier personas
a nos consignados, y a cualquier de nos, y a nuestra costa y riesgo,
y en razón de ello y de lo demás contenido en este poder puedan hacer en nuestro
nombre y de cada uno de nos todos los demás autos y diligencias y juramentos
que convengan y sean necesarias, y que nosotros haríamos presente, siendo que
para todo y lo de ello dependiente a su efecto y validación damos y otorgamos el
dicho nuestro poder cumplido a los dichos señores Doctor Barros y Juan Manuel
de Cariz, y cualquier de ellos por sí insolidum con general y libre admisión y con
facultad que lopuedan sustituir y revocar en y las veces que les pareciere, a los
cuales y a ellos relevamos según derecho,
y para lo haber por firme obligamos nuestras personas y bienes y de cada uno
de nos, habidos y por haber, y en testimonio de ello otorgamos la presente ante
escribano público,
y lo suso escrito es hecho en la villa imperial de Potosí de la provincia de los Char-
cas del Perú a 17.xi.1582, y los dichos [f.90r] don Fernando Ayavire Velasco y don
Miguel Yana y don Diego de Çarate y don Andrés Panpacone otorgantes lo firmaron
de sus nombres en el registro de esta carta;
a los cuales yo el presente escribano doy fé que conozco, los cuales juraron a
Dios y a la Cruz en forma de derecho que los demás contenidos en este poder los
conocen y son los propios otorgantes que la otorgan, y se llaman de los dichos
nombres, los cuales dijeron que no sabían escribir, y a su ruego y por ellos lo
firmó uno de los testigos de esta carta, siendo a todo ello presente por testigos
Baltasar de Ludio y Gabriel Garcia y Miguel de Murcia, que interpretó este poder
y dió a entender a los dichos otorgantes el efecto de él, el cual lo firmó por ellos
y a su ruego.
don Fernando Ayavire y Velasco, don Miguel Yana
don Diego de Çarate, don Andrés Pampacone
a ruego de los otorgantes
y por intérprete Miguel de Murcia
ante mí, Pedro de Venegas, escribano público...
[f.90v] Los escribanos de Su Majestad públicos y de número de la villa imperial de
Potosí, que aquí firmamos nuestros nombres, certificamos y damos fé que Pedro
Venegas, de cuya mano va signada y firmada estas escrituras, es escribano de
Su Majestad, público y del número de la dicha villa, como por ella se nombra, y
MALLKU 1001
a las escrituras y autos que antes han pasado y pasan se ha dado y da entera fé y
crédito, en juicio y fuera de él, y para que de ello cumple dimos el presente en la
villa de Potosí a 20.xii.1582.
Lopez Muñoz
Fernando de Medina
escribano de Su Majestad.
[f.91r] Muy Poderoso Señor:
El licenciado Valtodano ... digo
que a mi se me han entregado autos y papeles y otros recaudos de los indios de
la provincia de los Charcas, en que por autos ... suplican se les haga merced de
poner remedio en las cosas que por los dichos capítulos hacen relación a Vuestra
Alteza,
pido y suplico mande que los dichos recaudos se entreguen a un relator, para que
por Vuestra Alteza visto mande proveer y provea en ellos lo que más a vuestro real
servicio y al bien y utilidad de los dichos indios convenga, y para ello &ca.
1002 QARAQARA - CHARKA
y cuidado se juntaron en este partido de Chayanta 14.000 pesos, los cuales cobró
y metió en la Real Caja, y compartí en la real comisión del señor presidente Joan
Lopez de Cepeda,
y yo en continuación de los dichos servicios y ser hijo legítimo de don Fernando
Ayauire [f.71v] Cuyssara, y descendiente de los dichos mis padres y abuelos, siem-
pre y de continuo me he ocupado en servir a mi Rey y señor natural, asistiendo
de ordinario en la villa de Potosí por capitán de las tres naciones Charcas, Soras
y Caracaras, y alcalde mayor de los naturales de ella, haciendo extraordinarias
diligencias para que no faltasen indios con que siempre fue acrecentada la real
hacienda,
y en el servicio gracioso que se hizo el año de 1601, fuí uno de los primeros que
mandé al rey nuestro señor dándole 3000 pesos corrientes, con que sumaron todos
a dar mucho, y sin esto de ordinario me he ocupado de enterar los indios de este
partido de Chayanta, llevándolos a sus tiempos a la dicha villa sin salario alguno y
a mi costa y sin que en todo haya sido remunerado,
como de todo ello consta por este parecer del señor presidente Alonso Maldonado
de Torres, y testimonios que ante Vuestra Merced hago demostración, y cédula
particular del rey nuestro señor en que encarga a Su Excelencia del señor virrey y
Audiencia de los Charcas me honren y hagan merced, como a tal y descendiente
de señores que andaban en hombros de indios y señores de 10.000 indios de la
nación de los Charcas, antes de los ingas y después de ellos,
y en comprobación de todo lo referido, presento ante Vuestra Merced unas armas
que la Católica Real Majestad del Rey nuestro señor me ha concedido, para que las
pueda traer, esculpir y pintar en mis reposteros, casas, capillas, sellos, y sepulturas,
y en las demás partes y lugares que yo quisiere y por bien tuviere, ahora y en todo
tiempo para siempre jamás, las cuales hasta hoy en día no se han concedido en
este reino a cacique ni señor ninguno, fuera de los ingas señores principales que
fueron de esta tierra,
y porque Vuestra Merced por particular comisión y cédula del excelentísimo señor
marqués de Montesclaros, virrey de estos reinos, está actualmente haciendo la
revisita de ese pueblo de San Luys de Sacaca e indios del dicho repartimiento,
para haberla de hacer es fuerza hacer el padrón de los tributarios e indios bajos
que deben pagar tasa y pecho,
A Vuestra Merced pido y suplico cuán humildemente puedo sea servido, atento a
las razones por mí referidas, y en conformidad de los dichos servicios, testimonios,
privilegio, y merced del Rey nuestro señor de caballero y hijodalgo, y ser descen-
diente de señores principales de la nación de los Charcas, mande declarar a mí y
a mis primos y sobrinos, descendientes de Cuyssara, por caballeros hijosdalgos,
y que no deben por ninguna manera ser empadronados ni pagar tasa,
pues el principal intento del Rey nuestro señor de hacerme a mí y a mis hijos esta
merced, [f. 72r] fue para que haya memoria de la dicha lealtad y obediencia del
dicho Cuyssara mi bisabuelo, y así, como tales descendientes por línea recta de
varón del dicho Cuyssara, deben gozar de este privilegio y merced del rey nuestro
señor sobre que pido justicia y en lo necesario etc.
don Juan Ayauire Cuyssara.
1004 QARAQARA - CHARKA
El dicho corregidor juez de revisita tubo por presentados los dichos recaudos y
papeles y mandó que de las tres cédulas reales se saque un tanto y se ponga con
esta petición en los autos de la revisita con los más papeles que el dicho don Juan
presentase etc.
Miguel Ruiz de Bustillo
ante mí, Pedro Pardo escribano [f.73r]
[Real Cédula en que se concede privilegios de hijodalgo
a Juan Ayavire Cuyssara]
El Rey,
por cuanto, por parte de vos don Juan Ayauire Cuysara, cacique principal que dices
que sois del repartimiento de Sacaca y pueblo de San Christobal de Panacache y su
provincia, que es en las del Perú, se me ha hecho relación que sois alcalde mayor
de los naturales de la provincia de Los Charcas, y capitán de las tres naciones de
ella
y que Cuysara vuestro bisabuelo, siendo señor de 10.000 indios de la dicha provincia,
fue el primero que de los de ella vinieron al conocimiento de nuestra santa fe católica,
y dió la obediencia a la Corona Real, procurando como lo hizo que lo mismo hiciesen
los demás señores y indios de la dicha provincia, y descubrió las minas de Porco,
que fueron las que sustentaron el poder conquistar el Emperador y Rey mis señores
(que sean en gloria) las muchas guerras que tuvo contra infieles,
y que don Alonso Ayabire vuestro abuelo, habiendo sucedido en el señorío del
dicho vuestro bisabuelo, acudió con gran fidelidad y diligencia a todos los moti-
nes y rebeliones que en la dicha provincia se ofrecieron contra mi servicio con su
persona y muchos indios vasallos suyos, bastimentos y carneros con que sustentó
los campos,
y don Fernando [f.73v] Ayauiri vuestro padre sirvió en muchas ocasiones, y era
persona de valor y buen trato, y siempre anduvo en hábito de español, susten-
tando de ordinario muchos soldados a su mesa, animándolos a que acudiesen al
servicio del Rey mi señor (que sea en gloria), y asistió en la villa imperial de Potosí
14 años continuos, y fue alcalde mayor y capitán de todos los indios que venían a
aquel asiento, haciendo con ellos extraordinaria diligencia, a costa de su hacienda,
para que los reales quintos fuesen aumentados, de que resultó no faltar indios en
el cerro de la dicha villa, procurando que tuvieren siempre mucha doctrina y que
se apartasen de sus ritos y ceremonias, y los caciques se vistieron de españoles
y se entabló el vivir en policia, y fue causa que en el servicio gracioso que el año
de 1591 se hizo a Su Majestad, habiendo dado él 2000 pesos ensayados, que los
caciques y otros indios particulares acudiesen a dar como lo dieron mucho, y por
la satisfacción que tenía de su persona mi presidente de mi Audiencia Real de la
dicha provincia de Los Charcas, le encargó cobrase 12.000 pesos [f.74r] del corre-
gimiento y partido de Chayanta, lo cual hizo y metió en mi Caja Real con mucho
cuidado, procurando siempre el aumento de ella,
y que vos, el dicho don Juan, sois hijo legítimo del dicho don Fernando y de doña
María Coocama, su legítima mujer, que es principal y descendiente de gente de
calidad, y no tuvieron otro hijo legítimo sino a vos, y el dicho vuestro padre os envió
por capitán y alcalde mayor de la dicha imperial villa de Potosí, donde estuvistes
MALLKU 1005
tres años continuos, teniendo muy particular cuidado que hubiese indios para la
labor de las minas e ingenios del dicho cerro, animándoles a que trabajasen, y
procurando siempre el aumento de mi hacienda en que gastastes de la vuestra
más de 15.000 ducados, teniendo siempre y sustentando en vuestra mesa 10 y
12 soldados,
y que los dichos vuestros bisabuelos y padre no fueron gratificados de los dichos
servicios, como ha constado por una información hecha de oficio con parecer del
Presidente y Oidores de mi Audiencia Real de la dicha Provincia de los Charcas que
se presentó en mi Consejo de las Indias, suplicándome atento a ello, y que sois
indio más principal y de mas noble generación que hay en la dicha provincia, [f.74v]
os hiciese merced de que vos y vuestros descendientes, y los del dicho Cuysara
vuestro bisabuelo, pudiesen tener el escudo de armas que el dicho vuestro padre
y abuelo han tenido que son
un escudo con cuatro cuadros
que en el uno de ellos a la parte izquierda está una cabeza de indio cortada
por la mitad de la garganta, y una mano que la tiene asidos los cabellos, y está
en campo verde, y de la garganta salpicadas gotas de sangre,
y en el otro que está abajo de este están cinco asientos de ajedrez blancos en
campo azul,
y en el otro cuadro de la mano derecha está un pájaro de colores verde ama-
rillo y colorado encendido, y muchos rayos a la redonda a manera de llamas,
el qual está en campo azul,
y en el otro abajo de este está un león en campo verde, con pintas blancas y
negras por el cuerpo muy pequeñas, y la lengua fuera,
y encima de este escudo está un indio como Inga, pintado hasta los hombros, y
con una tocadura en la cabeza, y cinco plumas coloradas encima de la cabeza
en el derecho de la frente, con otras plumillas verdes al pié de ellas,
y por orlas a la mano izquierda están unos como pirámides, y una como torre, y
una mano que tiene un árbol, y encima de él una como flor, y encima de la
[f.75r] flor una hacha de armas, y junto de ella otras pinturas de diferentes
colores,
y de la parte de abajo una saeta que entra al cuadro del escudo de asientos de aje-
drez, y a la parte derecha en lugar de la orla está otra pintura como pirámide,
con otra como torre, y una mano que tiene un arco y cinco saetas,
y por la parte de arriba del arco está otra saeta que entra al cuadro del Pájaro, y
otra a la de abajo que entra al cuadro del león,
y en el remate del escudo de la parte de abajo salen unos rasgos a manera de
plumas, y todo el escudo está hecho en campo amarillo.299
y habiéndose visto por los del dicho mi Consejo acatando lo sobredicho, y porque
de los dichos servicios y lealtad que de memoria, he tenido por bien y por la pre-
sente doy, señalo y concedo a vos, el dicho don Joan Ayaviri Cuysara, el escudo
299 Para un análisis del simbolismo de este escudo, ver Silvia Arze y Ximena Medinaceli,
Imágenes y presagios… (1991).
1006 QARAQARA - CHARKA
de armas de los dichos vuestros pasados, para que le tengais por vuestras armas
conocidas, y traer y poner, esculpir y pintar en vuestros reposteros y casas, capillas
y sepulturas y sellos, y en las otras partes y lugares que vos quisieres y por bien
tuviéres, ahora y en todo tiempo para siempre jamás, y por ésta [f.75v] mi cédula,
o por su traslado signado de escribano público, mando a los infantes, prelados,
duques, marqueses, condes, ricos hombres, priores de las ordenes, comendadores
y subcomendadores, alcaides de los castillos y casas fuertes y llanas, y a los de mi
Consejo, presidente y oidores de las mis Audiencias Reales, asistente, gobernado-
res, alcaldes, alguaziles, merinos, prevostes, y a los consejos, justicias, regidores,
caballeros, escuderos, oficiales, y hombres buenos de todas las ciudades villas y
lugares de estos mis reinos y señoríos, y de las Indias [e] islas y tierra firme del
mar océano, así a los que ahora son como a los que adelante fueren, y a cada uno
cualquier de ellos en sus lugares y jurisdiciones
que guarden y cumplan y que hagan guardar y cumplir a vos el dicho don Joan
Ayavire Cuysara esta merced que así os hago, y hayan y tengan por vuestras ar-
mas conocidas las susodichas, y como tales os las dejen poner y traer, y que en
ello no os pongan ni consientan poner impedimento, ahora ni en tiempos alguno
por alguna manera, so pena de la mi merced de 10.000 maravedíes para mi [f.76r]
Cámara a cada uno que lo contrario hiciere
fecha en el Pardo de 22.x.1599
Yo el Rey
Por mandado del rey nuestro señor Joan de Ybarra.
[Real Cédula en que se concede privilegios de hijodalgo a Juan Ayavire
Cuyssara]
El Rey.
don Luys de Velasco mi virrey gobernador y capitán general de la provincia del
Perú o a la persona o personas a cuyo cargo fuereel gobierno de ellas,
por parte de don Joan Ayavire Cuysara, cacique principal que dice que es del
repartimiento de Sacaca y pueblo de San Christoval de Panacache y su provincia,
se me ha hecho relación que es alcalde mayor de los naturales de la [provincia] de
los Charcas y capitán de las tres naciones de ella
y que Cuysara su bisabuelo, siendo señor de 10.000 indios de la dicha provincia, fue
el primero que de los de ella vinieron al conocimiento de nuestra santa fe católica, y
dió la obediencia a la Corona Real, procurando como lo hizo que lo mismo lo hiciesen
los demás señores e indios de la dicha provincia, y descubrió las minas de Porco,
que fueron las que sustentaron el poder conquistar el Emperador y Rey mi señor,
que sea [f.76v] en gloria, las muchas guerras que tuvo contra infieles
y que don Alonso Ayabire su abuelo habiendo sucedido en el señorío del dicho su
bisabuelo acudió con gran fidelidad y diligencia a todos los motines y rebeliones
que en la dicha provincia se ofrecieron contra mi servicio con su persona y muchos
indios vasallos suyos bastimentos carneros con que sustentó los campos
y don Fernando Ayavire su padre sirvió en muchas ocasiones y era persona de
valor y buen trato, y siempre anduvo en hábito de español, sustentando de ordi-
nario muchos soldados a su mesa, animándolos a que acudiesen al servicio del
rey mi señor, que sea en gloria, y asistió en la Villa Imperial de Potosí catorce años
MALLKU 1007
continuos, y fue alcalde mayor y capitán de todos los indios que venían a aquel
asiento, haciendo con ellos extraordinaria diligencia, a costa de su hacienda, para
que los reales quintos fuesen aumentados, de que resultó no faltar indios en el
cerro de la dicha villa, procurando que tuviesen siempre mucha doctrina y que se
apartasen de sus ritos y ceremonias, y los caciques se vistieron de españoles, y
se entabló a vivir en policía y fue [f.77r] causa que en el servicio gracioso que el
año de 1591 se hizo a Su Majestad, habiendo dado 2000 pesos ensayados, que los
caciques y otros indios particulares acudiesen como [tachado: acu–] dieron mucho,
y por la satisfacción que tenía de su persona mi presidente de mi Audiencia Real
de la provincia de los Charcas le encargó cobrase 12.000 pesos del corregimiento
y partido de Chayanta, lo cual hizo y metió en mi Caja Real con mucho cuidado,
procurando siempre el aumento de ella
y que el dicho don Joan es hijo legítimo del dicho don Fernando y de Doña María
Coocoma, su legítima mujer, que es principal y descendiente de gente de calidad,
y no tuvieron otros hijos legítimo[s] sino a él, y el dicho su padre le envió por ca-
pitán y alcalde mayor de la dicha villa imperial de Potosí, donde estuvo tres años
continuos teniendo muy particular cuidado de que hubiesen indios para la labor de
las minas e ingenios del dicho cerro, animándolos a que trabajasen, y procurando
siempre el aumento de mi hacienda, en que gastó de la suya más de 15.000 duca-
dos, teniendo siempre y sustentando en su mesa diez y doce soldados
y que los dichos sus bisabuelosy padre no fueron gratificados de los dichos ser-
vicios
suplicándome [f.77v] atento a ello, y que es de edad de 26 años, y el indio más
principal y de más noble generación que hay en la dicha provincia de los Charcas, le
hiciese merced de mandarle dar la renta que fuese servido en los indios que hubiese
vacos, o que primero vacasen en esas provincias, y de un hábito de Santiago, y
confirmarle el oficio de cacique principal y título que de él tiene del repartimiento
de Sacaca y pueblo de San Cristoval de Panacache y San Joan de Acacio, con el
salario de 300 pesos ensayados a él perteneciente, y el de alcalde mayor de los
naturales de la dicha provincia de los Charcas y jurisdición de la dicha ciudad de La
Plata, con 500 pesos de salario en mi Caja Real, y darle facultad para traer consigo
dos esclavos con espadas y partezanas para la buena ejecución de mi justicia, y del
oficio de administrador de los bienes de comunidad del partido de Chayanta, con
el quinto del multiplico así de maiz ganado y chuño, como lo que se acostumbra a
dar a los que han usado este oficio, y que él y sus [f.78r] descendientes, y los del
dicho su bisabuelo, gocen como personas tan principales de las exenciones que
gozan los caballeros e hijosdalgos
y habiéndose visto en mi Real Consejo de las Yndias una información hecha de
oficio, y el parecer del presidente y oidores de la dicha mi Audiencia de los Charcas,
porque teniendo consideración a lo sobredicho mi voluntad es que el dicho don
Joan Ayaviri Cuysara reciba merced, os mando le tengais por muy encomendado
y le honreis y favorescais en todas las cosas que se le ofrecieren y hubieren lugar,
y sea con demostración que en ello seré servido
fecha en Exerico de 30.viii.1599
Yo el Rey
Por mandado del Rey Nuestro señor Joan de Ybarra.
Concuerda con los originales Pedro Pardo.
1008 QARAQARA - CHARKA
y porque por comisión particular del excelentísimo señor virrey de estos reinos
está Vuestra Merced actualmente haciendo la revisita de este dicho pueblo, y para
haberla de hacer es fuerza hacer padrón de los tributarios que deben pagar tasa
y pecho,
por tanto a Vuestra Merced pedimos y suplicamos, atento a lo referido en confor-
midad de los dichos servicios y privilegio y merced concedida por el Rey nuestro
señor a los dichos descendientes de Cuysara, mande declarar no deber ser em-
padronados ni pagar tasa yo y el dicho mi hermano, ni sobrino, ni descendiente
ninguno del dicho Cuyssara, y en particular los míos y del dicho mi hermano y
sobrino, que en ello recibiremos bien y merced con justicia, la cual pido y en lo
necesario etc.
don Diego Ayavire.
[f.80r] El dicho corregidor juez de revisita mandó que esta petición se ponga en
los autos de la que se hace en este pueblo, y que el dicho don Diego Ayavire y sus
partes legitimen sus personas, y lo firmó.
ante mí, Pedro Pardo escribano,
Miguel Ruiz de Bustillo.
[ff.80v-81r]
En el pueblo de Sacaca en 18.i.1614, ante el Tesorero Miguel Ruiz de Bustillo, co-
rregidor y justicia mayor y juez de revisita en esta provincia de Chayanta por Su
Majestad se presentó esta petición:
Don Joan Ayavire, hijo de don Martín Ayavire, cacique que fue de este pueblo y
nieto de Cuyssara, cacique principal que fue de la provincia de los Charcas y señor
de 10.000 indios y de la dicha provincia, digo
que el dicho mi padre y abuelo sirvieron a Su Majestad con sus personas y hacien-
das, como consta en los papeles que don Joan y don Diego Ayavire mis primos
tienen presentados ante Vuestra Merced, y por los dichos servicios fue Su Majestad
servido de honrar a los descendientes del dicho Cuyssara, haciéndoles caballeros
hijosdalgo, y en conformidad de la dicha merced como uno de los descendientes
del dicho Cuyssara tengo de gozar de este privilegio y mis hijos, y así ha de man-
dar Vuestra Merced, siendo servido de que quedemos exceptos de tasa y servicio
personal por las causas referidas, y por ordenanzas hechas por los señores virreyes
de estos reinos que lo disponen.
Por todo lo cual a Vuestra Merced pido y suplico mande que en el padrón de la
revisita que Vuestra Merced está haciendo quedemos yo y mis hijos excentos de
la dicha tasa y servicios personales, que en ello recibiré merced con justicia.
Don Joan Ayavire.
Y para ello el corregidor y juez de revisita mandó se ponga con los autos de ella,
y así lo proveyó.
Miguel Ruiz de Bustillo.
ante mí, Pedro Pardo escribano.
[ff.81v-82r]
1010 QARAQARA - CHARKA
Ayauire, hijos y nietos de don Diego Mamani Cuyssara, y lo pedido por don Pedro
Ayauire y don Juan Ayauire, hijos legítimos de don Pedro y don Martín Ayauire
Cuyssara, que lo fueron todos naturales de don Alonso Ayauire hijo del dicho
Cuyssara, por sí y en nombre de sus hermanos
y la cédula despachada por el señor virrey don Francisco de Toledo en favor del
dicho don Diego Mamani, y la legitimación que todos los susodichos hicieron de
sus personas, por donde consta ser nietos y bisnietos por línea recta de varón del
dicho Cuyssara
dijo que en conformidad de lo mandado por las dichas cédulas declaraba y declaró,
como juez de revisita a quien incumbe el saber y averiguar los indios que tienen
obligación la paga de tasa y servicio personal, no deberla pagar todos los susodi-
chos ni sus herederos ni estar obligados [f.83v] a servicios personales,
en consecuencia de lo cual mandó que como caciques principales y descendientes
del dicho Cuyssara sean escritos y asentados en el padrón nuevo que se hiciere
al principio de él, después del gobernador y segunda persona [añadido:hasta que
su excelencia otra cosa provea]
y respecto de que el gobierno de este repartimiento es de derecho de la dicha casa
de Cuyssara, los dichos don Miguel, don Lorenzo, don Pedro, y don Joan Ayauire
Cuyssara asistan en este pueblo, y tengan en él sus casas pobladas para que acudan
a lo susodicho, y a hacer oficios de capitanes de Potosí, y a lo más que se ofreciere
del servicio de Su Majestad, y les ordenare el gobernador de la dicha parcialidad y
que se les despache el recaudo que fuere necesario para ello y lo firmo.
Miguel Ruiz de Bustillo
ante mí Pedro Pardo escribano.
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Siglas:
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e hija del encomendero Martín de Robles, por excesos de tributos llevados (1567-68 ).
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Alonso de Montemayor, por exceso de tributos llevados.
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Catalina de Hinojosa, nieta del General Pedro Alfonso de Hinojosa … pide devolución
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1034 QARAQARA - CHARKA
caciques pagan la tasa de su propia hacienda los de esta provincia sujetos a Tata Paria de
632 Macha 772
composición de tierras 587, 599 nación 187, 839
curacas de Chayanta redistribuyen producto de pleito con los indios de Qaraqara 750
tierras de Sayapaya 629 servicio en La Plata, Tarija y Tomina 839
curacas de Chayanta respetan a señores de sujetados por Anco Tutumpi Ayra Canchi 724,
Sacaca 897 730
de la nación Charcas [Charka] 774, 921 Collaguas
de los Charcas [Charka] 847, 851 estancias de ovejeros y colores encomendados
encomendero Martín de Robles da de palos a los en Gonzalo Pizarro 299
caciques principales Ayracha, Aquisi y Canche Collao
456 mitimaes en Chaquí 291, 292
Hanansaya y Hurinsaya 623, 631 Collasuyo [Qullasuyu] 832, 889
incluye indios de Moroco y Gualca encomen- noticia dada al Inca por Localarama de Pocoata
dados en Gonzalo Pizarro 294, 296 734
pleito contra la mujer e hija de su encomendero Condes 994
por exceso de tributos llevados 445 Condesuyo [Kuntisuyu]
relación de los quiposcamayos 475 noticia dada al Inca por Localarama de Pocoata
repartimiento 564, 840, 873, 886 734
servicio gracioso 975 Corpas
tiene gente en San Pedro de Buena Vista 628, indios charka en Cochabamba 921
630
tiene gente en Sayapaya que sirven a caciques Hanansaya, ver Anansaya
632 Hatun Canas 993
tierras señaladas por el Inca 625 Hatun Colla 987
visita 905 Hilave, provincia de Chucuito 982
Chicha 577 Hurinsaya, ver Urinsaya
alzamiento de los indios de 871
derrotados por otros devotos de Porco 186 Laymi
devotos a huaca de Porco 189 ayllu de Chayanta, Hanansaya 631
en Cochabamba repartidos entre encomiendas
de Orellana y Polo 896 Macha
nación 187, 886 cabecera de la nación Caracara [Qaraqara] 767,
señor natural de 834 797, 842
Chilques cabildo de 768
grupo del distrito de Cusco 992 cifras de población 557, 562, 566, 619
Chinchaysuyu 843 dicen ser cristianos y vasallos de Su Majestad 622
noticia dada al Inca por Localarama de Pocoata escribano de cabildo de 768
734 tierras de comunidad
Chiriguana 614, 839, 917, 939, 984 en Carasibamba 545
entrada a 722, 725 faltan 619, 620
jornadas de 541, 849 indios amparados en tierras de Carasibamba
Chullpa por corregidor de Chayanta 556
parcialidad de Chayanta de la nación Charcas perdidas en la composición 621
[Charka] 774 pleito con Alonso Díaz sobre tierras de
tierras colindantes con tierras de Sacaca 649 Carasibamba 544, 546
Chunchos residentes en pueblo de Uro 560
entrada de Juan de Espinoza con el capitán Per tasas pagadas con producto de Carasibamba
Anzurez 895 564
Chuy tiene labradores de ají, algodón y maíz en
indios devotos a huaca de Porco 189 tierras de valle 561
1038 QARAQARA - CHARKA
Martín Yucra de Sacaca le vió ahorcado 456 oidor de la Audiencia de La Plata 620
Cañete, Marqués de Castro y Paria, Juan de 769
virrey 585, 947 alcalde mayor del repartimiento de Macha
Cano, Juan del 769
corregidor de Chayanta 559 hijo de Juan González Ninacayo 767, 769
corregidor del partido de los Charcas 559 nació en el pueblo de Macha 772
Canseco, Sebastián de 866 nieto de Gualca 767
testimonio 880 pide ser declarado por reservado 767
Capax, Fernando Catari, Martín
hijo de Fernando Chinche 728 Cacique principal de Colquemarca 960, 988
padre de Fernando Chinche (2) 729 Cavasiri, Alonso
por enfermo se le nombró coadjutor de Copoata cacique de Chayanta 999
729 Cavasiri, Andrés
Capito, Baltasar firmante del Memorial 846
cacique del pueblo de Copoata, Anansaya 745 Cayi, Pedro
natural de Pocoata 549 principal de Tinta 993
Çara, Martín Cayo, Juan
firmante del Memorial 846 tiene tierras en Sayapaya que eran de José Bilbao
Caracara, Lorenzo Ayavire, cacique de Sacaca 648
cacique de Cochabamba 999 Cayo, Martín
Cari, Antonio indio del ayllu Alacollana, Anansaya de Macha
de Tinguipaya, Urinsaya 825 767
Caricari Centeno, Diego de
cacique de Chaquí 291 testigo del acto de posesión de la encomienda
cacique de Moromoro 293
dada al general Pedro de Hinojosa 309
Caricari Ayavire, Ilifonso
Cerbiago, licenciado Juan de
gobernador de Sacaca, Urinsaya 643
clérigo comisario de la Inquisición en Toledo
Carita, Gonzalo
199
sentado en la visita general por principal del
Cervantes, Pedro de
ayllu Guaracoata (Anansaya) de Macha 785
escribano de Su Majestad 607, 608
Cariz, Juan Manuel de
Chagua, Juan
recibe poder de los caciques de Charcas 999
cacique principal de Caiza 592
Carlos, Jacomé 428, 429
Chambi, Alonso
abogado de los herederos de Alonso de Monte-
mayor 416 principal del ayllu Majacollana, Urinsaya de
Carrión, Melchor de Macha 766
notario de visita eclesiástica de Charcas 234 Chambi, Andrés
Cartagena, Miguel de de Yunguyo (Anansaya) 983
juez de comisión por Pedro Osores de Ulloa Chambi, Francisco
para composición de tierras 590 cacique de Chayanta (Hurinsaya) 624, 991, 999
vecino de Potosí 591 firmante del Memorial 846
Castilla, Sebastián de 871, 930, 933, 941 Chambi, Gonzalo
Castillejo, Alonso de hijo de don Francisco Chambi 991
visita de Macha mencionada por Francisco Chambi, Juan
Pizarro 295 cacique de Cochabamba 999
Castillo, Juan de Chaquí, Martín de
conde, secretario del Rey Felipe 763 firmante del Memorial 846
Castillo, Melchor de Characayo, Pedro
corregidor de Chayanta 545, 565, 568 cacique principal de Urinsaya en Acacio 643
Castro de Padilla, Manuel de Chariri, Carlos
hizo padrón de Macha 620 principal de Pucarani 986
ÍNDICE ONOMÁSTICO 1047
señor de todas las naciones Urcosuyos (Anan- Gutierrez de Cadagua, licenciado Luis
saya) 778 abogado de La Plata 196
sucesor de Moroco en el señorío de los indios Gutierrez de Veas, Juan 542
de Qaraqara 310 inspector de tierras pedidas en Carasibamba por
sus indios sujetos a Moroco 296, 306 Alonso Díaz 542
tenía casa y sepultura conocida 770 regidor de La Plata 541
tiene indios en Chayanta 296 vecino de La Plata 882
tiene sus sepulturas y guacas 775 Gutierrez de Veas, Julián [?]
vivía en Machamarca, cabecera de los Qaraqara alcalde ordinario de La Plata 866
771
Guallo, Pablo Hachata, Felipe 960
indios de Tinguipaya 822 Hachata, Fernando 930
Guanca, Fernando cacique principal de Sipesipe 929
principal de Carabuco 988 padre de Juan Achata 929
Guanca, Gonzalo Hachata, Juan
principal de Lurucachi de los Canas (Cusco) 993 alcalde de los naturales de Potosí 928
Guanca, Lorenzo cacique principal de Sipesipe 928
principal del ayllu Alacollana de Anansaya (Ma- Hallacssa, Diego
cha) 790 segunda persona de Puna (Siwaruyu) 991
Guanca, Pablo Hausita {o Harasita] 929
principal de Macha en tierras de Carasibamba señor de los Sura 886, 929
551 va a Chile con Cuysara 933
Guanca, Pedro Hernández de Castro, Diego
fiscal de la parroquia San Martín de Copacabana estante en La Plata 393
983 Hernández Girón, Francisco 871, 905, 930,
Guaniche, Pedro 933, 941
de Copacabana (Anansaya) 983 rebelión contra la corona real 923, 926
Guarache [Warachi] 891 Hernandez, Lorenzo
cacique principal del repartimiento de los Ca- portugués, residente en pueblo de Uro 543
quinas 813 Hernández, Rodrigo
hijo de tata Caricari 813 español echado de tierras de Sucusuma por
Guarache (2) indios de Chayanta 623
padre de Juan Colque Guarache 925 Herrera y Guzmán, Alonso de
señor de los Killaqa 885 corregidor de Chayanta 724
tenía mucho menos indios que Cuysara 894 Herrera, Agustín de
Guarapa, Francisco testigo del traslado de encomienda en Gonzalo
cacique de Caracara 989 Pizarro 300
Guaraya, Pedro Higueras, Juan de
principal de Hilave (Anansaya) 982 residente en La Plata 590
Guarayo, Fernando Hinojosa, general Francisco de
cacique principal de Caracara 568 alcalde ordinario de La Plata 749
cacique de Caracara 750 vecino de La Plata 866, 882
firmante del Memorial 846 Hinojosa, general Pedro de 309, 603
Guarayo, García acompaña a Pedro Alvarez Holguín contra
principal de Hanansaya, Chayanta, del ayllu Diego de Almagro 303
Laymi 631 ayuda a Vaca de Castro en batalla de Chupas
Guaria Condori, Pedro 303
principal de Sicuana [sic] de los Canas (Cusco) entrega la armada de Gonzalo Pizarro a La
993 Gasca en Panamá 303
Guatoma Gonzalo Pizarro le quita sus haciendas 303
señor del valle de Gualla 300 llegada a Perú 302
1054 QARAQARA - CHARKA
pueblo de Caracara 294 Cochabamba 187, 629, 642, 834, 847, 869, 890,
Chichaoyo 916, 991
pastos de indios de Caiza 590 batalla de 843, 870, 894
Chichas caciques respetan a caciques de Sacaca 897
composición de tierras 599 camino real a Sacaca 644
Chichecache lugar de pernoctar en el camino de Cochabamba
provincia de Almagro 926 a Potosí 897
Chilcaoma cerco de españoles 895
arroyo en valle de Sayapaya 627 composición de tierras 599
Chile 891, 929, 1002, 1008 convento franciscano 193
descubrimiento de 898 indios colindantes con Sacaca 647
jornada de dos años 849 junta 900
lugar de destierro 837 general de Cochabamba 885
provincias 886 para resistir a los españoles 892
Chimboata mita para Villa de Oropeza 839
pueblo de yungas de coca 293 repartimientos de 884, 886
Chinchibamba repartimiento Charcas 847, 851
tierras de Caracara, una legua distante de Cara- tierras de Charcas y Caracara [Charka y Qara-
sibamba de Macha 545, 558 qara] 837
tierras pedidas por Alonso Díaz 541 tierras repartidas por Guayna Capac a Charka,
tierras pertenecen a indios de Caracara 562 Qaraqara, Sura, Killaqa, Karanqa 837
valle y tierras 542, 543, 545 Colchabamba
Chintari tierras en valle de Sayapaya 630
Collaoma, San Cristobal de
tierras a una legua de Potobamba 578
anexo de Sacaca 941
tierras cerca del puente del río Pilcomayo 580
pueblo 884, 886, 887, 913
tierras de indios de Potobamba 577
pueblo del repartimiento de Sacaca 904
tierras poseidas por indios de Tinguipaya “desde
pueblo sujeto a Sacaca 905, 929
tiempo de los incas” 575
Colocolo
tierras reclamadas por indios de Tinguipaya y
tierras reclamadas por indios de Tinguipaya y
Potobamba 575
por Francisco de Quantias 581
Chirobamba
Colquemarca 988
tierras en valle de Sayapaya 630
Comuru
Chiucori 607 valle 568
pueblo de indios Asanaqi en Tacobamba 606 Condocondo
Chiutamarca indios piden se les nombre como cura a Fernan-
minas de oro 844 do de Mesa de Tacobamba 224
Choroma [?] 569 tiene indios quillacas [killaka] en tierras de
Chucuito 981 Tacobamba 605
Chupas Copacabana 983
batalla 895 Copavillque
Chuquiabo tierras de los Quillacas [Killaka] 634
división del repartimiento entre los vecinos de Copoata, ver Pocoata
la ciudad 926 Coporaca 992
provincia de Francisco Pizarro 926 Coraguara
Chuquicota 989 estancia de Visisas [Wisijsas] de Caiza 592
pueblo de los Karanka 743 Coroma
Chuquioma pueblo 306
cocales 433 pueblo de Moroco 297
Chuquisaca 188, 293, 844 Cotanipampa
Ciudad de Los Reyes 196, 222, 300, 303, 870 chacras de Cuysara, reclamadas por Fernando
lugar de destierro 387 Ayavire 849
1070 QARAQARA - CHARKA
Coyparchulpa Hururo
estancias de ganado de señores de Charka 849 pueblo 992
Cupe 993
Cusco 184, 195, 196, 222, 300, 843, 871, 885, 925, Inglaterra
936, 984, 992 guerra con 978, 979, 995
cerco de Manco Inca 303 Iscamacha 307
Cuzcoma 189 pueblo de Pocoata 296, 727
huaca y cerro con minas de plata y plomo 184 Iturata
anexo de Sacaca 644
del Paso, Santiago 862, 886, 991
españoles en sus tierras 626 Jauja 304
repartimiento de Charka 847 Juli (Ayanca) 982
Juli (Chambilla) 982
España 830 Juli (Mocho) 982
caballeros e hijosdalgo 833, 835 Juliaca 987
católicos reyes 835
duques y condes y marqueses 832, 835 La Barranca
vestidos de 868 obispado 221
La Lava
Guache hacienda 598
tierras de Quillacas y Asanaques [Killaka y La Paz 222
Asanaqi] en Tacobamba 605 obispado 221
Guaicho 988 La Plata 188, 189, 197, 206, 861, 886
Gualla
Audiencia 381, 862
valle 300
ciudad 859, 866, 869, 887
Guanaco oma
fundación 925
estancias de ganado de señores de los Charcas
Villa 381
[Charka] 849
Lanzarote
Guancoma
lugar donde los Pizarro estaban cercados en
mitad del camino de Auquimarca a Chuquisaca
Cochabamba 895
844
Laredo
Guañoma
pueblo de España 199
valle, 5 leguas de los valles de Uro y Carasi-
bamba 541 Las Salinas 925
Guaqui 986 batalla entre Almagro y Hernando Pizarro 925
Guarapacha Limpias
lugar donde los Pizarro estaban cercados en pueblo de España 187, 191, 199, 203
Cochabamba 895 Llallagua
Guarina 986 cerro 642
Guatabata 630 Lurumayo
arroyo en valle de Sayapaya 627 pastos de indios de Caiza 590,
Guatemala estancia de los Wisijsas de Caiza 592
catedral 188
Guayaquil 842 Macari 992
Guaycoma 559 Macha 182, 183, 188, 190, 192, 193, 195, 196, 197,
indios de Caracara vendieron tierras a indios de 198, 200, 201, 205, 206, 305, 562, 567, 568, 764
Macha 564 pueblo de la Real Corona 803
indios de Macha en 806 pueblo fundado en tierra fría y puna 557
valle 564, 567, 568 pueblos principales son Macha y San Marcos de
Miraflores 557
Hachaoma reducción está ocho leguas de tierras de Carasi-
estancias de ganado de señores de Charka 849 bamba 546
ÍNDICE GEOGRÁFICO 1071
Urinsaya buhío
Mahacollana 571, 764, 766, 771, 790, 791, redondo en Macha para juntas de principales
793, 794, 795, 796, 801, 804 775–778
Guacoata 571, 765, 790, 791, 800, 801 de indios de Macha en Carasibamba 549
Sulcaata 572, 772, 791, 800
Condohata 572, 791, 805, 806 cabildo de indios
Mahapicha 572, 766, 771, 791, 805, 806 con alcaldes, regidores y oficiales 768
pierden tierras de comunidad 573, 574 escribano del cabildo de Macha
ayllus de Pocoata del ayllu Guaracoata (Anansaya) 768, 786,
Paro (Anansaya) 773 834
ayllus de Quillacas y Asanques del ayllu Condohata (Urinsaya) 791
Hilavi de los Asanaques (Hanansaya) 607 derechos a votar 849
Moromo Momoca [sic] de los Quillacas libro de cabildo 767
610 se envian reales provisiones a los cabildos de la
ayllus de Sacaca provincia de los Charcas 831
Coyana (Anansaya) 779 que las justicias manden echar a los señores en
Hilavi y Chayquina (Aransaya) 639 la casa de cabildo, no en la carcel, como en
Tirana (Urinsaya) 780 España 848
ayllus de Tacobamba 602 que el alguacil del corregimiento sea hijo de
ayllus de Tinguipaya señor y tenga voto en todos los cabildos de
Collana de Caquena (Anansaya) 813 indios 849
Maycocha de Caquena y Picachuri 811 cacique principal
Ynari de Caquena y Picachuri 808, 811 que todos los hijos de los naturales y caciques
Cama (Hanansaya) 612, 614 principales vayan al colegio en Cusco para
ayllus y parcialidades 833 estudiar 845
de 100 indios 835 salario de 300 pesos 858, 861
de 500 indios 835 caciques
aymara (lengua) 186, 221, 224, 227, 234 de 1000 indios 833
de 5000 indios 833
bailadores y truhanes de guarangas y piscapachacas 887
cantaban canciones de victoria delante de los piden nueva visita 828
Incas 842 que sus hermanos, hijos y nietos sean reservados
bastardía 763, 773, 796, 810, 816, 817, 819, 820, de tasa 833
822, 823, 884, 889, 890, 892, 901, 904–6, 924, caja de comunidad
928, 931, 937, 940, 943 se nombra escribano para poner orden en las
bautismo 182, 186, 192, 194, 231, 381, 578, 629, cuentas de la caja de Macha 786
632, 737, 751, 754, provee salario de segunda persona de Macha 793
Cuysara no fue bautizado 862 Caja Real 386, 411, 465, 861, 864, 868, 873, 881,
Inca Moroco, entendiendo algunos misterios de 1003
nuestra santa fé católica, se bautizó llamándose fuente de salario de 500 pesos para el alcalde
don Juan 731 mayor 859
no todos los bautizados aparecen en los libros se meten los tributos en ella 860, 1004, 1007
parroquiales 751 servicioso gracioso metido en ella 974, 975, 977,
bienes de comunidad 594, 803, 859, 861, 1007 1004
fuente de salarios, según parecer del corregidor en 300 partidas por don Fernando Ayavire
pero no menos que la tasa, para alcaldes, Cuysara 979
regidores, procurador, escribano del cabildo, camarico 454, 843, 844
fiscales, sacristán, cuatro músicos 769 camarico de maíz, harina, carbón, leña, hierba,
fuente de salarios de segundas personas 803 perdices, ganado dado a Martín de Robles por
borracheras de indios 238 sus mitayos en La Plata 457
taquis y borracheras 911, 914, 918, 919, 934 camarico para los soldados del Inca 843
ÍNDICE TEMÁTICO 1077
Cuysara da camaricos a Hernando Pizarro en el nes 860, 863, 867, 880, 887, 891, 897, 916-7,
camino de Auquemarca a Chuquisaca 844 926, 930, 933, 936, 941, 1002, 1004, 1006, 1008
indios de Martin de Robles dan camarico a los don Fernando Ayavire pide merced de 24
mayordomos de Robles en Potosí 477 carneros de la tierra y otros 24 de Castilla 852,
Moroco sirve a Hernando Pizarro con camaricos 949, 997
desde la mitad del camino llamado Guancoma 20 carneros de la tierra y otros 20 de Castilla
844 950, 997
camayos don Francisco Ayra envió 1000 carneros
Diego Yquisi es pongo camayo (hechicero y cargados de bastimentos a la jornada de los
portero) de la mina y huaca de Porco 189 Chiriguanaes 722, 725, 727, 743, 745, 748,
camayos de Tinguipaya en las orillas del río 761, 774
Pilcomayo 579 ganado del Mallku 885
no saben la doctrina cristiana 583 ganado de la comunidad 950, 997, 1007
de Chayanta en Calauta 626 ganado del Inca 824, 939
diez uchucamayos de Macha en Carasibamba gobernador de Pocoata mete sus carneros en
568, 570 sembrados de los pobres indios 757
quipo camayos q.v. hace que los indios mitayos le traigan comida
camino real 299 a Potosi en sus propios carneros 759
de Cochabamba a Sacaca 644, 647 Inca Moroco dió mucha comida llevada en
campaneros carneros para el campo de SM durante las
deben ser libres de tasa 834 rebeliones 731, 737
cantores 224 jornal de 11 pesos para cargar medio ayllo entre
maestro 834 los yungas y Potosí 422
ocho para la iglesia 834 la coca se carga en carneros desde Totora a La
capillas Plata y Potosí 434, 435, 436
construcción de muchas en anexos de doctrinas los caciques de Charcas dieron 2000 carneros
197 para la entrada de los Chiriguanaes 839
capitán 865, 868, 889, 892 todos los carneros murieron en campaña sin
capitán general de las siete naciones 921 que Toledo diera compensación 840
capitán general de los naturales 890 los Charcas y Caracaras [Charka y Qaraqara]
de la mita de Potosí 956 no eran ovejeros como los caciques de los
de las “tres naciones” 858, 859, 862, 880, 882, Quillacas y Carangas [Killaka y Karanqa] 893;
888, 1004 cf. 842
de los Charcas [Charka]: Cuysara 890 los corderos para la mesa valen cuatro pesos 402,
de los indios de Potosí 860, 863, 864, 867, 872, 404, 405
874, 876, 877, 882, 903, 909, 914 los hijos se encargan de guardar los carneros 615
de los Quillacas y Carangas [Killaka y Karanqa] los indios cargan la misma cantidad de coca
884 como los carneros 437
de mita 860 los indios traen la coca en carneros del enco-
de mita de los Quillacas y los Soras [Killaka y mendero desde Chuquioma hasta Potosí 421,
Sura] 841 429, 440
del Inca 884, 886, 897, 903 Martín de Robles dejó mas de 1000 carneros de
carbón 592 la tierra 447
carneros de la tierra 217, 395, 397, 431, 441, 442, pescuezos de carneros adobados 479, 483
445, 446, 592, 603, 614, 616, 974 sacrificio de carneros 186
cada carnero carga dos cestos 433 se asienta en quipos los números de cestos,
cada carnero vale 10 pesos 402, 404, 405, 449, 450 cargadores y carneros por año y mita 438
clérigo denuncia ganado por ser de los guacas vestidos de carneros de distintos colores 185
840 carpatira 728
don Alonso Ayavire dió mucha comida y muchos mapa de las tierras que se dió a Localarama
indios y carneros para SM durante las rebelio- por el Inca 735
1078 QARAQARA - CHARKA
casa 804, 825, 865, 871, 874, 875, 877, 912, 919 don Juan Ayavire Cuysara castiga a los mitayos
casas y sepulturas de Tata Paria y Gualca (Macha para que trabajen en las minas e ingenios 973
Anansaya) 770–2, los caciques de Tinguipaya ayudan a Martín de
de Alata gobernador de los Picachures 812 Almendras en el castigo de los Humahuacas
de Cuysara 1002 y Casavindos 825
don Fernando Ayavire tiene 50 indios e indias los caciques principales reciben castigos a manos
para los servicios de su casa 885 de las autoridades españolas 835
da de comer en su casa a caballeros pobres censo
virtuosos 912, 915 términos de redención 544
en ayllu Guaracoata de Macha (Anansaya) los cerros postizos 219, 842
primos hermanos descienden de una sola casa charque 843
y cepa 782–3 chasquis
hay dos casas en ayllu Alacollana de Macha dados por don Alonso Ayavire al mariscal Alonso
(Anansaya) de donde salen los principales 765 de Alvarado 941
la [casa] principal de donde sacan los caciques correos y chasquis 620
de pachacas 765 chuño 382
ayllu Alacollana tiene una casa mayor y otra cimarrones 606, 830, 837
segunda 766 indios cimarrones en Pocoata 724, 752
por minoría de heredero los caciques princi- de Tinguipaya 821
pales sirven a otros principales de otra casa coca 385, 388, 891
796 11 cocales de Consara, cacique principal de
que don Fernando Ayra de Ariutu ponga las ar- Sacaca 433
mas de sus pasados en la puerta de su casa 725 11 cocales de los Charka en las yungas de Cha-
es descendiente por línea recta de varón morro 397
de la casa de Localarama 727, 734, 741, cocales de los Caracaras en Chimboata y Tira-
744 que 293
es descendiente de la parte de madre de la Fernando Ayavire no come coca 891
casa de Anco Tutumpi Ayra Canche 724, mitimaes de la coca 299
730, 737, 742 en Camacoro 305
que don Juan Ayavire Cuysara pueda poner las precio de la coca llevada por Alonso de Monte-
armas de sus antepasados en la puerta de su mayor 391, 392, 423, 424
casa 861, 1003, 1006 relación de las chacaras de coca de los indios de
es descendiente por línea recta de varón de Sacaca 1548-1551 432
la casa de Cuysara 1002; también Diego tres mitas 381
Mamani 1008, 1011 cocos de plata y oro 885
castigos regalados a Cohocoho por Topa Inca Yupangui
Alonso de Alvarado castiga a Sebastián de Casti- y Guayna Capac 884–5
lla y a los asesinos de Pedro de Hinojosa 926, regalados por Guascar a Cuysara 899
930 cocos y manillas de oro regalados por Guascar
denuncia de los castigos que hace don Fernando a Cuysara 885
Chinchi a sus indios 756 colegio de caciques
don Alonso Ayavire castiga a sus indios que que pase de Lima a Cuzco 845
querian rebelarse contra Su Majestad 880 coletas
don Fernando Ayavire asegura el castigo y caciques de Charka las trasquilan 872
enseñanza de su hijo don Juan Ayavire 879 don Fernando Ayavire da ejemplo a caciques
don Fernando Ayavire castiga a sus indios para trasquilándose 863
sacar los tributos y obligarles a asistir a la colores 185, 299, 400, 408, 410, 419, 762, 1005
doctrina 872 colla
don Fernando Ayavire Cuysara ayuda a Martín ídolos collas 186
de Almendras a pacificar y castigar a los Chi- lengua Aymara 193
chas 871 vicios y behetrías de los caciques Collas 961
ÍNDICE TEMÁTICO 1079
lampa 945, 948, 954, 956, 987 de Martín de Robles 477–8, 481–2, 484
Cuysara, el Inca gobernador de las fortalezas, y Cortes de Carbajal 478
Hausita fueron llevados en lítera 935 Juan de la Torre 476, 478
Cuysara fue llevado en una lampa con quitasol Lopez Gutierrez 476–8, 480
de plumería 885, 935, 938–9, 941 Pedro de Leizeguín 477, 480
los Caracaras traían a Gualca en hombros en Villasana 476–8
una lampa 779–780 de Juan Perez de Nava
Cohocoho fue señor de lampa llevado en hom- Juan de Villalobos 592
bros de 100 indios con quitasol de plumería 884 debe ser libre de tasa 834
ley natural, ver derecho natural Luis Varil, mayordomo español de los indios
limosna 192, 227, 733, 739, 836, 872 de Chayanta residente en el valle de Sayapaya
628–9
maíz 386, 388, 389, 556, 557, 561, 623, 786, 825, virrey Francisco de Toledo es mayordomo de
831, 833, 838, 856, 861, 1007 Su Majestad 747, 1010
caçua 184 medicina
rescatado por indio mercader 567 andina
maíz chiquito de puna [sara ch’isiwayu] 560, 646 consultas al demonio 189
tierras de sembradura de Yura 595 patrocinada por Dios de lluvias y rayos 184
llevado por el gobernador de Pocoata 756–8 bebedizo de hierbas 186
ocho fanegas de maíz a sembrarse para el go- contrahierbas 193
bernador de los Charka don Fernando Ayavire europea 183, 186, 192
846 herbolarios 193
tres fanegas 852, 949, 997 salud de las almas 196
600 fanegas de maíz pedidas en la tasa de Sacaca venenos andinos 192
382 mercedes 541, 544
dos fanegas de maíz y trigo sembradas para amenazan a indios con “desterrar[nos] de patria,
el encomendero en La Plata 382 nación y tierras” 831
ocho fanegas de maíz y trigo sembradas para cabildos dan tierras visitadas a españoles 837
el encomendero en tierras de los indios es servicio de Dios y del Rey que se pueble la
382–3 tierra de españoles 625
cuatro fanegas de maíz sembradas para el indios piden devolución de tierras dadas a espa-
cura 383 ñoles desde la visita general 837
indios de Macha dicen tener solo 1426 cargas 3 las mejores tierras repartidas a españoles 831
almudes de sembradura de maíz 620 otorgada a Juan Díaz de Ortiz, relator de la Real
mapa, ver cumbe Audiencia de La Plata 624
matrimonio se da para defensa de las fronteras [con los
grados prohibidos de consanguinidad y afinidad Chiriguanaes] 546
752 miel de Charcas 451, 453, 479, 483
mayordomo arrobas de miel 382, 401, 403, 404, 406, 425,
asaltos a indios de Pocoata por el mayordomo 467, 474
del Mallku don Fernando Chinchi 758 cántaros de miel 401, 403, 404, 406
y procurador de La Plata 544 traido especialmente para el Mallku de Pocoata
de Hernando Pizarro en Porco [Pedro de Soria] por sus tributaries 757
207–8 minas e ingenios
de don Alonso de Montemayor 436–9 derechos de indios en 836
García de Vargas, Pedro 389, 391, 394–5, don Juan Ayavire entró en las minas para animar
397–8, 400, 408–9, 429–431, 435 a los indios trabajadores 864, 868, 874
mayordomos de la coca don Fernando Ayavire aseguró el buen cumpli-
Anton Gomez 433–4, 439 miento de la mita 872
Neto Onieto 433–4, 439 naturales mueren en las minas del Cerro de
Quintero 433–4, 439 Potosí 829
1082 QARAQARA - CHARKA
algunas minas del Cerro de Potosí tienen tres naciones de Charcas, Caracaras y Soras
150–250 estados perdiendo rentabilidad 838 [Charka, Qaraqara y Sura] van al beneficio
que los indios puedan entrar en las estacas como de minas e ingenios de Potosí 944, 954, 957,
los españoles 836 959
visita del virrey Hurtado de Mendoza 945 Chayanta
minas de cobre en Aytacara [Andacava] 844, 848 tiene en Potosí, Porco y Salinas 632
minas de estaño en Chayanta 844, 848 500 mitayos enterados todos los lunes en
minas de oro en Chiuta, Amayapampa 207, 208, Guayna Potosí para Potosí y Porco 735
210, 844 en tambos 632
minas de plata de Porco descubiertas por Cuy- se juntan en Chayanta, Moscarí y Pocoata 729
sara a los Pizarros 210, 215, 218, 834, 844, reducidos por don Fernando Chinche (2)
859, 863, 867, 880, 886, 894, 926, 1002, 1004, 722
1008 tienen tierras señaladas 600
del Inca 844, 848, 863, 945, 948, 954, 956, de corregidores 620
Cuysara enseñó a Hernando Pizarro la Macha
puerta de la mina 926 envia mitayos a Potosí y Porco 620, 619, 765
veedor de minas de Potosí es Bernal de Bruceña pide rebaja en la mita por falta de tierras 620
924 tiene mitayos en Carasibamba 547, 556, 557
visitador de minas en ingenios en el Cerro Rico mitayos de Carasibamba se doctrinan en
de Potosí es Juan Ortiz de Zarate 945, 954 San Marcos de Miraflores los domingos y
minga fiestas 556
en Chaqui hay que mingar indios a peso de plata de Sacaca 643
por no tenerlos de cédula 215 de sacerdotes 620
los Quillacas y Asanques necesitan sus tierras en descanso después de trabajar en Potosí 613
Tacobamba para poder mingar trabajadores en día señalado en Pocoata para la salida de los
Potosí 609, 610, 613 mitayos 733
los indios de Macha piden devolución de chacras dos capitanes enteradores de los Caracaras
de comunidad para poder mingar trabajadores [Qaraqara] para entregar la mita a Porco 732
621 en correos y chasquis 620
salario de mingas pagado por la comunidad para en Salinas de Garci Mendoza 632
reemplazar a los mitayos muertos 621 en servicio de tambos 620
mincalunas [mink’a runa] trabajan en las minas mitayos van con mujeres, hijos, hatos y comidas
a cinco reales 838 736
misa 231, 556, 561 naciones reservadas de 839
misa celebrada por hechicero para el Dios de pastos de ganado de indios mitayos de Yura
los truenos y rayos 184, 189 596
misa celebrada usando chicha mezclada con reparto de mitayos en Huayna Potosí todos los
achuma [San Pedro] como sangre de Jesu lunes 729
Cristo 232 se pide rebaja por falta de tierras 619
extorsión de ofrendas en tiempo de misa tierras cerca de Potosí para sustentar a mitayos
229–30 604
hacer sementeras para su gobernador significa tierras con caballos, carneros, leña e ichu para
no comer ni oir misa 757 mitayos de Tacobamba 603
don Fernando Ayavire asegura que los indios de virrey Toledo repartió para las minas e ingenios
Potosí vayan a escuchar misa y prédicas 937 de Potosí solamente a las cinco naciones
mita 227, 557, 561 de Charcas, Caracaras, Soras, Quillacas y
500 indios de Qaraqara para Potosí y Porco 724 Carangas [Charka, Qaraqara, Sura, Killaka y
cinco naciones de Charcas y Caracaras, Soras, Karanqa] 838–9
Quillacas y Carangas dan indios y sirven en Toledo reservó a las naciones de Chuies y
minas de Porco, Villa de Oropeza, Berenguela Amparaes [Chuy y Yampara] 839
y Oruro 839 van 124 tributarios a Potosí 643
ÍNDICE TEMÁTICO 1083
provincia de Chayanta y sus valles 637, 782, tierras de valle de Macha están ocho leguas del
784 lugar de su reducción en la puna 546, 552
provincia de Sacaca 997 tierras de valle de Tinguipaya están 12 leguas
provincia de Porco 217–9, 591, 593 de su reducción en la puna 582
provincias de Porco y Chayanta 743 tierras de valle de Chayanta están a 12 leguas de
provincia de los Chichas 315 su reducción en la puna 628
provincia de los Quillacas y Uruquillas [Killaka tierras asignadas a la reducción de Caiza 595
y Urukilla] 605
provincia de los Quillacas 606 quechua 188, 193, 221, 224, 227, 234
provincias de los Asanaques 608 gritos de guerra 551
provincia de los Quillacas y Asanaques 617 quinoa 843
provincia de los Pacaxes 953 quintos
provincia de Chucuito para los administradores de los bienes de comu-
provincia de Quito 389 nidad de Chayanta 861
provincia Macas que también es la provincia reales 839, 1002, 1004
de Quito 443 quipocamayos 432, 945, 955
provincia del Cusco 980 declaración de los quipocamayos de Sacaca 399
provincia de Chuquiabo 413 los quipocamayos que residen en yungas de coca
provincia de los Canas 312 432
provincia de Chachapoyas 926 relación de los quiposcamayos de Chayanta 475
reinos y provincias del Perú 302, 380, 466, 471, capitanes y quipocamayos que residen en Potosi
269 945, 955
quipos 406, 408
provincia del Perú 594
cuerdas de diferentes colores con muchos nudos
provincias del Perú 640
408
provincia de la [Nueva] Castilla 599
quipo de los precios 403, 404
provincias de Chile 886
de conocimientos sagrados 233
provinciales de la orden de San Francisco 182,
para llevar cuenta de las tasas en Macha 792
190, 193,
se cotejan con ciertas piedras 400
pueblos de reducción 829
forasteros quillacas en Tacobamba lejos de su
reducciones
reducción
de 50 pueblos en Sacaca 1008
liberación de tasa durante el tiempo ocupado en
casas dejadas hechas en el campo 564
reducirse 836 de indios de Macha por Galaor de Loayza 546,
mal ubicados lejos de pastos y chácaras 831 556
reducción de Acacio tiene tierras de aji, algodon indios deben perder tierras lejanas que les hagan
y maiz a tres leguas 646 huir de la evangelización 546
reducción de San Marcos de Miraflores papel del cura 192
los indios labradores mudan por sus mitas regidores
para ir a las tierras de Carasibamba 556 deben ser libres de tasa 834
las tierras de Carasibamba están a cinco remate 581
leguas de San Marcos 560 de tierras en el Pilcomayo 581
a tres leguas y media de San Marcos 563 repartimiento
vienen los domingos y fiestas de guardar a de las encomiendas 933, 936
San Marcos para escuchar mita 556, 564 de las provincias 926
pueblo de Mojocoya está a una legua de Rey 585, 856
Carasibamba y dos y media leguas de San Carlos 591
Marcos 563 Felipe 639
en 1619 casi ya no hay indios 571 da provisión real a Fernando Ayra de Ariutu
señores piden un número mayor de pueblos 831 760
sólo residen en ellas un mes al año 829 títulos 579
1086 QARAQARA - CHARKA
la tasa de Chayanta se consulta con los visi- revisita de 1619 de los pastos y chácaras de
tadores 466 Macha
visita general del virrey Toledo 562, 564, 570,
605, 767, 831 yanaconas 832, 835, 994
de Tinguipaya por Diego de Sanabria 826 capitán de los yanaconas de Potosí 985
de Macha por Galaor de Loayza 556, 564, con arco y flechas 550
567, 570, 767 de Alonso Díaz 549–550, 553–5
por Manuel de Castro y Padilla 572 del Hospital de Potosí 582
de la provincia de Quillacas y Uroquillas tienen tierras en el río Pilcomayo 582
605 Guaman, descubridor de veta de Potosi, ya-
de los Asanaques, ayllu Hilavi (Hanansaya) nacona de Pablo de Meneses 213
en Chiucori por Pedro de Zárate 607 yanaconas de las chácaras 216
de Sacaca por Diego Nuñez Bazán 413 de los españoles del valle de Pitantora 977
por Juan Gonzalez Sotelo 416 de Puna, ayllu de Aracapa, en el río Pilco-
en la visita general el virrey Toledo dividió mayo 577
los pueblos de Caracara [Qaraqara] 731 de Quillacas, en Cochabamba 607
visita y composición del Obispo de Quito de los indios de Macha en Guaycoma 806
(1591–4) 587 yanaconas de los señores de Charcas, reservados
da comisión a Pedro Osores de Ulloa, visita- de todos los servicios, antes y después de
dor de las tierras de la provincia de Charcas los Incas 833
586, 590, 594, 596 los visitadores los pusieron de tributarios
Osores de Ulloa da comisión a Miguel 834
de Cartagena para la composición de tributarios se vuelven yanaconas en tierras
las tierras de Caiza 590, 596 de españoles 837
da comisión a Juan Fernández Presbítero deben ser libres de tasa 833
para la visita de las tierras de Caiza, To- los señores de Charcas piden tener yanaconas
ropalca y Yura 595 extranjeros 836
de las tierras de Sacaca (Anansaya y Urinsaya) piden tener sementeras con yanaconas de
en 1593 643 Chayanta y Cochabamba 847
repartió tierras a los indios de Tacobamba
601, 602
visitas y revisitas posteriores
Francisco de Alfaro visita indios quillacas y
asanaques en Tacobamba (1610)