Interdependencia del
Comercio Mundial.
Dumping Social.
Globalización y Crisis
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Índice
2 Dumping Social..................................................................................................................................................... 7
4 Resumen ................................................................................................................................................................. 13
Ejemplo:
No pueden influir mucho los Estados en las extensas redes de relaciones y comunicaciones
electrónicas transnacionales, o sobre las organizaciones internacionales que de hecho
limitan el marco de acción de los diferentes Estados.
Ejemplo:
Los efectos han sido positivos y negativos e incluso contradictorios. Vamos a ver algunos:
Concepto de Vulnerabilidad:
Y por otro lado, se desarrollan muchos canales de relación entre los Estados y sus
Grado en que el Estado puede soportar sociedades. Los Estados no se relacionan entre sí únicamente a través de sus gobiernos,
los riesgos y costes impuestos por sino también a través de entidades no gubernamentales (a veces regionales o subestatales,
acontecimientos externos. Determina su
otras transnacionales) y, por supuesto, a través de sus individuos. Estas entidades y los
capacidad de reacción.
individuos actúan por sus propios intereses, dinamitando la tendencia a la exclusividad que
ha tenido el Estado en sus relaciones internacionales.
El poder real tiende a ser más bien la capacidad de influir en que los demás quieran lo que
uno quiere. Por ello, se da importancia a nuevos conceptos de poder:
Poder blando (concepto creado por Joseph Nye), consistente en lograr que otros
quieran lo que uno quiere y asociado a recursos intangibles de poder como la
cultura, la ideología, las instituciones. El poder ya no es coercitivo, por lo que se
considera ahora poder blando, no duro.
Además, el poder se distribuye, se reparte más y se hace más difícil de identificar, puesto
que cada día son más los actores transnacionales y subestatales que intervienen en los
diferentes escenarios de poder.
Como conclusión a este apartado, cabe señalar que si las relaciones de interdependencia
entre los Estados son intensas y con aproximación a la simetría, será el poder blando el que
predomine; mientras que si lo que existe son relaciones asimétricas próximas a la
dependencia, predominará el poder duro.
La interdependencia hace que surjan más intereses comunes entre todos los actores de la
esfera internacional y especialmente entre los Estados, desarrollándose los procesos de
integración y de cooperación. Cada día son más las instituciones internacionales bilaterales y
multilaterales.
1.1.4 Fractura entre los Estados con alto nivel de interdependencia y aquellos cuyo
nivel es más bajo.
Ya se ha apuntado antes que la interdependencia no afecta por igual a todos los Estados.
Hasta tal punto es así, que hay Estados que quedan “descolgados” de este fenómeno. Se
trata fundamentalmente de países en vías de desarrollo que muchas veces resultan más
vulnerables y dependientes de los Estados más desarrollados.
2 Dumping Social
La globalización plantea ciertos dilemas éticos originados fundamentalmente por las
importantes diferencias de los sistemas políticos, por las leyes, por el distinto desarrollo
económico y por la cultura también diferentes en los diversos países.
Los problemas más graves se plantean en relación con los derechos de los trabajadores.
El “dumping social” es una práctica por la cual se buscan ventajas comerciales a través de
bajos costes laborales y sociales.
A través de esta práctica los precios de los productos son bajos gracias a que las empresas
se instalan en países donde no se cumplen los derechos mínimos internacionalmente
reconocidos de los trabajadores.
Cuando las condiciones laborales en otro país son muy inferiores a las del país de la
empresa que deslocaliza su producción, cabe preguntarse qué criterios deben aplicarse y,
en definitiva, cuánta diferencia es aceptable. Como sabemos, en algunos países emergentes
o en vías de desarrollo son corrientes las jornadas de 12 horas, con salarios muy bajos y sin
medidas de protección de riesgos laborales. Cabe preguntarse entonces si es correcto que
una empresa de un país desarrollado tolere esas condiciones en las empresas con las que
subcontrata o en sus plantas deslocalizadas.
Ejemplo:
En los años 90 fue muy difundido el caso de la empresa NIKE, al revelarse que muchos de
sus subcontratados trabajaban en condiciones prácticamente infrahumanas. En un reportaje
se mostraron imágenes de jóvenes mujeres vietnamitas que trabajaban para un
subcontratista durante seis días a la semana, utilizando materiales tóxicos sin protección por
20 centavos de dólar por hora. También se demostró que en Vietnam en ese momento para
vivir eran necesarios por lo menos tres dólares diarios, por lo que para conseguirlos, las
empleadas tenían que hacer horas extraordinarias.
Lo cierto era que no se estaban incumpliendo las normas, pero se estaba planteando un
problema ético importante ¿es ético recurrir a subcontratistas que según criterios
occidentales explotan a su mano de obra?
Ejemplo:
Levi Strauss rescindió un contrato con uno de sus mayores proveedores –la familia Tan— al
descubrir que obligaba a 1.200 chinas y filipinas a trabajar 74 horas semanales en complejos
cerrados y vigilados en las Islas Marianas.
Ejemplo:
Caso Apple. En el año 2006 saltó a la prensa la existencia de abusos laborales en la fábrica
china que fabrica el iPod para Apple. Los trabajadores de la empresa (Hogfujin Precision
Industries) ganaban 50 dólares al mes por trabajar en turnos de 15 horas. Además tenían que
realizar horas extraordinarias forzadas. También se conoció que las condiciones de vida de
los operarios eran miserables viviendo en dormitorios propiedad de la empresa que,
además de para Apple, trabaja también para Intel, Dell Computer y Sony Corporation.
La fábrica es como una pequeña ciudad con hospitales, autobuses, restaurantes, etc.
Los ejemplos que se han plasmado aquí son los de grandes y conocidas multinacionales,
pero lo mismo ocurre respecto de empresas grandes, medianas y pequeñas no tan
conocidas que subcontratan con otras situadas en países donde no se respetan los
derechos de los trabajadores y, en muchos casos ni siquiera los derechos humanos.
Sería aconsejable que para evitar situaciones como las anteriores se establecieran por las
empresas que deslocalizan la producción normas mínimas de defensa de los derechos
básicos y de la dignidad de los trabajadores, así como que se impusieran investigaciones
periódicas a los subcontratistas y a las filiales instaladas en los países con leyes permisivas,
a fin de verificar que cumplen con las normas.
Pero también hay que tener en cuenta el lado contrario del fenómeno, que es el del
desempleo y cierre de empresas que esta situación de buscar mano de obra barata genera
en los países desarrollados, como ha ocurrido en tantas naciones en sectores en los que la
producción requiere una mano de obra intensiva, como el textil, el del calzado o el de la
bisutería.
3 Globalización y Crisis
“El habitante de Londres, sin levantarse de la cama mientras saboreaba su te matinal, podía,
con una simple llamada, comprar todo tipo de productos en cualquier lugar del mundo y
conseguirlos sin tardanza; al mismo tiempo, y por los mismos medios, podía invertir en
recursos naturales o en nuevas empresas en cualquier rincón de la tierra, beneficiándose sin
esfuerzo ni molestias de los eventuales resultados de su inversión”. Esta cita con la que
abrimos el epígrafe corresponde a un habitante de Londres que no es de 2013, sino de 1913
y está escrita por Keines, describiendo la vida de un burgués londinense en ese momento.
En el año 2009 el editor asociado y jefe de los comentaristas económicos del Financial
Times, Martin Wolf, escribía sobre la crisis financiera de 2007 y sus efectos sobre las
economías de mercado, las políticas económicas tradicionales y el proceso de
globalización. En dicho artículo, Wolf decía que “otra ideología divina ha fracasado. Las
hipótesis que dominaron las políticas y la política durante las últimas tres décadas parecen
hoy tan obsoletas como el socialismo revolucionario…La combinación del colapso del
sistema financiero con una profunda recesión cambiará el mundo, si no ocurre algo aún
peor. La legitimidad del mercado se debilitará. La propia globalización puede fracasar”. Para
finalizar, Wolf manifestaba que “la integración de la economía global de la que
prácticamente todo el mundo ahora depende puede ser reversible. La globalización es una
elección”.
Esta segunda globalización puede fracasar por el colapso del sistema financiero
internacional, puesto que si bien es cierto que no depende solamente de él, dicho sistema sí
que es como el sistema nervioso de una economía moderna, de tal manera que cualquier
disfuncionalidad en el sistema financiero puede colapsar buena parte de al economía
mundial. Y de hecho así ha ocurrido.
En este punto cabe hacerse algunas preguntas cruciales a estos efectos: ¿esta crisis en la
que nos encontramos inmersos detendrá o cambiará el ritmo de la globalización? Es decir,
¿resistirá la globalización los embates de la crisis? Pero antes de nada, cabe preguntarse si
no será la globalización la causante directa o indirecta de la crisis.
Pero para entender el fenómeno es necesario dejar claro desde este momento que la
globalización no tiene sólo una vertiente económica, sino que también tiene dimensiones
sociales, humanas, culturales, políticas, etc. Es decir, que el peso de las variables
económicas en la globalización es importante, pero no único.
Ejemplo:
Podrá remitir o retroceder la globalización por diferentes motivos, pero es difícil que los
gustos comunes que la propia globalización ha creado en la sociedad mundial
desaparezcan.
Por otro lado, también se ha puesto de manifiesto los enormes desequilibrios en las
balanzas de pagos de las grandes potencias económicas: déficit creciente en la balanza de
bienes y servicios en Estados Unidos y Gran Bretaña. Superávit creciente en la balanza
comercial de Alemania y China.
Especial mención requiere el caso de China, país en el que la creciente libertad de comercio
internacional y su ingreso en la Organización Mundial del Comercio han impulsado un
proceso de crecimiento económico apoyado en su base industrial realmente competitiva y
en una divisa ligeramente barata. Su visión en la creación de un gran complejo
manufacturero y logístico ha hecho de China la gran fábrica del mundo.
Pero la crisis ha puesto de manifiesto que no se puede construir una economía global
estable con semejantes desequilibrios en las cuentas exteriores de las grandes potencias
económicas.
En este mismo tema se han señalado como los activos favorecedores del proceso de
globalización la evolución de los transportes y de las telecomunicaciones, pero no cabe
duda de que, además de estos fenómenos tecnológicos, han sido las políticas públicas y
sus ideas dominantes, así como las propias ideas de expansión de las empresas
internacionales las que han puesto en pie la globalización.
Ejemplo:
Ello ha provocado que los países económicamente más avanzados tengan una especie de
percepción –sin duda equivocada—de que la globalización los ha debilitado, sobre todo por
el fenómeno de la deslocalización de empresas.
Ejemplo:
En Gran Bretaña vuelve el lamento por su desindustrialización, cuando lleva años tendiendo
a la tercerización de su economía, siendo ésta considerada como algo deseable.
Ejemplo:
Pero de la crisis también hay que extraer aquellas enseñanzas que nos permitan no volver a
caer en una recesión como la actual. Y la primera es la de reconsiderar el papel del sector
público en una economía de mercado. Es cierto que la menor presencia del Estado en la
actividad económica se sigue considerando como positiva, pero no ocurre lo mismo con la
idea de que el mercado no necesita una menor regulación, como se ha puesto de
manifiesto especialmente en el sector financiero.
La crisis financiera ha revelado que la falta de una buena regulación de la actividad financiera
Importancia de reconsiderar el papel del ha permitido el desencadenamiento de esta crisis. Una regulación más eficiente y activa
sector público, sobre todo para pautar una habría limitado seguramente el daño que se ha llegado a causar.
adecuada regulación de los mercados,
fundamentalmente del financiero. Indudablemente esa regulación es necesaria, pero no así el peligro que entraña de
extenderse a otros ámbitos de la economía.
Ejemplo:
La intervención del gobierno norteamericano en el rescate del sector del automóvil en USA.
Para el futuro habrá que tener mucho más presente que la economía la mueve un valor que
a veces parece que no se toma en consideración: la confianza. Y cuando hay falta de
confianza por mucho que se haga no se puede evolucionar. Y eso es justo lo que han de
hacer no sólo los gobiernos, sino también las empresas y sus directivos: generar confianza
en inversores y en el público en general.
Ejemplo:
Los bancos norteamericanos e ingleses que fueron lentos en reconocer sus pérdidas, en
ajustar sus equipos humanos o en modificar modelos obsoletos, han acabado sufriendo la
desconfianza de sus accionistas y del mercado. Sin embargo, los bancos que han sido
capaces de transmitir a sus inversores la realidad de la situación y la lógica de las decisiones
tomadas al efecto, han salido mucho menos dañados del primer golpe de la crisis
financiera.
obtención de beneficios. Las empresas generan beneficios, claro que sí, pero éstos son el
resultado de un proceso, no su esencia misma.
Por ello, y haciendo referencia de nuevo al tema del dumping social del que hemos
hablado en este tema, hay que mejorar la imagen de las empresas eliminando ese tipo de
conductas, que hacen que la globalización sea vista como una explotación de los más
pobres por los más ricos.
4 Resumen
La globalización ha sido posible gracias a las políticas públicas librecambistas y
se ha podido poner en práctica gracias a los avances tecnológicos tanto en
informática como en transportes.
5 Bibliografía y Fuentes
Governance in a Globalizing World. Joseph s. Nye , Brookings Institution, 2000
Estados Unidos y China: miedo recíproco JOSEPH S. NYE EL PAÍS 20 ENE 2008
El gran juego de los gigantes asiáticos JOSEPH S. NYE EL PAÍS 5 JUL 2008
Economía internacional: teoría y política. Krugman, Paul R.; Obstfeld, Maurice; Melitz,
Marc J.; 2012 Pearson Educación S.A.
Economía internacional. Ingram, James C.; Dunn, Robert M.; 2008 Editorial Limusa
Comercio internacional. Feenstra, Robert C.; Taylor, Alan M.; 2011 Editorial Reverté,
S.A.
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Banco Mundial
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http://www.princeton.edu
EL PAÍS
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Financial Times
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