CONSECUENCIAS EN EL ORGANISMO.
El incremento de la incidencia de enfermedades neurodegenerativas observada en estudios epidemiológicos realizados
en las últimas décadas conjuntamente con la falta de evidencia del rol de la herencia en este aumento, sugiere la
injerencia de ciertos factores ambientales como posibles inductores de estos desordenes. En la actualidad numerosos
científicos en todo el mundo orientan sus investigaciones hacia el estudio de la interacción del ambiente con la
predisposición genética a padecer alguno de estos trastornos. Los pesticidas utilizados en la agroindustria (durante la
producción, procesamiento, procesamiento y empaque de alimentos para consumo humano) constituyen uno de los
principales focos de atención por su ubicuidad en el ambiente en el cual tenemos un contacto continuo.
Muchos de estos pesticidas permanecen como residuos y ejercen sus mecanismos tóxicos a través de su alteración del
estado redox celular. (“el estrés oxidativo”) (OS) es una expresión que se refiere al establecimiento de un desbalance en
la producción de especies reactivas del oxígeno (ROS) y del nitrógeno (RNS) y las defensas antioxidantes presentes en
mayor o menor medida en todos los tejidos. Fue Sies quien introdujo el término como título del libro que editó en 1985
“Oxidative stress”. En su segunda edición en 1991lo define como “una alteración prooxidante-antioxidante en favor del
primero, llevando a un daño potencial”. A este daño se le llama “Daño Oxidativo”.
Cambios Incipientes (tóxicos que afectan la conservación de la energía oxidativa).
CAP.VIII. PREVENCIÓN, DIAGNOSIS Y TRATAMIENTOS DE LA INTOXICACIÓN POR INSECTICIDAS
Existe un consenso general de que la prevención de envenenamientos por
Pesticidas continúa siendo un camino más seguro para la seguridad y salud, que
la dependencia en el tratamiento. En adición a la toxicidad inherente de los
pesticidas, ninguno de los procedimientos médicos o drogas utilizadas en el
tratamiento de los envenenamientos está libre de riesgos.
El diagnóstico y tratamiento de los envenenamientos por plaguicidas
Los plaguicidas son sustancias químicas que se han venido utilizando en gran escala a nivel mundial, desde hace poco
más de cinco décadas. En los últimos años se ha observado un aumento en su uso, especialmente en los países en
desarrollo, tanto a nivel agrario como en campañas de salud pública.
Además de la alta incidencia de intoxicaciones y muertes que se producen anualmente, la contaminación del medio
ambiente constituye uno de los principales problemas derivados del uso de los plaguicidas. En materia de efectos
negativos sobre la salud son los países en desarrollo los que aportan el mayor número de casos, tal como lo muestran las
estadísticas a nivel internacional. Lo anterior se debe no solo a la utilización de una tecnología intrínsecamente peligrosa
y la falta de aplicación de la legislación, sino además, al empleo de plaguicidas por personas sin el entrenamiento
adecuado y la reducida aplicación de métodos agrícolas alternativos.
La atención adecuada y oportuna de los casos de intoxicación debe servir para disminuir el impacto negativo de los
plaguicidas a la salud humana. Para ello, el personal de salud habrá de prepararse de la mejor manera posible con el fin
de dar respuesta a este problema de salud pública.
La prevención de riesgos en la etapa de producción está relacionada con siete grandes aspectos que son:
1. Diseño de la planta y los procesos de producción.
2. Ubicación física contando para ello con las regulaciones nacionales.
3. Prevención de accidentes tecnológicos.
4. Riesgos y exigencias derivadas de los procesos de trabajo (mapa de riesgos).
5. Control de la contaminación ambiental derivada del proceso productivo.
6. Tratamiento de los desechos.
7. Capacitación del personal de las empresas formuladoras y productoras sobre el perfil de riesgos y exigencias en
las condiciones y medio ambiente laboral en los diferentes procesos de trabajo. La formulación de un plaguicida
debe diseñarse de tal manera que el ingrediente activo pueda llegar a su sitio de acción en la plaga, al aplicarse
de una manera específica.
Sin embargo, hace mucho tiempo que se reconoció que las formulaciones influyen sobre el riesgo y esto se incorporó a la
clasificación de plaguicidas recomendada por la OMS. Generalmente se acepta que los líquidos son más peligrosos que
los sólidos y que, entre los líquidos, las soluciones penetran la piel con mayor facilidad que las suspensiones.
La severidad de la penetración por la piel depende de la toxicidad del material activo y la de otros componentes de la
formulación, ya que algunos disolventes facilitan la absorción por esta vía y otros no. Por consiguiente, lo que determina
el grado real de peligrosidad es la toxicidad de un producto formulado y no solo la del ingrediente activo.
En la práctica también es de suma importancia la calidad de una formulación ya que, por ejemplo, en el caso de los
polvos dispersables en agua, una mala formulación con frecuencia tapa las boquillas. Al suceder esto es necesario
detener la aspersión, localizar la obstrucción y destapar. Si este procedimiento se hace en forma inadecuada puede
representar un riesgo para el operador.
1. Diseño de la planta y los procesos de producción.
La aplicación de los plaguicidas es necesaria , sin embargo puede llegar a plantear riesgos para la salud de los
agricultores y las personas que trabajan con esos productos a menudo resulta de una manipulación incorrecta o
descuidada.
Esquema de las operaciones de la etapa de premezcla en la formulación seca de plaguicidas.
Prevención/Reducción
Reciclaje/Reuso
Tratamiento
Disposición
Daños causados :
Pérdida de vidas humanas
Impactos ambientales
Daños a la salud humana
Daños económicos
Efectos psicológicos en la población
Ciertas formulaciones contienen componentes sumamente corrosivos y pueden corroer partes delicadas del equipo, lo
cual es muy frecuente en la práctica. Esto causa fugas en el equipo y, en consecuencia, aumenta las posibilidades de
contaminación ambiental y de las personas que trabajan con estos plaguicidas.
De ser posible, todas las personas a cargo de un trabajo de tiempo completo con plaguicidas deben someterse a
exámenes de ingreso periódicos y de retiro por un médico que tenga conocimientos sobre los riesgos a que pueden estar
expuestos dichos trabajadores. El propósito del examen médico de ingreso es detectar las condiciones que puedan
aumentar el riesgo al que está expuesto el trabajador, además, es importante para establecer las bases para futuras
evaluaciones de la salud.
Al efectuar los exámenes de ingreso, se deben excluir de los trabajos con plaguicidas a las personas muy jóvenes
(menores de edad), ancianos, mujeres embarazadas o que estén amamantando, individuos con trastornos psíquicos, y
con incapacidades físicas. No se debe permitir trabajar con plaguicidas a las personas que tengan lesiones en la piel. A las
personas que trabajarán con insecticidas organofosforados se les debe determinar la actividad de la colinesterasa
sanguínea, con el fin de tener un valor de referencia de pre-exposición.
En la vigilancia médica continua y al retiro del trabajador, el médico deberá estar atento a los signos y síntomas que le
puedan indicar diversos tipos de afección asociados al uso de plaguicidas. Además, el médico deberá mantener una
vigilancia sobre los factores de riesgos y exigencias laborales de los diferentes puestos de trabajo, que puedan
determinar situaciones adversas a la salud y seguridad de los trabajadores.
El médico debe cumplir la norma de la notificación obligatoria, utilizar los instrumentos y llevar a cabo los
procedimientos para hacerlo, según lo requerido por los reglamentos de su respectivo país.