RESUMEN
Por mucho tiempo los hackers han sido considerados amenazas para la sociedad de la
información, incluso tratándolos de terroristas y delincuentes inmorales, sin embargo
estos dejen de ser personas aisladas y forman un grupo bien organizado que tienen una
guía de principios y objetivos claramente definidos que los llevan a actuar manera
lógica y éticamente aceptable al interior de la nueva sociedad de la información. En
fin, la clasificación de si un hacker es bueno o malo le corresponde a la sociedad en
que se desenvuelve, pero aún así siempre existen casos en que claramente podemos
determinar la maldad de los hechos, tachando a estas personas de malos elementos ya
que atentan a la seguridad y coartan las libertades de los demás.
INTRODUCCIÓN torno a la universalidad de los principios
éticos, al confundirse los ethos culturales
En el mundo actual y en lo que se con principios subyacentes que implican
denomina Sociedad de la Información, el necesariamente una conciencia recta
computador emerge como la principal aunque, jamás, absolutamente verdadera;
herramienta en el mundo virtual. Pero pero, tampoco, plenamente falsa, como
como toda herramienta, esta puede puede apreciarse en las diferentes culturas.
convertirse en un arma. Es así como los Es esa conciencia moral la que obliga a
delitos informáticos, cada día son más actuar responsablemente con el
comunes incluso en nuestro país. Este conocimiento ético de que se dispone en
delito comúnmente se denomina “hackeo”, una determinada cultura y tiempo
y los perpetradores “hackers”, lo curioso es histórico. De esta forma, si la ética en
que los perpetradores son generalmente cuanto ciencia se atiene a los principios de
jóvenes con bastantes habilidades en un neutralidad objetiva, la eticidad de los
computador y los temas involucrados en actos humanos obliga a actuar
seguridad y redes, por lo que es común responsablemente siempre. La dualidad de
encontrar en la red una infinidad de grupos ética y eticidad puede percibirse en la
que se autodenominan Hackers. historia. [2]
REFERENCIAS