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Factores de Competitividad Organizacional. Su Gestión para la Sostenibilidad


Empresarial. Factors Organizational Competitiveness. Its Management for
Corporate Sustainability

Chapter · November 2014

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3 authors, including:

Jesus Enrique Garcia Guiliany Ronald Antonio Prieto Pulido


Universidad Simón Bolívar (Colombia) Universidad Simón Bolívar (Colombia)
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VI Jornadas Científicas Nacionales Dr. José Gregorio Hernández
“Visión transdisciplinaria e integradora de la investigación”

Factores de Competitividad Organizacional.


Su Gestión para la Sostenibilidad Empresarial
(6JJGH-60)

Jesús García*
Ronald Prieto**
Daniel Sanz***
Resumen

Con el devenir de los tiempos, se ha podido evidenciar que la competitividad organizacional se


incrementa cuando la empresa dispone de ciertos elementos que le facilitan una toma de
decisiones orientadas a la sustentabilidad. En este sentido, el artículo tuvo como propósito
analizar los factores de competitividad organizacional y su gestión para la sustentabilidad
empresarial. Para ello, se utilizó la hermenéutica mediante revisión bibliográfica, interpretando
autores que permitieron establecer los factores que en mayor medida fortalecen la
competitividad de las empresas en el tiempo, destacando como el factor humano, innovación,
recursos financieros, tecnología de información y comunicación, gestión ambiental y factores
diferenciadores, constituyen factores de competitividad cuya gestión adecuada fortalece la
sostenibilidad empresarial.

Palabras Clave: factores de competitividad, gestión, sostenibilidad empresarial

Factors Organizational Competitiveness. Its Management


for Corporate Sustainability

Abstract

With the passing of time, it has been possible to demonstrate that organizational
competitiveness increases when the company has certain elements that will facilitate decision-
making aimed at sustainability. In this sense, the article was to analyze the factors of
organizational competitiveness and corporate sustainability management. To do this,
hermeneutics was used by literature review, interpreting authors allowed to establish the factors
that further strengthen the competitiveness of firms over time, highlighting how the human
factor, innovation, finance, information technology and communication management
environmental and differentiating factors, competitive factors which constitute proper
management strengthens corporate sustainability.

Keywords: competitive factors, management, corporate sustainability

*Doctor en Ciencias Gerenciales. Magister en Gerencia de Mercadeo. Ingeniero Industrial. Docente


Titular de la Universidad de la Costa CUC. Barranquilla. Investigador adscrito al CIECEC. Correo:
jgarcia60@cuc.edu.co
** Doctor en Ciencias Gerenciales. Magister en Gerencia Empresarial. Economista. Docente Titular de la
Universidad de la Costa CUC. Barranquilla. Investigador adscrito al CIECEC. Correo:
rprieto1@cuc.edu.co
***Doctorante en Ciencias Gerenciales. Magister en Gerencia de Mercadeo. Administrador de Empresas.
Docente Titular de la Universidad de la Costa CUC. Barranquilla. Investigador adscrito al CIECEC.
Correo: dsanz1@cuc.edu.co.

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“Visión transdisciplinaria e integradora de la investigación”

Introducción

En toda empresa se interrelacionan una serie de elementos del proceso, producción,


marketing, así como recursos financieros, aportes de capital, los cuales gestionados de
forma adecuada, permiten el alcance de los objetivos preestablecidos que se concretan
en productos que pueden venderse o servicios que se ofrecen a los clientes.
De esta manera, el fin último es la competitividad, pues esto se traduce en posiciones
ventajosas de mercado que garantizan la sostenibilidad del negocio en el tiempo. Para Martínez
(2005) la competitividad de la empresa es definida como la capacidad que ésta manifiesta para
producir bienes y servicios destinados a los distintos mercados donde compite, manteniendo o
incrementando su cuota de participación relativa en ellos y obteniendo una renta con la que se
retribuye a los propietarios de todos los recursos implicados.

Por su parte Rodríguez (2006), sostiene que la competitividad es una medida de


desempeño de una empresa que permite comparar su posición respecto a la de sus competidores
pertinentes, e identificar las fuentes de sus fortalezas y debilidades. Una empresa competitiva es
aquella que logra producir, mercadear productos como los servicios en mejores condiciones de
precio, calidad y oportunidad que sus competidores.

De acuerdo con Berumen (2006), la competitividad se entiende como la capacidad de la


empresa en penetrar en los mercados, basándose en su éxito, ganar cuotas de participación,
incrementar sus beneficios y crecer, generar dividendo para los accionistas así como el valor y
la riqueza para la sociedad. Es la consecuencia natural derivada del continuo e intenso cambio y
aprendizaje de los países, regiones, localidades, las organizaciones en el contexto de la
globalización que prevalece en la actualidad. De este modo las empresas compiten entre sí por
una porción del mercado, mientras las naciones, regiones, localidades compiten por segmentos
de los mercados globales

A este respecto Sarmiento, Sánchez y Cruz (2009), comentan que la


competitividad es la capacidad que tiene una empresa para penetrar, consolidar o
ampliar su participación en el mercado. Dicha capacidad se expresa en la habilidad, la
acción administrativa, el aprovechamiento oportuno de la capacidad instalada, manejo
adecuado de los recursos financieros, humanos y materiales, pero sobre todo en la
percepción de las señales del mercado, que al ser instrumentadas oportunamente le
permiten identificar las necesidades de los consumidores, redimensionar la escala de
producción u oferta de servicios, y rediseñar las estrategias de mercados para el
posicionamiento

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Así mismo, los autores (2009) comentan, que macro económicamente se entenderá por
competitividad a las ventajas o fortalezas que presenta el entorno macroeconómico, las cuales se
expresarán con indicadores nacionales, regionales y sectoriales, mismos que mediante el método
de análisis comparativo permitirán conocer la competitividad de un país temporal y
espacialmente.

Desde un punto de vista sectorial, la competitividad implica capacidad de un sector para


aumentar, en condiciones de libre competencia, su participación en los mercados interior y
exterior, a la vez que mantiene un crecimiento satisfactorio de las rentas reales generadas por su
actividad

En todo caso, es importante señalar que el fenómeno de la competitividad está


signado por factores que le son propios y que, desde luego, intervienen en que está se
haga o no presente en una empresa. Es decir, diversos factores intervienen para que una
empresa sea más o menos competitiva en el mercado, ya sea local, nacional o
internacional. Dichos factores se pueden clasificar en dos grandes grupos: los externos y
los internos.
Al respecto, señalan Fernández, Montes y Vásquez (2009, p. 41) que entre los
factores externos se encuentran los de naturaleza macroeconómica, institucional y
sectorial; mientras que como factores internos se identifican los que se relacionan con la
estrategia y la organización de la empresa, los que le son intrínsecos. Entre estos
factores Caballano (2007) destaca algunos como el factor humano, la comunidad, el
empresario, la fuerza de trabajo y el capital.
Lo cierto es que la competitividad sea o no de carácter globalizado, está marcada
por diversos factores y determina el desarrollo local, ubicándose en diversos escenarios
de competencia. Sobre este punto específico, Berumen (2006) defiende la tesis de que
no sólo la internacionalización marca la competitividad de una empresa; más bien
apuesta por el fortalecimiento de la variable a nivel local como una muestra clara de
progreso para las localidades y regiones. De allí que el autor exponga que:
La construcción de un modelo de competitividad y de desarrollo económico
local, se basa en la disponibilidad de recursos, en su cantidad y calidad, y en
sus posibilidades de combinación, transformación y valorización, entre
otras. Estas características deben tomar en consideración las sensibilidades y
capacidades de los agentes locales (como lo es el nivel educativo, y en
general las habilidades, aptitudes y valores profesionales), las políticas
gubernamentales y de los analistas; se refieren a los recursos intangibles
(como el talento humano y el conocimiento tácito), los valores culturales y

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la relación que tienen estos aspectos con las competencias estrictamente


económicas (p. 34).

En este orden de ideas, Berumen (2006, p. 38), expone que varios factores, que
coinciden con la clasificación de internos y externos, juegan un papel fundamental en
que una empresa se vuelva competitiva, determinando el lugar que ocupe en el
respectivo mercado. En esto la gerencia estratégica será de vital importancia, así como
la ejecución de una planificación que permita alcanzar los objetivos propuestos en
función de la competitividad para la sostenibilidad empresarial.
De esta forma, en el desarrollo de la investigación se consideraron aspectos
relevantes que permitieron estructurarla, iniciando por una revisión teórica de los
factores de competitividad organizacional, para luego describir los que a criterio de los
investigadores resultan de mayor impacto como lo son la innovación, factor humano, las
TICs, el medio ambiente, recursos financieros y los factores diferenciadores.

Fundamentación Teórica

Factores de Competitividad Organizacional para la Sostenibilidad


Estrada, García, y Sánchez (2009) señalan que las organizaciones se están enfrentando a
cambios importantes, originados por las condiciones tanto internas como externas de su entorno;
competencia más aguda, sofisticación de la tecnología, cambios económicos y la globalización
de la economía, entre otros. En este sentido, la competitividad se ha convertido en una exigencia
para sobrevivir y un requisito para obtener buenos resultados; además, éste es un concepto
dinámico que se va transformando, pues algunos factores que jugaban un papel importante en el
pasado, en la actualidad han dejado de estar vigentes, mientras que otros surgen como
consecuencia de la globalización y la propia dinámica empresarial.

Según Porter (2009), ser competitivo hoy en día significa tener características
especiales que la hace ser escogida dentro de un grupo de empresas que se encuentran en un
mismo mercado buscando ser las seleccionadas, por la calidad, habilidades, cualidades,
capacidad de cautivar, seducir, atender y asombrar a los clientes, sean internos o externos,
con los bienes y servicios, lo cual se traduciría en un generador de riquezas.

En tal sentido, Sarmiento, Sánchez y Cruz (2009), apuntan que los factores de
competitividad constituyen las variables a través de las cuales se identifican áreas de
oportunidad y/o mejora, para impulsar en las empresas un mejor y mayor desempeño en la
competencia. En la actualidad, señalan, es imperativo para las empresas ser competitivas, es
necesario trabajar con calidad, basados en procesos de mejoras continuas, cambio e innovación,

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de tal manera que sus ventajas competitivas superen a las de la competencia, procurando ser
sostenibles en sus mercados locales, nacionales e internacionales.

Al respecto, Mathison, Gándara, Primera y García (2007), refieren que los factores que
favorecen la competitividad de una organización se agrupan en dos dimensiones, una externa y
otra interna. La primera hace uso de elementos asociados con el entorno de la organización,
lugar donde se encuentra ubicada, variables macroeconómicas, vialidad, sector, entre otros;
mientras la dimensión interna involucra aquellos aspectos vinculados al interior de la
organización, como estrategias, recursos y capacidades

De acuerdo a los autores referidos, Estrada, García, y Sánchez (2009),


Sarmiento, Sánchez y Cruz (2009) existen diferentes factores de competitividad para
lograr el éxito y sostenibilidad de las organizaciones dedicadas a la producción de
bienes y servicios. En este sentido, las empresas, ante las nuevas necesidades
provocadas por el actual contexto económico, social, tecnológico, político y ambiental,
deben además de identificar, fortalecer factores de competitividad, donde considere
tanto la reorganización interna de procesos, como a la mejora de aquellas actividades
que la vinculan con el entorno para facilitar el desarrollo de organización competitiva y
sostenible, adaptada a las nuevas demandas que exige la sociedad.
Mathison, Gándara, Primera y García (2007), expresan que en la actualidad las
organizaciones se ven involucradas en un mar de posibilidades de mercados globalizados y
virtuales, bienes y servicios altamente diversificados, segmentos de mercados cambiantes,
calidad de bienes y servicios definidos por los clientes, evaluaciones de impactos ambientales,
entre otros, donde se hace necesario que éstas tengan elementos que permitan diferenciarse de
sus principales competidores. De esta forma, esos elementos que las diferencian constituirán el
apalancamiento para su sostenibilidad con direccionamiento hacia la sustentabilidad
empresarial.

a. Innovación

Hidalgo (2006), señala que un factor clave para afrontar con éxitos estos tiempos reside
en acentuar la innovación de las empresas, entendiéndose por innovación la capacidad para
transformar los procesos empresariales y crear organizaciones más competitivas, ágiles y
eficaces, en la búsqueda de ser competitivas en su segmento del mercado.

De igual manera, Shapiro (2005), define la innovación como la capacidad de una


empresa para cambiarse a sí misma repetida y rápidamente con el fin de seguir generando valor.
No se trata de tener nuevas ideas, sino también de contar con una innovación generalizada y la

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habilidad de la organización, a todos los niveles, para evolucionar y situarse un paso delante de
la competencia. En el mundo actual, la empresa que pueda adaptarse rápidamente al cambiante
entorno tendrá con seguridad una importante ventaja competitiva

En ese orden de ideas, Hidalgo (2006), sostiene que el proceso de innovación sucede
mediante esfuerzos técnicos focalizados, pero con gran interacción con los ambientes
tecnológicos y de mercado, así como el manejo adecuado de la información para la búsqueda de
insumos técnicos. En las últimas décadas, las tendencias del proceso innovador están asociadas
a la dependencia de las capacidades tecnológicas

Dentro de este contexto, Machado (2001) señala que la innovación tecnológica encierra
la idea de un cambio tecnológico generalizado, así como un cambio social dentro de la
organización, buscando la actualización y el mejoramiento de los procesos productivos y
tecnológicos en la misma, impidiendo que ésta se quede rezagada con respecto a sus
competidores.

Es por ello, que se acepta que las empresas de servicios pueden ser tan productivas
como las industriales y tener una actividad tecnológica importante, ya que generan e introducen
innovaciones mediante la gestión de conocimiento y cambios organizativos, tienen un papel
fundamental en la aplicación - difusión de las nuevas tecnologías de la información y
comunicaciones, las cuales son pieza fundamental para la innovación.

Machado (2001), afirma que la Innovación Tecnológica es el acto frecuentemente


repetido de aplicar cambios técnicos nuevos a las organizaciones, para lograr beneficios
mayores, crecimientos, sostenibilidad y competitividad. La explotación comercial por su parte
incluye, determinación de factibilidad del mercado, generación del prototipo, pruebas del
mercado y la eventual utilización a gran escala del desarrollo tecnológico o procesos de
manufactura para la distribución y difusión de las bondades del nuevo producto. De allí que se
considera un factor de suma relevancia como soporte para la competitividad y sostenibilidad
organizacional.

b. Capital Humano
Moreno y Rico (2002), sostienen que en estos tiempos, el valor de las empresas viene
determinado por los activos materiales que poseen y por el conjunto de activos intangibles de
que disponen para el desarrollo de sus actividades. Dentro de los activos intangibles está el
capital humano, el cual representa la verdadera fuente de ventajas competitivas respecto al
resto de las empresas y además, es el creador de éstos.

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Por lo tanto, la satisfacción de los clientes, la inversión en investigación y desarrollo o


en tecnología e informática, o en cualquier otro tipo de elemento intangible, viene decidida por
los recursos humanos de las empresas, por lo que las capacidades y habilidades del personal
constituyen, en realidad, el elemento intangible más importante pues influyen en la
adquisición o generación de los restantes.

De acuerdo con Martínez (2005), las personas son las únicas capaces de conjugar
formación, experiencia, creatividad, trabajo en equipo e información para obtener elementos
diferenciadores relevantes. Son las que, con algo de suerte, dan nacimiento a activos
intangibles, que se incrustan tanto en la cultura, los procesos, actividades y sistemas, como en
los productos y servicios que vende la empresa

Bajo este alcance Sánchez y Ruiz (2004), indican que el éxito de una empresa, en
muchos casos se relaciona con una gestión eficaz de los recursos humanos, dado que se trata del
factor que hace que una empresa sea diferente, ya que la estructura o la tecnología pueden
copiarse fácilmente.

La ventaja competitiva de la empresa radica en sus elementos internos: recursos y


capacidades. Se distingue entre recursos tangibles (físicos, financieros y humanos) e intangibles
(reputación, marca, cultura organizativa, experiencia, habilidades y capacidades de los
empleados. Es por ello, que la ventaja competitiva que proporciona el capital humano,
haciéndola sostenible, es posible si la empresa asegura que su personal añada valor a sus
procesos de producción y que sea un recurso único, difícil de replicar y sustituir.

c. Tecnologías de información y comunicación

Meneces (2007), menciona que actualmente, todas las organizaciones enfrentan


cambios constantes del entorno a los cuales tienen que adaptarse para sobrevivir. Asimismo, con
la globalización de los mercados y el desarrollo de la tecnología y las comunicaciones, las
organizaciones tienen que identificar y desarrollar ventajas competitivas y brindar servicios y/o
productos de alta calidad.

En este contexto, define la tecnología de la información y comunicación (TIC) como el


conjunto de herramientas y recursos tecnológicos utilizados para crear, diseminar, almacenar, y
gestionar información, a fin de comunicarla. Estos aspectos inciden directamente en la
educación, dado que se ha venido observando en los últimos años, que el acceso a herramientas
tecnológicas de información y comunicación digital, aplicaciones, redes y multimedia, ha
crecido rápidamente

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En efecto, la tecnología de la información y comunicación, incluye herramientas como:


equipos electrónicos, computadoras, teléfono, videos, cámaras digitales, copiadoras, entre otros.
Además, su uso puede extenderse al terreno de las imágenes, como la arquitectura, ingeniería,
gráficas, modas y películas; también, se incluyen la música e innumerables aplicaciones que al
ser utilizadas inducen a una serie de cambios sobre el personal que labora en las organizaciones

Expresa por otra parte, Gaxiola (2002) que la tecnología de información y


comunicación es una herramienta de la informática capaz de realizar tareas como almacenar,
procesar y trasformar datos de las actividades operativas de la empresa, mediante el uso de
equipos de cómputo.

Mientras, Rosario (2005), apunta que la tecnología de información y comunicación, es


el conjunto de tecnologías que permiten la adquisición, producción, almacenamiento,
tratamiento, comunicación, registro y presentación de informaciones, en forma de voz,
imágenes y datos contenidos en señales de naturaleza acústica, óptica o electromagnética.
Dichas tecnologías, están afectando a prácticamente todos los campos de la sociedad, y la
educación no es una excepción; y se presentan cada vez más como una necesidad en el contexto
de sociedad donde los rápidos cambios, el aumento de los conocimientos y las demandas de una
educación de alto nivel constantemente actualizada se convierten en una exigencia permanente

Como se puede inferir, las empresas, deben considerar la tecnología de información y


comunicación, dentro de su plataforma, para dar respuesta inmediata y oportuna a los
requerimientos de sus procesos, logrando una mayor productividad interna, y capacidad para
satisfacer las necesidades del entorno, y como consecuencia de ello se establece un componente
de competitividad, evidenciado en la sostenibilidad en el mercado en el cual se encuentra.

d. Medio ambiente

Cerda (2003), expresa que el entorno actual supone la aparición de ventajas


competitivas que pueden ser aprovechadas por aquellas empresas que comprendan la
importancia de la variable ambiental, ya que una mejor actuación ambiental de la empresa
conlleva a una mejora de su competitividad.

Sin duda, las empresas tienen que percibir el tema medioambiental no simplemente
como una función de control de la contaminación, sino como un área en la se deben llevar a
cabo innovaciones estratégicas. En cierta medida, el ambiente ha pasado de ser un factor ajeno a
las empresas a convertirse en un factor de competitividad, sobre todo cuando se plantean
estrategias de prevención y reducción de residuos y emisiones, muchas de las cuales se han
transformado en reducciones de costos o en la generación de productos alternativos a partir de
los residuos

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Dentro de este contexto, Sarmiento, Sánchez y Cruz (2009), señalan que el factor
ambiental representa una ventaja competitiva para las empresas en el corto o mediano plazo, ya
que concebida como una obligación, invariablemente los empresarios tendrán que integrarla a
su planeación estratégica. La existencia de una normativa legal en constante evolución y
exigencia, controlada con mayor rigor por los entes gubernamentales y el rechazo social hacia
las actividades no respetuosa con el entorno son tres razones que apoyan ineludiblemente el
hecho de contar con la variable ambiental en la gestión global de la empresa

Así mismo, el Grupo GIRSA, parte de la premisa que los empresarios deben considerar
la protección ambiental dentro de la estrategia corporativa no solo por observar las regulaciones
ambientales sino para poder ser competitivos dentro de la tendencia medioambiental mundial.
Una empresa que por el contrario ignore las señales de preservar el medio ambiente ya sea bajo
el argumento de que es muy costoso hacerlo o porque la regulación ambiental imperante en el
país de sus desarrollos no sea exigente, rápidamente estará limitada a comercializar sus
productos en muy pocos países hasta descubrir que no tiene mercado

La competitividad empresarial para ser sostenible a largo plazo requiere de la aplicación


de los principios del desarrollo sostenible, pues no puede haber una empresa sana en un entorno
enfermo. Por tanto, la gestión del entorno ambiental o medio ambiente constituye un factor cuyo
direccionamiento es necesario que se considere en el marco del actual entorno organizacional.

e. Recursos financieros

Chiavenato (2010), considera que las organizaciones para que puedan alcanzar los
objetivos que se han propuesto requieren poseer una serie de elementos, recursos o insumos que
conjugados armónicamente contribuyen a su funcionamiento adecuado.

Así mismo, dicho autor (2010), señala que los recursos están referidos a: recursos
materiales (bienes tangibles disponibles en la empresa: instalaciones y materia prima), recursos
técnicos ( los que sirven como herramientas e instrumentos auxiliares en la coordinación de los
otros recursos: sistemas productivos, ventas, finanzas, administrativos, otros; así como las
fórmulas, patentes, marcas, otros), recursos humanos ( recursos indispensables para el manejo
y funcionamiento de los demás recursos), y los recursos financieros ( recursos monetarios
propios y ajenos con los que cuenta la empresa, indispensables para su buen funcionamiento y
desarrollo)

En este orden de ideas, Amit, y Schoemaker (1992), citados por Suarez (2007),
expresan que los recursos, son el stock de factores disponibles que posee o controla una
empresa, para convertirlos en productos o servicios finales usando un amplio rango de otros

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activos y mecanismos de vinculación tales como tecnología, sistemas de información para la


gestión, sistemas de incentivos, clima de confianza entre la dirección y los trabajadores, entre
otros, cuya interrelación forma el conjunto de capacidades de la empresa. Para optimizar dichos
recursos, se debe dotar a la organización de una estructura flexible e interconectada donde fluya
la información según el principio de autoridad

Acosta y Medina (1999), indican que la estrategia de la empresa deberá diseñar y


combinar un conjunto de actividades (tanto internas como en relación con el exterior de la
misma) orientadas al desarrollo y mantenimiento de ventajas competitivas, permitiendo
alcanzar o mejorar una determinada posición competitiva en el sector de actividad en el que
actúa. Su implementación exige, normalmente, promover nuevos proyectos de inversión, es
decir, adquirir un conjunto integrado de activos con la finalidad compartida de desarrollar una
actividad específica, lo que implicará la inmovilización de recursos financieros con la esperanza
de obtener, en el futuro, un excedente.

Ahora bien, al diseñar la estructura financiera, la empresa no deberá considerar


únicamente aquellos aspectos que determinen la obtención de un rendimiento conforme con su
posición en el mercado y los medios empleados, sino que deberá conjuntamente analizar su
capacidad para satisfacer los gastos y las obligaciones contraídas en dicho proceso. Esta
situación de equilibrio financiero (solvencia) se alcanza cuando la empresa muestra capacidad
para afrontar las deudas a sus respectivos vencimientos, lo cual les permitirá seguir siendo
sostenibles en su respectivo mercado.

f. Factores de diferenciación

Son atributos de los bienes que permiten, como su palabra lo indica, diferenciarlos
de su competencia. Se pueden señalar entre estos de acuerdo a lo expuesto por
Fernández, Montes y Vásquez (2009, p. 111), la calidad del producto su diseño,
innovación, comercialización, servicios y reputación de la empresa. Como se puede
observar, son factores internos que competen directamente a la organización y que
pueden manejarse desde adentro.
Explican los mencionados autores que “en la medida en que todos estos factores
reducen la elasticidad – precio de la demanda de los productos y aumentan su
elasticidad – renta, suelen conducir una estrategia competitiva bastante rentable”. Desde
luego que esto no se logra por arte de magia; se requieren recursos intangibles como son
el capital humano, el tecnológico y el comercial. “La creación de los stocks del capital

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inmaterial exige adoptar políticas complementarias de inversión en I+D, formación de


personal, diseño y concepción del producto, software y marketing”.
De esto se deduce que la combinación exacta de estos factores no está dada en una
fórmula matemática, sino que dependerá de las necesidades, recursos y tamaño de cada
empresa y de las estrategias que a bien diseñen sus directivos, de cuya visión y amplitud
dependerá la toma adecuada de decisiones y el trazado perfecto del camino a seguir,
para alcanzar la sustentabilidad.

Metodología

Desde la perspectiva metodológica, el estudio implico la revisión bibliográfica a


través del método de la hermenéutica, el cual a criterio de Bunge (2007) significa que
un tema es llevado a la comprensión humana, utilizando una metodología donde no se
considera la estadística social, ni los modelos matemáticos. Al respecto Flores (2006),
señala que la hermenéutica es una aplicación filosófica donde se busca interpretar
hechos humanos, donde no existe una verdad, sino una interpretación. De esta
hermenéutica surge una teoría cuyo paradigma es el texto, es decir, todo discurso fijado
por la escritura. Al mismo tiempo este discurso sufre, una vez emitido, un
desarraigamiento de la intención del autor y cobra independencia con respecto a él.

Conclusiones

Bajo las consideraciones de Porter (2009), las estrategias logran consolidar una ventaja
competitiva más significativa y sustentable cuando la empresa posee los factores necesarios para
competir en un sector en particular, y explica que los factores claves de competitividad pueden
ser de diversa índole, pudiendo abarcar algunos aspectos como, tecnología avanzada, mano de
obra, estructura de costo, atención al cliente, confiabilidad del servicio, estrategia
organizacional, prestigio, plazo de entrega, marketing del servicio y recursos financieros

A este respecto, el proceso de indagación realizado permitió a los investigadores


realizar una interpretación de lo expresado por los autores consultados, coincidiendo en el hecho
de que actualmente las organizaciones están inmersas en mercados globalizados, de esquemas
virtuales, bienes y servicios muy diversificados, segmentos de mercados cambiantes, calidad
productos definidos por los clientes, evaluaciones de impactos ambientales, entre otros, donde
se hace necesario que éstas tengan elementos que permitan diferenciarse de sus principales
competidores.

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En este sentido, existen diferentes factores de competitividad para lograr la


sostenibilidad de las organizaciones dedicadas a la elaboración de productos y prestación de
servicios. De esta forma, la competitividad se ha convertido en una exigencia para sobrevivir y
un requisito para obtener buenos resultados; donde los factores de competitividad constituyen
las variables a través de las cuales se identifican áreas de oportunidad y/o mejora, para impulsar
en las empresas un mejor y mayor desempeño en la competencia, y por ende el fortalecimiento
de la sostenibilidad.

Con base a lo expresado, considerando las posturas teóricas de los autores, el conocimiento
empírico de quienes investigaron, así como la experiencia laboral en organizaciones
empresariales, se analizaron los factores de competitividad organizacional y su gestión para la
sustentabilidad empresarial, concluyendo que los de mayor impacto son los relacionados con el
factor humano, innovación, recursos financieros, tecnología de información y comunicación,
gestión ambiental y factores diferenciadores, los cuales constituyen factores de competitividad
cuya gestión adecuada fortalece la sostenibilidad empresarial.

Referencias Bibliográficas
Acosta M. y Medina, U (1999). Función financiera y estratégica competitiva de la empresa.
Investigaciones Europeas de Dirección y Economía de la Empresa Vol. 5, N°2.
Universidad de La Laguna. Tenerife. España

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