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Detección y solución de fallas en válvulas de

expansión térmica

Con la aparición del estándar mínimo 13 SEER, en enero de 2007,


prácticamente todos los fabricantes de aire acondicionado tipo split de
uso residencial dejaron de diseñar equipos con medidores de flujo y, en su
lugar, usaron válvulas de expansión térmica (TXV, por sus siglas en inglés)
para regular la tasa de refrigerante que alimenta al evaporador. Las
válvulas TXV hacen posible que el sistema use de manera más eficiente la
energía ya que mantiene el evaporador más cerca del nivel de supercalor
óptimo en todas las condiciones de operación. Además, le permite al
sistema una rápida disminución de la presión de succión en condiciones
óptimas después de un ciclo de apagado.

Funcionamiento y operación de las válvulas TXV

Aunque las válvulas TXV ofrecen muchas ventajas operativas, quienes no


están familiarizados con ellas las consideran un dispositivo misterioso y
terminan reemplazándolas innecesariamente. La válvula TXV tiene una
única función: controlar el flujo de líquido refrigerante que pasa al
evaporador en una proporción exacta a la tasa de evaporación del
refrigerante en el evaporador. Al responder a la temperatura del gas
refrigerante que sale del evaporador y a la presión del mismo, la válvula
TXV puede controlar el gas que sale de éste a un supercalor
predeterminado.

El supercalor es la temperatura de un vapor que está por encima de su


temperatura de saturación. Se calcula midiendo la temperatura real de la
salida del evaporador y restando la temperatura correspondiente a la
presión de evaporación.

Para localizar averías en una válvula TXV es importante entender primero


cómo funciona. Hay tres fuerzas que determinan el funcionamiento de
una válvula TXV:

 P1. Es decir, la presión creada por el bulbo remoto.

 P2. La presión del evaporador o ecualizador,

 P3. La presión equivalente del resorte de supercalor.

La presión del bulbo remoto (P1) corresponde a la temperatura


refrigerante que sale del evaporador.

Cuando esta presión aumenta, la aguja de la válvula tiende a la posición


“abrir”. Opuesta a esta fuerza, influyendo en la parte inferior del
diafragma y haciendo mover la aguja a una dirección de “cerrar”, está la
fuerza ejercida por la presión del evaporador y aquella que ejerce el
resorte de supercalor.

La válvula asumirá una posición estable cuando dichas fuerzas estén en


equilibrio (P1=P2+P3).

Cuando la temperatura del refrigerante que sale del evaporador se eleva


por encima de su temperatura de saturación —correspondiente a la
presión del evaporador— aumenta la presión en el bulbo remoto,
haciendo que la aguja de la válvula se mueva en la dirección “abrir”. Por el
contrario, cuando la temperatura del gas refrigerante que sale del
evaporador disminuye, la presión en el bulbo remoto se hace menor y la
aguja de la válvula se mueve en la dirección “cerrar”.

El ajuste de fábrica del supercalor de la válvula TXV se hace con la aguja


empezando a levantarse del asiento.

Es necesario un aumento en el supercalor para que la válvula se abra


hasta su posición de clasificación. Se trata de un concepto importante,
pues significa que una válvula con un ajuste de fábrica de 8° no mantendrá
un supercalor de 8° a una carga máxima. Es necesario un supercalor
adicional para hacer que la válvula “roce” su capacidad de clasificación.

Hay tres modos principales de falla en una válvula TXV

La válvula puede estar alimentando demasiado refrigerante


(sobrealimentación); puede no estar alimentando suficiente refrigerante
(subalimentación); o puede alternar de alimentar demasiado a muy poco
(fluctuación).

A continuación discutiremos cada una de estas fallas en detalle:

Sobrealimentación

Ocurre cuando la cantidad de refrigerante que alimenta al evaporador es


mayor a la que se puede evaporar, haciendo que el líquido refrigerante se
devuelva al compresor. Los síntomas de sobrealimentación incluyen
escarchado de la cubierta del compresor, emisión de ruidos en el
compresor, bajo supercalor en el evaporador y presiones de succión
normales o por encima del nivel normal.

La inundación puede deberse a alguna de las siguientes causas:

 Compresor ineficiente o más pequeño de lo normal:

Si la capacidad del compresor es baja, la presión de succión será


más alta de lo normal y el supercalor será bajo. Si sospecha que este
es el problema consulte con el fabricante del compresor.

 Ajuste de supercalor bajo:


En válvulas de ajuste externo, gire el vástago en sentido de las
manecillas del reloj para aumentar el supercalor.

 Humedad:
Cualquier residuo de agua en el sistema puede congelarse en la
válvula TXV, evitando que funcione adecuadamente. Si cree que
este es el caso, instale un buen filtro secador para la línea de
líquido. También es recomendable instalar un indicador de
humedad para la línea de líquido que le permita al técnico
monitorear el nivel de humedad del sistema operativo.

 Suciedad o restos:
Cualquier material extraño que logre pasar el filtro de entrada
puede quedarse alojado entre la aguja y el puerto de la válvula TXV,
impidiendo que ésta se cierre adecuadamente. De nuevo, la
recomendación es instalar un filtro secador en el sistema para evitar
la circulación de suciedades y restos que pueden causar fallos en el
funcionamiento del sistema.

 Goteo del asiento de la válvula TXV:

Si la aguja y el puerto no están correctamente asentados, el


refrigerante líquido fluirá por la válvula, lo cual no debería suceder.
Al revisar la válvula pueden aparecer impurezas y restos. Si es así, la
válvula TXV se puede limpiar y volver a poner en funcionamiento. Si
al inspeccionar la válvula se ven daños en la aguja o el puerto
causados por trefilación o erosión de la aguja, la válvula debe ser
reemplazada.

 Válvula más grande de lo normal:

Asegúrese de que hayan instalado en el sistema la válvula


especificada por el fabricante del equipo. Una válvula demasiado
grande para la capacidad del sistema tenderá a alimentar en exceso.

 Posición incorrecta del bulbo:


Lo ideal es que el bulbo del elemento de potencia esté ubicado en
una sección horizontal de la línea de succión -inmediatamente
después de la salida del evaporador-. Debe estar muy cerca de la
conexión del ecualizador, pero corriente arriba. El bulbo debe estar
sujeto con firmeza a la línea de succión para mantener un buen
contacto térmico. Además, el bulbo no debe recibir fuentes
externas de calor.

Subalimentación

La subalimentación se presenta cuando la cantidad de refrigerante que


alimenta el evaporador se evapora por completo mucho antes de la
descarga. Los síntomas de este fenómeno incluyen un efecto de
refrigeración insuficiente —más tibio que la temperatura de carga
deseada— alto supercalor en la descarga del evaporador y presión de
succión baja.

Entre las causas de la subalimentación se cuentan:

 Humedad:

Cualquier humedad en el sistema puede congelarse en la TXV,


impidiendo que la válvula funcione como es debido. Si sospecha que
algo así sucede, instale un filtro secador de buena calidad para la
línea de líquido. Es recomendable también instalar un indicador de
humedad en la línea de líquido para que el técnico pueda supervisar
el nivel de humedad en el sistema operativo.

 Polvo o residuos:

Cualquier material extraño que pase por el filtro de entrada puede


incrustarse entre el pin y el puerto de la TXV, evitando que se cierre
correctamente. De nuevo aquí, debe instalarse un filtro secador de
alta calidad en el sistema para evitar la circulación de suciedad y
residuos que causan fallas en el sistema.

 Delta P insuficiente en la válvula:

Si la caída de presión en la válvula es demasiado baja, se reduce la


capacidad de la válvula. Esto pasa en ocasiones durante una
operación a temperaturas ambiente bajas cuando se permite que la
presión del cabezal “flote” con el ambiente. Para corregir esto,
eleve la presión del cabezal o reemplace la válvula con la que tiene
mayor capacidad.

 Sistema con baja carga:

Si un sistema está bajo de carga, el supercalor será alto, la presión


de succión será baja, pero aun así el sistema no proporcionará el
enfriamiento suficiente. Un visor instalado en la línea de líquido
inmediatamente antes de la TXV es la mejor manera de determinar
esto. Las “burbujas” en el visor son una clara indicación de que el
sistema está bajo de carga. En los sistemas residenciales de AC, los
fabricantes incluyen una tabla indicando cuáles son las presiones
correctas en las diferentes condiciones de operación. Esas tablas
pueden usarse para determinar si la carga del sistema es correcta.
Adicionalmente, mida el subenfriamiento en la entrada de la TXV. Si
no hay subenfriamiento, esa también es una indicación de que la
carga del sistema es baja.

 Vapor instantáneo en la entrada de la TXV:

Cualquier restricción en la línea de líquido que conduzca a la


entrada de la TXV producirá una caída de presión que derivará en la
formación de vapor instantáneo. Dado que la densidad del gas es
mucho menor que la del refrigerante líquido, el vapor instantáneo
que entra a la TXV reducirá la capacidad de la válvula y producirá un
supercalor elevado y subalimentación.

El vapor instantáneo puede encontrarse en las siguientes formas:

1. Busque escarcha o humedad en la línea de líquido:

A medida que se forma el vapor instantáneo, produce un efecto de


refrigeración que enfría el área alrededor de él. Dado que la línea de
líquido está por lo general tibia al tacto, un punto frío suele ser una
señal segura de que existe una restricción en ese punto.

2. Si se instala un visor, busque burbujas:


Una corriente continua de burbujas indica bien sea una baja carga o
vapor en la línea de líquido.

3. Revise el subenfriamiento:

Si existe líquido subenfriado en la descarga del condensador, pero


no en la entrada del evaporador, determine dónde ha perdido el
subenfriamiento. En ciertos casos, la línea de líquido puede tener un
tamaño menor de lo requerido o puede haberse perdido
intercambio de calor de líquido a succión, lo que generará una
pérdida de subenfriamiento.

 Línea del ecualizador taponada: s

Si la línea del ecualizador está taponada, la presión bajo el


diafragma puede ser mayor que la presión real del evaporador, lo
que se traduce en una válvula que tiende a estar en una posición
más “cerrada”. Para corregir esto reemplace o repare la línea del
ecualizador.

 Válvula demasiado pequeña:

Verifique que la válvula tenga el tamaño correcto para el sistema.


Reemplace por la válvula del tamaño adecuado.

 Supercalor ajustado demasiado elevado:

En las válvulas de ajuste externo gire el vástago de ajuste en


dirección derecha-izquierda para reducir el supercalor.

 Falla del módulo de potencia o pérdida parcial de carga:

Si el módulo de potencia ha perdido toda su carga, o una parte de


ella, no generará la presión suficiente para hacer que la válvula se
“abra”. Un técnico puede verificar esto en el campo sosteniendo el
bulbo en la mano mientras monitorea las condiciones de
funcionamiento del sistema. El calor de la mano debe hacer que
suba la presión, lo que generará mayor flujo de refrigerante y un
incremento en la presión de succión. Si no se observan cambios, la
válvula puede haber perdido su carga. Esta técnica es válida
únicamente si el sistema está cargado de manera correcta y la
válvula tiene refrigerante líquido de alta calidad en la entrada. Si se
descubre que la válvula ha perdido su carga debe reemplazarse el
módulo de potencia. En algunos casos el módulo está integrado a la
TXV, en esta situación debe reemplazarse la válvula completa.

 Efecto de ambiente cruzado:

Algunas TXV tienen cargas especiales diseñadas para limitar la


presión máxima operativa del sistema. Están diseñadas con una “W”
en el código de carga seguido de un número —por ejemplo HW100.
Con cargas de este tipo, el bulbo siempre debe estar más frío que el
elemento de potencia o el cuerpo de la válvula. De lo contrario, la
carga puede migrar del bulbo al elemento de potencia con la
consiguiente pérdida de control. Si se sospecha esto, reemplace la
válvula con una carga de presión de evaporador no máxima —en
este ejemplo, una temperatura media del refrigerante R-22 (HC) o
una bomba de calor con R-22 (HCA).

 Filtro obstruido:

La presencia de suciedad o residuos en el refrigerante que va a la


válvula puede hacer que se obstruya el filtro. Remueva y limpie los
filtros y añada un secador de alta capacidad para la línea de líquido
para evitar que eso vuelva a ocurrir.

Fluctuación

La fluctuación se presenta cuando la TXV se abre y se cierra


alternadamente ocasionando grandes fluctuaciones en el supercalor. Esto
puede originarse por la diferencia en el tiempo de respuesta del sistema
en relación con la TXV. Las cargas de diferente tipo han sido diseñadas con
diferentes constantes de tiempo para minimizar este efecto, pero otros
factores —como los cambios repentinos en la carga o un funcionamiento
en condiciones de baja carga— también pueden causar impacto en ello.

Las causas de la fluctuación incluyen:


 Válvulas sobredimensionadas para la aplicación:

Una válvula demasiado grande para la aplicación tenderá a oscilar.


Si se sospecha que esto sucede reemplace la válvula con otra del
tamaño correcto para la aplicación.

 Ubicación del bulbo:

Verifique que el bulbo no esté ubicado corriente abajo de una


trampa de aceite “P” en la línea de succión. Reubique el bulbo si
encuentra esto. También puede servir aislar el bulbo para
asegurarse de que no esté afectado por una corriente de aire.

 Distribución del refrigerante:

En los sistemas con distribuidores no es raro tener diferentes


circuitos con cargas muy diversas entre sí. Esto puede dar lugar a
que algunos circuitos eventualmente lleguen a estar
suficientemente sobrealimentados para permitir que el líquido
llegue al bulbo. Esto, por supuesto, obligará a la TXV a cerrarse
hasta que se logre de nuevo el supercalor, momento en el cual se
abrirá. Corregir esto requiere eliminar el problema de la
distribución.

 Ajuste del supercalor:

Las TXV tienen un supercalor establecido desde la fábrica para


funcionar correctamente en la mayoría de los sistemas. En
ocasiones, sin embargo, puede tenerse que ajustar la configuración
de fábrica. En la mayoría de los casos, elevar el supercalor reducirá
la fluctuación. Girar el tornillo de ajuste en dirección izquierda-
derecha elevará el supercalor.

 Humedad:

La presencia de algo de humedad en el sistema puede congelarse en


la TXV, evitando que la válvula funcione como es debido. A medida
que la humedad se congela y luego se derrite, el supercalor variará
de manera errática. Se recomienda usar un secador de alta calidad
en la línea de líquido para evitar esto.

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