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Este pasaje anima a los creyentes a correr la carrera de la fe con perseverancia, paciencia y resistencia, despojándose de todo peso y pecado que los distraiga. Para correr bien, deben recibir ánimo de los héroes de la fe que han corrido antes, mantener los ojos fijos en Jesús como su meta final y correr con gozo, así como Él corrió su carrera hasta el final.
Este pasaje anima a los creyentes a correr la carrera de la fe con perseverancia, paciencia y resistencia, despojándose de todo peso y pecado que los distraiga. Para correr bien, deben recibir ánimo de los héroes de la fe que han corrido antes, mantener los ojos fijos en Jesús como su meta final y correr con gozo, así como Él corrió su carrera hasta el final.
Este pasaje anima a los creyentes a correr la carrera de la fe con perseverancia, paciencia y resistencia, despojándose de todo peso y pecado que los distraiga. Para correr bien, deben recibir ánimo de los héroes de la fe que han corrido antes, mantener los ojos fijos en Jesús como su meta final y correr con gozo, así como Él corrió su carrera hasta el final.
Este pasaje fue escrito para motivar a los creyentes a correr bien la carrera que tenemos por delante. La meta es estar con Cristo por la eternidad, pero antes, se nos dan algunas recomendaciones para llegar a la meta.
I. Para correr nuestra carrera, necesitamos recibir ánimo de los
que han corrido antes que nosotros La ilustración del texto, es la de una carrera de pista, en un gran estadio lleno de espectadores. Los héroes de la fe son nuestros espectadores, 12:1a, “Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestra tan grande nube de testigos… Ellos ya corrieron su carrera y llegaron a la meta, hoy nos animan. Ellos creyeron a Dios y se mantuvieron firmes en los momentos difíciles. La fe de los que han corrido antes que nosotros debe inspirarnos. Timoteo, fue inspirado por la fe no fingida (real) de su abuela Loida y su madre Eunice.
II. Para correr nuestra carrera, Debemos despojarnos de todo lo
que nos estorba o nos asedia. Debemos eliminar cargas innecesarias, 12:1b, “… despojémonos de todo peso y de pecado que nos asedia…”. La palabra “asediar” quiere decir acosar, distraer, rodear. El atleta se entrena y se esfuerza, para eliminar el exceso de peso. Los creyentes no podemos vivir en victoria, llevando cargas que nos estorben V.15. Enredarse o ser atrapado casi siempre lleva a la muerte. Los insectos mueren después de enredarse en una telaraña. III. Para correr nuestra carrera, Debemos hacerlo con perseverancia, paciencia y resistencia. Las carreras cortas no requieren paciencia, las largas sí. …y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante 12:1c La paciencia crece solo con las pruebas. Santiago 1:3 sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Paciencia significa resistencia, firmeza y constancia. (Jacob) Algunos quieren llegar a la tierra prometida sin pasar por el desierto. Una persona paciente es tardo en airarse, no se desespera, no pierde la esperanza, no tira la toalla.
IV. Para correr necesito una meta
Cristo es nuestra meta. 12: 2a, “…puestos los ojos en Jesús el autor y consumador de la fe…”. Edro se hundió, porque apartó su mirada de Jesús No podemos correr, si perdemos de vista la meta. Jesucristo creó la carrera de la fe, Él la corrió en victoria. 1 P 2:21 …dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas. Jesucristo se gozó en la carrera. 12:2b, “…el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio…” La recompensa se dará al final de la carrera. 12:2c, “… y se sentó a la diestra del trono de Dios”. Así nos sentaremos nosotros con Él.