PRIMERA UNIDAD

“Educación emocional”
Objetivo General:

Propiciar el conocimiento, la comprensión y la manera cómo gestionamos nuestras

emociones como herramienta para orientar nuestros pensamientos y acciones hacia la
felicidad y el crecimiento personal.

Descripción de la unidad:

En esta unidad se busca fortalecer en los y las estudiantes la conciencia de la

importancia que tiene el conocimiento de los diferentes estados emocionales y poder así
realizar una eficaz gestión de las mismas.

Claves para el conocimiento:

La educación emocional es una innovación educativa que responde a necesidades

sociales no atendidas en las materias académicas ordinarias. La fundamentación está en el
concepto de emoción, teorías de la emoción, la neurociencia, la psiconeuroinmunología, la
teoría de las inteligencias múltiples, la inteligencia emocional, el fluir, los movimientos de
renovación pedagógica, la educación psicológica, la educación para la salud, las habilidades
sociales, las investigaciones sobre el bienestar subjetivo, etc.

El objetivo de la educación emocional es el desarrollo de competencias emocionales:

conciencia emocional, regulación emocional, autogestión, inteligencia interpersonal,
habilidades de vida y bienestar. La práctica de la educación emocional implica diseñar
programas fundamentados en un marco teórico, que para llevarlos a la práctica hay que
contar con profesorado debidamente preparado; para apoyar la labor del profesorado se
necesitan materiales curriculares; para evaluar los programas se necesitan instrumentos de
recogida de datos, entre otras cosas.

Contenidos de la unidad:

1. Autogestión emocional.
La autogestión es la capacidad que tenemos de utilizar el conocimiento de nuestras
propias emociones para gestionar el comportamiento de forma positiva.
Algunas emociones hacen que se ponga al mando la lagartija (cerebro reptiliano) que
todos llevamos dentro y nos bloqueamos; pues bien la autogestión se pone de manifiesto
cuando somos capaces de tolerar la situación para posteriormente controlar la incertidumbre.
No basta con vigilar las conductas explosivas problemáticas, lo más complejo es
gestionar esa tendencia para luego aplicar las habilidades aprendidas (Habilidades sociales)
situando en segundo plano las necesidades momentáneas para perseguir objetivos más
interesantes y amplios.
Si finalmente gestionamos con tranquilidad nuestros impulsos aplazando esos
objetivos poniéndolos en segundo plano nuestra visión se aclarará y los resultados de éxito no
tardarán en llegar.

2. Autoconciencia emocional.

Es la habilidad que nos facilita comprender qué estamos sintiendo y por qué nos
sentimos así. Tiene que ver con cuan familiarizados estamos con nuestros patrones de
respuesta emocional. ¿Nos damos cuenta y podemos evaluar cuan fuerte es un sentimiento
particular? ¿Nos damos cuenta cuando ese sentimiento se inicia, cómo progresa y cómo
cambia? Se ejemplifica cuando completamos la frase:

"Me siento_________________porque____________________________________.”

Goleman sostiene que es una competencia que nos permite conectarnos con nuestras
creencias subyacentes, supuestos y valores y conocer qué nos conduce a ellos. Esta conexión
nos ayuda a estar alineados con nuestras motivaciones verdaderas y nos guía a trabajos que
nos motivan y nos hacen más productivos. Es clave para comunicar nuestros sentimientos a
otras personas.

3. Toma de decisiones.

Es un proceso que, llegado el momento de tener que realizar una elección cualquiera,
se encuentra potentemente influenciado por las emociones y los sentimientos, y que de no
contar con el mecanismo de los marcadores somáticos (emocionales) que nos señalan de
forma inconsciente nuestras preferencias, la vía racional nos mantendría inmersos en un
análisis sin fin entre las diferentes posibilidades a considerar. Esta es la causa por la que, en
cualquier proceso de toma de decisiones, las emociones y los sentimientos nos permiten
escapar al riesgo potencial de ese interminable análisis, abriéndonos un abanico de nuevas
opciones que nos posibilitan decidir teniendo en cuenta tanto la razón (lo racional) como las
“razones del corazón” (lo emocional).

4. Habilidades sociales.

Una persona con habilidades sociales interactúa con facilidad y es capaz de persuadir,
liderar, dirigir, negociar y resolver problemas con personas de todo tipo; además, cuenta con
una habilidad para encontrar puntos en común con otras personas lo que hace que
normalmente tengan un amplio círculo social. El fortalecimiento de estas dimensiones tiene un
efecto directo en la forma como elegimos, ya que, al ser conscientes de las emociones propias
y ajenas podremos tener un mejor manejo de las situaciones donde nos vemos enfrentados a
tomar decisiones que nos involucran a nosotros mismos y los demás.

5. Conciencia social y empatía.

Capacidad de captar los sentimientos, intereses y necesidades ajenas y ver las

situaciones desde su perspectiva, logrando afinidad con una gran diversidad de personas.
Supone ser capaz de ponerse en los zapatos del otro. Es común que las personas altamente
empáticas disfruten de gran popularidad y reconocimiento social.

Actividad 1. “El bazar de las emociones”

Objetivo: reflexionar sobre las propias emociones a través de experiencias personales vividas
tanto dentro como fuera del aula.

Materiales: Emoticones que representen emociones, hojas de papel, lápiz.

Desarrollo:

1. Los alumnos se sientan en sus sillas formando un círculo en el centro del salón de clase.

2. El docente explica en qué consiste la dinámica “El bazar de las emociones”. Es importante
aclarar que una emoción de por sí no es buena ni mala, es decir, se trata de una reacción
personal que pasan y sienten las personas. Aun así, también hay que hacerles ver a los
alumnos que en muchas ocasiones una emoción trae implícito un pensamiento o una
determinada acción y que dichas acciones deben poder ser gestionadas correctamente porque
debemos ser capaces de ponerle un nombre.

3. El docente coloca en el centro del aula sobre algún tipo de superficie las emociones que ha
recortado previamente. Estas tarjetas con las emociones deben estar boca abajo.

4. Entre los alumnos se decide el orden por el que de forma ordenada irán tomando una
emoción de las que están en el centro. Una vez decidido el orden será cuando el primer
alumno se levantará y tomará una de las tarjetas con emociones que están en el suelo y boca
abajo. Una vez que tenga la tarjeta, volverá a su sitio.

5. El alumno que tiene la tarjeta con la emoción debe leer en voz alta qué emoción ha cogido
del centro. En ese momento es cuando debe explicar al resto de la clase dos situaciones que le
hayan pasado y que guarden relación con la emoción que le tocó. Concretamente, debe
explicar:

6. El alumno puede empezar a contar su experiencia de esta manera:

Yo he sentido (rabia/alegría/frustración) un día que…

7. Siguiendo el orden establecido, el segundo alumno iría al centro del bazar de las emociones
y repetiría la misma acción que su compañero y así hasta que todos los compañeros hubieran
pasado por el mismo procedimiento.

8. Es importante que durante la realización de esta actividad predomine el silencio y el respeto

hacia lo que cuentan los compañeros. Una buena opción para crear un buen clima en el aula
sería poner una música relajante mientras transcurre la dinámica.

9. Una vez todos los alumnos han participado contando sus historias relacionadas con las
emociones elegidas, llega el momento de una reflexión en grupo. Algunas preguntas dirigidas
pueden ser:
¿Ha sido difícil contar la historia de las emociones elegidas?

¿Ha habido alguna emoción que se haya repetido que, tratándose de la misma emoción, se ha
contado de manera positiva y negativa?

¿Cuándo un compañero/a ha dicho en voz alta sus dos emociones, se han acordado de una
situación suya o de algún familiar, amigo o conocido?

¿Hay alguna emoción que no hayan comprendido del todo?

Actividad 2. “El edificio viejo”

Objetivo: Esta dinámica nos presenta una posibilidad de análisis en un proceso de toma de
decisiones. El edificio viejo, se nos presenta como un conflicto que requiere soluciones
creativas. Una vez más dejaremos claro que ante un conflicto lo primero que necesitamos es
ser capaces de generar múltiples soluciones y nunca una sola respuesta.

Materiales: Hojas de papel, lápiz.

Desarrollo: “En el centro de Valera existía un viejo edificio que funcionó como teatro donde se
presentaron artistas reconocidos de los años 50, por alguna razón este edificio fue descuidado
por las autoridades lo que llevó a que se encontrara cada vez más deteriorado. Cierto día el
alcalde decidió que ya era hora de deshacerse del viejo edificio, pero uno de sus consejeros le
sugirió que abriera un concurso para ver quién podía proponer una manera de conservar o
deshacerse definitivamente del viejo edificio. Para este concurso se invitaría a ingenieros,
arquitectos, artistas, maestros, albañiles, campesinos, y todo aquél habitante que tuviese una
idea brillante que diera solución al problema.

De esta manera se abrió la competencia, mucha gente quiso participar, todos trajeron
diferentes ideas y el alcalde escogió la siguiente… (se deja hasta acá la historia y se pide a los
estudiantes que conformen grupos en los que discutan cuál será la mejor solución para el viejo
edificio)

Continuando con la dinámica:

Se abre un turno de debate en grupos tras una reflexión individual de unos pocos minutos. Se
intentará alcanzar un consenso entre los grupos para poder decidir cuál es la mejor solución
sobre lo que podemos hacer con el viejo edificio.

Con esta dinámica se suelen proponer soluciones diversas:

Las que tratan de mejorar la estética o utilidad del edificio, dándole un nuevo estilo,
cambiando la fachada, pintándolo, etc.

Las que tratan de destruir sólo la parte imprescindible del edificio, conservando la fachada y
haciéndolo moderno por dentro.
Las que tratan de implicar a la comunidad: Cada habitante de Valera contribuirá con un
donativo para restaurar el edificio por su valor histórico.

Las que intentan obtener beneficios del viejo edificio, proponiendo la venta del mismo para
que se construya un centro comercial.

Nos damos cuenta de que han surgido ideas diversas y creativas que normalmente no son
tenidas en cuenta.

Nos damos cuenta además de que hemos superado ciertos bloqueos comunicacionales,
mientras trabajamos en grupo discutimos, manifestamos nuestro punto de vista, aportamos
soluciones, etc.

A veces cuando un grupo llega a una solución que pude ser buena deja de buscar más
soluciones aunque probablemente pudiera encontrar otra solución mejor si siguiera pensando.

Al finalizar la actividad recogemos las impresiones de los estudiantes. ¿Cómo nos fue
trabajando en equipo? ¿Todos teníamos las mismas ideas para salvar el viejo edificio? ¿Nos
cuesta aceptar el punto de vista de los demás?