-¿Boccia?- pregunté
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Tampoco puede salirse del recuadro que está marcado sobre el piso.
Pueden moverse en 12,5 x 6 cm, ni más, ni menos. La canaleta tampoco
puede salirse de este perímetro, salvo que sea de manera aérea, es
decir, que no tenga contacto con el suelo. Como todo deporte tiene
reglas, no porque sea para personas con discapacidad deja de ser
arduo y complejo. Realmente uno se pone a ver y necesita de bastante
análisis. Tirar, lograr quitar la boccia del adversario, alejarlo de
su objetivo, y luego tirar para que la suya quede cerca de la blanca,
crear estrategia, pensar, darle a entender al auxiliar el modelo de
juego que va emplear, sudar. Seis minutos para un jugador es mucho,
a ojos del espectador, poco, inquietante, ¿cómo es que logra
hacerlo?, claro, falla, replantea la estrategia. Ganar, como en toda
competencia, es el objetivo.
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No pensó que la situación fuera tan grave hasta que asistió por
primera vez al lugar de las terapias. Vio a todos los niños en aquel
lugar que no podían caminar, hablar, jugar, ser un niño. Pero no
perdió el control. Tomó fuerza, debía sacar su hijo adelante, ella,
su esposo y su hijo, Jeisson también dependía de su apoyo. Genid
empezó a juntarse con otras madres cuyos hijos tenían condiciones
similares a las de Jeisson, claro, tenía que entender cómo debía
hacer con Yeison en casa.
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Empezó a reírse.
Traza una línea, mueve la cabeza, pone la punta del marcador sobre
el papel, traza otra línea, aleja la punta del marcador del papel.
Busca otro punto de la hoja, vuelve a posar la punta sobre el lienzo.
Traza otra línea. Y así, una, dos, tres veces hasta que termine la
obra. Y voilà -Ualá- ya terminó la majestuosa obra. No tiene nada
que envidiarle a Van Gogh o a Da Vinci.
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