UNIVERSIDAD NACIONAL PEDRO RUIZ GALLO

Facultad de Ingeniería Civil, Sistemas y Arquitectura

Escuela Profesional de Arquitectura

CURSO:
Teoría de la Arquitectura

TEMA:
La Enseñanza de la Arquitectura

CATEDRA:
Arq. Carlos Paredes García

ALUMNA:
Adriana Lisseth Regalado Mírez (180171D)

CICLO ACADEMICO:
2019-I

FECHA:
03/07/2019
La arquitectura es una disciplina que se va transformando constantemente, tiene
al comportamiento humano como elemento de estudio y se consolida en base al
suceso, en el cual el acontecimiento producido en ella y por ella se desarrollan
básicamente en la cotidianidad, la formación y la capacidad de incluir diversas
circunstancias dentro de un mismo espacio físico.

Al buscar la definición del papel que juega la arquitectura en la humanidad,

pensamos inmediatamente en un “albergue”, espacios habitables, habitabilidad;
el cual ha sido un componente que existe desde tiempos inmemorables, siendo
parte importante de la manera en cómo se constituyen los asentamientos
humanos. Se empieza a enlazar el arte y el hombre por la necesidad del mismo
de representar todo aquello que para él era invisible, de expresar lo que sucedía
en su vida diaria y de darle un porqué a grandes interrogantes. Si observamos
las pirámides, los hipogeos y demás construcciones funerarias, apreciamos los
orígenes de la arquitectura, pasando de ser primero un refugio del hombre hasta
tener a la tumba como tema central.

Con el Renacimiento, el tipo de edificaciones diseñados por los arquitectos de

esa época dependía mucho de las condiciones económicas de para quién se
estaba construyendo, siendo una arquitectura muy clasista.

En el Modernismo, en cambio, aparece la vivienda para todos y la planificación

de las primeras ciudades, siendo un elemento histórico importante, la Revolución
Industrial, la técnica tuvo un gran impulso, dejando al arte en un plano inferior.

La ciencia aplicada a la arquitectura inicia dando teorías, las cuales intentan

explicar un modelo de habitabilidad, prueba de ello Le Corbusier genera su teoría
de la vivienda como una Máquina para Habitar.

La historia de la arquitectura latinoamericana deja el sentimiento de civilización

marginal, por lo cual la conciencia de habitabilidad ha fundado una síntesis
espacial basada en los procesos de hibridación de los valores arquitectónicos
que muestran lo que somos: una cultura multiétnica, en un espacio diverso y de
grandes variaciones.

Desde las aulas universitarias se imparte conocimientos fundamentales que le

permitirán desempeñarse como un profesional, pero la dificultad radica en que
no crean actitudes reales sobre los problemas de espacio y su habitabilidad. Es
así que el estudiante de arquitectura adquiere en su centro de estudios diversos
saberes que van a permitirle entender y dar solución a los diversos conflictos que
le conciernen a la profesión; ante ello surge la pregunta ¿qué tipo de saberes
son los que debe adquirir un estudiante de arquitectura para convertirse en
arquitecto en nuestro contexto? No se trata sólo de enseñar diversas materias a
los estudiantes, lo que realmente se necesita es formarlos, es decir, asimilar
diversos saberes que permitan desarrollar un conjunto de procesos y que estén
acordes con la estética, así como las formas de habitar de las personas.

El desarrollo del currículo en la Universidad para nuestra carrera, debe estar

fundamentada en fortalecer cuatro criterios (diseño, construcción, dibujo y teoría-
historia) que le permitan al estudiante desarrollar diversas competencias y
habilidades para saber proyectar, saber construir, saber representar y saber
pensar.

El arquitecto es un artista creativo, que debe reconocer el espacio para

proyectarlo, asumirlo y moldearlo para llegar a formalizarlo, la cual debe estar
sustentada por dos elementos: el estético y el funcional. Es importante que en
las aulas universitarias se formen desde un principio estudiantes con una visión
de artista y que asuma un compromiso con la realidad. Aquí cabe señalar, que
existe una condición que le da sentido a esta profesión y es la artisticidad del
elemento arquitectónico.

En las escuelas, así como se está creando una habilidad con la forma, se está
creando una habilidad con la función. El estudio se centra en la buena
distribución para facilitar relaciones entre funciones; por ello, se debe entender
que la arquitectura da respuesta a condiciones particulares, a formas de vida y
a esencias simbólicas de quienes habitan. Por lo tanto, no se debe seguir
educando para repetir las mismas fórmulas sino sustentar diversas propuestas
espaciales, las cuales de se debe ser cuidadoso al momento de proponerlas y
registrarlas. Saber proyectar lo habitable implica tener presente el detalle, que
es en últimas una muestra viva de las particularidades de los habitantes, por esta
razón se debe ampliar las temáticas del diseño, para crear conciencia de que la
arquitectura está en el espacio mismo y por este motivo involucra los detalles
que ayudan a conformarlo.
El saber presentar implica un saber complementario que le permita al estudiante
desarrollar ideas, expresarlo, comunicarlo y compartirlo, para ello, es importante
saber que un espacio está compuesto por elementos tangibles e intangibles, por
lo tanto, el arquitecto debe crear su propio lenguaje que le permita expresarlo
teniendo en una dimensión de acuerdo al espacio.
Uno de los componentes técnicos es la materialización de la idea, es saber cómo
agruparlos para lograr óptimos desempeños, por ello, la técnica debe ser
utilizada no sólo en función de la rigidez y la posibilidad constructiva, sino
además desde las posibilidades espaciales que ésta permite.
El saber pensar implica proyectar espacios acordes con los grupos de personas
para los que se destinan, requiere un proceso de análisis de una serie de
condiciones que hay que saber ver, pensar y reinterpretar para brindarles
soluciones. Saber pensar la arquitectura desde una visión social, significa
acercarse a muchas ciencias que le dan herramientas fundamentales para
cumplir su cometido.
En la actualidad, el arquitecto en formación carece de este saber y que es uno
de los pilares, por esta razón se requieres crear conciencia crítica a partir de
nuestra historia y la teoría.
Finalmente, es importante asumir nuestro rol como estudiantes en una profesión
aparentemente práctica, en donde aprender a pensar lo más cercano y adquirir
herramientas de lectura para tener conocimiento de las diversas formas de vida
y los patrones de comportamiento de una sociedad. Los saberes deben estar
relacionados directamente y posibilitar un todo en la formación profesional, en
este sentido, la escuela debe ampliar su visión para que se cumpla la verdadera
función en la proyección de los espacios y que permitan al ser humano
identificarse.