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Origen y formación de los valores, valores personales y

profesionales, clarificación de valores.


I. Introducción:
El presente trabajo obre los valores, en el curso de Ética nos ayudó a tener
una visión más amplia de lo que sucede a diario con el comportamiento de
algunas personas, y sus relaciones con los demás. En primer término se
presentarán las generalidades sobre los valores, las clases de valores; las
características de los valores morales; las normas morales como expresión de
los valores morales; la conciencia moral; valores morales y relaciones
humanas; e inteligencia emocional. En cada uno de los temas se presentarán
nuevas definiciones y pensamientos de varios autores, los cuales sirven para ir
formando pensamientos propios del diario vivir y relacionados al curso, para
comprender mejor esta ciencia tan llena de situaciones filosóficas y
de lógica según sea el caso. Todos los temas son bastante interesantes y
hacen que nosotros los estudiantes tengamos que profundizar más en nuestros
conocimientos éticos y morales, para que podamos verdaderamente darle
solución a esos problemas reales que se nos presentarán como profesionales,
consultores independientes o bien, poner todos nuestros conocimientos para el
beneficio de una empresa en particular.

II. Origen de los valores.


La palabra valor proviene del latín “valere” que significa estar bien. Un valor es
algo que se impone por sí mismo, expresa lo que es deseable, significante o
correcto para un individuo o sociedad como un todo. Los valores, se conciben
como guía o patrones de comportamiento, orientan los modos particulares de ser
y vivir, humanizan y forman el criterio de juicio, preferencia y elección para la
acción.

Hay varias teorías sobre el origen de los valores entre las cuales tenemos:
- Sociologismo: Defiende que los valores se originan en la sociedad.
- Marxismo: Defiende que los valores y las normas sociales son
invenciones de la clase dominante para intentar defender sus intereses y
controlar la clase dominada. Aunque esta debe rechazar aquellos valores
y elaborar otros de carácter contrapuesto, y así los dominados llevar a
cabo su separación mediante una lucha.
- Historicismo: Esta teoría dice que durante la historia y según un ritmo
variable, la sensibilidad vital de generaciones es sustituida por las
siguiente, al mismo tiempo que unos principios cobran vigencia otros
desaparecen.
- Teologismo: Defiende que los valores y las normas morales tienen origen
divino.
-Teoría de la ley natural: La teoría escolástica, esta dice que todas las
personas poseen una idéntica naturaleza.
III. IMPORTANCIA DE LOS VALORES HUMANOS:
Los valores son importantes y necesarios, pues son los pilares sobre los que se
cimenta la identidad humana, nos sirven de guía para poder convivir sobre la
base de la sinergia social, y son la condición que forma y distingue a una
comunidad
Pero no todos los valores poseen la misma importancia, los valores se
sistematizan y organizan de forma jerárquica en sistemas de valores que los
interrelacionan entre sí, formando relaciones de necesidad y dependencia entre
ellos. De este modo, dependiendo del grupo social en cuestión, se concede más
relevancia a unos valores que a otros, a pesar de que entre todos ellos existan
relaciones de interdependencia. Y así, sobre estos valores centrales se
materializan como el Ordenamiento Jurídico, que se instituye con el fin de
proteger, organizar y regular la convivencia en un orden social deseado.
Por ello, la formación en valores se hace imprescindible, tanto como son
importantes los valores en sí mismos, para procurar que los mismos pervivan y
se solidifiquen en las relaciones sociales, desde una perspectiva de cohesión
e integración en la convivencia. A través de la familia, la escuela, y el resto de
grupos sociales a los que pueda pertenecer la persona, se lleva a cabo la
formación en valores por medio de la interacción social. Sin embargo, según
las últimas tendencias educativas, se pretende institucionalizar y planificar esta
formación con el objetivo de humanizar la educación, reconociendo la
importancia incuestionable que sustentan los valores.

Se han hecho diferentes clasificaciones de los valores, sin embargo la mayoría


de éstas incluye la categoría de valores éticos y valores morales .Algunas
clasificaciones son:
- Valores morales: El valor moral te lleva a construirte como hombre, a
hacerte más humano, pero eso solo podrá lograrse si decides alcanzar
dichos valores mediante el esfuerzo y siendo perseverante. Algunos
valores morales son la justicia, la libertad, la honestidad.
- Los valores éticos: son medios adecuados para conseguir nuestra
finalidad.
- Los valores infrahumanos: Son aquellos que sí perfeccionan al hombre,
pero en aspectos más inferiores que comparte con otros seres como los
animales, por ejemplo. El placer, la fuerza, la agilidad, la salud.
- Los valores humanos infra morales: Son aquellos valores que son
exclusivos del hombre, y entre ellos están los valores económicos,
la riqueza, el éxito, la inteligencia, el conocimiento, el arte y el buen gusto.
De manera social: la prosperidad, el prestigio, la autoridad, etc.
- Valores Instrumentales: Son comportamientos mediante los cuales
conseguimos los fines deseados.
- Valores Terminales: Son metas que al individuo le gustaría conseguir a lo
largo de su vida.
IV. VALORES PERSONALES:
Generalmente se acepta que los valores personales guían la conducta, y son
considerados como determinantes de las actitudes y la conducta, elementos
centrales de la personalidad, y metas que sirven a los intereses personales y
sociales.
Numerosos autores han señalado que, a partir de los años sesenta del siglo
pasado, se produjo un importante cambio social en la mayoría de los países del
mundo occidental, que ha generado un viraje en los valores personales de las
generaciones más jóvenes. En la mayoría de los países, las generaciones más
jóvenes se han vuelto más reflexivas, menos tradicionales y más proclives al
cambio y a la dedicación a sí mismos. Sin embargo, el apoyo empírico a este
planteamiento procede de estudios realizados con los resultados de dos
encuestas masivas

Valores personales. Ejemplos

Éticos. Respeto, sinceridad, fidelidad, honestidad.


Familstas. Amor a los padres , a los hijos, abuelos, etc.

De religión. Creencias, fe.

De profesión y trabajo. Vocación, trabajo, profesionalidad.


De orden y estabilidad. Seguridad, civismo.

Afectivos, Amor, cariño.

De relación social. Amistad, popularidad, compañerismo.


Individualistas. Respeto por sí mismo, superación, esfuerzo,
formación.

De salud. Salud, llevar una vida saludable.


De solidaridad y Tolerancia, empatía, humanitarismo, voluntariedad.
tolerancia.

De bienestar. Felicidad, calidad de vida, comodidad, bienestar.

Universales. Justicia, libertad, igualdad, equidad.


V. VALORES PROFESIONALES:
Los valores profesionales se definen como valores humanos contextualizados y
orientados a la profesión, aúnan en sus significados la relación entre los
requerimientos sociales y los de la profesión, constituyen la identidad profesional
por ser guía en el comportamiento en el ámbito laboral. Dentro de la Educación
Superior se ha retomado la inclusión de valores en la formación, y junto a los
conocimientos y habilidades, conforman la llamada formación integral.
En el siguiente cuadro se describirá algunos de los valores que el personal de
salud debe tener en cuenta en los procesos de atención.

ESTÉTICA VERDAD

Hacia el paciente Hacia el paciente

Hacia la familia del paciente Hacia la familia del paciente

Hacia el equipo médico Hacia el equipo médico

IGUALDAD LIBERTAD

Hacia el paciente Hacia el paciente

Hacia la familia del paciente Hacia la familia del paciente

Hacia el equipo médico Hacia el equipo médico

DIGNIDAD HUMANA JUSTICIA

Hacia el paciente Hacia el paciente

Hacia la familia del paciente Hacia la familia del paciente

Hacia el equipo médico Hacia el equipo médico


VI. Clarificación de los valores:

La clarificación de valores es una teoría relativamente nueva, surgida en


Ohio y Nueva York, Estados Unidos. La teoría y el movimiento que
despierta la inicio Louis Raths, quien estuvo influenciado por los trabajos
de John Dewey.

Raths reconoció la importancia de trabajar con los valores, para lo cual


identifico los comportamientos y las expresiones que indicaban la
existencia o inexistencia de un valor, y diseño siete criterios para adquirir
los valores, a saber:

a) Que pueda ser elegido en varias alternativas.

b) Que se elija después de una consideración consciente y estudiada de


las consecuencias que trae consigo.

c) Que sea elegido libremente y sin presiones externas.

d) Que sea significativo y apreciado por quien lo elige.

e) Que se publique afirmativamente y se mantenga abierto.

f) Que se viva.

g) Que este vivir del valor sea consistente.

Raths animaba y apoyaba a sus estudiantes a seguir este proceso para


el diseño de su escala personal de valores.

El ser humano elige y rige su vida de acuerdo con la jerarquía o tabla de


valores que ha ido adquiriendo a lo largo de su vida. Esta escala valorativa
no es exactamente igual entre un individuo y otros, pues depende en gran
parte de los condicionamientos pasados, es decir, de su ambiente, de su
educación y de la tradición familiar, social y nacional que le ha rodeado.

Los valores son una necesidad para el ser humano y también en muchas
ocasiones constituyen un área de conflicto y confusión. Existen múltiples
valores: morales, sociales, familiares, religiosos, laborales, políticos,
escolares, etc., acerca de la amistad, del papel que el hombre y la mujer
desempeñan en su vida, la riqueza y la pobreza, los hábitos personales,
la salud, las diversiones, etc. Muchos de ellos se convierten en
problemáticos, al ser tan diversas las escalas valorativas de los individuos,
y crean confusión principalmente entre los niños y los adolescentes que
aún no han adquirido el criterio y el juicio crítico que les permita hacer una
elección personal.

Existen varios métodos para educar a los individuos a fin de que se


adopten los valores que deben regir su vida, a saber:
1. Mediante un liderazgo autocrático o impositivo, padres, maestros e
iglesia presionan, obligan, sancionan y dirigen a grupos o individuos para
que adopten determinada escala de valores propuesta por ellos.

2. “moralizar o sermonear”, dar consejos, en que se persuada a los grupos


o individuos a seguir determinada escala valorativa, pero sin sentir la
obligación de vivir de acuerdo con los valores que se predican. “Has lo
que te digo, no lo que hago” es una frase común entre varios
“educadores”.

3. Un método más, considerado positivo por los humanistas y por la teoría


de la clarificación de los valores, es ofrecer los valores a los educandos
de tal modo que se les permita expresar su opinión, escuchar activamente
sus puntos de vista y experiencias personales, compartir con ellos las
experiencias propias, aceptarlos como personas con sus sentimientos y,
lo más importante, modelar con la propia vida los valores que se
sostienen.

4. Otro método consiste en “dejar hacer”, o sea, no involucrarse, ni


preocuparse por ofrecer, modelar o por lo menos imponer los valores, con
la idea de que los individuos lleguen a elaborar su propia escala valorar
de alguna manera. Es una forma de hacer sentir a los demás que no nos
importan, que no nos interesa su desarrollo.

Por medio de la experiencia y de acuerdo con los lineamientos de la


sociedad humanista, preocupada por el desarrollo de la persona y su
interacción con su sociedad, se ha llegado a la conclusión de que la mejor
forma de aprendizaje se logra mediante la experiencia y las vivencias
personales. El problema que el educador afronta actualmente es la
cantidad de modelos que influyen en los individuos y que viven valores
distintos. Tienen patrones conductuales diferentes, estilos de vida
disímbolos, y códigos de comunicación y códigos morales diversos. Los
modelos pueden ser los padres, los educadores, los amigos, los actores
y actrices de cine y televisión, los personajes de novelas y cuentos, etc.,
cada uno de los cuales bombardean a los niños y adultos por todos los
medios de comunicación existentes. ¿Cómo puede el niño o el adulto
decidir cuál es el modelo por seguir?, ¿Cómo reconocer quien es un
modelo real y cuales son charlatanes o modelos “ideales”? Ante esta
perspectiva, el educador puede sentirse desesperado o impotente para
formar a sus educandos, o pensar que su influencia es mínima ante la
fuerte influencia exterior que “deja hacer”, con la esperanza de que los
individuos o grupos a su cargo logren formar su propia escala a elegir “lo
mejor”.

Sin embargo, si realmente interesa educar, se podrá hacer si se vive en


congruencia real entre los valores sustentados y el estilo de vida llevado.
Este es el punto clave para reconocer entre un charlatán, un moralizador
y un educador o modelo real. Un ejemplo de esto sería: existe una marca
de leche que se anuncia por la televisión como la mejor, y el otro día, al
comentar con los dueños de ese producto, se le pregunto si en su casa
seguramente tomaban muy buena leche, a lo que respondió que nadie en
su casa tomaba leche, pues sabían cómo se hacía. Es decir, el valor que
se le atribuye a este producto en los anuncios de radio y televisión es el
anzuelo para que muchos tomen esa marca de leche, sin embargo, los
dueños no muestran congruencia con lo que sostienen.

Se puede dar un paso más adelante que solo modelar y ofrecer los
valores: enseñar a los educandos el proceso por medio del cual puedan
aclarar sus propios valores y diseñar su escala o jerarquía valorar. Este
proceso se conoce como proceso evaluativo o de valoración, y ofrece la
enorme ventaja de que es un aprendizaje para toda la vida. Cuando la
persona conoce y puede manejar este proceso de valoración, no necesita
depender de una tercera persona o grupo que le indiquen que hacer, o le
modelen la conducta por seguir en cada situación que se le presenta a lo
largo de su vida. Este proceso consiste en una serie de habilidades y
técnicas o instrumentos de evaluación que incrementan las
probabilidades de tomar decisiones que sean tanto valiosas y
significativas para quien las elige, como constructivas para la sociedad en
que se vive. El empleo del proceso de valoración no garantiza una
decisión positiva, sino solo incrementa la posibilidad de elegir un bien
personal y social.

El proceso de valoración tiene cinco dimensiones, con algunos


subprocesos. Estas dimensiones pueden ocurrir al mismo tiempo en un
individuo, aunque es importante separarlas primero para llegar a una meta
educacional clara.

No existe una lista definitiva de procesos de valoración, pues cada


persona puede utilizar una terminología distinta y una jerarquía diferente
y elegir la que este más acorde con su forma de ser.

Las cinco dimensiones que a continuación se apuntan son las que


describe Howard Krishenbaun en su libro Clarificación de valores y que
aquí, por considerarlas adecuadas a la forma de pensar y sentir de la
autora, se incluyen, a saber:

PENSAMIENTO:

El pensar y utilizar la razón eficientemente es una forma acertada de llegar


a la toma de posiciones y, por ello, útil en el diseño de una escala personal
de valores. En esta dimensión del pensamiento se incluyen niveles
distintos, como el pensamiento crítico, el razonamiento moral y el
pensamiento divergente o creativo, así como otros. Esta dimensión es
esencial para el proceso de valoración, a fin de lograr el autocontrol y la
autodisciplina, tan necesarias en esta vida tan llena de complejidad e
incongruencias. El pensamiento crítico, moral y creativo ayuda al individuo
a analizar la publicidad comercial, la propaganda y la información, de
modo que aquel llega a elegir y tomar sus propias decisiones de acuerdo
con su escala de valores.

SENTIMIENTO:

Los sentimientos pueden ser una ayuda o un estorbo en el proceso del


pensamiento y, por ello, dificultar la toma de decisiones y la elección. Carl
R. Rogers dice que la madurez de una persona se puede medir y depende
mucho de la conciencia de sus sentimientos, pues estar conscientes de
ellos, aceptarlos y poder expresarlos permite al individuo lograr con mayor
presteza y éxitos sus metas personales.

Cuando la persona está consciente de sus sentimientos y los maneja


positivamente, de tal modo que los acepta, expresa y comparte con los
demás, se convierte en un individuo más libre y capaz de resolver los
problemas que se le puedan presentar. Cuando la persona niega sus
sentimientos o los reprime, estos finalmente surgen y salen al exterior de
una forma consciente, interfiriendo con sus metas inconscientes. Por
tanto, al enseñar al educando a reforzar el concepto de sí mismo a
aceptarse como persona con sentimientos, a tener mayor seguridad en sí
mismo y confianza en los demás, se promueve la comunicación y
expresión de sentimientos positivos y negativos. Este aprendizaje
promueve el autoanálisis, la autoevaluación y lógicamente ayuda al
proceso valorativo.

ELECCION:

Proponerse metas de tal manera que se procure obtener los datos y los
conocimientos necesarios para lograrlas, es esencial para la toma de
decisiones que permita el ser humano elegir entre las varias alternativas
que se le presenten, considerando siempre de antemano las
consecuencias de su elección. Elegir libremente, de modo que se
distingan las presiones y las consecuencias de su elección. Elegir
libremente, de modo que se distingan las presiones y las consecuencias
que la elección implica, lleva directamente a la práctica de la evaluación
necesaria en el proceso de valoración. La suerte no determina las buenas
o malas consecuencias de la elección, sino la posibilidad de aprender y
practicar las técnicas y habilidades que permitirán al individuo hacer una
buena elección.

COMUNICACIÓN:

Los valores no nacen del vacío, sino de un proceso social de interacción,


para el cual la comunicación es básica. La importancia de enviar mensajes
claros y comprobarlos, así como la necesidad de expresar los
sentimientos, los valores propios y los deseos es indispensable para el
proceso valorativo.

La resolución de conflictos, que puede ocurrir solo mediante la


comunicación, es un proceso de valoración. Algunos individuos o grupos
están en lucha o pugna por sus distintas escalas de valor, en cuyos casos
generalmente existe un ganador y un perdedor. Por medio del proceso de
valoración y la comunicación, la resolución de conflictos puede ocurrir,
pues se tienen claros los valores y las metas, se posee capacidad para
comunicarlos y se tiene la madurez suficiente para respetar a individuos
o grupos que cuentan con valoraciones distintas de la propia. Por tanto,
es indispensable una comunicación en el proceso valorativo para que éste
surja de un proceso de interacción.

ACTUACION:

Actuar de forma consistente y congruente con los valores y metas fijadas


incrementa la posibilidad de que la propia vida se rija por los valores
positivos elegidos. Vivir de acuerdo con una jerarquía de valores es algo
que da un sentido y un significado a la vida, independientemente del
papel, el trabajo, el nivel sociocultural que se tenga, o la actividad o
situación en que se encuentre la persona. Las consecuencias serán
satisfactorias si la actuación y el comportamiento del individuo surgen de
un proceso de valoración que lleva a elegir un bien común.

VII. Bibliografía:
- Aguilar LMC, García MMA, Calvo SQ. Valores hacia el trabajo del
personal de enfermería.Enferm 2004;13(44):5.

- Ramió JA. Valores y actitudes profesionales, Estudio de la práctica


profesional enfermera en Catalunya [tesis doctoral]. Barcelona:
Departamento de Sociología y Análisis de las organizaciones Facultad
de Ciencias Económicas y Empresariales, Universidad de Barcelona;
2005.

- Porta L. Educación, Jóvenes y Valores: Cartografía de una investigación


[Internet]. Argentina: Universidad Nacional de Mar de Plata; 2002 [citado
19 de Jun 2010]. Disponible en: http://www.uccor.edu.ar/reduc/porta.pdf

- Alvarado García A. La ética del cuidado. Revista Aquichan.


2004;4(4):30-39.

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