I.- INTRODUCCIÓN
2.2.- Mortalidad
5.- El IDH
IV.- CONCLUSIÓN
V.- BIBLIOGRAFÍA
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I.- INTRODUCCIÓN
Para abordar de una forma sucinta el problema de la población hoy, es necesario tener
presentes varios hechos:
1. que el hombre es la única especie que es capaz adaptarse y vivir en todos los
ecosistemas terrestres: desde latitudes polares a ecuatoriales; desde zonas extremadamente
áridas a zonas extremadamente húmedas. Y ello es posible por su capacidad para
transformar el espacio en el que se asienta, de forma que consigue crear, o “recrear”, el
ecosistema en el que puede vivir, lo que implica que su capacidad de transformar el territorio,
de usar y servirse de los variados recursos que éste ofrece es altísima;
2. que, en valores absolutos, la población humana ha alcanzado unas cifras antes nunca
conocidas: somos del orden de 6.100 millones de personas y llegaremos a unos 9.000
millones hacia el años 2070, según las últimas proyecciones publicadas por por Lunz,
Sanderson y Scherbov en la revista Nature del pasado agosto.
4. que dicho proceso presenta unas dimensiones sin precedentes a escala mundial y en él se
pueden observar dos fases sucesivas: una primera en la que Europa experimenta un fuerte
despegue poblacional, mientas el resto del mundo permanece estancado, y una segunda, en
la que la población de Europa se estanca, e incluso llega a decrecer en algunas zonas,
mientras la del resto de los continentes crece exponencialmente. Estamos, pues, ante
dinámicas poblacionales radicalmente distintas según grandes regiones geográficas, pero
con un elemento común en ambas: una gran cantidad de población dependiente (viejos en el
primer caso, niños y adolescentes en el segundo);
5. que, paralelamente, hay un mundo desarrollado, un mundo rico, cuya población, muy
envejecida, es precisamente la que apenas crece y que ha alcanzado altas cotas de calidad
de vida, de bienestar y consumo, y hay un mundo subdesarrollado que sigue creciendo de
modo exponencial, con poblaciones muy jóvenes, cada vez más empobrecidas y marginales;
6. que la preocupación por la dicotomía en esos procesos en nuestro Primer Mundo surge en
tiempos recientes, cuando se constata que nuestro mundo está siendo cada vez más
presionado por las ingentes masas de hambrientos afincadas en los límites inferiores de la
supervivencia y que los movimientos de esas poblaciones, primero de las zonas rurales a las
zonas urbanas del Tercer Mundo, y de ahí al Primer Mundo es una realidad difícilmente
controlable;
7. que dicha preocupación aumenta todavía más cuando se demuestra que la contribución
de esas poblaciones al agravamiento de los problemas ambientales (deforestación,
desertificación, efecto invernadero, erosión del suelo, etc.) es también cada vez mayor y
tiene repercusiones no sólo regionales, sino también globales;
8. que, en consecuencia, la población mundial en su conjunto ejerce una creciente y fortísima
presión sobre los recursos: en el Primer Mundo, por las formas de vida; en el Tercer Mundo,
por el volumen creciente de sus poblaciones.
2
II.- EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA POBLACIÓN MUNDIAL. LA TRANSICIÓN
DEMOGRÁFICA
3
A poco que se reflexione, se aprecia inmediatamente que la población mundial constituye un
sistema en el que se producen entradas y salidas, nacimientos y muertes, y que, obviamente,
el sistema es estacionario cuando existe una fuerte igualdad entre ambos parámetros; es
decreciente cuando la mortalidad es superior a la natalidad, y creciente en el caso contrario.
Es evidente también que, en la medida en que la distancia entre natalidad y mortalidad se
acreciente (en sentido positivo o negativo), aumentará o disminuirá más velozmente la
población, suponiendo en todos los casos como estable la variable fecundidad, no
controlable en ese momento:
¿qué pasó, pues, en el larguísimo periodo de los primeros 18 siglos de nuestra era
para que la población creciese de 250 a 750 millones, es decir, se triplicase, mientras
que, en tan solo dos centurias (1750-1950), haya logrado el mismo efecto
multiplicador, pasando de 750 millones a 2.500 millones (x3,33)?
Sencillamente, que durante esos primeros 18 siglos se mantuvo una misma distancia entre
los dos factores responsables del proceso: la natalidad y la mortalidad. Al ser la cifra de
nacimientos ligeramente superior a la de fallecimientos, la población fue creciendo sin pausa,
pero muy poco a poco.
Ello, lógicamente, no fue siempre así porque, de vez en cuando, la población sufría episodios
puntuales (guerras, hambres, epidemias) que hacían que en algunos años o periodos cortos
las defunciones superasen a los nacimientos.
Si dispusiésemos de datos globales fiables para todo ese largo período del ciclo antiguo, el
análisis nos revelaría que, a nivel mundial pasaba exactamente lo que los estudios locales
demográficos dejan ver con toda claridad para zonas muy concretas:
4
¿Qué sucede, pues, en el siglo XVIII para que cambie radicalmente el ritmo del
crecimiento? Suceden, muchas cosas:
d) además, se ponen en explotación nuevas tierras tanto en Europa, como sobre todo en los
nuevos continentes colonizados por los europeos;
B. Sucede una revolución en los transportes: se mejoran ostensiblemente los caminos, que
pasan de ser de herradura a carreteras. Avanzado ya el siglo XIX se da un salto de gigante
con la aplicación del vapor tanto a la circulación terrestre (ferrocarril) como a la navegación.
Paralelamente, se dictan leyes de libre comercio, que suprimen muchas trabas a la más o
menos libre circulación de mercancías.
C. Sucede también una revolución científica, con una serie de avances médicos que van a
hacer posible reducir las tasas de mortalidad, ampliando poco a poco la distancia positiva
entre nacimientos y muertes (vacunas, métodos de asepsia, etc.).
D. A caballo de los siglos XVIII y XIX se produce también en la Vieja Europa la tan
mencionada Revolución Industrial, que va a ser decisiva para el cambio en el régimen
demográfico: por un lado, se incrementa la producción de multitud de productos que sirven a
su vez de moneda de cambio para transacciones comerciales de todo tipo; por otro, se
incorporan sistemas de trabajo mecánico que permiten a muchos hombres ocuparse de otras
labores.
E. Una revolución urbana: las ciudades, nacidas y desarrolladas al socaire de los complejos
mineros y fabriles, crecen rápidamente y se convierten en auténticos agujeros negros que
absorben la población sobrante en el campo, necesaria ahora en fábricas y minas. En un
primer momento, sin infraestructuras adecuadas, esas ciudades se convierten en focos de
muerte. Pero, progresivamente, a lo largo del siglo XIX, se van a ir dotando de
infraestructuras (redes de saneamiento, potabilización del agua, limpieza de calles,
empedrado, ordenanzas municipales, etc.), con lo que dejan poco a poco de ser “focos de
muerte”, para ser zonas salubres, dinámicas, modernas y generadoras de cambios sociales,
económicos y de mentalidad.
De este modo, recapitulando, podemos afirmar que: crecen los intercambios, se reduce la
dependencia de las cosechas, se multiplica la capacidad productiva, se agilizan las
comunicaciones, se emprenden importantes obras públicas, se urbaniza la población, etc.
5
Todo ello tiene unas consecuencias demográficas que afectan tanto a los movimiento
naturales de población como a los espaciales.
2. la mortalidad, por su parte, descendió de forma más rápida, pasando de 30 por mil a
finales del siglo XVIII a un 12 por mil a principios del XX, lo que supuso un paralelo aumento
de la esperanza media de vida, pasando de 30 a 50 años. Pero, paradójicamente, como
hemos adelantado, al principio del proceso, la industrialización tuvo efectos negativos en el
plano demográfico, pues, como consecuencia del hacinamiento en ciudades sin apenas
servicios sanitarios ni higiénicos, con barrios insalubres e infraviviendas, con larguísimas
jornadas de trabajo, con la generalización el trabajo infantil y femenino en minas y fábricas,
iba a vivirse un recrudecimiento de las epidemias en Europa;
3. el hecho es que la combinación de todos esos factores y agentes hace que la población
mundial crezca rápidamente y, en un siglo, pase de 978 a 1.650 millones de habitantes.
Europa, cuna de todas esas revoluciones, fue la más beneficiada de ese incremento,
pasando en ese periodo de 208 a 430 millones, creciendo pues un 207 por ciento.
Resulta muy elocuente ver qué pasó con la población de cada continente en ese periodo,
pues permite valorar la incidencia que tendrá el fenómeno masivo de las migraciones
intercontinentales, que, por primera vez en la historia, se hacen posibles por la navegación
vapor.
De todos los valores recogidos en el Cuadro 2, los realmente significativos para el proceso
que acabamos de describir son los de Europa, comprendida en buena parte Rusia, pues en
los demás casos se dieron migraciones intensísimas desde la propia Europa (casos de
América y Oceanía), de manera que, de no haberse producido las mismas, el incremento
europeo sería mucho más significativo. Asimismo, por otro lado, se aprecia que el
crecimiento poblacional europeo es mayor en la segunda mitad del siglo (51%)
6
que en la primera (36%), pues es en ese momento cuando los avances médicos
mencionados empiezan a surtir su efecto, la revolución industrial está más extendida y
asentada y las infraestructuras urbanas comienzan ya a ser una realidad.
Y si para el análisis tomamos un periodo algo más amplio, las conclusiones a las que se
llegan no difieren mucho de lo visto estrictamente para el siglo XIX: en un principio, los
mayores incrementos relativos correspondieron al continente europeo, que, desde 1650 a
finales del siglo XIX, multiplicó por más de cuatro sus efectivos. Incapaz de absorber todo su
excedente demográfico, Europa envió emigrantes al resto del mundo, en especial a América
del Norte y en menor proporción a Iberoamérica y Oceanía. Sólo desde 1850 a 1900 América
del Norte triplicó su población y lo mismo ocurrió con Australia. Ese
fuerte crecimiento de la población europea y la de los continentes poblados por europeos que
se produce a lo largo del siglo XIX ha permitido definir a esta centuria como el siglo de la
gran explosión blanca. A finales del mismo, la población de Europa occidental estaba
pasando por la cima de su tasa de crecimiento.
Frente a esta situación, los aumentos relativos de los demás continentes resultaron mucho
más modestos. De 1650 a 1900, Asia, pese al fuerte incremento absoluto de su población, no
llegó a triplicar sus efectivos. El desconocimiento de los avances médicos surgidos en
Europa y las oleadas migratorias que se dirigen, desde mediados del siglo XIX, hacia el
continente americano, hicieron que no se doblaran sus efectivos hasta comienzos de la
centuria actual. El caso de África es bastante peor. Desdemediados del siglo XVII a
mediados del XIX, la población africana experimentó cierto retroceso. De él fueron
responsables las continuas guerras tribales, los factores tradicionales de sobremortalidad
-como el hambre o las epidemias y endemias del mundo tropical y ecuatorial- las
enfermedades
infecciosas originadas por el contacto con la población blanca establecida en las zonas
costeras y el tráfico de esclavos hacia América (más de 15 millones desde el siglo XVI a
1865) junto con el que desde antiguo mantenían los árabes en la zona oriental con destino a
Asia. Desaparecida, o al menos reducida la trata de esclavos, la población africana crecerá,
si bien no demasiado, ya en la segunda mitad de la centuria decimonónica
Hemos visto cómo durante siglos, las tasas de natalidad, muy altas (30/40 por mil),
superaron muy ligeramente a las de mortalidad, también muy altas. Eso hacía que la
población fuese creciendo, muy poco a poco, pero creciendo. Sin embargo, a partir del siglo
XVIII, el crecimiento de la población comenzó a acelerarse en Europa, siguiendo más tarde
unas pautas demográficas que fueron desacelerando progresivamente el crecimiento.
La reflexión sobre estos hechos llevó a Frank W. Notestein primero y a Kingsley Davis
después a estudiar con detalle cómo se había producido esa evolución en unos y en otros
países, buscando una explicación general, es decir, un modelo. Fue así como elaboró la
llamada teoría de la transición demográfica, que intenta definir unas etapas, de duración
variable según las poblaciones, por las que éstas han de ir pasando necesariamente desde
el modelo demográfico tradicional al actual. Las dos variables que se consideran en el
modelo son la natalidad y la mortalidad, y su diferencia, el crecimiento natural, acudiendo a
otros parámetros sólo a nivel explicativo.
El modelo parte de una etapa en la que una población presenta tasas muy altas tanto de
natalidad como de mortalidad, con lo que el crecimiento es débil; esta etapa se va a
denominar preindustrial o antigua, a otra en la que ambos parámetros son, por el contrario
7
muy bajos, siendo también el crecimiento igualmente débil. Se entiende por transición, el
período en el que, al pasar de una a otra de las etapas mencionadas, se produce una serie
de cambios notables. En él suelen distinguirse tres subperiodos:
8
Densidad de población = número de habitantes = hab./km2
superficie
%
Poblacion
Regiones Poblacion
( 2005 Est.)
Mundial
Africa 896,721,874 14.0 %
Asia 3,622,994,130 56.4 %
Europa 731,018,523 11.4 %
Oriente Medio 260,814,179 4.1 %
Norte America 328,387,059 5.1 %
Latinoamerica / Caribe 546,723,509 8.5 %
Oceania 33,443,448 0.5 %
TOTAL MUNDIAL 6,420,102,722 100.0 %
Existen cuatro zonas de intenso. poblamiento sobre la superficie terrestre, tres de las cuales
se localizan en el continente euroasiático.
El mayor foco se encuentra en Asia Oriental, especialmente en Japón, Corea y el este de
China. Concentra más de la cuarta parte de la población mundial. Entre las causas de la alta
densidad están las favorables condiciones climáticas para la agricultura, el relieve llano, la
antigüedad en la ocupación y la tradición cultural y religiosa que favorece las familias
numerosas dedicadas a actividades agrícolas.
El segundo foco demográfico se localiza en Asia Meridional, en países como la India,
Indonesia, Bangladesh y Pakistán, donde además de ciudades importantes, hay un
predominio de población rural fuertemente concentrada.
El tercer foco está constituido por la mayor parte de Europa, incluyendo el centro-oeste de
Rusia. Las condiciones físicas son favorables, por eso la mayor proporción de tierras está
dedicada a la agricultura. Pero la mayoría de las concentraciones humanas es resultado del
desarrollo de las actividades secundarias y terciarias (industrias, comercio, servicios).
El cuarto foco de población se localiza en la costa nordeste de América del Norte. En ella
resalta la gran megalópolis americana que se extiende desde Boston hasta Washington.
Fuera de estos cuatro focos, existen grandes metrópolis, como México, San Pablo, Buenos
Aires, etcétera, cuya principal característica es la concentración poblacional en relación con
los espacios circundantes de débil ocupación.
LAS DENSIDADES INTERMEDIAS
Son áreas regularmente ocupadas y favorecen la aparición de concentraciones secundarias.
Las principales son:
• el este de Australia y Nueva Zelandia;
• el Valle del Nilo, Sudáfrica y el golfo de Guinea en el continente africano;
• alrededor de Los Ángeles-San Francisco, en torno a Vancouver y en las llanuras centrales
de América anglosajona;
• el Valle Central de Chile, donde se encuentra Santiago;
• la llanura central de América del Sur y el nordeste de la costa brasileña;
• las altas tierras de los Andes Centrales y Septentrionales desde La Paz en Bolivia hacia el
norte en Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela
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Población en 2008. Clasificación de 30 países
--------------------------------------------------------
País (en inglés) Población
--------------------------------------------------------
1 China 1,330,044,605
2 India 1,147,995,898
3 United States 303,824,646
4 Indonesia 237,512,355
5 Brazil 191,908,598
6 Pakistan 167,762,040
7 Bangladesh 153,546,901
8 Russia 140,702,094
9 Nigeria 138,283,240
10 Japan 127,288,419
11 Mexico 109,955,400
12 Philippines 92,681,453
13 Vietnam 86,116,559
14 Germany 82,369,548
15 Egypt 81,713,517
16 Ethiopia 78,254,090
17 Turkey 71,892,807
18 Congo (Kinshasa) 68,008,922
19 Iran 65,875,223
20 Thailand 65,493,298
21 France 64,094,658
22 United Kingdom 60,943,912
23 Italy 58,145,321
24 Korea, South 49,232,844
25 Burma 47,758,181
26 Spain 46,491,051
27 Ukraine 45,994,287
28 Colombia 45,013,674
29 South Africa 43,786,115
30 Argentina 40,677,348
11
2.1. NATALIDAD Y FECUNDIDAD
La tasa media de fecundidad es de 2,68 a nivel mundial y los valores extremos corresponden
a Níger con 8 hijos por mujer, y a Bulgaria con 1,10.
En los países en desarrollo la fecundidad todavía es, en general, alta pero no uniforme.
Dentro de este grupo de países se pueden diferenciar dos grupos:
aquellos con niveles muy altos de natalidad y fecundidad (más de 6 hijos por mujer), que en
su mayoría corresponden a África y al SO de Asia, áreas rurales de economía tradicional;
• aquellos que presentan valores intermedios (entre 2,5 y 6 hijos por mujer), que pertenecen
a las regiones más urbanizadas y de mayor nivel económico de América latina y del resto de
Asia.
2.2. MORTALIDAD
Por lo tanto, es conveniente utilizar junto a la tasa de mortalidad otros indicadores como la
tasa de mortalidad infantil y la esperanza de vida.
En los países desarrollados las tasas de mortalidad son bajas y uniformes y la esperanza de
vida alta, aunque en los últimos años se ha producido un aumento de la tasa de mortalidad,
sobre todo en los países europeos, debido al envejecimiento de la población. Las causas de
muerte más comunes son las enfermedades del aparato circulatorio y los distintos tipos de
cáncer.
Una pirámide de población es un gráfico que permite observar la estructura por edad y sexo
de una población en un momento dado.
Pirámide estacionaria o estable: presenta una natalidad moderada a débil y una mortalidad
débil. Hay mayor igualdad entre la población joven y adulta y el porcentaje de ancianos es
más alto. Recibe el nombre de pirámide Campana.
La pirámide regresiva: también llamada Urna Funeraria, posee ta sas de natalidad muy
bajas y de mortalidad bajas. El grupo de población adulta predomina sobre el de la población
joven. El porcentaje de ancianos es importante.
La pirámide de los países desarrollados, como el caso de Francia (Europa), presenta una
base muy reducida por las bajas tasas -de fecundidad y un predominio de la población
aduLta y anciana. Esto evidencia el nivel de envejecimiento de esta población. Constituye
una pirámide de tipo regresiva.
En los países en desarrollo, por ejemplo Sudán (África), predominan Las pirámides
progresivas. Las altas tasas de fecundidad producen una base amplia y por consiguiente
mayor porcentaje de pobLa.ción joven. La esperanza de vida es baja, por lo cual pocas
personas llegan a edades avanzadas.
13
La Argentina representa un ejemplo de La pirámide estacionada. Se observa, en Líneas
generales, un equilibrio entre Los sexos y una distribución regular de Los escalones
correspondientes a cada grupo de edad. Indica también una baja natalidad y un mayor
porcentaje de población anciana.
En la última mitad del siglo XX, la esperanza de vida promedio de la población mundial ha
aumentado alrededor de 25 años. Las causas de este incremento pueden atribuirse a una
mejor calidad de vida que provocó una disminución de la mortalidad infantil: agua no
contaminada, mejor saneamiento y nutrición adecuada. También constituyen otras causas el
acceso a servicios de salud y educación.
En los países desarrollados las personas de más de 65 años representan alrededor del 15%
de la población. La mayor proporción se encuentra en Europa y ie siguen América del Norte y
Oceanía.
En los países en desarrollo el problema radica en que no cuentan con los mediospara
atender las necesidades de los ancianos. Existen dos regiones en el mundo donde el
envejecimiento todavía no constituye un reto para la sociedad: África Subsahariana y Asia
Meridional. Los países de estas dos regiones deben afrontar cuestiones más urgentes como
son el acelerado crecimiento de la población, la elevada mortalidad de lactantes y niños, el
masivo éxodo rural y las enfermedades, como el sida.
El mundo del trabajo afecta a todos los habitantes del planeta. Su estudio es de particular
relevancia en el marco de la globalización y de los profundos cambios políticos y
tecnológicos que afectan a la sociedad actual. Con tal propósito se utiliza ampliamente la
clasificación que distingue entre población económicamente activa y económicamente
inactiva.
14
para la producción de bienes y servicios (entre 15 y 64 años). Dentro de ella se distinguen los
ocupados, que son aquellos que trabajan y reciben algún tipo de pago por sus tareas, y los
desocupados, que son los que no tienen un empleo pero lo buscan o están a la expectativa
de alguno.
La población activa se puede clasificar teniendo en cuenta varios criterios, como: la rama o
sector de actividad, la ocupación, la situación profesional, etcétera. El criterio más utilizado y
simple, también como indicador del desarrollo de una determinada sociedad, es el que tiene
en cuenta el sector de la economía en el que la población activa realiza sus actividades:
primarias, secundarías y terciarias (y eventualmente cuaternarias).
En los países desarrollados los porcentajes de población ocupada en el sector primario son
extremadamente reducidos, pero es una actividad muy productiva. Se trata de una
agricultura tecnificada e industrializada. Como ejemplo se pueden mencionar los países de
Europa Occidental, América anglosajona, Japón, Australia y Nueva Zelanda.
El sector secundario, representado por la actividad industrial, presenta una situación opuesta
a la del sector primario. En términos generales, los países desarrollados cuentan con los
porcentajes más elevados (superiores al 30%) y los países en desarrollo valores que se
encuentran entre el 10% y el 20%.
Cabe destacar que los países industriales poderosos cuentan con un porcentaje bajo de la
población dedicado a la industria (por ejemplo, Estados Unidos, el 21%). Esto se debe a que
han trasladado la mayor parte de sus industrias a naciones en desarrollo por la presencia de
gran cantidad de mano de obra barata. Los países desarrollados sólo mantienen las tareas
de investigación y las industrias que producen tecnología de punta (informática, electrónica,
etcétera).
Debe advertirse que las características enunciadas no se cumplen en algunos países por
distintas causas. Por ejemplo, Arabia Saudita y Grecia, países con elevado porcentaje de
población afectada a la industria o a los servicios, no se encuentran entre los que presentan
mayor desarrollo económico y social, que está concentrado en muy pocas personas y no se
extiende a toda la población.
El sector terciario, orientado a las actividades comerciales y a los servicios (los que son
públicos como la educación y la salud, los profesionales, los transportes, etcétera), ha sufrido
un acelerado crecimiento en los últimos años. En los países desarrollados, esta expansión se
debe a una mayor demanda de servicios más especializados (en el campo del comercio, el
transporte, la recreación, la información, etcétera) por parte de su población, que cuenta con
sus necesidades básicas satisfechas.
15
En los países en desarrollo existe una gran variedad de situaciones. Los valores más bajos
se encuentran en África con porcentajes inferiores a 10. Los más altos, similares a los de los
países desarrollados, son producto, en parte, del crecimiento de las ciudades por el éxodo
rural. Allí se advierte un aumento de empleos urbanos o actividades económicas informales o
marginales caracterizadas por condiciones de trabajo precarias e inestables.
Las migraciones son consideradas uno de los grandes retos para el siglo. Constituyen un
elemento esencial del proceso de desarrollo e influyen tanto sobre el crecimiento
demográfico como sobre las actividades económicas y sociales de los países afectados.
16
Existen múltiples clasificaciones de las migraciones. Se basan en distintos criterios: la
duración, las causas, los deseos del ,migrante, el grado de calificación, et:étera. En este caso
nos interesa la clasificación basada en ios límites de los países, que distingue:
Entre los principales acontecimientos de los últimos tiempos que provoca aumentos de los
movimientos migratorios internacionales, se pueden enumerar la desintegración de la ex
URSS y su reconfiguración en los Estados sucesores; cambios políticos, económicos y
sociales de Europa Oriental; la disolución de la ex Yugoslavia y los prolongados conflictos
étnicos; la crisis del Golfo en 1990 guerra civil en Ruanda.
Frente a estos acontecimientos, los países de destino están modificando sus políticas en
materia migratoria. Adoptan medidas restrictivas que convergen hai un mayor control de la
inmigración y desembocan en la exclusión.
También los países en desarrollo muestran una mayor tendencia a restringir lai migración y a
atender los problemas causados por la emigración.
Todos los países en el momento de elaborar sus políticas migratorias deben tener en cuenta
dos cuestiones:
17
• Migración laboral o a corto plazo: incluye la mano de obra extranjera
temporal y los que tiene por objeto cubrir puestos de trabajo que requieren
conocimientos muy especializados (profesionales).
En Áftica, Sudáfrica constituye un foco de atracción para los países localizados al sur del
Sahara. En África del Norte las corrientes migratorias se dirigen hacia Europa.
En América, América Central y el Caribe son las principales áreas expulsoras de población,
que se desplaza hacia los Estados Unidos. Argentina y Venezuela también conforman focos
de atracción, en especial para sus países vecinos.
Europa Occidental constituye otra área de destino de emigrantes internacionales. Hacia ella
se dirigen principalmente emigrantes del norte de África y de Europa Oriental.
Australia y Nueva Zelanda son también países receptores de inmigración. Cuentan con
alrededor de 5 millones de extranjeros que representan el 18% de la población de Oceanía,
máximo valor del mundo.
18
4.- LAS POLÍTICAS DE POBLACIÓN
El objetivo de todas las políticas es perseguir un desarrollo humano sostenible, llamado por
algunos desarrollo con equidad, es decir que contribuya a mejorar la calidad de vida de las
personas y a reducir las desigualdades existentes entre los habitantes.
La acción del Estado puede ejercerse sobre cualquiera de las variables demográficas:
crecimiento, composición, distribución, migraciones, tamaño. El factor alrededor del cual se
han aplicado las políticas demográficas más importantes es el crecimiento de la población.
Las políticas antinatalistas más importantes corresponden a los países en desarrollo, como
es el caso de China e India. Entre los países desarrollados se destaca Japón, que también
aplicó programas de planificación familiar.
Otro factor sobre el que se aplicaron medidas y políticas importantes a nivel mundial es el
de las migraciones, sean éstas internas o externas.
19
Con respecto a las migraciones internacionales los países de destino, en general, están
desarrollando políticas restrictivas hacia los inmigrantes.
Por el contrario, los países que sufren de emigración, ponen en práctica medidas para
resolver los siguientes problemas:
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) creó en 1990 el Índice de
Desarrollo Humano (IDH). Éste mide los progresos generales de un país en tres dimensiones
básicas del desarrollo humano. Para cada dimensión se ha elegido una variable que la
representa.
El IDH reduce los tres indicadores básicos a un valor que indica la distancia que el país tiene
que avanzar hasta llegar al máximo posible. Este índice va de 1 (el mejor) a O (el peor).
• países con desarrollo humano alto: con valores del IDH de 0,800 y superiores;
• países con desarrollo humano medio: con valores entre 0,500 y 0,799;
De los 162 países de los cuales se calculó el IDH, 48 están en la categoría de alto desarrollo
humanó, 78 en la categoría mediana y 36 en la categoría baja.
Los países que ofrecen los mejores puntajes en la clasificación del IDH son Noruega (0,939),
Australia (0,936) y Canadá (0,936). A partir de allí se ubican los demás países y en los
últimos lugares de la lista aparecen Burundi (0,309), Níger (0,274) y Sierra Leona (0,258).
20
La Argentina ocupa a nivel mundial el lugar 34 éon un valor del IDH de 0,842. Dentro de
América latina se sitúa:
LA POBREZA EN EL MUNDO
La pobreza se puede definir como la situación que afecta a las personas que carezen de lo
necesario para el sustento de sus vidas, es decir, que no pueden satisfacer sus necesidades
básicas. Se trata de un concepto multidimensional; no atiende sólo aspectos económicos
sino que también incluye aspectos no materiales y ambienta[es. Implica no tener la
oportunidad de vivir una vida larga, sana, creativa y disfrutar de libertad, dignidad, respeto
por sí mismo y de los demás.
• problemas políticos;
• desastres naturales;
• gestión inadecuada del medio ambiente (utilización incorrecta de los recursos naturales por
parte del hombre).
Se han propuesto distintas metodologías para medir la pobreza de los habitantes del planeta.
Algunos utilizan indicadores de carácter pecuniario (producto bruto in:emo, PBI), otros tienen
en cuenta cuestiones vitales (esperanza de vida, consumo diario de calorías, entre otros) y
otros aspectos educativos (analfabetismo, etcétera).
Cada uno de estos indicadores ofrece ventajas y desventajas y su aplicación depende del
propósito que se persiga.
De acuerdo con este índice, la pobreza humana afecta a una cuarta parte de la población del
mundo en desarrolló. Los países que se encuentran en los últimos lugares de la clasificación
según el IPH ocupan también los últimos lugares de la :clasificación según el Índice de
Desarrollo Humano. El África al sur del Sahara y Asia Meridional son las áreas donde la
pobreza humana está más generalizada. Níger, Sierra Leona y Burkina Faso son los países
del mundo que presentan los valores más altos, con más del 55% de la población en
condiciones de pobreza.
El hecho de que los países industrializados alcancen los porcentajes más bajos de pobres,
no significa que en esos países no los tengan, pues el problema de la pobreza es mundial lo
que ocurre es que en esos países la mayoría de sus habitantes no son pobres y gran parte
tiene acceso a condiciones dignas de vida. En cambio, en los países en desarrollo, existe un
predominio de pobres y una minoría de ricos.
En el mundo, la mayoría de los pobres todavía se localiza en las zonas rurales, pero esta
situación está cambiando y probablemente en el siglo XXI la mayor parte viva en ciudades.
Este proceso será resultado de la migración a las zonas urbanas, del menor acceso a
recursos productivos, del desarrollo insuficiente de la vivienda urbana y la infraestructura
física, etcétera.
LA MUJER EN EL MUNDO
Esta temática es abordada por la Geografía del Género, que estudia las diferentes originadas
socialmente entre el hombre y la mujer, o sea que analiza la sítua5n de la mujer en la
sociedad y su papel como agente económico.
22
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha propuesto ,s índices para
medir las disparidades entre mujeres y hombres en los distintos países del mundo: el Índice
de Desarrollo relativo al Género (IDG) y el Índice de Potenciación del Género (IPG).
Este índice mide los logros en las mismas dimensiones y variables que el Indice de
Desarrollo Humano (IDH), pero toma en cuenta la desigualdad de los adelantos entre
mujeres y hombres. Para ello también incorporan otros datos: la comparación entre el salario
medio femenino y masculino, y el porcentaje de hombres y mujeres en la población
económicamente activa.
Como conclusión del análisis del IDG, a nivel mundial, se puede advertir:
• ninguna sociedad trata a sus mujeres como a sus hombres, ya que el valor del IDO es
inferior
. Los países que ocupan los primeros y los últimos lugares en el IDO también son,
~ su mayoría, los que ocupan los mismos puestos en el Índice de Pobreza Humana
Paises con las mejores situaciones para la Paises con las peores situaciones para la
mujer mujer
Noruega 0.937 Etiopía 0.308
Guinea
Australia 0.935 0.308
Bissau
Canada 0.934 Burkina Faso 0.306
Suecia 0.931 Burundi 0.302
Bélgica 0.928 Niger 0.3260
IV. CONCLUSIÓN
* Perspectivas demográficas.
Según las proyecciones de las Naciones Unidas, en el año 2009, la población mundial
podría alcanzar los 6.800 millones de habitantes, y en el 2110 podía llegar a un estado
estacionario con 10.500 millones. Este estado estacionario se alcanzaría con un crecimiento
cero de la población, donde natalidad y mortalidad tenderían a igualarse, y una estructura de
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edades así mismo estable. Esta proyección se apoya en la hipótesis de la continuación de
las tendencias descendentes de la fecundidad y mortalidad observadas desde el año 1975.
Una cosa es la precisión de las cifras y otra la existencia de problemas que demandan
solución. Los países más desarrollados apenas están garantizando la renovación de las
generaciones. Un descenso de la población supondría el desequilibrio económico del
sistema, que debería ajustar sus variables a un nuevo nivel de consumo. El envejecimiento
de la población supone que las cargas sociales van creciendo día a día, agravadas por la
escasez de empleo, hay que contar con los estudios en los jóvenes y la jubilación anticipada.
V. BIBLIOGRAFÍA.
Rafael Puyol, José Estébanez, Ricardo Méndez: «Geografía humana». Cátedra. Madrid 1988
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Jordi Nadal: «La población española (siglos XVI a XX)». Ariel. Barcelona 1988
Michael W. Flinn: «El sistema demográfico europeo, 1500-1820». Crítica. Barcelona 1993
Massimo Livi-Bacci: «Ensayo sobre la historia demográfica europea». Ariel. Barcelona 1988
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