COMPETITIVO
Un enfoque estratégico
John O'Shaughnessy
MARKETING
COMPETITIVO
Un enfoque estratégico
Título original: «COMPETITIVE MARKETING»
A Strategic Approach. 2nd Ed.
VII
VIII CONTENIDO
Un nuevo libro de texto, como cualquier otro producto, debe tener como
objetivo la satisfacción de una necesidad. La que pretende satisfacer este
libro es la de aclarar y organizar las ideas sobre cómo «pensar» y planificar
dentro de una verdadera mentalidad de marketing. Este vacío ha sido
reconocido y señalado en los actuales textos de introducción al marketing,
por muchos estudiantes de «master» y otras personas. Si en ellos queda una
impresión específica ante tales textos es la de que en marketing frecuente-
mente existe una amplia confusión de conceptos escondida bajo una capa de
informaciones cuantitativas, que tienden a sugerir un cierto rigor intelectual.
Muy a menudo, al lector se le ofrece un gran número de ideas aisladas, pero
no se le facilita la comprensión sistemática del marketing o de sus reales
dimensiones en la solución de los problemas de la empresa.
La necesidad, en consecuencia, se concreta en la elaboración de un texto
introductorio, no de gran tamaño, dirigido a remediar estas deficiencias y
que, al mismo tiempo, evite un tratamiento simplista del tema. Ese es el
objetivo de este libro. Pero, dado que es, al mismo tiempo, una introducción
al marketing y una crítica a muchas ideas tradicionales, podría parecer a
algunos un texto iconoclasta. Si es así, ésta sería una reacción al contenido
de muchos textos introductorios, tan saturados de convicciones que merece-
rían un análisis más profundo. Si el proceso de entendimiento es el resultado
de tomar lo que se ha dicho y establecer sus significados y limitaciones,
existirá siempre la necesidad de acelerar ese proceso. De cualquier manera,
éste no es un libro escrito desde una posición radical. Algunos de mis colegas
podrían haberme llevado a ser más severo en algunas de mis posiciones
críticas, y si en algo las he limitado es porque soy lo suficientemente
consciente como para comprender que algunas ideas, que muestran serias
deficiencias a nivel teórico, muchas veces se comportan satisfactoriamente a
nivel práctico.
Este libro no constituye una revolución, pero sí trata de esclarecer los
puntos claves más notables de la forma de pensar en marketing. En la
IX
PREFACIO A LA PRIMERA EDICIÓN
XI
PARTE PRIMERA
Marketing y planificación
de marketing
1
La naturaleza
del marketing
DEFINICIÓN DE MARKETING
3
4 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
marketing, si bien muchos de ellos coinciden con Bartels (1974) cuando dice:
«si es necesario concebirlo tan ampliamente como para incluir en su campo
de aplicación tanto las áreas económicas como las no económicas, posible-
mente el marketing, como fue concebido originalmente, hará su reaparición
en el futuro bajo otro nombre».
Así como los físicos estudian el átomo como la unidad básica de análisis, de
la misma manera el marketing, como disciplina, trata también de identificar
la unidad básica o central de estudio del mismo. Kotler y Levy (1969b), en su
respuesta a Luck, plantearon que el núcleo del marketing se relaciona con la
idea general de «intercambio», más que con la extendida tesis de situarlo en
las «transacciones» de mercado. Pero Kotler (1972) más tarde reclamó que
el núcleo conceptual del marketing descansa en el concepto de transacción,
que él definió como el intercambio de valores entre dos partes. Sin embargo,
otros escritores (Bagozzi, 1975) continúan situando el núcleo del marketing
en el concepto de «marketing como intercambio», un punto de vista
inicialmente señalado por Wroe Alderson (1957), uno de los primeros
pensadores del marketing.
Existen problemas al situar el punto focal del marketing tanto en la
transacción como en el intercambio. Existe en la actualidad una bien
estructurada área de la sociología conocida cómo la «teoría del inter-
cambio», en la que las «transacciones» se conciben como intercambios
individuales en los que se produce alguna transferencia concreta (Heath,
1976). La cuestión se plantea entonces en establecer las diferencias que
pudiesen existir entre los problemas de intercambio en el área de marketing
contrastados con aquellos contemplados dentro de la teoría sociológica del
intercambio. Es significativo observar que es más lo que se ha hablado sobre
el intercambio como unidad básica de análisis del marketing, que lo que se
ha aplicado en la práctica, a pesar de que ha habido algunas aplicaciones
(Dwyer, Schurr y Oh, 1987). De cualquier manera, la teoría del intercambio
desarrollada en el área de la sociología ha sido importante para el progreso
del marketing.
Existen tres vertientes de la teoría sociológica del intercambio. Las
mismas están asociadas con Homans (1950), Blau (1964) y Emerson (1972).
Las tres variantes, sin embargo, parten de un punto de vista común: concebir
las actitudes de las personas como la búsqueda de la maximización de
las recompensas y la minimización de los costes, en la que el concepto de
8 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Líneas de influencia
Tal y como he señalado más de una vez, la última cuestión que las empresas
inglesas toman en consideración cuando solicitan una orden es el gusto de los
consumidores. «Estos son buenos productos; tómelos o déjelos», es de hecho
el mensaje general que llevan nuestros representantes comerciales.
Dictador
Algunas organizaciones, como los servicios públicos de transporte, al menos
por un corto lapso, disfrutan de un mercado claramente cautivo debido a la
12 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Fig. 1.2. Orientación hacia el consumidor como reflejo del balance del poder relativo.
Manipulador
Algunas empresas podrían recurrir a la manipulación de los consumidores
utilizando el recurso de distorsionar la realidad. En realidad, el marketing no
es más honesto que las personas que lo practican y las actividades promocio-
nales tienden, de por sí, a la duplicidad y ambigüedad. De hecho, muchos
eminentes economistas reclaman que las empresas están menos preocupadas
por la relación deseo-satisfacción que por la de deseo-creación (véase Schum-
peter, 1949; Knight, 1966; Galbraith, 1971). En particular, Galbraith ve las
grandes corporaciones como fuerzas poderosas que controlan y manipulan
los deseos del mercado: «el mito que afirma que la gran corporación es un
LA NATURALEZA DEL MARKETING 13
Problemas operacionales
Con mucha frecuencia se presentan serios problemas operacionales para
identificar con exactitud los deseos del mercado. Las personas no siempre
son conscientes de sus deseos, como alguien puede no ser consciente de
sentir frío si no está activamente tratando de mantener una temperatura
corporal aceptable. Es muy posible que si a una persona se le dice que
aparenta tener frío, conteste: «Ahora que lo menciona, siento...» En otras
palabras, muchos deseos se encuentran latentes y sólo se activan en el
consumidor cuando éste los relaciona con un producto específico o se le
informa sobre sus prestaciones. En este sentido, Levitt (1977) estableció una
distinción entre la orientación hacia el consumidor y el precepto del
«consumidor rey» del mercado, dado que la palabra «rey» sugiere la
existencia de alguien que dirige, que conoce lo que desea y demanda que se
le supla lo que desea. Levitt argumenta que en la mayoría de los casos, los
consumidores no conocen lo que desean, al menos hasta que no llegan a
tener un contacto directo con productos o servicios específicos. Otro
problema se plantea al tratar de determinar la real capacidad de los
consumidores para visualizar y sugerir verdaderas innovaciones, y no
limitarse a sugerir modificaciones menores de los productos. Se ha argumen-
tado que el objetivo que predomina en muchas empresas es el de limitarse a
productos de bajo riesgo o a simples modificaciones de estilo, en vez de ser
realmente innovadoras (Bennett y Cooper, 1981). Más aun, dado que el acto
de compra y uso de los productos constituye, además, un proceso educativo,
es muy posible que, como resultado de experiencias posteriores, lo que fue
considerado inicialmente satisfactorio luego no se considere aceptable.
Existen otros problemas operacionales. Aun si el deseo puede ser
claramente identificado, no existe la certeza de que tal deseo pueda ser
satisfecho técnicamente. Todavía no existe una cura para el SIDA a pesar de
que claramente existe su necesidad. Menos obvia es la dificultad para
identificar y crear la imagen correcta para un producto. Sabemos que el uso
18 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
del nombre de una personalidad puede ser importante para productos como
fragancias, licores y cigarrillos, pero el éxito de una imagen, como la del
«cowboy de Marlboro», indica que la misma está más «interiorizada» de lo
que la teoría podría explicar. Por otra parte, y particularmente en las
compras industriales, muchas personas pueden verse envueltas en una
decisión de compra. Cada uno de los participantes en la decisión puede
requerir atributos distintos e incompatibles entre sí, lo que conduce a que, en
realidad, lo importante es identificar la mejor oferta de compromiso.
A pesar de las dificultades señaladas anteriormente y de que probable-
mente exista la necesidad de reflexionar más a fondo sobre el concepto de
marketing (Benton, 1985), muchas de las críticas que se le han hecho no son
insuperables. De hecho, algunas de estas limitaciones no son realmente
propias del concepto de marketing, sino que se originan en el hecho de
circunscribir las posibilidades de conocer los deseos del consumidor exclusi-
vamente al procedimiento de investigarlos directamente. Existen muchas
otras maneras, enfoques o vías para lograr la identificación de ideas claras
sobre posibles deseos de los consumidores que conduzcan a la creación de
productos capaces de satisfacerlos (por ejemplo, el estudio de los usos y
aplicaciones que hace el consumidor de los bienes y servicios, evaluación del
proceso de consumo analizado como un sistema del que forma parte el
producto, etc.).
CONCLUSIÓN
Estrategia corporativa
Concepto de área de negocios
Conclusiones
27
28 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
ESTRATEGIA CORPORATIVA
La empresa fue fundada en 1968 con una estrategia muy ambiciosa: lanzar
productos tan innovadores que le permitiesen operar durante un largo perío-
do sobre una base de precios de casi-monopolio hasta que sus competidores
pudiesen aprender a «cazarla»; utilizar estos beneficios para financiar un
crecimiento muy rápido (nunca se han pagado dividendos a los accionistas); y,
cuando los competidores lograsen igualarla, retirar esa generación de produc-
tos y lanzar una nueva generación para volver a ser el líder sobre toda la
competencia.
La estrategia fue eficaz y rentable. La empresa sobrepasó los 100 millones
de dólares en 1974 y los 800 millones de dólares el último año. Su margen de
beneficios duplicó el promedio de los competidores más importantes. Y se ha
convertido en una especie de Meca para los ingenieros más brillantes. Pero el
resultado final ha sido una vinculación demasiado estrecha con la innovación,
que constituye una posición difícil de sostener para una empresa de ese
tamaño.
además, desarrollar una ventaja adicional. Por ejemplo, Procter & Gamble
fue la primera empresa en lanzar al mercado pañales desechables bajo la
marca «Pampers»; luego vinieron los «Huggies» de la Kimberly-Clarck con
sus elásticos que, al ajustarse a las piernas, impedían el escape de líquido.
Ahora, la ventaja de los «Huggies» ha sido superada por Procter & Gamble
con sus «Ultra Pampers», que producen mayor absorción evitando que los
«niños se sientan acolchados en una húmeda esponja en contacto con las
áreas delicadas de su piel». En los mercados competitivos no existe eso que
se llama victoria final, sino una simple sucesión de escaramuzas y batallas.
La decisión más importante para los ejecutivos de alto nivel de una empresa
consiste en determinar los objetivos que se deben lograr mediante las inver-
siones que han de realizarse en las distintas áreas en que operan. Los
diferentes objetivos pueden ser:
• crecimiento en un área;
• mantener/defender las posiciones existentes;
• reconvertir/reconstruir/transformar el área de negocios;
• «cosechar» o eliminar productos o áreas de negocios;
• salirse de una determinada área o áreas.
Cada plan de marketing depende de los objetivos de inversión de la
empresa. Una empresa puede decidir que está en disposición de desarrollar
una acción de crecimiento global hacia todos los frentes, pero luego encon-
trarse con que no están disponibles las inversiones necesarias para penetrar
en determinados mercados. Por su parte, los ejecutivos de más alto nivel del
área de marketing deben ser incorporados a la decisión sobre los objetivos
de inversión, dado que la elección de los mismos dependerá del estableci-
miento previo de las oportunidades de mercado.
En la selección entre varias opciones de inversión, el dilema radica en
identificar el área más rentable: hacia ella debe canalizar la empresa sus
recursos. Los factores más importantes (y tradicionalmente considerados) en
esta selección son: a) diferencias en el potencial de crecimiento y de genera-
ción de efectivo; b) capacidades específicas de la empresa en relación a los
requerimientos del mercado; y c) fuerza competitiva de las demás empresas
que concurren al mercado/segmento. La novedad en esta área radica en la
reciente incorporación de una serie de esquemas que permiten un acerca-
miento más sistemático al problema. Estos esquemas indican cuáles son las
informaciones más importantes que se deben reunir y el enfoque que se debe
seguir en el proceso de selección entre varias opciones.
34 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Las dos premisas básicas del enfoque de Boston Consulting Group (BCG)
son las siguientes:
• las empresas que poseen mayor experiencia en la producción de un pro-
ducto son aquellas que poseen más bajos costes de producción y, en
consecuencia, sus productos son los que aportan un más alto potencial de
generación de efectivo;
• existe una correlación muy alta entre participación de mercado y rentabili-
dad a largo plazo.
Para fundamentar la primera premisa, BCG argumenta que los costes se
reducen en cerca de un 20 a un 30 por 100 en términos reales cada vez que el
volumen acumulado de las operaciones se duplica. (La duplicación del volu-
men es la medida que utiliza BCG para establecer correlativamente la
duplicación de la experiencia.) Esta relación es conocida como curva del
efecto de la experiencia, en la que se asume que la reducción de coste es una
función de la acumulación de la experiencia. Un 75 por 100 en la curva de la
experiencia quiere decir que, ante una duplicación del volumen de operacio-
nes o de la producción, los costes unitarios descenderán (20-30 %±) en
relación a los niveles de operación que existían antes de que se duplicasen los
volúmenes y que el 75 por 100 de esa reducción es consecuencia del efecto de
la experiencia acumulada. El restante 25 por 100 se denomina como tasa de
aprendizaje. Dado un mismo nivel de tasa de aprendizaje, pasar de una
producción de 20 millones de unidades a 40 millones tendrá el mismo efecto
porcentual en los costes (es decir, valor agregado neto deflacionado) que
pasar de una producción de 20.000 a 40.000 unidades. Los costes deberán,
claro está, ser deflacionados, es decir, ajustados para eliminar los efectos de
NIVEL ESTRATÉGICO DE LA PLANIFICACIÓN DE MARKETING 35
Fig. 2.1. Matriz de participación en el crecimiento: análisis del portafolio de productos (según:
Boston Consulting Group).
NIVEL ESTRATÉGICO DE LA PLANIFICACIÓN DE MARKETING 37
Críticas
El análisis propuesto por BCG ha tenido un impacto importante al inducir a
las empresas a adoptar un enfoque más sistemático para determinar sus
prioridades de inversión. Siempre existirá un cierto nivel de peligro en la
actitud de aquellas gerencias que requieren crecimiento en las ventas, en la
participación de mercado y en la generación de beneficios para todos los
productos, sin realizar ningún tipo de análisis sobre la potencialidad del
propio crecimiento o la posición competitiva de la empresa. El análisis del
portafolio, al forzar la necesidad de una evaluación colectiva de los produc-
tos, evita la trampa de considerar cada producto o negocio aisladamente
(«en base a sus propios méritos»).
Sin duda alguna, los esquemas de BCG poseen muchos elementos útiles.
Sin embargo, también es necesario admitir que plantean algunas limitacio-
nes, tanto teóricas como prácticas:
El efecto de la experiencia. La argumentación teórica para explicar el
efecto de la curva de la experiencia en el mejor de los casos sólo explica por
qué los costes tienden a disminuir como resultado de una mayor experiencia.
Pero no garantiza la afirmación de que provocarán una reducción aproxi-
madamente del 20 al 30 por 100. A pesar de que se han producido evidencias
que soportan la existencia del efecto de la experiencia acumulada sobre los
costes (véase Day y Montgomery, 1983), esto no indica que siempre los
costes disminuyan entre un 20 y un 30 por 100 como resultado de la
duplicación de la experiencia. BCG está de acuerdo con este planteamiento,
pero rehusa restarle validez a su «ley», aduciendo, con un argumento hipo-
40 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
2. Posición competitiva
(i) Estrategias altamente concentradas: tratan de evitar la tentación de «hacer de todo».
(ii) Reputación de alta calidad.
(iii) Precios medios o bajos, pero complementados con altos niveles de calidad.
(iv) Bajos costes totales, por ejemplo, concentrándose en una reducida línea de produc-
tos «estandarizados».
3. Conclusiones
(i) Una baja participación de mercado no necesariamente conduce a bajos niveles de
rentabilidad.
(ii) Un medio ambiente de mercado estable contribuye al éxito en las empresas que
tienen baja participación,
(iii) La selectividad es la clave del éxito al tener una baja participación —por ejemplo,
estrategias distintivas que no imiten las de los líderes del mercado.
Fuente: Carolyn Y. Woo y Arnold C. Cooper, «The surprising case for low market share», Harvard
Business Review, noviembre-diciembre 1982.
Fig. 2.3. Diagrama de las nueve casillas para el análisis de inversiones de General Electric.
NIVEL ESTRATÉGICO DE LA PLANIFICACIÓN DE MARKETING 45
1,0 3,0
1,0 3,7
Críticas
El enfoque de GE presenta numerosas limitaciones. En primer lugar, al
asignar el «peso» y la «evaluación» a cada uno de los factores seleccionados
para determinar la «posición» y la «atracción», intervienen influencias muy
fuertes de criterios subjetivos. Por otra parte, una posición específica en la
matriz puede no representar la misma mezcla de factores; en otras palabras,
la misma puntuación puede ser obtenida por diferentes mezclas de factores.
Esto quiere decir que cada una de las casillas puede contener una amplia
variedad de áreas o productos. Dado esto, ¿sería razonable asumir que el
solo hecho de conocer la casilla en la que se sitúa un área de negocio o
producto es suficiente para determinar el objetivo de inversión apropiado?
Por ejemplo, la recomendación de estrategia de inversión para la categoría
(V) en la figura 2.3, se refiere tanto a una acción de reestructuración de las
NIVEL ESTRATÉGICO DE LA PLANIFICACIÓN DE MARKETING 47
CONCLUSIONES
51
52 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
OBJETIVOS
Misión
El componente «misión» de los objetivos pone el énfasis en una decisión o
acuerdo que lleve a buscar fines ulteriores mediante la implantación de la
secuencia de acciones que sean necesarias. La «misión» representa un nivel
de aspiraciones y, como toda aspiración, se sitúa en un nivel más alto o más
bajo de acuerdo con la experiencia. Dado que el establecimiento de una
misión es consecuencia de haberse logrado «algo» previamente, nos hacemos
cada vez más ambiciosos debido a que «en el momento en que usted ha
PLANIFICACIÓN DE MARKETING Y FORMULACIÓN DE ESTRATEGIAS 55
Metas
Las metas representan los objetivos a corto plazo, y deben constituir los
pasos intermedios que permitan cumplir la misión. Las metas se formulan
mediante un proceso que se denomina de «retro-inducción», ya que el
mismo va desde atrás, desde la «misión», hacia las metas.
Las metas de marketing se establecen en términos de participación de
mercado, volúmenes de ventas o de cualquier otro indicador que pueda
mostrar el progreso de la empresa en su camino hacia el cumplimiento de la
misión. Las metas de marketing no se establecen en el vacío y deben
representar objetivos que se consideren realistas, medibles y que constituyan
un desafío.
Aun en la formulación de los objetivos tentativos, todo ejecutivo de
marketing estará influenciado por lo que considera razonable. En consecuen-
cia, ese ejecutivo inevitablemente estará condicionado tanto por lo que él
considera que estará disponible (por ejemplo, dinero) como, si es posible, por
las oportunidades que se le presenten de alcanzar metas a distintos niveles.
Una actitud realista obliga a considerar varios niveles de rendimiento en
relación con necesidades estimadas de recursos, los riesgos inherentes a cada
una de las acciones y otras posibles consecuencias.
Es necesario reflexionar a fondo sobre los objetivos, ya que establecer un
objetivo equivocado representa la solución equivocada del problema, lo que
puede representar un mayor desperdicio de recursos que la solución, aun
ineficaz, del problema correcto. Los objetivos se evalúan en términos de:
(i) Deseabilidad. Los objetivos evaluados pueden ser, por ejemplo, califica-
dos como «indeseables» en razón de ser:
a) Incompatibles con valores más fundamentales, tales como el deseo
de preservar la atmósfera «familiar» de la empresa que, quizá, el
crecimiento podría destruir.
b) Otros objetivos pueden ser más atractivos debido a que su nivel de
cumplimiento permite verificar más fácilmente el propio proceso de
logro.
(ii) Viabilidad. Los objetivos deben ser viables en el sentido de que sean
realizables y no utópicos.
(iii) Operacionalidad. Si los objetivos no son precisos y definidos al margen
de toda ambigüedad, no será posible elegir una serie de estrategias y
acciones que conduzcan a su logro.
56 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
4. Competencia
Participación de mercado, tamaño, número de competidores.
Costes relativos.
Estrategias de la competencia.
Capacidad de innovación.
Liderazgo (tecnología, marketing o producción).
Señales de futuras acciones de la competencia.
Nuevos segmentos de compradores.
Debilitamiento de la protección vía patentes, propiedad intelectual.
5. Empresa
Tendencias.
Fortalezas competitivas.
Patrón de crecimiento.
Segmentación.
Participación de mercado.
Capacidad de innovación.
Tendencias de los costes.
Tendencias del mercado.
Tendencias de las ventas, ingresos, capital y operaciones, netos.
datos IBEM («PIMS» son las siglas en inglés). Esta base de datos también
ayuda a elegir y establecer el «peso» que se ha de asignar a los distintos
factores para el cálculo de la «posición de la empresa» y los «factores de
atracción» que vimos en la matriz de negocios de GE.
El objetivo del IBEM es establecer el «Impacto en los beneficios de las
.Estrategias de Marketing»; en otras palabras: relacionar con resultados
operacionales concretos las características estratégicas de la empresa y su
entorno. Este programa se originó como resultado de un estudio sobre la
planificación que realizó internamente la GE alrededor de 1960. En los
primeros años de los setenta se extendió a otras compañías y en 1975 fue
adoptado por el Strategic Planning Institute, una organización independiente
sin fines de lucro, que se dedica a conducir una serie de estudios en mercados
estadounidenses y europeos, y en los que los resultados obtenidos en cada
área se entrecruzan y contrastan con los de otras áreas. En el estudio de
referencia, las empresas participantes contestaron un cuestionario de cinco
secciones que cubrían: una descripción del área de negocios y de la empresa,
resultados operacionales, mercados, competencia, datos sobre el sector y
previsiones sobre tendencias del tamaño de los mercados, precios y costes. El
informe final del estudio afirma que 37 variables «explican» el 80 por 100 de
las variaciones que pueden presentar el índice de retorno sobre la inversión
(RSI).
IBEM define el área de negocio como el conjunto de actividades que
abarcan una línea de productos o servicios razonablemente homogéneos en
función de la tecnología empleada y del mercado servido. (Esta conceptuali-
zación es similar a la definición basada en el concepto de «objetivo
producto/mercado» que analizamos previamente y que seguiremos utilizan-
do en este libro.) IBEM define el mercado servido como aquella parte
(segmento) del mercado que la firma ha elegido para servir (para dirigirse a
él). Cuando las empresas servían o se dirigían a diferentes mercados, debían
completar cuestionarios separados para cada mercado.
Las preguntas básicas que IBEM trata de responder son:
• ¿Cuál es el índice típico de beneficios de cada área de negocios?
• ¿Cuáles serán los resultados operacionales probables en el futuro dadas
determinadas características de las estrategias?
• ¿Qué cambios en las estrategias ayudarían probablemente a potenciar los
resultados operacionales futuros?
• ¿Cuál es la repercusión en los beneficios y en el capital de operaciones de
las estrategias previstas y futuras?
• Par' reports, que muestran los RSI y el flujo de efectivo que son par
(parámetros normales, «standard») para cada área de negocios, dadas
determinadas condiciones de mercado, competencia, posición, tecnología y
estructura de costes. Estos par constituyen un valioso instrumento para la
gerencia al determinar sus proyecciones de objetivos. También identifican
las fortalezas y debilidades más importantes; éstas son analizadas dentro
de un sistema de cálculos en el que se muestra la mayor o menor
participación relativa en todo el conjunto de negocios que forman parte de
la base de datos IBEM.
• Sensitivity reports o informes de sensibilidad, que se centran en el análisis
de cuáles serían los resultados probables, en términos de RSI y flujo de
efectivo, de determinados movimientos estratégicos, medidos en función de
la experiencia de otras empresas que han realizado acciones estratégicas
«similares» a partir de un punto de partida «similar» y en un entorno
«similar».
PLANIFICACIÓN DE MARKETING Y FORMULACIÓN DE ESTRATEGIAS 63
Definición de estrategia
Una estrategia constituye una amplia definición que debe ser capaz de
explicar cómo la empresa debe desarrollar sus «fuerzas impulsoras básicas»,
con el fin de eliminar cualquier resistencia al logro de los objetivos. La
definición de los factores que van a ser considerados como «fuerzas»
dependerá, a su vez, de la definición previa de los objetivos y de las
resistencias que se prevea que habrán de encontrarse. Así, por ejemplo, el
66 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Cuando se presenta un «vacío» que deja muy poco tiempo para una
planificación satisfactoria, posiblemente la gerencia se incline por buscar una
solución que siga la idea de «evitar el desastre» en vez de embarcarse en la
búsqueda de una estrategia que le permita satisfacer (siquiera) sus niveles
básicos de aspiración (por ejemplo, la prohibición de los ciclamatos y su
impacto en el mercado de comidas y bebidas dietéticas). Por el contrario,
cuando la situación no puede calificarse de crisis, se tiene un amplio margen
de tiempo para planificar (por ejemplo, un «vacío» de planificación que se
prevé ocurrirá en un futuro muy lejano debido, digamos, a un descenso de la
tasa de natalidad). Ante una situación similar, es posible desarrollar un
cuadro estratégico más sopesado, que deberá elaborarse de acuerdo con las
siguientes guías de trabajo:
• Definir la situación mediante los «vacíos» de desempeño que se hayan
detectado.
• Establecer la naturaleza del problema percibido.
• Evaluar los problemas y oportunidades que se identificaron en el proceso
de revisión y análisis de la situación.
• Considerar las políticas vigentes en la empresa.
• Ponderar las capacidades y habilidades existentes.
• La búsqueda de estrategias nunca deberá constituir un proceso rígido,
sino que deberá hacer posible, en todo momento, la participación de la
«inspiración», cuyos aportes y hallazgos en muchos casos pueden ser más
eficaces que todas las conclusiones que surjan como resultado de un
proceso de análisis metódico.
Muchas veces, los libros de texto dedicados a desarrollar modelos para la
identificación de estrategias tienden a sugerir que, ante un determinado
problema, son pocas las opciones de solución. En la práctica, sólo la
imaginación es capaz de limitar el número de estrategias posibles. Claro está,
determinados factores del entorno (externo o interno) impondrán limitacio-
nes al momento de definir lo que es posible (y no sólo deseable). En
consecuencia, cuanto mayor y más minuciosa sea la percepción del entorno
por parte de la gerencia, en mayor capacidad estará para seleccionar
estrategias viables. Pero siempre será preciso un proceso de tamizado y
evaluación mental de las estrategias sugeridas. En efecto, siempre tratamos
PLANIFICACIÓN DE MARKETING Y FORMULACIÓN DE ESTRATEGIAS 67
Opciones de crecimiento
cios básicos pueden centrarse en los atributos físicos de éste (por ejemplo, la
durabilidad de las toallas de papel «Viva», además de su capacidad de
absorción); usos específicos (por ejemplo, Woolite para tejidos muy delica-
dos); o valor por dinero. Sin embargo, el beneficio también puede estar
representado por una imagen totalmente nueva del producto, que se logra en
relación con asociaciones psicológicas que se producen en la mente del
consumidor. Así, los cigarrillos Marlboro se dirigieron, inicialmente y con
poco éxito, al segmento femenino; luego fueron reposicionados para proyec-
tar una fuerte imagen masculina al asociarlos con los vaqueros Marlboro. El
éxito de este reposicionamiento forma parte de las leyendas publicitarias.
Desarrollo de producto
Reconversión del segmento. Esto ocurre si la empresa introduce un nuevo
producto para competir «codo a codo» con uno de sus propios productos, al
dirigirse al mismo segmento de mercado. Esta es una de las formas de
enfrentar la posible entrada el mercado de otra competencia o de algún
sustituto. Por ejemplo, esta fue la estrategia elegida por las industrias
fabricantes de jabón que fueron las primeras en introducir el detergente
doméstico, dado que se podía prever claramente su próxima introducción en
el mercado para competir con los jabones tradicionales.
Extensión del segmento. Esta estrategia se presenta cuando se desarrolla
un producto nuevo para que se adapte a las condiciones locales de nuevas
áreas; por ejemplo, los automóviles especialmente diseñados para resistir las
condiciones climáticas y geográficas de Arabia Saudita.
Expansión del mercado. Esta situación se presenta cuando se introduce
un producto nuevo para participar en un segmento al que anteriormente la
empresa no servía. Por ejemplo, si una empresa suiza fabricante de relojes
tradicionales decide participar en el mercado de los relojes de cuarzo. Otros
ejemplos que se pueden mencionar se refieren a la Parker Pen Company que,
aunque tardíamente, entró en el mercado de los bolígrafos y la Gillete, que
entró en el área de los aparatos de afeitar desechables para competir
directamente con BIC.
Integración vertical
Se pueden lograr nuevos productos o nuevos mercados como consecuencia
de la integración o la diversificación. La integración vertical se produce
cuando una empresa adquiere otras empresas que participan en las etapas
sucesivas de la producción o distribución de un producto. La adquisición de
etapas precedentes se denomina integración hacia atrás (dirigida a controlar
las fuentes de abastecimiento), mientras que la adquisición de etapas poste-
riores se denomina integración hacia adelante (para acercarse más al consu-
midor final). Con la integración vertical, la empresa producirá nuevos
productos que se corresponderán con la nueva etapa en que opera. Estos
nuevos productos pueden cambiar drásticamente la naturaleza de la empre-
sa; tal sería el caso, por ejemplo, de una empresa fabricante de borradores de
goma que adquiriese una empresa distribuidora de artículos de oficina o
escolares y que, como consecuencia de ello, se va a ver envuelta en la compra
y venta de artículos tan variados como papel, cuadernos, utensilios de
oficina, etc. La integración hacia atrás puede mejorar la coordinación,
asegurar fuentes de abastecimiento, lograr economías de escala y la reduc-
ción de otros costes al convertir una unidad generadora de costes en una
unidad generadora de beneficios. Pero, por otra parte, la integración hacia
atrás puede presentar serios inconvenientes: pérdida de flexibilidad gerencial,
inversión de cuantiosos recursos, bajos niveles de uso de las instalaciones
72 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Diversificación
La integración vertical es una forma de diversificación, pero es conveniente
establecer algunas diferencias entre ellas. En primer lugar, en la diversifica-
ción la nueva producción puede ser la resultante de actividades no relaciona-
das verticalmente con la producción original. La integración vertical y la
diversificación pueden diferenciarse también en razón de los motivos que
subyacen detrás de sus respectivas adopciones. La razón básica para la
integración vertical es preciso localizarla en el deseo de reducir costes o
alcanzar un mayor control sobre la producción o la distribución. La misma
se dirige a alcanzar un más alto nivel de autosuficiencia, dado que la
integración vertical representa una forma de reducir la dependencia de la
empresa de algunos de sus sectores externos. Por su parte, la diversificación
se adopta usualmente con el objetivo de explotar rentablemente nuevas
oportunidades de mercado y reducir los riesgos (o las posibles variaciones
que podrían sobrevenir) asociados con la inversión de un determinado
volumen de recursos.
Se pueden distinguir varios tipos de diversificación (véase figura 3.3):
• Diversificación concéntrica, cuando la antigua producción y los nuevos
productos están íntimamente relacionados en términos de tecnología y
mercados (por ejemplo, cuando un productor de radiorreceptores se
diversifica hacia la producción de grabadoras de cinta, o cuando
Elizabeth Arden incluye una línea dirigida a combatir los efectos de la
edad en la piel).
• Diversificación contigua, cuando los productos son tecnológicamente
diferentes, pero los mercados están relacionados entre sí (por ejemplo,
esquís y ropa para esquiar) o, por el contrario, los productos son
PLANIFICACIÓN DE MARKETING Y FORMULACIÓN DE ESTRATEGIAS 73
Burck (1982) argumenta que siete de cada diez casos de adquisición fracasan.
Una de las razones citadas reside en la tendencia de las empresas comprado-
ras a anular los beneficios de la adquisición mediante la imposición de capas
de burocracia que eliminan toda capacidad de iniciativa. Al considerar una
posible compra, el mejor consejo aparentemente es «controlar lo que puede
estar mal, no lo que parece estar bien». Peters y Waterman (1982) analizan
un buen número de evidencias que sugieren que cuanto más se aleja la
empresa de su área de negocios básica en el momento de realizar una
adquisición, más altas serán las probabilidades de fracaso. De hecho, Peters
y Waterman argumentan que la expansión interna es generalmente menos
arriesgada y que, si la adquisición se realiza, debería centrarse en el ámbito
de la diversificación concéntrica y estar dirigida a la adquisición de empresas
relativamente pequeñas, de manera que su asimilación sea rápida y fácil.
Mantenimiento/defensa
Reconversión
• Oferta diferenciada.
• Segmentación.
Liderazgo en los costes. Le permite a la empresa enfrentarse a las cinco
fuerzas al poseer una clara ventaja en los costes. Sin embargo, el liderazgo en
los costes sólo puede ser alcanzado implantando un sistema empresarial
eficaz en todos los niveles: instalaciones actualizadas, incentivos y controles
dirigidos a mayor eficacia, etc. El peligro radica en que muchas veces las
innovaciones tecnológicas requeridas para mantener esta posición de avan-
zada llevan consigo tales niveles de inversión y gastos que eliminan las
ventajas en costes obtenidas por otras vías, mientras que una obsesiva
actitud ante los costes puede acarrear un cierto nivel de insensibilidad ante
los cambios en las demandas y deseos del mercado. El liderazgo en costes
puede ser la clave en un mercado dominado por ofertas poco diferenciadas.
Esta es la estrategia que favorece el análisis de BCG. Podemos recordar que
Texas Instruments siguió una estrategia de liderazgo en costes en relojes y
calculadoras. Esta estrategia le permitió superar la competencia local, pero
los precios aun más bajos de los productos importados le mostraron el error
de considerar en su estrategia únicamente a sus competidores directos a nivel
local.
Una oferta diferenciada es aquella que es única. Dados ciertos valores de
mercado alcanzados mediante tal «unicidad», ésta se convierte en una
barrera al ingreso de otras empresas al sector, consolida la posición de la
empresa frente a sus actuales competidores o ante productos sustitutos,
aumenta la dependencia de los consumidores o compradores y proporciona
un mayor poder de negociación frente a los proveedores o abastecedores. La
diferenciación presupone que la empresa posee las capacidades y habilidades
para desarrollar tal diferenciación, así como estructuras operativas que le
aseguren una estrecha coordinación entre las áreas de Investigación y
Desarrollo (I&D) y marketing. Los riesgos que se asocian con esta estrategia
se presentan, por una parte, en función de que la característica diferenciado-
ra puede ser imitada por otras empresas y, en segundo lugar, por el hecho de
que una fuerte ventaja en precios por parte de un competidor puede inducir
a un sector importante del mercado a preferirlo, reduciendo su interés por el
factor diferenciador de la empresa.
La segmentación está basada en el logro individual o global del liderazgo
en costes o de una oferta diferenciada, pero con la característica de que
ambas ventajas se producen en una parte o segmento del mercado. Los
riesgos que se le plantean a una estrategia fuertemente centrada en la
segmentación se derivan de la posibilidad de que cambios muy importantes
en los deseos y necesidades del consumidor alteren la estabilidad del
segmento o que, mediante una acción estratégica eficaz, empresas competi-
doras logren subdividir el segmento, dejándolo reducido a una dimensión
poco atractiva.
78 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Críticas
El esquema de Porter es valioso, de manera especial al llamar la atención
sobre las resistencias que pueden sobrevenir al desarrollar una acción
dirigida al logro de una determinada posición competitiva. Pero, aun así, son
muchas las preguntas que surgen del trabajo de Porter.
¿Por qué sólo cinco fuerzas? Porter considera que las demás fuerzas que
intervienen en el mercado son un reflejo de las cinco antes mencionadas.
Incluso, él considera que la acción de los gobiernos se concreta en esas cinco
fuerzas. Pero, ¿no podría utilizarse ese mismo argumento para justificar la
existencia de un número menor de fuerzas? Algunos hombres de marketing
argumentan que en la actualidad ellos toman en consideración el poder de
negociación de los proveedores al establecer sus márgenes de beneficios,
mientras que otros factores, como la posible aparición de sustitutos, se
evalúan al establecer la dimensión de determinados mercados potenciales e,
incluso, los niveles de crecimiento de los mercados actuales. Porter podría
argumentar correctamente que debería haber un reconocimiento explícito de
cada una de las cinco fuerzas si la gerencia desea evaluar el potencial de
rentabilidad de la empresa, y que estas cinco fuerzas condicionan, a su vez,
un conjunto de objetivos y estrategias empresariales que son exhaustivas en
sí mismas y, además, mutuamente excluyentes.
Pero, ¿son las estrategias genéricas de liderazgo en costes, diferenciación
y segmentación, exhaustivas y mutuamente excluyentes? Si una empresa
procura una ventaja competitiva lanzando al mercado un producto «total-
mente nuevo en el mundo» o trata de superar la competencia, digamos,
monopolizando las fuentes de abastecimiento o formalizando alianzas con
PLANIFICACIÓN DE MARKETING Y FORMULACIÓN DE ESTRATEGIAS 79
otras empresas para eliminar a otros competidores, ¿en cuál de las categorías
situaríamos estas acciones? (Wiseman, 1988). Después de sus planteamientos
originales, Porter (1985) describió el proceso que debe seguir una empresa al
diseñar una estrategia en función de liderazgo en costes o diferenciación. El
enfoque desarrollado para establecer el liderazgo en costes es nuevo y útil.
Sin embargo, su aportación al marketing es mínima, ya que recurre al mismo
enfoque utilizado para establecer un proceso diferenciador.
Porter sugiere que será necesario elegir entre liderazgo en coste y
diferenciación, ya que el proceso diferenciador conllevará necesariamente un
aumento en los costes. Sin embargo, existen numerosos casos de empresas
que han logrado una clara diferenciación mediante el liderazgo tecnológico y
además en los costes, como consecuencia de economías de escala o del efecto
acumulado de la curva de la experiencia.
Otro tema inquietante es: ¿hasta qué punto el sistema de Porter es
operativo? A pesar de que Porter se refiere a la necesidad de establecer el
poder relativo de las cinco fuerzas, en ningún momento plantea un proceso o
mecanismo operacional que permita medir ese poder. El poder relativo de
una empresa ante cada una de las cinco fuerzas dependerá presumiblemente
de en qué sector tiene mayor control, especialmente referido a aquellas áreas
que se consideran críticas para alcanzar metas en otras áreas. Sobre esta
base, si un comprador no ve el producto del vendedor como particularmente
crítico para el logro de sus metas o las de su organización, el poder del
vendedor ante el comprador será sólo marginal. Este tipo de discusión
conceptual está ausente en el trabajo de Porter, así como tampoco enfoca los
problemas de medición ya señalados.
Sectores emergentes
Cuando un sector está en la etapa calificada como «emergente» (en creci-
miento, en pleno desarrollo «a partir de cero»), la incertidumbre en las
80 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Sectores en declive
El declive de un sector puede tener muchas y diferentes causas o ra-
zones: cambios en los deseos de los consumidores, aparición de mejores sus-
titutos, tendencias demográficas (por ejemplo, en el índice de natalidad), etc.
Cualquiera de estos factores puede producir la depresión de un mercado (por
ejemplo: productos para niños). Porter argumenta que existe siempre el
peligro de no reconocer a tiempo el declive de un mercado y caer en la
trampa de una extenuante guerra de competencia con las firmas rivales.
Si una empresa decide no diversificarse y permanecer en un mercado en
declive, deberá asegurarse de poseer suficientes «factores de fortaleza compe-
titiva» que le permitan permanecer en aquellos segmentos menos afectados
por el declive. Tal y como señala Porter, usualmente siempre quedan
algunos sectores en los que la demanda se mantiene aun en los mercados con
más fuerte declive. Tal es el caso de los fabricantes suizos de relojes, que han
mantenido su participación en el mercado global de los relojes (cuya
demanda se va reduciendo) al concentrar su producción en el segmento de
los relojes de lujo. Porter sugiere que una empresa, dependiendo de sus
«fuerzas» con miras a la competencia, debería procurar el liderazgo del
mercado o el dominio de algún «nicho» específico. Si ninguna de estas
estrategias es deseable, factible o viable, la empresa debería inclinarse por la
diversificación.
Sectores fragmentados
A pesar de que la fragmentación no constituye una etapa en la evolución de
un sector, Porter la considera como una subcategoría muy importante desde
el punto de vista de la consolidación de una adecuada posición competitiva.
En un sector fragmentado, no existen empresas dominantes ni en el área de
la tecnología ni en la de la participación de mercado. La fragmentación de
un mercado puede producirse debido a la facilidad de ingreso al mismo, a la
naturaleza localista del mercado o a los problemas asociados con la
estructuración de una adecuada distribución geográfica (por ejemplo: costes
de transporte muy altos, carácter perecedero de los productos, regulaciones
gubernamentales, etc.).
Porter indica que a cualquier empresa se le plantean dos opciones
estratégicas para enfrentarse a un sector fragmentado: procurar la consolida-
ción parcial de la empresa o aprender a vivir con la fragmentación. La
consolidación parcial puede lograrse mediante el liderazgo en costes (y
precios), como es el caso de BIC en el mercado de los bolígrafos, o mediante
una fragmentación de la tecnología (como ocurrió, por ejemplo, con Charles
River Breeding Laboratories con sus procesos COBS® para la crianza de
animales, libres de enfermedades, para laboratorios). Si estas opciones
fracasan, Porter sugiere la adquisición de otras empresas de manera tal que
pueda ser factible alcanzar la «masa crítica» o buscar un nivel suficiente-
82 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Críticas
Más adelante examinaremos la originalidad del concepto de Porter sobre las
etapas de la evolución de los sectores y su relación con la tradicional
discusión sobre el ciclo de vida de los productos que aparece en todo texto de
marketing. Pero, por el momento, es necesario hacer una serie de comenta-
rios respecto a dicho planteamiento.
Al relacionar las etapas de la evolución con recomendaciones estratégi-
cas, Porter enfoca cada etapa como un elemento altamente restrictivo para
los diseñadores de una estrategia. A pesar de que lo que dice puede,
intuitivamente, aparentar ser lógico y válido, la cadena de factores causales
que relacionen determinadas condiciones del mercado con estrategias especí-
ficas no aparece con claridad (al menos en su libro), a menos que una serie de
anécdotas se interpreten como tal. Pero continúa abierto el interrogante
respecto a si las opciones estratégicas que Porter plantea constituyen la
única vía posible ante una determinada etapa de la evolución de un sector.
Así, por ejemplo, en la etapa de transición hacia la madurez, la empresa
puede buscar nuevas áreas del mercado para los productos de la empresa
(identificando nuevos usos, funciones o aplicaciones, por ejemplo), mientras
que en la etapa de declive existe siempre la posibilidad de revitalizar el
crecimiento recurriendo a la innovación, tal y como las láminas de acero
revitalizaron el mercado del acero en el área del empaquetado.
Porter se ocupa esencialmente de los tipos de estrategias que se corres-
ponden con las distintas etapas de un sector o con su posible fragmentación;
pero no se ocupa de los sistemas de negocios requeridos para explotar las
estrategias. En otras palabras, aparentemente asume que la «fuerza» de la
empresa debe encajar por sí sola (y suficientemente) con la estrategia, para
que sea posible desarrollar una ventaja crítica.
PLANIFICACIÓN DE MARKETING Y FORMULACIÓN DE ESTRATEGIAS 83
Objetivos
Toda estrategia debe contribuir al logro de las misiones y objetivos de la
empresa, ser coherente con los objetivos de inversión y ser consistente con el
propósito básico de explotar al máximo la o las «fuerzas impulsoras» de la
organización. La estrategia propuesta, además, en muchos casos deberá ser
capaz de satisfacer determinados objetivos económicos a corto plazo, esta-
blecidos en función de volúmenes de venta y generación de recursos
financieros. A este respecto, siempre se mantendrá la controversia entre
84 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Inversiones requeridas
Es necesario estimar el valor de las inversiones requeridas por la estrategia.
Así, es necesario prever los costes iniciales o de ingreso a un sector, así como
los costes imprescindibles para alcanzar y mantener una determinada
participación de mercado. Los costes de inicio de las operaciones, o de
«arranque», pueden llegar a ser prohibitivos, pero siempre será factible
estimarlos. Usualmente, el problema más importante se relaciona con la
estimación de las inversiones necesarias para asegurar el éxito competitivo.
Aun una empresa como la gigantesca R. J. Reynolds, después de haberse
diversificado hacia distintas áreas (petróleo, alimentos, transportes, empa-
quetado, etc.), finalmente se dio cuenta de que había subestimado las
necesidades financieras requeridas para asegurar el crecimiento de las
empresas recién adquiridas. Es necesario distinguir muy claramente entre
«invertir para mantener» los niveles de ventas e «invertir para crecer» en
participación de mercado. Normalmente, una estrategia de «invertir para
crecer» llevará consigo una mayor necesidad de recursos financieros.
Factibilidad práctica
Muchas estrategias implican un cierto nivel de inseguridad respecto a la
posibilidad real de llevarlas a la práctica; por ejemplo: desarrollar un nuevo
producto, penetrar en un determinado mercado, etc. La factibilidad práctica
de una estrategia es una condición indispensable para la aceptación de la
misma. Sin embargo, en algunos casos la factibilidad debe ser establecida en
términos no totalmente fiables; esto sucede cuando los datos y las evidencias
recogidas no permiten llegar a una decisión clara respecto a ella.
Potencial de resultados
La evaluación de los resultados que hay que lograr con una determinada
estrategia debe contener elementos suficientemente sólidos como para hacer
de esta evaluación algo más que una simple profecía. Así, las previsiones de
ventas y costes deben estar basadas en datos y cálculos suficientemente
sólidos. La mejor base para realizar estas evaluaciones es el uso del modelo
de hipótesis de predicción, cuyo enunciado se puede resumir en la siguiente
oración analógica: «dadas tales y tales condiciones, se prevé que las ventas
en unidades pasarán de su nivel X a un nivel de X + Y».
86 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Rango de las
Peso asignado Puntuación
Criterios de evaluación opciones de
al criterio total
crecimiento*
A B C D A B C D
(1) (2) (3) (4)
Objetivos 1 1 1 2 3 1 1 2 3
Riesgos 1 3 2 1 1 3 2 1 1
Valores Condición √ √ √ √
necesaria
Portafolio equilibrado 1 1 3 1 1 1 3 1 1
Necesidades de inversión 1 2 1 1 1 2 1 1 1
Factibilidad práctica Condición √ √ √ √
necesaria
Resultados potenciales 1 2 2 1 1 2 2 1 1
Compatibilidad entre el sistema
de negocios y los requisitos
para el éxito 1 3 2 1 1 12 8 4 4
Reducción de las reacciones de
la competencia 1 1 2 2 1 1 2 2 1
10 22 19 12 12
PLANES DE CONTINGENCIA
Contenido de la estrategia
Los pasos (o etapas) que hemos visto en las páginas anteriores, tendentes al
desarrollo de estrategias en sentido global, pueden ser utilizados para
desarrollar estrategias de marketing. El concepto de estrategia de marketing
puede ser interpretado en términos de: la concepción, suficientemente am-
plia, de la forma en que han de ser distribuidos y asignados los recursos con
el fin de alcanzar el éxito en el mercado. El contenido de una estrategia de
marketing debe ser capaz de mostrar cómo se manejan y combinan los
factores claves de la oferta de la empresa (producto, precio, promoción y
distribución) con el propósito que sean capaces de alcanzar los objetivos de
la empresa. Una estrategia de marketing debería incluir lo siguiente:
(i) Establecimiento de objetivos,
(ii) Selección de la opción de crecimiento (producto/mercado) u otros
objetivos de inversión,
(iii) Definición de la estrategia competitiva,
(iv) Estrategia básica de segmentación.
(v) Estrategia de apoyo a las marcas.
(Véase el ejemplo que hemos incluido en el apéndice de este capítulo.)
Establecimiento de objetivos
Los objetivos (que son distintos de las estrategias en sí) representan el
prefacio de las estrategias y constituyen un recordatorio de los resultados
finales que se pretenden alcanzar. Los objetivos representan las expectativas
de la empresa en términos de participación de mercado, niveles de venta y
otros resultados susceptibles de ser verificados, controlados y medidos.
Estrategia competitiva
El éxito en el mercado requiere que exista suficiente demanda a los precios
adecuados; que la firma sea capaz de satisfacer las necesidades de los
consumidores y finalmente, aunque no menos importante, que la firma posea
las habilidades suficientes para superar a la competencia.
Una estrategia de marketing se dirige a un sector del mercado cuya
resistencia a la compra dependerá (como vimos) de la comparación que haga
el consumidor entre la oferta de la empresa y las ofertas de la competencia.
Cuanto más competitivo se sea en un mercado, mayor será la capacidad
para minimizar la resistencia a la compra. Cuanto más atractiva sea la oferta
de la empresa de cara al consumidor, en mayor medida éste deseará
comprarla. En consecuencia, la empresa debe definir los elementos claves de
la estrategia competitiva de manera tal que permitan «guiarla» en el diseño
de la oferta (en términos de producto, precio, promoción y distribución) y así
poder enfrentarse, y anticiparse, a las acciones, ofertas y ataques de la
competencia.
Políticas de marketing
Las implicaciones y consecuencias de los objetivos y estrategias dentro de la
organización general de la empresa deben ser definidas con el fin de guiar a
los responsables del desarrollo y ejecución de los planes. Cuando estas
implicaciones o consecuencias se establecen como directrices para guiar las
decisiones que han de tomarse ante problemas que se repiten, más o menos a
menudo, las mismas constituyen una declaración de políticas. Para convertir
PLANIFICACIÓN DE MARKETING Y FORMULACIÓN DE ESTRATEGIAS 93
CONCLUSIÓN
APÉNDICE
A. Objetivos de marketing
(i) Misión directriz. Diversificación con el fin de lograr un portafolio de
94 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
C. Estrategia competitiva
Desarrollo de una ventaja diferencial tecnológica basada en el proceso de
tostado y secado de las nueces mezcladas Benson's. Anticipamos que
Benson's será capaz de captar:
A. Objetivos de marketing
(i) La meta de tres millones de usuarios por año contribuirá al objetivo
básico de potenciar los beneficios de la empresa.
(ii) Los tres millones de usuarios representan el 10 por 100 de participación
en el segmento de mercado. Este porcentaje representa la participación
identificada en el segmento en los estudios y pruebas del mercado realizados.
El 10 por 100 de participación se sitúa por debajo de las seis marcas más
importantes, pero por encima de las demás marcas existentes en el mercado,
(iii) El crecimiento previsto de un 5 por 100 anual en los próximos cinco
años es posible considerando que:
a) El crecimiento en el segmento se estima en un 2 por 100 anual.
b) Un crecimiento adicional de un 3 por 100 es consistente con nuestra
propia experiencia en relación al ingreso de nuevas marcas en mercados
maduros bajo condiciones similares.
C. Estrategias competitivas
El patrón estratégico elegido descansa en el concepto «sabor» (tostado y
secado) y se corresponde con los siguientes fundamentos:
(i) En los estudios de mercado realizados (véanse figuras), el 80 por 100 de
las personas que respondieron consideraron su sabor como el factor que le
daba a Benson's una ventaja competitiva crítica.
(ii) Le otorga a Benson's una posición competitiva difícil de igualar, dado
que la competencia será incapaz de copiar su sabor, por lo menos en dos
años, debido a los aspectos tecnológicos y logísticos envueltos en el necesa-
rio cambio de método de producción que ello implicaría.
Consumidores, mercados
y competencias
4
¿Por qué compran
los consumidores,
cómo eligen y
qué influye en ellos?
¿Por qué compran los consumidores? ¿Cómo elige la gente?
Objetivos de la compra Proceso informativo
Deseos Modelo de multi-atributos
Creencias
Factores que influyen
Factores que impiden la compra en la compra
Necesidades latentes Estímulos ambientales
Necesidades pasivas Variables del consumidor
Razones excluyentes de la compra
Conclusión
La acción de compra Apéndice 1 - Compra
Preferencias extrínsecas industrial: Criterios
Preferencias intrínsecas de selección al elegir
Selección del comportamiento un proveedor
Hábitos
Actitudes posteriores a la decisión Apéndice 2 - Ejemplo de
transcripción: comprando
un champú en Portugal,
por Lisa
Razones, reglas y criterios
de selección
101
102 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Deseos
dos como la expresión del mismo objetivo; por ejemplo, hacer ejercicio,
comprar vitaminas, evitar alimentos con alto contenido de grasa, etc., pue-
den considerarse como dirigidos a satisfacer el objetivo global de «estar
saludable». En la figura 4.1 hemos utilizado la palabra «deseo» en lugar de
«compulsión» (apetencia, anhelo) o «necesidad», tan usuales en otros textos.
El término compulsión lleva implícita no sólo la noción de tener un «deseo»,
sino también la conciencia de que ese deseo no se ha cumplido. En conse-
cuencia, la «compulsión» representa un estado anímico más imperativo que
el que se produce con un simple deseo. En lo que se refiere a la palabra
necesidad, aunque se utiliza de forma intercambiable con «deseo», en reali-
dad sugiere la existencia de un deseo que constituye un requerimiento abso-
luto. Así, por ejemplo, yo puedo desear un dulce, pero necesito alimentos. En
la realidad de los mercados actuales, en muy pocas ocasiones se presentan
reales «necesidades», pero sí muchos «deseos».
Creencias
Una creencia es la disposición a aceptar que ciertas ideas establecidas: a) son
más ciertas que falsas (por ejemplo, en relación con el funcionamiento de un
producto) o b) que están relacionadas con ciertas actitudes que deben o no
ser adoptadas (por ejemplo, visitar varias tiendas antes de realizar una
compra específica). El consumidor que desea un producto normalmente parte
de la creencia de que ese producto le ayudará a alcanzar la «buena vida» a
que aspira. Y decimos que normalmente debido a que, bajo determinadas
condiciones, la presión del tiempo puede impedirle al consumidor comparar
todas sus creencias, consideradas colectivamente, lo que puede llevarle a
plantearse dudas sobre la oportunidad de la compra por realizar. El interés
de la publicidad se centra en producir el cambio o el reforzamiento de
determinadas creencias. Sin embargo, no existe forma de implantar directa-
mente una creencia; las creencias son ideas que el consumidor adopta cuan-
do las mismas encajan con las otras creencias que tenía o cuando llega, por
otras razones, a aceptarlas voluntariamente. A pesar de que las creencias
pueden ser admitidas con diferentes grados de confianza y certeza, siempre
son importantes, ya que definen por qué la gente adquiere determinados
productos y no otros. Así, por ejemplo, la creencia de que las madres
cuidadosas les ponen a sus hijos pañales de tela y no desechables, inevitable-
mente influirá en la selección y compra de los primeros. La publicidad de los
pañales de tela irá dirigida a reforzar esta creencia.
Deseos latentes
Deseos pasivos
éste le producirá, pero aun así puede continuar siendo remiso a realizar la
compra. Por ejemplo, una mujer puede estar de acuerdo con que uno de sus
objetivos es lucir mejor y creer que un determinado tratamiento de belleza le
ayudará a lograrlo, pero puede ocurrir que, a pesar de todo, no desee el
tratamiento con la suficiente fuerza como para pagar por él. En ocasiones,
los deseos latentes pueden convertirse en deseos pasivos aun después de que
la barrera de información haya sido superada. En todo caso, un deseo pasivo
implica que la compra está siendo impedida por la existencia de barreras
tales como: inercia, dudas acerca de los beneficios prometidos, error en la
apreciación, el precio, etc. Muy a menudo, el trabajo del vendedor consiste
en superar esas barreras. Cuando la barrera consiste en una falsa creencia, se
hace muy difícil su erradicación, ya que toda creencia forma parte de un
«sistema integral» y, cuando una de ellas es atacada, las demás se hacen
presentes en forma de argumentos contrarios.
LA ACCIÓN DE COMPRA
Preferencias extrínsecas
Criterios de elección
¿Qué criterios de elección son importantes para las funciones de uso y cuáles
lo son para las funciones auxiliares? En la figura 4.1, las funciones de uso se
relacionan con los criterios técnicos e impositivos, mientras que las funciones
auxiliares se relacionan con los criterios de integración, económicos y de
adaptación.
• Función de uso básica, que representa la función para la que fue diseñado
el producto; por ejemplo: la función de uso básica de una crema dental es
limpiar la dentadura.
• Funciones de uso auxiliares, que constituyen las funciones (permanentes u
opcionales) que van asociadas con la función de uso básica; por ejemplo,
las funciones auxiliares de una crema dental pueden ser: prevención de las
caries, refrescar el aliento, etc.
• Funciones de conveniencia en el uso, que representan las adiciones, modi-
ficaciones o formas de empaquetado que facilitan el desempeño tanto de la
función de uso básica como de las auxiliares; por ejemplo, una crema
dental con un dispensador en aerosol.
La adición de funciones de uso auxiliares puede constituir la razón funda-
mental para abrir nuevos mercados o segmentos de un mercado. Así, la
posibilidad de integrar papel litografiado a la fórmica para darle una apa-
riencia de madera permitió ampliar el uso de la misma y darle cabida en la
decoración residencial. Igualmente, una función de conveniencia en el uso
puede constituir el factor de mayor atracción, como, por ejemplo, en el caso
de las cámaras fotográficas automáticas.
En los productos de consumo, ¿están todos sus factores de rendimiento
relacionados con los objetivos sociales, según sugieren Douglas e Insher-
wood? Muchos atributos del rendimiento de algunos productos constituyen
tanto un elemento instrumental (uso del gasóleo como forma de economía)
como un factor social, como es el caso de la adquisición de un automóvil con
un motor más poderoso de lo necesario. No existen dudas sobre que «erigir
puentes o barreras sociales» es de primordial importancia en la decisión de
compra de un determinado tipo de producto, pero cuando se llega al mo-
mento de la decisión de elegir una marca, entran en juego muchos y más
amplios criterios adicionales.
La forma en que las categorías de los criterios de elección extrínsecos que
hemos analizado más arriba se refleja en los argumentos publicitarios se
muestra en la tabla 4.1. Normalmente, los consumidores están listos para
llegar a una conclusión que implique más de una de las categorías de
criterios analizados. Esto también es cierto en las compras industriales, a
pesar de que en éstas usualmente predominan los factores económicos y
técnicos (véase Lehmann y O'Shaughnessy, 1982). La selección de un provee-
dor (y no la elección de un producto) nos conduce a introducir algunas
modificaciones en nuestra definición de los criterios de integración y de
adaptación. La forma en que los criterios de preferencia extrínseca se aplican
a la elección de un proveedor industrial aparece en el apéndice I de este
capítulo.
Y ahora volvamos a aquellas razones de compra que implican un muy
reducido proceso de deliberación y que no se someten a un real y verdadero
proceso de toma de decisión. En este sentido, existen tres patrones de
¿POR QUE COMPRAN LOS CONSUMIDORES, COMO ELIGEN Y QUE INFLUYE EN ELLOS? 119
Criterios de Ejemplos
selección ilustrativos
De integración
Convencionalismos «Parte de nuestra forma de vida.»
Ir en el mismo vagón «Únase al grupo más...»
Ego «Adoro la forma en que realza mi apariencia y adoro la
forma en que cuida mi piel.»
Estatus «... sólo para muy pocos.»
Integridad «Este invierno, no le niegue a su familia el cálido ambiente que
le ofrece la mejor vidriera doble que existe.»
Económicos «Tres por un dólar.»
De adaptación
Por imitación «El televisor que la mayoría de los radiotécnicos tienen
en su hogar.»
Consejo «Dos de cada tres dentistas recomiendan...»
Reputación «Fabricando neumáticos desde nuestros inicios.»
Preferencias intrínsecas
Cuando la selección está fundamentada únicamente en los gustos (aficiones,
deseos, preferencias) se dice que responde a preferencias intrínsecas (Von
Wright, 1963). Así, por ejemplo, mis gustos o preferencias pueden inclinarse
por las manzanas en vez de por las naranjas. Si alguien me pregunta por qué
elijo una manzana, con certeza mi respuesta no le dará al entrevistador las
razones de por qué yo deseo lo que me gusta. Puedo señalar algunos elemen-
tos o ingredientes específicos que determinan mis preferencias, pero enfocán-
dolo de esa manera no estaría dando razones objetivas para la compra,
120 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
como, podría ser, si señalase que compro manzanas por razones de salud.
Las preferencias intrínsecas incluyen todos los factores relacionados con los
sentidos: el olor de las flores, la apariencia de un empaquetado, la textura de
un material, el sonido del nombre de una marca, etc. En las preferencias
intrínsecas no existe ninguna motivación que vaya más allá del estricto
placer. Así, por ejemplo, si alguien me pregunta por qué disfruto de un
determinado espectáculo, la respuesta sólo podría darla en función de mis
«propias experiencias» en ocasiones parecidas (por ejemplo, excitación, co-
micidad, novedad, impacto).
El hecho de que las preferencias intrínsecas sean subjetivas no las con-
vierte en decisiones arbitrarias o faltas de racionalidad. Si elijo Coca-Cola, la
decisión estará basada en un criterio estrictamente personal relacionado con
mis gustos sobre el sabor, pero no deja de ser menos objetivo, ya que refleja
el hecho de que yo percibo que Coca-Cola sabe mejor. Claro está, el que yo
prefiera algo intrínsecamente (por ejemplo, mantequilla), no elimina la posi-
bilidad de que compre otra cosa (por ejemplo, margarina), dado que factores
de preferencia extrínseca (por ejemplo, menor efecto sobre el colesterol)
pueden imponerse sobre mis inclinaciones y gustos.
Cuando se siguen las preferencias intrínsecas como único criterio para la
compra, en realidad existe una selección, pero no puede decirse que se ha
seguido un proceso de deliberación asociado a una toma de decisión. La
búsqueda de novedades, el deseo de variedad, el satisfacer la curiosidad, etc.,
constituyen «motivaciones» típicas de compra que responden a las preferen-
cias intrínsecas. Sin embargo, constituiría un error enfocar estas actitudes
como carentes de un propósito: el hecho es que las compras que se realizan
siguiendo criterios de preferencias intrínsecas responden a propósitos básica-
mente psicológicos.
Las preferencias intrínsecas y los criterios de integración, económicos, de
adaptación, impositivos y técnicos constituyen las seis categorías de criterios
de selección que, individualmente o combinados entre sí, se encuentran en la
base del proceso de decisión de los consumidores. Usualmente, las preferen-
cias intrínsecas no actúan solas en el proceso de selección de una marca. Aun
en la elección de un determinado tipo de alimento, el consumidor podrá ser
influenciado por factores objetivos, tales como contenido de calorías, poder
de nutrición, comodidad en la preparación, etc.
Comportamiento mecánico
Hábitos
cambios en las circunstancias del entorno (por ejemplo, crisis del petróleo y
su influencia sobre los hábitos de compra de automóviles).
Harré y Secord (1973) han sido los que han enfocado con mayor claridad el
tema de las reglas, razones y criterios de elección que se encuentran detrás de
toda acción intencional. Ellos dan el nombre de episodio a toda secuencia de
eventos que posea unidad y estructura y en la que participen seres humanos.
Así, podemos hablar del episodio de compra para referirnos al conjunto de
acciones que lleva consigo la elección de una marca. La descripción de las
acciones realizadas (por ejemplo, evaluación de las marcas) y del acto final
(por ejemplo, la compra de la marca X) se denomina como la descripción de
una estructura de acto-acción de un episodio.
Harré y Secord le dieron el nombre de etogenia a la identificación de las
normas o reglas. La primera fase del proceso etogénico consiste en la percep-
ción del «sentido de la situación» por parte del agente (por ejemplo el
consumidor), lo que lleva consigo la recopilación de una serie de considera-
ciones (anticipadas, contemporáneas y retrospectivas) por parte del mismo
agente. El proceso requiere el estudio de muchos casos individuales. Las
bases para la identificación de las razones o reglas que son seguidas por el
consumidor radican en las palabras claves (o la construcción de las frases)
utilizadas por el consumidor. Por ejemplo, si alguien dice que adquiere el
producto X por que le es familiar, quiere decir que se sitúa en la línea de la
familiaridad, lo que permite establecer una norma o regla (por ejemplo: «Yo
compro lo que me es más familiar»). Para el consumidor individual, el
«sentido de la situación» adopta la forma de un conjunto de razones que se
da para justificar la acción de compra realizada. Cuando se presentan, al
mismo tiempo, consideraciones diferentes y divergentes, se produce un pro-
ceso de «negociación» interna hasta llegar a un acuerdo.
Al final de este capítulo incluimos, como ejemplo, una trascripción de
un protocolo (apéndice II) que recoge lo que una mujer «pensó en voz alta»:
Proceso informático
Tabla 4.2. Aplicación del modelo multi-atributos a distintas marcas de segadoras de césped
Marcas
Criterios de Peso asignado Col (2) x Col (3)
Hayter ( Landmaster )
evaluación al criterio Hayter Stoic
Stoic
(1) (2) (3) (4)
Técnicos
Poder del motor 2 1 3 2 6
Velocidad de rotación 2 3 3 6 6
Facilidad de encendido 1 3 3 3 3
Económicos
Precio alrededor de
400 dólares 1 1 1 1 1
Mantenimiento 1 3 3 3 3
Valor de reventa 1 3 3 3 3
De adaptación
Reputación de la marca 1 3 2 3 2
Comprados por
los expertos 1 1 3 1 3
22 27
Notas:
1. Se asume que el comprador ha actuado «como» si siguiera un proceso racional de evaluación (Stoic
de Landmaster acumuló una mayor puntuación global, en consecuencia fue preferido).
2. Se asume también que el comprador ha actuado «como» si siguiera determinadas normas que le han
permitido (véase parte final del capítulo) eliminar con anterioridad las marcas Flymo y Ateo, ya que caen
por debajo del «punto de ruptura» en lo que concierne a ciertas percepciones sobre la calidad.
INFLUENCIAS EN LA COMPRA
Estímulos ambientales
Estructuras mentales
Percepción. Percepción es la selección e interpretación de estímulos senso-
riales. Los juicios derivados de la percepción van más allá de la simple
descripción de lo que se está observando, escuchando, etc. La percepción es,
además, selectiva en el sentido de que aquello que podemos observar
constituye apenas una mínima parte de lo que sería la totalidad de la posible
percepción. La parte seleccionada no sólo depende de la intensidad, novedad
¿POR QUE COMPRAN LOS CONSUMIDORES, COMO ELIGEN Y QUE INFLUYE EN ELLOS? 131
CONCLUSIÓN
APÉNDICE I
Compra Industrial.
Criterios en la selección de un proveedor
APÉNDICE II
Ejemplo de transcripción.
Comprando un Champú en Portugal, por Lisa
Consideraciones anticipatorias
Se me ha acabado el champú y no puedo olvidarme de comprar otro.
Durante algunos meses he estado utilizando el champú para niños de
Johnson & Johnson, pero pienso que esta vez no voy a comprar J & J de
nuevo. De hecho, me ha llamado la atención el anuncio de televisión de un
producto nuevo: Ultra Suave de Garnier.
Me ha gustado tanto el anuncio que le pedí a mi peluquera su opinión
sobre la calidad de este nuevo champú. Su opinión fue muy favorable. Ella
piensa que es muy suave para aquellas personas que deben lavarse el cabello
frecuentemente y me dijo que muchas otras clientes le habían pedido su
opinión sobre el nuevo producto.
Yo, personalmente, debo tener especial cuidado cuando compro un
champú. Necesito uno que sea suave debido a que, como usted probable-
136 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
mente sabe, practico deportes muy activamente, así que debo lavar mis
cabellos casi a diario. Me preocupa que mi cabello pierda su brillo o
fortaleza.
Y, usted lo sabe, en el anuncio de Ultra Suave se dice que ese champú
puede ser utilizado a diario debido a que su fórmula está basada en
ingredientes naturales. Incluso recuerdo a la joven que dice: «Mi champú
está hecho a base de tilo; elija su tipo». Esa frase me induce a pensar que se
trata de una calidad aceptable y que probablemente tienen otras variedades.
Estimo que una fórmula especial para cada tipo de cabello.
Aparte de esto, conozco la marca Garnier desde hace mucho tiempo, ya
que he venido utilizando otros de sus productos. He utilizado su suavizante
de cabello (Amaciador Garnier) mucho tiempo, pero ahora he dejado de
hacerlo, ya que J & J me deja el cabello bastante suave. También conozco la
marca Garnier porque mi hermana usa su gel para dar al pelo una
apariencia húmeda (wet look). Está muy de moda, sabe usted.
El hecho que (Garnier) sea una marca francesa muy bien conocida me da
suficiente confianza. Sabe usted, yo desconfío de esas grandes botellas de
champú tan baratas. Me gusta demasiado mi cabello para someterlo a un
cambio que pudiese implicar algún tipo de riesgo.
Consideraciones contemporáneas
Aquí está. Me alegro de encontrarlo en el supermercado donde usualmente
compro. Pienso que no iría a buscarlo a ningún otro sitio si no lo hubiese
encontrado aquí.
¡Oh! Tienen una gran variedad. Y tienen muy bonita apariencia. Botellas
plásticas muy modernas y atractivas. Seguro que son las más bonitas en el
estante.
Déjeme ver... almendras blancas, germen de trigo, camomila y tilo. Son
todos ingredientes naturales. Cada tipo tiene un color distinto en la etiqueta
y la tapa en combinación. E informan para qué tipo de cabello es cada
fórmula. Creo que la fórmula con camomila es la correcta para mí, (Toma
una botella entre sus manos.)
El envase indica que éste es mejor para cabellos rubios. Déjeme ver... (lee
en la etiqueta trasera), sí, dan alguna información; ingredientes, resultados.
Aquí dicen que este champú puede ser usado cuantas veces quiera uno. No
logro identificar si este champú está fabricado en Portugal para Garnier.
Deberían indicarlo. Después de todo, éste no es uno de esos perfumes
carísimos. Todos estos champús deben ser fabricados en Portugal. Al menos,
creo que Garnier controlará la calidad de su fórmula original y otras cosas
por el estilo.
La botella es transparente y se ve que está completamente llena. Esto es
algo que yo realmente aprecio. Casi todas las demás botellas de champú son
opacas, pero en ésta yo puedo ver que ha sido llenada como debe ser. He
sabido que algunos supermercados y minoristas no muy honestos extraen,
¿POR QUE COMPRAN LOS CONSUMIDORES, COMO ELIGEN Y QUE INFLUYE EN ELLOS? 137
Consideraciones restrospectivas
Estoy realmente satisfecha con este nuevo champú. Lo he usado durante una
semana y pienso que mi cabello ahora es más flexible y que tiene más
volumen: como puede ver, llevo los cabellos bastante cortos. Su olor es muy
fresco y me gusta muchísimo.
A pesar de que el champú que usaba anteriormente también había sido
diseñado para uso frecuente, pienso que Ultra Suave da a mi cabello una
apariencia de mayor suavidad. No importa cuan a menudo lo use, de hecho
lo he venido usando a diario, y en cada ocasión mi cabello me queda igual
de suave. Sabía que en Garnier eran expertos en este tipo de productos. Con
una gama tan amplia de productos para el cabello, yo estaba segura que
eran expertos en la materia.
Una cosa que he notado: lo bien que facilita el peinado y también lo fácil
que permite sacar el champú del cabello. Pero pienso que la razón de que
esto sea así es que no es muy concentrado y se necesita una cantidad mayor
de champú para hacer espuma. No entiendo cómo puede suceder esto: mi
champú anterior era mucho más fluido y, a pesar de eso, hacía más espuma.
Quizá por eso percibo que necesito lavarme la cabeza con mayor frecuencia.
De hecho, con el de J & J podía estar hasta dos días sin lavarme la cabeza
porque el cabello seguía estando limpio y bonito. Con este nuevo champú
los resultados son mucho mejores, pero el cabello pierde su brillo y suavidad
después de practicar un poco de deporte (usted sabe que juego al tenis casi a
diario).
Después de todo, voy a quedarme con este nuevo champú. Mi cabello
está más bonito y con más volumen. Realmente pienso que Ultra Suave se
ajusta exactamente a las necesidades de mi cabello.
Análisis
1. Objetivos:
(i) Visión de la vida: ser bonita, no fea.
(ii) Social: proyectar una imagen positiva y ser «preferida».
2. Deseos:
El anuncio de un champú elaborado con extractos de plantas activó su deseo
latente por un producto realmente natural, para un uso muy frecuente (con
138 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
3. Creencias:
(i) Un champú natural, suave y para alta frecuencia de uso debería ser
capaz de permitirle lavar su cabello casi a diario sin provocar ningún
tipo de daño (por ejemplo: sin perder su brillo ni fortaleza),
(ii) Su peluquera podía suministrarle referencias expertas sobre la calidad
de los distintos champús,
(iii) Ella pensaba que Garnier, una marca francesa, tenía una línea
completa de productos para el cabello, lo que le atribuía la condición
de expertos en la materia, y le daba confianza respecto al nuevo
producto.
(iv) Los champús deben tener diferentes fórmulas para los diferentes tipos
de cabello.
(v) Ella no confía en los champús baratos o aquellos que ofrecen una baja
relación coste/cantidad,
(vi) Cambiar hacia un nuevo champú es una acción que implica algún
nivel de riesgo,
(vii) La decisión de probar con una nueva marca no justifica una acción de
búsqueda muy amplia hasta encontrar una tienda que expenda la
nueva marca,
(viii) Los productos elaborados en Portugal son de baja calidad. Este
problema puede ser superado por las empresas extranjeras,
(ix) Existe un cierto nivel de peligro con las botellas opacas: parte de su
contenido puede ser sustraído,
(x) El champú debe hacer «suficiente» espuma para ser eficiente.' (Existe
una correlación positiva entre espuma y limpieza.)
(xi) Los champús concentrados hacen más espuma con menos cantidad
del producto.
Criterios de integración:
(i) Convencionalismos (limpieza),
(ii) Ego (autoimagen).
Criterios económicos:
(i) Disposición a pagar un precio más alto (premium) con el fin de evitar
riesgos: los champús que muestran una baja relación coste/cantidad
deben ser evitados.
(ii) Sensibilidad sobre el nivel de esfuerzo que realmente debe ser invertido
en la compra de un producto.
Criterios de adaptación:
(i) Consejo. Consejo de la peluquera,
(ii) Reputación. Reputación de Garnier como una empresa francesa fiable,
con una gran experiencia en productos para el cabello.
(iii) Garantías.
a) Botella transparente (completamente llena).
b) Champú hecho con plantas naturales.
Ventajas y críticas
de la segmentación Conclusión
141
142 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
CONCEPTO DE MERCADO
Para cumplir con diferentes propósitos, las empresas definen sus merca-
dos más limitadamente mediante el recurso de definir, a su vez, más estricta-
mente la función (por ejemplo, transporte aéreo).
Sin lugar a dudas, existen muchos problemas ligados al concepto de
necesidad genérica. En primer lugar, la palabra «necesidad» es ambigua. Se
puede referir a una lista de necesidades desarrolladas en términos psicológi-
cos (como la jerarquía de las necesidades de Maslow) o, si se utiliza en
términos del vocabulario de cada día, la palabra «necesidad» sugiere la
existencia de un requerimiento absoluto, compulsivo e imperativo. Desafor-
tunadamente, no existe una lista universalmente aceptada de las necesidades
del ser humano (aparte de que el marketing no se confina a sí mismo dentro
de conceptualizaciones absolutas).
MERCADOS, SEGMENTACIÓN Y POSICIONAMIENTO 145
CONCEPTO DE SEGMENTO
precio) y que hacen que una oferta sea diferente de las ofertas de las
empresas rivales. Ellos señalan la importancia de distinguir entre segmenta-
ción de mercado y diferenciación del producto, de los procesos y esfuerzos
que se hacen para alterar la percepción del consumidor con el fin de lograr
en el producto una «diferencia percibida» o, igualmente, para cambiar el
peso atribuido por el consumidor a cada una de las características de los
distintos productos o, finalmente, el proceso de llevar a los consumidores a
percibirse a sí mismos como pertenecientes a un segmento distintivo (a este
tema nos referiremos más adelante).
PROBLEMAS DE LA SEGMENTACIÓN
(ii) ¿Cuáles son las bases que debemos utilizar para realizar el reagrupa-
miento dentro de los distintos segmentos?
(iii) ¿Cómo debemos seleccionar esas bases? ¿Cuál es el proceso?
(iv) ¿Cómo debería una empresa seleccionar sus mercados?
Bases demográficas
En vez de concentrarnos en las diferencias entre los beneficios deseados,
podemos clasificar a las personas que integran un mercado sobre la base de
edad, sexo, educación, ocupación, ingresos, tipos de casas, localización o
religión e inferir de esas variables demográficas las posibles variaciones en lo
que esas personas buscan en el mercado. Los factores demográficos constitu-
MERCADOS, SEGMENTACIÓN Y POSICIONAMIENTO 155
yen una de las variables más utilizadas para subdividir los mercados. Por
ejemplo:
Bases psicográficas
La segmentación puede realizarse también sobre la base del estilo de vida (o
modo de vida). En este sentido, el problema radica en seleccionar los factores
que realmente sean de interés para el desarrollo de una estrategia de marke-
ting. Así, un enfoque se centra en el estudio de los patrones de interés de los
consumidores, como, por ejemplo: orientación a la familia versus orientación
a la carrera; vida activa versus vida pasiva; estilo ostentoso versus estilo
controlado; localista versus cosmopolita (Robertson, Zielisnky y Ward,
1984). Sin embargo, aún se discute hasta qué punto los patrones de interés,
que son un reflejo del estilo de vida, son realmente útiles para el marketing.
Recientemente, el estudio de los estilos de vida se ha reflejado en una
segmentación psicográfica que tiende a basarse en factores demográficos,
medición de los valores, personalidad y actitudes, tal y como se realiza en
la medición de Actividades, Intereses y Opiniones (AIO). Un análisis en el
que se aplique el AIO incluirá los siguientes aspectos:
Otras bases
Algunas veces se utiliza el índice de uso (o consumo) como variable depen-
diente, conjuntamente con las variables demográficas y de la personalidad
para predecir determinados comportamientos del mercado. Este índice iden-
tifica a los «grandes usuarios» (heavy users) con el fin de enfocar la estrate-
gia de marketing hacia los deseos de este grupo de consumidores y así tratar
de captarlos. Por ejemplo, Dash se dirige a los «grandes usuarios» de
detergente.
Otro criterio que se utiliza es el de la lealtad de marca. Después de su
identificación, las empresas se dirigen de manera especial a los usuarios
leales —por ejemplo, «prefiero pelear antes que cambiar».
Algunos escritores han sugerido el uso de la segmentación situacional,
partiendo del criterio de que los deseos de un mismo consumidor pueden
variar en función de las distintas situaciones que debe enfrentar. Sin embar-
go, este enfoque puede conducir a serios problemas de interpretación, ya que
distintas situaciones pueden representar diferentes funciones de uso y, en
consecuencia, corresponder a diferentes mercados. Cuando las situaciones
representan ocasiones diferentes (por ejemplo, una cena social ver sus la cena
habitual en la casa), la segmentación situacional puede ser incluida como
parte de la segmentación en función de los beneficios o del estilo de vida.
Comentarios generales
Como explicación del proceso, este ejemplo sólo será fiable (exento de
factores espurios) si puede ser justificado empíricamente o con razonamien-
tos estrictamente lógicos.
Debido a que toda clasificación es esencialmente pragmática, las clasifi-
caciones variarán de acuerdo con los objetivos del propio proceso de seg-
mentación. En este sentido, Wind (1978) argumentaba que no existía un
proceso de segmentación que pudiese ser calificado como el mejor para todas
las decisiones de marketing. Estamos de acuerdo en que no existe lo que
podríamos llamar «el proceso óptimo», pero es necesario considerar que así
como podemos dividir un mercado de distintas maneras para obtener la
información que nos permita tomar algunas decisiones de marketing, sólo
segmentamos los mercados para identificar diferentes conjuntos de deseos;
en otras palabras, no todas las divisiones que se hacen de un mercado tienen
como propósito definir segmentos de ese mercado. Por otra parte, sería
necesario señalar, además, que las necesidades de los segmentos no sólo se
diferencian en términos de los beneficios buscados en el producto, sino,
además, en términos de precios, promoción y/o distribución. Así, los deseos
de un segmento (o por lo menos el concepto de deseos del segmento, tal y
como lo percibe el productor) pueden variar en función de la imagen de
marca generada por la publicidad o en función de los canales de distribución
utilizados para llegar al consumidor o en función de los niveles de precios. A
pesar de que es más común identificar los segmentos a partir de los diferen-
tes beneficios del producto, ésta no es la única vía para hacerlo. De ahí el uso
de las bases demográficas y psicográficas.
164 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
División lógica
En el proceso denominado división lógica, simplemente dividimos el merca-
do en subclases dicotómicas basadas en los atributos de la relación produc-
to/oferta/consumidor. Así:
• Subclases demográficas (por ejemplo: clases sociales, etapas en el ciclo de
vida familiar) o subclases psicográficas (por ejemplo: AIO/personalidad),
etcétera., de los cuales inferimos cuáles podrían ser los beneficios procura-
dos (véase el ejemplo de los productos Clairol en la tabla 5.1). Si lo que se
procura en cada subclase difiere en relación con la descripción de quiénes
integran cada subclase, cada subclase podrá ser considerada por la empre-
sa como un segmento del mercado.
• Subclases basadas en la configuración de los beneficios deseados. Si cono-
cemos quién busca los distintos grupos de beneficios, las subclases pueden
ser consideradas como segmentos del mercado.
Una base para diferenciar distintos segmentos, en función de los benefi-
cios, consiste en establecer grupos diferenciados de atributos del producto
mediante el uso de diagramas en los que cada línea descendente constituye
un posible segmento de mercado (véanse Figs. 5.2 y 5.3). En el caso de las
medias para mujeres (Fig. 5.2) se ha asumido que los atributos importantes
del producto son tamaño (longitud de la media), material utilizado y color,
mientras que en el caso de los detergentes (Fig. 5.3) se ha asumido que los
atributos determinantes son los ingredientes químicos, capacidad de produc-
ción de espuma, forma y efectos generados. Idealmente, la jerarquía de
atributos (y los niveles en que se sitúen) debería reflejar el comportamiento
del mercado a través del proceso de las etapas secuenciales que sigue el
consumidor al tomar la decisión de compra; por ejemplo, en el caso de las
medias para mujer, primero sería el tamaño (longitud), luego el material,
después el color y finalmente el grosor o textura del tejido. Es importante
señalar que la división lógica puede convertirse en un ejercicio sin valor si
los criterios que se utilizan para establecer las categorías dicotómicas no son
importantes y determinantes en el comportamiento del consumidor.
La división lógica, tal y como se muestra en las figuras 5.2 y 5.3, da como
MERCADOS, SEGMENTACIÓN Y POSICIONAMIENTO 165
Fig. 5.2. Representación hipotética de la jerarquía del mercado de medias para mujeres (repre-
sentación parcial).
un mismo nivel de atributos son las que compiten directamente entre si (por
ejemplo: todas las marcas de «pantyhose» negros de material sintético, tal y
como se muestran en la figura 5.2). Cuando no existen cambios entre distin-
tas marcas (o éstos son mínimos), se podría concluir que los diferentes
conjuntos de atributos (y sus niveles) conforman segmentos de beneficios
diferentes. Sin embargo, el hecho de que exista la posibilidad de cambio
entre dos marcas no prueba de manera concluyente que las dos marcas no
puedan pertenecer a segmentos diferentes de un mismo mercado. Muchos
ejecutivos de marketing prefieren utilizar los datos identificados en las per-
cepciones del consumidor para establecer los límites de los segmentos y los
mercados. Es de señalar que el uso de los datos relacionados con las percep-
ciones está íntimamente relacionado con el proceso previamente definido
como clasificación u ordenamiento.
Está claro que no todos los grupos de consumidores centrarán su aten-
ción en los atributos del producto; en consecuencia, otros aspectos de la
oferta pueden ser utilizados como base para la segmentación. En todo caso,
muchas veces los consumidores son tan conscientes de las marcas que, en su
proceso de selección, eligen la marca antes que nada. Las firmas que disfru-
tan de un alto nivel de preferencias hacia sus marcas son afortunadas, dado
que no necesitan competir en todos los segmentos debido a que un número
considerable de consumidores insisten en elegir sus marcas. Por el contrario,
cualquier adición a su línea de productos puede inducir a sus consumidores
a sustituir cualquier producto regular de la línea por el producto recién
introducido, y se produce el denominado «canibalismo» (o sea, cuando un
producto se «come» las ventas de otro u otros productos dentro del portafo-
lio de la misma empresa).
Clasificación u ordenamiento
Como una alternativa o complemento a la división lógica, podemos identifi-
car las preferencias o deseos individuales de los consumidores (referidos a
marcas) y luego agruparlos en segmentos. Se han utilizado varias técnicas de
mapas perceptuales, originados en las matemáticas psicológicas, para (diga-
mos) mostrar, en un gráfico, un grupo de marcas con la posición relativa de
cada una de ellas; esta posición relativa se establece en función de cómo
perciben los consumidores las semejanzas y desigualdades entre las marcas.
Análisis de la estructura de un mercado es el nombre que se asigna a cada
mapa (véase Fig. 5.4) que muestre la posición relativa percibida de distintas
marcas dentro de las dimensiones o atributos de referencia. La figura 5.4
muestra las posiciones relativas de las segadoras de césped en sus dimensio-
nes de versatilidad y fiabilidad. En este mapa podemos señalar también la
preferencia del consumidor o punto ideal. Al analizar un mapa perceptual
como el que aparece en la figura 5.4 se asume que:
• Cuanto más cercana sea la posición de dos marcas en el mapa, más
tienden las mismas a hacerse competencia entre sí.
MERCADOS, SEGMENTACIÓN Y POSICIONAMIENTO 167
• Cuanto más cerca esté del punto ideal la posición de una marca, más
posibilidades tiene de ser preferida por el consumidor.
• Los «vacíos» que sean identificados en el mapa pueden representar nichos
potenciales del mercado (posibilidades de segmentos).
Compradores
Bl B2 B3 B4 B5 B6
Dulzura 1 6 2 2 7 4
Cremosidad 2 5 1 3 6 4
Estos valores pueden ser distribuidos en un gráfico (véase Fig. 5.6). Los
puntos en la figura representan las preferencias o puntos ideales de cada uno
de los seis consumidores. (Por ejemplo: el punto donde se sitúa B3 —1 en la
escala de cremosidad y 2 en la escala de la dulzura— indica que ese
consumidor prefiere niveles muy bajos en ambos atributos.) Después de esto,
podemos proceder a agruparlos en segmentos. Existen técnicas estadísticas
para realizar esta reagrupación, pero en nuestro ejemplo la clasificación
puede hacerse mediante la simple lógica. Si vemos la figura 5.6, observare-
mos que existen dos «grupos» diferenciados, si ignoramos a B6, que
representa el consumidor extravagante que vamos a dejar fuera. La pregunta
sería: el consumidor B6, ¿debería ser incluido en uno de los dos segmentos
principales o podría ser considerado como un segmento por separado?
Agrupar a B6 en uno de los otros dos segmentos podría convertirse en un
ejercicio inútil si algún competidor está preparado para tratarlo como un
segmento separado mediante la formulación de un producto específico pa-
ra él.
Este ejemplo peca, por lo menos, de sobresimplificar el proceso de
segmentación. En primer lugar, el proceso de segmentación no sólo se refiere
a definir los límites de un segmento. Al identificar un segmento de un
170 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Fig. 5.6. Preferencias o puntos ideales de seis consumidores del mercado de barras de
chocolate en las dimensiones de cremosidad y dulzura
Posicionamiento
Sea que la empresa tenga ya un producto en su portafolio o que planifique
lanzar uno nuevo, el problema radica en posicionar o reposicionar ese
MERCADOS, SEGMENTACIÓN Y POSICIONAMIENTO 171
• Factores generales:
— «Fuerza impulsora» de la empresa.
— Tamaño y potencial de crecimiento.
— Requerimientos de inversión.
— Rentabilidad.
172 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
— Riesgos.
— Competencia.
• Factores específicos para la segmentación:
— Perdurabilidad del segmento.
— Movilidad del segmento.
— Visibilidad del segmento.
— Posibilidad de alcanzar el segmento.
«Fuerza impulsora» de la empresa. La empresa necesita definir los
requisitos para el éxito en el segmento de mercado definido. ¿Qué sistema de
negocios (marketing, producción, finanzas, etc.) se necesita para satisfacer los
requisitos para el éxito? Idealmente, la «fuerza impulsora» de la empresa
debería aportar las características básicas que le den a la empresa alguna
ventaja competitiva en el segmento.
Tamaño y potencial de crecimiento. El tamaño y el potencial de creci-
miento del segmento constituyen uno de los factores de mayor considera-
ción; sin embargo, la empresa puede verse llamada a engaño si considera
únicamente las demandas actuales del mercado. Así, antes del Modelo T de
Ford muchas personas deseaban comprar un automóvil, pero se les hacía
imposible por el coste de los mismos: se requería una política de bajos
precios para activar esa inmensa demanda pasiva.
Requerimientos de inversión. Es necesario calcular no sólo los costes de
ingreso al segmento, sino, además, los relacionados con el logro de la
participación de mercado deseada.
Rentabilidad. Para calcular la rentabilidad es necesario estimar ventas y
costes futuros. Además, es necesario considerar el «valor agregado» (o
añadido), ya que en los mercados de bajo valor añadido la rentabilidad se
hace más difícil.
Riesgos. Existen los normales riesgos relacionados con la receptividad,
positiva o negativa, del mercado, aunque ésos no son los únicos riesgos que
hay que considerar. Existe el riesgo de canibalismo si la empresa tiene una
participación importante en el mercado. Por ejemplo, Procter and Gamble
se lamenta de que sus nuevos pañales desechables de alta calidad, marca
Luv, han captado gran parte de las ventas de Pampers.
Competencia. Seleccionar un mercado quiere decir, además, seleccionar
las empresas rivales con las que ésta habrá de enfrentarse. Un segmento
puede ser grande, pero estar siendo servido adecuadamente o dominado por
varios proveedores bien establecidos en el mismo.
Perdurabilidad del segmento. Existen caprichos y modas en todos los
mercados. Los segmentos basados en los mismos son efímeros y los planes
necesitan considerar este factor. Muchos productores creyeron que la moda
de los «vaqueros urbanos» representaba una tendencia duradera y sólo se
dieron cuenta de que era un capricho pasajero después de haber hecho
cuantiosas inversiones recuperables sólo a largo plazo.
MERCADOS, SEGMENTACIÓN Y POSICIONAMIENTO 173
CONCLUSIÓN
Definición de competencia y
establecimiento de capacidades e Elección de una estrategia
intenciones competitiva
Capacidades relativas y
Recolección y análisis de la información requerimientos estratégicos
sobre la competencia Anticipando la reacción
175
176 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
situaciones. Una empresa pequeña puede ser fuerte, a pesar de sus escasos
recursos, si posee una patente para el desarrollo de una innovación. Incluso,
una empresa puede ser fuerte debido a que es débil; muchas empresas han
demandado con éxito a IBM basadas en algunas disposiciones legales que
favorecen a las empresas pequeñas.
Como un ejemplo de la necesidad de identificar las intenciones y la
capacidad de manejo de los recursos y no sólo de las capacidades, podemos
citar el caso de Xerox y los japoneses. Cuando los japoneses invadieron el
mercado de las fotocopiadoras en 1975, Xerox no estaba preparada para
enfrentarlos. Xerox vendía sus fotocopiadoras directamente y, aparente-
mente, creyó que los japoneses harían lo mismo. Por el contrario, los
japoneses comercializaron sus fotocopiadoras a través de intermediarios
(empresas independientes de equipos y materiales para oficina), lo que les
permitió llegar hasta el mercado de forma muy rápida, sin tener que hacer
frente a la inversión de tiempo y dinero que hubiese representado el
reclutamiento de una gran fuerza de ventas.
Claro está, siempre es difícil evaluar el impacto de las acciones de una
empresa sobre las subsiguientes intenciones de sus competidores. En ausen-
cia de evidencias suficientemente sólidas sobre la competencia, será necesario
predecir las intenciones futuras a partir de la imagen que se hayan creado
nuestros competidores en pasados enfrentamientos. Pero tal imagen puede
ser obsoleta. A veces, bajo determinadas condiciones, es más juicioso
retirarse del campo de batalla. Ser «gallina» es preferible en aquellas
situaciones en que la «recompensa por alcanzar» no justifica los correspon-
dientes costes si la intención de la competencia es llevarnos a una escalada
de mutua destrucción.
Una empresa puede iniciar acción legal para proteger sus mercados sobre la
base de que las acciones de sus competidores son ilegales. A menudo, las
posibles estrategias competitivas están limitadas por la legislación sobre las
situaciones de monopolio o la prohibición de ciertos tipos de discriminación
en los precios o sobre los actos denominados como de «competencia
desleal». A pesar de que muchas de esas legislaciones están dirigidas a
mantener un cierto nivel de competitividad en los mercados, algunas de ellas
contienen disposiciones que la afectan negativamente. Existe también la
182 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Objetivos
Porter (1985) argumenta que el propósito de toda estrategia competitiva es
el logro de una ventaja competitiva sostenible (o defendible). Para que una
ventaja sea calificada como sostenible, es necesario, por una parte, que los
compradores continúen viéndola como algo que les aporta un valor específi-
co y, segundo, que existan suficientes barreras para que dicha ventaja no sea
imitada por la competencia. Se reconoce que normalmente es difícil mante-
ner una ventaja competitiva por mucho tiempo (especialmente si es una
186 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Opciones estratégicas
¿Cuáles son las opciones estratégicas que se le plantean a la empresa?
Necesitamos conocer cuáles son las opciones disponibles de manera tal que
podamos evaluar únicamente las que sean las apropiadas, tomando en
consideración las acciones actuales y los posibles movimientos intencionales
(o por reacción) de la competencia.
ESTRATEGIAS COMPETITIVAS (ORIENTADAS A LA COMPETENCIA) 187
(b) Matriz
más amplias, mientras establecen los mismos precios que los últimos que
entran al segmento (o mercado). Igualmente, se podría argumentar que
cuando el mercado está integrado por productos muy poco diferenciados, los
compradores tienden a dejarse arrastrar por el hábito, las actitudes de
compra mecánicas o los factores intrínsecos, los cuales tienden a favorecer a
las marcas más antiguas. Sin embargo, no sorprende que los pioneros no
siempre disfruten de altas participaciones de mercado en aquellos mercados
que se caraterizan por campañas muy intensas y continuas de publicidad.
La apertura de canales adicionales es otra de las vías para expandir la
participación de mercado. La venta de revistas en los supermercados,
zapatos en las farmacias, leche a través de máquinas expendedoras, cosméti-
cos puerta a puerta, etc., constituyó, en su momento, a cambios radicales en
los métodos tradicionales de distribución.
Los métodos desarrollados por Boston Consulting Group (BCG) estable-
cen que la curva de la experiencia favorece la obtención de costes más reduci-
dos. Si, asumiendo que los otros factores permanecen iguales, los costes más
bajos que los de la competencia se convierten en precios más bajos, se logra
captar una mayor paticipación de mercado. Henderson (1979) de BCG
argumenta que, a pesar de que va en contra de toda lógica, muchas veces los
competidores que tienen costes más altos tienden a desplazar a los que
tienen costes más bajos. Esto ocurre (según Henderson) debido a que los que
tienen bajos costes fallan al no convertirlos en bajos precios, ya que
procuran maximizar sus beneficios inmediatos. BCG pone especial énfasis en
que es más fácil ganar participación de mercado en un mercado en
crecimiento, ya que en esa etapa es menos costoso. Si una empresa ha
seguido este consejo y se convierte en líder del mercado, sus costes tenderán
a ser cada vez más bajos, lo que le permitiría establecer una política de
precios acorde con la curva de la experiencia, reduciéndolos en función de sus
más bajos costes (reales o anticipados). Esta política de precios tiende,
además, a hacer más difícil el ingreso de otros competidores en el mercado (o
segmento).
Sin embargo, este análisis de BCG tiene un punto débil. Aun cuando se
acepte el concepto de la curva de la experiencia, el análisis parte de la
premisa de que en todo momento el factor precio es el determinante. Para
muchos productos de consumo, no puede afirmarse que el factor precio sea
el mismo elemento clave. Centrar excesivamente el análisis competitivo en el
precio implica que se descuidan los demás elementos de la oferta, aparte de
que puede conducir a no poner la debida atención a los procesos de
innovación al concentrarse en la búsqueda exclusiva de la eficiencia en la
producción. Y, en todo caso, una empresa podría realmente necesitar
beneficios a corto plazo, lo que le impediría esperar a los resultados de la
curva de la experiencia.
Si dos empresas con igual participación de mercado tratan de lograr el
dominio del mercado, puede desatarse una muy costosa guerra de precios. El
192 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Activos Competidores
A B C
Financieros + + +
Reservas de materias primas - - -
Capacidad instalada - + +
Patentes - - -
Buena voluntad de los clientes + + +
«Know how» de marketing + + +
«Know how» de producción - - -
«Know how» de I&D + + -
Red de distribución - + -
la empresa posee un nivel mayor, menor o igual en cada uno de los activos.
La tabla 6.1 podría representar el perfil competitivo de una empresa
contrastado con el de sus competidores. Este perfil sugiere la elección de una
estrategia mediante la cual la empresa pueda explotar sus «fortalezas»:
habilidades, capacidades, conocimientos, buena voluntad de los clientes,
recursos financieros, etc. Pero muy raras veces (si acaso sucede) las necesida-
des competitivas específicas encajan perfectamente con las «fortalezas» de la
empresa o las de cualquier otro competidor. En consecuencia, el objetivo
consiste en identificar la opción estratégica que ofrezca las mayores posibili-
dades de armonizar el aporte real de la empresa con el sistema de negocios
requeridos
Juego teórico
Participaciones de
Estrategias
mercado más bajas
Participaciones de
Estrategia
mercado más altas
Probabilidad de adopción
Estrategias
por la empresa B
(Las probabilidades suman 1,00 debido a que se asume que una de las
tres estrategias será adoptada por la empresa B.)
Si multiplicamos la participación de mercado que aparece en cada una de
las líneas de la figura 6.2 por las probabilidades de que sean adoptadas,
obtenemos las expectativas de participación de mercado de la empresa A
198 MARKETING COMPETITIVO. UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
para las tres estrategias (véase tabla 6.2). La estrategia de salto mantiene las
más altas expectativas de participación y debería ser la primera en ser
adoptada.
Tabla 6.2. Expectativas de participación de mercado de la empresa A para cada una de las
tres estrategias.
Expectativas de
Estrategia de Resultados de Probabili-
participación
la empresa A participación dades
de mercado
(col. 1 x col. 2)
57,70 %
58,40 %
ESTRATEGIAS COMPETITIVAS (ORIENTADAS A LA COMPETENCIA) 199
CONCLUSIÓN
APÉNDICE
1. Objetivo
2. Estrategia
3. Razones de la estrategia
Global de la empresa:
Imagen de la empresa + +
Tamaño de la empresa - -
Recursos financieros - -
Marketing: = =
Publicidad = +
Ventas = = x
Promoción de ventas = - x
Distribución + + x
Productos + + x
Diseño
Producción: - -
Eficiencia - -
Capacidad de producción = =
Capacidad de abastecimiento + +
«Know how» en la producción
Información
de marketing
7
La información,
la investigación
de marketing y el
gerente de marketing
Información para el gerente de Búsqueda de la información
marketing (diseño de la investigación)
Definición de información Establecimiento de los criterios de
Sistema de información para la evaluación
Gerencia (SIG)/Sistema de Apoyo a Recopilación de los datos
las Decisiones (SAD) Análisis de los datos
Los procesos lógicos de decisión y la
Información Técnicas de análisis
Los modelos matemáticos
Etapas de la investigación de marketing Medición y medidas
Objetivos
Diagnóstico del problema Conclusión
203
204 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Definición de información
Sólo algunas de las decisiones que han de tomar los ejecutivos son
rutinarias y constantes. La mayoría de los problemas que enfrentan son sólo
parcialmente estructurados o, incluso, en ocasiones totalmente no estructura-
dos. Aun ante un problema parcialmente estructurado, será necesaria la
intervención del juicio de la gerencia para evaluar aquellos aspectos que
requieran ser tratados analíticamente. Cuando el problema es totalmente no
estructurado es porque es nuevo y poco familiar, y la gerencia debe luchar
con él de la mejor forma que pueda.
En años recientes, se ha utilizado el término Sistema de Apoyo a las
Decisiones (SAD) para referirse al uso de los ordenadores como instrumento
de apoyo a la gerencia para enfrentarse a problemas parcialmente estructu-
rados (véase Keen y Morton, 1978). El énfasis se centra en la palabra
«apoyo». Contrario al simple procesamiento de datos, el objetivo no se
refiere al logro de mayor eficiencia o más bajos costes, sino a complementar
el juicio de la gerencia para lograr decisiones más eficaces con el apoyo de
programas de ordenador (orientados al usuario) que incluyen análisis de
problemas específicos, modelos de decisión, etc. Aparentemente, los sistemas
de apoyo a la decisión consisten en programas y modelos que se han
desarrollado siguiendo el método de prueba y error. Para que lleguen a
aumentar la eficacia de las decisiones, es necesario que los propios gerentes
se interesen en su diseño o que, de una u otra manera, entiendan sus
propósitos, las premisas en que se basan y los modelos que utilizan (véase
Montgomery y Weinberg, 1979).
Existen muchos estudios sobre las aplicaciones de los SAD al área de la
gestión de marketing (Little, 1979) y se han desarrollado modelos para
aplicaciones específicas. De particular interés para la formulación de estrate-
gias son el denominado «Brandaid» diseñado para la evaluación de estrate-
gias alternas (Little, 1975); y el «Stratport», para la formulación y evaluación
de las estrategias del portafolio de productos de la empresa (Larréché y
Srinivasan, 1982).
El desarrollo de los ordenadores personales o mini-ordenadores y el
movimiento existente en favor de descentralizar los procesos informáticos
para llegar a un manejo mejor distribuido de estos procesos, han llevado a
los gerentes de marketing a comprometerse más a fondo y más activamente
en la organización de los SIG/SAD dentro de las funciones de marketing.
Los informes regulares y los análisis provenientes de las labores de investiga-
ción de marketing forman parte de los SIG. Sin embargo, gran parte de los
trabajos de investigación de marketing se refieren a problemas específicos
(ad hoc) que deben ser evaluados y analizados por separado. El uso del
ordenador, como apoyo para la solución de este tipo de problemas,
correspondería, más específicamente, al área de desarrollo de un SAD.
Si consideramos los datos como la materia prima con la cual se
confeccionan los conocimientos y la información, surge el problema de
determinar la cuantía de los datos por reunir. Por una parte, cualquier dato
LA INFORMACIÓN, LA INVESTIGACIÓN DE MARKETING Y EL GERENTE DE MARKETING 207
adicional puede conducir a una decisión diferente, así que bloquearlo podría
representar el rechazo de mayores conocimientos y opciones. Por otra parte,
como es lo usual, si las decisiones deben tomarse dentro de un lapso
determinado, será necesario, en un determinado momento, utilizar los
criterios personales para suspender la recopilación y revisión de los datos.
Esto quiere decir que el ejecutivo deberá utilizar su lógica gerencial para
decidir si la información reunida (o que debe ser reunida) es la adecuada;
esto es, si es suficiente para considerar que el riesgo de error es más tolerable
que las dilaciones y los costes que implicarían investigaciones más amplias.
En términos generales, raras veces un ejecutivo puede esperar hasta disponer
de todos los datos posibles (e ideales), ya que usualmente se encuentra bajo
fuerte presión, lo que le obliga a tomar decisiones en el acto.
Descripción
La recopilación de datos descriptivos básicos sobre la compañía, los clientes,
los competidores, los mercados y otros aspectos del medio ambiente externo
constituye la función más importante de la investigación de marketing. La
elección de los aspectos por describir y de qué manera habrá de hacerse
dependerá de lo que, según el criterio del gerente, se considere importante
(por ejemplo, el comportamiento de los compradores) o de las técnicas que
se conozcan y estén disponibles (técnicas de identificación de las actitudes).
Explicación
En una conversación normal, una explicación es algo que convierte lo
extraño e inesperado e algo familiar o predecible. También en las ciencias
una explicación consiste en la descripción de las condiciones bajo las cuales
los eventos objeto de la explicación encajan dentro de sistemas conocidos o
se estima que se ajustan a algunos principios aceptados como verdaderos
(Nagel, 1961). Este proceso puede estar constituido por la identificación de
las causas, los orígenes, los efectos, los propósitos o las funciones. El tipo de
explicación que se busque dependerá de los propósitos de la investigación.
Por ejemplo, si deseamos investigar por qué las personas compran nuestros
productos, existen, como hemos visto previamente, distintos posibles enfo-
ques: las razones para la compra, cómo se desarrolla la decisión de compra,
las influencias que afectan al acto de compra, etc. En este sentido, Fisher
208 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
LA INFORMACIÓN, LA INVESTIGACIÓN DE MARKETING Y EL GERENTE DE MARKETING 209
Predicción
La predicción enfoca eventos futuros, tomando en consideración los efectos
o consecuencias de los eventos actuales o pasados y las acciones que se
propone adoptar. Si se pretende que una predicción sea algo más que una
«proyección de ignorancia» o una profecía, es necesario que la misma,
asumiendo que los demás factores permanezcan iguales, establezca las
condiciones bajo las cuales se produciría la predicción (por ejemplo, «si
bajamos los precios en un 10 por 100, es factible prever que la demanda
aumentará entre un 20 y un 30 por 100»).
En marketing, una de las razones para tratar de alcanzar determinadas
explicaciones es la de predecir algunos comportamientos. Por ejemplo, si
tuviésemos una ley cuyo texto fuese el siguiente: «Si el precio de un producto
se aumenta, las ventas de ese producto disminuirán proporcionalmente»,
esta ley debería ser capaz de sostener lo siguiente:
Prescripción
La prescripción se refiere a la selección de un curso de acción después de: a)
haber establecido los objetivos, b) haber analizado varias alternativas y c)
haber previsto sus posibles consecuencias. Dado que la decisión que
conduzca al éxito no puede ser garantizada, es importante que el ejecutivo
de marketing pueda demostrar (y estar convencido él mismo) de que la
decisión está fundamentada, dados los objetivos establecidos, en evidencias,
descripciones, explicaciones y predicciones suficientemente sólidas.
Evaluación
El gerente de marketing utiliza la evaluación del rendimiento pasado o del
potencial de rendimiento futuro como un instrumento de control y/o
selección. La evaluación del rendimiento pasado incluye una comparación
del desempeño actual, contrastado con los criterios establecidos para juzgar
los distintos niveles alcanzados. Así, los resultados del personal de ventas
pueden ser comparados con las cuotas de venta para evaluar el rendimiento
relativo de cada uno de sus componentes. La evaluación del potencial futuro
se refiere a la predicción y evaluación de los que proyectan ser los futuros
rendimientos. Así, los candidatos a pertenecer al personal de ventas se
evalúan en función de una serie de criterios de selección que, se asume, son
capaces de predecir el potencial futuro de ventas del candidato. Toda
evaluación consiste en una «evaluación contra» ciertos criterios (como los
criterios de selección analizados en el capítulo 4). A su vez, todo proceso de
evaluación pone sobre el tapete la necesidad de establecer los criterios
adecuados para juzgar los rendimientos, así como la identificación, en
términos de los criterios seleccionados, de las líneas divisorias entre los
rendimientos que deben ser calificados como excelentes, buenos, satisfacto-
rios o pobres.
En términos generales, la investigación de marketing se centra en
descripciones, explicaciones y predicciones, mientras que el ejecutivo de
marketing «prescribe» los planes y «evalúa» los rendimientos. Pero nada en
la práctica es tan rígido, y el ejecutivo de marketing debe suministrar una
serie de directrices y guías a los encargados de la investigación de marketing
para:
• Definir tanto los objetivos de los estudios por realizar como los problemas
que deben ser resueltos.
LA INFORMACIÓN, LA INVESTIGACIÓN DE MARKETING Y EL GERENTE DE MARKETING 211
• Avanzar algunas ideas, por ejemplo: datos que podrían ser importantes,
hipótesis que deben ser comprobadas, etc.
• Sugerir líneas de acción para enfrentar los problemas.
• Cuestionar las premisas que soportan las técnicas de las investigaciones y
el contenido de los informes.
• Proveer límites de costes y tiempos.
Si el ejecutivo de marketing no tiene un conocimiento básico de los
métodos y limitaciones de la investigación de marketing, no podrá ejecutar
eficazmente estas responsabilidades.
Objetivos
Diseño de la investigación
Muestreo probabilístico
El muestreo probabilístico constituye un procedimiento formal para selec-
cionar una muestra en la que cada individuo tiene una determinada
probabilidad de ser seleccionado. En el muestreo al azar (random) cada
miembro de la población tiene la misma probabilidad de ser escogido. Esto
presupone un universo sub-clasificado en el que cada miembro de la pobla-
ción puede ser localizado y seleccionado al azar. Por ejemplo, después de
definido el tamaño de la muestra, se puede hacer una selección de (digamos)
los médicos, recurriendo a un registro donde se encuentren identificados
todos los médicos; este registro se denomina universo específico. A menudo,
en la práctica se encuentran dificultades para contactar con las personas que
han sido previamente seleccionadas al azar o, si se contacta, para que
cooperen y participen en el estudio.
Los gastos que conlleva un muestreo al azar han provocado que se
utilicen otros métodos de muestreo probabilístico. El muestreo sistemático
consiste en elegir, después de una previa selección al azar, cada décimo
miembro del universo específico (por ejemplo, cada décima casa en una calle).
Existe el peligro de que la selección coincida con algún hecho específico que
pueda distorsionar los datos (por ejemplo, la casa final de la calle). La
muestra estratificada implica la subdivisión de la población en estratos o
niveles (por ejemplo, en categorías demográficas) y luego se aplica la
selección al azar a cada estrato. Dado que la población es heterogénea, si se
logran definir con precisión los estratos y distribuirlos adecuadamente
dentro de la muestra, el muestreo estratificado constituye uno de los
métodos más fiables para asegurar la representación de una muestra. En el
muestreo por áreas (o conjunto) la población se divide en áreas. Un número
de estas áreas se elige al azar (a partir de la premisa de que los patrones
territoriales reflejan otras diferencias) y luego se selecciona una proporción
de cada una de las áreas elegidas.
216 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Nota: Cada O representa una cuota de 10 entrevistas que deberán ser distribuidas de acuerdo con las
características señaladas más arriba: edad y nivel socioeconómico.
Muestreo no probabilístico
El muestreo por cuotas es el método más impórtate entre los sistemas de
muestreo no probabilístico. En el muestreo por cuota, al entrevistador se le
da una descripción de las características de las personas por entrevistar y el
número de entrevistas que corresponde a cada «juego» de características. Se
deja al entrevistador en libertad de localizar, seleccionar y entrevistar a las
personas que se ajusten a las características establecidas. Así, por ejemplo, a
un entrevistador se le puede encomendar la realización de 10 grupos de
entrevistas distribuidas como aparece en la tabla 7.1, en el que las oes (O)
representan las cuotas.
La libertad para seleccionar a los entrevistados que se le concede al
personal encargado de la realización de las entrevistas plantea algunas
posibilidades de desviación y, en consecuencia, los análisis estadísticos no
pueden legitimar el margen de error, aun cuando en la práctica diaria éste
normalmente se ignora. Además, en la aplicación práctica puede haber serias
diferencias entre la población objetivo (a quiénes llegar) y la población
muestra (a quiénes realmente podemos llegar). De hecho, la diferencia entre
la población objetivo y la muestral puede ser muy grande, tal y como ilustra
Webb (1966, p. 24):
Recopilación de la información
Fig. 7.4
Observación
La observación puede ser directa (por ejemplo, observación de un producto
en uso o del proceso de compra) o adoptar la forma de un examen y análisis
de determinados registros. Por ejemplo:
• Internos, por ejemplo:
— División geográfica de las ventas.
— Ventas por valor de las órdenes (o pedidos).
— Ventas por tipo o tamaño de los compradores.
— Tendencias de las ventas.
— Fluctuaciones estacionales en las ventas.
• Externos, por ejemplo:
— OECD (Organización para el Desarrollo y la Cooperación Económi-
cos).
— Departamento de Comercio (en EE. UU., una fuente de información
muy importante, tanto sobre el país como sobre sus mercados).
— Estadística Anuales de las Naciones Unidas.
— Cámaras de comercio.
— Bancos extranjeros.
— Publicaciones de las asociaciones empresariales.
— Artículos en revistas profesionales y empresariales.
— Declaraciones de los competidores, por ejemplo: planes de inversión.
LA INFORMACIÓN, LA INVESTIGACIÓN DE MARKETING Y EL GERENTE DE MARKETING 219
Entrevista
Gran parte de la información que se requiere en marketing no puede ser
obtenida mediante la observación; es consecuencia, es necesario recurrir a la
entrevista (por ejemplo, para obtener información sobre percepciones y
creencias). Pero la técnica de la entrevista asume que a) los miembros de la
población objeto están.accesibles y b) que están en disposición y capacidad
para facilitar la información que se busca.
Entrevistas. En la entrevista estructurada se utiliza un formulario que
contiene una serie de preguntas en secuencia y en el que la estructura de la
pregunta limita las respuestas de los entrevistados. Las preguntas pueden
exigir a) una respuesta dicotomica («sí» o «no») o b) los entrevistados pueden
ser dejados en libertad de contestar las preguntas en la forma que mejor les
parezca (véase Fig. 7.5 (a)).
Muchos sondeos tienen como objetivo identificar las actitudes que se
adoptan ante los atributos de la oferta. En éstos, se utilizan varias escalas
psicológicas. La escala del diferencial semántico es una de ellas (Tabla 7.5
(b)). Esta escala consiste en un cuestionario de selección múltiple que mide
la «percepción» de los entrevistados sobre el tema que se investiga. La palabra
«percepción» se utiliza, en este caso, para describir la reacción mental que se
produce entre el estímulo presentado y la correspondiente respuesta. La
imagen de un producto o de una compañía se mide en una escala de siete
puntuaciones para cada una de las series de atributos bipolares. Una de sus
formas de aplicación sugiere el uso de tres dimensiones distintas:
• Evaluación: bueno-malo.
(Referido a si se percibe el objeto evaluado como favorable o desfavora-
ble.)
• Potencia: fuerte-débil.
(Cantidad de fuerza requerida para tratar con el objeto).
• Actividad: rápida-lenta.
(Cuan rápida ha de ser la actividad en relación con el objeto).
La esencia de esta técnica se centra en la selección de una muestra de
términos descriptivos y polares que cubran las tres dimensiones. En esta
técnica, la actitud es sólo uno de los aspectos o factores de la «percepción»
(principalmente, el factor que se utiliza como evaluación). Las relaciones que
220 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Figura 7.5
LA INFORMACIÓN, LA INVESTIGACIÓN DE MARKETING Y EL GERENTE DE MARKETING 221
Podrían ser utilizadas, además, como punto de partida para otros tipos de
investigación; como un método, digamos, para descubrir hipótesis de tanteo.
Por otra parte, el informe verbal puede ser utilizado como una base para
conducir una interpretación clínica psicoanalística, si aceptamos que los
informes verbales constituyen una racionalización de las verdaderas motiva-
ciones subconscientes que condicionan el comportamiento. El objetivo final
es el de interpretar el «sentido» de las acciones de los consumidores a partir
de la interpretación (por los propios consumidores) de estas acciones. En
marketing es necesario identificar el sentido lógico que subyace detrás de las
acciones de los consumidores. Y las investigaciones cualitativas responden a
esa necesidad (véase Levy, 1981).
Sondeos por correo. No todos los sondeos deben ser necesariamente
conducidos mediante entrevistas personales. La principal ventaja de los
sondeos que se realizan por correo es el ahorro en coste. Además, los que
reciben los cuestionarios disponen de suficiente tiempo para reflexionar y
consultar a otros antes de contestar. Pero estas ventajas raras veces
compensan la desventaja del bajo índice de retorno. Este bajo nivel de
respuestas espontáneas obliga a que sea necesario entrevistar (personalmente
o por teléfono) a una muestra de los que no contestaron, para determinar si
sus respuestas difieren o no de las respuestas de los que sí contestaron.
Sea cual sea el método que se utilice para conducir los sondeos (correo o
entrevista), siempre queda abierto el tema sobre cómo tratar los «no sé».
Una alta participación de «no sé» puede producir serias desviaciones en los
resultados, a menos que se asuma que los «no sé» se producen al azar dentro
de todas las categorías en que se agrupan los entrevistados. Zeisel (1968)
argumenta que los «no sé» pueden, en el fondo, reflejar una actitud de «no
preferencia», en cuyo caso las respuestas deberían ser registradas como tal.
En otros casos, los «no sé» podrían reflejar una deficiencia de la forma en
que se ha formulado la pregunta. En este sentido, Zeisel se refiere, como
ejemplo, a una pregunta que requiere una respuesta precisa: «¿De qué altura
son sus tacones?». Señala que, con el fin de reducir el número de «no sé»,
debería ser formulada con mayor precisión y ser planteada, por ejemplo, en
los siguientes términos: «¿Usted diría que sus tacones son altos, medios o
bajos?». Se puede, asimismo, ayudar a los entrevistados mediante un enfoque
de túnel, en el que una pregunta inicial, formulada en términos más amplios,
conduce a otra u otras en las que se va afinando la precisión de las
respuestas. Por ejemplo, la pregunta única: «¿Cuántas hogazas de pan
compró usted la semana pasada?», podría ser sustituida por dos preguntas
en túnel: «¿Cuántas veces compró usted pan la semana pasada?» y «¿Cuán-
tas hogazas compró en cada ocasión?»
Investigación motivacional. La próxima técnica, tal y como se muestra
en la figura 7.4, es la investigación motivacional. Bajo este nombre se agrupa
una serie de procedimientos clínicos intensivos que, debidamente disimula-
dos, se utilizan para investigar los «motivos» de compra. La sesiones de
224 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Experimentos controlados
En toda investigación que toque algún área del comportamiento humano,
con frecuencia se presentan problemas con la estabilidad de los resultados.
Por esta razón, cuando los hallazgos de una investigación se contrastan con
los resultados obtenidos en una repetición de la misma, se nota un cierto
nivel (mayor o menor) de discrepancia entre ambas, y no siempre se
confirman los resultados iniciales. Mohr (1982) atribuye esta falta de
estabilidad no sólo a problemas metodológicos (por ejemplo, métodos de
medición utilizados por los investigadores que no se aplican a las mismas
variables), sino a la dependencia del impacto de una variable, X, sobre otra
variable, Y, en presencia o en función del nivel de influencia que presenta
otra variable, Z: «El impacto de X sobre Y fluctuará de estudio a estudio en
parte debido a que se desconoce Z, de la cual depende el impacto.» Se han
diseñado algunos métodos para conducir experimentos controlados que
permitan: a) disminuir estos problemas y b) identificar la relación precisa
entre X e Y.
En la práctica, los efectos de un estímulo, X, sobre las respuestas de un
comprador, Y, pueden ser influenciados por:
• Otros eventos concomitantes que afectan al comprador.
• Los cambios del comprador durante el período en consideración.
• Las actitudes del observador en el proceso de medición de las reacciones.
n = número de factores
2 = número de niveles.
III
IV
Tipos no puros
La categoría final que aparece en la figura 7.4 constituye una miscelánea que
incluye tanto la simulación como las pruebas (test) de marketing. Las
pruebas de marketing se discutirán en detalle en el capítulo 9. Las simulacio-
nes por ordenador de los comportamientos del consumidor y las simulaciones
de laboratorio se utilizan a menudo en el desarrollo de nuevos productos
para simular (digamos) la cadena conocimiento-prueba-repetición-proceso
de compra (véase Burger, 1972).
El juego de la compra (shopping game) constituye un ejemplo de los
experimentos mediante simulación tipo laboratorio. En uno de estos «jue-
gos» (Pessemier, 1960) a los participantes se les pide que simulen un
recorrido de compra. A cada uno se le indica el valor en dinero de que
dispone, las marcas que están disponibles y sus precios. Sin embargo, con el
propósito de disponer de una base para predecir la reacción de la demanda
ante diferentes niveles de precios, el precio de las marcas se va cambiando
sistemáticamente con el fin de medir el efecto sobre las unidades compradas.
Es difícil juzgar si estos «juegos» reflejan efectivamente el comportamiento
normal en el mundo real; en consecuencia, es necesario darles seguimiento
mediante estudios prácticos que permitan establecer si el comportamiento
228 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
posterior (en la vida real) es similar o muy parecido a los resultados del
«juego». De cualquier manera, los estudios por simulación no necesaria-
mente se dirigen a predecir el comportamiento del consumidor en la vida
real, sino a comprender mejor cómo interactúan los distintos factores que
afectan a una misma situación.
Los usos típicos de los distintos métodos de recolección de la informa-
ción aparecen en la figura 7.8.
1 Observación
(i) Intrusiva. Por ejemplo: Estudios sobre usos del producto: ¿cómo y con qué se
usa?
Por ejemplo: Estudio del comportamiento de compra en supermercados
sobre (digamos) efectos de la localización de las marcas sobre las
ventas.
(ii) No intrusiva. Por ejemplo: Estudios similares a los anteriores, pero en aquellos
casos en que la observación o interrogación podrían inducir a desvia-
ciones
2 Interrogación
Entrevista
(i) Estructurada:
— Entrevista personal; por ejemplo, para la recolección de datos reales sobre el consumi-
dor cuando no incluyen preguntas de Índole muy personal.
— Entrevista telefónica; por ejemplo, cuando se busca una respuesta más desinhibida, se
dispone de un bajo presupuesto y todos los miembros del «publico objetivo» poseen
teléfono.
(ii) No estructuradas:
— Libre asociación de ideas; por ejemplo, estudios sobre imagen, identificación de
relaciones.
— Temática, de grupo; por ejemplo, dan rienda libre a los pensamientos, pero con ciertas
restricciones en el tiempo.
Por correo:
En el marketing industrial, por ejemplo sobre intenciones de compra. Facilita la consulta pero
dificulta la obtención de respuestas.
Investigaciones motivacionales:
Dirigidas a identificar las motivaciones de compra y los deseos subconscientes con el fin de
utilizarlos en ideas para la publicidad.
Paneles de consumidores:
Para el control continuado de comportamientos de compra, digamos ante el efecto de la
televisión.
3 Experimentos controlados
Estudios sobre intencionalidad: para identificar y comparar los resultados y consecuencias de
diferentes mezclas de opciones, por ejemplo, empaquetado, opciones de precios o acciones de
promoción de ventas.
4 Tipos no puros
Simulación: ver ASSESSOR.
Pruebas de marketing.
TÉCNICAS DE ANÁLISIS
Medición y medidas
agresiva, etc. La escala nominal sólo permite contar números para mostrar
su frecuencia en un gráfico de barras.
Escala ordinal. En una escala ordinal los items se ordenan de «más» a
«menos». Por ejemplo, los datos que se obtienen de una pregunta como la
siguiente: «Coloque las siguientes marcas en orden de preferencia», se
reflejarían en una escala ordinal. Sin embargo, no permiten el cálculo de la
distancia que separa una preferencia de la siguiente. La escala Likert (véase
Fig. 7.5 (c)) es una escala ordinal, a pesar de que usualmente se la maneja
como una escala de intervalos con el fin de realizar determinados análisis
estadísticos. Una escala ordinal sólo permite el cálculo de correlaciones entre
los datos ordenados y el cálculo de medianas; no permite la suma o resta, la
división o multiplicación.
Escala de intervalos. Esta es una verdadera escala métrica que justifica el
uso del término «medida» en vez de «escala». Los intervalos entre las
sucesivas mediciones se representan por la distancia entre los puntos. Sin
embargo, el punto de partida es arbitrario. Así, el tiempo que corresponde al
intervalo entre el año 100 d. de C. y 200 d. de C. es el mismo que transcurre
entre el 200 d. de C. y el 300 d. de C, pero la denominación de año d. de C.
constituye un punto de partida arbitrario, lo que le restaría todo sentido
lógico a decir que el 200 d. de C. es dos veces más tiempo que el año 100 d.
de C. La medición de las temperaturas (en centígrados o Fahrenheit)
constituye una escala de intervalos.
Escala de proporciones. También la escala de proporciones constituye
una verdadera escala métrica. Este es el tipo de medición que hacemos con
una regla, dado que existe un punto que tiene valor cero absoluto. Dado que
el punto cero no ha sido establecido de forma arbitraria, esta escala permite
la multiplicación y división y todas las otras aplicaciones matemáticas
posibles.
La mayoría de las aplicaciones estadísticas asumen que los datos son,
por lo menos, medidos en una escala de intervalos. Al utilizar la escala
Likert como una escala de intervalos, estamos (erróneamente) asumiendo
que intervalos iguales en la escala representan una dimensión similar de
cambios, tal y como el ir del año 100 a. de C. al 200 a. de C. se considera
como un cambio igual al de ir del 200 a. de C. al 300 a. de C. Aun si la escala
Likert fuese realmente una escala de intervalos, la manipulación matemática
de la misma debería limitarse a la suma y resta en la escala de intervalos
para calcular, digamos, desviaciones medias o estándar. A menudo, los
investigadores ignoran esta limitación y pretenden equilibrar las ventajas
que implica el uso de herramientas estadísticas muy sofisticadas con los
errores que pueden surgir al violar las reglas de los procesos de medición.
Las escalas de intervalos y de proporciones asumen que todo lo que sea
posible de medir posee una característica única, individual, unidimensional,
identificable a lo largo de un continuum (por ejemplo, desde muy dulce a muy
amargo). Muchas actitudes hacia un producto no parecen fundamentarse en
LA INFORMACIÓN, LA INVESTIGACIÓN DE MARKETING Y EL GERENTE DE MARKETING 233
CONCLUSIÓN
Los componentes de
la mezcla de marketing
8
Gestión del producto:
necesidades y políticas
239
240 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Fig. 8.1
GESTIÓN DEL PRODUCTO: NECESIDADES Y POLÍTICAS 241
Podemos identificar mejor la utilidad del concepto del «ciclo de vida del
producto» o CVP (PLC en inglés), si conocemos su situación o «estatus» en
la práctica. Las alternativas son considerarlo como:
(i) Un axioma.
(ii) Una ley de vigencia universal,
(iii) Un modelo construido,
(iv) Un modelo ideal.
Un axioma
Existen algunos que tienden a reducir el valor del CVP a un simple axioma:
«si un producto sale del mercado, las ventas deben comenzar y terminar
alcanzando su nivel más alto en un punto intermedio entre ambos extre-
mos». Este punto de vista nos parece muy superficial, ya que decir que un
producto sigue un ciclo de vida significa algo más que decir que las ventas
suben antes de bajar.
Un modelo construido
A menudo, el CVP se presenta como un modelo «construido» ya que
representa lo que normalmente se produce en los mercados. Existe un
número apreciable de problemas para determinar con qué frecuencia real-
mente ocurre el CVP. En esta investigación tenemos que dejar un espacio
abierto para incorporar datos tales como cambios en la población, cambios
en los precios y, muy a menudo, cambios en el nivel de los gastos
discrecionales. También se plantea la permanente dificultad para á) definir,
con suficiente precisión, los productos y mercados y b) identificar la etapa del
ciclo en que se encuentran. Sin embargo, se han hecho numerosos intentos
formales para determinar la frecuencia con que se presentan, en la realidad,
evoluciones de los mercados que podrían ser asimiladas al CVP. Los
resultados de un estudio conducido por Cox (1967) y que incluyó 258 marcas
de productos éticos, indicaron que un 28 por 100 siguieron el patrón clásico
del CVP, mientras que un 39 por 100 siguió una curva de «dos colinas»,
sugiriendo que la vida de un producto puede ser prolongada gracias a los
esfuerzos del marketing. En dicho estudio se pueden distinguir muchos tipos
de curvas. Polli y Cook (1969), que midieron operacionalmente las etapas del
CVP en términos de los porcentajes de cambio en las ventas entre una fase y
otra, encontraron que menos del 50 por 100 de los productos estudiados
siguieron la curva clásica del CVP. De cualquier manera, algunos podrían
GESTIÓN DEL PRODUCTO: NECESIDADES Y POLÍTICAS 245
Un modelo ideal
Probablemente, el CVP deba ser considerado como un «modelo ideal». Un
modelo ideal constituye una abstracción que puede o no corresponder
estrictamente al mundo real. La competencia perfecta, tal y como la definen
los economistas, y la burocracia, tal y como la definió el sociólogo Max
Weber, son modelos ideales, ya que se espera que los casos que se presenten
en la realidad habrán de desviarse, en mayor o menor medida, del «ideal».
Un modelo ideal se utiliza para compararlo con un caso real y tratar de
explicar por qué no se dieron las características del modelo ideal.
El CVP, como modelo ideal, constituye un «estándar» contra el cual: a)
comparar los casos reales o b) predecir lo que ha de ocurrir en caso de que la
realidad se ajuste al modelo. Puede ser concebido como una herramienta
heurística para explicar patrones particulares del comportamiento de las
ventas. Por ejemplo, durante la etapa inicial de un producto completamente
nuevo, frecuentemente se producen fluctuaciones en las ventas. Estas desvia-
ciones del modelo que plantea el CVP (con un crecimiento suave y
constante) se producen debido a que, muy a menudo, el crecimiento del
producto depende de una amplia variedad de problemas técnicos. Por
ejemplo, el crecimiento del mercado de automóviles' mostró tendencias
erráticas mientras la demanda esperaba soluciones tales como llantas neu-
máticas, un motor más ligero y un sistema de ignición más conveniente.
Las investigaciones se han centrado sobre la forma que adoptan las curvas
de las ventas en el CVP. Pero, ¿constituye la forma de la curva realmente un
tema clave? Si todos los productos siguiesen la curva «típica» del CVP, esto
indicaría que, para todos los productos, actuaban en conjunto los mismos
factores. Estaríamos, entonces, en condiciones de demostrar que cada etapa
podría ser descrita en términos del mismo conjunto de condiciones necesa-
rias y suficientes para, en primer lugar, producir esa etapa en particular y, al
mismo tiempo, presionar el paso hacia la próxima fase.
Pero este conjunto de condiciones necesarias y suficientes no existe. La
forma que adopte una curva de ventas en particular puede ser atribuida a
una serie interminable de posibles condiciones causales existentes en el
mercado. Posiblemente por esta razón, Porter (1980) prefirió centrarse en las
condiciones que subyacen en cada una de las etapas de la evolución de un
246 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Etapa en el
Producto Precio Promoción Distribución
ciclo de vida
Difusión
El proceso de difusión se ve afectado por la innovación en sí (por ejemplo,
sus ventajas), por las fuentes de información (por ejemplo, de boca a oído
versus el uso de los medios masivos de comunicación), por los adoptantes de
una nueva idea (por ejemplo, si son o no «líderes de opinión» en sus
comunidades») y por los muchos y variados factores situacionales que
facilitan o impiden la comunicación.
Estos factores pueden ser físicos, económicos, culturales, lingüísticos o
políticos. Un factor de particular interés es la presencia o ausencia de
«esclusas». El término «esclusas» fue utilizado por primera vez por Kurt
Lewin en 1947. Surge a partir de la observación de que, tal y como en el flujo
de las aguas por un túnel, ciertos puntos actúan como esclusas a través de
las cuales las innovaciones pueden pasar o no. En la actualidad, este término
se utiliza más comúnmente para referirse a cualquier persona (o situación)
250 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Adopción
El modelo más socorrido para explicar el proceso de adopción continúa
siendo el original. Este identifica la existencia de cinco etapas:
• Percepción: el consumidor se entera de la «innovación», pero no dispone
de información suficiente sobre su «naturaleza».
• Interés I información: el consumidor se interesa lo suficiente como para
procurarse información; por ejemplo, cómo funciona el producto, cuál es
su precio y cómo se compara con los sustitutos.
• Evaluación: el consumidor utiliza la información reunida para evaluar el
producto.
252 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
uso) sigue una curva en forma de «S»: lento progreso al principio, luego un
período de progresos muy rápidos y, finalmente, llegada al «techo» cuando
la tecnología madura. Las empresas que disponen de más recursos para I&D
generalmente logran el liderazgo tecnológico, mientras que los «rezagados»
tecnológicamente se ven obligados a salir del mercado. Si los competidores
restantes limitan su área de interés al desarrollo de la función de uso básica
del producto, llega un momento, cuando la tecnología madura, que se
produce la convergencia de los productos. El resultado final es el de un
mercado lleno de productos no diferenciados. Si la convergencia de produc-
tos ocurre en condiciones tales que los precios, la promoción y la distribu-
ción son comparables en sus efectos, la elección del consumidor cae en el
área de los hábitos, la selección mecánica o las preferencias por factores
subjetivos. Una empresa puede tratar de evitar esa situación mediante la
radiación del producto, proceso mediante el cual el producto se modifica para
adecuarse a determinados segmentos del mercado (por ejemplo, agregándole
algunas funciones auxiliares o de conveniencia). En estas etapas iniciales, una
buena estrategia de competencia debe ser capaz de alternar entre paralelis-
mo, convergencia y radiación del producto; estrategias en las que, como se
puede percibir, la atención se centra en el producto en sí. Cuando uno de los
competidores logra el liderazgo en costes puede aumentar su participación
de mercado mediante la reducción de sus precios. (Este es, en esencia, el
razonamiento que subyace bajo los planteamientos de BCG). Sin embargo,
no siempre una ventaja competitiva se basa en el logro del liderazgo en la
función de uso o en los precios. Probablemente, siempre se encontrarán
consumidores que estarán en disposición de «cambiar» un desempeño
técnico más alto o un precio más bajo por algún otro beneficio. La
identificación de los deseos latentes que subyacen bajo esos «otros» benefi-
cios es que lo que le ha permitido a muchas empresas competir aun cuando
han caído muy lejos del líder tecnológico.
Fig. 8.3. Directrices para los productos nuevos (según: Booz, Alien & Hamilton Inc., 1982).
• Reposicionamientos.
• Mejoras en los productos existentes.
• Reducciones de costes.
Una empresa necesita una política global que guíe la inclusión de
productos nuevos en su portafolio. Como base para esa política, debe existir
una conciencia clara sobre las capacidades actuales o potenciales y las
«fortalezas» de la empresa, de manera que, si el desarrollo de nuevos
productos se realiza, los mismos se ajusten a la «fuerza impulsora» de la
organización, con el objetivo de alcanzar una ventaja crítica.
Pero, además, toda empresa necesita mantener su expansión dentro de
un ritmo que pueda controlar y manejar. No todas las empresas poseen la
«capacidad» para desarrollar un producto «totalmente nuevo en el mundo».
Una empresa pequeña, por ejemplo, deberá evitar productos «totalmente
nuevos» que dependan de investigaciones que, a su vez, requieran grandes
inversiones de capital. Asimismo, si decide entrar en un mercado establecido,
debe seleccionar segmentos en los que su ingreso se produzca sin molestar a
los «gigantes» y, quizá, en aquellos en que la flexibilidad y la velocidad de
respuesta constituyan un valor específico. Igualmente, tanto las adiciones a
las líneas de productos existentes como los reposicionamientos deberán
tomar en consideración, comparadas con la competencia, la capacidad y
fortaleza propias de la empresa. Si la estrategia se dirije a mejorar los
productos, será necesario tomar en cuenta las características del segmento
objetivo, de manera que los cambios tengan un significado positivo en la
percepción de los consumidores. Finalmente, si la estrategia se centra en la
256 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Una política del producto podría contener elementos como los siguientes:
Ejemplo:
Las adiciones al portafolio de productos deberán consistir en productos de
consumo masivo de bajo precio, desechables, susceptibles de ser producidos en
serie y que puedan ser comercializados mediante la red de distribución actual.
Aspectos financieros
La política del producto puede obviar el señalamiento de los mecanismos
GESTIÓN DEL PRODUCTO: NECESIDADES Y POLÍTICAS 257
Ejemplo:
El desarrollo y comercialización de cualquier producto nuevo deberá ser finan-
ciado básicamente con los beneficios de la empresa y deberá ser capaz de
alcanzar el nivel de autosuficiencia económica en un período de tres a cuatro
años.
Nivel de riesgo
El nivel aceptable de riesgo podría estar explícito o implícito. El retorno
esperado constituye un criterio equivocado para compañías con recursos
limitados; un riesgo legítimo debe ser diferenciado de una «apuesta» que
podría poner en peligro, incluso, la supervivencia de la empresa.
Ejemplo:
Cualquier adición al portafolio deberá ser de productos que hayan sido compro-
bados en mercados domésticos o del exterior. Adicionalmente, deberán ser
productos que permitan tanto su integración en un sistema de producción
automatizado como la aplicación de estrictos controles de calidad y costes.
Grado de innovación
El grado de innovación se refiere principalmente al nivel de novedad para el
mercado, pero también para la empresa. La figura 8.3 sugiere que el nivel
más alto de innovación se sitúa en los «productos totalmente nuevos en el
mundo», mientras que usualmente el nivel más bajo de riesgo corresponde a
las mejoras del producto. Para lanzar un producto «totalmente nuevo en el
mundo» será necesario que la empresa disponga de una fortaleza particular
en el área de I&D. Una empresa que «sigue al líder» deja que algunos
innovadores tomen el riesgo de establecer el producto y luego compite con
ellos, usualmente con precios más bajos. Esta actitud normalmente requiere
que las fortalezas básicas de la empresa se sitúen en el área de la producción.
Si una empresa adopta una estrategia de «salto» requiere amplios recursos
para I&D, así como flexibilidad para respuesta. En todo caso, cada una de
258 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Ejemplo:
CONCLUSIÓN
261
262 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Las características del o los productos forman parte de las decisiones más
importantes de la empresa. El tipo de producto que se quiere elaborar, por
ejemplo, afecta a las decisiones de inversión, ya que éstas se relacionan
directamente con las instalaciones y servicios necesarios para producir y
comercializar determinados productos (y no otros); igualmente, las activida-
des de selección y entrenamiento de personal se verán afectadas por el tipo
de producto, ya que deberán tomar en consideración el tipo de labores que
hay que realizar, que la propia categoría del producto impone a la empresa.
Por esta razón, Ansoff (1965) calificó la política del producto como la
principal estrategia para la empresa, al considerar que las estrategias de las
áreas financieras, de personal y producción constituyen elementos que tienen
su origen en la estrategia básica de la empresa: la estrategia del producto.
Los objetivos de inversión y la fuerza impulsora de la empresa constitu-
yen los factores de mayor influencia en el desarrollo de las políticas y estra-
tegias del producto, las que, a su vez, se relacionan con los objetivos del
producto (véase Fig. 9.1). Estos objetivos se establecen en función del flujo
de beneficios que se necesita o espera; esto es:
• Beneficios a corto plazo (inmediatos).
• Beneficios estables.
• Beneficios crecientes en el futuro.
Si el objetivo es el de beneficios inmediatos (o a muy corto plazo), la
empresa crecerá sobre la base de las «fortalezas» que conoce y evitará los
proyectos que requieran amplios desarrollos tecnológicos o que requieran
importantes inversiones de capital. El interés se centrará en el aumento de la
rentabilidad a partir de la reducción de los costes o del perfeccionamiento de
los productos. En caso de que se adopten estrategias más ambiciosas, las
mismas usualmente representan respuestas a ataques de la competencia.
Cuando se selecciona un objetivo de flujo de beneficios estables, la
búsqueda de nuevos productos aparenta ser más pasiva que activa —pasiva
en el sentido de que la misma se adopta como una actitud de reacción ante
la competencia. La ampliación de las líneas y el perfeccionamiento de los
productos constituirán el principal interés de esta estrategia reactiva.
Una estrategia activa (o proactiva), por el contrario, se basa en impedir
que la competencia sea la primera en entrar al mercado con sus productos
(Urban y Hauser, 1980), preferiblemente al poseer una ventaja crítica que los
competidores no puedan imitar, ni estén dispuestos a hacerlo o que, si lo
pretenden, no puedan lograrlo. Una estrategia activa sugiere que el objetivo
es el de crecimiento futuro de los beneficios. Tal estrategia usualmente
implica (según los productos) la posesión de ciertas capacidades y fortalezas
en las áreas de I&D (innovación) y de marketing, enfocadas al desarrollo de
nuevos productos y/o nuevos mercados.
ESTRATEGIAS DEL PRODUCTO Y DESARROLLO DE PRODUCTOS NUEVOS 263
Fig. 9.1. Objetivos de las empresas y sus correspondientes estrategias del producto.
264 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Reducción de costes
Eliminación de productos
En ciertos casos, es necesario eliminar algunos productos, sea mediante una
estrategia de «salida» inmediata, sea mediante una estrategia de efectos más
lentos o «cosecha». Muy a menudo, las áreas de ventas se resisten a la
eliminación de productos debido a que piensan más en términos de ingresos
que de beneficios. Pero incluso el hecho de mantener algunos productos que
aporten beneficios marginales puede resultar muy costoso en términos de
«coste de oportunidad». La eliminación puede ahorrar tiempo muy valioso
de los niveles ejecutivos y liberar recursos que podrían ser dedicados a otros
objetivos más rentable.
Estos planteamientos no quieren sugerir que el único criterio por
considerar es el de la rentabilidad. Puede ser que un producto no contribuya
a los beneficios globales, tal y como convencionalmente se calculan y que, sin
embargo, se apruebe su permanencia debido a que:
• Ayuda a mantener algunos competidores fuera del sector.
• Ayuda a satisfacer a algunos distribuidores claves.
• Contribuye a elevar la imagen de la empresa.
• Se espera que eventualmente llegue a ser rentable.
Si se decide eliminar un producto o una línea de productos, esta
operación debe ejecutarse «durante la noche». Los menos rentables pueden
ser eliminados de inmediato, y luego se va reduciendo gradualmente el
ESTRATEGIAS DEL PRODUCTO Y DESARROLLO DE PRODUCTOS NUEVOS 265
Reducción de la variedad
La variedad de una línea de productos (por ejemplo, tamaños, colores,
forma, modelos, etc.) debe responder a las demandas de segmentos específi-
cos del mercado y justificar los costes extra que lleva consigo la manufactura
y marketing de tal variedad. Pero no siempre es fácil medir los costes y
pérdidas que implica una excesiva variedad. El problema que plantea el
«desenmarañar» los costes es menor que el que plantea una posible pérdida
de ventas, dado que la variedad constituye muy a menudo un factor que
facilita las ventas globales: la venta de determinados items puede, incluso, ser
antieconómica, pero su simple presencia dentro del portafolio facilita la
venta de los más rentables de la línea.
Positivo Negativo
Bajo coste Reacciona inmediatamente en contacto
Ductilidad con el agua
Amplio abastecimiento Se oxida rápidamente en contacto
Flexible con el aire
Ligero
Calidad
El término «calidad» es relativo: decir que tal producto «es de calidad»
representa colocarle en un orden de evaluación, en un nivel más alto en
comparación con otros productos similares. La ambigüedad de este término
proviene de los diferentes criterios que se utilizan para establecer ese «orden
de evaluación»:
• Criterios técnicos: Un producto elaborado con materiales más costosos
que los utilizados normalmente, construido poniendo mayor atención a los
detalles, etc., es considerado como un producto de calidad. Es superior
técnicamente.
• Calidad comercial: Si un producto es percibido y valorado como un
producto de calidad por el mercado y, en consecuencia, admite un precio
más alto (premium), el producto es un producto de calidad en términos
comerciales.
Generalmente, en las discusiones sobre la calidad de los productos la
atención se centra en los atributos técnicos que hacen que determinados
productos posean una prestación más eficaz en la función básica de uso, que
sean más fiables y menos susceptibles de producir daños. En relación a las
limitaciones implícitas en este enfoque podemos hacer los siguientes comen-
tarios:
(i) No todo el mundo procura el más alto nivel de prestación en la función
de uso básica para la que fue diseñado un producto. No todo el mundo
desea que su reloj sea un cronómetro. Aun si el consumidor deseara
obtener algún nivel de calidad extra o adicional, quizá no esté
preparado para pagar por ella; en un sentido, el concepto de calidad
está siempre relacionado con un determinado nivel o rango de precios.
ESTRATEGIAS DEL PRODUCTO Y DESARROLLO DE PRODUCTOS NUEVOS 269
Estilo
Las preferencias de estilo normalmente se sitúan dentro del área de los
factores intrínsecos, pero no siempre es así; en ciertos casos el estilo puede
ser percibido como algo más apropiado socialmente o más adecuado a la
función de uso. Una estrategia de frecuentes cambios de estilo puede ser
esencial para mantener el producto acorde con los gustos. De hecho, el
cambio de estilo puede ser planificado con el fin de convertir los viejos
270 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Ampliación de la línea
Variedad de la gama
Productos nuevos
Producto Mercado
distribución
canales,
organización de ventas,
clientes clave;
servicios
servicios ofrecidos,
entrenamiento del personal,
calidad del servicio;
flexibilidad (velocidad de
respuesta a acciones de la
competencia).
ESTRATEGIAS DEL PRODUCTO Y DESARROLLO DE PRODUCTOS NUEVOS 273
otro tipo) o para utilizar los subproductos que, de otra manera, seguirían
siendo considerados como pérdidas. En estos casos, existe el peligro de
entrar en un mercado sin haber explorado adecuadamente los deseos
existentes en él o de subestimar los recursos que habrán de requerirse.
En los últimos años, la atención se ha centrado en el desarrollo de pro-
cedimientos llamados a asegurar un mayor éxito en la introducción de
productos nuevos, ya que los sondeos muestran que un alto porcentaje de
los productos nuevos fracasan (en cualquiera de las formas con que se
definan los términos «productos nuevos» y «fracaso»). Estudios recientes
muestran que no existe un declive en el índice de fracasos (Booz, Alien &
Hamilton Inc., 1982). Esto puede deberse a que la competencia se hace cada
vez más difícil, o quizás a que las empresas tienden a aceptar un más alto
nivel de riesgo que se corresponde, a su vez, con un más alto nivel de
fracasos (Crawford, 1977). Muchas empresas tratan de reducir el nivel de
fracasos recurriendo a diferentes versiones de sus éxitos anteriores, en vez de
utilizar procedimientos más estrictos; pero este enfoque también fracasa.
Algunos fracasos muy recientes incluyen productos tales como: comida de
niños para adultos solteros; azúcar oscuro líquido; mezcla para budines de
bajas calorías; champú reforzado con yogurt; ¡pañales diseñados de acuerdo
con el sexo del niño! En cada uno de estos casos, se perdieron millones de
dólares como resultado del fracaso. Se estima que en EE. UU. el costo de
lanzamiento de un producto nuevo a nivel nacional se sitúa alrededor de los
880 millones de dólares (Fortune, 9 de diciembre de 1985).
Podríamos definir el fracaso de un producto como toda situación en que
la gerencia se lamente de haberlo lanzado al mercado. Si una empresa se
lamenta del lanzamiento, es porque considera que los recursos invertidos
pudo haberlos empleado de forma más eficaz. Deberíamos evitar las defini-
ciones de fracaso que van ligadas al retiro del producto del mercado; de
hecho, pueden existir costes ocultos aparejados al mantenimiento del pro-
ducto en el mercado. Tampoco deberíamos definir el fracaso en relación con
que el producto no logró cumplir sus objetivos de rentabilidad, de participa-
ción de mercado, etc., debido a que pudo haber un error en el establecimien-
to de esos objetivos.
¿Por qué los productos fracasan? Desafortunadamente no es fácil identi-
ficar las razones de un fracaso. Las propias razones que dan las empresas
pueden estar equivocadas. Muy raras veces estas razones están fundamenta-
das en estudios «post-mortem» y normalmente se atribuye el fracaso a un
factor específico, cuando normalmente han actuado muchos y diversos
factores (como en toda acción de marketing). Aun si se realiza un estudio
específico, es casi imposible, ex post fado, eliminar todas las posibles
hipótesis que difieran de la que se eligió para diseñar el estudio. La «causa»
verdadera puede permanecer oculta o ser mal interpretada. En términos muy
generales, como los señalados por Berg (1970) y Urban y Hauser (1980), las
razones de un fracaso pueden clasificarse en términos de:
274 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
• Requerimientos de inversión.
• Rentabilidad.
• Riesgos.
Sin embargo, la realidad es que la identificación de nuevos productos no
constituye una actividad superficial para la empresa. Generalmente, las
empresas promueven la generación de ideas para identificar productos que
se adapten a los mercados o segmentos de mercado en los que la empresa
está operando o en los que planifica entrar a corto plazo. La generación de
nuevas ideas constituye un proceso creativo. Desafortunadamente, la psico-
logía cognoscitiva no nos aclara mucho sobre el proceso creativo, a pesar de
que se ha escrito una gran cantidad de textos sobre los procesos seguidos en
la solución de problemas.
Normalmente, el pensamiento creativo se produce en imágenes: en este
caso, imágenes de productos que satisfagan algún deseo del mercado. La
esencia de una nueva idea está constituida por el surgimiento o formación de
un patrón inesperado. Ayres (1944) argumenta que los grandes inventos que
han conducido a la actual revolución tecnológica constituyen, esencialmente,
nuevas combinaciones (o patrones) formadas por instrumentos conocidos,
armonizados entre sí, para poder dedicarlos a propósitos diferentes. Así, un
avión es la combinación de una cometa con un motor de combustión
interna, mientras que el automóvil representa también la combinación de
una carroza con un motor de combustión interna. Incluso, el mismo motor
de combustión interna constituye la combinación de una máquina a vapor
con un fluido gaseoso que sustituye al vapor. En consecuencia, Ayres
concibe cualquier invención como el resultado final de una evolución que se
estructura sobre invenciones anteriores. Tal punto de vista implica una
potenciación de las posibilidades de desarrollo tecnológico futuro, ya que en
la medida en que se multiplican las herramientas disponibles, mayores
posibilidades existen para realizar nuevas combinaciones con ellas.
Podemos distinguir entre «fuentes de ideas» y «métodos» para generar
ideas.
Fuentes de ideas
Las fuentes externas de ideas son: el consumidor, la competencia y los
descubrimientos tecnológicos.
El consumidor:
Lo que el consumidor dice, por ejemplo:
• Sus expresiones sobre lo que le gusta o no le gusta.
• Sus expresiones sobre preferencias/actitudes.
• Sus expresiones sobre creencias, deseos, criterios de selección (identificados
mediante análisis de protocolos o sesiones de grupo).
278 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
a) Distribución normal
b) Distribución bimodal
c) Distribución polimodal
Una idea para un nuevo producto es sólo eso: una idea. Es necesario que esa
idea sea evaluada antes de proseguir con su desarrollo. Existe muy poca
dificultad en concebir un producto mejor (por ejemplo, alimentos que
realmente no engorden; vestidos que nunca necesiten ser lavados; equipos de
alarma que nunca den falsas alarmas; etc.). Sin embargo, lo que es concebible
lógicamente no siempre es factible. Y aun si es técnicamente factible, un
ESTRATEGIAS DEL PRODUCTO Y DESARROLLO DE PRODUCTOS NUEVOS 285
Lista de comprobación
Una lista de comprobación, como la que se muestra en la figura 9.7, puede
constituir un instrumento eficaz para tamizar las ideas de productos y
contrastarlas con la política del producto. Las respuestas a los aspectos
relacionados con (digamos) requerimientos de capital o tamaño de los
segmentos, pueden conducir a nuevas investigaciones y estudios.
286 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Tamizado profesional
Análisis de la empresa
Pruebas
Pruebas de concepto
Al evaluar el concepto de un producto nuevo, el primer paso consiste en
describir la idea en el lenguaje de los consumidores y en términos de
beneficios y valores; esta descripción se denomina «declaración de concep-
to». Por ejemplo, la «declaración de concepto» de Tang, una bebida en
polvo con sabor a naranja, se hizo en términos de: fácil preparación, alto
contenido vitamínico, con sabor a naranja, que no requiere refrigeración.
A pesar de que el objetivo primario de una prueba de concepto es el de
medir la reacción del consumidor ante la idea, antes de pasar a una etapa
más avanzada de su desarrollo, esta prueba puede ayudar a:
• Identificar usos adicionales para el producto (que representan mercados
adicionales).
• Identificar segmentos y el posicionamiento por adoptar dentro de esos
segmentos.
• Desarrollar mejores mensajes promocionales, al identificar la importancia
relativa de cada uno de los atributos.
• Establecer precios más adecuados, al incluir preguntas relacionadas con
los precios que los entrevistados estarían dispuestos a pagar.
• Perfeccionamiento del producto, mediante el análisis de las criticas recibi-
das.
• Estimar, mediante el análisis de las respuestas recibidas, factores tales
como índice de prueba inicial del producto, intención de repetición de
compra y rentabilidad.
• Predecir la posibilidad de «canibalización» en relación a las otras marcas
de la empresa.
Las pruebas de concepto pueden conducirse sobre una base individual,
en grupos o, incluso, inicialmente, con un panel de los propios empleados de
la empresa (McGuire, 1973). Normalmente, se evalúa cada concepto (que se
corresponde con cada posicionamiento sugerido para el producto) dentro de
un grupo de unas 300 personas, así que el coste puede ser alto. La
exploración de la «declaración de concepto» directamente con el consumidor
(utilizando sesiones de grupo, entrevistas no estructuradas, dinámicas teatra-
les, etc.) ayuda positivamente a mejorar el poder de atracción del producto y
a perfeccionar el producto en sí o su posicionamiento. Tang, por ejemplo, fue
percibido por los consumidores como una bebida para ser tomada en el
desayuno y, en consecuencia, ése fue el enfoque de marketing que se siguió.
Se pueden, además, analizar las reacciones del consumidor sobre aspectos
tales como: niveles de precios; usos y beneficios previamente no identificados;
percepción de las diferencias del producto ante sus futuros competidores; etc.
Pueden conducirse pruebas ómnibus, en las que se evalúa una serie de
conceptos, o pruebas monódicas, en las que se somete a consideración un solo
concepto, con lo que éste se puede analizar más a fondo. Un área de
investigación particular se refiere a las llamadas pruebas del medio ambiente
ESTRATEGIAS DEL PRODUCTO Y DESARROLLO DE PRODUCTOS NUEVOS 291
Pruebas de preferencia
Si el producto propuesto está disponible, se pueden realizar numerosas
pruebas de preferencia:
• Prueba de comparación directa, en la que el usuario potencial compara el
nuevo producto con un competidor.
• Pruebas de comparación de desempeño, en las que los usuarios potencia-
les utilizan alternativamente el nuevo producto y un rival.
• Pruebas monódicas, en las que los usuarios evalúan el nuevo producto
aisladamente. Usualmente, a la mitad de la muestra se le da el nuevo
producto y a la otra mitad un producto competidor. Las pruebas
monódicas suelen ser menos útiles que las pruebas basadas en la compara-
ción entre productos, ya que requieren un nivel más bajo de discrimina-
ción y observación.
Las pruebas de preferencia pueden suministrar una gran cantidad de
información útil: por ejemplo, debilidades del producto, consumidores,
potenciales, segmentos del mercado, motivaciones, mensajes promocionales,
etc., pero en algunos casos pueden ser mal entendidas. Un alto índice de
preferencia puede conducir a evaluar mal elementos como intención de
prueba, participación de mercado, etc., dado que, a pesar de que el
consumidor prefiera el producto nuevo, es posible que siga prefiriendo la
oferta de la competencia. Un aspecto preocupante de las pruebas de
preferencia es su artificialidad. Posiblemente, los consumidores en el momen-
to de la compra, no actúan como si hiciesen una prueba de preferencias; no
deben, necesariamente, probar los productos, examinarlos tan de cerca o
compararlos con sus competidores, y, en consecuencia, es posible que las
preferencias expresadas en una prueba de preferencias se alejen significativa-
ESTRATEGIAS DEL PRODUCTO Y DESARROLLO DE PRODUCTOS NUEVOS 293
método para estimar las utilidades relativas de los distintos atributos del
producto y b) una base para determinar las preferencias presumibles;
además, ayuda al hombre de marketing a medir las posibles compensaciones
que está dispuesto a realizar el consumidor entre los distintos atributos del
producto (por ejemplo, sacrificar una mayor calidad deseada a cambio de un
precio más bajo). El análisis de correlación múltiple permite la combinación
de los factores que afectan a las preferencias sin que la empresa tenga que
realizar físicamente todas las posibles combinaciones para determinar cuál es
la preferida por el consumidor (Green y Wind, 1975).
El análisis de correlación múltiple se inicia con la selección de: a) los
atributos que se han de evaluar, y b los distintos niveles de estos atributos.
Por ejemplo, podríamos determinar que los atributos deseados son precio,
desempeño técnico etc., y que los precios tienen tres niveles, el desempeño
técnico, dos, etc. Con un número alto de atributos, y cada uno de ellos con
diferentes valores o niveles, las posibles combinaciones llegan a dimensiones
difícilmente manejables. Existe un diseño experimental para reducir las
combinaciones a un número razonable. Luego, los entrevistados evalúan
(digamos) diez combinaciones de acuerdo con sus preferencias o en términos
de las características bajo las cuales desearían realizar la compra. A partir de
esta evaluación global, el método permite descomponer la evaluación en una
escala de utilidades para cada uno de los atributos, dimensiones o carac-
terísticas. Como paso siguiente, la curva de utilidad se lleva a un gráfico que
permite, por ejemplo, mostrar la relación entre una disminución de precios y
lo que eso representa, en términos de utilidad, para el consumidor (véase Fig.
9.8). Si el consumidor está utilizando un modelo compensatorio para realizar
su decisión de compra, podemos variar los niveles de algún atributo (por
ejemplo, desempeño técnico) y equilibrarlo con cambios en los otros atribu-
tos, con el fin de mantener el mismo nivel de preferencia global, o,
alternativamente, podríamos ir introduciendo las modificaciones que nos
permitan determinar la combinación que representa la preferencia más alta.
En un sondeo sobre el uso comercial del análisis de correlación múltiple,
Cattin y Wittink (1982) encontraron que esta técnica no se utilizaba cuando
los atributos eran «perceptuales» (en oposición a atributos físicos), y muy
poco cuando se presentaba un número muy alto de atributos o los mismos
estaban íntimamente relacionados entre sí.
El método que más se utiliza en la aplicación del análisis de correlación
múltiple asume que la preferencia está determinada por la suma de atributos
individuales (utilidades). Esto es, se asume que los factores que conforman
las distintas combinaciones no actúan entre sí, sino que simplemente se
agregan los unos a los otros. Esto lleva a asumir, por ejemplo, que el
atributo A en el nivel X es el más preferido y que el atributo B en el nivel Y
es, en otra vertiente, el más preferido, lo que mantiene vigente el interrogan-
te: ¿qué combinación de cada uno de estos atributos será la que hay que
escoger? Es dudoso que mediante la aplicación de esta técnica podamos
ESTRATEGIAS DEL PRODUCTO Y DESARROLLO DE PRODUCTOS NUEVOS 295
Empaquetado (packaging)
Cuando los productos son empaquetados, este elemento cumple una o varias
de las siguientes funciones:
• Protección. La función tradicional del empaquetado es la de proteger el
producto contra daños, suciedad, hurto, manejos indebidos y deterioro.
• Promoción. Un embalaje atractivo aumenta el poder de atracción y
puede constituir un elemento importante en la diferenciación del producto.
Algunas veces, se pueden diseñar embalajes externos para ser utilizados
como elementos de exhibición del producto en el punto de venta, como
«dispensadores», etc.
• Visibilidad. Un empaquetado impactante llama la atención «por sí solo»
en el punto de venta. En un sentido, la visibilidad constituye una función
promocional, pero hemos querido señalarla por separado debido a su vital
importancia.
• Conveniencia (incluyendo facilitar la disponibilidad del producto). Los
diferentes tipos de envoltorio imponen diferentes requerimientos a los
usuarios. (El método anticuado que utilizan aun hoy algunas industrias
para la apertura de algunas latas —dándoles vueltas con una llave— es
signo inequívoco de un sector «durmiente»). Para algunos productos (por
ejemplo, hair spray), cuya concepción fue posible debido al desarrollo de
un tipo de empaque (por ejemplo, las latas de spray o aerosol), el embalaje
en sí puede formar parte integral del concepto del producto. La función de
conveniencia en el uso del empaque puede, incluso, afectar al uso para el
cual fue diseñado el producto. Por ejemplo, la mayor parte de las marcas
298 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Marcas
En cualquier momento que hablemos de «marcas» en el área del marketing,
nos estaremos refiriendo al nombre, símbolo o diseño utilizados para
identificar los productos de la empresa. La «marca registrada» («marca de
fábrica», «registro de marca») es la parte o las partes de las marcas que se
registran para disfrutar de protección legal. La publicidad presupone la
existencia de una marca que promocionar. Pero, aparte de identificar, la
marca sirve para muchos otros propósitos. Cuando no dispone de otros
criterios para seleccionar, el consumidor puede elegir la marca que le resulta
más atractiva. Una marca puede poseer connotaciones de calidad y reputa-
ción, y la misma podría ser decisiva cuando el factor clave en la selección
está constituido por criterios de adaptación. Igualmente, una marca (por
ejemplo, los diseños de ropa con etiquetas exteriores) puede, por el hecho de
exhibir la marca, conferir distinción al propietario de la prenda y llegar a
constituir el elemento más importante del producto como respuesta a un
criterio de integración.
Una marca puede o no estar íntimamente asociada con el nombre de la
empresa. Una firma puede adoptar una estrategia de marcas individuales (por
ejemplo, la crema dental Gleem), de marcas familiares, para una familia de
productos (por ejemplo, jabón de baño, jabón líquido, sales para el baño,
espumas, etc., Lux), una estrategia de marca corporativa (por ejemplo,
zapatos, carteras, etc., Gucci) o cualquier combinación de las anteriores. Una
marca «familiar» puede ser más descriptiva del tipo de producto, pero una
marca «corporativa» (por ejemplo, Ford, GE) tiende a desarrollar una
imagen más sólida que una marca familiar. Cuando una empresa lanza un
producto nuevo dentro de una de las categorías que comercializa (por
ejemplo, cigarrillos), pero le da una marca individual, se denomina como
marca flanqueadora (o «paralela»). Si al nuevo producto se le asigna la
marca existente (por ejemplo, Michelob Light) se denomina como extensión
de linea. El desarrollo de marcas «flanqueadoras» y de extensiones de línea
300 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Servicios
La palabra «servicio» puede referirse a los servicios al consumidor, a las
organizaciones usuarias o a los canales de distribución. Incluye: garantías,
mantenimiento, reparaciones, entrega, términos de crédito, asistencia técnica
y entrenamiento; su significado puede ser ampliado para incluir estudios de
mercado, asistencia en la planificación y desarrollo de productos, consejos
sobre manejo y manipulación y asesoría en el diseño y planificación de la
producción. Claro está, el servicio ofrecido por una empresa puede constituir
el producto para otra —por ejemplo, reparaciones en período de garantía, en
contraste con las reparaciones que constituyen la actividad comercial de la
empresa. En consecuencia, el concepto de servicio se relaciona en esencia con
todas las actividades de apoyo que ofrece una empresa a sus clientes para
mantener su fidelidad o para asegurar una venta. Sobre esta base, toda
empresa que realiza operaciones de venta también realiza un determinado
nivel de servicio.
Algunas empresas simplemente convierten el servicio en una «responsa-
bilidad de los distribuidores» o limitan su cobertura a los acuerdos que
302 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
aparecen en las garantías. A pesar de que siempre existe, por ley, una
garantía implícita (basada en la premisa de que el producto debe trabajar tal
y como se ha prometido) y existe la garantía comercial (o contractual) que
otorgan todas las empresas que operan en el mismo sector, las garantías y
servicios adicionales pueden constituir un diferencial competitivo de impor-
tancia cuando el consumidor se muestra inseguro debido al nivel de riesgo
implícito en la compra. En estos casos, los servicios pueden convertirse en el
factor clave para asegurar la primera venta y la fidelidad del cliente. Una
empresa con este enfoque puede superar la competencia (incluso al líder del
sector) manteniendo un nivel de servicio superior a los que se ofrecen
normalmente en el sector. Un sistema desarrollado para rendir un servicio
eficiente (por ejemplo, IBM) no puede ser copiado de la noche a la mañana y
es posible que nunca sea igualado. En consecuencia, puede convertirse en
una alternativa a una guerra de precios, dado que una reducción de precios
puede ser seguida rápidamente por los demás competidores, mientras que la
reacción a una competencia en servicios puede llegar muy tarde para afectar
la empresa.
Una política de servicios no sólo se adopta para lograr una ventaja
competitiva. Puede constituir una vía para encubrir defectos de producción
(por ejemplo, ofreciendo un sólido servicio de reparaciones). Puede ser
utilizada también para crear una línea adicional de negocios (por ejemplo,
repuestos y recambios).
Todo cliente espera que las empresas mantengan sus promesas de
servicios. Las quejas acerca de deficiencias en los servicios deben ser llevadas
a conocimiento de todos aquellos que sean responsables de reforzar la
decisión de mantener y responder a las promesas ofrecidas. Cualquier
miembro del personal que tenga contacto con un cliente forma parte del
«sistema de servicios» de la empresa. Sea la telefonista o el hombre que se
encarga del mantenimiento y las reparaciones, todos pueden ser potencial-
mente embajadores de la empresa y forjadores de buena voluntad hacia ella.
Las comunicaciones verbales, en todos los aspectos de un proceso de
servicio, pueden constituir el factor decisivo para la obtención de una orden,
y las experiencias que tiene el consumidor en ese sentido constituyen la base
para decidir si se convierte en un cliente habitual o en una fuente de
publicidad negativa para la empresa.
En las empresas en que las función servicio no pertenece al área de mar-
keting, pueden sobrevenir serias dificultades de coordinación, que, a su vez,
pueden acarrear muy serios problemas a la empresa si su objetivo es el de
convertir el servicio en el factor diferencial competitivo o en una fuente
adicional de beneficios —por ejemplo, en la venta de repuestos y recambios.
Así como las empresas han ido evolucionando hasta llegar «más allá» del
sentido de servicio «strictu sensu» que se aplica en una empresa «orientada
hacia el producto» (en la que el enfoque se fundamenta casi exclusivamente
en asegurar que el producto vendido sea entregado, instalado y puesto a
ESTRATEGIAS DEL PRODUCTO Y DESARROLLO DE PRODUCTOS NUEVOS 303
Mercados de prueba
Minimercados de prueba
En un minimercado de prueba, los productos se colocan en diferentes
tiendas y áreas para observar las posibles compras. Tales pruebas se utilizan
para comprobar diferentes aspectos del plan de marketing propuesto, como,
por ejemplo:
• Problemas en el proceso de entrega, manejo o compra.
• Patrones de re-compra y estacionalidad.
• Perfil de los compradores.
• Relación calidad-precio.
• Las formas en que las tiendas almacenan y exhiben el producto.
• Capacidad de atracción del empaquetado.
• Posibilidades de distribución.
• Diferentes combinaciones de la mezcla de marketing.
Los minimercados de prueba pueden incluir algunos experimentos. Por
ejemplo, una ciudad puede ser dividida en zonas experimentales y de control
para comprobar, simultáneamente, distintas variables.
En muchos casos, los minimercados de prueba no eliminan la necesidad
de realizar pruebas de mercado completas, pero constituyen una forma de
obtener, a bajo coste, información para identificar aparentes «ganadores» y
verificar algunos aspectos del plan de lanzamiento propuesto. La realización
de un minimercado de prueba presupone que se ha desarrollado previamente
una estrategia de marketing.
Propósitos Limitaciones
cer las relaciones que existen entre los distintos factores, como, por ejemplo,
impacto de los medios y recordación publicitaria, índice de satisfacción del
producto y compra, etc. Como sucede a menudo, los factores que deben ser
medidos aparentan ser tan burdos y pertenecientes a tantas dimensiones
diferentes, que es sorprendente que pueda establecerse algún tipo de relación
entre ellos y que las mismas tengan la suficiente estabilidad y precisión para
predecir comportamientos futuros. Sin embargo, se reclama el desarrollo de
modelos más precisos. Narasinham y Sen (1983) han hecho una cuidadosa
revisión de los distintos modelos que se aplican tanto a las pruebas de
mercado para la predicción de las ventas como a la evaluación de la mezcla
de marketing en productos nuevos.
Parfitt y Collins (1968) argumentan correctamente que, con una razona-
ble distribución y un presupuesto realista de publicidad y promoción, lograr
que las amas de casa prueben una nueva marca es relativamente fácil. A su
vez, describen un método para predecir la participación de mercado posible
a partir de los datos de un panel de amas de casa. Un hallazgo interesante es
que, aparentemente, mientras más tarde entre un comprador en el mercado
de un producto nuevo, más tardíamente se producirá en él la decisión de re-
compra.
CONCLUSIÓN
mismos han sido elaborados por personas cuyo capital intelectual no parece
estar muy ligado a la demostración de reales aplicaciones eficaces. Por el
momento, en la literatura especializada sólo se analizan los éxitos y
usualmente éstos no constituyen un elemento adecuado para hacer una
comparación con los viejos métodos, con el fin de establecer los verdaderos
avances realizados en las diferentes categorías de productos y bajo diferentes
circunstancias.
Todo aquel que escribe sobre la gestión de productos está consciente de
que subvalora el importante rol que juega la creatividad o la condición del
empresario innovador (entrepreneur), al identificar los deseos latentes y
suministrar los productos para satisfacerlos. Usualmente el consumidor no
puede articular lo que desea y no siempre el desempeño de los productos es
tan claro y clasificable que permita identificar las vías para perfeccionarlos.
Muchas veces sólo llegamos a ser conscientes de preferir un conjunto de
beneficios específicos que aparecen en el producto X cuando entramos en
contacto directo con el producto X. Para un ejemplo ilustrativo muy simple:
aparentemente sería muy poco lo que podría hacer un fabricante de minas
para lapiceros para lograr la diferenciación de sus productos; aparentemente,
las dimensiones o atributos que podrían manejarse deberían referirse única-
mente a dureza, grosor, duración y tamaño de las minas. Sin embargo, un
fabricante japonés está creando su propio segmento de mercado con una
mina para lapiceros perfumada, que viene en empaques decorados con
colores pastel, especialmente diseñados para las jóvenes.
APÉNDICE I
MEMORANDUM
La nueva línea sugerida cumple con los requisitos de la política del producto
referida a los trajes para hombres. Se corresponde con el objetivo de
potenciar la flexibilidad defensiva al ser menos dependientes de la actual
línea G.H. y de un solo segmento para el cual fue diseñada esa línea.
La NUEVA LINEA es coherente, además, con nuestra política de
minimizar los riesgos dado que utiliza las facilidades existentes de produc-
ción y marketing, al mismo tierno que explota las «fortalezas» de la empresa.
312 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
$160.000
Punto muerto: = 3.200 trajes
$50
D. Campaña promocional
Principalmente material PLV, merchandising y publicidad cooperativa. Un
beneficio de la publicidad cooperativa es que las tiendas establecen pública-
mente su compromiso con la marca.
E. Campaña de ventas
(i) Elementos de persuasión:
a) Demostrar que la NUEVA LINEA responde a las demandas de los
encargados de los establecimientos.
b) Demostrar que el margen de beneficios es suficientemente alto para
cubrir los servicios que deberán ofrecer.
F. Servicios
Los nuevos detallistas esperan un alto nivel de servicios ya que la NUEVA
LINEA sería el producto más caro que manejarían. Los clientes también
mantendrán expectativas similares. Es importante desarrollar una actitud de
buena voluntad por parte de los detallistas, ya que se les habrá de solicitar
que participen activamente en el «empuje» de las ventas. Será necesario
316 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
G. Sistema de distribución
Exclusiva para lograr el apoyo de los detallistas. Se requerirán incentivos
adicionales para lograr el nivel máximo en ese apoyo.
H. Precios
El principal objetivo competitivo es el de captar a los consumidores que
están comprando actualmente trajes de unos $175. Estos consumidores
poseen conciencia clara de sus expectativas respecto a un traje de calidad y
dudarían si tuviesen que pagar un 30 por 100 más de lo que están pagando
actualmente. El precio, a pesar de ser un elemento indicador de la calidad,
constituye la principal barrera en la comercialización de la NUEVA LINEA.
Si se tratase de un producto de consumo masivo de escaso valor, se podría
establecer una estrategia de bajos precios temporales para motivar la
prueba; pero éste no es el caso. Será necesario pensar en una forma poco
usual de describir el producto, con suficientes garantías para motivar una
compra inicial de prueba.
Conclusión
La compañía debe reconocer que está creando un nuevo segmento de
mercado basándose en la premisa de que existe un vacío de mercado entre el
nivel de calidad representado por los trajes fabricados en serie y la alta
calidad de la línea actual de Grosvenor House. En el caso de los trajes, una
calidad superior no siempre es ¿mediatamente visible y es necesario comuni-
car las ventajas relativas. La cooperación activa del personal de ventas de los
detallistas es de particular importancia con el fin a) de transmitir estos
conocimientos, b) despertar el interés en el consumidor y c) ayudarle en la
evaluación del producto.
Anticipamos un crecimiento gradual de las operaciones. Podríamos
especular que las ventas iniciales se limitarán a los innovadores, que
representan un 3 por 100 de los usuarios finales. Aparentemente, éstos
pertenecen a nuestros consumidores objetivo secundarios: jóvenes solteros,
con buenos ingresos, que poseen una visión cosmopolita del mundo. El
siguiente 14 por 100 de los clientes finales está constituido por los principales
líderes de opinión, pertenecientes a nuestros consumidores objetivo prima-
rios: hombres bien establecidos y respetados en sus esferas. Si la NUEVA
LINEA cumple las espectativas, un tercer grupo de consumidores seguirá los
pasos de los innovadores y los primeros adoptantes. Puede anticiparse que
las ventas llegarán a sus niveles deseados en un período de cuatro años. El
uso del nombre Grosvenor House podría contribuir para acelerar el proceso
de adopción, pero ésta no constituye una condición necesaria ni suficiente
ESTRATEGIAS DEL PRODUCTO Y DESARROLLO DE PRODUCTOS NUEVOS 317
APÉNDICE II
N. J. O'Shaughnessy
A. Objetivos de marketing
2. Objetivos:
(i) Invertir la tendencia negativa en la participación de mercado.
(ii) Aumentar la participación de mercado en un X por 100 en el primer
año.
(iii) Mantener el crecimiento.
B. Estrategia competitiva
El avance en la participación de mercado será logrado mediante:
1. Objetivos de la acción:
(i) Grupo primario: amas de casa que sienten tal preocupación en la
preparación de las comidas que procuran un producto de alta calidad.
(ii) Grupo secundario: mayoristas y detallistas.
2. Inducción de compra:
(i) Amas de casa. Excel será posicionada en el segmento de los aceites de
girasol para cocinar, con las siguientes ventajas sobre sus competidores.
a) Una marca respaldada por chefs de cocina reconocidos (o que
trabajen en restaurantes reconocidos) que afirmarán que es la mejor
para cocinar y potenciar el sabor de las comidas, sin dejar olores
desagradables en la comida y que es más conveniente para el uso.
b) Conveniencia en el uso de la botella.
c) Imagen de marca muy atractiva (con mucha vida, no cansada).
ESTRATEGIAS DEL PRODUCTO Y DESARROLLO DE PRODUCTOS NUEVOS 319
— conformidad de la información,
— conformidad social.
Animación del producto para transmitir una personalidad confor-
me con los valores promocionados por el producto. Este constituye
un mejor enfoque que apelar a las motivaciones de salud y pureza:
ambas se consideran como un atributo general de todos los aceites
de girasol.
b) Objetivos de atracción: dramatizar la importancia de:
— conveniencia en el uso,
— ausencia de olores,
— utilizar el aceite «correcto» para cocinar alimentos apetitosos,
— que Excel constituye la forma moderna de cocinar.
Tanto el objetivo de conversión como el de atracción se pueden
lograr con el enfoque de chef utilizando el producto.
(iii) Formato del mensaje:
a) Racionales: demostrar al consumidor por qué debe elegir Excel.
b) Elementos emocionales:
— El chef debe proyectar una actitud de «apertura confidencial»,
como si estuviese revelando todos sus secretos, mientras se
muestra afectuoso. Es importante lograr una atmósfera de
intimidad.
— La demostración debe sugerir que las habilidades como cocine-
ra se potenciarán.
2. Distribución
La dependencia en los mayoristas para distribuir Excel en las áreas del
interior del país constituye el eslabón débil en la cadena. En este segmento
del mercado, no existe una fuerte insistencia por parte del consumidor para
obtener una marca específica. En consecuencia, el detallista se contenta con
aceptar lo que el mayorista ponga a su disposición. Esto quiere decir que el
mayorista detenta una posición de poder en relación al fabricante. Las
opciones disponibles son:
(i) Una opción a largo plazo sería la de escapar a este nivel de dependencia
vendiendo productos no competitivos a los detallistas y agregando
nuevos productos propios a la línea actual, de manera tal que esta
operación sea económica, con miras a la contratación de personal
adicional de ventas.
(ii) Una solución a corto plazo es la promoción a los canales. Esta es la
solución adoptada en este memorandum.
El uso de «vendedores misioneros» (o promotores), que visitan los
detallistas para transferir sus pedidos a los mayoristas, no parece ser una
solución adecuada, ya que los mayoristas pueden lograr mejores términos de
venta con otros fabricantes. En consecuencia, podrían sabotear el esfuerzo.
(i) Objetivos:
a) Motivar a los mayoristas (especialmente a los que dejaron de
comprar la marca) a distribuir y «empujar» la marca.
b) Motivar la distribución extensiva a nivel de detallistas de Excel, ya
que la presencia en todos los detallistas que manejen productos
alimenticios constituye una pre-requisito en un producto como el
aceite.
(ii) Métodos para lograr la cooperación de los mayoristas. Los incentivos
materiales (económicos) probablemente serán esenciales. ¿Sugerencias?
— Incentivos por compra: descuentos por cantidades.
— Incentivos por rendimiento: métodos de conteo y reconteo.
— Incentivos individuales: incentivos directos por compra (push mo-
ney).
(iii) Métodos para lograr la cooperación de los detallistas:
— Incentivos por compra: fondos promocionales.
— Incentivos por desempeño: pagos por espacios preferenciales.
— Incentivos individuales: concursos entre detallistas.
322 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
3. Promociones al consumidor
Las actividades que ofrecen algo extra al consumidor en el punto de la venta
parecen ser las más adecuadas para lograr, al mismo tiempo, mayor
visibilidad para Excel. Las mismas deben responder a los intereses de las
amas de casa y ser coherentes con la campaña publicitaria. Sugerencias:
(i) Recetas del chef.
(ii) Concursos en los que el chef seleccione las mejores recetas.
4. Precios
Los actuales niveles de precios premium se corresponden con la imagen de
calidad del producto.
10
Comunicación persuasiva:
publicidad, promoción de
ventas, Publicity
y relaciones públicas
323
324 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
• Publicidad.
• Venta personal.
• Promoción de ventas.
• Publicity y relaciones públicas (RP).
EL ROL DE LA PUBLICIDAD
Concentración en el deseo
La publicidad puede demostrar la correlación existente entre lo que el
consumidor desea y lo que la empresa comercializa. Alternativamente, puede
inducir a un cambio en los criterios de selección o alterar los valores
utilizados en la compensación entre los atributos del producto o preparar el
terreno para comunicaciones persuasivas adicionales. El objetivo es convertir
a los que hayan comprado o evaluado otras marcas competidoras.
Rol social
terreno fértil, esto es, llegar a mentes que estén predispuestas a recibir el
mensaje. Además, el resto de los elementos de la mezcla de marketing, como
las condiciones climáticas, deben ser las adecuadas para que el mensaje
germine. Pero, así como las semillas no siempre constituyen una condición
indispensable para la reproducción de las plantas, igualmente la publicidad
no siempre constituye una condición indispensable para la «reproducción»
de las ventas; y así como un terreno puede cambiar después de siembras
sucesivas, una audiencia puede cambiar como resultado de la acumulación
de actividades publicitarias. Muchas marcas se venden sin haber hecho
nunca publicidad. Hershey, la empresa de productos de chocolate, operó con
éxito durante la mayor parte de este siglo sin hacer publicidad; sólo comenzó
a invertir en publicidad en 1970.
Nos gustaría poder hacer una declaración como la siguiente: «Dado un
cierto tipo de distribución, precios, promoción, etc., al aplicar la campaña
publicitaria ABC a esta estructura de mercado se tendrá como consecuencia
de la misma, la atracción (conversión) de tantos consumidores cuyas compras
combinadas alcanzarán $X por año». Sin embargo, no disponemos de
ninguna base teórica que nos permita hacer una predicción como ésa.
Cuando tales previsiones se cumplen, no son más que simples correlaciones
estadísticas útiles para demostrarnos a nosotros mismos lo bien que lo
hicimos en el pasado. Y aun si dispusiéramos de una teoría que validara
sólidamente la actividad publicitaria, en muchos casos no estaríamos en
condiciones de realizar una campaña publicitaria eficaz debido a que:
• es posible que no estemos en condiciones de realizar una campaña que
responda exactamente a las bases teóricas o que
• no estemos en condiciones de controlar, en todo momento, todos los
factores que podrían provocar el fracaso de la campaña (por ejemplo, la
competencia).
En todo caso, ningún soporte teórico podría ser lo suficientemente pormeno-
rizado como para contemplar todos los detalles. La publicidad, como las
relaciones interpersonales, depende no sólo de la validez de algunas teorías
globales, sino de las ejecuciones tácticas detalladas. A pesar de todo esto,
seguimos tratando de descubrir los fundamentos teóricos de la publicidad
eficaz. En necesario identificar los procesos lógicos que sustentan la publici-
dad, ya que, en la medida en que podamos explicar mejor determinados
hechos, más capacidad tendremos para predecir los resultados de ciertas
decisiones, aun cuando tales predicciones no fuesen del todo exactas.
Modelos jerárquicos
El modelo de las secuencias jerárquicas de Colley (1961) describe cómo la
audiencia se mueve a través de una secuencia de etapas mentales en el
proceso de decisión de la compra:
• Conocimiento: desarrollar el conocimiento de la marca.
• Comprensión: el consumidor logra la comprensión de los beneficios del
producto, etc.
• Convicción: lograr que la audiencia llegue a un nivel de convencimiento tal
que la induzca a desear la realización de la compra.
• Acción: lograr que los miembros de la audiencia procedan a la compra, en
cualquiera de las formas que ésta adopte.
El modelo de Colley es sólo uno de los tantos modelos que siguen la misma
linea de pensamiento (por ejemplo, véase Lavidge y Steiner, 1961). Foxall
(1986) hace una revisión de las distintas variantes.
Las críticas a estos modelos se centran, especialmente, en la arbitrariedad
de las etapas y en el hecho de que se asuma la uniformidad de todos los
procesos de compra, en contraposición a las evidencias (véase O'Brien, 1971).
De primera impresión, la secuencia mental de Colley de:
Fuente de la comunicación
(i) Las fuentes con una alta credibilidad producen un fuerte impacto, principalmente
cuando existe una baja implicación.
Ejemplos
• El uso de una atmósfera «profesional» en, digamos, la publicidad de una medicina OTC.
• Un enfoque autoritario: un «antitranspirante» que usa la expresión «para el primer
tratamiento, utilícelo durante cuatro noches consecutivas».
Ejemplos
• Recurrir a personalidades para respaldar el producto.
• Promociones de ventas respaldadas por la imagen del vendedor.
Mensaje
(i) Presentaciones comparativas, si se pretende convertir a usuarios de marcas competiti-
vas.
(ii) Lograr que las conclusiones sean claras y precisas.
(iii) Dentro de ciertos límites, existe una relación positiva entre el grado de confianza creado
y la intensidad del cambio de actitud inducido, siempre y cuando:
• La comunicación aporte una vía que se perciba «factible» para producir el cambio
(por ejemplo, compre nuestro sistema de alarma que funciona al detectar el humo).
• La fuente posee un alto nivel de credibilidad.
• La autoconfianza del individuo no está presionada por la ansiedad.
Audiencia objetivo
(i) Las comunicaciones de doble vía fluyen mejor cuando las opiniones deben ser
respaldadas.
(ii) Un compromiso público con el producto induce a los compradores a hacerse más
resistentes a la influencia de la competencia, así como a desarrollar más sólidos contra-
argumentos.
(iii) Una actitud placentera (por ejemplo, en televisión) facilita el cambio de las actitudes.
OBJETIVOS DE LA PUBLICIDAD
Promoción de ventas
Consumidores Canales
Rol
El rol clave asignado a la promoción es el de acelerar las ventas o el proceso
de ventas. Ray (1982) argumenta que la promoción de ventas combina, a un
bajo coste por cliente objetivo, las ventajas del cierre de la venta personal
con el alcance masivo de la publicidad. Este es un punto de vista interesante
y útil, pero existe un factor de peligro en considerar que la promoción
cumple las funciones de la venta personal a un coste más bajo. De hecho, la
venta personal y la promoción de ventas se dirigen a diferentes fuentes de
influencia: la venta promocional usa principalmente los argumentos y la
COMUNICACIÓN PERSUASIVA: PUBLICIDAD, PROMOCIÓN DE VENTAS, PUBLICITY 343
Objetivos
El objetivo básico de la promoción de ventas es el de estimular la compra o
iniciar el proceso que conduzca a la compra. Las metas competitivas son:
inducir a la prueba, motivar el cambio de marca, retener los consumidores o
aumentar el uso en los ciclos bajos de venta, aun cuando pueden ser
utilizadas de otras maneras —por ejemplo: «liquidar» inventarios viejos,
lograr una mejor distribución geográfica, mantener niveles de inventario más
adecuados, lograr mejor exhibición en el punto de la venta, reducir inventa-
rios, impedir la entrada de un competidor, mantener la participación de
mercado, etc.
Una vez elegido el objetivo competitivo, es necesario determinar el grupo
de los consumidores objetivo que se encuentra inhibido respecto a la prueba
del producto o cuáles son las dificultades en mantener los consumidores
COMUNICACIÓN PERSUASIVA: PUBLICIDAD, PROMOCIÓN DE VENTAS, PUBLICITY 347
Rol
En sentido general, el rol de la publicity es similar al de la publicidad, pero
usualmente las RP se dirigen a un público mucho más amplio que el
compuesto por los consumidores de la empresa. En las RP existe el
reconocimiento de que todas las acciones tomadas por una empresa comuni-
can algo a alguien y que los efectos que pueden producirse incidentalmente
pueden ser tan profundos que no podrán ser erradicados por ninguna
inversión en publicidad. Tal y como Edward Bernays (una de las más
importantes figuras de las relaciones públicas de los años 20) señaló (1928):
no existe detalle demasiado insignificante que no influya en el público de
manera positiva o negativa. Mientras la publicidad de la empresa se dirige a
dejar en el público la imagen que ésta desea que se perciba, otras acciones de
la empresa (por ejemplo, las relacionadas con su nivel de responsabilidad
social) pueden contener un mensaje completamente opuesto. Las RP tienen
la misión general de considerar la imagen de la empresa entre todos sus
«sectores de soporte» (stakeholders).
Las notas o conferencias de prensa o el ofrecimiento de alguna noticia
exclusiva constituyen las vías típicas para obtener publicity (apariciones no
pagadas en los medios de comunicación). Pero existen otras vías para
lograrla. Por ejemplo, las «campañas de intriga», que a veces logran
provocar la curiosidad general y comentarios en la prensa. La debilidad de
las RP y la publicity es que la empresa no controla plenamente ni el mensaje
ni las reacciones que provoca. Esta falta de control hace que sea difícil
relacionar estrechamente estas actividades con las demás acciones que se
realizan en el área de marketing. Sin embargo, en muchos casos la publici-
dad institucional desempeña un rol de relaciones públicas. Una reciente
campaña de televisión mostraba a un recién graduado dispuesto a salvar el
mundo como empleado de Dow Chemical. La campaña se proponía cambiar
la imagen de Dow, un poco empañada a causa de su asociación con la
producción de napalm y «ácido mostaza» durante la guerra de Vietnam
(Fortune, 12 de mayo de 1986).
Objetivos
En términos generales, la publicity y las RP se utilizan, si es posible, al inicio
de una campaña para estimular el interés y sumar credibilidad a una
subsiguiente acción publicitaria, de promoción de ventas o de venta perso-
nal. Sin embargo, el patrocinio (sponsorship) de conciertos o eventos deporti-
vos puede dar publicidad continua a la empresa o la marca e, incluso, en
ocasiones (como es el caso de los cigarrillos) ¡una alta y masiva exposición en
la televisión!
COMUNICACIÓN PERSUASIVA: PUBLICIDAD, PROMOCIÓN DE VENTAS, PUBUCITY 349
Audiencia objetivo
Objetivos publicitarios
Tal y como analizamos previamente, los objetivos publicitarios pueden
establecerse en términos de, digamos, objetivos de comunicación de las
secuencias jerárquicas o en términos de:
• Convertir (concentración en el deseo).
• Aumentar (desarrollo del deseo).
• Atraer (concepción del deseo).
• Mantener (satisfacción del deseo).
Cuando se relacionan con el estado o estados de los compradores, estos
objetivos sugieren el enfoque estratégico por seguir. La figura 10.5 ilustra al
respecto.
El la tabla 10.3, la primera columna muestra los diferentes estados del
consumidor que pueden condicionar el proceso de compra de la marca de la
empresa; esto es: latente, pasivo, compra por hábito, comportamiento
mecánico, preferencias extrínsecas o intrínsecas o, quizás una mezcla de
preferencias extrínsecas e intrínsecas. La columna 2 sugiere las vías para
identificar los distintos estados del comprador y cómo estimar el número de
los que integran cada estado. La columna 3 da algunas indicaciones para
determinar cuál es el objetivo más viable de lograr a partir del conocimiento
354 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Fig. 10.5. Relación entre objetivos competitivos, estado de los compradores y enfoque de la
estrategia.
Reeves) no sólo radica en identificar el elemento único que hay que utilizar
(todas las marcas poseen más de un elemento característico que puede ser
único), sino, además, en que ese elemento sea de importancia real para el
consumidor, referido a algún tipo de función que hay que realizar. Así, por
ejemplo, Marvel de Cadbury, una leche en polvo descremada, puede ser
utilizada para cocinar, para regímenes de adelgazamiento o para muchos
otros usos (Cadbury, 1975). Pero la empresa consideró que el producto no
sólo se convertía en único sino también en importante para muchos
consumidores al ser utilizado como mezcla para el café, ya que evitaba la
necesidad de calentar la leche; el uso de leche fría, según lo percibían muchos
consumidores, al enfriar el café afectaba a su gusto y al placer de tomarlo.
Siguiendo esta línea de pensamiento, Twedt (1969) sugirió que el mensaje
debía:
• decir algo deseable («deseabilidad», motivación);
• decir algo exclusivo (exclusividad);
• decir algo creíble (credibilidad)
(y, a pesar de que no fue sugerido, que en el caso de productos de baja
«implicación» para el consumidor, la credibilidad debía ser muy alta).
En la práctica, la USP puede no ser única para la marca, pero si única en
el sentido de que la empresa es la única que está utilizando esa motivación.
Así, una empresa de cigarrillos reclamaba «su sabor tostado», el cual es
aplicable a cualquier «tabaco curado» al calor. Igualmente, una línea aérea
centró su mensaje publicitario en las medidas de precaución y seguridad, las
cuales eran similares a las de las demás líneas aéreas de igual categoría. La
USP no necesariamente debe ser mostrada de forma comparativa con otra u
otras marcas, pero sí debe aparecer, aunque sea de forma implícita, en
términos dramatizados (por ejemplo, Maxwell House, «bueno hasta la
última gota»).
Imagen. La ventaja de «imagen» está asociada principalmente con
David Ogilvy. En realidad, es de esperar que la «imagen» sea importante en
la proyección de criterios de integración y, en menor medida, de criterios de
adaptación. Una imagen favorable de un producto es aquella con la que el
comprador se siente «cómodo», confortable y que se considera «valiosa» y
familiar. Ahora bien, lo que una empresa espera lograr respecto a la imagen
de su marca necesariamente debe ser objeto de divulgación. Las connotacio-
nes que una empresa espera que se asocien a su marca deben ser difundidas
claramente; una imagen imprecisa o difusa puede inducir a creer que las
funciones del producto también son «imprecisas». Así, Coca Cola se promo-
cionó a sí misma como símbolo y parte integral de la vida norteamericana
con tal éxito que un cambio de fórmula fue percibido por muchos como la
pérdida de un símbolo importante de los Estados Unidos.
Una subclase de la imagen de marca es la personalidad de marca.
Podemos pedirle a los consumidores que describan nuestra marca y las de
360 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Aumento del uso entre los actuales Por ejemplo, sugiriendo usos adicionales y/o
consumidores. recordándoles utilizarlo más
frecuentemente.
resulta en gran medida artificial. Sin embargo, la forma que se adopte para
difundir el anuncio nunca deberá ser la clave para lograr la atención de la
audiencia. Empero, para algunos productos es más importante la forma en
que se dice el mensaje que el propio contenido del mensaje. Goffman (1979)
argumenta que la publicidad dramatiza el valor del producto y que la
función de la publicidad es análoga a la de la sociedad, al tratar de infundir
en las situaciones sociales algunos símbolos ceremoniales y rituales, facilitan-
do así la orientación de los «participantes» —«ambas tratan de transformar
guías opacas y difusas en formas fáciles de seguir».
El formato del mensaje tiende a estar íntimamente ligado a la imagen de
marca. Por ejemplo, una empresa productora de alimentos tratará de que su
producto sea percibido como «amistoso, bondadoso y natural (proveniente
de la tierra)», mientras que un periódico tratará de proyectar la imagen del
«amigo o vecino que entra a la casa un vez al día para provocar interés,
agrado, diversión, pero nunca para disgustar u ofender». Tales imágenes dan
personalidad a la marca, y una personalidad atractiva constituye el elemento
básico mediante el cual el consumidor se identifica con el producto. Cuanto
más se parezca la marca de la empresa a las de los competidores, más
importante será el uso de propiedades simbólicas que le permitan atraer los
criterios de integración, de adaptación e intrínsecos:
• Criterios de integración, por ejemplo, el uso de nombres personales.
• Criterios de adaptación, apelando a la preocupación de cometer un error o
perderse en la disyuntiva de la decisión o mediante un consejo sobre la
conveniencia de la oferta, etc.
• Criterios intrínsecos, mediante la personalización del producto, el uso de
personalidades atractivas, etc.
Un formato ingenioso le permite al anunciante decir cosas que podrían
percibirse como ofensivas o crudas si se dijesen directamente. Por ejemplo,
un anuncio de Chivas Regal Scotch muestra a un hombre en un bar
pidiendo «Un scotch, por favor». Cuando una bella y sofisticada mujer se
sienta a su lado, él inmediatamente cambia la orden por «Chivas con hielo»,
mientras ella da muestras de su aprobación.
Muy a menudo, el formato del mensaje incorpora una amalgama de
«imaginería» emocional, de afirmaciones dogmáticas y otras razones para
justificar la acción de compra. Tal y como Bernstein (1974) dijo: «Una
combinación de razonamientos y trucos, siendo algunos anuncios eminente-
mente razonamientos y otros esencialmente trucos para hacer cosquillas».
Motivaciones emocionales y formato. La creencia de que las personas
compran siguiendo básicamente motivaciones emocionales tiene una larga
historia en la publicidad. Sin embargo, durante los últimos veinte años se ha
centrado el interés en los modelos de toma de decisión o en el enfoque del
procesamiento de la información aportada por la psicología cognoscitiva, lo
que ha llevado a descuidar un poco los aspectos emocionales de la compra
364 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
que los televidentes no constituyen, como era antes, una audiencia cautiva:
de hecho, pueden «zap» (cambiar para evitar los comerciales conectando
temporalmente el vídeo del aparato) o «zip» de un canal a otro mientras
terminan los comerciales. De ahí la fuerte tendencia actual hacia la realiza-
ción de comerciales «cuya visión sea divertida». Los comerciales con un alto
contenido de humor (durante años especialidad particular de la publicidad
televisiva británica) se han vuelto cada vez más comunes. El humor constitu-
ye un «truco» válido que puede utilizarse y se puede probar con él cuando el
comercial ha de repetirse muy a menudo. En el caso de bajos niveles de
implicación, posiblemente lo más efectivo sea el uso repetitivo de un fuerte
argumento de ventas. Sin embargo, siempre existe el peligro implícito de
recurrir a los extremos (por ejemplo, el caso del aspirador extraligero), ya
que esto podría afectar negativamente a otros atributos del producto (por
ejemplo, durabilidad).
Podríamos resumir esta sección sobre la estrategia del mensaje diciendo
que la creatividad es muy importante, pero que muchas veces lo mejor de
ella se pierde por no estar enfocada claramente hacia algún objetivo
competitivo o hacia el verdadero trabajo persuasivo que debe realizar.
Idealmente, el trabajo publicitario debería comenzar por un profundo
conocimiento de los deseos, creencias, modos y procesos de pensamiento de
la audiencia objetivo. Los creativos publicitarios deberían tomar en seria
consideración esa información al proceder al desarrollo de una estrategia
que realmente sea capaz de recompensar y reasegurar la audiencia objetivo,
para lo cual deberán estar claramente dirigidos y «en sintonía» con los
deseos, creencias y procesos de pensamiento de ésta.
Planificación de medios
Al hablar de planificación de medios nos referimos a difundir nuestro
mensaje de manera tal que llegue a la audiencia objetivo utilizando los
medios correctos y el tiempo y la frecuencia correctos. El problema radica en
seleccionar la mezcla de medios correcta (televisión, prensa, radio, etc.), los
vehículos correctos (programas específicos de televisión, revista, periódico,
etc.), y las opciones correctas (por ejemplo, media página o página completa),
así como, finalmente, el calendario de ejecuciones correcto. En aquellos casos
en que el estímulo de ventas se logre mediante la creación del conocimiento
de las potencialidades del producto, la selección del plan de medios puede
constituir el eslabón crucial en toda la campaña publicitaria.
Existe siempre la necesidad de investigar nuevas vías para utilizar más
creativamente los medios, como, por ejemplo, las cintas con fragancias y
colores utilizadas por los fabricantes de cosméticos para promocionar sus
productos en revistas y periódicos, o como el anuncio de Xerox que decía:
«si esta página cabe en su escritorio, cabe en nuestra fotocopiadora»
(Audley, 1985).
COMUNICACIÓN PERSUASIVA: PUBLICIDAD, PROMOCIÓN DE VENTAS, PUBLICITY 369
Revistas:
• Aptas para difundir mensajes razonados (los lectores tienden a involucrar-
se fuertemente con el medio).
• Buenas para mostrar fotografías de los productos y para crear sentido de
«modo» o «estilo de vida».
• Se puede seleccionar la audiencia si la misma coincide con los lectores de
algunas revistas especializadas.
Periódico:
• Apto para difundir mensajes muy razonados.
• Mejor que las revistas para asegurar la «visibilidad» de la marca o
producto durante un período de tiempo específico.
Marketing exterior:
• Bueno para motivaciones dogmáticas.
• Visibilidad desde gran distancia.
• Bueno para transmitir una «atmósfera».
Los consumidores no se limitan a un solo medio, lo que implica que
existen índices de duplicación muy altos. Normalmente, los hábitos de
exposición a los medios varían muy poco: la gente joven asiste más al cine;
las mujeres ven más televisión; los hombres leen más periódicos; etc. Estos
patrones pueden cambiar, y de hecho lo hacen, aunque muy lentamente (por
ejemplo, en la medida en que más y más mujeres se incorporan a los
empleos).
La discusión sobre los diferentes tipos de medios puede inducir a errores
dado que la mayor parte del tiempo se invierte en seleccionar los vehículos
(la revista específica, el programa de televisión específico, etc.) y en elegir
entre las distintas opciones disponibles (por ejemplo, elegir entre una página
completa o media página). Ninguna de estas decisiones es sencilla y
predominan los juicios personales, aunque muchas veces la propia estrategia
del mensaje limita las opciones que se puedan elegir.
Alcance y frecuencia
Un anunciante deseará saber el alcance y la frecuencia de un anuncio.
«Alcance» representa el número de personas que estarán expuestas al
anuncio; mientras que «frecuencia» representa el número de veces que cada
persona estará expuesta al anuncio, dada cierta planificación de medios.
Dado un número fijo de exposiciones del anuncio a una determinada
audiencia objetivo, el alcance y la frecuencia se relacionan inversamente;
cuando pretendemos elevar una, la otra descenderá y viceversa. La distribu-
ción de la frecuencia de la exposición a la publicidad es positivamente
creciente. Así, si deseamos que nuestro mensaje llegue a las personas que
integran nuestra audiencia, digamos, tres veces (que a menudo se considera
372 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
CONCLUSIÓN
Debido a los problemas para medir las respuestas de las ventas a distintos
temas y formatos utilizados en distintos medios, las decisiones en el área de
la publicidad permanecen (todavía) en el ámbito de los juicios y experiencias
personales. Pero tales juicios no pueden ser dejados únicamente a la
«intuición» personal, ya que existen numerosos métodos y sistemas y
bastante conocimiento acumulado para evitar que tales decisiones sean
guiadas exclusivamente por el «olfato» o por factores estrictamente emocio-
nales.
En el Apéndice de este capítulo incluimos una «guía hipotética» de una
estrategia publicitaria.
APÉNDICE I
A. Objetivos publicitarios
(i) Misión: lograr una actitud favorable de la audiencia hacia la marca
Benson's.
(ii) Objetivos:
a) Convertir a consumidores de las marcas de la competencia promo-
cionando la relación entre las preferencias expresadas y la marca
Benson's. Se estima que el cambio en la percepción provocará que
podamos captar de las marcas competidoras los siguientes porcen-
tajes de consumidores:
Marca A (12 %)
Marca B ( 8 %)
Marca C ( 6 %)
374 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
C. Estrategia de medios
(ii) Medios: televisión y revistas (los detalles de los vehículos y las opciones
se confirmarán posteriormente).
(iii) Alcance y frecuencia: durante el primer año de lanzamiento, Benson's
procura una relación alcance/frecuencia de 8O%/8 sobre todos los
consumidores de nueces.
(iv) Cobertura geográfica: cobertura nacional, pero se pondrá mayor peso
en aquellas áreas en que la distribución refleje un mayor potencial.
(v) Calendario: se realizará publicidad durante todo el año, pero se pondrá
el mayor peso en los meses pico de junio y septiembre.
COMUNICACIÓN PERSUASIVA: PUBLICIDAD, PROMOCIÓN DE VENTAS. PUBUCITY 375
Razonamiento de marketing
1. Audiencia objetivo
La publicidad comunicará los beneficios finales de:
(i) Sabor seco y tostado garantizado por el envasado al vacío,
(ii) Apariencia de calidad para inspirar confianza.
Se concentrará en los usuarios de altos ingresos y en los grandes usuarios
debido a que:
a) Este subsegmento, aunque compuesto por un 12 por 100 de las amas
de casa, consume un 40 por 100 de la oferta global.
b) En las pruebas «a ciegas» se demostró que éste es el subsegmento
que mejor responde a las características diferenciales de nuestro
producto y el que mejor identifica su ventaja diferencial sobre la
competencia.
3. Estrategia de medios
(i) Audiencia objetivo: el posicionamiento en este subsegmento estuvo
basado en un estudio del mercado. Estos dos grupos constituyen los de
mayor nivel de compra y los que mejor se corresponden con las
características del producto Benson's.
(ii) Se requiere un alto nivel de alcance dado que el 90 por 100 de las amas
de casa compra el producto cada cuatro semanas. Lograr un alto nivel
de frecuencia es importante dado que el producto se compra a menudo.
376 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
APÉNDICE II
COMUNICACIÓN PERSUASIVA: PUBLICIDAD, PROMOCIÓN DE VENTAS, PUBLICITY 377
378 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
11
El presupuesto
y la evaluación
de la publicidad
379
380 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
«La publicidad», como dijo Barnum, del famoso Circo Barnum, «es como el
conocimiento: muy poco es mala cosa.» Quizá» una empresa necesite un
consejo más amplio que éste para decidir el monto de su inversión publicita-
ria. Sospechamos, sin embargo, que Barnum tenía razón y que existe un
nivel mínimo de inversión por debajo del cual la publicidad constituye una
verdadera pérdida, pero que, por encima del cual, la publicidad influye
positivamente en las ventas. A pesar de que la relación existente entre
aumento de las inversiones publicitarias y aumento de las ventas no es la
misma para todos los productos, se asume comúnmente que la respuesta de
ventas adoptará una curva en forma de «S», como se muestra en la figura
11.1. Sin embargo, esta curva en forma en «S» no es universal (Little, 1979).
Y aun si se admite la curva en forma de «S», la empresa deseará saber cuál
será la curva específica que podría resultar de un determinado monto de
inversión propuesto. Así, las marcas con una baja participación de mercado
necesitan promocionarse por encima de los niveles que su «participación
publicitaria» (share of voice) (o participación de la publicidad de la marca
como porcentaje del monto total invertido en la categoría) recomendaría
únicamente para mantener o defender su participación actual (Schmalensee,
1983). Por el contrario, el peso de la publicidad puede ser crítico y
determinante cuando el mercado está compuesto por un amplio número de
marcas poco diferenciadas. Una empresa, a fin de poder estimar el beneficio
neto que podría lograr y para determinar en qué casos el incremento
esperado en ventas justifica las inversiones adicionales en publicidad, necesi-
ta estimar la respuesta que obtendrá en ventas como resultado distintos
tipos y niveles de publicidad. Además, con el fin de establecer la rentabilidad
de la inversión publicitaria y poder compararla con otras alternativas de uso
del capital a invertir (incluyendo los riesgos implícitos a toda inversión), el
anunciante deseará conocer el efecto a corto y largo plazo de la publicidad
en las ventas y los beneficios. A pesar de que existe un modelo publicitario
que toma en consideración el efecto acumulado de la publicidad realizada
con anterioridad, el cálculo de los beneficios a largo plazo de la inversión
publicitaria aún permanece en el área de las especulaciones. La curva que
muestra las respuestas de las ventas a la publicidad cambiará a lo largo del
tiempo (Winer, 1980); en consecuencia, las relaciones existentes entre ambas
variables en el pasado no constituyen una guía suficientemente firme para el
futuro. Aun más, el impacto inmediato de la publicidad (por sí sola) sobre las
ventas se mantiene en el ámbito de lo desconocido, situándose en algún
lugar entre las ventas actuales y el potencial del mercado, ya que el resultado
final en ventas no depende únicamente de la publicidad, sino, además: a) de
los otros elementos de la oferta total de la empresa y b) de la situación del
producto respecto a la competencia.
EL PRESUPUESTO Y LA EVALUACIÓN DE LA PUBLICIDAD 381
Experimentación
Han sido utilizados algunos «experimentos» para tratar de establecer los
efectos de la publicidad, pero existe un verdadero problema para seleccionar
un área de mercado que responda con exactitud a todos los aspectos que
podrían ser importantes y determinantes para confiar en la exactitud de los
resultados. Es realmente difícil reproducir en un área experimental las
condiciones de control de un laboratorio. Existe, además, el problema de la
validación externa, con el fin de que los resultados puedan ser generalizados
a un escenario a nivel nacional. Un experimento que se llevó a cabo con la
cerveza Budweiser (una marca de Anheuser-Busch) mostró que, más allá de
un cierto nivel de ventas, éstas se vuelven insensibles a inversiones adiciona-
les en publicidad (Ackoff y Emshoff, 1975), pero nadie, claro está, puede decir
qué hubiese pasado con una campaña totalmente diferente o con un cambio
en las condiciones competitivas. La misma empresa, Anheuser-Busch, gastó
55,8 centavos por barril en publicidad en el periodo 1972-76, mientras que su
competidor Miller gastó tres veces más. Los niveles de ventas de Anheuser-
Busch crecieron en un 5 por 100 anual, mientras que el volumen de ventas de
Miller creció más del 30 por 100 anual.
Simulación
Algunos de los modelos de simulación aplicados para la selección de medios
han sido utilizados, con distintos niveles de éxito, para estimar la respuesta
de ventas a la publicidad.
Cálculo de decisiones
Los «cálculos de decisiones» (J. Little, 1970; Little y Lodish, 1969) constitu-
yen un modelo utilizado, como recurso de ayuda, por los ejecutivos.
Comúnmente representan un modelo por cuotas, utilizado para estimar la
curva de la respuesta de las ventas. A los ejecutivos se les pide que estimen:
382 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Fig. 11.1. Respuesta de la Curva de la Venta a las inversiones en publicidad (enfoque del
cálculo de decisiones).
El presupuesto de publicidad
Tal y como hemos visto, la predicción del efecto de la publicidad sobre las
ventas puede ser tremendamente difícil. Las estimaciones basadas en la
relación existente en el pasado dejan de tener sentido siempre que una nueva
campaña:
• Sea única en términos de sus aspectos cualitativos.
• Sea parte de una estrategia de marketing que tenga objetivos únicos y muy
propios.
• Esté dirigida a una audiencia objetivo cuya percepción, expectativas,
actitudes y creencias hayan cambiado y estén cambiando durante el
período que transcurre entre una campaña y otra.
• Se implemente en un ambiente competitivo que, en sí mismo, esté
cambiando.
Cuando el pasado y el futuro previsible muestran muy poca semejanza
entre sí, las predicciones basadas en los eventos pasados carecen de todo
valor práctico. Por otra parte, se percibe cierto vacío en las relaciones
estadísticas no fundamentadas por teorías suficientemente explícitas y de-
EL PRESUPUESTO Y LA EVALUACIÓN DE LA PUBLICIDAD 385
Enfoque de la inversión
Bajo este enfoque, la publicidad se considera como una «inversión», ya que
sus efectos continúan en el futuro. Este enfoque también se conoce como
método de planificación por resultados, ya que los gastos de publicidad se
presupuestan para varios años por anticipado. Aparte del hecho de que un
anunciante puede estar más interesado en los efectos a corto plazo, en
términos de ventas y beneficios, de la publicidad, este enfoque presupone que
la respuesta de las ventas a los gastos publicitarios puede ser estimada
razonablemente, ya que la determinación de los flujos de caja futuros cae
dentro de tales estimaciones.
EVALUACIÓN DE LA PUBLICIDAD
Pruebas previas
Observación
La observación se refiere a experimentos de laboratorio en los que las
posibilidades de observación se amplían con equipos que permiten una
medición más exacta y cuidadosa de las reacciones. Se utilizan cámaras
ocultas para medir tanto el tiempo invertido en diferentes anuncios como el
que se dedica a cada una de las partes del anuncio. Además, dado que el
tamaño de las pupilas varía según sea el interés que se tenga en el objeto
observado, equipos especiales permiten medir y observar el diámetro de las
pupilas ante distintos temas publicitarios.
Otra técnica es la llamada del analizador programado, que permite a los
miembros de una audiencia presionar un botón para señalar si una sección
específica de un comercial les gusta, les disgusta o les es indiferente. Los
aspectos técnicos de un comercial pueden ser comprobados por equipos
como el aparato de comprobación visual, que permite controlar la exposición,
la distancia, etc., para suministrar indicadores sobre la eficacia visual de un
anuncio (por ejemplo, determinar a qué distancia cada elemento del anuncio
deja de ser reconocible).
Con algunas de las técnicas analizadas previamente en este libro, en la
actualidad es posible sustituir las pautas regulares de los comerciales por
pautas experimentales y, mediante controles subsiguientes, verificar el impac-
to en la actitud de compra de aquellas personas que estuvieron expuestas al
comercial propuesto en contraste con aquellas personas que no lo estuvie-
ron. De este control, se obtienen indicaciones valiosas sobre la eficacia del
comercial propuesto.
Sin embargo, cualquiera que sea la vía que elijamos para comprobar
previamente la eficacia de un comercial, la misma siempre incluirá un
determinado ingrediente de artificialidad. En la práctica, claro está, todo
modelo de evaluación reflejará los criterios y creencias del evaluador sobre
cómo entiende él que debe funcionar el comercial, su capacidad para captar
la atención del consumidor y persuadirle. Estos dos propósitos están
relacionados. Dado el alto número de anuncios a los que está expuesta la
audiencia objetivo, se requiere de una idea que «interrumpa la monotonía».
Según señaló Fox (1984), para Rosser Reeves esta «idea» está representada
por la USP y la posibilidad de repetición de la misma, mientras que para
Bernbach, que defiende el uso de la creatividad en la publicidad, la cuestión
no está en cuan a menudo se repite el mensaje, sino en la posibilidad de que
produzca excitación al constituir una verdadera novedad. Ambos enfoques
poseen el potencial para ser eficaces, en función de la situación del mercado.
Los elementos más importante para determinar esa «situación» son los
criterios de selección o los procesos para la toma de decisión existentes o
potenciales en el grupo o subgrupo objetivo.
Ningún método de «prueba previa» garantiza la eficacia de un anuncio o
la eliminación de todos los posibles aspectos ineficaces. El anuncio de AVIS
«Somos la N.° 2» fue rechazado en las «pruebas previas», mientras que
EL PRESUPUESTO Y LA EVALUACIÓN DE LA PUBLICIDAD 389
muchos anuncios realmente desastrosos han pasado las pruebas con altas
puntuaciones. En realidad, en el área de la publicidad sabemos más cómo
captar la atención que cómo persuadir y convencer. Por ejemplo, las
recomendaciones que aparecen en la tabla 11.1 sobre cómo elevar el nivel de
captación de interés de anuncios de prensa no necesariamente se correspon-
den con las normas establecidas por la teoría publicitaria.
Pruebas posteriores
Paneles de consumidores
En los últimos años se ha potenciado el uso de los paneles de consumidores.
Una oficina de investigación utiliza un panel nacional de 3.000 miembros
que llevan un diario. Una vez al mes realizan una comprobación de los
comerciales vistos ese día. Este servicio controla el panel, los productos
objeto de la publicidad y las intenciones de compra después de haber visto la
publicidad. Estas intenciones de compra se comparan con las intenciones de
compra que mostraban el día antes de ver la publicidad. Este procedimiento
EL PRESUPUESTO Y LA EVALUACIÓN DE LA PUBLICIDAD 391
Beneficios sociales
se le ha dado excesivo peso a estos beneficios dado que los mismos son una
consecuencia del objetivo primario de la publicidad: estimular a la acción.
Costes sociales
Publicidad decepcionante
En el siglo XIX, el anuncio de un tónico reclamaba que «incluso, por sí solo,
puede destruir la totalidad de los microbios muertos», mientras que el
anuncio de una loción decía que «refresca la boca e inmediatamente endulza
el aliento; impide que usted siga perdiendo sus dientes y endurece las encías
blandas». Este tipo de publicidad no sería tolerada en nuestros tiempos, pero
aún existe publicidad falsa, engañosa. El anuncio de una toronja dice que
«cuanto más la come usted, más adelgaza». En un anuncio en que supuesta-
mente se están lavando los vidrios de las ventanillas de un automóvil, éstos
están bajados; y en un anuncio de sopa ¡se utilizó mármol para hacer que los
ingredientes de la sopa subieran! Dorothy Cohen (1975) aporta otros
ejemplos. Ella mostró cómo pueden utilizarse algunos símbolos (frases,
nombres, figuras, emblemas) para distorsionar la percepción del público (por
ejemplo, la marca «Lite Diet» para un pan) o cómo se pueden distorsionar
los juicios perceptuales, como cuando en un anuncio televisivo se manipula
la filmación para distorsionar el tamaño y la velocidad de un automóvil de
juguete. Baker (1968) un ex-ejecutivo de publicidad, señala cómo se pueden
394 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Manipulación
Podría decirse que a los consumidores se les manipula si los mismos
actuasen totalmente de acuerdo con los deseos del anunciante sin estar
conscientes de lo que hacen y, además, que lo hiciesen siguiendo normas que
no cumplirían si estuviesen conscientes de la influencia que se ejerce sobre
ellos.
El temor a la manipulación se refleja en las fuertes y sonoras reacciones
ante la publicidad subliminal. En 1957, en EE.UU., las palabras «Coca-
Cola» y «Coma palomitas de maíz» se insertaron en una película a una
velocidad de proyección tal que caían por debajo del nivel mínimo de visión.
Se reclamó que, después de la proyección, las ventas de Coca-Cola aumenta-
ron en un 60 por 100, mientras que las de las palomitas de maíz lo hicieron
en un 50 por 100. Los trabajos de Dixon (1968) en el área de la psicología
profunda avalan los efectos de la percepción subliminal. En los estudios que
condujo, a los sujetos se les presentó una serie de palabras bajo el mismo
sistema de proyección; al contestar luego a un cuestionario de comprobación
diseñado al efecto, estos sujetos utilizaron palabras similares a las proyecta-
das en una proporción muy superior a la que el simple azar podría sugerir.
La conclusión a la que se llegó fue que los procesos semánticos pueden ser
influidos por estímulos verbales aun cuando no se esté consciente de esos
estímulos. La tesis subliminal sugiere que los estímulos también pueden
influir sobre los procesos mentales, como, por ejemplo, la evaluación. Sin
embargo, no existen evidencias suficientemente sólidas que avalen la tesis de
la manipulación vía la percepción subliminal (Moore, 1982). El hecho de que
la percepción subliminal produzca cambios en los procesos sin conocimiento
de los sujetos expuestos a ella no debe alarmar, ya que todo el proceso de
condicionamiento se fundamenta, también, en influir inconscientemente
sobre los sujetos objeto del aprendizaje.
No podemos negar que existe un cierto grado de manipulación y que el
consumidor debe estar protegido de sus efectos. Por ejemplo, pocas amas de
casa sucumbirían a la publicidad de los vegetales precocidos si se percatasen
de que les cuestan el doble que los vegetales congelados. Pero las evidencias
no demuestran que se ejerza una fuerte manipulación sobre el consumidor
(Nicosia, 1974). Aparentemente, la experiencia personal del consumidor con
una marca tiene mucha mayor influencia en la determinación de la próxima
marca que compre. Existen, claro está, productos que reclaman poseer
cualidades «ocultas» (secretas, misteriosas) que continúan vendiéndose ba-
sándose en la combinación de la «fe en la promoción que realizan» y un alto
EL PRESUPUESTO Y LA EVALUACIÓN DE LA PUBLICIDAD 395
CONCLUSIÓN
No todas las empresas utilizan una fuerza de ventas para visitar directa-
mente al consumidor, a los usuarios industriales o a los intermediarios de los
canales de distribución. Algunas empresas venden a través del teléfono, otras
por correo, otras a través de la publicidad y otras utilizan agentes autóno-
mos que venden, por comisión, para varias empresas. En otros casos menos
comunes, es posible que vendan a través de empresas subsidiarias o que
utilicen la fuerza de ventas de otras empresas industriales. Las condiciones
bajo las cuales cada una de estas alternativas se justifica, serán analizadas en
el capítulo dedicado a la distribución (capítulo 15).
Usualmente, evaluar el rol de la fuerza de ventas en contraste con la
publicidad plantea ciertos problemas. La venta personal, siendo más flexible
que la publicidad es, generalmente, más eficaz para lograr un determinado
cambio de comportamiento, pero esto no quiere decir que sea más eficiente
(dado los altos costes de una fuerza de ventas). La publicidad no es un
sustituto de la venta «cara-a-cara» cuando se requiere un trato personal con
397
398 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
«hacer las cosas que son correctas» y «realizar esas cosas correctamente»; en
otras palabras «hacer lo que se debe hacer... y hacerlo bien».
• «Hacer las cosas correctas»: se relaciona con el problema de lograr la
eficacia y constituye el aspecto estratégico de la función de dirección.
• «Realizar esas cosas correctamente»: se relaciona con el problema de
lograr eficiencia y representa el aspecto operacional de la función.
La eficacia o estrategia de ventas, cuyo objetivo es determinar las cosas
correctas que deben hacerse, recibe determinadas guías de los niveles más
altos de planificación de la empresa; mientras que las decisiones sobre la
eficiencia se relacionan con aquellas operaciones de día a día que son
necesarias para lograr los objetivos de la estrategia. Más específicamente,
este capítulo analiza:
LA ESTRATEGIA DE VENTAS
Función de comunicación
El personal de ventas, como la publicidad, debe cumplir una función de
comunicación. Los objetivos de comunicación de la fuerza de ventas varia-
rán de acuerdo con los objetivos de la estrategia competitiva de marketing y
el estado de los deseos de la audiencia objetivo (véase tabla 12.1).
Función de entrenamiento
El personal de ventas tiene a su cargo el desarrollo de múltiples formas de
entrenamiento —por ejemplo, entrenamiento a los clientes sobre cómo
402 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
vender o utilizar los equipos—. Cada día, más empresas inician programas
de entrenamiento diseñados para elevar la eficiencia de los distribuidores
impartiendo programas sobre control de inventario, organización de tiendas,
sistemas y procedimientos, métodos contables y de promoción, etc. Usual-
mente, los representantes de ventas se involucran en estos entrenamientos, y
se pueden establecer determinados objetivos para disponer de un parámetro
que permita medir su rendimiento en esta función.
Función de servicios
El personal de ventas puede verse implicado en el desarrollo de una serie de
funciones de servicios que pueden ir desde el diseño de algún sistema integral
del cual el producto de la empresa es sólo parte, hasta el control del proceso
de instalación, ante la posibilidad de que aparezcan problemas. Los objeti-
vos de servicio pueden establecerse para cada una de las áreas específicas y
luego medir el rendimiento de cada miembro del equipo mediante el análisis
de una muestra de sus trabajos en estas áreas.
Funciones de relación
El personal de ventas tiene a su cargo una función de comunicación que va
desde el cliente hacia la empresa y viceversa. En ciertos mercados industria-
GESTIÓN DE VENTAS 403
Función de investigación
Cada representante de ventas debe informar a la empresa sobre la reacción
de la competencia a la oferta de la empresa. Pero un objetivo que muchas
veces se descuida es el de reunir información de mercado en los merca-
dos industriales. Los vendedores se mantienen muy cerca de los clientes y
pueden percatarse de los más ligeros cambios de actitud. Igualmente, son los
primeros en sufrir las acciones de la competencia y normalmente son los
primeros en descubrir la verdadera importancia de ésta. Claro está, los
vendedores pueden sentirse tentados a distorsionar los «hechos» (igual que
todas las personas tienden a hacerlo cuando sus intereses están en juego),
pero siempre es posible encontrar algún sistema que permita corregir estas
posibles desviaciones. En todo caso, siempre es factible establecer objetivos
de investigación e información para el personal de ventas. (Para comparar
los puntos de vista sobre el uso del personal de ventas en labores de
investigación, véase Fouss y Soloman, 1980; y Menzies, 1980).
Ahora bien, para determinar si estas funciones son las apropiadas, será
necesario definir las condiciones que deben existir cuando la función está
siendo ejecutada correctamente. Una definición de estas condiciones for-
ma parte integrante del establecimiento de objetivos para cada una de las
funciones.
Patrón estratégico
Clientes objetivo
En ausencia de venta directa a los consumidores, el objetivo de clientes está
constituido por los canales intermediarios, como, por ejemplo, los detallistas.
Una de las decisiones básicas para la estrategia al definir la «clientela
objetivo» consiste en identificar a los clientes potenciales, es decir, aquellos
que desean el producto o que han comercializado el producto o que podrían
obtener beneficios al comercializar el producto. Como paso inmediato,
después de definir a los «potenciales», será necesario tamizarlos para
identificar los prospectos.
La clientela objetivo puede ser subdividida de acuerdo con el tipo de
visita que requiera cada grupo (por ejemplo, mantenimiento, servicio, visitas
«misioneras», etc) y/o en función de la frecuencia de las visitas que se deben
realizar según el tipo de cliente.
Enfoque de los productos
De acuerdo con los objetivos de inversión y otras consideraciones, la
estrategia de ventas deberá proveer determinadas guías a la fuerza de ventas
sobre cuáles son los productos a los que habrá de dársele prioridad en el
período cubierto por la estrategia. Cuando los vendedores manejan muchos
productos, es necesario establecerles prioridades de venta. Esta evaluación
de los productos no debe hacerse pensando en el tiempo del vendedor, sino
en el tiempo del comprador, ya que cada comprador establece determinados
límites de tiempo para dedicarle a cada vendedor.
resaltar serían los relacionados con las funciones de uso, las auxiliares y/o el
simple placer de la posesión, en la venta a los intermediarios (incluidos
detallistas) la motivación debe concentrarse en la proyección de beneficios
anticipados. Sin embargo, cualquiera que sea la configuración de los benefi-
cios de la oferta, los mismos siempre podrán ser relacionados con sus
correspondientes motivaciones de venta:
Objetivo
competitivo Apropiados en caso de Motivaciones de ventas
menos homogéneo sea el grupo objetivo, más generales deberán ser los
términos de la estrategia de ventas y mayor la necesidad de desarrollar
estrategias individuales para cada una de las cuentas o clientes más impor-
tantes.
Compra institucional
Gestión de ventas
Normalmente, las personas que integran un grupo de compras tienen
diferentes intereses que salvaguardar, lo que les lleva a elegir diferentes
criterios de selección o a sopesar de manera diferente los distintos criterios
de compra. Estos criterios se refieren a:
• Criterios técnicos, que incluyen el rendimiento técnico en la función básica
para la cual fue diseñado el producto, las funciones auxiliares y las de
conveniencia de uso.
• Criterios económicos, que incluyen el «sacrificio» global requerido para
obtener el producto, incluido el precio y otros costes como los del ciclo de
vida útil, los operacionales, términos de crédito, etc.
• Criterios de adaptación, que se relacionan con el nivel de certidumbre o
incertidumbre que puede proyectar el proveedor: capacidades reales,
servicios post-venta, garantías, reparaciones, etc.
• Criterios de integración, relacionados con los servicios más importantes
GESTIÓN DE VENTAS 413
Parte I
La parte I de la figura 12.4 se utiliza para determinar si, para el período
siguiente, el centro de compras es un comprador potencial y, de serlo, si
puede ser calificado como prospecto.
En la columna 1 se hace una lista de los equipos más importantes que se
compran en ese centro. La columna 2 obliga al representante de ventas a
realizar un inventario en el centro de compra, contando el número de
unidades existente de cada equipo (por categorías), calculando el porcentaje
de «participación de mercado» y si la posición de la empresa ha cambiado
(positiva o negativamente) desde el último análisis de situación que se hizo.
En la columna 3, el representante identifica los objetivos (problemas y
oportunidades) a cuya solución o explotación el producto de la empresa
puede contribuir. Las oportunidades se refieren a que el cliente pueda
potenciar la eficiencia (E), la capacidad de venta (C) o la flexibilidad (F) o
asegurar la protección de los activos (A). Por otra parte, los productos
ofertados por el proveedor pueden solucionar los problemas que enfrenta la
organización a causa de déficit de materiales (DM), obsolescencia de los
equipos (OE), proyectos nuevos (PN) o suplidores no idóneos (SNI).
Un centro de compras se considera potencial para un determinado tipo de
equipo si existe la necesidad del mismo para explotar una oportunidad o
para solucionar un problema. Pero no todos los centros potenciales constitu-
yen «centros prospectos». De manera que el próximo paso consistirá en
determinar cuáles de los potenciales son realmente prospectos. Esta clasifica-
ción la realizan los propios representantes de ventas recurriendo a la
identificación del «estado de la demanda» para cada uno de los productos
para los cuales el centro es potencial (columna 4). Por ejemplo, supongamos
que el centro de suministros pudiese justificar sus compras en función del
ahorro en precios. Surge la pregunta: ¿cuál es la actitud de ese centro ante la
acción de compra? La respuesta podría corresponder a cualquiera de las
siguientes situaciones:
• Demanda activa: el centro de compra está activamente interesado en la
búsqueda de un producto que responda a esas especificaciones (esta
418 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Parte II
Columna 1: Define el título de la posición de cada integrante del grupo de
compra.
Columna 2: Identifica el nombre de la persona que ostenta la posición.
Columna 3: Ofrece espacio para los comentarios del representante de
ventas sobre los objetivos personales, etc., de los integrantes.
Columna 4: Identifica, basado en la experiencia histórica, el rol del inte-
grante en la decisión de compra.
Columna 5: Contiene un registro de los criterios de selección de compra.
Parte III
La parte III se centra en la evaluación de la competencia y en las fortalezas y
debilidades competitivas.
GESTIÓN DE VENTAS 419
Estrategia
La información contenida en la figura 12.4 se utiliza para desarrollar una
estrategia de cuentas individuales, de acuerdo con el esquema que aparece en
la figura 12.5. En primer lugar, se establece, para cada uno de los centros de
compra, un objetivo de ingresos (o ventas) para el período de un año o
menos. El objetivo de ventas global del centro se establece con la suma de
los objetivos de cada uno de los productos. Se hace una lista de los
integrantes de cada grupo de compra (en cada centro de compra), incluyendo
sus títulos, objetivos personales, roles y criterios de selección. Se acuerda la
acción que habrá de realizarse ante cada uno de los integrantes, incluyendo
las motivaciones de venta que hay que utilizar, con lo que se establecen las
líneas de acción para cada centro de compra.
importante ya que, dado que el modelo del proceso de Lewin —lo mismo
que el modelo de las jerarquías secuenciales— ha sido criticado (Mohr, 1982)
en sus aplicaciones prácticas, necesitamos conocer el significado real que
subyace en el desarrollo de cada uno de los pasos o etapas de la secuencia.
En un nivel más general, existe fuerte interés en identificar, categorizar e
interrelacionar el conjunto de factores que determinan la eficacia (éxito) en la
interacción de ventas. Así, el modelo de Weitz visualiza la eficacia de una
venta como un efecto contingente o dependiente de:
(i) Comportamiento del vendedor; por ejemplo, técnicas utilizadas para
influir en el prospecto,
(ii) Características de la relación vendedor-cliente; por ejemplo, nivel de
conflicto, capacidad de negociación, etc.
(iii) Características de las metas de compra del comprador; por ejemplo,
conocimiento de otras opciones o proveedores,
(iv) Recursos del vendedor; por ejemplo, habilidades interpersonales.
La interrogante radica en la verdadera posibilidad de determinar si las
categorías de Weitz son distintivas operacionalmente, como se sugiere, y si,
al introducir elementos de comprobación y predicción, las categorías especí-
ficas de comportamiento, etc., son susceptibles de medición.
Reclutamiento y selección
Entrenamiento
Objetivos
Los objetivos de todo programa de entrenamiento son:
• Potenciar la eficacia de los esfuerzos de venta mediante el perfeccionamien-
to de los hábitos de trabajo y las habilidades de venta.
• Disminuir los costes de venta reduciendo la rotación de personal o el
tiempo necesario para lograr un conocimiento adecuado sobre el produc-
to, etc.
Problemas
Ingresos por
cada 1.000 Vendedores por
admisiones millón de admi-
Territorios Ventas Admisiones [col. (1) ÷ siones [ 1 ÷ col.
de ventas ($) ('000) col. (2)] ($) (2) x 1.000]
(1) (2) (3) (4)
1. Jackson 77.132 5.174 14,9 0,19
2. Gibbens 108.956 13.646 8,0 0,07
3. Young 92.106 7.389 12,5 0,13
4. Moylan 57.120 3.015 19,0 0,33
5. Duncan 87.911 4.556 19,3 0,22
6. Robinson 127.099 9.788 13,0 0,10
7. West 92.250 5.181 17,8 0,19
642.574
Promedio relativo de rendimiento territorial = = $13, 2
48.749
7
Promedio por vendedor por millón de admisiones = = = 0,14
48.749
número de «admisiones» o ingresos registrados en los siete territorios,
asumiendo que las ventas variarán directamente en función del número de
admisiones de cada territorio. La columna 2 puede ser interpretada como la
medición del potencial de mercado relativo o demanda relativa, mientras que
la columna 3 muestra el rendimiento territorial relativo, el cual se calcula
dividiendo las ventas reales (columna 1) entre el número de admisiones de
cada territorio (columna 2). La columna 4 indica la cobertura, que mide cuan
proporcionalmente se distribuyen los representantes de ventas en función del
número de admisiones. Así, el vendedor Jackson tiene 5.174.000 admisiones
en su territorio. La evaluación de un vendedor en «función del número de
admisiones» significa que en ese territorio existe 0,19 «vendedor» por cada
millón de admisiones.
Si transferimos la columna 3 (la variable dependiente) y la columna 4 (la
variable independiente) a un gráfico, obtendremos la figura 12.8, que sigue la
forma de la curva del ejemplo de General Foods. El promedio de rendimien-
to territorial y el promedio de cobertura son de $13,2 y $0,14, respectiva-
mente. Aumentando el número de vendedores, el promedio de cobertura y el
promedio de rendimiento relativo aumentan. Por otra parte, disminuyendo
el número de vendedores, tanto la cobertura como el rendimiento relativo
disminuyen. Calculando los ingresos y costes de ventas que se corresponden
GESTIÓN DE VENTAS 429
Motivación
labores de venta. Finalmente, se asume que todos los territorios están sujetos
a las mismas condiciones competitivas.
CONCLUSIÓN
APÉNDICE
(ii) Objetivos:
a) Objetivos de ventas: Incrementar las ventas en un 20 por 100
mediante la penetración y desarrollo del segmento.
b) Convertir un 10 por 100 de las 150 tiendas por departamentos
que en la actualidad no están comprando nuestros productos en
distribuidores exclusivos de la empresa.
c) Desarrollar, para los clientes, 10 programas regionales de entre-
namiento sobre la calidad y los modos de venta de nuestros
trajes.
d) Desarrollar un programa de merchandising cubriendo todos los
territorios.
é) Potenciar en un 30 por 100 la frecuencia de visita a los principales
clientes cuyas compras están por debajo de los estándares esta-
blecidos por las investigaciones de marketing.
5. Servicios de apoyo
(i) Plan de incentivos revisado.
(ii) Agencia de publicidad, para suministrar materiales de promoción y
cooperar en los planes promocionales conjuntos.
439
440 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Marca A Marca X
OBJETIVOS DE PRECIOS
La figura 13.2 indica que los objetivos de precios reflejan: a) los valores del
vendedor; b) los objetivos financieros deseados y c) los requerimientos del
mercado (determinados por el estado de la competencia). Analizaremos cada
uno de ellos en su momento.
PRECIOS: ROL, OBJETIVOS, FACTORES Y VARIABLES 443
consideran que las implicaciones del flujo de efectivo tienen poca importan-
cia en la decisión del precio.
res pueden verse frenados en su interés de vender por debajo de los precios
establecidos; y los agentes industriales a jugar con las cotizaciones descu-
briendo datos de las empresas rivales.
Cuando tales métodos constituyen una manera de estabilizar las relacio-
nes de negocios, se convierten en «normas tradicionales» y se consideran
justas. Tómese el sistema de comisiones fijas que opera en Wall Street desde
1975. Los corredores se pronunciaron en contra de cualquier otro sistema
argumentando que la «sombrilla» de las comisiones fijas era vital para la
«salud de la industria». Se predijo que si el establecimiento de las comisiones
se dejaba al libre juego de la competencia, podría producir la ruina de todo
el sistema de bolsas de valores, crearía un caos en las negociaciones y (para
aquellos que piensan que la libertad de empresas y la libertad de precios son
indisolubles) ¡representaría la muerte del sistema de libre empresa!
Competencia
Precio límite
Se denomina precio límite el precio más alto que puede establecerse sin
provocar nuevos ingresos en el mercado. Cuando la empresa está consciente
del posible ingreso de algún competidor en su mercado, deberá tratar de
calcular el precio límite para su producto.
Precio de cambio
El precio de cambio es el precio más alto que puede establecerse sin inducir
al consumidor a un cambio hacia:
• Un competidor directo.
• Un segmento del mercado de precios más bajos.
• Sustitutos provenientes de otras industrias: por ejemplo, si el precio de la
botella de agua sube demasiado, es muy posible que el consumidor
cambie, digamos, hacia zumo de naranja.
La intención de cambio del consumidor hacia una marca rival estará en
función directa de la semejanza de las dos ofertas en términos de las
funciones de uso auxiliar. A mayor semejanza, más rápido se producirá el
cambio hacia la marca de más bajo precio. Por el contrario, a mayor
diferencia, más lento será el cambio; pero, en este último caso, será
importante determinar cuál es realmente la diferencia que hace que nuestra
oferta sea más valiosa que la rival a los ojos del consumidor. Los consumi-
dores no esperan que todas las marcas tengan el mismo precio; sólo esperan
que las diferencias en precios estén justificadas en términos de diferencias en
las ofertas.
Cuando dos productos competitivos tienen los mismos precios, son
igualmente conocidos y se encuentran disponibles en iguales condiciones, el
consumidor seleccionará la marca que se sitúe más cerca de su «punto
PRECIOS: ROL, OBJETIVOS, FACTORES Y VARIABLES 451
ideal». Cuando las ofertas tienden a ser semejantes, los precios también
tienden a ser iguales.
Henderson (1979), creador del concepto de la curva de la experiencia,
argumenta que el objetivo básico al fijar el precio de un producto nuevo
debería ser el de impedir que los competidores ganen experiencia o participa-
ción de mercado, antes de que el producto llegue a sus más altos volúmenes
de venta. Reclama que existen dos causas fundamentales que provocan un
cambio en la participación de mercado entre dos competidores. La más
común es la falta de capacidad y la segunda se relaciona con el deseo de
mantener los mismos niveles de precios, lo que provoca pérdidas de
participación. Henderson, claro está, asume que las dos marcas rivales son
muy similares, lo que, en la realidad, no siempre sucede.
Una empresa puede reducir sus precios como una forma de elevar su
participación de mercado. Si la competencia puede seguirla o no dependerá:
a) de las estructuras de costes de los competidores; b) de la importancia, para
ellos, de ese segmento y c) de los niveles de capacidad instalada y utilizada.
En todo caso, las respuestas a una reducción de precios pueden ser
selectivas. Así, por ejemplo, las líneas aéreas aprendieron que no era
necesaria un reducción global de sus tarifas para responder a reducciones de
tarifas de otras líneas aéreas: sólo debían reducir en aquellas rutas que eran
cruciales para su estrategia global. Como comentaba un analista (Fortune, 29
de octubre de 1984): «el truco no radica en ser competitivos, sino en ser
percibidos como competitivos». Para enfrentar la competencia, tradicional-
mente IBM ha reaccionado con precios competitivos en algunos segmentos
del mercado de ordenadores, compensándolos con precios «inflados» en los
segmentos menos competidos (Delamarter, 1986).
Precios coordinados
Un problema que se relaciona tanto con el comportamiento de los compra-
dores como con el de los competidores es el relativo a la coordinación de los
precios de los productos de la misma empresa que sean sustitutos o
complementarios entre sí. Dos productos de una empresa son sustitutos si las
ventas de uno de los productos caen cuando se reduce el precio del otro. Los
productos son complementarios si las ventas de ambos se incrementan
cuando se reduce el precio de uno de ellos. Los precios de esos productos
deben ser coordinados, ya que poseen «elasticidad cruzada» esto es, si el
precio de uno de ellos cambia, las ventas del otro cambian; la sustitución
implica «elasticidad cruzada positiva» y la complementariedad implica
«elasticidad cruzada negativa».
Productos complementarios
Puede ser más rentable, digamos, establecer los precios de los equipos más
bajos que los de la competencia para aumentar las ventas de los productos
452 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Productos sustitutos
Un ejemplo bastante ilustrativo de la importancia de coordinar los precios
de los productos sustitutivos se refiere a IBM y aparece en un artículo de la
revista Fortune (19 de mayo de 1980). Los ordenadores intermedios de IBM
de la serie 4300 se hicieron tan populares en su introducción que fue
necesario, en 1983, posponer las entregas. Esto se debió a que estos equipos
tenían un precio relativo muy bajo en relación con su valor de uso
(capacidad). Los usuarios de los grandes ordenadores creyeron que IBM
estaría muy pronto en condiciones de ofrecerles una ganga similar y, en
consecuencia, suspendieron todos sus planes de compra de equipos IBM y
prefirieron optar, provisionalmente, por la opción del «arrendamiento»
(leasing). El resultado final fue que IBM «cayó en una difícil situación
financiera». Más tarde, IBM aumentó los precios de las series 4300.
Las limitaciones que establece la necesidad de coordinar algunos precios
pueden producir una estructura de precios muy rígida, que puede ser
explotada por la competencia. Así, un competidor puede reducir sus precios
como parte de una estrategia de ingreso al mercado. La empresa más grande,
con un conjunto de productos relacionados, puede tener algunas dificultades
para responder con disminuciones de precios, dado que tendría que reducir
los precios de todos los productos relacionados con el fin de mantener los
diferenciales previamente establecidos.
Distribuidores
⎛ 0, 4 ⎞
⎜ × 100 = 40% ⎟
⎝ $1 ⎠
Líneas de precios
Las llamadas «líneas de precios» se presentan cuando los detallistas seleccio-
nan determinados niveles de precios y de calidad o zonas de precios, que
consideran apropiadas para el segmento de mercado al que sirven, y sólo
compran mercancías dentro de esos niveles. Si el fabricante desea seguir
vendiendo a esos establecimientos, deberá tomar en consideración esas
políticas de «línea de precios».
Políticas de márgenes
El fabricante no siempre estará seguro de que los distribuidores aceptarán
los precios recomendados y, en consecuencia, tampoco puede estar seguro de
454 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Gobierno
Muchas veces, son las normas legales las que permiten o no la posibilidad de
que un productor pueda insistir ante sus distribuidores para que sigan
determinada política de precios o de que ese productor pueda discriminar
los precios que otorga a distintos distribuidores. En ciertos casos, el
gobierno puede, incluso, dictar la forma en que han de calcularse y
establecerse los precios. En términos generales, los gobiernos tienden a evitar
la aparición de conflictos de precios entre empresas competidoras. Sin
embargo, en ciertos países y para ciertos sectores, las autoridades se inclinan
por favorecer e incentivar los «cárteles» y las asociaciones sectoriales que,
abiertamente, practican políticas de precios coordinados entre sus miembros.
En las actividades de exportación, los «precios internos» (inter-company o
inter-corporate prices) adquieren cada día mayor importancia con el fin de
obviar los problemas que plantean las tarifas aduaneras crecientes, los
impuestos internos y las retenciones sobre repatriación de dividendos. Por
otra parte, continúan siendo de especial preocupación para los exportadores
PRECIOS: ROL, OBJETIVOS, FACTORES Y VARIABLES 455
En la práctica empresarial, los factores de costes son los que reciben mayor
atención al establecer las políticas de precios. A pesar de que este enfoque ha
sido ampliamente criticado, el establecimiento de los precios a partir
únicamente del coste constituye, con toda probabilidad, uno de los métodos
más comunes y más utilizados. Pospondremos el análisis de este método
para el próximo capítulo y limitaremos nuestra atención, por el momento, al
rol de los costes.
Toda sugerencia de reducir precios provoca, inmediatamente, la apari-
ción de algunas preguntas y la necesidad de contestarlas:
• ¿Cuántas unidades deberemos vender para alcanzar los niveles de benefi-
cios anteriores?
• ¿Cuál es el precio más bajo que podemos establecer (digamos, para
enfrentar la competencia) sin que produzca pérdidas?
• Si un producto no puede venderse con beneficios, ¿cuál es la pérdida que
estamos dispuestos a soportar con tal de completar una línea de produc-
tos?
Un método útil para contestar algunas de esas preguntas es el llamado
análisis del punto de equilibrio (o «punto muerto», o «punto de ruptura»). El
punto de equilibrio se produce en el nivel de operaciones en que:
$
Precio al consumidor 100
Menos costes variables por
unidad
• Costes de producción 30
• Entrega 3
• Comisiones 5 38
Contribución por unidad $62
precios diferentes. Así, por ejemplo, aceptando que los costes fijos son
$125.000 y que los precios que se proponen y sus correspondientes costes
variables por unidad son:
Otro uso del análisis del punto de equilibrio se refiere al cálculo de las
repercusiones que tendrían sobre el punto de equilibrio los incrementos en
los gastos generales (overhead). Por ejemplo, supongamos que la empresa se
propone aumentar los gastos de publicidad en $25.000, lo que hará que los
costes fijos pasen de $125.000 a $150.000. Si el «precio menos los costes
variables» es de $2, el punto de equilibrio pasará de
$125.000
= 62.500 unidades
2
a
$150.000
= 75.000 unidades
2
CONCLUSIÓN
En este capítulo hemos visto los diferentes tipos de objetivos de precios que
una empresa puede establecer. La posibilidad de que esos objetivos sean
factibles o no, dependerá de cuál sea la reacción de los grupos que se verán
458 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Precios: estrategias
y métodos
459
460 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Tal y como señaló Nagle (1982), los modelos de precios aportados por los
economistas no están diseñados para describir, de manera realista, las vías
que toman las empresas para decidir sobre sus precios o las vías que
adoptan los consumidores para responder a estas decisiones; sin embargo,
proveen algunos planteamientos teóricos que pueden considerarse valiosos
para alcanzar una comprensión más profunda sobre las consecuencias de los
precios, al mismo tiempo que permiten explicar ciertos principios que deben
ser seguidos por toda estrategia de precios que pretenda ser eficaz. Por otra
parte, Gabor (1977), y posiblemente muchos otros hombres de marketing,
considera que «las abstracciones en las que se basa la teoría de los precios
son demasiado restrictivas para justificar su aplicación, excepto en algunos
casos, muy raros y especiales.» Estas restricciones son:
Limitaciones del enfoque. La teoría económica parte de la premisa de que
las estrategias del producto, la promoción y la distribución han sido
previamente establecidas. En consecuencia, su enfoque se centra exclusiva-
PRECIOS: ESTRATEGIAS Y MÉTODOS 461
La curva de la demanda
Las recomendaciones de precios de los economistas parten de aceptar, como
premisa, la existencia de una curva en forma de «U» que representa los
costes promedios en relación con una curva de la demanda que adopta
diferentes formas en función de las diferentes estructuras del mercado; es
decir: competencia pura, oligopolio, competencia monopolística y mono-
polio. Estas estructuras del mercado son, esencialmente, tipos ideales o
abstracciones que, en la mayoría de los casos, constituyen descripciones
aproximadas de la realidad. Están basadas en el número de vendedores que
existen en un mercado y si sus ofertas están diferenciadas o no. La figura
14.1 muestra las posibles situaciones.
• Monopolio. Existe un único vendedor de un producto que no tiene
sustitutos cercanos.
• Oligopolio homogéneo. Existen muy pocas empresas y sus ofertas son
similares.
* Se puede obtener una definición matemática más precisa del concepto de elasticidad. Si
la demanda cambia de x a x + Δx cuando los precios cambian de p a p + Δp, entonces la
elasticidad promedio en el rango de precios p a p + Δp constituye el índice del cambio
Δx . Δp
proporcional de la demanda — en referencia al cambio de precios —,
x p
Δx Δp pΔx
por ejemplo, ÷ =
x p xΔp
La elasticidad al precio específico «p» es:
pΔx Δx
limite = límite
Δp →0 xΔp xΔp →0 Δp
PRECIOS: ESTRATEGIAS Y MÉTODOS 463
Crítica
Dado que es posible identificar cualquier tipo de declive en la curva de la
demanda, la idea de la curva de la demanda no es algo que pueda falsearse:
constituye un axioma. Sin embargo, si se pretende que la curva de la
demanda represente algo más que el estado de la demanda en un momento
específico, será necesario asumir que el consumidor posee un sistema de
preferencias bastante estable y comprensible. Tal afirmación no se corres-
ponde con la realidad, ya que las preferencias cambian con la experiencia.
464 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
¿Podría una empresa reducir sus precios y luego elevarlos a los niveles
anteriores y, al mismo tiempo, pretender que cuando los eleve va a encontrar
la misma situación de la demanda? Una de las razones de las reducciones
temporales de precios es la de atraer a nuevos consumidores, algunos de los
cuales se convertirán en consumidores permanentes cuando se regrese a los
precios anteriores (más altos).
Si para cualquier estrategia que pudiésemos diseñar dispusiésemos de un
botón que nos permitiese ver en una pantalla la correspondiente curva de la
demanda (caracterizada por una razonable estabilidad) no existirían los
fracasos en la gestión de productos. Desafortunadamente, la estabilidad de la
demanda no puede ser garantizada por ningún método, y la estimación de
las unidades que podrían venderse a determinados niveles de precios, más
que una labor de previsión, constituye una simple y muy burda estimación.
Contrariando lo establecido en la teoría, que se refiere a un declive de la
curva de izquierda a derecha, los datos siguientes muestran los cambios en
los precios y los cambios en los volúmenes de venta para café tostado en
Suecia entre 1975 y 1977 *:
¿Cómo debemos evaluar el 143 por 100 de aumento en las ventas de café
instantáneo contra un aumento de precios de un 87 por 100? La respuesta a
esta pregunta nos remite, de nuevo, a señalar que la reacción del consumidor
a los precios dependerá del precio percibido de los sustitutos y de los precios
anticipados. Si se piensa que el incremento de un 87 por 100 del café
instantáneo fue alto en términos absolutos, ¡comparémoslo con el aumento
de precio de un 150 por 100 para el café tostado!
Todas las empresas se interesan por conocer cuáles podrían ser, a corto y
largo plazo, las reacciones previsibles a los cambios de precio. ¿Qué
condiciones determinan la elasticidad de la demanda? ¿Cómo podemos
estimar la elasticidad de la demanda? Las condiciones que favorecen una
alta elasticidad de la demanda son las siguientes:
• Puede «verse» que los productos poseen un alto potencial para lograr
ahorros en costes (y, en consecuencia, activar la demanda latente).
• El producto, antes de la reducción de precios, era considerado como muy
* Fuente: Harold Lind, «Beverages: The Demand Curve that Soured» Financial Times
(Londres, 28 de septiembre, 1978).
PRECIOS: ESTRATEGIAS Y MÉTODOS 465
Fig. 14.3 Curvas de la respuesta de compra y del último precio pagado (según Gabor, 1977).
Competencia pura
En la competencia pura, todas las empresas venden el mismo producto
(inexistencia total de diferenciación de las ofertas). Cada vendedor posee una
pequeña participación de mercado y ninguna de las empresas puede influir,
con sus decisiones, sobre el precio de mercado. Dado que los compradores
están interesados en lograr el precio más bajo posible y poseen un conoci-
miento perfecto del mercado, los precios escapan al control individual de
cualquiera de las empresas. En consecuencia, no es necesario que las
empresas desarrollen sus propias estrategias de precios. Deben aceptar los
precios imperantes en el mercado, dado que la curva de la demanda para
cada una de las empresas es paralela a la horizontal. Si una empresa eleva
sus precio por encima del precio imperante, no realizará ninguna venta. Por
otra parte, la reducción de los precios no implica ninguna posición de
ventaja, ya que todas las empresas pueden vender toda su producción a los
precios de mercado.
Monopolio
En una situación de monopolio existe un solo vendedor para cuyo producto
no existe un sustituto cercano. Está claro que en la realidad casi siempre
PRECIOS: ESTRATEGIAS Y MÉTODOS 467
Competencia monopolística
En la competencia monopolística, diferentes empresas venden distintas
versiones del mismo producto básico. Existen tantas empresas que ninguna
de ellas, en solitario, afecta a las decisiones de las demás. La curva de la
demanda para cada una de las empresas es más elástica que en una
condición de monopolio: el competidor monopolístico puede aumentar sus
precios en relación con la competencia sin que necesariamente pierda todos
sus consumidores. Esto se debe a que, presumiblemente, su oferta posee
algún elemento crítico para algunos consumidores. Por otra parte, debido a
que los competidores tienen productos claramente diferenciados, las empre-
sas pueden reducir sus precios sin que ello implique que, mediante la
reducción, podrán captar a todos los consumidores de las otras marcas. De
nuevo, y dadas estas muy simplificadas premisas, se puede determinar el
nivel de producción que permita alcanzar el máximo de beneficios, tal y
como se ha señalado previamente.
Oligopolio
Probablemente, la mayoría de los hombres de marketing operan en segmen-
tos de mercado oligopolísticos. En una situación de oligopolio existen tan
pocas empresas que las decisiones de precios adoptadas por cualquiera de
ellas tienen un efecto importante en los competidores. En consecuencia, cada
«oligopolista» debe tomar en consideración las posibles reacciones de sus
competidores a los cambios que introduzca en sus precios. Las distintas
predicciones respecto a estas reacciones inducirán a adoptar diferentes
estrategias. Para los economistas esto significa que no existe una respuesta
única a la pregunta: ¿Qué precio es el que permite lograr el máximo de
beneficios? Todo dependerá de la reacción que se anticipe en los competido-
res. Claro está, siempre existe la posibilidad de que surjan enfrentamientos
entre los «oligopolistas» (como es el caso de la OPEP), pero tales enfrenta-
mientos presuponen la existencia de acuerdos de cuotas de producción que,
usualmente, están prohibidos.
Las distintas «teorías» propuestas por los economistas para lograr la
estrategia de precios óptima en una situación de oligopolio son:
468 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
las actitudes que se esperan de una empresa que ha de velar por el interés
general del sector. Por ejemplo, los cambios de precios deben ser percibidos
como justificados por los competidores. Zenith, una empresa líder de precios
en el mercado de los televisores, aumentó sus precios en 1977, pero tuvo que
volverse atrás cuando otras empresas no la siguieron. Usualmente, el líder de
precios es el que más tiene que perder en caso de un colapso del mercado.
Cuanto más diferenciados estén los productos de los oligopolistas, menos
interés habrá de lograr el liderazgo de precios. El liderazgo de precios
también puede verse disminuido en caso de depresión, cuando los pedidos
son de bajo volumen y poco frecuentes, o cuando la situación se acerca a la
de la competencia monopolística, con un número amplio de participantes en
el mercado.
A menudo, los precios se establecen a partir de los costes, sea referidos a los
costes totales, sea a los costes directos.
Al partir de los costes totales, los precios deben cubrir: a) todos los costes
identificados por la empresa (incluyendo gastos generales o overhead) más
b) un margen razonable de beneficios.
Una variación de este enfoque la constituye el método de establecimiento
de precios en función de objetivos de la tasa de retorno. Usualmente, se
confecciona el presupuesto de ventas y, conjuntamente, se estima el nivel de
ocupación de la capacidad de producción instalada. Por ejemplo, el presu-
puesto de ventas puede estimar la venta de 100.000 unidades, con las cuales
se logra un 75 por 100 de ocupación de la capacidad instalada. Dado que el
total de costes para producir 100.000 unidades a un 75 por 100 de la
capacidad instalada es de $200.000 y que el objetivo de tasa de retorno es de
un 20 por 100 del coste, el precio por unidad debería calcularse de la
siguiente manera:
En consecuencia, el pre-
cio por unidad = $200.000 + $40.000
100.000
= $2,40
General Motors ha utilizado este método, calculando los costes por unidad
al asumir un 80 por 100 de ocupación de la capacidad instalada. Al coste por
unidad se le agrega el margen de beneficios para lograr un nivel de retorno
sobre el capital empleado de un 15 por 100 antes del pago de impuestos. En
la práctica, los precios que se calculan siguiendo este método se someten,
luego, a un proceso de ajustes en el que se toman en consideración las
presiones competitivas.
En algunos casos, y para determinados tipos de productos, este enfoque
puede constituir la única vía para establecer los precios. Pero es necesario
considerar que el mismo parte de la premisa, muy simplista, de que la
empresa puede, de hecho, establecer el precio que le permita alcanzar sus
objetivos de tasa de retorno. Usualmente, las actividades de la competencia
y, específicamente, la competencia en precios, no pueden ser ignoradas tan
fácilmente. Al ignorar que los volúmenes demandados variarán con el precio,
el establecimiento de los precios en función de los costes implica un
razonamiento circular: los volúmenes vendidos afectan a los costes, pero
dichos volúmenes también se ven afectados por los precios. Algunos contra-
tos se formalizan con precios calculados siguiendo este método, en cuyo caso
no se involucran argumentos falsos. De cualquier manera, los costes pueden
inducir a ciertas desviaciones, ya que todos los métodos que se utilizan para
calcular y distribuir los costes fijos son esencialmente arbitrarios.
Posiblemente, el método «puro» de establecimiento de los precios a
partir de los costes es muy poco seguido en la práctica. Si las estimaciones de
precios (basados en los costes) son muy altas en relación con la competencia,
la empresa tratará de reducir dichos costes. Y, por otra parte, si la demanda
cae o, por el contrario, es muy alta, los costes dejan de tener importancia
práctica para las labores de marketing.
alta. Gabor (1977) considera que este método es apropiado para aquellas
empresas que trabajan «por pedidos» y cuyas ventas se soportan en un gran
número de pedidos relativamente pequeños a nivel individual.
Henderson (1979), de BCG, argumenta que en un producto (o mercado)
de rápido crecimiento, el precio inicial, de ser necesario, debe establecerse
por debajo del coste hasta lograr un 50 por 100 o más de participación de
mercado. Señala que, a lo largo del tiempo, los precios deberán ir en paralelo
con los costes. Si el líder del mercado no ajusta sus precios en paralelo con el
declive de los costes, perderá participación de mercado y será sustituido por
otro líder. Los argumentos de Henderson siguen la lógica de la curva de la
experiencia. Los interrogantes planteados en relación con la validez univer-
sal de los sistemas de BCG fueron analizadas en el capítulo 2.
Lo que debemos enfatizar es que el conocimiento de los costes es vital
para asegurar un nivel adecuado de rentabilidad. Sin un sólido conocimiento
de los costes nunca estaremos seguros de identificar los factores que pueden
estar cambiando (y en los mercado todo cambia). Pero, excepto para
aquellos casos en que los contratos especifican claramente las bases para el
establecimiento de los precios en función de los costes, el conocimiento solo
de los costes, sin tomar en consideración el estado de la demanda, puede
guiar a la empresa a sacrificar muchas oportunidades de «hacerlo mejor» en
el área de la rentabilidad.
Nuevas ofertas
Tabla 14.1 Precios en el mercado industrial. Estimación del valor relativo de ofertas rivales.
Revisiones de precios
Cambios en el producto
Cuando el cambio de precio sugerido es consecuencia de algún cambio en el
producto, será necesario asegurarse de que dicho cambio se ajusta a la
actitud «negociadora» que podría asumir el consumidor ante la relación
atributos-precios. Para el logro de este propósito, la técnica del análisis de
correlación múltiple, descrita previamente, podría ser de gran utilidad.
Cambios en el mercado
Algunos estudios demuestran que la elasticidad de la demanda hacia
cualquier marca es susceptible de variar a lo largo de la vida de la marca
(Simón, 1979). Cuando las condiciones del mercado cambian (por ejemplo,
un competidor reduce sus precios o la empresa enfrenta un declive de las
ventas) se plantea la necesidad de experimentar con las posibles reacciones
ante previsibles cambios de precios. Gabor (1977) se refiere al estudio,
mediante sondeos, de una hipotética situación de compra, en la que, por
ejemplo, a una muestra de los miembros integrantes del segmento objetivo se
les pregunta, digamos, cuál de las distintas marcas comprarían si las
encontrasen en la tienda con determinados precios. En este tipo de estudio,
el problema radica en juzgar el grado de realismo de este tipo de simulación.
INCENTIVOS DE PRECIOS
Las formas específicas que adopte la variación de los precios con el fin de
atraer, captar (convertir), aumentar o retener dependerá, igualmente, de los
objetivos financieros específicos que se hayan establecido previamente (véase
la figura 14.6).
Atraer
Convertir
Aumentar
Recurrir a los incentivos de precios para aumentar el uso del producto por
parte de los consumidores existentes presupone a) que las nuevas aplicacio-
nes del producto lograrán un más alto nivel de aceptación a un precio más
bajo (por ejemplo, por sus efectos sobre la rentabilidad) o b) que el precio
está limitando la posibilidad de utilizar el producto en nuevos usos en
adición a los actuales. Muchos productos no caen dentro de esta categoría
(por ejemplo, las bujías para automóviles).
Si el objetivo es el de aumentar las ventas para lograr beneficios
inmediatos, se puede considerar una política de descuentos; por ejemplo:
• Descuentos por volumen o cantidades. El precio por unidad se reduce en
función de las cantidades (mayores) compradas. Puede ser un descuento
aplicado a algunas órdenes específicas (descuento no acumulado) o aplica-
do sobre las cantidades compradas durante un determinado período de
tiempo (descuento acumulado). Los descuentos acumulados tienen la
ventaja de que producen «lealtad» en los compradores.
• Descuentos estacionales, para incentivar las compras en los períodos de
baja venta.
• Descuentos competitivamente más atractivos a los canales. Los descuentos
a los canales se deducen de los precios de lista discriminando en función
de la clasificación de los clientes —por ejemplo, un descuento más bajo a
los mayoristas y más alto a los detallistas. Pero este tipo de descuento
plantea la limitación de que los distribuidores no estarán predispuestos a
elevar sus compras (para obtener el descuento) a menos que no estén muy
seguros de que podrán revender la mercancía. Otro tipo de descuento es el
descuento en efectivo: éste se ofrece en función de los pagos. Así, por
ejemplo, «3/14 netos 28» quiere decir que el comprador recibirá un 3 por
100 de descuento si paga antes de los 14 días, pero deberá pagar el valor
total de la factura si la cubre dentro de los 28 días. El período para recibir
el descuento puede ampliarse para incentivar compras muy adelantadas o
simplemente para incentivar mayores compras. Si lo que se pretende es
desarrollar beneficios estables, los aumentos de ventas pueden incentivarse
mediante términos de crédito más favorables, tales como facturación
dividida o pospuesta. Por el contrario, si el objetivo es el de beneficios
futuros, se pueden aumentar las ventas recurriendo a un sistema de pago
que actúe en función del uso del producto (por ejemplo, las fotocopiadoras
de Xerox).
Retener
Una empresa que posea una alta participación de mercado estará interesada
en mantener esa participación asegurando el respaldo de los consumidores
482 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Productos industriales
Licitación
Para los productos «no estándar» no existen precios establecidos en el
mercado. En consecuencia, los compradores pueden solicitar cotizaciones de
los diferentes proveedores. En las compras de las instituciones del Estado, la
licitación es mandatoria, con el fin de evitar la proliferación de la corrupción.
A los proveedores se les solicita que sometan sus cotizaciones en sobres
cerrados antes de un determinado día, debiendo adjuntar, en muchas
ocasiones, algún tipo de documento que garantice el nivel de calidad y de
servicios. Para que un sistema de licitaciones funcione correctamente es
necesario que: a) con anterioridad se hayan descrito claramente las especifi-
caciones de los productos; b) se conceda suficiente tiempo para elaborar las
cotizaciones o propuestas; c) las compras sean de tal volumen que justifiquen
los costes que implica la licitación y, finalmente, d) que existan suficientes
proveedores calificados para que la licitación sea un verdadero «concurso».
Determinar el precio que hay que ofertar en una licitación puede implicar
PRECIOS: ESTRATEGIAS Y MÉTODOS 483
Negociación
La «negociación» está ampliamente extendida y no se limita exclusivamente
a la discusión de temas sobre el precio. De manera especial, la negociación es
apropiada cuando se compra sólo un equipo y existe un número muy
limitado de proveedores. Cuando los precios industriales se negocian, las
diferencias de precio entre un comprador y otro pueden constituir la clave de
la rentabilidad de la empresa.
Usualmente, tanto los proveedores como los encargados de compra de
las empresas prefieren considerar factores tales como rendimiento anterior
de los proveedores, niveles de los servicios que pueden suministrar, etc. Esto
permite incluir en la evaluación otros elementos que no sean aquellos que
hay que reflejar estrictamente en el área de los precios. Así, por ejemplo, las
especificaciones del producto pueden ser modificadas con el fin de aprove-
char las ventajas de una oferta en particular, lo que sería imposible en un
estricto sistema de licitación cerrado.
Cuando el proveedor se encuentra en una posición muy fuerte, el proceso
de compra implicará un profundo esfuerzo negociador por parte del compra-
dor, ya que ambos tratarán de establecer sus propias «normas» para
establecer el «precio justo». Muy a menudo, la idea que el comprador tiene
respecto al «precio justo» se fundamenta en los costes de producción. Por
esta razón, muchos departamentos de compras industriales mantienen análi-
sis de precios para estimar los costes de materiales, mano de obra, gastos
generales y administrativos, y muchas veces los requisitos de las propuestas
establecen que los proveedores incluyan un análisis similar.
Si se conocen los objetivos de la otra parte, es posible otorgar algunas
concesiones de poco valor para una de las partes, pero de mucho valor para
la otra, aun cuando normalmente se pretende proyectar la imagen de que
tales concesiones son de «mucho valor» para la parte que «cede» y de muy
poco valor para la otra. Idealmente, una «negociación» constituye una labor
conjunta de búsqueda de un punto intermedio en el que ambas partes
estiman que han logrado sus respectivos objetivos.
Los procesos de negociación no se refieren únicamente al producto en sí:
incluyen cualquier otro beneficio que vaya unido a él, como, por ejemplo,
descuentos, condiciones de pago, cargos por entrega, etc. Así, en relación con
los cargos por transporte, se pueden discutir condiciones como:
484 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Contratos
Las negociaciones positivas terminan en un contrato. Estos contratos
pueden ser de precio fijo o basados en los costes.
Precios de exportación
Los precios de exportación a los mercados del exterior deben cubrir costes
adicionales, como son:
PRECIOS: ESTRATEGIAS Y MÉTODOS 485
• Costes de transporte.
• Cargos adicionales por tarifas especiales.
• Impuestos aduaneros.
• Costes de adaptación.
Sin embargo, si los mercados de exportación son más competitivos que los
mercados domésticos, los precios muy altos pueden limitar severamente las
ventas. Por otra parte, los precios básicos dependerán de los incrementos de
costes que se deriven de producir para la exportación en oposición a los
ingresos producidos por los incrementos de ventas. Gabor (1977) señala que
los precios de exportación deberían comenzar, de ser posible, por el precio
que el comprador final esté dispuesto a pagar.
Otro aspecto a señalar es la existencia de los «acuerdos comerciales de
intercambio», en los que, en vez de dinero, el precio constituye la base para
definir el intercambio en los mercados internacionales. Esencialmente, exis-
ten cuatro tipos de acuerdos comerciales de intercambio (véase Cateora y
Hess, 1979):
• Barter o intercambio simple: ¡Vodka por Pepsi-Cola!
• Acuerdos de compensación: parte en productos, parte en divisas fuertes.
• Compras atadas: los pagos se realizan en dinero a condición de que, a su
vez, se gaste en la compra de productos del país de origen.
• Pago en productos finales: el vendedor acepta que parte del pago se haga
en productos finales obtenidos como resultado de la operación de los
equipos vendidos (por ejemplo, tractores como pago parcial de un planta
para producirlos).
CONCLUSIÓN
ción de los factores, definir los requisitos correctos, tendremos que enfrentar
el más grande de los interrogantes: predecir el efecto que tendrán las
distintas opciones evaluadas sobre el comportamiento de los grupos de
interés.
En el Apéndice de este capítulo se incluye una guía de una estrategia de
precios.
APÉNDICE
A. Antecedentes
La introducción del producto X en un mercado actualmente dominado por
la empresa ABC requiere consideraciones muy especiales en lo que respecta
a las políticas de precios que se deben implantar. De hecho, la compañía
ABC posee un virtual monopolio en la categoría del producto, aun cuando,
por razones desconocidas, ha limitado sus ventas a los clientes más grandes.
Si, tal y como creemos, nuestro producto X tiene una ventaja en costes
debido a que está elaborado a partir de desperdicios de la producción de
cerveza, se podría adoptar una política de penetración de precios para tratar
de desplazar al competidor ABC.
C. Objetivos de beneficios
Todo indica que la empresa debería concentrarse en beneficios futuros en
vez de pretender un incremento de su capital de trabajo.
488 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
D. Variaciones de precio
Como estrategia de ingreso al mercado, se podría ofrecer un descuento por
compra a granel a los usuarios actuales, pero cargándoles el mismo precio
base que establece la competencia.
E. Estrategia sugerida
El objetivo es lograr una rápida penetración en el mercado antes de que la
compañía ABC pueda reaccionar. A partir de las consideraciones expuestas
con anterioridad, sugerimos lo siguiente:
(i) Usuarios actuales
Captar los grandes usuarios mediante la concesión de un descuento por
compra a granel, aun cuando se establezca el mismo precio base que la
competencia. (Estimamos que a la competencia le será difícil igualar nuestro
precio neto, incluido el descuento.)
(ii) Usuarios prospectos
Atraer a los ingenieros encargados de suministros mediante la demostración
de: a) los ahorros que podrían alcanzar con nuestro producto y, b) los más
altos niveles de eficiencia. (No parece apropiado el uso de los descuentos por
compra a granel para este segmento.)
15
Estrategias de los
canales de distribución
Rol promocional
Rol de servicios
Rol social
ESTRATEGIAS DE DISTRIBUCIÓN
Imagen
El canal de distribución seleccionado debe ser consistente con la imagen
proyectada por el resto de las acciones de marketing. Una imagen de
elegancia debe estar apoyada por establecimientos elegantes. Por ejemplo,
«Dispoz-a-lite», cuyo segmento objetivo está compuesto por aquellos que
desean un encendedor (o mechero) ligero y fácil de llevar, se distribuye a
través de drugs stores y tiendas de alimentación; mientras que «Dunhill»
necesita un sistema de distribución más exclusivo para sus encendedores,
más lujosos y más caros.
Servicios ofrecidos
La inducción de compra puede incluir algunas promesas relacionadas con
los servicios que serán suministrados por el canal (por ejemplo, financiación).
El problema radica en asegurarse de que el canal seleccionado está en
condiciones de suministrar esos servicios con la eficacia esperada.
Competencia
Si el objetivo competitivo es el de convertir o captar consumidores o re-
vendedores (intermediarios) que están utilizando o comercializando las
marcas de los competidores, una estrategia adecuada será la de utilizar los
mismos canales de distribución que utiliza la competencia. Por el contrario,
si el objetivo es el de atraer a nuevos usuarios, posiblemente sea más eficaz
tratar de identificar canales de distribución innovadores.
Tipo de producto
El tipo de producto influye en la selección del canal. Los productos de
conveniencia (convenience goods), también llamados «productos de compra
recurrente» (por ejemplo, los alimentos), pertenecen a un grupo de productos
que: a) se compran muy a menudo y b) el consumidor desea tenerlos
disponibles en el lugar más cercano posible. Los productos de compra
ocasional (shopping goods), por ejemplo, muchos electrodomésticos, pertene-
cen a un tipo de productos para los que el consumidor está mentalmente
preparado a invertir cierto esfuerzo y tiempo en su selección (visitando
distintos establecimientos para comparar precios, calidad, estilo, etc.). Las
especialidades (también llamadas «productos de compra excepcional») co-
rresponden a aquellos productos para los cuales el consumidor no acepta
sustitutos y, en consecuencia, está preparado para invertir el tiempo y el
esfuerzo que sean necesarios para su compra. En términos generales, los
productos de «conveniencia» necesitan una distribución muy amplia que
incluso puede utilizar un sistema de múltiples canales. Este no es el caso de
los productos de compra «ocasional» o las «especialidades». Sin embargo, es
necesario señalar que no todo el mundo percibe los mismos productos de la
498 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Flexibilidad defensiva
Si un fabricante desea tener algún nivel de influencia sobre los canales, los
canales deben valorar la relación de negocios con él. En este sentido, una
empresa industrial puede evitar los grandes distribuidores industriales y
operar con algunos más pequeños. Igualmente, una empresa puede sentirse
intranquila al operar sólo con una o dos grandes cadenas, dado que la alta
dependencia de ellas puede, incluso, producir una salida involuntaria del
área de negocios en el caso de que pierda esos pocos clientes.
Costes
El cálculo de la rentabilidad de los distintos canales alternativos presenta
(siempre) serias dificultades, dado que la estimación de sus costes alternati-
vos y los correspondientes niveles de venta nunca será exacta. Sin embargo,
y asumiendo un margen de error razonable, será necesario realizar estas
estimaciones si se desean evaluar los canales alternativos en función de su
importancia económica relativa para la empresa.
Establecimientos propios
Una empresa puede vender a través de empresas intermediarias que sean de
su propiedad. De ésta forma se puede ejercer el máximo control para lograr
la coordinación deseada entre la empresa y su canal de distribución. El
fabricante formula un conjunto común de objetivos de distribución a fin de
alcanzar una combinación de beneficios sinérgicos entre las empresas, y para
lograr que las actividades se realicen en los sitios, momentos y secuencias
más apropiadas (por ejemplo, en el control de inventarios, en el manejo de
las órdenes, en la promoción de ventas, etc.). De esa manera, las funciones de
distribución se guían por un plan general que incluye: compra, reventa,
transporte, almacenamiento, servicios, financiación, etc. Cuando no es pro-
pietaria del canal intermediario, a la empresa se le hace muy difícil establecer
un control estricto sobre la distribución, principalmente si está dominada
por una o dos grandes cadenas. (Una solución de compromiso es que los
intermediarios le «alquilen» a la empresa espacios dentro de sus instalacio-
nes.) Pero los cambios que implica pasar a ser propietario de un canal de
distribución no son fáciles de enfrentar y muy a menudo producen la
aparición de sentimientos de mala voluntad y la pérdida de numerosas
ventas. Los demás distribuidores se sienten marginados; los departamentos
de la empresa se ven obligados a luchar con problemas inesperados a causa
de la nueva actividad; mientras que el proceso de aprendizaje sobre el
ESTRATEGIAS DE LOS CANALES DE DISTRIBUCIÓN 503
Distribución intensiva
Un sistema de distribución intensivo trata de alcanzar la mayor penetración
de mercado como un apoyo a los objetivos de atracción y retención de los
consumidores. La distribución intensiva se adapta a la mayoría de las
marcas distribuidas a nivel nacional cuyos precios sean relativamente bajos y
sus productos se compren con mucha frecuencia, tal y como los productos de
conveniencia.
Aparentemente, la distribución intensiva se adopta para los productos de
conveniencia; es menos apropiada para los productos que requieren un
proceso previo de evaluación (visitar varios establecimientos antes de decidir
la compra). La adopción de un sistema de distribución intensivo reduce el
interés de los detallistas por «empujar» el producto y, en algunas ocasiones,
incluso para tenerlo en sus inventarios. Por ejemplo, las tiendas por
departamentos se muestran renuentes a manejar las fragancias que son
distribuidas intensivamente. Si la compra del producto se fundamenta en sus
funciones auxiliares, la distribución intensiva puede ser incompatible con la
imagen deseada para el producto; por esta razón la cerveza Michelob no se
distribuyó a todos los detallistas que deseaban comercializar el producto; se
limitó a un cierto número de detallistas de alta clase y a los restaurantes.
Distribución selectiva
Un sistema de distribución selectiva se basa en la selección de aquellos
establecimientos que, aparentemente, realizarán con eficacia las funciones de
promoción y venta del producto. Si el consumidor está preparado para
visitar varias tiendas antes de hacer su selección, un sistema de distribución
selectiva basado en áreas geográficas puede demostrar altos niveles de
eficacia en el sentido que no reduce las oportunidades de compra del
segmento objetivo y, en consecuencia, no limita las posibilidades de penetra-
ción del sistema. En consecuencia, la distribución selectiva se asocia funda-
mentalmente con los productos previamente clasificados como de compra
ocasional, tales como los bienes durables de alto precio.
Distribución exclusiva
Un sistema de distribución selectiva no necesariamente refuerza la imagen de
exclusividad de la marca o induce a los detallistas a apoyar abiertamente las
508 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Cobertura, incluida
frecuencia de visita 4 (4 x 2)8 (4 x 1)4 (4 x 3)12 (4 x 1)4 (4 x 2)8 (4 x 1)4
Inventario y eficiencia
en el manejo de
pedidos 3 (3x1)3 (3x2)6 (3x2)6 (3x2)6 (3x3)9 (3x2)6
Facilidades de crédito 1 (1x3)3 (1x2)2 (1x3)3 (1x2)2 (1x2)2 (1x2)2
Valor actual o
potencial de los
abrasivos para el
distribuidor 1 (1x1)1 (1x1)1 (1x1)1 (1x2)2 (1x3)3 (1x2)2
Valor actual o
potencial de
Industrial
Components, Inc.,
para el distribuidor 1 (1x1)1 (1x1)1 (1x1)1 (1x2)2 (1x3)3 (1x2)2
16 14 23 16 25 16
Fuentes de conflicto
tenga precios más bajos), en vez de apoyar las labores de merchandising del
fabricante. Asimismo, algunos de los integrantes de un canal pueden benefi-
ciarse individualmente al desviarse de algunos de los objetivos que podrían
responder, a largo plazo, a los intereses del productor y del consumidor. Así,
para citar sólo un ejemplo, un detallista puede beneficiarse al vender por
debajo del precio sugerido, reclamando que lo hace en beneficio del
consumidor, mientras que el resultado final para el fabricante será la pérdida
de imagen de su marca y, con toda probabilidad, pérdida de ventas a largo
plazo. Igualmente, en términos generales, los conflictos entre productores y
distribuidores pueden sobrevenir a causa de las interpretaciones individuales
que se hagan sobre: a) la «equidad» en la distribución de los beneficios; b) la
percepción de la eficacia funcional o transaccional de las partes; c) ausencia
de criterios innovadores; etc. (Carman, 1982).
Un fabricante no puede (y no debe) ajustar ciegamente sus políticas a los
«mejores» intereses de los distribuidores bajo la premisa de que tales
acciones, a la postre, servirán a sus propios intereses. Tal y como Moyer
(1975) señaló, muchas veces los «grandes detallistas desconocen incluso los
hechos básicos del mercado». Sin embargo, a pesar de que una situación de
encadenamiento a los canales debe evitarse, es de señalar que muchas veces
los productores y los intermediarios asumen posiciones contrarias, de
verdaderos adversarios enfrentados, cuando la cooperación podría conducir-
les a una situación de mayores beneficios para ambos. Dickinson (1974)
argumenta que la postura básica del intermediario se mueve a lo largo de un
cotinuum que va desde percibir al productor como un enemigo que debe ser
destruido hasta la más absoluta y abierta cooperación. Inevitablemente,
estas actitudes afectarán a la visión de los problemas comunes e introducirán
prejuicios innecesarios en las discusiones.
Los conflictos pueden ser resueltos por medios jurídicos, por negociación
o por algún método analítico compartido. Frecuentemente escuchamos de
juicios que implican a productores y distribuidores en los que una de las dos
partes demanda a la otra, argumentando que ha violado el contrato. Sin
embargo, debido a que usualmente los conflictos legales cierran las puertas a
colaboraciones futuras, el arbitraje se hace cada vez más popular para
resolver las controversias, principalmente en el área de las transacciones
internacionales (Weigand y Wasson, 1972). En muchos casos, cuando la
controversia implica aspectos relacionados con los precios, la negociación
constituye el recurso más usual. Creemos que los métodos analíticos conjun-
tos se están infrautilizando, ya que usualmente la cooperación, aun en
situaciones de enfrentamiento, conduce al logro de acuerdos que aumentan
el tamaño del «pastel». Por ejemplo, si el fabricante piensa en términos de
apoyo al revendedor, podría entrenar a sus vendedores, ayudarles en la
planificación de los inventarios, en la organización de la tienda, etc. A su vez,
el revendedor puede apoyar las actividades de publicidad del fabricante (por
ejemplo, publicidad cooperativa), en la organización y colocación de mate-
512 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
rial PLV, etc. Un mecanismo para lograr este tipo de cooperación consiste
en la creación de una especie de «comité consultivo» integrado por represen-
tantes del productor y del intermediario.
Dado que cerca del 50 por 100 de las empresas en EE. UU. llegan hasta
sus consumidores a través de distribuidores e intermediarios, existen fuertes
motivos para lograr puntos de cooperación. La compañía Du Pont mantiene
contactos con sus distribuidores mediante un comité compuesto por treinta
y cinco distribuidores que se reúnen regularmente para discutir los proble-
mas comunes y las necesidades de los mercados y de los consumidores.
Adicionalmente, Du Pont envía una «carta informativa» (newsletter) sobre
sus planes de marketing, incluyendo nuevos productos, y organiza progra-
mas de entrenamiento para sus distribuidores.
Sistemas corporativos
En un sistema corporativo, las sucesivas etapas que van desde la producción
hasta la distribución son desempeñadas por unidades que pertenecen a una
misma empresa. Dado que todos los eslabones de la distribución son
propiedad y operados por un mismo propietario (tal y como es común en la
industria del calzado), el sistema total puede ser operado como una unidad
integrada y el comportamiento de los miembros individuales del canal se
hace mucho más controlable y predecible. McCammon señala las múltiples
economías que se logran con un sistema de marketing vertical corporativo
—por ejemplo: los gastos por concepto de personal de ventas, manejo de
pedidos, financiación, facturación, etc., se reducen drásticamente.
Sistemas contractuales
Los sistemas contractuales están basados en la obligación legal o moral de
cumplir con ciertos acuerdos a los que se han llegado libremente. En otras
palabras, una serie de empresas independientes, situadas en distintos niveles
ESTRATEGIAS DE LOS CANALES DE DISTRIBUCIÓN 513
Sistemas administrados
En los sistemas verticales administrados, la coordinación se logra mediante
un acuerdo básico para el desarrollo de un plan. Por ejemplo, un fabricante
puede diseñar un plan para el marketing de sus productos en el que se
especifiquen los roles que habrá de desempeñar cada uno de los integrantes
de los canales que va a utilizar. Pero en estos casos pueden presentarse
algunos conflictos. Un revendedor puede percibir sus intereses desde ángulos
distintos a los del fabricante sobre, digamos, los niveles de inventario, la
necesidad de comercializar toda la gama, los esfuerzos promocionales
(exhibición, etc.), las promociones conjuntas, los servicios, los precios sugeri-
dos o la necesidad de información al consumidor. Por su parte, el fabricante
puede ser la causa de conflictos al verse obligado a rechazar solicitudes de
derechos de exclusividad territorial, más alta frecuencia de visitas, mejores
servicios de entrega o pagos por uso de espacio para la exhibición de sus
productos.
En la realidad, los sistemas que se implantan para lograr la coordinación
de los canales sólo se aproximan a los tres señalados anteriormente. Por
ejemplo, en un sistema corporativo la característica del sistema puede
extenderse sólo a parte del mismo, mientras que los sistemas contractuales
muy raras veces son lo suficientemente amplios. En todo caso, es posible que
el liderazgo o la dirección no sean aceptados por todas las partes, lo que
conduce a que la coordinación se fragmente y se torne inestable.
Si una empresa desea lograr una estrecha coordinación con los miembros de
los canales, debe poseer y ejercer un cierto nivel de poder. El poder es una
característica de una relación y no una característica de un individuo
(Martin, 1977). El que una empresa tenga cierto poder sobre los canales
quiere decir que tiene la habilidad general suficiente para lograr que la
relación con los canales se conduzca de la forma que establece la empresa.
ESTRATEGIAS DE LOS CANALES DE DISTRIBUCIÓN 515
Aun más, no existe una teoría general aceptada que explique cómo actúa
el poder en los canales de comercialización (Gaski, 1984), a pesar de que se
han hecho algunas sugerencias para explicar cómo un vendedor puede
establecer un determinado nivel de poder relativo sobre los distribuidores y,
en consecuencia, determinar (e imponer) las estrategias que sean apropiadas
para él (Dickinson, 1983). Sin embargo, no conocemos ninguna negociación
cuyas consecuencias hayan sido favorables al concentrarse únicamente en la
coerción, la recompensa, el poder legítimo ,o la manipulación del poder. Esas
consecuencias se describen más adelante.
En términos generales, la coerción logra un nivel mínimo de obediencia.
La cuestión por determinar es si un nivel mínimo de obediencia es importan-
te. Procter and Gamble puede forzar a los detallistas a mantener en sus
inventarios Tide, Crest, Pampers y Crisco (Business Week, 7 de junio de 1982)
y «atraer» a los consumidores hacia los establecimientos de los detallistas,
pero un detallista que se ha visto forzado a adquirir un producto difícilmente
«empuja» su venta. El efecto del nivel mínimo de obediencia se hace
importante cuando una empresa trata de desarrollar una estrategia de
«empuje». Dentro de una estrategia de «empuje», es necesario mentener a los
distribuidores contentos (Dickinson, 1974).
Los resultados que se obtienen a través del poder de recompensa
dependen de la magnitud de la recompensa, pero tienen la desventaja de que
dicho poder desaparece conjuntamente con la recompensa. En 1981, cuando
Pan Am suspendió las comisiones que concedía por sobrepasar las cuotas de
venta (overrides) y eliminó los bonos que concedía (en forma de pasajes
gratis) a las agencias que organizaban convenciones de negocios, el volumen
de negocios descendió un 40 por 100. Una estrategia de «empuje» requiere el
uso continuo de considerables recompensas materiales en proporción al
nivel de «empuje» que se necesita de los distribuidores y a los volúmenes de
ventas deseados.
El poder legítimo se ejerce para lograr obediencia a las normas y a los
acuerdos. Sin embargo, el uso excesivo del poder legítimo puede provocar
que los distribuidores no desarrollen ninguna actividad que vaya más allá de
lo estrictamente necesario para demostrar su obediencia.
La manipulación del poder, en sus vertientes de credibilidad y uso de
elementos atractivos, constituye la esencia de la venta personal. Cuando los
proveedores poseen ofertas muy similares, la manipulación del poder puede
representar el elemento que incline la balanza. De hecho, es muy posible que
la «manipulación» constituya la fuente más importante de poder. Sin
embargo, también es cierto que muy pocos fabricantes han desarrollado un
programa suficientemente amplio y sostenido para lograr el apoyo de los
intermediarios mediante la implantación de estrategias dirigidas a elevar los
niveles de credibilidad y al desarrollo de elementos atractivos; normalmente
estas acciones se limitan al área, muy restringida, de las actividades que
pueden desarrollar los representantes de venta (véase Schul y otros, 1983).
518 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Claro está, los fabricantes no se inclinan por recurrir a una sola fuente de
poder, sino que tratan de implantar una combinación de todas las disponi-
bles. Sin embargo, lo usual es que eviten el uso de todo tipo de imposición o
coerción. Generalmente, el enfoque se centra en el poder de recompensa,
utilizándose el poder de manipulación para la solución se conflictos. Cuanto
mayor sea el apoyo interactivo entre las empresas y los distribuidores (a
través, digamos, de consejos consultivos, seminarios conjuntos, relaciones
personales, etc.), mayor será la voluntad común para colaborar con la otra
parte en el logro de sus objetivos.
DISTRIBUCIÓN FÍSICA
CONCLUSIÓN
Implantación y
organización
16
Estrategias para
el cambio
Establecimiento de la agenda Tácticas de conversión al nuevo
estratégica sistema
Problemas operacionales
Creación del consenso estratégico
Identificación de la oposición Adaptación al cambio: Un nuevo punto
Obtención de la aceptación al de vista
cambio El esquema McKinsey de las 7-S
Características de la excelencia
Estrategia de la implantación
Patrones para la implantación de la Conclusión
estrategia
Los estudios académicos sobre las tomas de decisión en grupo se centran en:
a) cómo se llega a una decisión y b) cuál es el rol de poder que desempeña
cada uno de los participantes. Pero tan importante como la toma de decisión
lo es la actitud de no decisión (inactividad) que se produce ante la necesidad
de una decisión, como podría ser un cambio en la estrategia. Es muy posible
que esta actitud impida que un determinado tema ni siquiera llegue a ser
incluido en la agenda de los puntos que se han de discutir (Cobb y Eleder,
1972).
¿Cómo llega a ocupar una posición en la agenda de trabajo de la alta
525
526 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Identificación de la oposición
Muchas veces, no es suficiente diseñar una estrategia innovadora que sea
potencialmente eficaz. Es necesario involucrar a otros en el intento, sea
porque tienen el poder de veto a la propuesta, sea porque se necesita su
apoyo para que la implantación de la estrategia sea eficaz. Aun en las
empresas de propiedad familiar, será necesario identificar las posibles posi-
ciones opuestas que podrían obstaculizar la aprobación de la estrategia o,
por lo menos, limitar la libertad de acción. Al contrario de las monarquías
medievales, los gobiernos de la actualidad, incluso los regímenes más
totalitarios, tratan de lograr el apoyo de la opinión pública: de otra manera,
en cualquier etapa de su ejecución, las órdenes pueden ser distorsionadas
(por fallos en la autoridad) para sabotear el proyecto.
se denomina como salto de obstáculo para sugerir que existe una «valla» que
debe ser superada. Cada salto de obstáculo que involucre la posibilidad de
un veto o que requiera de la participación de una de las autoridades de la
empresa, se denomina como punto de decisión (Pressman y Wildavsky, 1973).
Si la estrategia se refiere al lanzamiento de un producto nuevo, este listado
de «obstáculos» deberá llegar hasta el «punto de decisión» que implique un
objetivo de prueba y adopción del producto por parte del consumidor. Antes
de someter un proyecto de estrategia, nos interesará estimar la probabilidad
de lograr la aceptación en cada uno de los puntos de decisión. Si, para un
caso en particular, suponemos que existen cuatro puntos de decisión
independientes, y que para cada uno de ellos estimamos las siguientes
probabilidades de aceptación,
Generación de apoyos
Cuando la misma estrategia básica persiste a través de los años, se desarrolla
una coalición de apoyos a la misma. En ocasiones, el líder de tal coalición es
el que somete a cuestionamiento la estrategia vigente y guía a la coalición
hacia la adopción de los cambios sugeridos. Pero, frecuentemente, los
cambios no se adoptan tan unánimemente y, por las razones expuestas con
anterioridad, existen los que se oponen a su aprobación o implantación. En
tales condiciones, la coalición de intereses que apoya (y defiende) las
posiciones actuales debe ser debilitada y, en muchas ocasiones, se requiere la
creación y desarrollo de otra coalición alternativa para que ofrezca su apoyo
al cambio.
El apoyo a todo tipo de estrategia se logra mediante:
• Educación.
532 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
• Incentivos.
• Adoctrinamiento.
La educación se utiliza para esclarecer los malos entendidos sobre la
seguridad del trabajo y demostrar que la percepción de otras «amenazas» es
falsa. La educación también se utiliza para convencer sobre la superioridad
de la estrategia propuesta en relación con otras opciones consideradas. Los
Incentivos se utilizan para compensar pérdidas. Muy a menudo, la oposición
a los cambios es condicional: debe llegarse a algunos compromisos, deben
«acomodarse» algunas cosas, deben «negociarse» otras, las resistencias
deben ser debilitadas, etc., lo que se logra muchas veces con incentivos. La
participación podría incluirse dentro de los incentivos, pero la naturaleza
distintiva de la misma justifica que se le dé un tratamiento por separado.
Usualmente, se puede lograr un apoyo activo a favor de algún cambio
permitiendo que aquellos que podrían verse afectados intervengan activa-
mente y expresen sus opiniones. A pesar de que no existe garantía alguna de
que la participación (con sus atractivos o promesas de elevar la auto-estima
individual, el logro de los objetivos del grupo o la cohesión social) conduzca
a un cierto nivel de compromiso con el cambio, puede ayudar —particular-
mente cuando la resistencia es más emocional que racional—. En todo caso,
la participación es más fructífera al analizar las implicaciones de la nueva
estrategia para las otras áreas de la empresa (por ejemplo, el sistema de
compensación) y para consolidar los necesarios ajustes y los esquemas de
coordinación. Sin embargo, la participación no puede ser equiparada ni con
la unanimidad sobre las acciones que hay que tomar ni con el hecho de
«cortar cabezas» para determinar lo que la mayoría desea. A pesar de que la
gerencia puede verse obligada a realizar algunos compromisos, siempre
mantiene el derecho de veto sobre cualquier propuesta y el control sobre el
tiempo que se invierte en las discusiones. Finalmente, el adoctrinamiento de
valores es necesario para resaltar el éxito y para estimular los compromisos
y los apoyos activos. Esto no quiere decir que la estrategia propuesta deba
convertirse en la favorita de todo el mundo. Todo lo que se requiere es un
cierto nivel de acuerdo que permita proseguir con el proyecto de una manera
coordinada.
Normalmente, en una determinada etapa del desarrollo del proyecto, un
comité da validez a la discusión abierta sobre las estrategias y sus limitacio-
nes y crea las condiciones favorables para establecer negociaciones y
compromisos. Adicionalmente, la composición del comité puede representar
la incorporación a la evaluación del proyecto de verdaderos expertos o de
personas que tienen poder de decisión.
Una estrategia debe recibir apoyo en cada uno de los niveles que se verán
afectados por ella. Sin embargo, no existe una forma simple, mecánica, de
lograr la cooperación. Mucho dependerá de la credibilidad de la propia
propuesta y de la forma en que se enfrenten los temores y ansiedades de
aquellos que perciban una pérdida para sí mismos. Las decisiones de la alta
ESTRATEGIAS PARA EL CAMBIO 533
Solución de conflictos
Cuando se sugieren cambios importantes, los conflictos se vuelven endémi-
cos. Los conflictos pueden ser tanto positivos como negativos, constructivos
o destructivos. Se presentan debido a que las personas compiten entre sí tras
escasos recursos y tras escasas posiciones o símbolos de poder. Los métodos
utilizados para resolver los conflictos difieren y sus diferencias son importan-
tes para establecer el grado de apoyo que debe recibir toda propuesta de
cambio.
La figura 16.2 muestra los distintos métodos utilizados para resolver los
conflictos y las fuentes primarias de influencia que subyacen en cada uno de
ellos.
Método de jurados. En este caso, los niveles más altos de la jerarquía
intervienen y juzgan. El poder que subyace en el método de jurados reside en
la capacidad de coerción que tienen los miembros de las altas jerarquías en
caso de que sus decisiones sean ignoradas.
Todo conflicto tiene varias dimensiones:
534 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
IMPLANTACIÓN DE LA ESTRATEGIA
Enfoque burocrático
En la planificación central o enfoque burocrático, los expertos conciben y
formulan la estrategia y la gerencia aprueba y autoriza su implantación. Se
asume que los expertos poseen los conocimientos, habilidades y experiencias
que se requieren, lo que les permite disfrutar del apoyo de los niveles
secundarios. Usualmente, este enfoque se utiliza y justifica en caso de crisis,
cuando es importante la rapidez con que se implante la estrategia.
Enfoque participativo
En el enfoque participativo, el objetivo es generar un amplio y profundo
sentido de compromiso con el proceso de implantación. A todos los que se
verán afectados o que deberán participar en la implantación, se les pide que
participen activamente en la definición de los detalles finales de la estrategia.
Bajo ciertas circunstancias, puede ser que el componente técnico de una
estrategia no sea tan importante, en cuyo caso el apoyo entusiasta en el
proceso de implantación puede ser vital para el éxito. Así, puede ser más
conveniente que el desarrollo e implantación de una estrategia de penetra-
ción de mercado, que a menudo requiere un compromiso muy fuerte por
parte de la fuerza de ventas, se deje en manos de los niveles más bajos de la
jerarquía de marketing.
Enfoque combinado
El tercer enfoque combina elementos de los otros dos enfoques. A los
expertos se les utiliza en el estudio de las situaciones y en el diseño de la
estrategia, pero, para utilizar a otras personas que puedan aportar otras
ideas o, quizá, para motivar su interés y compromiso, se provoca una
discusión sobre el proyecto en la que participan todos los niveles afectados o
involucrados. Bajo el enfoque combinado, a menudo los proyectos «suben y
bajan» hacia y desde los distintos niveles; la gerencia actúa como centro de
coordinación y unión entre las distintas áreas. Todos los que se verán
involucrados en la implantación tienen la oportunidad de participar, de
manera tal que la versión final que habrá de implantarse surge como el
resultado de un esfuerzo conjunto. Esto convierte a este enfoque en uno de
los más utilizados.
Ensayo
En el enfoque de ensayo, una parte de la estrategia se comprueba sobre el
terreno antes de su implantación global. Así, se pueden comprobar (o
«testear») las actividades de rutina conexas a las ventas y servicios y los
procedimientos administrativos relacionados con estas actividades; por
ejemplo, manejo de un nuevo sistema de pedidos. Los sistemas de ensayo
pueden utilizarse (siempre y cuando exista el tiempo para ello) para: a)
distribuir mejor el peso del aprendizaje y b) reducir las posibles pérdidas en
la implantación final.
Unidad piloto
Una estrategia puede ser implantada mediante el uso de unidades piloto, en
las que se va ejecutando la estrategia una unidad cada vez. Este enfoque, con
el propósito de identificar los problemas que surgen en la práctica, puede
aplicarse, por ejemplo, al lanzamiento de un producto mediante la selección
de un área del país para realizar un lanzamiento «controlado». Posterior-
mente, los resultados obtenidos en esa «área piloto» se proyectan a todo el
país. En todo proceso de implantación, siempre habrá necesidad de revisio-
nes e improvisaciones para hacer frente a situaciones no previstas y el uso de
unidades pilotos permite que sea más fácil, menos costoso y menos arriesga-
do ejecutar los necesarios ajustes.
Sistemas paralelos
Cuando se adopta un sistema paralelo, el trabajo se duplica. La totalidad o
parte del sistema anterior se mantiene vigente junto al inicio del nuevo
sistema, hasta comprobar la eficacia de este último. Por ejemplo, el viejo
sistema de venta por correo puede mantenerse conjuntamente con el inicio
de la venta puerta-a-puerta, o el viejo sistema manual de manejo de pedidos
puede mantenerse activo hasta que se considere que el sistema informático
resulta totalmente satisfactorio.
ESTRATEGIAS PARA EL CAMBIO 539
Problemas operacionales
Problemas administrativos
Los problemas administrativos son muy comunes. Algunos de ellos pueden
evitarse mediante una cuidadosa planificación. Por ejemplo, la fecha de
inicio propuesta para la implantación debe ser establecida pensando en que
se disponga de suficiente tiempo para todo el trabajo preparatorio y el
entrenamiento. Cuando se presenten crisis serias, como medida de urgencia,
los responsables de la implantación deberán mantenerse en el «escenario de
la acción».
Problemas técnicos
Los problemas técnicos se presentan debido: a) fallos en los procedimientos
(por ejemplo, desconocimiento de las nuevas rutinas) o b) en referencia a los
niveles de rendimiento (por ejemplo, cuando no se alcanzan los objetivos de
venta). El primer tipo de problemas posiblemente se solucione con la
asignación adicional de recursos para lograr un más alto nivel de entrena-
miento, mientras que para los segundos, el primer paso de la solución
consistirá en identificar las causas reales que provocan la desviación respecto
a la planificación.
Hasta ahora nos hemos centrado en aquellos aspectos necesarios para lograr
un cambio importante en las estrategias. Un aspecto más general se refiere a
las condiciones requeridas para facilitar la ejecución eficaz de la estrategia.
Estructura
Usualmente, las grandes empresas utilizan estructuras temporales con el fin
de que se centren en el logro de misiones estratégicas específicas, mientras
conservan la «forma y el espíritu» de las estructuras de organización
existentes.
Estrategia
Normalmente, la incapacidad para ejecutar una estrategia no tiene su origen
en que la estructura de la organización no sea la apropiada, sino que
proviene de una de las otras «S» del esquema de las 7-S.
Sistemas
«Los sistemas son los procedimientos formales e informales que hacen que la
organización funcione —asignación de capitales, entrenamiento, contabili-
dad de costes, sistemas presupuestarios y muchos otros—. Si existe una
variable en nuestro modelo con capacidad para entrampar y dominar sobre
las otras, ésta muy bien podría ser la de los sistemas.» En esta cita,
Waterman enfatiza que el desarrollo de sistemas operativos de apoyo a los
cambios de estrategia puede constituir una de las labores más importantes y
críticas.
Estilo
Un elemento del estilo gerencial se centra en la manera en que el ejecutivo
distribuye su tiempo —si lo utiliza para reforzar los mensajes, para dirigir los
razonamientos en determinada dirección, etc.
Personal
Waterman señala la importancia del desarrollo y socialización (¿adoctrina-
miento?) de la gerencia. Los empleados de una empresa constituyen una
fuente de recursos que debe ser bien «nutrida, desarrollada, conservada y
distribuida (o asignada)».
Habilidades
Las habilidades de una empresa están constituidas por sus atributos y
capacidades dominantes. Constituyen lo que previamente definimos como
«fuerza impulsora» o «fortaleza básica» de la organización.
ESTRATEGIAS PARA EL CAMBIO 543
Valores compartidos
Existen valores fundamentales, aspiraciones e ideas alrededor de las cuales se
construye una empresa. «Existe una noción, que la alta gerencia desea
insuflar a través de toda la organización, sobre cuál es la misión fundamental
de la empresa de cara al futuro, por ejemplo, la de Hewlett-Packard: ‘Per-
sonas innovadoras en todos los niveles de la organización’».
Fig. 16.4. Atributos que afectan a las 7-S para lograr un alto nivel de adaptación,
innovación y desempeño (según: Peters y Waterman, 1982).
Características de la excelencia
Orientación a la acción
Esta actitud se refleja en un deseo de experimentar, de hacer cosas, por
ejemplo, utilizar pequeños y flexibles equipos de cerca de siete personas, muy
centrados en sus objetivos, para «hacer cosas, arreglar cosas o experimentar
con cosas». Existe una muy alta intensidad de comunicación a lo largo de la
organización, con frecuentes solicitudes de ideas que se someten rápidamente
a comprobación. La orientación a la acción se opone a la actitud de esperar
ESTRATEGIAS PARA EL CAMBIO 545
hasta disponer del plan perfecto. Para asegurar este nivel de acción, junto a
los objetivos se establece un cuidadoso programa de seguimiento que
presiona al logro de altos rendimientos.
Orientación al consumidor
Las empresas de más éxito poseen una «orientación al consumidor muy
marcada», con especial énfasis en darle servicio y calidad. Algunas de las
tácticas típicas para asegurar esta orientación hacia el consumidor son:
búsqueda constante de «nichos» de mercado, involucrar a los usuarios en el
desarrollo de los productos y, sobre todo, escuchar a los usuarios para guiar
la búsqueda de nuevos productos.
iniciativa, etc.; hasta que no se den mejores y más específicas definiciones, los
ejecutivos no llegarán a conocer con exactitud cuáles son las ideas y las bases
para lograr un diseño organizacional adecuado y de cómo realmente
intervienen las 7-S.
Existen muy serias dudas sobre si el estudio por sí mismo aporta
suficiente apoyo a las conclusiones de los autores. Primero, el estudio se basa
en entrevistas estructuradas con ejecutivos de las empresas de «éxito» y un
análisis de archivos y «récords» (por ejemplo, periódicos, informes anuales
de las empresas, etc.). Se necesitarán evidencias más sólidas para demostrar
la presencia de las ocho características. En apariencia, las entrevistas se
diseñaron para dirigir a los entrevistados a elevar la imagen de sus empresas.
Segundo, si los autores deseaban identificar las condiciones necesarias y
suficientes para el éxito, deberían haber demostrado: a) que las empresas
seleccionadas eran completamente diferentes entre sí, con excepción de tener
las ocho características en común y b) que las ocho características estaban
ausentes de las empresas que se consideró que no habían alcanzado el éxito.
A pesar de que los autores señalan que estudiaron otras empresas con «bajo
rendimiento», aparentemente este análisis no fue más allá de una simple
revisión de «archivo» y las referencias que podían tener de su propia
experiencia como consultores. A lo largo del estudio no se encuentran
pruebas suficientemente sólidas que comprueben las hipótesis sobre las
causas del éxito de las empresas seleccionadas. De hecho, las ocho caracterís-
ticas podrían simplemente ser el resultado del éxito, y no la causa de éste. En
términos generales, este estudio debe ser contemplado únicamente como un
trabajo impresionista. Después de todo lo dicho, sí debemos indicar que el
enfoque de los autores nos conduce a plantearnos la necesidad de perspecti-
vas más amplias en el estudio de las relaciones entre la capacidad de
adaptación al cambio y el éxito de mercado.
CONCLUSIÓN
Toda empresa es una organización, pero no todas las empresas están bien
organizadas. Para determinar si una empresa está bien organizada debemos
partir del criterio de evaluarla en función de la capacidad de la estructura y
su funcionamiento para servir de apoyo y soporte al logro de los objetivos y
a la implantación de las estrategias de la empresa; específicamente:
• Los objetivos de inversión: crecimiento, mantenimiento/defensa, reconver-
sión.
• La estrategia gerencial o «fuerza impulsora» de la empresa.
• La implementación de las estrategias, como, por ejemplo, las estrategias de
marketing.
El funcionamiento de una organización depende de diversos factores,
aparte de la estructura. Así, Galbraith y Nathanson (1978) argumentan que
las variaciones en las estrategias deberían ir acompañadas no sólo de
cambios en la estructura, sino también en los procesos, en los sistemas de
compensación y en las personas. Esto es debido a que:
549
550 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Organización y estrategia
Se ha demostrado que es muy difícil evaluar el efecto sobre los costes de una
mala organización. A pesar de los polémicas estudios de Cable y Steer
(1977), que reclaman haber establecido una relación positiva entre estructura
organizacional y rendimiento económico, es necesario reunir más evidencias
al respecto. Sin embargo, los costes (no necesariamente mensurables) de una
mala organización son demasiado visibles e identificables, por ejemplo:
• Fallos en la coordinación entre distintas unidades debido a la falta de
coherencia en los objetivos, deficientes especificaciones de puestos, etc.
• Funciones que no se administran con criterios uniformes, lo que provoca
anomalías y agravios.
• Decisiones que se toman demasiado tarde o con muy bajo nivel de
eficacia.
• Lentitud para responder a la necesidad de cambios.
Temas de organización
CRITERIOS ORGANIZACIONALES
Carga de trabajo
La carga de trabajo establece ciertos límites a la cantidad de actividades que
pueden ser encomendadas, digamos, a un supervisor o a un gerente. Si no
hubiese problemas con las cargas de trabajo, no existirían problemas de
organización, dado que un solo hombre podría hacer todo el trabajo. Sin
embargo, el concepto de carga de trabajo no se limita (exclusivamente) a
determinar el número de subordinados (la llamada «dimensión del control»).
La carga de trabajo óptima también ha de tomar en consideración las
ORGANIZACIÓN, ESTRATEGIA Y MARKETING 555
Economías de escala
Las economías de escala se producen al reagrupar funciones que son
similares o que se asemejan. Por ejemplo, poniendo todas las actividades de
investigación de mercado en una sola unidad se pueden lograr economías
técnicas (por ejemplo, las que se logran por el aumento de la especialización
o por el uso en común de equipos), economías gerenciales (por ejemplo, es
posible conseguir un mejor ejecutivo para dirigir una unidad más grande),
etcétera.
Coordinación
Otra de las razones para reagrupar distintas funciones es el logro de un más
alto nivel de coordinación entre ellas. Cuanto mayor sea el nivel de
coordinación, mayores esfuerzos individuales se lograrán durante la ejecu-
ción de las actividades, en lugar de tener que reconciliar los resultados
después de lograrlos. Pero la coordinación entre las distintas unidades puede
tener como objetivo el logro de determinadas economías de escala y no sólo
alcanzar la integración óptima de las funciones. Así, puede existir un cierto
nivel de integración entre dos o más divisiones con el fin de compartir
tecnologías o clientes que les sean comunes. Igualmente, puede desarrollarse
un alto nivel de integración con el objeto de compartir «know-how».
Finalmente, cuando se presenta el caso de la llamada «competencia multifo-
cal» (esto es, cuando una empresa compite con otra o con otras empresas
rivales en distintos puntos —o «frentes»— de la misma área de negocios), se
requiere un alto nivel de coordinación entre las acciones que han de tomarse
en cada uno de los «focos» de competencia y sus implicaciones para cada
uno de los competidores «focales», ya que cuanto se haga, a nivel competiti-
556 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Desafortunadamente, es muy difícil que esta cita resulte útil para calificar
a una organización operacional como «un nuevo estilo de vida». Muchos de
nosotros hemos realizado cambios como los descritos anteriormente, incluso
dentro de organizaciones funcionales, ¡sin creer que estábamos creando una
nueva forma organizacional!
Otra solución al problema que plantea el logro de un buen nivel de
coordinación cuando una empresa maneja muchos productos se refiere a la
denominada matriz de organización (véase Fig. 17.4). Por una parte, los
departamentos funcionales permanecen vigentes, logrando así determinadas
economías de escala y la necesaria coordinación de ciertas funciones en la
organización; mientras que, por la otra parte, los gerentes de productos o de
marcas, localizados en el área de marketing, son responsables de la coordi-
nación de las actividades relacionadas con los productos o marcas, para lo
cual están autorizados a traspasar las distintas fronteras departamentales.
Sin embargo, dentro de la responsabilidad de los gerentes de productos o
marcas también se incluye la rentabilidad de sus productos o marcas, aun
558 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Criterios impositivos
los mercados», con el apoyo de los esquemas y recursos que aporta una gran
empresa.
Criterios de integración
las estructuras «planas» tienen, relativamente, muy pocos niveles. Los que
favorecen las estructuras planas parten del criterio de que mientras más
autoridad se delegue de arriba hacia abajo y menor sea la necesidad de
comunicación vertical a través de las líneas de mando, menores serán las
dilaciones en la toma de decisión, menos distorsión existirá en el flujo de la
información y menos «roturas» existirán en el concepto básico de autoridad
(es decir, dispersión del mando).
Los departamentos de venta son famosos por tener estructuras muy
«altas», con gerentes regionales, de distrito y de áreas. A menudo, el número
de niveles podría reducirse simplificando los procesos de toma de decisión y
delegando más autoridad. El punto clave por determinar es si, en realidad,
con una estructura «plana» se puede lograr un más alto grado de coordina-
ción y control. Esto dependerá de:
• Si las funciones de los subordinados son interdependientes, dado que
cuanto mayor sea la interdependencia mayor será la necesidad de coordi-
nación y, en consecuencia, más «alta» será la estructura requerida.
• La complejidad de las funciones de los subordinados, dado que labores
muy complejas afectan al nivel de supervisión requerido, lo que, a su vez,
afecta al número de niveles de la estructura.
Criterios de adaptación
Organización global
Una estrategia de crecimiento, si tiene éxito, provocará que surja la necesi-
dad de cambios en la organización. La penetración de mercado por vía de la
ampliación de los segmentos puede conducir a la creación de divisiones
geográficas o a una división internacional. Por otra parte, el desarrollo de
mercados, el desarrollo de productos, la integración vertical y la diversifica-
570 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
puede hacerse cargo del desarrollo del proyecto global. Para tales fines, se
encarga de coordinar todas las actividades relacionadas con el desarrollo del
producto y, luego, permanece como un coordinador global a lo largo de la
vida del producto. Las actividades en sí quedan asignadas a los distintos
departamentos funcionales con el fin de asegurarse de que se mantenga un
adecuado nivel de uniformidad entre la función de desarrollo y las demás
funciones de la empresa y para lograr las economías de escala que se
obtienen al trabajar con mayores dimensiones. Puede ser que el uso del
concepto de gerente de productos no funcione:
• Si el período requerido para el desarrollo del producto aparenta ser muy
prolongado.
• Si existen conflictos sobre las prioridades entre el gerente de productos y
los distintos encargados de los departamentos funcionales.
• Si el gerente de productos no posee la amplitud de conocimientos
requeridos para este tipo de trabajo.
Grupo a cargo del proyecto. Se crea un grupo, bajo la dirección de un
«gerente de proyecto», que se responsabiliza del desarrollo del producto
nuevo hasta llevarlo a su fase de comercialización. Usualmente, el gerente o
líder de proyecto proviene de un área ajena a la de marketing. Recurrir a un
gerente de proyecto, como recurrir a un gerente de productos, permite lograr
un más alto nivel de coordinación y control sobre el desarrollo de los
trabajos. Sin embargo, al contrario de cuanto sucede con el gerente de
productos, la presencia de un gerente de proyectos evita la aparición de
conflictos con los encargados de los diferentes departamentos funcionales, ya
que el gerente de proyectos ostenta la mayor parte (si no la totalidad) del
control sobre las actividades relacionadas con el producto nuevo. Pero este
nivel de autosuficiencia puede generar algunas deficiencias: pérdidas de
economías de escala, lejanía del área de marketing, etc.
Grupo de inversión. Un grupo de inversión, contrario a un «grupo de
proyectos», constituye una empresa en miniatura: una empresa nueva e
independiente. Los grupos de inversión desarrollan el producto hasta
llevarlo a un nivel en el que una de las divisiones de la empresa decida
hacerse cargo del producto o, en algunos casos, el propio grupo continúa
con la operación del proyecto. Los «gerentes de los grupos de inversión» se
seleccionan en función de sus habilidades como entrepreneur y de sus
experiencias personales, y se les asignan los recursos necesarios para desarro-
llar una organización autosuficiente.
Comité de nuevos productos. A los comités normalmente se les asignan
las tareas relativas a la búsqueda y tamizado de nuevas ideas para el
desarrollo de productos. En algunas ocasiones, los comités también se
encargan del desarrollo global del producto, especialmente cuando dicho
desarrollo requiere poco tiempo y no es muy complicado. Sin embargo, los
comités pueden ser causa de problemas:
574 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
Coordinación interdepartamental
La gerencia de marketing debe coordinar sus actividades y decisiones con
otros departamentos de la empresa. Se requiere, por una parte, la coordina-
ción vertical, con el fin de asegurarse de que las estrategias de marketing y
las estrategias corporativas se refuercen mutuamente. Pero, en segundo
lugar, también se requiere la coordinación lateral (u horizontal) para poder
integrar los esfuerzos de producción, diseño, I&D, finanzas y marketing. La
«administración por objetivos (APO o MBO, en inglés) permite el logro de
esta coordinación (Carrol y Tosi, 1973), pero, usualmente, se necesitan otros
mecanismos de coordinación (véase Fig. 17.7).
La coordinación interunidades entre I&D y marketing es particular-
mente importante en las empresas muy innovadoras. Las evidencias sugieren
que las empresas innovadoras de éxito son aquellas en que: a) sus departa-
mentos técnicos y de marketing trabajan en estrecha coordinación y b) la
alta dirección se preocupa permanentemente sobre el progreso de los
proyectos.
576 MARKETING COMPETITIVO: UN ENFOQUE ESTRATÉGICO
CONCLUSIÓN
Es imposible, en tan corto espacio, hacer una revisión a fondo de todos los
temas relacionados con la organización. Pero incluso una revisión muy
amplia dejaría muchas preguntas sin contestar, debido a que la teoría de la
organización todavía está en pleno desarrollo. Por ejemplo, el sentido
común nos sugiere que la probabilidad de que una empresa sea, o pueda ser,
burocrática no depende únicamente del grado de inestabilidad que debe
enfrentar un medio ambiente incierto. Además, mientras el mayor interés se
ha centrado en el efecto del crecimiento en las estructuras organizacionales
de las empresas, es necesario investigar más a fondo el efecto de factores tales
como los objetivos de inversión, las estrategias, etc., sobre esas mismas
estructuras. Más aun, conocemos muy poco sobre la incidencia de las
diferentes «fuerzas impulsoras» de las empresas y sus efectos sobre los
cambios organizacionales o cómo las diferentes estructuras se relacionan con
las diferentes estrategias competitivas. En esta área, todavía nos queda
mucho por aprender.
Post-data
Los lectores de este libro habrán llegado a tener un cierto nivel de
comprensión sobre la complejidad del marketing. El éxito en marketing no
es fácil y no existe fórmula que establezca cómo debe ser llevado a la
práctica. Aquellos que reclaman que esto es posible, de una manera u otra
van más allá de lo que los conocimientos sobre el marketing pueden real-
mente aportar. Las técnicas y enfoques discutidos en este libro pueden
reducir los riesgos, pero no asegurar el éxito. Lo que realmente necesita el
hombre de marketing, al estudiar sus mercados (y la tecnología propia de la
actividad) es discernimiento, creatividad y experiencia: discernimiento, para
identificar lo que constituye el factor clave; creatividad, para lograr las
soluciones deseadas; y experiencia, para lograr que todas esas cosas ocu-
rran... con beneficios.
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Índice analítico
«A la medida», productos, 271, 317-22 BIC Pen Company, 31, 71, 81, 189, 574
Acciones disuasivas para proteger la parti- Bienestar, consumidor, 20
cipación de mercado, 188-9 «Boca-a-oído», comunicación, 130, 302
Acciones intencionales de compra, 129 Boston Consulting Group, análisis del por-
Actitudes como factores que influyen en la tafolio de productos de, 34-44, 191,
compra, las, 131-32, Fig. 10.1 472
Activos, evaluación de los, 193-4
Acto-acción, estructura de, 123 Cálculo de decisiones, 381-3
Acuerdos comerciales de intercambio, 485 Calidad, 268-9, 448-9
Acuerdos entre competidores, 182-4, 192 Callplan, 431-2
Acuerdos para proteger la participación de Campaña, ventas, 539-40
mercado, 189 Canibalismo, 166, 287, 300
Adaptación, criterios de, 115, 562-7, Fig. Capital de operaciones, 289
4.1 Capitalizar para incrementar la participa-
Adquisiciones, compras, 73-75, 188, 274 ción de mercado, 192
Agencias de publicidad, 349-51 Características demográficas, 154-56, 160,
AIO (Actividades, Intereses y Opiniones), 161, 163, 307
156 Carga de trabajo, 429-30, 554-5
Alcance en publicidad, 371-2 Ciclo de vida del producto (CVP), 82, 240-
Ampliación de la línea, 270-1 54, 384, 474-5
Análisis de vacíos, 280-4 Circulación dividida, técnica de prueba
Análisis de valor y análisis de ingeniería, previa de la publicidad, 387
265-6 Clasificación de los productos, 29
Análisis factorial, 226-7, 233-4, 281 Clasificación u ordenamiento, segmenta-
Arrendamiento (leasing), 480 ción por, 162, 166-70
Asociación y publicidad, 338-9 Coherencia, modelo de la, 337
ASSESSOR, 304 Colley, efectos del modelo de las secuencias
Atracción de consumidores, 340, 353-4, jerárquicas de, 331-4, 339
406, 479, Tabla 10.4 Competencia, 14-16, 253-4, 497
Auditoría del producto, 217 definición, 142-7, 176
Auto-imagen y comportamiento de com- establecimiento de capacidades e inten-
pra, 104, 157 ciones, 176-8
estrategias competitivas, 86, 90, 181-200,
Bases psicográficas de la segmentación, 406-7
156-8, 160, 163 estrategias de reacción, 194-5, 288
BCG, análisis del portafolio de productos publicidad y, 328, 385
de, 34-44, 191, 472 y precios, 445, 450-1, 465-70, 475-7
597
598 ÍNDICE ANALÍTICO
Efecto de «ir todos en el mismo vagón» Funciones de uso, 112-13, 116-19, 146-7,
como criterio de integración, 114, Fig. 181, 268-9
4.1 Fusión, 73, 188
Ego, consideraciones ligadas al ego en la
decisión de compra, 114 Garantías y el comportamiento de compra,
Elasticidad de la demanda, 462 las, 116
Eliminación de productos, 264-5 «Gatos salvajes», «niños problema», 37, 41,
Empaquetado, 297-9 42
Empuje-tracción, estrategias de, 383-4, 496 General Electric Co., 11, 44, 61, 75
Enfoque de los potenciales iguales, 427-9 la matriz de negocios de, 44-7
Entrampadas, 183-4 Gestión, dirección, 84, 525-8, 559-61
Entrevistas marketing, 24, 203-35, 381-3
de ventas, 419-22 modelos de las ciencias de la, 430-2
en la investigación de marketing, 219-25 producto, 239-59, 572-4
E-O-R (S-O-R), modelo de comporta- ventas, 412-14, 422-36
miento, 129 Grupos de referencia, 129-30
Escala específica, 221 Grupos sociales y comportamiento de com-
Escalas multidimensionales (MDS), 169, pra, 105, 130, 155-6, 160, 251
233, 281
Esclavitud/encadenamiento, 15-16, 498-9 Hábito y el comportamiento de compra, el,
Esclusas, 249 121-22, 331
Espionaje industrial, 180 Hegemonía, 183
Esquismogénesis, 191-2 Hendry, modelo de la representación de la
Establecimientos propios, 502-3 jerarquía de los mercados, 165-66
Estatus y el comportamiento de compra,
114 IBEM (PIMS), base de datos, 60-4
Estilo del producto, 269-70 IBM, 42, 180, 195, 288, 451, 452
Estilos de vida y comportamiento de com- I&D (R&D), investigación y desarrollo,
pra, 105, 133, 156 253-4, 278-9, 572
Estímulos ambientales que influyen en la Igualar o superar las expectativas de los
compra, 129-30, Tabla 3.1 consumidores, 14-15
Estrategia del mensaje en la publicidad, Imagen del producto, 298-9, véase también
354-6 marca
Estrategia por cliente individual, 407-22 Imitación para enfrentar la inseguridad,
Estrategias del producto, 262-74 comportamiento de, 115-16
«Estrellas», 37, 41-3 Imitación para proteger la participación de
Estructura de un mercado, análisis de la, mercado, acciones de, 189
166-70, 282-8 «Impacto en los beneficios de las estrate-
Estructuras mentales y el comportamiento gias de marketing» (IBEM), 60-4
del consumidor, 130-1 Imperio, 183
Etogenia, 123 Impositivos, criterios, 117, 559-61
Experimentos controlados en la investiga- Incremento de las ventas, 340-1, 353-4, 406,
ción de mercado, 225-7 481, Tabla 10.4
índice de uso y segmentación, 159, 160,
Factores contrarios a la compra, 108-10 294, 327, 481
Familiaridad con un producto, 116 Inducción de compra, 90, 174, 358, 361-2
Fishbein, modelo de acción razonada de, Industria, 278, 482-4, 504
132 Industriales/institucionales
Flujos de ingresos, 262, 444-5, 474-5, 479- compras, 15, 106-7, 118, 134-5, 408-14
80, 481, 482 mercados, 476
Franquicias, 513-14 segmentación de los mercados, 160-1
Frecuencia en la publicidad, 371-2 Influencia de la familia en la acción de
Funciones auxiliares, 112-15, 118, 146, 152 compra, 130, 156
600 ÍNDICE ANALÍTICO